Matanzas de Paracuellos celadas sin amparo legal ni acusación formal. Los presos extraídos de las prisiones lo fueron con listas elaboradas y notificaciones de traslado o libertad con membrete de la Dirección General de Seguridad y, en ocasiones, ocasiones, firmadas por Segundo por Segundo Serrano Poncela, Poncela, el delegado de Orden Público de la Consejería de Orden Público de la Junta la Junta de Defensa de Madrid. Madrid . La Presidencia de la Junta de Defensa la ocupaba el general José Miaja Menant, Menant, y la Consejería de Orden Público estaba encabezada por Santiago por Santiago Carrillo Solares. Solares. Posteriormente, Posteriormente, como como se ha dich dicho, o, los los pres presos os que que figur figurab aban an en las las 23 sacas citadas fueron fusilados de manera sumaria por milicias [1] Vista del cementerio de Paracuellos cercano al río río Jarama Jarama , , pertenecientes a las organizaciones obreras. uno de los lugares donde ocurrieron estos episodios de represión Antes del 7 de noviembre noviembre ya habían tenido lugar algunas de la Guerra la Guerra Civil Española , Española , erigido en recuerdo y memoria de sacas, especialmente durante el mes de octubre, fruto del los ejecutados. Al fondo de la imagen, una cruz blanca de grancambio de manos del control de las prisiones, que pasó des dimens dimension iones, es, en la lader laderaa del “cerrode “cerrode San Miguel Miguel”, ”, es visibl visiblee de las de los funcionarios de prisiones a las de las milicias desde la proximidad del aeropuerto aeropuerto de Madrid-Barajas. Madrid-Barajas. a raíz del asalto a la Cárcel Modelo , que tuvo lugar el 22 de agosto de agosto de 1936, si bien el número de asesinados Las llamadas matanzas de Paracuellos Paracuellos fueron una serie fue mucho menor y carecieron del carácter sistemático y de episodios de ejecuciones de ejecuciones masivas organizadas masivas organizadas durante organizado que tuvieron las de noviembre y diciembre. [5] la batalla la batalla de Madrid, Madrid, en el transcurso de la Guerra Civil Española,, que llevaro Española llevaronn a la muerte de de algo algo más de dos mil Las matanzas de Paracuellos son consideradas las de maprisioneros prisioneros considerados opuestos al bando al bando republicano. republicano. yor dimensión que tuvieron lugar en la retaguardia de la Los hechos se desarrollaron en dos lugares cercanos a la zona republicana. El número de asesinados ascendió a unas 2500 personas, si bien la cifra exacta sigue siendo ciudad de Madrid de Madrid:: los parajes del arroyo de San José, en Paracuellos de Jarama, Jarama , y en el soto el soto de Aldovea, Aldovea , en el tér- objeto de discrepancia y controversia. También son objeto de enconadas discusiones aspectos como quién dio mino municipal de Torrejón de Torrejón de Ardoz. Ardoz. la orden de ejecutar a los evacuados de las cárceles, por Las ejecuciones se realizaron aprovechando los traslados qué unas sacas terminaron en asesinatos masivos en tanto de presos de diversas cárceles madrileñas, conocidos po- que en otras los prisioneros llegaban sanos y salvos a su pularmente como sacas, llevados a cabo entre el 7 el 7 de no- destino y, en definitiva, las responsabilidades directas e viembre y viembre y el 4 el 4 de diciembre de diciembre de 1936 1936,, mientras se enfren- indirectas de los fusilamientos. taban las tropas gubernamentales y franquistas [2] por el control de la ciudad. Del total de 33 sacas de presos que tuvieron lugar en las fechas citadas, 23 de ellas terminaron en asesinatos: las de los días 7, 8, 9, 18, 24, 25, 26, 1 Las Las fuent uentes es 27, 28, 29 y 30 de noviembre y las del 1 y el 3 de diciembre. Entre el 10 y el 17 de noviembre no hubo extracción Las matanzas de Paracuellos siguen siendo objeto de alguna, y desde el 4 de