UNIVERSIDAD NACIONAL SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO
FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES Y FINANCIERAS CARRERA PROFESIONAL DE CONTABILIDAD
CURSO:
Proyección Social
TEMA:
Máximo San Román
: Lizeth DOCENTE
Molina Martínez
: INTEGRANTES
CHALCO LORAICO, Karen GUTIERREZ SINCHI, Lucy Rocio MOLINA VILLENA, Sandy Shiwar SOTO COLLANA, Mario Francisco ANO CJUMO, Saul Eliezer HUARCO ALVAREZ, Pavel Jhonatan
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CUSCO – PERÚ
2014
PRESENTACIO N
Hemos elegido este tema porque nos ha llamado la atención el gran ejemplo de vida que representa MAXIMO SAN ROMAN , ya que ha sido sin lugar a dudas una de las figuras más carismática y trabajadoras que ha conocido el Cusco. Se convirtió en uno de los cusqueños mas exitosos de la ultima década por su gran empeño en hacer empresa. En su largo trabajo demostró una gran capacidad para conciliar fidelidad y creatividad, prudencia e ingenio, paciencia y audacia. Apoyado en su prestigio y autoridad política de la región del Cusco. A lo largo de ésta investigación hemos descubierto cómo un hombre como cualquier otro, puede llegar tan lejos por medio del trabajo arduo y continuo sin decaer en sus deseos de ser un hombre exitoso.
Muchos nos preguntamos con frecuencia de dónde le vinieron MAXIMO SAN ROMAN esas indiscutibles cualidades personales. ¿Qué hay en su biografía que le permitió prepararse de un modo tan sobresaliente para ejercer su misión como cabeza de la empresa NOVA a pesar de su difícil historia?
BIOGRAFIA
Máximo San Román nació el 14 de abril de 1946, en la comunidad campesina de Yaucat, del distrito de Cusipata, provincia de Quispicanchis, en el Cusco. Sus padres fueron Julio San Román y María Natividad Cáceres. Sus estudios primarios los realizó en la Escuela Fiscal N° 729 de Calca y la secundaria la cursó en el Colegio San José de La Salle del Cusco. Ingresó a la Escuela Nacional de Ingeniería Técnica (ENIT) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), donde estudió y se graduó como ingeniero mecánico de producción (1970). Está casado con Irene Guerra, con quien tiene cinco hijos: Kathy, Lenka, Max, Alina y Carolina. San Román es un empresario de éxito. Se declara orgulloso de su origen andino y de su dominio del quechua, que aprendió como lengua materna, elementos considerados como puntos en contra por la mayor parte de los citadinos. Sostiene que el principal obstáculo que tenemos los peruanos para triunfar en la vida es la falta de autoestima: “La gente quiere renunciar a sus raíces y no recuerda que los países andinos hemos heredado una cultura milenaria”.
Desde muy joven se dedicó al rubro metal mecánico. Cuando aún era un niño se interesó por la fabricación de herramientas de labranza, lo que despertó en él su vocación profesional. De origen humilde, comenzó doblando fierros en la puerta de un taller de mecánica en Piñonate y al concluir sus estudios universitarios ya era dibujante mecánico y docente del Centro de Tecnología Industrial del Ministerio de Industria y Comercio. Fabricó su primera máquina, el molino picador, con piezas usadas, y luego se dedicó a reparar, diseñar y fabricar todo tipo de maquinarias, especialmente para los sectores metal mecánico, agroindustrial, minero y de la panificación. Su afán por recibir mayor formación técnica y profesional, lo llevó a realizar pasantías y especializaciones en diferentes empresas de Europa, Asia y Estados Unidos, donde participó y evaluó procesos de producción de bienes de capital y transformación de metales para fines industriales. Una vez de regreso en el Perú, San Román comenzó a aplicar los conocimientos obtenidos en el extranjero para la industria nacional. En 1979, funda Industrias S.A., empresa de Metal Mecánica, y desde 1980 es presidente del directorio de Nova Perú, compañía de maquinarias para la industria alimentarias. Con el tiempo San Román se h a especializado en la
