PERSPECTIVAS HIST\u00d3RICAS Y TE\u00d3RICAS EN POL\u00cdTICA Y PLANIFICACI\u00d3N LING\u00dc\u00cdSTICA Thomas Ricento Universidad de Texas, San Antonio
INTRODUCCI\u00d3N
En este art\u00edculo me propongo examinar la evoluci\u00f3n de la pol\u00e como un \u00e1rea de investigaci\u00f3n cuyos inicios se remontan a la Seg aproximadamente. Considerar\u00e9 los importantes desarrollos de las dife sociales y humanas que han influenciado y contribuido a moldear los tipos de p resultados y controversias que han animado los estudios de pol\u00edtica lin Analizando la literatura de la PPL, se encuentran tres tipos de factores que decisivos en la configuraci\u00f3n del campo, es decir, que han tenido influe interrogantes, las metodolog\u00edas adoptadas y los objetivos perseguidos el macro sociopol\u00edtico, 2. el epistemol\u00f3gico, 3. el estrat\u00e9gic eventos y procesos que se obtienen en el nivel nacional o supranacional, tale desintegraci\u00f3n) de estados, las guerras, las migraciones, la globalizaci comunicaciones, y similares. Los factores epistemol\u00f3gicos est\u00e1n vi conocimiento e investigaci\u00f3n, tales como el estructuralismo y el posmo sociales y humanas, la teor\u00eda de la elecci\u00f3n racional y el neo-marxi pol\u00edticas. Los factores estrat\u00e9gicos remiten a los fines hacia los c conducida: son los motivos expl\u00edcitos o impl\u00edcitos por los cuales investigaciones particulares. Ejemplos de tales prop\u00f3sitos podr\u00edan desigualdad socioecon\u00f3mica estructural, demostrar los costos o benefi fi determinadas pol\u00edticas ling\u00fc\u00edsticas, o justificar la impleme las pol\u00edticas de educaci\u00f3n. No comparto la idea de que las investig prop\u00f3sitos estrat\u00e9gicos y coincido con Cibulka (1995: 118) en que \ pol\u00edtica y el argumento pol\u00edtico es muy delgada\u201d. Estos fac heur\u00edsticos que permiten reconstruir la historia intelectual de la PPL. C de historia intelectual, habr\u00e1 desacuerdos entre categor\u00edas y l\u00 relativa de las variables. Es claro que hay una interacci\u00f3n entre estas tre continuidad de temas en estas tres \u201cetapas\u201d del desarrollo de la P algunos de los factores macro sociopol\u00edticos, epistemol\u00f3gicos y e han influenciado las investigaciones de PPL, que comenzaron en el per\u00ed Guerra Mundial y que contin\u00faan en la actualidad. Reconozco que los ev describir\u00e9 tienen, por lo general, antecedentes que se extienden en el pa por algunos siglos; cuando sea apropiado, estos v\u00ednculos ser\u00e1n m pensamientos sobre posibles direcciones de futuras investigaciones. La disc intenci\u00f3n de ser ilustrativa m\u00e1s que inclusiva. 1. PRIMEROS TRABAJOS: DESCOLONIZACI\u00d3N,
ESTRUCTURALISMO Y PRAGMATISMO
Los tres elementos centrales en esta primera etapa en el trabajo de PPL son: 1 la formaci\u00f3n de estados (macro sociopol\u00edtico), 2. el predominio del estru sociales (epistemol\u00f3gico), y 3. la creencia persuasiva, por lo menos en el Oc problemas del lenguaje se podr\u00edan resolver a trav\u00e9s de la planific sector p\u00fablico (estrat\u00e9gico). 1
La confluencia de varios factores contribuy\u00f3 al desarrollo de la PPL c identificable al comienzo de los \u201960. La pericia de los ling\u00fcistas se partes del mundo a trav\u00e9s de la confecci\u00f3n de gram\u00e1ticas, s lenguas ind\u00edgenas. La planificaci\u00f3n del corpus (creaci\u00f3n de s modernizaci\u00f3n) presentaba desaf\u00edos te\u00f3ricos y pr\u00e1ctic ling\u00fc\u00edstica estructural con intereses en tipolog\u00edas ling\u00fc problemas de dominio y funci\u00f3n, que condujeron al desarrollo de mode ling\u00fc\u00edstica) se dieron cuenta del gran potencial que exist\u00eda, l ling\u00fc\u00edstica y de la exploraci\u00f3n de las relaciones lengua-socie Fishman explic\u00f3 estas posibilidades de una forma bastante expl\u00ed
Precisamente porque el desarrollo de las naciones est\u00e1 en una fase temprana en su desarrollo\u2026 los p procesos de la construcci\u00f3n nacional son m\u00e1s evidentes en esas naciones y sus transformaciones, m discernibles para el investigador. Como resultado, el desarrollo de las naciones (nuevas naciones) se ha convertido en un gran inter\u00e9s para aquellos socioling\u00fcistas que se han interesado en las transformac identidad grupal en general as\u00ed como para aquellos interesados en el impacto social (gubernamental y ot el comportamiento ling\u00fc\u00edstico y en el lenguaje en s\u00ed mismo. (Fishman 1968a: 6)
