Resumen de Lectura
El PROBLEMA DE LA GESTIÓN DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS EN EL PERÚ El agua como factor primordial La agricultura depende de la calidad de sus suelos y la retención del agua ara su crecimiento y producción. Lamentablemente la mayor parte de los suelos del Perú se encuentran en las partes altas de la cordillera de los andes y otras en laderas con valles angostos, y estos son dedicados a la agricultura y ganadería. Estos suelos están expuestos a ser lavados constantemente por las lluvias, es por eso que se hace necesario la presencia de tecnologías que permitan que antes que el agua caiga por la ladera se retenga en los suelos. La necesidad urgente de una enfoque integral del cuidado y gestión de Cuencas, sistémico y orientado al desarrollo humano y sostenible y al bienestar de los habitantes, productores y empresas de las cuencas Es necesario hacer un enfoque integral, sistemático, sostenible y holístico del cuidado y gestión de nuestras cuencas para obtener un desarrollo humano, que integre todos los componentes de la cuenca para que tengan bienestar y un buen desarrollo para todos los seres vivos. Se debe pensar en el territorio como uno solo, así para que cada parte tenga un efecto positivo. Que haya conservación de los recursos naturales, sin dejar de aprovechar los recursos naturales por parte del factor humano, una articulación entre ellos y que allá un equilibrio sustentables entre estos dos. Se cuiden las zonas que están ya afectadas y que hayan por proteger, haciendo un cuidado y gestión de cuencas, que se desarrollar triplemente: El capital social, cultural y humano de los actores sociales de la cuenca y la calidad de vida o utilidades de los pobladores y empresas que se encuentren en la cuenca. Esta intervención debe tener como resultado final el aumento de la calidad de vida de la población, uniendo a los conservacionistas con los productores, usando eficientemente el territorio de la cuenca, logrando que los recursos naturales y humanos se unan en alianzas productivas. Los enfoques de gestión de cuencas y los métodos de promoción no son suficientes Si las condiciones socioculturales son extremadamente adversas, ni las mejores técnicas, ni métodos serán buenos para el cuidado de la cuenca (así se comprobó con la experiencia de PRONAMACHCS) Por eso una buena gestión de cuenca y el cuidado de sus recursos naturales no solo depende de la tecnología sino también de los método o mecanismo de
estimulación o animación de las instituciones promotoras, sino también los factores socioculturales en que se encuentras los habitantes andinos que contextualizan su actitud favorable o desfavorable al cuidado de sus cuencas. Algunos habitantes no desean que se desarrolle este tipo de ayuda tecnológica ya que ellos se identifican con su misma hábitat (su alrededor) y ellos tienen otra manera de desarrollar y conservar los recursos naturales. Los tres tipos de cuencas hidrográficas del Perú condicionan los enfoques y estrategias Existen tres tipos de cuencas en el Perú y los países andinos, las del Pacífico, las del Atlántico que está conformada por las fuentes de agua de las partes altas de estas cuencas. Las cuencas del Pacífico, es más pequeña que las del Atlántico y de parecido tamaño promedio que las del Titicaca. Las del Pacífico con un volumen hídrico muy reducido, una demanda de agua muy grande porque en sus partes bajas existe las más importantes ciudades del país y una agricultura de exportación cada vez mayor y poco pobladas en sus partes medias y sobre todo altas. En cambio, las del Atlántico, más amplias, con mucho mayor volumen hídrico, con importante población en sus partes altas aunque nunca como las partes bajas del Pacífico. Las cuencas del Titicaca tienen un importante volumen hídrico por el agua, es pequeña como las del Pacífico, más proclives a la ganadería con triple fin y al comercio regional e internacional. La gestión de los recursos naturales de las cuencas andinas Las laderas al estar inclinadas o accidentadas y por tanto difíciles de subir o bajar para hacer labores culturales con la tierra o con el fin pastorearlas, están expuestas a temperaturas extremas y a deslizamientos o huaycos o sequías. Todo ello requiere una serie de medidas para cuidarlas y ponerlas al servicio de las familias y las comunidades tanto del campo como de las ciudades, empezando por las microcuencas claves y orientándose hacia cubrir toda la cuenca articulándose de este modo con la sociedad mayor. Ya que la lluvia tenderá a arrastrar los suelos cuando cae en los mismos o empozarse para generar huaycos o deslizamientos o un exceso o escasez hídrica para las plantas. Las Sociedades Prehispánicas y el cuidado de los suelos y aguas de las cuencas andinas
Los pueblos prehispánicos hicieron una organización social para enfrentar el reto del espacio andino en la partes bajas, medias para cuidar las cuencas andinas, aunque nunca pudieron hacer una efectiva gestión de la parte baja de las cuencas del Atlántico. Veamos ésta situación con mayor precisión: la agricultura andina estuvo desde su inicio asociada al uso racional de las laderas y por ende a la construcción de diversas obras de protección de los suelos y aguas, como los andenes, que eran un tipo diferenciado de terrazas prehispánicas con muros de piedra y a la construcción de los canales de regadío para garantizar el acceso de un mayor volumen de agua que permita dos o más cosechas al año. El ordenamiento territorial en base a la cuenca El gran reto de los incas fue delimitar grandes espacios alrededor de las fuentes de agua que permitirá cuidar y explotar los recursos con los ayllus que las habitaban, sobre todo en las partes altas de las cuencas, en beneficio de los habitantes de éstos grandes espacios. La visión era captar al máximo el agua, la seguridad alimentaria y evitar los desastres, empezando desde arriba, desde la punta de las laderas y desde las partes altas de la cuenca hacia las bajas, sea colocando andenes especiales, con paredes muy consistentes, una fina canalización del agua, con acueductos y canaletas. Asimismo, colocando reservorios o cochas para captar el agua de lluvia o de las fuentes aguas arriba, forestando con especies arbustivas nativas que otorgaran consistencia a las partes con menor fortaleza geológica o de suelos superficiales.
