UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Teoría y Técnicas de la Entrevista I
PROFESOR: Reyes González José Luis ALUMNOS:
León Rosario Susana León Vázquez Mauricio Martínez Herculano Marisol Rebolledo Villa Araceli Sánchez Cruz Iván
MONOGRAFIA 5412
MEXICO DF, NOVIEMBRE 2014
“Los procedimientos existen para impedir el
contacto, no para favorecerlo. La gente sin imaginación y sin ideas llena su cabeza con
programas y procedimientos. La gente con carácter sabe cuándo prescindir de los procedimientos” El
psicoanalista
–John
Katzenbach-
Entrevista La entrevista es una relación que se establece entre dos o más personas. Esta relación es diferente a cualquier otra, debido a la presencia de un técnico de la psicología que tendrá como objetivo encaminar la entrevista para lograr la evaluación u obtención de información. (Díaz Sanjuán. L, 2011). Es una técnica que, entre muchas otras, viene a satisfacer los requerimientos de Interacción personal que la civilización a dirigido. Proviene del francés “etrevoir”, que significa “verse uno al otro” visita que se le
hace a una persona para interrogarla sobre ciertos aspectos. Es un intercambio verbal, que nos ayuda a reunir datos durante un encuentro, de carácter privado y cordial, donde una persona se dirige a otra y es una forma oral de comunicación. La entrevista es una interacción humana con diferentes formas y tipos específicos, cada una de ellas tiene características particulares de acuerdo con el momento y las circunstancias que la rodean (Rodríguez, 1998). La entrevista es una técnica que exige de mucha capacitación y así dominar las habilidades requeridas para obtener la información necesaria para el juicio clínico de forma efectiva y profesional.
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La entrevista puede clasificarse en varias categorías según su análisis, por ejemplo: voluntaria si el paciente acude por su propia decisión; o compulsiva y obligatoria si la entrevista es parte de un juicio o proceso penal. En cuanto al método puede ser cerrada: si las preguntas ya están previstas, tienen un orden y una guía a seguir; o puede ser abierta: si el entrevistador tiene libertad para aportar información. Lo que respecta al manejo de la entrevista puede ser directiva: el entrevistador mantiene control sobre el entrevistado con preguntas específicas definidas; o libre (no dirigida): si el entrevistador puede llevar el ritmo y la agenda. En la entrevista directiva la especificidad y enfoque se hacen a costa de la información espontánea, la cual refleja las características y valores del entrevistado de una manera natural. En la entrevista libre las preguntas son amplias para mantener hablando al entrevistado, mientras el entrevistador escucha cuidadosamente sin interrumpir ni discutir. El reto es interpretar los datos que podrían ser inadecuados e incompletos. Ciertamente, algunos paradigmas teóricos tradicionalmente han preferido un esquema u otro, por ejemplo: el enfoque psicodinámico utiliza técnicas no directivas como la libre asociación; mientras que en los enfoques conductual y cognitivo conductual se utilizan métodos más estructurados y dirigidos. (Sánchez Escobedo, 2008) Existen muchas formas de clasificar las entrevistas, dependiendo de la disciplina científica que las usa, del modelo teórico que inspira a los autores y del particular modo en que se aplica. Algunas de ellas son: Estructurada: El entrevistador se ajusta a un guion establecido y
generalmente estandarizado a la hora de formular las preguntas. Dentro de las entrevistas estructuradas existen tres modalidades importantes: La entrevista mecanizada, en la que el paciente se sitúa ante un
ordenador o similar para responder a las preguntas que le formulan. En la última década este tipo de entrevista ha tenido un amplio desarrollo. Entrevista autoadministrada: es como un autoinforme, y en ella
el propio sujeto contesta por sí mimo a un texto con preguntas cerradas y en una secuencia determinada.
