POEMAS AL PERU PERU
LUIS ELIAS RAMIREZ IDOÑA (Peruano) Promoción XXXVIII Quinta Sección - Infantería
Nosotros que venimos de una nación llena de historia, tradición y donde la gente es buena de corazón. Un día a nuestras tierras llegó, un hombre de mucho valor, Don José de San Martín, el gran libertador, que con sus palabras selló, ese 28 de Julio, día de honor, por la voluntad general de los pueblos, así dijo y nos liberó. Ahora nos toca a nosotros continuar esa misión, de crear una nación libre de verdad, donde exista el derecho de la ley, donde no exista más la corrupción, donde tengamos los peruanos una posta de conexión, donde el indio, el negro, el criollo y todas las razas puedan vivir juntos sin fricción. Donde el ser peruano, sea nuestra felicidad, porque venimos de la tierra de grandes personajes, desde el legendario Manco Cápac, de los Incas el fundador, pasando por Pachacútec, el gran guerrero vencedor, hasta Pizarro el conquistador, y los valientes de nuestra emancipación. emancipación. Túpac Amaru no se rindió, José Olaya, ni torturado lloró, Andrés Avelino Cáceres, a los chilenos asustó, el brujo infante, ese bravo luchador, los mantuvo en jaque, con un ejército menor. Hoy celebremos este legado, de historia, leyenda, tradición y honor, de gente que por la patria todo entregó.
¡Arriba el Perú! Salud paisanos, como una familia unida, todos hermanos.
PERU EN ALTO ALEJANDRO ROMUALDO (Peruano)
Según mi modo de sentir el fuego soy del amor: sencillamente ardiendo. Según mi modo de sufrir el mundo, soy del Perú, sencillamente siendo. Tierra de Sol, marcada al negro vivo, llorando sangre por los poros, sombra a media luz del bien, a media noche del día por venir. Yo estoy contigo. Golpe, furia, Perú: ¡Todo es lo mismo! Saber, a ciencia incierta, lo que somos, buscando, a media luz, otro destino, con todo el cielo encima de los hombros. Por eso quiero alzarte, recibirte con los besos abiertos, junto a la luz, luz, ardiendo de alegría.
PERU ADORADO
LUIS CASTILLO H. (Peruano)
Hoy que estoy lejos de tí patria querida porque la vida de tí me alejó, quiero cantarte con emoción sentida versos que nacen del corazón.
Desde esta gran nación de belleza y de confort, de libertad y de igualdad desde aquí, mi nuevo hogar Perú... te quiero cantar. ¡Oh Patria mía! Tierra lejana Perú adorado... Desde aquí yo veo bajo tu cielo, tu mar azul, tus lindas playas, y altas montañas, con sus nevados que inspirado... Dios poderoso allí pintó... Y de tu selva... sensual virgen febril y ardiente veo tu río... veo tu flor. ¡Oh Patria mía! Tierra lejana Perú adorado... Mis pensamientos llegan a Lima, a contemplar tus viejas calles con sus balcones de recuerdo virreynal y mi alma llena de ilusiones se va Del Puente a la Alameda para admirar La Flor de la Canela airosa caminar... ¡Oh Patria mía! Tierra lejana Perú adorado... Estoy despierto y soñando con Cinco Esquinas en los Barrios Altos, barrio añejado de serenatas y procesión, por Mercedes y Santa Clara, donde cantara aquel Plebeyo su noble amor...
¡Oh Patria mía! Tierra lejana Perú adorado... Al recordar tu luna porteña y el eco de una canción, la nostalgia mi alma llena y evoco el Callao Querido, donde una noche rendido quedó por siempre mi corazón ¡Oh Patria mía! Tierra lejana Perú adorado...
LAMENTOS DE UN EXTRANJERO MANUEL E. VALLADARES (Salvadoreño)
Cuando yo deje este mundo, como todo ser humano, me iré con dolor profundo por no haber sido peruano. Pero me iré sin rencor ni despecho alguno, porque yo tuve el honor de conocer a más de uno. Pido que en mi funeral, me prendan más de una vela, me canten "El Condor Pasa" y la "Flor de la Canela". Cuando me estén enterrando, quiero que sea algo bello, que lloren "Los Morochucos" y me canten "El Plebeyo". Le pediré a mi familia, que a pesar de mis costumbres, me saquen de New York y que me entierren en Tumbes.
