Protocolo III - Krebs.pdf

Universidad Adolfo Ibáñez Magíster en Historia

Teoría de la Historia Profesor Aldo Casali

Hombre e Historia, ser en tiempo y espacio. Krebs, Ricardo. El tiempo histórico, histórico , pp. 141-171. Protocolo N°3

Resumen. En esta obra, Ricardo Krebs trata, como tema central la relación entre hombre e historia, donde es la persona quien se desarrolla en un espacio y en un tiempo determinado. El autor, a la luz de esta perspectiva, propone dos puntos centrales para explicar el tiempo histórico: la temporalidad e historicidad, y el desarrollo de la conciencia temporal e histórica, ambos puntos abocados a tanto al origen de las mismas como a la situación en la que se s e encuentran actualmente. Comprender la historia, tal como expone el autor, es algo siempre complejo, pues no es sólo una manera de recolectar datos y coleccionar anécdotas particulares, por lo Página | 1 cual sino uno se vuelve un anticuario; el hombre es el ser que realiza y lleva a cabo la Historia como tal, donde es heredero de un pasado que ya ocurrió y proyector de un futuro que está por ocurrir, implicando tanto deber y responsabilidad, pero que también viene de la mano de características emocionales como la constante remembranza del pasado (ansiedad) así como la incertidumbre que genera el futuro (angustia). Por ello, Krebs comenta que lo que importa, desde el inicio, no es sólo una concatenación de hechos que pasado de algo que fue (pasado) a algo que será (futuro), sino que el centro está en el presente, ese instante que ocurre de manera inmediata y constante, donde el Hombre es quien lo vive, donde lo vive, aun cuando sepa y recuerde



Problemática 1. La conciencia histórica contemporánea. Analizando la mirada, que cambia, sobre qué es la Historia a l o largo de la presencia del Hombre, existen parámetros de entendimiento incluso desde la “Proto-historia”, que sería la mal llamada “Pre-historia”, indicando el desarrollo a lo largo de los tiempos en los cuales se explaya el ser humano, incluyendo la profunda penetración de la mirada cristiana, para luego pasar por el filtro secular del s. XIX que, a pesar de tener una mirada más amplia sobre el origen “religioso” del mismo, acepta una herencia para proseguir en el estudio de ésta. Sin embargo, en el s. XX, la historia se enfrenta al relativismo e, incluso, al hastío frente a la misma, pues se pierde un sentido y un enfoque claro para el uso y la utilidad de la misma. Este punto se explica de la siguiente manera: la ciencia histórica, tomando el desafío de llamarla así, posee un método propio que, con la inherente difiPágina | 2 cultad de obtener la concatenación de hechos decantados en el tiempo, entrega determinadas respuestas en tiempos que son siempre propuestos a la luz de estos hechos y de quienes los investigan; no obstante, en nuestros días las maneras de estudiar lo que nos rodea y ocurre, en especial en ámbitos aplicados, exigen eso mismo: una aplicación directa, inmediata y oportuna. Por su parte, el estudio de la Historia posee dos de estos tres elementos, pues su aplicación no siempre es inmediata y, en base a la forma como vivimos en la actualidad, pierde ese sentido y esa aplicabilidad “instantánea”; ahora bien, esta situación aqueja a la Historia porque la técnica, aquello que usamos para generar ese cambio y permanencia en la Historia, cuestión única y propiamente humana, está entregada al desarrollo de la tecnología y al “progreso”



