II El papel de la Oligarquía Veneciana en la Reforma, la Contrarreforma, la Ilustración, y la Guerra de los Treinta Años. Por Webster G. Tarpley Con introducción de Lyndon H. LaRouche Conferencia del ICLC. 6 de septiembre de 1992. Publicado en El Nuevo Federalista en abril de 1993
Traducido al español por jota2016@gm
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Introducción Por Lyndon H. LaRouche, Jr. La evaluación de los respectivos papeles papeles de la Iglesia Católica y los protestantes respecto a los cismas del siglo XVI conocidos como Reforma Protestante y Contra Reforma, requiere que ciertos puntos sean aclarados. Es un hecho que la iglesia Anglicana ocultó elementos cruciales y tradicionales de la creencia cristiana, a pesar de que el cisma provocado por Enrique VIII fue un suceso orqu orque estad stado o de princ rincip ipio io a fin fin por la inte intelilige genc ncia ia vene venecciana iana,, que que manip anipul uló ó las las 1 susceptibilidades de un monarca que era, a todas luces clínicamente demente . Los casos calvinista y luterano son más complejos, por tanto veremos a continuación el caso Lutero y luego consideraremos consideraremos la Contra Reforma y el propio Concilio de Trento. Esencialmente, Esencialmente, cualquiera puede haber sido la creencia de Lutero y cualquiera puede haber sido la creencia de la Iglesia luterana, pero el hecho es, que el problema esencial de la controversia sobre la doctrina luterana involucrada en el cisma, no pone a Lutero sólo en mera mera oposi oposició ción n al Catol Catolici icism smo, o, sino sino en oposi oposició ción n al más más fundam fundamen ental tal princ principi ipio o de la Cristiandad. Tanto es así, que incluso asumiendo la doctrina Luterana como la verdadera creencia del propio Lutero, no asistiríamos a un cisma entre facciones facciones de una misma Iglesia, sino que tendríamos que admitir que Lutero no es cristiano. No se trataría de una típica división de opiniones en el sentido ordinario ya que la racionalización que Lutero hace del cisma constituye un rechazo integral al Cristianismo. El problema es el siguiente: la esencia de la Cristiandad y del Judaísmo Mosaico se identifica en primer lugar e históricamente por Filo Judaeus en su comentario sobre el capítulo I del Génesis, que es el relato de la Creación dado por Moisés. El punto crucial de todo ello es que el hombre se define a imagen de Dios, no en virtud de cualquier atributo físico o de forma, sino que es diferente a todos los animales al contener el fulgor creativo que sitúa a la especie humana al margen del resto del reino animal. Este es el punto crucial. Esta visión del hombre, enfatizada por la Cristiandad al convertir a Dios en hombre bajo la forma de Cristo, define a todos los seres humanos como potencialmente reconciliados con lo Divino, debido a que dentro de ellos habita ese brillo que es la imagen de Dios. Así, la noción de cualquier forma de elección o preselección a través de la gracia 2 , excepto cuando responda a un mérito del individuo que es auto-seleccionado, resulta ser una abominación porque niega la individualidad de toda la especie humana como reflejo de la imagen Divina a través de la virtud de los poderes creativos del hombre. Dicha característica, común a todo hombre constituye el principio fundamental del Judaísmo Mosaico y de la Cristiandad. Dentro de nuestros poderes mentales creativos debemos incluir las nociones de ágape y cáritas, cáritas , ya que, al menos formalmente, gozamos de estos poderes capaces de cambiar la conducta del hombre y de la sociedad a través del progreso científico y tecnológico. Sin emba embarg rgo o esto esto no sign signifi ifica ca que que el ejerci ejercicio cio de dicho dichoss poder poderes es se limite limite a este este tipo tipo de progreso, sino que sin esa manifestación incluida, no se comprende la función agápica de los poderes creativos del hombre. De ser así el auto-desarrollo auto-desarrollo del hombre como imagen de Dios no quedaría realizado. Éste es el punto en que confluyen todos estos problemas.
Hay indicios fuertes que toda la familia era clínicamente, demente. No estoy sugiriendo ninguna razón hereditaria necesariamente, aunque quizá el problema pueda ser achacado a la endogamia. 2 La gracia constituye la condición de salvación estandarizada por el protestantismo. (N del T) 1
Introducción Por Lyndon H. LaRouche, Jr. La evaluación de los respectivos papeles papeles de la Iglesia Católica y los protestantes respecto a los cismas del siglo XVI conocidos como Reforma Protestante y Contra Reforma, requiere que ciertos puntos sean aclarados. Es un hecho que la iglesia Anglicana ocultó elementos cruciales y tradicionales de la creencia cristiana, a pesar de que el cisma provocado por Enrique VIII fue un suceso orqu orque estad stado o de princ rincip ipio io a fin fin por la inte intelilige genc ncia ia vene venecciana iana,, que que manip anipul uló ó las las 1 susceptibilidades de un monarca que era, a todas luces clínicamente demente . Los casos calvinista y luterano son más complejos, por tanto veremos a continuación el caso Lutero y luego consideraremos consideraremos la Contra Reforma y el propio Concilio de Trento. Esencialmente, Esencialmente, cualquiera puede haber sido la creencia de Lutero y cualquiera puede haber sido la creencia de la Iglesia luterana, pero el hecho es, que el problema esencial de la controversia sobre la doctrina luterana involucrada en el cisma, no pone a Lutero sólo en mera mera oposi oposició ción n al Catol Catolici icism smo, o, sino sino en oposi oposició ción n al más más fundam fundamen ental tal princ principi ipio o de la Cristiandad. Tanto es así, que incluso asumiendo la doctrina Luterana como la verdadera creencia del propio Lutero, no asistiríamos a un cisma entre facciones facciones de una misma Iglesia, sino que tendríamos que admitir que Lutero no es cristiano. No se trataría de una típica división de opiniones en el sentido ordinario ya que la racionalización que Lutero hace del cisma constituye un rechazo integral al Cristianismo. El problema es el siguiente: la esencia de la Cristiandad y del Judaísmo Mosaico se identifica en primer lugar e históricamente por Filo Judaeus en su comentario sobre el capítulo I del Génesis, que es el relato de la Creación dado por Moisés. El punto crucial de todo ello es que el hombre se define a imagen de Dios, no en virtud de cualquier atributo físico o de forma, sino que es diferente a todos los animales al contener el fulgor creativo que sitúa a la especie humana al margen del resto del reino animal. Este es el punto crucial. Esta visión del hombre, enfatizada por la Cristiandad al convertir a Dios en hombre bajo la forma de Cristo, define a todos los seres humanos como potencialmente reconciliados con lo Divino, debido a que dentro de ellos habita ese brillo que es la imagen de Dios. Así, la noción de cualquier forma de elección o preselección a través de la gracia 2 , excepto cuando responda a un mérito del individuo que es auto-seleccionado, resulta ser una abominación porque niega la individualidad de toda la especie humana como reflejo de la imagen Divina a través de la virtud de los poderes creativos del hombre. Dicha característica, común a todo hombre constituye el principio fundamental del Judaísmo Mosaico y de la Cristiandad. Dentro de nuestros poderes mentales creativos debemos incluir las nociones de ágape y cáritas, cáritas , ya que, al menos formalmente, gozamos de estos poderes capaces de cambiar la conducta del hombre y de la sociedad a través del progreso científico y tecnológico. Sin emba embarg rgo o esto esto no sign signifi ifica ca que que el ejerci ejercicio cio de dicho dichoss poder poderes es se limite limite a este este tipo tipo de progreso, sino que sin esa manifestación incluida, no se comprende la función agápica de los poderes creativos del hombre. De ser así el auto-desarrollo auto-desarrollo del hombre como imagen de Dios no quedaría realizado. Éste es el punto en que confluyen todos estos problemas.
Hay indicios fuertes que toda la familia era clínicamente, demente. No estoy sugiriendo ninguna razón hereditaria necesariamente, aunque quizá el problema pueda ser achacado a la endogamia. 2 La gracia constituye la condición de salvación estandarizada por el protestantismo. (N del T) 1
Es un hech hecho o -olvid -olvidan ando do las las forma formalid lidade adess de otros otros tipos tipos de argu argume ment ntoo- que, que, si algu alguie ien n cree cree en el sist sistem ema a dedu deduct ctiv ivo o Aristotélico, entonces, entonces, como Philo indicó, para esa persona Dios no existe y tampoco existirá la imagen de Dios en él. Aquí residen todos los problemas concernientes a los averroístas y los arist aristoté otélic licos os sobre sobre la defin definici ición ón del alma alma,, incluy incluyen endo do por supuesto, el caso del influyente Pomponazzi Pomponazzi.. Esta es la clave: el hombre es la imagen de Dios en virtud de sus poderes creativos agápicos y en virtud de nada más.
El Mito del Protestantismo. Una falsa creencia muy común, un mito propalado por los Fabianos británicos y otras logias similares, es que el ascenso del Protestantismo se apoyó en el ascenso del Estado-Nación moderno. Ese mito es pura literatura a pesar de que haya mucha literatura sosteniéndolo. Como hemos venido repitiendo muchas veces, el concepto de Estado-Nación moderno fue definido por primera vez por Dante Alighieri Alighie ri,, concretamente concretamente en su obra De Monarchia. Monarchia. La resolución resolución de la Idea Idea del del Estad Estado, o, formu formulad lada a como como doctri doctrina na se debe debe a Nicolás Nicolás de Cusa Cusa y su trabajo trabajo de 1431, 1431, Concordantia Católica, que que se insc inscri ribe be dent dentro ro del del cont contex exto to conc concililia iar. r. Si bien ien el argumento no está allí expuesto, el propio Cusa alegó que al conocer el trabajo de Dante modificó el proceso de escritura de su Concordantia. Concordantia . Por tanto la idea moderna de Estado-Nación, bajo una Concordantia Católica de Estados-Nación soberanos, fue establecida por la Iglesia católica a mitad del siglo XV. Una vez sabido esto es completamente absurdo sugerir que este problema supusiese un motivo de división entre la Iglesia Católica y los Estados-Nación emergentes. Afirmar lo anterior constituye un argumento sofista, propio del Protestantismo, es algo sin sentido y no existe ninguna base obvia en la que perpetuar dicho razonamiento. El prob problem lema a reside reside en Venec Venecia, ia, tal y como como Webs Webster ter docum document entará ará más más adel adelant ante. e. La evidencia esencial, opuesta a los escritos apologéticos del Norte, es que tal y como la gentuza de Paolo Sarpi 3 enfatiza, las formaciones protestantes en el Norte, supusieron la base de operaciones para el clan de los Nuovi (los ), desde Nuovi (los Giovinni , opuestos a los Vecchi ), donde definir el rumbo de la Historia de Europa en los siglos posteriores al declive de España. Hablamos del imperialismo anglo-holandés británico moderno. También surge otro problema en la evidente responsabilidad de otras facciones venecianas a la hora de penetrar y corromper al católico Sur. No hay ninguna duda, excepto para aquellos que se nieguen a enfrentar los hechos, que las formaciones políticas protestantes en el Norte, escenificadas en el cisma, sentaron las bases para otra jugada estratégica, la emergencia de la Ilustración como herramienta para desmembrar Europa desde el interior. La facción representada por la parte sur de la oligarquía usurera partidaria de la Contra Reforma, los Vecchi, opuestos a los Nuovi-Giovinni, partidarios de los protestantes, protestantes , era esencialmente esencialmente tan perversa como sus oponentes del Norte, ya que su alianza con la Contra Reforma pretendía destruir la Iglesia reconstituida de mitad del siglo XV. Tanto la Reforma como la Contra Reforma estuvieron dedicadas dedicadas a erradicar erradicar la iglesia asociada con Nicolás de Cusa y más en concreto, decididos a erradicar su influencia y liderazgo 4. Agente de la inteligencia veneciana y factotum de las guerras protestantes
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El infortunio ha sido que muchos historiadores modernos han escrito sobre este asunto desde puntos de vista pro-venecianos, haciendo apología de una facción u otra, Reforma o Contra Reforma, al tiempo que las definían en los términos más simples, negándose a abordar la materia desde el punto de vista verdadero, el del Imago Viva Dei y sus implicaciones. Se han limitado a describir los hechos desde la posición histórico-práctica de la re-emergencia de la Edad Oscura de la iglesia del siglo XV, en el contexto del Concilio de Florencia del siglo XIV.
