Alicia María Zorrilla B IB L IO T E C A D E L T R A D U C T O R Y DEL CO RRECTO R DE TEXTOS
NORMATIVA LINGUISTICA ESPAÑOLA Y CORRECCIÓN DE TEXTOS I*
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FUNDACIÓN INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS LINGÜÍSTICOS Y LITERARIOS
LITTERAE
ALICIA MARÍA ZORRILLA
NORMATIVA LINGÜÍSTICA ESPAÑOLA Y CORRECCIÓN DE TEXTOS
L IT T E R A E FUNDACIÓN INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS LINGÜÍSTICOS Y LITERARIOS
BIBLIOTECA DEL TRADUCTOR Y DEL CORRECTOR DE TEXTOS Dirección-, Alicia María Zorrilla ES PROPIEDAD © ALICIA MARÍA ZORRILLA, 2004 Fundación Instituto Superior de Estudios Lingüísticos y Literarios LITTERAE Virrey Arredondo 2247 2.° “B” (1426) Buenos Aires - República Argentina Tel. 4784-9381 /4786-1127 Fax (54-11)4786-1127 Correo electrónico: fundlitterae@arnet. com. ar Página web: www.fundlitterae.org.ar ILUSTRACIÓN Una de las primeras representaciones gráficas de una librería, extraída de una obra de Ludovico Dolce, Venecia, G. Sessa, 1585.
Zorrilla, Alicia María Normativa Lingüística Española y Corrección de Textos 1.a ed. Buenos Aires, Fundación Instituto Superior de Estudios Lingüísticos y Literarios LITTERAE, 2004 160 p. 23x16 cm. ISBN 987-21104-1-7 1. Lingüística I. Título CDD 410
ISBN 987-21104-1-7
Al hombre le preocupa su lengua. [...] Está el hombre junto a su lengua, como en la margen de un agua en es tanque que tiene en el fondo joyas y pedrerías, misterioso tesoro celado. La mirada no suele pasar del haz del agua, donde se reflejan las aparien cias de la vida con belleza suficiente. Pero el que hunda la mano, más allá, más adentro, nunca la sacará sin premio. Pedro Salinas
PRÓLOGO
La lengua española es nuestra sangre y nuestra identidad. Con cada voz nombramos la belleza, pues Dios hizo las palabras para la alegría y para la paz, para que amanezca el bien en cada sílaba. Sabemos que las palabras acompañan nuestra vida y son nuestra vida. Con ellas, anhelamos perpetuar la Creación; buscamos incons cientemente la inmortalidad de nuestros caminos interiores y nos re creamos al decimos, y somos en la plenitud de la escritura. Cada vocablo es meta sublime de un largo viaje espiritual, sereno, de silencios sostenidos, de luces y de sombras. El tiempo que prepara el florecimiento de la palabra es ascético, tiempo interior, en que cada hombre aspira a albores, ocasos y paraísos. Hay, en cada verbo, voca ción de inmensidad e intensión1 de horizontes, y -por qué no-, cielo que ancla en la tierra virgen de la página sin alas o en el corazón que nos escucha para hacerse dueño de nuestro corazón. Imaginamos que las palabras viven en éxtasis, en una mañana perenne, pensativa, y allí esperan pacientes nuestro llamado para que sublimemos el mundo. Y aunque todos hablamos un español igual y, al mismo tiempo, diferente, a veces, creemos que, para muchas perso nas, esa mañana no existe por desidia o por impasibilidad, pues se comunican tristemente mediante despojos sintácticos y burdas inven ciones léxicas. Y no hablamos de perfección, porque ésta no cabe en la pequeñez del hombre, sino de esmero en el decir para evitar exce sos. El buen español, que recreamos cada día, no es sólo el que res ponde a los cánones de lo correcto, sino también el que revela preocu pación de claridad y de concisión por respeto a los demás, ese olvida do respeto a los demás, que es falta de amor, pues -como bien decía Juan Ramón Jiménez- sólo pensamos cuando amamos. ‘Esta palabra significa ‘intensidad’.
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¡Qué poco nos preocupa amar ardientemente estos mensajes del pensamiento y del sentimiento; gozar de los dolores entrañables de esa parición que tanto necesitamos! ¡Cómo asolamos las entrañas de los vocablos! Lamentablemente, nos hemos acostumbrado a bastardearlos; más aún, si nuestra vida está en lo que hablamos o escribimos, ¡qué pobre vida tenemos, qué confusión consentida! Nos hemos vaciado de valores, o mejor, nos hemos desentendido lentamente de esos valores que sostienen el espíritu para que viva el intelecto una vida superior; las ansias desmedidas de progreso material los han desterrado a la oscuridad del desprecio. Preferimos olvidamos de la ética, de la estéti ca y del conocimiento, y andar huecos y cojos por las sendas de la nada representando un papel que, no pocas veces, raya en lo ridículo. Nos olvidamos voluntariamente de vivir para ser mejores y escandali zamos adrede, en todos los ámbitos, con palabras gastadas, envilecidas por la soberbia ultrajante de la indiferencia, carentes de ternura y de delicadeza. Reemplazamos las virtudes con la deslealtad a nuestra condición de hombres y profesamos el culto de la fugacidad o -como bien dijo Santiago Kovadloff- “la idolatría del instante”2. Escribió Pedro Henríquez Ureña que “nuestros enemigos, [...], son la falta de esfuerzo y la ausencia de disciplina, hijos de la pereza y la incultura, o la vida en perpetuo disturbio y mudanza”3. Esfuerzo, respeto, discipli na, en fin, belleza. “¡Nunca un poquito menos!”4. Ya no se comprenden las lecturas más sencillas, y el apellido del protagonista de un cuento puede significar para los lectores un pájaro o la marca de un utensilio de limpieza5. Se oyen los mensajes televisivos o radiales, pero no se escuchan, entonces, se uniforman todos los contenidos y se mezclan en una confusión perfecta. 2“La siembra de la ignorancia”, La Nación Revista, 10 de noviembre de 2002, pág. 31. ' 3“Seis ensayos en busca de nuestra expresión”, Obra crítica, 1.* reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica, 1981, pág. 252. 4Juan Ramón JIMÉNEZ, Ideolojía (1897-1957), Barcelona, Anthropos, 1990, pág. 206. 3Esto ocurrió con el apellido “Recabarren”, protagonista del cuento “El fin”, de Jorge Luis Borges (Ficciones). El cuento comienza así: “Recabarren, tendido, entreabrió los ojos y vio el oblicuo cielo raso de junco” (Obras Completas 1923-1949, Tomo I, Barcelona, EMECE, 1997, pág. 519).
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La publicidad despliega su interés material sin reparar en el signi ficado de las palabras.que usa .citando, por ejemplo, nos dice: Lipoescultura láser: Sin riesgo anestésico. En 1 hora elimine costado de caderas, abdomen, entrepiernas, rodillas. Sin internación.
¿Habrá buscado el especialista el significado exacto del verbo “eli minar” (‘quitar, prescindir de’) antes de publicar esta gacetilla y, sobre todo, su denotación médica de ‘expeler una sustancia’, o sólo estaría preocupado por no gastar mucho en la promoción? Nos preguntamos: ¿En qué se transformará una mujer después de ejecutadas las promesas de este anuncio? ¿Dónde está la mesura que deben guardar las palabras? ¿Dónde, su verdad, su precisión? ¿Por qué tanta indigencia léxica? Sin duda, las hemos abandonado, porque nos hemos olvidado de querer, de sentir y de pensar, y porque hemos perdido la afición al estudio y al aprendizaje. Ese descuido contribuye a nuestra degradación como perso nas. Alimentamos la rutina, la pereza y los índices de evaluación televisivos, v nos quedamos sin respuestas, es decir, sin palabras, Como no sabemos qué decir. ..decimos mal lo, que no sabemos. Baste este ejemplo tomado de la Internet sin una coma que lo defienda: Mi pregunta es: si hago cajones de crianza para cría intensiva de telgopor ¿les hará mal a los caracoles? Esa poquedad verbal nos impide encamar la belleza, que está con nosotros y no presentimos, esa sencilla belleza que tiene su paradigma en aquella breve oración que dijo Cristo a mío de los malhechores en la hora de la cruz: “En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el Paraíso”. ¿Habrá otra definición más bella? Este debe ser tiempo de meditación, de goce, de análisis, para evocar la esencia de la palabra, para renovamos de dentro hacia fuera. Tenemos heridas las alas -lo sabemos-, pero aún nos queda la espe ranza de otro vuelo para cambiar el mundo.
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Dijo el poeta español Luis Rosales: “En la lengua que habla se ve el rostro de un pueblo. Guarda todos sus rasgos y es igual que un espejo interno. Un espejo de adentro. Ahora bien, como la lengua no es sólo un medio de expresión, sino un sistema de instalación vital, si no la hablamos correctamente es porque no vivimos plenamente. Quien no habla bien su lengua no ha aprendido a vivir. Quien la habla mal, vive a traspiés”6. A
l ic ia
M
a r ía
Z o r r il l a
‘Premio Cervantes. Discurso de recepción, Premio Cervantes.com, “Luis Rosales (Es paña, 1910-1992)” [en línea]. Dirección URL:
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¿QUÉ ES LA NORMATIVA LINGÜÍSTICA ESPAÑOLA?
De acuerdo con el Diccionario académico, normativa es un sus tantivo colectivo que denota ‘conjunto de normas aplicables a detenninada materia o actividad’. Lo normativo es lo que sirve de norma. Ésta implica una distinción entre usos correctos e incorrectos. Es objeto de la Gramática normativa, preceptiva o prescriptiva, que es la que pres cribe una serie de normas o preceptos para hablar y escribir con co rrección, y suele basarse en una autoridad lingüística, por ejemplo, la Real Academia Española, respecto de España y de los países hispano americanos. La Normativa del español es el conjunto de normas que se aplican a nuestra lengua y que rigen su correcta expresión escrita y oral. Entre los niveles de lengua (lengua culta, lengua popular, lengua vulgar, lengua rural, etc.), la gramática normativa (la académica) elige uno y lo propone como lengua de prestigio (en España, la lengua culta). Aunque la lengua culta se basa en los principios etimológicos de la lengua, el uso, cuando se hace general, pasa a formar parte de la norma. “El uso lingüístico -según José Martínez de Sousa- está repre sentado por el conjunto de reglas gramaticales más o menos estabilizadas y empleadas por la mayoría de los usuarios de una lengua en una época dada y en un determinado medio social”.7 Según Eugenio Coseriu, la dicotomía de Ferdinand de Saussure es muy rígida, porque no permite saber cómo se pasa del sistema abstrac to (lengua) a las realizaciones concretas del habla. Entonces, introduce un nivel intermedio llamado norma, que define como la mediana de las realizaciones aceptadas en una comunidad de habla, es decir, en el sistema, existe la posibilidad de crear muchas formas. ''Diccionario de usos y dudas del español actual, Barcelona, Biblograf, 1996, pág. 17.
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En España y en el mundo hispanoamericano, sobre los que influye la Real Academia Española (fundada en 1713), la gramática normativa es la Gramática de la lengua española, publicada desde 1771 por esta institución con sede oficial en Madrid. El carácter fuertemente norma tivo de esta gramática, cuya última edición data de 1959 (reimpresión de la de 1931, con alguna adición), ha sido notablemente suavizado en el Esbozo de una nueva Gramática de la Lengua Española, publicado por la Academia en 1973, pero aún provisional por su carácter de “esbozo” o de “bosquejo inacabado”. En 1994, se publica la Gramática de la Lengua Española, de Emilio Alarcos Llorach, avalada por la Academia para iniciar la Co lección “Nebrija y Bello”. No es la Gramática oficial. En 1999, aparece la Gramática descriptiva de la Lengua Españo la, coordinada por Ignacio Bosque y Violeta Demonte, avalada tam bién por la Academia, y segunda obra de la Colección “Nebrija y Bello”. Tampoco es la Gramática oficial. ¿En qué se diferencia una gramática normativa de una gramática descriptiva? La primera nos dice cómo debemos usar bien nuestra lengua; la segunda analiza en constituyentes las oraciones que emiten los hablantes. Por ejemplo, si decimos: La niña lee un libro, la gramá tica descriptiva nos explicará que La niña es un constituyente, y que lee un libro es otro. Además, que en el constituyente La niña, La es artículo, y niña, sustantivo. En cambio, la gramática normativa nos enseña que no debemos decir *La niña lee a un libro, pues el objeto directo referido a cosas no se construye con la preposición “a”. La actitud prescriptiva es propia de las gramáticas normativas. Una gra mática es normativa, porque reúne reglas prácticas sobre el uso correc to de la lengua. No intenta modificar la conducta lingüística del ha blante mediante normas o reglas, sino actuar como guía para que se expresen los mensajes con cohesión y coherencia. En cambio, la acti tud descriptiva pretende presentar o exponer la conducta lingüística del hablante tal cual es. La norma nos ayuda a despejar dudas. Entendemos por duda la vacilación ante dos o más realidades lingüísticas necesarias para la
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comunicación. Por ejemplo, el hablante duda ante la palabra dilema. Suele usarla mal como sinónimo de “problema”, pero dilema (en grie go, ‘dos premisas’) denota ‘duda, disyuntiva’. Por supuesto, elegire mos la más correcta o usual. Existen tres clases de normas: la lingüística, la pragmática y la académica. La norma lingüística, ínsita en la lengua, histórica, permi te que los hablantes del español nos comuniquemos habitualmente unos con otros; es -según Eugenio Coseriu- la que seguimos necesa riamente para ser miembros de una comunidad lingüística8, porque es la norma ejemplar, «la realización “colectiva” del sistema»9. La norma pragmática, que nace del hablar concreto, conlleva la creatividad de cada persona, su ser individual, y, por ende, su libertad; es creación y repetición. De acuerdo con Coseriu, “la originalidad expresiva del individuo que no conoce o no obedece la norma puede ser tomada como modelo por otro individuo, puede ser imitada y volverse, por consiguiente, norma”10. Dentro de la norma pragmática, distinguimos usos normales y anormales; por ejemplo, el plural de “tórax” es “los tórax” (uso normal) y no, *toraxes, *toraces, *tóraxes o *tóraces (usos anormales). Cada comunidad tiene sus normas, que responden al entorno sociocultural. Hay, pues, una norma culta argentina, boliviana, chilena, colombiana, mejicana, peruana, venezolana, uruguaya, etcétera, pero un solo español. Y dentro de una misma comunidad lingüística, hay otras normas (lenguaje familiar, popular, elevado, vulgar, lengua literaria, et cétera) que se diferencian por el vocabulario, las formas gramaticales o la pronunciación11. Por ejemplo, en Méjico, era común el uso de la locución prepositiva “arriba de” con el significado de ‘encima de’: Dejé el libro arriba de la mesa. La Real Academia Española la registró como mejicanismo en la edición de 1992, de su Diccionario, pues no era propia de España con esa denotación. Sí, se emplea en otros países hispanoamericanos, como en el nuestro, pero no aparece como 8Op. cit., pág. 90.
’Ibidem, pág. 97. 10Ibídem, pág. 107. “Cfr. Eugenio COSERIU, op. cit., pág. 98.
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argentinismo. De acuerdo con esto, para los mejicanos, el empleo de “arriba de” por ‘encima de’ ya es norma académica. Respecto del léxi co, el anglicismo “chequear”, verbo transitivo, es españolizado e intro ducido en el Diccionario por su gran difusión en América con la acep ción de ‘examinar, verificar, controlar’ {Chequearemos esos paquetes) y como verbo pronominal, con la de ‘hacerse un chequeo’ (Se chequeará el viernes)-, y en América Central, con la de ‘rellenar un cheque’ (Por esta compra, deberé chequear). El verbo “regresar” es intransitivo en su acepción de ‘volver al lugar de donde se partió’ (,Regresaron a Chile), pero en algunos países hispanoamericanos, también se usa como prono minal con ese significado (Se regresaron a Chile) y como transitivo con la denotación de ‘devolver o restituir algo a su poseedor’ (Me regresó todas las revistas que le presté). La norma académica, prescriptiva, estudia la norma pragmática y la acredita, es decir, admite su validez al confirmar la difusión de su uso. Del cómo se dice al cómo se debe decir el camino es largo, y el proceso, lento. La norma pragmática, anterior a la norma académica, no se transforma inmediatamente en ésta; a veces, eso no sucede nun ca. Depende -repetimos- de la difusión de su empleo, de su aproba ción social. Además, el nacimiento de la norma académica debe ba sarse en los datos que aportan las investigaciones lingüísticas y sociolingüísticas (diferentes niveles de lengua: culto, medio, popu lar)12. Dice Ofelia Kovacci: “La realidad es que la Academia lleva a cabo una labor propia de disciplinas científicas como la lexicografía y la filología: observa y estudia los usos y sus peculiaridades vigentes en el transcurso del tiempo, y los recoge en léxicos y diccionarios como contribución al conocimiento de la lengua; no “autoriza” vocablos ni los “prohíbe”: sólo los registra”13. La norma académica, al señalar ,2Véase Luis Callos DÍAZ SALGADO, “El problema de las normas. El caso andaluz”, en Venezuela Analítica, Internet, Sevilla, marzo de 2000: “...la norma sociolingüística [...] determina con respecto a la lengua lo que socialmente es prestigioso o no: puesto que el enunciado se construye entre dos personas socialmente organizadas, siempre prefigura al interlocutor como integrante de un grupo social”. 13“Introducción. Borges en el Boletín de la Academia Argentina de Letras", en Anejos del Boletín de la Academia Argentina de Letras, Anejo I. Homenaje a Jorge Luis Borges, Buenos Aires, 1999, pág. 10.
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cómo debe decirse y cómo no debe decirse, distingue lo correcto de lo incorrecto, es decir, realiza una valoración. Daremos ejemplos: la lo cución prepositiva “luego de” es comúnmente usada en la escritura y en el coloquio: Se lo diré luego de guardar estos papeles. La Acade mia desestimaba su uso y recomendaba la locución prepositiva “des pués de”. La profusión de su empleo permitió que la institución espa ñola la incorporara en la vigésima segunda edición de su Diccionario (octubre de 2001) como argentinismo y mexicanismo. Uso y tradición lingüísticos son los pilares que sostienen lo que denominamos correcto, canónico o conforme a las reglas. Hay, sin duda, cierta aversión al verbo “corregir” y al adjetivo “correcto” por un temor oculto a lo perfectible. Algunas personas no quieren ser corregidas; prefieren los errores a que se las tilde de imper fectas. No es éste el camino. Es necesario un ideal de corrección. Es necesaria la norma académica como guía con todas las modificaciones que irá adoptando con el tiempo, con esos cambios saludables que nos dicen que la lengua vive, porque nosotros le damos vida. La norma académica no hace que la lengua se fosilice, es espejo de su constante creatividad. Dentro de la norma académica, distinguiremos: 1. Norma gráfica Gráfica (del griego, ‘lo escrito’). Comprende todo lo que se rela ciona con los signos de puntuación y con los signos auxiliares de puntuación; el uso de la tilde (acento escrito); de las mayúsculas, de las minúsculas, y de las letras en general (uso de b y de v, de h , d e c y de s, por ejemplo). 1. uso de los signos de puntuación ..."
^ Evaristó, mi loro ha muerto (Nos dirigimos a alguien que se llama Evaristo). .¡/ Oro *'’■/' Evaristo, mi loro, ha muerto (Evaristo es el nombre del loro).
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El juez llegó al país, detenido. El juez llegó al país detenido (Cambia el significado de la oración). El juez llegó detenido al país. Los soldados que cruzaron el puente son franceses (Algunos sol dados, sólo los franceses). Los soldados, que cruzaron el puente, son franceses (Todos los soldados franceses cruzaron el puente). 2. uso de la tilde período-periodo carácter-caracteres Zodíaco-Zodiaco (En España, se prefiere Zodiaco. La Real Acade mia Española no manifiesta preferencias). 3. uso de las mayúsculas y de las minúsculas Juana es *Sagitario (mayúscula incorrecta). Sagitario es el signo de Juana (mayúscula correcta). Juana es sagitario (minúscula correcta). Juana es una bella mujer sagitario (minúscula correcta). 4. uso de las letras en general (b, c, h, s, v, etc.) Además de las reglas ortográficas correspondientes, estudia las alografias (del griego, ‘otra escritura’). A continuación, las palabras subrayadas están registradas en el Diccionario académico, pero la Aca demia prefiere las que aparecen en cursiva: armonía - harmonía garaje (no, garage, pues ésta es grafía francesa) oscuro - obscuro
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pretensión (sólo con s por su etimología latina: praetensio-onis) pretencioso - pretensioso (doble grafía, porque procede del fran cés, prétentieux) psicología - sicología santaf^kjno - santafecino septiembre - setiembre séptimo - sétimo sunrvl - surubí La forma gráfica preferida por la Real Academia Española es la que lleva definición directa en el Diccionario', las aceptadas, pero no preferidas, se definen mediante referencia a aquélla. 5. cacografías o faltas ortográficas: • acentuaciones incorrectas (se presenta en cursiva la forma correcta) aimará por aimara alícuota por alícuota angioplastía por angioplastia di por di dió por dio estadio por estadio exámen por examen fué porfue fui por fui manicura por manicura périto por perito rectoscopía por rectoscopia síndrome por síndrome tí por ti vió por vio
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• añadir o suprimir letras ginda por guinda concencia por conciencia exhuberante por exuberante padastro por padrastro suscinto por sucinto ^ convalescencia por convalecencia • sustituir unas letras por otras ésito por éxito espúreo por espurio belar por velar tienpo por tiempo ideosincracia por idiosincrasia • trasponer letras en la palabra acnédota por anécdota crosta por costra chiquillas por cuclillas ^ naide por nadie enquencle por enclenque 2. Norma fónica Fónica (del griego, ‘lo referido al sonido’). Comprende la pronun ciación y la acentuación prosódica (acento no escrito). En este plano, se registra, por ejemplo, que es correcto doctor y no, *dotor; intervalo y no, *intérvalo; libido y no, *líbido; hayamos y no, *háyamos, vaya mos y no, *váyamos, etcétera.
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3. Norma morfosintáctica Morfosintáctica (morfología [del griego, ‘estudio de las formas de las palabras’]; sintaxis [del griego, ‘con orden, coordinación’]: par te de la Gramática, que enseña a coordinar y a unir las palabras para formar las oraciones y expresar conceptos). Por ejemplo, son correctas las expresiones haya, la sartén, dice que vendrá, cuentas por pagar, por eso lo digo, e incorrectas, *haiga, *el sartén, *dijo de que vendrá, ’"cuentas a pagar, *es por eso que lo digo. La norma morfosintáctica comprende: a) la construcción de estructuras sintácticas (oraciones, proposiciones, frases); b) el orden de las palabras en la oración; c) el paradigma verbal; d) el uso del gerundio; e) el uso del sustantivo y del adjetivo (género y número); f) el régimen preposicional; g) la concordancia; h) los casos de ambigüedad; etcétera. Por ejemplo, es correcta la oración Dijo que traerá la sartén y no, *Dijo de que traerá el sartén. Son ambiguas las oraciones: El burro de mi tío no quiere comer y La perra de mi vecina me observa siempre. Pueden resolverse así: El burro que tiene mi tío no quiere comer o Mi tío tiene un burro que no quiere comer; La perra que tiene mi vecina me observa siempre o Mi vecina tiene una perra que me observa siempre. Otros ejemplos: *Vendía pantalones para damas de terciopelo. Vendía pantalones de terciopelo para damas.
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Silvana encontró el papel doblado o Silvana encontró doblado el papel (ambigüedad pragmática). Esteban y yo escribimos una carta, (ambigüedad morfológica: ¿en el presente o en el pasado?) Creemos en la escuela (ambigüedad morfológica: ¿de creer o de crear!) Los casos de ambigüedad también lindan con la norma léxicosemántica. En cuanto a la concordancia, por ejemplo, debe decirse cuales quier asuntos y no, *cualquieras asuntos o *cualesquier asunto. Cuan do se usan los sustantivos con valor de adjetivos, en aposición especi ficativa, carecen de plural: ciudades satélite, horas clave, carros tan que, situaciones límite, ojos malva, rayos violeta, Estados miembro (Se admite el plural cuando estos sustantivos pueden transformarse en predicativos de un verbo copulativo: Los Estados son miembros; Estas horas son claves, por ejemplo. Entonces, también es correcto Estados miembros', horas claves). Cuando se quebrantan las leyes de la concordancia en el género o en el número de las palabras, se comete una silepsis (en griego, ‘com prensión’): *La mayor parte recibieron el diploma. La norma morfosintáctica nos indica también que son incorrectas las siguientes expresiones: *en base a o *bajo esta base por sobre la base de; *con base en esto por sobre la base de esto; *se ha enterado que por se ha enterado de que, etcétera. Otros problemas que resuelve la norma morfosintáctica: se presen tan inconvenientes cuando queremos emplear en plural el nombre de los números, de las letras o de las notas musicales: unos, doses, treses, cuatros, cincos, seises, sietes, ochos, nueves, dieces', aes, es, íes, oes, iíes; dos, res, mis, fas, soles, las, sis. O sustantivos como padrenuestro, avemaria, medialuna o casaquinta: padrenuestros, avemarias, media lunas, casaquintas o casas quintas, y no, *padresnuestros, *avesmarías, *mediaslunas, *casasquintas.
