Resumen SOBRE S OBRE LA PSICOLOGÍA DE LOS PROCESOS ONÍRICOS, ON ÍRICOS, Freud A. El olvido del sueño Desfiguramos Desfiguramos los sueños al tratar reproducirlo. reproducirlo. Desfiguración que representa una elaboración elaboración secundaria del sueño por parte del pensamiento normal. Pero esta elaboración es sólo un fragmento de la elaboración a la que son sometidos los pensamientos oníricos por la censura del sueno. Estas alteraciones no son arbitrarias, mantienen una asociación con cierto contenido (inconsciente supongo). Las alteraciones permiten descubrir los puntos débiles del disfra del sueno ! así empear su interpretación. La duda que surge al relatar los sueños también es un fragmento de la censura onírica, de la resistencia a la irrupción irrupción de los pensamientos pensamientos en la conciencia. El ol"ido .también .también cae en esta categoría categoría porque es en buena parte obra de la resistencia. res istencia. Pero #reud # reud dice que qu e mediante median te el traba$o del psicólogo, ps icólogo, los contenidos co ntenidos ol"idados se pueden recordar. #reud dice que los sueños se ol"idan tan poco como otros actos psíquicos (pone e$emplo e$emplo de que logró interpretar sueno que %abía tenido %ace dos anos, a%í se dio cuenta que los contenidos oníricos antiguos eran los miso que lo del presente). La interpretación interpretación de los sueños no cae del cielo, sino que requiere gran traba$o. La interpretación interpretación no siempre se da de un golpe, muc%as "eces uno se queda bloqueado en el traba$o. &%í con"iene %acer una pausa ! retomar la interpretación otro día En ese momento otro contenido puede llamar la atención ! encontrar así el camino a los pensamientos oníricos. Es lo que #reud llama la interpretación fraccionada del sueno. &unque se tenga una interpretación completa, llena de sentido, igual puede %aber otra sobreinterpretación que se escapó 'in embargo. embargo. #reud dice que la ma!oría ma!oría de los sueños no requieren requieren esa sobreinterpret sobreinterpretación ación porque la tendencia en el sueno es clara. a! una tendencia a "elar las condiciones bsicas de la formación del sueno ! a des"iar el interés de sus raíces pulsionales. El traba$o del sueno muda en sueno una serie de pensamientos abstractos e insusceptible de figuración directa, tomados de la "ida de "igilia. Logra esta tarea apoderndose de otro material de pensamiento que tenga una relación la*a con los pensamientos pens amientos abstractos ! así puede lograr la figuración. +o todos los sueños son interpretables porque las resistencias internas pueden ser fuertes ! se requiere muc%o traba$o para "encerlas. 'i %a! tantas resistencias en el sueno .-ómo se formó el sueno en contra de esa resistencia 'i la resistencia del día continuara en la noc%e, no %abría sueno. Entonces, la resistencia pierde fuera en la noc%e ! permite el surgimiento del sueno. Pero al despertar, recupera su fuera ! "uel"e a eliminar lo que tu"o que admitir mientras mientras estaba disminuida EI estdo del dormir !ermite l "orm#i$n del sueno !or%ue re&' l #ensur endo!s(%uie) Pero también puede ser que la resistencia no disminu!a, pero se puede e"itar. /ambién es posible que estos dos factores, reba$a r eba$a de la resistencia o su e"itación, sean posibilitados al mismo tiempo por el estado del dormir. -ada "e que un elemento psíquico se enlaa con otro por una asociación c%ocante ! superficial, e*iste también entre ambos un enlace correcto ! que cala ms %ondo, sometido a la resistencia de la censura. E\ predominio de las asociaciones superficiales se debe a la presión p resión de la censura ! no a la cancelación de las representaciones0meta representaciones0meta Las representaciones superficiales superficiales reemplaan a las ms profundas cuando la censura no permite las "ías normales de cone*ión. .'e pueden distinguir dos rasos, que en realidad son uno1 0 la censura solo traba dos pensamientos, cado uno de los cuales por separado no suscita su "eto. Entonces, los dos entran en la conciencia sucesi"amente ! la trabaón permanece oculta, pero a cambio de esto se nos
ocurre un enlace superficial entre ambos. Enlace en el cual no %abríamos pensado, pero que nos ale$a de la cone*ión sofocada ! esencial. 0 Los dos pensamientos atraen por si mismos a la censura a causa de su contenido. Entonces, ninguno de los dos aparece en su forma correcta sino que modificados, sustituidos. Estos pensamientos sustituti"os se escogen de tal manera que refle$an, gracias a una asociación superficial, la cone*ión esencial en que estn los que fueron sustituidos. En los dos casos, la presión de la censura %a producido un desplaamiento desde una asociación normal ! seria a otra superficial ! que parece absurda. En la interpretación de la "igilia, recorremos un camino que retrocede desde los elementos del sueno %asta los pensamientos oníricos. El traba$o del sueno tomó el camino in"erso. -amino que no es transitable en esa dirección. Por eso de día nos internamos por nue"as cone*iones de pensamientos que aciertan a "eces con los pensamientos intermedios ! a "eces con los pensamientos oníricos. & este se agrega la resistencia que nos obliga a %acer rodeos ms largos. 'eg2n #reud, todos los sueños cumplen deseos, aunque en el caso de los adultos estn desfigurados porque deben pasar por una censura (se reprimen los deseos que no se quieren reconocer).
