PAR BIOMAGNÉTICO BIOMAGNÉTICO Y NUEVA MEDICINA GERMÁNICA
DEDICATORIA Al Dr Goiz, la humanidad se lo agradecerá AL Dr Ryke Geerd Hamer, donde el sufrimiento albergará siempre esperanza A José Jacobo, por su interés en transmitir esta enseñanza A Raquel Fernández, mi esposa, la cual honro por su paciencia y apoyo en mi profesión A mis hijas Laura y Leire, para que vivan en un mundo menos enfermo A Yolanda Fiochii, compañera inseparable, con su aliento todo es más fácil A todos los pacientes, sin ellos, esta tesina sería imposible
INDICE
1. PAR BIOMAGNÉTICO 1.1 BREVE RESEÑA DEL PAR BIOMAGNÉTICO 1.2 CONCEPTO DE ACIDEZ Y ALCALINIDAD 1.3 LLEGADA DE LA BIOENERGÉTICA 1.4 FISIOPATOLOGÍA DEL PH 1.5 PAR Y EQUILIBRIO DEL SISTEMA NERVIOSO VEGETATIVO 1.6 TEORÍA DE LA ECONOMÍA ENERGÉTICA 1.7 DIFERENCIA ENTRE EXPECTATIVA Y ESPERANZA 1.8 INTRODUCCIÓN A LOS POSTULADOS DEL DR. HAMER
2. LEYES DE LA MEDICINA GERMÁNICA o 2.1 PRIMERA LEY: LA IMPORTANCIA DE LOS CONFLICTOS BIOLÓGICOS 2.2 SEGUNDA LEY: CARÁCTER BIFÁSICO DE LA ENFERMEDAD 2.3 TERCERA LEY: EMBRIOLOGÍA Y LA ENFERMEDAD 2.4 RELACIÓN DEL CAMPO MAGNÉTICO Y LA EMBRIOLOGÍA 2.5 IMPORTANCIA DE LOS FOCOS DE HAMER CON EL PAR 2.6 LATERALIDAD CEREBRAL 2.7 CUARTA LEY: SISTEMA ONTOGENICO DE LAS ENFERMEDADES 2.8 QUINTA LEY: LA ENFERMEDAD COMO PARTE DE UN PROGRAMA 2.9 BIOLOGICO Y SENSATO DE LA NATURALEZA
3. C ONCLUSION
PAR BIOMAGNÉTICO Y NUEVA MEDICINA GERMÁNICA Atendiendo a los postulados del par biomagnético, esta tesis va dirigida a aquellos estudiantes del par de segundo nivel, allí dónde el paradigma de la bioenergética entra en juego. L a esencia de esta tesis es demostrar la existencia de factores emocionales como etiología del desorden del NEN. P ara ello, se expondrá el estudio en 2 partes: 1- la primera una Breve reseña sobre el par biomagnético. 2- la segunda, la íntima relación del par con el equilibrio del Sistema nervioso vegetativo y su relación con los conflictos biológicos establecidos por la nueva medicina germánica.
1 . PAR BIOMAGNÉTICO 1.1. Parte: breve reseña del par. Hace más de 5000 años, se describió en la Baghavat Guita el comportamiento de la dualidad, la diferencia entre acción y la reacción. El guerrero Arjuna se ve enfrentado a la decisión de la lucha entre dos poderes, para más tarde descubrir su verdadera misión, el equilibrio de las fuerzas y atender a la relación como un todo con e l universo. El biomagnetismo médico trabaja en este proceso dual, al impactar las cargas buscamos el equilibrio interior, lo que supone una salida de las leyes de la dualidad entrando en la unidad con la vida. Al igual que el guerrero Arjuna, los terapeutas biomagnéticos se enfrentan diariamente a este juego de la polaridad.
Según los principios del par biomagnético, todo lo que genera desorden ácido conlleva un desorden alcalino que lo soporta e inversamente también [1]. 1.2. Concepto de Acidez y alcalinidad: S e define como acidez el exceso de hidrogeniones que provoca un pH por debajo de 7 en la escala logarítmica. y la alcalinidad el pH por encima de 7. S egún los postulados del par biomagnético, tendremos una alteración del pH cuando al impactar un imán norte por encima de 1000 gauss en una zona ácida se produce un acortamiento de la pierna derecha. La esencia del par está en corregir esta zona ácida con una zona alcalina que la soporta impactando cargas de polaridad contraria. T oda zona alcalina es sustrato para que aparezcan bacterias y si se mantiene en el tiempo, aparecerán parásitos, por otro lado toda zona ácida es sustrato para que aparezcan virus y si se mantiene en el tiempo, los virus se multiplican y surgirán hongos. S i impactamos las cargas del imán sobre estas zonas, regulamos el pH de las áreas que están soportadas entre sí, y consiguiendo la desaparición de los patógenos, “y permite que los microorganismos y disfunciones glandulares pierdan su polarización patógena natural”. El objetivo del par es regular al cuerpo y permitir que se “lleven a cabo todos los procesos metabólicos celulares de los organismos humanos” dentro de una temperatura y un pH determinado. Este objetivo es el Nivel energético Normal llamado NEN:
La terapia del par biomagnético se basa en rastrear las zonas corporales mediante la aplicación de un imán norte, allí donde exista acidez tendremos el indicador: la pierna derecha sufre un acortamiento, buscando con un imán sur la zona que compensa dicha acidez. Al impactar las cargas, se ayuda al cuerpo para restablecer el equilibrio perdido. Lo sorprendente de la técnica es la facilidad de su uso, el bajo coste y los resultados clínicos. Debemos otorgar al Dr. Goiz una mención especial, por el desarrollo de su técnica con las implicaciones de ayuda a la humanidad que esto ha supuesto. Gracias. El primer par encontrado con este sistema, fue el par timo-recto, dando resultado a la curación inmediata del VIH. ¿Sorprendente? desde luego , pues solo se trata de cambiar la visión del paradigma actual de la medicina y aceptar otros postulados. Las zonas ácidas son caldo de cultivo de virus, y las alcalinas de bacterias. A medida que el cuerpo en aras de una búsqueda del equilibrio permite la aparición de una zona ácida, se da permiso a que aparezcan virus, y de igual manera para las bacterias en zona alcalina. Restableciendo el equilibrio, provocamos la desaparición de bacterias y virus. Realmente, en vez de desaparecer, estos habitantes de nuestro organismo retroceden filogenéticamente a formas pleomórficas simbióticas con el ser humano. Los estudios de diferentes autores, que siguieron a C. Bernard, sobre el concepto pleomórfico, atribuyen que las bacterias, así como los virus son formas que se encuentran en el cuerpo de una manera simbiótica. Pero en el momento que existen alteraciones del pH, y probablemente otro tipo de alteraciones (como toxicidad de metales pesados, mala alimentación, problemas emocionales, y un largo etc..) convierten a estas formas apatógenas en patógenas. C Bernard contradice así la tesis de Pasteur, afirmando que la labilidad del terreno del ser humano es el que permite la aparición de patógenos, no así como afirmaba Pasteur, que los patógenos vienen del exterior. Desde mi experiencia profesional, ambos tienen razón, pero es la eterna lucha entre el ego, la creencia y la búsqueda del éxito. Los médicos que tienen una visión vitalista de la enfermedad,
tenderán a los postulados de Bernard, todo lo que sea mejorar el terreno va a permitir el fluir de una energía vital que generará salud. No así como los seguidores de Pasteur, pensando que la bacteria está en el exterior y encuentra un sitio donde anidarse. Posiblemente tanto uno como otro tengan razón, pero la eterna discordia entre los médicos vitalistas, hipocráticos y los galenicistas. Esta lucha lleva más de 2000 años en el planeta. Por lo tanto se hace previsible la dificultad para llegar a un acuerdo¡¡ Pleomórfico o no, lo importante es que con la terapia del par, al restituir el pH, se recupera la zona y aparece el equilibrio. 1.3. La llegada de la bioenergética: La búsqueda incesante de la salud en el ser humano nos lleva a formular la siguiente pregunta: ¿Cómo se produce la alteración del pH? Los factores emocionales y ambientales son los que generan esta alteración. En la búsqueda del mecanismo fisiopatológico la ayuda de la bioenergética es definitiva. En este apartado, entramos dentro de otra fase de análisis, que surge a partir del momento en el que el Dr. Goiz llevó a cabo la curación a distancia de una paciente, enferma en Italia y tratada desde Méjico. El éxito de esta curación llevó al doctor a plantearse nuevas formas de tratamiento así como de gestión de la información. Como bien menciona el doctor Goiz en su sem inario del segundo nivel, con su delicadeza habitual: “señores, pregunten al ADN¡¡¡¡” así de sencillo y de brutal es la bioenergética médica. Solo hay que saber preguntar al ADN, el ADN de nuestro cuerpo está esperando a contestar todo lo que queramos saber. Entramos en otra era, la bioenergética médica, los tratamientos a distancia, las preguntas y las respuestas correctas… la investigación sencilla, rápida, sin interlocutores, el paciente, el terapeuta, una camilla y dos cerebros. E sta perspectiva del doctor tan elemental es la que le lleva a decir :”solo el 3 % de los presentes en el segundo nivel entienden de lo que se ha hablado realmente”. No es para menos. Desde el ADN aprendemos la realidad del sufrimiento humano. Desde el ADN descubrimos los mecanismos de enfermar, desde el ADN establecemos una conexión sincera y directa con la realidad humana. Todo se basa en saber preguntar. Y para preguntar hay que formarse. Cada uno, desde su perspectiva, en su orden interno, debe saber encontrar el camino hacia la verdad. El ADN solo es la realidad total, pero el terapeuta, desde su visión condiciona la realidad, la limita acotando por tanto la respuesta del paciente.