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4. Norma léxico-semántica Léxico-semántica (léxico: del griego, ‘lenguaje, palabra’; semánti ca [del griego, ‘significado’]: estudio del significado de los signos lingüísticos y de sus combinaciones). Trata cuestiones relacionadas con: a) el enriquecimiento del léxico; b) los fenómenos de sinonimia, antonimia, paronimia (homónimos, homógrafos, homófonos). La norma nos dice que podemos usar pelo como sinónimo de cabello (Tiene un hermoso pelo)', que el antónimo de verdad es mentira-, que incipiente14 e insipiente15son, en la Argentina, homófonos; c) la incorporación de barbarismos y de cultismos16. Enviriar&e.úen.Qi2L‘aficionarse con exceso a algo’. Nos enviciamos de incorrecciones. Y como nunca es ocioso recurrir a las etimologías, recordemos que vicio proviene del latín vitium, ‘defecto, falta, imper fección, deformidad, culpa’. Los errores que cometemos son, pues, defectos del lenguaje, es decir, barbarismos. La palabra proviene del latín barbarismus, y éste, del griego, ‘extranjero’. “Bárbaro” era un romano respecto de los griegos, y barbarismo, el modo de hablar vicioso al estilo de los extranjeros. Se cometen barbarismos cuando se pronuncian o se escriben mal los vocablos, o cuando se emplean voces impropias. Clasificación de los barbarismos a) Arcaísmos (del griego, ‘primitivismo’, ‘principio’): son voces o expresiones anticuadas (ansí, apriesa, cabe, digerecer, digestir, dij, escamar, galavardo, hemisfero, hombredad, pecatriz, so); u‘Que empieza’. í5‘FaIto de sabiduría o ciencia’; ‘falto de juicio’. 16Según el Diccionario académico, los cultismos son ‘palabras cultas, generalmente de origen grecolatino, usadas en la lengua intelectual, literaria y científica. Proceden de una lengua clásica y penetran por vía culta en una lengua moderna sin pasar por las transformacio nes fonéticas normales de las voces populares’. Conservan, pues, una forma muy semejante a
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b) Neologismos (del griego, ‘lenguaje nuevo’): son vocablos, acepciones o giros nuevos en una lengua (abaniquear, abrumamiento, abstémico, absurdidez, anexionamiento, apergaminamiento, apretitud, atractividad, atrapamiento, autosuicidio, dáñosidad, deletración, destapación, desteñimiento, disvalioso, emprolijar, experimencial, infraccional, inmemoriable, intermediamiento, permanenteado, premoldados, procedural, profesionabilidad, proyectación, recepcionar, registración, repitente, respondiente, satisfactoriedad, significancia, sumatoria, transferibilidad, transmisibilidad, vacunal, volcamiento)11. Jorge Luis Borges usa, como neologismos, el sustantivo apocrifidades (por “hechos apó crifos”) y la forma verbal negligen (por “ser negligentes”), términos no registrados en el Diccionario académico. Tambiéasa usan nalabras con un significado distinto del que poseen; son neologismos semánticos. A veces, la Real Academia Española los registra en su Diccionario: (énerv^ (‘debilitar, quitar las fuerzas’; ‘poneuiemosQ.!). La palabram w rara (‘detener y recogerú agua u otro líquido, de suerte que haga balsa’) comenzó a usarse con el sentido neológico de(r¿basdt (‘exceder de cierto límite’) y de rqjjgsar (‘derra marse un líquido por encima de los bordes de un recipiente en que no cabe’). Hoy la Academia la registra como sinónimo de ambos verbos18. Otros neologismos semánticos: desapercibido por inadvertido: detentar19por desempeñar, ejerg&r; dilema por problema; insumir tiempo (‘emplear, invertir dinero’) por ocupartiempo; suplantar20por reemplazar o remplazar. la que tenían en latín o en griego: advocación, agreste, alumno, ámbito, aperitivo, báculo, carótida, clave, clorofila, colocar, dinámico, efigie, egregio, encéfalo, epístola, erecto, exilio, fraterno, fumigar, inocular, microbio, nave, necrópolis, pavor, pedagogo, pictórico, plusvalía, pugna, silogismo, tácito, vínculo. 17Son neologismos léxicos. “Cfr. la segunda y la tercera acepción de rebalsar. 1,1Ejercer un cargo ilegítimamente’. “ ‘Falsificar un escrito’; ‘ocupar el lugar de otro con malas artes’.
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Antes de crear un neologismo, debe comprobarse que aquello que se trata de nombrar no tiene denominación en la lengua. Dice José Martínez de Sousa: “,La creación de neologismos no debe responder a jin-acta de-vnlnntad^sino.tLim actodejiecesidad... [...]. Sin embargo, a la hora de analizar los neologismos para establecer si son aceptables o no, hay que verificar si, además de necesarios, están bien formados...”21. c) Pleonasmos (del griego, ‘redundancia’): figura de construcción que consiste en emplear en las oraciones uno o más vocablos innecesarios para su recto y cabal sentido, pero con los cuales se da gracia o ^ o r alo que s e é La Real Academia Española reco mienda no abusar de los pleonasmos (apagón de luz, bajar abajo, brasas encendidas, divisa extranjera, doblar a muerto, entrar aden tro, erario público, exportar mercadería afuera, fruncir el cmoJr lluvicTcaida, lo releyó de nuevo, t¡igcedonia de frutas, ño lo haré tampoco yo, peluca postiza,, puño cerrado, salir afuera, subir arri ba, ver con los propios ojotú. d) Solecismos (del griego, So\j o Solos, ciudad de Cilicia, donde se hablaba mal el griego): son errores de sintaxis, faltas cometidas contra la exactitud o la pureza del idioma (*Dice de que viene¡ * Tiene la esperanza que gane; El libro, que su autor es alemán, se vende mucho). e) Vulgarismos (del latín vulgaris, ‘vulgar, ordinario, común, gene ral’): palabras o expresiones usadas por el vulgo (*abuja, *andé, *anque, *aúja, *aujero, *cabió, *cabo, *cocreta, *comisería, *cuatros paquetes, *dea, *dueble, *enderieza, *enrieda, *güevo, *haiga). f) Extranjerismos (del latín extranearius, de extraneus, ‘extraño’) son voces que tienen su origen en una lenguá extranjera (meraviglia, vrgiment, grassy, codea, Lohn). Se clasifican en: • xenismos: son los extranjerismos que.han entrado a formas parte de una- lengua, sin acomodarse a sus normas morfofonológicas, e& decir, manteniendo su grafía propia. Como no se han españolizado22, 21Diccionario de redacción y estilo, Madrid, Ediciones Pirámide, 1993, págs. 317 y 319. 12Españolizar o españolar es dar forma española a un vocablo o expresión de otro idioma.
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se Escriben con letra cursiva, jaara defender la lengua de destino (hall, software, tory, city, best seJíéj^re^M T ^ñ cin g ^Jíá ^i, 'JlasHback, rugby, coiffeur, tour, tournée, sale, suite, performance, marke ting)-, • préstamos: extranjerismos (anglicismos, arabismos, galicismos, germanismos, italianismos, lusismos, etc.) que se han integrado en el sistema de la lengua que los recibe mediante adaptación de la estiyetura fónica y morfológica (football se convierte en fútbol o en fútbol por adaptación de su estructura fónica; lo mismo sucede con basketball > basquetbol - básquet, en la Argentina y el Paraguay; buffet > bufé, bufete).Otros préstamos: adrede?, aeróbic o aerobicu, afiche15, agasa jar26, anaquel?, ancestro2*, anís29, aspa30, ataviar31, balcón32, batalla33. baúP4, bayoneta35, bazofia36, begum31, beis3*, béisbol39, bellotal, besamel o besamela41, bibelof2, biberón43, bidé44, bidón45, biomecánico46, biquini o bikini41, bisté o bistec49, bisturí49, bisutería50, bodrio51, bonsái52, brillar53, broche?4, brote?5, buzo56, campeón51, caramelo5*, casete?9, ca tre60, cederrón61, chalé62, chaqué63, chicle?4, chubasco65, clon o clown (‘payaso’)66, clósef1, croché?*, crol69, cruasán10, dandi11, debut11, dique13, disquete14, embestir15, escarnecer16, espía11, espríntern , espuela19, estarna®°, este% \ faencF, filinn , film o filme14, forastero85, fragata*6, 23{j^rmanismf>
24Anglicismo. “ Galicismo. “ Germanismo. 27Arabismo. “ Galicismo. 29Galicismo. ’“Germanismo. 31Germanismo. “ Italianismo. 33Galicismo. “ Galicismo. “ Galicismo. “ Italianismo. "Anglicismo. “ Galicismo. 39Anglicismo. 40Arabismo. 4lGalicismo.
“ Galicismo. "Galicismo. “ Galicismo. “ Galicismo. 46Galicismo. 47Nombre de un atolón de las Islas Marshall. 48Anglicismo. 4,Galicismo. 5“Galicismo. 5'Germanismo. S2Japonesismo. “ Italianismo. “ Galicismo. “ Germanismo. 56Lusismo o portuguesismo. "Italianismo. 5SLusismo o portuguesismo. 59Galicismo.
“ Lusismo o portuguesismo. 61Anglicismo. “ Galicismo. “ Galicismo. “ Nahuatlismo. “ Lusismo o portuguesismo. “ Anglicismo. En el ámbito científico, el sustantivo clon deriva del griego y denota ‘retofio’. 61Anglicismo. “ Galicismo. “ Anglicismo. ’“Galicismo. 71Anglicismo. 72Galicismo.
73Neerlandesismo. "Galicismo. 73Italíanismo. 76Germanismo. 77Germanismo. 78Anglicismo. 79Germanismo. '“Italianismo. *'Punto cardinal del horizonte. Proviene del francés a través del inglés. “ Catalanismo. “Anglicismo. “ Anglicismo. “ Catalanismo. “ Italianismo.
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galardón*1, ganar**, ganso*9, gánster90, guerra91, haraquiri12Joroba9*Joya9*, kárate o karate?5, katiuska96, kermés o quermés91, kiosco o quiosco9*, kamikaze", mánager100, mariachi o mariachis101, mascota102, mejillón103, mermelada104, morriña105, mostacho106, neerlandés101, norte10*, novela1™,oes te110, opereta111, ostra112, pagoda113, parqué114, paté115,poni o póney116, pós ter111, rapar11*, rico119, ropa120, sándwichm, suéterm, sur123, test124, tique12S, travestido126, ufano121, vermú o vermut12*, vigía129, virar130, yelmo131, yogui132, yogur133, yóquey o yoqui134, yudo135, zafar136, zar131, zarco13*, zarevich139, zen140. No se escriben con letra cursiva, sino en redonda. • calcos: extranjerismos que se han integrada .en. eisistem a-4e-la lengua que los recibe mediante traducción de la estructura semántica^) léxica (football > balompié; basketball > baloncesto; Kindergarten > jardín de infantes o jardín de infancia [los españoles lo llaman parvu lario]; crochet > ganchillo). Los préstamos y los calcos ya están registrados en el Diccionario académico. Los xenismos figuran en cursiva. Para evitar barbarismos en el uso de antropónimos o nombres de persona, y de topónimos o nombres geográficos, la norma recomienda: “’Germanismo. “'Germanismo. “’Germanismo. ’'’Anglicismo. ’'Germanismo. 92Japonesismo. 93Arabismo. 94Galicismo. 95Japonesismo. 96Rusismo. 97Del francés a través del neerlandés. 98Del francés a través del turco. "Japonesismo. 100Anglicismo. '“'Galicismo. ‘“ Galicismo.
‘“ Lusismo o portuguesismo. ‘“ Lusismo o portuguesismo. ■“ Galleguismo. '“ Italianismo. ‘“’Galicismo. ‘““Punto cardinal del horizonte. Del francés a través del inglés. '“ Italianismo. ““Punto cardinal del horizonte. Del francés a través del inglés. “ ‘Italianismo.
‘“ Anglicismo. 126Italianismo. 12’Germanismo. '“ Germanismo. '29Lusismo o portuguesismo. '30Lusismo o portuguesismo. “ StórSionism O . ^'Germanismo. ¡ismo. l32Del hindi. imo. l33Galicismo. l2‘Anglicis] '34Anglicismo. 122Anglicismo1. '35Japonesismo. 123Punto cardiná^del '“ Arabismo. horizonte. Del-, '37Rusismo. francés a través ael ‘“Arabismo. inglés. \ ‘39Rusismo. 124Anglicismo. ^Japonesismo.
"2Lusismo o portuguesismo. “3Lusismo o portuguesismo. ‘“Galicismo. “’Galicismo. 116Anglicismo. “’Anglicismo.
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• los nombres de persona clásicos deben adaptarse a la lengua que los usa: en español, se escribe Sócrates, Pericles, Eurípides, Aristóteles', • los nombres de persona modernos, de lenguas que usan el alfa beto latino, se escriben de acuerdo con la grafía de su lengua original: Charles de Gaulle, Wolfgang Amadeus Mozart, Richard Nixon; • los nombres de reyes, príncipes, princesas, etcétera, clásicos o modernos, se escriben según la lengua que los utiliza: en español, Isabel I de Inglaterra, Juan Pablo II, Carlomagno; • los topónimos mayores (nombres de continentes, páíses, capita les de-naciones, grandes ciudades, montes y ríos importantes) deben adaptarse a la grafía del español: África, Armenia, París, Washington; • los topónimos medios (ciudades de menor importancia, acciden tes geográficos poco conocidos, etc.) deben escribirse en español, si tienen nombre en él, de lo contrario, conservan su grafía original: Bursa (Turquía), Gusum (Suecia); • los topónimos menores (pequeñas pnh1ap,innes_-EÍQ&-^ esrasa extensión, montañas de poca altura, aldeas) deben escribirse en su lengua original, salvó que, por alguna razón histórica, sé los conozca en español; • los topónimos que corresponden a lenguas que no usan el alfabe to latino (rusos, búlgaros, árabes, chinos, japoneses, etc.) se escriben en español siguiendo la transcripción inglesa o francesa: Riyadh (Arabia); Varna, Plovdiv (Bulgaria); Pekín, Shanghai (China); Osaka, Tokio (Japón); Novgorod (Rusia). La norma léxico-semántica también enseña a evitar las etimolo gías populares, hipercorrecciones o ultracorrecciones: el hablante in terpreta como incorrecta una forma normal de la lengua y trata de corregirla por analogía con casos semejantes: *bacalado por bacalao; *Bilbado por Bilbao.
CADA “COSA” A SU TIEMPO
Hablamos continuamente de la riqueza de la lengua española y, en cambio, ponemos muy poco interés en aumentar nuestro vocabulario. Padecemos de una “abulia léxica perniciosa” que nos abisma en la irreflexiva creación de neologismos (concretación, destapación, didacta, dificultosidad, empetrolado, emprolijar, enfebrescida, expertizar, faunístico, genia, ídola, incompletar, marfilino, merituar, ostracista, registración, rumiación, saturamiento) o en el ábtiso insistente de una sola palabra, como cosa, a la que le asignamos distintos significados. Etimológicamente, este sustantivo proviene del latín, causa, ‘causa, motivo, asunto, tema, cuestión, razón, pleito judicial’. Por eso, escribe don Miguel de Unamuno: “...lo que no crea no existe, no es cosa, es nada. Que cosa quiere decir causa”141. En latín vulgar (siglo IV de nuestra era), según la circunstanciada investigación de Joan Coraminas142, se hizo sinónimo de res, ‘cosa’, partiendo del segundo significado (“motivo”). Martín Alonso, en su Diccionario Medieval Español143, registra el uso de cosa desde el siglo X hasta el XV. Por ejemplo, aparece en el Poema de Mió Cid (1140): “Tanto fallan desto que es cosa sobeiano”144. También la emplea Gonzalo de Berceo (h. 1185-d. de 1264), en su obra Milagros de Nuestra Señora, como sinónimo de “vida”: “Sepas que es tu cosa toda bien acabada”, o de “asunto, materia”: “Si guiarme quisiere a mí en esta cosa”. 14l“Cosa y causa”, Alrededor del estilo (1924), Obras completas, Tomo XI, Madrid, Afrodisio Aguado, 1958, pág. 812. ulDiccionario crítico etimológico castellano e hispánico, Tomos I-VI, Madrid, Gredos, 1980 (Biblioteca Románica Hispánica). ,43Tomos I-II, Salamanca, Universidad Pontificia de Salamanca, 1986. 144“Tanto encuentran de esto que es cosa extremada”.
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Desde Alfonso X el Sabio (1221-1284) hasta Tirso de Molina (15717-1648), la palabra se utiliza como sinónimo de “nada”: “no valer cosa” significa “no valer nada”. El sacerdote toledano Sebastián de Covarrubias y Orozco (15391613) no la registra en su Tesoro de la Lengua Castellana o Española (1611)145, diccionario que se imprime entre el de Elio Antonio de Nebrija y el de Autoridades, de la Real Academia Española. Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) usa este sustantivo en su comedia Darlo todo y no dar nada (Jomada DI): “Su llanto es cosa de risa, / su risa, cosa de vicio, / su comer, cosa de juego, / su llorar, cosa de niños, / su dormir, cosa de locos, / y nada cosa de juicio”146. Duran te este Siglo de Oro, al que pertenece Calderón, cosa que tiene el sentido de ‘no sea que, no vaya a ser que’. Hoy la expresión cosa de tiene, vulgarmente, el valor de ‘para’: “No se lo digas, cosa de no asustarlo” (para no asustarlo). La vigésima segunda edición del Diccionario de la Lengua Espa ñolal47, de la Real Academia Española, presenta siete acepciones de esta palabra: 1. Todo lo que tiene entidad, ya sea corporal o espiritual, natural o artificial, real o abstracta. 2. Objeto inanimado, por oposición a ser viviente. 3. En oraciones negativas, “nada”. 4. Asunto, tema o negocio. 5. En contraposición a persona o sujeto, objeto de las relaciones jurí dicas. En el régimen de esclavitud, el esclavo era una cosa.
’"Edición facsimilar, Madrid, Tumer, 1979. 146Cita extraída del Diccionario de Autoridades, edición facsimilar, Tomos I-III, Ma drid, Gredos, 1969. Cayetano Alberto de la Barrera y Leirado advierte en su Catálogo bibliográfico y biográfico del teatro antiguo español, desde sus orígenes hasta mediados del siglo XVIII (Edición facsimilar, Madrid, Gredos, 1969 [Biblioteca Románica Hispánica]) que la comedia Darlo todo y no dar nada apareció en Barcelona (1677), en una publicación fürtiva que rechazó Calderón. De las diez comedias que contiene, dos no le pertenecen. l47Madrid, Espasa-Calpe, 2001.
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6. Objeto material, en oposición a los derechos creados sobre él y a las prestaciones personales. 7. Bien. Además, legaliza una serie de expresiones -algunas ya aparecen en el Diccionario de Autoridades (1726)-, entre ellas: COSA DE ENTIDAD (‘cosa de sustancia, de consideración, de valor’); COSA DE OÍR, COSA DE VER (‘cosa digna de ser oída o vista, que es capaz deiíam af Tálífeñción’); COSA JUZGADA (‘cosa que se da por resuelta e indiscutible, y de que es ocioso tratar’; ‘efecto de una resolución judicial fírme, que impide abrir un nuevo proceso sobre el mismo objeto’); COSA NO VISTA, COSA NUNCA VISTA (‘cosa muy extraña y sorprendente’); COSA PERDIDA (‘persona muy descuidada en sus obligaciones o incorregible en sus vicios y costumbres’); COSA RARA (‘admiración, extrañeza o novedad que causa algo’); POCA COSA o POQUITA COSA (dicho de una persona: ‘poco corpulenta, pusilánime o poco importante’; dicho de una cosa: ‘de escasa importancia o poco relevante’); COSAS DE ALGUIEN (‘para explicar o disimular las rarezas o ex travagancias de alguna persona, que ya no causan extrañeza por ser frecuentes en ella’); COSAS DEL MUNDO (‘alternativas y vicisitudes que ofrece la vida’); COMO QUIEN HACE OTRA COSA ( con disimulo ); COMO QUIEN NO QUIERE LA COSA ( con disimulo ); COMO SI TAL COSA (‘como si no hubiera pasado nada’); DEJANDO UNA COSA POR OTRA (‘mudando de conversación, variando sin propósito de sujeto o materia’); NO HABER TAL COSA (‘no ser así; ser falso lo que se dice’); NO PONÉRSELE A ALGUIEN COSA POR DELANTE (‘atropellar por todos los inconvenientes y miramientos que se ofrecen’);
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NO QUEDARLE A ALGUIEN OTRA COSA ( decir con franqueza cuanto sabe’); NO SEA COSA QUE (‘prevención o cautela’); NO SER COSA DEL OTRO MUNDO ( aquello de que se trata no es nada extraño ni sale de la esfera de lo usual y sabido’); ¿QUÉ COSA? (‘¿qué dice?; ¿qué hay?’); SER ALGO COSA DE ALGUIEN (‘ser de su aprecio, estimación, interés, etc.’); SER COSA DE (seguida de un infinitivo, expresa ‘la conveniencia de hacer lo que éste significa’). El refranero español148 es copiosa fuente dé ejemplos: Cosa bien negada nunca es bien probada. Cosa fea ni se haga ni se aprenda. Cosa mala nunca muere.
CosaM^LMesjMÉida Cosas hay que son mejores para hechas, que no para dichas. Cosa mal dicha no se olvida; o cosa mal dicha no cae en tierra. Cosa prometida es medio debida, y debida enteramente si quien promete no miente. Cosa que mal no puede hacer, no puede hacer bien. Cosa que no se venda nadie la siembra. Cosa que no ahoga, engorda. Cosa cumplida, sólo en la otra vida. No hay cosa segura en esta vida. Cada cosa a su tiempo, y los nabos en adviento. Quien las cosas mucho apura no tiene vida segura. No hay cosa de menos saber que así mesmo conocer. 148Cfr. Gonzalo CORREAS, Vocabulario de refranes y frases proverbiales y otras fó r mulas comunes de la lengua castellana en que van todos los impresos antes y otra gran copia, Madrid, Tip. De la “Rev. De Archivos, Bibliotecas y Museos”, 1924, y José María SBARBI, El Refranero General Español, Tomos I-X, Madrid, Imprenta de A. Gómez Fuentenebro, 1875.
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No hay cosa fírme ni estable en esta vida y mundo miserable. No hay cosa honesta que provechosa no sea. No hay cosa más dulce que el recibir ni más dura que el pedir. No hay cosa más perdida que azafrán de noche y candil de día. No hay cosa nueva que de contar sea. No hay cosa que fin no tenga, a la corta o a la luenga.
A pesar de que el uso de la palabra cosa está avalado por la Real Academia Española, no debe convertirse en comodín de nuestra po breza léxica. Tratemos de buscar el término específícoTel más adjcuaj&LaUema de nuestra conversación Esjdecir,pongamos en el habla el mismo esmero con que expresamos nuestro pensamientó~eñla escritura7 |^ j[en é sta -seamos sinceros-“-evitamos^lapakbra-compor-vacua. En la Argentina, suele oírse el italianismo coso“para salir del paso, como vocablo de significado indefinido. La conductora de un programa de televisión, por ejemplo, le da un manotón a su pequeño micrófono y dice: “¡Ay, me arranqué el coso!”. Si esta señora supiera la definición de la palabra coso, no volvería a emplearla como lo hizo: “Plaza, sitio o lugar cercado, donde se corren y lidian toros, y se celebran otras fiestas públicas. // Calle principal de algunas poblaciones. // Carcoma o insecto coleóptero muy pequeño y de color oscuro, cuya larva roe y taladra la madera, y produce, a veces, un ruido perceptible”. La palabra cosa sigue “soltera” y sin apuro de contraer nupcias. Su única familia está constituida por cosita y por cosilla, sus diminuti vos. De ahí que cometamos errores indisculpables si nos referimos al “coserío” (neologismo) o al “cosario” (‘cursado, frecuentado’; ‘hom bre que conduce personas o cosas de un pueblo a otro’; ‘cazador de oficio’) como “conjunto de cosas”, por analogía con otros sustantivos colectivos, como “caserío” o “poemario”; o bien, al “cosismo” (neolo gismo), para señalar el viejo vicio de usar constantemente la palabra cosa. Podemos presentar a otro pariente, muy lejano en cuanto al uso: el sustantivo femenino quisicosa (o cosicosa), contracción de la frase antigua “¿qué es cosa y cosa?” {qués y cosas y, luego, por asimilación vocálica, quisicosa), es decir, “¿qué significa esta cosa propuesta?”. El
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Diccionario de la Real Academia Española lo define así: “Enigma u objeto de pregunta muy dudosa y difícil de averiguar”. Hoy la llama ríamos “adivinanza”, pues quisicosa no es un término usual en nuestro vocabulario. Damos, a continuación, varios ejemplos del empleo del vocablo cosa149 ( o “coso”) en nuestra conversación diaria: Hay cosas que no deben decirse. Esas son cosas de mamá. ¡Son cosas de viejos! El gobierno ha perdido el control de la cosa económica. ¿Qué cosa dice usted? Me tiene loca con tantas cosas. ¿Cuál es tu cosa? La cosa es que no se vaya a descubrir. ¿A mí, con esas cosas? Me dijeron cosas lindas de tu hermana. Traiga la cosa esa que está junto a la cosa grande en la biblioteca. No encuentro el coso para colar la leche. Esas cosas, asi, de sorpresa, son las mejores. En cosa de segundos, volveremos. La cosa vale la pena. Si las cosas siguen así, el país no progresará jamás. ¡Qué cosa fea es el dolor de muelas! ¡Qué cosita linda! Parece el tío Cosa. Esto es cosa de hombres. Son cosas de chicos.
“’Leernos en Chaves, de Eduardo Mallea: “¡Cómo llenaba sus noches y sus días de inventos, motivos y temas, de cosas y cuestiones, de pretextos y de simulacros, de razones y de ficciones!” (Buenos Aires, Losada, 1953, págs. 35-36).
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El cosita que está sobre la repisa es mío. Está metido en la cosa política. ¡Cosas del amor! ¡Qué cosa extraña!, ¿no? “La cosa es ski”150 (aviso publicitario). Cierra bien, no sea cosa de que te roben. ¡Qué cosas tiene la vida! Cualquier cosa, hablamos después. ¡Cosa de no creer! ¡No te metas en mis cosas! Es una cosa que atrae. ¡Es tan poquita cosa! Es una cosita de nada. ¡Cosita de mamá! No es una cosa del otro mundo. ¡Tengo que hacer tantas cosas hoy! No creas en esas cosas. Se me ocurrieron otras cosas. ¡Qué cosa bárbara! ¡Son cosas del destino! Saca esa cosa de ahí. Empezamos a recordar cosas. ¡Qué cosa espantosa! Dile al coso ese que me devuelva el dinero que le presté.
'
(E&-cosa-d&iocosE~_~Zr.Z’IIZl,_„ La vida es cosa dura. ¿Qué cosa es la mujer? ¡No digas esas cosas! Voy a contarte una cosa. Háblame de tus cosas. ¡Qué cosa, che!
150La palabra española es esquí.
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No esperes cosa buena de ese señor. Esta revista no deja a un lado la cosa cultural. La cosa está poniéndose seria. Eso es cosa de supersticiosos. Hacer deportes es una cosa saludable. Se venden cosas de parrilla. Un lugar, para cada cosa, y cada cosa, en su lugar. Escribe sobre cosas del idioma. No vale gran cosa. No se lo digo porque me da cosa.
De acuerdo con estas citas, no siempre infringimos las normas académicas al usar el sustantivo cosa, pero debemos reconocer que éste es demasiado leal a nuestra peligrosa inercia léxica, a nuestro apuro por decir antes que pensar; está siempre a nuestro servicio -cosa lista para todo-, y, realmente, nos aprovechamos de su ductilidad. Esperamos, entonces, que este capítulo sea un llamado de atención para curar, gradualmente y sin padecimientos, nuestras cómodas incli naciones a hablar cada vez más y peor, pues -como dice el refrán- “El que malas mafias ha tarde o nunca las perderá”. Pero si el “medica mento” no surtiere un beneficioso efecto, no hay cosa como callar151.
,51Título de una comedia de Pedro Calderón de la Barca. Véase el Tomo II de las Obras Completas, 2.a edición, Madrid, Aguilar, 1973, pág. 1000.