B. L re*resi$n El sueno es una acto psíquico. 'u fuera impulsora es un deseo por cumplir 3ue el deseo no sea reconocible se debe a la censura psíquica a la condensación del materia4 psíquico en imgenes sensibles. 5na peculiaridad e*clusi"a del sueno es que el contenido de las representaciones no se piensa, sino que se muda en imgenes sensibles a las que se da crédito ! se cree "i"enciar. Pero no todo ios sueños muestran esta transmutación, algunos estn %ec%os solamente por pensamientos, pero siguen siendo sueños. Esta transmutación ocurre también en las alucinaciones ! las "isiones. #reud se basa en una afirmación de #ec%ner para describir su aparato mental. #ec%ner dice que el escenario de los sueños es otro que el de la "ida de representaciones de la "igilia. & partir de esta frase #reud dice que se da la idea de una localidad psíquica (no anatómica). Esta localidad psíquica corresponde a un lugar en el interior de un aparato, en el que se produce uno de los estadios pre"ios de la imagen. Este aparato psíquico est compuesto por sistemas psicológicos que tienen un ordenamiento ! una secuencia (secuencia que se puede alterar en algunos casos). El aparato entonces tiene una dirección porque toda acti"idad psíquica parte de estímulos ! termina en iner"aciones. Por eso el aparato tiene un e*tremo sensorial ! un e*tremo motor. En el e*tremo sensorial se encuentra un sistema que recibe las percepciones (P) ! en el e*tremo motor (6), uno que permite la motilidad. 7eneralmente, el proceso psíquico parte del e*tremo de la percepción %asta el de la motilidad (sería una construcción como aparato de refle$os) De las percepciones que nos llegan, nos queda una %uella mnémica en el aparato psíquico. La función de esta %uella es la de memoria. 'i es asi, esta %uella sólo puede ser una alteración permanente en los elementos de los sistemas. 5no solo sistema no podría ser modificado por alteraciones ! a la "e estar pendiente de otras posibles alteraciones. Por eso #reud sigue desmenuando su aparato mental.
Dice que %a! un sistema del aparato que recibe los estímulos percepti"os, pero que no guarda nada de ellos (por lo tanto no tiene memoria). Después de éste, %abría un segundo sistema que traspone la e*citación momentnea del primero a %uellas permanentes. De las percepciones que nos llegan no sólo guardamos su contenido, sino que adems las "amos asociando en la memoria. #reud llama esto asociación. Es ob"io que el sistema P no puede conser"ar las %uellas para la asociación !a que carece de memoria. Entonces, la base de la asociación debe estar en los sistemas mnémicos (6n). #reud dice que la asociación consiste en que a consecuencia de reducciones en la resistencia ! de facilitaciones, desde uno de los elementos 6n, la e*citación se propaga ms bien %acia un segundo elemento 6+ que %acia un tercero. Deben e*istir entonces "arios elementos 6n en los cuales la misma e*citación propagada por los elementos P e*perimenta di"ersas fi$aciones. El primero de los elementos 6n contendr la fi$ación de la asociación por simultaneidad. En los que estn ms ale$ados, el mismo material mnémico se ordenar de otra forma (seme$ana,..). El sistema P brinda a la conciencia toda la di"ersidad de las cualidades sensoriales. &l re"és, nuestros recuerdos son en sí inconscientes. Estos se pueden %acer concientes, pero es en el estado inconciente donde despliegan todos sus efectos. +uestro carcter se basa en las %uellas mnémicas de nuestras impresiones. Las que nos produ$eron un efecto ms fuerte, las de nuestra primera $u"entud, son las que casi nunca de"ienen concientes -uando los recuerdos se %acen concientes, no muestran cualidad sensorial o muestran mu! poca en comparación con las percepciones (no se si lo confirma después, pero aquí dice que entonces en los sistemas psicológicos, memoria ! cualidad se e*clu!en entre sí para la conciencia). La formación del sueno supone la e*istencia de dos instancias psíquicas. 5na de las cuales somete la acti"idad de la otra a una crítica para que no pueda de"enir0conciente. La instancia criticadora est ms cerca de la conciencia que la criticada. 