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Cuestionario guiado por el entrevistador: el paciente va
respondiendo al interrogatorio del examinador, o bien contesta por sí mismo, pudiendo preguntar sus dudas al examinador que lo acompaña. Semiestructurada: El entrevistador tiene un guion previo con cierto
grado de libertad para proponer cuestiones ad hoc durante la entrevista, bien ampliando la información, bien alterando el curso de las preguntas o la formulación de las mismas. Libre: El entrevistador permite hablar al entrevistado en función de sus
propias necesidades, formulando preguntas abiertas, preguntas de amplio espectro, que promuevan hablar desde lo que cada uno selecciona para contestar y no desde la concreción a una pregunta muy específica Como todo instrumento metodológico, la entrevista tiene pasos, etapas o fases que deben seguirse para alcanzar el éxito en el cometido que se ha propuesto; en este caso seguimos la visión de Colín (2009), quien divide a las entrevistas en tres etapas o fases: inicio o rapport, desarrollo y cierre.
Rapport La palabra rapport proviene del: Iniciar la entrevista con un apretón de manos, una frase amable y una clara explicación de la finalidad perseguida con la entrevista, ayuda a reducir notablemente las tensiones provocadas por la situación de la entrevista; situación que es encarada por el entrevistado a veces con miedo, otras con embarazo, otras con esperanza, pero siempre con gran expectación y con toda la intención de dar la impresión más favorable. (Acevedo, A., & y López, A., 1994). La primera etapa es la fase inicial, el objetivo principal es lograr que el entrevistado se sienta cómodo en presencia del entrevistador, así como dispuesto a hablar lo más posible fuera de cualquier tipo de inhibiciones. Esto se ha dado en llamar rapport o familiarización de la persona con la entrevista. 4
Los primeros minutos de una entrevista son decisivos para lograr el éxito, ya que depende en gran medida del rapport que establezca el entrevistador. El rapport consiste en crear una atmosfera cálida y de aceptación, de tal forma que el entrevistado se sienta cómodo, tranquilo, comprendido y a salvo y se comunique de manera abierta sin temor a ser juzgado o criticado. El entrevistador tiene la responsabilidad de hacer que el entrevistado participe y lo vea como una persona que puede ayudarlo y que es digna de confianza. El rapport está basado en la confianza, el respeto y la aceptación mutuos. (Aragon 2002) La construcción del rapport se encuentra siempre amenazada por los elementos psicológicos del entrevistado, la inexperiencia del entrevistador o la interferencia de factores contextuales; sin embargo, es preciso enfatizar que para que la información que se va a obtenerse en la entrevista sea fructífera, la construcción del rapport es indispensable. Aragón (2002) dice que el rapport se facilita con algunas actitudes del entrevistador, entre ellas menciona mantener un contacto visual apropiado, una postura relajada, natural y centrada en el entrevistado; un lenguaje espontáneo, amistoso y con un tono cálido y expresivo; aceptación incondicional y empática. Constituye uno de los primeros pasos para establecer una interacción eficaz durante la entrevista y en el contexto clínico, uno de los requisitos imprescindibles para la alianza terapéutica. Es una relación agradable y de compromiso mutuo, con alto nivel de afecto positivo, atención mutua, relación armoniosa, comunicación tranquila, alto grado de sincronización y simetría en la interacción. (Conxa, SF) Es responsabilidad del entrevistador el establecer un buen rapport con el entrevistado, lo cual no es equivalente a una relación entre amigos o familiares. La calidad del rapport influye en la comunicación que pueda ser clara, franca y abierta. Es muy importante que en el primer contacto el entrevistador transmita confianza y seguridad. Durante toda la entrevista es aconsejable mantener un ambiente cálido evitando la excesiva cordialidad, bromas, comentarios
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personales y referencias políticas, religiosas, etc. Hay que tomar en cuenta que los primeros cinco minutos pueden ser decisivos para el éxito de la entrevista. (Martorell & González, 1997)
Las siguientes recomendaciones ayudan a establecer un buen rapport: Tratar con cortesía Interesarse al escuchar Hacer preguntas extensas, en lugar de específicas Seleccionar áreas familiares al solicitante para poder abrir la entrevista o la descripción de las actividades del trabajo actual. Utilizar un lenguaje de acuerdo a la circunstancia y a la persona. Tener disponibilidad absoluta para aceptar el entrevistado y también para comprender sus problemas. (Acevedo & y López, 1994) La primera etapa es la fase inicial, el objetivo principal es lograr que el entrevistado se sienta cómodo en presencia del entrevistador, así como dispuesto a hablar lo más posible fuera de cualquier tipo de inhibiciones. Esto se ha dado en llamar rapport o familiarización de la persona con la entrevista. Los primeros minutos de una entrevista