lunes 2 de agosto de 2010 Parametricismo: una guerra de estilos
Fuente: Architects Journal Patrick Schumacher- “Let the style wars begin! ” Autor: Patrick Schumacher Traducción: Pablo Álvarez Funes.
En una entrevista exclusiva para “The Architects’ Journal”, Patrik Schumacher de Zaha Hadid Arquitectos dice que el estilo unificado de la arquitectura del siglo XXI será el parametricismo.
En mi Manifiesto Parametricista de 2008, anuncié por primera vez que un estilo nuevo y profundo había madurado dentro del segmento vanguardista de la arquitectura durante los últimos diez años. El término “parametricismo” ha tomado impulso
creciente dentro del discurso arquitectónico y su cuestionamiento crítico lo ha fortalecido. Hasta ahora el conocimiento de este estilo se ha mantenido en gran medida confinado dentro de la arquitectura, pero sospecho que el término se difundirá rápidamente una vez que los medios de comunicación empiecen a usarlo. Fuera de los círculos arquitectónicos, “estilo” es virtualmente la única categoría en la que la
arquitectura se observa y reconoce. Se necesita poner nombre a un estilo para que éste reclame su actuación en nombre de la arquitectura.
El concepto de estilo merece ser defendido.
El concepto de estilo hace tiempo que perdió fuerza en el discurso arquitectónico. Dejar que este concepto se marchite únicamente empobrecería el discurso y se perdería una poderosa baza comunicativa de la arquitectura hacia la sociedad. Sin embargo, resucitar este concepto agotado y maltratado requiere una reconstrucción conceptual en términos que sean creíbles hoy día.
Lo que se interpone en este camino es la tendencia a considerar el estilo como una mera cuestión de apariencia, así como la habitual confusión de estilo con modas superficiales y efímeras. Aunque la estética influye enormemente en la arquitectura y el diseño, ni la arquitectura ni sus estilos pueden reducirse a cuestiones de apariencia. Tampoco se debe asimilar el fenómeno de los estilos al fenómeno de la moda.
Por tanto, el concepto de estilo debe quedar claramente distinguido y Por tanto, el concepto de estilo debe quedar claramente distinguido y limpiado de estas connotaciones triviales. Denota la unidad de la diferencia entre la arquitectura gótica, renacentista, barroca, neoclásica, ecléctica o moderna. La propia conciencia histórica de la arquitectura demanda la revitalización del concepto de estilo como un profundo fenómeno histórico que puede proyectarse hacia el futuro. Por ello he propuesto que los estilos se comprenden mejor entendidos como programas de diseño e investigación, en analogía al modo en que los paradigmas sirven para elaborar los programas de investigación científica.
Un nuevo estilo en arquitectura y diseño es similar a un nuevo postulado científico; redefine las categorías, procesos y métodos fundamentales de un esfuerzo colectivo coherente. La innovación en la arquitectura procede a través de la progresión de estilos así entendida. Esto incluye la alternancia entre periodos de avance acumulativo dentro de un estilo y los periodos revolucionarios de transición entre los mismos. Los estilos representan largos ciclos de innovación sostenida, reuniendo los esfuerzos de diseño e investigación en un movimiento colectivo de forma que las aportaciones individuales sean relevantes, aceptables y beneficiosas.
Desde dentro de la arquitectura, la identificación del parametricismo demarca y dinamiza un movimiento de vanguardia en proceso de maduración, lo que podría servir
para acelerar su proceso y potencial hegemonía como una investigación y desarrollo colectivos. Haciendo una descripción e interpretación retrospectiva, parece justificada la enunciación del parametricismo tras diez años de una investigación estilística coherente y acumulativa. Posiblemente, la proclamación de este estilo consolidaría aún más los logros alcanzados y prepararía la transición de la vanguardia a corriente dominante. Finalmente el parametricismo ofrece una respuesta sostenible a los veinticinco años de búsqueda estilística tras la crisis de la modernidad.
El parametricismo es el gran estilo tras el Movimiento Moderno.
La Posmodernidad y el Deconstructivismo fueron meramente periodos transitorios, similares al Art Nouveau y al Expresionismo como transición del historicismo a la modernidad. La distinción entre estilos de época y estilos transicionales es importante. En un periodo de transición podemos observar tanto una rápida sucesión de estilos, como una pluralidad de estilos compitiendo entre sí. La crisis y caída del Movimiento Moderno nos ha llevado a un periodo transicional transicional profundo y prolongado, pero no hay razón para pensar que este pluralismo no pueda ser superado por la hegemonía de un nuevo estilo. De hecho, estamos presenciando el potencial de esa unificación.
Más allá del paradigma moderno de separación y repetición.
El orden moderno de la separación y la repetición está siendo suplantado por el orden parametricista de la diferenciación y la correlación continua. Dentro del nuevo paradigma del parametricismo es de suponer que habrá cabida para estilos subsidiarios que enriquezcan y hagan progresar la nueva era del parametricismo.
La crisis de la modernidad no implica una crisis de los estilos unificados.
La crisis del Movimiento Moderno y sus consecuencias ha llevado a muchos críticos a creer que no ya no podemos aspirar a la forja de un estilo unificado. ¿Ha llegado a su fin el intenso papel de los estilos en el desarrollo de la Historia de la Arquitectura, como demuestra la secuencia Gótico – Renacimiento – Barroco – Historicismo – Modernidad? ¿Hemos llegado al fin de la Historia? ¿O se ha fragmentado en
trayectorias confusas y contradictorias? ¿Celebraremos esta fragmentación de esfuerzos bajo el lema del pluralismo?
La arquitectura de hoy es una arquitectura mundial.
Cualquier proyecto de arquitectura se expone y evalúa en comparación con otros proyectos. Es posible una convergencia mundial. Esto no significa homogeneización y monotonía. Simplemente implica una consistencia de principios, ambiciones y valores a unificar de forma que se sumen esfuerzos diferentes, sean relevantes y puedan competir constructivamente entre ellos, y de esta forma establecer unas condiciones de progreso en lugar de malgastarlos en una batalla sobre fundamentos. Esta es la idea de un estilo unificado; inicialmente un programa unificado de diseño e investigación vanguardista, y eventualmente, como un sistema unificado de principios, ambiciones y valores que se constituyan en prácticas globales.
La nueva generación.
La consistencia del estilo como un programa colectivo de diseño e investigación depende de la adhesión inquebrantable a los principios e imposiciones del parametricismo. La buena noticia es que toda una generación de jóvenes arquitectos se está adhiriendo realmente a esto.
Muchos teóricos, como por ejemplo Charles Jencks, suponen que la caída de la modernidad dio paso a una era de pluralismo estético. En consecuencia, la búsqueda de un nuevo estilo unificado se ve como un anacronismo. Al parecer, cualquier estilo actual sólo puede ser uno entre muchos estilos operando simultáneamente, añadiendo una voz más a la cacofonía de voces predominante. La idea de un pluralismo de estilos es síntoma de una trivialización y degeneración general del concepto de estilo. Rechazo la aceptación complaciente, e incluso la celebración, de la aparente pluralidad de estilos como supuesto signo de nuestros tiempos. Un estilo unificado presenta muchas ventajas frente a un estado de fragmentación estilística. El parametricismo aspira a la hegemonía y derrota de los demás estilos.
La habilidad crucial del parametricismo para establecer continuidades y correspondencia entre elementos distantes se basa en principios que sostienen una alternancia ininterrumpida. La mezcla de diseños posmodernos, deconstructivistas o minimalistas sólo hace interrumpir la penetrante continuidad a largo plazo del parametricismo. El caso contrario no se sostiene porque no hay un grado equivalente de continuidad en el urbanismo posmoderno, deconstructivista o minimalista. De hecho, el parametricismo puede tomar para sí condicionantes urbanos vernáculos, clásicos, modernos, posmodernos, deconstructivistas y minimalistas, y forjar con ellos una nueva red de afiliaciones y continuidades entre y más allá de cualquier fragmento y condicionante urbano.
Preparando la guerra de estilos.
¿Cuáles son los estilos actuales que debe combatir el parametricismo? ¿Realmente existe algún tipo de pluralismo estilístico como postula Jencks? De hecho, la posmodernidad ha desaparecido y las contribuciones y avances del deconstructivismo se han incorporado al parametricismo. La corriente dominante ha vuelto de hecho, a una versión pragmática del Movimiento Moderno con una paleta levemente enriquecida; una forma de eclecticismo que combina elementos de todos los estilos subsidiarios del Movimiento Moderno. La incapacidad de la posmodernidad y el deconstructivismo para formular un nuevo paradigma viable ha dado lugar al retorno al Movimiento Moderno bajo la forma del minimalismo como único estilo capaz de enfrentarse consistente e ideológicamente con el parametricismo. La lucha principal por la hegemonía estilística se da por tanto entre el minimalismo y el parametricismo.
