Ministerio De Educación Instituto Profesional Omar Torrijos Herrera
Trabajo de Español
Tema: Poesías Panameñas
Prof.: Aneth Tristán
Presentado por: Alejandra Devis
Fecha de entrega: Lunes, 8 de noviembre del 2010
Patria, por Ricardo por Ricardo Miró
¡Oh patria tan pequeña, tendida sobre un istmo donde es más claro el cielo y es más vibrante el sol, (1) en mí resuena toda tu música, lo mismo que el mar en la pequeña celda del caracol! Revuelvo la mirada y a veces siento espanto cuando no veo el camino que a ti me ha de tornar... ¡Quizá nunca supiese que te quería tanto, si el Hado no dispone que qu e atravesara el mar!... La patria es el recuerdo... Pedazos de la vida envueltos en jirones de amor o de dolor; la palma rumorosa, la música sabida, el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor. La patria son los viejos senderos retorcidos que el pie, desde la infancia, sin tregua recorrió, en donde son los árboles antiguos conocidos que al alma le conversan de un tiempo que pasó. (2) En vez de estas soberbias torres con áurea flecha, en donde un sol cansado se viene a desmayar, dejadme el viejo tronco donde escribí una fecha, donde he robado un beso, donde aprendí a soñar. ¡Oh mis vetustas torres, queridas y lejanas, yo siento las nostalgias de vuestro repicar! He visto muchas torres, oí muchas campanas, pero ninguna supo, ¡torres mías lejanas!, cantar como vosotras, cantar y sollozar. La patria es el recuerdo... Pedazos de la vida envueltos en jirones de amor o de dolor; la palma rumorosa, la música sabida, el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor.
¡Oh patria tan pequeña que cabes toda entera debajo de la sombra de nuestro pabellón: quizás fuiste tan chica para que yo pudiera llevarte por doquiera dentro del corazón! (3)
Himno Al Pueblo Panameño, por Nicole Garay
Cor o Salve, oh pueblo! que a la sombra bienhechora de la paz a la faz de las naciones diste el grito: Libertad! Estrofas. Del cañón el estampido tus labriegos no oyen más, ni a tus selvas turba el sueño la luz roja del vivac. A tus campos más remotos el Progreso va a llamar y a su voz el cholo inculto corre ansioso a trabajar. Que si ayer sembró la guerra odios, ruina y orfandad, vida, luces y riqueza son los frutos de la paz. Coro
Salve, oh pueblo! que a la sombra bienhechora de la paz a la faz de las naciones diste el grito: Libertad!
Himno a Panamá, por Aizpuru Aizpuru I El Ayer
Tierra de promisión-Istmo soñado! Aquí puso su planta el gran Colón; También Balboa, héroe consagrado, Que mar inmenso, nuevo, descubrió; Aquí cruzó corriente inagotable De riqueza, de fuerza y de valor; Y Bolívar el Genio incomparable, La unión de las naciones concibió. II El Presente De España y de Colombia independiente El Istmo, sin torpeza ni maldad, El Coloso del Norte, diligente, Construyó por tu suelo el gran Canal; Olvidados políticos rencores No resuena el cañón, ni el rifle ya; Sí del Progreso se oyen los rumores En un ambiente de efectiva paz.
III El Mañana Centro serás, oh! Panamá! del Arte, De las Ciencias, la Industria y el Poder; Y tus hijos de bienes tendrán parte Si trabajan constantes y con fé. Panameños! Pensad que el patriotismo Puente de amor y sacrificios es; Y que Patria con honra será el Istmo Si sabemos cumplir nuestro deber!
Himno Nacional de Panamá, por Jerónimo Ossa Coro Alcanzamos por fin la victoria En el campo feliz de la unión! Con cambiantes fulgores de gloria Se ilumina la nueva nación!
Es preciso cubrir con un velo Del pasado el Calvario y la Cruz, Y que adorne el azul de tu cielo De concordia la espléndida luz! El progreso acaricia tus lares
Al compás de patriota canción! Y te besan los pies los dos mares Que dan rumbo a tu noble misión! En tu suelo sembrado de flores, A los besos del tibio terral, Ya no pueden vivir los Señores: Sólo reina el amor fraternal. Adelante la pica y la pala! Adelante sin más dilación! Sólo así formaremos la sala De este mundo feraz de Colón!