fabricación de maquinaria para la industria de la panificación, la cual inclusive se exporta a 21 países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Italia, África y la mayor parte de América Latina. Sus importantes logros hicieron que el Concytec le otorgara el premio Concytec por sus innovaciones tecnológicas en la industria de la panificación. El ingeniero San Román ejerció diferentes cargos como el de presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Industriales del Perú, APEMIPE (1987-1989); presidente de la Federación Nacional de la Pequeña y Mediana Industria del Perú (FENAPI), presidente del Fondo de Garantías para la Pequeña Industria, FOGAPI (1986-1987); presidente del directorio del Fondo de Promoción para la Pequeña Empresa Industrial (FOPEI); entre otros. En el ejercicio de estos cargos, representó a los pequeños y micro empresarios peruanos en diferentes foros nacionales e internacionales. En las elecciones generales de 1990 postuló a la Primera Vicepresidencia de la República, integrando la fórmula encabezada por el ingeniero Alberto Fujimori, la que resultó victoriosa. Al mismo tiempo, San Román resultó electo Senador y sus pares lo eligieron Presidente del Senado (1990). Posteriormente fue Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado (1991). El 5 de abril de 1992, cuando el Presidente Alberto Fujimori disolvió el Congreso San Román se encontraba en la República Dominicana. A su regresó al Perú, el 21 de abril, en el auditorio del Colegio de Abogados de Lima, fue proclamado Presidente Constitucional de la República por los integrantes de las Cámaras de Diputados y Senadores. Sin embargo, nunca llegaría a tomar posesión efectiva de la Jefatura del Estado. A partir de entonces San Román se alejó de Cambio 90. En 1995 fue electo Congresista por el movimiento político Obras. En el 2006 candidateó a la Primera Vicepresidencia de la República, integrando la lista del partido Restauración Nacional, la misma que estuvo encabezada por Humberto Lay Sun, quien ocupó el 6° lugar en las elecciones generales. En la actualidad San Román dirige la fundación que lleva su nombre y desarrolla importantes trabajos a favor de diversos grupos de niños desamparados, como los del Hogar de Niños Sagrada Familia de Ventanilla, la casa de los Juchuy Runas del Cusco, entre muchos otros. Ha celebrado convenios con la Universidad Cayetano Heredia para fabricar galletas vitaminadas para combatir la desnutrición y la anemia de muchos niños pobres. También apoya universidades en los campos de la agricultura, acuicultura, hidroponía, ganadería y fruticultura, entre otros. Benefició a la UNI, su alma mater, con la donación de un moderno torno de control numérico. En 2010 San Román se presentó como candidato a la presidencia de la Región Cusco con el Movimiento Regional Pan.
CARGOS QUE EJERCIO EN EL RUBRO EMPRESARIAL El ingeniero San Román ejerció diferentes cargos como: o
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Presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Industriales del Perú, APEMIPE (1987-1989); Presidente de la Federación Nacional de la Pequeña y Mediana Industria del Perú (FENAPI), Presidente del Fondo de Garantías para la Pequeña Industria, FOGAPI (1986-1987) Presidente del directorio del Fondo de Promoción para la Pequeña Empresa In dustrial (FOPEI).
En el ejercicio de estos cargos, representó a los pequeños y micro empresarios peruanos en diferentes foros nacionales e internacionales.
HOMBRE DE EXITO COMO INICO SU CAMINO EMPRESARIAL MAXIMO SAN ROMAN Desde muy joven se dedicó al rubro metal mecánico. Cuando aún era un niño se interesó por la fabricación de herramientas de labranza, lo que despertó en él su vocación profesional. De origen humilde, comenzó doblando fierros en la puerta de un taller de mecánica en Piñonate y al concluir sus estudios universitarios ya era dibujante mecánico y docente del Centro de Tecnología Industrial del Ministerio de Industria y Comercio. Fabricó su primera máquina, el molino picador, con piezas
usadas, y luego se dedicó a reparar, diseñar y fabricar todo tipo de maquinarias, especialmente para los sectores metal mecánico, agroindustrial, minero y de la panificación. Su afán por recibir mayor formación técnica y profesional, lo llevó a realizar pasantías y especializaciones en diferentes empresas de Europa, Asia y Estados Un idos, donde participó y evaluó procesos de producción de bienes de capital y transformación de metales para fines industriales. Una vez de regreso en el Perú, San Román comenzó a aplicar los conocimientos obtenidos en el extranjero para la industria nacional. En 1979, funda Industrias S.A., empresa de Metal Mecánica, y desde 1980 es presidente del directorio de Nova Perú, compañía de maquinarias para la industria alimentarias. Con el tiempo San Román se h a especializado en la fabricación de maquinaria para la industria de la panificación, la cual inclusive se exporta a 21 países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Italia, África y la mayor parte de América Latina. Sus importantes logros hicieron que el Concytec le otorgara el premio Concytec por sus innovaciones tecnológicas en la industria de la panificación.