El parametricismo reclama una validez universal.
El parametricismo no se puede descartar como trabajo de firma excéntrica que sólo produce iconos intelectuales. El parametricismo es capaz de ofrecer todos los componentes para el alto rendimiento del nivel de vida contemporáneo. Todos los momentos de la vida contemporánea quedan singularmente individualizados en una textura continua y ordenada.
Los últimos trabajos de Zaha Hadid Arquitectos son mucho más que proyectos sacados de un manifiesto experimental; tienen éxito como proyectos de alta representatividad
en el mundo real. Las estaciones de teleférico de Nordpak en Innsbruck son un buen ejemplo. Ningún otro estilo podría haber logrado esta coincidencia de variación adaptativa a las diferentes condiciones del lugar con una coherencia genotípica a través de variantes fenotípicas. El parametricismo está dispuesto a ser la corriente principal. La guerra de estilos ha comenzado.
Patrik Schumacher es socio de Zaha Hadid Arquitectos.
Parametricismo como estilo – Manifiesto Parametricista
Presentado y debatido en el Club Dark Side (1), 11ª Bienal de Arquitectura de Venecia, 2008.
Perseguimos el paradigma del diseño paramétrico en toda su amplitud, penetrando en todos los aspectos de la disciplina. La variación sistemática y adaptativa, la continua diferenciación (antes que la mera variedad), y la figuración dinámica y paramétrica se aplica a todos los niveles de diseño, desde el urbanismo al detalle constructivo, mobiliario interior y el campo de los artículos de consumo. La arquitectura se encuentra en un punto medio del actual ciclo de innovación adaptativa – reformando la disciplina y adaptando el entorno arquitectónico y urbano al contexto socioeconómico de la era post-fordista. La sociedad de masas caracterizada por unos sencillo y casi universales estándares de consumo ha evolucionado hacia la heterogénea sociedad de la multitud.
Las claves que la arquitectura y el urbanismo de vanguardia deberían asumir pueden resumirse en el siguiente eslogan: organizar y articular la creciente complejidad de la sociedad post-fordista. El reto está en desarrollar un repertorio arquitectónico y urbano que sea capaz de crear complejos y policéntricos entornos urbanos y arquitectónicos que estén densamente estratificados y continuamente diferenciados.
La vanguardia arquitectónica contemporánea está asumiendo la demanda de un creciente nivel de complejidad articulada mediante la redefinición de sus métodos en base a sistemas de diseño paramétrico. El estilo arquitectónico contemporáneo que ha alcanzado la hegemonía dentro de las actuales vanguardias arquitectónicas se entiende
mejor como un programa de investigación basado en el paradigma paramétrico. Proponemos llamar a este estilo Parametricismo.
El Parametricismo es el nuevo gran estilo desde el Movimiento Moderno. La Postmodernidad y el Deconstructivismo han sido episodios transicionales que prepararon el camino para esta nueva gran ola de investigación e innovación.
Los estilos de vanguardia podrían ser interpretados y evaluados en analogía a los nuevos paradigmas científicos, permitiendo un nuevo marco conceptual que formule nuevos objetivos, métodos y valores. De esta forma se establece una dirección para una nueva línea de trabajo (2). Mi tesis es la siguiente: los estilos son programas de diseño e investigación (3).
La innovación en la arquitectura viene de la progresión de estilos. Esto implica la alternancia entre periodos de progreso acumulativo dentro de un estilo, y periodos revolucionarios de transición entre los mismos. Los estilos representan ciclos de innovación, reuniendo los esfuerzos de diseño e investigación en una experiencia colectiva. Una identidad propia y estable es aquí una precondición necesaria para la evolución, tal y como ocurre con la vida orgánica. Que estos nuevos principios se enfrenten a las dificultades es crucial para el desarrollo de los acontecimientos eventuales. Esta tenacidad – abundantemente evidenciada en las vanguardias contemporáneas- podría a veces parecer una obstinación dogmática. Por ejemplo, la obtusa insistencia en resolver todo con una sencilla superficie plegable – proyecto tras proyecto, convirtiendo lentamente lo imposible en plausible – podría ser comparado con la insistencia newtoniana en explicarlo todo, desde planetas a átomos, mediante los mismos principios.
La teoría de la gravitación de Newton, la teoría de la relatividad de Einstein, los mecanismos cuánticos, el marxismo, el freudianismo, son todos programas de investigación, cada uno con sus características tercamente defendidas, … cada uno con
sus elaborados programas de resolución de programas. Cada uno, en cualquier fase de su desarrollo, tiene problemas sin resolver e indigestas anomalías. Todas las teorías, en este sentido, nacen refutadas y mueren refutadas” (4). Lo mismo puede decirse de los
estilos: cada estilo tiene su propio núcleo duro de principios y una forma característica de lidiar con los problemas de diseño. La arquitectura de vanguardia produce manifiestos: exposiciones paradigmáticas del potencial único del nuevo estilo, y no
edificios que se evalúan para funcionar en todos los sentidos. No puede haber verificación ni refutación final en las bases de sus resultados construidos (5).
El programa/estilo consiste en una serie de reglas metodológicas: algunos nos indican los caminos a evitar (heurística negativa) y otros los caminos a seguir (heurística positiva). La heurística negativa plantea restricciones que evitan la recaída en diseños antiguos que no son consecuentes con sus principios; y la heurística positiva ofrece principios guía y técnicas preferentes que orientan el trabajo en una dirección. Las heurísticas definitorias del parametricismo se reflejan plenamente en los tabúes y dogmas de la cultura del diseño de vanguardia contemporáneo:
Heurística negativa: evitar tipologías familiares, evitar objetos platónicos/herméticos, evitar la diferenciación clara de zonas/territorios, evitar la repetición, evitar líneas rectas, evitar ángulos rectos, evitar esquinas… y lo más importante: no añadir o
sustraer sin elaboradas interaticulaciones.
Heurística positiva: interarticular, hibridar, formalismo, desterritorialización, deformar, iterar, usar splines, nurbs, componentes generativos, script antes que modelar…
El parametricismo es un estilo maduro. Que el paradigma paramétrico se está convirtiendo en dominante en el diseño y arquitectura es evidente desde hace tiempo. Dentro del discurso de la vanguardia arquitectónica, se lleva hablando desde hace bastante tiempo de versiones, iteración, customización masiva, etc..
El principio fundamental que ha encumbrado a esta tendencia ya fue formulado a principios de la década de 1990 con el eslogan de la “continua diferenciación” (6). Desde entonces ha habido una creciente y hegemónica diseminación de esta tendencia a la vez que una acumulación de virtuosismo constructivo, resolución y refinamiento. Esto ha sido facilitado por el desarrollo de las herramientas y scripts del diseño paramétrico que permiten la formulación precisa y la ejecución de intrincadas correlaciones entre elementos y subsistemas. Los conceptos compartidos, técnicas computacionales, repertorios formales y lógicas tectónicas que lo caracterizan están cristalizando en un nuevo y sólido paradigma hegemónico para la arquitectura. Una de las técnicas actuales más influyentes implica superficies moduladas con componentes adaptativos. Los componentes podrían construirse a partir de múltiples elementos constreñidos/cohesionados a partir de relaciones asociativas de forma que la totalidad de los componentes podrían adaptarse sensiblemente a las diversas condiciones
locales. Como ocupan una superficie diferenciada, su adaptación debería acentuar y amplificar su diferenciación. Esta relación entre los componentes base y sus diversas instalaciones en diferentes puntos de inserción en el “entorno” es análoga a la forma
en que un genotipo simple podría generar una población diferenciada de fenotipos en respuesta a diversas condiciones ambientales.
El estadio actual del parametricismo se relaciona con el continuo avance de las tecnologías de diseño computacional ya que sus posibilidades formales y organizativas se deben al criterio del diseñador. El parametricismo solo puede existir a través de sofisticadas técnicas paramétricas. Finalmente los avances en técnicas de diseño computacional como el scripting (Mel-script o Rhino-script) y modelado paramétrico (con herramientas como GC o DP) se están convirtiendo en una realidad dominante. Hoy es imposible competir en la escena vanguardista contemporánea sin dominar esas técnicas.
El parametricismo emerge de la exploración creativa de sistemas de diseño paramétrico con vistas a articular una creciente complejidad de procesos sociales e instituciones. Las herramientas de diseño paramétrica no pueden justificar por sí mismas el drástico cambio estilístico de la modernidad al parametricismo. Esto se evidencia por el hecho de que arquitectos tardo-modernos están empleando herramientas paramétricas de forma que contribuyan a mantener la estética moderna, por ejemplo, usando el modelado paramétrco para absorber discretamente la complejidad. Nuestra sensibilidad parametricista apunta a la dirección contraria y aboga por un énfasis absoluto en la diferenciación.