'e sit2a entre ésta ! la conciencia como una pantalla. #reud cambia las instancias por sistemas ! dice que el 2ltimo de los sistemas situados en el e*tremo motor lo llamamos !re#ons#iente +Pr##. Los procesos de e*citación que se encuentran en él pueden alcanar la conciencia si satisfacen algunas condiciones como cierta intensidad ! cierta atención. /ambién es el sistema que permite la motilidad "oluntaria. &l otro sistema, lo llama in#ons#iente +I#e porque no tiene acceso alguno a la conciencia si no es mediante el preconciente que producir modificaciones en el proceso de e*citación (que "iene del inconciente). #reud a%ora adopta el supuesto que el 8cc es el punto de partida para la formación del sueno. -omo cualquier formación del pensamiento, la e*citación onirica tratar de llegar al Prcc ! alcanar de a%í el conciente Durante el día, la censura de la resistencia ata$a a los pensamientos oníricos en este camino que lle"a a la conciencia pasando por el preconciente En la noc%e, estos caminos se abren 'in embargo, la disminución de la censura entre los sistemas 8cc ! Prcc sólo puede e*plicar algunos sueños, pero no los alucinatorios por e$emplo En los sueños alucinatorios la e*citación toma un camino de reflu$o. 9 sea, en "e de propagarse %acia el e*tremo motor, lo %ace %acia el e*tremo sensorial ! finalmente alcana el sistema de las percepciones. La dirección que toma el proceso psíquico en la "igilia (del 8cc al Prcc) se llama !ro*rediente. La dirección que toma el sueno es re*rediente
La regresión es una peculiaridad psicológica del proceso onírico, pero no es e*clusi"a de los sueños. El recordar deliberado ! otros procesos parciales del pensamiento normal también son marc%a %acia atrs en el aparato psíquico, desde alg2n acto comple$o de representación %asta el material en bruto de las %uellas mnémicas que estn en su base. 'in embargo, en la "igilia esta marc%a atrs no "a mas all de las imgenes mnémicas, no puede producir la animación alucinatoria de las imgenes percepti"as. La re*resi$n es el %ec%o de que en el sueno la representación "uel"e a mudarse en la imagen sensorial de la que alguna "e partió. -omo la regresión supone un "uelta atrs en el aparto psíquico, esto e*plica por qué las relaciones lógicas entre los pensamientos oníricos se pierden o son difíciles de encontrar. 'eg2n el esquema, estas relaciones entre pensamientos no estn en los primeros sistemas 6n, sino en otros, situados mas adelante. Por eso la regresión, los pensamientos quedan sin medio para e*presarse, e*cepto el de las imgenes percepti"as. L ensm&ldur de los !ensmientos on(ri#os es resuelt en su mteril en &ruto !or l re*resi$n. Las alucinaciones de la %isteria ! de la paranoia también son regresiones, son pensamientos mudados en imgenes. &l tomar en cuanta el papel que $uegan en los pensamientos oníricos las "i"encias infantiles, se puede afirmar que la mudana de pensamientos en imgenes "isuales es, en parte, consecuencia de la atracción que el recuerdo que pugna por ser reanimado e$erce sobre el pensamiento desconectado de la conciencia. &sí, el sueno !odr( de"inirse #omo el sustituto de l es#en in"ntil, lterdo !or trns"eren#i lo re#iente. La escena infantil no puede imponer su reno"ación ! debe conformarse con regresar como sueno. La regresión se debe a1 La resistencia que se opone a la penetración del pensamiento en la conciencia por la "ía normal. La simultnea atracción que e$ercen sobre él los recuerdos que subsisten con "i"acidad sensorial. La regresión puede ser facilitada por el cese de la comente progrediente (es un factor au*iliar). La regresión tiene tres modos1 :. 5na regresión tópica, en el sentido del esquema de los sistemas psicológicos. ;. 5na regresión temporal, en la medida en que se trata de una retrogresión a formaciones psíquicas ms antiguas. <. 5na regresión formal, cuando modos de e*presión ! de figuración primiti"os sustitu!en a los %abituales. En el fondo estos tres tipos son uno solo. El sonar en su con$unto es una reanimación de la infancia del sonante, de las mociones pulsionales que lo gobernaron entonces ! de los modos de e*presión de que disponía (con esta infancia indi"idual se podría llegar a una infancia filogenética).
