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Universidad Nacional Mayor de San Marcos E.A.P. de Arte
Curso: Arquitectura del Perú Antiguo
Alumna:
Tamani Becerra, Melissa Milagros
Noviembre, 2011
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN I. Evolución histórica II. Entorno geográfico III.
La arquitectura 3.1.
Sector I o la audiencia
3.2.
Sector II o área doméstica
3.3.
Sector III
IV.Funciones IV. Funciones V. Técnicas y materiales constructivos CONCLUSIONES
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INTRODUCCIÓN
Puruchuco es uno de los centros arqueológicos más importantes de Lima. Su ubicación actual corresponde al kilómetro 7.5 de la carretera central, distrito de Ate Vitarte. Esta edificación es conocida como “El palacio”, ya que habría sido la residencia del curaca de esta región.
Según Jiménez Borja (1988) “puruchuco” es una palabra quechua que significa casco emplumado, sombrero de plumas o algo semejante. Ello a partir de un pasaje de la crónica “Del señorío de los incas” de Cieza de León, en el que el cronista se refiere al atavío de un joven participante en el ceremonial de la pubertad. Allí dice: “y encima se ponía un bonete de plumas (…) que ellos llaman puruchuco” (p. 7).
Cabe mencionar que el nombre de Puruchuco no es el nombre indígena del lugar, sino que fue determinado durante la puesta en valor de este monumento por Arturo Jiménez Borja: “(…) el sitio había perdido su nombre indígena. El Dr. Luis Valcárcel, a quien se le consultó, halló lícito que no teniendo en la actualidad nombre apropiado se le diera el nombre indígena
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más próximo” (Jiménez, 1988, p. 40). El nombre escogido fue el de Puruchuco ya que este aparece en la toponimia de dos sitios prehispánicos de lima: el primero en canta y el segundo en ate, este último con una ligera variante: puruchuca. No obstante, Luis Villacorta (1944) sostiene que el significado del vocablo “puruchuco” es otro: “la zona que actualmente conocemos con el
nombre de Puruchuco es resultado de la composición de dos vocablos de origen quechua: puca y rucha (…) lo que traducido al español y debidamente estructurado significaría „ají rojo‟ ” (p. 544). La importancia de esta toponimia radica en el hecho de que haría referencia a las características medioambientales de esta región, las cuales posibilitaron el cultivo de ají, de importancia no solo económica, sino también simbólica. Más adelante volveremos sobre este punto. En este informe, nos hemos propuesto realizar una visión panorámica de este sitio arqueológico, haciendo énfasis en el aspecto formal de su arquitectura, asicomo de su significado dentro de la arquitectura de la costa central del Perú, en el contexto de expansión inca. Para ello, hemos empezado con una sucinta revisión histórica del sitio desde sus orígenes en el intermedio tardío, pasando por el periodo de ocupación inca y dominación española, hasta la actualidad. Seguidamente, desarrollamos el contexto geográfico, base para cualquier tipo de estudio arquitectónico. A ello sigue un análisis de la
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arquitectura propiamente dicha, que en el caso de Puruchuco se divide en sectores, con funciones especificas. Así mismo, realizamos un acercamiento a la función de esta edificación, basándonos en las posturas de los principales arqueólogos que han abordado este tema. Por último, desarrollamos el tema de las técnicas y los materiales constructivos empleados en Puruchuco, los cuales pertenecen a la tradición constructora de la costa, tales como la técnica del adobe y el tapial.
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I.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA: Según Jiménez Borja (1988, p. 14) el sitio de Puruchuco habría
sido levantado a fines del intermedio tardío (900-1100 d. C.), como una suerte de residencia para el curaca local. Para este autor, Puruchuco fue una edificación de la cultura Ichma (Nieto, 2007, p. 17), cuyo núcleo administrativo se encontraba en Pachacamác. Durante el periodo de expansión inca, iniciado a mediados del siglo XV, el área de la costa central es anexada al Tahuantinsuyu, incluida Puruchuco.
Los
incas
toman
el
“palacio”
de
manera
pacífica,
“consiguiendo convivir ambas sociedades bajo administración cusqueña”
(Nieto, 2007, p. 17). Cabe señalar que la costa central fue conquistada durante el gobierno de Pachacútec, quien la dividió en tres grandes centros administrativos: Carahuyllo al norte, Maranga en el centro y Surco en el sur (Jiménez 1988 14). Estos eran las sedes más importantes del estado inca en esta parte del imperio. Dependientes de estos centros eran una serie de lugares de menor importancia política y económica, este habría sido el caso de Puruchuco; es decir, era una sede administrativa menor. Con la llegada de los españoles se producen cambios rotundos en el mundo prehispánico, entre ellos la destrucción, remodelación o reutilización de edificaciones. En este sentido, cuando Pizarro fundó Lima, realizó también la repartición del territorio entre los encomenderos.