El Problema Crucial La clave para entender los cismas religiosos y las guerras del siglo XVI en Europa, es la oposición irreconciliable de los usureros de Venecia y Génova con el concepto del Imago Viva Dei , que es el rasgo común del Judaísmo Mosaico de Philo y de la Cristiandad. Por este motivo las familias de la oligarquía usurera pusieron en su punto de mira a la Iglesia Católica, a la que entonces, y todavía hoy, intenta dividir y conquistar. Estos usureros y comerciantes de esclavos se frustraron enormemente cuando el Concilio de Florencia de 1439-1440 unificó temporalmente a la iglesia. Personificaron su odio en la figura del Cardenal Nicolás de Cusa 5, porque había jugado un papel crucial en esa reunificación, quién a su vez fue, no por accidente, Fundador Platónico de la ciencia física moderna. La razón de este odio de los usureros contra la Iglesia y contra Cusa es elemental; el principio de Imago Dei, tal y como Cusa lo definió, o Philo casi 1,500 años antes, significa que existe algo más que una especie humana indivisible, en la que cada miembro individual de la humanidad nace con una distinción innata que le sitúa aparte y sobre las demás especies. Es por ese motivo que en el principio del primer Libro Mosaico del Génesis, se define como la más horrible abominación la tenencia de cualquier persona en la esclavitud o cualquier condición de opresión. Por su relación evidente con la opresión, la práctica de la usura está entre los más monstruosos de todos los crímenes contra la humanidad. La oligarquía gobernante de Venecia tenía las fuentes de su riqueza y poder internacional principalmente en la usura, pero también lideraba el comercio de esclavos en el Mediterráneo. La oligarquía usurera, entonces y ahora, igual que los enemigos de la Unión durante la Guerra Civil norteamericana- sigue siendo la enemiga mortal de la Cristiandad. En su Harmonice Mundi de 1540, el veneciano Francesco Giorgi (Szorzi) ataca De Docta Ignorantia de Nicolás de Cusa como sigue: “ Aquéllos que se retiran del conocimiento directo del universo se retirarán en la 'Docta Ignorantia' ” (citado en Francis A. Yates: La filosofía oculta del periodo Isabelino - (London: Routledge and Kegan Paul, 1979). 5 Místico alemán. Se educó en Deventer con los Hermanos de la vida común, de cuya doctrina mantuvo el misticismo platonizante. Más tarde estudió en Heidelberg, Padua y Colonia, donde profundizó en el pensamiento de Tomás de Aquino. Ordenado sacerdote en 1430, dos años más tarde intervino en el concilio de Basilea en favor del Papa y contra el conciliarismo. En 1437 fue enviado a Constantinopla a fin de unificar las iglesias de Oriente y Occidente, y se dice que fue al regreso de este viaje, mientras contemplaba el mar, cuando concibió la idea central de su pensamiento: la conciliación de los contrarios (coincidentia oppositorum) en la unidad infinita. Según esta idea, de marcado cariz neoplatónico, el grado máximo de la realidad corresponde al principio primero, el Uno. Dado que el principio del Uno consiste en la unidad de los contrarios, y que se identifica con Dios, Cusa retomó una teología negativa (inaugurada por Plotino) en la cual Dios sería, a la vez que el máximo, el mínimo. La incomprensible paradoja que contenía tal afirmación la resolvía el místico a través de su antropología, pues según su doctrina sería la ignorancia humana la que impediría comprender la contradicción interna de lo Uno. Estas ideas aparecen recogidas en Acerca de la ignorancia instruida (De docta ignorantia). Finalmente, Cusa se adelantó a su época al afirmar que la Tierra, lejos de ser el centro inmóvil del universo, estaba en movimiento, como el resto de los cuerpos celestes, en un universo carente de centro y de extremos. (Fuente: http://www.biografica.info) 4
En la historia mediterránea, desde el tiempo de Platón, su adversario mortal, Aristóteles, ha sido usado como el apologista principal de la esclavitud y la usura, y como el filósofo oficial de los que niegan la existencia y libertad del alma humana individual. La importancia de Aristóteles en servicio de los enemigos del Judaísmo Mosaico y la Cristiandad se localiza en el sistema deductivo aristotélico de argumento formal. En el sistema nominalista-deductivo de sofismas de Aristóteles el alma individual no puede existir excepto como algo arbitrario (Deus ex machina). El método formalista de Aristóteles desanima la ciencia y elimina la noción de Imago Dei. Por tales razones, la oligarquía usuraria ha adoptado a Aristóteles como filósofo oficial. La noción de que Dios escoge arbitrariamente (a través de la gracia protestante) a aquellos que van a ser salvados, es el modo por el que estos sectarios patrocinados por Venecia rechazaron el principio Imago Dei , admitiendo la usura y la esclavitud en su sistema. El debate cismático del siglo XVI es una reflexión que está en la civilización europea desde hace 2.600 años y aún permanece hoy. Resulta ser una continuación del conflicto entre el bien y el mal, entre el derrocamiento de la usura por el gran Solón de Atenas y el modelo oligárquico de sociedad de esclavos personificado en la Esparta de Licurgo. Aquél debate de entonces permanece vivo hoy. Si la persona es Imago Viva Dei, entonces el bienestar y el auto-desarrollo creativo de las personas y de las familias serán la norma de actuación por la que las naciones y sus leyes así como las iglesias serán medidas.
El papel de la Oligarquía Veneciana en la Reforma, la Contrarreforma,
la Ilustración y la Guerra de los Treinta Años. Por Webster G. Tarpley
Durante los últimos doce años, nuestra asociación filosófica ha avanzado en dirección a la tesis de que muchos de los desastres que amenazan nuestro presente, hunden sus raíces en la herencia de la República de Venecia. Esto incluye el papel troncal de Venecia en la amputación del desarrollo del Renacimiento, en la transformación precipitada de la Reforma Protestante en una serie de guerras de religión y en la creación de una pseudo-ciencia, una corriente irracional de pensamiento, conocida como ilustración. Nuestro interés en exponer la guerra de Venecia contra el Renacimiento del siglo XIV es coherente con nuestro ideal renacentista y con nuestros esfuerzos para implementar hoy un Nuevo Renacimiento El Renacimiento del siglo XIV constituyó un modelo de comparación de civilización, cultura, religión y moralidad para la segunda mitad de éste milenio, tal y como fue concebido por los trabajos de Nicolás de Cusa, fundador de la ciencia moderna, y su cofrade Eneas Silvio Piccolomini, más conocido como Pío II. A través de la cooperación con los más representativos elementos de la Florencia de los Medicci, alrededor de 1439, Nicolás y Eneas Silvio, salvaron a la Civilización Occidental de la Edad Oscura, que había sobrevenido de la derrota de Federico II de Hohenstauffen a manos de la oligarquía de los Guelfos Negros 6. Durante la era Oscura, la Iglesia Católica Romana había sido sustancialmente dañada por la captura de su sede en Avignon y el Gran Cisma. Ambos eventos sirvieron como telón de fondo para la Guerra de los Cien Años, la Guerra de las Rosas y el avance del Imperio Otomano. Sin Nicolás y Eneas Silvio no habría habido ni Europa ni Iglesia en 1500. Venecia estaba determinada a destruir a ambas y para ello utilizó a Gregorio Von Heimburg, agente de Paolo Morosini7, quien patrocinó a Heimburg uno de los libros de propaganda más descarados sobre el sistema oligárquico veneciano publicado en el siglo XV: “ De rebus ac forma reipublicae Venetiae Gregorio Heimburg, Germanorum doctori praeclarissimo”. Gregorio fue el agent provocateur que intentó sabotear los esfuerzos de Pío II, Cusanus y Besarión y representa el típico anti-papal y anti-imperial a sueldo de los príncipes electores del Sacro Imperio Romano. Esta fue la estrategia oculta que la oligarquía veneciana puso en juego durante el Movimiento Conciliar contra la propuesta de cruzada de Pío II y que sentó las bases del apoyo a Lutero durante la reforma. Venecia era políticamente oligárquica, socialmente esclavista económicamente usurera 8 y culturalmente aristotélica. Los venecianos fueron los primeros en Europa Occidental en leer a Aristóteles directamente en griego, primero en la escuela de Rialto donde los patricios disertaban acerca de él y posteriormente, alrededor de 1400, en la Universidad de Padua donde estudiaban los cachorros de la nobleza. Debemos recordar que Venecia fue una extensión del Imperio Bizantino, y que su poder se afianzó con la captura de Constantinopla 6
Los términos güelfos y gibelinos proceden de los términos italianos guelfi y ghibellini, con los que se denominaban las dos facciones que desde el siglo XII apoyaron en Alemania respectivamente a la casa de Baviera (los Welfen, pronunciado Güelfen y de ahí la palabra «güelfo») y a la casa de los Hohenstauffen de Suabia, señores del castillo de Waiblingen (y de ahí la palabra «gibelino»). La lucha entre ambas facciones tuvo lugar también en Italia desde la segunda mitad del siglo. Su contexto histórico era el conflicto secular entre el Pontificado y el Sacro Imperio Romano Germánico, los dos poderes universales que se disputaban el Dominium mundi. Durante el siglo XIV, los partidos güelfo y gibelino se dividieron en facciones internas (güelfos «blancos» contra güelfos «negros»), perdiéndose la fuerza y la combatividad original. Los dos términos sobrevivieron en los siglos sucesivos para denominar las líneas políticas favorables y contrarias a la Iglesia, pero el escenario histórico en el que se habían forjado inicialmente estaba desapareciendo: divididas por los intereses particulares y las luchas civiles, la realidad de las comunidades cedía el paso a una nueva unidad de dimensión regional y ciudadana: las señorías. 7 Gilbert, 191 8 Tradicionalmente los tipos de interés eran del 20%,
durante la Cuarta Cruzada, que tuvo lugar poco después de 1200. Venecia, como Bizancio, utilizó la religión como un elemento más de control de la ciudadanía por parte del Estado.
La Red Aristotélica Durante el Quattrocento, Venecia desarrolló una extensa red aristotélica en Europa e Italia. Bernardo Bembo el embajador de Venecia en Florencia y manipulador a sueldo de la Signoria Veneziana, sostenía que los venecianos debían ser considerados los nuevos romanos. Bernardo formaba parte de la red cultural aristotélica, al igual que su hijo Pietro Bembo, quien junto con Ermaolao el Joven y Ermaolao el Viejo, representaba los intereses de la familia Barbaro. En la pintura de Giorgione Los Tres Filósofos, puede verse a los tres Aristóteles, el Escolástico (de la Sorbona de Paris), el Averroísta (derivado del pensador musulmán), y el Moderno (el que se enseñaba en Padua y Rialto) que tiene las facciones de Ermaolao el Joven. La pintura muestra un importante aspecto del método veneciano consistente en una estrategia de dominación cultural, religiosa y política a través de la promoción de una serie de escuelas aristotélicas que competían unas contra otras 9. En 1400 la Universidad de la Sorbona, aristotélica, constituía una formidable fuerza en Teología, pero los oligarcas venecianos Giustiniani y Querini propusieron al Papa León X, durante los comienzos de la reforma (1513), que atacase el " decadente escolasticismo de la Sorbona”, bajo la excusa de que “la educación del clero no debería basarse en las falacias eruditas de los parisinos y sus fábulas paganas"10. En lugar de eso Giustiniani y Querini recomendaron lecturas de la Biblia y de los padres de la Iglesia, especialmente San Agustín, pero su recomendación apuntaba a algunas lecturas puntuales, aisladas y sacadas de contexto, algo que prosperó entre los protestantes 11. Por eso no es una sorpresa que años después, Lutero disfrazase su reforma de movimiento anti-aristotélico, a pesar de ser de que el dualismo maniqueo luterano condujo al método de Aristóteles. El método pseudo-científico cocinado por Francis Bacon es parecido. Usó criterios epistemológicos escritos por Paolo Sarpi en los que derribaba la autoridad de Aristóteles en beneficio del experimento científico, aunque esto no cambia el hecho de que el método de Bacon fuera aristotélico de parte a parte. Bacon pregonaba las bondades del método inductivo como gran alternativa a los silogismos, aunque no haya diferencia alguna. Otro de los planes de Venecia contra el Renacimiento era conquistar la península Italiana y usarla como catapulta para dominar el mundo. Cuando les resultó imposible conquistar Milán, Florencia, los estados Pontificios y Nápoles, la diplomacia veneciana incitó a Francia y España, dos soberbios poderes emergentes, a invadir Italia para seleccionar los pedazos que más les gustasen cuando se hubiera disipado el humo de la batalla. Entre la conquista de Milán por Francia en 1494 y el saqueo de Roma en 1527, Italia fue devastada por el enfrentamiento de estos dos grandes ejércitos que terminaron por suponer un duro golpe para Venecia y sus intereses a causa de la Guerra de la Liga de Cambrai, cuyo comienzo tuvo lugar en 1509. El método permanece hoy inalterable a través de los think -tanks neoliberales que compiten entre si por aportar soluciones aparentes a los problemas mundiales. Esto se consigue publicando sesudos informes y convocando inútiles conferencias sobre las consecuencias de los problemas y jamás sobre las causas. 10 Jedin, "Contributo," p. 112 11 Schnitzer, p. 236 9
La Liga de Cambrai fue la primera gran coalición de estados europeos contra otra nación cristiana, al menos nominalmente. Estaba formada por la Francia de Luis XII, el sacro Imperio Romano de Maximiliano I, el Papa Julio II, La España de Carlos V, el rey de Hungría, el Duque de Saboya, el Rey de Chipre, los Duques de Ferrara, Milán, Florencia y Mantua. El objetivo era destruir Venecia. Una pintura de Palma Giovane en el Palazzo del Dogo, muestra al Dogo Loredan y al León de San Marcos, luchando contra Europa, quien monta un toro y cuya coraza está decorada con los escudos de los miembros de la Liga. Venecia buscó apoyo en el Imperio otomano, pero finalmente tuvo que luchar sin aliados. En la decisiva Batalla de Agnadello, las tropas de Francia arrasaron a los mercenarios de la Serenissima. Tal y como sostenía un exultante Maquiavelo, Venecia perdió aquel día lo que le había costado siglos de esfuerzo. Los venecianos se refugiaron en las lagunas, la destrucción parecía inminente, sin embargo el Papa Julio II se escindió de la Liga de Cambrai llevado por la codicia pero afortunadamente las tropas francesas financiadas con dinero Florentino llevaron a los venecianos al borde del abismo. La Serenissima fue llevada a la bancarrota y tuvo que pedir dinero a Chigi de Siena; fue en este momento cuando la comunidad judía de Venecia apareció en escena. Los judíos, que siempre habían sido prestamistas, eran obligados a vivir en un barrio llamado il Ghetto, regido por leyes restrictivas, y eran obligados a llevar una estrella de David de color amarillo. Cuando las cosas se pusieron serias tras la derrota de Agnadello, los predicadores de la Serenissima se apresuraron a culpar a los judíos 12.de los males de la ciudad. Las lagunas venecianas hervían de histeria. Repentinamente surgió una eclosión de creencia religiosa espoleada por Antonio Contarini, el Patriarca de Aquilea. Las procesiones se multiplicaban, deificando la citá inmortal que había estado en grave peligro. Contarini, cuya familia será el centro de nuestra historia, arengó al Senado por su inmoralidad, manifestando su desprecio por una nobleza que utilizaba a las monjas de los conventos para desfogarse sexualmente… también mencionó el hecho de que la homosexualidad era tan común entre los varones jóvenes, que las prostitutas se quejaban de tener solo clientes ancianos 13. Este dato es rigurosamente cierto, al menos el 10% de las mujeres había ejercido la prostitución en algún momento de su vida, pero aún más extendida era la prevalencia de la sodomía como conducta sexual, una inequívoca marca de los Bogomiles y sus tradiciones epistemológicas. Abofeteada, endeudada y humillada Venecia sobrevivió sin embargo a la guerra contra la Liga de Cambrai, pero el Dogo reconoció ante los 2500 patricios de la ciudad, que el nuevo poder de España, los había reducido a una república de 2500 moscas 14. Algunos patricios se dieron cuenta de que la ciudad había dejado ya de ser segura y de que en cualquier momento podría ser aplastada como un huevo, por lo que no era un lugar seguro desde el que planear el dominio del mundo. Desde 1200 se hablaba de trasladar la capital a Constantinopla, pero ahora, con el nuevo mundo recién descubierto, los nuevos planes estaban destinados a facilitar la metástasis del cáncer veneciano hacia el Atlántico. Para terminar de empeorar las cosas, la ruta portuguesa de las Indias había terminado con el monopolio veneciano en el comercio de especies orientales. Discutieron la posibilidad de Gilbert, p. 18,39 Gilbert, p. 38. 14 H. Brown. Pág., 150 12 13
construir el canal de Suez, pero la idea fue abandonada por imposible. Venecia siempre había vivido de aplicar el principio divide y vencerás, así que si Europa se había unido contra Venecia, ¿podría Venecia rasgar a Europa tan profundamente que sus piezas no pudieran volver a juntarse por más de un siglo?