Fishman pens\u00f3 que las naciones en desarrollo eran \u201clugares indisp intrigantes para el trabajo de campo de un nuevo tipo genuino de socioling\u00 Dadas las necesidades percibidas de estas \u201cnuevas naciones\u201d, gra trabajos se centraron en tipolog\u00edas y enfoques sobre planificaci\u00f3 planificaci\u00f3n ling\u00fc\u00edstica de Einar Haugen (1966) y la tipolog tuvieron una gran influencia en este per\u00edodo. Investigaciones represen en Fishman, Ferguson and Das Gupta (1968) y Rubien y Jernudd (1971). El fo planificaci\u00f3n sobre el estatus se centr\u00f3 en la selecci\u00f3n de una l modernizaci\u00f3n y construcci\u00f3n nacional. Una mirada consensuada, p socioling\u00fcistas occidentales, era que una lengua europea mayor (por lo g franc\u00e9s) deb\u00eda ser usada para dominios formales y especializado (ind\u00edgenas) podr\u00edan tener otras funciones. Esta soluci\u00f3n \u2 mayor\u00eda de los estados africanos ya establecidos (y en otras partes) y s probar, tambi\u00e9n, en las nuevas naciones africanas. Una visi\u00f3n ma occidentales- occidentalizados de este per\u00edodo era que la diversidad ling obst\u00e1culos para el desarrollo nacional, mientras que la homogeneidad de con la modernizaci\u00f3n y occidentalizaci\u00f3n. Fishman (1968b: 61) se posible \u201cque el considerable nivel de homogeneidad ling\u00fc\u00eds \u201coccidentalizaci\u00f3n\u201d del Occidente\u201d. La f\u00f3rmula a implicaba la unidad cultural/\u00e9tnica dentro de fronteras geogr\u00e1fic identidad ling\u00fc\u00edstica com\u00fan entre los ciudadanos de una po \u201cdesarrolladas\u201d (o aquellas que fueran capaces de desarrollarse con el rol de lengua \u201cnacional\u201d; las lenguas desarrolladas ten\u00e y se adaptaban a las demandas de los desarrollos tecnol\u00f3gicos y sociale de una naci\u00f3n/una lengua nacional (est\u00e1ndar), difundido en los trab particular en On the National Character of Languages) en los comienzos de 1820 en Eu que contin\u00faa observ\u00e1ndose en la actualidad, era el modelo que te impl\u00edcitas\u2013 sobre la planificaci\u00f3n ling\u00fc\u00edstica en Medio Oriente. En general, esta visi\u00f3n era considerada por sus seguidores como no el sentido partidario), t\u00e9cnica, orientada hacia la resoluci\u00f3n de pro objetivos. Fishman, comentando sobre los objetivos de la planificaci\u00f3n
las \u201cnuevas naciones\u201d (como opuestas a las \u201cviejas nac tradiciones), revel\u00f3 una visi\u00f3n mayoritariamente compartida:
Los problemas ling\u00fc\u00edsticos de las \u201cnuevas naciones\u201d fragmentadas \u00e9tnicamente p integraci\u00f3n pol\u00edtica y en una construcci\u00f3n nacional eficiente del que dependen inicialmente. L lengua es un problema reciente desde que la ling\u00fc\u00edstica ligada a la modernidad tecnol\u00f3gica y p general no ambigua. Los problemas de desarrollo, codificaci\u00f3n y aceptaci\u00f3n de una lengua son tambi mientras estos procesos sean vistos como procedentes justificadamente y principalmente de los \u201cpa\u00e metropolitanos\u2026\u201d. Aunque alguna atenci\u00f3n deba prestarse a las demandas pedag\u00f3gicas inicial (o alfabetizaci\u00f3n de transici\u00f3n) de los j\u00f3venes\u2026 la mejor parte del esfuerzo en la alfa recursos est\u00e1 colocada en la difusi\u00f3n de la lengua occidental adoptada para la pol\u00edtica actual y sociocultural. (Fishman 1968c: 492)
Fishman (1968c: 494) cre\u00eda que los problemas de lengua de las \u201cv difer\u00edan de los de las nuevas naciones, principalmente, porque las viej tradiciones de alfabetizaci\u00f3n y, por lo tanto, la tarea de los planificador modernizar las cl\u00e1sicas lenguas estandarizadas para \u201chacer fren procedimientos occidentales y para apresurar la alfabetizaci\u00f3n y partic ciudadanos pod\u00edan hablar la misma lengua modernizada, se sosten\u00 tener una lengua nacional) como el desarrollo econ\u00f3mico, explicado po financiamiento y la pericia occidental, eran m\u00e1s factibles. En manera int que ser\u00eda m\u00e1s efic fi iente importar una lengua occidental in toto, si proceso de modernizaci\u00f3n, pero que una posici\u00f3n de compromiso tradicional, algo destinado a ser resistido por los guardianes de la tradici\u00f que no se ajustaban a ninguna de las dos categor\u00edas, los llamados tipos India y Pakist\u00e1n), se los consideraba como aquellos que presentaban lo planificadores, porque ninguna lengua nacional ind\u00edgena ni un biling\u0 parec\u00edan ser viables. Esta \u00faltima predicci\u00f3n ha resultado te categorizaci\u00f3n tripartita de las naciones encubre una amplia gama de c desarrollo nacional (especialmente las formas en las que el desarrollo ha servi econ\u00f3micos occidentales) y el rol de las lenguas en este desarrollo, que n manera sistem\u00e1tica por muchas d\u00e9cadas. Mientras los ling\u00fcis lenguas eran creadas de manera similar, varios socioling\u00fcistas y analis taxonom\u00edas ling\u00fc\u00edsticas de acuerdo a la relativa convenien nacional (por ejemplo, ver Kloss 1968), facilitando, de esta manera, el dominio dominaci\u00f3n) de las lenguas coloniales europeas en las \u00e1reas de ed en los pa\u00edses en desarrollo, una situaci\u00f3n que persiste hasta nue Para resumir, la literatura especializada en este temprano per\u00edodo d y planificaci\u00f3n ling\u00fc\u00edstica pueden caracterizarse de la siguie numerosos vol\u00famenes contempor\u00e1neos editados \u2013especialm 1968; Rubien y Jernudd 1971\u2013, monograf\u00edas (Haugen 1966), as\u0 discusiones cr\u00edticas recientes de Tollefson 1991 y Pennycook 1994):
