ORATORIA POLARIZACION La polarización social es entendida como el estrechamiento del campo perceptivo, con una percepción inflexible o estereotipada de nosotros-ellos, con una fuerte carga emocional: aceptación a todo lo relacionado al nosotros y rechazo absoluto a todo lo relacionado con ellos. Hay un quiebre total del sentido común, posiciones rígidas e intolerantes que sustituyen el diálogo, el debate y otras opciones diversas. Todas las instituciones e individuos en la sociedad son obligados a posicionarse en uno de los dos extremos. Se mantienen la discriminación y exclusión a quien piense diferente. Se fomenta la confrontación, aumenta la solidaridad y cohesión de los extremos polarizados. Se expresa hostilidad, el conflicto se hace manifiesto, evidente en las discusiones y conductas violentas, o el conflicto permanece latente, esperando un detonante que lo dispare. Se dan agresiones físicas o verbales, se exacerban sentimientos de tristeza, miedo, rabia, odio, desesperanza, zozobra, impotencia, ansiedad, irritabilidad, intolerancia. Se reduce el tiempo dedicado a recrearse porque es inseguro salir o porque hay un clima de tensión que invade a vida de toda la sociedad. Aparecen dolencias físicas y si la persona ha tenido algún trastorno psicológico aparecen los síntomas abiertamente. Se aterran los hábitos de alimentación y sueño. Se rechaza y excluye a amigos o familiares que piensen diferente, hay confrontación en reuniones y fiestas, en la escuela, en el trabajo. Recomendaciones
para
disminuir
la
polarización
social:
1. Reconocer al otro como persona: el que piensa distinto a tí no está loco, sólo piensa diferente a tí 2.
Elimina
3.
Reconoce
los lo
descalificativos que
nos
cuando
diferencia,
y
lo
te que
refieras nos
al
une
otro
como
país
4. Reconoce que los conflictos es posible resolverlos democráticamente, organízate y busca las vías 5.
Difunde
información
sobre
la
solución
pacífica
de
conflictos
6. Respeta el punto de vista de tu interlocutor, expon tus ideas, no intentes cambiar las ideas del otro Qué es Veracidad:
La veracidad es es la cualidad de lo que es verdadero o veraz, y está conforme con la verdad y se ajusta a ella. Es un valor moral positivo que busca la verdad. El significado de la veracidad está íntimamente relacionado con todo lo que se refiere r efiere a la verdad o a la realidad, o a la capacidad de alguien para decir siempre la verdad y ser sincero, honesto, franco y tener buena fe. Por tanto, es lo opuesto a la mentira, a la hipocresía o a la falsedad. Comprobar o constatar constatar la veracidad de los hechos muestra la necesidad de evaluar el grado de verdad de lo que ocurre, si no hay contradicciones o dudas que ponen en causa la fiabilidad de los hechos. Del mismo modo, en una situación de denuncia acerca de las acciones que puedan incriminar a una persona, es esencial e indispensable investigar la veracidad de los alegatos, para saber si representan la verdad y si están en conformidad con ella. Principio de veracidad
Este principio se utiliza en varias profesiones como el periodismo (información), la medicina (salud) o el derecho (justicia y defensa), con bastante responsabilidad para el trabajador, así como en la vida cotidiana de cada individuo y en la relación con los demás. El principio de la veracidad de la publicidad aparece en los Principios de la Publicidad en el Código de Defensa del Consumidor, que prohíbe la difusión de publicidad engañosa.