Una Mirada a Contarini Para comprender como se llevó esto a cabo, echemos una mirada a Gasparo Contarini cuyos estudios del aristotélico Pomponazzi, fueron interrumpidos cuando el Emperador Maximiliano tomó Padua. Contarini se había encargado de negociar con Agostino Chigi el crédito con el que salvar a Venecia de la bancarrota tras la Batalla de Agnadello, pero de vuelta a la ciudad tomó contacto con un grupo de jóvenes patricios que se reunían en el monasterio de la Orden Camaldolese de San Miguel, en la isla de Murano, para discutir acerca de la salvación de sus almas. Recordemos lo que Pío II decía de los venecianos: Son unos hipócritas. Quieren mostrarse como los principales cristianos del mundo, pero nunca piensan en Dios, excepto para su República, a la que tratan como a una divinidad. Jamás tienen consideración a lo divino o a lo sagrado 15 . Uno de los participantes en aquellos encuentros era Vincenzo Quirini, recién llegado de Alemania como embajador ante el Imperio, quien puso de manifiesto la animadversión que existía entre los príncipes electores contra el Emperador. Quirini pensaba que la guerra era inminente y así se lo planteó al Dogo: “Todos los príncipes del imperio, eclesiásticos o seglares, albergan una voluntad contraria hacia su ilustrísima Señoría, que he visto y tocado con mis manos” 16 . Otro de los contertulios de aquellas piadosísimas reuniones era Paolo Giustiniani, quien había marchado a Oriente en 1507, quizá buscando la ayuda de los turcos. Durante el invierno de 1510 a 1511, en mitad de la mortal crisis de Cambrai, Giustiniani y Quirini, abandonaron sus cómodas carreras al servicio del Estado e ingresaron en la austera Orden de los Camaldolese, primero en Murano y luego en la cercana Arezzo. Ambos constituían la vanguardia del movimiento de Reforma, que sacudió el silencio de los Camaldolese, enviando el primer manifiesto para la reforma del Catolicismo denominado “ Libellus ad Leonés X ”, al Concilio Laterano. En él se proponía la pena de muerte para los judíos que no se convirtiesen y la guerra contra los turcos en alianza con el joven líder persa identificado como Sufi. 17 Gasparo Contarini mantuvo correspondencia con Quirini y Giustiniani por más de una década. Parte de ésta correspondencia ha sobrevivido e ilumina en la actualidad los orígenes de la Reforma Protestante. Para verlo todo en su justa perspectiva demos un salto de Gasparo Contarini en 1511, a Martín Lutero, en la torre de su monasterio, en Wittenberg en 1513-14. Aquellos años Lutero los denominaba “Thurmerlbenis” en referencia a sus experiencias en la torre y que son considerados como el punto de partida de la Reforma Protestante.
Pío II, comentarios pág. 743 Alberi, serie 1, Vol. 6, p.43 17 Schnitzer, Pág. 227 15
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Fe y Obras Los Thurmerlbenis aportaron a Lutero el definitivo punto de vista de su teología: que la salvación viene solo por la Fe, y que aspectos como la caridad no juegan ningún papel en absoluto. Lutero describe su experiencia así: Estas palabras “justo” y “justicia divina” son un rayo en mi conciencia. Al oírlas en mi cabeza me invadió el terror . Él es justo, por consiguiente, Él, castiga. Un día me encontraba meditando en la torre sobre “La justicia que vive por la Fe, la Justicia de Dios”. Enseguida pensé, si todos debemos vivir guiados por la Fe, la justicia de Dios determinará la salvación de todo creyente. De repente mi alma revivió. Porque es la Justicia de Dios la que nos guía y nos salva. Este conocimiento vino a mí en mi retiro de la torre.18 Esta es la explicación de Lutero a la Carta de Pablo a los Romanos I.17: “Para eso es la rectitud de Dios revelada de Fe a Fe: como ésta se escribe, el justo vivirá por la Fe”. Este pasaje se ha sacado del contexto de las Escrituras y se ha convertido en una llave maestra. Las alegadas nuevas visiones de Lutero en lo tocante a justificación, Fe y obras eran un reavivamiento nada ingenuo de una vieja controversia que había sido resuelta hace mucho tiempo en teología por el magisterium de la Iglesia romana. San Pablo, en ciertos lugares de sus epístolas, estaba empeñado en convencer a los no-cristianos que la primera justificación, y por tanto la salvación, sólo podría venir por la Fe, y no a través de obras sin Fe. Estas observaciones de San Pablo eran parte de su polémica contra los llamados judaizantes. El Nuevo Testamento contiene una advertencia contra las interpretaciones unilaterales de Pablo como el practicado milenio y medio después por Lutero: “Como también en todas las epístolas [de San Pablo], (…) algunas cosas son duras de ser entendidas, no se aprenden bien y por culpa de esta incomprensión conducen al resto de las escrituras hacia su propia destrucción”. Esta profecía Luterana viene de San Pedro (2 Pedro 3.16). Por supuesto, una lectura equilibrada de San Pablo no deja duda de que mientras la Fe es claramente primera y antes de las obras, la Fe y las obras de caridad son necesarias. Vea Gálatas 5.6 por ejemplo: “Porque en Cristo ni la circuncisión ni la in-circuncisión justifican nada; sino la Fe que trabaja a través del amor”. Más allá de esto, la epístola de Santiago contiene una polémica larga y mordaz contra los oscurantistas que como Lutero, intentan separar la Fe de las obras. Estas líneas son de importancia especial para todos los protestantes de hoy y puede explicar los esfuerzos de Lutero por hacer sacar a Santiago del Nuevo Testamento en su totalidad. Santiago dice: “¿Qué gana, hermanos, un hombre que dice que tiene Fe, si no tiene obras? ¿Puede la Fe salvarlo?... Vean ustedes cómo la Fe forjada con las obras [de Abraham], y a través de la obras de Fe hace lo correcto... Ya ven entonces cómo el hombre se justifica por sus obras y no sólo a través de la Fe.... El cuerpo muere sin el espíritu, igual que la Fe sin obras. 19 Este debate se reabrió varios siglos después por San Agustín. Debemos leerlo cuidadosamente debido al esfuerzo de Lutero para revestirse de una capa neo-agustiniana. San Agustín era de hecho el autor de todo un libro en el que advertía precisamente contra este tipo de error perverso que Lutero 18 19
Grisar, "Luther," VI, p. 506 Santiago 2.14-26
promulgó después. Examinando atrás retrospectivamente su vida en su Retracciones, Agustín escribe: “... Recibí de algunos hombres comunes, que sin embargo eran sabios en las Escrituras, ciertos escritos que distinguían las obras buenas de la cristiana Fe lo suficiente como para decir que era posible obtener vida eterna sin obras pero no sin Fe.” Considerada la cuestión de Fe, Agustín advierte: “Sentimos que debemos aconsejar a los creyentes que pondrán en peligro la salvación de sus almas si ellos actúan en la falsa convicción de que la sólo la Fe basta para la salvación o que no necesitan realizar obras para salvarse....Cuando San Pablo dice que el hombre se justifica a través de la Fe y no por la observancia de la ley, no quiere decir que las obras buenas no sean necesarias o que baste sólo con recibir y profesar la Fe, quiere que entendamos que el hombre puede justificarse por la Fe, aunque no haya realizado previamente las obras de la ley, que no son meritorias antes, sino después de la justificación.... [Esta postura se] originó en tiempo de los apóstoles y por eso encontramos a algunos de ellos, Pedro, Juan, Santiago y Lucas, escribiendo contra ello en sus epístolas y afirmando rotundamente que la Fe no vale sin obras.... San Pedro era consciente de que algunos hombres injustos habían interpretado a su conveniencia varios pasajes bastante oscuros de San Pablo para justificarse de no llevar una vida buena y estar seguros de su salvación porque tenían Fe.... ¡Ved, entonces, qué gran error cometen aquellos que piensan que pueden ser salvados por una Fe que está muerta!” 20 En el capítulo concluyente de esta obra, Agustín recapitula su visión, diciendo: “Los que se preparan para el bautismo no sólo deben instruirse en lo que deben creer sino también en lo que deben hacer; No debemos decir al creyente que obtendrá la vida eterna si su Fe está muerta. Si en su Fe no hay obras no podrá salvarse, pero obtendrán la vida eterna si su Fe trabaja a través de la caridad”. 21 Estos temas se repiten constantemente en los escritos de Agustín. Comparemos por ejemplo el texto siguiente de su tratado “Gracia y Libre Voluntad ”: “Ellos no aciertan con el significado de las palabras del apóstol cuando dice: ‘un hombre se justifica a través de la Fe independientemente de las obras de la ley'. Algunos hombres han entendido que la Fe es suficiente para el hombre, aunque lleve una mala vida y sin obras buenas. Es inconcebible sostener este punto de vista. Fue él quién después de haber declarado: `para Cristo ninguna circuncisión ni in-circuncisión' es de provecho… sino la Fe que trabaja a través de la caridad.'” El mejor Renacimiento de la teología cristiana humanista compartió esta misma visión. Leamos a Nicolás de Cusa en su Docta Ignorancia: “Sin amor la Fe no está viva, sino muerta, y no es, en absoluto, Fe. El amor es la forma que da a la Fe el nuevo ser; de hecho, el amor es la señal más firme de la Fe”. También de Nicolás, Sobre la Paz de Fe: “Es imposible que alguien suplique a Dios sin Fe. La Fe debe estar, y sin obras está muerta” “Fides caritate formata”, Fe compuesta de caridad, es una expresión común medieval y del Renacimiento por necesidad de que la Fe se expresase y desarrollase con actos de caridad 20 21
Sobre Fe y Obras, pp. 23-30 pp. 55-56
hacia el prójimo. “Fides caritate formata” era una cita capaz de sumergir a Lutero en la histeria durante los debates teológicos. Para Lutero el diablo es un poder independiente que “ gobierna sobre el mundo material. Las buenas obras también le pertenecen al diablo; La razón humana es a la vez la puta y la esposa del diablo. En aquellos días de gran conocimiento teológico, esto se reconocía claramente como una variación del Maniqueísmo, según el cual Dios y el diablo son dos partes de una misma creación. Siguiendo con sus argumentaciones gnósticas, todo lo referente al mundo material es inherentemente malo, mientras que solo en el mundo espiritual puede darse el bien, exactamente el mismo razonamiento que profesaban los Bogomiles. Los contemporáneos de Lutero, entre los que se encontraba Philip Melanchton definían a Lutero exactamente en los mismos términos: Lutero es un maniqueo delirante. Lutero estaba bajo la influencia de algún pseudo-Hermes Trismegistus y su "Libro de los 24 Filósofos”. Intentó que su propio punto de vista fuera considerado como una vuelta al énfasis de San Agustín sobre la Gracia y contra las nociones éticas del tardío mundo GrecoRomano, pero era falso, las notas de Lutero en los márgenes de las Confesiones de Agustín han salido a luz y destaca su reacción a la polémica de San Agustín contra los Maniqueos y su idea de dos fuerzas iguales atrapadas en una lucha cósmica. La anotación de Lutero dice: “Esto es falso. Éste es el origen de todos los errores de Agustín"22
Contarini y Lutero Hay un dato que la historia de la iglesia protestante ha omitido permanentemente y que en su contexto histórico resulta más que interesante: fue Gasparo Contarini, quien gozó de su propio Thurmerlbenis en 1511, el que le pasó sus razonamientos a Lutero. Durante el verano de 1943, en el Monasterio Camaldolese del Monte Corona, el alemán Hubert Jedin, actuando bajo consejo de Giuseppe de Luca, descubrió treinta cartas de Gasparo Contarini a los Camaldolese Giustiniani y Quirini. Una de ellas está escrita en la Marisma Oriental en 1511, cuando Contarini acudió primero al Monasterio Benedictino de la Isla de San Giorgio Maggiore y después a San Sebastiano. Creemos que entonces Contarini quería ingresar en alguna Orden, pero concluyó que la vida monástica y ascética aunque llena de buenas obras, nunca llegaría a ser suficiente para expiar sus pecados, punto de partida similar al de Lutero. Fue entonces cuando un sacerdote dijo a Contarini: “El camino de la salvación es más ancho de lo que la gente piensa. Contarini escribió: “...Empecé a pensar lo que esa felicidad [la salvación] significa y lo que nuestra condición representa. Entendí, que aunque hiciese todas las penitencias posibles e incluso muchas más, aun cuando las practicara todas juntas, no sería bastante para hacerme perdonar todos mis pecados, y mucho menos merecer la salvación. Y habiendo visto en esa bondad infinita un amor tan profundo que nuestro intelecto no puede sondearlo, que sólo puede ser por su bondad que nos sacó de la nada y nos elevó a semejante altura... Debemos intentar la unidad con Cristo sólo con Fe, con esperanza y con el pequeño amor del que somos capaces. Debemos considerar con complacencia nuestros pecados y verlos como debilidades humanas. Su pasión es suficiente y más que suficiente. A través de éste pensamiento dejé de vivir en el miedo y la angustia y viví en la felicidad. Todo mi espíritu se vio engrandecido al contemplar su amor por mí, en la cruz, con sus brazos extendidos, y su pecho abierto en una herida profunda que llegaba directamente hasta su corazón. Ahí estaba yo, el miserable que no tenía el suficiente coraje para expiar sus pecados, vuelto hacia él. Desde entonces
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Socci y Ricci, y Theobald Beer
le ruego mi salvación. Él ya pagó por nuestros pecados, me ha aceptado y su Padre ha cancelado completamente la deuda que contraje y que era incapaz de satisfacer. 23 Los paralelismos con Lutero son evidentes aun cuando Contarini menciona como necesarios para la salvación además de la Fe, la esperanza y un pequeño amor. En 1523, cuando Contarini conoció a Lutero, fue más allá y abrazó plenamente su causa. “…Verdaderamente he llegado a una firme conclusión, aunque primero la vi ahora la siento como una experiencia que ha penetrado completamente en mi intelecto. Es decir, nadie puede purgar por sí mismo sus malas obras y sus tentaciones, para esto es necesario tener el recurso de la Gracia Divina, la cual se obtiene a través de la Fe en Cristo. Como dice San Pablo, “Bendito es el hombre sin obras a quien el Señor no imputó ningún pecado ..." Ahora veo en mi mismo y en otros, que cuando un hombre piensa que ha adquirido alguna virtud, es muy fácil que caiga en una tentación. De donde concluyo que la vida del hombre está llena de vanidad y que debemos justificarnos nosotros mismos a través del comportamiento correcto. Y para ello Cristo es el instrumento, cuando nos entregamos a Él, sus buenas obras se convierten en nuestras buenas obras. Tampoco debemos fiarnos de nosotros mismos lo más mínimo, sino que debemos decir: “ A nuestras espaldas llevamos la 24 respuesta de la muerte." Contarini siempre fue menos vehemente en aquellos escritos publicados. En su tratado De Praedestinatione, sostiene que el cristianismo debe: “glorificar mientras sea posible la Gracia de Cristo y la Fe en él y restar importancia, siempre que sea posible, al sentimiento de confianza en nuestras obras, nuestro conocimiento y nuestra voluntad”. Estas cartas publicadas por primera vez en 1950, convierten a Contarini en el primer protestante, en el indisputado caposcuola entre los que en Italia defendieron la salvación ex sola fede (solo por la Fe), y que llegarían a ser conocidos como evangelistas, criptoprotestantes, o spirituali . Pronto regresaremos a ellos.
