VICTIMOLOGIA VICTIMOLOGI A ORIGEN, CONCEPTOS, CLASIFICACION Y TEORIAS
Hay ciertas pistas en la escena de un crimen que por su naturaleza nadie puede recoger o examinar, ¿Cómo se recoge el Amor, la Ira, el e l Odio, el Miedo…? son cosas que hay que saber buscar. ” Dr. James T Reese.
S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
1
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Dedicamos el presente trabajo a nuestros padres, quienes a lo largo de nuestras vidas han velado por nuestro bienestar y educación siendo nuestro apoyo en todo momento, depositando su entera confianza en cada reto que se nos ha presentado sin dudar ni un solo momento en nuestra inteligencia y capacidad.
S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
2
INTRODUCCION
ERROR! BOOKMARK NOT DEFINED.
OBJETIVOS
8
OBJETIVOS GENERALES OBJETIVOS ESPECIFICOS
8 9
CAPITULO I
9
1.
9
ANTECEDENTES
1.1. ORIGEN, FUNDAMENTO Y EVOLUCION 1.2. PASADO DE LA VICTIMOLOGIA 1.2.1. UNA BRECE HISTORIA DE LA VICTIMOLOGIA 1.2.2. EVOLUCION RECIENTE EN VICTIMOLOGIA 1.3. VICTIMOLOGIA HOY 1.3.1. CONSOLIDACION 1.3.2. RECOPILACION DE DATOS Y FORMULACION DE TEORIA 1.3.3. MODELOS TEORICOS 1.3.4. NUEVA LEGISLACION EN EL MUNDO 1.3.5. COMPENSACION A LA VICTIMA 1.3.6. RESTITUCION DEL OFENSOR 1.3.7. MEDIACION PENAL 1.3.8. SERVICIOS A LAS VICTIMAS
9 11 11 13 15 15 16 18 19 20 22 23 23
2. 3.
24 25
3.1. 3.2. 3.3. 3.4. 3.5. 3.6. 3.7. 3.8. 3.9. 4.
4.1. 4.2. 4.3. 4.4. 4.5. 5. 6.
¿QUE ES LA VICTIMOLOGIA? CONCEPTOS BASICOS
VICTIMA VICTIMARIO VICTIMIZACION DESVICTIMIZACION VICTIMAR VICTIMANTE VICTIMOGENO O FACTOR VICTIMOGENO VICTIMIZABLE O VICTIMABLE VICTIMIDAD CONCEPTOS EXTRAS
VICTIMOLOGIA CLINICA VICTIMOLOGIA CRIMINOLOGICA VICTIMOLOGIA FORENSE VICTIMOLOGIA PENINTENCIARIA FILOSOFIA VICTIMOLOGICA IMPORTANCIA OBJETO DE ESTUDIO
R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C ,
27 N
27 27 28 28 28
E
28 30 T
32 32
7.
34
7.1. CARÁCTER EMPIRICO
IA
25 25 25 26 26 26 26 27 27
6.1. QUE ES UNA VICTIMA 6.1.1. DOCTRINA METODOLOGIA
S
GI R O | AI G O L O MI CI V
34
3
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
7.2. INTERDISCIPLINARIO
41
8.
42
CARACTERISTICAS GENERALES
CAPITULO II
45
1.
45
VICTIMA, VICTIMOLOGIA Y CRIMINOLOGIA
1.1. CONCEPTO DE VICTIMA EN LA NORMATIVA INTERNACIONAL 1.2. TIPOS DE VICTIMA 1.2.1. CLASIFICACION SEGÚN JIMENEZ DE ASÚA 1.2.1.1. VICTIMA DETERMINADA 1.2.1.2. VICTIMA INDIFERENTE 1.2.1.3. VICTIMA RESISTENTE 1.2.1.4. VICTIMA COADYUVANTE 1.2.2. CLASIFICACION SEGÚN B. MENDELSOHN 1.2.3. CLASIFICACION DE FATTAH 1.2.4. CLASIFICACION DE SHAFER 1.2.5. CLASIFICACION DE LANDROVE 1.2.5.1. VICTIMAS NO PARTICIPANTES O FUNGIBLES 1.2.5.2. VICTIMAS PARTICIPANTES O INFUNGIBLES 1.2.5.3. VICTIMAS FAMILIARES 1.2.5.4. VICTIMAS COLECTIVAS 1.2.5.5. VICTIMAS ESPECIALMENTE VULNERABLES 1.2.5.6. VICTIMAS SIMBOLICAS 1.2.5.7. FALSAS VICTIMAS 1.2.6. OTRAS CATEGORÍAS DE VÍCTIMAS 1.2.6.1. MENORES VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL 1.2.6.2. VÍCTIMAS DE AGRESIÓN SEXUAL 1.2.6.3. VÍCTIMAS DE TERRORISMO 1.2.6.4. VICTIMAS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO 1.2.7. VICTIMIZACIÓN SEXUAL 1.2.7.1. EDAD, GÉNERO, VOLUNTAD 1.2.7.2. LAS VÍCTIMAS 1.2.7.3. VIOLACIÓN 1.2.7.4. PROSTITUCIÓN 1.2.8. VICTIMIZACIÓN PATRIMONIAL 1.2.8.1. ROBO 1.2.8.2. FRAUDE 1.2.8.3. CHANTAJE 1.2.8.4. ROBO A TRANSEÚNTE Y A CUENTAHABIENTE 1.3. ACEPCIONES MÁS AMPLIAS EN VICTIMOLOGIA 1.4. VICTIMAS DE INTERES CRIMINOLOGICO 1.5. VICTIMA, ENTRE VICTIMA Y VICTIMARIO 1.5.1. RELACIONES ENTRE VICTIMA Y VICTIMARIO
45 47 48 48 48 48 48 48 50 51 51 51 51 52 52 52 53 53 53 53 55 57 58 59 60 61 62 63 63 65 66 67 68 69 70 72 73 S
2.
74
V
VICTIMOLOGIA GENERAL
AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI
4
3.
VICTIMOLOGIA PENAL
75
3.1. VICTIMOLOGIA Y SISTEMA PENAL
76
4.
78
VICTIMOLOGIA Y LA ACCION CIVIL
4.1. CONCEPTO 4.2. CARACTERISTICAS
78 79
CAPITULO III
81
1.
81
CONSECUENCIAS DEL PAPEL DE VICTIMA
1.1. TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMATICO 1.1.1. CONCEPTO 1.1.2. DURACIÓN 1.1.3. TRASTORNOS ASOCIADOS 1.1.3.1. SÍNTOMAS DEPENDIENTES DE LA EDAD 1.1.4. CRITERIOS DIAGNOSTICOS SEGÚN EL DSM 1.1.5. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE LA CIE-10 1.1.6. EL ESTRÉS POSTRAUMATICO EN LAS VIOLACIONES 1.1.6.1. LAS SECUELAS 1.1.7. FASES DEL ESTRÉS POSTRAUMATICO EN LA VIOLACION 1.1.7.1. FASE AGUDA (desorganización) 1.1.7.2. REACCIONES DURANTE LA PRIMERA SEMANA 1.1.7.3. EL PROCESO A LARGO PLAZO (reorganización) 1.1.7.4. PESADILLAS 1.1.8. REACCION SILENCIOSA ANTE LA VIOLACION 1.1.9. ESTRES POSTRAUMATICO EN MENORES 1.2. VIOLENCIA AUTOINFLINGIDA 1.2.1. HISTORIA 1.2.2. PUNTOS DE VISTA 1.2.2.1. PUNTO DE VICTA RELIGIOSO 1.2.2.2. PUNTO DE VISTA FILOSOFICO 1.2.2.3. PUNTO DE VISTA PSICOLOGICO Y SOCIOLOGICO 1.2.3. AUTOLESIONES 1.2.4. FACTORES PSICOLÓGICOS JUSTIFICANTES 1.2.4.1. MUERTE COMO REUNION 1.2.4.2. LA FANTASIA DEL RENACIMIENTO 1.2.4.3. ABANDONO O DESQUITE 1.2.4.4. LA VENGANZA 1.3. EL INFORME PERICIAL Y LA ENTREVISTA 1.3.1. ELABORACIÓN DEL INFORME PSIQUIÁTRICO 1.3.2. CARACTERISTICAS DEL INFORME 1.3.3. LA ENTREVISTA A LA VICTIMA 1.3.4. TIPOS DE ENTREVISTA 1.3.5. CONDICIONES PARA LA REALIZACIÓN DE LA ENTREVISTA 1.3.5.1. MODO DE ACCESO 1.3.5.2. LUGAR DE LA ENTREVISTA 1.3.5.3. DURACION
81 81 83 83 84 85 87 87 88 89 89 90 90 91 92 92 93 93 93 93 94 94 95 96 96 96 96 96 97 97 97 98 99 101 101 101 101 S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
5
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
1.3.6. FASES DE LA ENTREVISTA 1.3.6.1. FASE INICIAL 1.3.6.2. FASE INTERMEDIA 1.3.6.3. FASE FINAL 1.3.6.4. ENTREVISTA A FAMILIARES Y CONOCIDOS 1.3.7. ENTREVISTA AL VICTIMADOR 1.3.8. VALORACION DEL TESTIMONIO
102 102 102 103 103 103 104
2. 3. 4.
105 106 107
LA VICTIMOLOGIA Y LA VICTIMODOGMATICA AUTONOMIA DE LA VICTIMOLOGIA VICTIMOLOGIA VS CRIMINOLOGIA (INDEPENDENCIA)
4.1. APROXIMACIONES TEORICAS A LA DISCIPLINA 4.1.1. VICTIMOLOGIA POSITIVISTA 4.1.2. VICTIMOLOGIA RADICAL 4.1.3. VICTIMOLOGIA CRÍTICA 4.2. PROCESO DE VICTIMIZACION 4.2.1. VICTIMIZACION PRIMARIA 4.2.2. VICTIMIZACION SECUNDARIA 4.2.3. VICTIMIZACION TERCIARIA 4.3. LA CIFRA NEGRA 4.4. ENCUESTAS DE VICTIMIZACION 4.5. POLITICA VICTIMOLOGICA 4.6. ASISTENCIA A LA VICTIMA DEL DELITO
107 107 110 111 113 113 113 114 114 115 116 118
5. 6.
PAPEL EN LA PROTECCION DE LA VICTIMA ESTRATEGIAS PREVENTIVAS
120 120
6.1. PREVENCIÓN SITUACIONAL-MEDIOAMBIENTAL 6.2. PREVENCIÓN SITUACIONAL-COMUNITARIA
121 123
7. 8.
125 125
PRECAUCION ETICA PERSPECTIVAS TEORICAS Y METODOLOGICAS RECIENTES
8.1. VICTIMOLOGIA RADICAL, GLOBAL O DE LOS DERECHOS HUMANOS 8.2. INTEGRACION DE LAS TEORIAS CRIMINOLOGICAS Y VITIMOLOGICAS 8.3. LA INFLUENCIA RECIPROCA DE LA VICTIMOLOGIA Y LAS TEORIAS EN TORNO A LA JUSTICIA RESTAURATIVA 8.4. VICTIMOLOGIA DEL DESARROLLO Y NEUROCIENCIA 8.5. VICTIMOLOGIA FEMINISTA 8.6. VICTIMOLOGIA CULTURAL 8.7. VICTIMOLOGIA ORIENTADA POR LA CRIMINOLOGIA VERDE 8.8. VICTIMOLOGIA ORIENTADA POR CRIMINOLOGIA POSITIVA 9. RECAPITULACION SOBRE LAS TECNICAS UTILIZADAS EN VICTIMOLOGIA PARA ACERCARSE A LA REALIDAD 10. EL FUTURO DE LA VICTIMOLOGIA
S AI R O E T Y
125 126 N OI C A CI FI S
126 132 133 134 134 134 A L C , S O T P E C N O C , N E IG
134 135
10.1. HACIA UN ENFOQUE REALISTA 135 10.2. UN CRECIENTE ÉNFASIS EN LA INVESTIGACIÓN, PARTICULARMENTE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA 138 10.3. UNA NECESIDAD DECRECIENTE DE DEFENSA Y PARTIDISMO 139
R O | AI G O L O MI T CI V
6
10.4. EL FALLECIMIENTO DE LA TERAPIA 10.5. JUSTICIA RESTAURATIVA
140 140
SUGERENCIAS Y RECOMENDACIONES
142
CONCLUSIONES
143
BIBLIOGRAFIA
144
INFOGRAFIA
145
S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
En la presente investigación a cargo de los estudiantes de Derecho y ciencias Políticas de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann, se desarrollará la victimología sus conceptos clasificaciones y teorías.
7
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Primero, es importante conocer como ha iniciado el estudio cuales son las bases que se han formado, como se ha constituido en la actualidad, esto nos conduce a denominar como punto de desarrollo el origen, fundamento y evolución dela victimología además de los conceptos necesarios que serán utilizados a lo largo de la investigación Segundo, la victimología termino que fue acuñado en 1949, nace por una necesidad vital de dignidad humana. Como toda ciencia conlleva a la clasificación que se le ha brindado con el pasar de los años conforme a investigaciones. Tercero, el estudio sobre las víctimas de delitos permaneció reducida en comparación con la de criminología, sin embargo durante los años 80 del siglo pasado, se ha ido desarrollando una ola de importantes libros y artículos que marca lo crucial que es la victima al ser el objeto de estudio de la victimología, desarrollaremos los tipos de víctimas, clasificación, categorías. Cuarto, las formulaciones teóricas que han sido publicadas en libros y artículos en la actualidad crearan el peldaño en una nueva etapa en el futuro de la victimología. Finalmente, aunque hoy en día el estudio de la victimología puede parecer obvia e incontrovertible, en la actualidad se ha establecido firmemente como una de las principales áreas de investigación dentro de la criminología.
S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O |
-
AI
Dar una visión más clara de lo que es la victimología y sus aportaciones a la administración de justicia. G O L O MI T CI V
8
-
Conocer la evolución de la victimología, desde su origen hasta la actualidad como una disciplina autónoma diferenciada de la criminología.
-
Identificar los distintos conceptos, clasificaciones y teorías que abarca la criminología para un mejor análisis del presente trabajo.
-
Estudiar a la víctima como objeto de estudio de la criminología y su rol en el suceso criminal o delictivo
-
Entender la complejidad de los diversos procesos de victimización y su significado jurídico y social.
S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N
ORIGEN, CONCEPTOS, CLASIFICACION Y TEORIAS E GI R O | AI G O L O MI T CI V
9
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
La creación de la disciplina denominada victimología tuvo su origen gracias a los estudios relativos a la víctima como objeto de su investigación. La victimología nace de la necesidad de estudiar a modo específico a la víctima constituyendo una disciplina autónoma diferenciada de la criminología. Hans Von Henting, crítico de la Criminología orientada al transgresor, en su libro 1 propuso un enfoque dinámico e interaccionista cuestionaba concepción víctima como actor pasivo, se centró en características de la víctima que precipitan la victimación y la relación transgresorvíctima. La víctima es una realidad que no se puede ignorar. El derecho penal como la criminología han tratado superficialmente a la víctima, pero ninguno de los dos han sido creados para estudiarla y ayudarla, pues el derecho penal estudia la estructura del delito y la pena; mientras que la criminología estudia las cusas del delitos, el delincuente y el control social. La victimología nace por una necesidad vital de dignidad humana. Una definición de víctima cercana a la que postula la victimología es aquella persona física que sufre directa o indirectamente, en su persona, bienes o derechos, los perjuicios derivados del hecho delictivo. La victima puede ser como sujeto pasivo o agraviado. La víctima como sujeto pasivo es la titular del bien jurídico protegido vulnerado. La víctima como perjudicado o agraviado es la persona que sin ser sujeto pasivo de la acción recibe las consecuencias dañinas del hecho punible. S AI R O
Para la ONU se ha de entender por víctimas las personas que individual o colectivamente hayan, sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo substancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los Estados miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder. En la expresión víctima se incluye además, en su caso, a los familiares o personas a su cargo que tengan relación inmediata con la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir su victimización. E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E
Históricamente el derecho penal primitivo se caracterizaba porque el castigo derivado de la comisión del delito quedaba en manos de la víctima o de sus familiares, constituyendo una forma desproporcional para resolver los conflictos y siempre influenciada por la venganza. A esto se le conoció como autodefensa o auto tutela. El IG R O | AI G O L O MI T CI 1
The Criminal and his Victim (1948)
V
10
derecho penal clásico se caracterizaba por los principios de las garantías individuales del ciudadano, trataba de limitar el poder punitivo del Estado, para velar por los derechos del delincuente. En el Estado intervencionista, el poder del Estado se enfoca en la vida social para proteger la igualdad, la libertad y la justicia. La victimización es el resultado de una conducta antisocial contra un grupo o persona; por el cual se deviene en víctima; para Nieves es el mecanismo por el cual una persona llega a convertirse en sujeto pasivo de un hecho punible, se sostiene que es la apropiación y/o el abuso de una persona por otras. Esta es la llamada victimización criminal, pero existe otra, la llamada auto victimización que es aquella que se produce en los casos de víctima sin crimen. La victimidad es la totalidad de las características socio-bio-psicológicas, comunes a todas las víctimas en general, que la sociedad desea prevenir y combatir, sin importar cuáles sean sus determinantes. Es importante agregar que es la predisposición de una persona para ser víctima. Es decir que el conjunto de factores que predisponen a una persona o grupo a ser víctimas es la victimidad. Los índices de victimidad, así como los de criminalidad, son ascendentes y poco se ha hecho para contrarrestarlos. El incremento de las sanciones es la principal medida que utiliza el Estado, sin considerar que no es la solución, que solo funciona en la política como medio de obtención de votos y que desplaza los niveles de prevención. S IA
Así mismo, existe una controversia entre los derechos del delincuente con los de la víctima sin proponer formas de conciliación. En la actualidad, el movimiento victimológico se ha centrado en la creación de asociaciones y centros de protección a estas mismas. R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C ,
Las primeras nociones victimológicas no fueron desarrolladas por criminólogos o sociólogos, sino más bien por poetas, escritores y novelistas. Thomas de Quincey, Khalil Gibran, Aldous Huxley, el Marqués de Sade, Franz Werfel, son sólo algunos de los escritores que pueden ser descritos como victimólogos literarios. El primer tratamiento sistemático de las víctimas del crimen apareció en 19482. En la cuarta parte del libro, bajo el provocativo título Contribución de la víctima a la génesis del delito, Von Hentig criticó el estudio estático unidimensional del delincuente que había dominado la 2
N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
En el libro de Hans Von Hentig “El criminal y su víctima”.
11
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
criminología hasta entonces. En su lugar, sugirió un nuevo enfoque dinámico y diádico que presta la misma atención al criminal y la víctima. Von Hentig había tratado el tema anteriormente en un artículo publicado en la Revista de Derecho Penal y Criminología en 1940. En el mismo, él señaló que: Escierto,haymuchos actoscriminalescon poca o ningunacontribuciónpor parte del individuo perjudicado... Por otro lado frecuentemente podemos observarunareciprocidadrealenlaconexióndeautoryvíctima,asesinoy asesinado,chulo e incauto. Aunqueesta operación recíproca es unode los fenómenosmáscuriososdelavidacriminalhaescapadoalaatencióndelos socio-patólogos.
En su libro Von Hentig señala que: Laleyconsideraciertosresultadosylosmovimientosfinalesqueconducena ellos.Aquísehaceunaclaradistinciónentreelquehaceyelquesufre.Mirando en la génesis de la situación, en un número considerable de casos, nos encontramos una víctima que consiente tácitamente, coopera, conspira o provoca.Lavíctimaesunodeloselementoscausantes.(pág.436)
Von Hentig insistió en que muchas de las víctimas del crimen contribuyen a su propia victimización, ya sea por incitar o provocar a los criminales o creando o fomentando una situación propicia que pueda dar lugar a la comisión del delito. Otros pioneros en la victimología, que creían firmemente que las víctimas pueden, consciente o inconscientemente jugar un papel causal, describen muchas de las formas que pueden adoptar estas contribuciones: negligencia, descuido, temeridad, imprudencia, y así sucesivamente. Señalaron que el rol de la víctima podría tener un efecto motivacional (atrayendo, despertando, induciendo, incitando, tentando) o funcional (provocando, precipitando, desencadenando, facilitando, participando) S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C
El libro de Von Hentig fue seguido por una serie de estudios teóricos que tratan sobre tipos de víctimas, relaciones víctima-delincuente y la función que las víctimas juegan en ciertos tipos de delitos. El libro también impulsó diversos estudios empíricos que prestaron especial atención a las víctimas de N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
12
determinados delitos, como el homicidio criminal 3, violación4, robo5, asalto agravado6, fraude7, chantaje8, entre otros. El término victimología fue acuñado en 1949 por un psiquiatra estadounidense, Frederick Wertham, quien lo utilizó por primera vez en su libro El espectáculo de la violencia, en el que destacó la necesidad de una ciencia de la Victimología. Durante los primeros años de la victimología, la literatura sobre las víctimas de delitos permaneció relativamente reducida en comparación con la de criminología. Durante los años 80 del pasado siglo, sin embargo, una gran ola de importantes libros y artículos marcó la mayoría de edad de la victimología. En la actualidad, es justo decir que el estudio de las víctimas de delitos se ha convertido en una parte integral de la criminología. Aunque la victimología se ha establecido ya firmemente como una de las principales áreas de investigación dentro de la criminología, su naturaleza, importancia y situación siguen generando una gran cantidad de comentarios y polémica. Rock (1994: xi) describe la victimología como una "disciplina relativamente amorfa". Y en el Quinto Simposio Internacional de Victimología).9 Sea como fuere, el estudio de las víctimas y la victimización tiene el potencial de remodelar toda la disciplina de la criminología. Podría muy bien ser el tan esperado cambio de paradigma que la criminología necesita desesperadamente dado el rotundo fracaso de sus paradigmas tradicionales: la búsqueda de las causas del delito, la disuasión, rehabilitación, tratamiento, justo castigo, etc. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C ,
De Micro Victimología a Macro Victimología. N E GI R O | AI
3
Wolfgang, 1958; Fattah 1971 4 Amir, 1971 5 Normandeau, 1968 6 Pittman y Handy, 1964; Curtis, 1974 7 Padowetz, 1954 8 Hepworth, 1975 9 Cressey declaró abiertamente que la victimología no es una disciplina científica, ni un campo académico. Él la llamó en cambio "un programa no académico bajo el que se han agrupado arbitrariamente una mezcolanza de ideas, intereses, ideologías y métodos d e investigación". G O L O MI T CI V
13
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
En los 70 del siglo XX, los estudios individuales de las víctimas de delitos específicos, populares en las primeras etapas de la victimología, fueron eclipsados por las encuestas de victimización a gran escala que transformaron el micro enfoque en un macro enfoque. El objetivo principal de estas encuestas era determinar el volumen de la victimización, para identificar a la población víctima, y para establecer las características socio-demográficas de las víctimas de delitos. Si bien este enfoque macro demostró ser muy útil para el estudio de las tendencias y patrones de victimización, y para el análisis de la distribución espacial y social de algunos tipos de delitos, el mismo reveló muy poco sobre las situaciones sociales y personales en las que tuvieron lugar estos delitos. Era de un valor limitado para la comprensión de la psico y sociodinámica del comportamiento criminal, el proceso de selección de las víctimas, las interacciones entre víctimas y delincuentes, el papel dinámico de la víctima en diversos delitos, y así sucesivamente. De Victimología teórica a Victimología Aplicada En los últimos veinticinco años, la victimología ha sufrido una gran transformación. La victimología temprana era fundamentalmente teórica, preocupada casi exclusivamente por las explicaciones causales del delito y el papel de la víctima en esas explicaciones. Se centró principalmente en las características de las víctimas, sus relaciones e interacciones con sus victimarios, y el análisis de la conducta de la víctima como una variable situacional, como un factor desencadenante, actualizante o precipitante. Este marco teórico, propuesto por Von Hentig, guío la investigación pionera realizada por Ellenberger, Wolfgang, Amir, Normandeau, Curtis, Silverman y Fattah entre otros. La preocupación por la difícil situación de las víctimas de delitos se podía encontrar principalmente en los modestos programas de indemnización estatal a las víctimas de delitos que se establecieron en algunos países como Nueva Zelanda, Inglaterra, Canadá y los EE.UU. El redescubrimiento de las víctimas de delitos, encabezado por el movimiento feminista, un movimiento que defendió la causa de las víctimas de violación, asalto sexual y violencia doméstica, generó una gran cantidad de empatía y simpatía hacia un grupo largo tiempo privado de sus derechos. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R
Esta transformación de la victimología tuvo serias implicaciones. Una de las consecuencias fue la de reorientar el concepto de la criminalidad sobre los delitos convencionales que tenían una víctima directa, inmediata, tangible. Los delitos de cuello blanco, acciones corporativas que causan graves daños sociales, legalmente definidas o no como delitos, fueron una vez más
O | AI G O L O MI T CI V
14
relegados a un segundo plano. La metamorfosis también tuvo un impacto negativo en la política criminal. Ayudó a reforzar primitivas reacciones vengativas frente a la delincuencia y dio mucho fuelle a los políticos conservadores, permitiéndoles en consecuencia poner en práctica su agenda punitiva.
La victimología hoy es muy diferente de la victimología en los años 50 o 60 del s. XX. Las disciplinas científicas experimentan una constante evolución, aunque el ritmo de cambio puede variar de una disciplina a otra. La Victimología ha experimentado una evolución no sólo rápida sino también más fundamental en las dos últimas décadas. Las décadas de los años 80 y 90 podrían fácilmente describirse como un período de consolidación, recopilación de datos y teorización, con nueva legislación, compensación a las víctimas, reparación y mediación, ayuda, asistencia y apoyo para posibilitar a las víctimas recuperarse de los efectos negativos de la victimización.
S IA R
En los últimos años, la disciplina de la victimología se ha establecido firmemente en el ámbito académico. Ha habido un incremento sustancial en el número de universidades y colegios que ofrecen cursos de victimología y temas relacionados. Se han publicado numerosos libros y artículos en diferentes idiomas y, además de varias publicaciones periódicas en los idiomas locales, la Revista Internacional de Victimología, en inglés, fue difundida por AB Academic Publishers en Gran Bretaña. Se han establecido una serie de sociedades nacionales y regionales de victimología. Japón ha sido un líder en este sentido, gracias a los incansables esfuerzos del victimólogo de renombre mundial, el profesor Koichi Miyazawa, y un dinámico grupo de sus discípulos y seguidores. La Sociedad Mundial de Victimología sigue manteniendo sus simposios internacionales, una vez cada tres años. El último, el noveno de la serie, se celebró en Ámsterdam en agosto de 1997 y atrajo a un número récord de participantes. Con todo ello, la victimología ya no causa asombro o simple curiosidad, sino que se está convirtiendo poco a poco en una palabra familiar. Esto se ve facilitado por la amplia cobertura que las noticias de crímenes y asuntos de víctimas están recibiendo en los medios de comunicación, por la gran publicidad que están recibiendo los programas para víctimas y por la
O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
15
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
proliferación de servicios a las víctimas y programas de asistencia a las víctimas en muchos países. Los últimos veinte años han sido testigos de la creación y extremadamente rápida expansión de servicios a las víctimas. Los programas de asistencia a las víctimas, totalmente inexistentes hace un par de décadas, se han multiplicado en todo el mundo, desde Australia a Europa, de Sudamérica a Asia, y de las grandes Islas de Japón a las relativamente pequeñas Islas Canarias. Uno de los avances más importantes en el campo de la victimología en los últimos veinte años ha sido la aprobación formal por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 11 de noviembre de 1985 de la "Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y de Abuso de Poder" 10.
Una de las tareas principales de la victimología teórica es recoger datos empíricos sobre las víctimas de delitos. El principal instrumento utilizado en la actualidad para recopilar esta información son las encuestas de victimización, realizadas a nivel local, regional, nacional e internacional. Dignas de señalar entre estas encuestas son las que se llevan a cabo sobre bases regulares, a intervalos regulares, en Inglaterra y los EE.UU.: la British Crime Survey [Encuesta Británica sobre el Delito], y la National Crime Survey [Encuesta Nacional sobre el Delito] (Estados Unidos). Cada una de estas encuestas arroja una gran cantidad de información sobre las víctimas de delitos. Ambas permiten un análisis exhaustivo de los patrones y las tendencias temporales y espaciales de los distintos tipos de victimización. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O
A pesar de los problemas metodológicos y prácticos de las encuestas de victimización, y a pesar de sus limitaciones, han permitido a los investigadores recopilar una gran cantidad de datos sobre las víctimas de la delincuencia que es extremadamente rica en variedad y detalle. Gracias a las encuestas de victimización, ahora sabemos que la delincuencia y la victimización se agrupan dentro de ciertos grupos y ciertas áreas, y que hay mucha más afinidad entre T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O
10
Al adoptarla, la Asamblea General declaró que era "Consciente de que millones de personas en todo el mundo sufren daños como resultado de delitos y abuso de poder y que los derechos de estas víctimas no han sido reconocidos en forma adecuada". MI T CI V
16
los delincuentes y las víctimas de lo que se cree comúnmente. Esto no quiere decir que todas las víctimas de la delincuencia compartan los atributos de sus victimarios. Es sólo para subrayar que las dos poblaciones tienen varias características comunes. Ya sea en Europa, los EE.UU., Canadá o Australia, la investigación ha demostrado que los delincuentes involucrados en los tipos de delitos cubiertos por las encuestas victimización son desproporcionadamente varón, joven, residentes urbanos, del nivel socioeconómico más bajo, desempleados (y no en la escuela), no casados, y en los EE.UU., negros. Las encuestas de victimización han revelado que las víctimas de manera desproporcionada comparten estas características y que los perfiles demográficos de las víctimas de delitos y de delincuentes convictos son sorprendentemente similares (Gottfredson,1984). Un paso importante en el camino hacia la victimología comparada se alcanzó con las Encuestas Internacionales de Victimización. Las encuestas fueron un intento útil para recoger datos sobre victimización estandarizados de un número de países que utilizan el mismo cuestionario en cada país. Su principal objetivo era evitar los problemas de la comparación de los datos recogidos por medio de diferentes instrumentos utilizando diferentes metodologías. Los datos de campo de la primera encuesta internacional sobre la delincuencia se reunieron en enero de 1989 utilizando el método de entrevista telefónica asistida por ordenador (CATI) y los resultados se publicaron en 1990 . S IA R O E T
Una segunda ronda de la Encuesta Internacional del Delito se llevó a cabo en 1992. Algunos de los países que participaron en la primera encuesta, como Suiza, Noruega e Irlanda del Norte, no participaron en la segunda. Pero la segunda encuesta incluyó algunos países de Europa del Este que no participaron en la primera, como Polonia y la antigua Checoslovaquia. Y N OI C A CI FI S A L C , S O
La tercera barrida de la Encuesta Internacional de Víctimas del Delito se llevó a cabo en 1996-1997 en veinte países en transición. Estos fueron los antiguos países socialistas de Europa del Este, desde Polonia a Mongolia en el este, y de Albania, Bulgaria y Macedonia en el sur a los países Bálticos, Estonia, Letonia y Lituania en el Norte. Los informes nacionales de este estudio fueron publicados en 1998 por el UNICRI11. T P E C N O C , N E GI R O | AI G
A pesar de la proliferación de las encuestas de victimización y su incuestionable utilidad, aún no está claro lo que miden exactamente y cuáles son sus objetivos a largo plazo. La victimización es una experiencia individual, subjetiva y culturalmente relativa . El sentimiento de ser víctimas no siempre coincide con la definición legal de la victimización. Entonces ¿qué tratan de
O L O MI T CI V
11
Instituto Interregional de las Naciones Unidas y la Justicia
17
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
medir exactamente las encuestas de victimización? ¿Es su objetivo contar aquéllas victimizaciones criminales que cumplen con los criterios establecidos por el código penal, o se trata de medir las experiencias subjetivas de la victimización de los encuestados? Estas, no hace falta decirlo, son dos realidades diferentes. ¿Son las encuestas diseñadas para evaluar la delincuencia o la victimización? Los títulos ‘encuesta sobre el delito’ y ‘encuesta de victimización’ se siguen utilizando indistintamente y la última encuesta internacional fue llamada la Encuesta Internacional de Víctimas del Delito.