La prioridad de los cultivos: El Maíz Este cultivo tubo prioridad en los incas ya que al ser de una sociedad religiosa que utilizaba la chicha de maíz para sus ceremonias, una sociedad militar, que requería que sus ejércitos pudiesen viajar a grandes distancias con un alimento con alta duración, como es el caso del maíz y con gran capacidad para potenciar la resistencia a los desplazamientos a pie y una sociedad planificada que requería priorizar determinados alimentos y expandirlos por todo el Tahuantinsuyo Proporcionalidad entre el volumen de población y los alimentos El estado tenía como norma mantener el crecimiento de la población y la producción de alimentos, especialmente del maíz. Cuando ésta proporcionalidad se quebraba, entonces, se tenía que tomar medidas para nuevamente obtener el equilibrio previsto. La proporcionalidad tenía que satisfacer las necesidades del Estado y las de las colectividades que a su vez eran las que trabajaban para dicho Estado. Cuando se detectaba que se había roto con la proporción y en una región donde se constataba que había menos producción de alimentos que la demanda de la
población, como el maíz y a su vez se constataba que las condiciones de los suelos y las aguas eran deficitarias, se tenía que garantizar la supervivencia de la población mediante los mitimaes; es decir había zonas completamente explotadas y cerros contiguos que ya no tenían ni siguiera una franja delgada de capa arable: Se recurría al sistema mitimae, el cual consistía en desplazar a la población de una región escasa en alimentos a otra que podía ser explotada con los conocimientos tecnológicos adquiridos por la población, como los andenes, habiendo recursos como para efectuar dicha explotación. Planificación estatal Se construyeron los andenes y el sistema de producción, así coordinando el volumen de la población con la producción alimentaria y era un sistema de fiscalización. Los funcionarios visitaban a cada pueblo originario o conquistado, se hacía un inventario de las obras públicas existentes y se pasaba a diseñar la infraestructura a colocar. Se planificaba que haya concordancia entre el volumen de población y el crecimiento de los recursos naturales para evitar que no haya hambre y que el pueblo esté en condiciones de sostener el sistema y ser sostenido por él. La sociedad colonial y su nuevo giro en la planificación estratégica respecto a los recursos naturales de las cuencas Este nuevo proceso de planificación de cuencas inca, con el concurso del Estado y la población de base organizada en ayllus, fue detenido con la colonia. Habiendo avanzado solo en algunas partes del país, que era lo máximo de lo que se pudo hacer en un solo siglo de hegemonía del Estado incaico. En la Colonia se dio un giro estratégico: La gran parte del territorio todavía seguía árido porque los incas solo habían iniciado su trabajo civilizatorio, tanto en la partes bajas como en las altas de las cuencas andina. En las partes bajas de las cuencas del Pacífico, predominaba el desierto y en las partes altas, las laderas con escasa o nula vegetación. El panorama seguía siendo desolador, como lo explica claramente Bernabé Cobo, uno de los cronistas más acuciosos en investigar la geografía y los recursos naturales de las montañas andinas. En la Colonia, se priorizó a la minería, como la actividad económica colonial más importante y se conminó a la población a que masivamente realizara trabajos forzados en las minas, aun fuera en detrimento de la agricultura de las laderas de las partes altas de las cuencas andinas, las que se concibieron sólo como lugares de agricultura de subsistencia, para los indios, cambiando notablemente la planificación Inca y de los ayllus, cuya motivación fue producir para la nobleza y el inca y también para el pueblo con uso racional de las laderas, de tal manera que la producción vaya en consonancia con la conservación de los suelos y aguas y el almacenamiento de los productos en tambos.