Les pediré un gran favor, si les gusta lo que he dicho, que me hagan el novenario en el monte Machu Picchu. Que me entierren una noche mientras la Luna ilumina, y que mi ataúd vaya cargado, por mi amigo Mauro Mina. Cuando Maurito se canse, que me carguen unas llamas y que atrás vayan cantando muy tristemente "Los Chamas". Que muestre muchos dolores, que vayan todos los días, a poner un ramo de flores acompañados por Cubillas. Que escriban sobre mi cripta, que mi hermoso sueño además de ser peruano, era haber sido Limeño. Cuando descanse en la fosa y mi alma agarre vuelo, yo quiero que en vez de un ángel, un Cóndor me suba al cielo. Pero si voy para abajo, escuchen bien lo que hablo, muy tranquilo y sin relajo, así yo le diré al diablo: Prepara tu voz cornudo, prepárala porque tú, cantarás fuerte y agudo conmigo, ¡Viva el Perú! Y si no lo cantas bien, te disculpas, te me hincas, respetarás Oh malvado, al Imperio de los Incas. Ahora vas a beber, Pisco y Chicha en una barra y vas a cantar conmigo,
"Cuando llora mi guitarra". No importa donde vaya, sea arriba o sea abajo, gritaré todos los días, ¡VIVA EL PERU CARAJO!
HIJO DEL PERU LUIS A. RAMIREZ (Peruano) Mount Sinai - Long Island New York
Para ser hijo del Perú, hay que ganarse el derecho; y aun cuando yo no creo suficiente haber hecho, igual late en mi pecho cual bandera ondeante, un corazón palpitante, que irrigando en torrente y caudaloso color rojo, imita el del pendón rojo, rojo berbellón. Partí de aquel suelo, con muchas ilusiones, dejando atrás recuerdos, y otras tantas emociones. Y me pregunto a menudo, si habrá cambiado el terruño, si todo será diferente; estará acaso la misma gente o tal vez a mi retorno pasaré a ser un extraño, donde antes que hombre, fui niño. Hoy que sólo veo en sueños, los lugares que recorrí, o aquel donde nací, y di mis primeros pasos; añoro con nostalgia el llegar de un nuevo día querida patria mía, para gritar con alegría,
recordando la guardia vieja, que a mi querido Perú, nada se le asemeja. Que viva el Perú, es la expresión más sentida, que desde mi partida, del hoy lejano terruño, grito con pasión profunda, y una verdadera emoción, en cada nueva evocación del aniversario patrio; cuando San Martín solemne decretó en forma perenne el fin de la opresión.
MI TIERRA De DARIO MEJIA (Peruano) Melbourne - Victoria Australia
Yo nací en una tierra lejana, una hermosa tierra del sol y de gloria , tan hermosa como una bella mañana, llena de amor y mucha historia. Mi tierra fue la cuna de una cultura que con justa razón, nos legó su sabiduría, valentía y honor, y nos enseñó que con la sangre, el alma y el corazón, es como se pinta nuestra bandera bicolor. Mi tierra está llena de ricas montañas, nevados y es única, abundan los hermosos campos de algodón, papa y cañaveral, ríos, quebradas y un inmenso mar verde hay en nuestra selva amazónica, risueñas playas bordean todo su litoral. No sólo tenemos al grandioso Machu Picchu como orgullo nacional, también está el Señor de Sipán, la momia Juanita y los baños del Inca, el Misti, el Huascarán y las Líneas de Nazca son algo sin igual, son nuestros también la piedra de Huamanga, la uña de gato y la maca. Tenemos huayno, huaylas, tondero y marinera, festejo, zamacueca y un landó no podían faltar, el vals y el criollismo están en primera,
así que póngase de pie y empecemos a bailar. Si comer te apetece pues escoge un cebiche o una papa a la huancaína, una carapulcra, un olluquito con charqui, un lomo saltado o papa rellena, también hay seco de cabrito con sus fréjoles y ají de gallina, de postre sus picarones, mazamorra morada o un suspiro de limeña. Esa es mi tierra linda y querida que llevo en el alma, cuna de Miguel Grau, Bolognesi, Alfonso Ugarte y María Parado de Bellido, que se ilustró con Vallejo, Mariátegui y Ricardo Palma, de Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres fue su nido …y tiene PERU como nombre y apellido.