El sentido de la complejidad organizada (gobernada por leyes) hace que el parametricismo trabaje de forma similar a los sistemas naturales, donde todas las formas son el resultado de fuerzas que interactúan según leyes. Igual que en los sistemas naturales, las composiciones paramétricas están tan integradas que no pueden ser descompuestas en subsistemas independientes, una gran diferencia en comparación con el paradigma de diseño moderno de clara separación de subsistemas funcionales.
Podrían proponerse cinco principios para inyectar nuevos aspectos al paradigma paramétrico a la vez que fomentar el desarrollo del parametricismo:
1.- Inter-articulación de subsistemas:Mover sistemas de diferenciación simples, por ejemplo la disposición de los elementos de fachada, hacia la asociación de múltiples subsistemas – envolvente, estructura, divisiones internas, recorridos. La diferenciación de cualquier sistema va seguida de la diferenciación de los otros sistemas.
2.- Acentuación paramétrica:Realzar la totalidad del sentimiento de integración orgánica hacia intrincadas correlaciones que favorecen una amplificada desviación antes que adaptaciones compensatorias. Por ejemplo, cuando los componentes generativos pueblan una superficie de sutil modulación curva la correlación de componentes debería acentuar y ampliar la diferenciación inicial. Esto incluiría la asignación deliberada de umbrales y singularidades. Así, se puede alcanzar una articulación más rica y así será posible una información visual más orientada.
3.- Figuración paramétrica (7):Las configuraciones complejas latentes con múltiples lecturas pueden ser construidas como un modelo paramétrico. El modelo paramétrico podría desarrollarse de forma que las variables fuesen extremadamente sensitivas. Las variaciones paramétricas desencadenan catástrofes, por ejemplo las modificaciones cuantitativas de estos parámetros desencadenan cambios en el orden de configuraciones percibidas. Esta noción de figuración paramétrica implica una expansión de los tipos de parámetros considerados como diseño paramétrico. Más allá de la geometría habitual de los objetos parmétricos, los parámetros ambientales (luces variables) y parámetros de observación (cámaras variables) tienen que ser consideradas e integradas en el sistema paramétrico.
4.- Sensibilidad paramétrica (8):Los entornos urbanos y arquitectónicos (interiores) pueden ser diseñados con una capacidad cinética que les permita reconfigurarse y adaptarse a los patrones predominantes de uso y ocupación. El registro a tiempo real de patrones de uso produce parámetros que dirigen el proceso real de adaptación cinética. El registro acumulativo de patrones de uso tiene como resultado semipermanentes transformaciones morfológicas. El entrono construido adquiere una acción responsable en diferentes escalas temporales.
5.- Urbanismo paramétrico (9):La masa urbana describe una colmena de edificios. Estos edificios forman un campo en continuo cambio donde las legítimas continuidades cohesionan esta maraña de edificios. El urbanismo paramétrico implica que la modulación sistemática de las morfologías edificatorias genera poderosos efectos
urbanos y facilita la orientación. El urbanismo paramétrico integraría la acentuación, la figuración y las sensibilidades paramétricas.
El Movimiento Moderno fue fundado sobre el concepto de espacio. El parametricismo diferencia campos. Los campos están llenos, como rellenos por un medio fluido. Podríamos pensar en líquidos en movimientos, estructurados en ondulantes olas, flujos laminares y bordes en espiral. Las colmenas también han servido como analogías paramétricas para el concepto de campo. Nos gustaría pensar en colmenas de edificios que fluyen por el paisaje. O podríamos pensar en grandes interiores diáfanos como paisajes de oficina abiertos, o grandes salas de exposición como las usadas en las ferias de muestras. Estos interiores de profundidad visual infinita contienen colmenas de mobiliario interactuando con los enjambres dinámicos de cuerpos humanos. No hay figuras platónicas y discretas de bordes recortados. Sólo importan las cualidades globales y regionales de los campos: tendencias, flujos, gradientes y tal vez conspicuas singularidades como centros radiantes. La deformación ya no habla de la ruptura del orden sino de una ordenada estructura de información. Orientación en un campo complejo, ordenadamente diferenciado permite la navegación mediante vectores de transformación. Las condiciones contemporáneas de llegada a una metrópolis por primera vez, sin reservas de hotel, sin un mapa, podrían instigar este tipo de navegación de campo. Imaginemos que no hay señales con las que orientarse, ningún eje que seguir ni borde que cruzar. La arquitectura contemporánea quiere construir nuevas lógicas, la lógica de los campos, que permitan organizar y articular un nuevo nivel de dinamismo y complejidad de la sociedad contemporánea.
El diseño de mobiliario y objetos de consumo participa plenamente en la adenda parametricista. Consideramos el mobiliario no en término de objetos aislados sino como elementos preeminentes en la creación de espacio. Nuestros esfuerzos en el diseño necesitan sincronizar el dominio del diseño interior, de muebles e incluso el diseño de objetos de consumo. Podemos orquestar todos esos registros para avanzar hacia el diseño de mundos integrales. La manipulación del mobiliario interior como enjambres dinámicos, o incluso una superficie o masa fluida continua, se adapta a la elaboración detallada de los campos continuamente diferenciados descritos arriba.
Notas: (1) El Club Dark Side es un salón crítico iniciado y organizado por Robert White para coincidir con la Bienal de Arquitectura. Se concibieron tres eventos sucesivos como salón crítico para debatir algunos de los temas que Aaron Betsky había preparado para
la Bienal de 2008. Se invitó a tres conferenciantes para que cada uno defendiera una postura en el debate: Patrik Schumacher, Grez Lynn y Gregor Eichinger. Cada uno invitó a jóvenes arquitectos para debatir la dirección que está tomando la arquitectura.La primera sesión, presentada por Patrik Schumacher, se tituló: Parametricismo como nuevo estilo. Se presentaron ocho estudios de arquitectura: MAD, f-u-r, UFO, Plasma Studio, Minimaforms, Aranda/Lasch, AltN, Research+Design, MOH. Jeff Kipnis actuó como moderador.
(2) Esta interpretación de los estilos es válida únicamente para la fase de vanguardia de cualquier estilo.
(3) Es importante distinguir entre programas de investigación en el sentido literal de los planes institucionales de investigación y la concepción meta-científica de programas de investigación que ha introducido la filosofía de la ciencia: nuevas tradiciones de investigación dirigidas por una nueva estructura teorética. Este concepto reciente es el utilizado para la nueva reinterpretación del concepto de estilo. Ver: Lakatos, Imre. The Methodology of Scientific Research Programmes (La metodología de los programas de investigación científicos), Cambridge 1978.
(4) Lakatos, Imre, The Methodology of Scientific Research Programmes, Cambridge 1978, p.5.
(5) El combate final tiene lugar después, en la arena de la adopción hegemónica que sólo se alimenta indirectamente en la arena del discurso central de la disciplina.
(6) La autoría de este eslogan se debe a Grez Lynn y Jeff Kipnis.
(7) La “figuración paramétrica” caracterizó nuestros cursos en Yale y la Universidad de
Artes Aplicadas de Viena. También caracteriza mi estudio en AADRL.
(8) La “sensibilidad paramétrica” era el núcleo de nuestra agenda trienal de diseño e investigación “Entornos sensibles” en AADRL, Londres 2001 -2004.
(9) “Urbanismo paramétrico” es el título de nuestro ciclo de investigación en AADRL,
2005-2008. Geometría no euclidiana
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Los tres tipos de geometrías homogéneas posibles, además de la geometría euclidea de curvatura nula, existen la geometría elíptica de curvatura positiva, y la geometría hiperbólica de curvatura negativa. Si se consideran geometrías no-euclídeas homogéneas entonces existe una infinidad de posibles geometrías, descritas por las variedades riemannianas generales. Se denomina geometría no euclidiana o no euclídea, a cualquier forma de geometría cuyos postulados y propiedades difieren en algún punto de los establecidos por Euclides en su tratado Elementos. No existe un sólo tipo de geometría no euclídea, sino muchos, aunque si se restringe la discusión a espacios homogéneos, en los que la curvatura del espacio la misma en cada punto, en los que los puntos del espacio son indistinguibles pueden distinguirse tres tipos de geometrías:
La geometría euclideana satisface los cinco postulados de Euclides y tiene curvatura cero. La geometría hiperbólica satisface sólo los cuatro primeros postulados de Euclides y tiene curvatura negativa. La geometría elíptica satisface sólo los cuatro primeros postulados de Euclides y tiene curvatura positiva. Todos estos son casos particulares de geometrías riemannianas, en los que la curvatura es constante, si se admite la posibilidad de que la curvatura intrínseca de la geometría varíe de un punto a otro se tiene un caso de geometría riemanniana general, como sucede en la teoría de la relatividad general donde la gravedad causa una curvatura no homogénea en el espacio tiempo, siendo mayor la curvatura cerca de las concentraciones de masa, lo cual es percibido como un campo gravitatoria atractivo.