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Puruchuco es asignado al encomendero Miguel de Estete, quien escribió el relato del viaje de Pizarro desde Cajamarca a Lima. Debido a su relativo buen estado de conservación, el arqueólogo Arturo Jiménez Borja dirigió las obras de reconstrucción de este monumento entre 1953-1960, algo que en la actualidad es bastante criticado; no obstante, lo que perseguía Jiménez Borja era la “puesta en valor” de este sitio arqueológico , para lo cual llevó a cabo la
reconstrucción, construcción de un camino de acceso y la fundación del Museo de sitio de Puruchuco, siendo un pionero en la fundación de este tipo de instituciones en el Perú. (Villacorta 2000, p. 2)
II.
ENTORNO GEOGRÁFICO: El valle del rio Rímac es uno de los más importantes de la costa
central. Sus nacientes se ubican a 5000 m.s.n.m. en el nevado Ticlio, desde donde discurre en dirección al Océano Pacífico, a lo largo de 140 km. de recorrido. Sus aguas son de origen glacio-niveo-pluvial, es decir, se forman de la fusión de los deshielos de glaciales y nieves, asicomo, de las lluvias estacionales del verano austral (Villacorta, 2004, p. 541). Debido a ello, el caudal del Rímac es irregular: torrentoso en épocas de lluvias y de poco caudal durante el estiaje, no obstante, el Rímac es uno de los pocos ríos de la costa que mantiene su caudal todo el año, al igual que el Tumbes, el Chira o el Santa.
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Puruchuco se encuentra en la región del valle medio bajo, el cual está comprendido entre los 270 – 575 m.s.n.m. (Ilustración 1) Este sector del cauce del Rímac presenta características particulares: a diferencia del valle alto, en este sector el rio es menos torrentoso y su cauce es más amplio, lo cual favorece las filtraciones y la alimentación de la napa freática, asicomo, la formación de importantes extensiones de superficie cultivable, tales como Huachipa, Santa Clara o Pariachi. (Villacorta, 2004, p. 542)
Ilustración 1. Mapa con la ubicación de Puruchuco. Fuente: Google Earth
De esta forma, el área de valle medio bajo posee un alta productividad agrícola, ya sea por las aguas superficiales o subterráneas, como por las avenidas estacionales del Rímac que enriquecen con limo el contenido de las aguas, renovando, de esta forma, la capacidad productiva de los suelos (Villacorta, 2004, p. 453). En este sentido, el área
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comprendida entre Puruchuco y Huaycán posee niveles de productividad agrícola comparables a los del valle bajo del Rímac, el cual es el área más rica de toda la cuenca. En cuanto al clima, esta región pertenece al área denominada “desierto del pacifico”, cuyo clima se caracteriza por ser cálido en verano
y templado en invierno, sin pronunciadas fluctuaciones de temperatura entre el día y la noche, asimismo, se encuentra fuera del alcance de la neblina del litoral. Estas especiales condiciones climáticas, junto a las características del suelo propiciaron el cultivo de ciertos productos de importancia económica y simbólica para el antiguo poblador prehispánico: el ají y la coca costeña (Villacorta, 2004, p. 543). Esto último pudo incluso expresarse en la toponimia del lugar, mediante la voz Puruchuco que significaría “ají rojo”. Otro aspecto digno de mencionarse es la compleja red hidráulica de canales de regadío implementada por los antiguos pobladores del valle bajo del Rímac como una forma de aprovechar al máximo los recursos existentes en esa parte de la cuenca del rio. Al respecto Villacorta (2004) señala que: “resulta evidente que la implementación de esta amplia red
hidráulica permitió a los grupos costeños aumentar su frontera agrícola [mediante el intercambio de productos con el valle medio bajo] y elevar la productividad de sus campos ”. (p. 544). Por último mencionaremos que el “palacio de Puruchuco se ubica en la falda del cerro León, en un lugar estratégico desde el cual se
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supervisaban los cultivos de esa parte del valle. Así mismo, la edificación se
adapta
al
declive
natural
del
suelo
y
ello
se
resuelve
arquitectónicamente en una serie de plataformas, escaleras y rampas para salvar los desniveles. Por otro lado, su ubicación también podría deberse a la necesidad indígena de no ubicar sus viviendas, en este caso la vivienda más importante de todas, en las tierras agrícolas y por ello se ubicaban en las faldas de los cerros es decir, al margen de las tierras útiles. (Jiménez 1988, p. 9).