La riqueza de los datos recogidos principalmente a través de las encuestas de victimización ha dado lugar a diversas formulaciones teóricas. Los modelos han sido desarrollados para ofrecer explicaciones plausibles de las variaciones en los riesgos de victimización y de la agrupación de la victimización en determinadas zonas y determinados grupos. También han ayudado a desentrañar el fenómeno intrigante de repetición de la victimización. Los diferentes modelos se presentan y resumen en mi libro, Entendiendo la Victimización Criminal. S AI
Uno de los primeros y más importantes modelos que explican los riesgos diferenciales de victimización es el estilo de vida desarrollado por Hindelang, Gottfredson y Garofalo. Este modelo postula que la probabilidad de que un individuo sufra una victimización personal depende en gran medida del estilo de vida. R O E T Y N OI C A CI FI S A L
Usar el estilo de vida para explicar las variaciones en el riesgo no es ni un enfoque nuevo ni único. Se ha sabido durante mucho tiempo que la probabilidad de muerte o lesión accidental está en muchos aspectos relacionada con el estilo de vida de la población y el tipo de actividades en las que están involucrados. Los médicos han insistido en la estrecha relación entre el estilo de vida y las actividades de rutina y el riesgo de padecer ciertas enfermedades como el cáncer de pulmón y de piel, alta presión arterial y enfermedades cardiovasculares, cirrosis hepática, SIDA, etc. C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L
Como una cuestión de hecho, el concepto de estilo de vida impregna las explicaciones dadas para la mayor o menor susceptibilidad a una amplia
O MI T CI V
18
variedad de enfermedades. La creencia de que el estilo de vida puede influir en la probabilidad de victimización aumentando o disminuyendo las probabilidades de convertirse en víctimas de ciertos delitos de la gente puede ser vista como una extensión lógica de este concepto a la esfera social. Otro modelo explicativo es el Enfoque de la Actividad Rutinaria 12 El énfasis en el enfoque de Cohen y Felson está en "violaciones predatorias de contacto directo", que son aquellas "que implican contacto físico directo entre al menos un delincuente y al menos una persona u objeto que ese delincuente intenta tomar o dañar". Ellos argumentan que la aparición de este tipo de victimización es el resultado de la convergencia en el espacio y el tiempo de un mínimo de tres elementos: delincuentes motivados, objetivos adecuados, y la ausencia de guardianes capaces. Los factores centrales que subyacen en el enfoque de la actividad rutinaria son oportunidad, proximidad/exposición y factores facilitadores. Los modelos de estilo de vida y actividades rutinarias no son de ningún modo los únicos. También está el modelo de oportunidad y el Modelo holandés 13. El modelo de oportunidad incorpora elementos de los dos anteriores y postula que el riesgo de victimización delictiva depende en gran medida del estilo de vida de las personas y actividades rutinarias que les ponen a ellos y/o sus bienes en contacto directo con los posibles infractores en ausencia de vigilancia adecuada. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L
Se ha producido un aluvión de legislación víctimal en los últimos años en un gran número de países. Tras la adopción de la Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de la ONU, fueron aprobadas las llamadas Cartas de Derechos de las Víctimas o Declaraciones de Derechos de las Víctimas por los cuerpos legislativos en distintas sociedades. C , S O T P E C N O C , N E GI R
En los Estados Unidos, hubo un intento sin éxito por el lobby de víctimas de presionar para lograr un cambio en la Sexta Enmienda de la Constitución de EE.UU. que hubiera servido de base jurídica para la protección de los derechos de las víctimas de delitos. Sin embargo, como expone Karmen (1990: 339), O | AI G O L O MI T CI V 12
Desarrollado por Cohen y Felson en 1979. El Modelo holandés fue desarrollado por Van Dijk y Steinmetz y sugiere tres factores principales: la proximidad, el atractivo y la exposición como los determinantes más importantes de los riesgos diferenciales de victimización. 13
19
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
desde 1980 en casi todos los estados de América, los legisladores aprobaron varias leyes reconociendo derechos básicos a las víctimas. Entre ellos están el derecho a ser notificado sobre y a participar en los procesos judiciales, a obtener rápidamente la devolución de la propiedad robada que fuera recuperada, a ser protegidos de intimidación y acoso, y a recibir restitución o compensación. Similar legislación se aprobó en Canadá, Australia, Gran Bretaña y otros países europeos. En Europa, "las víctimas recibieron un impulso considerable a partir de una serie de iniciativas importantes a mediados de la década de 1980, incluyendo un Convenio y dos recomendaciones importantes por el Consejo de Europa en 1983, 1985 y 1987, sobre, respectivamente, compensación estatal, la posición de la víctima en el sistema de justicia penal, y la asistencia a las víctimas"14. Si bien las iniciativas legislativas y/ o cambios en el reconocimiento de derechos a las víctimas fueron en general bien recibidos y encontraron poca o ninguna oposición en los parlamentos y asambleas legislativas, no están exentos de críticas. En un artículo fundamental 15 describe muchas de las debilidades inherentes a la noción de los derechos de la víctima y muchos de los peligros de la legislación de derechos de la víctima. En los EE.UU., el Tribunal Supremo prohibió el testimonio impacto a la víctima en casos de pena capital como violación de la Octava Enmienda de la Constitución Americana 16. Pero un par de años más tarde, en Payne v. Tennessee (1991), el tribunal confirmó la utilización de la declaración de impacto de la víctima en la etapa de la sentencia de un caso de pena capital17. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E
La reparación a las víctimas de delitos en forma de compensación monetaria por parte del Estado fue el primer intento en la historia reciente de aliviar el sufrimiento de las víctimas y mejorar su situación. En la década de 1960, una jueza británica ,MargeryFry, y otros pidieron indemnización estatal para las C N O C , N E IG R O | AI G O
14
Maguire y Shapland, 1997 15 Los Abusos de los Derechos de la Víctima Lynn Henderson (1985, 1992) 16 Booth v. Maryland, 1987, y Carolina del Sur v. Gathers, 1989. 17 Kelly y Erez, 1997: 235-236. L O MI T CI V
20
víctimas de delitos. Sus motivos llevaron a la creación de programas de indemnización del gobierno en Nueva Zelanda, el Reino Unido, América del Norte, Europa y otros lugares. Estos programas han estado operando durante más de un cuarto de siglo, y muchos han sido sometidos a diversos tipos de valoraciones y evaluación. Esta es sin duda un área en que la acción no ha igualado la retórica política. Las dificultades económicas y las restricciones presupuestarias han limitado en gran medida el alcance de la indemnización, tanto como el número de víctimas que reciben ayuda. Las evaluaciones indican que las sumas que las víctimas reciben de los sistemas son, en su mayor parte, cantidades simbólicas, y que los programas en realidad no cumplen más que una función simbólica. Sólo una pequeña proporción de las víctimas acaban recibiendo alguna compensación, y para aquellos que lo hacen, es la mayoría de las veces demasiado poco y demasiado tarde. Irónicamente, los investigadores han encontrado que entre las víctimas que solicitan, y pasan por el proceso de compensación, incluso las que acaban recibiendo algunos fondos están menos satisfechas que a las que no se aplica [el programa]. En Inglaterra, David Miers (1983, 1990), citado por Maguire y Shapland (1997: 218), sostuvo que la compensación del Estado es esencialmente un acto simbólico de los gobiernos para mostrar su preocupación por las víctimas, pero tiene poca intención real de convertirlo en dinero efectivo. S IA R O E T
La mayoría de las víctimas de delitos contra la propiedad que están excluidas de los sistemas estatales de compensación no tienen y no pueden pagar un seguro privado. En cuatro de cada cinco casos de delitos contra la propiedad, el culpable no es ni identificado ni capturado. Y los pocos que son arrestados, acusados y condenados son, la mayoría de las veces, tan pobres o insolventes que nada se puede obtener de ellos a través de un juicio civil. Para empeorar las cosas, en la mayoría de los países el cobro de multas penales sigue teniendo prioridad sobre el pago de la reparación civil o de las órdenes de restitución/compensación. Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E
A las víctimas de violencia para quienes están diseñados los sistemas no les va mucho mejor. Los requisitos para la compensación estatal son tales que sólo una pequeña fracción los satisface. En casi todos los sistemas, la elegibilidad es contingente al denunciar el delito a la policía y la voluntad de la víctima de cooperar con el sistema de justicia criminal. Muchos tienen una prueba de medios económicos asegurando que la indemnización se da sólo a los más pobres entre los pobres. La mayor parte excluye la violencia entre los miembros de la familia, a pesar de que una buena parte de todo tipo de violencia se produce en el ámbito doméstico. La mayoría también excluye (o
GI R O | AI G O L O MI T CI V
21
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
reduce drásticamente las indemnizaciones a) víctimas que provocaron o contribuyeron de otro modo a su propia victimización. Una regla que hace a la mayoría de las víctimas de la violencia no elegibles para la indemnización estatal es el límite mínimo alto que usualmente se fija para la compensación y por debajo del cual las víctimas no cumplen los requisitos. En el Reino Unido, por ejemplo, el límite inferior fue fijado inicialmente en 1.000 libras esterlinas a pesar de las recomendaciones formuladas por los grupos de víctimas para quitarlo. La carga de la prueba recae sobre la víctima y muy a menudo es difícil probar que la lesión es el resultado de un ataque criminal cuando el atacante se ha escapado y no había testigos. Con la excepción de la victimización sexual, la mayoría de los programas no proporcionan los fondos para compensar el dolor y el sufrimiento emocional de la víctima. Como resultado de todas estas restricciones un gran número de víctimas no cumplen los requisitos. Por otra parte, muchas son disuadidas de solicitarlo por los largos procedimientos burocráticos y el proceso de investigación. Más preocupante aún es el hecho de que muchas de las víctimas simplemente no son conscientes de la existencia de los programas. Y puesto que en muchas jurisdicciones se determina el presupuesto por adelantado y no se puede superar, cuantas más solicitudes recibe el programa, más bajas son las indemnizaciones.
S AI R O E T
La restitución por parte del ofensor a la víctima fue una de las primeras formas de reparación dada a aquellos que sufrieron daños o lesiones mediante acciones o negligencia de otros. Esta fue la compensación pagada a la víctima o los parientes de la víctima. Como los programas estatales de compensación a menudo se limitan estrictamente a víctimas de violencia, la restitución por el delincuente ha resurgido como un medio de reparación en delitos contra la propiedad tanto como en delitos violentos. El problema es que la gran mayoría de los delincuentes son desempleados o no tienen los medios financieros que permitirían a las víctimas recibir la restitución. Añadido a este problema está el hecho antes mencionado de que en muchos países la recaudación de la multa penal tiene prioridad sobre las órdenes de restitución. Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI
Aunque existen diferentes modelos de restitución del infractor es dudoso que se convierta, al menos en un futuro próximo, en una alternativa viable a la indemnización estatal como una forma de reparación a la víctima.
G O L O MI T CI V
22
Otro avance importante en los últimos años ha sido el redescubrimiento de la justicia restaurativa. La justicia restaurativa, una práctica muy extendida en sociedades pequeñas, agrarias y rurales, tiene una larga y rica historia en las comunidades aborígenes en Australia, las Primeras Naciones de Canadá y las comunidades Inuit del norte de Canadá. El desencanto casi universal con el sistema de justicia punitiva/ retributiva estaba destinado a forzar a los que piden la reforma de la justicia a buscar alternativas al actual sistema de castigo. Un punto de inflexión fue la publicación de un artículo fundamental 18. En él, Christie explicó que la raíz del problema del sistema es que los conflictos fueron robados a sus legítimos propietarios, las víctimas, y se convirtieron en propiedad de profesionales más que de personas. Las ideas de Christie proporcionaron un fuerte impulso a aquéllos que estaban pidiendo la sustitución del sistema destructivo, improductivo e ineficaz del castigo por las prácticas constructivas de solución de disputas, resolución de conflictos, mediación, reconciliación y reparación. Los defensores de la justicia restaurativa señalaron que, además de sus efectos devastadores sobre los infractores, sus familias y la sociedad en general, el sistema penal actúa para intensificar el conflicto en lugar de resolverlo. Y en vez de acercar a las partes enfrentadas, ensancha la brecha que las separa . S IA R O E T Y N OI
Pese al atractivo y la popularidad de la noción de reconciliación víctimaofensor, el objetivo de la "reconciliación" ha demostrado ser difícil de conseguir en la práctica. En la mayoría de los programas el principal objetivo era garantizar la restitución por parte del delincuente a la víctima y velar por que el delincuente cumpla las obligaciones pactadas en el acuerdo de mediación. Los programas a continuación, cambiaron sus nombres de reconciliación víctima-delincuentes a mediación penal. C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L
Los últimos veinte años han presenciado un desarrollo sin precedentes en el campo de los servicios a las víctimas. Los servicios a las víctimas han sido llamados la industria creciente de la década. La expansión de los programas de servicios a las víctimas de la delincuencia en los Estados Unidos, Canadá, el 18
O MI T CI V
Conflictos como propiedad de Nils Christie en 1977.
23
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Reino Unido y muchos otros países ha sido cuando menos fenomenal (Fattah, 1992b:260). En 1990, Davis y Henley estimaron que el número de programas de servicios a las víctimas en los Estados Unidos estaba por encima de 5000, mientras que 20 años antes no había ninguno. La mayoría de los programas de asistencia, en particular aquellos alojados en departamentos de policía, remiten a las víctimas, de acuerdo a sus necesidades, a los servicios existentes en la comunidad. Algunos también proporcionan a las víctimas ayuda de urgencia necesaria: reemplazar una ventana rota, una cerradura dañada, el arreglo de un coche destrozado, conducción, limpieza, compras, ayuda con los niños y demás. También hay varios programas que ofrecen ayuda especial a ciertas categorías de víctimas, por ejemplo, víctimas de violación, niños víctimas de asalto sexual, víctimas de violencia familiar, etc. Actualmente están operando centros de crisis por violación y refugios para mujeres maltratadas en muchos lugares. En general, sin embargo, los dos servicios más importantes prestados a las víctimas de delitos por los programas de asistencia a las víctimas son información y apoyo moral.
La victimología es el estudio de las causas por las que determinadas personas son víctimas de un delito y de cómo el estilo de vida conlleva una mayor o menor probabilidad de que una determinada persona sea víctima del mismo. El campo de la victimología incluye o puede incluir, en función de los distintos autores, un gran número de disciplinas o materias, tales como: sociología, psicología, derecho penal y criminología. Es una ciencia que estudia científicamente a la víctima y su papel en el hecho delictivo. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C ,
El estudio de las víctimas es multidisciplinar y no se refiere sólo a las víctimas de un delito, sino también a las que lo son por consecuencia de accidentes (tráfico), desastres naturales, crímenes de guerra y abuso de poder. Los profesionales relacionados con la victimología pueden ser científicos, operadores jurídicos, sociales o políticos. S O T P E C N O C , N E
El estudio de las víctimas puede realizarse desde la perspectiva de una víctima en particular o desde un punto de vista epistemológico analizando las causas por las que grupos de individuos son más o menos susceptibles de resultar afectadas. IG R O | AI G O L
También podemos decir, que la victimología estudia el vínculo entre el sujeto activo y pasivo de un delito, con la finalidad de determinar en qué medida la conducta de la
O MI T CI V
24
víctima ha motivado la realización del hecho punible. Esto, ha dado lugar a que el juzgador determine la responsabilidad del sujeto pasivo, donde se aprecie únicamente la responsabilidad del sujeto pasivo en el evento.
La víctima que interesa a la victimología es el ser humano que padece daños en sus bienes, jurídicamente protegidos por la normativa penal como la vida, la salud, la propiedad, el honor, la honestidad, etc. o por el hecho de otro, e incluso por accidentes debidos a factores humanos, mecánicos o naturales. Desde una visión más amplia (Victimología crítica) nos lleva a asimilar el concepto de víctima a todas aquellas personas que se vieran afectadas en sus derechos, estén o no jurídicamente protegidos por el Estado.
Es aquella persona que produce el daño, sufrimiento o padecimiento de la víctima. No es correcto asimilar victimario a delincuente, pues se puede ser victimario por una acción u omisión que no sea antisocial o delictiva. Por otro lado, en la auto victimización, las calidades de victimario y víctima se unen en una misma persona. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P
Es el proceso por el que una persona sufre las consecuencias de un hecho traumático y llega a convertirse en víctima. No tiene por qué tratarse de un hecho puntual o aislado, sino que puede englobar un conjunto de fases, de ahí que también se denomine proceso de victimización. En el estudio del proceso de victimización hay que considerar dos dimensiones: E C N O C , N E GI R O | AI
-
Los factores que intervienen en la precipitación del hecho delictivo o (en la versión extendida del concento de víctima) traumatizante. Los factores que determinan el impacto de tal hecho sobre la víctima.
G O L O MI T CI V
En este sentido, se establece la distinción entre víctimas de riesgo (aquella persona que tiene más probabilidad de ser víctima) y víctima vulnerable (aquella que, cuando
25
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ha sufrido una agresión, queda más afectada por lo ocurrido en fundón de una situación de precariedad material, personal, emocional, etc.). El carácter complejo del proceso de victimización explica que haya que distinguir entre victimización primaria, secundaria y terciaria.
Es también un fenómeno complejo en el que intervienen diversos factores y actores sociales, consiste en el proceso de reparación, entendida no sólo como indemnización de perjuicios, sino como reconocimiento social, asistencia y reintegración social. Los actores implicados son desde el sistema de justicia penal, las fuerzas de seguridad, los servicios sociales y los profesionales sanitarios y de la salud mental hasta los responsables políticos, los medios de comunicación, las instituciones de apoyo a las víctimas o las asociaciones de víctimas y familiares.
Convertir a otra persona en víctima. El hecho en sí, por ejemplo golpear a alguien, empujarlo. Diferenciamos victimar de victimizar porque el segundo comprende un campo más amplio del proceso, es decir no sólo el hecho aislado sino también sus antecedentes y consecuencias. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C ,
Aquello con capacidad para victimar. S O T P E C N O C , N E IG R O
Será todo aquello que favorece la victimización, o sea las condiciones o situaciones de un individuo que lo hacen proclive a convertirse en víctima. Se les suele separar en factores victimógenos internos y externos. | AI G O L O MI T CI V
26
Es el sujeto capaz de convertirse en víctima. La conjunción de la persona victimizable con los factores victimógenos permitirá la delimitación de las víctimas especialmente vulnerables de un determinado delito.
Para Mendelsohn, la victimidad es “la totalidad de las características socio-biopsicológicas, comunes a todas las víctimas en general, que la sociedad desea prevenir y combatir, sin importar cuáles sean sus determinantes (criminales u otros factores). Para Fattah, se refiere a la predisposición de unas personas para ser víctima; es decir del conjunto de factores que predisponen a una persona o grupo a ser víctimas. Otros autores, como Rodríguez Manzanera lo vinculan con el total de victimizaciones dadas dentro de un límite espacio y temporal, configurándolo como un concepto contrapuesto a criminalidad.
S IA R O E T Y N
Estudio clínico, tratamiento y rehabilitación de los que padecen por una conducta antisocial, no sólo se refiere al sujeto pasivo del delito, sino a todos los que se ven afectados por él, como los familiares. Una parte de ésta puede considerarse como Victimología etiológica-multifactorial. OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E
La Victimología trata de curar las lesiones de las víctimas; restituirles la paz y la serenidad que nunca debieron haber perdido; reparar el daño moral y la dignidad por las humillaciones que recibieron en el alma; compensarles por las pérdidas sufridas en un camino que nunca eligieron como propio, y evitarles una futura victimización como consecuencia de la dejadez de los hombres deshumanizados y de las legislaciones incapaces de proteger lo que destruyen. Es volver a construir a las personas destrozadas por la barbarie en lo que realmente son: seres humanos dotados de razón y conciencia.
GI R O | AI G O L O MI T CI V
27
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Disciplina que coadyuva con el órgano de justicia para investigar la forma en que tienen relación las víctimas del delito en el desarrollo de este. Si se considera que la víctima en muchas ocasiones tiene participación en el proceso del iter criminis y/o el iter victimae, será importante analizar si la víctima es provocadora, imaginaria, entre otras.
Tiene como sujetos de estudio, aquellos que son sometidos a un proceso penitenciario por el tiempo que fuera, desde la prisión preventiva hasta su estancia prolongada con o sin sentencia. Es común saber que los internos a su vez son victimizados por el mal trato del personal penitenciario, las condiciones de vida, la policía, alimentación, falta de ejercicio, entre otros. También la victimización que sufre quien siendo inocente es sometido a investigación ya sea por sospechoso o por otras condiciones de abuso de autoridad. S AI R O E T Y N
Carlos Elbert apunta que todos los saberes buscan incansablemente su imperialismo científico. Una vez que estos saberes que buscan autonomía científica logran cierto estatus dentro de la Filósofa, surgen los quehaceres epistemológicos que cuestionan sin cesar el origen del conocimiento y junto con ello, una serie de metodólogos, filósofos y otros científicos comienzan a un riguroso análisis que en ocasiones se torna incansablemente riguroso. Filosofía Victimológica es la parte de la Filosofía General que se refiere al proceso de pensar en todo lo relacionado con la Victimología, acumula todo el conocimiento útil para el entendimiento del fenómeno victimal, así como conocer y estudiar el origen de la Victimología, su historia, relación con otras ciencias, casos prácticos, tratamiento, evolución científica, técnicas y demás. OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
28
En la mayoría de estudios sobre la criminalidad, el objetivo principal ha sido el delincuente: ¿por qué delinque? ¿Cómo sancionarlo? ¿Cómo perjudica a la sociedad? ¿Cómo regenerarlo? La victima ha sido el personaje secundario del derecho penal a pesar de ser el que sufre de la vulneración de un bien o un derecho La importancia de la criminología se base en tres características: 1.
Activadora, de la justicia penal. La víctima se encuentra como elemento central del proceso.
2.
Asistencial, en el caso de las víctimas que han sufrido delitos violentos y desarrollado como consecuencia de estos, problemas neuróticos, desviaciones sociales, o criminalidad común. Se emplean programas de asistencia a la víctima o la aplicación de la política victimológica como medida de prevención criminal.
3.
Integradora, donde involucra a la víctima en el proceso, ya que su testimonio o cooperación es esencial para el buen desarrollo del proceso y porque fungen junto con la sociedad como mecanismos del control social.
En el artículo 1º de la Constitución Política del Perú, encontramos que: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado.” S IA R O E T
Así mismo, en el primer, segundo y tercer párrafo del artículo 1º de la Constitución de los Y N OI C
Estados Unidos Mexicanos dice: A CI FI
“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece”. S A L C , S O T P E C N O C ,
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia. Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.
N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
29
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Existe una definición integradora de la Criminología que establece que esta es una ciencia empírica e interdisciplinaria, que se ocupa del estudio del crimen, de la persona del infractor, la víctima y el control social del comportamiento delictivo, y trata de suministrar una información válida sobre las variables principales del crimen- viéndose este como problema individual y como problema social-, así como sobre los programas de prevención eficaz del mismo, las técnicas de intervención positiva en el hombre delincuente y los diversos modelos o sistemas de respuesta al delito. Mostrando la importancia de la existencia de la victimología para la protección de derechos humanos y la prevención de su vulneración.
El objeto de la Victimología es la víctima. Lo problemático es dotarla de contenido ya que, como se verá en el Capítulo Segundo, hay una multiplicidad de criterios al respecto que permiten restringir o ampliar su configuración por lo que la clave para circunscribir adecuadamente sus límites de vigencia radica en concretar su conceptualización, siendo cualquier esfera que rodee a la víctima social, psicológica, sociológica, clínica, etc. de interés para la Victimología. Las dimensiones sobre las cuales la Victimología debe entrar a estudiar a la víctima son, cuanto menos, las siguientes: S AI R
a)
O
Bio-psico-social. Comprendería el análisis de los factores biológicos, psicológicos y sociales que llevan a un individuo a convertirse en víctima, independientemente de la naturaleza de su causación -haya o no persona humana detrás de la victimización-. E T Y N OI C A CI FI S
b)
A L
Criminológico. Vinculándola al hecho criminal en sí -por ejemplo, papel asumido por la víctima en la génesis del delito-, relación con el delincuente, aspectos terapéuticas y profilaxis victimal. C , S O T P E C N
c)
O
Jurídico. Incluiría la interrelación entre víctima y ordenamiento jurídico, no solamente desde la perspectiva penal sino igualmente civil -derechos de reparación, restitución e indemnización, administrativa -asistencia policial, proceso de denuncia, puesta a disposición de los recurso asistenciales a los que tiene derecho, e incluso procesal, por ejemplo, utilización de nuevas tecnologías en el proceso para evitar el contacto con el agresor. C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
30
Pero es más, algunos autores, entre los que destacan Rodríguez Mauzauera, independientemente del concepto de víctima acotado, el cual dará una mayor o menor amplitud a la Victimología, entienden que el objeto no puede quedar limitado a la víctima en sí, proponiendo su extensión hacia tres niveles: i)
Individual, representado por la propia víctima; esto es, su personalidad y características.
ii)
Conductual, vinculado a la victimización; es decir, su relación con el fenómeno criminal, si existiera, o bien su estudio aislado;
iii)
General, asociado a la victimidad; esto es, el fenómeno victimal en su conjunto, como suma de víctimas y victimizaciones, con características independientes independientes de los individuos que lo conforman.
Del mismo modo, conviene recordar, como acontece con la Criminología, que el estudio de la víctima no sólo debe orientarse hacia actos constitutivos de delito sino igualmente hacia los crímenes sociales; esto es, hechos que, sin ser constitutivos de delito, generan un daño -piénsese, en los accidentes de trabajo, tráfico, ataque de animales (...) siempre y cuando no haya una intervención humana detrás ya que, si no, la conducta se transformará transformará en delictiva (por ejemplo, el dueño de un perro que lo entrena para que, un buen día, mientras lo saca de paseo, ataque a una persona; el individuo que no guarda los deberes de cuidado o cautelas necesarias con el animal que ataca a otra persona; la persona que pierde el control del vehículo, mata a otro y posteriormente se demuestra que la causa es un exceso de velocidad, etc.). S IA R O E T Y N
En definitiva, el objeto de la Victimología puede ser referenciado desde un prisma estricto, víctimas de delitos- y otro amplio -víctimas de catástrofes naturales, ataque de animales, caso fortuito. A la pregunta de cuál de los dos resultaría más adecuada creo que es necesario adentrarse en los conceptos de víctima para responder a semejante cuestión si bien ya adelanto que, a mi juicio, ambas percepciones percepciones presentían sus pros y contras, no debiendo cerrar la Victimología las puertas a una xx otra, máxime cuando la última lleva implícita la primera, si bien a efectos prácticos la restringida resultará resultará siempre más útil si bien no por ello ha de excluirse la amplia ya que esto si pondría eliminar del campo victimológico situaciones muy relevantes, piénsese, por ejemplo, en las víctimas de accidentes. Pero es más, Tamarit Sumalla ha relatado muy bien la trascendencia que tiene el concepto amplio cuando, antes de estar tipificado en el Código Penal, había una serie de fenómenos, no constitutivos de delito, con unas connotaciones muy graves para la víctima: stalking, acecho, con connotaciones predatorias, bullying, acoso o intimidación, básicamente entre iguales, con especial interés en la población adolescente, mobbiug acoso laboral-, harassment -acoso moral (...) que ya eran objeto de estudio por parte de la Victimología, ante las cuales no puede celebrar los ojos.
OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
31
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
En otras palabras: la mayoría de conductas que en un futuro serán constitutivas de delito, por cuanto generan un daño en la víctima, antes de su incorporación al Código Penal han sido sometidas a un seguimiento desde un prisma victimológico incluso criminológico, criminológico, de acuerdo a la acepción crimen social.
No parece existir acuerdo sobre una única definición de víctima. No obstante para poder hacer ciencia es necesario precisar el objeto de estudio. A lo largo de estas líneas y desde diferentes puntos de vista intentaremos aproximarnos a algunas de las definiciones postuladas. Como es habitual, empezaremos por po r la etimología; “víctima” proviene del latín víctima, que designa a la persona o animal sacrificado o que se destina al sacrificio, frente a “victimario o victimizador”, de victimarius, que alude al sirviente de los antiguos sacerdotes gentiles, que encendía el fuego, ataba a las víctimas al ara y las sujetaba en el acto del sacrificio .Indudablemente el concepto de víctima ha evolucionado en función del lugar y la época hasta recogerse en la actualidad en nuestro diccionario como la persona que padece un daño por culpa propia, ajena o por causa fortuita.
S AI R O E T
De otro lado, y desde un punto de vista meramente doctrinal» se encuentran multitud de definiciones alrededor del concepto de víctima difiriendo, principalmente, en si el bien afectado está jurídicamente tutelado o no. Así pues, lo que pretendo es desarrollar a continuación una serie de definiciones orientativas encaminadas a la concreción de un concepto de víctima enfocado desde varios puntos de vista -social, jurídico, victimológico Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C
El concepto inicial de víctima nace y se perfila en lo que MENDELSOHN denomina 'pareja penal" formada por el criminal y su víctima o, por lo que VON HENTIG llama, delincuente y víctima, la erial no es armónica sino contrapuesta debido a que ambos tienen intereses distintos. No obstante, en algún caso puede comenzar siendo armónica pero lo que interesa al delincuente es causar, al final, esa desarmonía que determina v destaca los roles del acto delictual. N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
32
De este modo, el concepto de víctima en relación con la "pareja penal", tal y como indican, entre otros, V. HENTIG, PAASCH Y NAGEL, hace referencia a personas humanas que experimentan subjetivamente un malestar o dolor ante una lesión objetiva de bienes jurídicos. El principal problema imputable a dicha definición es que deja fuera de la consideración de víctima a las personas jurídicas e intereses supraindividuales, puesto que, parece obvio, determinadas organizaciones, o incluso la propia sociedad, el Estado o la Comunidad Internacional Internacional también pueden ser víctimas de delitos. MENDELSOLIN, por su parte, afirmó que «es la personalidad del individuo o de la colectividad en la medida en que está afectada por las consecuencias sociales de su sufrimiento determinado por factores de origen muy diverso físico, psíquico, económico, político o social así como el ambiente natural o técnico». Además, continúa este autor afirmando que «se puede ser víctima: de un criminal; de sí mismo, por deficiencias o inclinación instintiva, impulso psíquico o decisión consciente; del comportamiento antisocial, individual o colectivo; de la tecnología; de energía no controlada». SEPAROVIC, de otro lado, indica que la víctima podrá ser "cualquier persona física o moral, que sufre como resultado de un despiadado designio, incidental o accidentalmente''. accidentalmente''. S IA R O E
De Vega Ruiz entiende que, en la actualidad, existen dos posiciones doctrinales totalmente distintas para definir a la víctima del delito. De un lado, la doctrina tradicional dogmática la equipara al sujeto pasivo de la infracción que directamente sufre en su persona el menoscabo de sus derechos, en cierto modo identificado con el perjudicado. Con semejante tesis, por tanto, quedarían relegados relegados todos los demás afectados de forma mediata por el delito a la consideración de terceros. De otra, se consideraría víctima no sólo al sujeto pasivo sino a toda persona física o jurídica que directa o indirectamente indirectamente sufra un daño notable como consecuencia inmediata o mediata de la infracción. En términos parecidos a esta segunda posición doctrinal se manifiesta Rodríguez Manzanera Manzanera al definir a la víctima desde un doble punto de vista: a) victimológico general, «individuo o grupo que padece un daño por una acción u omisión propia o ajena, o por causa fortuita»; y b) victimológico criminal, «aquella persona física o moral que sufre mi daño producido por una conducta antisocial, propia o ajena, aunque no sea el detentador del derecho vulnerado».
T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
33
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Bustos Ramírez entiende que las víctimas no sólo son los afectados por cualquier delito contra las personas (homicidio, detención ilegal, injuria, violencia doméstica...) sino que también habría que incluir a todos aquellos afectados personalmente por delitos contra el funcionamiento del sistema (intoxicados por el medio ambiente, por la calidad del consumo, etc.); aunque, de otro lado, considera diferente la situación si se trata de la colectividad o del Estado como tal ya que, según el autor en cita, es dudoso hablar de víctima, en el sentido antes expuesto, y se ha de usar mejor el término sujeto pasivo. Continúa su razonamiento con la necesidad de diferenciar entre el concepto de víctima de la Victimología y el del Derecho penal puesto que ambos son sustancialmente distintos. Así, frente a los conceptos penales que se han venido manejando, para la Victimología se identifica con cualquier afección que sufra una persona en sus derechos, definición que escapa a la del Derecho penal; así, por ejemplo, para la Victimología el testigo, en cuanto se encuentre desprotegido en su función, o el propio delincuente, en la medida en que le sean negados sus derechos, pueden ser también víctimas, aunque el Derecho penal no las recoja como tales.
S
Al igual que acontece con la Criminología, el método utilizado por la Victimología, como quiera que se integra en ella, es empírico e interdisciplinar. Sin embargo, semejante afirmación no es pacífica y precisamente los partidarios del autonomismo han pretendido huir de ella, si bien negar tal hecho es absurdo por cuanto guste más o menos la Victimología es considerada empírica al igual que la Criminología y, entiendo, interdisciplinar aunque algunos autores aboguen por la multidisciplinariedad, al igual que la Criminología. Cuestión distinta es que se sirvan de instrumentos o herramientas diferentes para llevarlo a cabo -piénsese, por ejemplo, en un autosondeo, se trata de una técnica empleada indistintamente por ambas; una encuesta de victimización, algo más próximo a la Victimología que a la Criminología; o una entrevista estructurada para establecer perfiles criminales. AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
34
Antes de pasar a definir lo comprensible por método científico, se considera necesario desarrollar algunas de las características generales que otorgan a la disciplina victimológica su carácter empírico. Así pues, y entendiendo como método aquel medio o forma empleados para conseguir los fines pretendidos de la investigación en base a un conjunto de procedimientos regulares y sistematizados considerados adecuados en la resolución de un problema; en el método científico propiamente dicho, la toma de decisiones basada en comprobaciones previas, en estudios precedentes que han permitido afirmar que determinadas sucesiones de actos serían los más pertinentes para la toma de decisiones posterior, es lo que determinaría propiamente el método científico son el calificativo de empírico. Del mismo modo, permite garantizar la objetividad de los resultados obtenidos, así como ser un importante aliciente en cuanto a su replicabilidad posterior. En relación a lo anterior, habría que señalar que existen dos tendencias o paradigmas generales a seguir dentro del ámbito de las Ciencias Sociales: a) el paradigma experimental y b) paradigma asociativo o correlaciona. El paradigma experimental se centra en la causalidad o relación entre variables a partir de sus relaciones causa-efecto, siendo posible tanto la manipulación del investigador como la asignación aleatoria de los sujetos a los grupos establecidos para la investigación S IA R O E
El método experimental constituye uno de los más rigurosos en su práctica, en tanto supone un mayor control de las variables analizadas así como la posible manipulación o selección de los elementos objeto de estudio. En estos casos, es posible establecer relaciones de causalidad y, en su caso más puro, se caracteriza por selección al azar de los sujetos, así como en su asignación aleatoria a los diferentes grupos objeto de estudio {grupos control versus grupo de tratamiento). Dentro de este primer paradigma podrían diferenciarse tres tipos de diseños:
T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O
Diseños experimentales propiamente dichos: manipulación y control de todas las variables unido a la selección y atribución al azar de los sujetos a los grupos. C , N E GI R O |
Diseños cuasi-experimentales: el control se establece sobre la variable independiente (causa) y la aleatorización de los sujetos es más restringida que en el caos anterior (trabajar con grupos ya estipulados). AI G O L O MI T CI
Diseños de caso único (N=1): el estudio se centra en exclusividad en un sujeto.