diciembre cesaron. [3] agria polémica, con gran énfasis en la responsabilidad de Los convoyes mencionados fueron desviados hacia los lugares del arroyo San José, en la vega del río Jarama Jarama,, y a un caz un caz o o canal de irrigación fuera de uso, en la vega del río del Henares del Henares donde donde miles de prisioneros fueron asesinados. Entre ellos se encontraban militares que habían participado en la sublevación o que no se habían incorporado a la defensa de la República, [4] falangistas falangistas,, religiosos, militantes de la derecha la derecha,, burgueses y otras personas que en su inmensa mayoría habían sido detenidas por ser consideradas como partidarias de la sublevación, y encar-
Santiago Carrillo. Carrillo. El libro de referencia referencia sobre las matanzas de Paracuellos ha sido durante mucho tiempo Paracuellos: cómo fue , del hispanista irlandés Ian irlandés Ian Gibson, Gibson, publicado en 1983 y reimpreso en 2005 sin ninguna modificación, ficación, salvo un nuevo prólogo. Su libro fue el primero que abordó de forma sistemática y sin tesis preconcebidas dich dichoo asunt asuntoo (así, (así, por ejempl jemplo, o, en 1994, 1994, Ri Rica cardo rdo de la Cierva calificó calificó el libro libro de Gibson Gibson como como «excel «excelente ente»» [6] y al propi propioo Gibso Gibsonn como como un «hi «histo storia riado dorr de izqui izquier erdas das»» [Gib[Gibson se define como “socialista” en el prólogo de su libro] 1
2 «ganado por la Historia por encima de sus inclinaciones políticas»[7] ). Ese mismo año, el periodista e historiador gallego Carlos gallego Carlos Fernández publicó Paracuellos del Jarama: ¿Carrillo culpable? , con mucha menos repercusión (si bien La Cierva indica que su mérito principal consiste en «el análisis, generalmente acertado, de las fuentes que se refieren a las ejecuciones de noviembre y diciembre en Madrid»).[8]
1 LAS LAS FUENT UENTES ES
ciona nuevos datos y hallazgos. Según el periodista e historiador Jorge historiador Jorge Martínez Reverte, Reverte , los mayores mayores avances avances en la dilucidación dilucidación de lo que realmenrealmente ocurrió en Paracuellos se deben a Ian Gibson, Gibson , Javier Cervera y Ánge Ángell Viñas Viñas.. De acue acuerd rdoo con con su opin opinió ión, n, las las ininvestigaciones franquistas (recogidas en la célebre Causa General,, con confesiones extraídas bajo tortura y con General errores de documentación que califica de evidentes), no fueron nada útiles. La primera reconstrucción de los hechos se debería a Paracuellos: cómo fue , de Ian Gibson, publicada en 1983. El primer estudio consistente sobre el número e identidad de las víctimas se debería a Javier Cervera, a finales de los noventa. Ya en los primeros años del siglo XXI, Ángel Viñas habría avanzado mucho en esclarecer los hechos gracias a los archivos soviéticos. Respecto a César Vidal y Pío Moa, Moa, califica sus obras de panfletos que " no han hecho más que oscurecer la investi gación".[10] Como Como ya se ha citad citadoo anteri anteriorm ormen ente, te, en 1994, 1994, La Cierva calificó el libro de Gibson como «excelente». Por su lado, el hispanista estadounidense Stanley G. Payne afirma ne afirma que el estudio más reciente y mejor sobre las matanzas de Paracuellos es la obra de Vidal ParacuellosKatyn.[11] 1.1 1.1
Ian Ian Gibs Gibson on
Todas las obras citadas son fuentes secundarias, basadas en el análisis de gran cantidad de fuentes historiográficas. Por Por lo que que resp respec ecta ta a Gibson Gibson,, afirma afirma haber haberuti utiliz lizad ado, o, entre entre otras, las siguientes fuentes: •
Ian Gibson firmando en la Feria del Libro de Madrid de Madrid de 2007. La publicación del libro de Ian Gibson, Paracuellos: cómo fue en 1983 marcó un hito en el estudio de las matanzas.