III.
LA ARQUITECTURA: Según Jiménez Borja (1988) el plano de Puruchuco, con un
marcado patrón geométrico y ortogonal, demuestra que esta edificación fue concebida como un solo proyecto arquitectónico. Para ello, sus constructores pudieron emplear una maqueta o modelo en barro, denominadas actualmente “yupanas” (p. 10). (Ilustración 2)
Su forma principal es la de una “cancha” es decir un espacio cercado y con una sola entrada, lo cual era ya un patrón arquitectónico andino (Jiménez, p. 10), desde la época Huari. La única entrada se ubica en la esquina sur oeste del edificio. Es una estructura en forma de rampa, a la que sigue una especie de terrado o bastión que conduce a la entrada propiamente dicha.
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Ilustración 2. Mapa de Puruchuco después de su restauración. Según Villacorta (2004)
El carácter planificado que señalara Jiménez parece ser correcto ya
que
los
espacios
se
disponen
de
manera
ordenada,
predominantemente ortogonal, con recintos de forma rectangular. Así mismo, se evidencia la presencia de sectores diferenciados destinados a cumplir funciones distintas. Es por ello que en Puruchuco se distinguen tres sectores diferenciados que desarrollamos a continuación: (Villacorta 2004, Jiménez 1988)
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3.1.
El área I o la audiencia: Este sector abarca casi la mitad de la edificación. Está compuesto por un gran patio, delante del cual se encuentra una plataforma, sobre ella dos recintos, los cuales vistos desde el patio tienen forma de “U”, además de una rampa y un corredor. En uno de los lados de la plaza se encuentra una rampa que da acceso a la plataforma. Como ya mencionamos, sobre la plataforma se encuentran dos habitaciones (una en el extremo derecho y la otra en el izquierdo) de distinto tamaño. Los muros que miran hacia la plaza tienen un pequeño vano cuadrangular que aumenta la simetría del diseño. Este mismo esquema en torno a una plaza cuadrangular y una plataforma frente a ella es un patrón arquitectónico muy recurrente en la arquitectura prehispánica de Lima: lo encontramos en Huaycán, Pachacamác, san Juan de Pariachi y Cajamarquilla. Este sector es completamente externo, debido a ello habría tenido
funciones
político
administrativas,
por
ejemplo,
la
realización del intercambio, redistribución y control de productos, asicomo, la celebración de rituales o sesiones de narración oral. Incluso se ha sugerido que la audiencia pudo ser “el espacio de
celebraciones de índole religiosa o propiciatoria animadas por música y danzas.; prueba de ello fue el hallazgo de instrumentos
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musicales como tambores, antaras y quenas ” (Villacorta, 2004, p. 556). Cabe mencionar que la “audiencia” de Puruchuco, definida
como la asociación de una terraza que domina un patio al interior del conjunto y al cual se accede directamente por la entrada exterior, es común a las pirámides con rampa de Pachacamác, lo cual indicaría que Puruchuco es una “variedad” del modelo arquitectónico
Ichma
(Villacorta
2004
547-549),
pero
mas
simplificado. Esta
simplificación
de
los
patrones
arquitectónicos
desarrollados en Pachacamác también se observa en otros sitios del valle medio del Rímac, los cuales constituyen, según Villacorta, junto a Puruchuco, variantes de las PCR de la cultura Ichma, de función administrativo residencial.
3.2.
El sector III o el área domestica:
Junto al sector III, constituye la segunda mitad del conjunto. Está separada de este por un largo y estrecho corredor. Si el primer sector tenía un carácter público o exterior, este por el contrario, es un espacio con recintos más herméticos e íntimos.
En la parte inicial del corredor se encuentra una pequeña escalera que conduce a una habitación conectada con un pequeño
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espacio abierto de forma cuadrangular. En vano que comunica estas dos áreas en una “puerta de doble jamba”, típica de la arquitectura inca, lo cual demuestra que durante el periodo inca se realizaron remodelaciones.
El final del corredor conduce hacia la derecha o hacia la izquierda, hacia la derecha los recintos pertenecen al sector III y hacia la izquierda al sector II.
En esta área encontramos un pequeño patio que conduce a dos estancias: una amplia y otra más pequeña precedida por un espacio abierto.
En el pequeño patio se encontraron restos de cuyes y el espacio contiguo pudo funcionar de cocina. Ello nos indica que esta área era domestica.