son decisivos para lograr el éxito, ya que depende en gran medida del rapport que establezca el entrevistador. La construcción del rapport se encuentra siempre amenazada por los elementos psicológicos del entrevistado, la inexperiencia del entrevistador o la interferencia de factores contextuales; sin embargo, es preciso enfatizar que para que la información que se va a obtenerse en la entrevista sea fructífera, la construcción del rapport es indispensable. También llamado familiarización de la persona con la situación de la entrevista se establece en la fase inicial. Los primeros minutos de una entrevista son decisivos para poder lograr el éxito depende, en gran medida, del rapport que establezca el entrevistador. Empatía, es decir, la posibilidad de asimilar la
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persona del otro, de penetrar en su efectividad, de sentir con él, esta invita a la reciprocidad. (Acevedo & y López, 1994)
CIMA La segunda etapa es la fase de desarrollo o cima, y constituye el núcleo de la entrevista. Tanto Acevedo (2009), como Colín (2009), coinciden que en ella se recaba la mayor parte de la información, y se profundiza en los aspectos identificados en la fase anterior, se intercambia información, se analiza la información y se confronta, se clarifican los problemas, se toman algunas decisiones sobre posibles soluciones y líneas de acción. Esta es la etapa más larga y profunda en cada entrevista. La cima de la entrevista representa la segunda etapa de la entrevista, en esta fase se desarrolla y constituye el núcleo de la misma. De acuerdo con Acevedo y Colín (2009) en esta fase se recaba la mayor parte de la información y se profundiza en los aspectos identificados en la fase o etapa anterior (Citado en Morga, 2012). En esta fase se intercambia y se analiza la información, se confronta y se clarifican los problemas identificados. De igual forma en esta fase se toman algunas decisiones sobre posibles soluciones y líneas de acción, esta etapa es la más larga y profunda de la entrevista (Morga, 2012) Acevedo y López (1994) mencionan que la cima de la entrevista es cuando el entrevistador ha obtenido datos suficientes para tomar una decisión. Dentro de una entrevista laboral, sería el momento adecuado para para decidir si un candidato cumple o no los requisitos de la vacante. De aquí en adelante se empieza con la fase final, la cual estará determinada por la decisión tomada en la fase de la cima.
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El haber pasado con éxito la fase de la cima no asegura necesariamente al entrevistado que sus expectativas se cumplan, ya que dentro de una organización puede haber mas tramites antes de emitir un veredicto final, sin embargo fallar en esta etapa puede ser una razón suficiente para poner fin al proceso de contratación. (Acevedo y López, 1994) En la fase de la cima el objetivo se centra en obtener información cualitativa más significativa, ya que se supone que en este momento existe un clima propicio de confianza, espontaneidad y seguridad. Esta etapa se caracteriza por una mayor participación por parte del entrevistado y una mínima intervención del entrevistador. Esta etapa es la idónea para realizar preguntas de tipo abierto, aquí se puede abordar un tema que no haya quedado claro para el entrevistador. Las áreas que se pueden tocar para investigar información de tipo cualitativo pueden ser variadas, pero se pueden centrar en aspectos ocupacionales, áreas familiares, de salud y pasatiempos. (Grados, 2007). La cima es la segunda fase que se conoce como la fase de exploración. Podríamos decir que es el cuerpo de la entrevista en el que el consultante explica su demanda, formula un problema y solicita una ayuda. En esta fase, como veremos posteriormente, el psicólogo trata de escuchar, observar y preguntar adecuadamente para ir elaborando hipótesis, que debe ir confirmando o rechazando, a fin de dar posteriormente respuesta a la demanda del consultante. El tiempo que transcurre desde que el paciente explica lo que le preocupa hasta que el psicólogo clarifica e identifica la naturaleza e importancia del problema y elabora las hipótesis pertinentes, no es homogéneo de unas entrevistas a otras, ni de unos pacientes a otros, pero en general una entrevista no suele durar más de 50 ó 60 minutos, por lo que esta fase suele ocupar alrededor de 40 minutos más o menos. La actuación del entrevistador en este tiempo es la de observar, escuchar y vivenciar la conducta del paciente, atendiendo a sus verbalizaciones, a la comunicación no verbal, elaborando hipótesis y tratando de confirmarlas
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progresivamente. Además utilizará de modo profesional y técnico estrategias comunicacionales a fin de conseguir los objetivos que se plantea. En esta fase, el psicólogo debe dejar constancia de cuál es su rol, guiar al entrevistado en el desarrollo de la entrevista y utilizar sus conocimientos y experiencia sobre técnicas y habilidades comunicacionales a fin de conseguir los objetivos que pretende.