C. A#er# del #um!limiento de deseo. El sueno no es otra cosa que un cumplimiento de deseo. a! sueños que se presentan de manera franca como cumplimiento de deseo, ! otros en que este era irreconocible ! a menudo ocultado por todos los medios mediante las operaciones de la censura onírica. Los sueños de deseos no desfigurados se encuentran sobre todo en los niños. =re"es sueños de deseo franco parecen ocurrir en adultos. a! tres (> 8) posibilidades de génesis de un deseo1
:. puede %aberse e*citado durante el día sin obtener satisfacción a su causa de condiciones e*teriores. &sí, queda pendiente para la noc%e un deseo admitido ! no tramitado. Est localiado en el Prcc. ;. Puede %aber emergido de día, pero se topó con una desestimación. &sí, queda pendiente un deseo no tramitado, pero que fue sofocado. ?a del Prcc al 8cc ! a%í se conser"a. <. Puede carecer de relación con la "ida diurna ! contarse entre aquellos deseos que sólo de noc%e se ponen en mo"imiento en nosotros desde lo sofocado. Localiado en el 8cc. @. /ambién puede pro"enir de las mociones de deseo actuales que se despiertan durante la noc%e (por estímulo de la sed o la necesidad se*ual). En todos los sueños sometidos a la desfiguración, el deseo pro"iene del inconciente. Estos deseos tiene diferentes "alores ! diferentes poder de formación de un sueno. & medida que "amos dominando nuestra "ida pulsional mediante la acti"idad del pensamiento renunciamos cada "e ms a la formación o conser"ación de deseos tan intensos como los que el niño conoce. En el adulto el deseo que quedó pendiente e cumplimiento durante el día no basta para crear un sueno Podr incitar el sueno, pero nada ms. Para engendrarse el sueno, el deseo preconciente tiene que ganarse un refuero Este refuero pro"iene del inconciente. El deseo #on#iente solo deviene e-#itdor si de un sueno si lo*r des!ertr otro deseo !rlelo, in#on#iente, #on el #ul se re"uer. listos deseos inconcientes estn siempre alertas, dispuestos en todo momento a procurarse e*presión cuando se les presenta la oportunidad de aliarse con una moción conciente. &sí transfiere su ma!or intensidad a la menor intensidad de la moción conciente. Estos deseos reprimidos son de procedencia infantil. El deseo %ue "i*ur en el sueno tiene %ue ser un deseo in"ntil. En el adulto pro"iene del 8--, pero en el niño, la censura entre Prcc e 8cc toda"ía no e*iste, es un deseo incumplido, no reprimido, de la "ida de "igilia. Entonces, las mociones que restan de la "ida conciente de "igilia tienen un papel secundario en la formación de sueños. /iene el mismo rol que las sensaciones actuales que sobre"ienen cuando uno duerme. -lasificación de las mociones del pensamiento que contin2an cuando dormimos1 lo que durante el día, a causa de una coartación contingente, no se lle"ó a cabo. Lo que por desfallecimiento de nuestra capacidad de pensar quedó sin tramitar, sin solución. Lo rec%aado ! sofocado durante el día. Lo que por traba$o del preconciente fue alterado durante el día en nuestro 8cc. Las impresiones del día que nos resultaron indiferentes ! por eso quedaron sin tramitar. Estos restos de la "ida diurna son también e*citaciones que pugnan por e*presarse, pero el dormir impide el a"ance %abitual del proceso de e*citación en el preconciente. Porque si nos damos cuenta de estos pensamientos entonces de$amos de dormir. Entonces, a las e*citaciones al interior del Prcc no les queda otra que seguir el mismo camino que las e*citaciones de deseo que "ienen del 8cc. Estos restos diurnos penetran en el sueno ! se apro"ec%an de su contenido para llegar a la conciencia. & "eces llegan a dominar el contenido del sueno ! lo fueran a continuar el traba$o diurno. /ambién pueden tener otro carcter que no sea el de deseo. -uando se le ofrece a los pensamientos oníricos un material que no es el cumplimiento de deseo, el sueno se comporta de di"ersos modos1 El traba$o del sueno consigue sustituir todas las representaciones penosas por sus contrarias, ! sofocar los afectos displacenteros correspondientes. Esto produce un sueno de satisfacción puro. (a! una coincidencia entre el deseo conciente ! el inconciente).