U no de los objetivos de este trabajo es abrir la puerta para que ampliemos nuestra capacidad de preguntar y así encontrar mayores respuestas allí donde está el bloqueo… la acidez, la alcalinidad o cualquier otra circunstancia a la que hagamos frente. N o es una obviedad decir que el límite está en uno mismo, la bioenergética nos lleva precisamente al encuentro con uno mismo, con nuestro propio concepto de la realidad puesto que ya no hay límite en si mismo. Solo es un campo de conciencia donde en función de lo que se quiera emitir se recibe una respuesta bien precisa. De ahí que sea tan importante hacer un trabajo de comprensión y estudio de los pares, de su relación con virus, bacterias, hongos y parásitos, de sus relaciones anatómicas, reológicas, para adquirir conciencia de la herramienta, incorporarla y poco a poco desarrollar otra magnitud en la curación. La actitud del terapeuta y su preparación es fundamental para el buen desarrollo de la terapia. Por ello, para una correcta práctica, nos parece indispensable recordar el ideario del terapeuta biomagnético, expuesto en el segundo nivel del par: 1. el conocimiento, 2. la confianza, 3. la intencionalidad, 4. la concentración, 5. la humildad, 6. pedir permiso, 7. curar al que lo solicite, 8. iniciar con la mente despejada de cualquier emotividad, 9. paciente concentrado en su enfermedad 10. eliminar el ruido externo 11. tener el objetivo primordial de la búsqueda de problemas orgánicos 12. hacer preguntar correctas y sencillas, con código binario 13. rastrear bilateralmente 1.4. Fisiopatología del pH: El empleo de la bioenergética llevo al estudi o de la fisiopatología del pH. El pH de las células se modifica en función de la combustión mitocondrial. El objetivo de toda célula es vivir, para ello es necesario oxígeno, que permite quemar los sustratos químicos para obtener calor y convertirlo en ATP. Sin entrar en el proceso de la bomba energética mitocondrial, cualquier alteración que bloquee la oxigenación celular altera la generación de energía. Como mecanismo de compensación, la célula sigue obteniendo energía y busca otras fórmulas frente a la isquemia, lo que origina estas vías metabólicas ácidos. P or ello, en los procesos de cáncer, el valor de la lactato deshidrogenasas LDH (enzima que disuelve el ácido láctico de las pentosas) es un marcador de enfermedad, la célula tumoral en desorden y multiplicación constante necesita energía, pero el riego sanguíneo es desordenado e
insuficiente y necesita quemar para mantenerse, generando ácido y provocando la clásica caquexia tumoral y triada constitucional, astenia, anorexia y pérdida de peso. La falta de oxigenación celular lleva a l acúmulo de hidrogeniones y la zona empieza a entrar en acidez, alterando el tercer espacio y permitiendo por tanto la aparición de virus patógenos. El mayor mecanismo de la oxigenación es la red vascul ar. Cualquier alteración en el árbol vascular nos adentra en fallos de combustión mitocondrial. La regulación del árbol vascular es esencial para mantener el mecanismo vivo. La muerte surge por falta de respiración. De hecho el mayor intercambio energético del ser humano se produce en los pulmones y no en el tracto digestivo. Los fenómenos de vasoconstricción y vasodilatación regidos por diferentes mecanismos son los que regulan el árbol vascular. (el mayor consumo de fármacos a nivel mundial está en regular este árbol con las estatinas y anti hipertensivos). La regulación de estos fenómenos se produce a nivel del Sistema nervioso vegetativo, mediante un sistema de glomus esparcidos por todo el árbol vascular dando señales a nivel central, a nivel hipotalámico, donde se regula y se emite vía sistema nervioso autónomo el equilibrio entre el simpático y parasimpático. Cualquier alteración en este mecanismo ejerce efectos nocivos sobre la oxigenación celular y altera por consiguiente el pH. De ahí la importancia de cualquier proceso que implique relajación en el sistema ya que conseguirá una mejor oxigenación celular. El par Cervical Lumbar, regulador de este sistema es fundamental. La regulación del SNV se produce a nivel central por diferentes neuropéptidos. Invitamos al lector a su búsqueda bioenergética y los pares correspondientes a estos procesos de regulación. 1.5. Par y equilibrio del sistema nervioso vegetativo: El SNV tiene su sede central en el tallo cerebral, de donde surgen los diferentes pares craneales para ordenar toda la función vegetal del organismo. la zona del tallo, tiene una función puramente vegetal, de respirar, nutrir y reproducir. Esta zona cerebral, está a su vez controlada por un cerebro más evolucionado, que se produjo en el salto de la filogénesis, cuand o el pez empezó a ser reptil. Y por tanto necesitó una coraza para mantener el calor corporal. Surgiendo así el mesodermo cerebeloso, con la función de ejercer de coraza protectora. El acueducto de Silvio contiene toda esa información filogenética entramos en el mesencéfalo, donde las reacciones emocionales, no integradas afectan tanto, y tiene como función ejercer el movimiento. Aquí reside el circuito de P apez del sistema límbico, reside la amígdala cerebral y los procesos emocionales más instintivos relativos a reacciones de ataque o huida. De todo esto se deduce la existencia de un control del SNV (endodérmico) a través de una zona cerebral (límbica) que es puramente emocional.