Cima de la entrevista: Consiste en la realización propiamente dicha de esta y en la que van a explorarse las áreas que se mencionaron de manera general en la solicitud de empleo. Esta consta de: Historia laboral. Historia educativa. Tiempo libre. Proyectos a corto y a largo plazo.
FASE MEDIA O CIMA Se hacen preguntas directivas para explorar como se percibe a sí mismo y como es percibido por los demás. Se explora la integración de las relaciones objétales y la integración de la identidad.
SEGUNDA FASE DE EXPLORACIÓN E IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA El cuerpo de la entrevista. Explica la demanda, formula el problema y solicita ayuda. El entrevistador escucha, formula hipótesis. El S explica su demanda, formula un problema y solicita ayuda y el profesional deberá analizar las demandas, quejas y metas
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El psicólogo trata de escuchar, observar y preguntar adecuadamente para elaborar las hip a confirmar/rechazar durante el proceso para dar respuesta a la demanda. El tiempo entre que el S explica el problema y que el profesional identifica la naturaleza e importancia del contenido y elabora hipótesis no es homogéneo de una entrevista a otra ni con S diferentes y no suele durar más de 50-60 min. y esta 2 ª fase 40 min.
El profesional atendiendo a sus verbalizaciones y comunicación. no verbal elabora hipótesis en el proceso, para ello deberá dejar constancia de su rol, guiar al S y usar conocimientos, experiencias, técnicas y habilidades comunicacionales para conseguir esos fines. Aquí la actitud, experiencia y habilidades personales y profesionales son la base para comprender por qué y para qué el Sujeto acude. Importa saber escuchar, saber qué preguntar y cómo y cuándo hacerlo. Lograr la comprensión del problema implica conocer el motivo real y como lo percibe el S, sus antecedentes y consecuentes y que soluciones previas ha implementado. Antes de la fase final conviene que el profesional haga una síntesis de los problemas planteados y los formule de forma breve para obtener feed-back comprensivo. Eso acuerda un foco de trabajo común y clarifica la consulta y es el punto de partida del trabajo clínico posterior.
Cima de la entrevista psicológica Mientras en la etapa anterior el objetivo básico era obtener información cuantitativa sobre las diferentes áreas tratadas y la situación misma de la entrevista, en esta etapa el objetivo se centrará en obtener información
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cualitativa más significativa, ya que se supone que en este momento existe el clima propicio de confianza, espontaneidad y seguridad. Esta etapa se caracteriza por una mayor participación por parte del entrevistado y una mínima intervención del entrevistador. Es el momento de realizar preguntas de tipo abierto, que algunos autores las llaman preguntas exploratorias o de sonda. Aquí se puede abordar un área que no haya quedado clara para el entrevistador, por lo que puede preguntar y decir: “Háblame sobre su trayectoria ocupacional”, “Hábleme más sobre sus estudios”. “Cuénteme más sobre su familia”, y hasta allí lega a intervención del entrevistador, dando
pauta a que se explaye su interlocutor. Las áreas que se sugiere tocar para investigar datos de tipo cualitativo son: ocupacional, concepto de sí mismo y metas. Y como un punto de transición entre la cima y el cierre, se puede investigar más sobre las áreas familiar, salud y pasatiempos. Cima: (Reconocimiento e Investigación detallada): Momento culminante en la entrevista. Se buscan detalles del problema planteado en todas las áreas involucradas así como la información pertinente respecto a los recursos y limitaciones del sujeto. Éste es el momento que ofrece al clima adecuado, tanto en acopio de información como en confianza, espontaneidad y seguridad para aclarar las últimas dudas, vencer las últimas resistencias y disponerse a cerrar. Las áreas que se pueden evaluar dependiendo del caso, son de la familia, trabajo, salud física y mental, escuela, vocación, relaciones interpersonales, sexual, etc. Se toma cada área a la vez sin pasar a otra hasta que se ha terminado con la anterior. Cima: Es la fase de desarrollo o cima, constituye el núcleo de la entrevista. Tanto Acevedo (2009), como Colín (2009), coinciden que en ella se recaba la mayor parte de la información, y se profundiza en los aspectos identificados en la fase anterior, se intercambia información, se analiza la información y se confronta, se clarifican los problemas, se toman algunas decisiones sobre posibles soluciones y líneas de acción. Esta es la etapa más larga y profunda en cada entrevista.