Mutianus Rufus y Spalatino Existen muchas posibilidades de que los escritos y argumentaciones de Contarini sobre el énfasis en la Fe, desarrolladas durante la Crisis de la Liga de Cambrai, llegasen a Alemania a través de una red aristotélica-veneciana que llegó hasta la corte Federico el Sabio, Príncipe Elector de Sajonia, quien protegió a Lutero de la demanda de extradición dictada por el Papa León X, y del bando Imperial de prohibición impuesto a Lutero y emitido por el Emperador Carlos V. Nuestro conocimiento de esta red comienza con la figura de Conradus Mutianus Rufus, un clérigo erudito del latín y el griego, quien a principios del siglo XVI era Canónigo de Marienstift, en Gotha. Había viajado por toda Italia durante el periodo 1499 –1503, había estudiado en Bolonia y visitado otras ciudades, incluyendo Venecia. Mutianus Rufus, trabó contacto con miembros de la Signoría Veneciana, tal y como escribió en 1509: “He visto Patricios venecianos que llevan un cinturón de seda que cuelga de un lado y va alrededor del brazo”25 Allí conoció a Aldo Manucio, el famoso editor veneciano de textos cultos en latín y griego, y blanco de la sátira de Erasmo “Opulentia Sordida”. Con Aldo llegamos al corazón de las redes Jedin, "Ein Thurmerlbenis des jungen Contarini, "p. 117 and Dermot Fenlon, "Heresy and Obedience in Tridentine Ital." p.8 24 Jedin, p. 127 25 Briefwechsel des Conradus Mutianus, p. 249 23
de inteligencia Venecianas entre los impostores autodenominados humanistas alrededor de 1500. En febrero de 1506, cuando las nubes de la guerra de Cambrai asomaban por el horizonte, Aldo escribió a Urbano, discípulo de Mutianus Rufus: “Yo considero favorablemente la estima de Mutianus Rufus debido a su conocimiento y humanidad y confieso estar en deuda con él. En primer lugar porque siempre habla bien de mí, y en segundo lugar porque procuró para mí la amistad de un hombre piadoso y lleno de sabiduría como es usted. Si no estimase a Mutianus y Spalatinus como hombres sabios y tan bien dispuestos hacia mí, como hacia usted, habría sido el hombre más ingrato de todos. Pero le estimo y honro, y le doy gracias porque usted me ha convocado a esta buena voluntad mutua”. 26 El otro discípulo de Mutianus Rufus era Spalatino. Centrémonos en él por un momento. Georg Burckhardt había nacido en la ciudad de Spalt, próxima a Nuremberg, en 1484. Burckhardt empleó el nombre de la ciudad en la que había nacido para tomar un apodo con el que alardear de humanismo, y jugar un papel decisivo, quizá el segundo más importante después del mismísimo Lutero, en la mayor división de la iglesia de nuestra historia reciente. Spalatino se convirtió en un protegido de Mutianus Rufus en 1504, cuando le visitó en su oficina de Gotha, en cuya puerta estaba escrito “Valete sollecitudines” (sed fuertes en la inquietud). Otro de los pertenecientes a la red de Mutianus era Johann Lang de Erfurt, quien poco tiempo después residiría en un monasterio Agustinista, donde también estudiaba un tal Martín Lutero, quien estudió en Erfurt después de 1501, al mismo tiempo que Spalatino. 27 En 1505, Mutianus encontró a Spalatino trabajo en el monasterio de Georgenthal donde era responsable de comprar libros para la biblioteca. Los libros se le pagaban a Manucio con dinero de las minas de cobre Hohenkirchen propiedad de los Fugger. En diciembre de 1505 Spalatino escribió a Mutianus para que comprase las “Censuras de Plinio" obra de Ermolao Barbaro el Joven. Más tarde Spalatino se hizo secretario personal del Príncipe Elector de Sajonia, Federico el Sabio, para finalmente adquirir la responsabilidad de Conservador de su estimada colección de reliquias de santos. También obtuvo cargos en la recién fundada Universidad de Wittenberg, encargándose personalmente de la confección de su biblioteca. Gradualmente Spalatino se hizo algo así como un ministro menor, responsable de asuntos educativos y religiosos. En 1512, durante la Guerra de la Liga de Cambrai, Mutianus Rufus y Spalatino supieron que Aldo Manucio se dirigía a Alemania, llevando consigo un importante cargamento de valiosos manuscritos en latín y griego. El 25 de marzo de 1512 Spalatino escribió a Aldo Manucio proponiéndole conocer a Federico el Sabio, con objeto de tratar una importante compra de libros. ¿Estaba Aldo planificando una misión para afianzar la ayuda estratégica a Venecia en la hora en que más lo necesitaba? Aparentemente, Aldo no realizó aquél viaje, pero en diciembre de 1512 Federico el Sabio escribió a Aldo y Spalatino preparó el texto. En 1515 Spalatino hizo un pedido de libros en griego y 26
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Vea Briefwechsel, Pág. 37 Irmgard Hoess, George Spalatin (Weimar, 1956)
latín con la editorial de Aldo. No se sabe exactamente cuando se encontraron por vez primera Spalatino y Lutero, pero la primera carta de Lutero a Spalatino fue escrita aproximadamente en febrero de 1514, en medio del Thurmerlbenis, la experiencia de la torre. Spalatino había preguntado a Lutero su opinión acerca de la controversia sobre el hebreo y los estudios del Talmud de Johannes Reuchlin, a quien Federico apoyaba. Una abundantísima correspondencia comenzó entre ambos de la que se conservan 400 cartas de Lutero a Spalatino, pero muy pocas de Spalatino a Lutero. Spalatino aparece como el interlocutor de Lutero en teología -influyó muchísimo en él, según Hoess- pero también fue su consejero y supervisor en los asuntos de táctica política y estrategia. Las cartas alcanzan su punto máximo en 1521, pero siguen tiempo después: No hay nadie en nuestro grupo a quien yo preferiría más que a usted ”28 En 1515-1516 Lutero dio su conferencia sobre la salvación solo por la Fe aunque la primera expresión escrita de éste tema aparece en una carta a Spalatino del 19 de octubre de 1516: “Primero el hombre debe cambiarse; sólo entonces pueden sus obras ser cambiadas ”, una idea principal expresada por Giustiniani-Querini, autores, no lo olvidemos, de todo el armazón teológico de Lutero. En septiembre de 1516 Spalatino se unió al Kanzelei (la cancillería) de Federico. Como tal intercedió por Lutero, especialmente después de que se hubiese convertido en confesor del vacilante e indeciso Federico en 1517-1518. Cuando el 31 de octubre (víspera del día de difuntos) de 1517 Lutero clavó sus tesis en la puerta de la Catedral de Wittenberg 29, Spalatino convenció a Federico para que el asunto fuese considerado como un problema interno, de Sajonia, y que de ningún modo se debatiese en Roma. Después, cuando Lutero se dirigió a Heidelberg para asistir a un debate teológico, Spalatino se aseguró de que fuese acompañado por una escolta provista por Federico. En Julio de 1518, Lutero fue convocado a Roma y pidió ayuda urgente: “ Necesito su ayuda urgente, mi Spalatin, y así hace el honor de toda nuestra universidad ” Durante la siguiente asamblea de la Dieta Imperial el Cardenal Cayetano pidió fondos para combatir contra los turcos siendo contestado con una lista de quejas de Alemania a la Santa Sede. Federico convenció a Maximiliano de permitir que Lutero se quedase en Alemania. El partido antipapal y antiimperial de los príncipes oligárquicos se unió en apoyo a Lutero. Esto convirtió lo que León X había definido como “una lucha de monjes”, en la Reforma Protestante. Más tarde Spalatino intentó sin éxito convencer a un exaltado Lutero de que bajase su perfil y pasase más desapercibido. Cuando llamaron a Lutero a Augsburgo, Spalatino le aseguró una escolta, por medios indirectos. Lutero llegó incluso a solicitar el cambio de fechas en documentos oficiales de Sajonia, para protegerse. Tan seguro estaba Lutero del apoyo de Federico y de la influencia de Spalatino que escribió al Cardenal Cajetan el 18 de octubre de 1518: “Puedo ser más agradable al príncipe más ilustre apelando, más que retractando”. 30 El mismo otoño Spalatino, temiendo que Lutero estaba en peligro, le animó a escapar. Lutero incluso organizó una cena de despedida en su 28
Lutero a Spalatino, 12 de diciembre de 1524. Tal acontecimiento, en el que tantas veces se quiso simbolizar el principio de la revolución religiosa, de la protesta contra el Papa de Roma, como si el martillazo del doctor Lutero clavando sus tesis en la puerta de la iglesia del castillos significaría el derrumbamiento de la iglesia medieval, hay que relegarlo al campo de las leyendas. NADIE mencionó tal suceso mientras vivió Lutero. Fue Melanchton el primero en afirmarlo en el PREFACIO que puso al volumen segundo de las obras del reformador. De dónde sacó esa noticia, no lo sé, ni él aduce fuente alguna. En 1517 se hallaba Melanchton en Tubinga, y, por tanto, no fue testigo presencial del hecho. Fuente: http://conoceranlaverdad.blogspot.com/2007/09/lutero-y-las-95-tesis.html 29
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Hoess, Pág. 136
claustro, pero un mensaje de Spalatino le conminó a quedarse al advertir que la amenaza ya había pasado. Esta información sitúa la heroica negativa a huir ante un peligro inminente que quedó resumida en la famosa frase de Lutero, “ Hier stehe ich, ich kann nicht anders” (Aquí estoy, no puedo hacer otra cosa), bajo una nueva perspectiva, desde luego nada heroica. Federico protegió a Lutero de la extradición solicitada por Roma después de que el fraile quemara públicamente el acta de excomunión de León X en diciembre de 1520. Spalatino había conseguido que Erasmo declarase su apoyo a Lutero y se posicionase contra Roma, pero en verdad Erasmo le dijo a Spalatino que pensaba que había un sector de la curia administrando el enfrentamiento contra Lutero con el objetivo oculto de provocar la supresión de los estudios humanistas, lo que para Erasmo, significaba los estudios platónicos. Lo cierto es que existen indicios suficientes para afirmar que Cajetan, Eck y otros, actuaron en nombre de León X, pero obrando como Erasmo sospechaba. Spalatino acompañó a Lutero a la Dieta de Worms en 1521 como su interlocutor principal, doctor y consejero. Contarini estaba presente. Todas las fuentes consultadas niegan vehementemente que Contarini, embajador de Venecia ante Carlos V, se encontrase personalmente con Lutero, aunque los dos estuvieran en las sesiones plenarias. Después de que Carlos V dictara la prohibición de las Tesis de Lutero en todo el Imperio, Spalatino organizó el coup de main que facilitó el asilo de Lutero en el Castillo de Wartburg de Federico. La fama de Lutero y sus ideas creció rápidamente mientras disfrutaba de inmunidad. Poco tiempo después el Imperio se enzarzó en una guerra contra Francia, consecuencia del desmembramiento de la Liga de Cambrai, mientras Spalatino se convertía en Canciller de Sajonia. ¿Hubo otros canales de comunicación entre la Serenissima y Sajonia durante este período? La respuesta es afirmativa. Había al menos una más, que implicó la afición de Federico de recoger las reliquias de los santos, una práctica que Lutero consideraba como idólatra, y como tal había condenado. Sin embargo en 1515 un fraile alemán, Burckhard Schenk von Simau, había sido teólogo en el convento Franciscano de San Nicolo en Venecia. Quizá gracias a su parentesco con la rama Ernestine de la línea gobernante sajona, había participado en la Comisión encargada por Federico el Sabio para buscar y comprar libros y reliquias que sumar a las colecciones del Príncipe Elector. Uno de los contactos italianos más útiles de Schenk fue Pier Paolo Vergerio, el hermano de Giacomo Vergerio, un compañero Franciscano, que le dijo que la costa oriental del Adriático era una rica tierra en reliquias y sugirió que los miembros más jóvenes de su familia podían estar disponibles para hacer entregas en Sajonia. De acuerdo con esto, en julio de 1521, Aurelio Vergerio hizo un viaje a los dominios de Federico el Sabio, sólo para volver a Innsbruck a causa de una enfermedad. Schenk volvió entonces su atención a otro miembro del clan Vergerio. El 19 de octubre de 1521 escribió a Spalatino, aún entonces consejero del Elector, comunicándole que había encontrado a Pier Paolo Vergerio, un joven dotado de alto rango entre los estudiantes de leyes de Padua, especializado en humanidades. El joven Capodistriano, afirmaba Schenk, estaba interesado en completar sus estudios legales en Wittenberg. Aseguró a Spalatino que Vergerio sería una buena inversión en capital humano para la universidad e instó vehementemente a que fuera recomendado al Elector. Al parecer la respuesta de Spalatino fue animosa, porque Pier Paolo hizo preparativos para salir hacia Sajonia; sin embargo se detuvo al comenzar su viaje, debido a las noticias de una de plaga a lo largo de su ruta. Para el verano siguiente la invitación ya
había sido retirada. El 28 de julio de 1522, Spalatino informó a Schenk que a la luz de los recientes desarrollos religiosos en Wittenberg, Federico el Sabio consideraba prudente cesar su colección de reliquias. Spalatino agregó que él no podía prometer más compras a los Vergerio 31. Según otro relato, Spalatino escribió a un anónimo mercader veneciano: “Estoy devolviendo las reliquias y el crucifijo, en la esperanza de que los venda tan ventajosamente como sea posible, porque en Venecia costaron probablemente más y se valoran más favorablemente que aquí. Aquí el hombre común es tan bien instruido que piensa, correctamente, que sólo la Fe, la confianza en Dios y el amor fraternal, bastan.32