V
35
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Por su parte, el paradigma asociativo define un tipo de relación de covariación entre las variables implicadas; esto es. La correlación o asociación entre ambas no quedan sujetas a la manipulación del investigador. Se emplean pues métodos observacionales o diseños de investigación realizados en contextos naturales, que si bien no se caracterizan por el control de los métodos experimentales, son de gran utilidad para explicar determinados fenómenos de dificultosa manipulación. Del mismo modo, en relación al método de investigación se pueden diferenciar dos procedimientos de extracción de información; a saber: a) el método de investigación deductivo, donde partiendo de premisas universales se llega a conclusiones particulares; y b) método de investigación inductivo, el cual parte de la observación de fenómenos específicos o para llegar a establecer conclusiones o verdades más genéricas, siendo este último en que comparte la disciplina victimológica. Presentados los anteriores matices podría afirmarse que el empirismo es clave para obtener el calificativo científico utilizado anterior-mente pites una de las funciones asignadas consiste en conocer la realidad y explicarla, basándose más en hechos que en opiniones, más en la observación que en argumentos o silogismos. Sobre semejante premisa, necesita de estudios científicos a través de los cuales verificar una serie de hipótesis con el objeto de determinar si la conclusión a la que llega es fiable o no y en todo caso aclarar la representatividad de la misma-, formulando teorías basadas en las citadas experiencias. S AI
BUUGE ya afirmó que las principales características de una ciencia empírica se res tunen en que, partiendo del estudio de unos hechos, de manera analítica, especializada, clara, precisa, verificable y metódica, se puedan formular hipótesis predictivas; mientras para Téllez Aguilera el empirismo empieza por hechos, luego los circunscribe y más tarde formula hipótesis y construye teorías para explicarlos, de donde, a posteriori, deduce conclusiones particulares verificables. R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S
Ante tal contexto, podría especificarse todo en el diseño de investigación; esto es, la realización de un estudio científico soportado en el seguimiento de un conjunto de fases o etapas, las cuales se establecen con la finalidad de dar respuestas a determinadas hipótesis mediante la recogida y el análisis de la información pertinente. Se trata de un plan o estrategia de actuación ordenada y flexible que orienta la investigación. Entre las ventajas de esta sistematización podría decirse que se permite aunar criterios entre los distintos profesionales o bien, que su replicabilidad futura es mucho más accesible por cuanto existe una metodología establecida. O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
36
En general, podrían diferenciarse tres fases dentro de diseño de investigación; a saber: 1) una de aplicación conceptual o teórica: 2) otra de formulación eminentemente práctica u operativas; y 3) relativa a las conclusiones y posibles modificaciones en los planteamientos iniciales u operativos. 1) Fase conceptual o teórica. Partiendo de determinados modelos y postulados teóricos se establecen las hipótesis o supuestos de estudio, estableciendo las predicciones estimadas respecto a los posibles resultados. Son tales definiciones y estimaciones sobre determinados hechos las que serán objeto de aceptación o refutación tras el análisis de la información. 2) Fase operativa. Referida propiamente a la característica experimental o práctica del diseño, momento en que las hipótesis planteadas en un primer momento se operacionalizan en instrumentos que permitan su medición y posterior recogida de información. Así pues, las hipótesis definen determinadas variables (sexo) o categorías de las mismas (hombre/mujer) bajo determinados supuestos o formulaciones sujetas a comprobación científica, siendo por medio de los instrumentos adecuados como definitivamente se obtendrá tal información. Véase el siguiente ejemplo: S IA R
El interés de la investigación radica en estudiar los niveles de ansiedad experimentados en menores que Kan sufrido abuso por parte de los progenitores, en comparación con colectivos de las mismas edades pero que no Kan experimentado tal suceso; así pues, la redacción de sendas hipótesis pudiera plantearse el siguiente modo: O E T Y N OI C A CI FI S A L
a)
C
“No existen diferencias significativas en los niveles de ansiedad de dichos colectivos” {hipótesis nula). , S O T P E
b)
C
“Los niveles de ansiedad son superiores en menores que han sufrido abuso” {hipótesis alternativa). N O C , N E GI
Tales conceptualizaciones previas serian típicas de la primer fase, siendo lo relativo a la medición de las variables la segunda etapa o fase operativa. Una vez definido el objeto de estudio, así como las variables involucradas: menor con o sin abuso (variable independiente o causa) y niveles de ansiedad (variable dependiente o efecto) se seleccionan los instrumentos de medida oportunos, en este caso relacionados con la ansiedad, de adaptación como prueba complementaria, etc., para con posterioridad analizar los resultados obtenidos
R O | AI G O L O MI T CI V
37
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
(por ejemplo, el estadístico t-Student para contemplar la posible existencia de diferencias significativas o no entre sendos grupos). Ya en las conclusiones, y si existieran diferencias significativas entre los sujetos señalados a favor de mayores puntuaciones en ansiedad en menores abusados, podrían generalizarse los resultados a sujetos que, no habiendo participado en el estudio, responderían a las mismas características que los sujetos evaluados. Tras la recopilación de la información la misma pasa a ser analizada a través de diversos estadísticos (medias, desviaciones típicas, etc.), los cuales podrán dar más que una información de tipo de descriptivo; esto es, podrán advertir sobre la presencia de diferencias 'efectivamente significativas' entre las hipótesis inicialmente planteadas, afirmaciones que a favor del supuesto o hipótesis corroborada podrán generalizarse al resto de la población. 3) Conclusiones. Enlazando con lo que se acaba de explicar, seria en esta fase donde se podrían ampliar o generalizar los supuestos estudiados al resto de la población. Ahora bien, no siempre los resultados obtenidos son favorables a las modelos teóricas con los que se trabaja, ni tampoco siempre los datos o puntuaciones obtenidas de las distintas pruebas psicométricas son igualmente analizados correcta-mente, por lo que el investigador deberá en cualquier momento ser consciente de tales fallos y realizar las modificaciones pertinentes (retroalimentación 'negativa') S
En definitiva, la ejemplificación del diseño de investigación quedaría representada del siguiente modo: AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
38
Concretizado cada uno de los aspectos señalados, el carácter investigador empírico le sobrevendría en el momento que cumpliera con el siguiente diseño: Elección del tema —* Formulación de hipótesis —* Diseño de la investigación —> Recogida de datos —> Sistematización de los datos * Interpretación de los datos —» ¿Validación o rechazo de la hipótesis inicial? —* ¿Formulación de teoría? ¿Reformulación de las premisas iniciales? a)
Elección del tema de investigación. Debe realizarse de acuerdo con las preferencias del investigador y siempre sobre una temática a la que tenga acceso o capacidad para obtener re-cursos y datos. Lo que no es admisible es intentar conseguir resultados que se correspondan preferencias de la persona ya que no será un estudio objetivo.
b)
Formulación de la hipótesis. El diseño de un proyecto empírico se inicia con un modelo conceptual sobre aspectos esenciales como las teorías e hipótesis a formular, elemento trascendental en tanto la investigación girará en torno a la comprobación empírica de la hipótesis formulada» Debe tratarse de una explicación novedosa, que aporte nuevo datos al conocimiento de ese tema, pudiendo replicar estudios ya desarrollados por otros investigadores confirmando o no sus resultados. S IA R O E T Y N OI
c)
C
Diseño de la investigación. Abarcaría la forma de acometer el estudio, el acceso a los datos, las fuentes empleadas (...) o, dicho de otro modo, la muestra sujeta a estudio y el mecanismo o fuente utilizada. Debe tenerse muy presente, en cualquiera de las fases, pero particularmente en esta, la presencia de sesgos que invalidarían o restarían la fiabilidad de los resultados de la investigación. A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N
d)
Recogida de datos. Comprende el hecho de recabar la información requerida de la población sujeta a maestreo. No con-viene obtenerla de forma continua sino establecer un primer corte o 'estudio piloto" para verificar que no hay ningún tipo de sesgo o impedimento ya que conviene detectarlo de inicio antes que finalice esta fase por cuanto, caso de producirse, puede invalidar la muestra. Una vez detectado, si acontece, se procederá a realizar las modificaciones oportunas a fin de optimizar el modelo.
E GI R O | AI G O L O MI T CI V
39
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
e)
Sistematización de los datos. La utilización de bases de datos redunda en un mejor análisis en tanto se convierte en un pro-ceso prácticamente automático. Si las mediciones estadísticas son las adecuadas una vez alcanzado la representatividad poblacional prefijada no es necesario ni compilar más datos ni analizarlos.
f)
Interpretación de los datos. Una vez estructurados comienza la verdadera tarea del investigador en tanto hay que darles forma de acuerdo con la premisa o hipótesis enunciada. Aquí el marcado carácter interdisciplinar de la Victimología juega un papel trascendental en tanto deben ser constantes las remisiones a estudios, teorías, aportaciones, etc., tanto de la propia Criminología como de otros campos del saber, para así dotar de una postulación coherente de los resultados obtenidos. La verificación o refutación de otras investigaciones debe ser un elemento central de esta fase, sin miedo a desarrollar un espíritu crítico con la temática abordada y proponiendo siempre alternativas a la misma.
g)
Finalmente, cabrá validar o rechazar la hipótesis inicial pre-sentada en lo que debe ser considerado como la aportación a la evolución del pensamiento victimológico e incluso la formulación de una teoría sustentada sobre la citada investigación empírica. S AI R O
Una vez desarrolladas de manera más específica las etapas definitorias del diseño de investigación, cabría señalar las siguientes consideraciones al respecto:
E T Y N OI C
El diseño de investigación es un proceso mucho más complejo que el señalado, sobre todo en la segunda de las fases. Así por ejemplo, en la determinación de las variables intervinientes no sólo se considera las involucradas propiamente en el proceso (variable dependiente e independiente), sino también la presencia de posibles variables no controladas que pudieran alterar los resulta dos (variables extrañas o espureas). A CI FI S A L C , S O T P E C N O C
Advertir la transcendencia de los diseños de investigación de N= 1 o diseños de caso único, los cuales se consideran de especial relevancia en el ámbito de la Victimología por entender que el trabajo con tales sujetos ha de responder a una sistemática de individualización y tratamiento diferencial para cada individuo. En este sentido, y a diferencia del diseño de investigación que se acaba de exponer, el número de sujetos con el que se trabaja es una persona (estudio de caso aislado), lo que hace de su acepción la categoría de cuasi-
, N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
40
experimental, así como una menor validez en la generalización posterior de los resultados obtenidos en el proceso evaluativo.
Los medios o procedimientos de actuación se entienden específicos tanto de la disciplina o ciencia con que se trate, como del objeto de estudio objeto de evaluación, por lo que el empleo de uno u otro método dependerá de los intereses perseguidos en la investigación, siendo generalmente los aplicados en la disciplina victimológica de origen probabilístico o correlacionar.
En resumen, y como recopilación de todo lo citado con anterioridad, podría decirse que el método como elemento identificativo comporta la gran diferencia de la Victimología -y, por ende, de la Criminología- con otras ciencias afines -piénsese, por ejemplo, en el Derecho- ya que se basa en la observación y no en argumentos u opiniones. Como aspecto de especial transcendencia conviene llamar la atención, tal y como se desarrollará en el Capítulo Segundo, en la especial sensibilidad que debe guardarse con los instrumentos empleados para la recogida de datos ya que no conviene olvidar que la persona que los proporciona puede haber sido víctima de un ilícito, la mayoría de las ocasiones traumático -piénsese, por ejemplo, en las encuestas de victimización e inconscientemente puede producirse una nueva victimización por lo que resulta muy recomendable y adecuado que, llegado el caso, semejantes cuestionarios sean pasados por personal cualificado y experto en tratar con víctimas. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S
Se trata de la nota identificativa del método victimológico si bien esta opción no es pacífica en la doctrina en tanto existen autores como, por ejemplo, Tamarit Sumalla, que la identifican como multidisciplinar por abarcar un espacio de confluencia e integración de los conocimientos normativos, psicosociales y médicos relacionados con los procesos de victimización y desvictimización. A L C , S O T P E C N O C , N E
Llegado a este punto se produce el clásico debate entre interdisciplinariedad vs multidisciplinariedad que debe resolverse, en mi opinión, a favor de la primera ya que una de las principales características del método victimológico es el recurso parcial a los conocimientos que le sean útiles para completar su fruición. GI R O | AI G O L O MI
Así pues, para verificar el porqué de semejante opción habría que distinguir ambos conceptos. Respecto al primero, hace referencia a un conjunto parcial de conocimientos de otra ciencia o disciplina, mientras la multidisciplinariedad agrupa a la totalidad de conocimientos conformadores de esa ciencia o disciplina; esto es, el carácter interdisciplinar permite a la Victimología hacer suyas diversas nociones de
T CI V
41
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
otras ciencias de forma individual frente a la multidisciplinariedad que agruparía la totalidad de postulados o, dicho de otra forma, la interdisciplinariedad se proyectaría sobre la premisa de autonomía científica, que no independencia, algo que no sería posible si se le re-conoce el carácter multidisciplinar. Rodríguez Manzanera las ha diferenciado sobre la premisa de que la interdisciplinariedad implica la estrecha colaboración que deben llevar las ciencias para que, a través de un método combinado, se cumpla la función científica, mientras en la multidisciplinariedad no hay más que una acumulación aritmética de diversas ciencias: es decir, mientras la primera implica dependencia mutua en el sentido de complemento de unas hacia otras, la segunda afecta tan sólo a la cantidad. Así pues, la Victimología requiere, siguiendo los parámetros referidos por el citado autor, un “sistema de retroalimentación” entre diversas ciencias y disciplinas como motivadoras de la Interdisciplinariedad en tanto cada conclusión particular se corrige y enriquece al contrastarse con las obtenidas en otros ámbitos y disciplinas, propiciándose la necesaria síntesis libre de contradicciones. Allí es precisamente donde se refuerza la tesis de que la Victimología es ínter disciplinar pues es algo más que el Derecho, la Psicología, la Criminología, la Medicina, la Estadística o la Sociología pero no puede prescindir de ellos sino todo lo contrario: retroalimentarse con sus conocimientos. Ahora bien, esa constante remisión a conocimientos o herramientas de investigación provenientes de otras ciencias afilies. S
¿No le restará grado de cientificidad? La respuesta debe ser necesaria-mente negativa ya que, empleando las palabras usadas para resolver esta pregunta en el ámbito de la Criminología por Garrido, Stangeland y Redondo, compartir ciertos conceptos e instrumentos con otras ciencias afines no menoscaba su entidad científica, antes bien, la corrobora, ya que el método científico es esencialmente único. AI R O E T Y N OI C A CI FI S A
Por todo ello, conviene concluir diciendo que el método victimo- lógico es eminentemente integral en tanto consiste en recabar datos y saber integrarlos e interpretarlos con la finalidad de dotar de una explicación coherente a un hecho ilícito, específico o general, sacralizando en muchas ocasiones el estadístico. Con este propósito, la interdisciplinariedad jugará un papel esencial a la hora de dotar de contenido semejantes conclusiones pues permitirá a la Victimología completar un amplio catálogo de teorías generales sin las cuales su conocimiento quedaría anclado en la ambigüedad y el pasado. L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
42
La Victimología, como toda ciencia, tiene características que le son comunes a las mismas. Así podemos describirla como una sapiencia fáctica, analítica, especializada, entre otras particularidades. En este sentido, nos detendremos a analizar algunas de ellas, sobre todo las más importantes.
1- Es una . Por cuanto parte de los hechos, los resuelve y a ellos regresa. Ese es el caso del suceso victimizante y sus causales así como todo el proceso de victimización generado a partir de él. Estos enunciados fácticos son los llamados datos empíricos los cuales, a su vez, son las materias primas de sus elaboraciones teóricas y metodológicas. 2-
: la Victimología no solo descarta los hechos, sino que produce nuevos hechos y los explica. A partir del estudio del suceso victimizante y sus causas se originan nuevas acciones de análisis, estudio y explicación de los fenómenos y a su vez ello concluye en hechos de reposición de los derechos lesionados, así como asistencia a las víctimas correspondientes y políticas fácticas preventivas y de control creando nuevas experiencias.
3- Es en cuanto a través de sus métodos de investigación aborda cada problema planteado y bien identificado y trata de descomponerlo todo en elementos. S IA R O E T Y
4- Es en tanto la unidad de sus métodos de estudios y la pluralidad de técnicas de aplicación permiten una independización y particularidad entre las demás ciencias. N OI C A CI FI S
5-
A
: el conocimiento victimológico procura constantemente la precisión. Posee una técnica única para encontrar errores. L C , S O T P E
6- Es en tanto es expresable y pública. La información obtenida en la investigación victimológica es una condición necesaria para la verificación de los datos empíricos y las hipótesis científicas. C N O C , N E GI R
7- Es en cuanto debe aprobar el examen de la experiencia, o sea, sus hipótesis pueden ser puestas a prueba. O | AI G O
8- Es . Los victimólogos no trabajan a oscuras o al azar, sino que saben lo que buscan y como encontrarlo por medio del uso de métodos y técnicas exclusivos y generales.
L O MI T CI V
9- Es en tanto no es un agregado de informaciones inconexas, sino un agregado de informaciones conectadas lógicamente entre sí.
43
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
10- Es en tanto ubica los hechos particulares en pautas generales y los enunciados particulares en esquemas amplios. 11- Es por cuanto busca leyes y las aplica insertando los hechos particulares en pautas generales.
S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
44
La relación que existe entre víctima-autor, en la eclosión del evento delictivo, es importante para la criminología. De igual manera las vinculaciones de la víctima con el sistema penal, sea como denunciante o parte civil. Desde la perspectiva criminológica, son importantes algunas formas de relación entre víctima y victimario, que tienen especial incidencia en el fenómeno delictivo. En estos casos desde el punto de vista victimológico, nos interesa el grado en que la potencial victima favorece o incentiva el desencadenamiento del acto criminal.
que aprueba la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y de abuso de poder: S IA
1. Se entenderá por "víctimas" las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de los derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los Estados Miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder. 2. Podrá considerarse "víctima" a una persona, con arreglo a la presente Declaración, independientemente de que se identifique, aprehenda, enjuicie o condene al perpetrador e independientemente de la relación familiar entre el perpetrador y la víctima. En la expresión "víctima" se incluye además, en su caso, a los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata con la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización. 3. Las disposiciones de la presente Declaración serán aplicables a todas las personas sin distinción alguna, ya sea de raza, color, sexo, edad, idioma, religión, nacionalidad, opinión política o de otra índole, creencias o prácticas culturales, situación económica, nacimiento o situación familiar, origen étnico o social, o impedimento físico.
R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
45
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
, por la que se establecen normas mínimas sobre los derechos, el apoyo y la protección a las víctimas de los delitos: 1. Con arreglo a la presente Directiva se entenderá por: a) «víctima», i) la persona física que haya sufrido un daño o perjuicio, en especial lesiones físicas o mentales, daños emocionales o un perjuicio económico, directamente causado por una infracción penal, ii) los familiares de una persona cuya muerte haya sido directamente causada por un delito y que haya sufrido un daño o perjuicio como consecuencia de la muerte de dicha persona; b) «familiares», el cónyuge, la persona que convive con la víctima y mantiene con ella una relación personal íntima y comprometida, en un hogar común y de manera estable y continua, los familiares en línea directa, los hermanos y hermanas, y las personas a cargo de la víctima; 2. Los Estados miembros podrán establecer procedimientos: a) para limitar el número de familiares que puedan acogerse a los derechos establecidos en la presente Directiva, teniendo en cuenta las circunstancias específicas de cada caso, y b) por lo que respecta al apartado 1, letra a), inciso ii), para determinar qué familiares tienen prioridad en relación con el ejercicio de los derechos establecidos en la presente Directiva. S AI
Si bien en la Directiva, se especifican derechos para las víctimas que denuncian, según su artículo 8. 5: R O E T Y N
Los Estados miembros garantizarán que el acceso a los servicios de apoyo a las víctimas no dependa de que la víctima presente una denuncia formal por una infracción penal ante una autoridad competente. OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O
Tradicionalmente en Derecho penal la víctima se define como el sujeto pasivo o la persona sobre quien recae la acción criminal o sufre las consecuencias nocivas de dicha acción en sí misma, en sus bienes o en sus derechos. C , N E IG R O | AI
Como veremos en las unidades siguientes, en la normativa específica sobre distintos tipos de víctimas se establecen los requisitos para el reconocimiento de la condición de víctima, de cara a la titularidad de ciertos derechos y/o prestaciones. El Estatuto G O L O MI T CI V
46
transpone la Directiva de 2012 y da la siguiente definición de víctima si la restringimos a su ámbito de aplicación: “Artículo 2. Ámbito subjetivo. Concepto general de víctima. Las disposiciones de esta Ley serán aplicables: a) Como víctima directa, a toda persona física que haya sufrido un daño o perjuicio sobre su propia persona o patrimonio, en especial lesiones físicas o psíquicas, daños emocionales o perjuicios económicos directamente causados por la comisión de un delito. b) Como víctima indirecta, en los casos de muerte o desaparición de una persona que haya sido causada directamente por un delito, salvo que se tratare de los responsables de los hechos: 1. º A su cónyuge no separado legalmente o de hecho y a los hijos de la víctima o del cónyuge no separado legalmente o de hecho que en el momento de la muerte o desaparición de la víctima convivieran con ellos; a la persona que hasta el momento de la muerte o desaparición hubiera estado unida a ella por una análoga relación de afectividad y a los hijos de ésta que en el momento de la muerte o desaparición de la víctima convivieran con ella; a sus progenitores y parientes en línea recta o colateral dentro del tercer grado que se encontraren bajo su guarda y a las personas sujetas a su tutela o curatela o que se encontraren bajo su acogimiento familiar. S IA R O
2. º En caso de no existir los anteriores, a los demás parientes en línea recta y a sus hermanos, con preferencia, entre ellos, del que ostentara la representación legal de la víctima. E T Y N OI C A CI
Las disposiciones de esta Ley no serán aplicables a terceros que hubieran sufrido perjuicios derivados del delito”. FI S A L C , S O T P E C N O C , N E
Hans Von Hentig (1948), describió trece tipos de víctimas en su obra "The Criminal and his Victim", constituyendo una tipología muy amplia, en la que se aprecian factores psicológicos, sociales y biológicos. GI R O | AI G O
Benigno Di Tulio decía que:" el comportamiento de la víctima puede tener particular importancia en las relaciones de la criminogénesis, por cuanto de ello pueden partir estímulos capaces de reforzar y desencadenar el impulso y las fuerzas crimino impelentes".
L O MI T CI V
47
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Como ciencia que estudia a las víctimas de infracciones penales, numerosos autores han realizado diversas clasificaciones sobre tipologías de víctimas.
Se considera como tal aquella que es escogida voluntariamente por el criminal, no siendo su elección producto del azar. Un ejemplo serían los crímenes pasionales, venganzas o crímenes llevados a cabo por familiares o allegados.
Escogida al azar. El crimen podría realizarse con cualquier otra persona sin que ello produjera ningún cambio en el criminal. Un ejemplo de ello podrían ser el fraude o los timos. También se observa en algunos actos criminales llevados a cabo por psicópatas y asesinos en serie.
S AI R O E
Aquella víctima que es capaz de presentar resistencia y defenderse, o que es atacada a causa de o a sabiendas de que el sujeto iba a defenderse. T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P
No siempre que se da una situación en que un sujeto es víctima de un crimen éste es un sujeto sin vinculación con el hecho criminal. De este modo, existen víctimas que participan de forma activa en el delito, si bien es posible que actúe bajo coacción. E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
48
Su tipología es una de las primeras clasificaciones de víctimas y, sin lugar a dudas, la más conocida y comentada. De hecho ha servido de base para otras tipologías victimológicas de muy diversos autores. A tal efecto hay que remitirse, por ejemplo, a las de Fattahl y Gulotta. Su fundamento se centra en la correlación de culpabilidad entre la víctima y el infractora; esto es, la existencia de una relación inversa entre la culpabilidad del agresor y la del ofendido, a mayor culpabilidad de uno menor culpabilidad de otro. No obstante, el propio Mendelsohn es consciente de que es un planteamiento eminentemente teórico ya que la realidad demuestra que no existen casos de inocencia o culpabilidad absoluta y que, además, las conductas de los seres humanos están influenciadas por determinados factores biopsicosociales. a. VICTIMA COMPLETAMENTE INOCENTE O IDEAL: Es aquella que nada ha hecho o nada ha aportado para desencadenar el crimen. Sería la víctima inconsciente, que bien pudiera estar representada por un niño. b. VÍCTIMA DE CULPABILIDAD MENOR O POR IGNORANCIA: El delito ocurre por un acto poco reflexivo de la víctima que no prevé el riesgo. c. VICTIMA VOLUNTARIA: S IA R O
El autor distingue las siguientes modalidades E T Y
-
Los que cometen suicidio echándose a la suerte, el suicidio por medio de la "ruleta rusa". El suicidio por adhesión Caso de eutanasia, la victima implora que se le ayude a morir. La pareja criminal N OI C A CI FI S A L C , S O T P E
d. VÍCTIMA MÁS CULPABLE QUE EL INFRACTOR: distingue dos variantes -
C N O C
Victima provocadora: aquella que por su conducta incita al autor a cometer el hecho criminal. Victima por imprudencia: se determina el hecho por falta de cuidado de la víctima. Por ejemplo: dejar un automóvil mal cerrado. , N E GI R O | AI G O L
e. VICTIMA CULPABLE: considera 3 variedades -
Victima Infractor, como en el caso de legítima defensa Victima simulante, que denuncia y logra imputar un hecho criminal con el objeto de que la justicia cometa un error.
O MI T CI V
49
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
-
Victima imaginaria, no existe infracción, pero se denuncia por hecho imaginario.
De forma complementaria a esta tipología, Mendelsohn propone, a efectos penológicos, agrupar a las víctimas en conjuntos para imponer una pena al culpable, la cual irá descendiendo en su duración conforme aumentemos de grado: a) Víctima inocente. No hay provocación ni otra forma de participación en el delito más que la puramente victimal. Debe aplicarse la pena íntegra al delincuente. b) Dentro del segundo grupo se encuadran las víctimas provocadora, imprudencial, voluntaria y por ignorancia. Como quiera que la víctima colabora en mayor o menor grado, y en ocasiones intencionalmente, ha de disminuirse la pena al criminal en el grado en que la víctima participe en el delito. c) El tercer grupo, es el de la víctima agresora, simuladora e imaginaria. Bien por haber cometido la víctima el acto delictuoso, bien porque éste no existe, el inculpado debe ser absuelto. Pese a ser considerada la tipología victimológica más completa de cuantas se han hecho, tanto por sus aplicaciones teóricas como por las prácticas, también ha recibido críticas de algunos autores. A tal efecto, por ejemplo, Silverman reprocha a Mendelsohn que sólo se fije en las víctimas individuales. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C ,
a. VICTIMA PROVOCADORA: 2 subgrupos S O T P
- Tipo pasivo: victima por negligencia o imprudencia favorecedora del crimen, incitando indirectamente al delincuente. E C N O C , N
- Tipo activo: en este caso la victima desempeña un rol más relevante. Tiene 2 variantes: E IG R O |
AI
Victima consciente: incita a la acción como agente provocador Víctima no consciente: no incita al acto pero la provoca por sus acciones conscientes o inconscientes. G O L O MI T CI V
50
b. VICTIMA PARTICIPANTE: se presenta en la fase de ejecución del hecho
a. Victima sin relación con el criminal: Las que no tienen ningún nexo con el victimario b. Victimas provocativas o provocadoras: El acto delictivo se realiza como efecto de la incitación que origina la potencial victima sobre el futuro ofensor haciendo algo en su contra c. Victimas precipitadas: Son víctimas potenciales que sin efectuar nada en contra del futuro criminal, lo incitan o inducen con su particular forma de conducta. d. Victimas biológicamente débiles: Aquellas cuya constitución, o situación física o estado mental induce en el potencial victimario la idea del acto criminal. e. Victimas socialmente débiles: Aquellas no bien vistas por la sociedad f. Victimas auto-victimas: Se victimizan así mismas. g. Victimas políticas: Victimas resultantes a causa de sus ideas políticas. S IA R O E T Y N OI C A CI FI
También denominadas enteramente inocentes o ideales. Su intervención no desencadena el acto criminal; la relación entre el infractor y la víctima es irrelevante. A su vez, dentro de esta categoría se distinguen entre víctimas accidentales e indiscriminadas. Las primeras son sustituidas por el azar en el camino de los delincuentes, como es el caso, por ejemplo, del cliente que se encuentra en un banco en el momento de consumarse un asalto a mano armada, o de quien sufre un atropello derivado de la conducción imprudente de una persona ebria. Las segundas integran un sector incluso más amplio que el anterior, al no sustentar en ningún momento vínculo alguno con el culpable. El ejemplo tradicional los constituyen los atentados terroristas, en los que con frecuencia no existen motivos personales en contra los agraviados (daño colateral). S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
51
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Desempeñan cierto papel en el origen del delito, interviniendo voluntariamente o
no, en la dinámica criminal. Así sucede en algunos casos de imprevisión de la víctima (cuando no cierra las vías de acceso al hogar, deja a la vista un objeto valioso en el vehículo, camina a altas horas de la noche por un barrio peligroso, etc.) Otras veces su intervención es más decisiva, provocando el suceso, que surge como represalia o venganza contra su actuación. Asimismo, se habla de las víctimas alternativas, en alusión a aquellas que se sitúan voluntariamente en posición de serlo, dependiendo del azar su condición de víctima o de victimario (como sucede en algún duelo o pelea). Finalmente, la mayor contribución se produce en el supuesto de las víctimas voluntarias, que instigan el delito o lo pactan libremente (eutanasia, homicidio, suicidio…).
Pertenecen al núcleo familiar del infractor, y se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad por su relación convivencial o doméstica con aquél (lo que a su vez explica la amplia “cifra negra” de los delitos producidos en este entorno). Los malos tratos y las agresiones sexuales en el hogar tienen principalmente como objeto pasivo a los miembros más débiles: las mujeres y los niños. S AI R O E T Y N
En delitos que lesionan o ponen en peligro determinados bienes cuya titularidad no corresponde a una persona natural, sino a una persona jurídica, a la comunidad o al estado: delitos financieros, fraudes al consumidor, delitos informáticos, y otras defraudaciones de lo que suele denominarse delincuencia de cuello blanco. En todas estas infracciones destaca la despersonalización, colectivización y anonimato respecto a las relaciones entre delincuente y ofendido. OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O |
Aquellos sujetos que por diversos motivos ofrecen una predisposición victimógena específica. Entre esas circunstancias se encuentra la edad, ya que a los niños y ancianos les suele resultar más difícil ofrecer una resistencia eficaz. También el estado físico o psíquico del sujeto, debido a la mayor
AI G O L O MI T CI V
52
debilidad provocada por ciertas enfermedades y minusvalías; la raza, que motiva victimización de algunas minorías; y el sexo, siendo generalmente mujer la víctima de ciertos delitos producidos en el entorno familiar, laboral, etc. La homosexualidad se encuentra en la base de algunas infracciones (chantajes, agresiones físicas…). Asimismo existen factores sociales que proporcionan esa mayor victimización: la desahogada posición económica, el estilo de vida, la ubicación de la vivienda, el trato con grupos marginales, etc., del riesgo inherente al ejercicio de algunas profesiones (policías, vigilantes, taxistas, empleados de entidades bancarias, farmacéuticos…), y particularmente el ejercicio de la prostitución.
Algunas personas sufren actos dirigidos a menoscabar un determinado sistema de valores, partido político, ideología, secta o familia, a los que pertenece el agraviado, siendo un elemento representativo de los mismos; los asesinatos de Martin Luther King o Aldo Moro suelen ser citados como ejemplos.
S IA R O E T
Denuncian en delito que en realidad no ha existido, ofreciendo una doble modalidad: simuladoras, que actúan conscientemente poniendo en marcha el proceso con el fin de provocar un error judicial; e, imaginarias, que creen erróneamente (por causas psicológicas, o por inmadurez psíquica) haber sufrido un acto criminal. Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O |
El abuso sexual infantil no es sino una forma más de victimización en la infancia. Parece existir cierto consenso en torno a la consideración del maltrato como toda acción u omisión, no accidental, que impide o pone en peligro la seguridad de los menores de 18 años y la satisfacción de sus necesidades físicas y psicológicas básicas.
AI G O L O MI T CI V
Entre las formas más frecuentes de maltrato encontramos: el abandono o la negligencia, maltrato emocional, maltrato físico, maltrato prenatal, mendicidad,
53
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
corrupción, explotación laboral, síndrome de Munchausen por poderes (se provoca en el menor síntomas físicos patológicos que requieren hospitalización o tratamiento médico reiterado), maltrato institucional y, por último, el abuso sexual, que no es más que un grave y especial tipo de maltrato. Es importante señalar que frecuentemente la víctima sufre combinaciones en las que se da más de un tipo de maltrato; por ello, los efectos psicológicos producidos en el menor están referidos, como en los demás traumas, a la situación de desamparo en que se encuentra el niño. Según el National Center of Child Abuse and Neglect (NCCAN), el abuso sexual infantil comprende “los contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto (agresor) usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. El abuso sexual también puede ser cometido por una persona menor de 18 años, cuando ésta es significativamente mayor que el niño (la víctima) o cuando (el agresor) está en una posición de poder o control sobre otro menor.” David Finkelhor (1992), citado en Esbec (2000), encuestó en 1992 a una amplia muestra de estudiantes universitarios de Nueva Inglaterra, encontrando lo siguiente: -
Aunque los niños no lleguen a etiquetar como abuso ciertos gestos sexuales, la mayoría de las víctimas tenían la idea de que algo raro pasaba. S
-
AI
Entre los 7 y 9 años, el menor ya empieza a comprender lo inapropiado de ciertas conductas del adulto. R O E T Y N
El 19,2% de las mujeres y el 8,6% de los varones referían abusos sexuales en su infancia. El tipo más común eran tocamientos genitales, y solo un 4% narraba experiencias que involucraban el coito. OI C A CI FI S A L
-
C ,
Casi la mitad de estas experiencias eran con miembros de la familia nuclear o extensa. S O T P E C
-
N
El pico de edad eran 10-12 años en ambos sexos. O C ,
-
N
En más del 90% de los casos el iniciador era una persona más mayor, y solo en el 55% de los casos se empleó algún tipo de fuerza. E IG R O |
-
AI
En más del 50% de los casos el menor reaccionó con miedo. El 25% se sintió desconcertado, y en el 8% de los casos la experiencia fue placentera. G O L O MI
-
El 63% de las niñas y el 73% de los niños no contaron a nadie su experiencia.
T CI V
54
-
El tipo de incesto más frecuente era entre hermanos y primos, heterosexual y homosexual. Es el menos perturbador.
-
El abuso sexual intrafamiliar es más perturbador que el extrafamiliar, si es con personas con sensible diferencia de edad, y especialmente el padre.
-
El trauma es mayor cuanto más cercana sea la relación, cuanto mayor sea la víctima y cuando se empleó fuerza y coerción. No influye significativamente la existencia o no de coito ni la duración (repetición de la experiencia).
Wurtele y Miller-Perrin (1992) describen las siguientes conductas, emociones e indicadores físicos del abuso sexual infantil: 1. Conductas: regresiones, aislamiento social, obsesión con la sexualidad, conocimiento de conductas sexuales, conducta de seducción, masturbación excesiva, juegos sexuales con otros, lenguaje sexual, mostrar los genitales, ser agresor de otros, dificultad para separarse. 2. Emociones: síntomas de ansiedad, balanceos, terrores nocturnos, depresión, hostilidad, rabia, agresión, conflictos con la familia o amigos. 3. Indicadores físicos: moratones o sangrados genitales, dolor, picor u olor en genitales, problemas para andar/sentarse, problemas del sueño, problemas del apetito, manifestaciones somáticas. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C
No existe en principio ninguna característica específica que haga a la mujer víctima de la agresión sexual, salvo su mera condición femenina. En comparación con otros acontecimientos, la violación es el delito más frecuente del que es víctima la mujer (Koss, Gidycz y Wisniensky, 1987; Russell, 1984 cit. En Echeburúa, 1995). Una de cada seis mujeres será víctima de una agresión sexual a lo largo de su vida, de entre las cuales un alto porcentaje cree que podría ser violada otra vez (Esbec, 2000). Pero a pesar de que, como mencionábamos, no emerge ninguna característica específica que pueda convertir per se a una mujer en víctima de este tipo de suceso, las víctimas de estos delitos presentan unas características con una frecuencia relativa, que nos permite conocer algunas características generales. , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
Las consecuencias tanto físicas como psicológicas de una agresión sexual pueden ser múltiples y diversas; de hecho, la mayoría de los autores coinciden en considerar a las personas que sufren agresión sexual como, en general, las más
55
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
intensamente victimizadas. El estudio psicológico de las víctimas de agresión sexual es muy importante a la hora de cotejarlo con las consecuencias físicas si las hubiere. Pero existen casos en que estas lesiones físicas no existen en tanto la mujer ha sido amenazada mediante arma u otro instrumento lo suficientemente persuasivo para que se deje abordar sexualmente, o en tanto la mujer mantiene relaciones sexuales habituales. En estos casos, de muy difícil comprobación objetiva, la prueba pericial psicológica, que aún hoy los jueces se muestran reticentes a reconocer, cobra un papel relevante. La violación constituye el delito violento más traumatizante, generando inmediatamente síntomas de TEP y, en muchas víctimas, secuelas psicológicas a largo plazo (Esbec, 2000). No obstante, variables como las características del asalto (conocer o no al delincuente, empleo de armas, daños sufridos, violencia empleada, etc.), factores sociodemográficos, el tipo de delito, el hecho de que la víctima acuda o no al sistema legal, el funcionamiento previo de la víctima, sus estrategias de afrontamiento y el apoyo social recibido, influyen decisivamente en las diferencias individuales encontradas en la respuestas de las víctimas frente a la violación. Para muchos autores, el uso de un arma y la apariencia del asaltante tienen relación directa con el efecto posterior y su gravedad, así como con la decisión de denunciar los hechos y ser perseguidos por parte de la policía. En general, parece que las víctimas más jóvenes, las de mayor nivel socioeconómico, que trabajan y tienen mayor formación, experimentan niveles más bajos de perturbación. Los resultados sobre características del delito permiten afirmar que las víctimas que conocen al delincuente experimentan mayores o iguales niveles de muy distintos síntomas, y éstos son más duraderos (Herrero y Garrido, 2001). Y aunque es casi cuatro veces más probable que las mujeres sean asaltadas por un conocido, la mayoría de estos delitos no son denunciados (Esbec, 2000). S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A
Existe un número importante de mujeres que ocultan haber sido violadas e incluso hay víctimas de violación “ocultas” que acuden al psicólogo en busca de ayuda pero no revelan que han sufrido una agresión sexual (Echeburúa, 1995). L C , S O T P E C N
Las cifras de denuncia en este tipo de delitos oscila entre el 5 y 20% y algunos estudios estiman que solo entre 1 y 4 de cada 10 violaciones llegan al conocimiento de la policía. Entre los motivos para ocultar lo sucedido encontramos: miedo a que no se le tome en serio, deseo de evitar la estigmatización de la violación, miedo a represalias del agresor, no percibirse a sí misma como víctima, no haber obtenido el suficiente apoyo social y temor a ser culpada por lo ocurrido. O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
56
Uno de los primeros estudios que identifican el impacto psicológico de la violación sobre sus víctimas es el llevado a cabo por Sutherland y Scherl (1970), citados en Esbec (2000), con una muestra de 13 mujeres. Comprueban que las víctimas experimentan miedo y ansiedad inmediatamente después de la agresión, y depresión posteriormente. Describen, además, tres fases características: reacción aguda, período de ajuste con negación y fase de integración y resolución. Burgess y Holmstrom (1974), por su parte, entrevistan a 146 víctimas y llegan a describir el “síndrome de violación” o Rape Trauma Syndrome. Este síndrome supondría una reacción aguda de estrés como consecuencia de una situación amenazadora para la vida de la persona. Las manifestaciones del síndrome traumático de la violación son sistematizadas en dos fases: 1. Fase de desorganización: incluye reacciones conductuales diversas, reacciones somáticas y emocionales que rompen el estilo de vida de la víctima previo al suceso, y que suele comprender entre unos días y unas semanas. 2. Fase de reorganización: que a largo plazo incluye restricciones del estilo de vida, actividad traumatofóbica (miedos) y trastornos de sueño.