1. Los objetivos de la planificaci\u00f3n ling\u00fc\u00edstica estaban asociado (de una regi\u00f3n, una naci\u00f3n, un grupo religioso, un grupo pol\u00edtic modernizaci\u00f3n, un deseo de eficiencia, o un deseo de democratizaci\u00f3 2. La lengua era caracterizada como un recurso de valor y, como tal, estaba sujeta (Jernudd y Das Gupta 1971: 211). 3. La planificaci\u00f3n sobre el corpus y la planificaci\u00f3n sobre el estatus e m\u00e1s o menos separadas e ideol\u00f3gicamente neutrales (aunque no sin c 4. Las lenguas eran abstra\u00eddas de sus contextos sociohist\u00f3ricos y sincr\u00f3nicas) 3
Debe notarse que muchos investigadores de PPL durante este período, tal Jernudd, Fishman y otros, eran concientes de los problemas inherentes a la pla lingüística y eran a veces críticos de sus contemporáneos. Por ejemplo, Jernud (1971) se distanciaban de Tauli (1968), quien desaprobaba lenguas existente de los modelos de surgimiento, clamando que “nuestra (Jernudd y Das Gupta) planificación lingüística excluye buscar un “significado” lingüístico universa “resultados” como “claridad”, “economía”, “forma estética” y “elasticidad” (T citado en Jernudd y Das Gupta 1971: 199). Jernudd y Das Gupta también critic criterios de Haugen (1966) involucrados en las decisiones lingüísticas, deno “suficiencia” y “aceptación”, en ausencia de valoraciones explícitas de estos estas y críticas similares, sin embargo, eran más técnicas que esenciales, y e relacionaban con la implementación y la toma de decisión; de esta manera se complejos y fundamentales concernientes a la elección de la lengua, identidad grupales, y las estructuras y jerarquías socioeconómicas de la desigualdad. 2. LA SEGUNDA ETAPA:
FRACASO DE LA MODERNIZACIÓN, SOCIOLINGÜÍSTICA CRÍTICA Y ACCESO
La segunda fase en las investigaciones de PPL, aproximadamente desde los in fines de los ‘80, continuó algunos de los temas de la primera etapa, con alguno importantes también. Algunos han usado el término neo-colonial para carac socioeconómicas y políticas que se convirtieron en dominantes en el mundo e de un floreciente “despegue” democrático o económico, para usar los término (1963) de sus etapas de modernización y desarrollo nacional (que se habían c evangelio en la década de 1970), nuevos estados independientes se encontrar más dependientes de sus anteriores amos coloniales de lo que habían sido dur La jerarquización y la estratificación de la población eran temas identificado como dignos de investigación; el rol de la(s) lengua(s) y la(s) cultura(s) en es bien documentado (por ejemplo, Phillipson 1992; Said 1993; Pennycook 1994) esta realidad, algunos planificadores lingüísticos (especialmente académico respuestas. Por ejemplo, Cobarrubias (1983b: 41) afirmó que “ciertas tareas d lingüísticos, los productores de políticas lingüísticas, educadores, legislador en el cambio del estatus de la lengua o de la variedad lingüística no son filosó Fishman (1983: 382), en un modo defensivo, señaló que algunos lingüistas “to planificación lingüística como inmoral, no profesional y/o imposible”. Hubo un conciencia entre los especialistas que los tempranos intentos de la planificac incluyendo los modelos propuestos por Haugen (1966) y Ferguson (1966), er puramente desde una perspectiva descriptiva (ver Shiffman 1996 para un aná En efecto, Haugen admitió que inclusive la visión revisada del modelo original asciende a una teoría de planificación lingüística” (citado en Cobarrubias 1983 gran cantidad de factores que condujo a que el campo reconsiderara dónde e dirigía. El fracaso de las políticas de modernización en el mundo en desarrol factor (aunque Tollefson 1991: 28, 29 afirma que estos fracasos pueden habe y preservar los intereses económicos dominantes). En tanto se consideraba la planificación lingüística como una rama de la gestión de recursos, ella estaba d (este punto está desplegado en Kaplan y Baldauf 1997), dada la complejidad d innumerables e incontrolables variables involucradas, la dificultad de evaluar políticas y la imposibilidad virtual de una sociedad de ingeniería en naciones coloniales largas y complejas. 4