[editar] Historia
El primer ejemplo de geometría no euclidiana fue la hiperbólica, teorizada inicialmente por Immanuel Kant[cita requerida], formalizada posterior e independientemente por varios autores a principios del siglo XIX tales como Carl Friedrich Gauss, Nikolái Lobachevski, János Bolyai y Ferdinand Schweickard. Los desarrollos de geometrías no euclídeas se gestaron en sus comienzos con el objetivo de construir modelos explícitos en los que no se cumpliera el quinto postulado de Euclides. La geometría Euclideana había sido desarrollada por los griegos y expuesta por Euclides en la obra Los elementos. En su primera obra publicada, "Pensamientos sobre la verdadera estimación de las fuerzas vivas" (Gedanken von der wahren Schätzung der lebendigen Kräfte und Beurteilung der Beweise derer sich Herr von Leibniz und anderer Mechaniker in dieser Streitsache bedient haben ) (1746), Immanuel Kant considera espacios de más de tres dimensiones y afirma:
Una ciencia de todas estas posibles clases de espacio sería sin duda la empresa más elevada que un entendimiento finito podría acometer en el campo de la Geometría... Si es posible que existan extensiones con otras dimensiones, también es muy probable que Dios las haya traído a la existencia, porque sus obras tienen toda la magnitud y variedad de que son capaces. Esas posibles geometrías que Kant entrevé son las que hoy se llaman geometrías euclidianas de dimensión mayor que 3. Por otra parte, ya desde la antigüedad se consideró que el quinto postulado del libro de Euclides no era tan evidente como los otros cuatro pues, al afirmar que ciertas rectas no se cortarán al prolongarlas indefinidamente, habla de una construcción mental un tanto abstracta. Por eso durante muchos siglos se intentó sin éxito demostrarlo a partir de los otros cuatro. A principios del siglo XIX, se intentó demostrarlo por reducción al absurdo, suponiendo que es falso y tratando de obtener una contradicción. Sin embargo, lejos de llegar a un absurdo se encontró que existían geometrías coherentes diferentes de la euclídea. Se había descubierto así la primera geometría no euclídea (en concreto el primer ejemplo que se logró era una geometría llamada hiperbólica). [editar] Geometrías de curvatura constante [editar] Geometría hiperbólica
Modelo del disco Poincaré para la geometría hierbólica con una teselación {3,7} de
rombos truncados. Artículo principal: Geometría hiperbólica
A principios del siglo XIX, y de modo independiente, Gauss (1777-1855), Lobachevsky (17921856), János Bolyai y Ferdinand Schweickard lograron construir la geometría hiperbólica, a partir del intento de negar el quinto postulado de Euclides y tratar de obtener una contradicción. En lugar de obtener una contradicción lo que obtuvieron fue una curiosa geometría en la que los tres ángulos de un triángulo sumaban menos de 180º sexagesimales (en la geometría euclídea los ángulos de cualquier triángulo suman siempre exactamente 180º). La naturalidad de esta geometría quedó confirmada a finales del siglo, cuando Beltrami demostró que la geometría hiperbólica coincide con la geometría intrínseca de cierta superficie y Klein dio la interpretación proyectiva de la geometría hiperbólica. Ambos resultados prueban que es tan consistente como la Geometría euclídea (es decir, si la geometría hiperbólica lleva a alguna contradicción, entonces la geometría euclídea también). Algunos afirman que Gauss fue el primero en considerar la posibilidad de que la geometría del Universo no fuera la euclídea. Sabiendo que en la geometría hiperbólica la suma de los ángulos de cualquier triángulo es menor que dos rectos, se dice que subió a la cima de tres montañas con un teodolito, aunque la precisión de sus instrumentos no fue suficiente para decidir la cuestión con tal experimento. Sin embargo, otros afirman que cuando escribió que trataba de corregir los efectos de posibles curvaturas se refería a corregir el efecto de la curvatura terrestre en los estudios cartográficos que estaba realizando. [editar] Geometría elíptica
Artículo principal: Geometría elíptica
La geometría elíptica es el segundo tipo de geometría no-euclídea homogénea, es decir, donde cualquier punto resulta del espacio resulta indistinguible de cualquier otro. Una variedad de Riemann de curvatura positiva constante es un ejemplo de geometría elíptica. Un modelo clásico de geometría elíptica n-dimensional es la n-esfera. En la geometria elíptica las líneas geodésicas tienen un papel similar a las líneas rectas de la geometría euclídea, con algunas importanes diferencias. Si bien la mínima distancia posible entre dos puntos viene dada por una línea geodésica, que además son líneas de curvatura mínima, el quinto postulado de Euclídes no es válido para la geometría elíptica, ya que dada una "recta" de esta geometría (es decir, una línea geodésica) y un punto no contenido en la misma no se puede trazar ninguna geodésica que no corte a la primera. [editar] Geometría euclídea
Artículo principal: Geometría euclídea
La geometría euclídea es claramente un caso límite intermedio entre la geometría elíptica y la geometría hiperbólica. De hecho la geometría euclídea es una geometría de curvatura nula. Puede demostrarse que cualquier espacio geométrico o variedad de Riemann cuya curvatura es nula es localmente isométrico al espacio euclídeo y por tanto es un espacio euclídeo o idéntico a una porción del mismo.
[editar] Aspectos matemáticos
Artículo principal: Espacio maximalmente simétrico
Los espacios de curvatura constante el tensor de curvatura de Riemann viene dado en componentes por la siguiente expresión:
donde es el tensor métrico expresado en coordenadas curvilíneas cualesquiera. En tensor de Ricci y la curvatura escalar son proporcionales respectivamente al tensor métrico y a la curvatura:
y donde es la dimensión del espacio. Otro aspecto interesante es que tanto en la geometría hiperbólica, como en la geometría elíptica homogéneas el grupo de isometría del espacio completo es un grupo de Lie de dimensión , que coincide con la dimensión del grupo de isometría de un espacio Euclideo de dimensión n (aunque los tres grupos son diferentes). [editar] Geometrías de curvatura no constante [editar] Geometría riemanniana general
A propuesta de Gauss, la disertación de Riemann versó sobre la hipótesis de la Geometría. En su tesis, Riemann considera las posibles geometrías que infinitesimalmente ( i.e. en regiones muy pequeñas) sean euclídeas, cuyo estudio se conoce hoy en día como geometrías riemannianas. Estas geometrías resultan en general no-homogéneas: algunas de las propiedades del espacio pueden diferir de un punto a otro, en particular el valor de la curvatura. Para el estudio de estas geometrías Riemann introdujo el formalismo del tensor de curvatura y demostró que la geometría euclídea, la geometría hiperbólica y la geometría elíptica son casos particulares de geometrías riemanninanas, caracterizadas por valores constantes del tensor de curvatura. En una geometría riemanninana general, el tensor de curvatura tendrá valores variables a lo largo de diferentes puntos de dicha geometría. Eso hace que la geometría no sea homogénea, y permite distinguir unos puntos de otros. Esto es relevante en la teoría de la relatividad general, ya que en principio es posible hacer experimentos de medición de distancias y ángulos que permitan distinguir unos puntos del espacio de otros, tal como especifican numerosos experimentos mentales imaginados por Einstein y otros en los que un experimentador encerrado en una caja puede realizar experimentos para decidir la naturaleza del espacio-tiempo que le rodea. Finalmente un aspecto interesante de la goemetría riemanniana es que si la curvatura no es constante entonces el grupo de isometría del espacio tiene dimensión estrictamente menor que siendo la dimensión del espacio. En concreto según la relatividad especial un
espacio-tiempo con una distribución muy irregular de la materia podría tener un grupo de isometría trivial de dimensión 0. Geometría del espacio-tiempo y teoría de la relatividad
Artículo principal: Curvatura del espacio-tiempo
Basándose en la ideas y resultados de Riemann, hacia 1920 Einstein aborda en su Teoría de la Relatividad general la cuestión de la estructura geométrica del Universo. En ella muestra cómo la geometría del espacio-tiempo tiene curvatura, que es precisamente lo que se observa como campo gravitatorio, y cómo, bajo la acción de la gravedad, los cuerpos siguen las líneas más rectas posibles dentro de dicha geometría, líneas que se denominan geodésicas. Además, la Ecuación de Einstein afirma que para cada observador, la curvatura media del espacio coincide, salvo un factor constante, con la densidad observada, dando cumplimiento así a la fantástica visión de Gauss: la geometría desentrañada por los griegos es la estructura infinitesimal del espacio; al generalizar dicha estructura geométrica, tiene curvatura. La geometría euclidiana[1] (o parabólica[2] ) es aquella que estudia las propiedades del plano y el espacio tridimensional. En ocasiones los matemáticos usan el término para englobar geometrías de dimensiones superiores con propiedades similares. Sin embargo, con frecuencia, geometría euclidiana es sinónimo de geometría plana y de geometría clásica.