En 1994, con motivo de la presentación por parte de Santiago Carrillo de sus Memorias (en las que, entre otros, narra su actuación como consejero de Orden Público en la Junt Juntaa de Def Defensa ensa de Madr Madrid id y su rela relaci ción ón con con los los epis episoodios de Paracuellos), Ricardo de la Cierva publicó Carrillo miente, en el que afirma demostrar que las memorias del político comunista contenían abundantes inexactitudes y falsedades (el subtítulo del libro es 153 documentos contra 106 falsedades ). De sus diez capítulos, el cuarto, El responsable de Paracuellos Paracuellos , está dedicado dedicado íntegramente a la implicación implicación de Carrillo en las matanzas. En 1998, Javier 1998, Javier Cervera había Cervera había publicado un análisis de la represión y la resistencia clandestina en Madrid durante la Guerra Civil, Madrid en guerra. La ciudad clandestina, 1936-1939, publicada en 1998, con segunda edición en 2006, sobre una tesis doctoral anterior del autor ( Violencia políti política ca y acción acción clande clandesti stina: na: la retag retaguar uardia dia de Madri Madrid d [9] en guerra, 1996 ). En este libro, se dedica un capítulo (Las sacas Las sacas de presos) dentro de la sección Madrid: sublevación derrotada, Estado destruido al análisis de las matanzas de Paracuellos. La reimpresión de 2006 propor-
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Los fondos de la denominada Causa denominada Causa General, General , transferidos en 1980 al Archivo Histórico Nacional y abiertos a la investigación en 1981; hasta entonces, sólo se habían conocido algunos de los resultados de las investigaciones, publicadas en 1944 como Causa General. La dominación roja en España. Avance de la información instruida por el Ministerio Público[12][13] (el propio La Cierva escribió que Gibson demostraba un excelente conocimiento de la documentación de la Causa General y la había aprovechado a fondo[6] ). Los teletipos intercambiados entre miembros del Gobierno de la República y de estos con la Junta de Defensa de Madrid durante los días 10 y 11 de noviembre, conservados en el Servicio el Servicio Histórico Militar y Militar y cuya referencia le fue proporcionada por Ramón Salas Larrazábal. Larrazábal .[14] El libro de Felix de Felix Schlayer, Schlayer , diplomático alemán que desempeñó el puesto de cónsul noruego en Madrid durante los primeros meses de la Guerra, Diplomat im roten Madrid , publicado en alemán en Berlín Berlín en en 1938 por la editorial nazi F. A. Herbig y prácticamente desconocido hasta que Gibson lo sacó a la luz. El libro narra las impresiones de Schlayer sobre la represión que asoló la retaguardia republicana en
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1.2 Carlos Carlos Fernánde Fernándezz
Madrid durante su estancia en la capital. El libro de Schlayer, Schlayer, a pesar de las simpatías pronazis [15] y por el bando franquista franquista del diplomático diplomático alemán (Schlayer colaboró con la quinta columna para pasar información a las tropas que asediaban la capital) es casi unánimemente considerado un documento de primordial primordial importancia para conocer muchos de los detalles de las matanzas (Gibson alude al libro diciendo ciendo que «reviste una importancia importancia extraordinaria extraordinaria [16] para nosotros»; Ángel Viñas matiza Viñas matiza la fiabilidad fiabilidad de las memorias de Schlayer debido a su fecha y lugar de publicación: «Es improbable que no pasaran por la bien engrasada máquina de propaganda goebbelsiana da goebbelsiana,, ya desatada frenéticam frenéticamente ente en una [17] cruzada antibolchevique» ). •
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El libro de Mijail de Mijail Koltsov, Koltsov, periodista agente soviético a las órdenes directas de Stalin, Diario de la guerra española, publicado en Moscú en Moscú en en 1938, en el cual describe, valiéndose valiéndose de un sosias un sosias,, Miguel Martínez, sus andanzas durante los primeros meses de la guerra y sus conversaciones con los medios comunistas españoles. Koltsov tuvo, según Gibson, una importancia crucial en el destino de los presos de las cárceles madrileñas. Los vascos vascos en el Madr Madrid id sitiad sitiadoo , libro libro delnaci del nacional onalista ista vasco Jesús vasco Jesús de Galíndez, Galíndez , en el que narra sus experiencias como miembro del Comité-Delegación del Partido Nacionalista Vasc Vascoo en Madrid entre el inicio de la guerra y su marcha de la ciudad en mayo de 1937 y como responsable de la sección de Presos y Desaparecidos de dicha delegación desde octubre de 1936 hasta su marcha de Madrid. Fue publicado por la editorial la editorial Ekin en Ekin en Buenos Buenos Aires en Aires en 1945 y reeditado por Txalaparta por Txalaparta en en 2005.