Presunción de veracidad
La presunción de veracidad es un principio o un derecho jurídico y legal que poseen las personas trabajadoras funcionarias que ejercen la autoridad pública en muchos países democráticos. Cuando alguien usa este principio realizando una declaración o un testimonio, este se declara veraz. Así, la otra persona debe aportar pruebas para contradecir lo declarado por la autoridad si es necesario. Este principio parece contrario a la denominada presunción de inocencia , que declara inocente al denunciado hasta que se demuestre lo contrario. Según la jerarquía legislativa o normativa, la presunción de inocencia prevalece sobre la presunción de veracidad. 7. Procura encontrar puntos comunes LO REAL, LO IMAGINARIO, LO SIMBOLICO
Se trata de tres puntos de vista desde los cuales es posible empezar a entender cualquier experiencia humana. Conceptos fundamentales en la teoría de Lacan, no pueden ser comprendidos cabalmente más que a través de una mutua articulación, donde cada uno adquiere su sentido en función de los otros. Hoy vamos a hacer un tímido acercamiento a los registros de lo real, lo imaginario y lo simbólico, un tema inagotable que fuera desarrollado por numerosos autores desde épocas inmemoriales, hasta que Jacques Lacan le dio una nueva vuelta de tuerca. Y lo examinaremos aquí desde esta última perspectiva en la forma más clara y sistemática que nos sea posible, tomándonos la licencia de introducir algunos comentarios y reflexiones que, pensamos, contribuirán a profundizar tan densa cuestión. LOS TRES REGISTROS
Lo real, lo imaginario y lo simbólico son conceptos centrales en la teoría lacaniana, a punto tal que Miller propuso dividir la enseñanza y la obra de Lacan en tres grandes periodos, según haya se haya puesto el acento en unos u otros conceptos: a) Hasta 1953, el interés de Lacan va a estar centrado en lo imaginario. En este periodo aparece un artículo fundamental sobre la fase del espejo. b) Desde 1953 hasta 1974, cuando Lacan analiza la experiencia humana sobre todo a partir de su dimensión simbólica. c) A partir de 1974, el psicoanalista francés se centrará especialmente en lo real. No creo que este ordenamiento en los intereses de Lacan haya sido casual, y sin pretender psicoanalizar su obra, la secuencia parece reeditar las etapas por las cuales suelen pasar las experiencias humanas, como por ejemplo el emparejamiento: al principio es todo fantasía, después viene la sujeción a un orden universal: casarse, tener hijos, ejercer y transmitir la autoridad, etc. Finalmente y ya cerca de la vejez empieza a predominar la cruda realidad, cuya telón final será la muerte. Pero no especulemos tanto y vayamos a nuestro tema de hoy. Jacques Lacan parte de una idea importante, cuando dice que toda experiencia humana puede ser comprendida a partir de tres puntos de vista íntimamente vinculados entre sí: el punto de vista real, el imaginario y el simbólico, y que en las traducciones aparecen con el nombre de registros. 'Registrar' significa entre otras cosas inscribir un suceso en un texto. Cuando del barco se baja un container esto queda registrado en el libro de la aduana: "En tal fecha se bajó el container número tal". Cuando Lacan emplea este término, es probable que haga referencia a que lo real, lo imaginario y lo simbólico son tres formas en que pueden quedar registrados o inscriptos ciertos sucesos en nuestro psiquismo, transformándose en 'experiencias'. Es como si un mismo suceso, por ejemplo un sueño, quedara registrado, en principio, de tres formas distintas en el psiquismo: realmente, imaginariamente, simbólicamente, dando así lugar a tres modalidades diferentes de experiencias. Lacan señalará: "nada puede comprenderse de la técnica y la experiencia freudianas sin estos tres sistemas de referencia" (2). Comencemos por describir lo real. La realidad y lo real
Lo real es uno de los conceptos más enigmáticos en la obra de Lacan, sobre todo porque este autor hace interpretaciones diferentes del mismo en distintos artículos. Incluso hay autores (1) que han identificado por lo menos tres versiones distintas de lo real. Aquí consideraremos especialmente una de ellas, que es por otro lado la que más suele difundirse: lo real como lo imposible, pero también haremos una breve referencia a las otras dos.