Una segunda actividad priorizada fue la textil, creando la figura de los talleres textiles, llamados obrajes, los que eran proveídos por centros de producción agrícola y ganadera, ubicados principalmente en la costa. Antecedentes del cuidado de los recursos naturales de la cuenca en la República. Los diseños de las laderas andinas y la articulación de la población indígena al Estado Nacional, en igualdad de condiciones de los otros grupos culturales del país. Las laderas, fueron tomadas como áreas lejanas de reserva de mano de obra y habitad de una población, que siempre incomodaba a las cimas del poder y a la población mestiza y blanca de la costa y de los propios valles interandinos. El reto de la agricultura República del siglo XVIII y XIX, fue cómo se podían asentar las haciendas en la costa y en los valles interandinos de la sierra y en las altiplanicies para una ganadería mercantil. Fue en la Costa donde se realizaron la mayor parte de inversiones agropecuarias, especialmente en infraestructura hidráulica y se difundieron algunas innovaciones tecnológicas. Unas regiones fueron totalmente desconocidas, las que no tenían minas o haciendas modernizadas como la Sociedad Ganadera del Centro, en la Amazonía, cuyos productos eran enviados o procesados y exportados con escaso beneficio para las poblaciones andinas. Es desde esta época que se inicia el principal esfuerzo del Estado en promoción de la agricultura, especialmente de la costa: Las instalación de grandes irrigaciones usando el agua de las partes altas de las cuencas andinas, que solo servirían como proveedoras de agua para las partes bajas, las cual, venía llena de suelo erosionado de las partes altas de las cuencas andinas, debido especialmente a erosión hídrica de las laderas, cada vez más abandonadas. Dos irrigaciones iniciaron ejemplarmente esta cruzada de irrigaciones: La irrigación San Lorenzo en Piura y Majes en Arequipa. Contexto Sociocultural inmediato en que surgió PRONAMACHS Es de resaltar que al final de la década de los ochenta, suceden dos grandes fenómenos, contextuales socioeconómicos, aparentemente opuestos y distintos. Por primera vez el Estado comienza a interesarse en habilitar el ande para una agricultura intensiva en las partes altas de las cuencas andinas, disponiendo diversas medidas para la conservación de suelos y agua dentro de una perspectiva de cuidado de las cuencas. Se tomó tres medidas de importante dimensión: En segundo lugar las partes altas de las cuencas andinas, abandonadas por el Estado Peruano aunque recientemente tenidas en cuenta, aplicando el terrorismo como arma principal para convencer a los campesinos para ir del campo a la ciudad, señalando que cualquier acción de apoyo a los campesinos desde este Estado discriminador y creador de desigualdad, era como aletargarlos y engañarlos.
En toda la década, Sendero Luminoso y su metodología terrorista tuvo su presencia muy fuerte en las partes altas de las cuencas andinas. En esta tarea, Sendero Luminoso, tuvo un rotundo éxito inicialmente en dichas partes altas, salvo o excepto en la mayor parte de lugares donde estaban operando estos programas, especialmente PRONAMACHS, con algunos cruces eventuales que hubo con resultados trágicos, aunque de menor dimensión. Evolución del PRONAMAHCS hasta su integración a AGRORURAL El Ing. Axel Dourojeanni, por entonces Director General de Aguas, preparó las bases para la puesta en marcha de un proyecto que atendiera el área andina, consciente de la importancia de las partes altas de las cuencas andinas, donde hubo un periodo de negociaciones con la AID que culmino en la formulación definitiva de dicho proyecto y se creó el Programa Nacional de Conservación de Suelos y Aguas en Cuencas Hidrográficas. Los propósitos que se formularon desde el inicio de este programa fueron: por un lado, difundir las prácticas conservacionistas en las partes altas de las cuencas andinas, que se consideraron como los lugares fundamentales, donde se concentran los factores de la erosión y los desastres, que incluso afectan a las partes bajas de la costa y la selva. SEGUNDA SESIÓN: SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA DE PRONAMACHCS Y SUS LECCIONES PARA UN PROGRAMA DE GESTIÓN DE LAS CUENCAS ANDINAS Sistematización de la primera experiencia de gestión de Cuencas en el Perú: PRONAMACHCS Habiéndose creado legalmente PRONAMACHS, generando una multiplicidad de lecciones aprendidas que todo futuro programa deberá tomar en cuenta.
Síntesis de La primera etapa: Agronómica 1981-2003 y algunas lecciones obtenidas
Se otorgó bastante importancia las técnicas de conservación aguas y suelos en las microcuencas, a interesar los agricultores andinos en adoptar técnicas conservacionistas no solo para proteger de la erosión de sus áreas agrícolas sino también para mejorar su productividad. Complementariamente, a promover las técnicas de conservación de pastizales y forestales con las mismas técnicas conservacionistas. Se pensó en que la difusión de las técnicas estaría a cargo de las instituciones de promoción agropecuaria ya formadas, sin tener un área de promoción propia y el programa tendría como misión solo capacitar a los ingenieros y técnicos de campo de otras instituciones públicas y privadas, para que realicen los trabajos de conservación de suelos. Posteriormente, 1983.2003, se constató que fue imposible animar a las instituciones solo con cursos y talleres, había que tener un área importante de promoción propia, para sobre esa base, coordinar con otras instituciones para que se interesen en difundir las prácticas conservacionistas.
Posteriormente hacer un trabajo conjunto con las instituciones a través de comités interinstitucionales primero y comités de gestión de microcuencas, después. Esta etapa termina con la incorporación del personal y técnicos del convenio FAO Holanda para promover en mayor medida la forestación y reforestación de los andes acompañando a las técnicas de conservación de suelos.