S IA R O
El terrorismo, junto con otras tipologías delictivas tales como los secuestros o la tortura, quizás sean de los sucesos más devastadores y con mayor potencial para generar tanto en las víctimas supervivientes como en las indirectas (familiares, amigos e incluso la comunidad en casi su totalidad) los mayores desastres, ya no solo a nivel físico, sino también a nivel psicológico y emocional. De hecho, algunos autores como Echeburúa (2004) señalan que el impacto psicológico en la víctima de este tipo de violencia es mucho más acentuado que las consecuencias físicas y aunque cuando hay heridas físicas como consecuencia del atentado el daño psicológico adicional es mayor que cuando no las hay, este tipo de víctimas más gravemente afectadas parecen presentar un pronóstico mejor, ya que suelen contar con un mayor apoyo social al considerarlas más fácilmente víctimas. E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O |
La reacción de la víctima frente al impacto de un atentado terrorista comparte muchas de las características que estudiamos, de forma general, en las víctimas de delito violento. No obstante, encontramos algunos puntos distintivos que pasaremos a analizar seguidamente según lo propuesto por el Dr. Echeburúa (2004). Además, también en estos casos, la gravedad del trauma parece estar mediatizada por variables mediadoras como la magnitud del atentado, las limitaciones actuales experimentadas, modificaciones en el estilo de vida y una
AI G O L O MI T CI V
57
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
posible revictimización, de tal modo que las víctimas aleatorias (población civil) cuentan con una menor preparación psicológica para afrontar el trauma, frente a las víctimas pertenecientes a ciertos colectivos de riesgo (policías, militares, etc.) que han podido ser objeto anteriormente de coacciones y amenazas (pago del impuesto revolucionario, pintadas, etc.).
En cuanto a las consecuencias de la violencia de género a nivel de salud mental de las víctimas, los principales trastornos y problemas psicopatológicos identificados en las víctimas han sido: abuso de alcohol y drogas, depresión y ansiedad, trastornos alimentarios y del sueño, sentimientos de vergüenza y culpa, fobias y trastornos de pánico, inactividad física, baja autoestima, trastorno de estrés postraumático, trastornos psicosomáticos, tabaquismo, conducta suicida y autodestructiva, conducta sexual insegura. (“Informe Mundial de Violencia y Salud” de la OMS, Krug y col., 2002, cit. en Labrador, 2004). Por último, no debemos dejar de referirnos al denominado Síndrome de Estocolmo doméstico o Síndrome de la mujer maltratada, formulado por Walter para describir las secuelas psicológicas de la violencia en las mujeres víctimas. Su origen se encuentra en la Teoría de la Indefensión Aprendida, y plantea que la mujer llega adaptarse a la situación aversiva, incrementando su habilidad para afrontar los estímulos adversos y para minimizar el dolor. Además, suelen presentar distorsiones cognitivas como la minimización, negación o disociación que les permiten soportar los incidentes de violencia. Viene determinado por una serie de cambios y adaptaciones que se dan a través de un proceso formado por 4 fases: S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C ,
1. Desencadenante: los primeros malos tratos rompen el sentimiento de seguridad y la confianza que la mujer tiene depositada en su pareja. Se produce entonces desorientación, pérdida de referentes e incluso depresión. S O T P E C N O C ,
2. Reorientación: la mujer busca nuevos referentes, pero su aislamiento es cada vez mayor. Normalmente, a estas alturas se encuentra prácticamente solo con el exclusivo apoyo de la familia. N E IG R O | AI G O
3. Afrontamiento: la mujer percibe la realidad de forma desvirtuada, se autoinculpa de la situación y entra en un estado de indefensión y resistencia L O MI T CI V
58
pasiva. Entra en una fase de afrontamiento donde asume el modelo mental de su pareja tratando de manejar la situación traumática. 4. Adaptación: la mujer proyecta la culpa hacia otros, hacia el exterior y el Síndrome de Estocolmo Doméstico se consolida a través de un proceso de identificación.
La victimización calificada como “sexual” representa una gran variedad de conductas y una notable complejidad psicosocial. La característica más notable de los delitos de agresión sexual es que son delitos de contacto, es decir, víctima y victimario están en la máxima cercanía posible, y en las formas más graves hay penetración. Desde luego que existen ciertas conductas antisociales de contenido sexual que podrían realizarse a distancia, como voyerismo, exhibicionismo, pornografía, hostigamiento, faltas a la moral, atentados al pudor, entre otras, y que podríamos encontrar en diversas legislaciones, aunque para algunos autores éstas no son propiamente sexuales, y no puede hablarse adecuadamente de víctimas sexuales, pues lo que se está afectando son otros valores y no la libertad sexual. S IA R O E
Aunque estas conductas de victimización a distancia son consideradas menos graves que las de contacto, no podemos ignorarlas pues pueden ser preámbulo para agresiones más dañinas. Así, la víctima elegida para ser espiada, hostigada o para enviarle mensajes pornográficos por Internet, puede ser elegida para una agresión directa. T Y N OI C A CI FI S A L C , S
Desde el punto de vista victimológico, independientemente de su división en victimización con contacto y sin contacto, es importante hacer una triple clasificación antes de enunciar algunos aspectos generales. Así, debemos clasificar a las víctimas de acuerdo con su edad, género y consentimiento; no solamente por las importantes implicaciones jurídicas (que no es nuestro tema), sino porque ante la misma actividad criminal el panorama cambia por completo dependiendo de estas tres variables. O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
59
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Pasemos ahora a comentar las variables que influyen o afectan los casos de victimización sexual: S AI R O E
1) la edad del ofendido es fundamental: jurídicamente puede cambiar el tipo de delito (de estupro a violación impropia, por ejemplo) o declararse que no hay delito (por ser mayor de edad) o agravar el delito. Más allá de lo jurídico, debemos poner especial atención en la edad y en clasificar las víctimas según las diversas etapas evolutivas (infancia, adolescencia, juventud, madurez, senectud), y en ocasiones ser más precisos, pues en este caso no es lo mismo una víctima de la primera infancia (uno a seis años) que una de la segunda (siete a 12 años), ya en el umbral de la adolescencia. Y es que en materia sexual muchas víctimas son elegidas exactamente por su edad, como en los casos de paidofilia (pedofilia), gerontofilia, o el llamado “síndrome de Lolita”, que no es más que una forma de efebofilia. 2) En cuanto al género, aunque son delitos de víctima preponderantemente femenina, sí hay casos de víctima masculina (aunque la mayoría son niños) y deben tratarse en forma diferente, pues las características son muy diversas de la victimización de una mujer. Tan son delitos de víctima femenina que
T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
60
varios de ellos, tradicionalmente, sólo pueden ser cometidos en contra de una mujer (estupro, rapto). 3) El consentimiento es básico pues debemos separar las víctimas que aceptaron voluntariamente su victimización, como los casos de estupro o incesto, de aquellas que son abusadas contra su voluntad, sea por fuerza física, presión moral o por estar bajo los efectos de alguna droga o del alcohol. e presupone que algunas víctimas, por su edad (infantil o senescente) o por padecer alguna enfermedad física o mental, no son capaces de expresar o ejercer libremente su voluntad. Aquí tenemos una explicación de la dinámica y de la elección de medios por parte del victimario, quien buscará elegir una víctima voluntaria, y de no obtener sus deseos intentará disminuir su voluntad o directamente usará la fuerza.
Una vez consideradas las variantes de contacto físico, edad, género y consentimiento, pasamos al estudio de la víctima, lo que representa una serie de complicaciones en la victimización sexual, pues no siempre la ofendida u ofendido tiene conciencia de su victimización, ya sea por su edad, por haber otorgado su consentimiento, por estar inconsciente, por el hecho mismo, como puede ser el estupro, que la víctima está enamorada o la violación impropia, cuando el niño cree que está jugando y no tiene percepción del mal. S IA R O E T Y N OI C
Algunas veces, el autor no intentaba victimizar ni escoger a su víctima, como puede ser el caso del voyeurista que sólo espiaba, o de exhibicionismo involuntario al mostrar por descuido sus intimidades; sin embargo, la persona pasiva tiene percepción de victimización. Debido a la escasa educación sexual y que el tema aún está rodeado de tabú y de falsas creencias, se distorsiona la realidad y encontramos casos de personas que aseguran haber sido víctimas, aunque en realidad no hubo propiamente coito, y verdaderas víctimas, como ya mencionamos, que no percibieron su victimización. A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O
Los delitos sexuales son de la más alta cifra negra, es decir, de los menos denunciados por múltiples razones comprensibles. Esto representa una doble victimización, y esa impunidad explica, en parte, el por qué el criminal elige víctimas que no van a denunciar. Las denuncias por delitos sexuales no llegan a 2%, y de ellas 60% lo son por violación (70% si agregamos las tentativas).
| AI G O L O MI T CI V
19
Rodríguez manzanera, 2011
61
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
En las diversas investigaciones realizadas por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal en 1984, 1988 y 1995, se obtuvo el siguiente perfil victimal de todos los delitos sexuales: el género es predominantemente femenino, nueve de cada 10 son mujeres. La edad es baja, pues una de cada cuatro víctimas es menor de 12 años, lo que nos da indicios de serios problemas de abuso de niños y niñas; la mayor incidencia la tenemos entre los 12 y los 18 años; de manera que si sumamos, de cada cuatro víctimas tres son menores de edad, y la gran mayoría son solteras, la ocupación más común es estudiante y la mitad tienen sólo educación primaria. Por otro lado, poco más de la mitad (56%) tiene una familia que puede calificarse de organizada y completa, lo que nos indica la importancia del núcleo familiar; 30% de los agresores era desconocido para la víctima, es decir, no había relación previa, pero 18% de los conocidos mantenía alguna relación de parentesco y uno de cada cuatro era el “novio”; sólo una de cada cuatro víctimas denunció de motu proprio, lo común es que denuncie la madre y/o el padre; en 20% de los casos se presentó al presunto responsable; el victimario es de sexo masculino (100%), joven (26.9 años promedio) y soltero en la mitad de los casos. Con estos datos, nos damos una primera idea de las características por las cuales el delincuente elige a su víctima: su cercanía y la oportunidad al ser novio, vecino o familiar; la mitad de los casos se ejecuta en casa de la víctima, del victimario o de alguien conocido. S AI R O E T Y N OI C A CI FI
En la investigación encontramos a niñas de meses y ancianas cercanas al siglo, pero la edad sí es un factor de elección (la mediana son 15.5 años); se debe considerar también que en estos datos están incluidas las violaciones denominadas impropias, es decir, la cópula con menor de 12 años, aunque no medie la violencia. S A L C , S O T P E C N O C ,
El primer criterio es si la ofendida u ofendido y el violador se conocían; esto se presenta en dos de cada tres violaciones, lo que es comprensible siendo la violación un delito de máximo contacto: es necesario acercarse físicamente y materialmente a la víctima, y ésta en general no va a permitir fácilmente que un desconocido se aproxime. N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
62
Dentro de los conocidos debemos distinguir si son familiares, ya que una de cada cuatro violaciones es cometida por un pariente, y saber cuál es el grado de parentesco, pues la mecánica es diferente si se trata del padre o esposo que si hablamos de un primo lejano. El caso del padre es especial y, por desgracia, no excepcional, ya que suele ser el violador en uno de cada cinco casos. El caso de la violación intercónyuges se ha convertido en una de las discusiones más apasionadas en el mundo jurídico, pues ahora puede existir la violación de la esposa por el esposo, así lo consignan la ley y la jurisprudencia. Victimológicamente nunca hubo duda de que la mujer que es forzada por su marido a sostener relaciones sexuales es una víctima, y que el esposo no tiene derecho de propiedad sobre ella. Esto se estudia dentro de las llamadas.
Es verdad que la profesión “más antigua del mundo” ha sido tratada ampliamente desde el punto de vista criminológico. La prostituta, con algunas excepciones históricas, ha sido considerada como criminal, pero en una perspectiva victimológica el esquema cambia y nos encontramos con una verdadera víctima. Lo anterior se confirma cuando estudiamos las historias clínicas de prostitutas, donde existen largos relatos de abuso familiar y sexual, abandono, agresión, violación, violencia y maltrato. S IA R O E T Y N OI C A CI FI
Mayor preocupación surge ante los grandes operadores del crimen organizado, quienes han convertido el tráfico de mujeres (con frecuencia menores de edad) en uno de sus negocios más fructíferos. Las víctimas de los países ex socialistas, de naciones en guerra o posguerra, y de países con grandes atrasos y problemas económicos son numerosas, y han movilizado a las Naciones Unidas y a la Interpol para atacar el problema. Las víctimas de la prostitución convencional y del crimen organizado reúnen ciertas características que las hacen elegibles: juventud, aspecto físico, necesidad económica, desintegración y violentos problemas familiares, una personalidad débil e inmadura, inexperiencia, deseo de cambio y de progreso, de huir de un país, ciudad o de familia hostiles y sin futuro.
S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
63
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Los delitos patrimoniales son los que, numéricamente, producen más víctimas; por eso es necesario recopilar más información sobre la materia, pues estos delitos tienen la característica de la generalidad, es decir, todos hemos sido víctimas alguna vez de este ilícito (aquellos que aseguren que nunca han sido víctimas en lo patrimonial, lo más probable es que no se dieron cuenta, no es que mientan, es que no se enteraron). ¿Quién no ha sido víctima de robo? Al menos de esto nadie se ha salvado. ¿Y el fraude? No estoy hablando sólo del fraude común sino de las múltiples formas que nos producen daño económico, desde el elemental “dónde quedó la bolita”, hasta lo más sofisticado en materia bancaria, financiera y bursátil, pasando por adulteración de alimentos, fraude publicitario o las nuevas formas desarrolladas electrónicamente y aplicadas vía Internet. No sería raro que el amable lector tenga un amigo o un empleado infiel que haya cometido abuso de confianza, o que desconocidos hayan grafiteado su casa o negocio, rayado su automóvil o provocado un daño en su propiedad. De cada tres delitos denunciados, dos son patrimoniales. No sólo son los más numerosos, sino los de más alta cifra negra, es decir, los que menos se denuncian. La tendencia mundial, desgraciadamente, es a la alza; cada vez se comete mayor número de delitos patrimoniales, y lo más preocupante es que éstos se llevan a cabo cada vez con más violencia. S
Ahora bien, si son delitos en los que todos hemos sido víctimas, ¿cómo fuimos elegidos?, ¿por qué? O, en realidad, lo elegido fue el bien robado, o caímos en fraudes generalizados junto con varios miles de víctimas. AI R O E T Y N OI
En este capítulo veremos, según los diversos delitos, las reglas más comunes que podemos encontrar. Por ser éste un estudio victimológico, no trataremos la apasionante justificación de que, así como todos hemos sido víctimas de delitos patrimoniales, alguna vez en nuestra vida todos hemos cometido un ilícito de esta naturaleza, porque entonces habría que preguntarse: ¿cómo elegimos a nuestra víctima? C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C ,
Es necesario hacer la aclaración de que en nuestro país, jurídicamente, no se hace diferencia entre robo, hurto y asalto, por lo cual las estadísticas nos pueden confundir, pues todo apoderamiento de cosa mueble ajena, sin permiso y con intención de dominio, es considerada robo. N E IG R O | AI G O L
Entonces, tenemos una serie de formas de victimización muy disímbolas: desde el asalto, es decir, el robo con violencia, hasta el hurto, la simple sustracción de la
O MI T CI V
64
cosa; el punto es de interés, pues influye directamente en la elección de la víctima, y de esta elección dependerán los medios usados. Hay formas de robo muy específicas que representan un fenómeno independiente, por ejemplo, el asalto bancario o a vehículos que trasladan valores, el robo de automóviles, el saqueo arqueológico, el cibercrimen patrimonial, etc. En estos casos existe una verdadera especialización en los delincuentes, y una cuidadosa elección de las víctimas (aunque en el cibercrimen podemos hablar de la elección impersonal de una víctima virtual). El crimen cambia y las víctimas también. El robo se ve afectado por las transformaciones políticas, económicas, religiosas, tecnológicas y sociales; quienes nunca fueron víctimas ahora lo son, quizá porque ahora poseen bienes que les roben, o porque ahora son vulnerables.
Es necesario hacer la aclaración de que en nuestro país, jurídicamente, no se hace diferencia entre robo, hurto y asalto, por lo cual las estadísticas nos pueden confundir, pues todo apoderamiento de cosa mueble ajena, sin permiso y con intención de dominio, es considerada robo. S IA R O
Entonces, tenemos una serie de formas de victimización muy disímbolas: desde el asalto, es decir, el robo con violencia, hasta el hurto, la simple sustracción de la cosa; el punto es de interés, pues influye directamente en la elección de la víctima, y de esta elección dependerán los medios usados. E T Y N OI C A CI FI S A L
Hay formas de robo muy específicas que representan un fenómeno independiente, por ejemplo, el asalto bancario o a vehículos que trasladan valores, el robo de automóviles, el saqueo arqueológico, el cibercrimen patrimonial, etc. En estos casos existe una verdadera especialización en los delincuentes, y una cuidadosa elección de las víctimas (aunque en el cibercrimen podemos hablar de la elección impersonal de una víctima virtual). C , S O T P E C N O C , N E GI R O
El crimen cambia y las víctimas también. El robo se ve afectado por las transformaciones políticas, económicas, religiosas, tecnológicas y sociales; quienes nunca fueron víctimas ahora lo son, quizá porque ahora poseen bienes que les roben, o porque ahora son vulnerables.
| AI G O L O MI T CI V
Intentando una clasificación de víctimas, seguimos a Marchiori, quien además de la ya mencionada víctima imprudente reconoce las siguientes:
65
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
1) víctima circunstancial, a la que le son sustraídas sus pertenencias de una manera casual; a cualquier persona le hubiera sucedido lo mismo, simplemente estaba en el lugar y el momento. 2) Víctima elegida, lo puede ser por edad, sexo, actividad, profesión o por los bienes que porta. Ya señalamos que hay ocupaciones victimógenas. 3) Víctima familiar, que implica circunstancias y aspectos diferentes, vinculados con la problemática familiar o de un integrante del grupo doméstico. Es por demás común y llega a darse por etapas; el más frecuente es el de los hijos a los padres, que nos recuerda la atinada frase de “niño que roba, roba afecto”, pero se da también entre hermanos (en ocasiones para molestar, esconder cosas). La víctima familiar sufre entonces una doble victimización, la sustracción del objeto de su pertenencia y con ello una agresión implícita. 4) Víctima institucional, que son los bancos, compañías, instituciones públicas y privadas que sufren daños y pérdidas por los objetos sustraídos, por montos millonarios.
El fraude es uno de los delitos más complejos, tanto en su preparación y planeación como en su ejecución. En pocos delitos la actuación de la víctima es tan importante, ya que voluntariamente entrega sus bienes, principalmente porque está esperando algo a cambio, por lo común ganancias económicas. S AI R O E T Y N OI C
Comete delito de fraude quien por medio del engaño, o aprovechándose del error de otro, se hace ilícitamente de alguna cosa o alcanza algún lucro indebido. Hay mil y una formas de fraude, como vender, hipotecar, o arrendar lo ajeno, utilizar materiales de menor calidad, cobrar fianzas o seguros sin base, aprovecharse de la ignorancia y superstición de la gente, girar documentos o cheques sin fondos, etcétera. A CI FI S A L C , S O T P E C N O C ,
La personalidad de la víctima cuenta poderosamente; es claro que no todo mundo es defraudable, y esto lo conocen bien los estafadores. La víctima es voluntaria y se necesita su activa participación para que se configure el delito; es seducida, convencida y llevada conscientemente a su victimización, en contraste con el robo, pues nadie es robado voluntariamente. N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
66
Y como dice Hentig: “En ningún otro delito tiene que acoplarse más finamente la táctica del autor y la vulnerabilidad del objeto humano.” Por esto debe analizarse, por una parte, la personalidad del defraudador, no sólo por su inteligencia sino por su habilidad para el engaño, su seguridad, su ser “camaleónico” que cambia de apariencia y de identidad, su paciencia para planear y ejecutar, su sentimiento de superioridad, su presencia que causa simpatía y confianza. Por otra parte están las víctimas y debe usarse el plural, pues hay diversos tipos de ofendidos según el tipo de fraude. Así como hemos afirmado que no todo el mundo es defraudable, sí podemos decir que no todo sujeto defraudable lo es para cualquier tipo de estafa, de aquí nuevamente la importancia de la elección de la víctima.
En el chantaje la víctima es amenazada con la revelación de algún secreto si no paga por el silencio. La intimidación es el medio para extorsionar, se anuncia al ofendido que se le causará un mal en su honor o reputación si no cumple alguna pretensión, beneficio o lucro en favor del chantajista. S IA R O
Como regla, la víctima tiene algo que ocultar, algo de lo que se siente culpable y que no desea que los demás conozcan. El criminal posee ese secreto, y decide sacarle provecho; así se inicia la relación victimal que llega a ser un verdadero vínculo amo-esclavo: “A quien dices un secreto das tu libertad”, dice Fernando de Rojas. E T Y N OI C A CI FI S A L C , S
La víctima a la que han descubierto su secreto queda en absoluta inferioridad, reforzada por el sentimiento de superioridad que nace en el criminal, quien se siente mejor que la víctima. El criminal elude los reproches internos pensando que todos los que se yerguen sobre él son iguales a él, con la única diferencia de que son más hipócritas. Cuando, donde quiera que sea, ocultas, ven confirmada y triunfante su convicción. Aquel que está en falta se convierte en víctima potencial de chantaje, por esto la extorsión constituye una de las grandes dificultades en la vida de los desviados (criminales, homosexuales, prostitutas, lesbianas, y demás sujetos deshonestos o poco honrados).
O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
También puede haber víctimas colectivas para las que es necesario salvar el honor, el buen nombre o los simples intereses del grupo, familia o empresa. Estas
67
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
víctimas son por lo general más pudientes que la víctima individual y en muchos aspectos más frágiles. Hay dos clases de extorsión que es necesario recalcar: la policiaca y la periodística. Son importantes por provenir de grupos de los que se espera lo contrario: la protección y la verdad. La extorsión policiaca (el entre y la mordida en nuestro medio) se ha convertido en un grave problema en todo el mundo; la víctima no sólo verá revelado su secreto, sino que será entregada a la máquina de justicia de no acceder a las pretensiones de los agentes. En cuanto a la prensa, se maneja el llamado embute, que tiene doble efecto: no se revelarán los secretos y, por el contrario, se tratará bien a la víctima, exaltando sus virtudes y ocultando sus defectos.
En estos casos, la elección de la víctima se debe a varios factores y, a reserva de una mayor investigación, podemos señalar los siguientes: 1) el sexo tiene un peso específico, pues hay preferencia de la víctima femenina sobre la masculina, ya que puede reportar mayores beneficio s, pues trae “más cosas”, generalmente en un solo lugar (bolsa), y es más afecta a portar joyas y adornos. En segundo lugar porque se capta que la mujer es más confiada, menos previsora y más distraída que el hombre (al menos en la percepción del criminal). Asimismo, se calcula que la posibilidad de enfrentamiento es menor con la mujer, que es menos fuerte, valiente y agresiva que el hombre, y siente un gran temor al daño físico. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A
2) Los otros factores son varios de los ya estudiados, como tiempo y espacio, aglomeraciones, oportunidad, análisis de riesgo y ganancia, de acuerdo con la apariencia de la víctima. L C , S O T P E C
Y es que nuestras ciudades han experimentado una seria alteración en el paisaje urbano, ya que la calle y los principales espacios públicos (plazas, parques, estaciones del metro, etc.) quedaron fuera del control de la autoridad, y la población (o más bien una pequeña parte de ésta) se ha apoderado de calles y lugares públicos haciéndolos privados, es decir, restringiendo el libre acceso al levantar bardas, casetas de vigilancia, y contratar guardias. Así se privatizan calles al cerrarlas, y podemos encontrar colonias enteras que se han convertido en fortalezas atemorizadas.
N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
68
En una acepción amplia, más allá de las definiciones normativas, algunos teóricos de la Victimología, como Mendelsohn y Dussich, entre otros, defienden -en línea con la autonomía de la disciplina- que víctima sería toda persona que sufre un malestar emocional por un suceso traumático o por las consecuencias de una agresión injusta, intencionada o no, sea de carácter físico, material o emocional. En este sentido, como indica el Profesor Echeburúa, lo fundamental en el trauma es "la humillación, el desvalimiento y la quiebra de la sensación de seguridad” de forma intensa, incontrolada o inesperada, particularmente cuando se trata de un hecho intencionado de un ser humano contra otro ser humano. En todo caso, en una acepción amplia, y más allá de la asignación de responsabilidades en una sociedad del riesgo, dentro de sucesos traumáticos entrarían supuestos de guerras, víctimas de accidentes humanos (laborales, de tráfico, médicos, en el hogar, etc.), catástrofes naturales, suicidios e incluso enfermedades graves. En el análisis y respuesta a estos procesos y sus consecuencias puede resultar útil la utilización de conceptos victimológicos y acciones comunes, sin perjuicio de su necesaria adaptación a cada contexto. S IA
Adicionalmente, dentro del concepto de víctima, en Victimología nos interesa distinguir entre sus dimensiones objetivas y subjetivas. Dentro de las primeras no nos referimos sólo a los requisitos legales para ser reconocido como víctima, sino a la existencia de víctimas sin delitos (porque no están tipificados como tales en esa legislación) o infractores (porque no han podido ser identificados, detenidos, juzgados y/o condenados). Respecto de las dimensiones subjetivas, la constatación empírica nos lleva a afirmar que muchos sucesos traumáticos no conllevan traumas o son superados; o que muchas víctimas no se perciben a sí mismas como tales. De forma interrelacionada, resulta vital en Victimología el estudio de las dimensiones sociales del concepto de víctima, es decir, cómo se construye culturalmente la noción de injusticia del sufrimiento respecto de los hechos delictivos y la respuesta solidaria ante distintas vulnerabilidades, fragilidades y precariedades humanas. R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O |
Por otra parte, en cuanto a la diferenciación de términos afines y la propuesta de nuevos términos, interesa diferenciar los procesos de victimización y de victimismo. Este último supondría obtener beneficios inmerecidos de una condición de víctima. Finalmente, en la actualidad, y en una reflexión sobre la relación entre activismo victimal y estudio científico, se cuestiona la conversión de una categoría adjetiva (ser víctima en un momento dado) en sustantiva (ser víctima como identidad principal), así como los abusos públicos en relación con la manipulación o el paternalismo hacia
AI G O L O MI T CI V
69
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
las víctimas. Como consecuencia, se proponen otros términos, con connotaciones menos pasivas, como el de perjudicados o supervivientes para que sean los conceptos de reparación, empoderamiento y autonomía los que resulten centrales en toda definición. En el mismo sentido, el concepto correlativo de "victimario" también resulta cuestionado por diversos sectores, fundamentalmente por parte de activistas en favor de los derechos de las víctimas y de los infractores.
Se dividen en: a) Victima provocadora por acto delictivo contra el potencial agresor: se produce una reacción de venganza en el futuro agresor al ser agraviado por un hecho criminal de la víctima potencial. b) Victima provocadora por acto amenazante contra el futuro agresor: el caso más notorio se da en la agresión ilegitima que origina una legítima defensa. c) Victima provocadora por situación pasional: los casos más típicos serian la infidelidad en las relaciones afectivas. d) Victima provocadora por trato humillante, vejatorio o agresivo contra el potencial agresor: incluye gran cantidad de situaciones provocadoras, debidas a la forma de trato previo de la futura victima que propicia una reacción delictiva en su contra. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C
Se refiere a la víctima que incita o propicia indirectamente con su forma de comportamiento, sin desearlo, la realización del acto criminal. Según el criterio de Shafer se trata de personas que sin hacer nada en contra del potencial delincuente, lo instigan, atraen o inducen con su modo de ser o su conducta particular para la ejecución de un acto delictivo en su contra. , N E IG R O | AI G O L O MI
Pueden ser: T CI V
70
a. Victima propiciadora por imprudencia o negligencia: el comportamiento negligente, descuidado o imprudente de ciertas personas, es una condición que puede favorecer o facilitar un hecho delictivo en su agravio. En los delitos de tráfico automotor que origina lesiones muerte de un volumen importante de personas, la conducta de la víctima juega un papel notorio. Sobre todo por la imprudencia al cruzar las calles muy transitadas por vehículos automotores. De igual manera el deambular en estado de ebriedad o drogados, sobre todo en altas horas de la noche, propicia el ser objeto de atracos o de atentados sexuales, etc. b. Victima facilitadora por insinuación aparente: en determinados casos la forma de comportamiento que se aprecia como insinuante o estimulante de ciertas conductas puede motivar el acto delictivo. Por ejemplo en los delitos sexuales, la insinuación real o aparente de algunas jóvenes puede desencadenar actos de violencia sexual en su agravio; así mismo las mujeres que caminan solas por lugares no muy seguros o asilados, vistiendo atuendos escasos o que muestran determinadas partes de su anatomía, pueden exacerbar el impulso sexual de un agresor potencial. S
c. Victimas facilitadora por actitud personal especial: debido a sus particularidades personales, probablemente se hallan más propensas a ser víctimas. IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T
Es aquella que exagera ciertos hechos, atribuyéndole carácter delictuoso o bien imagina ser víctima de hechos inexistentes. P E C N O C ,
Tenemos: N E GI
a. Victima simulada parcial: son casos de supuestas víctimas que debido a ciertos actos no delictivos las califica como delictivas, considerándose víctima de tales hechos. b. Victima simulada absoluta.- se trata de supuestas víctimas, que sin que exista nada en su agravio imaginan haber sido objeto de un acto criminal.
R O | AI G O L O MI T CI V
Dennos Chapman, nos dice que: "la víctima es algunas veces la causa de la infracción, y en todos los casos, el delito no puede ser bien comprendido sin tomarla en cuenta".
71
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Se debe tener en cuenta que una variable importante en el estudio víctima-autor, es el hecho de que ambos se conocieran o no en la etapa previa al evento criminal. En muchos casos existe alguna forma de contacto interpersonal de diversa temporalidad y característica, antes del delito, entre el agente y agraviado. De diversos estudios se desprende, que en múltiples casos de homicidio, amenaza, delitos sexuales, chantaje, etc., hay algún grado de relación o contacto anterior de la víctima con el autor del acto criminal. Es precisamente, debido a las características de este tipo de interrelación pre-criminal, que se dan circunstancias muy variadas en la que a veces el agraviado actúa provocando, o en todo caso precipitando el evento delictivo. En otras situaciones no existe conocimiento entre ellos o la relación es solo circunstancial, como en muchos delitos de hurto y robo, entre otros, pero que debido al elemento precipitador de la víctima, el agente llega a iniciar o consumar el acto criminal. En estos casos juega también un papel importante el tipo de percepción social que el posible criminal tiene de la potencial víctima. En algunos datos de la victimología relativa a los delitos de homicidioy lesiones, el grado de relación entre víctima y autor es de una incidencia significativa en un número importante de estos hechos. Marvin Wolfgang, en su investigación sobre los homicidios, encontró que de 588 de estos delitos estudiados en Filadelfia (U.S.A.), hubo un 26% que fueron precipitados por la victima (1959). Según Ellis y Gullo cierto tipo de homicidios es consecuencia de circunstancias frustrantes más el contacto repetido del homicidio con personas a las que considera muy frustrantes. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C
En la victimología de los delitos sexuales el grado de conocimiento previo entre agresor y víctima también tiene especial incidencia. Asimismo se considera que en los hechos no necesariamente se aprecian condiciones físicas especiales en las agraviadas de estos delitos. Quizá la actitud o el comportamiento que denote una señal erotizante sexual sea lo más importante, lo que va a incidir precisamente en la percepción social del agente sobre la víctima. , S O T P E C N O C , N E IG R O |
Desde otro punto de vista, la victimología contemporánea no solo centra su atención en las victimas individuales o personas naturales, sino también en las colectivas y personas jurídicas o instituciones diversas (estatales, privadas, internacionales). En estos casos el tipo de relación autor-victima resulta más difícil de
AI G O L O MI T CI V
72
precisar; asimismo en estas víctimas colectivas llamada indiscriminada en la clasificación de G. Gulotta. Algunas de las acciones criminales que las atacan son los delitos de cuello blanco, que inciden en la colectividad general y las instituciones estatales, como el contrabando, fraudes, delitos ecológicos, la falsa publicidad de productos farmacéuticos y alimenticios. López Rey plantea la tesis de que las víctimas son más numerosas en la criminalidad no convencional que la delincuencia común. Sobre todo en los delitos económicos y de abuso de poder político. Al respecto afirma que la victimización es extensa en los grandes fraudes fiscales y evasiones de capital, a menudo perpetrados por personas pertenecientes a grupos sociales dirigentes que suelen presumir de patriotismo o de firme adhesión a la ley y el orden.
Como ya se ha indicado, Von Hentig aludió a la "pareja criminal". Posteriormente se han ido acuñando otros conceptos o expresiones como los de "delitos sin víctimas"20 o "victimización difusa". La victimización y la desvictimización son procesos o dinámicas complejas e interfactoriales donde el riesgo, el daño, el impacto y su reparación deben ser estudiados teniendo en cuenta elementos como, por ejemplo, la proximidad personal o la proximidad espacial. Respecto de esta última, las investigaciones se centran en los fenómenos del desplazamiento y en las particularidades de los espacios virtuales, entre otras cuestiones. S IA R O E T Y N OI C A
Distintos autores han puesto de relieve la frontera difusa entre victimización y criminalidad (Fattah) y algunas investigaciones permiten afirmar el mayor riesgo e impacto victimal en determinados grupos y personas tradicionalmente asociados con la criminalidad. El concepto de interseccionalidad entre los procesos de victimización, criminalización y castigo, impulsado desde el estudio de las víctimas procedentes de diversas minorías, puede favorecer el debate científico. Un campo prometedor de las investigaciones criminológicas y victimológicas reside precisamente en la interdependencia entre los procesos de victimización y de desvictimización, o de resiliencia y recuperación. Entre los modelos teóricos sobre la relación víctima-victimario en procesos de victimización, cabe destacar la teoría sobre la coincidencia de ciclos victimológicos y criminológicos (Zieguen-Haguen 1977); la precipitación victimal en el homicidio
20
CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
Edwin Schur 1965
73
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
(Wolfgang 1958)21; el homicidio como transacción situacional (Luckenbill 1977); las técnicas de neutralización de la culpa (Sykes y Matza 1957) o la víctima como recurso de autolegitimación (Fattah 1976); y el círculo victimal (Rodríguez Manzanera). Respecto de la reacción victimal, puede aludirse al modelo de afrontamiento social de Dussich (1988), quien distingue cuatro fases: preventiva (conciencia de posibilidad de un problema), preparación (de su realidad), acción (en el momento en que se produce) y revalorización (enfrentamiento). Finalmente, cabe aludir a los ya mencionados modelos de oportunidad, basada en el estilo de vida22 y las actividades rutinarias23.
