Oraciones ¡OH Señora mía, OH Madre mía! yo me ofrezco todo a Ti Y en prueba de filial afecto te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; corazón; en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh! Madre Madre de bon dad. guárdame, defiéndeme defiéndeme y utilí utilízame zame como instrumento instrumento y posesión tuya. Amén.
B Ú S QU Q U ED ED A d e l a R E S O N A N C I A c o n l o s M E R I D I A N O S T E R RE R E S T RE RE S Es necesario hacerlo a diario. Cada vez que se los busque, señalarán distintas direcciones de modo que no hay que preocuparse si nuestro cuerpo apunta hacia diversos lugares cada vez, ni forzar a que siempre quedemos quedemos mirando para un mismo sitio. El proceso debe ser ser natural na tural con tranquilida tranquilidadd y sin expecta exp ectativas. tivas. 1. Pararse con los pies descalzos, bien firmes y con la columna derecha. Estirar ambos brazos brazos hacia delante ( frent e al cuerpo), girar las las muñecas para que las las palmas apunte n hacia el cielo. 2. Abrir palmas y brazos hacia los laterales, movilizándolos desde los hombros, cada brazo se posesiona hacia los lados, quedando en cruz. 3. En calma con gran serenidad se comienza a gira “hacia la izquierda” buscando alguna sensación sensación en las palmas, en los dedos dedos mayores may ores o en los dedos dedos pulgares pulgares de los pies. 4. Ante la mínima sensación sensación detectada, ahí hay que que detenerse, permaneciendo el tiempo que cada uno considere necesario, se puede hacer alguna oración o mantra, conectándose con nuestro nuestro in terior. 5. Girar las muñecas, palmas hacia abajo, juntar brazos adelante, llevar palma con palma al centro del pecho y desde ahí, muy lentamente se van elevando por delante del rostro, cuando llegan por sobre la cabeza, ésta baja hacia el pecho y se recita con mucho respeto “ABÚ ABA”, luego se vuelven las manos al centro del pecho (tres (tres veces.) veces.)
EL PUNTO “0-G” { c e r o G } 1. Buscar meridianos.