EL QUID PRO QUO152
Curiosa manía la del quid pro quo) es decir, la de usar unapalabra con el significacLo de.jotra. ^ S á l es. la causa? .¿Incultura? ¿Inadverten cia? ¿Desatención? ¿Pereza para consultar un dicci6ñanó~demasiado a le ia d o ^ e n u ^ ttg ^ in ^ :¿ j< e p etició irir^ que dicen los demás? ¿Transformación continua de la lengua? Las respues tas pueden ser muchas, pero la realidad denuncia que el uso degenera en abuso, y éste engendra gazapos que atentan contra nuestra intención de gozar de buenas explicaderas o de sana verbosidad. Don Miguel de Unamuno, que censuraba la labor de la Real Aca demia Española153, escribe en su ensayo “Contra el purismo”154: “Hay que volver a levantar voz y bandera enfrente y en contra del purismo casticista, de esta tendencia que, mostrándose a las claras cual mero empeño de conservar la castidad de la lengua castellana, es, en reali dad, solapado instrumento de todo género de estancamiento espiritual y, lo que es peor aún, de reacción entera y verdadera”155. Recordemos que “purista” es el “que escribe o habla con pureza”, el que “al hablar o '"Expresión latina (‘algo a cambio de j jg o ’) registrada en el Diccionario académico. Con ella se da a entender qiie "Slléó se sustituye con otra cosa equivalente’. Como sustantivo masculino {el quid pro quo) denota ‘ error que consiste en tomar a alguien o algo por otra persona o cosa’. ‘“ Escribe don Miguel de Unamuno: “Por nuestra parte, dejamos a la Real Academia (hay que fijarse en esto de Real y en su íntimo consorcio con lo académico, pues esto ofrece una de las claves del misterio casticista); dejemos a la Real Academia que fije la lengua castellana, haciéndola hipoteca inmueble, y por nuestra parte, nosotros, los vivos heterodoxos, los que por favor de la Naturaleza no somos instituciones ni tiramos a serlo, ya que tenemos que servimos de esa lengua, procuremos en la medida de nuestras fuerzas cada uno, movili zarla, aunque para conseguirlo tengamos que ensuciarla algo y que quitarle algún esplendor” (“Contra el purismo”, En torno al casticismo, Obras completas, Tomo III, Madrid, Afrodisio Aguado, 1950, pág. 370). '54Ibídem, págs. 359-372. 155Ibídem, pág. 359.
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escribir evita consciente y afectadamente los extranjerismos y neologis mos que juzga innecesarios”, el “que defiende esta actitud”. No pone mos en tela de juicio la “tesis del antipurismo” del escritor vasco, pero reconocemos que las posiciones extremas empobrecen. Ni purismo está tico ni “antipurismo” irreverente. La lengua vive, crece, se transforma; las palabras nacen, florecen y, también, se aletargan y mueren eil las hojas del diccionario, pues el hablante va reemplazándolas con otras que se adecúan más a la altura de los nuevos tiempos. Lo mismo sucede, por ende, con sus significados156. El acezante vivir nos obliga a leer y a interpretar el mundo de manera diversa. Por ejemplo, el verbo cubrir tiene una acepción más en la vigésima primera edición (1992) del Diccionario académico: “Seguir de cerca un informador las incidencias de un acontecimiento para dar noti cia pública de ellas” (Esos periodistas cubrirán el viaje del señor Marín). Y también la tienen el sustantivo saneamiento (“Conjunto de técnicas, servicios, dispositivos y piezas destinados a favorecer las condiciones higiénicas en un edificio, comunidad, etc.”)157y el adjetivo fértil (“Apli cado a personas o animales, capaz de reproducirse”). Ha escrito Étienne Gilson: “...salvo en matemáticas, donde los signos no significan concepto alguno, los que constituyen el lenguaje no presentan nunca un sentido tal que no se pueda decir, de cualquiera de ellos, que significa además otra cosa. [...]. Y no es esto un defecto de la palabra: es su esencia misma, que, al ser un acto creador libre, no podría poner límites a su propia libertad creadora”158. El enriquecimiento del significado o de los significados de algunas palabras constituye una necesidad a medida que transcurre el tiempo, pero no debe ser arbitrario. No podemos inventar a cada momento una acepción para adecuarla a nuestros intereses inmediatos. Ymenos aún, 1!6Escribe Étienne Gilson: “En realidad, sentido y palabra nos vienen dados siempre juntos, puesto que la ausencia del uno o de la otra suprime todo enunciado inteligible” (“La palabra y el sentido”, Lingüistica y Filosofía. Ensayo sobre las constantes filosóficas del lenguaje. Versión española de Francisco Béjar Hurtado, Madrid, Gredos, 1974 (Biblioteca Hispánica de Filosofía), pág. 78. 1J7En la 22a. edición del Diccionario académico (2001), se registra la tercera acepción: ‘Conjunto de acciones para mejorar y corregir una situación económica’. 15,Op. cit., pág. 88.
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introducir con negligencia anárquica, en nuestros escritos o en nuestras conversaciones, vocablos con el significado específico de otros, pues estaríamos intercambiando “sus almas”, de acuerdo con la acertada ana logía de Gilson: “Lo mismo que el cuerpo es una materia, cuya forma es el alma (vegetal, animal o humana, da lo mismo), la palabra sería la materia, cuya forma es el sentido”159. Esta advertencia no responde a un concepto de purismo semántico, sino de corrección y de propiedad en el uso de la lengua. ¡No obremos como aquella señora que alababa el maravilloso “interlunio”160que había escuchado161 en el teatro! Leamos, pues, detenidamente las siguientes oraciones para corro borar el tema de nuestro capítulo: 1) Se abrogó el triunfo. a * ‘ v ^ ' 2) Se vale de acechanzas para comprometerlo. (X se c ^ a $ 3) Le acordaron el tercer premio. ec d ? r 0>? 4) Confesó su adición a la heroína. 5) Quiso airar la habitación. ° * ' &1 6) El niño fue operado de amígdalas. & ^ 7) Coloca un apóstrofe para indicar la elisióá de esa vocal. c- i 8) Siempre se apropincua de lo ajeno. ^ 9) Javier no es una persona asequible. h íf 10) En breves minutos, volveremos, p ^ 11) En 1880, se llevó a cabo la capitalización de la ciudad de Buenos .. t ; .{ Aires. 12) Celebraron el entierro del jefe. ..
^
*{(. C ’ .-o' l59Ibídem, pág. 78. •‘“Tiempo de la conjunción en que no se ve la Luna. Por supuesto, la señora se refería a “interludio”, es decir, a una breve composición que se ejecuta como intermedio en la música instrumental. Otras palabras se emplean mal en español. Por ejemplo: Las sillas están aposta das a lo largo del salón (Corrección: Las sillas están colocadas a lo largo del salón)-, Una escuadrilla de albañiles inició la obra (Corrección: Una cuadrilla de albañiles inició la obra); El corazón bombea bien (Corrección: El corazón late bien). Invitamos a los lectores a buscar en el Diccionario el porqué de estos usos erróneos. l61Ha oído con atención.
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13) No comentes,lo que te dije. 14) Eso no me compite. 15) Esta ley cojitertipla la libertad de prensa. c( - ' / " c 16) La joven camina contorneándose. r^ ^ 'f 17) Es creciente el aumento de los precios, c r.A *C 18) Don Esteban debé tener noventa años. 19) No defieren en sus gustos literarios, d ^ 21) El presidente deténta el poder desde el mes pasado. 22) Atravesó corriendo el dintel de mármol, v c' u / 23) Habla en voz alta, pues no te escacho. ^ t 4 e<> 24) Ha dicho el periodista que en el próximo esquicio del noticiario completará la información sobre el accidente aéreo, ,{ 25) El contenido de ese libro es impenetrable, es decir, exotérico. & £ f < / ‘ £gí 26) El mecánico repara el camión desde lja fosa. t ( c ? :*<> 27) Su carácter era híspido, r ñ d. c 28) Infligió la ley. ! a | r ; 29) Sus restos fueron inhjimácfós en la bóveda, d i f o-m-1c 30) Este trabajo me insumió ocho horas. ”va 1 o f <*? y cC 31) Presentó un justificativo en la escuela. ^<- * / , • * fC 32) ¿Diste lesión? 33) Durante la guerra se produjeron miles de muertos, v ¿f<-' ,34) Remarque, en su conferencia, ese concepto. /' r 35) Sabe venir aquí los lunes, i < £ u36) Lo resolveremos en la próxima sección del Congreso. 37) Pase por la sesión “Ventas”. « 38) Me suplantará en el cargo el maestro de primer grado. 39) ¡Todos somos terráqueos! (í 40) Iré a tu casa tipo las once. *f 41) ¡Éste es un hecho vergonzante! ,
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Significado de las palabras destacadas ^ a b r o g a r . Abolir, derogar, revocar. No es un verbo pronominal. ' " ^ ' •’jj* a c e c h a n z a s . Acecho, espionaje, persecución cautelosa. a c o r d a r . Determinar o resolver de común acuerdo, o por mayoría de votos. // Determinar o resolver deliberadamente una sola persona. // Resolver, determinar algo antes de mandarla. // Conciliar, componer. / / Traer a la memoria de otro alguna cosa. // Traer algo a la memoria de otra persona // Recordar. // Disponer o templar, según arte, los instru mentos musicales o las voces para que no disuenen entre sí. // Dispo ner armónicamente los tonos de un dibujo o de una pintura. Como verbo pronominal, denota ‘ponerse de acuerdo’ (Se acordó firmar el contrató). Se considera un galicismo su uso como sinónimo de “conceder” o de “otorgar”. a d i c ió n . Acción y efecto de añadir o agregar. // Añadidura que se hace o parte que se aumenta en alguna obra o escrito. // Operación de sumar. // Aditivo que se agrega a un metal base durante la elaboración de aleaciones industriales por fusión. // Reacción en la que dos o más moléculas se combinan para formar una sola. a i r a r . Mover a ira. // Agitar, alterar violentamente. amígdalas. Órganos
formados por la reunión de numerosos nódulos
linfáticos. a p ò s t r o f e . Eigura que consiste en dirigir la palabra con vehemen cia en segunda persona a una o a varias, presentes o ausentes, vivas o muertas, a seres abstractos o a cosas inanimadas, o en dirigírsela a sí mismo en iguales términos. // Dicterio o dicho denigrativo que insulta y provoca. f l-v ...... s e a p r o p i n c u a . Se acerca. Sólo se emplea'en sentido festivo. a s e q u ib l e . Que puede conseguirse o alcanzase. Este adjetivo no debe aplicarse a personas. ~~ “ b r e v e s . De corta extensión o duración. c a p it a l i z a c i ó n . Acción y efecto de “capitalizar”, es decir, de fijar el capital que corresponde a determinado rendimienta o iíiterés, segó» •
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el tipo que se adopta para el cálculo. // Agregar al capital el importe de los intereses devengados, para computar sobre la suma los réditos ulteriores. // Utilizar en beneficio propio una acción o situación, aun que sean ajenas. c e l e b r a r o n . Del verbo “celebrar”, es decir, alabar, aplaudir algo. // Reverenciar, venerar solemnemente con culto público los misterios de la religión y la memoria de sus santos. // Realizar un acto, una reunión, un espectáculo, etc. // Conmemorar, festejar una fecha, un acontecimiento. // Decir misa. c o m e n t e s . Del verbo “comentar”, es decir, explanar, declarar el contenido de un escrito, para que se entienda con más facilidad. // Hacer comentarios, juicios o consideraciones. c o m p i t e . Del verbo “competir”, es decir, contender dos o más personas entre sí aspirando con empeño a una misma cosa. // Igualar una cosa a otra análoga, en la perfección o en las propiedades. c o n t e m p l a . Del verbo “contemplar”, es decir, poner la atención en alguna cosa material o espiritual. // Considerar, juzgar. // Complacer a una persona, ser condescendiente con ella, por afecto, por respeto, por interés o por lisonja. // Ocuparse el alma con intensidad en pensar en Dios y considerar sus atributos divinos o los misterios de la religión, c o n t o r n e á n d o s e . Del verbo “contornear” (no es pronominal), es decir, dar vueltas alrededor o en contorno de un paraje o sitio. // Perfilar, hacer los contornos o perfiles de una figura. c r e c i e n t e . Que crece. d e b e t e n e r . El verbo “deber” más un infinitivo significa obligación. d e f i e r e n . Del verbo “deferir”, es decir, comunicar, dar parte de la jurisdicción o poder. // Adherirse al dictamen de alguien, por respeto, modestia o cortesía. Este verbo es poco usado. d e s a p e r c i b i d o . Desprevenido, desprovisto de lo necesario; no pre parado para algo. Es un galicismo cuando se la usa como sinónimo de “inadvertido”. d e t e n t a . Del verbo “detentar”, es decir, retener alguien lo que manifiestamente no le pertenece. // Retener y ejercer ilegítimamente algún poder o cargo público.
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Parte superior de las puertas, ventanas y otros huecos que carga sobre las jambas. e s c u c h o . Del verbo “escuchar”, es decir, aplicar el oído para oír. / / Prestar atención a lo que se oye. // Dar oídos, atender a un aviso, consejo o sugestión. // Como verbo pronominal (escucharse), denota hablar o recitar con pausas afectadas. e s q u i c i o . Apunte de dibujo. e x o t é r i c o . Común, accesible para el vulgo, en oposición a esoté rico. // De fácil acceso para la mente. f o s a . Enterramiento, sepulcro. // Hoyo en la tierra para enterrar uno o más cadáveres. // Excavación profunda alrededor de una fortale za. // Cada una de ciertas cavidades en el cuerpo de los animales. // Depresión que existe en la superficie de algunos huesos. h ís p id o . Hirsuto, cubierto de pelo disperso y duro. in f l i g i ó . Del verbo “infligir”, es decir, causar daño. // Imponer un castigo. in h u m a d o s . Participio de “inhumar”, es decir, enterrar un cadáver. in s u m i ó . Del verbo “insumir”, es decir, emplear? .invertir dineip. j u s t if ic a t i v o . Que sirve para justificar algo. Es un adjetivo. l e s i ó n . Daño o detrimento corporal causado por una herida, un golpe o una enfermedad. // Daño, peijuicio o detrimento. s e p r o d u j e r o n . DfiLj?ei±^,^ix)du^^, es decir, engendrar, pro crear, criar. Se usa hablando más propiamente de las obras de la natu raleza y, por extensión, de las del entendimiento. // Dar, llevar, rendir ñuto los terrenos, árboles, etcétera. // Rentar, redituar interés, utilidad o beneficio anual una cosa. // Procurar, originar, ocasionar. // Fabricar, elaborar cosas útiles. // Exhibir, presentar, manifestar a la vista y exa men aquellas razones o motivos, o las pruebas que pueden apoyar su justicia o el derecho que tiene para su pretensión. // Crear cosas o servicios con valor económico. II pml. Explicarse, darse a entender por medio de la palabra. r e m a r q u e . Del verbo “remarcar”, volver am gcy.^ d in t e l .
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s a b e . Del verbo “saber”, es decir, conocer algo o tener noticia o conocimiento de ello. // Ser docto en algo. // Tener habilidad para algo o estar instruido y diestro en un arte o facultad. // Estar informado de la existencia, paradero o estado de alguien o de algo. // Ser muy sagaz y advertido. // Tener sabor una cosa. // Con ir, venir y otros verbos equivalentes, conocer el camino. // Con los adverbios bien, y especial mente, mal, o con adverbios o expresiones adverbiales equivalentes, agradar o desagradar algo. s e c c i ó n . Separación que se hace en un cuerpo sólido con un ins trumento o algo cortante. // Cada una de las partes en que se divide o se considera dividido un objeto, un conjunto de objetos, una empresa, una organización, etcétera. // Cada uno de los grupos en que se divide o se considera dividido un conjunto de personas. // En los medios de comunicación, espacio que se reserva para un tema determinado. // Dibujo del perfil o figura que resultaría si se cortara un terreno, edifi cio, máquina, etcétera, por un plano, con objeto de dar a conocer su estructura o su disposición interior. // Cada una de las partes, actos o piezas independientes que integraban una función teatral. // Función. // Figura que resulta de la intersección de una superficie o un sólido con otra superficie. // Pequeña unidad homogénea, que forma parte de una compañía o de un escuadrón. En la Argentina y en el Uruguay, equiva le a “sesión”, cada una de las funciones diarias de un programa teatral o cinematográfico (,sección vermú). s e s i ó n . Espacio de tiempo ocupado por una actividad. // Cada una de las juntas de un concilio, congreso u otra corporación. // Cada una de las funciones de teatro o de cinematógrafo que se celebran, a distin tas horas, en un mismo día. // Conferencia o consulta entre varios para determinar algo. s u p l a n t a r á . Del verbo “suplantar”, es decir, falsificar un escrito con palabras o cláusulas que alteren el sentido que antes tenía. // Ocupar con malas artes el lugar de otro, defraudándole el derecho, empleo o favor que disfrutaba. t e r r á q u e o . Compuesto de tierra y agua. Se dice únicamente del globo o esfera terrestre. Es un adjetivo.
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t ip o . Modelo, ejemplar. // Símbolo representativo de algo figura do. // Ejemplo característico de una especie, de un género, etcétera. // Pieza de la imprenta y de la máquina de escribir en que está de realce una letra u otro signo. // Cada una de las clases de esta letra. // Figura o talle de una persona. // Clase, índole, naturaleza de las cosas. // Persona extraña y singular. // Individuo, hombre, frecuentemente con matiz despectivo y ponderativo. // Personaje de una obra de ficción. // Cada uno de los grandes grupos taxonómicos en que se dividen los reinos animal y vegetal, y que, a su vez, se subdividen en clases. // En la legislación penal o sancionatoria, definición por la ley de una con ducta a efectos de la imposición de la pena o sanción correspondiente. // Figura principal de una moneda o medalla. v e r g o n z a n t e . Que tiene vergüenza. Se dice regularmente de quien pide limosna con cierto disimulo o encubriéndose.
De acuerdo con las definiciones precedentes, advertimos que di chas palabras han sido mal usadas. Las voces correctas son las si guientes: 1) Se arrogó el triunfo. 2) Se vale de asechanzas para comprometerlo. 3) Le concedieron el tercer premio. 4) Confesó su adicción a la heroína. 5) Quiso airear la habitación. 6) El niño fue operado de amigdalitis. / 7) Coloca un apóstrofo para indicar la elisión de esa vocal. 8) Siempre se apropia de lo ajeno. 9) Javier no es una persona accesible. 10) En pocos minutos, volveremos. 11) En 1880, se llevó a cabo la capitalidad de la ciudad de Buenos Aires. 12) Se efectuó el entierro del jefe. 13) No cuentes lo que te dije.
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14) Eso no me compete. 15) Esta ley dispone la libertad de prensa. 16) La joven camina contoneándose. 17) Es constante el aumento de los precios. 18) Don Esteban debe de tener noventa años. 19) No difieren en sus gustos literarios. 20) El visitante pasará inadvertido. 21) El presidente ejerce el poder desde el mes pasado. 22) Atravesó corriendo el um bral de mármol. 23) Habla en voz alta, pues no te oigo. 24) Ha dicho el periodista que en el próximo espacio del noticiario completará la información sobre el accidente aéreo. 25) El contenido de ese libro es impenetrable, es decir, esotérico. 26) El mecánico repara el camión desde el foso. 27) Su carácter era rispido. 28) Infringió la ley. 29) Sus restos fueron depositados en la bóveda. 30) Tardé ocho horas para realizar este trabajo. 31) Presentó vina justificación en la escuela. 32) ¿Diste lección? 33) Durante la guerra, hubo miles de muertos. 34) Destaque, en su conferencia, ese concepto. 35) Suele venir aquí los lunes. 36) Lo resolveremos en la próxima sesión del Congreso. 37) Pase por la sección “Ventas”. 38) Me reemplazará en el cargo el maestro de primer grado. 39) ¡Todos somos terrícolas! 40) Iré a tu casa alrededor de las once. 41) ¡Éste es un hecho vergonzoso!
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Significado de las nuevas palabras destacadas Del verbd“arrogarseyes decir, apropiarse indebida o exageradamente de cosas inmateriales, como facultades, derechos ai honores. a s e c h a n z a s . Engaños o artificios para hacer daño a alguien. c o n c e d ie r o n . Del verbo “conceder”, es decir, dar, otorgar, hacer merced y gracia de algo. // Asentir, convenir en algún extremo con los argumentos que se oponen a la tesis sustentada. // Atribuir una cuali dad o condición, discutida o no, a alguien o algo. a d ic c ió n . Hábito de quien se deja dominar por el uso de alguna o de algunas drogas tóxicas, o por la afición desmedida a ciertos juegos. a ir e a r . Poner al aire o ventilar-algo. // Dar publicidad o actuali dad a algo. Como pronominal (airearse), denota ponerse o estar al aire para ventilarse, refrescarse o respirar con más desahogo. // Recibir la impresión del aire por descuido o necesidad. // Resfriarse con la fres cura del aire. a m i g d a l i t i s . Inflamación de las amígdalas. a p ó s t r o f o . Signo ortográfico (‘) que indica la elisión de una letra o de una cifra. ~~ " ..... s e a p r o p i a . Del verbo “apropiarse”, es decir, tomar una persona para sí alguna cosa, haciéndose dueña de ella, por lo común de propia autoridad. a c c e s i b l e . Que tiene acceso. // De fácil acceso o trato. // De fácil comprensión, inteligible. Es adjetivo. p o c o s . Escasos, limitados y cortos en cantidad o calidad. // Canti dad corta o escasa. c a p it a l i d a d . Calidad de ser una población cabeza o capital de partido, de provincia, de región o Estado. s e e f e c t u ó . Del verbo “efectuarse”, es decir, cumplirse, hacerse efectivo. c u e n t e s . Del verbo “contar”, es decir, referir un suceso, sea ver dadero o fabuloso. se a r r o g ó .
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Del verbo “competer”, es decir, pertenecer, tocar o in cumbir a alguien. d i s p o n e . Del verbo “disponer”, es decir, deliberar, determinar, man dar lo que ha de hacerse. c o n t o n e á n d o s e . Del verbo “contonearse”, es decir, hacer al andar movimientos afectados con los hombros y las caderas. c o n s t a n t e . Dicho de una cosa, persistente, durable. d e b e d e t e n e r . Perífrasis verbal que denota suposición, inseguri dad, posibilidad o probabilidad de un hecho. d i f i e r e n . Del verbo “diferir”, es decir, distinguirse una persona o una cosa de otra. // Dilatar, retardar o suspender la ejecución de una cosa. // Disentir, no estar de acuerdo. i n a d v e r t i d o . Que no advierte o repara en lo que debiera. // No advertido. Es adjetivo. e j e r c e . Del verbo “ejercer”, es decir, practicar los actos propios de un oficio, facultad o profesión. // Hacer uso de un derecho, capaci dad o virtud. u m b r a l . Escalón, por lo común de piedra y contrapuesto al dintel, en la puerta o entrada de una casa. o i g o . Del verbo “oír”, es decir, percibir con el oído los sonidos. e s p a c io . Programa o parte de la programación de radio y de televisión. e s o t é r i c o . Oculto, reservado; lo contrario de exotérico. // Por extensión, dícese de lo que es impenetrable o de difícil acceso para la mente. f o s o . Hoyo. // Piso inferior del escenario, cavidad espaciosa a la que el tablado sirve como de techo. // En los garajes y talleres mecáni cos, excavación que permite arreglar cómodamente desde abajo la má quina colocada encima. // Excavación profunda que circuye la fortaleza. r í s p i d o . Áspero, violento, intratable. i n f r i n g i ó . Del verbo “infringir”, es decir, quebrantar leyes, órde nes, etcétera. d e p o s i t a d o s . Participio del verbo “depositar”, es decir, colocar un cadáver interinamente en lugar apropiado, hasta que se le dé sepultura. co m pete.
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// Colocar algo en sitio determinado y por tiempo indefinido. // Poner, dejar, colocar. t a r d é . Del verbo “tardar”, es decir, emplear tiempo en hacer algo. // Emplear demasiado tiempo en hacer algo. j u s t if ic a c ió n . Causa, motivo o razón que justifica. // Prueba con vincente de una cosa. l e c c ió n . Lectura o acción de leer. // Inteligencia de un texto, según parecer de quien lo lee o interpreta, o según cada una de las distintas maneras en que se halla escrito. // Instrucción o conjunto de los conocimientos teóricos o prácticos que da a los discípulos el maes tro sobre una ciencia, arte, oficio o habilidad. h u b o . Del verbo “haber”, es decir, estar realmente en alguna parte. d e s t a q u e . Del verbo “destacar”, es decir, poner de relieve, resaltar. s u e l e . Del verbo “soler”, es decir, tener costumbre (con referencia a seres vivos) o ser frecuente (si se trata de hechos o cosas). s e s ió n . Espacio de tiempo ocupado por una actividad. // Cada una de las juntas de un concilio, congreso u otra corporación. // Conferen cia o consulta entre varios para determinar una cosa. s e c c ió n . Cada una de las partes en que se divide o se considera dividido un objeto, un conjunto de objetos, una empresa, una organi zación, etc. // Cada uno de los grupos en que se divide o se considera dividido un conjunto de personas. r e e m p l a z a r á . Del verbo “reemplazar” (también puede escribirse “remplazar”), es decir, sustituir algo por otra cosa. // Suceder a alguien en el empleo, cargo o comisión que tenía o hacer accidentalmente sus veces. t e r r íc o l a . Habitador de la Tierra. a l r e d e d o r d e . Precediendo a una expresión numérica, aproxima damente, poco más o menos. // Poco antes o después de. Es una locución prepositiva. v e r g o n z o s o . Que causa vergüenza. // Que se avergüenza con faci lidad. Como "palabra echada, mal puede ser retomada” -según reza el refrán español-, debemos preservar nuestro léxico de “falsos significa
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dos” que tergiversan el contenido de mensajes orales y escritos, y adoptar “con valor” la sana costumbre de abrir el diccionario -aunque “pese” mucho- más de una vez por día. Ad impossibilia tierno tenetur162, pero no pedimos un imposible.
'“ “Nadie está obligado a realizar lo imposible”.
¿UN “COMO QUE” REDIVIVO?
El hablante, que muy lentamente trata de corregir su “queísmo” y su “dequeísmo”, ha entronizado otra moda a la que llamaremos “comoqueísmo”. Todo -bien o mal usado- es como que163. Y ese como que se infiltra en los discursos formales y en los diálogos coti dianos con la mayor naturalidad, ad líbitum164. El origen de este uso reside, a veces, en la intención de no afirmar con certeza, con absoluta seguridad, lo que deseamos decir, sino en darlo como probable165. La conjunción subordinante compuesta como que (más el modo indicativo) atenúa el contenido de nuestras palabras, nos compromete menos, deja un resquicio para el “por lo menos ése es mi punto de vista”. Oyó como que lo llamaban. Sentí como que alguien me seguía.
Otras veces, implica comparación, semejanza, “el modo de una acción mediante su semejanza con otra imaginaria”166.
163La conjunción como que está formada de acuerdo con el esquema adverbio + que. "“Locución latina españolizada con la tilde. Denota ‘a gusto, a voluntad’. Está regis trada en el Diccionario académico como locución adverbial. 16SDice Rufino José Cuervo que “acompaña a una palabra denotando que no se toma en su sentido estricto, sino aproximativamente” (Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana, Tomo II, París, A. Roger y F. Chemoviz, Libreros Editores, 1893, pág. 221). '“ REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Esbozo de una nueva Gramática de la Lengua Española, Sexta reimpresión, Madrid, Espasa-Calpe, 1979, pág. 542.
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Hace como que pinta167. Hizo como que no me veía.
También actúa como conjunción causal y equivale a “porque”168; encabeza una proposición subordinada adverbial causal que es expli cación lógica de lo que se dijo con anterioridad: -Parece que tienes frío. -\Como que me he mojado hasta los huesos!
En la edición de 1962, de la Gramática de la Lengua Española (§ 398, d), la Real Academia Española aclara que como que es un modo conjuntivo que sirve para unir la proposición subordinada cau sal con el núcleo de la oración169. Por ejemplo: Puedo explicarlo, como que110fui testigo del accidente.