Síntesis de la segunda etapa: Agrícola 1992-2001 y algunas lecciones obtenidas
Cuando hubo un cambio de gobierno, efectivamente se pasó de un programa reducido a la conservación de aguas y suelos a uno que tuviera algunos componentes propios de un programa promotor de un manejo integral de cuencas. El añadido más destacado que se promovió primero fue la construcción de una pequeña infraestructura hidráulica que potenciara productivamente las áreas conservadas mediante las prácticas conservacionistas o para las áreas no conservadas. Para ello, se exigió un diagnóstico de las cuencas a conservar, poniendo por delante un balance hídrico que diera lugar a la multiplicación de pequeños proyectos de riego y las diversas prácticas conservacionistas y se sentaran las condiciones para un desarrollo agro industrial.
Síntesis de la tercera lecciones más obtenidas
Etapa:
Desarrollista
2002
y
algunas
Se empezó a incidió en la parte productiva y la mejoría en los ingresos campesinos, se consolidó la idea de que dado el interés de que se apoyara al campesinado, para que superara la pobreza, era dable e indispensable. Incidir en que la gestión de cuencas se conectara con el desarrollo, incentivándose en la formación de pequeñas empresas de derivados de leches, textiles, etc. Y se generarán organismos de microcuencas con el fin de conducir el desarrollo rural, que sobrepasaran los límites de la gestión de cuencas. Conservación de Suelos, infraestructura rural, forestación y desarrollo productivo, siendo la gerencia productiva la que comenzó a adquirir gran importancia. Y que la misma parte agrícola y forestal tengan un sentido de mercado más que la conservación de los recursos naturales. De allí que se planteó que los campesinos explotaran los árboles con fines de venta de madera y que se reforzara el riego en un sentido mercantil, es decir que conectara a cultivos rentables y que la infraestructura fuera mejorada con un sentido más productivo. Sistematización ampliada de la primera etapa agronómica: 1981- 1992
Condicionantes sociales de los agricultores andinos, promovidos por PRONAMACHS para aceptar técnicas conservacionistas en la década de los ochenta.
Una de las inquietudes de este programa fue identificar las variables económicas, sociales y culturales que influyen en los agricultores y ganaderos para conservar sus suelos y su cobertura vegetal, trazándose una línea de investigación al respecto.
El método de comunicación escogido por este Programa Nacional de Manejo de Cuencas y Conservación de Suelos, en sus siete primeros años, que se prolongaron hasta el 2002, fue el de fomentar la participación de los agricultores en la construcción y difusión de las técnicas o prácticas conservacionistas, en función de los beneficios permanentes, que se podrían obtener con la mejora de las condiciones de producción, derivadas de la puesta en práctica de dichas técnicas en sus propias parcelas y fundos. Se trataba de atraer a los agricultores por los resultados productivos en las parcelas de los agricultores, al instalar las prácticas conservacionistas, en beneficio de ellos mismos y estos resultados fueran los acicates para que continuaran y ampliaran las prácticas. ¿Qué prácticas conservacionistas conocían los agricultores? Siempre en todos los programas se define qué visión tienen los agricultores de la tierra y de la erosión, a fin de determinar qué tecnología se puede promover, rescatando las tecnologías tradicionales o proponiendo nuevas en diálogo con ellos. Entonces se ve que campos deben ser estudiado, el primero constituido por lo que los campesinos saben sobre aquellas técnicas que los especialistas conocen y desean difundir. El segundo por los conocimientos que los campesinos han adquirido a través de su propia experimentación y tradición. Para ello se requiere especificar qué prácticas propias acostumbran hacer en sus parcelas y bajo qué condiciones las utilizan. Por último, se requiere conocer qué restos arqueológicos de dichas tecnologías existen en la zona y la región donde se ubican los caseríos, aldeas o comunidades con los que se pretende trabajar. Pero algunos sectores conocían el diseño de andenes y pircas, que las terrazas de formación lenta, obtenidas al colocar muros de piedra en hileras sucesivas para detener la erosión sin hacer significativos movimientos de tierras. En el caso de los surcos en contorno fueron pocos los agricultores que los conocían, en el sentido exacto que les daba el Programa. Las barreras vivas, surcos en contorno, acequias de infiltración, la rotación de pastos, los semilleros in situ y el control de cárcavas eran totalmente desconocidas por la mayor parte de los agricultores entrevistados. Posteriormente, se auscultó que se estaba logrando que un importante número de agricultores aprendieran los mecanismos de construcción de algunas técnicas. Especialmente las terrazas de absorción, las que fueron privilegiadas por el Programa en la difusión que hizo durante sus primeros años de existencia. Observándose que las prácticas referentes al manejo de pasturas eran las que menos se habían difundido. Sin embargo, lo más importante fue examinar el sentido de las acciones que los agricultores desarrollaron para cada práctica enseñada, y este conocimiento sólo lo pudimos obtener con entrevistas testimoniales y con la observación directa. Además objetaban, que en determinadas circunstancias de mayor pluviosidad, retenían mucha agua y podrían causar trastornos a sus plantas; sin embargo, la