JARANA POR EL PERU De DARIO MEJIA (Peruano) Melbourne - Victoria Australia
Festejemos al Perú por su día, brindemos por la patria amada, presente o añorada, derrochando sabor y picardía. Que sea con nuestro Pisco, Patrimonio Cultural de la Nación, que nos alegra el corazón, por ello no dejo ni un ñizco. Traigan las guitarras y el cajón, pa' armar de una vez la jarana, qué importa si no se come mañana, si hoy lo celebro con mucha pasión. Afinen las voces pa' cantar Mi Perú y Todos Vuelven, de partida, con Alma, Corazón y Vida, por la tierra que uno no deja de amar. Muévanse todos pa' atrás, déjame a la de piel canela y préndeme la vela, pa' quemarle el Alcatraz. Ya está lista la comida,
seviche hay de entrada, pica como la diablada, pero es lo que le da más vida. Una Inca Kola pa'l picante, la bebida de sabor nacional, de un gusto sin igual, que cae como guante. Qué delicioso buffet criollo, pa' satisfacer al más exigente, apúrese que viene toda la gente, métale cuchara al Arroz con Pollo. Ya suena la marinera, una dama al centro deseo, pa' que empiece el coqueteo, al compás de La Veguera. Un par de cucharas, por Dios, pa' acompañar a la orquesta, qué buena que está la fiesta, no da ganas de decir adiós. Ya está amaneciendo, la jarana está terminando, los invitados van desfilando, yo también debo ir saliendo. Ahí viene el Caldo de Gallina, pa' levantar hasta el más zampado y está tan concentrado que hoy "cobra" mi vecina. Ahora si, ya estoy parado, voy a despedirme de mi compadre y convencer a mi comadre que me de pa' mi calentado. El lunes, de nuevo al trabajo, pero recordaré lo celebrado y lo mucho que he gritado ¡Viva el Perú Carajo!
PERU ENRIQUE HORNA (Peruano) Hornsby - Sydney Australia
Eres roca dura y ruda, áspera y difícil, blanca helada en tus alturas, majestuoso guardián, de hermosas lagunas, amigas del cielo. Eres una noche de profundo silencio, eterno momento entre quebradas y cañones, vuelo de tu cóndor, misteriosa morada de tus apus. Eres entre tus piedras milenarias, un arrullador ruido del agua, un puente unión de tu pasado orgulloso, de tu sufrido presente y tu futuro esperanza. Eres desafío entre tus caminos , aroma de verdes, misteriosa selva, bravos ríos, sinfonía de cantos, frescas brisas de mar, antiguos pueblos en cálidos desiertos. Eres calor del fogón, leña cocida en una posada, imaginación, cobijando amor humano, descifrando la vida, amagando la leyenda. Eres aquel amanecer, de pan caliente y aire purificador, una tarde sembrada de flores, generosas risas de cariño, ofrecidas al curioso caminante. Eres mujeres coraje, madres vientre luz, compañeras del hombre trabajo , en cuidad, mar y campo, luchando cada reto.
Eres un arco iris cristalizado, en un brillante mestizo, buscando entre tus originalidades, tu rojo y blanco unificante. Eres un sol de increíbles colores, de inmensos y bellos paisajes, de mágicos sonidos, de danzas apasionantes, de sabores inolvidables. Eres una mañana que abrazo, apurado a mi nostalgia, una traicionera angustia, que aprieta mi alma. Eres Perú infinito, como el tiempo sin tiempo, inolvidable origen de mi ser, eres aquel sentir ausencia, en este día que me marcho.