En otros de los momentos de gran evolución de la especie, el cereb ro atravesando los agujeros de Monro se adentró en los ventrículos laterales, surgiendo así el ectodermo, dando como resultado la aparición de la razón, la lógica, la voluntad, la intuición y el control sobre el resto de sistemas nerviosos, allí donde reside la función de la territorialidad, sexualidad, identidad Es la parte más evolucionada del cerebro, la zona ectodérmica. Allí donde pasamos de la corteza amigdalar instintiva y condicionada por su pasado a través de la corteza fronto orbitaria a la frontal, se mira al futuro para crear un mundo de ideas y no de ignorancia basada en la subsistencia. Por ello, el dr Goiz así como la esencia de la sabiduría tibetana refieren que “ la enfermedad del ser humano es la ignorancia ”. En la escala filogenética sería el corte de la corteza fronto orbitaria. 1.6. Teoría de la economía energética: E l organismo tiende a la economía energética, delega en los cerebros endodérmicos y mesodérmicos las funciones más vegetativas e instintivas. Aunque el cerebro de orden superior, en algún momento puede recuperar este control a su voluntad. La actitud de relajación, centrar la atención en la respiración son curativas en si mismas. Y esto se produce gracias a procesos de conciencia superior, donde la voluntad se pone a servicio de la salud. 1.7 . Diferencia entre expectativa y esperanza: Cuando se limita la expectativa de curación de un ser humano, es porque a nivel basal hay una profunda alteración, es porque a nivel físico existe una enfermedad de base, dónde la medicina convencional presupone un diagnóstico con un tratam iento específico. Pero qué derecho tenemos a limitar la conciencia, o la búsqueda de una salida de orden superior, fuera de esta visión? Cuántas veces tenemos pacientes desahuciados que acuden a las consultas del par y van recuperando su salud? Porque aparte de la realidad conceptual del par, existe otra realidad que es la esperanza en una curación superior. Y esa esperanza es la seña de identidad del paciente. Todos nos tenemos que morir, pero al menos con esperanza, buscando salida y sabiendo que la realidad impuesta por la enfermedad solo corresponde a una parte del cuerpo, no a su totalidad . Hipócrates, en sus postulados, menciona en el arte de curar: “atender a lo que es curable”, de esta manera centramos la actitud terapéutica en lo curable y luego del resto esperar que a que el cuerpo se vaya curando. Siempre se puede hacer algo, siempre se puede aliviar algo de sufrimiento al ser humano, pero no se debe limitar la salud solo por un diagnóstico. Aunque solo sea mejorar la oxigenación celular con mecanismos de relajación, o rastreando el cuerpo con los pares para mejorar el equilibrio. Ojalá no perdamos la capacidad de sorprendernos nunca en este arte de curar, y de este modo no limitar al paciente con nuestras propias limitaciones. El riesgo está en la difícil línea entre la esperanza y la expectativa. La esperanza se centra en uno mismo, en su propia curación, la expectativa se centra en el otro. Toda curación se basa en la reversibilidad del tratamiento. Como médico o terapeuta, debemos afrontar la curación restableciendo el equilibrio del organismo allí donde surge el
desorden, y el paciente atender a sus propios principios para curarse. La acción curativa está mediada por tantos factores, tantos parámetros como seres humanos hay en el mundo, cada uno debe encontrar su propio camino de curación para restablecer la conexión con uno mismo. El resto de profesionales de la salud debemos alentar este encuentro, al nivel que podamos, sin falsas expectativas, con dedicació n atendiendo a lo curable. La reversibilidad es el intercambio de confianza mutua. 1.8. Introducción a los postulados de Hamer: La regulación de todos los sistemas neuronales es fundamental para el restablecimiento de la salud. La alteración de esta regulación afecta directamente a cualquier órgano o zona corporal. Las circunstancias espacio temporales, las vivencias de cada persona, los sistemas de creenci as, las alegrías, las tristezas... influyen directamente en el modo de operar del sistema neuronal. Diversos autores han referido este hecho, de cómo los trastornos emocionales afectan al cuerpo. Los impactos emocionales afectan al cuerpo, un susto, origina una erección de los folículos pilosos, y a veces sudoración. Nuestro cuerpo está sometido constantemente a factores externos. la relación entre estos factores, de cómo el cerebro los ordena y como el cuerpo los padece es estudiada por una multitud de autores, pero entre ellos, el más llamativo por la manifestación de sus afirmaciones es el Dr. Hamer. Los postulados de este médico establecen que existe una íntima relación entre el soma cuerpo, la red neural (cerebro) y los impactos psíquicos. L a propuesta de este trabajo es la siguiente: D emostrar cómo se puede trabajar con los principios de Dr Hamer, la red vascular y el par biomagnético. De este modo fortaleceremos al individuo, para que no llegue a enfermar y si enferma generar esperanza que no expectativa. Cuanta más información se tenga sobre el proceso de la enfermeda d, sobre la terapia aplicada, más seguridad y confianza del médico o terapeuta en su quehacer cotidiano y más ayuda a lo curable para restablecer la salud. La energía de la curación basada en la intención es curativa por sí misma, pero si esta energía está cimentada en postulados sólidos, que se puedan demostrar en consulta, fácilmente repetibles, entonces el proceso de curación avanza con mayor velocidad.
2. LEYES Y PRINCIPIOS DE LA NUEVA MEDICINA : A tendiendo a los postulados del doctor Hamer, en honra a su trabajo y gran disciplina, me limito en este apartado a enunciar brevemente los conceptos principales de sus estudios, incluyendo en ella la teoría del par biomagnético en su disciplina bioenergética. S on 5 leyes que nos describen el proceso psicobiológico, sensato y adaptativo de todo ser humano en cualquier enfermedad. Realmente es un descubrimiento sorprendente, menospreciado por la comunidad científica, pero avalado por aquellos que tenemos clínica de pacientes en nuestras espaldas, y en el día a día podemos comprobar cómo estos postulados no se escapan de la realidad humana. C ada ley nos revela la maniobra inteligente y adaptativa del ser humano, que buscando superar un shock, un stress superior a su quehacer cotidiano, necesita meter todos sus recursos para salir adelante. al igual que la ley de Frank Starling en la insuficiencia cardiaca, donde el corazón bombea con una resistencia óptima, si superamos dicha resistencia el corazón empieza a fallar y entra en insuficiencia por exceso de mecanismo adaptativo, en cualquier situación de stress, el ser humano puede ir en contra de la propia salud por exceso de adaptación. L a enfermedad se produce de un modo inteligente y adaptativo, para superar un proceso de conflicto que sigue unas leyes y principios bien determinados. Es en este proceso de adaptación del shock donde intervienen todas las disciplinas médicas y paralelas, desde el par hasta la homeopatía, para ayudar a ese cuerpo en estado postconflictual que somatiza el shock. 2.1. Primera ley: 1 ley: todo conflicto emocional, vivido en aislamiento, cogido a contrapie, donde existe la creencia de no salida, genera un shock altamente traumático con una alteración de despolarización electromagnética visible en un TAC cerebral sin contraste. La alteración electromagnética es la antesala del desorden celular, se transmite por vía glial y produce una desporalización en la zona somática correspondiente. Con respecto a la visión del par, este shock es una de las etiologías de la alteración del pH. Este Shock, Hamer lo llamó DHS (síndrome de Dick Hamer), en honor a su hijo Dirk, fallecido traumáticamente por un asesinato, que generó en el propio Hamer un conflicto con somatización en testículo (por pérdida de un ser querido). L os conflictos por tanto aparecen señalados en cualquier scanner, porque cualquier ser humano ha vivido estados conflictuales a lo largo de su vida, lo que ocurre es que a medida que avanza la vida, la salud, la resistencia a la enfermedad es menor, y la somatización mayor, por ello, consideramos que cualquier terapia que ayude a mejorar el terreno, el estado de simbiosis bacteriana, colabora a