Problemática 2. ¿Qué es el Presente? Para Krebs, el presente es el instante único e irrepetible, donde puede actuar y puede definir su futuro, siendo la oportunidad para hacer historia; en otras palabras, es el instante en que crea una nueva realidad que, como tal, no puede ser derogada; no obstante esta definición, surgen otras preguntas en base a la primera: cuándo comienza y cuándo termina. Para responder a estas preguntas, es importante dar cuenta de la definición misma de presente, pues es, en sí una de las grandes dificultades que presenta la teoría de la historia, ya que la relación entre espacio y tiempo se confunde, se enreda. Cierto es que, tal como expresa Krebs, todo presente es una transición entre el ayer y el mañana, lo cual genera otra pregunta algo más personal: cómo se comprende esa transición. Página | 3 La pregunta apunta directamente a lo inteligible del tiempo en el espacio: el pasado es algo que fue pero que no es, es decir, es lo que sabemos (a modo abstracto) pero es lo que no se tiene porque ya no está (a modo concreto), mientras que el futuro es lo que será, pero de manera indefinida y, arriesgadamente, en término condicional (podría ser que…). Bajo estas relaciones, la dificultad de definir el presente, iluminados por lo expuesto por Krebs, es aún más complejo, puesto que el presente es una herencia cambiante del pasado. Aquí, en estos términos, podemos encontrar algo más en concreto, pues se conjugan el cambio con la permanencia del hombre en el tiempo: el mayor desafío para generar conciencia histórica es que las personas puedan “palpar” ese cambio y esa per-



Problemática 3. Conjugación de cambio y continuidad . Como la historia es cambio, con toda persona que llega al mundo empieza una nueva historia; es decir, la historia no se detiene, y toda solución de un problema abre las puertas de nuevos problemas planteados. Sólo porque la historia es cambio, el hombre tiene siempre nuevas opciones. Krebs, ante esta conjugación de elementos, dice que “todo fluye”, como si la historia fuese un constante devenir; sin embargo, el hombre tiene de sí mismo, como especia, como grupo de individuos históricos, una herencia que es su pasado y que no puede negar. La dificultad inherente en este punto, al igual que con la definición de presente, es qué hacer con lo que se hereda desde el pasado; para Krebs, la conclusión es clara: el hombre es quien recibe este pasado, con cuestiones hechas, pero lo recibe desde su individualidad, pues participa de la corriente histórica, y no se deja llevar por ella. Página | 4 En otras palabras, la historia es un proceso continuo y sucesivo, donde la conciencia histórica trata de comprender y dar sentido a la sucesión de tiempos y con este fin ordena y data los hechos históricos; eso sí, la incógnita que queda es cómo establecer algo que la persona sienta como suyo y, más precisamente, en términos concretos. Cierto es que hablar de “algo concreto” en historia es imposible, pero puede crearse una percepción que permita comprender el cambio y la continuidad; en la actualidad, las personas han perdido parte importante de esta conciencia, precisamente por la falta de “utilidad” o, en su defecto, de la manera del “conocer” su conciencia histórica, con la intención de que todo aquellos que “ahora se crea” es pura novedad, y la herencia del pasado no importa.



Glosario conceptual.

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1) Presente: es un instante único e irrepetible, es la presencia del ser, y es el momento más propio de la vida en que el hombre goza y sufre, en que ama y se entrega, en que engendra hijos, en que toma decisiones y piensa nuevas verdades. 2) Hombre: es el único ser vivo que es propiamente histórico, pues es un ser en el tiempo, con una existencia efímera, pero con conciencia de este tiempo y de esa historia, y que posee la posibilidad de ganarle la carrera al tiempo. 3) Conciencia histórica: es aquello propio y único del hombre, que le permite percibir, en parte, la idea de tiempo y espacio, donde se unen los actos y hechos del hombre de manera concatenada, otorgándole un sentido y una dinámica; es decir, percibe su estadía en el mundo durante un tiempo determinado, y que posee la intención de romper ese marco de finitud dado por el tiempo. 4) Continuidad: es aquello que heredamos del pasado, que entrega las bases para una sociedad se sostenga en algo que, a pesar de ser abstracto, otorga una cierta certeza porque fue, aun cuando su carga emocional apunta hacia la ansiedad. 5) Cambio: es aquello que se crea en el instante presente, que otorga la posibilidad de la renovación en el tiempo y que permite crear un futuro, aun cuando su carga emocional apunta a la angustia. 6) Mito: es la primera manera de percibir el tiempo por parte del hombre, con la propuesta de que el presente es algo más prolongado, que roza la eternidad, y donde tanto pasado como futuro son momentos y etapas que se repiten de manera infinita, por lo que se sabe que ocurrió y que ocurrirá. 7) Escritura: su creación permitió conocer, fuera del elemento propia y únicamente



Mapa Conceptual.

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Luis Felipe Morandé

03-Junio-2014

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