La Victimología es una disciplina autónoma, que no puede estar restringida a ser un capítulo de la criminología, porque abarca aspectos jurídicos y sociales que rebasan el ámbito del delito y el criminológico. B. Mendelson (1963), quien señala que el estudio de la víctima y el delincuente debe orientarse a formar parte de una nueva ciencia denominada Victimología, separada y paralela al estudio criminológico. Además manifiesta que la Victimología no se limita al estudio del delito de la víctima, sino a toda categoría de víctimas. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI
21
Según Wolfgang, “los casos de victimo-precipitación se refieren a aquellos en los que la víctima fue la primera en exhibir y usar un arma letal o golpear” (26% de 588 homicidios estudiados en Filadelfia entre 1948 y 1952). 22 Hindelang, Gottfredson y Garofalo 1978 23 Cohen y Felson 1979 G O L O MI T CI V
74
Como conclusión deducimos de esta sumaria revisión, que la perspectiva del estudio victimológico rebasa el aborde criminológico, interesando también al derecho penal y a otras disciplinas que se preocupan por la asistencia de la víctima que requiere ayuda, por lo que se justificaría su autonomía. Es imposible desconocer que el hecho de ser víctima, sea como consecuencia de un evento criminal o de una acción no delictiva, genera problemas psicológicos, sociales, económico, de salud, entre otros, que debe afrontar la persona agraviada, y que trasciende el ámbito criminológico, penal y penitenciario. S IA R O E T Y N OI C
Es prácticamente la temática que abordan criminólogos y penalistas preocupados en el problema victimológico. Desde este punto de vista, el objetivo de la victimología es desarrollar, a través del estudio en profundidad de la víctima, un conjunto de reglas generales y de principios comunes que contribuyan al progreso y evolución de las ciencias criminológicas y jurídicas, facilitando la comprensión del fenómeno criminal, de la dinámica criminógena y de la personalidad del delincuente. A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N
La Victimología penal abarca los siguientes caracteres:
E GI R O
El estudio del papel desempeñado por las víctimas en el desencadenamiento del hecho criminal. | AI G O
La indagación de los temores profundamente sentidos en determinados grupos sociales a la victimización
L O MI T CI V
La problemática de la asistencia jurídica, moral y terapéutica a las victimas El examen de la criminalidad real, a través de los informes facilitados por las víctimas de delitos no perseguidos
75
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
La importancia de la víctima dentro de los mecanismos de reacción de la justicia punitiva y de determinación de las penas .
En el tema de la víctima no escapa al interés del Derecho Penal, cuando en la caracterización de determinados delitos, así como la graduación de la pena, se deben también delinear ciertas condiciones del agraviado, sea en función de su actuación antes o durante del acto delictivo, así como del sexo, edad, parentesco u otra índole. MAIER nos dice que “el Derecho Procesal es la rama del orden jurídico interno de un Estado, cuyas normas instituyen y organizan los órganos públicos que cumplen la función judicial penal del Estado y disciplinan los actos que integran el procedimiento necesario para imponer y actuar una sanción o medida de seguridad, regulando así el comportamiento de quienes intervienen en el”. Este concepto implica que el proceso penal es su desarrollo es de interés público, ya que la administración de justicia en el proceso penal, por los objetos que protege es de trascendencia y requiere de una conducta técnico-científica de los que intervienen, esto es, de los jueces, abogados y los colaboradores. Como puede observarse “no existió una especial preocupación por la victima concreta del delito, sino fundamentalmente un interés por dotar de eficacia a la persecución penal. Sin embargo, ella permitió que el ofendido, sus herederos o representantes legales pudieran participar en el procedimiento penal sin las restricciones que la ley imponía a los terceros ajenos al delito”. S AI R O E T Y N OI C
Actualmente dice BERISTAIN que “este proceso tradicional está siendo fuertemente criticado por los partidarios de las ciencias victimológicas. Se propugna que el proceso penal de hoy vaya adquiriendo ciertos rasgos nuevos e innovadores, de acuerdo con las coordenadas victimológicas. Estas introducen cuñas radicales que convierten , o desean convertir, el proceso en un dialogo y una negociación normativa (pero con cobertura a la casuística), en unas buenas relaciones que no buscan combatir, ni vencer, ni causar daños, sino restaurar las lesiones del bien jurídico social; no es una confrontación del Estado frente al delincuente sino, ante todo , un encuentro del victimario con sus víctimas (y solo en tercer y último lugar con la sociedad o la autoridad estatal)l, pretende responsabilizar, no castigar al delincuente, se denuncia los daños causados, en el contexto moral, social, económico de las víctimas y del victimario, se deja puerta abierta a un perdón controlado”.
A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
76
Esta apreciación se da mayormente cuando la acción penal es ejercita por la víctima en forma privada, pues no hay intervención del representante del Ministerio Publico, por tanto el sujeto pasivo se convierte en acusado privado, porque es el encargado de impulsar el proceso y pedir que se sancione de manera justa al querellado, es así también que la víctima puede transigir o desistirse de continuar con el procedimiento privado en virtud a lo establecido en el Inciso 3 del Articulo 78 Código Penal, en tal sentido el juzgador deberá de archivar definitivamente el proceso por haberse extinguido la acción penal. Por eso BERMUDES señala que “la doctrina moderna y algunas legislaciones se han pronunciado decididamente por un incremento del elenco de delitos de acción privada, reconociendo a la víctima u ofendido todo el poder de acusar, con plena vigencia de la autonomía de la voluntad en el persecución penal, al punto de configurarse un ejemplo de sistema que se podría denominarse acusatorio privado casi puro”. Considerando esto, la declaración que preste la victima de la comisión de un delito ante el Juez Penal tiene trascendental importancia en el proceso, pues la prevención constituye una prueba que el juzgador apreciara con las demás pruebas actuadas, confrontándola y deduciendo todo lo que contenga la verdad, desechando aquello que se revista carácter subjetivo carácter y espontaneidad. Rara vez esta declaración es imparcial y objetiva. Pero resulta indispensable para el juzgador oír la versión de quien ha sufrido los efectos del delito para establecer la responsabilidad del imputado. S IA R O E T Y N OI
Cuando la denuncia de la víctima se ha hecho con falsedad en la imputación o ausencia de motivo razonable dará lugar a la acción por calumnia en lo penal o indemnización de daños y perjuicios en lo civil, salvo que el denunciante haya actuado en el ejercicio regular de un derecho, según lo preceptuado en el Inciso 1 del Articulo 1971 Código Civil. C A CI FI S A L C , S O T P E C
La víctima como parte en el procedimiento de ejecución, es decir al cumplimiento de las sentencias condenatorias consentidas y ejecutoriadas (Titulo ejecutivo), es la persona que sufrió el daño producto del ilícito y que solicita el cumplimiento de la indemnización fijada en la resolución definitiva. Este sujeto solo tiene participación en asuntos de carácter civil mas no de penalidad, salvo en el caso de los delitos de acción privada donde no hay intervención del Ministerio Publico. Es así que “todo delito ocasión perjuicio material a la víctima y el autor está obligado a reparar tal perjuicio, por ello como consecuencia del delito surgen dos acciones, una dirigida a obtener el resarcimiento por el daño causado”. Si el perjuicio es ocasionado al Estado o a un ente jurídico se nombrara un representante conforme a lo establecido en la normatividad.
N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
77
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
La consideración político criminal de la reparación en el proceso penal se funda en su posibilidades recompositivas, atenuadas y hasta preventivas, que según ROXIN se manifiesta en los siguientes extremos: en primer lugar cuando el autor repara con sus medios el más causado, momento en el que independientemente incluso del castigo, la víctima y la sociedad verán superado el daño social provocado por el delito. En segundo lugar, la existencia de la reparación obligada al autor a colocarse frente a l as consecuencias de su mejor percibidos por el que a través de la pena. Finalmente la reparación puede conducir a una reconciliación entre el autor y la víctima y con ello facilitar la reinserción del autor. Por esta razón desde el punto de vista político criminal y en términos de costobeneficio resultaría conveniente que la vía penal sea la que pueda garantizarle a la víctima una eficaz reparación civil, objetivo que no podrá ser alcanzado sin la Constitución de instrumentos procesales eficaces que eviten la carga psicológica y económica que supone iniciar un nuevo procedimiento. En tal sentido, BINDER considera que el resarcimiento de la víctima es una imperativo que surge del principio de poder penal como ultima ratio y modifica los fines tradicionales del proceso de cognición, sino como un método de pacificación, abriendo sus puertas a la reparación integral como verdadera solución del conflicto.
S AI R O E T Y N OI
La acción civil o responsabilidad civil derivada del delito, “es la obligación que compete al delincuente o a determinadas personas relacionadas con el mismo, de indemnizar a la víctima del delito de los daños y perjuicios sufridos con ocasión del hecho punible”.24 C A CI FI S A L C , S O T P
El Magistrado del Segundo Tribunal Superior, Dr. Wilfredo Sáenz, en su obra, “Las Perspectivas de Actualización de las Fases del Proceso Penal Panameño”, expone en una forma clara y sencilla lo que debemos entender por acción civil derivada del delito, al señalar que: “Es un medio procesal que permite a la víctima, su familia o un tercero reclamar la indemnización del daño material y moral causado a la víctima o a su familia o a un tercero, por medio de una incidencia que podrá promoverse una vez E C N O C , N E IG R O | AI G O L O
24
PUIG PEÑA, Federico. Derecho Penal, Parte General, Tomo III, Edersa, Madrid, 1955, p. 4 27, citado por ARANGO DURLING, Virginia, Las Consecuencias Jurídicas del Delito, Ediciones Panamá Viejo, 2003, p. 238. MI T CI V
78
ejecutoriado el auto de enjuiciamiento hasta antes de dictar la sentencia de primera instancia y, también es posible intentarla por la vía civil”. 25 Por su parte, el jurista panameño, Boris Barrios, en una de sus publicaciones, es de la opinión que la acción civil derivada del delito es “aquélla que puede ejercer la víctima, o la persona legitimada por la Ley procesal penal, en sede del proceso penal, para la restitución de la cosa, y la indemnización de los daños y perjuicios ocasionados por el hecho punible, contra el autor o partícipe y, en el caso que así se derive, contra el civilmente responsable”. 26 En otras palabras, tal y como ha quedado expuesto, la acción civil derivada del delito es el derecho que tienen las víctimas, de ser resarcidas o indemnizadas por el perjuicio, ya sea material o moral sufrido como consecuencia de un hecho punible perpetrado contra las mismas.
Este apartado, se refiere a las características de la acción civil, que son las que la distinguen de la penal. Las mismas se concretan en que es de carácter pecuniario o patrimonial, es privada, contingente y voluntaria. S IA
Las características de la acción civil derivadas del delito, son desarrolladas por la Licda. Elsie Ginelle Sucre Mong 27, al explicar que: R O E T Y N
“1- Es un derecho privado: se dice que la acción civil es privada porque aunque la misma se deriva de la comisión de un hecho punible, corresponde a quien ha sido lesionado en su patrimonio o en la esfera moral, por ese delito. Es también posible que puedan reclamar civilmente los herederos de la víctima. OI C A CI FI S A L C , S O
2- Es de carácter pecuniario o patrimonial: Como vemos la acción civil derivada del delito, es de carácter pecuniario, ya que la misma tiene como fin, el resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados a la víctima de un hecho delictivo, quien para poder ejercer la acción civil, debe haberse constituido como querellante dentro del proceso. Incluso cuando el daño recibido por la víctima sea moral, la acción civil siempre se va a reflejar sobre el patrimonio del civilmente responsable. T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V 25
SAENZ F., Wilfredo. Op. Cit. p. 61 Barrios González, Boris. Estudio de Derecho Procesal Penal Panameño, Tomo II. Editorial Portobelo, Panamá, 2000 27 SUCRE MONG, Elsie Ginelle. Op. Cit. p. 87 y 88. 26
79
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
3. Es contingente: Siendo necesario que haya un daño privado, tangible y concreto para que exista la responsabilidad civil, la acción civil puede nacer o no, ya que puede tratarse de un delito que no cause daño patrimonial o afectivo. 4- Es voluntaria: Corresponde a la víctima del delito o a sus herederos decidir si la intentan o no”. 5- Es accesoria: Esta característica viene “… ya que la acción civil derivada del delito, puede ser ejercitada y reclamada en el proceso penal siempre y cuando exista al final del proceso una sentencia condenatoria, y en el proceso civil, si se ha conseguido con anterioridad una sentencia penal condenatoria también. Debemos tener presente que dicha acción civil, deriva específicamente del delito y no hay lugar a que exista este tipo de acción civil si no es a través, precisamente, de la comisión de un hecho punible que debe ser comprobado mediante una sentenc ia penal.”28
S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI 28
SUCRE MONG, Elsie Giselle. Op. Cit. p. 89
V
80
El Trastorno por estrés postraumático, se produce como consecuencia de la exposición de la persona a diversos agentes traumáticos, accidentes de circulación, robos con violencia, situaciones de peligro de su vida y también en las violaciones o intentos de violaciones. S IA R O E T Y N OI C
La característica esencial del trastorno por estrés postraumático es la aparición de síntomas característicos que siguen a la exposición a un acontecimiento estresante y extremadamente traumático, y donde la víctima se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad física; o es testigo de un acontecimiento donde se producen muertes, heridos, o existe una amenaza para la vida de otras personas; o bien el individuo conoce a través de un familiar o cualquier otra persona cercana acontecimientos que implican muertes inesperadas o violentas, daño serio o peligro de muerte o heridas graves. A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O
La respuesta de la víctima a este acontecimiento debe incluir temor, desesperanza y horrores intensos (o en los niños, un comportamiento desestructurado o agitado)
L O MI T CI V
El cuadro sintomático característico secundario a la exposición al intenso trauma debe incluir la presencia de:
81
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Re-experimentación persistente del acontecimiento traumático.
Evitación persistente de los estímulos asociados al trauma.
Embotamiento de su capacidad de respuesta.
Síntomas persistentes de ansiedad.
La sintomatología debe estar presente más de 1 mes.
Provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de su actividad.
Entre los acontecimientos traumáticos que pueden originar un trastorno por estrés postraumático se incluyen (aunque no de forma exclusiva) los combates en el frente de guerra, ataques personales violentos (agresión sexual y física, atracos, robo de propiedades) ser secuestrado, ser tomado como rehén, torturas, encarcelamientos como prisionero de guerra o internamientos en campos de concentración, desastres naturales o provocados por el hombre, accidentes automovilísticos graves, o diagnóstico de enfermedades potencialmente mortales. Entre otros acontecimientos traumáticos que pueden provocar un trastorno por estrés postraumático se incluyen: la observación de accidentes graves o muerte no natural de otras personas a causa de la guerra, accidentes, ataques violentos, desastres o ser testigo inesperado de muertes, amputaciones o fragmentación de cuerpo. Los acontecimientos traumáticos experimentados por los demás y que al ser transmitidos al individuo pueden producir en él un trastorno por estrés postraumático: actos terroristas, accidentes graves o heridas de envergadura vividos por un familiar o un amigo cercano, o la constancia de que el propio hijo padece una enfermedad muy grave. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T
En los niños, entre los acontecimientos traumáticos de carácter sexual pueden incluirse las experiencias sexuales inapropiadas para la edad aun en ausencia de violencia o daño reales. El trastorno puede llegar a ser especialmente grave o duradero cuando el agente estresante es obra de otros seres humanos (p. ej., torturas, violaciones). La probabilidad de presentar este trastorno puede verse aumentada cuanto más intenso o más cerca físicamente se encuentre el agente estresante. El acontecimiento traumático puede ser re experimentado de varias maneras. Normalmente, el individuo tiene recuerdos recurrentes e P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
82
intrusos o pesadillas recurrentes en las que el acontecimiento vuelve a suceder.
La duración de trastorno por estrés postraumático, puede ser de tres tipos:
Agudo. Cuando la duración de los síntomas es inferior a los 3 meses. Crónico. Cuando la duración de los síntomas es igual o superior a los 3 meses. De inicio demorado. Cuando sede el acontecimiento traumático y el inicio de los síntomas han pasado como mínimo 6 meses.
Sentirse amargamente culpables por el hecho de haber sobrevivido cuando otros perdieron la vida. S
IA
Las actividades que simulan o simbolizan el trauma original interfieren acusadamente con sus relaciones interpersonales, dando lugar a conflictos conyugales, divorcio o pérdida del empleo. R O E T Y N OI C
A
Cuando el agente estresante es de carácter interpersonal (p. ej., abusos sexuales o físicos en niños, peleas familiares, secuestros, torturas, etc.) hay una constelación de síntomas: CI FI S A L C , S O o
T
Afectación del equilibrio afectivo; P E C
o
o
N
Comportamiento impulsivo y autodestructivo; O C , N E
Síntomas disociativos; GI R
o
o
O
Molestias somáticas; | AI G
Sentimientos de inutilidad, O L O
o
MI
Vergüenza, T CI V
o
Desesperación o desesperanza;
o
Sensación de perjuicio permanente;
83
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
o
Pérdida de creencias anteriores;
o
Hostilidad; retraimiento social;
o
Sensación de peligro constante;
o
Deterioro de las relaciones con los demás, y
o
Alteración de las características de personalidad previas.
En este trastorno puede haber un mayor riesgo de presentar trastorno de angustia, agorafobia, trastorno obsesivo-compulsivo, fobia social, fobia específica, trastorno depresivo mayor, trastorno de somatización y trastorno relacionado con sustancias.
En los niños mayores las pesadillas perturbadoras sobre el acontecimiento traumático pueden convertirse, al cabo de varias semanas, en pesadillas generalizadas, donde pueden aparecer monstruos, rescates espectaculares o amenazas sobre ellos mismos o sobre los demás. Los niños no suelen tener la sensación de revivir el pasado; de hecho, la reexperimentación del trauma puede reflejarse en juegos de carácter repetitivo (p. ej., un niño que se vio implicado en un grave accidente de tráfico lo recrea en sus juegos haciendo chocar sus coches de juguete). S AI R O E T Y
Para un niño es difícil expresar la disminución del interés por las actividades importantes y el embotamiento de sus sentimientos y afectos, estos síntomas deben ser objeto de una valoración mediante el testimonio de los padres, profesores y otros observadores. En los niños la sensación de un futuro desolador puede traducirse en la creencia de que su vida no durará tanto como para llegar a adulto. También pueden presentar varios síntomas físicos como dolores de estómago y de cabeza. N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C ,
El trastorno por estrés agudo se diferencia del trastorno por estrés postraumático porque el cuadro sintomático debe aparecer y resolverse en las primeras 4 semanas posteriores al acontecimiento traumático. Si los síntomas persisten más de 1 mes y reúnen los criterios de trastorno por estrés postraumático, debe cambiarse el diagnóstico de trastorno por estrés agudo por el de trastorno por estrés postraumático. N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
84
En el trastorno obsesivo-compulsivo hay pensamientos intrusos de carácter recurrente, si bien el individuo los reconoce como inapropiados y no se relacionan con la experiencia de un acontecimiento traumático. Los flashbacks típicos del trastorno por estrés postraumático deben distinguirse de las ilusiones, alucinaciones y otras alteraciones perceptivas que pueden aparecer en la esquizofrenia, en otros trastornos psicóticos, en el trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos, en el delirium, o en trastornos relacionados con sustancias. Cuando están por medio de compensaciones económicas, selecciones o determinaciones forenses, debe descartarse siempre la simulación.
Según el DSM IV, el Manual estadístico de enfermedades Mentales de la Asociación de Psiquiatría Americana, en su código: F 43.1, que corresponde al código 309.81 de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud, refieren que para el diagnóstico de: Trastorno por estrés postraumático. S IA
A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido: R O E T Y N
(1) La persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás OI C A CI FI S A L C ,
(2) La persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos. Nota: En los niños estas respuestas pueden expresarse en comportamientos desestructurados o agitados S O T P E C N O C ,
B. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de una (o más) de las siguientes formas: N E GI R O
(1) Recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. Nota: En los niños pequeños esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos característicos del trauma
| AI G O L O MI T CI V
85
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
(2) Sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar. Nota: En los niños puede haber sueños terroríficos de contenido irreconocible (3) El individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos de flashback, incluso los que aparecen al despertarse o al intoxicarse). Nota: Los niños pequeños pueden reescenificar el acontecimiento traumáticoespecífico
(4) Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático (5) Respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático C. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican tres (o más) de los siguientes síntomas: S
(1) esfuerzos para evitar pensamientos, conversaciones sobre el suceso traumático
sentimientos
AI
o R O E T Y N
(2) esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma OI C A CI FI S
(3) incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma A L C , S
(4) reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas O T P E C N O
(5) sensación de desapego o enajenación frente a los demás C , N E
(6) restricción de la vida afectiva (p. ej., incapacidad para tener sentimientos de amor) IG R O | AI
(7) sensación de un futuro desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse, formar una familia o, en definitiva, llevar una vida normal)
G O L O MI T CI V
86
D. Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal ausente antes del trauma), tal y como indican dos (o más) de los siguientes síntomas: (1) dificultades para conciliar o mantener el sueño (2) irritabilidad o ataques de ira (3) dificultades para concentrarse (4) hipervigilancia (5) respuestas exageradas de sobresalto E. Estas alteraciones (síntomas de los Criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes. F. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Para el trastorno por estrés postraumático proponen un criterio distinto para valorar el carácter estresante de una situación o acontecimiento determinados: éstos deben tener una «naturaleza extraordinariamente amenazadora o catastrófica, susceptible de provocar un malestar permanente en prácticamente cualquier individuo». El diagnóstico de la CIE-10 difiere del propuesto en el DSMIV, ya que el Criterio D de este último (es decir, síntomas por aumento de la activación) no se considera indispensable, pudiendo ser sustituido por la incapacidad de recordar aspectos importantes del trauma. A diferencia del DSMIV, los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10 no establecen una duración mínima de los síntomas. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N
La Organización Mundial de la Salud en su CIE-10 define la situación emocional que queda después de una violación como un «Trastorno de estrés postraumático» y dice de él, que es una respuesta tardía o diferida a un acontecimiento estresante o a una situación (breve o duradera) de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica. O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
Estas reacciones en la victima de la violación, deben ser conocidas por los peritos psiquiatras, con miras no solo a la indemnización jurídica y moral sino
87
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
en cuanto a inclusive orientar a la víctima hacia grupos de autoayuda, tratamiento psicoterapéutico profesional y sobre todo verbalizar los sentimientos ya que el silencio victimiza aún más. Las características de dicha situación serían las siguientes: 1) Episodios reiterados de volver a vivenciar el trauma en forma de reviviscencias o sueños que tienen lugar sobre un fondo persistente de una sensación de «entumecimiento» y embotamiento emocional, de desapego de los demás y falta de capacidad de respuesta. 2) Se presenta una clara anhedonia (incapacidad para sentir placer). 3) Evitación de actividades y situaciones evocadoras del trauma. 4) Aparecen estallidos dramáticos y agudos de miedo, pánico o agresividad casi siempre desencadenados por estímulos que evocan un repentino recuerdo, una actualización del trauma o de la reacción original frente a él o ambos a la vez. 5) Se establece un estado de hipervigilancia a hiperactividad vegetativa. 6) Aumenta la llamada reacción de sobresalto. 7) Se instaura un cuadro de insomnio persistente y resistente a los fármacos. S AI R
8) Se instaura un nivel de ansiedad elevado de forma permanente. O E T Y
9) Pueden desencadenarse cuadros psiquiátricos más graves ya sea en forma de adicción a tóxicos o alcohol, o la instauración de depresiones graves. N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O
Las víctimas de violación, habitualmente experimentan síntomas como la: ansiedad, depresión, temores, disfunciones sexuales y una disminución de la autoestima durante al menos, un año después de la violación. Sin embargo, entre el 17 y el 25% de las víctimas no tratadas en los estudios (Veronen y Kilpatrick, 1987) no mostraban síntoma alguno un año después de la violación, y en otros estudios (Frank y Turner, 1981, citados por Veronen y Kilpatrick, 1987) encontraron que algunas víctimas no mostraban síntomas hasta después de dos o
C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
88
tres semanas después de haber sido violadas. Esto sugiere que no todas las victimas necesitarían tratamiento inmediato, para recuperarse de la violación. Pero todos afirman la necesidad de algún tipo de tratamiento adecuado 29.
Hasta 1970, los estudios sobre la violación eran escasos, se hablaba poco de los devastadores efectos psicológicos que produce la violación. Los primeros en descubrir un patrón de respuestas psicológicas en 13 víctimas, fueron Sandra Sutherland y Donad J. Scherl. Y hablan de tres fases de adaptación: (1) (2)
, inmediata u horas o días, después de la violación. , de retorno a sus actividades, lo que no quiere decir que se haya resuelto las consecuencias del impacto psicológico de la agresión. Fundamentalmente es un rechazo, como protección al yo individual y sus relaciones con los demás. Puede continuar con un sentimiento interno de depresión. Aunque, para el inicio de esta fase es un tiempo variable, suele darse a las dos o 3 semanas, con pesadillas y fobias. S
(3)
IA
, cuando la víctima tiene ganas de hablar de lo sucedido y hay una integración y resolución de los conflictos generados con el trauma de la violación. R O E T Y N OI C A
Burgess y Holmstrom (1974) describieron y detallaron las fases y los síntomas somáticos, emocionales y conductuales en 92 mujeres adultas víctimas de violación y delinearon un cuadro clínico que llamaron Síndrome del Trauma por Violación: Como un conjunto de reacciones conductuales, somáticas y psicológicas configuradas en una fase aguda y un proceso de reorganización a largo plazo que sucede como consecuencia de una violación o un intento de violación. CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O
Tras la violación suelen presentar un abanico amplio de sentimientos: miedo, ira, rabia, ansiedad, que se reflejan en conductas como pueden ser:
MI T CI V
29
Ellis, 1983; Koss y Burkhart, 1989; Echeburria et al, 1990; Alario, 1993
89
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
1) Algunas personas reaccionan, con gritos, sonrisas, sollozos, temblores. Incredulidad, consternación, cuando realizan su denuncia en la Policía, pueden presentar un estado de incoherencia, nerviosismo, agitación, frecuentemente; incapaces de hablar sobre los hechos sucedidos, presentando un shock psicológico. 2) Otras reaccionan enmascarando el problema con una calma tensa, paralizadas. Aunque aparentemente están tranquilas y estables, con cualquier detalle relativo al incidente se precipita el derrumbamiento de la víctima.30
SOMÁTICAS
Trauma físico, dolor por las contusiones en varias partes del cuerpo, las partes del cuerpo, lesionadas en la agresión: garganta, cuello, pechos, muslos, piernas y brazos. Tensión muscular esquelética, cefaleas. Trastornos gastrointestinales. Irritabilidad gastrointestinal, molestias gástricas, con frecuencia disminución o pérdida de apetito, pérdida de sabor de los alimentos y sensación nauseosa, por el solo pensar en el hecho de la violación. S AI R
Trastornos genito-urinarios. Presentación de sintomatología ginecológica, del tipo de descarga vaginal, prurito, sensación de quemazón durante la orina y dolor generalizado. Algunas desarrollan infecciones vaginales, otras sangrado rectal y dolor, cuando habían sido forzadas por vía anal. O E T Y N OI C A CI FI S A L C
PSÍQUICAS , S O
T P
Insomnio, no pueden relajarse para dormir (Burgess y Holmstrom; 1974) Reacciones emocionales: miedo. E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI
30
Sutherland & Scherl, 1970
V
90
Todas las victimas del estudio de Burgess y Holmstrom (1974) experimentaron una desorganización en su estilo de vida. El proceso de reorganización depende de 3 factores:
La propia resistencia del sujeto,
El soporte social y
El apoyo de las primeras personas que tratan con la víctima.
No todas las victimas experimentan los mismos síntomas ni el mismo periodo de recuperación, ni siquiera la misma secuencia.
Actividad motora. Cambio de lugar de residencia inmediatamente después del trauma. (44 de las 92 víctimas, según Burgess & Holmstrom, 1974). Frecuentes viajes a lugares alejados.
Cambio de número de teléfono, generalmente como precaución.
Cambio en las relaciones familiares.
Aumentan la frecuencia de relación con los padres, algunas veces buscando apoyo. S IA R O E T Y N OI
Sueños o pesadillas: amenazantes y/o violentos. C A CI FI
1) Inicialmente: Desea hacer algo contra la amenaza, pero antes de hacerlo se despierta S A L C , S O
2) Cronológicamente después: Hay una decisión de lucha contra la amenaza o el agresor. Y en ocasiones una agresión vengativa. T P E C N O
Hay un miedo a estar sola en casa, sola fuera de casa, miedo a la gente que camina detrás de ella, miedos sexuales. Traumatofobia le denominó Sandor Rado (1942) a las reacciones fóbicas, como mecanismo de defensa a las circunstancias de la violación. En un estudio a 41 mujeres después de haber sido violadas y a los dos años de seguimiento; en el 50 %, tenían miedo de estar solas y tres cuartas partes de las victimas todavía mostraba suspicacia hacia la gente. (Nadelson et al., 1982)
C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
Hay también un denominado: Síndrome por trauma de la violación. (rape trauma syndrome) este síndrome por violación había sido descrito por Sandra Sutherland et al. (1970) aunque no sistematizado en las tres fases que
91
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
establecerían posteriormente, Ann W. Burgess y Lynda L. Holmstrom, cuatro años más tarde. (Burgess & Holmstrom, 1974a; 1974b; 1975; 1976a; 1976b; Burgess, Groth, Holmstrom & Sgroi, 1978; Groth, Burgess & Holmstrom, 1977; Holmstrom & Burgess, 1975; 1978), tiene importancia cara a entender las secuelas psíquicas que padecen estas víctimas.
En segundo lugar, puesto que un significativo número de mujeres no informan sobre la violación, (España solo el 2% lo denuncian), los operadores asistenciales, deberían estar alertas cuando encuentren en las mujeres el denominado Síndrome que fue denominado como Reacción Silenciosa a la Violación, Burgess y Holmstrom (1974) que se presenta en victimas que no han reposado sus sentimientos y reacciones sobre el trauma y, por tanto, sobrellevan una tremenda carga psicológica. Muchas mujeres habían callado otras violaciones o sufridas cuando eran niñas, por lo que ya portaban una carga psicológica anterior. Por lo que la violación actual revivía los hechos. S AI R O E T Y N
En relación con el Síndrome de Stress Post-Traumático en niños, solo el 55 % precipitan un TEPT, pero el resto desarrolla una diversa sintomatología: OI C A CI FI
S
Exhiben mayor ansiedad, depresión, A L C ,
S
Comportamiento con gran hiperactividad, agresividad y crueldad. O T P
E C
En conjunto, mayor cantidad de problemas. N O
C ,
Mucha diferencia a la hora de reaccionar a un simple evento o suceso de abuso Más problemas de comportamiento en relación directa a un abuso sexual crónico. N E IG R O | AI
A corto plazo, las secuelas debidas a abuso sexual incluyen insatisfacción sexual, homosexualidad, promiscuidad y un elevado riesgo de revictimización (Beitchman, et al., 1991).
G O L O MI T CI V
92
La depresión y la conducta o la ideación suicida son más frecuentes en víctimas de abuso sexual que en controles normales o controles psiquiátricos no víctimas de abuso.
Los que causan más daño psíquicamente, son los que han sufrido abusos sexuales, que incluían penetración, fuerza o violencia y tenían una relación más cercana o íntima con el agresor. Aunque los problemas en la familia, rupturas, presencia psicopatológica en los padres, hacen difícil separar cuando es debido al trauma sexual y cuanto a la problemática familiar anterior. Actualmente en niños no es posible hablar de un síndrome post abuso sexual en los niños, con un curso específico y una evolución esperanzadora. 31
En la época de los griegos, el suicidio era considerado de diferentes formas, pero en la Roma clásica, en los siglos inmediatamente anteriores a la Era Cristiana, la vida no era muy apreciada y el suicidio era considerado de forma neutral a incluso positivamente. El estoico romano: Séneca, decía: “El vivir no es ningún bien si no se vive bien. Por tanto, el hombre sabio vive lo mejor que puede, no lo mas que puede... siempre pensara sobre la vida en términos de cualidad, no de cantidad... Morir antes o después es irrelevante; morir bien o enfermo es... incluso si es verdad que mientras hay vida existe la esperanza, la vida no es como para comprarla sea cual sea el precio.” S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C ,
Hay puntos de visto muy distintos en relación al enfoque de cada ciencia por lo que citaremos algunos de ellos: N E GI R O | AI G O L O MI T
La muerte de los cristianos primitivos, hizo que la iglesia pusiera impedimentos al suicidio. Relacionándolo con el crimen y por tanto con el pecado. Y el rechazo
CI V
31
Beitchman, et al., 1991
93
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
categórico lo planteó San Agustín (354-430). El suicidio se consideró un crimen porque impedía la posibilidad de arrepentirse y fue considerado un pecado mayor que cualquier otro que se deseara evitar. Decía Santo Tomas de Aquino (12251274), que el suicidio era un pecado mortal porque usurpaba el poder divino de decisión sobre la vida y la muerte del hombre. Aunque ni el Viejo Testamento ni el Nuevo prohibieran directamente el suicidio, en el año 693 el Concilio de Toledo proclamó qua la persona que intentara el suicidio sería excomulgada. Durante siglos, esta afirmación y la postura de la iglesia jugaron un papel muy importante en evitar la autodestrucción humana en la cultura occidental. Y parecían descansar dichos preceptos en el respeto a la vida humana y en la vida del alma más allá de la muerte. Sin embargo los resultados de dichas restricciones de la Iglesia contra el suicidio fueron excesivos y contraproducentes; dieron como resultado la degradación, difamación, empobrecimiento y persecución de las personas supervivientes de suicidios. 32
La sociedad es la que vuelve malo al hombre decía, el filósofo francés Rousseau (1712-1778), transfiriendo el pecado del hombre a la sociedad. La obra “On suicide”, publicada el año 2777, un siglo después de la muerte de su autor: David Hume (1711-1776) sobre la disputa de quien es el culpable, si el hombre o la sociedad, sin tener en cuenta el concepto de pecado hizo que fuera rápidamente suprimida. S AI R O E T Y N OI C
Hume decía: “La prudencia y el coraje nos animarían a acabar con nuestra existencia cuando esta resultase una pesada carga... si no es un crimen el que yo cambie el curso del Nilo o del Danubio, y si yo puedo afectar sus propósitos, donde esta entonces el crimen en cambiar la dirección de unos litros de sangre de su canal habitual. A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI 32
Hume y, Álvarez (1971)
V
94
Hay dos líneas de investigación más o menos recientes en cuanto al suicidio, la psicológica nombrada por Sigmund Freud (856-1939) y la sociológica de Emile Durkheim (1858-1917). Durkheim se centró en los efectos perjudiciales qua la sociedad ejerce sobre el individuo, en su trabajo: “Le Suicide” (1897) estableció los modelos para las investigaciones sociológicas. A estos estudios, le siguió: Cavan sobre el suicidio en Chicago (1926), Sainsbury sobre el suicidio en Londres (1955), Dublin y Bunzel (1933) y Henry y Short (1954) sobre el suicidio en Estados Unidos: Todos siguiendo el modelo de la tradición sociológica, mostrando con sombreados en los mapas de los barrios, las ciudades o países, las diferentes áreas y s us índices de suicidio.