Desarrollos en lingüística y en las ciencias sociales relacionadas, que co década de 1960 y obtuvieron prominencia en los ’80, también tuvieron un im pensamiento y las problemáticas especializadas de las investigaciones en PP 1996/1975 para una discusión). Entre los desarrollos importantes estaba el de lingüistas autónomos como un paradigma viable para la investigación en la ad alternancia de lengua, con relevancia directa para el desarrollo de modelos de planificación lingüística. Las nociones anteriormente estimadas, tales como “lengua materna” y “competencia lingüística”, fueron cuestionadas, problem 1992) y hasta abandonadas (ver, por ejemplo, The Native Speaker is Dead, Paiked esto tuvo importantes implicaciones para los estudios de política y planificac noción de la lengua como entidad discreta y finita definida fi por gramáticas es caracterizada por varios especialistas como una función de los métodos y valo positiva (por ejemplo Harris 1981; Le Pague 1985; Sankoff ff 1988; Mühlhäusl 1997). La importación de una noción occidental de lengua más amplia en los lingüísticas contribuyó a perpetuar una serie de actitudes que se convirtiero (Pennycook 1994). Inclusive el concepto sociolingüístico de diglosia aparente criticado (Woolard & Schieffe ff lin 1994: 69) como “naturalización ideológica de sociolingüisticas”, perpetuando desigualdades lingüísticas (y, por ende, soci (1994:29) considera a la lengua como “localizada en acciones sociales y a lo qu lengua no es un sistema dado sino una voluntad de la comunidad”. Lingüistas a Pennycook, mientras claman por una descripción neutral, en realidad abraza prescriptiva que Harris (1981) rastrea hasta la Europa pos-renacentista y que política del nacionalismo y un sistema de educación dedicado a estandarizar e lingüístico de los alumnos (citado en Pennycook 1994: 29). Mühlhäusler (1990 rol que este prescriptivismo ha jugado en lugares como Papua Nueva Guinea locales de lengua (por ejemplo, donde una lengua termina, otra empieza) cont con las miradas impuestas por antropólogos y lingüistas (ver Siegel 1997 para Mühlhäusler 1996). Como Crowley (1990: 48) afirma, “en vez de registrar una lingüistas] estaban contribuyendo a formar una.” Esta crítica a la lingüística se juntó con un análisis crítico más amplio de la investigación de la planificación lingüística y de políticas lingüísticas por tod desarrollo y el mundo desarrollado (por ejemplo Humes 1975/1976; Wolfson y Tollefson 1986, 1991; Luke, McHoul y Mey 1990; entro otros). Mientras muc el período temprano estaban preocupados por la planificación del estatus y te la estandarización, creación de sistemas de escritura y modernización, durant varios especialistas se centraron en los efectos sociales, económicos y polític contacto. Los trabajos de Wolfson y Manes (1985: ix), por ejemplo, se ocupaba las que “el habla refle fl ja e influencia la desigualdad social, económica y polític estudiar a las lenguas como entidades con distribuciones y funciones sociales algunas lenguas designadas como más apropiadas que otras para algunas fun los sociolingüistas se centraron en el estatus y las relaciones de las comunidade contextos definido fi s. En este enfoque, las conexiones entre las actitudes de la c políticas lingüísticas fueron analizadas para explicar por qué una lengua x te particular –Alto o Bajo–, y las consecuencias de este estatus para los individuo En resumen, el estatus (y utilidad) de una lengua x, así también como su viabil largo plazo, fue correlacionada con el estatus social y económico de sus hablan número de hablantes o conveniencia para la modernización. La supuesta neu estable como un medio para el desarrollo nacional y la modernización fue pue desigualdades históricas y los conflictos no disminuyeron con la selección de u para las funciones de la variedad baja, y la designación de lenguas europeas pa 5
altas tendieron a perpetuar las asimetrías socioeconómicas basadas en la ed controlado socialmente por los grupos dominantes (desde el interior), e influe intereses económicos regionales y globales (desde el exterior). Podríamos caracterizar la segunda etapa de trabajo en PPL como un per una conciencia creciente de los efectos negativos –y las limitaciones inheren modelos de planificación y una comprensión de que los conceptos sociolingüís diglosia, bilingüismo y multilingüismo, eran conceptualmente complejos e ide cargados y no podían fácilmente ajustarse a las taxonomías descriptivas exis las lenguas europeas como “medio natural” para ayudar al desarrollo nacion los intereses económicos de los países metropolitanos, frecuentemente con e los intereses económicos, sociales y políticos de los hablantes de lenguas mino El privilegio de ciertas lenguas y variedades en la planificación de la lengua na de limitar la utilidad y, por ello, la influencia de miles de lenguas indígenas y de la (re)construcción nacional. Además, se evidenció que la elección de la lengua manipulada para ajustarse a los modelos “iluminados” de la modernidad; el c lingüístico era un comportamiento social, motivado e influenciado por actitude hablantes y de las comunidades de habla, así también como por las fuerzas m políticas. 3. LA TERCERA ETAPA:
EL NUEVO ORDEN MUNDIAL, POSMODERNISMO, DERECHOS HUMANOS LINGÜÍSTICOS
El tercer período de las investigaciones de política lingüística, aproximadam de 1980 hasta el presente, está todavía en su etapa de formación, y es, por lo t caracterizar. Sin embargo, varios temas y cuestiones muy importantes han s literatura. Los eventos globales dominantes durante este período incluyen las migrac población, la re-emergencia de las identidades étnicas nacionales (y sus lengu la caída de la Unión Soviética y la repatriación de antiguas colonias, como Ho los movimientos antagónicos para forjar nuevas coaliciones regionales, tales Europea, en donde las lenguas locales y regionales deben competir con las le supranacionales, como el inglés, el francés o el alemán (en el caso de Europa). los cambios geográficos y políticos, están las fuerzas asociadas a la globaliza tal como la dominación de los medios por un puñado de multinacionales (Said 1 especialistas encuentran que esta centralización en el control y la diseminac mundial es una gran amenaza a la independencia como fue el colonialismo
La amenaza a la independencia a fines del siglo veinte por la nueva tecnología podría ser mayor de la que fue el colonialismo. Estamos comenzando a aprender que la descolonización y el crecimiento del supra-nacionalismo no fueron el final de las relaciones imperiales sino simplemente la extensión de la red geo-política que ha sido tejida desde el Renacimiento. Los nuevos medios tienen el poder de penetrar más profundamente en la cultura “receptora” que cualquier otra manifestación previa de la tecnología occidental. Los resultados podrían hacer inmensos estragos, una intensificación de las contradicciones sociales dentro de las actuales sociedades en desarrollo. (Smith 1980: 176, citado en Said 1993: 291-292)
Estos desarrollos –disolución de la Unión Soviética, evolución de identidade supranacionales) en Europa occidental y oriental, penetración de la cultura y l occidental, especialmente de Estados Unidos, en el mundo en desarrollo– han consecuencias en el estatus (y en algunos casos, se ha afirmado, en la viabilida Un área en PPL que ha recibido una particular atención es la desaparición de l especialmente entre las llamadas lenguas “menores” (Hale et al. 1992; Kraus lenguas aproximadas que se hablan hoy, el 95 por ciento de la población mund
lenguas, y el 5 por ciento habla las miles de lenguas restantes (citado en Mühlh En Alaska y el Norte Soviético, alrededor de 45 de las 50 lenguas indígenas (90 en Australia, alrededor del 90 por ciento de las lenguas aborígenes todavía ha muriendo (Krauss 1992: 5). En los Estados Unidos, Krauss (1998: 11) inform de las 155 lenguas nativas existentes son habladas por todas las generacione niños. Los partidarios de la conservación de las lenguas establecen paralelos y la diversidad cultural/lingüística, con la suposición que “la diversidad cultur la biodiversidad y viceversa” (Harmon 1996; Maffi 1996). Críticas a estas pe que la mayoría de las lenguas (y las especies de animales y de plantas) que algu se extinguieron; en síntesis, las críticas afirman que la evolución cultural (inc lingüística) es un fenómeno humano “natural”, influenciado por los efectos de enfermedades y desarrollos tecnológicos. Ladefoged (1992: 810) encuentra “p lingüistas asuman que ellos conocen qué es mejor para la comunidad” (ver Do respuesta crítica a la posición de Ladefoged). Sin embargo, la dicotomía “ben diversidad bio/lingüística” versus “la desaparición de las lenguas es natural” e reduccionista por muchos críticos y teóricos posmodernistas, pero por difere especialistas críticos, como Robert Phillipson, examinan los lazos entre la im imperiales y el destino de lenguas y culturas indígenas alrededor del mundo 239) evoca el término “imperialismo lingüístico” como una “abreviatura de un actividades, ideologías y relaciones estructurales… dentro de una estructura e asimétricas entre el norte y el sur, donde la lengua se traba con otras dimens económica y política.” En su análisis, la lengua se convierte en un vector y el división desigual de poder y de recursos entre los grupos se propaga (“lingüic fue por primera vez acuñado por Skutnabb-Kangas 1986), frustrando el prog económico para aquellos