Los libros de varios presos en la Cárcel Modelo en noviembre de 1936. Gibson cita dos, dándoles una valoración muy diferente: de Emocionario íntimo de un cautivo. Los cuatro meses de la Modelo (1939), de Antonio Cobaneña, el Duende Azul, Gibson afirma que es " una fuente indispensable "; de Madrid bajo «el Terror», 1936-1937 (1937) y La agonía de Madrid, 1936-1937 (1938), de Adelardo de Adelardo Fernández Arias, Arias , el Duende de la Colegiata, un escritor critor de extre extrema ma derec derecha, ha,di dice ce en cambi cambioo que" que " noes de fiar ", ", fundamentalmente fundamentalmente porque estuvo refugiarefugiado en la embajada de Argentina durante los hechos y no fue testigo directo de lo sucedido. Entrevistas con varias personas involucradas o relacionadas con los hechos, como Santiago Carrillo, Carrillo, cuya entrevista es transcrita en el libro de Gibson, ocupando un capítulo entero; Máximo entero; Máximo de Dios, Dios, suplente del secretario de la Junta de Defensa Defensa de Madrid, socialista; o Ricardo Aresté Yebes, testigo presencial e hijo del alcalde de Paracuellos en la fecha de las matanzas.
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1.2
Los boleti boletine ness ofici oficial ales es de la Junta Junta de Defen Defensa sa de Madrid. Carlos Carlos Fernán Fernández dez
El libro de Fernández carece de una sección dedicada al anális análisis is de fuent fuentes. es. Tamb Tambié iénn presc prescin inde de de dos de las fuenuentes más importantes sobre las matanzas de Paracuellos: Paracuellos: el libro de Schlayer y los documentos de la Causa General (sólo (sólo se utiliz utilizóó el resu resume menn Causa General. La dominación roja roja en España...). Aparte del citado resumen de la Causa General, las fuentes más relevantes sobre el asunto manejadas por Fernández son diversos libros con testimonios de contemporáneos de las matanzas (entre los que se encuentran Adelardo Fernández Arias y Mijail Koltsov), testimonios de supervivientes a las sacas y fuentes secundarias como el trabajo de Ramón Salas Larrazábal Carrillo y la represión en el Madrid republicano (revista Nueva Historia, № 5, juni junioo de 1977). 1977). La La vers versió iónn de Santia Santiago go Carrillo es contrastada con el libro de Régis de Régis Debray y Debray y Max Max Gallo Demain l'Espagne, publicado en París en 1974 y traducido al español como Mañana España: conversaciones con Santiago Carrillo . 1.3
Ricard Ricardo o de la Cierva Cierva
Ricardo de la Cierva no aporta demasiadas novedades historiográficas historiográficas a su capítulo sobre Paracuellos Paracuellos en Carrillo miente (en el que señala 13 supuestas falsedades sobre las matanzas de Paracuellos —el capítulo contiene algunas más, no relacionadas con estos hechos—, aportando treinta y ocho documentos de muy distinta condición), mezclando fuentes primarias y secundarias. Entre las fuentes primarias, La Cierva menciona menciona fundamentalfundamentalmente: •
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Las actas de las sesiones y los Boletines de la Junta de Defensa de Madrid, recopiladas y analizadas por Julio Aróstegui y Aróstegui y Jesús Jesús A. Martínez en Martínez en 1984, en el libro La Junta de Defensa de Madrid . Los libros de Felix Schlayer, Jesús de Galíndez y Mijail Koltsov. Los libros de Adelardo Fernández Arias, los cuales, a pesar de que Gibson señaló que habían sido escritos de oídas, puesto que el autor no salió de la embajada argentina durante los hechos que narra, es calificado por La Cierva como «de máxima importancia»[8] (La Cierva indica que estos libros fuer fueron on usados usados tambi también én por Carlos Carlos Ferná Fernánd ndez, ez, el cual cual [8] «los valora mucho, y tiene t iene razón»). El libro de Antonio Cobaneña, el Duende Azul, en cuya valoración coincide con Gibson. El libro de Enrique de Enrique Castro Delgado Hombres made in Moscú (1963). Castro Delgado, primer comandante del Quinto del Quinto Regimiento, Regimiento, había pertenecido a
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1 LAS LAS FUENT UENTES ES
la dirección del PCE y sido partidario de Jesús Her- 1.5 nández.. A la caída de este ante Uribe nández Uribe y y Pasionaria , Castro Delgado fue expulsado del partido, pudiendo abandonar la Unión Soviética, donde se encontraba. Primero fue a México a Jesús Hernández colaborando en su proyecto proyecto comunista disidente, pero luego volvió a España, sin ser encarcelado. encarcelado. Escribió varios libros profundamente anticomunistas, como el citado (el historiador Fernando Hernández Sánchez señala chez señala que las obras de Castro, como las de " El Campesino"" habían sido sufragadas Campesino sufragadas por el Departamento de Estado estadounidense, en plena Guerra Fría[18] ). •
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La fiabi fiabilida lidad d de la Cau Causa sa Gene General ral
El resumen de la Causa General, Causa General. La dominación roja en España. Avance de la información instruida por el Ministerio Público . Actas del Pleno Ampliado del PCE en Valencia en 1937.