El como causal -dicen Juan Alcina Franch y José Manuel Blecua“se agrupa con que (como que) para introducir oraciones causales en el castellano clásico. [...]. Actualmente está [...] perdido. Sólo se em plea en frase independiente, como refuerzo de la causa. Va detrás de ,67María Moliner opina que equivale a “como si” y que actualmente sólo se usa detrás del verbo hacer (Diccionario de uso del español, reimpresión, Madrid, Gredos, 1987, pág. 684). 168Así lo consigna Rufino José Cuervo en su Diccionario ya citado, pág. 221. 169Las Gramáticas actuales coinciden en que como que es un nexo conjuntivo, encabezador de proposiciones subordinadas adverbiales de causa (Cfr. Esbozo de una nueva Gramática de la Lengua Española, ed. cit., págs. 548-549). En el Diccionario Manual e Ilustrado de la Lengua Española (4.a edición revisada, Madrid, Espasa-Calpe, 1989), leemos que cuando como toma carácter de conjunción causal, suele preceder a la conjunción que. 170Según Manuel Seco, el como que causal no debe emplearse como encabezador de una proposición subordinada antepuesta al núcleo de la oración. En este caso, la conjunción expresa la causa real y no, la lógica: *Como que su conducta no era correcta, el jefe decidió echarlo. Es un catalanismo. (Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, 10.a edición, Madrid, Espasa-Calpe, 1998, pág. 118).
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pausa y expresa algo que ha sido pasado por alto en el enunciado de la oración principal”171: Nunca progresará. Como que es un vago.
Su uso no es frecuente en los textos medievales. Se emplea sola mente con valor causal en los siglos XDI, XIV y XVI. Los estudiosos opinan que este valor de como que proviene de un desplazamiento del significado modal o modal-comparativo de esa conjunción172. En síntesis, usamos correctamente la locución conjuntiva como que cuando expresamos probabilidad, semejanza o causa. El como que causal no es común en nuestro país, donde somos fieles a las conjunciones subordinantes “porque”173 y “pues”, o a los modos conjuntivos “ya que”, “puesto que”. Por ejemplo: No come el postre porque no le gusta. Observaba a Eugenio, pues su conducta era extraña. Ya que me lo pides así, te lo daré. Lo acepto, puesto que tú lo hiciste.
En cambio -como dijimos al comienzo de nuestro capítulo-, se advierte hoy una proliferación del como que legítimo y de otro, que no lo es, sobre todo, en Buenos Aires. Algunos hablantes creen que es expletivo, es decir, que, sin ser necesario para el sentido, debe ser empleado para hacer más armonio so el discurso. Otros, sin reparar en reglas gramaticales, lo consideran
171Gramática Española, Barcelona, Ariel, 1975, pág. 1080. 172Cfr. José Antonio BARTOL HERNÁNDEZ, Las oraciones causales en la Edad Media, Madrid, Paraninfo, 1988, págs. 144 y 149-152. !73Es la conjunción causal más usada desde el siglo XVI.
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elegante y aun eufemístico174. ¡Sintaxis peculiar la de nuestros tiem pos! Cuando tenemos que darle descanso a la lengua, la obligamos a correr un maratón léxico “como quien no dice nada”. Cuando debe mos decir todo de claro en claro, lo ocultamos con la máscara de nuestros falsos pudores y, con un “prurito de corrección”, nos atreve mos a imponer -sin saberlo, por supuesto- nuestra sintaxis defectiva. Veamos estos ejemplos, tomados de la “vapuleada realidad” del habla: Ahora es como que. aprendí a quererla. Es como que me da más libertad. Ya es como que no queda tiempo. Aquí la palabra dieta es como que no existe. Ya es como que no podía más. Esa revista es como que murió. Es como que es bastante difícil el trabajo. ¡Es como que no me deja ir! Es como que no tuve tiempo de ver nada. Es como que las cosas tienen que tener un momento. Es como que Laura debía tener una oportunidad. Es como que lo único que pareciera importar es el sexo. Es ya como que la fantasía es denotada por la realidad. Enseñando eso es como que me aburro. Es como que la tierra se la tragó. La nena es como que no existe para ella. Ustedes dan como una cosa de alegría. Era como imposible tratar de chequear eso. Están tratando como de acortarlo. Es medio como que primero debemos armar esto. Ahora la gente como que ha dulcificado su lenguaje. Se dio todo como armoniosamente. I74E1 “eufemismo” es la expresión con que se sustituye a otra violenta, grosera o malso nante.
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M e parece como muy atrevido. Es un nombre como insípido. Esta tela va tomando como distintas tonalidades. Es como que no se puede. Es como que ya entran en un molde los chicos. Las demoras producidas como que fueron ajenas a su voluntad. Han como detenido el desarrollo de la historia. Es como que vos cuando lograste el método para hacerlo, fracasás.
El verdadero damnificado es, sin duda, el verbo “ ser” , pues ya forma una estructura fija con la locución conjuntiva como que. Expre siones como “es como que” , “ era como que” , “ fue como que” se oyen constantemente; su repetición se toma tediosa y harto pegadiza. En la mayoría de estos ejemplos, el error reside en emplear “ como que” en lugar de “ como si” , es decir, este “ como que” conlleva el valor modal-comparativo que, desde su origen, tiene la conjunción “como” . Existe, pues, un intento de comparación tácita. Para expresar su mensaje, el hablante parangona una situación real que padece con otra que toma como modelo; por ejemplo, el hecho de no haber podido ver todo con el de no ver nada (léase la novena oración). Ese error genera, al mismo tiempo, solecismos, es decir, faltas de sintaxis. La correcta escritura de esas oraciones reside en expresar directamente nuestro pensamiento, sin ambages175ni tiquismiquis176: M e doy cuenta de que he aprendido a quererla. Parece que me da más libertad. Siento que me da más libertad. Parece177 que no queda tiempo
175Rodeos de palabras o circunloquios. " ‘ Expresiones ridiculamente afectadas. 177Dice Manuel Seco: “ Cuando el sujeto de parecer es una proposición introducida por que, el verbo de ésta va normalmente en modo indicativo: Parece que es tarde. (Pero si parecer va en forma negativa, el verbo siguiente estará en subjuntivo: No parece que sea
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Aquí la palabra dieta no existe. Parece que aquí no existe la palabra dieta. N o podía más. Esa revista desapareció. Parece bastante difícil el trabajo. ¡No me deja ir! Casi no tuve tiempo de ver nada. Las cosas deben tener un momento. Creo que Laura debía tener una oportunidad. Parece que lo único que inporta es el sexo. Parece que ya la fantasía es derrotada por la realidad. M e aburro enseñando eso. La tierra se la tragó. Parece que la tierra se la tragó. Parece que la nena no existe para ella. Ustedes dan alegría. Era imposible tratar de chequear eso. Están tratando de acortarlo. Primero debemos armar eso. Parece que ahora la gente ha dulcificado su lenguaje. Se dio todo armoniosamente. M e parece muy atrevido. Es un nombre insípido. Esta tela va tomando distintas tonalidades. N o se puede. Los chicos ya entran en un molde. Parece que los chicos ya entran en un un molde. Las demoras producidas fueron ajenas a su voluntad. Parece que han detenido el desarrollo de la historia. Parece que cuando lográs el método para hacerlo, fracasás.
tarde). El uso sistemático de subjuntivo en la proposición es, sin embargo, normal en varias zonas” (Op. cit., pág. 332).
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Podemos argüir que el correctivo ha deslucido la “ intención” y la “intensión” del contenido de esas oraciones; que no es lo mismo ¡Es como que no me entiende! que ¡N o me entiende! El hablante sutiliza, sin duda, el significado del mensaje para no ser tan drástico, pero comete una descortesía con la sintaxis y aun con la semántica. Si no quiere decir con contundencia ¡N o me entiende!, deberá buscar otras palabras: C reo que no me entiende. Parece que no m e entiende.
Evitemos, pues, esta muletilla que desempeña con idoneidad el triste papel de “ carátula” -la de la tragedia- de nuestra pobreza de vocabulario o de nuestra desidia para hablar con corrección. Sin duda, la estructura que forma el verbo “ ser” con la locución conjuntiva “ como que” no ha resucitado de las entrañas del tiempo ni de vetustas gramáticas. No es “rediviva” ; vive, simplemente, “ totidem verbis” 178. Tratemos, pues, de desterrarla de nuestro vocabulario, de lo contrario -como dice el refrán- “ es hablar adefesios” 179.
178‘En toda la extensión de la palabra’. 179E1 refrán significa que lo que se habla no es con fruto. “Adefesios” se corrompió del latín ad Ephesios, ‘a los de Éfeso’ , a quienes escribió San Pablo. Fueron pocos los converti dos a la fe, a causa de la ceguedad que tenían con el insigne templo de Diana y con otras hechicerías gentílicas. Por eso, se dice “adefesios” cuando se habla con quien no entiende o cuando el que habla dice despropósitos.
EL USO DE “COMO”
“ ¡Hablemos mal y escribamos peor!” parece ser la consigna de nuestros tiempos. Quizá, el mandato obre algún día como conjuro para que ocurra lo contrario, para que cada uno sacuda esta especie de sopor profundo en que ha caído todo lo que significa cultura y, sobre todo, cultura lingüística. Sin duda, vivimos la hora de la modorra intelectual y caminamos cada vez más airosos hacia la ignorancia para convertirla en el tema de nuestra probada indiferencia. Decía Lope de Vega: “Viviendo, todo falta. / Muriendo, todo sobra” . Nosotros agre gamos: “Hablando, mucho falta y mucho sobra” . Los ejemplos abun dan para demostrar que muy pocos hablan con corrección, y que no pocos hacen esfuerzos sobrehumanos por evitarla, porque ser correcto significa saber, y hoy no hay tiempo para esa “ exquisitez regresiva” . Dice con acierto Guillermo Jaim Etcheverry que “ a la TV no se le puede pedir que sea una herramienta educativa, porque ni lo es ni lo va a ser. Pero, sí, deberíamos poner más énfasis en que cada persona que se enfrenta con una cámara tenga un buen manejo del lenguaje. Así produciríamos una revolución educativa. Una gran parte de los que hablan desde la pantalla son ignorantes y ni siquiera saben que lo son. Sin riqueza de lenguaje perdemos capacidad de aprendizaje y de re flexión” 180. Corroboramos estas palabras con ejemplos que nos hablan de un estado de progresiva burricie lingüística, porque, sin duda, au menta en cantidad y en perfección: En esa época, el dinero se fluvó (por “ se esfumó” ). N o es que nosotros crevamos en eso (por “ creamos” ), pero...
mLa Nación, Buenos Aires, 10 de septiembre de 2000.
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Si hace cinco meses que no entregaríamos vacunas, no hay vacunación. Necesitamos un profesor de basta experiencia. Surgen degollados policías en Colombia. Ahora también sospechan de un ex policía preso por la A M IA La oficina central de Alarmas de Bomberos recibió, en la noche del lunes último, una decena de denuncias por malos olores de vecinos de Mataderos. Dos operarios fueron internados en estado leve. Realizaron un estudio de salud que están muv delicadas. Se iban a usar gente ajena a lo actoral. Lo que no ocurrió fue voluntad política. Usted puede ser infraccionado. Es necesario que el Presidente y sus ministros se coherenticen. Si se comete un pecado a nivel grave, hay que confesarse. Esa cantante me gusta a nivel personal. Tenía hambre mismo después de la cena. Tuvo un accidente y sufrió varios cortes en los pómulos; mismo su rostro quedó deformado. Aplaudieron a lo largo de un minuto. La gente que vo estuve trabajando en España me enseñó mucho. Cuando yo me retrotrai a mi niñez, pude recordar aquella escena. N o importa lo que diiieron. Es por eso que en nuestra empresa fabricamos autos que no lo comprometen, autos impresionables, confiables. Ante las tendencias cambiantes de Internet, las compañías se están redifiniendo a sí mismas. Estoy absolutamente tranquilo de haber incurrido en algún delito. Permíteme oue también oue te lo mastique antes de dártelo. River jugará ante Boca, (por “ contra”) El tema es que no avanzamos económicamente (por “cuestión” ), y, en paralelo, cada uno se encarga del tema a su manera, en exclusiva, y no hay quien lo saque de ese tema (por “negocio”).
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El tema es que no te soporto (por “ cuestión” ). El tema ahí es el tema del IV A. El tema es que hay una ficha que la hace el empleador. ¡Ese es el tema!: no sabemos comunicar lo que pensamos.
Somos, lamentablemente, bastante temosos, es decir, tenaces, en repetir errores, mezclar los significados, deformar los vocablos, decir y escribir oraciones fragmentarias, retazos de una sintaxis que desco nocemos: Nos fue muy bien.... o sea.... es decir.... como que todos ayudaron.... digamos.... o sea... Esto no significa evolución del idioma, sino involución. La palabra “ cosa” ya no está sola, pues se ha emparejado con el sustantivo “ tema” , que hoy se usa con cualquier denotación. La que le corresponde es ‘asunto, materia’, pero también reemplaza a cuestión, expediente, negocio, propósito, proyecto y -según Femando Lázaro Carreter- hasta al sustantivo perro: No se preocupe del tema: no muerde181. Es hoy poco frecuente gozar de un tema de conversación, referir se al tema de una conferencia o a un tema de Beethoven. Menos aún, usar correctamente tema, como sustantivo femenino, que denota ‘idea fija que suelen tener los dementes’ y ‘actitud arbitraria y no razonada en que alguien se obstina contra algo o alguien’ . Pero no falta quien les dice: El tema es que me da cosa pedirlo, y agrega un refuerzo, iahí está el tema! El mismo vaciamiento está experimentando la voz como, que se ha convertido en muestra fehaciente de la inseguridad de muchos hablantes. Se une a las dos anteriores y da a luz engendros como éste: El tema es como que me da como cosa pedirlo, porque hay como mucha apatía. Y sin unirse a ambas, pero, sí, a una de ellas, hace público este prodigio: Era un grupo de clase media alta, una cosa como muy copetuda.
La palabra “ como” deriva del latín quomodo. Usado correctamente:
n 'El dardo en la palabra, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 1997, pág. 186.
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1) es un adverbio de modo en la proposición incluida sustantiva: Habla diferente de C O M O obra; en la proposición incluida adjetiva: No me gusta la manera C O M O lo pinta; en la proposición incluida adverbial de modo: Lo haré C O M O tú digas; en la proposición inclui
da adverbial de modo con período condicional elíptico u omitido: Quiere a su tío C O M O si fuese su padre (“ como [lo querría] si fuese su padre” : se omite la apódosis o explicación); 2) como nexo comparativo, denota equivalencia, semejanza o igual dad ( ‘ el modo o la manera que’ ; ‘ a modo o manera de’): Usted tiene frío C O M O yo; Sus ojos eran transparentes C O M O el agua; Actúe C O M O una persona decente; Es capaz de saltar C O M O un saltamon tes; Se quedó mudo C O M O un muerto. Es sinónimo de la expresión
“ una especie de” para indicar que el ser o la cosa de que se trata es muy semejante a lo que el nombre designa: Pende del palo una C O M O bolsa de arpillera (“una especie de bolsa de arpillera”). Se correspon de frecuentemente con si, tal, tan y tanto. Según Francisco Marcos Marín182, la igualdad puede ser cuantitativa ( Verónica leyó tantos li bros C O M O sus padres) y cualitativa ( Compró un vestido tan caro C O M O inelegante', Recibió el paquete tal C O M O se lo enviaron). A
veces, con la acepción de semejanza, se une a la conjunción QUE y forma la locución conjuntiva C O M O QUE'. Hace C O M O Q U E pinta; Hacía C O M O Q U E buscaba su paraguas;
3) tiene valor semántico de “ ejemplificación” precedido de una coma183: Visitaré varios museos, C O M O los de Madrid, París y Roma; puede agregarse el pronombre indefinido TAL o su plural TALES ( TAL COM O, TALES C O M O ), que forman con C O M O una locución: Visita ré varios museos, TALES C O M O los de Madrid, París y Roma; esta locución funciona como nexo del complemento de ejemplificación184; 4) ‘aproximadamente, más o menos’ : Hace C O M O dos años que no lo veo; Esa ciudad está C O M O a cuarenta kilómetros de aquí; se lo llama C O M O aproximativo. En este caso, C O M O funciona como m Gramática Española, Madrid, Síntesis, 1998, págs. 467-468. ca,
,SJSe lo llama como ejemplificador. ,,4Ofelia Kovacci lo denomina así en su obra El Tomo I, Madrid, Arco/Libros, 1990, pág. 214.
comentario gramatical. Teoría y prácti
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atributo o modificador directo del objeto directo (“afíos”) y de la cir cunstancia de lugar (“ a cuarenta kilómetros de aquí”) respectivamente; 5) ‘ según, conforme’ : C O M O puede advertir, el trabajo progresa; 6) es un adverbio de tiempo en proposiciones incluidas adverbiales de tiempo: C O M O llegó el profesor disertante, todos aplaudieron ( ‘luego que llegó’ , ‘ en cuanto llegó’ , ‘ apenas llegó’ , ‘ así que llegó’); 7) equivale a la conjunción si en proposiciones incluidas adverbiales condicionales seguido del modo subjuntivo (en la apódosis, aparece una amenaza): C O M O no te portes bien, se lo diré a tu padre; C O M O sepa que difunde tal mentira, lo echaré de la empresa; 8) equivale a la conjunción porque en proposiciones incluidas adverbiales causales: C O M O no encontré el libro, no pude estudiar ese tema; con esta acepción, puede preceder a la conjunción que: Puedo describir el accidente. C O M O Q U E lo presencié;
9) con el significado de ‘probabilidad’ , suele preceder a la conjun ción que: Oyó C O M O que lo seguían; 10) equivale a una locución prepositiva ( ‘en calidad de’ ; ‘en con dición de’) y -según Ofelia Kovacci- forma un complemento restricti vo185, que funciona en la oración como predicativo subjetivo no obli gatorio o como predicativo objetivo: Ibáñez se presentó C O M O médi co de provincia; Lo llamó C O M O persona de confianza;
11) junto al sustantivo consecuencia, equivale a las locuciones conjuntivas “ a consecuencia” , “ en consecuencia” y “por consecuen cia” ( ‘ como resultado de’): C O M O CONSECUENCIA, todos sospe charon del nuevo empleado; también forma la expresión C O M O C O N SECUENCIA D E que equivale a la locución prepositiva “ a consecuen cia de” : C O M O CONSECUENCIA D E los malentendidos, la secreta ria debió renunciar;
12) es adverbio de modo interrogativo y exclamativo (con tilde) en forma directa e indirecta: ¿ C Ó M O está la niña?; ¡C Ó M O suena el timbre esta tarde!; No sabemos C Ó M O devolverle tantas atenciones;
185Ibídem, pág. 213.
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13) denota ‘por qué motivo, causa o razón’ : ¿ C Ó M O no lo reci biste en tu oficina?', No comprendemos C Ó M O dejó que se fuera ; 14) seguido de QUE, cuando se sobrentiende el verbo “ decir” , es interrogativo o exclamativo: ¿ C Ó M O (dices) Q U E no la saludaste?; ¡C Ó M O (dice) Q U E no trajo el dinero!;
15) se usa como sustantivo precedido del artículo el con el signifi cado de ‘modo’ : Desconocemos el C Ó M O y el cuándo de su decisión; r 16) es interjección para expresar extrañeza o enfado: ¡C O M O !... ¿y no le contestaste?;
17) forma una expresión de extrañeza o de admiración con el adverbio así, c[ue se usa para pedir explicación de una cosa que no se esperaba: ¿ C O M O ASÍ?, explícamelo; 18) con el adverbio no, forma una expresión equivalente al adver bio de afirmación sí: -¿Podrá hacerlo? -¡ C Ó M O N O!, señor, es decir, “ ¿cómo puede ser de otro modo?” ; 19) forma la locución conjuntiva C O M O Q U IE R A Q U E o CO M O Q U IE R A Q U E ( ‘de cualquier modo’) e introduce una proposi ción absoluta: C O M O Q U IE R A Q U E sea, Elena tiene razón; 20) forma locuciones conjuntivas precedido de los antecedentes así, tan luego y tan pronto: A S I C O M O leyó sus poemas, se retiró; TAN L U E G O C O M O revisó el documento, aceptó; TAN P R O N T O ^ C O M O llegó María, iniciaron el trabajo; a veces, la locución A S Í C O M O actúa con el mismo valor que la conjunción copulativa Y: En esa ciudad misteriosa, las mujeres, A S Í C O M O los niños, no podían hablar;
21) forma parte de la locución adverbial ASÍ C O M O A S Í ( ‘ de cualquier manera, de todos modos’ ; ‘ sin reflexionar’), que equivale a la locución adverbial así que así: A S Í C O M O ASÍ, demostró capaci dad para desempeñar ese cargo; Lo dijo A S Í C O M O ASÍ;
22) forma con la conjunción SI una locución conjuntiva C O M O SI que encabeza proposiciones comparativas con el verbo en pretérito imperfecto o en pretérito pluscuamperfecto del modo subjuntivo: M e trató C O M O SI fuera un planetícola. Como bien dice Antonio More no Ayona, “ la expresión conjuntiva como si establece una compara
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ción basada en la modalidad con que se cumplen dos acciones verba les, una real y otra hipotética” 186. La acción supuesta es la elidida: M e trató C O M O (me trataría) si fuera un planetícola',
23) a veces, acompaña a los verbos calificar y tomar en reemplazo de las preposiciones “ de” y “por” respectivamente: Calificó C O M O sobresaliente su intervención en el Congreso de Neurocirugía', No tomes esos rumores C O M O fuente de tu trabajo periodístico;
24) forma, con la preposición PARA, la locución modal C O M O PARA, sobre todo, en el coloquio, para atenuar la expresividad de aquélla: No estoy C O M O PARA fiestas; Ese vestido fue hecho C O M O PARA ti\ No es una chica C O M O PARA llamar la atención. Además de esas acepciones, es frecuente observar en textos la locución C O M O PARA (de valor consecutivo: Es tarde C O M O PARA llamarlo por teléfono) y la frase conjuntiva C O M O PARA Q U E (Es tarde C O M O PARA Q U E lo llames por teléfono). Otros usos: 1) En estructura comparativa que precisa la cualidad de un sustan tivo ya caracterizada mediante el adjetivo: Sonrió con su boca roja COMO una amapola.
2) El adjetivo se relaciona con el sustantivo mediante un verbo copulativo: Su boca era roja COMO una amapola.
3) En el uso coloquial, se iguala la verdad de lo que se dice con el nombre que se posee: Te diré la verdad, COMO me llamo Juan. COMO QUE me llamo Juan, te diré la verdad.
luSintaxis y semántica de como, Málaga, Editorial Librería Agora, 1991, pág. 4 7.
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4) Otras fórmulas comparativas conversacionales: -¿Ocurrió así? -C O M O te lo digo o COMO te lo estoy diciendo.
5) En la comparación de igualdad, la correlación comparativa se realiza mediante el intensivo TANTO o su apócope TAN, y el nexo comparativo C O M O , que forma con su término (COMO Alberto) el segundo término de comparación: Luis tiene TAN TO S años COMO Alberto. Luis es T A N capaz COMO Alberto. Luis corre T A N rápidamente COMO Alberto. Luis come TA N T O COMO Alberto.
6) Otras estructuras comparativas de la correlación TAN / TAN TO... COMO\
Estructura 1 verbo + TANTO + sintagma nominal + C O M O + (verbo) + sintagma nominal El verdadero estudiante no es T A N T O 187el que lee la bibliografía indicada COMO el que la elabora profundamente.
Estructura 2 verbo + TANTO ( -A, -S) + sintagma nominal + C O M O + (verbo) Dijo que en esta reunión hubo TA N TA S palabras vanas COMO (hubo) en la otra.
En estas dos primeras estructuras, la comparación se basa en la cantidad.
""Tiene función adverbial.
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Estructura 3 verbo + TAN + adjetivo + C O M O + adjetivo Esas mujeres son T A N inútiles COMO falsas.
Estructura 4 sintagma nominal + verbo + TAN + adjetivo + C O M O + (verbo y adjetivo) + sintagma nominal Comprar una nueva casa era T A N difícil COMO vender la que tenía.
Estructura 5 TAN + adjetivo + C O M O + verbo Para dominar a esta niña son T A N vanas las palabras COMO (son) las acciones. Si todo fuera T A N complicado COMO piensas, nunca harías nada.
En las estructuras 3,4 y 5, la comparación se basa en la cualidad. Estructura 6 verbo + TAN + adverbio + C O M O + (verbo) Habla T A N mal COMO (habla) la madre.
En este ejemplo, la comparación se basa en el modo. Estructura 7 verbo + TANTO + C O M O + verbo A llí progresó TA N T O COMO (progresó) en su tierra.
En este ejemplo, en que se une TANTO con COMO, relacionados con un verbo que los precede y con otro que los sigue, lo que se compara es la intensidad de la acción realizada.
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Estructura 8 TANTO COMO... C O M O Este libro sirve TA N T O COMO obra de consulta COMO de estudio.
En este último ejemplo, se destaca nuevamente la modalidad. A veces, la correlación TANTO... C O M O , sin perder su carácter comparativo, equivale a la conjunción copulativa “y” : 1) TANTO + sustantivo + C O M O + sustantivo TA N T O profesores COMO alumnos recibieron al músico extranjero. (Profesores y alumnos recibieron al músico extranjero).
2) TANTO + adjetivo + C O M O + adjetivo Destacaron el valor, T A N T O histórico COMO literario, de la obra. (Destacaron el valor histórico y literario de la obra).
3) TANTO + complemento preposicional + C O M O + complemen to preposicional. Convocaron TA N T O a los jefes COMO a los secretarios de la empresa. (Convocaron a los jefes y a los secretarios de la empresa).
4) TANTAS VECES + participio + C O M O + adverbio + partici pio: entre dos acciones opuestas, TANTAS VECES intensifica la pri mera y permite que se la valore en un plano superior. C O M O puede reemplazarse con la conjunción copulativa “ y” . Esos consejos, TA N TA S VECES dados COMO pocas comprendidos, no lo ayudaron. (Esos consejos, tantas veces dados y pocas comprendidos, no lo ayudaron).
5) TANTAS VECES + participio + C O M O + participio: se inten sifica la igualdad de dos acciones. Su ayuda, T A N T A S VECES ansiada COMO recibida, la reconfortó.
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6) TAN + participio + C O M O + participio: esta estructura tiene el mismo significado que la anterior. Su ayuda, T A N ansiada COMO recibida, la reconfortó.
Otro uso correcto responde a la estructura TANTAS VECES C O M O + verbo, que enfatiza la acción verbal: Lo haré TA N T A S VECES COMO pueda.
Estructura 9 C O M O C O N SE CUE N CIA + pausa: se refiere al significado de la oración anterior, es decir, denota que lo que se hizo o se ha de hacer es conforme a lo dicho, mandado o acordado anteriormente. Por lo tanto, también esta estructura puede reemplazarse con las locuciones conjuntivas EN CONSECUENCIA o POR CONSECUENCIA; menos común, pero igualmente correcto, es el uso de la locución conjuntiva A CONSECUENCIA. COMO CONSECUENCIA, el presidente de la empresa renunció. POR CONSECUENCIA, el presidente de la empresa renunció. A CONSECUENCIA, el presidente de la empresa renunció.