Máximo San Román es un empresario que confía en sí mismo. En su capacidad como profesional. Él está orgulloso de su origen andino y del quechua que aprendió como lengua materna. Todos elementos considerados como puntos en contra por l a mayor parte de los citadinos, acostumbrados a discriminar lo andino. Pero que para él fueron un incentivo para salir adelante. Máximo está convencido de que el principal obstáculo que tenemos los peruanos para triunfar en la vida es la falta de autoestima. “La gente quiere renunciar a sus raíces y no recuerda que los países andinos hemos heredado una cultura milenaria”, piensa este hombre cordial, de
trato afable y de palabras directas. A sus 56 años, Máximo ha logrado triunfar al mando de Nova, una industria que fabrica equipos para panaderías y que él inició desde cero. Hoy, Nova tiene oficinas en Estados Unidos, Chile y Ecuador. Más de 300 personas trabajan para él y las ganancias son más que considerables. Lo mejor de todo es que sigue trabajando como el primer día y planea seguir creciendo. Ese es uno de los secretos que este empresario decidido pone en práctica todos los días. Arriesgar. Ese es otro detalle de su mentalidad de inversionista. Ese es el gran paso que Máximo San Román califica como indispensable para cualquier persona que pretenda alcanzar el éxito. Pero no solo eso. “Además es necesario valorar el trabajo y demostrar que poseemos conocimiento y técnica para que la gente nos comience a val orar”, afirma. Y eso fue lo que él
mismo hizo: arriesgó.
Luego de llegar a Lima, comenzó a estudiar en la Universidad Nacional de Ingeniería. Él sabía que la única manera de salir adelante era aprendiendo, adquiriendo una técnica que le permita desarrollarse como profesional en el mundo de los negocios. Lo siguiente era aprender en la cancha, en el ambiente laboral. Y así lo hizo hasta los 34 años. Entonces Máximo San Román tenía un buen puesto en una empresa, pero se dio cuenta de que no se sentía cómodo dando órdenes. Él era un hombre de acción y decidió iniciar su propia empresa. Lo que comenzó como una ambiciosa aventura terminó convirtiéndose en una gran industria que da empleo a más de 300 personas. Hoy exporta máquinas panificadoras a los más importantes mercados internacionales. Hay otra dimensión en San Román. Como vicepresidente del Perú, todos recuerdan la lección de dignidad y coraje que dio al país en 1992 al oponerse al golpe de estado de Fujimori. No logró entonces que prevalezca la democracia, pero su actitud mantuvo viva l a resistencia contra la dictadura y fortaleció a la oposición democrática. No es cuestión de suerte que hoy se encuentre dónde está. Él afirma que el destino se construye a base de trabajo y eso es lo que ha hecho desde joven. “No es la falta de oportunidades lo que
dificulta a nuestra gente a salir adelante. Esas son excusas. Lo que necesitamos es un cambio de actitud”, sentencia, a manera de receta. Con ese planteamiento logró superar los baches del camino. “Tenemos que cambiar nosotros al país, no esperar que el gobierno lo haga”, afirma. “No me considero exitoso. Es la gente que dice eso”, señala, cuando le preguntamos cómo se
siente el haber alcanzado el éxito. Modestia de un triunfador.