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No hay que olvidar que el objetivo es que el entrevistado nos proporcione información, situaciones y experiencias que él ha vivido y que forman parte de su vida subjetiva. Vizquerra, R. (2004) refiere que en esta fase, el entrevistador debe conseguir: Crear un clima de familiaridad y confianza. El entorno en el que se realice debe caracterizarse por resultar al entrevistado cómodo y acogedor (mobiliario adecuado, iluminación y ventilación adecuadas, no ruidos…).
Mantener una actitud abierta y positiva que favorezca y facilite la comunicación. Será necesario hacer hincapié en la forma de vestir del entrevistador, utilizar un lenguaje que resulte familiar y significativo para el entrevistado. Facilitar la comunicación, adoptando una serie de formalismos:
Presentarnos profesionalmente.
Indicar el objetivo y motivo de la entrevista.
Establecer las condiciones de confiabilidad y difusión de la
información.
Puntualizar la duración, número de encuentros necesarios, etc.
Registrar la información de la entrevista. El medio más utilizado es la grabadora. Sería recomendable que fuese de calidad, que se pruebe previamente, que se sitúe lo más cerca posible del interlocutor, que se usen cintas de máxima duración, etc. Cuando se utiliza la grabadora se recomienda tomar nota por escrito de los aspectos relevantes de la entrevista. Así, además se añadirán anotaciones que argumenten y apoyen la descripción, interpretación y comprensión de la información para registrar en formato papel el entrevistador debe previamente pautar una serie de signos, símbolos y códigos que ayuden por un lado a realizar un registro exhaustivo de la información y por otro lado no interrumpa el discurso del interlocutor respetando la espontaneidad y naturalidad a las respuestas. También se puede llevar a cabo el registro a través del vídeo. En este caso particular las informaciones que se obtuvieran de la entrevista serían más ricas puesto que se añade la comunicación de tipo no verbal a la situación de la entrevista, ofreciendo
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nuevos datos complementarios y se permitirá al entrevistador ver cuántas veces quiera el vídeo y no perder detalle de las respuestas. Llevar a cabo las preguntas, que deben estar estructuradas. Una buena estructuración de las preguntas generará un guion adecuado que ayude al entrevistador tanto en la toma de información como en el tratamiento estadístico de la misma.
Fase intermedia: objetivos, medios y duración Es importante que el paso de la anterior fase a ésta sea lo menos brusco posible. Para ello es ideal comenzar con una pregunta abierta con la que la persona se sienta libre de contar lo que quiera. En esta fase es el entrevistado el que pasará la mayor parte del tiempo hablan-do en respuesta a las preguntas del entrevistador, de una manera más o menos dirigida. Además, la fluidez en la conversación debe ser la nota dominante a lo largo de esta fase. Por esto, es importante saber realizarlas transiciones entre temas para evitar cambios bruscos en la conversación. Otro aspecto que se debería observar es que a lo largo de estafase lo normal es percibir a través del lenguaje verbal, y sobre todo por el lenguaje no verbal, cómo la persona cada vez va sintiéndose más cómoda y relajada. Así, por ejemplo, sus respuestas tenderán a ser más largas conforme avance la entrevista Sin embargo, en algunas entrevistas puede darse el caso de que la comunicación y la interacción entre entrevistador y entrevistado no fluyan como sería esperable. Es importante saber detectar estos casos para poder actuar en consecuencia. Rojí y Cabestrero (2008) recomiendan ex-plorar tres categorías que pueden aplicarse a cualquier tipo de entrevista: Detectar si el deterioro se ha desarrollado de manera insidiosa o existe un punto de inflexión a partir del cual se ha bloqueado la entrevista;
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Podría ser que el entrevistado se sintiera desanimado respecto a los resultados de la entrevista. La tarea del entrevistador será determinar qué factores han podido contribuir a ello. Estudiar hasta qué punto el deterioro está asociado a la conducta del entrevistador hacia ese paciente. Podría ser que algunas reacciones o actitudes del entrevistador, por ejemplo desagrado o falta de interés, estén en el origen del problema.