Los Spirituali Pier Paolo Vergerio de Capodistria asistió a la Universidad de Padua y se casó con Diana Contarini de la familia Contarini en 1526. 33 Después se hizo diplomático Papal y se encontró con Lutero en Wittemberg en 1535, durante el periodo de la Liga Smalkalda, la alianza protestante que batalló contra Carlos V en 1546-47. Más tarde, Vergerio se convirtió en un activo propagandista de la causa protestante. Vergerio perteneció al grupo Spirituali que se movía alrededor de Contarini, quien al volver en 1525 de su misión con Carlos V en Alemania, los Países bajos, y España, dijo al Senado: “El carácter y costumbres de los alemanes están cerca de lo valiente; son robustos y valerosos en la guerra, tienen poca consideración por la muerte, son suspicaces pero no fraudulentos o malévolos, son ingeniosos y no sublimes, pero se aplican con tanta determinación y perseverancia que tienen éxito, tanto en destrezas manuales como en letras, en las que muchos son ahora devotos y hacen ganancia. Si Alemania se unificara su fuerza sería enorme, pero las divisiones que existen entre ellos, les hacen pequeños” 34 A partir de ese instante los editores y las redes venecianas se movilizarían para garantizar la cobertura del luteranismo y todas sus variantes para extender, exacerbar y perpetuar estas divisiones. En 1516, un año antes de las tesis de Lutero, Contarini escribió De Officio Episcopi , un tratado de la iglesia de la Reforma para su amigo Lippomanno, que estaba apunto de consagrase obispo. Contarini servía entonces como embajador veneciano ante Carlos V y el Papa. Durante los inicios de 1530, Contarini comenzó a frecuentar a un grupo de patricios, los Spirituali , representantes del corazón del movimiento italiano evangélico o cripto-protestante, quienes lanzarían la Reforma dentro de la Iglesia católica Romana durante el pontificado de Pablo III de Farnesio. Las reuniones tuvieron lugar a menudo en los jardines del San Giorgio Maggiore de Cortese y se debatía en los escritos de Juan Valdez de España, llegado a Nápoles para enseñar la justificación como un regalo de Dios. “Nuestra responsabilidad , dijo Valdez, es tomar este Beneficio de Cristo dado a nosotros a través del Espíritu Santo y manifestado en obras buenas, las cuales sin embargo, no tienen mérito. Valdez decía, como Contarini, que la idea le vino a través de una experiencia. Los seguidores de Valdez eran principalmente oligarcas y sus obras eran publicadas en Venecia. Junto a Contarini estaban Gregorio Cortese, el abad Benedictino de San Giorgio Maggiore; el inglés Reginald Pole, un miembro de la antigua casa reinante de los Plantagenet residente en la villa de Pietro Bembo (obligado a cambiar bastante su estilo de vida Schutte, pp. 30-31 HG. Haile, Pág. 8 33 Nuntiaturberichte aus Deutschland, I, p. 14 34 Alberi, pág. 21 31 32
para hacerse Obispo de Bergamo y volverse cardenal); y Giovanni Pietro Caraffa de Nápoles, que se había unido al Oratorio de Amor Divino en Roma, quien fue co-fundador de la Nueva Orden de Teatinos y más tarde Papa Pablo IV. Llegados después estaban el Obispo de Carpentras Jacopo Sadoleto, G.M. Giberti, el obispo spirituale de Verona en territorio veneciano, y el Cardenal Morone que presidió a las últimas sesiones del Concilio de Trento. Estaba también el diplomático Papal Vergerio. Y Después, a través del círculo armado por Reginald Pole en Viterbo se encontraban Vittoria Colonna y Giulia Gonzaga que entraron en el cuadro unidos por Marcantonio Flamminio, Ochino, Vermigli, y otros. Vergerio, Ochino, y Vermigli se volvieron después apóstatas y se hicieron protestantes. Muchas ideas comunes a este grupo se expresaron en un tratado llamado Beneficio di Cristo, el cual era popular entre los Benedictinos. El Beneficio había sido escrito por un Benedictino, Benedetto Fontanino, usando los “Institutos de la Religión Cristiana” de Calvino en 1539. El tal Benedetto había estado en el San Giorgio Maggiore de Cortese alrededor de 153435. Con ayuda de Marcantonio Flamminio, el Beneficio se publicó en Venecia en 1543, y vendió 40.000 copias sólo en esa ciudad. Posteriormente los Spirituali tendieron a separarse en dos alas: la primera era liberal, tolerante, conciliadora y abierta a dialogar con los protestantes formada sobre todo por Pole, Morone y Vittoria Colonna. El otro sector eran los zelanti , como Caraffa, que tendió hacia los métodos militaristas e inquisitoriales y que acabaron entrando en conflicto con otros Spirituali como Pole, etc, a los que terminaron por acusar de herejía. Contarini murió antes de que esta división se llevase a efecto. Reginald Pole había sido enviado a Padua por Enrique VIII como una estratagema para mantenerle bien alejado del trono de Inglaterra, porque Pole era un Plantagenet, y su demanda al trono era tan buena o mejor que la de Enrique. En los años post-Cambray fue influenciado por cierto Padre Marco de los Benedictinos de Padua de Santa Giustina, al mismo tiempo que mantenía estrechos lazos con el banquero veneciano Alvise Priuli. En 1540, Pole fue gobernador de Viterbo, en los estados Papales, donde intimó con Vittoria Colonna, perteneciente a la nobleza negra romana, quien había estado en el círculo Juan Valdez y el Oratorio del Amor Divino. En 1541, Ascanio Colonna, pariente de Vittoria, emprendió la guerra civil contra el Papa Pablo III Farnesio pero fue derrotado. Vittoria Colonna tuvo cierto éxito como poetisa, cuyas “Rima Spirituali ”, expresaron algunos de los temas favoritos de los Spirituali pro-venecianos. El mismísimo Contarini dedicó su tratado sobre la libertad de la voluntad a Vittoria Colonna, quien fue aconsejada por Pole que debía creer que la salvación solo dependía de la Fe, pero que actuase como si dependiera de las obras. Pole es tremendamente importante debido a su papel en Inglaterra.
El Cisma inglés En 1527, el año del Saqueo de Roma, Enrique VIII empezó a madurar su plan de divorcio de Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos Isabel y Fernando de España, quien en contra de sus deseos le había dado una heredera y no un heredero. Su intención era casarse con cortesana Ana Bolena pero el Papa Clemente VII Medicci, con Roma ocupada por Carlos V, se 35
Fenlon, capítulo 5
negaba a conceder la anulación matrimonial. Enrique recabó sin mucho éxito distintas opiniones entre estudiosos y universidades para que le proveyeran de argumentos a su favor hasta que habló con el Fraile franciscano Francesco Giorgi, miembro del clan patricio veneciano de los Zorzi. Giorgi, autor de "De Harmonia Mundi " (Venecia, 1525), una obra mística con influencias derivadas de la Cábala hebrea, aseguró a Enrique VIII que existía un texto bíblico aplicable a su situación, Levítico, 18:16; donde se prohíbe el matrimonio entre un hombre y la esposa de su hermano, ya que se daba la circunstancia de que Catalina se había casado previamente con Arturo, hermano de Enrique. Pero en Deuteronomio 25.5-6, se prescribe el matrimonio de un hombre con la esposa de su hermano fallecido. Giorgi llegó a Inglaterra en 1531 acompañado por el estudioso hebreo Marco Rafael y permaneció allí hasta su muerte en 1540. Giorgi es recordado por haber contribuido poderosamente a la iniciación de una escuela de misticismo veneciano seudo-platónico en Inglaterra. A esta escuela se la conoció, entre otros nombres, como Rosacruces e influenció a figuras como John Dee, Robert Fludd, Sir Philip Sydney, Edmund Spencer y Sir Francis Bacon. Estos son los masónicos cimientos del Partido veneciano inglés que, por consentimiento de Jaime I, se convirtió en la fuerza dominante de la vida política británica. Bembo y Pole tenían sus propios contactos con otros cabalistas, pero Contarini jugaba con ventaja, ya que había vivido muy cerca de Giorgi y compartió infancia, juventud y escuela con sus sobrinos. Posteriormente Contarini y Giorgi se hicieron amigos íntimos 36. Resulta evidente determinar que Giorgi y Marco Rafael estaban protegiendo los intereses de la Signoria y el Concilio de los Diez. Poco antes de la llegada de Giorgi, Thomas Cromwell había reemplazado al Cardenal Wolsey como consejero principal de Enrique VIII. Cromwell tenía todas las marcas del agente de inteligencia veneciano. Según algunos informes había sido mercenario en Italia durante las guerras de principios del XVI. Según Reginald Pole, fue administrador de un comerciante veneciano pero según otras versiones trabajó durante 20 años en la sucursal de Amberes de un banco veneciano. Cromwell fue el asesino judicial de Sto. Tomás Moro, el eminente Erasmiano: “Fue en este mismo momento, después de la caída del Cardenal Wolsey, que [Cromwell ] pudo acceder a la presencia del rey y le sugirió hacerse cabeza de la Iglesia de Inglaterra” Dicha política permitiría a Enrique tomar sus propias decisiones en materia de divorcio y otros aspectos, al menos eso pensó Enrique tras leer el testimonio del Cardenal Pole, escrito nueve o diez años después, ya que Wolsey… “ no podría adelantar el proyecto [de su divorcio], según le fue oído declarar con un suspiro. Dijo que no podía posponerlo más. Muchos se mofaron pensando que abandonaría una política tan cargada de peligro, pero después de dos días en ese estado mental le visitó un mensajero de Satanás (a quien Pole identifica con Cromwell) se lo dijo y culpó de cobardía a sus consejeros, por no satisfacer sus deseos. A ellos les importaban más sus asuntos que los del rey y parecían querer regir los límites de los príncipes por los mismos principios que los de las personas privadas. Pero un rey está por encima de las leyes cuando tiene el poder para cambiarlas y en este caso, el rey tenía la ley de Dios realmente en su favor.... ” Pole escribió esto en una epístola de dedicatoria a Carlos V 37. Pole dice que Cromwell le ofreció una copia de El Príncipe de Maquiavelo que le recomendó efusivamente. “ Este libro 36 37
Dittrich, Pág. 456 Pole, Epistolae, 113-140
está escrito por un enemigo de la humanidad ” escribió Pole poco después, “Explica todas las maneras con las que destruir religión, justicia, y cualquier inclinación hacia la virtud ”.38 Pero El Príncipe se publicó años después. Enrique VIII llamó después a Pole para recabar su opinión sobre “la gran materia del rey ”. Pole respondió con una perorata insultante pensada para provocar al paranoico Enrique un ataque homicida. “ He sido consciente durante mucho tiempo que estáis afligido por una enfermedad seria y peligrosa”, escribió Pole, “Sé que vuestros actos son la fuente de todo este mal. La sucesión del reino se llama a la duda por el amor de una ramera.... Aquél que se resiste a sus mentiras es castigado con la muerte. Sus monos miserables con sus charlas sofistas sin sentido.... Sus lisonjas pestilentes.... Por el hedor de su mente un lisonjero sucede en tales engaños.”39 Pole también reveló a Enrique que había instado a Carlos V a que cesara las hostilidades con el Imperio otomano y dirigiese su poderío militar a terminar con el régimen de Enrique. 40 Desde que Pole había asumido el papel de pretendiente al trono de Inglaterra por su ascendencia Plantagenet, Enrique tomaba estas amenazas muy en serio, lo cual se agregaba a su desequilibrio mental. Enrique se vengó ejecutando a la madre y al hermano de Pole que seguían residiendo en Inglaterra y a quienes Pole, curiosamente, había descuidado cuando le envió su desafío a Enrique. La creación y preservación de un régimen protestante en Inglaterra era una de las metas principales de la política veneciana. Las Guerras entre Inglaterra y Francia, y entre Inglaterra y España, fueron la esencia de la política veneciana. Después de la muerte de Enrique VIII y la muerte de su hijo Eduardo VI, Pole volvió a Inglaterra como principal consejero y supervisor de la Reina Católica María Tudor , conocida como María Sangrienta. Reginald Pole había sido considerado en el pasado un candidato para casarse con Maria, pero ahora era Cardenal y diplomático Papal. Maria estaba casada con Felipe II de España, lo que creaba un acercamiento anglo-español que resultaba del todo inaceptable para Venecia. La sucesión de Maria fue facilitada por Sir William Cecil, primer Barón Burghley, un agente al servicio de la Serenísima, una figura importante del último periodo del reinado de Eduardo VI. Pole, aunque pertenecía a los Spirituali , resultó ser muy inquisitorial cuando los intereses de Venecia exigieron matanzas que creasen enemistades religiosas por carios siglos. Aunque asegurarlo es más que dudoso, los historiadores británicos consideran que entre 1553 y 1558, Pole y Mary dirigieron el mayor número de ejecuciones políticas en la historia de Inglaterra, incluyendo a unas 300 personas acusadas de herejía. Actuando bajo las instrucciones del Papa Pablo IV, el Cardenal Pole insistió en la restitución plena de las tierras y propiedad de la iglesia tomadas por Enrique VIII, lo que supuso expropiar a una gran parte de la nobleza inglesa. Estas medidas hicieron a Maria tan impopular que era obvio que su sucesor no sería católico. La sucesora fue Isabel, siempre bajo la influencia dominante de William Cecil, quien desde muy temprano se opuso a María Tudor. En su informe de 1551 al Senado veneciano, Daniele Barbaro habló de los hábitos religiosos de los ingleses: “… entre quienes nada es más inconstante que sus decretos de religión, ya que un día hacen una cosa y al siguiente otra, lo que alimenta la resistencia de los que aceptan las nuevas leyes, pero hay quiénes las encuentran más ofensivas, como se vio en las Dwyer, pág. XXIII Dwyer, pág. XVIII 40 Dwyer, pp. 271-78 38 39