Esta área se caracteriza por la mesura y frugalidad de las estructuras, reflejada en la pequeña escala de las estancias y la ausencia de decoración en los muros.
Por otro lado, la existencia de esta área de carácter residencial y a la cual no tenían acceso las personas recibidas en la “audiencia” constituye un elemento que distingue a Puruchuco
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de las PCR de Pachacamác, de función exclusivamente administrativa.
3.3.
El sector III:
Hacia la derecha del corredor principal se encuentra una rampa que conduce a otro de los patios. En el muro colindante a la rampa se encuentran seis nichos triangulares. Asimismo, el patio también esta ornamentado con siete nichos triangulares y dos rectangulares. Algunos estudiosos han señalado que estos nichos triangulares, además de ser elementos decorativos de la arquitectura inca, habrían tenido una función astronómica, ya que a través de las sombras proyectadas en ellos se podía controlar el ciclo anual de sol, importante para la celebración de rituales o para conocer los tiempos de siembra y cosecha (Wakeham, citado por Villacorta, 2004, p. 556). La presencia de nichos triangulares en el área de Lima es bastantes escasa, no obstante también los encontramos en las ruinas de Arka o Larca, en Cañete, en la edificación denominada el Aclla Huasi. (Jiménez, 1988, p. 49) Siguiendo con la descripción de este sector, al lado derecho de la rampa se encuentran dos recintos separados por un
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corredor y frente a este, un recinto en forma de “U con un vano
central”. Debido al carácter más refinado de los acabados en esta área, Jiménez Borja señala que pude haber tenido una función religiosa, como lugar destinado a “ídolos, ofrendas o conopas” (49)
En este misma area se encuentra un traspatio al que se accede por un vano en forma de herraje de escasa altura. Cabe mencionar que este tipo de vanos son bastante usuales en la arquitectura prehispánica de Lima: Cajamarquilla, Huaycán, etc. Este vano es de una altura bastante reducida. Ello, junto al carácter estrecho de los corredores, indica que la circulación de personas en esta área del palacio era restringida, es decir, se buscaba controlar quienes ingresaban y se trasladaban por el edificio. El traspatio,
está conectado con los depósitos, en los
cuales se hallaron restos de maíz. Cabe mencionar que en mencionado patio se encontró un batan, lo cual sugeriría que allí se procesaban los productos almacenados en los depósitos contiguos (Villacorta, 2004, p. 550). El patio continúa en una plataforma en la que se encuentra un recinto con cuatro vanos.
Además de estos cuatro sectores aparecen otros espacios anexos. El que más llama la atención es un corredor al lado sur del edificio que termina
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en un muro que lo cierra, asimismo, es más ancho por su principio que por su parte posterior, dando la impresión de que fuera más largo de lo que realmente es. Dado que es un corredor ciego, cabría preguntarse si tiene alguna relación con los corredores de este mismo tipo encontrados en Chan Chan.
En el lado sur, extramuros, se encuentra un área abierta a manera de corral, la cual es de planta cuadrangular. Allí se encontraron huesos de llama, asicomo, figurinas de este animal en cerámica, ello indicaría que esta área sirvió como corral.
IV.