Cierre La tercera fase o fase final es el cierre de la entrevista. De acuerdo a Acevedo (2009) esta fase es casi tan importante como la de inicio. Su objetivo fundamental consiste en consolidar los logros alcanzados durante las etapas de cima y cierre. Inicia con la indicación del entrevistador que se acerca el final, indicación que debe ser seguida por un resumen de los contenidos tratados. Se busca ofrecer al cliente la oportunidad de aclarar algunos malentendidos y se brinda la posibilidad de comunicar cualquier información que hubiera quedado retenida por diversos motivos. De acuerdo a Colín (2009), esta fase es muy importante, porque el sujeto puede proporcionar información relevante al final. Así mismo, dentro de esta etapa de cierre, se encuentran las prescripciones, mismas que pueden consistir, dependiendo del modelo teórico, en dejar alguna tarea a realizar por el entrevistado en su casa, durante el tiempo que transcurre hasta la siguiente entrevista, recomendar acerca de futuros problemas, asegurar al sujeto su capacidad para manejarlos solo, en potenciar su motivación en los temas tratados sugiriendo cómo podría abordarse la sesión próxima. Lo que se pretende es atar los cabos que hayan podido quedar sueltos, insistiendo siempre en los aspectos potenciadores de la comprensión del individuo respecto de sus dificultades, y en su esperanza y autoconfianza frente 14
al futuro. El fin de la entrevista se concluye con la despedida formal. (Colin, 2009) En la tercera fase, fase final o de cierre de la entrevista, se despide al paciente. Conviene, antes de despedirse, clarificar con el paciente cuál va a ser el modo de trabajo que se va a realizar en la próxima o próximas sesiones, es decir, horarios, duración de los mismos, frecuencia de sesiones, coste económico, etc. Si esto se ha hecho previamente durante la entrevista, es suficiente con solo recordarlo a modo de síntesis de forma que no quede ninguna duda sobre nuestro modo de actuación profesional y de lo que se espera de él. Así mismo en la sesión inicial se concreta una nueva fecha para proseguir el trabajo de evaluación e intervención, tras esto, llega es el momento de levantarse y despedirse. Esta fase final es bastante diferente de unos pacientes a otros. Algunos están más tranquilos porque han expuesto el problema, han iniciado un medio de solucionarlo, y ha pasado el primer momento de ansiedad a lo desconocido. Para otros, al momento de despedirse se sienten mal porque no han dicho algo que querían y es en este momento cuando plantean o informan de algo que es absolutamente novedoso e importante para la comprensión del tema. En estos casos se aconseja, en general, dar por finalizada la entrevista y explicar que de éste y de otros temas podemos seguir hablando en la próxima sesión. No se trata de cortar groseramente a la persona, sino de respetar el tiempo de trabajo del profesional o de otros pacientes
CIERRE El fin de la entrevista debe ser respetado como todo el encuadre, y la reacción a la separación es un dato de gran importancia, tanto como la evaluación de cómo
se
va
el
entrevistado
y
como
quedamos
nosotros
contra
transferencialmente con él. Las Entrevistas bien realizadas insumen mucho tiempo, del que con frecuencia no se dispone, especialmente en instituciones (escolares, hospitalarias, fabriles, etc.).
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En estos casos lo más conveniente es reservar, del tiempo disponible, un lapso para realizar aunque solo sea una entrevista diaria en condiciones óptimas. Esto impide las estereotipias en el trabajo y las racionalizaciones de la evitación fóbica .Además es importante reservarse el tiempo necesario para estudiar las entrevistas realizadas, y es mejor aún si esto se realiza en grupos de trabajo. El psicólogo y el psiquiatra no deben trabajar aislados, porque esto favorece su alienación en el trabajo.