Fragmento de Los elementos de Euclides, escrito en papiro, hallado en el yacimiento de Oxirrinco (Oxyrhynchus), Egipto. 1. Desde un punto de vista historiográfico, la geometría euclidiana es aquella geometría que postuló Euclides, en su libro "Los elementos", dejando al margen las aportaciones que se hicieron posteriormente –desde Arquímedes hasta Jakob Steiner. 2. Según la contraposición entre método sintético y método algebraico-analítico, la geometría euclidiana sería, precisamente, el estudio por métodos sintéticos de los invariantes de un espacio vectorial real de dimensión 3 dotado de un producto escalar muy concreto (el frecuentemente denominado producto escalar habitual ). 3. Según el Programa de Erlangen, la geometría euclidiana sería el estudio de los invariantes de las isometrías en un espacio euclidiano (espacio vectorial real de dimensión finita, dotado de un producto escalar).[3] La presentación tradicional de la geometría euclidiana se hace en un formato axiomático. Un sistema de axiomas es aquél que, a partir de un cierto número de postulados que se presumen verdaderos (conocidos como axiomas) y a través de operaciones lógicas, genera nuevos postulados cuyo valor de verdad es también positivo. Euclides planteó cinco postulados en su sistema:
1. Dados dos puntos se puede trazar una y sólo una recta que los une. 2. Cualquier segmento puede prolongarse de forma continua en cualquier sentido. 3. Se puede trazar una circunferencia con centro en cualquier punto y de cualquier radio. 4. Todos los ángulos rectos son iguales. 5. Si una recta, al cortar a otras dos, forma ángulos internos menores a dos ángulos rectos, esas dos rectas prolongadas indefinidamente se cortan del lado en el que están los ángulos menores que dos rectos. Este último postulado, que es conocido como el postulado de las paralelas, fue reformulado como:
5. Por un punto exterior a una recta, se puede trazar una única paralela a la recta dada. Este postulado parece menos obvio que los otros cuatro, y muchos geómetras, incluido el propio Euclides, han intentado deducirlo de los anteriores. Cuando intentaron reducirlo al absurdo negándolo, surgieron dos nuevas geometrías: la elíptica, también llamada geometría de Riemann o riemanniana (dada una recta y un punto exterior a ella, no existe ninguna recta que pase por el punto y sea paralela a la recta dada) y la hiperbólica o de Lobachevsky (existen varias rectas paralelas que pasen por un punto exterior a una dada). Limitaciones
Euclides asumió que todos sus postulados o axiomas eran auto-evidentes y por tanto hechos que no requerían demostración. Sin embargo, el quinto postulado resultó que si bien es compatible con los otro cuatro, es en cierto modo independiente. Es decir, tanto el quinto postulado como la negación del quinto postulado, son compatibles con los otros cuatro postulados. Las geometrías donde el quinto postulado no es válido se llaman geometrías noeuclidianas. Una limitación del trabajo de Euclides fue no reconocer la posibilidad de sistemas geométricos perfectamente consistentes donde el quinto axioma no era válido, es decir, para Euclides y los geómetras posteriores hasta el siglo XVIII pasó inadvertida la posibilidad de geometrías noeuclidianas, hasta el trabajo de Nikolái Lobachevski, Gauss y Riemann. Si bien durante el siglo XIX se consideró que las geometrías no euclidianas se consideraron un artefacto matemáticamente interesante, e incluso con cierto interés práctico pero limitado, como es el caso de la trigonometría esférica usada en astronomía. Pero en cierto modo se consideraba, que la geometría del espacio físico era euclidiana y por tanto las geometrias noeuclidianas eran tan sólo un artificio abstracto interesante o útil para ciertos problemas pero en modo alguno descripciones realistas del mundo. Sin embargo, el trabajo de Albert Einstein, hizo ver que entre las necesidades de la física moderna están las geometrías no-euclidianas, para describir el espacio-tiempo curvo. Alguno de los errores de Euclides fue omitir al menos dos postulados más:
Dos circunferencias cuyos centros estén separados por una distancia menor a la suma de sus radios, se cortan en dos puntos (Euclides lo utiliza en su primera construcción) Dos triángulos con dos lados iguales y los ángulo comprendido también iguales, son congruentes (afirmación equivalente al concepto de movimiento, que Euclides usa para su teorema cuarto sin definir explícitamente)
Gradiente De Wikipedia, la enciclopedia libre Saltar a navegación, búsqueda En cálculo vectorial, el gradiente de un campo escalar f es un campo vectorial que indica en cada punto del campo escalar la dirección de máximo incremento del mismo. El gradiente se representa con el operador diferencial nabla seguido de la función (cuidado de no confundir el gradiente con la divergencia, ésta última se denota con un punto de producto escalar entre el operador nabla y el campo)
Contenido [ocultar] 1 Definición 2 Interpretación del gradiente 3 Propiedades 4 Expresión en diferentes sistemas de coordenadas 5 Gradiente de un campo vectorial 6 Ejemplo 7 Aplicaciones 7.1 Aproximación lineal de una función o 7.2 Aplicaciones en física o
[editar] Definición Si se toma como campo escalar el que se asigna a cada punto del espacio una presión P (campo escalar de 3 variables), entonces el vector gradiente en un punto genérico del espacio i ndicará la dirección en la cual la presión cambiará más rápidamente. Otro ejemplo es el de considerar el mapa de líneas de nivel de una montaña como campo escalar que asigna a cada pareja de coordenadas latitud/longitud un escalar altitud (campo escalar de 2 variables). En este caso el vector gradiente en un punto genérico indicará la dirección de máxima inclinación de la montaña. Nótese que el vector gradiente será perpendicular a las líneas de contorno (líneas "equiescalares") del mapa. El gradiente se define como el campo vectorial cuyas funciones coordenadas son las derivadas parciales del campo escalar, esto es:
Esta definición se basa en que el gradiente permite calcular fácilmente las derivadas direccionales. Definiendo en primer lugar la derivada direccional según un vector:
Una forma equivalente de definir el gradiente es como el único vector que, multiplicado por el vector unitario, da la derivada direccional del campo escalar:
Con la definición anterior, el gradiente está caracterizado de forma unívoca. El gradiente se expresa alternativamente mediante el uso del operador nabla:
[editar] Interpretación del gradiente De forma geométrica el gradiente es un vector que se encuentra normal a una superficie o curva en el espacio a la cual se le esta estudiando, en un punto cualquiera, llámese (x,y), (x,y,z), (tiempo, temperatura), etcétera. Algunos ejemplos son: Considere una habitación en la cual la temperatura se define a través de un campo escalar, de tal manera que en cualquier punto
, la temperatura es
. Asumiremos que la temperatura no varia con respecto al tiempo. Siendo esto así, para cada punto de la habitación, el gradiente en ese punto nos dará la dirección en la cual se calienta más rápido. La magnitud del gradiente nos dirá cuán rápido se calienta en esa dirección. Considere una montaña en la cual su altura en el punto (x,y) se define como H(x, y). El gradiente de H en ese punto estará en la dirección para la que hay un mayor grado de inclinación. La magnitud del gradiente nos mostrará cuán empinada se encuentra la pendiente.
[editar] Propiedades El gradiente verifica que: Es ortogonal a las superficies equiescalares, definidas por =cte. Apunta en la dirección en que la derivada direccional es máxima. Su módulo es igual a esta derivada direccional máxima. Se anula en los puntos estacionarios (máximos, mínimos y puntos de silla). El campo formado por el gradiente en cada punto es siempre irrotacional, esto es,
[editar] Expresión en diferentes sistemas de coordenadas A partir de su definición puede hallarse su expresión en diferentes sistemas de coordenadas. En coordenadas cartesianas, su expresión es simplemente
En un sistema de coordenadas ortogonales, el gradiente requiere los factores de escala, mediante la expresión
Para coordenadas cilíndricas (hρ = hz = 1,
) resulta
y para coordenadas esféricas (hr = 1, hθ = r ,
)
En un sistema de coordenadas curvilíneo general el gradiente tiene la forma:
donde en la expresión anterior se usado el convenio de sumación de Einstein
[editar] Gradiente de un campo vectorial En un espacio euclídeo, el concepto de gradiente también puede extenderse al caso de un campo vectorial, siendo el gradiente de un desplazamiento
un tensor que da el diferencial del campo al realizar
Este tensor podrá representarse por una matriz 3x3, que en coordenadas cartesianas está formada por las tres derivadas parciales de las tres componentes del campo vectorial.