una menor somatización conflictual. L as circunstancias conflictuales deben ser bien registradas en la historia biográfica del paciente, para poder atribuir una relación causa efecto con la enfermedad. E n aquellos pacientes, donde esta relación quede establecida, el miedo, la desesperación surge de inmediato, al ver que no pueden controlar la enfermedad ya que dependen de estados emocionales. Como salida a esta respuesta, este conocimiento altamente traumático en si mismo del propio mecanismo de enfermar, debemos alertar del proceso fisiológico, y no patológico de la enfermedad, que solo actúa como mecanismo de somatización. L a enfermedad es por tanto un proceso adaptativo, con sentido biológico de la naturaleza. Por tanto, en el fondo no enfermamos, solo somatizamos conflictos. Cuando el paciente toma conciencia de este proceso, inexorablemente entra en un profundo respeto de las leyes naturales, deja pasar la somatización y se restablece la salud. Durante nuestra vida, vivimos procesos difíciles, shock diarios, pero aquellos que llegan a entrar en la categoría de esta primera ley, solo son aquellos que cumplan los requisitos de; A ltamente traumático : se define como una dificultad del quehacer cotidiano que afecte en una manera sustancial al ser humano, y cada ser humano puede vivir un shock de una manera totalmente difere nte. La muerte de un animal de compañía puede ser normal en un contexto, y altamente traumática en otro. De ahí la importancia del contacto con el paciente, para que nos ayude a elaborar su proceso conflictual. La individualidad de cada humano es vital en este proceso de enfermar, el respeto a su integridad, a su modo de vida, a sus conceptos desde lo más espiritual a lo más terrenal se ven quebrados por este estado. El respeto por parte del terapeuta o médico es de vital importancia para entender mejor la vivencia traumática. Y por supuesto, estar atentos a cualquier sorpresa, porque aunque tengamos las tablas de la relación de las enfermedades con los conflictos, siempre existen pacientes que nos sorprenden. La búsqueda del clínico, del médico de manos calientes (como señala Hamer), debe alentar la escucha del ser humano y no desplegar su autarquía conceptual, impropia de cualquier terapia, pero tan común en nuestra clínica. L a concepción de altamente traumático depende totalmente de lo que el paciente considere como traumático. V ivido en aislamiento : el proceso del shock, se vive en soledad. Esta es una característica fundamental en el proceso. El aislamiento, la soledad, son circunstancias muy socorridas cuando hay un proceso conflictual. Muchos investigadores avalan este aspecto desde un punto de vista psicológico, donde hay más probabilidad de padecer cáncer en aquellos pacientes que han tenido sensación de soledad en la vida. La soled ad es inherente al ser humano. Las vivencias en nuestros pensamientos, el modo de entendernos, son aspectos que nos hacen únicos los unos de los otros. Pero en esa unicidad individual, si nos aislamos demasiado entramos en riesgo. Hamer solía comentar que para evitar
cualquier enfermedad, sobre todo el cáncer, lo mejor es tener un buen amigo cerca, alguien que te pueda escuchar, atender, asesorar, comprender, identificar la angustia y sacar provecho del proceso. Pero no siempre encontramos ese consuelo tan cerca, o en el momento debido, por ello se manifiesta el shock. Cogido a contrapié: es decir, u n shock totalmente inesperado. Algo que no tenga ningún tipo de expectativa de que ocurra. A veces, aunque tengamos la expectativa de que pueda ocurrir algo traumático, no nos podemos creer que esto haya ocurrido y es igual de sorprendente. En este apartado, atendemos profundamente a la imaginación simbólica, individual e intransferible de cada ser humano. La sorpresa depende del lenguaje intrapsíquico adquirido por el humano durante el desarrollo de su vida, lo que se denomina por sistema de creencias y por ello la sorpresa afecta de manera desigual. A este respecto, estudios sobre la experiencia temprana del recién nacido nos alertan que el temperamento (esa cualidad inexplicable de cada humano) es el que genera el exceso o defecto de llanto frente a una separación con la madre. La cualidad de nuestro sistema de creencias tiene como base el temperamento y anida en toda la corteza amigdalar. Los reflejos condicionados de la infancia, atemperados por nuestra propia riqueza personal, nos individualiza y nos enriquece como humanos, y nos hace vivir la misma situación pero con secuelas distintas. Por ello, no se puede tratar a dos pacientes igual, cada uno tiene su individualidad, el arte de curar reside en percibir esa individualidad, alentarla y formar una seguridad plástica psíquica. D onde crees que no hay salida: de nuevo la riqueza individual se plasma en este proceso de creencia en la no salida. La situación de DHS se basa en la creencia que no hay salida, que no puedo hacer na da con lo que me está pasando. Los sistemas de creencias son amplios, pero la situación ejercida por los médicos en los últimos tiempos fomentan esta creencia de no salida en toda su amplitud. Existe un cortocircuito basado en la falta de apertura a otras terapias por parte del sistema médico convencional que acaba rá cayendo por su propio peso. El arte de curar no se puede trasladar a un conocimiento basado exclusivamente en la bioquímica, sin admitir cualquier otra propuesta. Se refuerzan en estudios científicos que ratifican su sistema, pero todo sistema tiene unos límites. El aprendizaje del par, así como sus resultados clínicos demuestran que allí donde no hay salida desde el punto de vista médico, si existe desde el punto de vista biomagnético. Pero esto no significa que la propuesta del Dr . Goiz cubra todas las necesidades de curar al ser humano, simplemente amplían la propuesta médica. Da una salida, que a veces puede ser curativa. Aún así no hay peor situación desde el punto de vista médico que verse sin armas frent e al conflicto de un paciente. Desde no puedo hacer nada, hasta no asumir una pérdida afectiva, hasta que un amigo te traicionó. D esde el punto de vista conceptual, la mera expresión de no hay salida implica en si mismo el hecho de que hay salida, porque en caso contrario seríamos incapaces de pensar en salida. Lo importante es objetivar el pensamiento en salida, luego que sea no o sí, depende del campo informacional de las creencias.
Como ejemplo dramático de un shock, tenemos el m omento del diagnóstico médico. Cuando un médico emite un diagnóstico sobre un paciente, sobre todo en el tema del cáncer, el paciente lo suele vivir traumáticamente, y lo que estaba en proceso de curación (luego entenderemos este principio) se suma otro shock, que suele ser el miedo a la muerte, con la consiguiente metástasis pulmonar unos meses más tarde.
E jemplo clínico : Un paciente que acude a la consulta por glioma, de bajo grado, sin alteraciones y en revisión desde hace 5 años sin ninguna clínica. Se colocan los pares, se habla con el paciente, se elabora una respuesta y vamos trabajando en ello. En una revisión rutinaria, el paciente que acude anualmente al centro médico para hacer un TAC cerebral, le emiten el diagnóstico que ha aumentado el tamaño del tumor. Acude el paciente a mi consulta, alarmado por el cambio producido, verificamos los datos con el par, aquello estaba igual, y en la misma consulta llaman al paciente para advertirle que se habían equivocado de TAC cerebral y todo seguía igual. Para mí, como médico, y basado en el conocimiento de las leyes de Hamer, el mal ya estaba hecho, puesto que el paciente delegó su confianza en el TAC, y en el médico lector. S emanas más tarde, el paciente que en estos 5 años no había realizado ninguna crisis epiléptica, empieza con diferentes crisis, se repite el TAC y todo sigue igual. Pero meses mas tarde el tumor da señales de cambio y empieza a aumentar. El efecto nocivo del falso diagnóstico reactivó el conflicto y lo demás era observar el proceso. A pesar de tener el conocimiento, aplicarlo, hablarlo, no estamos por encima de las leyes naturales y hay que ayudar, concienciar y comprender la realidad humana que siempre supera la ficción.