Las representaciones penosas, modificadas en ma!or o menor grado, pero bien reconocibles, alcanan el contenido manifiesto del sueno (a "eces pueden pro"ocar el despertar). (a! una di"ergencia entre lo inconciente ! lo conciente). Estos sueños de displacer son también cumplimientos de deseo. 5n deseo inconciente ! reprimido cu!o cumplimiento no podía ser sentido por el !o del soñante sino como penoso se "alió de la oportunidad que le ofrecían los restos diurnos penosos, les prestó apo!o ! así los %io sonables. La satisfacción por el cumplimiento del deseo reprimido puede resultar tan grande que equilibre los afectos penosos ad%eridos a los restos diurnos. El sueño presenta entonces un tono afecti"o indiferente, aunque por una parte es el cumplimiento del deseo !. por otra, el de una aprensión. /ambién puede suceder que el !o durmiente participe en la formación del sueño ! reaccione con indignación frente a la satisfacción ! puede poner fin al sueño mediante la angustia. Los sueños de dis!l#er / los de n*usti son #um!limientos de deseo. Los sueños de displacer también pueden ser sueños punitorios1 castigo del soñante a causa de una moción de deseo no permitida. En estos sueños punitorios el deseo no surge de lo reprimido, sino del !o (pero también es inconciente). Esto amplia la participación del !o en la formación de los sueños. Los sueños punitorios se engendran ms fcilmente cuando los restos diurnos son pensamientos de naturalea satisfactoria, pero e*presan satisfacciones no permitidas. Lo esencial es que el carcter de los sueños punitorios reside en que en ellos el formador del sueño no es el deseo inconciente que produce lo reprimido, sino el deseo punitorio que reacciona contra aquel. Aste 2ltimo pertenece al !o ! es inconciente. La trns"eren#i es cuando una representación del inconciente, incapa de ingresar al preconciente, entra en cone*ión con una representación inofensi"a que !a pertenece al preconciente, transfiriéndole su intensidad ! de$ndose encubrir por ella. Esta transferencia puede de$ar intacta la representación del preconciente. la que alcanaría una intensidad inmerecidamente grande, o imponerle una modificación mediante el contenido que se le transfiere. 7eneralmente el inconciente busca cone*iones con las impresiones ! representaciones del preconciente a las que se descuidó por indiferentes. Esto porque por ser descuidadas pueden pasar ms fcilmente la censura de la resistencia. Las impresiones recientes también sir"en al inconciente porque no %an alcanado a ser procesadas. Los restos diurnos son los que perturban el dormir ! no el sueño. 5na e*citación impuesta por una necesidad interior buscar un drena$e en la motilidad que puede llamarse alteración interna o e*presión emocional (la guagua llora cuando tiene %ambre). La situación no cambiar %asta que se presente un cambio que permite la e*periencia de la "i"encia de satisfacción que cancela el estímulo interno (la mam le da pec%o). 5n componente esencial de esta "i"encia es la aparición de una cierta percepción (nutrición) cu!a imagen mnémica queda asociada a la %uella que de$ó en la memoria la e*citación producida por la necesidad. -uando ésta "uel"a a aparecer, el enlace establecido suscitar una moción psíquica que querr in"estir de nue"o la imagen mnémica de aquella percepción ! producir otra "e la percepción misma, o sea la situación de satisfacción. Esta moción psíquica es el deseo. La reaparición de la percepción es el cumplimiento de deseo ! el camino ms corto para esto es el que "a de la e*citación producida por necesidad %asta la in"estidura plena de la percepción El sueño es un cumplimiento de deseo porque solamente el deseo puede impulsar a traba$ar nuestro aparato psíquico. El sueño al cumplir sus deseos por el corto camino regrediente, %a conser"ado el modo de traba$o primario de nuestro aparato psíquico, que se abandonó por inadecuado. El soñr es un re&rote de l vid in"ntil del lm, / su!erd.
Las neurosis serían formas anormales del cumplimiento de deseo. Por e$emplo, un síntoma %istérico se engendra cuando dos cumplimientos de deseos opuestos, pro"enientes de di"ersos sistemas psíquicos, pueden coincidir en una e*presión. El deseo de dormir al que se aferra el preconciente facilita la formación de sueños. El sueño trata crear un cumplimiento de deseo que satisface a las dos instancias de la "ida anímica como compromiso entre ellas (8cc ! Prcc).