NOVA innova Durante las dos últimas décadas, la historia empresarial peruana ha ido derrumbando varios mitos. Uno de ellos: los peruanos somos incapaces de innovar. Un ejemplo de la invalidez de esta afirmación está representado por la empresa NOVA, fundada por Máximo San Román, quien desarrollara la primera amasadora hecha en el Perú.
El origen de NOVA
El nombre de Máximo San Román para muchos en el Perú se relaciona más con el
mundo de la política, los años 90 y su “designación” como presidente del país en reemplazo de
Alberto Fujimori. Sin embargo, se trata de una interesante historia de emprendimiento e innovación permanente. Don Máximo San Román nació en el Cuzco y desde muy pequeño creció con juguetes rústicos que permanentemente armaba y desarmaba. Al terminar el colegio se interesó por la Ingeniería Mecánica, para lo cual se preparó en una academia pre universitaria en Cuzco y luego viajó a Lima para postular e ingresar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Estudió y trabajó al mismo tiempo ayudando a un tío suyo que tenía un taller de metalmecánica. Don Máximo siempre agradeció a su tío el haber sabido explotar sus capacidades. Trabajó posteriormente en varios talleres, fabricó explosivos industriales, fue profesor y llegó a ser gerente de producción en una empresa japonesa. En una oportunidad, un amigo chiclayano le pidió diseñar y fabricar una máquina amasadora para una panadería. Eso marcó el inicio de su carrera como empresario, emprendedor e innovador. Tras la excelente acogida de sus primeras creaciones, se propuso desarrollar máquinas para amasar, cortar y hornear pan con estándares de calidad comparables con los de Italia o Francia, pero a un costo mucho menor. Ese fue el origen de NOVA.
NOVA hoy
El vertiginoso crecimiento de NOVA en el mercado local motivó a Don Máximo San Román a participar en tres ferias internacionales durante los años 1983 y 1984. Exhibió sus máquinas y comenzó a desarrollar su presencia internacional. Actualmente NOVA exporta a Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile, Costa Rica, Curazao, Venezuela, El Salvador y Estados Unidos. En Las Vegas, por ejemplo, los panecillos del reputado Restaurante París y de varios de los principales casinos so n preparados en las máquinas de NOVA. Asimismo, la empresa cuenta con su propio centro de capacitación, que además posee una escuela móvil que desarrolla seminarios cortos en distintos puntos del país. 98% de los clientes de NOVA en el mercado peruano provienen de la pequeña industria. Para ellos NOVA ha negociado líneas especiales con los bancos y ha creado un fondo de garantía para los casos de posibles incumplimientos o retrasos. Para probar sus propias máquinas, cuenta con dos panaderías abiertas al público y su servicio técnico y atención telefónica apoyada en un software CRM opera las 24 horas del día.
Su enfoque
NOVA no solo se dedica a la venta de maquinaria de panificación, sino que enseña el negocio a sus clientes. Busca siempre convertirlos en empresarios de la panificación. Además, esta empresa cuenta con todas las condiciones para expandirse bajo el modelo de franquicia, lo que le permitiría acelerar su crecimiento nacional e internacional a través de socios estratégicos (franquiciados) que asuman la mayor inversión en cada mercado al que se dirija. Este es un modelo de negocios que podría aplicarse a otros sectores e industrias que posicionen la marca peruana en el exterior.
Política de NOVA
Nuestra Filosofía de EXITO
Nuestra filosofía está basada en valores ancestrales, que están orientados al desarrollo de la persona como eje central de la sociedad así como a la revalorización de nuestra identidad Allinta Munay Quiere Bien, cultiva un alto nivel de autoestima. Allinta Yachay Aprende Bien, todo lo bueno Allinta Ruway Hazlo Bien, mejora continuamente. Visión Ser una empresa competitiva a nivel mundial y líder en desarrollo tecnológico. Misión "Hacer de nuestros clientes, empresarios de éxito".