FUNCIONES: Jiménez Borja (1988) señala que: “Puruchuco debió ser casa de un
curaca preinca, una suerte de páter familis (…) probablemente fue levantado a tiempo que declinaba el intermedio tardío en Lima. Con anterioridad el lugar pudo haber sido ocupado, pues hay testimonios de las mudanzas que el tiempo impone ” (p. 14). Alrededor de la edificación habrían estado las viviendas de los campesinos y el área de cultivo, todo ello controlado por el curaca, es decir, desde su residencia. La consideración de Puruchuco como una edificación de tipo residencial sigue siendo aceptada hasta la actualidad. Siguiendo con esta línea de pensamiento, Villacorta, quien ha rescatado el estudio científico de este lugar, señala que durante el periodo intermedio tardío “la arquitectura del poder estuvo íntimamente ligada a un tipo particular de
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edificio: la residencia de elite o p alacio” (2004, p. 539). No obstante, la definición de las funciones de este edificio como residenciales ha sido determinada a partir la configuración arquitectónica (por ejemplo la disposición de grandes espacios o mayor elaboración de los acabados) y no de excavaciones arqueológicas (Id. pp. 545-6). No obstante, las funciones de Puruchuco no eran exclusivamente residenciales, ya que desde este palacio se supervisaban los sembríos de una parte del valle del Rímac. Asimismo, allí se depositaban alimentos, como papa, maíz o pescado procedentes del intercambio entre la costa y la sierra (Nieto, 2007, p. 17). Con la presencia inca en el valle, Puruchuco habría sido un pequeño villorrio de menor importancia política y económica y dependiente los centros administrativos principales como Pachacamác. En otras palabras, Puruchuco habría sido un centro administrativo menor del Tahuantinsuyo; no obstante, habría mantenido su vigencia como símbolo distintivo del poder político de las elites gobernantes, es decir, los curacas (Villacorta, 2004, p. 539). En este sentido, Jiménez (1988) señala que “el hallazgo de quipus, pesas y balanzas durante los trabajos de limpieza (…) induce a pensar
que la casa, andando el tiempo se transformo en un centro burocrático inca, sede de un funcionario encargado de recoger tributos” (p. 14). Si
bien la investigación etnohistórica avanzado mucho en las últimas
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décadas y ya no se puede hablar de tributo en la economía incaica, si podemos referirnos a lazos de reciprocidad entre el estado y el pueblo. Por otro lado, la investigación arqueológica (Jiménez Borja en los años 60‟ y National Geographic en 1999-2001) se ha encontrado un
cementerio inca en el área de Puruchuco-Quebrada de Huaquerones. Este cementerio inca ocupa aproximadamente ocho hectáreas en las que se han encontrado alrededor de dos mil fardos funerarios. Ello es importante porque evidencia que Puruchuco fue usada por los incas como un “centro de paso y concentración de excedentes entre las zonas norte y sur” (Nieto, 2007, p. 17).
V.
TÉCNICAS Y MATERIALES CONSTRUCTIVOS: El material constructivo en Puruchuco es el barro, lo cual
constituye una continuación de las tradiciones arquitectónicas de la costa. Así mismo, el barro fue utilizado de dos formas: el adobe y el tapial. La técnica de construcción en adobe consiste, como sabemos, en la formación de muros y otras estructuras con ladrillos hechos de barro sin cocer. La tapia consiste en la formación de muros de barro mediante el llenado de estos. En Puruchuco se usaron ambas técnicas, con un mayor predominio del tapial, ya se empleando adobes en las bases de los muros y sobre estos tapiales o viceversa. (Jiménez, 1988, p. 19).
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Para la técnica de tapial es necesaria la confección de una “caja” formada por dos hojas de madera dispuestas de manera vertical, en la que se vierte el barro que se apisona fuertemente. Ya que en Puruchuco no existieron los medios técnicos para utilizar la madera, se utilizó un armazón a base de esteras y cañas para contener la mezcla. Para comprender mejor este punto citaremos lo siguiente: “(…) palos y cañas instalados a los largo de la pared y a ambos lados sostenías las esteras de totora o carrizo en sustitución de las taperas o tapiales de madera” (Jiménez 1988, p. 19). En este sentido, los
constructores se valieron de aquellos materiales disponibles en su entorno geográfico, tales como el barro y el carrizo. Es significativa la predominancia de la técnica del tapial sobre el adobe en la mayor parte de la edificación Puruchuco, ya que este es otro elemento que nos permitiría inferir que este palacio fue levantado como un solo proyecto constructivo. Sobre el muro, ya sea de adobe o de tapial, se aplicaba una capa de enlucido
para dar un acabado más uniforme y liso. Para ello se
aplicaba sucesivamente numerosas capas de barro hasta lograr el aspecto deseado. Cabe mencionar que durante el periodo incaico en Puruchuco se siguen utilizando las técnicas tradicionales de la costa, pero al servicio de los intereses incaicos. En este sentido, “el plan general de la obra, el
propósito al cual estaba encaminada, tuvo dirección inca seguramente;
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pero el quehacer menudo [las técnicas y materiales constructivos] es preinca”.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Jiménez Borja, Arturo. (1988) Puruchuco. Lima: BNP. Nieto Manga, Mayra. (2007) Santuarios incas en Lima. Gaceta cultura l, nº 28. Tavera,
Lizardo
(2011).
Puruchuco.
Lima.
Recuperado
en:
http://www.arqueologiadelperu.com.ar/bb_puruchuco.htm Villacorta Ostolaza, Luis Felipe (2000). Arturo Jiménez Borja: investigador y protector del legado prehispánico. Boletín Museo de Sitio de Puruchuco , año 2, nº 1. Villacorta O., Luis Felipe. (2004) Los palacios en la costa central durante los periodos tardíos: de Pachacamác al inca. Bull. Inst. fr. Etudes andines , vol. 33, nº 3.