objeción que ponían más énfasis fue en la escasez de mano de obra para construir estas prácticas, por la migración definitiva o eventual de los miembros de sus familias y de la comunidad. Pese a todo reconocían que cumplían un buen papel para detener la erosión y podría construirse en lugares donde el terraplén o terraza pudiese ser más ancho y el Estado les ayudará en herramientas o alimentos mientras las construyeran, tal como fue ancestralmente en la época de los incas. El esfuerzo a desplegar se justificaba solo si cultivaran productos de alta rentabilidad en el mercado, con cierta necesidad de agua como la papa, las hortalizas, la alfalfa, etc. La condición favorable que apreciaban era que el talud de pastos, si se contaba con semillas adecuadas, se ajustaba mejor a sus actuales condiciones, que los muros de piedra, como campesinos, pequeños ganaderos, cuya escasez de pastos se le tornaba agobiante. Los Surcos en contorno en contra de la pendiente eran vistos con cierta desconfianza porque suponen mayor trabajo que los del sentido de la pendiente, dado el caso que ellos, sobre todo los campesinos pobres y medios, tienden a reducir el tiempo de trabajo para la agricultura, haciendo prácticas más expeditivas como los surcos en el sentido de la pendiente que se construyen con más facilidad y en menor tiempo, a fin de disponer un tiempo de trabajo para las actividades no agropecuarias o para trabajar como peones eventuales en otros fundos y sostener migraciones eventuales a las minas, a las ciudades y a la ceja de selva. El surco en el sentido de la pendiente se traza más rápido y se hace como bajando del cerro; siendo las parcelas más rectangulares que cuadradas, se ejecutan con mayor facilidad. Todo ello porque las cárcavas afectan muy lenta y parcialmente y en sus parcelas menos deseadas por los campesinos, los cuales inicialmente pierden poca tierra en la medida que aquellas se van ensanchando, con difícil uso, salvo en períodos muy largos. Además, el control de cárcavas sólo puede ser efectivo, en la medida que existan otras prácticas de control de la erosión y fomento de la cobertura vegetal como la agroforestería que se realice en el conjunto de sus tierras. ¿Cuáles son las características socioeconómicas de los Agricultores que aceptaron experimentar nuevas prácticas conservacionistas? Los agricultores que aceptaron la realización experimental de nuevas prácticas conservacionistas representan relativamente las características socioeconómicas comunes a las unidades agropecuarias del país. La ubicación de la mayor parte de casos observados por nosotros: Son comunidades y caseríos andinos ubicados no en los alrededores de las ciudades del interior como aspiraban los directivos del Ministerio. Evidentemente las parcelas que son trabajadas en forma indirecta en pocos casos son sometidas a prueba por el hecho de que los conductores no tienden a sentirse identificados con ellas. El trabajo familiar ofrece limitaciones para una dedicación intensiva a la actividad agropecuaria, el tamaño de la familia activa en la actividad agropecuaria es muy pequeño, los hijos o la esposa tienden a trabajar o estudiar en lugares diferentes al lugar donde realizan su actividad
agropecuaria o a llevar a cabo migraciones eventuales que no les permite dedicarse en forma intensiva a sus parcelas. El mecanismo de permuta, abandono de parcelas lejanas, o intercambio de parcelas tienden a reproducirse y consolidarse. Sin embargo, el control de algunos pisos ecológicos o zonas de producción todavía está lejos de desaparecer, en vista que todavía subsisten relativamente las razones que indujeron a los agricultores andinos a trabajar de este modo sus parcelas. Obtener una cierta diversificación de la producción para tener una dieta variada de productos que todavía no compran en el mercado; evitar el riesgo de que en una o dos parcelas no obtengan una buena producción por los fenómenos climáticos u otros fenómenos físicos (heladas, sequías, deslizamientos, huaycos, inundaciones, etc.); teniendo una diversidad de parcelas pueden sortear este sistema; requerimiento de mano de obra de lugares muy variados para establecer mecanismos de reciprocidad e intercambio, etc.