Entre las secundarias se encuentran: •
El propio libro de Ian Gibson (los documentos documentos de la Causa General son siempre citados citados a partir de transcripción de Gibson), así como el de Carlos Fernández. Detalle de la entrada del edificio principal del Consejo del Consejo Superior
Pérdidas de la guerra , de Ramón de Ramón Salas Larrazábal, Larrazábal , de Investigaciones Científicas en Científicas en el complejo de la calle Serrano sobre la estadística de asesinados en las matanzas. (Madrid) (Madrid).. Ahí se encuentra encuentra el Archivo Archivo Histór Histórico ico Naci Nacional onal , donde fondos que constituyen la Causa Gene«Santi «Santiag agoo Carril Carrillo lo y la repr repres esió iónn repu republ blic icana ana en Ma- se hallan depositados los fondos ral. drid, 1936», en el número 5 de la revista Nueva Historia (junio de 1977) La denominada «Causa General» fue un proceso abierto por los vencedores en la Guerra Civil en 1940. En palabras de sus promotores tenía: 1.4 Javie Javierr Cervera Cervera •
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Javier Cervera no proporciona proporciona tampoco fuentes fuentes novedosas. Utiliza profusamente profusamente la Causa General, los Boletines y actas de sesiones de la Junta de Defensa de Madrid incluidos en el libro de Aróstegui y Martín, los libros de contemporáneos ya citados y finalmente, entrevistas con Santiago Carrillo (que según Reverte no aportan nada nuevo sobre el contenido de sus Memorias ) y Cayetano Luca de Tena, Tena, integrante de una de las extracciones de presos que sí llegó sana y salvas a Alcalá de Henares. El único elemento novedoso es el acta de la reunión de Comité Nacional de la CNT la CNT que que sacó a la luz Jorge M. Reverte, Reverte, en la que se da cuenta de una reunión efectuada efectuada entre entre represe representant ntantes es de las JSU y de la feder ederac ació iónn loca locall de la CNT el 7 de noviembre, en la que acordaron dividir a los presos de las cárceles cárceles madrileñas en tres grupos. Uno de ellos, el de los presos «fascistas o elementos peligrosos», debía ser objeto de " ejecución inmediata. Cubriendo la responsabilidad ". ".[10] Sin embargo, según Jesús F. Salgado, este acta no era más que un borrador sin aprobar ni firma. También descubrió descubrió que en la transcripción de Jorge M. Reve Reverte rte faltaba altabann palabr palabras as que que camb cambia iaban ban el sentid sentidoo del documento. [19]
...la honrosa y delicada misión de fijar, mediante un proceso informativo fiel y veraz — para conocimiento de los Poderes Públicos y en interés de la Historia—, el sentido, alcance y manifestaciones manifestaciones más destacadas destacadas de la actividad criminal de las fuerzas subversivas subversivas que en 1936 atentaron abiertamente contra la existencia y los valores esenciales de la Patria, salvada en último extremo, y providencialmente, por el Movimiento Movimiento Liberador. Citado en (Gibson 2005: 37-38) Su fiabilidad es muy discutida por los historiadores. Todos reconocen su parcialidad, al contemplar solo los presuntos crímenes cometidos en la llamada zona roja, y consideran fruto de esta parcialidad el que se acuse de rebelión a los que permanecieron fieles a la república. Pero muchos historiadores historiadores imparciales imparciales la consideran consideran fiable en cuanto a la los horrores que se desencadenaron en la zona republicana,[20] o a que en ella se describen vívidamente Las circunstancias espantosas en que vivieron muchas
5 personas en la retaguardia retaguardia [21] y en cuanto a las relaciones mal comprobadas y peor urdidas, presenta, entre múltide víctimas del llamado terror rojo . ples datos que sí están comprobados comprobados y documentados, documentados, algunas descripciones descripc iones horripilantes sobre atrocidades perSu confección, en los años más duros de la posguerra, [25] ha llevado a los historiadores interesados en los episo- petradas en zona republicana». César Vidal no incluye dios represivos represivos en la retaguardia republicana, republicana, a tratar es- ninguna sección sobre crítica de fuentes, citando siempre ta fuente, fundamental por otra parte, con cierta cautela. documentos de la Causa General sin ninguna matización.