Patria de mis amores, por Ricardo Miró ¡Patria que me estremeces dulcemente, Patria de mis amores, Patria mía: yo quiero saludarte en este día
en que la Libertad besó tu frente. Todavía la lengua de Castilla ensalza a Dios bajo tu limpio cielo y en tus noches de seda y terciopelo la misma estrella de la raza brilla. Y así será por siempre que en tus lares los pájaros cantores, la fontana sólo aprendieron lengua castellana y hasta las mismas olas de los mares.
En tí se unieron las fraternas manos de dos mundos, formando un Continente, y hoy, que saltó en pedazos ese puente, por la brecha se abrazan dos océanos. Porque viéndote, Patria, se dijera que te formó la voluntad divina para que bajo el sol que te ilumina se uniera en tí la Humanidad entera. Para que en tu bandera que descuella con la humildad cristiana de una espiga, vieran todos los hombres una amiga y viéramos nosotros una estrella. ¡Patria que me estremeces dulcemente Patria de mis amores, Patria mía: Dios, como un talismán, te puso un día la libertad del mundo en la alba frente.
Patria, por Ana Isabel Illueca Patria mía: Tú no eres el recuerdo. Eres la realidad clara y escueta de una tierra horadada en sus entrañas sin permiso a poner sobre esa grieta la gasa tricolor de su bandera.
Estás aquí, pletórica de penas, déjame oír tu queja en la saloma desde los montes y las sementeras, donde en tonadas y entre socavones derrama el campesino sus endechas.
Estás en las estatuas de los próceres que te hicieron surgir radiante y bella; en el grito de reto de los jóvenes, en la voz de los niños de la escuela; y en el coraje de las panameñas. Estás en la campiña interiorana que espera redención para sus tierras; en la mansión de gente adinerada; en el cuarto mordido de miseria y en la ciudad que se levanta enhiesta. Y aunque eres pequeñita, tú eres grande a pesar de que un istmo representas; porque uniendo las costas de dos mares tu canal es un lazo hecho de piedra que a los pueblos del orbe los acerca. Serás grande a través del patriotismo de los hijos nacidos en tu predio. No tendrás más caínes que te hieran con palabras falaces ni con yerros, ni judas que te vendan por dinero. Serás grande a través del patriotismo de los hijos nacidos en tu predio, porque la juventud tiene tu Istmo incrustado en las fibras de sus nervios y sabrá a toda costa defenderlo. Serás grande porque hemos de empinarte con el valor que siempre da el derecho, más allá de la fuerza y la potencia que quiere socavar ideales viejos. Más allá de la fuerza están los hechos! Patria mía: pequeña cual orquídea que incuba tus ideales en su seno, y grande en los anhelos que se incuban con ardiente fervor entre los pechos de todos los que somos panameños.
Patria mía: Tú no eres el recuerdo. Eres la realidad clara y escueta de una tierra horadada en sus entrañas sin permiso a poner sobre su grieta la gasa tricolor de su bandera.
Marcha Panamá, por Eduardo Maduro
Panamá, la patria mía, suelo grato, encantador! Hoy te canto, Panamá, con alegría; al mirarte así grandiosa, cuando veo tu bandera de precioso tricolor, abrazarte con gran júbilo quisiera expresándote mi amor. Panamá del alma de tus selvas he escuchado los rumores; siempre gocé tu calma y en tu cielo ví magníficos colores. Panamá querida, ¡Oh permite que yo muera en tu regazo; tuya será mi vida. Sigue siendo libre, bella Panamá!
Supremo Anhelo, por Guillermo McKay
Día de la Patria. Todo es contento y alegría. Hasta el mismo sol, desde el balcón de Dios, ríe a carcajadas: carcajadas de luz. Las flores esparcen su aroma más enervante; los ruiseñores dicen sus cantos más arpados, sus melodías más ARMONIOSAS. El pueblo, ebrio de entusiasmo, recorre las calles de la ciudad dando vivas a la magna fecha clásica... A lo lejos una banda de música desgrana la perlería sonora del Himno Nacional... Sin embargo, en la triste soledad del conventillo, agoniza un patriota que luchó en las guerras de la independencia... Habla. Cerca del lecho, una anciana lo escucha anhelante... Lágrimas de dolor surcan su rostro...