Política Integrada de Gestión
NOVA, es el grupo empresarial líder en el mercado de máquinas, equipos y accesorios de la industria de la panificación y pastelería, que cuenta con un Sistema Integrado de Gestión basado en calidad, seguridad, salud ocupacional y medio ambiente; elaborado bajo un esquema de mejora continua y dentro del marco de la legislación y normativa aplicable. Nuestra política está orientada a: 1. Satisfacer las expectativas de los clientes a través de servicios y productos competitivos en precio y calidad. 2. Establecer condiciones y mecanismos de control para prevenir riesgos, accidentes laborales y enfermedades ocupacionales. 3. Optimizar el uso de los recursos naturales con una actitud responsable hacia el medio ambiente y prevenir la contaminación generada por residuos sólidos, emisiones y efluentes.
Compromisos
a. Comprender las necesidades del mercado y de los clientes para satisfacer sus necesidades y orientar nuestros esfuerzos para exceder sus expectativas. b. Desarrollar una cultura de calidad, seguridad y de protección del medio ambiente entre nuestros trabajadores, proveedores, clientes, grupos de interés y sociedad en general. c. Desarrollar actividades y programas que conviertan a nuestros trabajadores en agentes activos de calidad, innovación y mejora continua.
La receta de Maximo San Roman para los nuevos empresarios 1 APRENDER DESDE ABAJO Para San Román, la evolución de un empresario depende del aprendizaje . Sin embargo, no basta un teórico de las aulas. "No existe mejor forma de acumular conocimientos que poner en práctica lo que se aprendió en 24 horas”.
San Román explicó que el empresario debe ser al inicio un trabajador dependiente, empezar como practicante o ayudante e intentar aprender todo lo posible durante ese periodo. Eso permite consolidarse en el rubro que posteriormente desee especializarse. "Claro que no hay que quedarse como practicante, la idea es escalar puestos y ganar confianza. Hay empresarios que no pisaron la universidad, pero siguieron este paso y son exitosos". 2 AL INICIO SE ALQUILA TODO El siguiente paso es fundar una empresa. Pero atención: local, maquinaria y negocio alquilados. Según el empresario, esto permite consolidarse en el mer cado sin riesgos ni pérdidas. Cuando el negocio progresa se inicia recién la adquisición de bienes propios. 3 PRÁCTICA DE IDENTIDAD Y VALORES Sin identidad un empresario no puede dirigir un negocio. Así resume San Román este paso. Explica que en el mundo de los negocios la discriminación es constante. Incluso él, por ser cusqueño de nacimiento, la sufrió. "Se conserva la identidad practicando los valores y principios culturales heredados por tus ancestros”. Sus pilares del éxito están basados en tres conceptos andinos: "Allinta Munay”, que practica valores, buena moral, alta autoestima, integridad y deseo de superación; el “Allinta Yachay”, que se basa en el conocimiento, el orden, la limpieza y el aprendizaje, y el "Allinta Ruway" es el accionar de todo, pero de manera correcta.
4 LA MISIÓN DEL LÍDER Finalmente, San Román explica que el éxito no solo se mide por el crecimiento del negocio, sino también por la calidad de líderes que mantiene. Quien llega a gerente demuestra que tiene habilidad para convertir dificultades en oportunidades y esa habilidad debe ser impartida hacia los empleados para generar cadenas de responsabilidad. Un buen líder debe conservar la humildad, mantener el diálogo con su personal, no ser autoritario y facilitar oportunidades de desarrollo para sus trabajadores. PANIFICADORA NOVA Fabricar máquinas para amasar, cortar y hornear pan, con la misma calidad y excelencia que ostentan las producidas en Italia y Francia, pero con precios más bajos que las europeas, fue el reto que asumió Nova. Esta empresa peruana no sólo fabrica y comercializa sus equipos dentro y fuera del Perú, sino que capacita y obtiene financiamiento para sus clientes, impulsando la industria panificadora en ese país. Ingenio y constancia han sido los ingredientes permanentes de Nova, aportados por su fundador y gerente general, Máximo San Román, durante más de 20 años. Convencido de su talento –que él atribuye a sus ancestros incas –, construyó la primera amasadora de pan “made in Perú”, a partir de un prototipo importado que vio en catálogos, a petición de un cliente. Fue
así como nació Nova, a principios de los ochenta. El cliente quedó tan satisfecho, que luego le encargó una divisora de pan, una batidora y el horno eléctrico. “La mayoría de los panaderos tenían hornos de ladrillo en ese momento. Yo
fabriqué en 15 mil dólares el mismo horno importado de Francia que se vendía en 60 mil. Cuando lo hice, le dije al dueño que me permitiera exhibirlo en una feria internacional, y desde ese momento empezamos a exportar”, rememora San Román.