rebeliones de 1549. Se puede afirmar, que aunque han sido castigados severamente, si tuvieran un líder, se rebelarían de nuevo sin dudarlo. Es verdad que los londinenses están más dispuestos que los otros a respetar lo que se les ordena, pero es por que se encuentran más cercanos a la corte”.41
La Contra-reforma Lo que se ha venido en llamar Reforma católica o Contra-reforma empieza con el pontificado de Pablo III Farnesio, quien habiendo estudiado con el humanista Pomponius Laetus, había sido nombrado cardenal por Alejandro VI Borgia, quien es considerado por los historiadores de la Iglesia Católica como el más reprobado de los Papas del Renacimiento. Debido a que Giulia Farnesio había sido la amante de Alejandro VI, el Cardenal Farnesio era apodado como el “Cardenal falda”. Pablo III tuvo varios hijos, dos de los cuales fueron nombrados Cardenales y Gobernadores de provincias controladas por la Iglesia. Fue éste Papa, Pablo III, quién elevó a Contarini, Pole, Sadoleto, Caraffa y el resto del grupo veneciano al cardenalato. Después, Pietro Bembo, Morone y otros agentes venecianos los siguieron. En 1537, Pablo III dio directivas a Contarini para presidir una comisión que desarrollase varias vías para reformar la iglesia. A Contarini se le unieron Caraffa, Sadoleto, Pole, Giberti -que en aquel momento era Cortese de San Giorgio Maggiore- y algunos prelados más de Salerno y Brindisi, casi todos venecianos. Este era el Consilium de Emendenda Ecclesia. La Comisión Contarini buscó de entrada identificar la causa de los males y abusos de la Iglesia, incluyendo la simonía42, cobros múltiples, obispos que no vivían en su sede, abusos morales, sibaritismo, relaciones sentimentales entre prelados y otras lindezas. La comisión no dijo nada acerca de las prácticas oligárquicas y usureras, sino que culpó de todos los males al poder excesivo que los pontífices romanos se habían arrogado. “…así como la sombra sigue al cuerpo, la adulación siempre sigue al poder supremo haciendo muy difícil el camino de la verdad a los oídos del príncipe. Los doctores proclamaron, que quién enseña que el Papa es amo de todos los beneficios también enseña que el Papa no puede ser acusado de simonía puesto que un amo puede por ley vender lo que es suyo. Así la voluntad del Papa puede y debe ser la regla que dirija estas acciones, de lo qué resulta sin duda que las necesidades del Papa también se sancionan por ley. Como si de un caballo de Troya se tratase, de aquí ha devenido en la iglesia de Dios tanto abuso y tanta enfermedad que la tiene afligida y desesperada. Estos asuntos han alcanzado a los incrédulos, quienes ridiculizan la cristiana religión principalmente por esta razón, al punto que debemos decir que el nombre de Cristo es blasfemado por las gentes ”. 43
El empujón global al documento se resume mejor en el siguiente pasaje: “Nosotros pensamos, Santo Padre, que lo que sigue tiene que ser establecido: tal y como Aristóteles dice en su ‘Política', así como en cualquier República, en el gobierno eclesiástico Alberi, series I, vol. 2, pp. 242-43 Simonía, es la compra/venta ilícita de lo espiritual. Incluye cargos eclesiásticos, sacramentos, reliquias, promesas de oración, jurisdicción eclesiástica, excomunión, etc. La palabra simonía deriva de un personaje de los Hechos de los Apóstoles llamado Simón el Mago, quién quiso comprarle al apóstol Simón Pedro (Hechos, VIII.9-21), su poder para hacer milagros y conferir, como ellos, el poder del Espíritu Santo (Hch 8:9-24), lo que le supuso la reprobación del Apóstol: ¡Que tu dinero desaparezca contigo, dado que has creído que el don de Dios se adquiere a precio de oro! . El papa Gregorio VII (1020-1085), el monje cluniacense Hildebrando de Soana, acabó con la venta de cargos eclesiásticos durante la llamada Querella de las Investiduras. 43 Concilium Tridentinum, XII, pp. 134-35 41 42
de Cristo, esta regla tiene que ser observada antes que las demás: que las leyes tienen que ser cumplidas tanto como sea posible. Y pensamos que nada permite exceptuar éstas leyes, salvo una razón urgente y necesaria”. 44 Así, Aristóteles se abrió camino guiando “la Reforma” en el documento que abrió la campaña para el Concilio de Trento. La dirección anti-aristotélica platónica de entonces no escapó a la condena: “Ellos leen habitualmente los Colloquia de Erasmo a los niños en las escuelas, pero los Colloquia influyen sobremanera en estas almas sin cultivar y las guían hacia la impiedad, por lo que estas lecturas y otras del mismo tipo han de ser prohibidas en las clases”. 45 A pesar de las maniobras de Spalatino, Erasmo había roto con Lutero muy temprano, y había atacado sus ideas sobre la esclavitud de la voluntad apoyándose en una reafirmación del concepto Platónico de “libertad de la voluntad” . Contarini y Pole habían mantenido correspondencia con Erasmo, y Pablo III llegó a ofrecerle el cardenalato en cierta ocasión, pero Erasmo le hizo al Papa la misma imputación que en su día lanzó a Lutero: “ ¡Usted no es piadoso! ” Los archivos Vaticanos, no mostraron, ni entonces ni ahora, las propuestas de Reforma de Pío II y Nicolás de Cusa durante el siglo anterior. Aquello si que fue un esfuerzo honrado de Reforma, pero la emprendida por la Comisión Contarini estaba entrando en una dirección muy diferente. Para ilustrar este ejemplo basta considerar que algunas de los obras de Pío II se pusieron brevemente en el Índice de Libros prohibidos. El Vaticano quiso guardar el informe de la Comisión Contarini en secreto pero se filtró rápidamente, siendo publicado por algunos de sus patrocinadores como Vergerio, Lutero, y el protestante alemán Sturmius; la versión inglesa fue emitida a través de Richard Morsyne en 1538. Un año más tarde, en 1539, Contarini se convirtió en el instrumento destinado a convencer a Pablo III de la conveniencia de aprobar la creación de la Compañía de Jesús de San Ignacio de Loyola, los Jesuitas, como una orden santa. En 1541, Contarini fue designado representante papal junto con Morone en las discusiones entre católicos y protestantes en Regensburg, donde propuso un compromiso de solución al importante problema de la justificación por la Fe; de un lado reconocía una justitia imputata para satisfacer a los luteranos, mientras por otro lado retenía algún papel para la justitia inhaerens. Tal compromiso fue rechazado en Wittemberg y en Roma. Fueron muchos los que sospecharon que Contarini estaba creando un tercer campo de debate. Contarini murió en 1542. La primera sesión del Concilio de Trento se convocó bajo Pablo III, con Reginald Pole, y Giovanni Pietro Caraffa como miembros del comité de cardenales asignado para vigilar los procedimientos. A la muerte de Pablo III Farnesio en 1549, Pole resultó ser el candidato papal del Emperador Carlos V y de los Spirituali. Fue ayudado por Priuli, el banquero veneciano. El anti-español Caraffa era el otro aspirante a la silla de San Pedro y contaba con el apoyo de los cardenales franceses dirigidos por Guisa. En un determinado momento Pole casi se hizo Papa por aclamación imperial. Ocurrió tras una votación en la que le faltó un solo voto para alcanzar la mayoría de dos tercios que se exigía entonces 46. 44 45
Págs. 135, énfasis en original Pág. 141 Juan Pablo II, ha cambiado esta mayoría de dos tercios a mayoría absoluta. N. del T.)
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Caraffa se volvió contra Pole durante el cónclave y lo acusó de haber cometido ciertos errores en materia de religión; Sostenía que Pole había mantenido un pelotón de herejes y de personas muy sospechosas en su casa en Viterbo. Guisa acusó a Pole de dejar el Concilio de Trento para evitar un debate sobre la justificación por la Fe. Finalmente, el Cardenal Del Monte fue elegido como Julio III, (1550-1555). Pole era uno de sus siete comisionados para la protección de la Fe. A continuación fue elegido Marcelo II Cervini, quien murió después de un mes en el cargo, y fue sucedido con ayuda de Venecia por Caraffa quien tomó el nombre de Pablo IV. Caraffa dio comienzo a un reinado de terror contra los Spirituali supervivientes, muchos de ellos ex socios suyos. Morone fue encarcelado en 1557 y Pole fue instruido para volver a Roma a enfrentar un juicio por herejía a causa de sus actividades en Viterbo. Pole al estar protegido por Maria Tudor, murió unas horas después de ésta.
El Índice de Libros Prohibidos El pontificado de Pablo IV (Giovanni Pietro Caraffa) marcó una larga pausa en el Concilio de Trento desde el momento en que prefirió actuar como un autócrata. En 1557, Caraffa instituyó el Index Librorum Prohibitorum 47 y no fue ninguna sorpresa que los escritos de Lutero, Zwinglio, Calvino, Melanchton, Juan Valdez, los Anabaptistas, el Corán y la Confesión de Augsburg 1531 fueran prohibidos bajo pena de excomunión y posible cárcel o destierro. Pablo IV también proscribió los Scabrous Facetia de Poggio Bracciolini y los escritos de Pietro Aretino. La lista incluía todos los libros de Pedro Abelardo, De Monarchia de Dante, todo Machiavelli, la mayoría de los obras de Erasmo (incluso los Colloquia, la Alabanza de la Tontería, y otros), muchos de Lorenzo Valla, e incluso un texto identificado como el Comentario de Alcuin sobre la Trinidad que fue acusado de apoyar a Calvino. Lo más asombroso es la presencia del propio Aeneas Silvius Piccolomini, Papa Pío II, uno de los defensores de la iglesia y de civilización: El Índice prohibió esas escrituras que Aeneas Silvius había retractado probablemente en una bula papal del 26 de abril de 1463; En ella se sostenían tesis del movimiento conciliar. Pío II también se había retractado de escritos juveniles en temas de amor. El prejuicio anti-platónico y pro-aristotélico del Índice era un barómetro de quién tenía el poder de Roma ahora ya que para 1565, había no menos de siete cardenales venecianos por lo que eran el comité nacional más grande. Además a comienzos del XVII, el general de los Jesuitas sería Bellarmine, quien había sido empapado en Aristóteles desde su juventud. Francesco Toledo, profesor del Collegio Romano, terminaría por atribuir una perfección tal a la lógica de Aristóteles tal que: “…escasamente se la ha superado en algún aspecto (…) parece que ha sido recibido más por la iglesia que otros filósofos, sobre todo en el milenio pasado; y ha sido usado para instruir a la juventud en la exclusión de todos los otros”.48 No fue casual que el gran amigo de Contarini, el Cardenal Morone, fuese puesto en libertad después de dos años de cárcel para entregársele la presidencia de la sesión final del Concilio de Trento.
Crisis en Venecia Durante la segunda mitad del siglo XVI, Venecia se encontraba en su hipogeo. La victoria naval de Lepanto en 1571 no había sido suficiente para recobrar Chipre del Imperio otomano y Venecia había 47 48
Index, Venice: Aldus, 1564 Bouwsma, pág. 296
sido acusada de hacer una paz separada con los otomanos. Después de la guerra de Chipre, Venecia entró en crisis comercial, en parte debido a la rivalidad inglesa y holandesa. La producción de seda y lana también cayó. Lo mismo pasó con la impresión, debido en parte al Index Librorum Prohibitorum. La recesión productiva y comercial afectó severamente a la construcción de barcos y la producción del Arsenal disminuyó. En 1575/77, una peste provocó decenas de miles de muertos que con el tiempo se tradujeron en hambrunas que duraron hasta 1594. Parte de este empobrecimiento era debido a que Venecia, a pesar de su economía claramente recesiva, seguía una política de contracción total de la deuda pública. Esta medida sobrevino como consecuencia de cambiar del patrón oro al patrón plata en 1562. La guerra de Chipre había costado 6 millones de ducados, pero el gobierno no eludió los pagos a los bancos Monte Vecchio, Monte Novo, Monte Novissimo, y Monte di Sussidio. Para 1600 todas las deudas habían sido liquidadas. En 1600, Venecia tenía una reserva acumulada líquida en moneda de entre 12 y 14 millones de Ducados. Es evidente que los fondi familiares que habían sido invertidos en los monti (préstamos) estaba transfiriéndose a otra parte como capital fugado: Un destino era el Amsterdam Bank, que se fundó aproximadamente en este tiempo, pues para el siguiente siglo se emplearía al Banco de Inglaterra. Después de 1582 las instituciones oligárquicas del gobierno veneciano quedaron bajo control de los Giovinni, una camarilla de patricios que habían surgido de un salón de discusiones estratégicas, llamado Ridotto Morosini. Los participantes incluyeron a Morosini, Niccolo, Contarini, Leonardo Dona, Antonio Querini, el monje Servite Paolo Sarpi, y Fulgenzio Micanzio, Galileo Galilei y, en ocasiones, Giordano Bruno. Los Giovinni estaban determinados a ser más agresivos contra España -que entonces ocupaba Milán y Nápoles- y contra el Papado: a esto Sarpi lo llamó Diacatholicon. Los Giovinni estaban interesados en Francia, Holanda, Alemania protestante e Inglaterra como contrapesos políticos y estratégicos al Diacatholicon. Del salón de tertulias de la familia Ridotto Morosini saldrían las ideas de la Ilustración francesa, el Empirismo británico y la Guerra de los Treinta Años.