--Madre: esta fiebre pertinaz y loca me quema el corazón, seca mi boca y siento en mi interior la despedida que mi cuerpo cansado da a la vida. ¿ Qué vale el mundo todo y qué la suerte cuando se está a dos pasos de la muerte ? ¡Cuando se tiene el corazón herido parece una impiedad haber vivido! No llores más... La muerte es mensajera de una VIDA MEJOR... La primavera eterna en cuyas blancas floraciones, como rosas, perfuman corazones...
Presintiendo el espasmo de la crisis
(¡cuán cruel la enfermedad llamada tisis!) ¿ qué espero de esta vida melindrosa? Cuando el arbusto viejo da la rosa es preciso que enferme o que fenezca y ceda su lugar a otro que crezca rozagante, altanero, juvenil... ¡Que sólo así los necesita Abril! ¡Y yo he cumplido mi misión terrena! Fuerza es que venga presto la serena, la ensoñada beldad de eterno abrazo Tengo frío el corazón y flojo el brazo, y aunque mi fe de vencedor es mucha, no habré de resistir la cruenta lucha, ni mis viejos y débiles oídos escucharán los roncos alaridos, ni el gemir del cañón, ni la armonía que tiene toda la fusilería... --Madre: la fiebre ardiente me sofoca... Me duele el corazón... Siento en la boca ese amargor de hiel que es triste anuncio de mi partida... Mi valor es nuncio de la envidiable soledad del muerto... Mira: yo no quiero que sufras... ¿Cierto que no lo harás? Yo no quiero que llores, ni que en mi tumba pongas BLANCAS FLORES, ni que reces, contrita, por mi alma... ¡Feliz he de vivir en esa calma que tiene el cementerio, ideal morada donde no llega el hombre, Dios, ni nada! Si soy de barro, como dice el cuento, venga la tierra, pues, como alimento de mi carne impura, carne de humano que servirá de cárcel al gusano! No quiero honores, llantos, ni lamentos... Tan sólo cuando mi alma por los vientos siga un rumbo ignorado, yo quisiera, madrecita mía, que la bandera istmeña fuese mi única mortaja... ¡Grandeza tanta no cabrá en la caja!
Si es cierto que me quieres tanto, tanto, júrame por tu Dios glorioso y santo, madrecita mía, que cuando muera envolverás mi cuerpo en la bandera! Así me iré dichoso al infinito sin que exhale mi boca un solo grito... Se me escapa la vida... Un denso velo oculta a mi mirada el claro cielo... Mira, un frío de muerte estoy sintiendo... Me voy... Adiós... Adiós... Me estoy muriendo. Pero escúchame, madre... Antes que muera... Sí, madre... La bandera... Mi bandera!
Patria, por Amelia Denis de Icaza
Oh Patria idolatrada, mi pueblo generoso, al fin ¡ay! te obligaron a levantar la frente y en un supremo grito te alzaste valerosa, llevando entre tus manos la enseña independiente. ¡Oh Patria! yo he sufrido contigo en tus dolores, tus luchas amargaron mis noches y mis días, de lejos he escuchado tus horridos clamores enviándote mi espíritu sus ondas simpatías. Oh virgen, yo soñaba tu porvenir de gloria, mirándote tan bella, de orgullo sonreía,
hoy te hacen que aparezcas ingrata ante la historia, a ti, la noble víctima de odiosa tiranía. ¿Qué has hecho? no te culpo, los otros te arrojaron, los otros que en tres años de lucha desgraciada, tu rico y albo manto con saña destrozaron cuando eras de Colombia la joya más preciada. ¿Qué has hecho de tu gloria, mi pueblo tan querido, y cuál será la suerte, pregúntame yo a solas, de aquellas mis montañas donde formé mi nido, de mis doradas playas besadas por las olas. De aquellas blancas flores que el cielo nos ha dado que forman de la istmeña justificable orgullo, 'la flor del Santo Espíritu' de aroma delicado, que lleva una paloma guardada en su capullo. ¡Oh! guarda Dios piadoso! mis flores adoradas, que nunca los extraños profanen su hermosura, ¡guárdalas Ser Supremo! que vivan ignoradas, que no llegue a tocarlas ninguna mano impura. Y tú siempre tan bella, tan noble, Patria mía, de todos admirada, de todos pretendida, aliento y esperanza mi corazón te envía, mi blanca flor istmeña del tallo desprendida. Qué triste, sí, que triste la fratricida guerra, y allá en mi suelo ístmico, el drama sin segundo, y el grito de exterminio lanzado en esa tierra, en el hermoso puente por donde cruza el mundo. Aquel mi pobre pueblo, tan noble, tan valiente, tan grande en esa lucha y en desigual batalla, y aquella triste historia de Calidonia el puente, sembrado de cadáveres por la infernal metralla. Desesperada lucha, Colombia, y tú tan fuerte contra el pequeño pueblo, la perla de tus mares, contra ese pueblo libre, y heroico hasta la muerte, que hiciste de tus hijos? ¡hay luto en sus hogares!