esumiendo en esta primera ley, vemos que todo conflicto altamente traumático vivido en aislamiento y con la creencia que no hay salida desencadena un shock psíquico, con alteración electromagnética en el cerebro y repercusiones en el cuerpo o soma. de ahí la ya conocida triada de Hamer, psique, cerebro soma. L a relación del par biomagnético con esta primera ley queda establecida en la despolarización cerebral. Esta pérdida del ritmo vital genera una descarga eléctrica con desorden y lleva la zona afectada a una simpaticotonía, con pérdida de vascularización por vasoconstricción, isquemia, y acidez metabólica local. l proceso del DHS a nivel cerebral tiene dos fases, una donde el conflicto está activo, y se ve en el TAC una imagen en anillo, y otra fase de post conflicto, donde ésta zona alterada se rellena de agua, y se dislumbra un ligero edema que a veces se cicatriza (es lo que se denomina tumor cerebral) o se reabsorbe totalmente. El carácter bifásico de la enfermedad se enunciará en la segunda ley de HAMER. 2.2. Segunda ley: el carácter bifásico de la enfermedad La segunda ley de los postulados de Hamer es fundamental para el entendimiento de la conexión
existente entre la psique el cerebro y el soma cuerpo. Nos ofrece la comprensión evolutiva del modo de enfermar a nivel fisiológico. Esta segunda ley nos habla del carácter bifásico de las enfermedades, que representan solución a los conflictos. Toda enfermedad está mediada por un shock altamente traumático, vivido en aislamiento y con la creencia que no hay salida. Cuando se establece el shock, aparece en el Tac cerebral un foco DHS y este shock cursa con dos fases: La primera de simpaticotonía o fase fría de la enfermedad que acompaña al conflicto activo, cuando la persona solo está pensando en su conflicto, su vida, su psique, su trauma es de tal envergadura que no puede desplazarlo de la mente, vive y piensa para el conflicto, encima sin salida, no piensa en otra cosa, está como un perro hambriento que tiene hambre, solo piensa en comer, o en asumir una pérdida afectiva etc... L a clínica de esta fase simpaticotónica produce una alteración en el SNV mediada sobre todo por el nervio vago, maestro del SNV, con la clínica: “conflicto activo de máximo stress, el paciente piensa de día y de noche cómo resolverlo, no duerme y si lo hace es solo la primera mitad de la noche, adelgaza, no tiene apetito, vasoconstricción, manos y pies fríos, alteración de la tensión arterial”. Lo más importante es la correlación de la importancia simpaticotónica con la alteración metabólica que se produce en el pH. Toda alteración simpaticotónica produce una vasoconstricción periférica, con pérdida de oxigenación celular porque los hematíes aumentan el flujo en las arteriolas distales y se produce una falta de oxigenación celular. Esto lleva a la célula a vivir en una isquemia temporal, dando lugar a una pérdida del metabolismo energético. Y aumenta la descomposición de metabolitos ácidos para obtener más energía. Esta acidez por hipersimpaticotonía versus vasoconstricción genera una zona de acidez por deshechos metabólicos, sustrato esencial para la aparición de virus patógenos de este modo, vemos la correlación exacta entre el par biomagnético y los principios de Hamer. Durante esta fase, la persona solo está pensando en su conflicto, duerme con dificultad, tiene frío por la noche, algún temblor inespecífico. En función de la zona embriológica afectada, veremos como es de vital importancia resolver el conflicto a nivel emocional, hablar de ello. Sobre todo para los tumores que son de origen endodérmico, ya que durante el conflicto activo producen crecimiento en las células, pensando que multiplicándose van a superar antes el conflicto. Esto ocurre en los adenocarcinomas de pulmón, donde el conflicto de miedo a la muerte el cuerpo lo entiende como “me quedo sin aire” y la orden establece multiplicar los alveolos.. total, cáncer de pulmón. Lo interesante de descubrir esta fase en el paciente, es comprender la necesidad de tratar la situación, tanto a nivel emocional, como clínica. Cuanto mayor sea el conflicto vivido, más síntomas aparecen, por ello es de vital importancia sostener la situación y poco a poco dejar que el conflicto pase a la segunda fase. De todas formas, el cuerpo no suele aguantar esta fase más de 6 meses, y se adentra en la segunda de manera fisiológica. Si el proceso ha sido grave y se alarga en el tiempo, la resolución conllevará la
muerte, puesto que el cuerpo no ha podido resolver lo que se tuvo que hacer con una conciencia superior. A mayor gravedad, mayor síntomas, en el ejemplo del cáncer de pulmón, a la inversa también, a menor gravedad, menos síntomas. Si el miedo a la muerte se vive sin mucho dramatismo, y además tenemos un terreno sano, sin patógenos, con un pH regulado, en vez de tener un cáncer de pulmón tendremos una simple bronquitis. La mejora de la clínica en un proceso simpaticotónico depende de la gravedad del conflicto así como del terreno del paciente. En este aspecto es importante subrayar la importancia del concepto del terreno. Aspecto fundamental en la medicina natural, donde se supone que el cuerpo va pereciendo salud por intoxicación crónica del cuerpo. La alimentación, la regulación de los ciclos sueño vigilia, así como la capacidad de expulsar los tóxicos (por las heces, sudor, orina y flemas) son los elementos a tener en cuenta. El par biomagnético juega un papel fundamental en este aspecto, al ser una terapia basada en la regulación mejora el funcionamiento del cuerpo y su terreno también. Si además, eliminamos la proliferación de bacterias relacionadas activamente con los procesos tumorales (véase Lepra en el fenómeno tumoral) quitamos el factor de malignidad, de este modo en la fase simpática solo tendremos una simple bronquitis y no un tumor pulmonar. Fase parasimpática. La persona se relaja. Ha resuelto el conflicto, ya no lo tiene activo en la mente, se encuentra mucho mejor, más tranquila, empieza a dormir, algún sudor nocturno, come mejor. Se siente cansada, tiene fiebre y algún dolor de cabeza, duerme bien, pero se levanta a las 3 de la mañana, vasos periféricos dilatados, manos y pies calientes, tensión arterial baja y suele dormir solo cuando comienza el día, suele ser la etapa donde el paciente argumenta: me encontraba tan bien,... y ahora tengo un tumor. Desgraciadamente en esta segunda fase de relajación, después del shock, se manifiesta unos síntomas que los médicos suelen llamar tumor sobre todo si se afecta la zona embriológica mesodérmica y ectodérmica. Lo dramático es que el proceso de reconstrucción en la zona anteriormente ulcerada por el conflicto activo, debe rellenarse de tejido, y ese tejido de relleno, ese mesénquima suele ser la base histo lógica de la génesis tumoral. Por ejemplo, en un carcinoma de vejiga, en la fase simpática aparece una ulcera, pero en la fase parasimpatica se rellena, y lo llaman carcinoma de vejiga, que se diagnostica tras un sangrado y hematuria. El paciente acude al médico porque sangra y en vez de anunciarle su fase de resolución conflictual le alarma con la desdicha de un cáncer, diagnóstico realizado en función del sistema de valores del médico, en aras de una biopsia podría sostenerse, pero porqué no ampliar el conocimiento, profundizar en la historia del paciente y atender a su proceso conflictual, tratarle pero sin alertarle de una enfermedad tan grave, solo de un proceso biológico sensato de la naturaleza. Se propone ampliar el mecanismo de curación, no solo a medidas de quimioterapia, cirugía o radioterapia, si no a otros terrenos de la conciencia superior, como el terreno, uso del par y de otras terapias. En los conflictos referidos a endodermo, en esta fase se produce necrosis de la zona, y muerte celular, por ello a veces los procesos endodérmicos se resuelven solos tienen mejor cura a nivel
fisiopatológico. La fase parasimpática, consta a su vez de tres fases que se detallan a continuación: primera parte, fase exudativa, se produce una extravasación de líquido, de suero. Al parecer, el interés de rellenar la zona con líquido es para mejorar la permeabilidad de las membranas y nutrir de elementos vitales para la vida (oligoelementos, minerales, agua.. etc.) se produce un fenómeno de reconstrucción mesenquimatosa. Los patrones de organización celular intervienen en este periodo, y si el terreno está bien abonado la reconstrucción será ordenante. Por ello, todo lo que genere orden, con los pares, con la alimentación, regular las vitaminas, minerales, permitirá que el campo mesenquimatoso se recupere más y mejor. En este aspecto intervienen activamente las leyes del caos, donde después de vivir un profundo desorden en la fase simpática, tendremos una fase parasimpática caótica, pero que tiende a la reconstrucción. El ejemplo del edema que se produce, es parecido a la lesión que padecemos cuando nos damos un golpe, y acto seguido después del dolor, tenemos calor e inflamación. Es un ejemplo de la fase caliente parasimpática de las enfermedades. Pero si durante la reconstrucción exudativa existe un terreno lábil, una presencia de bacterias altamente patógenas, al cuerpo le costará más limpiar y entrar en la autorregulación. por ello, cuando con el par encontramos un exudado, si además estamos en fase parasimpática es fundamental regular la zona y ayudar al cuerpo a eliminarlo para pasar a la 2 parte del proceso, la fase cicatricial. La fase cicatricial: En esta fase el dolor es necesario para que el cuerpo se mantenga en el aquietamiento, ya que necesita reposo y no moverse. La expresión del dolor es una llamada pero desafortunadamente, es el dolor el que alerta que algo va mal. Por ende, el paciente acude al médico, que en aras de buscar la causa del dolor acaba diagnosticando de un cáncer, cuando en el fondo es el final de un proceso fisiológico sensato y adaptativo de la naturaleza. Lo más frecuente es el cáncer ductal de mama, tumor de origen ectodérmico, con crecimiento celular en fase de resolución conflictual, y si además duele la mama, el miedo, el desconocimiento, el terror se adueña del individuo y entra en una espiral de difícil solución. Este proceso de no retorno, Hamer lo llamo circulo vicioso, es lo que suele ocurrir cuando se diagnóstica de cáncer. La palabra en sí misma produce otro conflicto, por ello, la mayoría de los tumores tienen metástasis en pulmón, donde el conflicto es el de miedo a la muerte. Lo más llamativo del proceso de la enfermedad, de estas dos fases, es comprender la verdad de la naturaleza y como se rige por principios de una lógica total. Pero, el desconocimiento nos hace partícipes de la ignorancia, principal causa de enfermedad humana. Qué bien harían los médicos, si en sus manos tuvieran este conocimiento, y en vez de diagnosticar tumores, se limitarían a certificar procesos de resolución conflictual, de ese modo entender mejor la enfermedad, su proceso y su curación. A veces, es necesario tratar con métodos agresivos, como cirugía o quimioterapia, porque el proceso conflictual es tan costoso que la vida está en juego, pero si ampliásemos este conocimiento de las enfermedades bifásicas, sabríamos perfectamente cuando actuar, y no matar hormigas a cañonazos.