que no aprenden la lengua de la modernidad –el inglé colonias británicas y americanas. Una de las consecuencias de este proceso e finalmente la desaparición de miles de lenguas indígenas. Además de la margi lenguas a través de la economía estructural y los medios ideológicos, método adoptado para suprimir por medio de la legislación ciertas lenguas en la educ pública (por ejemplo el catalán, la lengua kurda, las lenguas amerindias, para pocas). La cura para el “lingüicidio” y el genocidio lingüístico, en este anális activa respuesta política y moral, especialmente la promoción –y aprobación humanos lingüísticos por los estados y los organismos internacionales como A pesar de que algunos estatutos y documentos existentes protegen los dere sociales, Phillipson (1992: 95) concluye que “las declaraciones internacionale existentes no son de ninguna manera adecuadas para apoyar las lenguas dom trabajo de Phillipson han provenido de dos direcciones. Algunos han discutido falta evidencia empírica (por ejemplo Conrad 1996; Davies 1996). Otros, la m de muchas de las ideas de Phillipson, han sostenido, sin embargo, que su mo determinante y monolítico en sus suposiciones y conclusiones. Estos especiali asociados a posiciones teóricas posmodernistas, han ofrecido descripciones contextualizadas más matizadas de los eventos y las prácticas en, por ejemplo Singapur (Pennycook 1994), y Jaffna, Sri Kanka (Canagarajah 1999). Pennyc “poder estructural” del inglés y los “efectos discursivos” del inglés; el último “modos en que las ideologías relacionadas al inglés son impuestas, recibidas o usuarios del inglés en el mundo”. En este enfoque las relaciones entre las po las ideologías del poder son complejas; diferentes medios de alcanzar los mi ejemplo, el control económico de intereses imperiales) pueden resultar en el restricción de lenguas indígenas, con consecuencias no previstas por los plani Canagarajah usa una metodología discursiva analítica para localizar el uso de
de código y léxico–para explicar los modos sutiles en que las comunidades pe negociado la ideología potencial del inglés en Jaffna, Sri Kanka. En este enfo análisis es la acción individual, y no las fuerzas ideológicas impersonales. El rol de la ideología en las políticas lingüísticas ha sido investigado en do específicos también, sea por el contexto (escuelas, lugar de trabajo, tribunale (educación, discriminación en ascenso, metodología de la investigación). Jam 1991), influenciado por las teorías críticas sociales de Jürgen Habermas, Anth Michel Foucault, ha explorado las conexiones entre las ideologías del poder e modernos y el desarrollo de las políticas lingüísticas en ocho países diferente (1996, 1998) explora las ideologías de solo-inglés y el inglés estándar en los Es muestra como estas ideologías se convirtieron en hegemónicas en el siglo ve en relación con las políticas lingüísticas de la educación pública. Otros espec investigado la conexión entre la ideología y las políticas lingüísticas en educa (1981); Tollefson (1986, 1991, 1995); Crawford (1989, 1992); Luke, McHoul y Darder (1991); Cummins (1994); Freeman (1996), y Ricento (1998). Lippi-Gre las ideologías que forman actitudes hacia la lengua, y, por lo tanto, en las políti los Estados Unidos y las consecuencias negativas de esas políticas (frecuente para marginar grupos del sistema de educación, los medios, los lugares de trab judicial. Moore (1996: 485), en un análisis detallado de dos políticas lingüístic Australia (la Política Nacional de Lenguas 1987 y la Lengua Australiana y la P Alfabetización 1991), refle fl xiona acerca de la necesidad de “dar luz sobre los in describen las políticas lingüísticas… tanto en la arena académica como en la p nuestros intereses como especialistas inevitablemente influencian nuestras e interpretación de los datos, los argumentos a los que nuestras descripciones valores que encarnan nuestros análisis.” En un estilo similar, Ricento (1998) s evaluación de la efectividad relativa de las políticas bilingües de educación e pública de los Estados Unidos varía de acuerdo a las suposiciones y las expec trabaja, pero que el objetivo subyacente y casi universalmente compartido de educación –la asimilación cultural y lingüística de hablantes que no hablan ing ideologías lingüísticas y la identidad americana que se ha convertido en hege especialmente en el despertar de las campañas de americanización, 1914-19 En todas las investigaciones mencionadas en esta sección, la influencia ta críticas y posmodernistas como de la metodología de la investigación es evide distancian claramente de los modelos y de las teorías previas en la literatura d especialistas del primer período de las investigaciones de PPL, como Fishma los temas de hegemonía