Cierre. Cinco o diez minutos antes de dar por terminada la entrevista, se anuncia el final de la misma dando oportunidad al solicitante para que haga las preguntas que estime pertinentes. Es importante hacer sentir al solicitante que la entrevista vale la pena, se le da a conocer el siguiente paso a realizar y si no es aceptado se le debe orientar. La extensi6n y profundidad de la entrevista depende del nivel que se vaya a seleccionar. CIERRE Fase Final: Se solicita al paciente que cuente algo que considere importante y que no se haya conversado anteriormente, que explique sus ansiedades y realice las preguntas que aún le aquejan. En esta fase se evalúa: La motivación para la continuación del proceso y el tratamiento El manejo de peligros que pueden existir (ejemplo: intentos de suicidio). El grado en que el sujeto puede tolerar y responder en forma positiva a las declaraciones del entrevistador con respecto a sus problemas
Despedida física: CIERRE En esta fase final los S reaccionan diferentemente, unos tranquilos por exponer su problema, y pasar el primer momento de ansiedad a lo desconocido, otros 16
se sienten mal por no decir lo que querían y plantean nuevos e importantes datos, generalmente deberá dar por finalizada la consulta y proponer hablarlo en la siguiente. Por respeto al trabajo del profesional y de otros pacientes De acuerdo con Acevedo (2009) esta fase es casi tan importante como la de inicio. Su objetivo fundamental consiste en consolidar los logros alcanzados durante las etapas de cima y cierre (Citado en Morga 2012) Inicia con la indicación del entrevistador que se acerca el final, indicación que debe ser seguida por un resumen de los contenidos tratados. Se busca ofrecer al cliente la oportunidad de aclarar algunos malentendidos y se brinda la posibilidad de comunicar cualquier información que hubiera quedado retenida por diversos motivos. De acuerdo a Colín (2009), esta fase es muy importante, porque el sujeto puede proporcionar información relevante al final. Así mismo, dentro de esta etapa de cierre, se encuentran las prescripciones, mismas que pueden consistir, dependiendo del modelo teórico, en dejar alguna tarea a realizar por el entrevistado en su casa, durante el tiempo que transcurre hasta la siguiente entrevista, recomendar acerca de futuros problemas, asegurar al sujeto su capacidad para manejarlos solo, en potenciar su motivación en los temas tratados sugiriendo cómo podría abordarse la sesión próxima. (Citado en Morga 2012) Lo que se pretende es atar los cabos que hayan podido quedar sueltos, insistiendo siempre en los aspectos potenciadores de la comprensión del individuo respecto de sus dificultades, y en su esperanza y autoconfianza frente al futuro. El fin de la entrevista se concluye con la despedida formal. CIERRE En esta fase se despide al paciente, conviene que antes de despedirse clarificar con el paciente cual será el modo de trabajo que se va a realizar en las próximas sesiones, es decir: horarios, duración de los mismos, frecuencia de sesiones, costo económico, etc. Si esto se ha hecho previamente en la entrevista, es suficiente con recordarlo a modo de resumen con la finalidad de que no quede duda alguna.
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Esta fase es diferente entre cada uno de los pacientes. Algunos están más tranquilos porque han expuesto su problema, han iniciado un medio de solucionarlo y ha pasado el primer momento de ansiedad a lo desconocido. Sin embargo, para otros al momento de despedirse se sienten mal porque no han hecho dicho algo que querían y es el momento cunado plantean o informan de algo que es novedoso o importante. En estos casos se aconseja, dar por finalizada la entrevista y explicar que posteriormente se puede hablar de dichos temas (Maganto, C. SF)
CIERRE Esta fase es casi tan importante como la de inicio. Aquí conviene que el entrevistador acentúe el tono de cordialidad para asi asegurarse de que ha desaparecido toda la tensión que pudiera haberse producido en el transcurso de la entrevista. Antes de terminar es necesario verificar sino quedo algún punto sin investigar y su el entrevistador no desea añadir algo más. El mejor camino para finalizar el encuentro es anunciar cinco o diez minutos antes de que el final se acerque. Frases como “Antes de terminar voy a hacerle algunas preguntas más”, “Nos estamos acercando al final, pero antes me gustaría que me dijera…”.
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