[editar] Ejemplo Dada la función f ( x ,y ,z) = 2 x + 3y 2 − sin(z) su vector gradiente es:
[editar] Aplicaciones [editar] Aproximación lineal de una función
El gradiente de una función f definida de Rn → R caracteriza la mejor aproximación lineal de la función en un punto particular x 0 en Rn. Se expresa así:
donde
es el gradiente evaluado
en x 0 [editar] Aplicaciones en física
La interpretación física del gradiente es la siguiente mide la rapidez de variación de una magnitud física al desplazarse una cierta distancia. Un gradiente alto significa que de un punto a otro cercano la magnitud puede presentar variaciones importantes (aquí se entiende por gradiente alto o grande uno tal que su módulo es grande). Un gradiente de una magnitud pequeño o nulo implica que dicha magnitud apenas varía de un punto a otro. El gradiente de una magnitud física posee innumerables aplicaciones en física, especialmente en electromagnetismo y mecánica de fluidos. En particular, existen muchos campos vectoriales que puede escribirse como el gradiente de un potencial escalar. Uno de ellos es el campo electrostático, que deriva del potencial eléctrico:
Todo campo que pueda escribirse como el gradiente de un campo escalar, se denomina potencial , conservativo o irrotacional . Así, una fuerza conservativa deriva de la energía potencial como:
Los gradientes también aparecen en los procesos de difusión que verifican la ley de Fick o la ley de Fourier para la temperatura. Así, por ejemplo, el flujo de calor en un material es directamente proporcional al gradiente de temperaturas
siendo la conductividad térmica.
Gentrificación
Soho centro de West End en Londres.
El aburguesamiento, o gentrificación (del inglés, gentrification ) es un proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado y con pauperismo es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva.
Contenido [ocultar]1 E
timología del término 1 Etimolo gía del término 2 Origen del fenómen o 2. 1 Pr o ce s o n et a m e nt e ur b a n o 2. 2 D es pl az a m ie nt o d e
la s cl as es p o p ul ar es 3 El debate teórico y la ética en torno a la gentrifica ción 4 Etapas de la gentrifica ción 4. 1 N ac i m ie nt o 4. 2 A b a n d o n o 4. 3
R e va lo ri za ci ó n 5 Referen cias 6 Bibliogr afía Contenido [ocultar]1 E
timología del término 1 Etimolo gía del término 2 Origen del fenómen o 2. 1 Pr o ce s o n et a m e nt e ur b a n o
2. 2 D es pl az a m ie nt o d e la s cl as es p o p ul ar es 3 El debate teórico y la ética en torno a la gentrifica ción 4 Etapas de la gentrifica ción 4. 1 N ac i m ie nt o
4. 2 A b a n d o n o 4. 3 R e va lo ri za ci ó n 5 Referen cias 6 Bibliogr afía
[editar]Etimología
del término
El término procede del inglés, gentrification , deriva de gentry , que podría traducirse como hidalgo o, incluso, burgués. Se han propuesto otros términos como aburguesamiento , elitización o aristocratización .1 [editar]Origen
del fenómeno
La gentrificación comienza cuando un grupo de personas de un cierto nivel económico descubren un barrio que, a pesar de estar degradado y descapitalizado, ofrece una buena relación entre la calidad y el precio y deciden instalarse en él. Estos barrios suelen estar situados cerca del centro de la ciudad o contar con determinadas ventajas, como el estar situados cerca de polos de empleo, etc. [editar]Proceso netamente urbano
Es un fenómeno netamente urbano y situado en la etapa histórica del posfordismo ,2 a pesar de que puedan existir procesos semejantes en otros ámbitos espaciales y temporales. De esta forma el proceso guarda similitudes
con las nuevas tendencias de determinadas zonas rurales del mundo occidental, donde a medida que desaparece la actividad agrícola se van convirtiendo en sede de actividades turísticas y segundas residencias. Tampoco conviene confundir el termino con los procesos de renovación urbana que se dieron en los centros de las urbes modernas con el objetivo de sanear la ciudad o incluso crear ensanches para la burguesía urbana, ya que esto se produce en un contexto histórico y económico diferente, con mayor protagonismo de la administración pública, con un sector inmobiliario privado menos desarrollado, y, sobre todo, por ser procesos que contribuyen a crear la configuración de la ciudad capitalista industrial moderna, mientras que el proceso de gentrificación la desmantela.3 [editar]Desplazamiento de las clases populares
Gentrificado: artistas y bohemios han ocupadoBedford-Stuyvesant, Nueva York.
El efecto más notorio de la gentrificación es el desplazamiento de las clases populares. Este desplazamiento puede tener lugar bajo distintas formas pero se produce principalmente con base en la situación de la vivienda. Las clases populares pueden reducir su número en la zona por el envejecimiento de la población, con base en desalojos por las condiciones ruinosas de un edificio o por expiración de un contrato de alquiler y ausencia de una oferta de alquileres en la zona para este grupo social. En los casos en los que los desplazamientos se producen de forma voluntaria, estos lo son generalmente debido a un efecto de rechazo por la situación de degradación del caserío, por el pago de incentivos a cambio de su abandono a inquilinos con contratos blindados, o por la compra-venta de la propiedad. Una vez realizado este desplazamiento se revaloriza el preciado suelo, comúnmente residencial, a través de la rehabilitación del edificio, recalificado habitualmente como residencias de alto nivel, o la construcción de viviendas de nueva planta. A la expulsión progresiva de la población por los métodos mencionados se le une la incapacidad por parte de los desalojados o de jóvenes emancipados, originarios del barrio, de pagar una vivienda en éste, como consecuencia de la revalorización y el aumento del precio de la mercancía vivienda. Además del desplazamiento y la revalorización del suelo se perciben otros cambios comunes a este tipo de procesos, como la reducción de las tasas de ocupación de la vivienda (el número de habitantes por vivienda) y la densidad de población del barrio o área afectada. Asimismo, si en el barrio predominaba el alquiler, se dará una
progresiva transformación de la modalidad de ocupación en alquiler por la de ocupación en propiedad.4 [editar]El
debate teórico y la ética en torno a la gentrificación
La primera referencia a procesos de sustitución social en barrios obreros la encontramos en la Inglaterra industrial del siglo XIX (Engels 1865), sin embargo el proceso que actualmente nos ocupa es propio del capitalismo de la segunda mitad del siglo XX. Aunque la primera referencia del termino se atribuye a R. Glass en 1964, a propósito de un estudio sobre Londres, es M. Pacione (1990) quien define el concepto tal como lo entendemos hoy día. Pacione delimita la gentrificación a procesos en los que existe un desplazamiento de un grupo de habitantes por la introducción de otro, siendo la población original de clase baja en el momento de la revalorización. Establece tres fases para el proceso: una fase de abandono por las clases medias-altas, una fase de repoblación por parte de clases bajas y una fase de revitalización económica. Hacemos constar que aunque esta secuenciación se ajusta a gran parte de los casos, la primera fase podría se totalmente prescindible, ya que se refiere a un estado precapitalista del sector que no tiene por que darse necesariamente. Existen barrios gentrificados que nacen originalmente como barrios obreros en la etapa capitalista de la ciudad y que anteriormente correspondían a vacíos demográficos. El geógrafo David Ley, profesor de geografía en la universidad de la Columbia Británica (Canadá), presentó en 1978 el documento "Inner city resurgence units societal context" donde establece una teoría basada en la demanda. De esta forma la Gentrificación sería consecuencia de la reestructuración económica, socio-cultural y demográfica del espacio urbano. Los cambios en la estructura económica del capitalismo dan lugar a un nuevo grupo social auspiciado por el aumento de la importancia del sector servicios y de los trabajadores técnicos y o de cuello blanco con un mayor poder adquisitivo que la clásica clase obrera. Éste sería el sujeto, que podría materializarse en una nueva clase social, que puja por los espacios residenciales céntricos. La tendencia dentro de la investigación que establece Ley, basada principalmente en el consumo, tiene su principal debilidad en la poca importancia que se le da al papel de la oferta y de los promotores. La oferta sería en este caso una consecuencia directa de una demanda preexistente. Como respuesta a las propuestas de Ley surge otro enfoque conceptual propuesto por el también geógrafo Neil Smith, profesor y catedrático de geografía en la Rutgers University de New Brunswick (New Jersey).Smith centra
