Mantenimiento y Desarrollo Es evidente que una vida en la que hay resentimientos profundos sólo conduce a la futileza y a la infelicidad. En el grado exacto en que permitimos que esto ocurra, malgastamos unas horas que pudieron haber sido algo que valiera la pena. Pero con el alcohólico, cuya esperanza es el mantenimiento y el desarrollo de una experiencia espiritual, este asunto de los resentimientos es infinitamente grave. Porque entonces nos cerramos a la luz del espritu. !a locura del alcohol regresa y volvemos a beber" y para nosotros beber es morir. #i bamos a vivir, tenamos que estar libres de la ira. El mal humor y la ira repentina no eran para nosotros. !a ira puede ser un dudoso lu$o para personas normales, pero para los alcohólicos estas cosas son veneno. %!&'('!)&'# %*+*)M'#, pg. - /0 Enfrentarse a los 1esentimientos El resentimiento es el ofensor n2mero uno. Destruye ms alcohólicos que cualquiera otra cosa. De 3ste se derivan todas las formas de enfermedad espiritual, ya que nosotros hemos estado no solamente fsica y mentalmente enfermos, sino tambi3n espiritualmente. &uando es superado el mal espiritual, nos componemos mental y fsicamente. &uando tratamos los resentimientos los escribimos en un papel. (icimos una lista de personas, instituciones o principios con los que estbamos molestos, y nos preguntamos el porqu3. En la mayora de los casos se s e descubrió que nuestro amor propio, pro pio, nuestra cartera, nuestras relaciones personales 4incluyendo las sexuales5 estaban lastimados o amenazados. 6El escribir la ms acalorada carta puede servir como una vlvula de seguridad muy efectiva 7 con tal de que tengas cercana una papeleria6. 8. %!&'(+ %!&'(+!)& !)&'# '# %* %*+*) +*)M'# M'#,, pg. pg. -9 8:0 (acer ;rente a la )ra Pocas personas han sufrido ms por los resentimientos que nosotros los alcohólicos.
*ada tiene ms recompensas que la moderación en lo que hablamos o escribimos. Debemos evitar la crtica irascible y la discusión imperativa y fren3tica, as como el mal humor y el desd3n silencioso. Estas son trampas emocionales incitadas por el orgullo y la venganza. &uando nos tiente el se>uelo, debi3ramos prepararnos para recapacitar y pensar. *o podemos ni pensar ni actuar con buenos resultados mientras el hbito del autodominio no sea automtico en nosotros. D'&E ? D'&E pg. 0: -@ Esa Aente 6%l igual que t2, a menudo me he considerado vctima de lo que otra gente dice y hace. *o obstante, cada vez que confesaba los pecados de tales personas, especialmente aquellas cuyos pecados no correspondan exactamente con los mos, me pareca que no serva sino para empeorar el da>o. Mis propios resentimientos y lstima de m mismo me convertan a menudo en casi in2til para los dems. 6Por eso, hoy da, si alguien habla de m de manera que me hiciera, me pregunto en primer lugar si hay algo de verdad en lo que dice. #i no lo hay, trato de recordarme que yo tambi3n en varias ocasiones he hablado amargamente de otras personas" que este chismorreo hiriente no es sino un sntoma de nuestra enfermedad emocional" y que no debo nunca eno$arme con la irracionalidad de gente enferma. 6Ba$o circunstancias muy difciles, he tenido que disculpar repetidas veces a otras personas C y a m mismo. (as tratado recientemente de hacer esto6. &%1F%, 80G@Dominar los 1esentimientos Empezamos a percibir que el mundo y la gente que hay en 3ste en realidad nos dominaban. En ese estado desgraciado, las maldades de otros, imaginarias o reales, tenan el suficiente poder para matarnos porque los resentimientos podan hacernos volver a beber. &ómo podamos salvarnos *os dimos cuenta de que haba que dominar estos resentimientos. Pero cómo *o podamos hacerlo con sólo desearlo. Este fue el curso que seguimosH *os dimos cuenta de que la gente que era in$usta con nosotros tal vez estuviera enferma espiritualmente. !e pedimos a Dos que nos ayudara a mostrarles la misma tolerancia, paciencia y compasión que gustosamente tendramos para con un amigo enfermo. %hora evitamos el desquite o la discusión. *o trataramos as a quien estuviese enfermo. #i lo hacemos, destruimos la oportunidad que tenemos de ayudar. *o podemos ayudar a toda
la gente, pero cuando menos Dios nos mostrar cómo ver con tolerancia y bondad a todos y cada uno de nuestros seme$antes. %!&'(+!)&'# %*+*)M'#, pgs. -7-/ !o que pretendan Bill y Bob. Aracias a todo o que escribió Bill y a las biografas que salieron de ambos. 7 6Fransmtelo6 6El doctor Bob y los buenos veteranos6 7 Fenemos una idea muy aproximada de como eran los cofundadores de alcohólicos anónimos" sus vidas, intenciones, carcter y sue>os. ?o creo que al principio, Bill y Bob, quieren de$ar de beber para reintegrarse en la sociedad, para recuperar el prestigio laboral, social y económico que la botella les ha robado. o a todos, y sobre todo a ellos, mantenida la pelea con la coartada del servicio. Esto no es cumplir el servicio, esto es apagar la quemazón de la frustración personal en un sitio donde no se piden credenciales. % pesar de todo esto, alcohólicos anónimos sigue adelante. #e abren nuevos grupos, se recuperan personas y es que el amor de Dios es tan infinito como el mismo. Aracias por vuestra atención. ;elices G horas.