Y sin embargo lloro, flameando está orgulloso el lábaro que alzaron allá en mi patrio suelo; pero ese no es el mismo que conocí glorioso, que como santa enseña, me presentó mi abuelo. ¡Oh pueblo de Colombia, tú no eres responsable, que fresca está la tumba del noble San Clemente, de aquel anciano digno, patriota venerable, que por el voto unánime, subió de Presidente. Palacio de San Carlos, vistierónte de duelo, con un crespón ataron tu liberal enseña, un ángel te guardaba, tendió por fin su vuelo y con sus blancas alas, cubrió la faja istmeña. . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Escucha Ser Supremo, la súplica ferviente, que mi alma de rodillas eleva ante tu altar, conserva al pueblo ístmico su libertad naciente sin que un extraño lábaro la llegue a profanar. Dejad ¡Oh Ser Supremo! que el Istmo siempre viva, con el trabajo honrado y la virtud por guía, que no sea su esperanza, cual sombra fugitiva, ni su soñada gloria como la flor de un día.
Esta ... Esta es mi Patria , por Alma Pérez..Canela
Flora y fauna de un paisaje viviente Flor de "El Espíritu Santo Altar de Oro, Panamá Viejo" "El Canal"... el mar... y su abundancia de peces. Es ver los abuelos reposar en hamacas... contándonos anécdotas de héroes imaginarios. "EL Indio Urracá." "Un 3 de octubre y Los Caídos". "Heliodoro Portugal. Líder Flagelado"... "Guerra de Mil Días... y Victoriano Lorenzo"... "Nueve de enero... - e - Inolvidables Mártires"... "Invasión y Paredón; a Repudiados Militares". "Duendes, brujas"... y "El Chivato... ( Lucifer)". Es... La Bandera Istmeña. sus estrellas... y colores blanco, azul y rojo, simbolizando pureza, honestidad, ley... -autoridad. Mi patria es... "La Pollera Típica"... "El Guapo Montuno"... "Fiestas Patronales"; "El Palo Encebado"... "Peleas de Gallos", "El Tamborito". "Escudo-e-Himno Nacional...." evocar sus notas por primera vez nos dejan emociones... de ternura, heroísmo amor, altivez.
Mi patria es... el agua por sus lluvias de ensueños. Es el aire... por sus brisas que acarician. Es el fuego... por pasiones a lo nuestro. Es la tierra... a quien dimos primer llanto. Es el sol... por brillante y seductor. Mi patria es variedad de razas costumbres y actitudes, donde se cumple el imperio de tales virtudes. Libre y Soberana ¿Su nombre? Panamá "Esta ... Esta Es ... Mi Patria.
Patria Idolatrada , por Alma Pérez..Canela
"PATRIA ...IDOLATRADA"...
"Desde Mi Exilio." "Arpegio de ilusiones"... me inspiró "El Caudillo Eterno"; y en alas desertoras ...a tierras extrañas... mi alma ...te llevó cautiva. Mi corazón; añorándote insistente... contrito por tu ausencia; fué escalando su agonía ... destrozando así imperioso ...su prepucio frágil. ¡Indescriptible momento ! ...precioso ... sutil ... en el que hice caso omiso; a vanas emociones... equívocas pasiones ... y riquezas deleznables.