Así, Gibson, que señala que la consulta de los documen- En 1981, 1981, Ped Pedro ro Laín Entral Entralgo go decía decía en su artícu artículo lo «Sobre «Sobre tos de la Causa General es imprescindible para el estudio la convivencia en España» dando por ciertos los crímenes de las matanzas ocurridas en Madrid durante la Guerra relatados en la Causa General : Civil, también indica que su consulta debe hacerse con Se publicó una Causa general, hubo lápidas cuidado, «puesto que constituyen casi siempre una densa para para los los caído caídoss en la retag retaguar uardi dia, a, del del nombr nombree de mezcla de verdades verdades y mentiras, fuertemente condicionacondiciona[22] Paracuellos se hizo todo un símbolo, fue minudas por las circunstancias circunstancias en las cuales se prestaban». ciosamente elaborada una tesis doctoral acerPero no pone en duda la realidad de los «los horrores que ca de los sacerdotes y religiosos asesinados... se desencadenaron en la zona republicana»: Cierto todo ello. Horrible todo ello. [26] Todos los horrores que se desencadenaron desencadenaron en la zona republicana después del alzamiento, y que con todo lujo de detalles se pueden encontrar en la Causa General que el bando gaFrancisco Pérez Álex, coordinador coordinador de la Asociación Menador elaboró para mostrar los crímenes de los moria Histórica y Justicia de Sevilla (AMHYJA) opina rojos, no se empezaron a reprimir hasta muy que los muertos del bando franquista fueron registrados tarde. uno por uno: [20]
No explicó que los franquistas, después del golpe militar y la guerra, se cuidaron de airear sus muertos, que fueron registrados uno por uno en lo que denominaron “la causa general”, mientras minimizaban, manipulaban y ocultaban las cifras de la tremenda represión franquista, entre otras razones porque seguían reprimiendo.
Javier Cervera, que consultó consultó los documentos documentos de la Causa General aún más profusamente que Gibson (dado que su estudio abarcaba el total de la Guerra), indica que a pesar de sus deficiencias, los documentos de la Causa deben ser ineludiblemente consultados. Las deficiencias señaladas por Cervera son su propósito justificativo, el momento [27] en el que se llevó a cabo, inmediatamente después del fin de la Guerra, y las circunstancias en las que las declaraciones se llevaban a cabo (" se trata de una densa mezcla de verdades y mentiras, manifestadas por personas inte- Enrique Moradiellos considera Moradiellos considera que las víctimas de la viorrogadas, muchas de ellas, bajo la presión de una posible lencia republicana fueron bien contadas gracias a la eficondena, perpetua o capital muchas veces ". La metodo- cacia de la causa general: logía utilizada por Cervera a la hora de considerar veraz Porque Porque es indigno no ayudar a los familiafamiliauna declaración fue el siguiente: si los datos de un testigo res actuales a localizar los restos de sus antepason corroborados por otros testimonios, incluso a veces sados sados enter enterrad rados os en fosas osas anónim anónimas. as. Porq Porque ue las supuestas víctimas de sus presuntas acciones; cuando se otras víctimas de la violencia republicana (muproporcionan informaciones cuya ocultación o tergiverchas inocentes y bien contadas gracias a la efisación no tiene ningún beneficio para el declarante (cocacia de la Causa General incoada por el franmo por ejemplo, relativas al funcionamiento de instituquismo) ya tuvieron su restitución oficial, sus ciones); o cuando las manifestaciones son corroboradas [23] muertes reconocidas, reconocidas, sus tumbas honradas, sus por fuentes bibliográficas o testimonios posteriores. posteriores. deudos gratificados. Ricardo de la Cierva no hace especial crítica de las fuentes que utiliza. Respecto a la Causa General afirma que se trata de un «formidable archivo» con «exhaustivos fondos».[6] Sólo al referirse al precedente de la Causa General, el «Dictamen de la Comisión sobre ilegitimidad de poderes actuantes en 18 de julio de 1936» afirma que contiene «testimonios importantes y fidedignos sobre la represión en Madrid». [24] Sin embargo, Gibson indica en la sección dedicada a la Causa General que en otra de sus obras, La historia se confiesa, de 1976 que «La Causa General, ese conjunto deplorable de acusaciones