Estructura 10 C O M O CON SE CUE N CIA D E + sintagma nominal: es el esquema más empleado por el hablante, sobre todo, en el español escrito; puede encabezar la oración y separarse con una coma de la estructura nu clear, u ocupar el lugar que le corresponde al final de aquélla. COMO CONSECUENCIA DE su conducta, fue expulsada del colegio. La llamó su jefe COMO CONSECUENCIA DE su inefíciencia en el desempeño del cargo.
Estructura 11 C O M O CONSECUEN CIA D E + proposición incluida sustantiva (con encabezador incluyente “ que” o de infinitivo) Se expresó así COMO CONSECUENCIA DE que lo habían criticado.
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Se expresó así COMO CONSECUENCIA DE haber recibido críticas.
Estructura 12 verbo intransitivo + C O M O C O N S E C U E N C IA D E : el verbo intransitivo exige la preposición “ de” . Las calles se inundaron COMO CONSECUENCIA DE la lluvia.
Estructura 13 Verbo transitivo + C O M O CON SE CUE N CIA (o C O M O CO N SE CUENCIAS)-. el verbo transitivo permite el plural del sustantivo “ con secuencia” . La lluvia tuvo, COMO CONSECUENCIA, el anegamiento de las calles. La lluvia tuvo, COMO CONSECUENCIAS, el anegamiento de las calles y el desalojo de los habitantes del lugar.
Estructura 14 El investigador español Antonio Moreno Ayora188 propone como correcta estructura comparativa de superioridad la fórmula verbo + C O M O + ninguno/ninguna/nadie/nada, porque puede reemplazarse con “más que” : Tu madre, COMO N IN G U N A otra persona, ha gozado de la vida. (Tu madre, más que ninguna otra persona, ha gozado de la vida).
Estructura 15 El investigador recién citado encuentra también una expresión equi valente a más...que... en M Á S COMO... Q U E COMO... (fórmula com parativa de superioridad) “para comparar la modalidad de dos hechos y, a la vez, para dar mayor importancia al modo de ser o de presentar se del primero de ellos” 189: mSintaxisy semántica de como, ed. cit., pág. 35. “ ’ Ibídem.
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Entendemos tu comportamiento M ÁS COMO un acto de rebeldía QUE COMO una falta de respeto.
Lamentablemente, C O M O no siempre se usa con corrección y hoy, sobre todo, se ha convertido en una muletilla. Todo ES COMO MUY o ES COMO QUE: Es como que el hablante es como muv confuso.
Para identificar estos dislates, hemos creado dos neologismos: “ escomomuísmo” y “ escomoqueísmo” . Estos tics gramaticales provie nen de un estado de inseguridad del hablante. Nada es como es, sino como parece que es. No tiene la certeza, entonces acude a la probabili dad. Como la lengua le da armas para evitar el compromiso que signi fica una valoración, las toma y con fervor. Se ha vuelto platónico e, inmerso en este mundo de apariencias, sólo cree en los arquetipos. Pero esas muletillas no hacen armonioso el discurso -como muchos creen- ni pueden considerarse eufemísticas o elegantes. Son crasos errores que se han convertido en pegotes o en adiciones inútiles, que contaminan la lengua. El “ escomomuísmo” responde a una estructura errónea formada por el verbo SER + C O M O + M U Y + un adjetivo: Tu cara es como muv redonda, como muv divertida. Esa señora es como muv fuerte. Es una música como muv al estilo brasileño.
También se introducen variantes, en las que, además del adjetivo, aparece el adverbio: Ese instituto está como bastante cerca. Los burros son como más sumisos que los caballos. Tiene un tratamiento la información como más elaborado.
y aparece con otras formas verbales: El vestido me salió como muv mal. Ese señor habla como muv incoscientemente.
J¡P
ALICIA M A K < a ZORRILLA
Federico parece como muv
aunque es como muy.tonto.
Siempre llega cQtp ° muYteInPrano. Vive cnrrtQ- f nu^' ^eJos • Les agradezco como g Ssy .fflHSfro. muchísimo. Esa partícula desempeña
distintas funciones.
Femando Lázaro Carreter d ic e que “ el carácter comparativo del como se ha desvanecido casi p o r completo, y se ha consumado el proceso de conversión en afijo [...]• Funciona prácticamente como un prefijo del adjetivo y del adverbio, que apenas denota (es decir: no modifica la significación de los vocablos que lo siguen), sino que connota (les añade significaciones secundarias y, en último término, prescindibles)” 190. El lingüista español encontró este ejemplo, en el que no falta nada: “Lo erótico es menos zafia que el pomo, no sé, como m¿s . 1. ^ - no te sabría decir, pero creo que se distingue como muy bien lo erótico de lo pomo” 191. Sin duda, nuestra literatura es buena fuente del correcto COMO comparativo, al que Amado Alonso llama atenuativo: “ Encontró Don Quijote con dos com o clérigos o estudiantes” 192.
Según el investigador Rodríguez Marín, un romance festivo co mienza así: “ En una como ciudad, / unos como caballeros, / en unos como caballos / hacen unos como juegos” 193
En estos ejemplos, COMO actúa como partícula prepositiva y reem plaza el significado propio de los sustantivos que lo acompañan con una mera semejanza con él. La comparación impide, pues, que el sustantivo se entienda literalmente. Lo mismo ocurre con los adjetivos: El niño c o r r i ó como loco. La anciana miraba como asustada. ' " “ Como muy importante” , en El dardo en la palabra, ed. cit., pág. 180.
19lIbídem pác* 178.
'“ Ejemplo citado por Femando Lázaro C a rr e te r , op^cit., pág. 179. '‘"Ejem plo citado por Femando Lázaro C a rr e te r , ibidem.
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é
Fue tal el temor, que Sergio se quedó como muerto.
Es decir, “ el niño” , “ la anciana” y “ Sergio” carecen de esas cuali dades, aunque parece que las poseen. El “ escomoqueísmo” es otro fenómeno que empobrece nuestro español. Lo corroboramos con este excitante diálogo que compusimos sobre la base de ejemplos aislados, que hemos extraído de distintos programas televisivos: -¡A y! ¡Es como que estoy muy desganada! Hasta que llegó como el limes, yo estaba como bien: era como que me veía iluminada. -Es cierto, te veo como muv pálida y arrugada. - Sí, es medio como que no como ni duermo. -¡Qué raro! ¿Te ves como muv gorda? -No, ni lo pienso; aquí la palabra dieta es como que no tiene tiempo de existir. No, es como ciue no me entiendo. Ayer estaba como mirando televisión -un programa sobre el tango- y me di cuenta de que era como que no miraba ni escuchaba. Era como que me alejaba del sonido y de la imagen. Pero tenía los ojos como abiertos. El tango es como melancólico, ¿sabés? -Sí, cuando pasa algo como muv importante, vienen el insomnio, la jaqueca y las ganas como de no hacer nada. -Exactamente, y ese estado me tiene como muv aburrida. Si me quedo de esa palmera colgada es medio como que no sé... -Pero ya con la casa tenés como mucho. -Y a lo sé. Si no trabajo, es como que en mi casa no se come. Pero es como oue no quiero ver más cepillos, escobas, plumeros, cacerolas ni trapos. Es como que tengo que respetarme a mí misma. -T e comprendo. Es como que no tenés libertad, como que tu realidad es insípida, sin fantasías, y como oue ya no te queda tiempo para nada y querés que te trague la tierra. Algo que no es como muv bonito. -Cuando cumplí los cuarenta, fue como que había llegado a una cima. Después, fije como que no pude más. - ¿ Y todo tu fracaso se fue dando como armoniosamente? Es medio como que primero debés reciclar tu vida, ¿no? -N o te entiendo, pero cuando me hablás así, me das como una cosa de alegría, que es como que no te la puedo explicar. Ahora la gente como que ha dulcificado su lenguaje para decirte las peores cosas, ¿no?
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Sirva este espeluznante diálogo como antídoto contra nuestras per versiones lingüísticas. El repetido “ es como que” debe ser reemplaza do con “ es como si” o con “ creo que...” , “parece que...” . Son oraciones correctas: C O M O S I/C U A L SI + M O D O SU BJU NTIVO : Habla tan suavemente COMO SI (cual si) tuviera toda la paciencia del mundo. Reía COMO SI (cual si) llorara.
Leemos, en el Esbozo de una Nueva Gramática de la Lengua Española, que “ el uso de cual como equivalente de como es en la lengua moderna menos frecuente que entre los clásicos, y pertenece exclusivamente al estilo literario” 194. C O M O Q U E + M O D O IN D IC A T IV O : Parecía COMO QUE la vida se le iba despacito. Hizo un gesto irrespetuoso, COMO QUE no le importaba lo que decían.
Realmente alarmado, Lázaro Carreter afirma: “ Iremos cada vez más a este lenguaje monocorde, monótono, pobre, que dará un pensa miento monótono y pobre de los que hablamos español” 195. Otro error muy común surge del uso del cuantificador más seguido de la preposición a o del nexo comparativo como, pues más sólo rige que: El equipo A se mostró mucho más ágil al equipo B. Pocos profesores hay más amenos como el señor Ruiz.
Lo correcto es: El equipo A se mostró más ágil que el equipo B. Pocos profesores hay más amenos que el señor Ruiz.
l94Ed. cit-, pág. 544. l55“ Defienden la salud de la lengua española” , en La 1995.
Nación, Buenos Aires, 7 de julio de
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Podemos usar la expresión como + gerundio cuando queremos expresar comparación; equivale a COMO SI + modo subjuntivo: Se quedó cabizbajo como pidiendo perdón. Se quedó cabizbajo como si pidiera perdón,
pero es un galicismo en otros casos: N o aceptó el informe como siendo incompleto.
Debemos decir: No aceptó el informe, porque estaba (era, lo consideró) incompleto.
Otros usos antinormativos: 1) Aparece con la estructura TAN + adverbio terminado en el sufijo -mente + C O M O + adverbio terminado en el sufijo -mente'. Lo explicó tan claramente como convincentemente.
La forma correcta es: Lo explicó T A N clara COMO convincentemente196.
2) Se considera un anglicismo el uso de la expresión como un todo: Debemos intervenir como un todo.
La forma correcta es: Debemos intervenir juntos (imidos, en unión, en conjunto).
3) Empleo incorrecto de la preposición “ de” en lugar de C O M O : ¿Valorará estos resultados de positivos?
La forma correcta es: ¿Valorará estos resultados COMO positivos?
196Escríbe Leonardo Gómez Torrego: “ Puede justificarse la forma completa de los adver bios anteriores al último por motivos estilísticos” (Manual del español correcto, Tomo II, 5.“ edición, Madrid, Arco/Libros, 1994, pág. 276).
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4) Empleo incorrecto del pronombre relativo “que” en lugar de COMO: Es así que todos estuvieron de acuerdo.
La forma correcta es: Es así COMO todos estuvieron de acuerdo.
5) Ausencia indebida de C O M O : Tan pronto llegue el periodista, empezaremos la reunión. Tanto los maestros v los profesores aceptaron el nuevo reglamento.
Las formas correctas son: Tan pronto COMO llegue el periodista, empezaremos la reunión. Tanto los maestros COMO los profesores aceptaron el nuevo reglamento.
6) Presencia indebida de COMO: Tiene los mismos ojos como su padre.
La forma correcta es: Tiene los mismos ojos que su padre.
7) Uso incorrecto de C O M O con la denotación de ‘ en el papel de’ : Veremos a Alfredo Alcón como Próspero.
La forma correcta es: Veremos a Alfredo Alcón en el papel de Próspero.
8) Es anglicado el uso de C O M O después de los verbos conside rar, denominar, elegir, nombrarm , titular, investir, porque las estruc turas siguientes funcionan como predicativos objetivos:
197Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, ed. cit., pág. 117.
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Lo considera como su mejor amigo. Denominaron como “reina de las discordias” a la secretaria. La eligieron como presidenta de la institución. La nombraron como la mejor actriz del año.
Las formas correctas son: Lo considera su mejor amigo. Denominaron “ reina de las discordias” a la secretaria. La eligieron presidenta de la institución. La nombraron la mejor actriz del año.
9) El uso de COMO SER198 en lugar de C O M O ES o de C O M O SON :
Los mejores cuadros que vendemos, como ser los de Soldi, Spilimbergo, Bemi, están en la sala de exposiciones.
Lo correcto es: Los mejores cuadros que vendemos, COMO SON los de Soldi, Spilimbergo, Bemi, están en la sala de exposiciones.
10) El uso del pronombre personal lo (los) + verbo + C O M O sin la preposición “ a” : Lo trató como un rey.
Lo correcto es: Lo trató como a un rey (es decir, “ como se trata a un rey” ).
11) El empleo de C O M O en lugar de TANTO C O M O : Debe enviar las invitaciones a los maestros como a los profesores. ,98Para Manuel Seco, es una construcción peculiar de la Argentina, Chile y otros países.
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Lo correcto es: Debe enviar las invitaciones a los maestros T A N T O COMO a los profesores.
12) El uso de C O M O en lugar de la preposición POR: Siempre pone su título de doctor como escudo.
Lo correcto es: Siempre pone su titulo de doctor POR escudo.
13) El uso de C O M O en lugar de C U A N T O : Como más grande sea, mejor.
Lo correcto es: CU AN TO más grande sea, mejor.
14) El empleo de C Ó M O interrogativo en los sintagmas galicados ; CÓMO ES QUE...? v ; CÓMO FUE QUE...?: ; Cómo es que te pasó eso? /Cómo fue que te accidentaste?
Lo correcto es: ¿CÓMO te pasó eso? ¿CÓMO te accidentaste?
En conclusión, C O M O adquiere distintos significados de acuerdo con los sintagmfissa lo¿qub se une, pero, sin duda, el que descuella es el comparatjv<>moaál, tal Vez, por ser el más frecuente y porque es el que le corresponde a su origen. Desde el punto de vista sintáctico, padece algunas alteraciones -como las señaladas- que se advierten, sobre todo, en el coloquio, especialmente, en el periodismo oral.
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Y como por hablar y escribir bien, nada se pierde, es nuestra obligación hacerlo de acuerdo con las norjnas-rrae rigen nuestro idio ma para que no nos suced^como e^r poetastro que, en invierno, en una habitación muy M óflela jkun/ámigo unos ve rsos que había hecho con todos ltraoflrojjeáque sabíaAEl amigo, conmc vidoMstíla/exasperación, se itta hraando lentamente, conforme el e jcrípiaoy [bá leyendo sus múltiples dislates. Cuando terminó, el poeta, transporjáao de gozo, le preguntó qué le habían parecido los versos, y el otro le respondió malhumorado: si la corrección fuera fuego en tus versos o fueran todos tus versos al fuego, no tendríamos aquí tanto frío.
EXTRANJERISMOS, PRÉSTAMOS, CALCOS Y FALSOS COGNADOS
El académico Manuel Alvar escribe en un artículo periodístico199: “Los préstamos léxicos son muy llamativos, sobre todo si se visten con el ropaje de los falsos amigos, pero son más peligrosos los mil calcos semánticos que, solapadamente, van erosionando y destruyendo la estructura de nuestro sistema preposicional” . Revisemos, pues, es tos conceptos. Extranjerismos y préstamos Un préstamo200 es un elemento, generalmente léxico, que una len gua toma de otra sin traducirlo. A diferencia del extranjerismo, que es la voz aceptada tal como es en la lengua de origen, sin adaptación de ninguna clase a la lengua que la recibe (full-time, “ dedicación plena” ; sale, “venta” ; wagon-lit, “ coche cama” ; freelance, “ independiente, au tónomo, de libre dedicación*; hardware, “ conjunto de los componen tes que integran la parte material de una'computadora” ; prét-á-porter, “ ropa de confección” ; snack-bar, ^‘bat donde se toman refrigerios” ; software, “conjunto de programas, instrucciones y reglas informáticas para ejecutar ciertas tareas en una computadora” ), el préstamo es un extranjerismo que se asimila, se hace propio y se adapta fónica y morfológicamente al sistema de la lengua receptora. No nace por un l99“ El español, en crisis” , en La Nación, Buenos Aires, domingo 3 de agosto de 1997. 200En 1939, el lingüista italiano V. Pisani lo define “ como una forma de expresión que una comunidad lingüística recibe de otra” , y en 1968, Femando Lázaro Carreter dice que es un “ elemento lingüístico (léxico, de ordinario) que una lengua toma de otra, bien adaptándolo en su forma primitiva, bien imitándolo y transformándolo más o menos” (Cfr. Juan GÓMEZ CAPUZ, El préstamo lingüístico. Conceptos, problemas y métodos, Anejo N .° X X IX de la Revista Cuadernos de Filología, Valencia, Universität de Valencia, Facultat de Filología, Departamento de Filología Española, 1998, págs. 18-19).
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procedimiento de traducción. Se lo define, también, como “ extranje rismo naturalizado” 201. Para Américo Castro, es más acertado el sintagma adopción lingüística, pues lo que se presta se devuelve, y una lengua no devuelve jamás lo que toma de otra, se lo apropia. Por eso, también defiende el sintagma importación lingüística. En el prés tamo, se toma, ^ lo fundamental, el significante de la palabra y el significado extranjero. Algunos estudiosos establecen la diferencia en tre préstamo oral, realizado a través del coloquio, y préstamo escrito, a través de la literatura, la ciencia o la técnica. Por ejemplo: aceite es, en español, un préstamo del árabe ( az-zait, ‘el jugo de la oliva’); afer, del francés {affaire, ‘negocio, asunto o caso ilícito o escandaloso’ ); anorak, del francés {anorafy\ través del esquimal; avalancha, del francés ( avalanche); bar, del inglés {bar, ‘barra’); boicot o boicoteo, del inglés {Boycott, nombre de un administrador irlandés); café, del árabe ( qahwa) a través del turco ( qahwé); canoa, del taino; controlar, del francés {contrôler); chelín, del inglés {shilling); chotis, del alemán {schottisch, ‘ escocés’); cruasán, del francés {croissant, ‘medialuna’); güisqui, del inglés {whisky, voz que la Real Academia Española tam bién registra en su Diccionario); lira, del italiano {lira); mitin, del inglés {meeting); nenúfar, del árabe {nilufar, ‘loto azulado’); ombú, del guaraní {umbú); papa, del quechua (papa); pope , rublo, soviet, del ruso {pop , ‘ sacerdote’ ; rubí, un derivado de rubitj, ‘ cortar’ , por ser el antiguo rublo un pedazo cortado de una barra de plata; sovét); quinte to, del italiano {quintetto); restaurante, restorán, del francés {restau rant); rupia, del sánscrito irupya o rupaka, ‘moneda de plata’); samuray, del japonés; saudade, del portugués {saudade); té, del chino {tscha); travelín, del inglés {travelling); zapear y zapeo, del inglés {zapping). El préstamo puede ser, también, semántico, es decir, un vocablo espa ñol, que es sinónimo de uno extranjero en una acepción, adopta, ade más, otro significado que posee sólo la voá foránea. El verbo enervar (del latín enervare, ‘debilitar, afeminar, agotar’) denota, en español, ‘ debilitar, quitar las fuerzas’ ; ‘ debilitar la fuerza de las razones o argu mentos’ . Ya aparece el término en el Diccionario de Autoridades (1726201Valentín G A R C ÍA YE B R A , “ Préstamo y calco” , en
ción. Tomo 1,2.a edición, Madrid, Gredos, 1984, pág. 334.
Teoría y Práctica de la Traduc
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1739) con la acepción de ‘quitar las fuerzas, debilitar y enflaquecer’, y la aclaración de que “ el uso de este verbo es más frecuente en lo metafórico: y así se dice Enervaron el argumento de Fulano con la solución o distinción que le d i e r o n En el mismo artículo, aparece un fragmento de Juan de Solórzano Pereira (jurisconsulto y administrador español, 1575-1655), que ejemplifica el otro significado: Consideran do que no hay cosa que así enerve el cuerpo y debilite sus fuerzas, como el oprimirle de ordinario con tales cargas. La vigésima segunda edición del Diccionario académico (2001) registra como tercera acep ción: ‘Poner nervioso’202. Este nuevo significado es un préstamo semántico del francés énerver, verbo que no sólo denota ‘debilitar,
abatir’ -por su común origen latino con el español-, sino también, ‘poner nervioso, exasperar’ . Lo mismo sucede con canal (del inglés, channel), ‘ estación de televisión y radio’, y con firma (del inglés, firm), ‘empresa, casa co mercial’ . Cognados y falsos cognados
Hay palabras, en distintos idiomas, que, por tener un origen co mún, presentan significantes y significados semejantes o iguales. Se las llama cognados o parientes por cognación. Por ejemplo, en inglés, alemán, francés, italiano, portugués y español: abdícate (i.) - abdiquer (fr.) - abdicare (it.) - abdicar (port.) - abdicar abdomen (i.) - abdomen (fr.) - addome (it.) - abdomen (port.) - abdomen aberration (i.) - aberration (fr.) - aberrazione (it.) - aberraçâo (port.) - aberración aborigine (i.) - aborigène (fr.) - aborígeno (it.) - aborígene (port.) aborigen alabaster (i.) - Alabaster (al.) - albâtre (fr.) - alabastro (it.) - alabas tro (port.) - alabastro 202La edición de 1992 registraba, además, “ galicismo frecuente” .
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alarm (i.) - Alarm (al.) - alarme (fr.) - allarme (it.) - alarma (port.) alarma albatross (i.) - albatros (fr.) - albatro (it.) - albatroz (port.) - albatros albino (i.) - Albino (al.) - albinos (fr.) - albino (it.) - albino (port.) albino album (i.) - Album (al.) - album (fr.) - album (it.) - álbum (port.) álbum albumen (i.) - albumine (fr.) - albúmina (it.) - albúmina (port.) - albúmina anachronism (i.) - Anachronismus (al.) - anachronisme (fr.) - anacro nismo (it.) - anacronismo (port.) - anacronismo bacteria (y.) - Bakterie (al.) - bactérie (fr.) - bacterio (it.) - bactéria (port.) - bacteria cacao (i.) - Kakao (al.) - cacao (fr.) - cacao (it.)- cacau (port.) - cacao cacophony (i.) - cacophonie (fr.) - cacofonía (it.) - cacofonía (port.) cacofonía cadaver (i.) - Kadaver (al.) - cadavre (fr.) - cadavere (it.) - cadáver (port.) - cadáver comprehend (i.) - comprendre (fr.) - comprender (it.) - compreender (port.) -comprender dispute (i.) - Disput (al.) - dispute (fr.) - disputa (it.) - disputa (port.) disputa distinct (i.) - distinct (fr.) - distinto (it.) - distinto especial (i.) - spécial (fr.) - speciale (it.) - especial (port.) - especial fervour (i.) -ferveur (fr.) -fervore (it.) -fervor (port.) - fervor gastric (i.) - gastrisch (al.) - gastrique (fr.) - gástrico (it.) - gástrico (port.) - gástrico history (i.) - histoire (fr.) - istoria (it.) - historia (port.) - historia humus (i.) - Humus (al.) - humus (fr.) - umo (it.) - humus hybrid (i.) - hybride (fr.) - íbrido (it.) - híbrido (port.) - híbrido information (i.) - information (fir.) - informazione (it.) - informaçao (port.) - información
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insinúate (i.) - insinuer (fr.) - insinuare (it.) - insinuar (port.) - insinuar just (y.) -juste (fr.) - giusto (it.) - justo (port.) - justo kiosk (i.) - Kiosk (al.) - kiosque (fr.) - chiosco (it.) - quiosco (port.) -
kiosco, quiosco libel (i.) - libelle (fr.) - libello (it.) - libelo (port.) - libelo metabolism (i.) - métabolisme (fr.) - metabolismo (it.) - metabolismo négligence (i.) - négligence (fr.)- negligenza (it.) - negligência (port.) negligencia obscene (i.) - obscène (fr.) - osceno (it.) - obsceno (port.) - obsceno participle (i.) - Partizip (al.) - participe (fr.) - participio (it.) - participio police (i.) - Polizist (al.) - police (fr.) - polizía (it.) - polícia (port.) policía quadruped (i.) - quadrupède (fr.) - quadrupede (it.) - cuadrúpedo répétition (i.) - répétition (fr.) - repetizione (it.) - repetiçâo (port.) repetición rigid (i.) - rigide (fr.) - rígido (it.) - rígido (port.) - rígido séparation (i.) - séparation (fr.) - separazione (it.) - separaçâo (port.) - separación téléphoné (i.) - Telefon (al.) - téléphone (fr.) - telefono (it.) - telefone (port.) - teléfono theory (i.) - Theorie (al.) - théorie (fr.) - teoría (it.) - teoría (port.) teoría ulcer (i.) - ulcére (fr.) - ulcera (it.) - úlcera (port.) - úlcera vehement (i.) - véhément (fr.) - veemente (it.) - veemente (port.) vehemente vehicle (i.) - véhicule (fr.) - veícolo (it.) - veículo (port.) - vehículo verijy (i.) - vérifier (fr.) - verificare (it.) - verificar (port.) - verificar vestige (i.) - vestige (fr.) - vestigio (it.) - vestigio (port.) - vestigio zoology (i.) - Zoologie (al.) - zoologie (fr.) - zoología (it.) - zoología (port.) - zoología
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Los falsos cognados ( ‘parientes’) o “ falsos amigos” (galicismo) son las voces de la lengua original que tienen la misma forma, tal vez, el mismo origen, que las de la lengua receptora, pero distinto signifi cado.203 La similitud en apariencia no implica semejanza en significa do. El sintagma “ falsos amigos” está calcado del francés faux-amis, término usado, por primera vez, por Máxime Koessler y Jules Derocquigny en 1928, en la obra Les faux-amis ou les trahisons du vocabulaire anglais (Los falsos amigos o las traiciones del vocabula rio inglés). El adjetivo falsos apunta a que una palabra española no tiene el mismo significado que otra extranjera, aunque sean parecidos los significantes. La semejanza es, pues, engañosa. Por ejemplo, la voz inglesa library tiene su correspondiente en español librería, pero no es conveniente traducirla así, porque library denota solamente ‘bibliote ca’ , en cambio, librería tiene otros significados: ‘biblioteca, local en que se tienen libros’ ; ‘biblioteca, conjunto de libros’ ; ‘tienda donde se venden libros’ ; ‘ejercicio o profesión de librero’ ; ‘mueble con estantes para colocar libros’ ; ‘comercio donde se venden papeles, cuadernos, lápices y otros artículos de escritorio’ (esta última acepción es un americanismo). Ambas palabras son casi homónimas y homógrafas, pero aunque la forma (significante) las acerque, el significado -los distintos significados de la voz española- las aleja. Debe traducirse con cuidado el verbo embarrass ( ‘hacer sentir vergüenza, poner en un aprieto, turbar’ ; ‘atrapar’): Thomas embarrassed me no significa T o más me embarazó, sino Tomás me turbó, me hizo sentir vergüenza. 203Según Marcial Prado, “hay básicamente tres clases de cognados falsos. Los más falsos son los que discrepan totalmente en sus significados, o sea, son voces del inglés y del español que comparten la misma etimología, pero que corresponden a dos mundos diferen tes en la realidad; por ejemplo, library (biblioteca) y librería (bookstore), [...]. En la segunda categoría de falsos amigos están las voces que comparten una o más denotaciones, pero luego una de las dos lenguas va más allá, con denotaciones que no comparte la otra lengua. Un ejemplo típico es absolver, que coincide con to absolve en la confesión religio sa, pero no en los tribunales, donde se usa to acquit para absolver. [...] En la tercera categoría tenemos las voces que comparten una o más denotaciones, pero luego cada lengua va por su camino con denotaciones distintas. Probablemente es la categoría que abarca más falsos amigos; por ejemplo, cup y copa comparten el sentido de trofeo y copa del sujetador, pero cup es también taza, cáliz, mientras que copa se usa para wine glass, goblet, drink, top (de sombrero)” (“ Introducción”, Diccionario de falsos amigos. Inglés-Español, Madrid, Gredos, 2001, págs. 9-10).