Métodos de promoción y desarrollo institucional del PRONAMACHCS en sus inicios El programa llevó a cabo la metodología tradicional de la extensión. El trabajo de promoción debía recaer en los extensionistas ingenieros o técnicos agropecuarios que eran supuestamente los que conocían las técnicas conservacionistas alternativas a las prácticas tradicionales de los agricultores que se suponía favorecían necesariamente a la erosión de los suelos. Era muy frecuente observar prácticas tradicionales como los surcos en el sentido de la pendiente, la quema de los rastrojos; el pastoreo sin la rotación de los pastos u otras prácticas parecidas, especialmente al pie de las carreteras de las montañas andinas. a)
Según este supuesto, los agricultores debían aprender las nuevas técnicas del uso del suelo a través de prácticas alternativas. Estas prácticas sólo debían enseñarse en una cantidad mínima, para no confundir al campesinado, partiendo de las terrazas de absorción internacionales. Posteriormente, los agricultores debían hacer réplicas en sus propias parcelas, constatando que dichas técnicas favorecían a mayores rendimientos que sus prácticas tradicionales de carácter supuestamente erosivo
b)
El interés fundamental era difundir las prácticas conservacionistas a la mayor cantidad de agricultores. Como el Programa sólo contaba con un número reducido de extensionistas, había que enseñar esta metodología a todos los técnicos o profesionales del Ministerio de Agricultura o de otras instituciones tanto del Estado como de las Organizaciones No Gubernamentales que desarrollen labores de dirección o difusión de cualquier tecnología en relación a la actividad agropecuaria. Sea ésta una tecnología en relación al riesgo, forestación, asistencia técnica en general u otra. Para tal fin, el equipo multidisciplinario del Programa. Para llevar a cabo estos supuestos se impulsó la máxima difusión de las llamadas áreas de comprobación. Estas consistían en pequeñas parcelas de los
agricultores, las cuales se subdividían en dos partes, una tratada con la nueva práctica conservacionista y otra testigo del mismo tamaño e instalada al costado de la primera con la práctica tradicional de los campesinos. c)
Era necesario hacer un frente institucional para que la mayor parte de instituciones difundan las prácticas sólo con su voluntad de trabajar con los campesinos para combatir la erosión. Se comprometía a los técnicos de las instituciones que recibieran cursos – tres días de duración – por el Programa para que difundieran más áreas de comprobación en los mismos lugares donde realizaban su trabajo de campo. No interesaban tanto los diagnósticos físicos o socioeconómicos: bastaba elegir como extensionista a un profesional del lugar que conociese su idioma y sus costumbres. Este extensionista se contactaría con determinadas personas con ascendencia al interior de las comunidades sean estas enfermeros, profesores, líderes informales u otras que sirvieran de intermediarios y apoyaran el trabajo de difusión. Sistematización ampliada de la segunda etapa: Agrícola 1992-2001
Demandas socioeconómicas de los habitantes de las partes altas de las cuencas andinas para adecuarse mejor al PRONAMACHCS
Los política de los gobiernos de Alan García y sobre todo del primer gobierno de Fujimori, han influido en el trabajo del proyecto y en la demanda de los habitantes de las partes altas de las cuencas andinas. Durante el gobierno de Fujimori se dieron las políticas de ajuste y presionaron sobre las economías de los campesinos y entre ellos los usuarios o beneficiarios del proyecto. Los programas de compensación a los más pobres por el ajuste, a partir del Estado y del resto de instituciones de la sociedad civil, de alguna manera llegaron al campo andino, como las iglesias, ONGs, y organismos internacionales. La aparición de una competencia de ámbitos y líneas de trabajo por instituciones que incorporaron dentro de sus tareas, al apoyo a acciones de conservación de suelos y otras mejoras, bajo la modalidad de alimentos por trabajo. Esto obligó al proyecto a: Convenir con estas instituciones, Competir con ellos, buscando idénticos recursos de apoyo y otros, abandonar temporalmente e incluso definitivamente, algunos lugares de trabajo, adoptar un perfil bajo y seguir trabajando con algunos agricultores menos influenciados por los incentivos. Con el nuevo gobierno de Fujimori, se da inicio al reordenamiento de la economía del país y se implementan las políticas de ajuste; los recursos de compensación social se orientan de manera más contundente al campo. Esto coincide con el achicamiento del Estado y por tanto con la desaparición de instituciones ahora presentes en el campo y canalizadoras de recursos. El proyecto queda entonces como una de las pocas instituciones públicas con presencia objetiva en el campo, como consecuencia de ello, el proyecto captó y
orientó importantes recursos bajo la modalidad de incentivos y fondos para el empleo temporal. Progresivamente el PRONAMACHCS se consolida y crece tanto por que recibe nuevos encargos, responsabilidades y recursos, también porque acoge a parte de los proyectos racionalizados. ¿Qué significó todo esto para el proyecto?
La dinámica anterior del proyecto se modificó. De pronto se sintió la necesidad de pensar y elaborar "proyectos" que respondan a la nueva realidad. El proyecto creció en tamaño y cobertura, se apertura plazos, agencias y también nuevas actividades, algunas veces no precisamente encuadradas dentro de las actividades normales del proyecto. Los nuevos encargos a menudo se formaron en tareas improvisadas para los equipos que se dinamizaron de manera distinta. Los nuevos encargos y responsabilidades, fueron asumidos con un exceso de optimismo que se desencadenó en un activismo de eficiencia difícilmente evaluable.