Sarpi y el Empirismo británico Permítanos el lector probar la epistemología de los Giovinni, tomando a Sarpi y a su precursor Paolo Paruta. Los Giovinni eran escépticos y llenos de desprecio por el hombre y la razón humana. Sarpi admiraba al ensayista francés Michel de Montaigne, educado por su padre, que había luchado en Italia como soldado y probablemente se había contaminado de las Enseñanzas Venecianas; el propio Montaigne había hecho su peregrinación a Venecia. Sarpi estaba de acuerdo con Montaigne en que el hombre era el más imperfecto de los animales, porque Sarpi era un precursor del cálculo hedonista de Bentham, según el cual el hombre es una criatura de apetitos y éstos son insaciables, sobre todo la libido dominandi . “Siempre estamos adquiriendo felicidad, nunca la hemos adquirido y nunca lo haremos ” 49 Paolo Paruta, el predecesor de Sarpi, había sido empírico: “Aunque nuestro intelecto puede ser divino desde su nacimiento, aquí abajo vive entre miembros terrenales y no puede 49
Montaigne a Sarpi. [Pensiero, 250]
realizar sus operaciones sin ayuda de la sensación corporal. Por sus medios, dibujando en la mente las imágenes de cosas materiales, representa estas cosas para sí mismo y forma sus conceptos de ellos. Del mismo modo se eleva a la contemplación espiritual, no por sí mismo, sino por los sentidos”. 50 Sarpi era empírico: “Hay cuatro maneras de filosofar: la primera con la razón sola, la segunda con el sentido solo, la tercera con la razón y luego el sentido y la cuarta empezando con sentido y acabando con la razón. El primero es el peor, porque de él conocemos lo que nos gustaría ser, no lo que es. El tercero es una pena porque muchas veces torcemos lo que es en lo que nos gustaría que fuese, en lugar de ajustar lo que nos gustaría que fuese a lo que es. El segundo es verdad pero adusto, permitiéndonos saber poco y más bien de las cosas que de sus causas. El cuarto es el mejor que nosotros podemos tener en esta vida miserable” 51 Esta es la descripción del método inductivo de Francis Bacon. Las ideas de Bacon sobre el método inductivo las tomó del “ Arte di ben pensare” y otros escritos de Sarpi. Para Sarpi, la experiencia sensible significa la percepción de objetos físicos por los sentidos. Para Sarpi no hay ninguna verdad universal: “Esencia y universalidad son obras de la mente”, escribió despectivamente. 52 También mostraba su pragmatismo al asegurar: “Despreciamos el conocimiento de cosas de las qué no tenemos necesidad” 53. Sarpi, fue un marcado relativista cultural, y sirvió como introductor de Duns Scotus, Guillermo de Occam y un precursor de David Hume: “Cada cultura tiene su propia idea de orden, por consiguiente las repúblicas, los edificios, la política de tártaros e indios son diferentes” 54. Con Paolo Paruta, llega el Homo-economicus envuelto en los mitos de Adam Smith: “El deseo de enriquecimiento es tan natural en nosotros como el deseo de vivir. La Naturaleza proporciona a los animales las cosas necesarias para sus vidas; pero en el hombre que lo hace pobre, desnudo, y sujeto a muchas necesidades, inserta este deseo por las riquezas y le da inteligencia e industria para adquirirlos”. 55 Un portavoz de los diálogos de Paruta expresó los puntos de vista de los Fisiócratas, diciendo, que la riqueza derivada de cultivar y cosechar es “ más verdadera y natural ” que en otras formas56. El tratamiento de Paruta acerca de la caída del Imperio Romano parece ser el punto de arranque para Gibbon: “Este artefacto maravilloso (se refiere al Imperio ), construido en tanto tiempo gracias a la virtud y el esfuerzo de tantos hombres valerosos, finalmente siguió el curso de las materias humanas que con el devenir son disueltas y caen a tierra. Con su ruina surgió la más grande revolución en las cosas”.57 Había muchísimos Spirituali entre los defensores de la justificación ex sola fede, entre ellos Sarpi y su mano derecha, Fulgenzio Micanzio. Sobre este último escribió un nuncio papal asignado a su vigilancia: “Exalta vehementemente la Fe en la sangre de Cristo y la gracia de Dios para nuestra salvación, y deja afuera o raramente se refiere a las buenas obras”. 58 Bouwsma, Pág., 206 Scritti filosofici e teologici, Bari: Laterza, 1951, Pensiero 146 52 Pensiero 371 53 Pensiero 289 54 Pensiero 159 55 Bouwsma, p. 211 56 Bouwsma, p. 212 57 Bouwsma, p. 283 58 Bouwsma, pág. 498 50 51
Filosóficamente Sarpi posee muchísimos aspectos en común con Bacon, Hobbes, Locke, y Hume. Esto no resulta ninguna sorpresa desde el momento en que constatamos que Sarpi y Micanzio estaban en contacto directo con Hobbes y Bacon y en ocasiones con su intermediario, William Cavendish, Conde de Devonshire, amigo de Francis Bacon y patrón de Thomas Hobbes. Bacon era por supuesto un irracionalista delirante, un Veneciano “bogomil” (sodomita) al estilo rosacruz. Es posible que Cavendish presentase a Bacon a Hobbes y que al poco de conocerse se hiciesen pareja. En Chatsworth House, en Cornwall hay un manuscrito titulado “Traducciones de las Cartas italianas de Hobbes” que contiene 77 misivas de Fulgenzio Micanzio a William Cavendish (llamado “Candiscio”). Según Dudley Carleton, Cavendish visitó Venecia y Padua en septiembre de 1614, acompañado por Hobbes. En aquel momento las reuniones con Sarpi y Micanzio habrían estado en la agenda. 59
Venecia e Inglaterra Los contactos entre Venecia y Inglaterra durante 1600 fueron muy numerosos ya que estaba en marcha la construcción de la “coalición anglo-veneciana”, tal como afirma Enrico De Mas. Robert Cecil, hijo del agente veneciano William Cecil (tío de Francis Bacon) visitó Venecia poco después de aquél año. Bacon era el equivalente al Ministro de Justicia y Lord Canciller en la corte de Jaime I. Los embajadores ingleses, Dudley Carleton y Henry Wotton también fueron intermediarios importantes en la creación de aquella alianza, Bacon también estaba en contacto frecuente por carta con el senador y patricio veneciano Domenico Molino. Bacon había aprendido la lengua de Dante porque su madre había sido activa traductora de los escritos de herejes italianos 60. Fulgenzio Micanzio actuaba como agente literario de Bacon en Venecia, corrigiendo la traducción y publicación de sus escritos. Una carta en latín de Bacon a Micanzio enumera un plan para la edición latina de sus obras completas. Otro traductor de Bacon era el Arzobispo de Spalato y agente veneciano Marcantonio de Dominis que se volvió contra Roma y se quedó durante algún tiempo como invitado de la corte inglesa antes de volver a Roma. Había una especie de culto a Bacon entre la Nobleza veneciana de aquellos años y desde allí se exportaron varias ediciones de sus obras a todas las ciudades italianas. En cuanto a Sarpi, su Historia del Concilio de Trento se publicó primero en inglés en Londres en una edición que dedicó a Jaime I y que fue traducida por Nathaniel Brent. Hacia el fin del decimosexto siglo, España mostraba inequívocas señales de declive económico, para solventarlo intentaba restringir al máximo los gastos militares derivados de los compromisos adquiridos en función de su política exterior. Hizo la paz con Francia en 1598, con Inglaterra en 1604, y después de décadas de guerra, empezó a negociar con los holandeses y con el Imperio Otomano. La Venecia de los Giovinni se horrorizó ante el apaciguamiento de las guerras de religión. Por encima de todo, la tregua de los holandeses con España era vista con alarma por los venecianos ya que dejaba a los españoles un excedente de tropas que podría emplear contra ellos. Los Giovinni favorecieron una política más agresiva contra el papado y los Habsburgo tras su toma del poder en Venecia en 1582. Después, siguiendo esta línea de acción, en 1600, Venecia aprobó leyes que hicieron más difícil para la iglesia poseer tierra veneciana y 59 60
De Mas, p. 155 De Mas, pág. 156
disponer de ella; con objeto de escenificar las provocaciones se produjo el arresto de dos sacerdotes por las autoridades civiles. El Papa Pablo V Borghese respondió declarando a Venecia bajo interdicto papal, situación que se prolongaría durante casi un año, hasta bien entrado 1607. El uso del interdicto papal contra un país católico (al menos nominalmente) causó sensación en el mundo protestante donde la simpatía hacia Venecia generó una avalancha de propaganda entre la que destacó sobre todo la de Sarpi. El Jesuita Bellarmine y otros escribieron para el papado en esta guerra de folletos, exaltando al Papa como el arbiter mundi , la corte de último recurso, en los asuntos mundiales. Sarpi que era funcionario del régimen veneciano se volvió pronto el ídolo de los libertinos y libre pensadores de todas partes, y pronto fue uno de los más famosos y polémicos personajes de Europa. Finalmente el Vaticano se vio obligado a retirar su interdicto sin que existiese ninguna señal de arrepentimiento por parte del Stato Veneziano, que finalmente entregó a los dos clérigos a un Cardenal Francés que los devolvió a Roma. Luteranos y calvinistas se alegraron por Venecia, que con su desafío verificaba la puesta en marcha inexorable de la Contra-reforma. Venecia, al igual que los ingleses hoy, defendió su postura haciéndola pasar por un derecho inalienable, en éste caso la defensa de una pequeña nación contra el poder omnímodo del Papado. En una ironía sin parangón, Venecia consiguió aparecer ante el mundo como la defensora de las causas nacionales.
Venecia y Jaime I Galicanos y hugonotes franceses junto a calvinistas suizos y holandeses simpatizaban con Venecia, pero nadie concretó ningún apoyo político excepto el degenerado rey de Inglaterra Jaime I, el pedante pederasta que sostenía que su derecho al trono era un poder emanado directamente de Dios, y no por la Iglesia de Roma. Estaba encantado con los argumentos de Sarpi y con su victoria aparente. Venecia, que también había optado por una Iglesia católica independiente, bajo el control del Estado durante el interdicto, también parecía estar siguiendo el ejemplo de Enrique VIII y de la Iglesia anglicana. Sir Henry Wotton adelantó la idea de una alianza protestante que abarcase Inglaterra, Venecia, los Grisons (los Graubuenden o la liga Gris de la región Valtellina en los Alpes suizos, ansiada por España como una ruta por tierra entre Austria y Milán), Holanda, y los príncipes protestantes de Alemania. Algunos pensaron en atraerse para la causa al Rey Enrique IV de Francia, ex calvinista. El Dux Leonardo Dona perteneciente al grupo de los Giovinni incluso amenazó indirectamente llevar a Venecia a la apostasía y herejía: “Debe advertir al Papa para no echarnos en la desesperación”, le dijo al nuncio papal, “¡porque actuaríamos entonces como hombres desesperados!” Sir Henry Wotton tomó éstas palabras literalmente e incluyó en su alianza planes para lograr que Venecia fuera protestante. Remitió sus planes a Londres donde fueron consignados por Robert Cecil bajo el título “Proyecto para Venecia, 1608 ”. Éste era el Cecil que, como David Cherry ha demostrado, organizó el complot de la pólvora de Guy Fawkes 61, la escenificación de un
61
Ver http://www.mov-condor .com.ar/ven-lond/Tarpley-Cons-polv.htm
supuesto atentado católico para explosionar la Cámara del Parlamento hiriendo a Jaime I para garantizar la hostilidad de éste a Roma y España. El proyecto incluía un plan para convertir a Jaime en el supremo comandante protestante en una guerra contra el Papa, una estrategia de Sarpi y sus aliados para alimentar la megalomanía del degenerado monarca. Como parte del plan, Charles Diodati, uno de los Spirituali italiano que había huido a Ginebra, fue traído a Venecia para predicar buscando escenificar más los motivos para el enfrentamiento. Pero Sarpi y los venecianos fueron defraudados amargamente con la negativa de Jaime I y Carlos I para intervenir masivamente en el continente europeo. En aquél tiempo un emisario del Príncipe Elector del Palatinado informó que había sido llevado por el embajador inglés a Venecia a visitar una Congregación Calvinista de más de 1000 personas, incluyendo 300 de los patricios de más alto rango de los que Sarpi era el líder. Sarpi rogó a los protestantes alemanes venir en ayuda de Venecia en caso de guerra pues al defender territorio veneciano estarían también ayudando a la causa protestante. 62
Las Raíces de la Guerra En realidad, los venecianos usaron el conflicto alrededor del Interdicto para inflamar las pasiones religiosas de Europa así como para reavivar las guerras de religión. El siglo XVII repetiría la hecatombe del XVI pero a una escala mucho mayor. El gambito veneciano de un choque con el Vaticano encendió la mecha de la Guerra de los Treinta Años. El gran plan que Sarpi vendió de puerta en puerta a los protestantes europeos requería una guerra apocalíptica entre católicos y protestantes dirigidos por Jaime I y las Provincias Unidas Holandesas. En una batalla entre Venecia y los estados papales, ejércitos protestantes extranjeros lucharían en tierra veneciana y harían posible la conversión religiosa de la terra ferma, Bergamo, Brescia, Verona, Vicenza, etc. a alguna clase de Calvinismo. 63 A un nivel más profundo, Venecia quería una guerra extendida y catastrófica en toda Europa en la que la Serenissima Reppublica podría sobrevivir hasta completar el proceso de metástasis de los fondi en Europa del norte, hasta el momento, digamos a modo de resumen, de fundar el Banco de Inglaterra a finales del siglo XVII. Más allá de aquello, los oligarcas buscarían conservar el Rialto como centro cultural e ideológico, pero la supervivencia de la momia marchita veneciana durante un siglo o dos sólo serían posibles si todos los demás poderes europeos eran devastados. Es notable observar cuántos de los protagonistas importantes que detonaron la Guerra de treinta Años pueden identificarse como agentes venecianos. Durante la batalla del Interdicto, las agencias de inteligencia de Sarpi entraron en acción para crear las condiciones previas a semejante guerra, no en Italia, pero sí más allá de los Alpes, en Alemania. El primer paso era organizar Alemania en dos campos armados, similar a los bloques militares europeos previos a 1914 o posteriores a 1945. Primero vino la creación de la Unión Protestante de 1608, motivada por el aplastamiento de la ciudad libre de Donauwoerth por la Contrareforma bajo Maximiliano de Bavaria La Unión protestante fue organizada por el Príncipe Christian Von Anhalt, consejero mayor del Elector Palatino. Christian de Anhalt era un nodo vital de la red de Paolo Sarpi, y en 1870 los Archivos de la ciudad alemana de Bernburg contenían correspondencia entre él y Sarpi64. Cuando Scelte Lettere Inedite di Fra Paolo Sarpi, (Capolago Canton Ticino: Tipografia e Libreria Elvetica, 1833, pp. cxi-cxii Cozzi, pp. 265-68 64 Julius Krebs, p. 45 62 63
Christian von Anhalt creó la Unión protestante, envió a Christoph von Dona (o Dohna) a hablar con Sarpi en Venecia sobre la entrada de ésta en la alianza. Christoph Von Dona y su hermano Achatius mantuvieron correspondencia con Paolo Sarpi en su propio nombre 65. En agosto1608, Christoph von Dona se encontró con Sarpi en Venecia, y éste le comentó sobre las medidas tomadas por los Giovinni en 1582 para corregir los objetivos del Concilio de Diez y su subcomité de tres (Zonta), qué hasta ese momento habían constituido una facción difícil de neutralizar de los adversarios de los Giovinni , los Vecchi , quienes estaban a favor de una línea más conciliadora hacia España y el papado. Sarpi dijo a Von Dona que Los Diez habían sido acusados, de ser arrogantes, y de usurpar las funciones principales del senado (o Pregadi) y del gobierno, incluyendo la política exterior. El cuerpo diplomático veneciano se movilizó para aprovechar el Interdicto y crear la Unión Protestante. Los nuncios papales informaron el 3 de marzo de 1609 al Papa Pablo V sobre las actividades del embajador veneciano, Antonio Foscarini, un socio cercano de Sarpi: “Desde el primer día que vino siempre se ha comportado de la misma manera: sus tratos más confidenciales son con agentes de los príncipes protestantes alemanes, con el embajador holandés, con el inglés, y con dos o tres hugonotes franceses huéspedes suyos. Su propósito ha sido impedir toda posible forma de paz o tregua en Flandes (…) Además se ha visto en apuros para formar la liga protestante en Alemania, y aunque no ha podido hacer mucho en esta dirección, estoy seguro que si puede contribuir a ello, lo hará”. 66 Al año de la creación de la Unión Protestante en 1608, se formó con apoyo español una Liga católica bajo el amparo de Maximiliano de Bavaria, con lo que la conflagración quedó preparada. Algunos académicos insisten en afirmar que la Guerra de los Treinta Años ocurrió como consecuencia de la sucesión en Jülich-Cleves (cerca de Düsseldorf), en 1609, en la que entraron en conflicto holandeses y protestantes contra católicos imperiales.