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Marcial Prado da otro ejemplo en su N T C ’s Dictionary o f Spanish False Cognates (Illinois, NTC Publishing Group, 1996): Un seflor español trata de explicar en inglés por qué su esposa no está embara zada, entonces dice: She is impregnable, she is inconceivable. La voz impregnable denota ‘ inexpugnable’ ( ‘que no se puede tomar o con quistar por las armas’ ; ‘que no se deja vencer ni persuadir’), e inconceivable, ‘inconcebible’ ( ‘ que no puede concebirse o compren derse’). Por lo tanto, ninguna de esas palabras transmite el mensaje correcto. El señor debió decir M i esposa es estéril, M i esposa no puede concebir, M i esposa no puede quedar preñada, M i esposa no puede quedarse embarazada o M i esposa no puede quedar encinta.
Esos vocablos ingleses nos engañan por tener forma semejante o idén tica a los españoles. Según Mario Pei, “constituyen una de las princi pales piedras en el camino de quien se aventura a estudiar una lengua extranjera” (The Story o f Language), y su tratamiento diferencia al mal traductor del traductor idóneo. Por ejemplo:
En inglés: able. ‘ Capaz, capacitado’ , actual. ‘Real, verdadero’ . actually. ‘Realmente, en realidad, en efecto, efectivamente’ . adequate. ‘ Suficiente’ . administration. ‘ Gobierno ’ . advert. ‘Prohibir, detener, salvar’ . advertise. ‘Anunciar’ . aggravated. ‘Indignado’ . aggressive. ‘Dinámico, enérgico, emprendedor’ . agony. ‘Angustia’ . alumni. ‘Ex alumnos’ . amorous. ‘Apasionado’. anticipate. ‘Esperar’ ; ‘prever’ .
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appoint. ‘Designar’ , appreciate. ‘Agradecer’ , arena. ‘Anfiteatro, plaza, pista’ , argument. ‘Discusión, disputa, debate’ , army. ‘Ejército’ . assume. ‘ Suponer’ ; ‘tomar’ ; ‘ fingir’ , balance. ‘Equilibrio’ . B a r (persons). ‘Colegio de abogados’ . baton. ‘Bastón, batuta’ . bigot. ‘Fanático’ . billet. ‘ Alojamiento’ . billion. ‘Millardo’ (mil millones). bland. ‘ Suave’ . bomber. ‘Bombardero’ . candid. ‘ Sincero’ . carnival. ‘Parque de atracciones, fiesta, feria’ . carpet ‘Alfombra, moqueta’ . cartoon. ‘Dibujo animado, caricatura’ . casualty. ‘Baja’ (pérdida). classified (information). ‘Confidencial’ . collar. ‘Cuello’ . constipated. ‘ Estreñido ’ . contest. ‘Contienda, lucha, competencia’ . curse. ‘Maldición, maldecir’ . deception. ‘Engaño, fraude’. delivery. ‘Distribución, entrega, reparto’ . destitute. ‘Indigente, pobre, necesitado’ . disgrace. ‘Deshonra, ignominia’ . domestic. ‘Nacional, interior’ .
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dramatic. ‘Dramático, espectacular, sensacional’ . editor. ‘Director de un periódico’ ; ‘redactor’ . effective. ‘Impresionante, llamativo, logrado’ ; ‘vigente’ ; ‘útil para todos los servicios’ . embarrassing. ‘Desconcertante’ . eventual. ‘Final, definitivo’ . eventually. ‘Finalmente’ . exit. ‘ Salida’ ; ‘mutis’ . fabric. ‘Tela, tejido’ ; ‘estructura’ ; ‘índole’ . grocery. ‘ Tienda de comestibles’ . ignore. ‘Desatender, no hacer caso de, pasar por alto, dejar a un
tódo\ inconsistent. ‘Incoherente’ . ingenuity. ‘Ingeniosidad, ingenio, habilidad, inventiva’ , injury. ‘Herida, lesión’ , invest ‘Invertir’ . lane. ‘Vereda, camino’ ; ‘carril’ ; ‘ruta’ . lecture. ‘ Conferencia’ . license. ‘Permiso’ (para conducir). molest ‘Faltar al respeto, importunar’ ; ‘abordar con propósitos
deshonestos’ . pie. ‘Tarta, pastel’ . policy. ‘Política’ . predicament. ‘Apuro, situación difícil’ , pretend. ‘Aparentar, fingir, simular’ , previous conviction. ‘Antecedentes penales’, prospect. ‘Vista, panorama’ , pupil. ‘Alumno’ . q u alify. ‘ Capacitar, habilitar, hacer idóneo’ ; ‘ graduarse’ ;
‘ clasificarse’ ; ‘modificar’ ; ‘calificar’ .
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question. ‘Pregunta’ , quit. ‘ Dejar, abandonar’ . range. ‘Variedad, surtido’ ; ‘alcance, distancia, radio de acción’ ;
‘escala, extensión’ ; ‘sierra, cordillera’; ‘línea, hilera’ ; ‘dehesa’ , relevant. ‘Apropiado, oportuno, adecuado, pertinente’ , resume. ‘Reanudar’ ; ‘volver a tomar’ , rope. ‘ Soga’ . sensible. ‘Juicioso, sensato, prudente, discreto’ , suave. ‘Afable, amable, fino, cortés, diplomático’ , tile. ‘ Teja’ ; ‘azulejo’ ; ‘baldosa’ . tramp. ‘Andar con pasos pesados’ ; ‘caminar’ ; ‘vagabundo’ ; ‘ca
minata’ . versatile. ‘ Talentoso, polifacético, flexible, ágil, dúctil’ .
En francés: amas. ‘Montón’ , armée. ‘Ejército’ , bigot. ‘Beato, santurrón’ , carte. ‘Mapa’ . complet. ‘ Traje (de hombre)’ , défendre. ‘Prohibir’ , dos. ‘Espaldas’ , en cachette. ‘ A escondidas’ , entretenir. ‘Mantener, sustentar’ , équipage. ‘Tripulación’ , fatigue. ‘Desgaste’ , faux titre. ‘Anteportada’ , figure. ‘Rostro’ , gourde. ‘Cantimplora’ , large. ‘Ancho’ . maestro. ‘Compositor’ ; ‘músico’ .
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manche. ‘Manga’ . millésime. ‘Fecha de acuñación de una moneda’ ; ‘ año de cosecha
de un vino’ . nombre. ‘Número’ . pie. ‘Urraca’ ; ‘ cotorra’ . placer. ‘ Colocar’ ; ‘invertir’ . potence. ‘Horca’ ; ‘pescante’ . poudrer. ‘Empolvar’ . recette. ‘Recaudación’ ; ‘ ingresos’ . sillón. ‘ Surco, estela, rastro’ . sol. ‘ Suelo’ . timbre. ‘ Sello’ . voler. ‘Robar’ .
En portugués: aceitar. ‘Aceptar, admitir, afirmar’ . ano. ‘Año’ . barata. ‘ Cucaracha’ . bengala. ‘Bastón’ . boato. ‘Rumor, noticia, hablilla’ . brincar. ‘Bromear, juguetear’ . cadeira. ‘ Silla, cátedra, sede’ . caiar. ‘Blanquear’ ; ‘ arreglar el rostro’ ; ‘ disfrazar’ . camada. ‘Baño de color o de otra cosa sobrepuesta’ ; ‘madriguera de los animales’ ; ‘ erupción de lepra’ ; ‘ sedimento’ ; ‘serie, clase, categoría’204; ‘montón de cosas’ . camarote. ‘Palco de un teatro’ .
204En la 22.a edición, del Diccionario académico fue registrada como argentinismo la siguiente acepción de camada: ‘Grupo de personas, generalmente de edad similar, que en un
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camelo. ‘Camello’ ; ‘persona estúpida’ ; ‘hombre tosco’ ; ‘ antigua pieza de artillería de pequeño calibre’ , cana. ‘Caña’ ; ‘bastón para pasear’ . cena. ‘Escena, escenario teatral’ ; ‘ conjunto de decoraciones tea trales’ ; ‘ espectáculo’ ; ‘ acontecimiento’ ; ‘perspectiva’ ; ‘situación, lance teatral’ . colar. ‘Pegar con cola’ ; ‘depurar los vinos’ ; ‘juntar, ligar’ ; ‘pasar algún lugar estrecho’ ; ‘ conseguir’ ; ‘pasar alguna cosa por medio de engaño’ . copo. ‘Vaso’ . costa. ‘ Costilla’ . costas. ‘Espaldas’ . crianza. ‘ Infante, niño’ ; ‘persona de poco juicio’ , cuecas. ‘Calzón, calzones’ . descoberta. ‘Descubrimiento, revelación, reconocimiento’ , desmanchar. ‘Deshacer’; ‘dislocar, desencajar un hueso’ ; ‘des arreglar, desmontar’ ; ‘romper’ ; ‘ frustrar’ ; ‘revocar, anular, invali dar’ ; ‘demostrar la falsedad de algo’ ; ‘ estropear’ ; ‘provocar un aborto’ . doce. ‘Dulce, azucarado’ ; ‘apacible, afable, bondadoso, inofensi vo, dócil, sumiso, complaciente’ ; ‘ flexible, maleable’ ; ‘grato’ , empegar. ‘ Embarazar’ ; ‘ mezclar’ ; ‘impedir’ ; ‘ enredar’ ; ‘obstacu lizar’ ; ‘tropezar’ ; ‘ confundir’ . engranado, da. ‘ Gracioso, divertido, chistoso’ ; ‘jovial’ ; ‘bonito’ ; ‘alegre, agradable’ . ermita. ‘Eremita, ermitaño’ . esperto, ta. ‘Despierto’ ; ‘vivo, sagaz, astuto’ ; ‘inteligente’ ; ‘enér gico’ ; ‘ingenioso’ . esquisito. ‘Raro, singular, extravagante, maníaco’ .
período dado participan de experiencias comunes’ . Equivale a hornada con el significado de ‘conjunto de individuos que acaban al mismo tiempo una carrera’ .
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faro. ‘ Olfato de los animales’ ; ‘viento’ ; ‘ emanaciones odoríferas de un animal’ ; ‘indicios’ ; ‘perspicacia’ ; ‘olor’ , fechar. ‘ Cerrar’ ; ‘ceñir’ ; ‘incluir’ ; ‘ acabar, concluir’ ; ‘ guardar’ ;
‘cicatrizar’ . gra^a. ‘ Gracia’ ; ‘favor’ ; ‘misericordia’ ; ‘perdón’ ; ‘ocurrencia’ , largo. ‘Ancho’ ; ‘ amplio’ ; ‘ liberal’ ; ‘generoso, dadivoso’ , marmelada. ‘Mermelada de membrillo’ ; ‘ventaja, provecho, lu cro’ ; ‘confusión, embrollo, jaleo, lío’ , neto. ‘Nieto’ . En plural, ‘ descendientes’ , oficina. ‘Taller’ , osso. ‘Hueso’ . pa?o. ‘Palacio’ ; ‘ corte’ ; ‘residencia suntuosa’ , palco. ‘Escenario, tablado’ . paquete. ‘ Conjunto de diversas calidades de pelo empleado en la
fabricación de sombreros’ . pegada. ‘Pisada’ ; ‘pista, rastro, vestigio, señal’ . pingo. ‘ Gota (especialmente de grasa)’. polvo. ‘Pulpo’ . presunto. ‘Jamón’ ; ‘variedad de pera’ , promotor. ‘Fiscal’ . rapaz. ‘Niño, muchacho, mozo, criado, negro joven’ , salada. ‘ Ensalada’ ; ‘confusión’ .
sé. ‘ Sede’ ; ‘iglesia episcopal, catedral, monasterio, obispado con sujurisdicción’ . sobremesa. ‘Postre’ . sobrenome. ‘Apellido’ . surdo. ‘ Sordo’ . talher. ‘ Cubierto, juego compuesto de cuchara, tenedor y cuchi
llo’ ; ‘ lugar destinado en la mesa a un convidado’ , tapa. ‘Taco’ ; ‘bofetada’ , tareia. ‘Paliza, tunda’ .
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toro. ‘ Tronco de árbol sin ramas’ ; ‘tronco, cuerpo sin cabeza,
piernas ni brazos’ , vaga. ‘ Ola’ , vassoura. ‘Escoba’ . venda. ‘Venta’ ; ‘tienda en que se vende’ ; ‘venda para vendar los
ojos’ ; ‘extracción’ ; ‘ salida’ ; ‘permutación’ ; ‘ceguera’ ; ‘ ignoran cia’ . vidro. ‘Frasco’ ; ‘persona muy suspicaz’ , zurrar. ‘Rebuznar’ ; ‘decir tonterías’ .
En italiano: abbonare. ‘Reconocer como bueno’ ; ‘ suscribirse’ . a b ito . ‘ Cualquier traje’ . accudire. ‘ Cuidarse de’ . aceto. ‘Vinagre’ . affamato. ‘Hambriento’ . affano. ‘Aliento’ . affettare. ‘ Cortar, rebanar’ . affettato. ‘ Embutidos’ . aggiustare. ‘Arreglar’ . agguantare. ‘Atrapar’ . agio. ‘Comodidad’ . albergo. ‘Hotel’ . allargare. ‘Ensanchar’. amo. ‘Anzuelo’ . andare. ‘ Ir’ . annegare. ‘Ahogar’ . annottare. ‘Anochecer’ . attuare. ‘Realizar, realizarse’ . avvenimento. ‘ Acontecimiento’ .
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bagnare. ‘Mojar’ , botte. ‘Tonel’ . bravo. ‘Bueno, amable, gentil’ , brutto. ‘Feo, desagradable’ , burro. ‘Manteca’ , camera. ‘Habitación, estancia’ , camino. ‘Chimenea’ , caro. ‘ Querido, apreciado’ , carta. ‘Papel’ , cartolina. ‘Postal’ , cassa. ‘ Caja’ . commissione (esaminatrice). ‘Tribunal examinador’ . compito. ‘Tarea’ ; ‘ acabado’ . contestare. ‘Protestar, refutar’ . cura. ‘Cuidado’ . exprimere. ‘Expresar’ . faccetta. ‘ Carita’. fermare. ‘Parar, detener’ . fiera. ‘Feria’ . fonda. ‘Honda’ . funzionario. ‘Directivo’ . guardare. ‘Mirar’ . imbarazzata. ‘Incómoda’ . incidente. ‘ Accidente’ . largo. ‘ Ancho’ . lavoratorio. ‘Taller’ . luogo. ‘Sitio, lugar’ . lupa. ‘Loba’ . macchina. ‘Automóvil’ .
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messa, ‘misa’ . nudo. ‘ Desnudo’ . officina. ‘ Taller’ . oleoso. ‘Aceitoso’ . olio. ‘Aceite’ . pasto. ‘Comida’ . pesca. ‘ Melocotón’ . piano. ‘Despacio, lentamente’ . prima. ‘Primera’ . pulizia. ‘Limpieza’ . restare. ‘Quedar’ . romanzo. ‘Novela’ . salire. ‘ Subir’ . sarta. ‘Modista’ . segare. ‘ Serrar’ (la madera). sembrare. ‘Parecer’ . spesa. ‘Gasto’ . stampa. ‘Imprenta’ . stufa. ‘ Cansada’ . tenda. ‘Cortina’ . tovaglia. ‘Mantel’ . tramite. ‘Intermediario’ . tuttavia. ‘ Sin embargo, no obstante’ . ufficio. ‘ Oficina’ . uso. ‘Acostumbrado’ . utili. ‘Beneficios’ . zoccolo. ‘ Zueco’ ; ‘pezuña1.
El apresuramiento en la traducción puede provocar errores, como los siguientes: manzana de tierra por patata (francés, pomme de terre),
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tienda de chicas por dependienta (inglés, shopgirl) o efecto sierra por efecto invernadero (italiano, efetto serra). El título en inglés de un libro de Boris Yeltsin, Against the grain: an autobiography, se tradujo Contra el grano: una autobiografía en lugar de A contrapelo: una autobiografía. La expresión inglesa against the grain significa, en
español, ‘ en contra de los principios’, ‘ a contrapelo’ . Calcos
El calco es un préstamo peculiar, un préstamo de sentido. La palabra o el sintagma se toman prestados de la lengua extranjera, pero los elemen tos que los componen son traducidos literalmente. Puede definirse, enton ces, como la adaptación de una palabra o de un sintagma extranjeros, traduciendo &u significado completo o el de cada uno de sus elementos formantes sin tener en cuenta su entidad fonética; también, como la repro ducción de voces de la lengua donante con los medios de la lengua receptora o como “una construcción imitativa que reproduce el significa do de la palabra o expresión extranjera con significantes” de la lengua receptora205. Hay calcos léxicos (en alemán, Kindergarten, Kulturhaus, “jardín de infancia”, “ Casa de la Cultura” ; en inglés, black hole, “agujero negro” ; Supreme Court, “ Corte Suprema” 206; counterculture, “contracultura” ; skyscraper, “rascacielos” ; the day after, “ el día después” ; yellow press, “prensa amarilla” ; en francés, coup de téléphóne, “telefona zo” , éntre-deux, “ entredós” ; soi-disant, “ sedicente” ; en nahua, cacahuanance, “madrecacao” ) y calcos sintácticos (en inglés, The car is being repaired\ la traducción “El automóvil está siendo reparado” no responde a nuestra lengua, es un anglicismo de sintaxis, pues la naturaleza del verbo ser rechaza, en español, la formación de esa perífrasis verbal; ser denota ‘existir’ de manera absoluta, continua y permanente, y estar, de manera relativa, discontinua y transitoria. Si decimos estar siendo, se une un verbo que expresa transitoriedad con otro que denota lo permanente. Entonces, debe decirse “Están reparando el automóvil” ). 205G AR C ÍA YEBRA, V , op. cit., pág. 341. 206Según Emilio Lorenzo, también puede ser calco del francés Cour Supreme (Anglicismos hispánicos, Madrid* Gredos, 1996, pág. 576).
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El calco existe cuando una lengua extranjera marca su impronta sobre la lengua propia. Así acuerdo marco, balompié, baloncesto, balonmano, calientaplatos, ciencia ficción, contenedor, cuarto de es tar, dopaje, fuera de juego , el hombre de la calle (“ el ciudadano corriente” ), fin de semana, hombre fuerte, película del oeste, perro caliente o perrito caliente, piel roja, relaciones públicas, trabajar duro, vaquero son calcos del inglés framework agreement, football, basket-ball, hand-báll, hotplate, sciencefiction, container, living-room, doping, offside, the man in the Street, weekend, strong man, western, hot dog, redskin, public relations, to work hard, cowboy; a la letra o al pie de la letra ( ‘ literalmente, según la letra y significación natural de las palabras’), a la moda, a libro abierto ( ‘ directamente, de corri do’ ; ‘de repente’), estar o ser de moda, guardar cama, meterse en la cama, pasado de moda, tienda de modas son calcos del francés à la lettre, au pied de la lettre, à la mode, à livre ouvert, être à la mode, garder le lit, se mettre au lit, passé de mode, magasin de modes.
La palabra inglesa football ejemplifica el préstamo y el calco. La grafía que reproduce su pronunciación, fútbol, es un préstamo, y la de su traducción, balompié, es un calco. El calco semántico es la adopción de un significado extranjero para una palabra ya existente en una lengua: endosar, en la acepción de ‘respaldar, es decir, sentar, notar o apuntar algo en el respaldo de un escrito’, es calco semántico del inglés to endose; romance, ‘rela ción amorosa pasajera’ , del inglés romance; evidencia, ‘prueba’ , del inglés evidence. Dice José Martínez de Sousa que “ la tendencia a utilizar con más frecuencia la forma del préstamo que la del calco responde a que se difunde con más facilidad la pronunciación de la palabra extranjera que el significado de ésta o de sus componentes”207. El español naturaliza los términos extranjeros y muchas veces crea, a partir de ellos, una familia léxica. Por ejemplo:
207Diccionario de redacción y estilo, Madrid, Pirámide, 1993, pág. 406.
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Baloncesto (del inglés basket-ball): baloncestista, baloncestístico, baloncestística.
Box (del inglés box): boxeador, boxear, boxeo, boxístico.
cabaret): cabaretero, cabaretera. Cheque (del inglés cheque): chequera. Chequeo (del inglés checkup, ‘reconocimiento médico’): chequear. Fútbol o F ú tb o l (del inglés football): futbolero, futbolera, Cabaré (del francés
futbolín, futbolista, futbolístico, futbolística, futbolito, futbolizar. G o l (del inglés lear, golero.
goal, ‘meta’): goleada, goleador, goleadora, go
NORMAS DE CONCORDANCIA
1) Si el sujeto es compuesto y los sustantivos son de diferente género, el adjetivo que concuerda con ellos es masculino: Se venden mesas, sillas y espejos antiguos.
2) Los títulos y tratamientos (usted, Señoría, Excelencia, Eminencia, Santidad, Beatitud, Ilustrísima, Alteza, Majestad) conciertan con adjetivó masculino o femenino, según el sexo de la persona a quien se aplican: Rosita, usted es muy generosa. Juan, usted es muy estudioso. Su Ilustrísima está muy contento. Su Majestad permanecerá informado. Su Señoría está mal informada.
3) Si los sustantivos son sinónimos o van unidos por la conjunción disyuntiva o, el adjetivo concierta con el último: El accidente demostró su impericia, su ineptitud inaudita (sinónimos). ¿Encontró un genio o una personalidad enferma?
4) Cuando el sustantivo es colectivo y está en singular, el verbo con cuerda con él en tercera persona del singular: La multitud fue generosa. La arboleda canta con los pájaros.
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5) Cuando los sustantivos cantidad, conjunto, grupo, montón, puñado son núcleos de sintagmas nominales indefinidos, el verbo puede concordar con ellos en singular o en plural: Una cantidad de cartas se acumuló/se acumularon en la oficina. Un grupo de personas se acercó/se acercaron al escenario. Cayó/cayeron al suelo un puñado de caramelos.
Cuando son núcleos de sintagmas nominales definidos, el verbo concuerda con ellos en singular: Aquel grupo de profesores convocó al célebre disertante. Este montón de papeles debe estar en el cesto. Esa cantidad de tomates servirá para la ensalada.
Otros ejemplos que permiten la alternancia singular/plural En las oraciones que contienen un adjetivo en función de predica tivo, se prefiere la concordancia plural. La mayoría de los jefes fue despedida/fueron despedidos. (Se prefiere el plural). La totalidad de las monografías fue corregida/fueron corregidas (Se prefiere el plural). Un montón de personas se mostró descontento/se mostraron descontentas (Se prefiere el plural). Un conjunto de medidas será aprobado/serán aprobadas mañana (Se prefiere el plural). El centenar de niños que acudió/acudieron al circo recibió/recibieron chocolates. Un montón de estudiantes se puso/se pusieron a gritar. Un millar de aficionados^aplaudió/aplaudieron al equipo ganador. Un millón de turistas visitó/visitaron el nuevo museo.
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La mitad son abogados. La mitad de los turistas ha abandonado/han abandonado el hotel. Un tercio de los jubilados pudo/pudieron cobrar sus haberes. El total de los presentes recibió/recibieron la documentación requerida. El 10% de las mujeres están embarazadas, (no, está embarazado) El 30% de las ganancias se repartirá/se repartirán entre los pobres. La mayor parte de las jóvenes son maestras. La mayor parte de los profesores dictó/dictaron sus clases. El resto de las observaciones está/están en ese cuaderno.
No es indistinta la concordancia del verbo en singular o en plural cuando el complemento con de es un colectivo en singular: J
La cuarta parte del grupo decidió quedarse (Incorrecto: ’"La cuarta parte del grupo decidieron quedarse).
Aplaudió la mayoría del público.
Si los sustantivos colectivos designan una colectividad homogé nea y organizada (comité, claustro, consejo de administración, regi miento, tribunal), el verbo debe concordar siempre en singular, aunque lleve complementos en plural: Un tribunal de profesores ingleses corregirá los exámenes.
6) Con las expresiones una barbaridad de, una serie de, un sinfín de, la concordancia se realiza más frecuentemente en plural: Acudieron una barbaridad de ancianos. Se escribieron una serie de dislates. Están en venta un sinfín de chucherías.
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7) Los sustantivos infinidad y multitud concuerdan en plural cuando no están modificados con los adjetivos indefinidos un/una: Infinidad de niños esperaban al mago Ringo. Concurrieron infinidad de mujeres. Multitud de personas asistieron al estreno teatral. Se inscribieron en ese curso multitud de jóvenes.
Con esos adjetivos, la concordancia se establece en singular: Una infinidad de niños esperaba al mago Ringo. Concurrió una infinidad de mujeres. Una multitud de personas asistió al estreno teatral. Se inscribió en ese curso una multitud de jóvenes.
Según la Real Academia Española, cuando estos sustantivos con cuerdan en singular se consideran colectivos. En cambio, cuando con cuerdan en plural, actúan como cuantificadores o elementos que ex presan numéricamente una magnitud. 8) Los sustantivos clase, gama, suerte, tipo, variedad seguidos de complementos en plural pueden concordar en singular (esos sustantivos se refieren a una categoría) o plural (esos sustantivos actúan como colectivos), pero se prefiere el singular: Esta clase de profesores no nos gusta/gustan. Tal tipo de respuestas no era el conveniente/no eran las convenientes.
9) Cuando los sustantivos familia, multitud, policía actúan como nú cleos de sintagmas nominales que desempeñan la función de sujeto, concuerdan en singular con el verbo: La familia estaba contenta. La multitud saludó al nuevo presidente.
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La policía llevaba a los delincuentes.
10) En las oraciones con verbo copulativo, el sujeto concuerda en género y número con el predicativo (adjetivo): El baül era viejo. Las calles estaban desiertas.
El verbo “ser” concierta, a veces, con el predicativo y no, con el sujeto por atracción: Nuestra vida son penurias e ilusiones. M i sueldo son dos mil pesos. v
El problema son tus hermanas. Esta gente son profesores de Latín. Todo serán inconvenientes. Eso son necedades.
Debe evitarse esa concordancia cuando aparece el adverbio todo: La visita fue todo (totalmente) besos y abrazos.
11) Plural de modestia: uso del pronombre personal nosotros, en lugar de yo, cuando una persona habla en público o escribe para muchos lectores: Creemos que todo no está perdido (por Creo que...).
12) Plural mayestático ( ‘relativo a la majestad’): empleo del pronom bre personal de primera persona plural ( nosotros o nos), en lugar del singular (yo), pero con el mismo valor que éste, para expresar la autoridad y dignidad de la persona que lo usa (reyes, papas, etc.):
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Nos, el Rey, te coronamos principe (por Yo, el Rey, te corono...). Nos (el Papa) proclamamos el Evangelio por todo el mundo.