Son las lesiones producidas a uno mismo con el objetivo de obtener algún beneficio: librarse de una obligación, económico y/o laboral. Las más frecuentes son las contusiones (equimosis y erosiones), a veces con la colaboración de un tercero. Heridas por arma blanca (punzantes o cortantes) y quemaduras. S
Son poco frecuentes por armas de fuego, pero también hay que tenerlas en cuenta. Hubo casos de «febrero negro» para cobrar la indemnización. IA R O E T Y
Hay características muy significativas en cuanto a localización y por la propia lesión:
N OI C A CI FI
En zonas accesibles y que se puedan controlar con la vista. Por eso poco frecuentes en la parte superior del tórax. S A L C , S O
T
Casi siempre múltiples pero superficiales. P E C
N
A ambos lados de la línea media del cuerpo pero con predominio del lado contrario a la mano útil. O C , N E GI
Cuando es por arma de fuego, suelen localizarse en las extremidades superiores o en el muslo. En la cabeza no se han visto casos. En tórax y abdomen con poca frecuencia. Muslo: dirección de delante a atrás, de derecha a izquierda en diestros y viceversa en zurdos, y siempre de arriba abajo, lo que descarta la etiología homicida.
R O | AI G O L O MI T CI V
Los detenidos suelen producirse autolesiones para simular violencia policial o para ser trasladados a un hospital.
95
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Los vestidos aparecen desgarrados, pero su localización no se corresponde con la de las lesiones. Elemento significativo para descartar una agresión.
La definiremos, como una conducta autodestructiva que implica la separación y/o eliminación física de una parte del cuerpo. Su práctica está asociada a una determinada actitud del individuo, con una resistencia activa a su curación y el no saber explicar aparentemente el porqué de su acción. Aunque ocasionalmente indique una justificación. Incluye la extracción de dientes, arrancarse la lengua, coserse los labios, amputación del pene, y sacarse los ojos. Incluso otros autores, incluyen la intervención de otras personas a los que permiten voluntariamente que destruyan o alteren su tejido corporal.
La fantasía de la reunión con un objeto perdido a través de la muerte puede justificar el fenómeno de los suicidios en los aniversarios, así como los suicidios que ocurren durante el periodo de aflicción. S AI R O E T Y N OI
Se relaciona con la de identificación con el objeto perdido: los pacientes se ven a ellos mismos como incompletos en ausencia del objeto ausente y ven la reunión a través del suicidio como una forma de renacimiento. C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E
En estos casos sienten que la única forma de sobreponerse a una situación es a través del control de la vida o la muerte. IG R O | AI G O L O MI T CI V
96
Normalmente en los familiares, lo inesperado de la muerte por suicidio añade una angustia mayor a la pena normal. A veces, por la calidad trágica y traumática, deja una sensación de estigma mayor que el que deja una muerte natural Y ocasionalmente, los comentarios o notas del suicida hacen una acusación explicita de su venganza. El suicidio como venganza se correlaciona con la observación freudiana clásica de que el inconsciente desea matar el objeto perdido ambivalente. Como extensión de esto, la ira inconsciente y el impulso homicida se observan como una necesidad de autocastigo o expiación. El sujeto se siente culpable por el odio que siente por el objeto y el suicidio no solamente sirve como venganza, sino que también consigue la expiación.
La entrevista es la base fundamental, para llegar a la comprensión de los hechos y el conocimiento de la persona que precisa nuestra intervención. La función principal del entrevistador es escuchar y comprender al informado, debemos tomar en cuenta que vamos a utilizar como principal «prueba» la entrevista médica, psicológica o psiquiátrica. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S
El informe pericial contiene la información del peritaje que se ha llevado a cabo previamente y por lo tanto es el instrumento de comunicación entre la Psiquiatría y el Derecho. Materializa las respuestas a las cuestiones sobre las que se pregunta al perito psiquiatra, por lo que deberá estar configurado y confeccionado de manera que proporcione de forma comprensible a los sistemas jurídicos, la información psicológica operativa para las decisiones jurídicas, en las distintas áreas del derecho. O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L
La jurisprudencia reitera una y otra vez que los informes periciales no son vinculantes, sin embargo su peso en las decisiones jurídicas es indudable.
O MI T CI V
A continuación se expone un modelo de informe de carácter general, el más utilizado por nosotros en la práctica forense, aunque algunos asuntos o ámbitos concretos requieren informes específicos.
97
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
La entrevista es la base fundamental, para llegar a la comprensión de los hechos y el conocimiento de la persona que precisa nuestra intervención. La función principal del entrevistador es escuchar y comprender al informado, se debe tomar en cuenta que la entrevista, sea médica, psicológica, psiquiátrica ó criminológica, en todos los casos va a ser usada como «prueba principal». En la medida en que se consiga un buen contacto, en el primer encuentro y en las sucesivas entrevistas, se conseguirá más información. En una entrevista hay una confrontación de dos personalidades, de dos afectividades, por lo que el entrevistador debe conocerse a si mismo, saber qué emana, que trasluce y controlar lo negativo. Debe controlar sus variables personales, de manera que en la entrevista se maneje una sola variable en la emisión de comunicación del sujeto entrevistado, eliminando los obstáculos para que el sujeto emita la información necesaria. Este contacto directo entre dos personas es completamente insustituible si se quiere llegar a un estudio profundo de un sujeto y a la obtención de datos que no poseemos. Ciertamente, se presenta un nivel de tensión como consecuencia de la mutua observación que desencadena una ansiedad no reconocida por la experiencia de anteriores relaciones con otras personas, las llamadas transferencias o contratransferencias por los psicoanalistas. (En el entrevistador “la contratransferencia puede surgir simplemente por la incapacidad del analistas para tratar de modo apropiado aquellos aspectos del comportamiento y comunicación del paciente, que inciden en sus propios problem as” Sandler y cols., 1973). S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L
Pero hay una gran diferencia entre lo que es una entrevista clínica, realizada por un médico o un psicólogo, en la que se imprime una cierta transferencia por la obligación terapéutica, de curar, sanar o ayudar, y la entrevista que realiza un criminólogo o médico forense. Estas últimas son diferentes, es una entrevista “neutral” en la medida en que puede serlo. Eliminando el componente transferencial de obligación de ayuda, aunque eso no evita las distorsiones de contratransferencia en el campo social, emanada de experiencias anteriores. Otto Allen Hill, en la introducción del libro La entrevista Psiquiátrica del clásico libro del psicoanalista: Harry Stack Sullivan, dice: “El Terapeuta jamás puede observar a su paciente obrando c omo si yo
C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
98
no estuviese aquí y él no me hubiese visto jamás, pues solo puedo verlo obrando en términos de su pasado e incluyéndome a mí también.” Una entrevista a mi entender es: una situación de comunicación oral entres dos o más personas, voluntariamen voluntariamente te integrado, sobre unos roles definidos de entrevistador entrevistado, con el propósito de obtener datos sobre un hecho suscitado en los cuales supuestamente ha participado como autor o como testigo y sobre las características personales del sujeto entrevistado y sus mecanismos de relación. (Psicológicos o psicopatológicos) psicopatológicos) Sistematizando podríamos hablar de:
Obtener información sobre los hechos, la sintomatología actual y si hay antecedentes del episodio actual que ayuden a clarificar posibles causas, datos biográficos, etc. Estudiar las actitudes y los sentimientos del entrevistado ante su enfermedad y ante el hecho judicial. Apuntar datos sobre el lenguaje no verbal, la conducta del entrevistado, ampliando así la información sobre él y su problemática. Observar si hay alteración posterior al hecho a informar, si hay otra enfermedad posterior o reactiva. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C
Hay dos tipos de entrevista una no directiva y otra dirigida. En la práctica se usan ambas o una mezcla de ambas, ya que se complementan. complementan. , S O T P E C
Al principio, puede ser abierta, no directiva, pero una vez que tenemos una probable hipótesis diagnóstica, las preguntas estarán dirigidas a obtener datos que prueben nuestra hipótesis. N O C , N E GI R
Decíamos que al inicio es NO DIRECTIVA: Es posible pedir un relato de los hechos, realizando un mínimo de preguntas imprescindibles para que no se rompa el hilo de la conversación, dejando un tiempo para que pueda expresar libremente sus vivencias y sentimientos, podemos obtener más datos de su personalidad y de su forma de ser, que de una manera dirigida, que se diluye fácilmente. Hay que saber aceptar los datos terciarios, evitando el control excesivo de la entrevista, es decir matizaciones o detalles a veces inútiles, que en algunos casos nos permitirán vislumbrar otra información.
O | AI G O L O MI T CI V
99
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Lo ideal es no tener información sobre los hechos, no tener datos del entrevistado, lo cual nos permite realizar una entrevista no contaminada. Difícilmente se puede mantener una absoluta neutralidad, sin querer se participa de la problemática o bien nos suscita un rechazo, es importante aprender a detectarlo y controlarlo. La falta de experiencia se va resolviendo poco a poco, con la práctica. Pero hay que evitar o controlar la ansiedad por temor a no valorar el caso adecuadamente, ya que nos impediría detectar respuestas emocionales y sutiles. Evitar hablar demasiado con demasiadas interrupciones al entrevistado, o bien caer en la pasividad de no realizar ninguna intervención. Posteriormente Posteriormente es una entrevista DIRIGIDA, Estructurada o semiestructurada, en la que puede ser una evaluación estandarizada sobre el informado, pidiendo datos de acuerdo a nuestro protocolo previamente elaborado, lo que permite uniformar la recopilación de los datos necesarios. (A veces es útil cuando otros profesionales van a hacer uso de ellos.) Este tipo de entrevista permite por una parte: identificar los síntomas más importantes y realizar un diagnóstico sindrómico fácil y por otra encontrar información acerca de nuestra hipótesis criminógena. Aunque a la hora de la interpretación de los datos, sea precisa una buena hipótesis con suficientes evidencias. Pero aparte de ello hay necesidad de apuntar la descripción narrativa del informado sobre los hechos y sobre sus s us conductas. S AI R
Finalmente en las entrevistas sucesivas, si no hay datos suficientes, crear un espacio en el que se le pida que clarifique los datos obtenidos en la entrevista no dirigida o la que ha quedado en los datos terciarios. O E T Y N OI C A CI
Lo que se debe evitar es entrar en una entrevista rígida, que impida obtener datos, como indica José María Alvarado, (1989), en el tema de la primera entrevista: FI S A L C , S O T
“El estereotipo semiológico, es para nosotros, aquella ordenación, casi estereotipada, con que a veces se fatiga al enfermo, al interrogarle de inicio y con ordenamiento sistemático: qué edad tiene; dónde vive; en qué «trabaja; si es soltero o casado, etc., datos cuya importancia es innegable, pero que se los puede ir recogiendo a lo largo del interrogatorio y los exámenes semióticos más dilatados y calmados que se pueda hacer. Lo esencial en esas cruciales alternativas, no es la prisa, sino la reiterada y cálida efusividad, por si cupiera el pleonasmo, en la frase. Calma y cordialidad que no deben tener límites a veces, para lograr la tranquilidad del paciente.”
P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
100
Nuestro entrevistado puede venir espontáneamente, por requerimiento fiscal o por orden judicial. También podría venir por recomendación de su abogado. En cada uno de estos casos, la actitud ante la entrevista será distinta. En el acceso voluntario, la implicación del informado hace que a la hora de llevar a cabo la entrevista, pueda ser más abierta. Para los médicos, psicólogos y psiquiatras, deben darse cuenta que la entrevista forense es muy distinta de la entrevista clínica. La perspectiva psicoanalítica de Balint, descrita en sus libros: “El médico, el paciente y la enfermedad” (1961), “Seis minutos para el paciente.” “Las interacciones en la consulta con el médico general.” (1973), cuando habla de la relación médico paciente, no sirve mucho, ya que somos unos evaluadores de un hecho en que se precisa que actuemos de forma imparcial, algo bastante diferente, de lo que haría un médico en su consulta, ya que no buscamos una dinámica subyacente de aceptación de paciente. No pretendemos atender las demandas de cuidado y los sentimientos que cada entrevistado/paciente despierta en el médico, en relación a su experiencia profesional y personal, que siempre remiten a sus precoces relaciones emocionales en su familia de origen, (Contratransferencia), (Contratransferencia), deben ser anuladas, ya que en una pericia pueden influir a la hora de nuestro informe, quizá no dejándonos ser imparciales. i mparciales. S IA R O E T Y N OI C
Sin embargo la técnica del flash, al estar atento a sus propios sentimientos en la entrevista, a los del entrevistado y al flujo emocional, puede permitirle focalizar su intervención sobre lo nuclear del problema del entrevistado. A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E
Lo importante es que médico y paciente se encuentren cómodos, asegurando en cualquier caso (consulta privada, hospital, clínica, institución penitenciaria, Juzgados, Policía, etc.) que quede garantizada la confidencialidad. No se debe aceptar realizar la entrevista en lugares públicos, como bares o el propio domicilio del paciente. GI R O | AI G O L O MI T CI V
101
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Debemos tomar en cuenta que muchas veces seremos interrogados por la defensa o la parte contraria, sobre el tiempo y las veces que hemos visto al entrevistado. El tiempo es muy variable según se trate de una primera entrevista o subsiguientes, pero un promedio de 45 minutos es un promedio estándar, aunque mucho depende del tipo de entrevista, de las facilidades de hacerlo y de la complejidad del asunto. Una entrevista normal, podría durar unos 70 minutos. En este tipo de entrevistas, no siempre la primera dura más y las siguientes menos, muchas veces las siguientes duran más, porque la profundización de los temas lo requiere. Por ello se habla de que el estándar medio para todas sea de 70 minutos. La idea del tiempo que durara la entrevista y su planificación a veces es conveniente transmitirla al entrevistado. En una consulta psicológica o psiquiatrita, se limitará lo estipulado de 50 minutos.
La entrevista comienza indicándole al entrevistado, nuestro nombre y especialidad. Se puede indicar al comienzo que todo lo que nos cuente es estrictamente confidencial. Pero no en el caso de ir como Perito oficial, con nombramiento por el Juez, ya que en ese caso debemos indicarle que todo lo que nos cuente, debe ser plasmado en nuestro informe al Juzgado. Una vez tomados los datos personales del paciente, se solicita información (verbal o escrita) sobre los hechos que han motivado que nosotros lo veamos. Decíamos que en esta fase se debe interrumpir lo menos posible, limitando nuestra intervención a aclarar algún punto del relato. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O
Se puede pasar a la entrevista dirigida, una vez que tenemos una idea general del problema, realizando la historia clínica o criminológica y un examen Psicopatológico, que bien puede ser mediante preguntas concretas, o siguiendo una entrevista sistematizada. Pero nuestra actitud debe dar la impresión con las
| AI G O L O MI T CI V
102
preguntas de un interés sincero por conocer su situación. De otra manera no se consigue confianza suficiente para que nos comunique comunique sus sentimientos. En esta fase se debe evaluar la necesidad de realizar otros tests o cuestionarios o escalas psicológicas o biológicas. O bien una entrevista estandarizada de una historia clínica criminológica.
Fase, en la que ya hemos formulado una hipótesis, la hemos corroborado con los datos aportados por el entrevistado y los resultados de las pruebas psicológicas, biológicas o criminalísticas y ya podemos elaborar un informe pericial. Se debe siempre hacer una pregunta última, es asombroso lo que se encuentra, se le ofrece la oportunidad final de realizar preguntas que estime pertinentes en relación a su caso.
En ocasiones es fundamental la entrevista a los familiares, amigos y vecinos, para conseguir datos sobre su forma de ser, de su entorno socio ambiental. Sin embargo, hay que cuidar la forma de acceder a dichas fuentes, en relación al propio conflicto que haya desencadenado el hecho a valorar. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O
Todo lo que se ha dicho acerca de la entrevista, es aplicable a este apartado, pero además hay que hacer mucho más hincapié en el enfrentamiento de dos personalidades, dos emociones. Las Psicologias de la Confesión y del Testimonio son muy antiguas, pero de uso incipiente. Los primeros estudios sobre el tema los efectúan Kraepelen, Neumann, Binet, estos aportes los toman psicólogos, criminólogos para recomendar algunos aspectos de este tema a la entrevista policial. T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O
Por tanto hablaremos de un método que usa la técnica de la entrevista, pruebas psicofisiológicas y de lenguaje no verbal en la veracidad de un relato.
MI T CI V
Es necesario:
103
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Saber escuchar y hacer una buena evaluación de lo que escuchamos, para continuar en la entrevista dirigida. Respeto al entrevistado colocarse en la situación del otro
Para la estimación de la credibilidad se han formulado dos modelos: el modelo subjetivo o social y el modelo objetivo o científico. 33 De ellos, se aconseja usar el objetivo, científico, una entrevista de la manera clásica, analizando el lenguaje, el mensaje y la meta mensaje y apoyándose en el lenguaje no verbal.
Esta es una forma más de entrevista, pero que es considerada como específica para la valoración del testimonio a nivel legal. a) La reinstauración de contextos, consiste en reconstruir mentalmente los contextos físicos y personales que existieron en el momento del crimen (o del hecho a recordar). b) El recuerdo libre, consiste en pedirle al testigo que narre todo lo sucedido, absolutamente todo, incluyendo la información parcial e incluso detalles que considere banales para la investigación, porque éstos pueden llevar a otros, asociados entre sí en la memoria, que sean relevantes. S AI R O E T Y N OI C A CI
c) El cambio de perspectiva, trata de animar al testigo a que se ponga en el lugar de la víctima, o de otro testigo del suceso, incluso del sospechoso, y que informe de lo que vio o hubiera visto desde esa perspectiva, si estuviera ocupando el lugar de esa persona. FI S A L C , S O T P E C N
d) El recuerdo en orden inverso, es la técnica en la que se invita al recuerdo desde diferentes puntos de partida, el recuerdo en orden inverso. O C , N E IG
La entrevista cognitiva incluye, a su vez, técnicas suplementarias tales como: R O | AI G O
33
Vrij, A. (2000). Detecting lies and deceit. Chichester: Wiley. 34 Geiselman, E. y Fisher, R. (1994) Métodos psicológicos en la investigación y pruebas criminales. Capítulo 6: La técnica de entrevista cognitiva para víctimas y testigos de crímenes. Compendio de Raskin D. (1994). Bilbao: Desclée. L O MI T CI V
104
a) Gimnasia memorística para la recuperación de la apariencia física: ¿Te recordó el intruso a alguien a quién conozcas? ¿Había algo inusual en su apariencia? b) Nombres: Trata de recordar la primera letra del nombre, recorriendo una a una todas las letras del alfabeto. c) Objetos: Describe los objetos que había dentro y fuera de la habitación ¿Parecían pesados de llevar? d) Conversaciones y características del habla: ¿Se utilizaron palabras extranjeras o inusuales? ¿Advertiste algún acento? ¿Tartamudeaba? e) Número de matrículas de automóviles: ¿Te recordaron los números o las letras de la matrícula a alguna cosa? ¿Los números eran altos o bajos? Los resultados confirman la hipótesis que guía esta investigación: la entrevista cognoscitiva reporta un incremento en la información relacionada con personas, objetos y acontecimientos.
S IA
Actualmente, la doctrina alemana habla de la victimodogmática, que pretende poner de relieve todos los aspectos del derecho penal en los que se toma en consideración a la víctima, a efectos de atenuar o en ocasiones eximir la responsabilidad al criminal, disminuyendo de esta manera la aplicación de sanciones penales. R O E T Y N OI C A CI FI
De acuerdo con la Asociación de Expertos en Criminalística y Ciencias Forenses de Perú, la Victimodogmática constituye un punto de encuentro entre el movimiento victimológico y la dogmática penal derivada de la interacción delincuente – victima. El comportamiento de las víctimas y su incidencia en la teoría jurídica del delito. La praxis de esta victimodogmática se podría resumir: algunas víctimas contribuyen, bien de forma dolosa o imprudente, a la propia victimización, lo que puede influir en la responsabilidad criminal del delincuente hasta incluso erradicarla. S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O
A la victimodogmática le interesa la contribución de la víctima en el delito y la repercusión que ello tiene en la pena del autor, desde su total exención de responsabilidad, sobre la base del principio de autorresponsabilidad de la víctima, hasta una atenuación de la pena. Sin embargo, no podríamos decir que la victimodogmática continúa los pasos de la Victimología, ya que existen claras diferencias entre ellas.
| AI G O L O MI T CI V
Inicialmente podemos afirmar que una victimodogmática, contrapone valiosamente los derechos del delincuente con los de la víctima, no sabemos si es correcto o si es una
105
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
expresión más de lo que se denomina culpar a la víctima, pero lo que sí parece claro es que ello no es propugnado por la nueva Victimología. Otra característica de la victimodogmática es el sentimiento implícito de "lamento" cuando se da un excesivo protagonismo a la víctima, amparándose en el temor de que ello dé lugar a una demanda de penas excesivas. Una visión del derecho penal y de las víctimas cuyo reto lo constituye uno de los pilares fundamentales de esta nueva Victimología, que no sólo no lamenta el protagonismo de la víctima sino que se esfuerza en promoverlo. Contraponiendo implícitamente los derechos de las víctimas con los de los ofensores; si la víctima tiene más poder, ello redundará en perjuicio del delincuente; en realidad, si algo destaca los estudios victimológicos, es que la víctima es menos punitiva de lo que cree el resto de conciudadanos y que la víctima en raras ocasiones desea un castigo cuando considera reparado el mal causado. Por último, la victimodogmática hace énfasis en las necesidades económicas de la víctima, ello es también diferente a lo propugnado por la Victimología que señala que las necesidades que pretenden cubrirse no son sólo económicas, sino que abogan por una mayor participación de la víctima en el proceso penal, acentúan los derechos de información, participación y protección para evitar una victimización secundaria. 35
S AI
Algunos autores señalan que la Victimología es un capítulo de la criminología, lo que quiere decir que este tipo de estudio se halla restringido a la óptica criminológica, y sólo englobaría en su campo de estudio a las víctimas de los delitos y en cierta medida de los actos antisociales, en cuanto juegan determinado papel en la dinámica criminal. R O E T Y N OI C A CI FI
El profesor italiano Paolo Pittaro, siguiendo también esta tónica considera que el estudio de la Victimología es de carácter multidimensional, teniendo un contenido amplio, tanto del contexto de la antropología cultural, de la sociología, de lo religioso-espiritual, psicológico y jurídico. S A L C , S O T P E C N O
Rodrigo Ramírez dice que la Victimología es considerada desde cierto punto de vista, como disciplina autónoma, incluyendo en su estudio a las víctimas como personas naturales y también jurídicas. C , N E IG R O | AI G O L O
35
Larrauri, Elena. "Victimología: ¿Quiénes son las víctimas? ¿Cuáles son sus Derechos? ¿Cuáles sus necesidades?". En: Pro- . alternativas de penal Sistema un Hacia. Futuro y Presente: Victimología mociones y Publicaciones Universitarias S.A., Barcelona 1993. Págs. 75 y SS. MI T CI V
106
B. Mendelson (1963), quien señala que el estudio de la víctima y el delincuente debe orientarse a formar parte de una nueva ciencia denominada Victimología, separada y paralela al estudio criminológico. Además, manifiesta que la Victimología no se limita al estudio del delito de la víctima, sino a toda categoría de víctimas. 36
No podemos pasar por alto, a la hora de definir el término, el especial debate que surge en cuanto a la victimología como ciencia o como rama de la Criminología. A pesar de las diferencias que establecen los diferentes autores en su definición, ambas disciplinas comparten que, con su respectivo objeto material (en la Victimología, la víctima, en la criminología, el delito) las dinámicas de trabajo son las mismas, como ciencias empíricas, buscan tendencias y patrones que puedan englobar varios casos de forma genérica. De acuerdo con algunos investigadores, 37 el victimólogo tiene una aproximación eminentemente teórica y contrapuesta al trato práctico de aquellos que asisten a las víctimas. Pero ello no impide la colaboración entre los mismos, es decir, el victimólogo es un investigador que evalúa la labor de los asistentes y otras personas, a parte de la víctima. A su vez, el resultado de los estudios que los mismos lleven a cabo, han de ayudar a aquellos que tienen un contacto cercano con las víctimas. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L
En esta etapa, los distintos autores trabajan en la línea tradicional (factores de contribución victimal) de concepción de la víctima. Esta corriente se fundamenta en la identificación de los factores inherentes a los individuos, que contribuyen a la victimización, además de enfocarse en el crimen interpersonal para identificar los factores precipitantes de las víctimas. Hace énfasis a los aspectos socioculturales y determinar el por qué algunas personas son más propensas que otras a sufrir la victimización, así como cuáles son las consecuencias del reconocimiento de la victimización y del hecho cometido, y su impacto en las condiciones sociales generales y de la ley. Fundamentalmente utiliza estrategias metodológicas como: observación
C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
36
Jiménez, L. (1961). La llamada victimología. En Estudios de derecho Penal y Criminología, I. Buenos Aires, Argentina: Bibliográfica Omeba. 37 Márquez Piñero, Rafael (1999), Criminología, México: Trillas.
107
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
sistemática, acumulación de evidencias y factores objetivos de carácter inductivo. Ellemberger trabaja el concepto de victimogenesia y anticipa la noción victimológica de vulnerabilidad (Schaffer, 1979). Wolfang es considerado iniciador de los estudios victimológicos empíricos y creador del concepto de precipitación victimal en contextos violentos. Amir traslada la perspectiva interactiva al campo de los delitos sexuales. Gulotta38 denomina y entiende a la pareja víctima – ofensor como un sistema interactivo y haciendo un símil comparativo a un sistema informático establece que los aportes de uno y otro son mutuamente retroalimentadotes 39 . Pero no podemos hablar de positivismo, en este sentido, sin referirnos a la Teoría de las Actividades Rutinarias, de Lawrence Cohen y Marcus Felson (1979). Estos autores querían estudiar las altas tasas de criminalidad, en diferentes sociedades y en diferentes vecindarios, sin tener que recurrir a las diferencias individuales. Para ello definieron rutina y la estudiaron en una determinada sociedad. Concluyeron que el crimen es el solapamiento en tiempo y espacio de los siguientes elementos: un delincuente motivado, que encuentra un blanco adecuado, que carece de un guardián capaz. Ausente uno o más de estos elementos es muy improbable que se manifieste el crimen. A su vez, esta teoría busca como los tres elementos convergen en espacio y tiempo para, al ser manipulados, poder reducir las oportunidades de criminalidad. S AI R O E T
A partir de esta primera teoría, Hindeland, Gottfredson y Garófalo exponen, en 1978, el Modelo de Oportunidad basado en el Estilo de Vida de la víctima. Uno de los hallazgos más importantes, fue determinar cómo la victimización no se distribuye en espacio y tiempo al azar, sino que hay particulares zonas y momentos dónde el riesgo de convertirse en víctima es exponencialmente mayor. Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C
Tras esta etapa interaccionista y convencional surgirá una fuerte oposición a estas tendencias científicas que acabará produciendo un salto cualitativo potenciado en gran parte por: N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T
38
Gulotta, G. (1976). La vittima. Milano, Italia. Editore Guiffré 39 Gulotta, G. (1976). La vittima. Milano, Italia. Editore Guiffré CI V
108
Razones históricas. Relativas al nuevo clima humanitario y solidario propio de la segunda postguerra mundial, que justificaría la nueva pujanza de los objetivos asistenciales y paliativos en sociedades saturadas de violencia.40 Razones sociológicas. Relativas a la emergencia de nuevos movimientos de víctimas que comienzan a descubrir la eficacia de concentrar esfuerzos en la persecución de sus objetivos solidarios y que actúan de catalizadores y reclamos de una nueva conciencia cívica ante las víctimas (Maguire y Shapland, 199041).42 Razones ideológicas. Que atañen básicamente a la pujanza del pensamiento feminista de carácter científico-reivindicativo, que denunciará la legitimación social de la victimización de la mujer a través de la doble moral y la victimización secundaria, generadora de desamparo e impotencia.43
A partir de aquí comienza una nueva etapa (ideología reivindicativa) contraria a la tendencia culpabilizadora de las víctimas. En esta nueva etapa se manifiesta una hermandad entre la Victimología y los Movimientos de víctimas descubriendo una base ideológica común (Herrera Moreno, 2006). Tal concepción se basa en tres grandes postulados: 1) La víctima es identificada por una anómala condición deficitaria de tipo biológico, actitudinal o comportamental. S IA R O E T Y
2) Este déficit es causal y determinante de la victimación. N OI C
3) La víctima debe rectificar sus déficit y carencias para evitar ser revictimizada. A CI FI S A L C
Además, esta nueva etapa denuncia los siguientes aspectos de la victimología positivista (y su modelo víctimo-contribuyente) (Herrera Moreno, 2006): , S O T P E
C
Su arbitrariedad, parcialidad y falta de objetividad científica. N O C ,
N
Su déficit fenomenológico (eliminando la percepción de la víctima e incluyendo la percepción policial o del infractor). E GI R O | AI G O
40
Elías, R. (1986). The Politics of Victimization. Victims, Victimology and Human Rights. Oxford University Press, New York. 41 Maguire, M. y Shapland, J. (1990). The Victims Movement in Europe. Victims of Crime. Problems, Policies and Programs. Ed: R. Davis, A. J. Lurigio y W.G. Skogan, Sage. Londres. 42 Cairo, R. (2005). La reconnaissane de la victime. Instrumentalisation ou restauration. Journal des Accidents et des Catastrophes, 53. 43 Herrera, M. (1996). La hora de la víctima: Compendio de victimología . Madrid: Editorial de Derecho Reunidas SA. L O MI T CI V
109
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Su circularidad y tautología argumentativa (vinculada al problema de la arbitrariedad, parcialidad y falta de objetividad científica). Su debilidad empírica. Su aptitud para legitimar la victimación y hacerla socialmente tolerable.
Esta corriente nace en la década de los setenta y se basa en el estudio de grupos particularmente vulnerables, es decir, las víctimas de los crímenes cometidos por los poderosos y los estados contra ellos. Esta corriente no contempla exclusivamente a las víctimas del hecho criminal, además le interesa la victimización, los victimarios de las violaciones de los DDHH, los victimarios del abuso de poder, y los presupuestos que conducen a la opresión, la estratificación y la discriminación racial por parte de los Estados. Pretende ser una alternativa para llamar la atención del rol que juega la ley en la sociedad capitalista para construir o dar origen, tanto al criminal, como a la víctima. Desde esta perspectiva, se fija la atención en la manera en que el sistema de justicia criminal ha ejercido su influencia en la definición de los actos del criminal y de sus víctimas y de qué manera se configuran los delitos, los ofensores y las víctimas. Es decir, el eje principal de esta corriente son las víctimas de las autoridades, y de las Instituciones gubernamentales, de la Guerra y de la violencia Estatal. La tesis central está en el contexto de la estratificación social, la explotación y el discurso público de los intelectuales, la ideología y la discriminación. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S
De esta manera, se enfoca en cuatro factores de interés: el ofensor, la víctima, la policía y los aparatos de control social formal o informal. Por lo tanto, el crimen es reconocido como el resultado de unas relaciones sociales que están profundamente afectadas tanto por el micro, como por el macro-contexto. O T P E C N O C , N E IG R
La etapa reivindicativa con sus críticas a la victimología positivista provoca un cambio de concepción de la disciplina. Pasamos de entender la victimología como del acto (criminal) a entenderla como la victimología de la acción (promocional), siendo uno de sus principales rasgos distintivos la movilización O | AI G O L O MI T CI V
110
social de apoyo en la persecución de logros concretos a favor de las víctimas del delito (Joutse, 1986, pág. 51). La nueva etapa constructivista (también denominada etapa realista; Walkate y Mawby, 1994) plantea nuevos objetivos:
La reivindicación de objetivos promocionales relativos a los derechos de las víctimas. La victimología promocional entiende, así, que el Estado social y democrático sólo se consolida éticamente por la solidaridad cívica con las víctimas. Cualquier intento de regenerar el presente queda deslegitimado si se quiere actuar al margen de las víctimas. Elaboración de nuevas praxis de tratamiento y asistencia a las víctimas. Se incide en las necesidades asistenciales, comprensivas de apoyo informal, asesoría jurídica, y ayuda financiera institucional, así como en sus requerimientos terapéuticos en el caso de producirse impacto físico y emocional. Metodología empírica propia. Se proponen las encuestas de victimación como base ya que enriquecen los parcos conocimientos que ofrecen las estadísticas oficiales sobre el delito (Cerezo Domínguez et al., 2004). S IA R O E T
Y
Consolidación de una perspectiva victimológica en tanto Ciencia Global, acotada por la Sociedad Mundial de Victimología (1980). Sociedad que se contempla a sí misma como asociación científica, críticamente orientada, se ofrece como foco de discusión, punto de divulgación e intercambio científico y centro conformador de la nueva conciencia social hacia las víctimas (Schneider, 2001). N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O
Por último, esta corriente tiende a examinar el papel del contexto social de la victimología, involucrando el análisis de las respuestas policivas y el servicio dado o proporcionado a las víctimas del crimen. La escuela Crítica ve al individuo como un actor, como un agente activo y no como un mero sujeto que se adapta a las influencias de la estructura social. Enfatiza en el rol de los valores y en los procesos sociales de la identificación de las víctimas como tales. Estos desarrollos teóricos varían dependiendo de aspectos culturales y
| AI G O L O MI T CI V
111
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
contextos jurídicos específicos. La victimología crítica constituye un intento por apreciar como los mecanismos generales del capitalismo, las condiciones materiales y las legales en las que los movimientos a favor de las víctimas han florecido. Por otro lado, podemos decir que esta corriente deriva de la teoría criminológica del etiquetamiento o labelinapproach, que considera el poder de las etiquetas por su poder estigmatizados. Tannenbaum (1938) consideraba que el elemento que más contribuía a la creación del criminal era el proceso de identificación de éste con la etiqueta de ofensor que se le atribuía. Para los teóricos de esta escuela, el crimen no son tanto realidades que son descubiertas sino creadas y definidas: de ahí que consideren que no hay crimen independiente de normas y valores culturales. Aparece una nueva tendencia que intenta dotar a la nueva corriente constructivista de un espíritu de autocrítica y reflexión científica y así evitar limitarse al espíritu humanitario y casi utópico de dicha corriente. Algunos aspectos criticados por esta nueva tendencia fueron (Herrera, 2006):
Concepto de Victimación social. Se denuncia la naturaleza opresivoestructural e institucional de gran parte de las victimizaciones; el papel distorsionador de los medios de comunicación; la Justicia volcada en la retribución y el castigo ejemplar, etc. S
AI
Instrumentalización de la víctima. Se explota ideológicamente a las víctimas; se les obliga a aceptar todo “beneficio” (emocional, económico, penal) que le sea arrojado desde el edificio político, más allá de su capacidad para seleccionar sólo aquello que directa y lógicamente vaya a mejorar su calidad de vida (Elías, 1993). R O E T Y N OI C A CI FI S A
L C
Justicia restauradora. Desde esta perspectiva (Cairo, 2005), se tiene en cuenta la plena humanidad de la víctima y del ofensor, como potenciales agentes de reconstrucción comunitaria, y se enfatiza la cohesión social a través de un abordaje pacificador o restaurador que incida sobre la misma raíz del conflicto (Weitekamp, Kerner, 2002, García-Pablos de Molina, 2005).44 , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T
44
García-Pablos, A. (2005). Criminología. Una introducción a sus fundamentos teóricos. Tirant lo Blanch, Valencia. CI V
112
Obsesión por la seguridad. Se denuncia el contemporáneo diseño de una colectividad recelosa e inmersa en enfermizas cruzadas defensivas, que inhiben la espontaneidad y la calidad de las interacciones sociales. Emotivación victimológica. Se denuncia una regresiva emotivización de la vida cotidiana (Tamarit Sumalla, 2000) a través de una prevalerte “cultura de la quejumbre” y de la victimidad (Furedi, 2004). Clarificación de la asistencia. Se postula una mayor explicitud de las técnicas de abordaje, para una urgente clasificación victimológica de la eficacia asistencial dispensada a la víctima.