¡PATRIA ...IDOLATRADA!
¡cuánto añoro tu regazo! con regocijo en mi espíritu ... seré de ti ...cautiva eterna ... besaré tu suelo ardiente... y retornaré a tus lares.
AL PUEBLO ISTMEÑO, por Don Guillermo Patterson Medrano
Desde Nueva York En el dia 3 de Noviembre de 1903
Augustos defensores del derecho que la patria venís a redimir; de patriotismo y fé llenad el pecho pensando en nuestro bello porvenir. Librad la patria del lazo estrecho que la oprime y demás la hace sufrir... Amorosos alzadla de su lecho do se tiende, infeliz, para morir. Y con vitor mostradle en lontananza luminosos reflejos de esperanza que empiezan la penumbra a desgarrar. Ponedla en el camino del progreso, Celebrad vuestro triunfo sin exceso y hacedla de otra vida disfrutar!
La Inmensa Ronda,
por Hersilia Ramos de Argote
Vengan, niños de otras tierras, vengan conmigo a jugar; traigan su amor, su alegría, su reír y su cantar. Traigan, niños, sus banderas, que en mi lindo Panamá besa el viento los colores bajo el cielo y sobre el mar. Jugaremos muy contentos, nuestro juego es un cantar... Besa el viento las banderas bajo el cielo y sobre el mar cuando suben nuestras voces en un canto de amistad. Vengan, niños de otras tierras, vengan todos a jugar y a cantar con alegría nuestro canto de amistad.
Panamá, por Hersilia Ramos de Argote
Salud, PANAMÁ, la verde, hermosa faja risueña arrullada por dos mares que enamorados la besan; la que luce con donaire su montuno y su pollera mientras triunfa el tamborito tradicional en las fiestas. El Canal Interoceánico que en sus entrañas se asienta es lazo de unión que hermana a los pueblos de la tierra. Y, así, tendida en un istmo __como cantó su poeta__ cabe, por leal y por noble, por soberana y señera, en el alma y en la sombra augusta de su bandera.
Un Patriota Quiero Ser, por Hersilia Ramos de Argote
Es mía la luz del sol y la alegría de vivir; de mis padres tengo amor, yo soy un niño feliz. Por mi patria y por mis padres quiero crecer y aprender; quiero ser un niño útil, un patriota quiero ser.
Mi Patria, por Hersilia Ramos de Argote
Panamá es mi patria, linda tierra mía, llena de verdores de luz y alegría. Patria de mis padres, patria de mi amor,
Panamá es la tierra de mi corazón.
Patria, por Hersilia Ramos de Argote
Patria es la tierra que amamos, la tierra donde nacimos; son los besos de mamá, son los besos de papá y de nuestros hermanitos. Patria es la bella bandera y la canción que aprendemos para decirle lo mucho, lo mucho que la queremos. Patria es la linda casita donde están papá y mamá. Patria es la tierra que amamos. Patria es nuestro Panamá.
Canto a la Cuidad de Panamá, por Hersilia Ramos de Argote Surgiste un día bajo el claro cielo en la hermosa campiña americana junto al mar imponente del Pacífico cuyas olas te besan y te cantan.
Era un quince de agosto ya lejano que aún fulgura en las páginas del tiempo con los mil episodios de tu historia, de tu estirpe, tu idioma y abolengo. ¡Ciudad hidalga, cuna de valientes, recio baluarte de la patria mía, deja que el corazón emocionado te rinda su devota idolatría!
Patria Mía, por Hersilia Ramos de Argote ¡OH linda patria mía, henchido de emoción por ti, palpita, trémulo, mi noble corazón! Por ti, cuando en los aires
flamea el pabellón, y escucho, emocionado, de tu himno el grato son.
Por ti, oh linda patria, que eres luz y canción, palpita, dulcemente, mi tierno corazón.
A Mi Patria, por Hersilia Ramos de Argote Tú eres mi gloria, patria querida, eres mi orgullo, mi inspiración; por eso ofréndote toda mi vida, mis triunfos todos, mi corazón.