su atención en la producción del espacio gentrificable, despreciando el consumo como motor del proceso. Este autor defiende que el establecimiento de una teoría sobre la gentrificación debe incluir el estudio de la demanda y de la oferta, pero otorga prioridad a la oferta en su explicación, de modo que los factores económicos estructurales son los preponderantes. Los agentes que ejercen como motor de la gentrificación son aquellos con capacidad de influir en el mercado in mobiliario, instituciones de crédito, grandes promotores, etc. El punto central de la teoría de Smith reside en el «rent-gap» o «diferencia potencial del beneficio» obtenible mediante un uso más lucrativo del suelo. Este enfoque se inscribe dentro de la llamada teoría del ciclo de vida de los barrios, según la cual éstos experimentan las fases de crecimiento, declive y revitalización o renovación potenciales.5 Algunos estudiosos han venido a calificar el proceso de gentrificación como un fenómeno diverso y caótico, difícil de acotar6 y que puede tomar y ha tomado muchas formas. El barrio obrero puede transformarse en un barrio de clase alta, pero también en un barrio de clase media asociado a colectivos de gran significación cultural, con predominio de elementos de expresión artística, locales comerciales donde prima el diseño y ambiente bohemio. El barrio histórico degradado puede transformarse en un barrio histórico centrada su rehabilitación en su uso como reclamo turístico e incentivador, además de del sector inmobiliario, de la hostelería y el comercio asociado al turismo. Por otro lado tenemos el caso de la vieja zona industrial obrera que ha quedado anclada en el centro de la ciudad, con actividades productivas marginales y numerosos locales en estado de abandono que pasa a convertirse en zona residencial de clase alta. Estos tipos de gentrificación pueden aparecer de hecho combinados, sin embargo el autor de este texto cree que la separación no es real. En todos los casos a los que nos referimos como fenómeno de gentrificación, aunque haya presencia de antiguas industrias o un notable valor histórico del conjunto, el factor fundamental y común del proceso es la existencia de una población humilde desplazada por otra con un mayor nivel de renta, es decir, una invasión del espacio por parte de clases medias-altas y la sustitución de la población y en gran medida del caserío original, así como una revalorización de un suelo desvalorizado con anterioridad. El carácter histórico y la presencia de industria están indisolublemente asociados a los barrios obreros industriales desarrollados en las ciudades modernas entre el XIX y principios del XX, en el caso de Sevilla a partir de las
dos últimas décadas del siglo XIX. Barrios obreros que en un momento dado dejan de cumplir su función y van siendo abandonados y degradados. La gentrificación en estos casos supone el paso de la ciudad como soporte de la actividad productiva, a la ciudad como producción, como mercancía. Esta ciudad-mercancía responde en gran medida a la explotación turística, mediante el uso de la arquitectura, el patrimonio histórico, el diseño, el arte, etc. Es la economía urbana en auge, post-moderna y centrada en el sector financiero y de servicios, que encuentra como protagonista a una clase media con elevado nivel cultural y suficiente nivel de ingresos. Se trata por tanto de una sustitución de población y de actividad, de una población y actividad productiva en franco retroceso por otra en auge. El factor que les hace competir por el espacio es la situación de la población y la actividad en retroceso en un espacio céntrico de interés, de donde se pueden extraer grandes plusvalías a través de su puesta en valor. Es por tanto una dinámica del capitalismo que entra perfectamente en la lógica del libre mercado. No aceptamos la separación entre diferentes procesos de gentrificación, la gentrificación es un fenómeno complejo y que puede revestir diferentes formas, pero es delimitable y único en la medida en que es producido por dinámicas estructurales del capitalismo post-fordista y juega un papel fundamental en la reestructuración del espacio urbano consecuencia de la reestructuración productiva y social del capitalismo actual. [editar]Etapas
de la gentrificación
Concebimos el proceso de gentrificación en base a tres fases dentro del ciclo de vida de un sector urbano. Este ciclo de vida es el que han llevado los barrios industriales tradicionales de ciudades occidentales que se encuentran en desarrollo y expansión en el periodo posfordista. Algunos investigadores como M. Pacione o P.A. Redfern sitúan como primera etapa dentro del ciclo vital del barrio gentrificado una etapa de carácter preindustrial, en la que al no existir una segregación social del espacio el sector en cuestión estaría habitado tanto por clases altas, como por clases bajas precapitalistas (artesanos, servidumbre, etc.). Si bien esto se ajusta a la realidad de muchos casos, hemos considerado esta etapa como despreciable a la hora de establecer una teoría sobre la gentrificación, dado que un sector urbano gentrificable no ha tenido por que existir en la etapa preindustrial de la ciudad. Muchas de las villas obreras de cualquier ciudad industrial nacen como consecuencia de la industrialización que provoca el crecimiento de la ciudad y la aparición de la clase obrera, por lo
tanto en ningún momento han sido pobladas por clases altas, otras son arrabales extramuros donde nunca se han establecido burguesía o nobleza. Los autores citados se refieren a enclaves obreros, preferentemente los situados en las ciudades intramuros, que han sido habitados por clases altas en convivencia con otras clases incluso durante la consolidación de la zona como enclave obrero. El abandono del sector por parte de estas clases altas para desplazarse a los ensanches de la ciudad o a nuevos desarrollos de la misma más modernos, ha sido a menudo señalado como el inicio de la fase de abandono y desvalorización del barrio gentrificado. Esto puede ser cierto en algunos casos y cuestionable en otros, ya que consideramos que el abandono es producto del desplazamiento del capital inmobiliario hacia sectores nuevos de la ciudad, y no la consecuencia de las decisiones individuales de los burgueses. Esta hipótesis vendría apoyada por el hecho anteriormente descrito de que no todos los sectores gentrificables hayan tenido que acoger a las clases altas con carácter previo a su configuración obrera. En estos casos la salida de las clases altas del sector no sería sino la salida de los capitales inmobiliarios de los burgueses propietarios de edificios, sin que estos tengan que vivir necesariamente en la zona en cuestión. [editar]Nacimiento
La primera fase del ciclo vital que conduce un sector urbano a la gentrificación es su configuración como enclave obrero en la ciudad capitalista moderna. Los primeros enclaves industriales nacen comúnmente en la ciudad intramuros, dentro de la vieja ciudad precapitalista, dando lugar a su transformación y reestructuración, que dará lugar a su vez a la primera segregación social del espacio urbano. La industrialización crea una nueva configuración del centro urbano o de parte del mismo por la presencia de la masa obrera y de las actividades productivas, al mismo tiempo crea nuevos enclaves industriales que pueden surgir sobre arrabales antiguos de la ciudad o sobre vacíos demográficos y pone en valor nuevas zonas suburbanas hacia donde se desplazan las clases altas. La industrialización supone la atracción de grandes bolsas de inmigración provenientes de zonas rurales. De forma lógica los nuevos pobladores que vienen a trabajar en las industrias, situadas en el centro de la ciudad y en las zonas portuarias, se establecen en torno a éstas buscando la proximidad con el lugar de trabajo. La industrialización tiene consecuencias también para las clases propietarias, dado que cambia el medio urbano en el que están habituadas a vivir. Por una
parte la industrialización de las ciudades deteriora el medio ambiente, las masifica, crea problemas de insalubridad, etc.… además la m ultiplicación d e la clase obrera en estas zonas crea un efecto rechazo para burgueses y nobles. Por otro lado la revolución de los transportes (trenes, tranvías,…) permite en las ciudades modernas la expansión de la población privilegiada hacia la periferia, hacia la zona suburbana. La zona suburbana supone para la burguesía grandes espacios y tranquilidad, frente a la masificación y la insalubridad del centro moderno. Esto establece un modelo de división social espacial con la clase trabajadora en torno al centro de la ciudad y las clases altas en la zona suburbana. Por otro lado, en las ciudades modernas, comienzan a desarrollares fuertes fenómenos especulativos conforme la presión de la inmigración obrera y la demanda de alojamientos crece, la especulación y producción de la mercancía vivienda en las ciudades se convierte en un importante factor de acumulación del capital.7 El barrio obrero da lugar a un urbanismo y a una serie de relaciones sociales propias. Tipologías de vivienda, talleres, comercios y costumbres diferenciadas de los barrios burgueses. Algunas de sus características más importantes para el tema que nos ocupa es precisamente el tipo de vivienda, predominando en las ciudades andaluzas las viviendas colectivas en régimen de alquiler. [editar]Abandono