Por ello, si alguien entiende la verdad y el sentir de estas palabras, seguro que la humanidad mejoraría a pasos agigantados, porque dejaríamos de luchar contra enfermedades, para entenderlas como procesos naturales... que debemos tratar siempre, pero no en forma estadística, si no en forma individual, comprensiva, acercándonos al sufrimiento humano. Fase cicatricial : T enemos aquí la reconstrucción del tejido totalmente. Ya hemos vivido la llegada de sustrato en forma de líquido, y ahora entramos en la regeneración. Habitualmente se debe producir sin problema, porque el cuerpo tiende a la regulación por si mismo. Suele ocurrir que quede alguna secuela en forma de cicatriz, o de callo óseo, y durante este proceso se va reduciendo el dolor aparecido en la fase exudativa parasimpática. Clínicamente, se produce una expulsión de líquidos mediante sudoración nocturna y mucha orina. El tratamiento con el par en esta fase es fundamental, el spin de los imanes regula la reconstrucción de los tejidos en forma ordenante, y además evita la aparición de microorganismos patógenos. La crisis epileptoide: durante la fase parasimpática, entre la parte exudativa y la cicatricial, tenemos un riesgo vital llamado crisis epileptoide: es el punto de inversión de la fase edematosa, anuncia el final del edema. Se produce la reabsorción de este líquido generando una simpaticotonía aguda en plena fase parasimpá tica, con sudor frío nocturno. La duración es breve pero intensa, y debemos acompañarla con métodos terapéuticos, a veces incluso dando cortisona para acelerar aun más su resolución. E n función de donde se localice el foco DHS tendremos crisis epileptoides distintas, en la zona cortical serán a modo de convulsiones, si afecta la región insular será infarto de miocardio, si es en zona endodérmica referente a hígado tendremos inflamación hepática... realmente es una breve fase de retorno al inicio de la contrarregulación, es una recapitulación acelerada del proceso conflictual, para que el cuerpo repase de un modo acelerado la vivencia conflictual de nuevo. S ería lo que los psicólogos denominan inundación, nos inundamos del conflicto para cansarnos de él. De hecho cuanto más intensamente experimenta esta crisis, mayores sus posibilidades de sobrevivir, ya que el cuerpo resetea todo el conflicto. El riesgo de esta crisis, que indica el final de la salida del edema, y paso a fase cicatricial depende de la duración del proceso conflictual. Si se permanece en estado de shock más de 9 meses, la muerte es inminente, según los postulados del Dr. Hamer. Por ello, a veces es mejor que no se resuelvan los conflictos, y mantenerlos en balance, regular el terreno y vivir. Esto se produce cuando tenemos muchos conflictos activos a la vez, al cuerpo no le da tiempo para ir resolviendo, y los deja en suspenso. Desde el par biomagnético, se comprueba en la consulta la existencia permanente de este riesgo, por ello, solo rastrear y acompañar al proceso sin intervenir suele ser la mejor terapia. 2.3. Tercera ley : Embriología y enfermedad:
En esta tercera ley es donde Hamer empieza a estudiar la embriología. Se trata de la clasificación histológica en base a la historia evolutiva , la embriología. Relación del campo magnético con la embriología: Nos adentramos en un breve repaso de la formación de un ser humano. El proceso de creación del producto (así lo llama nuestro mentor el Dr Goiz) es una pura manifestación ordenante soportada a campos electromagnéticos. Desde la llegada del espermatozoide, que se atrae por polaridad contraria al óvulo (en el tratado de pribios o enzimas vivientes se resalta este hecho), hasta la nidación del ovocito en el útero, todo depende de la polaridad. El óvulo débilmente negativo, se atrae al útero, por ello, tratar la polaridad en esta zona en los casos de infertilidad es realmente útil. El espermatozoide tiene polaridad contraria al óvulo y se guía hacia él por atracción magnética ( aparte existe segregación de sustancias por parte del óvulo para guiar el camino) Cuando se produce la fecundación, la célula pasa a ser diploide, existe una multiplicación celular creando una mórula que se transformará en el disco germinativo primario, dando origen a las 3 capas embriológicas que se suceden, una superior, más leve, más sensata, más ectodérmica de polaridad contraria a una capa inferior, más primitiva, endodérmica, y entre ellas, el mesodermo, que viene a regular las funciones entre ellas dos. Vemos por tanto, como toda la polaridad del cuerpo se organiza desde el disco embrionario, desde lo más molecular hasta lo orgánico. Todo el organismo está constituido por estas tres hojas embrionarias, ecto, meso y endodermo. Para el buen manejo de las leyes de Hamer es fundamental conocer la relación entre estas hojas y los tejidos que derivan de ellas.
1.Órganos derivados de la hoja embrionaria endodérmica : oído medio y trompas de falopio glándula parótida y salival amígdalas glándula tiroides y paratiroides alveolo pulmonar esófago en su tercio inferior izquierdo estómago (curvadura mayor) duodeno (excepto bulbo) intestino delgado intestino grueso (excepto ano) páncreas (excepto porción exocrina) hígado (excepto vías biliares) próstata (la mucosa) útero (la mucosa)
trompas de Falopio
2.Ó rganos derivados de la hoja mesodermica cerebelosa: (son todas las cavidades potenciales según el par) dermis mamas peritoneo pleura pericardio
3.Órganos derivados de la hoja mesodérmica cerebral huesos cartílago músculos tendones suprarrenales riñón (excepto pelvis y túbulos) células sanguíneas vasos sanguíneos ganglios linfáticos bazo testículo, ovario músculo uterino
4.Órganos derivados de la hoja ectodérmica cerebral : sistema nervioso central sistema nervioso periférico senos paranasales laringe (nódulo frío tiroideo) epidermis (piel) fosas nasales neuronas, glías y células de Schwan epitelio sensorial (oído, nariz. neurohipófisis) bronquios pleura hoja parietal coronarias pericardio hoja parietal boca esmalte esófago dos tercios superiores,
estómago curvadura menor bulbo duodenal recto páncreas endocrino vesícula biliar y vías peritoneo hoja parietal túbulos cálices y pelvis renal cuello de útero uréteres vejiga vagina Cuando tenemos un conflicto que se hace biológico, aparece un Foco de Hamer, y en función de su localización tendremos la somatización correspondiente en cada órgano antes descrito. Lo fundamental de estas tablas y su uso con el par, es la localización exacta de los conflictos, de este modo cuando impactemos el iman en la zona correspondiente, hay que visualizar exactamente la zona donde está el conflicto. Habitualmente, se produce un acortamiento de la pierna derecha, y se suele regular en el órgano afectado. La sensibilidad del manejo del par en este punto es fundamental para regular el efecto del conflicto biológico. Cada zona embrionaria da origen a un tipo de tumor específico: Endodermo corresponde a todos los adenocarcinomas Mesodermo cerebeloso corresponde a tumores compactos Mesodermo cerebral corresponde a carcinomas necrotizantes Ectodermo corresponde a úlceras del epitelio pavimentoso (epidermoides) 2.3.2. Importancia de los focos de Hamer en el par Biomagnético : Endodermo y mesodermo cerebeloso: El endodermo y mesodermo cerebeloso tienen el mismo comportamiento durante la fase simpática, existe crecimiento celular, y durante la fase parasimpática existe necrosis celular. Recordando lo elaborado anteriormente en la segunda ley, vemos por tanto que en los procesos tumorales endodérmicos y mesodérmicos cerebelosos es fundamental resolver el conflicto lo antes posible para evitar así el crecimiento celular, y hablar de ello con el paciente, intentar pasar a una fase parasimpática lo antes posible, y así evitar el crecimiento celular desordenado. En este nivel de la terapia, es fundamental el empleo del par biomagnético, porque el orden que genera el par al regular los sistemas biomagnéticos, y aplicando el par occipital -lumbar, que regula el Sistema nervioso vegetativo, se obtiene una relajación del paciente y pasa a fase parasimpaticotónica. Estimulamos así la resolución conflictual mediante los imanes y la actitud del