13) Posición del verbo respecto de los sujetos * Sujeto compuesto + predicado. El verbo concuerda en plural: Mañanas, tardes, noches eran interminables pozos de silencio. Ella y yo reíamos siempre, (domina la 1.* pers. del plural) Tú y yo recorreremos el mundo. Él, tú y yo fuimos amigos, (domina la 1.a pers. del pl.) Os recibiremos Leonor y yo. Tú y Clara sois (son) felices, (domina la 2.a pers. del pl.)
• Predicado + sujeto compuesto. El verbo concuerda en singular con el sustantivo más próximo. No es incorrecta la concordancia en plural. Reinaba/reinaban el desorden, la alegría y el griterío. Lo mismo dijo/dijeron Pedro, su primo y sus amigos. A los niños les gusta/gustan el fútbol y el chocolate. Le falta/faltan orden y voluntad.
* Sujeto compuesto (los núcleos son sustantivos abstractos) + predicado. El verbo concuerda en singular o en plural. La belleza y la bondad de sus obras había/habían dejado huellas en sus discípulos. La generosidad y la caridad con que actuaba ha/han sorprendido a sus colegas.
• Sujeto + verbo + sujeto (El verbo está entre núcleos de sujeto compuesto). El verbo tiende a concertar con el más próximo: Mi deber me obligaba, y nuestra amistad, a hablarle francamente.
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• Varios sustantivos (núcleos de sujeto compuesto) acompañados por la conjunción copulativa ni o y. El verbo coordina con todos en plural o con el más próximo en singular, aunque preceda o siga al sujeto: No me gustó ni su libro, ni el titulo de su libro, ni la encuademación, ni el tipo de letra que se usó. No me gustaron ni su libro, ni el título de su libro... No lo hizo ni el uno ni el otro. No lo hicieron ni el uno ni el otro.
Otros ejemplos correctos: No llegaban ni su madre ni su hermano. V
No han contestado ni Facundo ni Gerardo.
Cuando el adverbio no no aparece como encabezador de oración, el verbo concuerda en plural: Ni su libro, ni el título de su libro, ni la encuadernación, ni el tipo de letra que se usó me gustaron ; Ni los libros ni estos papeles cabrán en ese portafolios. • El verbo se refiere a dos o más sujetos singulares unidos por la conjunción disyuntiva “o”. Concierta en singular con uno solo o en plural con todos (doble concordancia), aunque los sujetos vayan delante o detrás del verbo:
Una biblioteca o un libro es toda su alegría (Se destaca la diferencia entre los dos sustantivos). Una biblioteca o un libro son toda su alegría (Es indiferente que uno u otro sean su alegría). Vendrá/Vendrán uno u otro.
En general, cuando el sujeto precede al verbo, el hablante prefiere la concordancia en plural:
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Teresa o Patricia viajarán a Montevideo. O Susana o Damián leerán el discurso.
Pero si en los sintagmas nominales coordinados hay un solo artí culo determinante o un solo cuantificador en singular, la concordancia se establece en singular: ¿Podrá turbarte tanto dolor o angustia?
Ocurre lo mismo con la conjunción y: Se observará el aterrizaje y despegue de aviones.
El hablante prefiere también el singular en estos casos: Un gato o un perro suele distinguir a su amo entre varias personas. Todo pintor o todo poeta vive para su arte.
• Cuando el sujeto va acompañado por construcciones con sentido copulativo (un complemento encabezado por además, como, con, junto a, junto con), el verbo debe concordar en singular: Roberto, además de sus amigos y de sus colegas, está organizando el congreso. Este diccionario, además de los dos manuales, integrará la Biblioteca del Instituto208. Tanto lo uno como lo otro puede resolverse. La novela, como el teatro, emplea estos recursos. He estudiado mucho con Raúl. La maestra con el alumno caminaba hacia el aula209. 208Si quieren destacarse todos los componentes del sujeto, la redacción es la siguiente: Este diccionario y los dos manuales integrarán la Biblioteca del Instituto. 2mMaría Moliner opina que la construcción más correcta es: La maestra caminaba hacia el aula con el alumno.
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El niño, junto a su madre, leía leyendas medievales. El Brasil, junto con la Argentina, firmará convenios de cooperación. Suecia, junto con Noruega, constituye la Península Escandinava.
• Cuando el sujeto está en número plural, el verbo seudorreflexivo (o cuasirreflejo) pasivo concuerda con él en plural: Deben repartirse (deben ser repartidos) alimentos en buen estado. Se entregaron (fueron entregados) varios premios.
• Si el infinitivo es sujeto, el verbo concuerda con él en 3.a persona del singular: Falta ordenar tres carpetas (Incorrecto: *Faltan ordenar tres carpetas). Resta entregar dos cajas de libros (Incorrecto: *Restan entregar dos cajas de libros).
• Sujeto compuesto por infinitivos coordinados por la conjun ción y, con un demostrativo antepuesto al prim er núcleo. El verbo concuerda en singular: Este trabajar sin horario, vivir corriendo, comer mal y regresar siempre tarde a casa nos matará.
• Sujeto compuesto por infinitivos sin artículo. El verbo con cuerda en singular: Regresar a su casa y dormir era todo lo que anhelaba.
• Sujeto compuesto por infinitivos sin artículo que carecen de correspondencia mutua. El verbo concuerda en plural: Vagar y estudiar son incompatibles. Vagar y estudiar son acciones incompatibles.
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• Sujeto compuesto por infinitivos con artículo. El verbo con cuerda en plural: £1 viajar y el visitar lugares exóticos la colmaban de placer.
• Sujeto con dos sustantivos considerados como una unidad. El verbo concuerda en 3.a persona del singular, y el adjetivo, en género masculino o femenino (según sea el género del sujeto) y en número singular: La compra y venta de sedantes está prohibida. £1 entrar y salir de la gente es continuo.
• Sintagmas nominales en plural que se refieren a personas. El verbo puede usarse en primera, segunda o tercera persona del plural: Los dirigentes de este club sabemos/sabéis/saben que el equipo mereció la derrota.
14) Adjetivo que precede a dos o más sustantivos (o proposiciones incluidas sustantivas). Concierta con el sustantivo o con la pro posición incluida sustantiva más próximos: Admira su asombroso talento y saber. Destacaban su clara inteligencia y don de gentes. Es recomendable que revises el trabajo y que el profesor lo relea.
Aquí el adjetivo envuelve a los dos sustantivos que lo siguen. Suena raro decir sus asombrosos talento y saber. • Un adjetivo detrás de dos o más sustantivos. Va en plural: Alegría y entusiasmo infinitos. Calles y sendas tortuosas.
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• Adjetivo que califica al sustantivo más cercano. Va en singular: La virtud, la ética, la puntualidad, la caridad extrema lo distinguían de sus compañeros.
La concordancia entre sustantivo y adjetivo es más fácil cuando ambos están próximos, pero, a veces, esto no es posible, porque atenta contra el significado: Hay muchas hojas arrugadas de fina textura por Hay muchas hojas de fina textura arrugadas. Hemos traído las bolsas repletas de deportes por Hemos traído las bolsas de deportes repletas. Ahí tiene una sala vacía de espera por Ahí tiene una sala de espera vacía.
15) Varios pronombres demostrativos neutros o varias locuciones neutras concuerdan con el verbo en singular: No le gusta ni esto, ni eso, ni aquello. Lo sagrado y lo profano es tema de sus cuadros.
Si alguno de los elementos del sujeto no es neutro, se admite la concordancia en plural: Todo eso y la ausencia de su madre provocaron su temprana muerte.
16) Dos sustantivos considerados aisladamente: Lengua y Literatura españolas.
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17) Dos sustantivos considerados como una unidad: Lengua y Literatura española.
18) Concordancia de los nombres de países o de entidades. Los nombres de países o de organizaciones en plural concuerdan con un verbo en singular: Manos unidas ha recogido valiosos donativos. Estados Unidos designó un nuevo embajador en la Argentina.
El uso correcto y oficial del artículo nos obliga a usar el verbo en plural: Los Estados Unidos designaron un nuevo embajador en la Argentina.
19) Concordancia entre verbos y pronombres relativos: a) Yo fui quien descubrió la mentira. (El verbo de la proposición incluida sustantiva [“descubrió”] concuerda con el relativo suje to de la misma proposición [“quien”]). Yo fui quien descubrí la mentira. Yo soy el que lo afirma. Yo era de los que criticaban a los vagos. b) ¿Tú eres el que canta en alemán? ¿Vos sos el que canta en alemán? Tú eras uno de los que querían que se fuera. Vos eras uno de los que querían que se fuera.
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20) Concordancia de los complementos indirectos duplicados. Se lleva a cabo en primera, segunda y tercera persona del plural: A los ancianos nos gusta que nos traten con amor. A los ancianos os gusta que os traten con amor. A los ancianos les gusta que los traten con amor.
21) Otros casos de concordancia en plural (pronom bres y cuantificadores: algunos, ambos, muchos, quiénes, todos, cada uno, ninguno, alguno, quién): Algunos de nosotros recibiremos la solicitud de ingreso. Ambos trabajamos mucho. Ambos trabajáis mucho. Ambos trabajan mucho. Muchos de nosotros estudiamos por vocación. ¿Quiénes de ustedes saben latín? Todos aplaudíamos a los actores. Todos aplaudíais a los actores. Todos aplaudían a los actores. Todos vosotros cantasteis bien. Algunos bailamos el tango. Algunos bailáis el tango. Algunos bailan el tango. ¿Quiénes dijimos la verdad? (1.“ persona del plural) ¿Quiénes dijisteis la verdad? (2.a persona del plural) ¿Quiénes dijeron la verdad? (3.a persona del plural) Cada uno sabemos la historia. (1.a persona del plural) Cada uno sabéis la historia. (2.a persona del plural) Cada uno sabe la historia. (3.a persona del singular) Ninguno lo hicimos con generosidad210. (1.a persona del plural) 2l0Son incorrectas las siguientes oraciones: *Nadie pedimos la autorización; *Nadie de nosotras cuidaremos al niño.
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Ninguno lo hicisteis con generoisdad. (2.a persona del plural) Ninguno lo hizo con generosidad. (3.a persona del singular) Alguno cambió de lugar la estatua. Alguno de ustedes cambió de lugar la estatua. ¿Quién habló ayer? ¿Quién de ustedes habló ayer?
22) Sintagma constituido por artículo y algún numeral. Permiten la concordancia en las tres personas: Los tres reconocemos nuestro error. Los tres reconocéis vuestro error. Los tres reconocen su error.
EL CORRECTOR DE TEXTOS
La historia comienza cuando un autor pone el punto final a su obra y la entrega a una editorial. Él cree que, en ese momento sublime y tan esperado, han terminado sus ansiedades, fatigas, ner vios, insomnios y demás ingredientes que siempre sazonan la com posición de un libro. Para su sorpresa, esto no es cierto. Al cabo de un tiempo, recibe un llamado telefónico de la empresa editora para comunicarle que el corrector debe hablar con él, pues necesita ha cerle algunas consultas. Se arma de valor y acude a la inesperada cita. Lo invitan a sentarse a una mesa preparada para el caso y, sin preámbulos, lo enfrentan con su original o con lo que queda de él: “esto ya no se escribe así”, “esta voz ya no lleva tilde”, “tal párrafo es oscuro -ininteligible dice el corrector para sus adentros-”, “la Real Academia Española no registra aún este vocablo o ya lo con sidera un arcaísmo”, “esta proposición subordinada adjetiva es ex plicativa”, “aquí falta una preposición”, “allí la preposición sobra”, etcétera, etcétera, etcétera. Ante el “sangriento” original -de eso, lo tachan no pocos autores, pues de cada línea, o casi de cada una, surgen, como espinas sangrantes, las mejoras-, el trabajador de la pluma resuelve pocas dudas y recibe muchas lecciones de gramáti ca y de normativa. A veces, las acepta con paciencia, humildad y espíritu de colaboración: él no lo sabe todo y siempre quiere apren der. Otras, no oye ni ve. Lo escrito escrito está y no se modifica. La obra es suya, aunque les falte la tilde a todas las mayúsculas o no esté bien usado el futuro de subjuntivo. Gracias a Dios, ya casi no quedan personas como ésta, que pintamos con exageración, pues, generalmente, aunque se produzca algún forcejeo -verbal, autor y corrector se ponen, finalmente, de acuerdo y se llega a otro punto final feliz.
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Sin duda, cuando el autor -en latín, ‘el que realiza una creación, el que hace aumento’- da a luz, se encuentra con su vástago en medio del corrector que “lo persigue” y del editor que “fiscaliza.” esa persecución. Por ende, su estilo se enfrenta con el estilo del corrector, que no debe tener papel alguno en este escenario, y con el estilo de la editorial, que tiene sus costumbres. Las palabras corrector y editor provienen del latín: corrector era el que eliminaba errores, remediaba yerros, ajustaba el texto; volvía derecho o recto lo torcido, enderezaba, enmendaba; editor es deriva do culto del verbo edere que denota ‘sacar afuera, dar a luz, parir, engendrar, dar a conocer, revelar, hacer público, producir, publicar*. La edición es, pues, el parto, la producción. El editor era el que producía; el autor, el fundador. Según el Diccionario académico, editor es la persona que publi ca por medio de la imprenta u otro procedimiento una obra, por lo regular ajena, un periódico, un disco, etcétera, multiplicando los ejem plares. En este caso, nos referimos al editor comercial o financiero. Pero, también, existe el que cuida de la preparación de un texto, le escribe un prólogo explicativo, notas, etcétera, es decir, dirige su publicación en todos sus aspectos. Y aquí nos adentramos en el concepto de corrector editor, que es un técnico editorial y, al mismo tiempo, un director de edición. Este nuevo profesional, cuyo perfil no está aún bien definido en las empresas editoriales, tiene a su cargo el contenido y el continente del futuro libro, dirigirá los pasos de su engendramiento, de su formación, hasta que se produzca “el parto”. Antes de que la obra llegue a sus manos, debe llevarse a cabo la corrección de concepto-, un experto en la materia de que trata el original -puede ser el mismo corrector editor si tiene alguna espe cialidad o una amplísima cultura, o bien, un asesor de la editorial- lo revisa para dotarlo “del léxico y la expresión adecuados”, para “pro curar que el texto diga lo que quiere decir de la forma más correcta y al alcance del destinatario”211. Dice José Martínez de Sousa que “la 2UJosé MARTÍNEZ DE SOUSA, Manual de edición y autoedición, Madrid, Pirámide, 1994, pág. 188.
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función del experto consiste en la lectura atenta del texto que se somete a su criterio y en atender a la terminología, a la adecuación del lenguaje y al fondo del asunto, tratando de descubrir y enmendar anacronismos, impropiedades, descripciones o expresiones oscuras o sin sentido, etc.”212. Esta primera etapa, muy necesaria, no siempre se cumple en las editoriales, pues, generalmente, se confía en la idonei dad del autor. Una vez realizada la corrección de concepto, la obra ya está preparada para ser sometida a la corrección de estilo, es decir a una lectura minuciosa y circunstanciada, para llevar a cabo un verda dero análisis de la forma en que se ha volcado el contenido, es decir, una exhaustiva revisión lingüística desde el punto de vista gramatical, semántico, léxico y ortográfico. Esta tarea es delicada y difícil; no sólo requiere conocimientos sólidos y bien fundamentados, sino también “prudencia exquisita para saber cuándo hay que aplicarse a corregir y cuándo debe uno abstenerse o, en su caso, consultar con quien proce da”213. El sintagma corrección de estilo confunde, sobremanera, a no pocos correctores y a los que no los son, pues el estilo no se corrige. Algunos prefieren hablar de revisión de originales, pero esta frase no describe con justeza esa labor. El exceso de corrección lingüística, el desenfreno morboso en encontrar la falta donde no existe, puede desfi gurar el estilo y hasta cambiarlo, por eso, el corrector no debe hacer modificaciones innecesarias sólo para justificar su trabajo y ganar su sueldo con la conciencia limpia. Esto no debe ocurrir, por un principio que ha de regir siempre su tarea: “el corrector no es coautor”, es decir, no es autor con otro. El estilo es del autor, es su manera peculiar de escribir, de usar recursos lingüísticos y literarios; el corrector no puede reemplazarlo con el suyo, por el Contrario, debe preservarlo celosa mente por ética profesional. Su tarea es corregir sólo lo que transgrede la norma lingüística. Puede enunciarse, entonces, un segundo principio rector: “no tocará el texto original si su redacción es tan correcta que no lo necesita”. El tercer principio dice: “no justificará vanamente su labor con sustituciones léxicas o sintácticas inadecuadas o innecesa rias”. El cuarto principio: “siempre consultará al autor y respetará su 2l2Ibídem. 213Ibídem.
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opinión si se trata de cuestiones discutibles; la palabra del autor es la que debe prevalecer”. El quinto principio: “el corrector deberá funda mentar cada una de sus enmiendas de carácter lingüístico”; si no pue de hacerlo, aquéllas carecerán de valor. El corrector ha de anotar las correcciones sobre el texto, no, en los márgenes de las cuartillas u hojas mecanografiadas; lo hará con letra clara, legible -un corrector no puede adolecer de mala caligrafía-; no tachará el error del autor de manera que ya no pueda leerse, pues aquél podría disentir de él en tal corrección y querer mantener lo escrito con anterioridad. Sabemos que no siempre es amistosa la relación corrector-autor, y que éste siente cierto pánico cuando deja a “su hijo” en manos del que, a veces, llama cirujano de textos, quien después de “operar” y “matar al paciente” -léase la obra-, hace la autopsia profunda, de la que, por milagro, resucita otro original, no precisamente un clon, cuyo autor es él. Este falso corrector perpetra así el asesinato material de la obra y el asesinato espiritual del autor. Lo dice muy bien Camilo José Cela en la vigésima edición de su novela La familia de Pascual Duarte214: “Los escritores, por lo común, corregimos las pruebas de nuestras primeras ediciones y, a veces, ni eso. Las que siguen las dejamos al cuidado de los editores quienes, quizá por aquello de su conocida afición al noble y entretenido juego del pasabola, delegan en el impresor, el que se apoya en el corrector de pruebas que, como anda de cabeza, llama en su auxilio a ese primo pobre que todos tenemos quien, como es más bien haragán, manda a un vecino. El resultado es que, al final, el texto no lo reconoce ni su padre: en este caso, un servidor de ustedes. Los libros, con frecuencia, mejoran con esta gratuita y tácita colaboración, pero los autores rara vez nos avenimos a reconocerlo y solemos prefe rir, quizás habitados por la soberbia, aquello que con mejor o peor fortuna habíamos escrito”215. Después de una auténtica corrección de estilo, se lleva a cabo la corrección tipográfica o señalización tipográfica , estrechamente liga da con aquélla. Mediante esta nueva corrección, se señalan -cotejando con el original- las erratas ortográficas y tipográficas de la composi 214Barcelona, Destino, 1989. íl5Ibídem, págs. 7-8.
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ción, así como otros gazapos que surgen cuando se convierte el origi nal en libro: trasposición de letras o de palabras, desplazamiento de letras, repetición de letras en el interior de las palabras, acumulación de consonantes al principio de las palabras, cambio de palabras, punto seguido en lugar de aparte o aparte en lugar de seguido, separación de letras dentro de la palabra, omisión de una palabra o de un fragmento, una puntuación por otra, signos de interrogación o de exclamación que se abren y no se cierran, o viceversa, un tipo de letra por otro, mayús culas por minúsculas, minúsculas por mayúsculas, tildes que sobran o que faltan, espacios anormales entre las palabras, etcétera. Este tipo de corrección comprende la corrección de galeradas o primeras pruebas y la de compaginadas o segundas pruebas. Las correcciones deben realizarse en los márgenes de la galera y, si es posible, con tinta roja, verde o azul para identificar rápidamente en qué lugar de la línea se halla el error. En esta etapa, es muy útil la ayuda del atendedor que lee en voz alta el original, mientras el corrector sigue en silencio la lectura de la galerada. Este cotejo asegura la integridad de la obra. Si las erratas son muchas, es conveniente llevar a cabo la corrección de comprobación o terceras pruebas. Con esta clase de corrección, pue den salvarse serios inconvenientes. Contaba Manuel Mujica Lainez que había escrito un artículo titulado “El culto de la vaca”. En la galerada, se hizo economía de la consonante “t”, por lo tanto, el título ya no significaba ‘el honor que se tributa religiosamente a la vaca considerada una divinidad’, sino parecía responder a la descripción de una parte de su anatomía. En otro texto, una vocal desplazó a otra y quedó esta oración: “un gaucho sacudía la corona de su fiel caballo Agapito”, en lugar de la “carona”, ‘pedazo de tela gruesa acojinado que, entre la silla y el sudadero, sirve para que no se lastimen las caballerías’. Hasta aquí, hemos descripto la labor común de un corrector de editorial, pero, además, hoy se le exige una especialización en norma tiva de la redacción, más aún, de las distintas clases de redacción, pues se le puede encomendar la escritura de una introducción, un comenta rio en la tapa posterior de la obra o en las solapas; la organización de los índices del contenido de la obra y de los alfabéticos (de materias,
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antropónimos, topónimos, etc.); agregar notas, si las considera necesa rias -siempre con el permiso del autor-; titular ilustraciones, etcétera. Su nueva misión -la de corrector editor , o mejor, la de corrector redactor- consiste, pues, en dirigir la edición de una obra, cuidarla totalmente, para que sea compuesta e impresa, preparar el original para convertirlo en libro: el continente debe ser digno soporte del contenido. Esta etapa que tiene a su cargo el corrector editor es la de la preedición. Por ello, crece su responsabilidad intelectual, pues debe concebir la imagen extrínseca de la obra para darle un estilo gráfico y tipográfico en armonía con su contenido, con su mensaje. El corrector redactor es, al mismo tiempo, un técnico y un inte lectual. Sabemos que su tarea no consiste en “repasar” ligeramente un texto de acuerdo con su gusto o con su particular criterio, reemplazan do una palabra con otra, colocando una coma o tachando un punto y coma. Exige mucho más: profundos conocimientos de gramática, nor mativa, ortografía y lexicología de la lengua española; de ortografía técnica, es decir, de todos los elementos que conciernen a la tipografía, a la construcción material del texto: • voces o frases que han de ir en redonda, bastardilla o cursiva, versalitas, versales o mayúsculas, negrita; • función de los distintos tipos de letra; • indicación de diferentes cuerpos de las letras: fragmentos de texto que han de componerse en cuerpo mayor o menor; • disposición de títulos y subtítulos: su gradación según su importancia; • extensión de las sangrías; • número de líneas en blanco (antes y después de los subtítulos, por ejemplo); • tamaño de los márgenes; • estructura de los párrafos; • división ortotipográfica de palabras al final de la línea; • presentación de la bibliografía; • redacción correcta de las citas a pie de página;
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coincidencia de los números voladitos con las citas a pie de página; revisión exacta de las remisiones; estructura de cuadros sinópticos o de tablas; de epígrafes, dedicatorias e índices; de las grafías de topónimos y antropónimos, de abreviaturas, siglas y símbolos, de voces que pueden escribirse con tilde o sin ella, con j o con x, con b o con v, con c o con s.
Bien dice José Martínez de Sousa que, “desde la cubierta hasta la última página, el libro ha de ser un reflejo de sí mismo”216. Desde este punto de vista, el corrector redactor es un técnico, pero este técnico no puede dejar de ser un intelectual, un corrector de conceptos -por lo menos, los más importantes-, una persona de cultu ra para interpretar ese texto que tiene entre sus manos y ante sus ojos, para llegar al fondo de la materia de que trata la obra, a la propiedad de las ideas expuestas y hasta a la terminología, aunque ya un experto haya hecho la corrección de concepto. En síntesis, no se puede corre gir sin entender lo que se corrige, para evitar acciones como la de aquel corrector que leyó en un texto El arpa de Noé y se dijo de inmediato: “No, el aipa no era de Noé, sino de David”; entonces, después de haber llegado a esta brillante conclusión, corrigió: El arpa de David y tergiversó, en su totalidad, el contenido, pues el texto quedó así: El arpa de David tenía trescientos codos de largo, cincuen ta de ancho y treinta de alto, un tragaluz, una puerta a un costado y tres pisos. Allí metió parejas de animales, macho y hembra, para que vivieran con él. ¿Qué puede pensar un niño que lee semejante despro pósito? Lo primero que puede preguntar es dónde se insertaban las cuerdas para tocar ese fabuloso instrumento musical. Otro ejemplo: “Leyó la zaga de los Buendía, de Julio Cortázar”. El corrector no advirtió que saga debe escribirse con s, porque denota el ‘relato nove lesco que abarca las vicisitudes de dos o más generaciones de una familia’, y que Julio Cortázar no es su autor, sino Gabriel García Márquez. Estos disparates mayúsculos nos alertan acerca de que el ll6Diccionario de Tipografía y del Libro, 2.a edición, Madrid, Paraninfo, 1981, pág. 207.
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corrector redactor debe sumergirse en la obra hasta sus raíces. Leer con los ojos y con lo que tiene más allá de ellos: su cultura, pues, de lo contrario, como aquel desdichado “del arpa”, deshará el texto, lo tritu rará y hasta cambiará el orden natural. Como no es posible ser versado en todas las especialidades, debe saber seleccionar la bibliografía ade cuada que le permita verificar los datos expuestos por el autor del original y, al mismo tiempo, sugerir el agregado de otros. Para ello, es indispensable la consulta de un buen diccionario enciclopédico y, por supuesto, del Diccionario académico, en su última edición, y del D ic cionario de Autoridades. Además, es obligatoria la consulta de otros más específicos, como los diccionarios de abreviaturas, de americanis mos, galicismos, anglicismos, etimológicos, de antropónimos, bilin gües, biobibliográficos, de citas, geográficos, históricos, toponímicos, científicos y técnicos, de fraseología, modismos, de extranjerismos, de refranes, es decir, diccionarios especializados, de probada seriedad. El corrector redactor debe tener un amplio dominio de la norma tiva de la redacción no sólo para perfeccionar los originales suprimién dole defectos sintácticos, sino también para llevar a cabo sus propios escritos, para formar su estilo. Este corrector que, desde nuestro punto de vista, debe llamarse corrector redactor, deberá orientar también su formación hacia la didáctica de la escritura. El verbo redactar denota, en latín, ‘poner en orden’. Saber escribir es saber ordenar las ideas de acuerdo con el tema que ha de tratarse. El corrector redactor estará, entonces, muy bien preparado para:
• determinar las características de la redacción; • buscar la información necesaria y exigida por el tema de la compo sición; • elegir la clase de párrafo más adecuada: narrativo, descriptivo, expositivo-argumentativo, es decir, de enumeración, de secuencia, de comparación/contraste, de desarrollo de un concepto, de enun ciado/solución de un problema, de causa/efecto; • diferenciar las introducciones de las conclusiones y elegir las más convenientes según el tipo de escrito: introducción o conclusión
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síntesis, con anécdota, con breves afirmaciones, introducción o con clusión cita, interrogante, analogía; dominar la puntuación; dominar el uso de la coordinación y de la subordinación; resolver sus dudas lingüísticas con bibliografía adecuada; controlar el orden de las palabras en la oración, es decir, cuidar su arquitectura; eliminar palabras superfluas y repeticiones innecesarias; usar las reglas de autocorrección para revisar la forma de su escritura; la estructura formal de los títulos; diferenciar los géneros literarios; un escrito informativo de un escrito creativo o científico; advertir el papel de la instrucción gramatical, el valor de la gramáti ca para llevar a cabo la tarea de redacción; cuidar el uso preciso de las palabras.