[28]
2
Los Los hech echos
Entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936 se llevaron a cabo 33 extracciones de presos de cárceles madrileñas. Las extracciones extracciones se llevaban llevaban a cabo mediante notificaciones notificaciones con el membrete oficial oficial de la Dirección
6 General de Seguridad y firma de su director y, en ocasiones, firma de Segundo Serrano Poncela, delegado de Orden Público y situado inmediatamente a las órdenes de Santiago Carrillo, consejero de Orden Público de la Junta de Def Defensa ensa de Madrid, Madrid , que se había constituido constituido en la madrugada del 7 de noviembre. Las extracciones portaban listas nominativas e incluían como razón de la extrac tracci ción ón la pues puesta ta en libe liberta rtadd de los los list listad ados os o su tras trasla lado do a cárceles alejadas de la línea del frente como las de Alcalá de Hena Henares res o Chinchilla Chinchilla.. De acue acuerd rdoo con con las conc conclus lusio ione ness del historiador Javier historiador Javier Cervera, Cervera, las sacas que tuvieron como razón el “traslado” de presos llegaron efectivamente a su destino sanas y salvas, siempre a Alcalá de Henares.
2 LOS HECH HECHOS OS
llaban a las puertas de Madrid, el nuevo Gobierno republicano a cuyo frente se hallaba Largo hallaba Largo Caballer Caballeroo decidió abandonar Madrid y trasladarse a Valencia a Valencia,, en la certeza de que la caída de la capital era inminente. Según Gibson, que toma como base la entrevista entrevista realizada a Santiago Carrillo en 1982 para la elaboración de su obra sobre Paracuellos, la decisión se tomó a eso de las 18:45 de la tarde.[42] Sin embargo, según las memorias de Santiago Carrillo, escritas diez años después, en 1993, el consejo de ministros se reunió por la mañana. [43] En la reunión se tomó la decisión de que el gobierno debía abandonar Madrid esa tarde. De acuerdo con dichas memorias, los ministros comunistas del gobierno (Vicente ( Vicente Uribe y Uribe y Jesús Jesús Hernández)) informaron a los dirigentes del partido, así Hernández como a los dirigentes dirigentes de las JSU recién afiliados al PCE, entre ellos a Carrillo, que el gobierno abandonaba la ciudad con la intención de dejar al mando, para encargarse de la defensa de la ciudad, a una Junta una Junta de Defensa presiDefensa presidida por el general el general Miaja y Miaja y compuesta por representantes de todos todos los partid partidos os que que compo componía níann el el Frente Pop Popular ular.. A última hora de la tarde, el general Asensio general Asensio,, subsecretario de Guerra (Largo Caballero era el ministro), que partía a Valencia con el gobierno, convocó a los generales Miaja y Pozas Pozas en en el Ministerio de la Guerra y les entregó sus oficios, en dos sobres cerrados, que no debían abrir hasta el día siguiente a las seis de la mañana. Los generales desobedecieron las órdenes y abrieron los sobres inmediatamente, ganando un tiempo precioso (puesto que los Cuartel General del Ejército del Aire, edificado en la posguerra oficios respectivos estaban intercambiados). El oficio del en la manzana donde se levantaba la Cárcel Modelo , Modelo , de donde general Miaja le comisionaba para la creación y dirección partieron las sacas de los días 7, 8 y 9 de noviembre que termide la Junta. Esta quedaba facultada para «la coordinación naron en Paracuellos del Jarama, donde sus integrantes fueron de todos todos los los medios mediosnec neces esari arios os para para la def defensa ensa de Madrid Madrid,, asesinados. que deberá ser llevada al límite» y se constituía en la máLas autoridades de las prisiones procedían a llamar a los xima autoridad en la capital, con facultades delegadas del presos que aparecían en las listas. Una vez congregados, Gobierno y absorbiendo también, por tanto, las compedel Ayuntamiento de Madrid (su alcalde, Pedro alcalde, Pedro los presos, en su mayor parte, eran atados por las manos. tencias del Ayuntamiento Rico, Rico , había abandonado también esa tarde Madrid, junto A continuación se les subía a los vehículos encargados de su traslado. Si la expedición era numerosa, se utilizaban con el Gobierno). autobuses