La oficina de planificación y los planificadores locales de los equipos regionales, han hecho esfuerzos por consolidar anualmente planes operativos que se quedaron cortos o lejos de la realidad, principalmente por estar sujetos a externalidades muy cambiantes, aunque también probablemente debido a la falta de un diagnóstico de la situación integral de las cuencas y microcuencas donde se trabajaba. Los habitantes rurales andinos al comprobar este nuevo giro del proyecto, crecieron en su demanda de un mayor apoyo a la agricultura mediante proyectos de irrigación y de fomento agropecuario para obtener varias cosechas al año y potenciar su productividad. El PRONAMACHCS con esta ventaja del apoyo de los organismos internacionales, abandonó las relaciones interinstitucionales y sesgó la constitución de los comités de gestión de microcuencas, solo entre PRONAMACHCS y las comunidades o alcaldías distritales, generándose una competencia con las instituciones desplazadas, que a su vez ocasionó una tendencia a tensiones interinstitucionales, que dificultaron la agilización y fluidez del trabajo en las cuencas. En otras palabras, al calor de la promoción de las prácticas de conservación de suelos, promoción de la forestación y reforestación con la instalación de un sinnúmero de viveros forestales, el PRONAMACHCS, bajo la coyuntura internacional de las políticas sociales, de esta segunda etapa, como contraparte, de la liberalización de la economía, entró en una etapa en que orientó al organismo a promover del cuidado de los recursos naturales a la articulación de los habitantes rurales andinos al mercado
¿Qué tecnologías se promovieron tanto para la conservación de los recursos como para el fomento agropecuario y sus logros? Se multiplicaron las tecnologías empleadas, las cuales, se aplicaron en una amplia cobertura de las microcuencas. Sin embargo, si bien tuvo efectos benéficos para la calidad de la población, si hubieran sido planificadas en forma articulada los efectos, habrían sido mayores. Así también se ha empezado algunas obras de saneamiento rural y de centros de acopio, lo cual, abre la posibilidad de que el proyecto entre a la post-cosecha y por tanto pueda también incentivar la formación de empresas multicomunales de servicios agropecuarios en base a microcuencas. Todo ello en base a un notable y visionario esfuerzo de la respectiva agencia del PRONAMACHCS, con el apoyo de la comisión de las cajas rurales, promocionadas por el Ministerio de Agricultura y organizadas por los propios agricultores. La ley de empresas comunales y multicomunales posibilita que se puedan formar estas empresas en base al espacio cuenca, o en sus subcuencas o microcuencas, lo cual, abre estratégicamente la posibilidad de una alianza, dentro de estos espacios geográficos entre las organizaciones de los pequeños agricultores sean estos caseríos, rondas campesinas, comunidades campesinas o nativas, tanto para el manejo del espacio como para el desarrollo empresarial y de los servicios agropecuarios. ¿Cuáles son las características socioeconómicas de habitantes de las partes altas de las cuencas, que aceptaron la nueva propuesta tecnológica de PRONAMACHCS? Con la nueva propuesta tecnológica que incorporaba no solo el riego sino otros componentes que si impactaron en la calidad de vida de la población de las partes altas de las cuencas andinas, como la instalación de pequeñas centrales eléctricas, promoción de nuevos cultivos, semillas, máquinas agroindustriales etc. El interés de los habitantes rurales se incrementó y los campesinos medios o ricos y pequeños empresarios rurales, poco interesados, en entrar en la primera etapa del PRONAMACHCS, mostraron su voluntad de trabajo, multiplicándose la participación de un gran número de habitantes rurales de dichas partes altas de las cuencas. Sistematización ampliada de la tercera etapa: Desarrollista 2002-2009 Nuevas condiciones sociopolíticas generan cambios significativos en PRONAMACHCS Después del triunfo en las elecciones del Presidente Toledo, PRONAMACHCS se declaró en reorganización, habiéndose hecho un diagnóstico que esta institución se había convertido en un medio electoral a favor del presidente Fujimori, entonces, se despidió alrededor de 200 ingenieros y técnicos de campo, muchos de ellos que habían aprendido las estrategias y la metodología de trabajo de promoción de las tecnologías del cuidado de las cuencas y su enlace con los mecanismos de mercado. A cambio de ello, se contrataron muchos técnicos y profesionales que poco tenían que ver con las especialidades del cuidado de las
cuencas: contadores, abogados, economistas, etc. PRONAMACHCS disminuyó ostensiblemente su ritmo de trabajo. Al mismo tiempo, se diseñó otro planteamiento respecto a la naturaleza de PRONAMACHCS, se planteó que los espacios de cuencas fueran de desarrollo rural integral. Para que el diseño sea sistemático se conformó una comisión que elaboró un nuevo diseño que incluyera todos los ingredientes del desarrollo rural, incidiendo en el desarrollo agropecuario. Mientras tanto, el PRONAMACHCS, se le redujo al máximo el presupuesto y la labor de los técnicos de campo se limitó a mantener lo que se había hecho, con las limitaciones de no contar con los técnicos adecuados, disminuyendo ostensiblemente el número de agencias del PRONAMACHCS. Prácticamente el programa regular se restringió al máximo y lo único que funcionó con operatividad fue la continuidad de los MIMAS, a través de la cooperación japonesa, que se