paciente frente a su situación personal. Ectodermo y mesodermo cerebral: El proceso de estas dos hojas produce durante la fase simpática o activa de conflicto una úlcera, y durante la fase parasimpática una cicatrización de esta, una reconstrucción del tejido, por ello la mayoría de los tumores de origen ectodérmico se diagnostican en fase parasimpática o curativa, cuando el cuerpo esté curando mediante la reconstrucción celular que por si misma implica cierto desorden. (Ya que es cuando aparecen la mayoría de los síntomas, tales como fiebre, cansancio, insomnio hasta las 3 a.m. pero psíquicamente es cuando mejor se encuentran, porque ha pasado la tormenta conflictual) Si ayudamos al terreno con el par para evitar la toxicidad en este proceso, la resolución se hace más cómoda y sensata, y además tendremos la información exacta de la zona a tratar, tanto neuronalmente como somáticamente. Toda crisis produce cambios, al igual que cuando tenemos una fractura ósea existe un callo óseo mesenquimatoso desordenante, la resolución conflictual mesodérmica implica la formación de este callo, y es el mal llamado cáncer. Solo es un proceso biológico sensato de la naturaleza de restituir el campo ulcerado por la vivencia conflictual. Los imanes generan un campo ordenante alrededor de la lesión, induciendo así una mejor reconstrucción del tejido dañado. Importancia de la localización de los Focos de Hamer a nivel cerebral: E l conocimiento exacto de la localización de los focos de Hamer ayuda al terapeuta biomagnético para buscar mejor las áreas del cerebro que están enviando señales de despolarización en los órganos correspondientes. Regular estas zonas, con el par, con la colocación de los imanes en las zonas especificas y su relé correspondiente ayuda a mejorar la clínica del paciente. L a bionergética, sabiendo perfectamente qué hay que preguntar, ayuda a conocimiento exacto del proceso clínico, sabiendo si se encuentra ese foco de Hamer en actividad o resolución, y regular la zona. En un mismo paciente, pueden existir varios focos activos y en resolución a la vez. En función de la calidad del terreno, tendremos mayor o menor clínica. El ser humano está continuamente resolviendo y teniendo conflictos. Lo importante es entender qué está pasando y cómo poder tratarlo. Si existen varios focos, y la intensidad conflictual es grande, a veces solo se puede ayudar a morir mejor, no siempre es posible una curación, porque las fases son intensas y a cada uno le llega su hora. El médico no es Dios, ni el terapeuta biomagnético, solo podemos ayudar, comprender, asesorar, alentar y sobre todo dar esperanza mejorando la polaridad, el terreno y guiar al paciente en su proceso de resolución lo mejor posible. Concepto de lateralidad : El hombre ve el mundo desde el hemisferio homolateral a su dominancia. En un hombre diestro, será
el hemisferio d erecho y en un zurdo al revés. La mujer, vive el mundo desde el hemisferio contralateral a su dominancia, mujer diestra hemisferio izquierdo, en mujer zurda, hemisferio derecho. La dominancia se registra por el test del alfiler. El ojo que se use para meter el hilo por el alfiler es el que da la dominancia. Es interesante la lateralidad en las mujeres, porque durante la época fecunda, desde la primera regla hasta la menopausia, viven viendo el mundo desde el hemisferio contralateral, pero a partir de la menopausia, se vuelven homolaterales, viendo el mundo desde el mismo hemisferio de la dominancia. Por ello, en las parejas que los dos son diestros, a partir de la menopausia suelen surgir conflictos ya que las mujeres rivalizan por lo mismo que el hombre. Y surgen conflictos que antes serían imposibles de vivir. 2.4. Cuarta ley: El sistema de los microbios condicionado ontogenéticamente. La cuarta ley nos anuncia la relación existente entre los microorganismos y el cuerpo humano. Según los postulados del Dr. Hamer, en esta ley existe una correlación directa entre hongos, micobacterias, bacterias, virus y las hojas embrionarias. Los hongos y micobacterias corresponden al modelo del paleoencéfalo. Durante la fase simpática, se produce un crecimiento celular y una reproducción de hongos y micobacterias en forma apatógena, esperando la fase parasimpática, donde se vuelven patógenos y destruyen el crecimiento tumoral, produciendo caseificación tumoral, (las famosas cavernas que aparecen en los tumores pulmonares). Estos microorganismos eliminan los tumores directos del tronco, los adenocarcinomas, y los del cerebelo mesodérmico, carcinomas adenoideos. Las bacterias corresponden al proceso evolutivo mesodérmico, actúan demolición y luego la reconstrucción con recalcificación.
primero mediante la
Los virus son reconstructores del tejido ectodérmico, donde en fase simpática se ulcera, y luego en fase parasimpática se reconstruye. Los virus optimizan el proceso restitutivo de las alteraciones ulcerosas de la piel y de la mucosa. (Todos los conductos del cuerpo tienen tejido ectodérmico que es epitelio pavimentos epidérmico, en la fase de reparación se produce un intenso edema por parte de estos virus, y suelen relacionarse con una clínica grave por parte del paciente, en ureter, interrupción de la diuresis, en colédoco, interrupción de las salida de sales biliares, provocando ictericia, en coronarias infarto, en conductos braquiales, atelectasia pulmonar...)
Comentarios y relación de esta ley con el par biomagnético: Lo sorprendente de esta ley, es que Hamer atribuye a los microorganismos una relación directa con el proceso de enfermar y de curación. Lo mismo que atribuye el doctor Goiz en sus principios. Es evidente que difieren en la teoría, pero si nos apartamos de teorías, en la esencia enuncian lo mismo: existe un cuerpo de microorganismos simbióticos que están en íntima relación con enfermedades. Es un cambio del paradigma de la medicina convencional. En el par, se relaciona la falsa diabetes con
una cantidad ingente de bacterias que afectan al páncreas, duodeno ... así como el mal llamado SIDA, está en relación con otros virus, y las hepatitis ... en fin, hay una relación directa del simbiotismo y las enfermedades. Los estudios del Dr. Chacón, en 1957, relacionan íntimamente los bacilos aerobios esporulados con la aparición de tumores, y lo demuestra cultivando directamente de la sangre de enfermos de cáncer estas bacterias. Hula Clark, relaciona los tumores con un parasito, el fascilosis buskii. En el apartado de enfermedades infecciosas de cualquier libro de medicina interna médica, existe una relación directa con de ciertos virus (VEB, CMV con linfoma), y sospecho que con el tiempo se irán ampliando a todo tipo de enfermedad. Existen muchos autores que giran entorno a la misma idea. El drama de la medicina convencional es no aceptar esta relación, aunque en los protocolos siempre se buscan la existencia de algún microorganismo, al no aparecer obvian su existencia. No aparecen porque el método de diagnóstico es erróneo. Al no existir en las pruebas de laboratorio ya no es diagnosticable. Afortunadamente, existen otros métodos para entrar en el cuerpo por otro camino y demostrar así la existencia de estos microorganismos. En el fenómeno tumoral, se relaciona el exudado, trasudado, abceso, quiste, displasia, metaplasia, cáncer y metástasis con virus, bacterias hongos y parásitos. Hamer obvia los parásitos. En el fondo están en la misma vía. Los microorganismos aparecen en el cuerpo cuando se producen alteraciones del pH, pasan de apatógenos a patógenos y son causantes de la clínica de las enfermedades. Hamer les confiere un lugar sensato en el proceso de la curación, el par los recupera hacia estados no patógenos. En definitiva es evitar que los propios procesos de curación acaben con la vida del paciente, generando estados simbióticos pacíficos. El proceso de la enfermedad está mediada por la intensidad del shock conflictual, la calidad del terreno, la regulación del pH. Al tener dos fases de enfermar, la parasimpática y la simpática, el órgano afectado entrará primero en una acidez por falta de flujo sanguíneo (isquemia) y más tarde en una alcalinidad parasimpática. En cada momento tendremos diferentes microorganismos que se pueden convertirse en patógenos. Por ello, en el testaje del par, en una primera sesión aparecen unos patógenos. y en la siguiente sesión aparecen otros. No es por un fenómeno de ventana, si no por el estado de resolución conflictual. Tenemos que seguir la pista de la clínica del paciente, y testar para ir mejorando su terreno y ayudar así al cuerpo a recuperarse de algo inevitable. Que es la vivencia de un conflicto que se hace biológico y no se puede evitar. 2.5. Quinta ley : La enfermedad como parte de un programa biológico sensato