Patria, por Aizpuru Aizpuru El suelo donde nacimos, En que la niñez pasamos Cuando inocentes jugamos Y candorosos reímos; Donde el nombre PATRIA oímos Honrado por vez primera, Y, soñando en lo que fuera Esa sagrada expresión, Lo adivina el corazón
Al ver pasar la bandera. Es de caras tradiciones Noble templo consagrado, Por el san acariciado De sus épicas canciones; Tan sublimes emociones Jamás provocar podría La más rara fantasía, Como las que causa el grito, Eco de amor infinito De los pueblos: ¡ Patria mía ! Grito que es fiel remembranza De aquel que la madre invoca, Y amor inmenso provoca O acaricia una esperanza; Porque a la Patria le alcanza De madre el nombre también: De ambas recibimos bien Sin poderlo compensar; Que no se llama pagar Devolver uno por cien. Es pequeña por demás Mi patria por su extensión, Pero aliento la ilusión De que crezca más y más; Es así mi amor capaz, De extenderse al continente En que toda hispana gente, De americana fusión Tenga en santa comunión Alma, corazón y mente. Patriotismo! Hermosa idea En este vocablo brilla Con pureza sin mancilla De luz celestial, febea.... En la secular pelea De políticas facciones Sepamos los galardones De la Patria respetar, Si la queremos librar
De extranjeras ambiciones....
Riquezas, dicha, existencia: Cuanto somos y tenemos Por nuestra Patria ofrendemos Pues es deuda de conciencia; A la más dura experiencia Por ella debemos ir, Y hasta el martirio sufrir Por ella, si es necesario; Que subir así al Calvario Es a la Gloria subir! Y no de Patria en el templo El falso apóstol oficie, Ni sus despojos codicie Simulando noble ejemplo. Oh! Patria! Yo te contemplo Por mil riesgos asediada_ _ _ _ Y en tan suprema jornada Hay que pensar con valor QUE VALE MAS EL HONOR QUE UNA PATRIA DESHONRADA!
Panamá,
por Aizpuru Aizpuru De polo a polo sobre el océano Su enorme masa expande el continente De maravillas campo refulgente Como no las soñara el genio humano.
Allí, hacia el centro del sinuoso plano, Recogiendo sus galas prontamente, En una cinta puso el continente De cuanto es fama al suelo americano. Es esa cinta Panamá la bella, La que tiene la llave de los mares; Puente del mundo; del marino estrella Que le muestran sus dioses tutelares; Y sus hijos, en nobles expansiones La han ofrendado a todas las naciones.
Pedacito De Tierra, por Nicole Garay Pedacito de tierra! Tan alegre y soleado bajo el azul profundo de tu suelo estival, tú viniste a la vida como un predestinado, libre de toda mancha de culpa original.
Tal vez te va cansando que a cada nueva aurora tu sueño se interrumpa al eco de mi voz como si no bastara la cálida y sonora, canción con que te arrullan tus mares que son dos. Noble en la desventura, noble en el sacrificio, en medio de las naciones del mundo occidental, fiel al lema que reza "Pro mundi beneficio", dejaste abrir tus vísceras para hacer el canal. Pedacito de tierra, cuna de ilustres hombres que dieron alto ejemplo de abnegación y honor, digan todos los labios la gloria de sus nombres, canten todas las liras himnos en su loor! Cuándo pensaron Fábrega, Arosemena, Herrera, Durán, Icaza, Hurtado, Urriola y tantos más... que tras de una centuria hijos del Istmo hubiera prontos a atar al Cóndor las alas por detrás!... Pedacito de tierra, tú no has necesitado del bautizo de sangre casi tradicional con que al nacer los pueblos de América han lavado la mancha de un presunto pecado original!
A Panamá, por Jerónimo Ossa Vio lucir en lontananza espléndidos resplandores, que encendieron los albores de realizada esperanza!
Hoy sus anhelos alcanza; y sus tropicales flores, dan perfume a sus amores y hay justicia en su balanza! Que te lleven tus valientes a destinos soberanos, con trabajos diligentes: serás, sin delirios vanos, unión de dos Continentes y abrazo de dos Océanos!