VIVA EL PERÚ
Roger L. Casalino Castro (Peruano)
Nacen los ríos en las cordilleras servidos por aguas cristalinas, lágrimas plateadas desprendidas de los nevados picos que nos miran. Agua libre que baja cantando entre rocas, cascadas y quebradas, agua que arrastra tierra nueva para humedecer los cauces empedrados de losvalles lánguidos y tristes, cicatrices viejas que surcan la costa apretujada por el mar contra los cerros. Fui león cuando eran fieras sin melena y caminé las cordilleras cual paciente puma, fui tigre colmillos de sable, también jirafa lanuda de cuello corto y convertido en llama vagué por las alturas
entre volcanes y altiplánicas llanuras. Antes de que los ríos cavaran valles, cuando ya los halcones de afiladas garras cazaban al vuelo aves y serpientes, !Yo fui un cóndor, robusto rey del cielo! dominando los aires de la costa y de la sierra para proteger mi especie del terrible hombre. Fui animales hermosos, vanidoso y cruel, por ello pagué el precio vil de mi soberbia cuando al nacer de nuevo nací humano, salvándome tan sólo por nacer Peruano. Comprendí que era parte de algo grande al percibir la nobleza de mis vidas anteriores, cuando pude volar sin agitar las alas o cuando felino, fui cauto y silencioso y convertido en dios, colocaron mi cabeza en los altares. Desde niño aprendí que ser peruano es escarbar camotes con las manos, saciar la sed de saber de todo niño arrancando achiras y papas de la tierra. Fruto bendito del sacrificio del incario. Fui peruano con los pies descalzos en la arena, camine sus playas, sus quebradas y sus valles, crucé los ríos nadando en turbulentas aguas y dormí en la ribera bajo un árbol refrescante. Soy peruano a pesar de los errores. Siento un Perú gritando que esto es mío. Debo entonces luchar por la justicia con la ilusión de que haya papas para todos. Amo al Perú de los milenios de cultura, amo al Perú que no conoce fronteras ni ataduras. Amo la aridez y soledad de sus desiertos y el serpentear de los ríos de su selva. Amo al Perú de cordilleras y cañones donde brilla el sol del Incanato, donde los picos nevados son guardianes que miran fríos a oriente y occidente. Soy peruano por que así lo quiso el tiempo, soy tan peruano como las minas y el petróleo, y como las aguas de sus ríos al caer doy mi sangre como ellos la dan al Amazonas. Soy del Perú del Cusco y Machu Picchu, de sus tradiciones, Iglesias y balcones,
de la costa, de la selva y de la sierra. !Soy un peruano que vive su Perú! !Siento un Perú gritando que esto es mío!
POEMA ARENGA AL PERUANO - MARIO FLORIAN No te sientas pequeño, hombre común peruano, Peruano de estos días: confirma tu grandeza Delante de tu huésped, delante del foráneo Que llegó de muy lejos a comer de tu mesa; Que llegó de muy lejos a vivir en tu espacio, Y a hablarte de su origen y a hablarte de su fuerza. Tu desciendes del puma, tu desciendes del rayo. Y en tus músculos duerme colosal fortaleza. No te humilles. Despierta. Elévate peruano. Erígete. Ya es hora. Revive tu ejercicio De amansador de Mundos, de continentes bravos, De forjador de imperios sobre precipicios. Levántate peruano. Pisa otra vez tu tierra... Que el horizonte vea tu figura broncínea De semidiós, de cóndor. Despliega tu mirada Y el poder de tus alas y tu aptitud antigua. Vindícate en la tierra... Porque estás en tu tierra Desde hace eternidades... Y tu tierra te adora. ¡Exprésate peruano! ¡Exprésate de nuevo! ¡Sé heroicidad, destino! ¡Levántate! ¡Ya es hora!
POEMA AL PERÚ María Alejandra Horna, Australia Perú abrázame y cura mi nostalgia Trae a mi memoria la mezcla de tus rostros y tu profundo pasado. Trae a mi memoria tus olas que se mecen al compás de una marinera. Déjame perderme en la coquetería y el cadereo garboso del cajón. Llévame al pico más alto
y déjame respirar el aire puro Trae a mi memoria el rozar de tus manos que trabajan sobre tu tierra sufrida Deja! Quiero que me absorban tus sabores diversos y en el misterio de la pachamama perderme para siempre. Envuélveme en tu color rojo y blanco en tu poncho de lana de alpaca y en el sentir de su calor humano. Trae a mi memoria la fuerza de tus ríos y la sonrisa eterna de tu sol incaico Perú tu esperanza me conmueve no me dejes olvidarte.