L a quinta ley establece la ley del conocimiento de cada enfermedad como parte de un programa biológico sensato de la naturaleza comprensible bajo perfil evolutivo. E l sentido biológico consiste en superar la situación externa, superar el shock altamente traumático, desde las funciones biológicas, para la supervivencia de la especie. En la comprensión de esta ley, tenemos que salir del individuo y entender a la especie, dentro de nosotros, humanos, tenemos toda la memoria filogenética instintiva inscrita en las diferentes estructuras cerebrales, y biologicamente así respondemos frente a los conflictos. Al igual que una leona, que no se siente apareada por el macho, hace un cancer de ovario, en la mujer, se produce el mismo efecto. Al igual que el gamo, cuando pierde su liderazgo de la manada, entra en pérdida de su territorio directo, hace un infarto de miocardio, nosotros los humanos, cuando sentimos amenaza en nuestro territorio directo, y lo vivimos conflictualmente, hacemos infarto de miocardio. Como especie, pertenecemos a un reino animal, m amífero que proviene del agua. No podemos negar esta realidad, y pasaremos las mismas enfermedades que nuestros seres “inferiores”, es inevitable, no podemos renunciar a lo que nos toca vivir. Pero si conseguimos verbalizar el conflicto, no entra en el rango de Shock altamente traumático, y reducimos la intensidad biológica, esta cualidad del habla, del aspecto simbólico del lenguaje, nos diferencia de otras especies y nos da una luz en estos procesos. Aunque es un arma de doble filo, porque existen palabras que matan. En una enfermedad como el adenocarcinoma de pulmón, el shock es miedo a la muerte, y el sentido biológico establece un programa de multiplicación alveolar para que haya más posibilidad para la oxigenación (que es la vida), dando lugar al cancer de pulmón. E n un proceso de cancer de estómago, el shock se produce porque no se puede digerir una situación, y el sentido biológico sensato es producir más ácido, con multiplicación de las células glandulares oxínticas del estómago para digerir mejor el conflicto. y así sucesivamente. En un cáncer de pancreas, el conflicto se produce por la sensación de que “me han quitado algo que era mío, como una herencia, un trabajo, rechazo lo que ya no me puedo digerir” y el sentido biológico sensato es producir más enzimas pancreáticas para digerir el shock. En un osteosarcoma, que es hueso mesodérmico, el conflicto es “desvalorización por una situación” y el sentido biológico implica que en una primera fase las células dejan de formar hueso porque esa zona no es útil, y luego al revalorizarse se reconstruye, se multiplican y produce dolor, propio de la fase parasimpaticotónica. El dolor existe para que la persona se inmovilice y se pueda hacer un buen callo de fractura, si se mueve en exceso no le da tiempo al cuerpo a recuperarse. En un carcinoma intraductal de mama, se produce un conflicto de nido “he dejado de ser madre, mi hijo se ha marchado de casa”, y entonces se ulceran los conductos para dar más espacio y así poder albergar otro nido, preparar la mama para dejar pasar más leche y estar preparada para la llegada de otro hijo, y en su reconstrucción aparece el mal llamado tumor. La intensidad del shock, así como la calidad del terreno (de la salud que tenga en ese momento el
individuo) son los factores determinantes para el modo de enfermar y la gravedad de la situación. Desgraciadamente, hay veces que son tantos los conflictos abiertos y resueltos, y está tan deteriorada la situación que poco se puede hacer. Estos ejemplos nos ilustran la realidad sensata y biológica de todas nuestras “enfermedades”. El sentido biológico depende de cada capa embrionaria y algunos ejemplos con órganos: 1. Capa endodérmica: Se encarga de la nutrición (conseguir la presa, poder digerirla, y eliminarla) faringe : no poder atrapar la presa aparecen pólipos hipófisis: no poder conseguir la presa, a pesar de verla, genera adeno hipofisario amígdalas: la presa es arrancada justo antes de tragarla, “me lo han quitado de la boca” en fase simpática hipertrofia, en fase parasimpática amigdalitis. Tiroides: no conseguir la presa por no ser lo suficientemente rápido. Alveolo pulmonar: miedo a la muerte Bronquios: miedo a la asfixia Esófago: quiero tragar y no puedo Estómago: contrariedad familiar Hígado: miedo a morirse de hambre, a la falta de dinero para mantenerme Colon: conflicto de guarrada, algo que me han hecho y no me lo esperaba Sigmoides: haber sufrido algo denigrante, vil, sucio Se encarga de la reproducción (poder tener descendencia) Ovario o testículo: conflicto de pérdida 2. Capa mesodérmica cerebelosa: Se encarga de la protección de los tejidos, o de las situaciones, es la coraza dermis: sentirse manchado, desfigurado , en fase activa surge melanoma, en resolución necrosis pericardio: ataque en el corazón peritoneo: ataque en la tripa (una patada en una discusión...) pleura: ataque por una puñalada. 3. Capa mesodérmica cerebral: Se encarga de la autoestima, del poder en la acción y el movimiento . El foco de hamer está en la sustancia blanca cerebral huesos: desvalorización de sí mismo en calota: falta de paz
en cervicales: por injusticia (suele ser laboral) en hombro derecho: desvalorización con la pareja en hombro izquierdo: desvalorización con la madre en la columna dorsal: desvalorización central de la personalidad en lumbares: desvalorización por pérdida entre las piernas, algo era mío y lo he perdido (en temas económicos) pelvis: desvalorización sexual cuello de femur: desvalorización por no poder resistir algo El foco de hamer se encuentra en tronco cerebral pero se comportan como mesodérmicos: músculos uterino: no ser fecundada, en conflicto activo aparece necrosis, pero en resolución mioma músculos intestinal: atascamiento, produce cólicos 4. Capa ectodérmica: La formación histológica es la úlcera, la localización en el cortex cerebral es contralateral al órgano. zona parietal es la relación con otros seres, la comunicación y la separación zona temporal es la relación con el territorio, en poner límites a los demás zona occipital es la relación con el territorio, en la amenaza en hemisferio izquierdo: tiroides: gran impotencia, en resolución nódulo laringe: pánico, en resolución afonía venas coronarias: Frustración sexual, en resolución tromboembolismo cuello de utero: frustración sexual, en actividad menorragias, en resolución metrorragias, ca de cerviz recto: conflicto de identidad vejiga: ubicación territorial, en resolución hemorragias piel: pérdida por el contacto, en resolución dermatitis psoriasis: conflicto de separación en hemisferio derecho: arcos branquiales: miedo frontal, en fase activa úlcera, en resolución linfoma de Docking arterias coronarias: pérdida del territorio directo, en fase activa angina, en fase de resolución infarto estómago y bulbo: luchas por el liderazgo conducto biliar: rencor, odio Habría muchos más conflictos que especificar, así como el tema de las constelaciones, cuando se producen dos o más conflictos a la vez. Simplemente se enumeran aquellos que suelen ser más
frecuentes.
3.CONCLUSIÓN: Este libro ha tenido como objetivo relacionar diferentes visiones de una misma realidad: la enfermedad. En el plano que nos movemos, en la tierra, todos estamos enfermos, todos tenemos siempre alguna alteración, alguna manifestación clínica, desde que estamos en el vientre de la madre, hasta que nos coman los gusanos. Tenemos que aprender a vivir en este desequilibrio permanente, aprovechar los momentos de felicidad, vivir con dignidad y con el máximo conocimiento de las situaciones difíciles. La peculiaridad de los postulados de Hamer, así como lo magnético de la teoría del doctor Goiz, abren la puerta a una dimensión de mayor conciencia frente al proceso de la enfermedad. No puedo más que agradecer todos los días la grandeza de estos conocimientos y espero haber despertado la inquietud en el lector.
Autor : Enrique de Juan González de Castejón
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