Otros retratan a un Enrique IV de Francia ávido de atacar a los Habsburgo en Milán y en el Rin durante 1610, antes de que fuera asesinado por el católico fanático Ravaillac quien acusó a Enrique IV de ser una amenaza a la Iglesia católica. Sin embargo para otros, Enrique IV: “había decidido revelar al Papa y a la República veneciana lo que estaba complotándose en Venecia por Sarpi, o al menos por los que se movían alrededor de él, y por eso le mataron. 67 Desde Venecia, Giovanni Diodati escribió a su amigo Philippe Duplessis Mornay hablándole de la petite eglise reformee. Diodati agregó que: “el ministro y embajador inglés ha sido muy útil ”. 68 Esta carta fue interceptada por Enrique IV de Francia, que la pasó al Nuncio papal quien la envió a Roma y al gobierno veneciano. Sarpi fue de pronto consciente de lo que había pasado: escribiendo a Christoph von Dohna el 29 de septiembre de 1608, Sarpi se quejó: “El rey de Francia ha escrito que Venecia, está a favor de la religión (protestante). Ha jugado un papel muy sucio" . Escribió a otro corresponsal ese verano, refiriéndose a la Cozzi, pág. 245, 258 Federico Seneca, Politica Veneziana, Dopo L'Interdetto, Padova, 1957., pp. 21-22 67 Cozzi, pág. 257 68 William Bedell, secretario de Wotton 65
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mediación francesa de la crisis del Interdicto; " ésa también es la razón por la que es imposible incitar a otros". 69 El ánimo de Sarpi contra Enrique IV sugiere que la versión oficial del asesinato de Enrique en 1610 puede no ser correcta. En todo caso, aumentó las tensiones entre los líderes protestantes alemanes, ya que se les privó de su protector, al tiempo que significó que Francia, un poder al que Venecia odió y temió junto con España, se sumergiría de nuevo en los conflictos internos que se concretaron en la matanza de 20,000 Hugonotes la noche de San Bartolomé de 1572. El Papa Gregorio XIII llamó a aquellas matanzas "más agradables que cincuenta Lepantos".70 Esta disputa civil se llamó la Fronda, y pasarían décadas antes que la fuera superada para que Francia volviese a ser capaz de actuar internacionalmente.
La Guerra de los Treinta Años En 1615, los venecianos empezaron una guerra fronteriza con Austria, llamada La Guerra Archiducal . Era el signo de que algo grande se acercaba. Los Habsburgo austriacos para defender su frontera con el Imperio otomano empleaban una fuerza de refugiados de los Balcanes llamada uzkoks 71, los cuales se establecieron en Segna y algunos otros puertos del Adriático oriental desde donde operaban como corsarios contra los navíos turcos y venecianos. Debido al costo derivado de sus depredaciones y de las medidas que había que tomar para evitarlas la tesorería veneciana estaba esquilmada. Así, en diciembre 1615, fuerzas de tierra venecianas cruzaron el Río Isonzo y pusieron sitio a Gradisca. El Conde John Ernest de Nassau-Siegen reclutó un ejército de 5,000 hombres en la República holandesa para ayudar a los venecianos; diez buques de guerra ingleses y doce holandeses mantuvieron un bloqueo del Adriático contra cualquier nave proveniente de España o Nápoles sospechosa de querer ayudar a sus aliados los Habsburgo de Austria. Sin embargo el esfuerzo fue en vano, las fuerzas españolas alcanzaron el frente y obligaron a los venecianos a aceptar una paz negociada. Un reciente estudio resalta la importancia de este Conflicto organizado por los venecianos en la carrera a la conflagración general: “La Guerra Uzkok fue uno de los episodios más raros del más temprano siglo decimoséptimo, ya entonces supuso un ejemplo alarmante de cómo un conflicto político menor en una esquina remota de Europa era capaz de amenazar al continente entero a entrar en guerra.... La guerra uzkok, aunque aparentemente menor, era importante porque trajo perceptiblemente un conflicto europeo general. En el plano diplomático, consolidó o propició alianzas que favorecieron la agresión”.72 En la primavera de 1618, ciertas ejecuciones en Venecia se atribuyeron al descubrimiento por el Concilio de Diez de un supuesto complot español para derrocar el régimen veneciano. Cozzi, pág. 259 R.R. Palmer, p. 106 71 Palabra serbia para refugiados. 72 Parker, pp. 40, 42 69 70
Algunos historiadores consideran que este suceso fue una excusa-tapadera para una intriga veneciana en la que el gobernador español de Nápoles, Osuna, se declarara independiente bajo protección veneciana. 73 Normalmente se considera que el detonador inmediato de la Guerra de los Treinta Años fue la revuelta de los nobles Bohemios contra el nuevo Sacro Emperador Romano Habsburgo Ferdinando II, quién también a la sazón era Rey de Bohemia. Bajo Rodolfo II, el anterior emperador, les había sido concedido a los nobles Bohemios la Carta de Majestad de 1609 que garantizaba su libre determinación religiosa y el derecho a elegir a su propio rey. Los bohemios, muchos de los cuales eran calvinistas, hussitas y utraquistas temieron que Ferdinando había Introducido la Contrarreforma en Bohemia, lo que provocó la segunda defenestración de Praga 74 (1618) en la que dos representantes de Ferdinando II fueron arrojados por la ventana por un grupo de nobles Bohemios liderados por el Conde Thurn. Cuando envió tropas a restaurar su autoridad, los nobles Bohemios lo depusieron y escogieron a Federico V, el Elector Palatino, como nuevo rey, quién tenía su corte en Heidelberg, y quién como nosotros visto, contaba con Christian Von Anhalt y Christoph Von Dona entre sus más confiables consejeros. Cuando el Elector Palatino, ahora Rey Federico de Bohemia, fue derrotado en la batalla de la Montaña Blanca en 1620 , entró en los libros de historia como el “desafortunado Rey de Invierno”. Demos un paso más para revelar la sutil mano veneciana detrás de estos eventos que no son sino las rondas previas a la Guerra de los Treinta Años. La figura clave entre los bohemios era el Conde Heinrich Mathias de Thurn-Valsassina (1567-1633), perteneciente a la rama mayor de una familia de origen veneciano que es conocida como Della Torre, Torre e Tasso, y después como Thurn und Taxis. Los padres de Thurn se convirtieron al protestantismo, pero él se alistó en el ejército imperial y luchó contra el Imperio Otomano. Como premio consiguió el importante puesto de Burggraf de Marlstein en Bohemia. Aquí Thurn construyó una base entre la nobleza local, incluyendo sobre todo la rama de los Hussitas conocida como los Utraquistas. Su programa anunciado era el mantenimiento de libertades Bohemias para estos nobles. Heinrich Mathias von Thurn exigió y consiguió la Carta de Majestad, qué pronto se convirtió en la manzana de la discordia bohemia. Heinrich nombró un comité especial de 30 Defensores de la Fe en Praga, y se opuso vehementemente a la elección de Ferdinando como Sacro Emperador Romano. Éste respondió intentando echar a Thurn como Burggraf, dentro del marco de otras medidas antiprotestantes. Thurn entonces incitó a los bohemios a la rebelión rebelarse, y esto llevó directamente a la defenestración de Praga del 23 de mayo de 1618. Ante la respuesta militar de Ferdinando, Thurn se hizo comandante de las fuerzas armadas bohemias. Ya había capturado algunos de los suburbios de Viena cuando fue forzado a retirarse. Durante la campaña que le llevó a la derrota en la Montaña Blanca, Thurn mantenía constantemente disputas con los generales del Elector Palatino sobre quién estaba al mando. Después de la derrota, hizo carrera como general en fases posteriores de la guerra. 75 Carl J. Friedrichs, p. 151 http://es.wikipedia.org/wiki/Defenestraciones_de_Praga 75 Biographisches Lexikon des Kaiserthums Oesterreich, XLV, pp. 104-06 73 74
Ahora detengámonos en Federico V el Elector Palatino y futuro Rey de Invierno, un calvinista casado con Isabel, la hija del Rey Jaime I de Inglaterra. La presencia inglesa en la corte palatina en Heidelberg estaba asociada con las mismas clases de chiflados ocultistas que ya hemos observado en los casos de Zorzi y Bacon. Los Rosacruces en particular estaban muy presentes en corte electoral palatina. Uno de ellos era el irracionalista y masón inglés Robert Fludd cuyo tratado sobre armonía universal, el Utriusque Cosmi Historia, se publicó en la ciudad Palatina de Oppenheim en 1617-19. Durante la Guerra de los Treinta Años, después que Federico fuese depuesto por los católicos, parte de la biblioteca la Biblioteca Palatina, fue llevada a Roma. 76 Federico no era el único infectado por el bacilo Rosacruz en aquellos años en que la saga de Christian Rosenkreuz ya había aparecido en Alemania. Uno de los amigos de Fludd era un alquimista Rosacruz alemán llamado Michael Mayer, que gozaba de cierta reputación por estar cerca del Emperador Rodolfo II de Habsburgo. 77 El irracionalismo veneciano-rosacruz puede proporcionar la clave a las legendarias debilidades mentales y fracasos de planificación estratégica del Rey de Invierno. También debemos recordar que el Elector fue aconsejado constantemente por los amigos de Sarpi, Christian Von Anhalt y Christoph Von Dona. Von Anhalt era famoso por su política arriesgada y aventurerismo; un relato alemán de estos eventos habla de Los planes locos de Anhalt , que incluían el ambicioso proyecto de limpiar la Casa de Habsburgo y hacer Sacro Emperador romano a Federico, una empresa completamente utópica. Sin embargo al breve rey de Invierno se le hizo creer que con ayuda de unas tropas de Saboya aliadas a los Venecianos, más los bohemios y el apoyo de unos pocos estados alemanes, podría romper el dominio de España sobre Europa central. En agosto-septiembre de 1619, Federico dudo aceptar o no la corona Bohemia que le ofrecían Thurn y sus secuaces. Bohemia era en primer lugar territorio de los Habsburgo, y era evidente que Federico no podría mantener Praga sin luchar. Algunos consejeros insistieron a Federico que no aceptase porque con ello “ empezaría una guerra religiosa general ”78, pero Von Anhalt y su amigo Camerarius le dijeron que la guerra sería inevitable en cuanto la tregua entre españoles y holandeses terminara. Las redes de Sarpi se movilizaron totalmente; Dudley Carleton, representante angloveneciano de Jaime I en la Haya, escribió en septiembre de 1619: “ este asunto de Bohemia es como poner a toda la Cristiandad en combustión”. Federico aceptó la corona Bohemia, y marchó precipitadamente a Praga, para encontrarse en una posición desesperadamente expuesta. Tras el desastre de la Montaña Blanca, no dejó de huir; no reunió al Palatinado para una guerra de autodefensa y como consecuencia fue permanentemente desalojado. La muerte de Comovus Adolphus algunos años después cerró los libros sobre la esperanza de Federico V de ser restaurado en el Palatinado. La Guerra de los Treinta Años eliminó a la mitad de la población alemana entre 1618 y 1648, y ha sido expuesta como una pieza de chapuceo utópico-geopolítico de la célula satánica alrededor de Fray Paolo Sarpi. (Imagen, Rendición de Breda, Velázquez, 1634)
Yates, pp. 169-171 Ver: Serge Hutin, Histoire des Rose-Croix, p. 125 78 Parker, pág. 55 76 77
Más sobre Bacon Después de ser expulsado de todos sus cargos oficiales tras haberse confesado culpable de soborno y corrupción, Francis Bacon siguió siendo un fiel agente veneciano. En 1624 dirigió un memorándum al nuevo rey inglés Carlos I en el que le instaba a declarar la guerra a España para ayudar a restaurar al Elector Palatino (y consiguientemente a la hermana de Carlos) en Heidelberg. La alianza propuesta por Bacon incluía nuevas variaciones sobre la habitual constelación de Paolo Sarpi: Francia, Navarra, Nápoles, Milán, Grisons, Saboya, Baviera, el líder protestante Gabor de Transilvania, y ahora incluso Persia, que estaba tomando los estrechos de Ormuz. Bacon enfatizó la contribución veneciana: “Venecia perderá su Estado si los ejércitos de España toman Valtoline” .79 Sarpi tenía muchos admiradores ingleses; uno de ellos era Isaac Walton, el autor del famoso Compleat Angler . Otro era John Milton que había repetido sin cesar alabanzas a Sarpi a quien llamaba: “El gran desenmascarador del Concilio Tridentino; El gran antagonista veneciano del Papa; Grande y sabio Padre Paolo”. De hecho, un pasaje entero de Milton es el famoso Areopagítica, que sigue estrechamente el relato de Sarpi acerca del Concilio de Trento. Ludwig Dehio y otros historiadores han señalado que la característica principal del método estratégico veneciano se corresponde con el del colonialismo británico. Fue el agente veneciano y arquitecto del cisma religioso inglés, Thomas Cromwell quien escribió. “el reino de Inglaterra es un imperio”. Bajo Jaime I, el partido veneciano ganó poder e implementó su impulso imperialista durante los periodos Estuardo, Cromwell y obviamente bajo el sistema oligárquico posterior a 1688. 80 Los métodos venecianos usados para provocar deliberadamente las guerras de religión del decimosexto siglo, y después la Guerra de los Treinta Años, pueden entreverse hoy en los compromisos estratégicos globales de la oligarquía británica, que tiende a liberar un cataclismo global, un “bellum omnium contra omnes”81, en la qué ninguna nación o pueblo podrá sobrevivir. Durante los siglos XIII, XIV y XV Venecia fue el instrumento que casi precipita el derrumbe de la civilización europea. Después, el efecto combinado de la Reforma protestante patrocinada por Venecia y la Contra-reforma patrocinada también por Venecia revivió en Europa los renovados horrores de 1520-1648 a los que el historiador británico Trevor-Roper se ha referido bajo el nombre de pequeña Edad Oscura. Hoy la sombra de otra pesadilla se alarga sobre las economías arruinadas, las ciudades destripadas y los conflictos étnicos de finales del siglo XX. Aquellos que deseen sobrevivir tendrán que aprender a defenderse de la telaraña anglo-veneciana que sigue tejiéndose ahora.
Bacon, Consideraciones en lo tocante a la Guerra Ver Graham Lowry, How the Nation was Won 81 Todos contra todos 79
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