MI PAÍS Anónimo Mi país, ahora lo comprendo, es amargo y dulce; mi país es una intensa pasión, un triste piélago, un incansable manantial de razas y mitos que fermentan; mi país es un lecho de espinas, de caricias, de fieras, de muchedumbres quejumbrosas y altas sombras heladas; mi país es un corazón clavado a martillazos, un bosque impenetrable donde la luz se precipita desde las copas de los árboles y las montañas inertes; mi país es una espuma, un aire, un torrente, un declive florido, un jardín metálico, longevo, hirviente, que vibra bajo soles eternos que densos nubarrones atormentan; mi país es una fiesta de ebrios, un fragor de batalla, un guerra civil, un silencioso páramo cuyos frutos son jugosos, un banquete de hambres, un templo de ceremonias crueles, un plato vacío tendido hacia la nada, un parque con niños, con guitarras, con fuegos, un crepúsculo infinito, una habitación abandonada, un angustiado grito un vado apacible en el cual se celebra la vida; mi país es un sepulcro en medio de la primavera, una extraña silueta que abruma con su brillo la soledad, un anciano que camina lentamente, un ácido que horada los ojos, un estrépito que apaga todas las músicas terrenales, un alud de placeres, un relámpago destructor, un arrepentimiento sin culpa un sueño de oro, un despertar de cieno, una vigilia torva, un día de pesar y otro de risa que la memoria confunde, un tejido de lujo, una desnudez impúdica, una impaciente eternidad; mi país es un recuerdo y una premonición, un pasado inexorable y un porvenir de olas, resurrecciones, caídas y festines;
mi país es mi temor, tu ira, la voracidad de aquel, la miseria del otro, la defección de muchos, la saciedad de unos cuantos, las cadenas y la libertad, el horror y la esperanza, el infortunio y la victoria, la sangre que fluye por las calles hasta chocar con el horizonte y de ahí retorna como una resaca sin fin; mi país es la mujer que amo y el amigo que abrazo tan solo por amigo, el extraño que te sorprende con su odio y el que te da la mano porque quiere; mi país es la ventana por la que miro la tarde, la tarde que cae con sus ramas de melancolía en mi pecho, y el agua matinal con que limpio mis pupilas de imágenes sucias, el aire que respiro al salir de mi casa cada día, y la gente que se precipita conmigo a los quehaceres sin sentido, el trabajo, la fatiga, la enfermedad, la locura, el pensamiento, la prisa, la desconfianza, el ocio, el café, los libros, las maldiciones; mi país es la generosa mesa de mi casa y los rostros familiares donde contemplo la marea incansable de mi dicha, el cigarrillo que consumo como una fe que se renueva y el perro cuya piel es cálida como su amistad; mi país son los mendigos y los ricos, el alcohol y la sed, la aventura de existir y el orden en que elijo mis sacrificios; mi país es cárcel, hospital, hotel, y almacén, hogar, arsenal; mi país es hacienda, sembrío, cosecha; mi país es escasez, sequía e inundación; mi país es terremoto, lluvia, huracán; mi país es vegetal, mineral, animal; mi país es flexible, rígido, fluido; mi país es líquido, sólido inestable; mi país es republicano, aristocrático, perpetuo; mi país es cuna, tumba, lecho nupcial; mi país es indio, blanco, mestizo; mi país es dorado, opaco, luminoso; mi país es negro, amarillo cobrizo; mi país es amable, hosco, indiferente; mi país es azúcar, tungsteno, algodón; mi país es plata, nieve, arena; mi país es rudo y delicado, débil y vigoroso, angelical y demoníaco; mi país es torpe y perfecto; mi país es enorme y pequeño; mi país es claro y oscuro; mi país es cierto e ilusorio; mi país es agresivo y pacífico; mi país es campana, mi país es torre, mi país es isla, mi país es arca, mi país es luto, mi país es escándalo, mi país es desesperación,
es crisis, escuela, redención, ímpetu, crimen, y lumbre, choque cataclismo, y llaga, renunciación, aurora, y gloria, fracaso, olvido; mi país es tuyo mi país es mío, mi país es de todos, mi país es de nadie, no nos pertenece, es nuestro, nos lo quitan, tómalo, átalo, estréchalo contra tu pecho, clávatelo como un puñal, que te devore, hazlo sufrir, castígalo y bésalo en la frente, como a un hijo, como a un padre, como a alguien cansado que acaba de nacer, porque mi país es, simple, pura, infinitamente es, y el amor canta y llora, ahora lo comprendo, cuando ha alcanzado lo imposible.
RONDA PERUANA Francisco Izquierdo Ríos
Juguemos a la Ronda, muchachitos de la Costa En esta bella mañana, muchachitos de la Montaña. ¡Que linda es nuestra tierra, muchachitos de la Sierra! Mar, árbol y escarpa forman nuestra Patria. En la cumbre del Ande, bailemos muy contentos, por nuestra patria grande, a sol, niebla y viento. A orillas del Amazonas bailemos nuestras rondas. A orillas del Océano muchachitos peruanos. ¡Hurra! ¡Por el Perú! iPor el Perú! ¡Hurra! Alegres los corazones niños de las tres regiones. Costa, Sierra y Montaña bailan en esta mañana su ronda peruana.