Inicialmente, es necesario analizar que el hecho delictivo como tal, genera en las víctimas consecuencias que sobrepasan los efectos legales y dolorosos iniciales. A través de la consecuencia natural de una pérdida de cualquier naturaleza, tanto económica, como física, psicológica o social, la víctima sufre la sensación de vulnerabilidad e impotencia por el daño causado y que esto produce consecuencias en todas las actividades rutinarias que venía desempeñando. S IA R
Dependiendo de estas consecuencias producidas por la acción del delito la victimología ha considerado que existen tres grados de victimización, denominados victimización primaria, victimización secundaria y victimización terciaria. O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E
Proceso por el cuál una persona sufre, de modo directo o indirecto, daños físicos o psíquicos derivados de un hecho delictivo o acontecimiento traumático. Deriva de haber padecido un delito y va acompañada de efectos físicos, económicos y psicosociales que se mantienen en el tiempo. La víctima no solo sufre los perjuicios derivados del daño, sino que en muchos casos, se produce otra serie de consecuencias que inciden en la gravedad material del daño producido. C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
113
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Es alusiva a las respuestas del sistema legal, a las expectativas de la víctima y la actitud de ésta ante el mismo. Es considerada la más negativa, ya que es producida por el propio sistema que victimiza a quien se dirige a solicitar justicia. El término victimización secundaria fue acuñado por Khüne (1986) 45para referirse a todas las agresiones psíquicas (no deliberadas poro efectivas) que la víctima recibe en su relación con los profesionales de los servicios sanitarios, policiales, o de la judicatura (interrogatorios, reconstrucción de los hechos, asistencia a juicios, identificaciones de acusados, lentitud y demora de los procesos, etc.), así como los efectos del tratamiento informativo del suceso por parte de los medio de comunicación.
En cuanto a esta definición existe controversia entre los autores. Por un lado, se denomina victimización terciaria al resultado de las consecuencias negativas de las dos anteriores y consiste en el comportamiento que adopta la víctima como resultado de la victimización, intentando sacar provecho o aceptando su rol como tal. De igual manera, a veces emerge como resultado de las vivencias y los procesos de adscripción y etiquetamiento. De otro punto de vista, es entendida como socio estructural, institucional, colectivo y abuso del poder. Por otro lado, los autores describen la victimización terciaria como las situaciones en que un detenido o acusado puede resultar victimizado por parte de los operadores del sistema legal durante la fase de investigación, juzgamiento y ejecución de la sentencia. Esta tendencia extiende la problematización victimológica hasta la persona del criminal cuando sus derechos o bienes pueden resultar vulnerados en tales circunstancias. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C ,
El estudio de las víctimas implica un acercamiento directo a la “cifra negra” de la criminalidad, esta cara oculta presupone la aprehensión de parte de las conductas antisociales de relevancia penal que no llegan a conocimiento de la justicia o de la policía. A tal fin, resulta interesante la investigación acerca del sexo, edad, clase social, N E IG R O | AI G O L O MI T CI 45
Kühne, HH. (1986). Kriminologie: Victimologie der Notzucht. Juristische Schulung . 5, pp. 388 – 94.
V
114
origen racial, profesión, religión, estado civil, familia, parentesco, y las razones que llevaron a la víctima a no realizar la denuncia. Rodríguez Manzanera realizó un estudio en la ciudad de Jalapa con los fines de establecer la victimización oculta, o por ende, de la “cifra negra” de la criminalidad. Resultó que una de cada dos personas fue víctima de un delito en 1988 lo que llamó la atención del autor debido a la alta tasa de hechos que no llegaron al conocimiento de la justicia. Ello implica que 4 de cada 5 delitos quedan en la “cifra negra”. De esta manera, mediante los métodos científicos de la victimología y sus herramientas, como son la encuesta de victimización y los informes de autodenuncia, podemos conocer aquella parte de la criminalidad que queda oculta a los organismos y entes oficiales y que contribuyen a la mayor parte de los actos ilícitos, así como sus precursores, los comportamientos antisociales.
Desde 1989 surgió una herramienta que se ha convertido en obligatoria titulada “Encuestas de Victimización”, ésta se derivó de la mala calidad en los servicios judiciales y la falta de participación ciudadana, en cuanto a la falta de denuncias ante el Ministerio Público, el contenido de la herramienta está dirigido a determinar: la cifra negra de la criminalidad, la falta de denuncias ante el Ministerio Público, los delitos que quedan sin castigo, la percepción de la seguridad y la percepción hacía los cuerpos de seguridad 46. S IA R O E T Y N OI C A CI
Respecto la cifra negra de la criminalidad, según un estudio realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2008), ésta se mide por: los delitos no denunciados, los que no dan lugar a averiguación previa a pesar de haberse denunciado, los sufridos en un solo incidente, por una o varias víctimas, que se registran en una sola averiguación previa, y los que no se registran por deficiencias en el sistema estadístico oficial. FI S A L C , S O T P E C N O C , N
Las encuestas de Victimización han revelado datos interesantes respecto la real cifra de delitos que se comenten y que quedan impunes debido a la falta de denuncia de los ciudadanos, de lo cual se puede deber a diversos factores como: la lentitud del proceso, la falta de atención del Ministerio Público, el desconocimiento de la víctima del proceso, la desconfianza, entre otros. Desafortunadamente estas encuestas han caído en monotonía, pues desde 1989 se han venido realizando a nivel mundial y uno de sus objetivos es generar mejores políticas públicas para la modificación a los
46
E GI R O | AI G O L O MI T CI V
UNICRI, 2008
115
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
procesos judiciales y la atención a las víctimas, pero no se ha logrado, más que a avances muy lentos, pues dichas se emplean como una herramienta critica a los órganos de gobierno y ha carecido de las propuestas necesarias para la modificación y la presión a mejorar las políticas de gobierno.
Existen muchas víctimas que guardan relación con el victimario, puede ser el caso limitado a los delitos cometidos en el hogar, en donde comúnmente el esposo o conyugue maltrata a su pareja e hijos. En otros tipos de delitos; por ejemplo, terrorismo, será difícil determinar la vinculación con la víctima, pues muchas veces sufren personas ajenas al delito, contrario a esto, en los casos de venganza, es sobrado el aspecto relativo a la relación, pues se mantiene la relación ya sea con el crimen organizado, con la policía, con el mandatario, con el presidente, con el encargado de cierta área. Otros tipos de delitos son aquellos en los que la víctima es ajena al victimario, suele suceder que éste previamente analizó a su víctima, pero no hay una relación directa. Lo importante es conocer la relación a manera de una futura prevención, conociendo las formas del delincuente, su modo de operar y su catálogo de víctimas se podrá lograr reducir el índice. Al hacer referencia al catálogo de víctimas se significa que a cada tipo de delito o de delincuente especializado le deriva un tipo de víctima. Posiblemente y sin negar posibilidad al error, el violador mantiene cercanía con la víctima, sin dudar que exista quienes sin conocerla tomen la iniciativa. Al narcotraficante le corresponden las víctimas fuertes, policías, mandatarios administrativos de la función pública y también los débiles como los distribuidores menores. Habiendo diversas formas de robo, cada especialista tendrá su víctima, el que robe joyerías o el carterista, de casas, entre otros. Y así a cada delincuente le viene su víctima. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C
De dicha relación se puede construir planes preventivos, difícilmente se logrará a quienes ya sufrieron un hecho, pero las experiencias pueden servir para hechos futuros y de otras personas. El estudio victimológico clínico y/o forense arrojará muchos resultados de ambas personalidades, siendo la Criminología la que aporte aquellos datos sobre el delincuente y la Victimología complemente su análisis con cada caso particular. N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
116
Para poder llevar a cabo una prevención, hay que definir el concepto de ésta, es imaginar con anterioridad un hecho criminal y preparar los medios necesarios para impedirlo. En la prevención se emplean otros términos a manera de sinónimos como: control, intimidación y predicción. La Política Criminológica puede ser entendida como la puesta en práctica del conjunto de medidas preventivas y de acción posdelictiva, ha de comprender todo lo que esté a disposición para tratar y reducir la criminalidad. Y por otro lado, la Política Victimológica47 se refiere: El trabajo preventivo victimológico; es decir, el trabajo preventivo con la víctima y no con el delincuente es una herramienta que pretende cerrar las puertas al crimen al enseñar o educar al ciudadano común para generar en él una conciencia igualmente preventiva, que le permite escapar de la tan temida victimización. Con lo anterior, estaríamos previniendo el delito de manera integral pero con especial atención a la educación preventiva victimológica, es decir, estaríamos haciendo prevención del delito pero, desde una perspectiva Victimológica. Así entonces, es necesario considerar al momento de realizar estrategias anticrímenes a las víctimas, coordinando y entablando las acciones necesarias para que llegue hasta ellas la información oportuna para evitar el ya señalado proceso de victimización. ¿Y qué se persigue al realizar estrategias anticrimen desde una perspectiva victimológica?, bueno, pues, en términos técnicos estaríamos haciendo lo siguiente: evitando que el iter criminis y el iter victimae se encuentren, estaríamos disminuyendo el riesgo victimal, estaríamos haciendo prevención y/o profilaxis victimal, estaríamos reduciendo los factores que favorecen la victimogénesis y con ello, estaríamos haciendo más fuerte la capacidad de nuestra población de defenderse preventivamente del delito y con ello, cerrando el camino al criminal, evitando que cometa crímenes y reduciendo de esta manera la criminalidad. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O
Esta Política Victimológica puede construirse en base a los
T
siguientes parámetros 48: P E C N O
Buscar datos para identificar patrones en los incidentes que enfrentan rutinariamente; C , N E GI R
Someter a un profundo Análisis las causas de esos patrones o problemas; O | AI
Encontrar nuevas Soluciones de intervención previniendo la cadena de causas para reducir los efectos negativos de esos problemas en el futuro. Estas nuevas estrategias no están limitadas a los esfuerzos para identificar y G O L O MI T CI V
47
Romero Muñoz, 2010 Clarke, Ronald & Eck, John (2005), Análisis delictivo para la resolución de problemas, USA: Office of Community Oriented Policing Services. 48
117
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
perseguir delincuentes. Más bien, sin abandonar el uso de la aplicación de la ley cuando ésta sea la mejor manera de enfrentar los problemas, las Políticas orientadas a los problemas busca encontrar otras respuestas potencialmente efectivas (que podrían requerir aliarse con otros actores) dando una máxima prioridad a la prevención, y
Evaluar el impacto de las intervenciones, y si no funcionaron, iniciar nuevamente el proceso.
La prevención debe ser considerada como herramienta básica para la reducción de la criminalidad, la violencia y la inseguridad. La prevención debe ser tratada por los profesionistas en la materia; es decir, los criminólogos o como Goldstein les llamaría: analistas delictivos.
Uno de los aspectos esenciales que se propugnan desde la victimología es la asistencia a la ayuda, el socorro moral y material de la víctima, en especial cuando cometido el delito se encuentra bajo su impacto emocional. Durante los últimos años, se ha venido centrando en dos aspectos principales: la prevención victimal y la asistencia a las víctimas. S AI R
La prevención dirigida a la víctima se puede mirar desde tres momentos. O E T
Y
La prevención primaria. Dirigida a la sociedad en general identificando las víctimas potenciales, buscando la colaboración entre autoridades y sociedad. De esta manera se pretende fortalecer el control formal de la autoridad mediante el fortalecimiento del control social informal de la comunidad. N OI C A CI FI S A L C
,
La prevención secundaria. Se dirige a grupos potenciales de riesgo en zonas donde el peligro de ser victimizado es conocido; propiciando la solidaridad de la comunidad y aumentando la vigilancia y la denuncia de los miembros de la sociedad en la prevención de la presentación de delitos plenamente identificados. La prevención terciaria. Consiste en la creación dentro de la comunidad de programas de asistencia y tratamiento a la víctima. Estos programas procuran prestar ayuda inmediata a la víctima, para que pueda iniciar la superación de la victimización sufrida y a evitar de esta manera la victimización secundaria.
S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
118
La victimología, de esta manera, ha venido impulsando la creación de programas de asistencia, reparación, compensación y tratamiento a las víctimas del delito. Los programas desarrollados hasta el momento, dependen particularmente de la clase de víctima, los servicios que se prestan, los fines perseguidos, la institución que los financia, el grado de autonomía que disfrutan para prestar la atención, la relación con el sistema legal, la ideología política, etc. 49 En opinión de GARCIA-PABLOS (1994), los programas desarrollados hasta el momento se pueden resumir en:
Asistencia inmediata. Programas que ofrecen servicios relacionados con la satisfacción de las necesidades más imperiosas e inmediatas, de orden material, físico y psicológico, que experimentan las víctimas de delitos que han sido o no denunciados. Generalmente reciben asesoría legal, intervención terapéutica, acompañamiento, y en ocasiones ayuda material y económica.
Reparación o sustitución a cargo del infractor. Estos programas tratan de instrumentar la reparación del daño o perjuicio causado mediante el pago de una cantidad de dinero, de la realización de una actividad o de la prestación de un servicio realizado por el infractor en beneficio de la víctima. Estos programas se dan preferentemente dentro del sistema legal y pretenden desarrollar una positiva relación entre víctima y ofensor. La reparación de esta manera implica una respuesta al delito razonable y humanitario que compromete al infractor con una respuesta más allá de la consecuencia legal. Sin embargo, la viabilidad de estos programas se circunscribe a delitos de poca gravedad y atendiendo a las particulares condiciones del sujeto activo del delito. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C
,
Compensación a la víctima. Se caracterizan por la naturaleza de los fondos de financiación que en este caso son públicos, mediante seguros o indemnizaciones que se ofrecen a las víctimas, con el objetivo de satisfacer parte de los daños. Evita el desamparo de la víctima en los casos de insolvencia del infractor. La prestación de este tipo de ayuda depende de diversos requisitos como: inocencia de la víctima, cooperación de esta con el sistema legal, solicitud expresa de las ayudas, eventual demostración e la falta de medios que justifique dicha petición, etc. Asistencia a la víctima-testigo. Están dirigidos a la víctima que ha de intervenir como testigo en el proceso legal, por lo que no sólo se orienta en
S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
49
Díaz Colorado, F. (2006). Una mirada desde las víctimas: el surgimiento de la Victimología. Ensayo. Umbral Científico . 9, pp. 141-159.
119
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
provecho de la víctima sino en interés del propio sistema que necesita de su cooperación. La figura del abogado de la víctima-testigo, es dispensar a la víctima el oportuno asesoramiento jurídico y asistencial personal durante todo el proceso y en las diversas instancias o momentos ante la Fiscalía, la Policía y los Tribunales.
Al margen de estudiar a la víctima y el proceso a través de la cual se ha convertido en tal, la victimología también tiene un papel muy destacado en la actuación posterior al crimen. Concretamente, su ámbito de estudio permite la creación de servicios a las víctimas, contribuyendo junto a psicólogos y otros profesionales a preparar programas de asistencia, como la creación de centros de crisis, pisos de protección oficial, programas de protección de testigos. Asimismo, la información y el apoyo prestados a las víctimas son en general los servicios más importantes. Por otro lado, también se realizan esfuerzos para prevenir las dinámicas de relaciones personales que suelen generar la aparición de víctimas. De este modo, la victimología está en contacto con muchas ramas de la psicología y las ciencias forenses. S AI R O E T Y N OI
Prevención, siguiendo a Soria (1993), se define como la acción social dirigida a la mejora de la calidad de vida, mediante acciones tendentes a que un determinado problema no aparezca o atenúe sus efectos. Pues bien, en el caso que nos ocupa, nuestro problema es la delincuencia, y en ella tres frentes sobre los que intervenir: el infractor, la víctima y el escenario en el que tiene lugar. C A CI FI S A L C , S O T P E C
Cada elemento contiene una serie de variables que pueden tener incidencia en la producción del delito; no puede decirse que haya un elemento o variable determinante, y si la hubiera o fuese conocida, evidentemente la solución al problema sería más asequible (Soria, 1993). N O C , N E IG R O | AI
Las Teorías del Delito como hemos visto hacen hincapié en la situación delictiva misma, por tanto, de cara a la prevención, las estrategias que plantean se concentran en los factores y circunstancias próximas a la decisión de delinquir. Se trataría de poner G O L O MI T CI V
120
obstáculos a la actividad delictiva actuando sobre la situación misma, eliminando o dificultando al menos las oportunidades de que se haga efectiva.
Estos planteamientos proponen intervenir sobre las situaciones y sobre las oportunidades de los delincuentes, obstaculizando, a través de la modificación del ambiente físico y social, la comisión de los actos delictivos. ¿Cómo podemos hacerlo? Clarke (1992) distingue tres estrategias básicas: 1) Aquellas que persiguen incrementar el esfuerzo necesario para cometer el acto delictivo: ·
Endurecimiento de objetivos: en este tipo de estrategias se incluye la interposición de barreras físicas para proteger los bienes (puerta blindada, cerraduras, etc.)
·
Control de acceso a través de porteros, recepcionistas, etc.
·
Desviación de transgresores o, lo que es lo mismo, evitar la acumulación de personas conflictivas en el mismo lugar a la misma hora. S IA R O E T
·
Y
Control de facilitadores que agravan la delincuencia, como por ejemplo las armas de fuego. N OI C A CI FI
2) Aquellas dirigidas a incrementar el riesgo y que consisten básicamente en elementos que aumentan la posibilidad de detección: S A L C , S
·
O
Control de entradas y salidas (alarmas en las prendas de vestir de venta en comercios). T P E C N O
·
C
Vigilancia formal por parte de la policía y guardas de seguridad. , N E
·
Vigilancia por empleados de los comercios.
·
Vigilancia natural o disposición de los ciudadanos a intervenir o avisar ante una situación sospechosa.
GI R O |
3) Estrategias con objeto de reducir la ganancia y que hagan de la delincuencia un negocio poco rentable: ·
AI G O L O MI T CI V
Desplazamiento del objetivo, como evitar que la caja del comercio contenga dinero por la noche.
121
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
·
Identificación de la propiedad con marcas, chips para complicar su venta posterior.
·
Reducir la tentación eliminando blancos fáciles y visibles.
·
Impedir el uso, como las carátulas extraíbles de los radiocasetes o los sistemas de inmovilización de coches robados.
La vigilancia natural que plantea Clarke como estrategia de cara a incrementar el riesgo de delinquir nos lleva a lo que Newman (1972) denominó espacio defendible. Newman propone inhibir el delito creando la expresión física de un tejido social que se defienda a sí mismo, infundiendo un sentido de comunidad que autorresponsabilize a los residentes en la defensa de su hábitat frente al delito. Plantea crear un espacio defendible e inadecuado para la actividad delictiva, generando un efecto disuasorio en el posible delincuente. La aportación fundamental de este autor se centró en las posibles soluciones arquitectónicas que dificultasen el delito en áreas de viviendas públicas, partiendo de la premisa de que las características físicas de un área pueden influir en la conducta de los residentes y de los potenciales delincuentes. También propuso que los delitos principalmente tienen lugar en aquellas áreas en las que las actividades delictivas son difícilmente observables. Por tanto, si reestructuramos los edificios de tal modo que los residentes puedan ver los accesos de entrada y otras zonas públicas, reduciremos la delincuencia. S AI R O E T Y
La creación de espacios abiertos con presencia de posibles apoyos para la víctima, la presencia de ventanas con observadores accidentales, etc., maximiza las oportunidades de observación espontánea contribuyendo a la percepción del riesgo por parte del delincuente y a la dificultad de un delito exitoso y, además, facilita que los individuos sujeto perciban en este tipo de espacios la posible presencia de apoyos frente al delito. N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N
El espacio defendible que propone el autor está compuesto por cuatro elementos: O C , N E IG R
1) Comportamiento Territorial, o compromiso y habilidad de los residentes de un área concreta para defenderla. O | AI G
2) Vigilancia natural, esto es, diseñar un área que permita a los vecinos observar sus actividades diarias y la de posibles extraños con intención de llevar a cabo actividades delictivas.
O L O MI T CI V
122
3) Imagen, es decir, construir un vecindario que parezca invulnerable al delito (no aislado, cuidado y que denote la preocupación por parte de los vecinos en su mantenimiento). 4) Medio, o ubicación de la comunidad en un área mayor con bajo número de delitos y alta vigilancia. Jeffery (1971), pionero en la idea de crear un área segura frente al delito, con similar planteamiento al anterior, incorporó variables sociales y culturales y, además, ya no se restringe a los proyectos públicos de vivienda, sino a otros ámbitos residenciales y también a los comercios. En definitiva desde las estrategias situacionales de prevención del delito se plantea, en primer lugar, que el diseño adecuado del ambiente físico puede neutralizar las oportunidades de delinquir o al menos hacerlo más difícil con la interposición de obstáculos, con la eliminación de posibles lugares en los que esconderse y rutas de escape o facilitando que los delincuentes sean observados, disuadidos o capturados, en segundo lugar, que el ambiente físico puede estructurarse o utilizarse por los ciudadanos para reducir el delito a través de mecanismos como la vigilancia, el control de la calle, la interacción social, la cohesión entre vecinos y residentes, o el apego al lugar. Algunas de las críticas planteadas a estos planteamientos son que, desde una perspectiva estrictamente situacional, no se tratan los aspectos más psicosociales (interacción, cohesión, sentido de comunidad, apoyo social, etc.) de la prevención ni el control social informal ligado al ambiente físico. Por otro lado, desde la perspectiva de la “teoría hidráulica” se plantea que mientras no se cambien los factores subyacentes que conducen a la carrera delictiva, cualquier medida que complique el delito tendrá como resultado un desplazamiento de la delincuencia, ya sea en tipo, tiempo, lugar, método u objetivos. Además, parece evidenciarse que las medidas situacionales sólo son adecuadas para reducir delitos menores o conductas problemáticas ligadas más bien a aspectos de orden público, pero no hacen frente a delitos más serios. La evidencia disponible pone de manifiesto una relación positiva entre delitos menores y los más graves. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T
El planteamiento comunitario de cara a la prevención del delito es similar al anterior en muchos aspectos. De hecho, muchas de las ideas respecto a la importancia del ambiente físico son compatibles con la prevención comunitaria. Sin embargo, hace mayor hincapié en las estrategias diseñadas para aumentar la participación de los
CI V
123
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ciudadanos, el desarrollo del sentido de comunidad y el incremento de la interacción entre los miembros de esa comunidad. En 1986, Rosembaum citado en Soria (1993) lleva a cabo un análisis de once proyectos de carácter comunitario puestos en marcha en los Estados Unidos del que podemos destacar los siguientes aspectos: a. A partir de los años sesenta se aprecia la necesidad de mejorar el sistema penal, las condiciones de vida y el entorno físico que da lugar al incremento de la actividad criminal. A pesar de ello, no es hasta la década siguiente cuando la comunidad toma parte activa en la lucha contra este problema. b. La prevención comunitaria del delito significa un papel activo de la propia colectividad. La lucha contra el delito se ve potenciada a través de una actitud práctica y participativa en los proyectos tendentes a reducir la posibilidad de que ocurra. Sintetizando, el objetivo de estos acercamientos no es otro que potenciar y fortalecer a la comunidad para reducir las oportunidades para el delito. Además al reforzar las normas sociales, se permite la identificación social de los miembros de la comunidad y se incrementa la interrelación entre la colectividad y las fuerzas de seguridad. Debemos destacar, por tanto, dos conceptos claves: la participación ciudadana, es decir, la comunidad que conoce sus problemas y las causas de los mismos asume su responsabilidad y se implica activamente en su resolución; y la organización ciudadana, capaz de incrementar la competencia de los sujetos implicados, las relaciones vecinales, y propicia un mayor número de redes de apoyo social. Todo ello con objeto de construir un sentimiento de comunidad y, consecuentemente, prevenir el delito. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C ,
Lo cierto es que, en la práctica, ni la participación ni la organización ciudadana parecen presentarse en los vecindarios y lo máximo que podemos encontrar son acciones no planeadas y espontáneas dependientes de la buena voluntad de apoyarse unos a otros o en el deseo de hacer cumplir una serie de normas apropiadas de convivencia. Por otro lado, se ha encontrado que el porcentaje de delitos y otros problemas asociados a ellos es más bajo en vecindarios en los que los residentes manifiestan más apego al vecindario, sienten mayor responsabilidad por lo que sucede, y están más predispuestos a intervenir si se produce algún problema en el barrio. S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O
Con objeto de motivar a la participación y la organización y reducir así la ocurrencia de delitos existen diversas acciones preventivas en este sentido: Las patrullas de
MI T CI V
124
residentes, los sistemas de información a la policía, los programas de seguridad ciudadana-domiciliaria, el marcado de objetos o los programas de vigilancia en el vecindario, que son grupos relativamente pequeños que los vecinos organizan para compartir información sobre los problemas locales del delito, intercambiar advertencias y consejos sobre la prevención y planificar la vigilancia en el vecindario o actividades para comunicarlo a la policía. No obstante, parece que los mejores resultados se obtienen de la combinación de varios de ellos en un modelo variado y flexible. No obstante hay que tener cuidado con este tipo de programas, ya que hay datos que ponen de manifiesto que fomentar el intercambio de información sobre el delito y su conocimiento pueden generar cierta preocupación que incremente el miedo al delito y en definitiva, como veremos, el delito mismo. El conocimiento de la existencia de actividades delictivas cercanas al área residencial, a través de conversaciones informales sobre delitos recientes, se encuentra muy vinculado con el aumento de miedo de los residentes (Skogan, Maxfield y Podolefsky, 1981 cit. en Baltasar Fernández, 1996), por lo que se recomienda enfocar la participación de los sujetos hacia actividades organizadas que traten un amplio rango de problemas del vecindario o de la comunidad no solamente la delincuencia.
S IA R O E T Y
Como ciencia que establece un estrecho contacto con las víctimas de delitos, la victimología debe tener especial precaución en los procedimientos empleados a la hora de ejercer su actividad. Hay que tener en cuenta que la víctima de un delito, además de sufrir el delito per se, se ve sometida al estrés y tensión que produce el proceso de investigación (reviviendo asimismo el suceso, muchas veces traumático), y posteriormente lidiar con las consecuencias (físicas, psicológicas, sociales o laborales) producidas por el delito. N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C ,
En este sentido, la victimología ha de procurar no causar con su aplicación en la práctica no causar una victimización secundaria y/o terciaria, es decir ha de procurar prevenir la realización de daños en la víctima por el mero hecho de relatar, repetir o revivir experiencias traumáticas, tanto a nivel institucional como social. N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
50
Cfr. Vanfraechem, Pemberton y Ndahinda (2014).
125
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Puede aludirse a la Victimología radical, global o de los derechos humanos, representada en las Ciencias Políticas por el profesor de San Francisco Robert Elias, con pretensión de ciencia autónoma. Desde esta perspectiva se busca una desvinculación de la noción de delito del Derecho penal para abarcar un conjunto de conductas mucho más amplio y difuso que entrarían dentro del concepto de “abuso de poder” o de otro más normativo de “sufrimiento humano” 51.
Los últimos trabajos del profesor Ezzat Fattah representa un intento fructífero de integración de las teorías criminológicas y victimológicas, en concreto, respecto de las técnicas de neutralización de la culpa del infractor negando la existencia de la víctima, o del daño, o sintiéndose él mismo víctima o con legitimidad para actuar de ese modo. Se analiza así el solapamiento de los procesos de victimización y criminalidad en determinadas circunstancias.
S AI R O
Resulta posible hablar de teorías -no totalmente estructuradas- dentro de la justicia penal que proponen y explican un control social basado en procesos restaurativos entre las víctimas y los victimarios. Incluso pueden relacionarse estas corrientes con un debate filosófico más amplio, iniciado por Habermas y su teoría de la acción comunicativa. En este apartado, se mencionarán algunas teorías específicas, criminológicas y victimológicas, que explican el control social desde la perspectiva de la promoción de una justicia restaurativa. Primeramente, es preciso citar las teorías abolicionistas y las teorías de la llamada Criminología republicana, para abordar después las teorías propiamente restaurativas. E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E
El abolicionismo supone tanto una perspectiva teórica como un movimiento internacional y, si bien, puede decirse que ha ido perdiendo protagonismo en el debate de las políticas criminales y victimológicas actuales, lo cierto es que el principio de mínima intervención que orienta el Derecho penal de menores en la práctica IG R O | AI G O L O MI T CI 51
En éste podrían abarcarse también las víctimas de accidentes y de desastres naturales.
V
126
totalidad de los países, auspiciado por las Naciones Unidas y, en su caso, el Consejo de Europa y la Unión Europea, debe parte de su configuración a algunas tesis abolicionistas. Ello es así en cuanto que éstas, herederas a su vez del labelling approach, pusieron énfasis en que, en ocasiones, el control jurídico-penal ocasiona más daños de los que trata de prevenir y estigmatiza a los menores impidiéndoles su recuperación social. Esta perspectiva se refleja también en las políticas criminales de reducción de daños y riesgos en materia de drogas. Distintos representantes del abolicionismo enfatizan lo extraordinario del control formal, y especialmente del castigo penal, en comparación con los controles informales. El desarrollo del abolicionismo se ha producido fundamentalmente en Europa y más tarde en Latinoamérica. En todo caso, es preciso indicar, desde el primer momento, la variedad de perspectivas dentro del mismo. Podemos distinguir dos grupos: el fenomenológico y el estructuralista. El primero concibe construir alternativas a pequeña escala para tratar los conflictos de manera desprofesionalizada, desinstitucionalizada y descentralizada. El segundo resalta que el conflicto no se limita a los individuos, sino que el sistema penal cumple también la función de mantener el statu quo. El movimiento internacional abolicionista, como bien indica Scheerer, puede considerarse una prolongación, un tanto idealista, del que pedía la eliminación de la esclavitud y la pena de muerte. Entre sus representantes, de forma no exhaustiva, se encuentran Christie, Hulsman, Bernat de Celis, Knopp, van Swaaningen, Zaffaroni, Bianchi y Scheerer. S IA R O E T Y N OI
Sobre sus postulados cabe destacar dos. Primero, el delito es una concepción histórica errónea ya que, en primer lugar, constituye un conflicto personal. Segundo, se propugna la abolición del sistema penal y su sustitución por sistemas más participativos y democráticos que eviten la burocratización y profesionalización. C A CI FI S A L C , S O T
Hulsman, por ejemplo, pide la desaparición del Derecho penal en favor del Derecho civil que favorezca la mediación reparadora. Un punto inicial puede encontrarse en la obra de Mathiesen, de 1974, Lapolíticadeabolición , que luego fue criticada por la propia Criminología radical. Como ejemplo de una visión abolicionista, resulta clásica la obra de Christie, profesor del Instituto de Criminología de la Universidad de Oslo, fallecido en 2015. Ha publicado varias obras de sumo interés como Límitesaldolor , donde se propone la abolición del sistema penal. La mayoría de los estudios que tratan del tema de la mediación, para la reparación de la víctima, citan el trabajo de este autor aparecido, en 1977, en la RevistaNórdicadeInvestigaciónPenal, donde se defiende la idea de los conflictos como propiedad.
P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
127
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Dicho trabajo se basa en la conferencia pronunciada en marzo de 1976 en la Universidad de Sheffield, al inaugurar el Centro de Estudios Criminológicos, en la que, precisamente, dijo que quizá la Criminología no debiera existir. Se mostró a favor de un sistema en que se pueda averiguar si se ha cometido un hecho y por qué, pidiendo una confrontación entre infractor y víctima, tendente a una reparación del daño, y que tendría lugar preferentemente en el vecindario de una de las partes. Se trataría de crear tribunales vecinales con carácter más civil que penal, en l os que las personas que administrasen justicia fueran legos. Este sistema funcionaría, incluso aunque el infractor se negase a ello en un principio y la resolución del conflicto abarcaría también el análisis de su situación social. En definitiva, en dicho artículo, se califican los conflictos de “combustible social” que pertenece, primeramente, al grupo social más próximo, ayudando a revitalizar las relaciones locales. De acuerdo con Christie, los conflictos tienen aspectos positivos que deben hacerse visibles, sin ser arrebatados por el Estado y, más concretamente, por los operadores jurídicos, incluyendo los criminólogos y los victimólogos. Cada delito supone un conflicto que debe permanecer en la esfera de los implicados, dentro de lo que denomina una “justicia participativa”. Se trata de llegar a una reducción de la coerción y del daño infligido, mediante el recurso a ciertos mecanismos pre modernos de prevención del delito. Con un mínimo de instituciones informales nuevas (distintas de los tribunales), las comunidades pequeñas deberían tratar el comportamiento delictivo de manera reconciliatoria. Personas de características diversas, de forma no permanente, bien entrenadas en la resolución no punitiva de los conflictos, ocuparían esas instituciones. S AI R O E T Y N
Se trata de que los mediadores y quienes les dirigen y forman, no se conviertan en los nuevos “ladrones del conflicto”. La pregunta clave que él mismo se formula es la siguiente: “¿Es posible construir algún tipo de justicia de barrio con las ventajas de la participación, pero sin perder la protección de la legalidad? ¿Puede el Estado entrar y ayudar a las partes débiles en conflicto, pero ayudarlas sin apoderarse del mismo?” La solución sería buscar en el propio sentido de justicia de los participantes, en su dialecto jurídico local - legal local dialect-. En última instancia, Christie admite dos principios como son la compensación a las víctimas y el castigo absoluto. OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG
Reconoce que para lograr la compensación necesaria puede necesitarse cierta coerción, e incluso infligir dolor deliberadamente, pero debe realizarse de la manera más reducida posible y sin que asuma un papel instrumental (preventivo o rehabilitador). Por eso habla del “castigo absoluto” como una expresión pura de aflicción de los que han sufrido un daño. Ellos son los que, en estos casos, tienen que
R O | AI G O L O MI T CI V
128
imponer el castigo y no los profesionales que tratan al infractor como un clienteobjeto. Christie explica en su última obra, Laindustriadelcontroldeldelito , que la misma “...no es un alegato por el retorno a una etapa de la vida en sociedad sin control formal. Es una llamada a reflexionar sobre los límites.” Se trata de advertir sobre el reciente desarrollo del control social del delito, concretamente en la sociedad estadounidense. Según este autor: “Las ideas, los valores, la ética -y no el empuje industrial- deben determinar los límites del control, deben disponer cuándo es suficiente.” El mayor peligro en las sociedades modernas no es el delito en sí mismo, sino que la lucha contra él conduzca al autoritarismo, porque “...viendo al delincuente como un ser de otra especie, una no-persona, una cosa, no hay límites para las atrocidades posibles.” Es necesario potenciar la capacidad de identificación con el otro, la cual “...hace que las normas generales sean válidas para todos y funciona como un freno a las medidas más extremas”. Se propone entonces el encuentro víctima-infractor para aminorar los efectos despersonalizadores de la justicia penal actual, que favorece el desconocimiento, no permitiendo entender la identificación de víctima y delincuente, y facilitando el intercambio de mal por mal. Para Christie la modernidad ha creado un esquema racional de tratamiento parcial del delito, ya que su justicia (representativa) no puede tratar los aspectos emocionales del mismo, como lo hace la de la aldea: “Para la víctima, el caso -si es serio- suele ser una experiencia única y cargada de tensiones. Si el delito se considera serio, la víctima tal vez sienta cólera o incluso aflicción. Ningún tribunal -a excepción de los de la aldeaes demasiado bueno para enfrentar estas emociones.” La demanda de penas más severas tal vez sea consecuencia de la falta de atención a la necesidad de la víctima de exteriorizar sus sentimientos, y no a sus deseos de venganza: “Se necesitan espacios para el comportamiento expresivo legítimo de la cólera o la aflicción, ya que se ha producido un paso del ritualismo expresivo a la eficiencia administrativa”. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O
La llamada Criminología republicana se conoce también como teoría sobre la vergüenza reintegrativa del sociólogo australiano John Braithwaite (1989). El buen andamiaje con que ha sido construida esta teoría coexiste con elementos d iscutibles y en ello reside precisamente parte de su atracción: fomenta un debate que puede arrojar resultados constructivos tanto en la Victimología como en el Derecho penal y la Criminología porque, a través de un esquema conceptual innovador, permite plantear preguntas sobre los temas de siempre, de los que seguimos sabiendo muy poco.