Ferias internacionales, la mejor vitrina Entre 1983 y 1984, Nova participó en tres ferias internacionales que fueron la mejor vía para exhibir sus productos, dada la desconfianza de los peruanos para creer que en su país es posible crear con calidad exportable. San Román utiliza una anécdota para ilustrar su experiencia: “Poníamos un aviso pequeño en
los diarios de circulación local y la gente llamaba a preguntar si las máquinas eran nacionales o importadas. Cuando decíamos que eran nacionales nos colgaban. Entonces cambié de estrategia. Decía no saber de dónde eran y que debían verlas. Cuando venían, se sorprendían y compraban”.
Fue así como Nova empezó a hacerse conocida en la industria panificadora, tanto nacional como internacional. Hoy, las exportaciones se realizan a países como Colombia, Ecuador, Costa Rica, Bolivia, Chile, Venezuela, Curazao, El Salvador y Estados Unidos. En este último, precisamente en Las Vegas, los panecillos del Restaurante París y los que ofrecen en la mayoría de los casinos, son hechos con tecnología Nova, según afirma su fundador. CAPACITACIÓN Y FINANCIAMIENTO Con la firme convicción de que el éxito de Nova depende del éxito de sus clientes, la alta gerencia de esta empresa ha incorporado nuevas líneas de negocio, y se las ha ingeniado para garantizar su permanencia en el mercado y desarrollar la industria panificadora en Perú. Es por ello que creó un centro de capacitación, para suplir la escasez de programas educacionales en el área de panadería, así como mejorar el desempeño de quienes se inician en el negocio. El centro educativo se acompaña de una escuela móvil, que lleva seminarios breves al resto del país. Y así como Nova se benefició en su momento del peruano Banco Industrial –hoy extinto–, los emprendedores que inician carrera en el sector de panadería recurren al apoyo de Nova con el fin de obtener financiamiento para la compra de las máquinas. San Román asegura que hoy en día las pymes no encuentran opciones crediticias de microfinanzas, e n la banca privada de su país. “Nuestros clientes, en el 98% de los casos, provienen de la pequeña industria. Hemos
negociado líneas especiales con los bancos, y creado fondos de garantía para cubrir la emergencia en la eventualidad de que el beneficiario del crédito no pueda responder”, explica
San Román. VOCACIÓN DE SERVICIO Ningún frente del negocio ha sido descuidado por parte de Nova. Para probar y mostrar cómo funcionan sus máquinas, ha abierto dos panaderías al público. “Tenemos que tener una planta para evaluar el rendimiento y la durabilidad de nuestras máquinas”, razona su fundador, y qué
mejor forma de hacerlo sino es produciendo el pan con su propia línea de equipos. Pero el servicio al cliente va más allá. Como cualquier empresa de hoy en día, hace uso de tecnología para mejorar la atención. Con un servicio técnico que funciona 24 horas ante cualquier eventualidad, y atención telefónica apoyada en un software CRM (Customer Relationship Management), Nova ha logrado destacarse en su nicho.
Sus empleados, que hoy suman 250 personas aproximadamente, también reciben capacitación constante. “No solamente tecnológica sino también humana, en valores, en mor al, en principios. Para ello tenemos un salón multipropósito que funciona como aula y comedor, con el confort necesario para nuestros trabajadores”, afirma San Román.
Su equipo humano y el ánimo de ofrecer siempre un producto de excelencia le ha valido el reconocimiento frente a sus pares europeos. Hoy, su mayor satisfacción es haber ganado en franca lid como el mejor fabricante de maquinaria de panificación, en la feria más importante del sector, celebrada en Las Vegas en 2004. “De allí es que un distribuidor de Italia ha visto nuestras máquinas y ha venido a Perú para hacer un pedido de 60 máquinas, una vez que llevó una prueba de 15”, concluye con orgullo
San Román.