YO SOY PERUANO Marko Polo ¡Señores! Yo soy peruano peruano de corazón yo lIevo en la sangre coraje, valentía y tesón. Mi patria es la patria del Inca la tierra del dios Sol
la raza prodigiosa que América ensalzo. ¡Señores! En este suelo nacimos y por el debemos luchar en esta tierra crecimos y por eso la debemos amar. ¡Señores! Yo soy peruano hoy un pequeño cantor por la Paz y la Justicia mañana ¡Un gran Trabajador!
MI PAÍS Winston Orrillo
En un libro de colores me encontré con mi país: era bello y noble y fuerte como el día al despertar. Me encontré con sus montañas y encale su azul altar, y bogue yo en sus lagunas de la mano de papa. Me perdí yo entre sus bosques, camine por la ciudad, y por todas partes todas yo quería juguetear. Mi país tiene la forma que le da mi corazón y todo esto yo lo digo al cantarle esta canción.
¡VIVA EL PERU CARAJO! Jorge”Cumpa “Donayre Bueno, ha llegado el momento, el momento esperado siglo y medio, para que de la antigua vasija de mi canto extraiga este grito de barro estremecido. ¡Viva el Perú Carajo! Vivan las espumosas olas, sobre las que llegó la historia de Dios
en totoras y velas desafiantes. El océano largo y submarino de infinitos profundos habitantes. El voluptuoso cetáceo, las gaviotas, las algas, el bonito y el humilde guanay que ha digerido a millones de libras esterlinas Este es mi mar, mis islas, mis arenas, mis remos, mis atardeceres y mis redes. ¡Viva el Perú Carajo! Viva este monumento de piedras levantado sobre cimas de la eternidad donde el tiempo no se atreve a morir. Viva esta huaca donde anduvo la raza de los viejos abuelos, abuelos a su vez de ocho millones de serranos, que quedan allá arriba, prendidos en las cumbres; y aquí abajo, servidumbre barata de las casas de Lima, mozos del mayorista, ebrias, turbias, postergadas gentes de las barriadas, emolienteros, vendedores de fruta, carretilleros, públicos sudorosos de los coliseos, chimpunes, driles y camisas de mugre. ¡Viva el Perú Carajo! Este río es peruano, y es su cuna, una huraña fuente enclavada en la cumbre que vacía y llena el hechizo del cielo, gota a gota o en tempestuosas lluvias. Viene en su lecho con limos y polvos minerales, sembrando valles, preñando y alumbrando padre y madre a la vez la vida de los hombres y de las plantas. Los animales, las aves y los peces, Indios, mariposas, cholos, blancos, negros, leche, rosas, todo, todo lo siembra el río, que bajó desde la nube con fuerza creadora. ¡Viva el Perú Carajo! Viva esta selva sembrada por el propio Señor, una fresca mañana cuando pasó el diluvio, el día que sus dedos, modelaron su mejor creación sobre el Planeta. Aquí la fuerza desata un huracán de lluvias y de orquídeas, llanuras de verdor cubren la tierra donde se enroscan rios y serpientes. Vuelan los guacamayos, parlotean los monos trapecistas mientras, río arriba surca una canoa en la que van amándose Carlos Rumichi y su María, seguros de que el río ha de traerles
junto a la cesta de peces, el hijo prometido. Viva el hombre peruano, al que no espanta la dura geografía que Dios nos entregó como instrumento; sobre las conmociones cataclísmicas que agitan los cimientos de los mares y la Tierra. Sembramos, desafiando terremotos, nuevas ciudades, nuevas casas, las riegan las lágrimas transidas de las viejas, de los huérfanos niños, de los hombres. Ja, ja, ja, ja, ja, ja Nosotros somos súbditos del temblor y el terremoto. ¡Viva el Perú Carajo! También al huayco, a las inundaciones, las sequías, les sabemos su cara de miseria. Sus derrumbes, sus vértigos de sangre, les conocemos desde viejas edades. Y para todas esas camaradas desdichas, hay un Pedro Quispe y una Juana Flores, que a fuerza de coraje, de sudor, de esperanza, han atrapado un rayo enfurecido entre sus