Esta formación que exigen los nuevos rumbos editoriales le per mitirá al corrector dejar de luchar a brazo partido con un idioma que no es fácil dominar, aunque sea el materno; lo ayudará a escribir según las leyes gramaticales y no, negligentemente, de acuerdo con el senti do, es decir, según le suena. Pensar en lo que se ha de escribir y en cómo se ha de escribir es la clave de la nueva labor. Nosotros tenemos siempre a nuestro alcance un dicho que no encierra más que la verdad: “Si se escribe con justeza, se corrige con destreza”, pero no, lo contra rio. El corregir con cierta soltura no significa saber escribir bien. Y saber escribir bien no implica volcar todo el diccionario en la página, porque eso no es erudición, sino ignorancia. El corrector necesita, entonces, especializarse y actualizarse con tinuamente para dignificar su profesión, para no ponerle límites a su trabajo, y que éste sea cada vez más solicitado y respetado. No puede vivir entre signos de interrogación, verdaderos ganchos a los que se aferran las dudas, o de exclamación, para admirarse de todo lo que no sabe; menos aún, puede vegetar después de los puntos suspensivos,
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donde empieza el umbral de la incertidumbre, de las vacilaciones, de la nada. Sirva la metáfora para que cada corrector tome conciencia de que debe tener respuestas seguras para dar luz a los textos y de que debe demostrar solidez como profesional, porque serlo significa ejer cer el cargo con relevante capacidad y esmero. La especialización de corrector editor o redactor abre un nuevo camino, siembra una nueva oportunidad: la del esfuerzo fecundo para ser mejores.
LA CORRECCIÓN DE TEXTOS
La palabra corrección proviene del latín corrigere, ‘enderezar lo torcido’, ‘poner derecho’; c o rrecto r, del latín correctorcorrectoris, ‘el que corrige, reforma o enmienda’. En latín, la correctura era la ‘función del corrector’, y correctum, ‘enderezado, corregido, mejorado’. El corrector de textos es la persona encargada de corregir los originales que un autor entrega en la editorial y las pruebas o mues tras de la composición tipográfica, que se sacan en papel ordinario para señalar en ellas los errores que contienen, de suerte que puedan enmendarse antes de tirarse el pliego. El texto La palabra texto (del latín textus, ‘tejido, contextura de un discur so’, y éste del griego, ‘arte’) es todo lo que se dice en el cuerpo de la obra manuscrita o impresa, a diferencia de lo que en ella va por sepa rado (portadas, notas, índices, etc.) y constituye el paratexto (para-, prefijo que proviene del griego y denota ‘junto a’, ‘al margen de’, ‘contra’). Texto es, también, el pasaje citado de una obra. La página La palabra página (del latín pagina, ‘emparrado’; ‘cuatro hileras de vides unidas en forma de rectángulo’; ‘espaldar rectangular’; ‘co lumna o página de escritura’) nació como vocablo rústico. Deriva de la raíz del verbo latino pangere, ‘sujetar, anexar, componer, redactar’.
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La tipografía La palabra tipografía (del griego, ‘tipo’, pieza de metal de la imprenta en que está de realce una letra u otro signo) significa ‘im prenta’, ‘arte de imprimir’ y ‘lugar donde se imprime’. Clases de correcciones que se realizan en una editorial 1) Corrección de originales. Es la corrección de la obra original en tregada por el autor, para indicar los errores de lenguaje (ortográfi cos, morfosintácticos, semánticos o de significado, léxicos, etc.) y para adecuarla a las características de la futura impresión (títulos centrados o no, tipos de letra, tamaño de las letras, etc.). Original presentado por un autor (texto para corregir): El año pasado en Octubre he leído la novela “La desgracia de los Ovnis”, de mil una página. Me reí muchísimo, tanto que ni bien lo terminé, advertí que no sabía de qué trataba. Por supuesto, mi risa no provenía de su significado sino de su escritura. Su sintaxis me bloqueó el cerebro. El “de que” se repite dos mil veintiún veces y en una sola página cincuenta y nueve. La locución de acuerdo a, un anglicismo cabal, aparece mil novecientas noventa y nueve veces. El galicismo lugares a descubrir, ciento quince. Los gerundios simples y compues tos, sobretodo estos últimos, se multiplican indecentemente desbor dando la prosa abigarrada. Me cansé de contarlos, es por eso que no sé cuántos hay. No hablemos del inexacto pretérito imperfecto de Sub juntivo en lugar del pretérito perfecto simple de indicativo: “Como dijera ayer Xuloal la tierra parece inhabitable”. La autora además tien de a las palabras con o y hay oraciones que empiezan y terminan con la misma como cuando uno de esos hombrecitos oriundos de algún Planeta Superior del nuestro dice “Oh!, horror, no, no soporto aereos oleajes sombríos en estas noches terráqueas, de olorosos y hondos olivos coronados! ¿Que habrá querido decir? Creo, señor mío, que esta autora, vive en perpetuo asombro y nos deja boquiabiertos. Se olvidó que las palabras “olmo”, “dolor”, “color”, “sopor”, “cóndor”,
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“poro”, “jopo”, “topo” le hubieran servido mucho -no hay tantos sustantivos con dos oes, aunque abrí el Diccionario y encontré olopopo217, jcon cuatro oes!- pero los extraterrestres no conocen esas realidades tan nuestras. Por lo menos eso creo yo. Tampoco se dio cuenta que un planetícola no sabe que es un olivo. Creo que la desgra cia de los ovnis -el título es adecuado- ha sido aterrizar en las páginas de este librejo. ¡Divertidísimo! ¡Un manjar para el aburrimiento de los terrícolas jubilados! Ahora busco apasionadamente en las librerías una novelas llena de ies o ues. No sé si lo encontraré, pero no dejaré de buscar. Tal vez algún lunático la haya escrito.
217Ave rapaz nocturna de gran tamaño, que abunda en la costa del Pacífico.
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SE1 adjetivo "terráqueo" se refiere solamente ai globo o esfera terrestre. En este caso, debió escribirse "noches terrenas", “noches terrenales” o "noches terrícolas". ‘Ave rapaz nocturna de gran tamaño, que abunda en la costa del Pacífico. 7EI guión nunca puede reemplazar a la raya. Tiene sus funciones específicas. Si se escribe con la computadora, la rava se encuentra en A LT+0151. "'Supuesto habitador de cualquiera de los planetas, exceptuada la Tierra*. ’Aquí se colocan comillas, porque el autor del texto no se refiere, en realidad, al titulo de la novela, sino a su significado. Entonces, debe destacarse de esta manera. "’’Habitador de la Tierra'. Es un sustantivo de género común: “el terrícola", “la terrícola". Puede usarse también como adjetivo, como sinónimo de "terrestre'1.
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2) Corrección tipográfica. Es la corrección de primeras pruebas o de galeras o galeradas (pruebas no paginadas)218 que se realiza me diante los signos de corrección tipográfica2X9. Estos signos se clasi fican en llamadas, rectificaciones y señales. Llamadas
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Las llamadas se colocan sobre la letra, la palabra o el lugar que corresponda, y se repiten en el margen derecho acompañadas de las correspondientes enmiendas, que se escribirán a la derecha del signo. Si en la misma línea se incurre varias veces en el mismo error (por ejemplo, unir letras o faltan palabras), basta con expresar una sola vez el signo.
ílsEl nombre galera o galerada proviene de galera o galerín, ‘tabla guarnecida por tres de sus lados de unos listones con rebajo, en que entra otra tablita delgada que se llama volandera. Servía para poner las líneas de letras que iba componiendo el oficial cajista para formar con ellas la galerada’. 219Según José Martínez de Sousa, los signos de corrección tipográfica “son anteriores a la invención de la imprenta; los primeros correctores de manuscritos los crearon para corregir el trabajo de los copistas, señalando al margen los signos que indicaban la corrección; éstos tenían semejanza con distintas letras griegas, semejanza que aún conservan, si bien ligeramen te modificada. Los signos de corrección son internacionales; se usan en casi todos los países, con muy ligeras diferencias. Tales signos tienen sólo un significado convencional, perfecta mente conocido por correctores, cajistas y teclistas, así como por otras personas directamente relacionadas con la imprenta, como los escritores y los traductores” {Diccionario de Tipogra fía y del Libro, ed. cit., pág. 252). El signo tipográfico £ se denomina dele o deleátur (del latín delere, ‘borrar, destruir, suprimir, tachar, lavar, limpiar’; dele [imperativo] significa ‘suprímase’; deleátur [3.a persona singular del presente del modo subjuntivo, voz pasiva] denota ‘que sea suprimido’). Se asemeja a la letra griega zeta. Escribió Cicerón: Rúbeo, mihi crede; sed jam scripseram, delere nolui (“Me avergüenzo, créeme, pero ya lo había escrito y no quise borrarlo”). La palabra dele está registrada en la vigésima segunda edición del Diccionario académico como sustantivo masculino: el dele; deleátur no aparece registrada. Es un signo con el que el corrector indica, en el margen de las pruebas, que ha de suprimirse una letra, palabra, frase, línea, párrafo, etcétera. Algunos correctores no emplean el dele, sino un signo parecido a la letra griegaJi (tp).
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Rectificaciones
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Las rectificaciones se colocan también sobre el texto y en el mar gen derecho, después de las llamadas. Señales n J I- o ^ - T ~ trrj c?—
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Las señales se indican sólo en el texto, tanto en la corrección de originales como en la tipográfica. En esta última, pueden repetirse en el margen derecho por razones de claridad. Estas primeras pruebas impresas carecen de numeración definiti va. El corrector debe cotejar la primera impresión del texto o galerada con el original ya corregido por él. Observa atentamente si se han enmendado los errores del original, si se han deslizado nuevos errores (por ejemplo, la alteración de una fecha, un punto y coma fuera de lugar, un apellido con minúscula), si se han respetado las sangrías o b lan c ^ ^ aH ^ ^ é n zo de cáda pán'afo), el tipo de letra señalado, la ubkaeión de las citas textuales, etcétera. En síntesis, el corrector verifioaTsi las correcciones que ha realizado sobre el original han sido volcadas en la galerada. Coloca los signos en el mar gen derecho, en eHnismo orden en que aparecen los problemas en el texto. Si elmismo error se repite dos o tres veces en una misma línea, colocarártíha sola vez en el margen el signo que lo indique. / Corrección de la primera impresión del texto o galerada (se coteja con la corrección del original):
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3) Corrección tipográfica final o corrección de página. Tam bién recibe el nombre de armado o de segundas pruebas, pruebas paginadas, compaginadas o pruebas de página. Corregidas las galeradas, se realiza la impresión final. Las páginas ya aparecen nume radas como han de ir en el libro. El corrector debe cotejar estas prue bas con las galeradas anteriormente corregidas. Este es el paso anterior a la impresión definitiva. .220 Las erratas1
Según el Diccionario académico, la errata es la equivocación ma terial cometida en lo impreso o manuscrito. Por ejemplo: Tiene una enfermedad incwipbté™ (por “incurable”). Una mujer murióayeíal ser arrastrada por un tren cuando había intentando (por rítentado’Tascéñder con la fomación (por “formación) en marcha en la estació (por “estación”) Bemal. 220Este tema ha sido muy bien desarrollado por José Esteban en su obra Vituperio (y algún elogio) de la errata, 2.a edición, Madrid, Renacimiento, 2003. “ 'El incunable es la edición hecha desde la invención de la imprenta hasta principioS del siglo XVI.
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El célebre economista falleció a los 888 (por “88”) años. “El rey Jorge V de Gran Bretaña, primo del zar y abuelo de la reina Isabel, no autorizó a Nicolás y su familia a establecerse como exialados (por “exiliados”) en Londres...”222 “...con la colaboración del Laboratorio de Investigación y Producciójón (por “Producción”) Musical...”223 “...en Palermo no hay garantías nímimas (por “mínimas”) de paridad entre los profesionales”224. “El alcalde forró a los electores para obligarlos a volar” (por “forzó” y “vo tar”)225. “Se lava, cose y plancha sopa” (por “ropa”)226. “Muchos funcionarios han sido ascendidos para premiar sus vicios especiales” (por “servicios”)227. “La sensible dama dirigía a su esposo miradas de apasionada ternera” (por “ternura”)228.
La lista de erratas descubiertas en una obra recibe el nombre de fe de erratas. Se imprime en forma de cuadro y se agrega a la obra para que el lector haga una lectura correcta.
222Buenos Aires, La Nación, 1992. 223Ibídem. 224Ibídem. 225José ESTEBAN, op. cit., pág. 14. 22
TRABAJO ESPECÍFICO DEL CORRECTOR
1) El corrector no debe cumplir, desde ningún punto de vista, la fun ción de “coautor”. Por razones éticas, debe respetar siempre el texto presentado por el autor, a quien consultará tantas veces cuantas fueren necesarias. 2) Su labor debe ser objetiva; no puede realizar correcciones de acuer do con su gusto o con su estilo personal. 3) Su trabajo específico reside en corregir los errores229 que correspon den a los siguientes aspectos: a) gráfico (puntuación, ortografía, mayúsculas, minúsculas, etc.); b) morfológico (género, número, conjugación verbal, etc.); c) sintáctico (concordancia, régimen, etc.); d) semántico (repeticiones, ambigüedad, etc.); e) léxico (galicismos, anglicismos, italianismos, neologismos, etc.). 4) Ser corrector no significa solamente leer y corregir, sino también fundamentar las observaciones realizadas -en caso de que el autor así lo requiera- de acuerdo con una bibliografía especializada y actual. El saber con precisión cada una de las normas sobre la base de las cuales corrige revelará su auténtica profesionalidad. 5) No debe introducir otras correcciones en el texto después de haber \ conversado con el autor acerca de las ya señaladas. 6) No puede poner en tela de juicio la idoneidad del autor respecto de los Contenidos o de las características de su estilo. Leamos el si guiente ejemplo:----- —“Uno, a veces, pasa por un “reblán”, por fío decirte algo mucho peor, debido al excesivo celo de los demás”. Me cuenta Adolfo BioyCasares y agrega: “Fíjate que “ 9Es conveniente que el corrector use tinta roja o verde para que sus enmiendas sean claras. Debe evitar el empleo de lápiz o de bolígrafo negro. \
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se acaba de publicar un librito sobre mi: Bioy Casares a la hora de escribir, y el corrector de estilo quiso, para mostrar su competencia, completar lo que supuso una distracción mía. En una de las preguntas que me hacen, al contestar, me acuerdo de que dije: “Mi amigo, Mujica Lainez”. Entonces, el corrector decidió anteponer el nombre al apellido y, poco informado (el libro apareció en Barcelona) o distraído, puso: “Mi amigo, Enrique Mujica Lainez”. Decime: ¿no quedo como un perfecto imbécil reblandecido que confundo Manuel por Enrique?
Este hecho que cuenta Bioy Casares, y que suele ocurrir en la editorial, corrobora nuestra advertencia.
Carta de Miguel de Unamuno a un corrector del diario El Sol, de Madrid Unas palabras -más de cuatro-, mi estimado y paciente colaborador, sobre su función respecto a mis artículos. En los que, ya impresos, suelen aparecer erratas que si son leves, como una de hoy en que aparece resuelve donde escribí revuelve, otras obedecen, me figuro, a no tener a la vista, al corregir las capillas, mis originales y observar ciertas peculiaridades, algunas heterográficas, de este mi dialecto personal que el otro día me dijo Menéndez Pidal que es un supercastellano. Así, un día cuando yo escribí engeño, añadiendo que es voz desaparecida, me pusieron ingenio, que es la actual; otra vez pusieron desesperado donde yo decía desperado; en mi artículo sobre el mozo de la pedrada se me corrigió el malencónico que eS la forma corriente en el campo salmantino- por el oficial melancólico. Y etc. Le ruego, pues, que tenga a la vista mis originales, ya que es naturalísimo e inevitable que el tipógrafo se deje llevar de lo corriente y lea lo que está habituado a leer. Y no pretendo que se me respeten ciertas peculiaridades heterográficas, como escojer, cojer, recojer, lijero, etcétera (como acentúo telegrama, y así lo pronuncio). Y a este caso, le contaré lo que una vez me ocurrió al enviarme segundas pruebas de un libro. En el que yo suprimía ¡claro está! todas esas letras absurdas como las p, b y s de septiembre, obscuro, inconsciencia, suscriptor, etcétera. Había tachado una p de septiembre, y en segundas pruebas me la vuelven a colar con un marginal “¡ojo!”. Volví a tacharla, y el “¡ojo!”, y en vez de éste, puse: “¡oído!”. Y basta de tiquismiquis gramaticaleros. Procuro escribir con estas patitas de mosca lo más claro posible -aborrezco la mecanografía tanto como la telefonía- y espero que me tolerarán mis dialectismos individuales y hasta mis peculiaridades heterográficas. Le saluda M iguel de U namuno
¿QUÉ DEBE CORREGIRSE EN UN TEXTO?
1) Oraciones muy extensas. 2) Uso erróneo de los conectores (sin embargo, en cambio, por el contrario, es decir, sobre todo, en efecto, por ejemplo, etc.) 3) La puntuación (Signos de puntuación y signos auxiliares de pun tuación. Por ejemplo, si el trabajo contiene cifras con decimales, se observarán con gran cuidado, pues una coma mal colocada puede alterar el texto). 4) La correlación de los tiempos verbales. 5) Las repeticiones innecesarias. 6) La rima entre palabras (en textos en prosa). 7) El uso del artículo. 8) El empleo de barbarismos (arcaísmos, neologismos, pleonasmos, ---- solecismos, vulgarismos, extranjerismos [galicismos, italianismos, anglicismos, germanismos, etc.]). 9) El usodel gerundio. 10) Los casos'de laísmo, leísmo y loísmo. 11) El orden de laSpalabras en la oración. 12) El uso de las preposiciones (¿faltan o sobran?) 13) El uso de mayúsculas y de^niqúsculas. 14) La ortografía (si una palabra tiene^Joble grafía y el autor usa las dos formas [reuma-reúma], el corrector optará por una para unificar). 15) La división de las palabras al final de las líneas. 16) La concordancia entre el sustantivo que cumple la función de sujeto y el verbo. \ 17) La concordancia entre sustantivos y adjetivos. \ 18) La concordancia de los pronombres le-les (objeto mdirecto) con el objeto indirecto de la oración. 19) Presentación de los títulos. /
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20) Presentación de los subtítulos. 21) Los tipos de letra (por ejemplo, si destacamos una palabra con negrita, es innecesario el uso de comillas). 22) Revisar los nombres propios extranjeros. 23) Observar cómo aparecen en el texto las palabras extranjeras. 24) Los títulos de obras en otros idiomas con su correspondiente tra ducción entre paréntesis. 25) Las citas colocadas a pie de página (correspondencia de los núme ros voladitos con el concepto que aparece en el cuerpo del escrito; verificación de la completitud de las citas). 26) La repetición innecesaria de la misma cita en distintas páginas del trabajo. 27) La repetición innecesaria de la misma definición en distintas pági nas del trabajo. 28) Citas muy extensas (el corrector hablará con el autor para realizar -con su autorización- un resumen de esas citas; el objetivo es ahorrar espacio). 29) Verificar el exacto significado de cada palabra, pues muchas veces se usa un término con el significado de otro. Es común, por ejprr>plo, esta oración: En esa reunión, nadie pasó desapercibido. Corrección: En esa reunión, nadie pasó inadvertido,
desapercibido. Adjetivo. No apercibido, desprevenido, inadvertido. Dícese del que no advierte o repara en las cosas que debiera. // 2. No advertido. 30) El uso de las abreviaturas (en un texto, las palabras deben abreviarse siempre de la misma forma, aunque existan para ellas dos o más abreviaturas correctas). 31) El uso de las siglas (en el trabajo, deben usarse siempre las mis mas siglas). 32) Las figuras o las ilustraciones (Si la obra contiene figuras o ilus traciones, deberá observarse que no falten o que no aparezcan fuera de su contexto).
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SIGNOS DE CORRECCIÓN DE IMPRENTA
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Te diremosflagujita!
n”
Agregar comillas.
j í v a r o es tu primo?
M
Colocar o suprimir tildes.
Fu /su abuelo.
/t
2.$*edicióu edición
Tt
iraqueotonuaj
1
Corregir letras y números volados. 2.‘ edición
i
raqueotomía1
Es una mñj.
A
Cambiar letras.
En cajf de Leonor.
7*
Faltan letras.
de la madre y’Jta hija
Fallan palabras.
Marioy/argas Llosa
4
Colocar mayúscula.
El fie m e s iremos.
ñ
Colocar minúscula.
Escriba extemporal.
liappv end
/vwwv*Sftk' cucs.
No ¿ccptaGugerencias)
Use jabón de tocador.
'-NAniero volado.
Usar negrita.
Usar cursiva.
Usar letra redonda.
Vtrjiktí,
Usar VERSALITAS. JABÓN DE TOCADOR
NORMATIVA LINGÜÍSTICA ESPAÑOLA Y CORRECCIÓN DE TBXTOS
Usar VERSALES. CIEN AÑOS DE SOLEDAD
i/tr jil
í Hoy vendrán a visitarnos Pedro y su familia.
j* Hoy vendrán a visitamos Pedro y su familia.
Sangría anormal.
t
Dejar sangría.
Ì
(¡ Hoy vendrán a visitamos Pedro y su familia.
<
No crea qiiefperdón por esto.
7
Eliminar sangría.
V ü it tL Falla frase.
t
Deseo destacar la voz goenia.
No{¡ c j c m o s)eso alii.
Esa 1 l u / 1 me molesta 1 mucho.
No espaciar palabra.
1-
¡| El silencio es el sol llque madura los frutos <1 del alma.
Todos mentían y mentían.*^ *-Y esa memif¡MHie los desunía les impedia ver.
Igualar el espaciado. Alinear rnlicalm ente.
! —»
c ---------
íin 167(1. nace en un pueblo^, íwnuy pobre. Desde sus prim eros^ños, < ; — lee y escribe con verdadera pasióV
Hasta aquí, la coma.[El pumo y coma se usa poco hoy.
Espaciar palabra.
Punto.y seguido.
Seguir en la misma línea. ^
Punto y aparte.
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CLASES DE LETRAS USADAS EN IMPRENTA
REDONDA O REDONDILLA, redonda o redondilla230 (rda.) CURSIVA, ITÁLICA o BASTARDILLA231; cursiva, itálica o bas tardilla (curs.)
NEGRITA o NEGRILLA232, negrita o negrilla (negr.) VERSAL233 VERSAL REDONDA VERSAL CURSIVA 230La letra redonda tiene forma vertical y circular. Dice José Martínez de Sousa que esta clase de letra “no actúa de diacrítico, salvo en un texto escrito en cursiva” (Dicciona rio de Ortografía Técnica, Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Pirámide, 1987, pág. 189). 23lLa bastardilla es la letra de imprenta que imita a la bastarda o letra de mano (la que se hace al escribir con lápiz, bolígrafo, etc.), inclinada hacia la derecha. Se usa para destacar en un trabajo títulos de libros (Una excursión a los indios ranqueles, de Lucio V. Mansilla), revistas (Noticias), diarios (La Prensa), vocablos de nuestra lengua, vocablos extranjeros no españolizados (boutique), para transcribir algún texto en el cuerpo de un trabajo, etcétera. Hoy se la llama cursiva o itálica, pues en Italia apareció por primera vez. Fue introducida por el impresor, editor y humanista veneciano Aldo Manucio (1450-1515) en 1501. Se basaba en una forma de escritura de principios del siglo XV (Cf. “Historia de los tipos cursivos. Orígenes y evolución” [en línea]. Dirección URL: [Consulta: 23 de enero de 2004]). 232La letra negrita es la gruesa que se destaca de los tipos ordinarios y resalta en el texto. Se usa en libros para destacar títulos y subtítulos de capítulos y de párrafos, y en diarios, para destacar títulos, sumarios, etc. 233La letra versal es la mayúscula de imprenta. Su nombre proviene de la palabra verso, por emplearse esta clase de letra como inicial de cada uno de ellos.
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VERSAL NEGRITA VERSALITA O VERSALILLA234 (verS.) VERSALITA REDONDA VERSALITA NEGRITA VERSALITA CURSIVA
LETRA DE CAJA ALTA o VERSAL, MAYÚSCULA (c. a.) letra de caja baja o minúscula (c. b.)
M4La letra versalita (diminutivo de versal) es la mayúscula igual en tamaño a la minús cula de la misma clase.
BIBLIOGRAFÍA QUE DEBE CONSULTAR EL CORRECTOR235
De acuerdo con las características del texto que corrija, el correc tor deberá tener en cuenta la siguiente bibliografía: 1. Diccionario de la Real Academia Española (su última edición). 2. Diccionario Panhispánico de Dudas (Real Academia Española). 3. Ortografía de la Lengua Española (Real Academia Española)236. 4. Vocabulario científico y técnico (Real Academia de Ciencias Exac tas, Físicas y Naturales)237 y otros diccionarios de las ciencias. 5. Diccionarios jurídicos. 6. Diccionarios literarios. 7. Diccionarios de periodismo. 8. Diccionarios de uso del español 9. Diccionarios normativos, es decir, de dudas y dificultades de la lengua española. 10. Obras sobre Gramática Española 11. Diccionarios etimológicos 12. Diccionarios de verbos 13. Diccionarios de preposiciones 14. Diccionarios de sinónimos y antónimos. 15. Diccionarios de ideas y expresiones afines 16. Diccionario de argentinismos. 235En la Bibliografía de este libro, figuran algunas de las obras más recomendadas para que el corrector forme su biblioteca profesional. “‘Madrid, Espasa, 1999. 2373.a edición, Madrid, Espasa, 1996.
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17. Diccionarios de americanismos. 18. Diccionarios de anglicismos 19. Diccionarios de galicismos 20. Diccionarios de expresiones y frases latinas 21. Diccionarios enciclopédicos. 22. Diccionarios de gentilicios 23. Diccionarios fraseológicos 24. Diccionarios de topónimos 25. Diccionarios de Geografía 26. Diccionarios de Tipografía 27. Diccionarios de abreviaturas y siglas
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ÍNDICE
Prólogo....................................................................................9 ¿Qué es la normativa lingüística española?....................... 13 Cada “cosa” a su tiempo......................................................29 El quid pro quo..................................................................... 37 ¿Un “como que” redivivo?.................................................. 51 El uso de “como” .................................................................. 59 Extranjerismos, préstamos, calcos y falsos cognados...... 81 Normas de concordancia................................................... 101 El corrector de textos........................ ................................ 115 La corrección de textos......................................................125 Trabajo específico del corrector.......................................135 ¿Qué debe corregirse en un texto?....................................137 Signos de corrección de imprenta.....................................139 Clases de letras usadas en imprenta..................................143 Bibliografía que debe consultar el corrector...................145 Bibliografía......................................................................... 147
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