0. El des!ertr !or el sueño. L "un#i$n del sueño. El sueño de n*usti. Besumen1 Del traba$o de "igilia quedan pendientes resto diurnos de los que no se sustra$o por entero la in"estidura energética, o bien por el traba$o de la "igilia se despertó durante el día uno de los deseos inconcientes, o suceden ambas cosas. En el dormir, el deseo inconciente se %io un camino %acia los restos diurnos ! e$ecutó su transferencia sobre ellos. &sí se produce un deseo transferido al material reciente, o el deseo reciente sofocado cobra nue"a "ida por el refuero que le "iene del inconciente. El deseo querría penetrar por el camino normal en la conciencia, o se a tra"és del Prcc. Pero c%oca con la censura que toda"ía subsiste ! a cu!a influencia queda sometido. &quí adopta la desfiguración que !a se %abía iniciado por la transferencia reciente. asta a%ora est en camino a con"ertirse en un pensamiento reforado por transferencia ! desfigurado en su e*presión por la censura. Pero el dormir en que se encuentra el preconciente no le permite seguir a"anando. El proceso onírico entonces emprende el camino de la regresión, que es e*pedito debido al dormir. &sí también obedece a la atracción que e$ercen sobre él grupos mnémicos. Por el camino de la regresión, cobra figurabilidad. &quí !a tiene recorrido el segundo tramo de su tra!ectoria. El primero se e*tiende, en sentido progrediente, desde las escenas o fantasías inconcientes %asta lo preconciente. -uando el proceso onírico %a de"enido un contenido percepti"o, %a sorteado el impedimento de la censura ! del estado del dormir. &sí logra llamar la atención de la conciencia (órgano sensorial para la apre%ensión de cualidades psíquicas). En la "igilia, la conciencia es e*citable desde dos lugares1 :. Desde la periferia de todo el aparato, el sistema de percepción. ;. Desde las e*citaciones de placer ! displacer que resultan de las trasposiciones de energía ocurridas al interior del aparato. 5na "e que el sueño se %io percepción, puede e*citar la conciencia con las cualidades que %a adquirido. Esta e*citación sensorial dirige a lo e*citante una parte de la energía de la in"estidura disponible en el Prcc, en calidad de atención. 'e puede decir entonces que en todos los casos el sueño despierta una parte de la fuera de reposos del Prcc. De esta fuera surge la el&or#i$n se#undri, que busca la co%erencia ! la inteligibilidad. 9 sea, trata al sueño como cualquier otro contenido percepti"o. En este tercer tramo se puede decir que la dirección es de nue"o progrediente. El primer tramo del traba$o del sueño empiea en el día, ba$o el imperio del Prcc. El segundo tramo, la alteración por la censura, la atracción e$ercida por las escenas inconcientes, el irrumpir en la percepción, se recorre durante toda la noc%e. Esto no sigue necesariamente esto orden secuencial (lo %io para poder e*plicarlo). 'eg2n #reud el interés teórico recae en los sueños que son capaces de despertarnos. 7eneralmente, el cumplimiento del deseo de dormir es compatible con el mantenimiento de cierto gasto de atención.
Los procesos inconcientes estn siempre alertas, son caminos siempre transitables ! permanecen indestructibles. En el inconciente, a nada puede ponerse fin, nada es pasado ni est ol"idado. La tarea de la psicoterapia es dar trmite a estos procesos inconcientes para que se ol"iden. +o es el tiempo que produce el ol"ido, sino alteraciones secundarias que "ienen de un intenso traba$o. La psicoterapia no tiene otro camino que someter el 8cc al imperio del Prcc. Para cada proceso de e*citación inconciente %a! dos salidas1 3ueda librado a sí mismo, ! termina irrumpiendo por alguna parte ! se procura para su e*citación una descarga en la motilidad. 'e somete a la influencia del preconciente, ! su e*citación, en "e de descargarse, es ligada por éste ! así el sueño se "uel"e inocuo como perturbación. Esto es lo que ocurre en el proceso onírico. En el caso del proceso onírico, se puede "er que era ms adecuado ! ms económico tolera al deseo inconciente, despe$arle el camino de la regresión para que se formara un sueño ! después, con un pequeño traba$o del inconciente, ligar este sueño ! darle trmite en "e de mantener amarrado al inconciente todo el tiempo que se dormía. La función del sueño es traer de nue"o ba$o el imperio del preconciente la e*citación del 8cc que %abía quedado libre, así descarga la e*citación del 8cc ! al mismo tiempo preser"a, a cambio de un mínimo gasto de acti"idad de "igilia, el dormir del preconciente. 'ir"e simultneamente a los dos sistemas cumpliendo ambos deseos, cuando son compatibles entre sí. El proceso onírico es permitido como cumplimiento de un deseo del inconciente, pero si en el intento se agita con demasiada intensidad el preconciente, éste no puede mantener su reposo. &sí, el sueño de$a de cumplir su compromiso. #rente a esto, el organismo reaccionaria con un sueño de angustia. 