manos y lo han hecho una estera de amor, un duro adobe, ladrillo rojo, una vivienda rústica, una torre; el perfil majestuoso de una iglesia, un pueblo, una ciudad y una costa o una sierra de continuadas urbes que se levantan y caen sin miedo a nada: ¡Viva el Perú Carajo! Para Sujchi, comunero, es este canto, este fuerte carajo enternecido para sus caminos vecinales y su escuelita de tejas, donde el hijo aprenderá qué es el Perú. Vivan los artesanos, los mineros, los duros labradores que no moran en Lima que han hecho de la Luna, un lamparín de esquivo kerosene, encendido en el techo de los cielos. Viva el hombre de chullo que solo come camote y charqui bebe jarros de chicha, repletos de tristeza. Viva su poncho rojo, sus cansadas ojotas, su lánguido charango, las ubres de sus cabras; el seno prieto y duro de sus cholas, su leche tibia, llena de amor y vida. ¡Viva el Perú Carajo! Para Aurelio Celada, caporal de la hacienda costeña, es este canto de carbón y uva negra como el mejor color de su pellejo. Para el duro trajín que le reclama músculos de antracita, firmes muslos para sus grilletes vencidos,
sus leyendas de arcángeles, zambos, guitarristas, marcadores de punta, centro foward, soldadores de gallos, cinturas de alcatraz y cajoneros. Ja, ja. ja, ja, ja, ja… ¡Viva el Perú Carajo! jo, jo, jo, jo, jo, jo… Para tirar un carajo por mi patria, he pedido prestada su cristina de dril a mi hijo Alberto y en la hebra de luz de un blanco cabello de mi finada madre, lanzo un sonoro grito que me nace de las venas, con estruendo de vida, clarinada del alba al cielo puro. Para tirar un carajo por mi patria, he levantado en sedición a las palomas, garras de cóndores son ahora sus patas, otrora delicado pistilo hoy convertido en lanza. Este niño que toca una corneta en los desfiles de julio, es Juan Mariño, es hijo de la estera, del barro y de la caña brava. Es Juan Mariño, hijo de la barriada sobrino del triciclo, primo del anticucho. Sobre el lomo del cerro tirita frígido, tiene hambre, en las manos y en las tripas y aunque sólo es dueño de su uniforme comando, es Juan Mariño, el que toca una corneta en los desfiles de julio. Para tirar un Carajo por mi patria, préstame Juan Mariño la trompeta, tu trompeta de bronce retumbante, quiero lanzarle al mundo un coro de trompetas. ¡Viva el Perú Carajo! ¡Oh! río huraño. ¡Oh! seca pampa, ¡Oh! larga costa, ¡Oh! Huascarán, Huandoy, nieves eternas. ¡Oh! tranquilo molusco, cactus, piedras, qenqo, Sacsayhuamán, Chavín, piedra de siglos. ¡Oh! poncho, lampa, flecha, choclo, nube, gaviota, prestadme vuestras voces de siglos para inundar de amor todo el paisaje ¡Viva el Perú Carajo! Amo esta dura arcilla, amo este crisantemo y sigo enamorado del olor del romero. Porque estas cosas viejas, conciertos de canarios, cuadernos de dibujo, helechos y retratos esfumados no conduelen mi vida, sino al contrario, alientan las sudadas camisas de mi paso y en la beligerancia de todas las batallas
afírmase este grito: ¡Viva el Perú Carajo! ¡Viva el Perú!, mi patria, sobre todo este rectángulo que es mi única propiedad sobre la tierra, donde los huesos de mi madre dicen aun sus rezos preferidos, sus preocupaciones. ¡Viva el Perú!, mi patria, la de mi hijo, de mis amigos buenos, la mujer que me ama, mi provincia, mi derruida casa. Y cuando los diarios digan: el Perú perdió en fútbol, el Perú país pobre, vino otro terremoto, se secaron los ríos, se enlodan los políticos, bajó el sol, se perdió la cosecha, repicaremos desde el fondo de los huesos, el grito poderoso de los hombres de esta tierra, cargada de coraje y de optimismo para decir; como si arrojáramos balas: ¡Viva el Perú Carajo!¡Viva el Perú Carajo! ¡Viva el Perú Carajo! ¡Viva el Perú Carajo! ¡Viva el Perú Carajoooooooo!