le llamó JVIC, la cual, continuó con el esquema anterior con mucho mayor racionalización y sistematización todavía. Hacia un Desarrollo rural Integral Pese a los límites señalados, todavía se conservó un contingente de técnicos intermedios y de campo especialmente a través de los proyectos JVIC, que propiciaron el cierre de un sistema tecnológico que unía el manejo o cuidado de los recursos naturales con los mecanismos del mercado. Desde el punto de vista tecnológico se terminó de definir las terrazas de formación múltiple que incluían, terrazas de formación lenta, una zanja intermedia, un talud de champa y una hilera de árboles con especies, cuidadosamente estudiadas, no solo con fines de protección sino de explotación maderera. Asimismo, con algo nuevo en PRONAMACHCS dentro del proyecto JVIC, se indujo a los campesinos a tener campos de forestación y reforestación con fines de explotación maderera, como la que mostramos en la figura siguiente. Se ha podido constatar en el campo, que los campesinos de solo agropecuarios pasaron a ser cultivadores forestales mercantiles con ingresos económicos importantes como en Cusco y Cajamarca. Los productos obtenidos en las áreas conservadas o cuidadas, se destinaron para ser transformados en productos agroindustriales para el mercado con resultados significativos. El problema estuvo que si bien estos esquemas de relacionamiento del cuidado de las cuencas con la articulación del mercado trajeron importantes resultados, la pregunta es que si quisiéramos masificar en amplios espacios estas propuestas, el financiamiento sobrepasaría lo previsible o lo posible. Habría que idear un nuevo esquema que con los recursos propios que tienen los campesinos, estar en condiciones de armar un enfoque sistémico viable y generalizable, en amplios espacios. PRONAMACHCS, en su segunda etapa lo estaba consiguiendo. Nuevos métodos de promoción e institucionalidad
Con la instalación de los JVIC y el importante financiamiento que todavía se tuvo, a diferencia del programa regular que se redujo al máximo, los métodos de promoción se cambiaron, se optó por incentivos significativos, como la donación de abonos y pesticidas, plantones, sueldos y salarios, etc, lo que obviamente trajo una respuesta “positiva” de parte de los habitantes de las partes altas de las cuencas andinas. El mismo PRONAMACHCS cambio institucionalmente, de direcciones de línea a gerencias, poniendo el acento en la gerencia de desarrollo rural, que insistía en la integralidad del desarrollo. Tanto los métodos de promoción “apreciables” como la cantidad significativa de componentes del proyecto JVIC, hizo estallar los programas regulares de PRONAMACCS en los lugares donde no se aplicaba el JVIC. Y toda la actuación se redujo a los proyectos. Mejoras en la calidad de vida de la población por efectos del PRONAMACHCS y la percepción de parte de los habitantes rurales andinos de dos microcuencas emblemáticas. Se puede afirmar con cierta seguridad que los beneficios de los habitantes rurales por influencia del programa PRONAMACHCS, han sido reales y múltiples, de acuerdo cómo se iban incorporando, cada vez más, nuevos componentes que incidían en la calidad de vida de la población. Y cuando estos componentes se desarticularon en su inicio, en la segunda etapa, a través de los proyectos MIMAS y JVIC 1 Y 2, se fueron también integrando dentro del espacio de las microcuencas. Esto lo podemos corroborar a través de dos casos, en las microcuencas de los ríos Llaucano, Maygasbamba y Maygasbamba que pasan por la provincia de Bambamarca en el Departamento de Cajamarca y en la microcuenca de Jabón Mayo que pasa por las provincias de Canas y Canchis. Se escogió estas microcuencas para no seleccionar la microcuencas más conocidas de PRONAMAHCS y en donde esta institución concentró sus esfuerzos, como las que pasan por el distrito de la Encañada en Cajamarca o Piuray en Cusco, con el fin que la muestra refleje las microcuencas más representativas y promedio del trabajo de PRONAMACHCS y que han tenido un trabajo con el MIMAS y el JVIC 1 Y 2, con el cual concluye esta institución. Finalización del PRONAMACHCS y su ubicación dentro de AGRORURAL Como ya se señaló el cierre de PRONAMACHCS se debe a la gran confusión entre los fines de un programa de gestión y manejo de cuencas y la lucha contra la pobreza o la lucha porque la población rural se incorpore beneficiosamente en el mercado. Un programa de cuencas más allá de estas contingencias, más bien te garantiza y asegura, en todos los tiempos, el cuidado de los recursos naturales y humanos de toda la población de toda la cuenca. Es cierto que tanto la superación de la pobreza como el bienestar dependen en última instancia de la potenciación de nuestros recursos naturales. Sin embargo, la tarea del cuidado de nuestras cuencas andinas es tan grande y fabulosa que si se confunde un programa de gestión de cuenca con un programa productivo, lo lógico es que lo productivo termine minimizando la conservación.
Siempre lo productivo termina siendo más urgente y más rentable, en forma inmediata. Por tanto, la existencia de organismo promotor independiente como el PRONAMACHCS, se hace urgente. Esto no quiere decir que no exista otro organismo que coordine con el primero, para convertir el cuidado de los recursos naturales en una utilidad para el mercado, ni tampoco que el PRONAMACHCS, también oriente sus acciones para el desarrollo rural. Debieran existir los dos organismos bajo la entidad de una coordinadora.