e ideología, ellos no posicionaron estas ideas como c procesos de planificación y política lingüística, ni exploraron las maneras en lingüística arbitrariamente le da importancia a la lengua en la organización de humanas” (Tollefson 1991: 2). Respondiendo a estas críticas, Fishman (1994: 9 planificación lingüística ha tendido a reproducir las desigualdades sociocultur y que la planificación lingüística está conectada frecuentemente a los proces y modernización. Sin embargo, el hecho de que la planificación lingüística “pu propósitos perjudiciales… no podemos negar el hecho de que la planificación sido frecuentemente usada para propósitos benéfic fi os” (Fishman 1994: 94) F separa la teoría de la planificación lingüística de su implementación, arguye específicas de la planificación lingüística… que corren desde los análisis pos marxistas de la economía, cultura e ideología no diferencian suficientemente l planificación lingüística de las prácticas”, añadiendo que “muy pocas práctic lingüísticas han sido realmente influenciadas por las teorías de planificación de la planificación lingüística clásica, tal como Tollefson (1991), objetan esta c 8
de manera explícita o implícita) de la planificación lingüística neutral, por lo ge como una actividad que resuelve problemas; esto es precisamente el tipo de ac posestructuralistas y neo-marxistas identifican como ideológico y hegemón Para resumir, la conjunción de los elementos de la teoría crítica con una e lingüístico ha conducido a la formulación de un nuevo paradigma. Como Phillip Kangas (1996: 429) lo dicen, “El paradigma de la ecología-de-lenguas incluye c diversidad lingüística mundial, promocionar el multilingüismo y el aprendiza extranjeros y garantizar los derechos humanos lingüísticos para los hablante Las fuerzas macro sociopolíticas, incluyendo los efectos alegados del imperial factores estratégicos (el deseo de preservar y revitalizar las lenguas y culturas influenciado claramente –y determinado– los tipos de datos recogidos, los anál recomendaciones de las políticas elaboradas por los investigadores que trabaj Si los tecnócratas de PPL en la décadas de 1950 y 1960 han podido ser critica ingenuos (o no) de la neutralidad política en sus intentos de auxiliar en el pro occidentalización y modernización en los países en desarrollo, los partidario humanos lingüísticos de 1980 y 1990 son susceptibles a los cargos de idealiz sueños de universalidad modernista” (Pennycook en prensa). Otro asunto su de los derechos lingüísticos/ ecología lingüística es que las discusiones del es formuladas desde la retórica de las ciencias políticas. Por ejemplo, Conrad (19 “las teorías de los nacionalismos conflictivos, imperialismos, poderío económ por la ideología son productos de un estudio de la naturaleza política de los s Conrad está preocupado que tales teorías han encontrado su camino “más y m lingüística que está intentando arraigarse en las ciencias sociales… Los estudi convierten en teorías de lenguas en conflicto, en estudios de dominación y en que Phillipson (1992) ha llamado “lingüicidio”. Como Hymes (1985: ) advirtió hubiera dominación política o estratificación social en el mundo, habría igualm lingüística…”. Continúa diciendo: VII
Reparto y jerarquía son intrínsecos. Las inversiones de muchos, quizás hasta inclusive las nuestras, en algunas medidas existentes no deben ser desestimadas. El cambio efectivo en la dirección de lograr una mayor igualdad se obtendrá de manera parcial por los cambios en las actitudes o por la eliminación de la dominación exterior; será inseparable en muchos casos de cambios en el sistema social. (Hymes 1985:)
En este sentido, se debe advertir que los mayores desarrollos en las ciencias s últimos cien años han sido por lo general motivados en gran medida por un de sistema social, de validar las políticas y prácticas sociales existentes o contrar hegemónicas sobre la naturaliza humana. El intento realizado por los crítico lingüística/ derechos lingüísticos de separar la “ciencia” del lenguaje de la “c se remonta a los intentos de fines del siglo diecinueve y principios del veinte e intentaba separar la “ciencia” de la biología de los desarrollos en los estudio se convertirá en la “ciencia” de la antropología. Explicando la concepción de c Boas y su oposición a la interpretación racial del comportamiento humano, Ca demuestra de manera muy convincente que “…Boas no llegó a esta posición de investigación científica desinteresada a una cuestión confusa y controversial. derivaba de un compromiso ideológico que comenzó tempranamente en su vid experiencias académicas en Europa y que continuó en América para dar form profesional… no hay duda de que él tenía intereses profundos en recoger evide argumentos que podrían refutar un punto de vista ideológico –el racismo– que restrictivo entre los individuos e indeseable para la sociedad.” Tomó más de c los tiempo en que Theodor Waitz publicó su primer libro (1858 – On the unitiy of t species and the natural condition of man [el primero de un trabajo de seis volúmenes]) en e 9