La segunda fase es la descapitalización y abandono del sector. Siguiendo a Smith, para la aparición de la «diferencia potencial de renta» que va a permitir las grandes plusvalías que produce la gentrificación y que son el principal motor del proceso, es necesario que exista una etapa de descapitalización y desvalorización de la zona que permita grandes diferencias entre el valor del suelo del sector degradado y el valor potencial que por su ubicación podría tener. Si el sector no sufriese una desvalorización y la puesta en valor del mismo se produjera de forma gradual, dentro de un contexto histórico diferente, la sustitución de la población no se produciría en tan alto grado ni en períodos tan reducidos. Esta desvalorización puede encontrar diferentes explicaciones. La principal de ellas es la descapitalización de la zona, tanto del mercado inmobiliario como de la producción industrial si la hubiese. A lo largo de un período que puede variar según el caso, el capital inmobiliario se desplaza desde el centro de la ciudad hacia los ensanches primero, hacia nuevos desarrollos de la ciudad y hacia la urbanización de carácter suburbano posteriormente. Los tiempos y los tipos de
ciudad producidas por el desplazamiento de este capital inmobiliario pueden variar según la ciudad, pero tienen en común la perdida de interés de los viejos barrios industriales y el redireccionamiento de la inversión hacia el crecimiento de la ciudad. A menudo se ha relacionado directamente la capitalización para la urbanización suburbana, con la descapitalización de los viejos centros industriales. Esto podría ser más adecuado a la realidad en el mundo anglosajón. En las ciudades españolas se habría dirigido primero la inversión a ensanches de diferente carácter, hacia el crecimiento mediante bloques de pisos de diferente calidad y finalmente al desarrollo de la urbanización propiamente suburbana en el caso de las clases altas.8 También tenemos que tener en cuenta la importancia del capital privado en el desarrollo de las grandes extensiones de polígonos y bloques que para las clases obreras se edifican a partir de los años cincuenta. La desinversión hará referencia al capital privado, dado que el capital publico, y dependiendo por supuesto de las distintas administraciones, o no habrá realizado grandes inversiones en una zona de este tipo, o estas desaparecerán de forma paralela a la desinversión privada. Por otro lado, mientras se descapitalizan los inmuebles, el viejo barrio obrero sufre una imparable decadencia fruto del devenir histórico. Por un lado la industria tenderá a desplazarse a zonas periféricas, a los polígonos industriales asignados por la planificación urbana a estos menesteres, donde las actividades productivas encontrarán grandes superficies de suelo con rentas muy bajas y todas las infraestructuras necesarias para su desarrollo. Otra ventaja que encontrarán en esta primera deslocalización será la situación privilegiada respecto de la red de transportes. Además el progresivo desarrollo de las comunicaciones y del transporte privado dejara de hacer necesario la ubicación de las industrias en las proximidades de su mano de obra. Al mismo tiempo una buena parte de los núcleos familiares que se creen en el sector getrificable, así como las nuevas familias obreras que migren hacia la ciudad irán desplazándose hacia los nuevos barrios obreros de bloques y polígonos, donde encontraran viviendas con mayor espacio, precios asequibles y la opción de compra en propiedad. Por último la degradación de la vivienda fruto de la desinversión provocará un efecto de rechazo sobre los habitantes del barrio, que si tienen disponibilidad económica tenderán a desplazarse a otras áreas de la ciudad. A medida que el deterioro del caserío avance, la ruina de este acabará expulsando de forma
irremediable a un cierto número de vecinos del sector, a partir de este momento el caserío estará disponible para ser gentrificado. A medida que avanza la decadencia del barrio obrero es común que se introduzcan elementos desclasados en la zona atraídos por las bajas rentas de suelo. Estos elementos desclasados pueden introducirse a lo largo de todo el proceso, aunque principalmente en esta fase, siempre que exista una porción del caserío degradado y que los propietarios estén dispuestos a alquilarlo (Ma Alba Sargatal, sobre el raval de Barcelona o León Vela sobre el sector san Luis alameda). Estos elementos podrían o bien tener poco efecto sobre el proceso, o bien, en el caso de elementos marginales del lumpen, contribuir al abandono del barrio aumentando el efecto de rechazo sobre otros pobladores. Cuando el deterioro de un edificio o de toda una área es suficientemente importante, se llega al punto en que la diferencia entre el beneficio obtenido de la explotación del suelo y el que se podría obtener potencialmente con un uso óptimo -a través de la inversión- es tan amplia que hace posible la gentrificación. Ésta la ”diferencia potencial de renta” de Smith y supone la generación de grandes rentas. [editar]Revalorización
Las pautas de localización de los grupos sociales cambian con el modelo de desarrollo. Tras la crisis estructural de los 70s, y la desestimación de la producción en cadena y la industria pesada como motor del sistema económico global, entramos en la era post-fordista en occidente. Los centros de las ciudades desarrolladas (desindustrializadas o que no han tenido una industrialización notable pero que convergen ahora en el Nuevo Modelo Económico) pasan a ser la principal baza para el desarrollo económico del sistema, esta vez como centros financieros y de servicios, nodos de comunicación con ciudades y empresas donde se realizan los negocios más rentables. La importancia de los servicios, el turismo y los activos inmobiliarios de las ciudades post-modernas tienden a dar un gran valor a la mercancía inmobiliaria, que se encarece más y más en los centros de las ciudades. El precio se convierte en un factor de rechazo para las clases bajas, mientras que la cercanía a los centros turísticos, culturales financieros y comerciales se convierte en un factor de atracción para las clases con mayor poder adquisitivo hacia el centro. Dentro de esta lógica los sectores gentrificables de la ciudad se revalorizan.
Las grandes cantidades de capital que circulan por el sector inmobiliario buscan oportunidades de inversión, y la recapitalización de sectores desvalorizados, al tiempo que centrales, de la ciudad pueden suponer las inversiones más rentables del mercado de suelo de una urbe dada. Smith relaciona las inversiones en centros degradados con la caída de la tasa de beneficios en las inversiones suburbanas. Coincide que este mercado ya ha sido explotado sobradamente, habiéndose ya materializado las mejores oportunidades de inversión, con un cambio en la valorización subjetiva del espacio por parte de las clases pudientes con elevado nivel cultural que se ven atraídas a los barrios de carácter histórico o a las proximidades de los centros financieros y de comunicaciones. En un momento dado las mejores oportunidades de inversión inmobiliaria en el interior de las ciudades no se encuentran en las zonas con los mayores precios del suelo, sino en aquellas con la mayor tasa de crecimiento potencia. Los sectores gentrificables pueden pasar de ser de las zonas con los precios del suelo más bajos de la ciudad a alcanzar las mayores cotizaciones, por lo que los beneficios se maximizan. Por tratarse de una inversión a medio plazo y por existir una gran competencia por adquirir estos suelos el mercado tenderá a concentrarse en los inversores más fuertes capaces de realizar las mayores inversiones y mantenerlas durante largos períodos para materializar los beneficios, lo que determina la importancia de las grandes compañías inmobiliarias y las entidades de crédito en el proceso. Es necesaria sin embargo la existencia de un primer detonante que atraiga las fuerzas del capital privado, a los promotores inmobiliarios, a los intermediarios y a las clases medias, no les es suficiente con que exista la posibilidad de la revalorización, a menudo es necesario un detonante que en el caso de muchas ciudades, por la debilidad del capital privado local, es la administración. Una vez iniciado el proceso, el efecto de contagio se encarga de expandirlo. La rehabilitación o reconstrucción es fundamental para adecuar las viviendas a un estándar elevado de vida. Las viviendas son demolidas casi o en su totalidad, pero estructuralmente todavía conservan su encanto, falseando el patrimonio o apoyándose en el paisaje del conjunto. Que el gentrificador compre la vivienda o la alquile no supone ninguna diferencia para el proceso.
[editar]Referencias 1. ↑ García Herera, L. M.: Elitizaci ón: Propuesta en español para el t érmino gentrificación, Biblio 3W. Revista Electrónica de Geograf ía y Ciencias Sociales. Barcelona, Vol. VI, n º 332, 5 de diciembre de 2001 Consulta:18-03-2010
2. ↑ El posfordismo y sus espacios 3. ↑ Catherine Bidou-Zahariansen (dir.), Daniel Hiernaux-Nicolas, Hélène Rivi ère d'Arc, Retours en ville, des processus de «gentrification» urbaine aux politiques de «revitalisation» des centres ,
Paris, Descartes et Cie, 2003, p. 268 (ver compte rendu de l'ouvrage en la revista Cybergéo)
4. ↑ Bataller, M. A. El estudio de la gentrificaci ón. Biblio3w. Revista bibliogr áfica de geograf ía y ciencias sociales, nº 228. Barcelona: Universidad de Barcelona, 2000
5. ↑ Smith, Neil (1979) Toward a theory of gentrification: a back to the city movement by capital, not people en el Journal of the American Planning Association vol. 45 pp-538-548 6. ↑ Smith, Neil, capítulo n.3 The chaos and complexity of Gentrification
7. ↑ Capel, H. (1983): Capitalismo y morfología urbana en España , Barcelona, Ed. Amelia Romero. p. 20 8. ↑ Capel, H.(1983): Capitalismo y morfología urbana en España , Barcelona, Ed. Amelia Romero
[editar]Bibliografía
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