C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V
Aunque han transcurrido casi veinte años desde su publicación y ha sido una de las obras más citadas por los criminólogos y victimólogos de todo el mundo, a fecha de
129
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
hoy, no ha sido traducida al castellano. Su tesis consiste, de forma resumida y, por tanto, simplista, en que el control jurídico-penal debe estar orientado, en primer lugar, hacia la víctima y, en todo caso, a censurar al infractor de forma no estigmatizante, de manera que pueda reintegrarse en la comunidad, con ayuda de diversos agentes de ésta. Igualmente, el profesor de Historia Howard Zehr ha influido notablemente en el ámbito anglosajón, y fuera de él, con su obra de 1990, titulada Cambiar de lentes, concretamente en el desarrollo de los Programas de Reconciliación Víctima Infractor (VictimOffenderReconciliationProgram, VORP). En dicha obra no diseña una teoría articulada, aunque sí propone determinadas ideas sensibilizadoras. Para este autor, el modelo concreto actual de justicia penal es retributivo -con elementos rehabilitadores- y basado en la asunción de que el delito es una ofensa contra el Estado. Zehr lo cuestiona y propone un cambio de paradigma, teniendo en cuenta ejemplos del pasado, el sistema japonés y diversos experimentos de reconciliación. Para construir una nueva realidad, debe entenderse el delito primeramente como una ofensa contra una/s persona/s. El elemento fundamental de su propuesta, una justicia restaurativa, constituye la búsqueda de la reparación a la víctima, junto con la atención a las necesidades y responsabilidades del infractor y de la comunidad. El Prof. británico Martin Wright también ha escrito sobre el modelo restaurativo o reparativo (1991), proponiendo su integración en el sistema actual. La justicia restaurativa constituye una forma de justicia penal basada en la reparación material o simbólica, que sigue los dos siguientes principios: al infractor se le ofrece reparar a la víctima o a la comunidad, incluyendo la cooperación en su tratamiento -con ciertas restricciones de derechos si ello es necesario-; y a la víctima se le ofrece ayuda y reparación, a través de la mediación, en su caso. S AI R O E T Y N OI C A CI FI
Para la comunidad local, esta justicia tendría un efecto integrativo, ya que sus miembros ostentarían el derecho y el deber de participar en el proceso, tanto como fuera posible. Wright formó parte de un grupo independiente de personas con experiencia en estos proyectos que elaboró los Estándares en Justicia Restaurativa, aprobados por las Naciones Unidas en 1992, cuyo objetivo es que la práctica se guíe por principios de calidad y garantías contra posibles abusos. En ellos se define la justicia restaurativa como “un proceso por el que todas las partes afectadas por una infracción específica se reúnen para resolver colectivamente cómo reaccionar tras aquélla y sus implicaciones para el futuro”. S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L
Los objetivos son tres: reparación material, social y emocional de la víctima; reintegración del infractor dentro de la comunidad (para prevenir la reincidencia); y
O MI T CI V
130
promoción de la comunidad con recursos para la prevención del delito y para el manejo de los problemas. Se mencionan cuatro elementos principales de la práctica de la justicia restaurativa: la participación comunitaria o pública; la participación de las partes; la colaboración o “partenariado” entre las agencias; y la orientación hacia la resolución del problema. El objeto de la justicia restaurativa son los delitos seleccionados por el valor de la intervención, sin que exista una restricción a priori. Debe atenderse, primordialmente, a aquellos que provocan inseguridad o preocupación en la comunidad. Se concibe la justicia restaurativa, hoy por hoy, como complementaria y paralela a la justicia penal tradicional, incrementando sus recursos para la reducción del delito, la satisfacción social, el humanitarismo y la reparación de los lazos sociales. Las teorías sobre la justicia restaurativa han despertado diferentes críticas generales. En opinión de Melossi (1996), no queda claro si este nuevo paradigma de justicia es penal o no, aunque supone un mayor énfasis en las partes involucradas, más que en el interés del Estado. Asimismo, se señalan las dificultades de aplicarlo a delitos protagonizados por personas jurídicas, bandas u organizaciones criminales, delitos que producen victimización difusa, etc. De acuerdo con Melossi, este pretendido nuevo paradigma significa un esfuerzo del sistema correccional de rejuvenecimiento, especialmente respecto de los delitos menores cometidos por jóvenes. Este modelo de justicia parece más indicado en países donde no se cuestiona la hegemonía del orden normativo estatal o donde se proceda a una profunda transformación política de la situación social. S IA R O E T Y N OI C
Por su parte, Marshall entiende que la teorización de este tema, tras analizar la práctica, adolece de una serie de deficiencias, entre las que sobresalen cuatro: A CI FI S A L C
1. Confusión a la hora de explicar el significado de la justicia restaurativa. , S O T
2. Pretendida oposición a una justicia (la retributiva y rehabilitadora) a la que, de hecho, no se opone, intentando esconder sus propios aspectos negativos. P E C N O C ,
3. Énfasis en ciertos valores religiosos que afectan a una ética no punitiva. N E GI R
4. Caída en una posición individualista. Por todo ello, Marshall concluye que no se trata de un paradigma alternativo al actual y define la justicia restaurativa como un proceso por el que las partes, involucradas en un determinado delito, se juntan para resolver colectivamente cómo tratar sus efectos e implicaciones de cara al futuro. Él mismo ha expuesto una teoría que denomina de la nueva comunidad, por la cual también se decanta Weitekamp (1993).
O | AI G O L O MI T CI V
131
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Para Marshall, la teoría de la resolución de los conflictos, con su énfasis en la cooperación, se viene aplicando a campos como la ecología, la gestión, las relaciones internacionales, la política, etc. Propone doce principios para la resolución de los conflictos delictivos: acercamiento al crimen como un problema compartido que necesita una verdadera solución; admisión de la complejidad de sus causas de carácter individual y colectivo; aceptación de las negociaciones y el compromiso; involucración de todas las partes afectadas; concentración en la reducción de delitos futuros; valoración de la reparación por encima del castigo; escucha a la víctima y al infractor; búsqueda de elementos positivos en el infractor; oportunidad de rehabilitación y reconciliación; atención a las emociones y a los aspectos materiales del conflicto; creatividad e innovación en la búsqueda de resoluciones; y empleo de medios apropiados a la amenaza que supone el delito en cuestión.
Como indican Pereda, Abad y Guilera, la vulnerabilidad infantil “ha promovido una reciente línea de estudio denominada victimología del desarrollo que se pone de manifiesto en los casos de malos tratos físicos intrafamiliares, tanto directos como indirectos, mediante la exposición a situaciones de violencia entre los progenitores, en la experiencia de abuso y explotación sexual, en el acoso en Internet y en el «bullying» o acoso escolar por parte de iguales, entre otros”. S AI R O
Según Pereda, Abad y Aguilera: “Son múltiples los estudios llevados a cabo sobre este tema que demuestran que la victimización de menores es más frecuente que aquella que experimentan los adultos; que la violencia puede llegar a afectar al menor en múltiples áreas y perdurar a lo largo de todo su desarrollo; y que suele ser cometida por un adulto, habitualmente del entorno cercano al menor, que aprovecha esta relación de confianza para hacer daño al niño o la niña”. E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P
Para Finkelhor, la Victimología del desarrollo reclama un enfoque más específico, relativo a la edad y el contexto en que se produce la victimización y la reacción a la misma, que el marco de las teorías de la elección racional. Entre las perspectivas teóricas y metodológicas más recientes nos encontramos el auge de los estudios neurocientíficos y genéticos. Podemos citar, a modo de ejemplo, los relativos a la conexión entre trauma y victimización continuada y el de Isabelle Oullet-Morin (2013), sobre los mecanismos psicológicos y cognitivos que reflejan el impacto de la victimización sobre comportamientos antisociales en niños, adolescentes y adultos. E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
132
Las perspectivas feministas en Criminología han aportado al estudio del control social la teorización sobre la construcción y el mantenimiento de la categoría de género, ampliando la mirada en la comprensión del funcionamiento del sistema penal y social en general. Aunque los primeros victimólogos fueron exclusivamente hombres y realizaron sus investigaciones respecto de poblaciones masculinas, el movimiento feminista, particularmente tras la Segunda Guerra Mundial, pondría énfasis en que el Derecho penal no sólo no protege a la víctima, sino que la revictimiza, siendo el ejemplo más notable la violencia de género. Además, destacaron que los primeros victimólogos tendían a culpabilizar a las mujeres víctimas de delitos violentos, particularmente de carácter sexual. Si bien no podemos hablar propiamente de una Victimología feminista, dentro de esta visión se ha trabajado bajo tres postulados: rechazo del generocentrismo; el patriarcado como factor explicativo de la criminalización y victimización de las mujeres; y la conclusión de que, en general, las víctimas mujeres constituyen una minoría sin poder –en términos cualitativos-, que sufre discriminaciones efectivas por parte de los agentes de control. En España podemos destacar como precedente la obra compilada por Elena Larrauri (1994; 2007), quien ha realizado una observación relevante respecto de los postulados citados, en relación con la regulación del uxoricidio, el cual hasta 1963, representaba “una cesión punitiva del Estado en manos del marido”. S IA R O E T Y N OI
También pueden encontrarse en su libro consideraciones sobre el concepto de reputación en su conexión con la censura o vergüenza. Fuera de ello, se mencionan las aportaciones de Gilligan sobre las respuestas penales (1982). La justicia restauradora se acerca al pensamiento femenino relacional descrito por Gilligan, quien indica la conexión por parte de las mujeres de la idea de justicia, de responsabilidad y de mantenimiento de las relacione, frente a un sistema penal tradicionalmente dominado por el pensamiento masculino. Gilligan concluye que muchas mujeres poseen un razonamiento moral diverso a la mayoría de los hombres en cuanto a su carácter conciliador. Esta visión ha sido cuestionada desde diversas aportaciones sobre la justicia restaurativa en violencia de género dentro del marco de la interseccionalidad52. C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI T CI V 52
El término interseccionalidad en este ámbito procede de un artículo de Kimberlé Crenshaw (1989), el cual se refería a cuestiones laborales de las mujeres negras estadounidenses. El término se ha adoptado después en diferentes contextos para estudiar los procesos multidimensionales de desigualdad y exclusión en relación con diferentes variables (género, etnia, clase social, etc.),
133
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Finalmente, un aspecto importante de estos puntos de vista ha sido la utilización de la Historia social y las historias de vida como técnica de investigación.
Similar a las perspectivas criminológicas denominadas Etnocriminología y Criminología multicultural, implica una generación de teorías que incorporan variables culturales, destacando la relativización del concepto de víctima y de victimización a lo largo del tiempo y del espacio, así como la posibilidad de diversas reacciones ante un fenómeno similar. Incluye el estudio de las influencias culturales (con énfasis en los medios de comunicación y las expresiones culturales) sobre la construcción social de la imagen de las víctimas (Mythen 2007).
Recientemente se ha explorado la cuestión de la victimización en delitos e infracciones contra el medio ambiente, aplicando el marco de los derechos humanos de la tercera generación, así como profundizando en el concepto de daño, en lo que se ha denominado “Victimología verde”. S AI R O E T Y N OI C A CI
Se trata de un enfoque centrado en la capacidad de superación y de ampliación de perspectivas respecto de los procesos de desvictimización, que implica también una teorización sobre el perdón, desarrollada por los criminólogos israelíes Ronel y Toren. FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O |
El conocimiento que ofrece la Victimología se ha ido obteniendo mediante el análisis de diversas técnicas como son: la observación de la realidad, mediante el estudio de casos; AI G O L O MI
tratando de hacer operativa la noción de la interdependencia de las diferentes categorías de desigualdad. Sobre la violencia contra las mujeres, cfr. Balfour (2013).
T CI V
134
el análisis de las estadísticas penales y sociodemográficas; la elaboración de historias de vida; la utilización de técnicas narrativas y audiovisuales; las entrevistas en profundidad; el trabajo de campo; el análisis espacial a través de la Geomántica, etc. La variedad de técnicas utilizadas se debe fundamentalmente a su carácter interdisciplinar. Las aportaciones proceden del Derecho, la Medicina, la Psicología, la Sociología, el Trabajo Social, la Historia, la Antropología, la Economía, la Geografía, la Informática, el Arte, etcétera.
En base a la revisión anterior del pasado de la victimología y de su estado actual, ahora debería ser posible identificar algunas posibles tendencias futuras. Una transición del Idealismo Utópico al Realismo Duro La gente con la edad se vuelve más sabia y más pragmática. Se establece un cierto realismo, provocado por la dura realidad de sus experiencias vitales, por decepciones y contratiempos, por una mejor comprensión de lo que es posible y lo que no, por lo que puede y no puede ser alcanzado. Gradualmente, aprenden a abandonar los sueños utópicos y optan en su lugar por objetivos más alcanzables. Esta transformación es probable que tenga lugar en la victimología, una vez que muchos de los jóvenes activistas de hoy en día se dan cuenta de que algunas de sus bienintencionadas demandas no son ni razonables ni prácticas, y es probable que conduzcan, en caso de aplicarse, a un sistema de justicia inequitativo, injusto, y parcial. La criminología ha sufrido una transformación similar. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S
Los años 1960 y 1970 fueron las décadas en que el romanticismo y el idealismo en criminología alcanzaron su punto máximo, encabezado por los llamados "nuevos criminólogos". Los sueños de la época se hicieron añicos con la llegada de una era de conservadurismo provocada por la elección de jefes de gobierno simples, de pensamiento primitivo: Reagan, Thatcher y Mulroney, por nombrar sólo algunos. Para sorpresa de nadie, el idealismo de los "nuevos criminólogos", su optimismo exagerado, dio paso a lo que se dio en llamar "realismo de izquierda" o "realismo radical". O T P E C N O C , N E GI R O | AI G O L O MI
La criminología realista rompió "con las concepciones románticas e idealistas que se habían transmitido por la criminología radical".
T CI V
Parece no sólo posible sino también muy probable que un desarrollo parecido ocurrirá en victimología. En su intento de llamar la atención sobre el sufrimiento de la víctima,
135
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
y para lograr sus objetivos políticos e ideológicos, los líderes del lobby de víctimas se han negado constantemente a reconocer que la victimización es un fenómeno normal y natural, un hecho de la vida, retratándolo en cambio como un fenómeno patológico y anormal. Ellos han rechazado categóricamente cualquier afirmación, incluso cuando sea apoyada por evidencia empírica irrefutable, de que los roles de víctima y victimario son intercambiables y que muchos incidentes de victimización violenta son el resultado de interacciones dinámicas y explosivas en lugar de acciones deliberadas y unilaterales de la personalidad defectuosa del autor53. El punto de vista actualmente dominante en victimología, de un mal infractor y una buena víctima, de una víctima inocente y un criminal culpable, poco a poco dará paso a la visión más realista y defendible de dos seres humanos atrapados en una red de relaciones sociales complejas y emociones humanas 54. Realismo significa que la venganza, que sabemos que es dañina y destructiva, hará espacio para una visión más equilibrada de la victimización y para una respuesta comunitaria donde empatía, compasión, tolerancia y perdón reemplacen las llamadas actuales de venganza. Los albores de este realismo victimológico podrían verse fácilmente en lo que Marc Groenhuijsen, uno de los defensores de las víctimas más fuertes, llama "la falacia de los victimólogos". En su discurso ante el IX Simposio (1999), advirtió en contra de la creencia errónea de que "cuantos más derechos de las víctimas, mejor". S AI R
53
O
Toda relación humana es dinámica e interactiva, pero no es admisible que se utilice ese argumento, como con frecuencia se ha hecho, para diluir la responsabilidad del victimario haciéndola recaer en su víctima (como en el ejemplo citado en la nota 5), o la de la propia sociedad frente a sus víctimas. E T Y N OI C A CI
54
Ese punto de vista dominante no es imputable “a la victimología”, sino a la sociedad, y sólo a algunos determinados colectivos de víctimas, sin que sea generalizable a “las víctimas”. La Victimología actual atiende a las causas de la delincuencia y tiene conciencia de que incluso los criminales que se puedan considerar más monstruosos, son nuestros monstruos, los que nuestra injusta y desigual sociedad globalizada produce. Ante el horror, explotado por los medios, las masas claman pidiendo sanciones más graves, o definitivas, para los autores (como o currió tras la violación colectiva que acabó con la muerte de Amanat en India), sin conciencia de que así no se resuelve ningún problema, pero se pretende tapar, aun no siendo ya posible, todo lo que no se quiere ver, todo lo que forma parte de nuestra sociedad que ha provocado el horror. La Victimología, en general, como hace y promueve el propio autor de este artículo, se dedica a defender lo avanzado y lucha por seguir avanzando en la defensa de los derechos humanos de las víctimas, pero compatibilizándolos y defendiendo también los de los victimarios, contra las demandas populistas, partidistas y sectarias de endurecimiento penal a las que continuamente se enfrenta. Valga como ejemplo de ello –de la visión realista que reclama el autor – la visión victimológica feminista de esta traductora sobre la violencia de género (DAZA BONACHELA, 2012). FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L O MI T CI V
136
Sostuvo que reclamar derechos excesivos para las víctimas puede y será contraproducente, simplemente porque exagerando en este sentido podría fácilmente ponerse en peligro la realización del catálogo de derechos básicos de las víctimas. La sabiduría de estas palabras no se perderá, y está destinada a influir en el pensamiento y acciones de las generaciones futuras de victimólogos. El realismo también dará lugar a una redefinición del objeto de la victimología. Si victimología no es perder completamente su carácter científico, si no es convertirse en un movimiento puramente político e ideológico, parece inevitable un nuevo trazado de sus fronteras y una reducción de su objeto. Así, el realismo protegerá a la victimología contra el peligro real de ser transformada en mera preocupación por el sufrimiento humano. El realismo hará muy claro que no hay tal cosa como una "ciencia" del sufrimiento humano55. Porque, como Flynn (1982) señala en uno de los primeros simposios internacionales sobre victimología, si todo el dolor y el sufrimiento (que van, por ejemplo, desde enfermedad mental a neurosis) debían ser definidos como victimización, ¿quién no sería una víctima? 56 La llamada "victimología global" 57, predicada por algunos, dará paso a una "victimología realista", una victimología verdaderamente científica que recoge sus datos utilizando metodología de investigación reconocida, y basa su acción en teoría científica, no en ideología política. S IA R O E T
55
Sí puede y debe estudiarse científicamente el trato que las sociedades proporcionan a quienes sufren (véase MADRID PÉREZ, 2010). Es materia propia de la Victimología el estudio el estudio de la construcción social de la victimidad, del trato que las sociedades proporcionan a quienes sufren victimización injusta, por causas provocadas, no “naturales” (con toda la dificultad que entraña definir y determinar qué es natural, concepto sumamente cuestionado, por ejemplo, desde el feminismo, pues mucho de lo que históricamente se nos ha presentado como natural es en realidad cultural, estructural, construido, por tanto se puede reconstruir para co nstruir otra cosa, y puede ser materia de interés victimológico). 56 No todo el dolor y el sufrimiento, pero sí los provocados (por terceros), e injustos. En cualquier caso, es un hecho que la mayor parte de los seres humanos sufrimos algún tipo de victimización criminal, o varios, a lo largo de nuestras vidas (del mismo modo que la mayor parte cometemos alguna infracción penal o varias a lo largo de nuestras vidas). Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E GI R O |
57
Se puede considerar objeto de la Victimología el estudio de toda victimización injusta, causada directa o indirectamente por otros o por el sistema social, englobando como mínimo las que derivan de delitos y de abusos de poder, conforme a la Declaración de Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de 1985. Se ha propuesto el reconocimiento de una “Victimología Criminológica” que estudie “a las víctimas de conductas antisociales” (RODRÍGUEZ MANZANERA, 20 02: 38-39) o, en un concepto aún más restringido, “victimología penal” que circunscriba “la victimización a los casos derivados de la violación de la legislación penal” (BIRBECK, 2003: 47), frente a una “Victimología general”, que englobaría a todas las víctimas, incluyendo las de conductas no criminales o hechos fortuitos. AI G O L O MI T CI V
137
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Mientras el activismo para afirmar derechos de las víctimas y para mejorar su suerte ha estado en pleno apogeo en muchos frentes, animados por consideraciones políticas e ideológicas, la investigación ha estado a la zaga, y en muchos casos totalmente ausente58. Varias áreas, fundamentales a la teoría y práctica de la asistencia a las víctimas, apenas han sido investigadas y se encuentran en extrema necesidad de investigación empírica sólida. Uno tiene que preguntarse por qué cuando el campo de los servicios a las víctimas es floreciente, la investigación sobre los efectos de la victimización y sobre las repercusiones de la asistencia a las víctimas es difícil de conseguir. Y, sin embargo, parece evidente que la atención individualizada, la asistencia individualizada, y el tratamiento personalizado o asesoramiento requieren un profundo conocimiento de los diferentes efectos de la victimización y las diferentes necesidades de las víctimas de delitos. Claramente, esta es un área que ofrece excelentes oportunidades para la investigación cualitativa empírica original, pero no de ningún modo la única. Al ser una disciplina joven, muchas áreas de la victimología permanecen territorio virgen y aún no han sido exploradas por los investigadores curiosos y aventureros. S AI R O E
Los próximos años serán testigos de una creciente conciencia de que la acción no respaldada por la investigación es un mero ejercicio ideológico, y que la práctica no basada en la teoría es peligrosa y potencialmente dañina. Se hará sentir una obvia necesidad para la investigación empírica sólida, y esa investigación será indispensable para evitar graves errores similares a los producidos por conceptos mitológicos tales como abusos rituales satánicos y pseudo-teorías, como las relacionadas con recuerdos reprimidos. T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N
La investigación victimológica cuantitativa, ejemplificada en encuestas de victimización locales, regionales, nacionales e internacionales, probablemente perdería gran parte de su popularidad debido a la ley de los "rendimientos decrecientes". El conocimiento adicional que se deriva de la repetición de estas encuestas, sobre todo en intervalos cortos, no será suficiente para justificar los costos O C , N E IG R O | AI G O L O MI T
58
El problema quizás estribe más bien en coordinar las distintas vertientes, investigación, atención a las víctimas y activismo. CI V
138
de su realización. Se argumentará que las grandes sumas gastadas en las encuestas nacionales de victimización podrían gastarse mejor ya sea para financiar investigación cualitativa más necesaria o para sumar a las subvenciones de los programas de asistencia a las víctimas pobremente financiados y los servicios a las víctimas.
El movimiento de víctimas ha conseguido un éxito fenomenal en muchos países. Ha enfocado la atención hacia la difícil situación de las víctimas de delitos en la moderna sociedad industrial, y ha sensibilizado al público en general, los políticos y los funcionarios del sistema de justicia penal sobre los efectos traumáticos y de larga duración de ciertos tipos de victimización criminal. Colectivos de víctimas han logrado elevar la conciencia pública sobre ciertos comportamientos dañinos y traumatizantes como la victimización sexual, el maltrato infantil, la violencia familiar, y la conducción ebria, por mencionar sólo algunos. El movimiento ha sido muy influyente en el cambio de las actitudes sociales hacia las víctimas de violación y de violencia doméstica, entre otras, y en el cambio de las prácticas del sistema de justicia penal en relación con esas víctimas y, en general, todas las víctimas de delitos. En la parte práctica, los logros del movimiento de las víctimas han sido tanto considerables como dramáticos. Estos espectaculares logros, y el hecho de que la balanza de la justicia se ha inclinado ahora en algunas sociedades en favor de las víctimas de delitos en perjuicio de los delincuentes, reducirán en el futuro la necesidad de políticas de defensa y partidismo que eran característicos de los años 1980 y 1990. S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L
Poco queda por hacer en el terreno político, y donde se han aprobado proyectos de ley de los Derechos de las Víctimas, muy poco queda por hacer en el frente legislativo59. Los esfuerzos, energías y fondos cambiarán gradual y lentamente a las áreas de asistencia y apoyo a las víctimas. C , S O T P E C N O C , N
Por suerte, estas son áreas menos contaminadas por la promoción y el partidismo que aquéllas de los derechos de las víctimas y la legislación victimal. E GI R O | AI
Parte de la retórica política seguramente disminuirá. Habrá mucha menos necesidad de renovar las batallas ideológicas que ya se han ganado. Es de esperar, por tanto, que la victimología dejará de ser excesivamente política y se esforzará para ser más G O L O MI T CI V 59
Quizás pueda deberse a que las administraciones se implican menos de lo justo, no financian lo suficiente los servicios, por la misma razón tienen a los trabajadores en precario, y no les interesa dar mucha difusión a los servicios de atención a las víctimas, porque quizás no les interese realmente que la gente esté informada para reclamar sus derechos.
139
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
científica. Las luchas ideológicas del pasado están obligadas a ceder paso al sonido, no sesgado y no partidista de la investigación objetiva. Esta investigación estará orientada a la búsqueda de formas mejores y más eficaces de ayudar a las víctimas, aliviar su sufrimiento, y prevenir su futura victimización.
Hace tres años, en un discurso de apertura del IX Simposio Internacional de Victimología de Ámsterdam, se puso de relieve algunos de los peligros de la llamada "víctimo terapia". Varios acontecimientos posteriores, que están más allá del alcance de este artículo, dieron fuerte soporte a las preocupaciones que se expresaron sobre los riesgos involucrados en la terapia y a sobre el daño no intencionado que podría resultar. Todo esto apunta a un desarrollo casi seguro en victimología en el nuevo milenio. A pesar del gran interés y los enormes beneficios económicos y profesionales que un enorme ejército de terapeutas cosecha actualmente de "tratar" a las víctimas, se puede predecir con seguridad la desaparición de la terapia de la víctima en un futuro no muy lejano. La rehabilitación y tratamiento del delincuente, extremadamente popular no hace mucho tiempo, han caído en el descrédito. Hay fuertes razones para creer que un destino similar caerá sobre la terapia victimal. Los poderes naturales de curación de la psique humana que están siendo interferidos con, y obstaculizados por, las terapias profesionales, están obligados a reafirmarse por sí mismos. Prácticas de curación alternativas, que actualmente compiten con la medicina tradicional para el tratamiento de enfermedades físicas y psicológicas, demostrarán ser mejores, más eficaces y menos perjudiciales, y mucho menos costosas que la terapia profesional. Reforzar los poderes naturales de curación de la psique humana, fortalecer las redes sociales y familiares de las víctimas potenciales y reales, se verá como preferible para aliviar el sufrimiento de las víctimas en lugar de las actuales "empresas de curación". Una vez que esto ocurra, será más difícil explotar los efectos traumáticos de la victimización y el sufrimiento psicológico de la víctima en el cumplimiento de los intereses propios de los terapeutas. S AI R O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L
Parece evidente que el futuro de la victimología influirá, y será influenciado por, la evolución del sistema de justicia. Debido a esto, el futuro de la victimología dependerá O MI T CI V
140
en gran medida del grado en que se acepte y se implemente el paradigma de la "justicia restaurativa". Las sociedades están en perpetuo cambio. La sociedad de hoy está sufriendo una rápida y radical transformación. Los paradigmas de Justicia tienen que cambiar con la evolución social para permanecer en armonía con los sistemas de creencias imperantes y para hacer balance de los avances y descubrimientos en los campos de la criminología y la penología. Los objetivos arcaicos de expiación y reparación no estarán en armonía con las realidades y las creencias de la sociedad secular, postindustrial del siglo XXI. En las sociedades seculares modernas las nociones de riesgo y daño están reemplazando gradualmente las de mal, perversidad, malicia, y están obligados a convertirse en conceptos centrales de las políticas sociales y penales del futuro. Las futuras políticas de control del delito se basan en gran medida en la evaluación de riesgos, gestión de riesgos, cobertura de riesgos, reducción de riesgos y prevención de riesgos. La medición del daño: físico, material y mental, probablemente se convierta en el componente central de la reacción social a la delincuencia. Los objetivos principales de esta respuesta serán resarcimiento, reparación y la compensación. Mi hipótesis es que la distinción arbitraria entre delitos y cuasidelitos civiles desaparecerá y que las fronteras artificiales que se han erigido a lo largo de los años entre tribunales penales y tribunales civiles serán eliminadas. S IA R O E
Todas las acciones dañinas generarán la obligación de reparar, junto con los esfuerzos para prevenir su ocurrencia futura. Esta será la era de la justicia restaurativa. Este cambio de paradigma tendrá un profundo impacto en la victimología del futuro. En las últimas dos décadas, los intentos de explotar la causa de las víctimas de delitos con fines políticos, y los esfuerzos de los conservadores para vender las políticas de la ley y el orden, con el pretexto de hacer justicia a las víctimas de delitos con frecuencia requieren la representación de las víctimas como vengativas, rencorosas, incluso sedientas de sangre. T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C ,
Aquellos que afirman representar y hablar en nombre de las víctimas propagaron la visión errónea de que la preocupación por las víctimas de delitos siempre requiere de políticas de justicia duras, punitivas. Si bien la angustia de algunas de las víctimas puede ser tan abrumadora que exigirán la pena más dura posible para su victimario, esto difícilmente podría decirse de la mayoría de las víctimas de delitos. N E GI R O | AI G O L O MI T
La curación, recuperación, reparación y prevención de la victimización futura son los objetivos principales de la mayoría de las víctimas de delitos. Y si el propósito principal de la intervención social es restaurar la paz, la reparación de los daños, sanar heridas y prevenir la repetición de la infracción, entonces es fácil prever la aplicación del
CI V
141
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
paradigma de la justicia restaurativa, con sus elementos constructivos: la mediación, la conciliación, la restitución y la indemnización, como el camino hacia el futuro. Es así que se espera que las políticas promovidas por victimólogos en el futuro, al igual que la práctica y la acción victimológica, van a ser muy diferentes de las de antaño y de hoy. Si hay una predicción segura para afirmar sobre la victimología del futuro, es que se convertirá en una verdadera disciplina científica y una práctica verdaderamente humanista.
S
1. En nuestro país debería incentivarse la producción de investigaciones referidas a la victimología. AI R O E T Y N OI
2. Es necesario emprender el estudio de la victimología en forma profesional, científica, seria y ordenada, de forma interdisciplinaria y metódica, bajo la guía de profesionales especializados en la materia a efectos de integrar investigaciones serias en materia de iter victimae, perfiles victímales y generación de bases serias para el estudio de la inteligencia criminal en nuestro Estado. C A CI FI S A L C , S O T P E C N
3. Se debería plantear la elaboración de un concepto de víctima capaz de integrar las disímiles categorías existentes. O C , N E IG R O
4. La reducida difusión que se da a la victimología no debería ser un obstáculo para que se dé la implementación de programas de asistencia para víctimas, en los cuales se cuente con la asistencia de profesionales con especialidad en la materia, psicólogos, psiquiatras, psicoterapeutas, asistentes sociales, etc. | AI G O L O MI T CI V
142
5. Es importante la creación de fondos públicos para garantizar la reparación de los daños causados a las víctimas del ilícito penal. Tal como destaca el Convenio 116 del Consejo de Europa, de 24 de noviembre de 1983, sobre indemnización a las víctimas de delitos violentos. Estipula que los Estados contribuirán a indemnizar, cuando la indemnización no pueda ser plenamente asumida por otras fuentes, a las personas que han sufrido graves lesiones corporales o daños en la salud como consecuencia directa de un delito intencional de violencia. 6. Se sugiere que el Estado Peruano tome en cuenta las distintas perspectivas teóricas y metodológicas recientes sobre el estudio de la victomología, para así poder formular una política que extienda la defensa y la protección de las víctimas.
S IA R O E T Y N OI C A CI FI S A L
. Es producto de las investigaciones que se han enfocado en la víctima a lo largo del último siglo que ha sido posible construir teorías y esquemas, que la han puesto como rama de la criminología en la actualidad, debido a su gran importancia. C , S O T P E C N O
. La victimología es una ciencia que se ocupa del estudio de las víctimas del delito. Más es una ciencia que debe ejercerse responsabilidad, compasión y una profunda capacidad de empatía hacia el dolor de otros seres humanos, toda vez que implica incluso explorar a la víctima que lleva una dentro de sí y desactivar al victimario que lleva una consigo. C , N E GI R O | AI G
Al igual que sucede con el concepto de víctima, son muchas las tipologías victímales expuestas a lo largo de la historia por diversos autores. Todas ellas son perfectamente válidas diferenciándose unas de otras en la variable clasificatoria.
O L O MI T CI V
Las víctimas no deben ser consideradas como categorías inertes, inamovibles y aplicadas de forma mecánica, ya que cada hecho debe ser analizado en forma individual de acuerdo a las especiales y particulares características del caso. No existen casos de inocencia
143
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
o culpabilidad absoluta y que, además, las conductas de los seres humanos están influenciadas por determinados factores biopsicosociales. La Política Criminológica puede ser entendida como la puesta en práctica del conjunto de medidas preventivas y de acción posdelictiva, ha de comprender todo lo que esté a disposición para tratar y reducir la criminalidad. La victimología como ciencia se está desarrollando en la actualidad desde diferentes plataformas multidisciplinares como son la Victimología radical, global o de los derechos humanos, la Victimología Feminista (se centra en las desigualdades de las mujeres como víctimas), la Victimología de Desarrollo (se centra en la variable de la edad de la víctima, la Victimología Verde (explora la cuestión de victimización en delitos e infracciones contra animales y el medio ambiente), la Victimología Cultural (destaca la relativización del concepto de víctima y de victimización a lo largo del tiempo y el espacio), la Victimología Positiva (trata un enfoque centrado en la capacidad de superación y ampliación de perspectivas de los procesos de desvictimización o recuperación), entre otras.
S AI
-
R
BARRIOS GONZALEZ, B. (2000). Las Garantías de la Víctima en el Proceso Penal. Panamá: Editorial Portobelo, Librería El Campus. DIRK DUBBER, M. (2003). VICTIMOLOGIA Y VICTODOGMATICA Una Aproximación al estudio de la víctima en el Derecho Penal. Lima Perú: ARA Editores. Laguna Hermida, S. (2007). MANUAL DE VICTIMOLOGÍA. España: Facultad de Derecho, Universidad de Salamanca. NUÑEZ DE ARCO, J. (2010). VIOLENCIA CRIMINAL Un Enfoque Criminológico y Psicológico. La paz, Bolivia: Academia Boliviana de Ciencias Jurídico Penales. RIVERA LLANO, A. (1997). La Victimología ¿Un problema criminológico?. Colombia: Ediciones Jurídica Radar. Rodríguez manzanera, L. (2011). ¿Cómo elige un delincuente a sus víctimas? Victimización sexual, patrimonial y contra la vida. México: Instituto Nacional de Ciencias Penales. Zúñiga Cabalceta, V. (2005). La victimología desde la perspectiva de los Derechos O E T Y N OI C A CI FI S A L C , S O T P E C N O C , N E IG R O | AI G O L
Humanos . Maestría. Universidad Iberoamericana. O MI T CI V
144