señaló que todas las personas, negras o blancas, que hayan tenido o no los lo ‘destinados por igual a la libertad’, para que las explicaciones culturales rivali eventualmente, superen (por lo menos en la literatura especializada) las explic darwinistas de las diferencias en las sociedades. En retrospectiva, las supos conclusiones tanto de Darwin como de Boas –aunque imperfectas e incomple importante tradición, fueron por lo general incomprendidas y mal aplicadas e refle fl jaron su época y sus historias personales y condujeron a nuevos campos biología evolucionista y la antropología. Llevará tiempo para que un nuevo par sociolingüística se desarrolle, un paradigma que pueda tomar en cuenta las di económicas tanto como los correlatos sociales y cognitivos en la explicación de lingüístico. CONCLUSIÓN
Pocos campos de estudio son inmunes a las fuerzas macro sociopolíticas; sin e campo multidisciplinario e interdisciplinario que involucra a la lingüística, a la a la sociología y a la historia, la PPL es especialmente susceptible a estas fue de la teoría social crítica, junto con el continuo ataque sobre los lingüistas es empezaron en la década de 1960, han, al menos, revelado una reacción contra procesos sociopolíticos mayores (construcción de una nación y nacionalismo capital, tecnología y comunicaciones, amenazas persistentes a la viabilidad de culturas marginadas, la caída de imperios y los fracasos de “modernización” d la persistencia de desigualdades socioeconómicas e injusticias, etc.). Trabajo teorías posmodernistas (especialmente en análisis del discurso) han mostrado cultural están interrelacionados de manera tal que conducen al campo de la P taxonomías y de las dicotomías que han dominado desde sus comienzos. Los tr sobre la ecología y los derechos humanos lingüísticos han cambiado el foco de en los últimos diez años. Claramente, estos avances de la sociología del lengua las políticas lingüísticas han penetrado en el pensamiento de los especialistas activos en este campo. Inclusive cuando la preservación de la lengua o los de son el foco de atención, las investigaciones relativas al área educativa, con le comunicación más amplia para propósitos vinculados con el desarrollo econ planificación de corpus para lenguas indígenas, se vinculan con estas preocu ejemplo, Kaplan y Baldauf 1999). Ciertamente, muchas de las investigacione limitaciones de la planificación lingüística (por ejemplo, Moore 1996; Shiffm Ricento 1998; Fettes 1998) como sobre la promesa de planificación lingüístic cambio social (por ejemplo, Freeman 1996; Hornberger 1998; McCarty y Ze paradigma de la ecología lingüística emerge como el marco conceptual más im investigaciones de PPL, está por ser visto. Lo que está claro que como un sub-c sociolingüística, la PPL debe tratar con temas de comportamiento e identidad tanto, deber ser sensible a los desarrollos del análisis del discurso, la etnograf crítica. Parece que la variable clave que separa los viejos enfoques positivist nuevos enfoques críticos/posmodernistas es la acción, esto es, el(los) rol(es) d colectivos en el habla, las actitudes y, por último, las políticas. La pregunta m sigue sin contestarse y que deben hacerse los investigadores, es “¿Por qué lo usar (o dejar de usar) lenguas y variedades particulares en funciones específic dominios, y cómo estas elecciones influencian –y cómo son influenciadas– po institucionales en política lingüística (local, nacional o supranacional)?” Esta p que las investigaciones de niveles micro (la sociolingüística del lenguaje) deb las investigaciones de niveles macro (la sociolingüística de la sociedad) para p 10
explicación más completa del comportamiento lingüístico –incluyendo los ca la que está disponible en la actualidad. Tenemos una mejor comprensión hoy teníamos cuarenta años atrás sobre los patrones del uso de lengua en contex efectos de las fuerzas macro-sociopolíticas en el estatus y en el uso de las len social. Lo que se requiere ahora es un marco conceptual (la ecología lingüíst para relacionar ambos dos. El desarrollo de tal marco nos conducirá a la próx nombre– fase de las investigaciones de política y planificación lingüística. Ricento, Thomas (2000): “Historical and theoretical perspectives in language policy and planning”, Journal of Sociolinguistics 4/2, pp. 196-213. Traducción realizada por Karina Savio para uso exclusivo de la materia Sociología del Lenguaje, FFyL, UBA, 2007.
11