5n proceso psíquico que desarrolla angustia puede ser un cumplimiento de deseo. 5n cumplimiento de deseo debería brindar placer a quien tiene el deseo. Pero el soñante mantiene con sus deseos una relación particular. Los desestima, los censura. Por lo tanto, un cumplimiento de deseo no puede brindar placer sino lo contrario. El deseo pertenece al 8cc, ! el Prcc lo %a desestimado ! sofocado. La medida de esta sofocación indica nuestra normalidad psíquica. La sofocación del 8cc se "uel"e necesaria, porque el decurso de sus representaciones desarrollaría un afecto que en su origen tu"o el carcter de placer, pero que desde que se produ$o la represión lle"a el carcter de displacer. La sofocación permite e"itar el displacer, la angustia. La doctrina del sueño de angustia pertenece a la psicología de la neurosis. La angustia de los niños pro"iene de %ec%o que no pueden comprender una e*citación se*ual ! que adems ésta se relaciona con los padres #reud le da la misma e*plicación a los ataques nocturnos de angustia con alucinación, frecuentes en los niños. E. El !ro#eso !rimrio / el !ro#eso se#undrio. L re!resi$n. El proceso onírico, por raones que dependen de la mecnica de la asociación, se apodera con ma!or facilidad del material de representaciones fresco o indiferente, ! por raones que dependen de la censura trasfiere la intensidad psíquica de lo importante ! de lo c%ocante a lo indiferente (energía de in"estidura). Dentro del preconciente, se lle"a a cabo un itinerario de pensamientos que, abandonado por la in"estidura del preconciente, %a encontrado in"estidura desde el deseo inconciente. & partir de a%í, el itinerario de
pensamiento puede sufrir trasmudaciones1 condensación o compresión, representaciones intermedias,..Estos son procesos anormales a los cuales son sometidos los pensamientos oníricos. Lo !rin#i!l de estos !ro#esos es 1#er %ue l ener*( invistiente se vuelv m$vil / sus#e!ti&le de des#r*. El #ontenido / l si*ni"i#tividd intr(nse# de los elementos !s(%ui#os %ue d1ieren ls investidurs son #oss ##esoris. El la teoría de #reud el deseo que pro"iene de lo infantil es el motor indispensable para la formación del sueño. El sueño interpreta al estímulo sensorial ob$eti"o al modo de una ilusión. Esta interpretación permite que el ob$eto percibido no interrumpa el dormir ! sea utiliable para el cumplimiento de deseo. En cuanto a la percepción por la conciencia del contenido onírico !a preformado, este proceso es rpido, instantneo En cuanto a los tramos pre"ios de este proceso, el tra!ecto es largo ! sinuoso. La característica del estado del dormir no es la disgregación de las trabaones del alma, sino el %ec%o de que el sistema psíquico que gobierna de día se acomoda al deseo de dormir. Esto es el factor que permite la regresión &quí se de$an de lado las representaciones0meta "oluntarias ! surgen las in"oluntarias. La fantasía no forma al sueño, sino que en la formación de los pensamientos oníricos la acti"idad inconciente de la fantasía tiene la ma!or participación. El %ec%o que los procesos oníricos empiean durante el día ! siguen en la noc%e demuestra que los rendimientos intelectuales ms comple$os son posibles sin la inter"ención de la conciencia. En la formación de los sueños participan dos procesos psíquicos de naturalea diferente1 :. 5no crea pensamientos oníricos de perfecta corrección, de igual "alor que el pensamiento normal. Proceso !rimrio. ;. El otro procede con estos de una manera e*traña, incorrecta. Pro#eso se#undrio. Estos mismos procesos psíquicos incorrectos son los que producen los síntomas %istéricos. Los pensamientos normales %an sufrido un tratamiento anormal ! %an sido trasportados al síntoma por medio de condensación, formación de compromiso. & tra"és de asociaciones superficiales, por encubrimiento de contradicciones ! e"entual mente por "ía de la regresión. Esa elaboración psíquica anormal de un itinerario normal de pensamientos sólo ocurre cuando este 2ltimo %e de"enido la transferencia de un deseo inconciente que pro"iene de lo infantil, ! se encuentra en la represión. (Este enunciado "iene del estudio de la %isteria). Dentro del aparato mental, la acumulación de energía es percibida como displacer, ! pone en acti"idad al aparato para producir la satisfacción en la cual la disminución de la energía es sentida como placer. Esta corriente que parte del displacer ! busca el placer es el deseo. El primer desear (primer sistema 8cc) pudo %aber consistido en in"estir alucinatoriamente el recuerdo de la satisfacción (guagua c%upndose el pulgar). Pero esta alucinación no podía ser mantenida ! se con"irtió en inapropiada para producir el cese de la necesidad ! el placer ligado con la satisfacción.
