LAS OPERACIONES DEL PENSAMIENTO LOUIS RATHS
El carácter incompleto o incoherente del pensamiento se ve reflejado por ciertas conductas, tales como la impulsividad, la excesiva dependencia del profesor, la incapacidad para concentrarse y captar significados, la rigidez y falta falta de flexib flexibili ilidad dad,, la extre extrema ma falta falta de confia confianz nza, a, etc., etc., que que tende tendería rían n a disminuir si se brindan suficientes ocasiones para participar en los diversos procesos que implica el acto de pensar.
Teniendo en cuenta que la capacidad de pensar está en todo ser humano norma normal, l, lo que que el docen docente te debe debe hacer hacer para para con con sus alumn alumnos os es brin brindar dar opor oportun tunid idade ades s para para pensar pensar y exami examinar nar los los resul resultad tados os de esa activ activida idad. d. Cargar el acento en actividades que enseñan a pensar estimula esta facultad y prov provoc oca a un decrec decrecim imien iento to en la llamad llamada a cond conduct ucta a inmad inmadur ura. a. No debe debe descartarse que en ciertos problemas problemas de aprendizaje aprendizaje que tienen relación con el pensamiento puedan existir dificultades de aptitud física y/o de seguridad emocional en el niño.
Los docentes no deben asumir la responsabilidad de cambiar la conducta de los alumnos sino la responsabilidad de proporcionarles oportunidades para que los alumnos modifiquen su conducta. Igualmente la buena enseñanza no debe medirse solamente por las modificaciones producidas en la conducta del alumno. Si los alumnos no cambian no indica que no se han brindado experiencias positivas, sino simplemente que no cambian.
Si el ambiente escolar es rico en oportunidades para pensar correctamente, es prob probabl able e que que la mayor mayoría ía de los los alumn alumnos os adqui adquiera eran n la capaci capacidad dad de modi modifi fica carr su prop propia ia cond conduc ucta ta.. Los Los doce docent ntes es debe deben n busc buscar ar camb cambio ios s autod todirigid gidos por los los prop ropios ios alumn lumno os y, ésto stos asu asumen men su propia responsa responsabili bilidad. dad. Insistimo Insistimos s en que es necesario necesario propor proporcion cionar ar experien experiencia cias s que lo capaciten para tomar decisiones en lo que atañe a su conducta.
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Los ejercicios que enseñan a pensar pertenecen a la categoría de experimentales pues la experiencia contribuye significativamente al proceso de maduración que implica ir alcanzando niveles de conducta nuevos. No perdamos el respeto por los alumnos brindemos esas oportunidades de pensar con entera libertad. Ese pensar asociado con la investigación y la toma de decisiones formará hábitos de indagación reflexiva. Además el pensamiento debe concebirse en relación con los valores humanos y estos plantearse en términos de elecciones y consecuencias. Esta concepción del pensamiento es en parte conductista, en parte procedimiento y, en parte conceptual.
La precaución en las generalizaciones, la capacidad de identificar supuestos y habilidad para extraer conclusiones a partir de los datos que se tiene, son pruebas positivas del pensamiento. Algunos docentes creen que el alumno debe aprender primero los hechos y luego reflexionar en torno a ellos. Pensar es una manera de aprender; si el pensamiento tiene alguna finalidad, entonces los hechos así descubiertos podrán servir para lograrlo. Una persona está en proceso de maduración cuando determinado propósito disciplina todas sus actividades.
Podríamos enumerar algunas de las razones por las cuales se da la ausencia de oportunidades para pensar:
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Romper el status que da el libro.
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Considerar el texto más importante que la experiencia.
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El hecho de producir más trabajo en el docente ya que tendría que complementar la enseñanza de los libros.
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Falta de capacidad, habilidad y apreciación del docente.
Consideramos las siguientes operaciones como propias del pensamiento en el sentido de que su empleo inteligente despierta y produce el pensamiento:
Comparar permite examinar procesos, objetos, ideas, etc., tratando de observar sus interrelaciones, diferencias y similitudes. Dar oportunidades para comparar es importante en todos los niveles de educación escolar. El comparar implica abstraer y retener mentalmente la abstracción, mientras se está atento en los objetos de comparación.
Observar encierra el vigilar, el percibir. Hay una observación cuando pedimos al niño que compare diversos objetos o cuando analizamos un suceso o hecho. Observar es descubrir cosas, es parte de un proceso de reaccionar significativamente ante el mundo. Desarrollamos al compartir con otro nuestras observaciones un criterio discriminativo.
Clasificar es poner orden en la existencia y contribuir a dar significado a la experiencia. Encierra análisis y síntesis, alentando al niño a ordenar su mundo, desde su hogar observa que clasificamos al guardar cada cosa en su lugar: ropero, cocina, aparador. En el jardín el niño cuenta con oportunidades para trabajar con material concreto e improvisar esquemas de clasificación, quitando así libertad para clasificar.
Interpretar implica un proceso por el cual damos y extraemos cierto significado de nuestras experiencias. Debemos ofrecer a los alumnos gráficas, tablas, cartas, planos, imágenes, mapas, informes, etc.. para trabajar, entre otras, esta operación del pensamiento. Aprender a interpretar las experiencias vitales constituye un importante punto para la consecución de la madurez plena. 3
Resumir es establecer de un modo breve la sustancia de lo presentado y, replantear la esencia del asunto central. En concisión sin omisión de puntos importantes. Si bien nos detuvimos en estas operaciones no relativizamos la importancia de otras como formular críticas, buscar suposiciones, imaginar, reunir y organizar datos, formular hipótesis, aplicar hechos y principios a nuevas situaciones, tomar decisiones, diseñar proyectos e investigaciones, codificar, etc..
Pensar implica una forma de enfrentar una situación nueva. Pensar significa examinar las alternativas existentes y tratar, a veces, de ensayar nuevas hipótesis. El pensar trata de un hábito práctico que puede conservarse.
Los maestros deben asumir la responsabilidad de desarrollar programas de estudios que proporcionen a los alumnos múltiples oportunidades de hacerlos pensar correctamente. La escuela no necesita hacerse responsable del cambio, el propio niño asumirá la responsabilidad si el sistema educativo es fecundo en experiencias y operaciones que enseñan a pensar. Es difícil que un niño asuma semejante responsabilidad si la escuela no cuenta con maestros que sepan brindarles estas oportunidades.
Si intensificamos el empleo de este sistema en los primero años de educación del niño, se desarrollará sin duda un tipo de estudiante que será más cauto y sagaz al abrir juicio y al sacar conclusiones. Probablemente su visión de vida será más rica en experiencia y en lugar de mostrarse resistentes a enfrentar los problemas, los abordarán con certeza y energía.
Subrayar la importancia del pensamiento implica dar un gran paso inicial para el mejoramiento de la condición humana.
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