Lo primero que hace Lacan es aclararnos que lo real no es lo mismo que lo que habitualmente entendemos por realidad, pues esta última siempre está impregnada de lo imaginario. Vamos a explicarlo del siguiente modo. Es indudable que conocemos cosas, sea cual fuere para nosotros el significado de conocer. Conocemos objetos, conocemos personas, conocemos a nuestros padres, y hasta nos conocemos a nosotros mismos, como cuando alguien dice "Me conozco y sé cómo reaccionaría en una situación así". Este orden en los elementos mencionados: objetos, personas, padres, nosotros mismos, tiene su porqué, en cuanto hay cada vez mayor 'distorsión' en el conocimiento de cada uno. Empecemos con un objeto, como puede ser una estrella. Decimos que la conocemos porque observamos su posición, su brillo, y hasta su velocidad y su composición química, si acaso contáramos con los instrumentos adecuados. Pero en rigor, no conocemos la estrella tal cual es: solamente tenemos una imagen de ella, que es la que nos llega por la vista directa o por el telescopio. Incluso más, la estrella que estamos viendo ya no existe, habida cuenta del tiempo que tarda en llegar su luz en llegar hasta nosotros. Por ejemplo, Alfa-Centauris se encuentra a cuatro-años luz, lo que significa que su imagen tarda cuatro años en llegar a nosotros, lo que a su vez significa que estamos viendo esta estrella como fue hace cuatro años, no como es ahora. Ni siquiera podemos decir que conocemos tal cual es un objeto mucho más cotidiano como una piedra: sólo tenemos una imagen de ella, aunque más no sea porque estamos viéndola desde una determinada perspectiva, no desde todas en forma simultánea. Y tampoco estamos viendo su interior. La realidad es la piedra que estamos viendo, que no tiene nada que ver con lo real, la piedra tal cual ella es. Otro ejemplo: no es lo mismo la rosa que percibimos que la rosa real. De la rosa estamos viendo sólo una de sus múltiples perspectivas, esto es, estamos viendo una parte de la rosa, que no es lo mismo que la rosa real, completa. Cuando se sustituye la rosa real por nuestra imagen de la rosa se pierde algo de ella; cuando sustituímos nuestra imagen de la rosa por la idea correspondiente se pierde otro tanto, y finalmente cuando reemplazamos la idea de rosa por el nombre de la rosa, se habrá perdido todo. Algo similar a lo que pasa con las personas (ver el último verso del poema lacaniano). Y hablando del nombre de la rosa, la novela homónima de Umberto Eco es una buena mezcla de novela tipo Sherlock Holmes y de reflexión en torno al nominalismo y el universalismo medievales. Todo un ejercicio para el intelecto. Si ustedes recuerdan, Kant había introducido una distinción entre el 'nóumeno' y el 'fenómeno': el nóumeno era la realidad tal cual es, en sí, mientras que el fenómeno es la realidad tal cual se nos presenta, es decir, la apariencia o la forma de mostrarse el nóumeno. Tenemos acceso solamente al fenómeno, pero no al nóumeno, porque nadie puede en principio, con el solo auxilio de la Razón Pura kantiana, conocer la realidad tal cual es. Similares distinciones establecerá Lacan, quien parte del supuesto de que la realidad tal cual es es incognoscible. A esta realidad que no podemos ni remotamente conocer, Lacan la llamará "lo real". Por supuesto que en este punto podemos preguntarnos como sabemos que existe lo real, si no podemos conocerlo. Walt Disney decía: "No podemos hacer fantasías basadas en lo real, si no conocemos antes lo real", pero resulta que no real no se puede conocer, y aquí Disney se refería a la realidad cotidiana. Pero no entraremos aquí en reflexiones filosóficas sobre la realidad (3), y atenderemos solamente su aspecto psicológico y psicoanalítico. Para ir sintetizando, definiremos lo real, de acuerdo con Lacan, como aquello que es imposible de conocer, y donde imposible de conocer significa que es imposible de imaginar o de simbolizar (o conceptualizar), es decir, lo que no podemos representar ni mediante imágenes ni mediante símbolos. Desde ya que podemos representarnos cosas con imágenes o símbolos, pero lo representado no será jamás lo real. Lo imaginario y lo simbólico son entonces acercamientos a lo real, pero sin llegar a alcanzarlo nunca.