Por eso, se %io necesario una segunda acti"idad, que condu$ese a la e*citación que partía del estímulo de la necesidad por un rodeo que finalmente, por "ía de la inutilidad "oluntaria, modificara el mundo e*terior para que pudiera sobre"enir la percepción del ob$eto de satisfacción. Para realiar esta transformación del mundo e*terno se requiere la acumulación de una gran suma de e*periencias dentro de los sistemas mnémicos ! una m2ltiple fi$ación de las referencias que di"ersas representaciones0meta puede e"ocar en este material mnémico. Este segundo sistema (Prcc) puede conser"ar en estado quiescente la ma!oría de la in"estiduras energéticas ! emplear el desplaamiento en una pequeña parte. El primer sistema busca el libre desagote de las cantidades de e*citación. El segundo produce una in%ibición de este desagote, su mudana en in"estidura quiescente. El primer sistema es incapa de incluir algo desagradable en el interior de la trama de pensamiento El sistema no puede %acer otra cosa que desear. &quí inter"iene el segundo sistema que in"iste un recuerdo de tal modo que in%ibe el desarrollo del displacer que parte de éste. El proceso primario pertenece al primer sistema ! el secundario al segundo. Proceso primario1 aspira a la descarga de la e*citación a fin de producir una identidad percepti"a. Proceso secundario 1 apunta a una identidad de pensamiento. Las condensaciones de las representaciones, las formaciones intermedias ! de compromiso, son impedimentos para alcanar la meta de la identidad. Por eso, esos procesos se e"itan en este proceso secundario. Los procesos primarios estn dados en un aparato psíquico desde un comieno. Los secundarios solo se constitu!en poco a poco en el curso de la "ida, in%iben a los primarios, se les superponen, ! quis en la madure logran someterlos a su total imperio. Debido a este ad"enimiento tardío, el n2cleo de nuestro ser, que consiste en mociones de deseos inconscientes, permanece inapre%ensible para el preconciente. cu!o papel queda limitado para siempre a señalarles a las mociones de deseo, que pro"ienen del inconciente, los caminos ms adecuados para su fin. Dentro de estas mociones de deseo indestructibles ! no in%ibibles que pro"ienen de lo infantil, se encuentran también mociones cu!o cumplimiento se contradice con las representaciones0metas del proceso secundario. En este caso, el cumplimiento de tales deseos no pro"ocaría un efecto placentero, sino un displacer. Est mudn del "e#to #onstitu/e l esen#i de l re!resi$n. Esta mudana del afecto ocurre durante el desarrollo. El sueño no es un fenómeno patológico, no perturba el equilibrio psíquico. Los dos sistemas psíquicos, la censura del pasa$e entre ellos, la in%ibición ! la superposición de una acti"idad por la otra, las relaciones de ambos con la conciencia, todos eso es normal en nuestro instrumento anímico. El sueño nos indica uno de los caminos para el conocimiento de su estructura. El sueño nos !rue& %ue lo so"o#do !ersiste tm&i2n en los 1om&res normles / si*ue siendo #! de o!er#iones !s(%ui#s. El sueño mismo es un de ls e-teriori#iones de eso so"o#do. Lo sofocado, cu!a e*presión es impedida en la "igilia por la opuesta tramitación de las contradicciones ! que fue cortado de la percepción interna, encuentra en la "ida nocturna ! ba$o el imperio de las formaciones de compromiso los medios para llegar %asta la conciencia. La interpretación de los sueños es la me$or "ía para el conocimiento de lo inconciente dentro de la "ida anímica.
F. Lo in#on#iente / l #on#ien#i. L relidd. 5na in"estidura energética es impuesta a un determinado ordenamiento o retirada de él, de tal modo que el producto psíquico en cuestión cae ba$o el imperio de una instancia o se sustrae de éste (no %a! pensamientos segundos, ni cambio de sistemas). Lo inconciente es el círculo ms "asto, que inclu!e al círculo de lo conciente. /odo lo conciente tiene una etapa pre"ia de inconciente, mientras que lo inconciente puede persistir en esa etapa !, no obstante, e$ecutar un operación psíquica. lo inconciente es los psíquico "erdaderamente real, nos es desconocido en su naturalea interna, como lo real del mundo e*terior, ! nos es dado por los datos de la conciencia de manera tan incompleta como lo es el mundo e*terior por las indicaciones de nuestros sentidos. E: sueño es una forma de e*presión de mociones sobre las cuales durante el día pesó una resistencia ! que por la noc%e pudieron obtener un refuero de parte de fuentes de e*citación situadas en lo profundo. El inconciente e*iste de dos modos1 : el 8cc. que es insusceptible de conciencia. ;. el Prcc. que puede alcanar la conciencia. El Prcc se sit2a como una pantalla entre el 8cc ! la conciencia. +o sólo bloquea al acceso a la conciencia, sino que preside el acceso a la motilidad "oluntaria ! dispone el en"ío de una energía de in"estidura mó"il (atención). la conciencia (-c) es parecido, en sus cualidades mecnicas, a los sistemas de percepción (P). 9 sea, es e*citable por cualidades e incapa de conser"ar la %uella de las alteraciones (es carente de memoria). Las e*citaciones pro"ienen desde dos lados a la -c1 :. Desde el sistema P. ;. Desde el interior del propio aparato. La percepción de nuestros sentidos tiene la consecuencia de guiar una in"estidura de atención por los caminos a tra"és de los cuales se propaga la e*citación sensorial ad"iniente. 'on un regulador de decurso. La -c también es un regulador de decurso. -uando percibe cualidades nue"as guían ! distribu!en seg2n éstas las cantidades mó"iles de in"estidura. 6ediante la percepción de placer ! displacer, influ!e en la circulación de las in"estiduras al interior del aparato psíquico. Los procesos de pensamiento carecen de cualidad, sal"o las e*citaciones de placer ! displacer que los acompañan, que deben mantenerse frenadas como perturbación posible del pensar. Para darles cualidades son asociados con recuerdos de palabra, cu!os restos de cualidad bastan para atraer sobre sí la atención de la conciencia.