de dos pisos de color verde del servicio público Al mismo tiempo, y de acuerdo con Carrillo, éste y de transportes de la ciudad. Autobuses Autobuses de tal t al tipo fueron Cazorla Cazorla (miembro (miembro también de la dirección de las JSU y usados en las sacas de la Modelo del 7, 8 y 9 de noviem- que había ingresado también en el PCE) se dirigieron a bre, así como en la evacuación de la prisión el día 16. ver a Largo Caballero antes de que abandonase la ciuCuando el volumen de sacados era menor, se utilizaban dad, mostrándose éste sorprendido de que supiesen que camiones. camiones. Las L as expediciones expediciones eran escoltadas por miliciamilicia- el Gobierno se iba. A la salida de la reunión, Carrillo y nos, pertenecientes en su mayor parte a las Milicias de Cazorl Cazorlaa acudi acudier eron on a la sede sede del del comi comité té centr central al del del PCE. PCE. A Vigilancia de la Retaguardia (una fuerza policial creada diferencia del resto de partidos, cuyas direcciones habían en septiembre de 1936 para integrar las milicias que ya abandonado también la ciudad (Prieto ( Prieto abandonó abandonó en avión efectuaban efectuaban labores policiales policiales de forma autónoma e incon- la ciudad; el único dirigente de peso del PSOE que pertrolad troladaa en la Dire Direcci cción ón Gene General ral de Segur Segurida idadd ), a bord bordoo de maneció en la capital fue Julián fue Julián Zugazagoitia, Zugazagoitia, al frente de coches balilla. Estos milicianos integraban los pelotones El Socialista), el PCE (junto con las JSU, cuya dirección de fusilamiento.[29] estaba ya controlada por aquel) fue el único partido cuya direcci dirección ón permanec permaneció ió mayorit mayoritaria ariament mentee en Madrid. Madrid. El comité ya había contactado con Miaja y había decidido 2.1 La creac creación ión de la Junt Junta a de Def Defens ensa a de apoyarle para que la Junta comenzase a funcionar lo antes posible, en vez del día 7 (fecha en la que, formalmenMadrid te, debía hacerlo, de acuerdo con el oficio recibido por En el consejo de ministros realizado el 6 de noviembre Miaja). Además, el comité decidió también que Antonio Mije e e Isidoro Dieguez debían convertirse en consejede 1936, y ante el avance de los franquistas, franquistas, [2] que se ha- Mije
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2.3 Evacuacio Evacuaciones nes y primeras primeras sacas
ro y suplente, respectivamente, de Guerra en la Junta de Defensa, Defensa, en tanto que Carrillo y Cazorla debían hacer lo propio, como representantes de las JSU, en la de Orden Público. [44] La situación de aquella noche era desesperada para el general Miaja. Carecía de Estado Mayor, apenas tenía noticias de las fuerzas que defendían Madrid y sólo poco a poco poco fuer fueron on acudi acudien endo do al Minis Minister terio io de la Guerra Guerra alguno algunoss militares, como el teniente coronel Rojo coronel Rojo,, para ponerse a sus órdenes. El Quinto Regimiento se Regimiento se puso inmediatamente a su disposición y mandó un oficial de enlace al Estado Mayor en ciernes de Miaja. [45] Por su parte, durante la noche del 6 de noviembre fueron acudiendo al Ministerio de la Guerra también representantes y comisiones de los partidos políticos del Frente Popular, que acordaron en una primera reunión, previa a la constitución formal de la Junta, que, aunque la disposición de Largo Caballero aludía a que los diversos partidos debían designar representantes en la misma proporción que la que tenían en el Gobierno, «cada uno de los partidos estuviese representado por un titular y un suplente». [46] Durante la madrugada del día 7 fueron elegidos los representantes presentantes de cada uno de los partidos, sindicatos sindicatos y organizaciones presentes: el PSOE el PSOE,, el PCE el PCE,, las Juventudes las Juventudes Socialistas Socialis tas Unifi Unificadas cadas,, la CNT CNT,, la Cas Casaa de dell Pue Puebl bloo deMadrid (UGT (UGT), ), Izquierda Izquierda Republicana, Republicana , Unión Republicana, Republicana , las Juventudes las Juventudes Libertarias y Libertarias y el Partido el Partido Sindical Sindicalista ista,, bajo la presidencia del general Miaja. La Junta se constituía oficialmente el día 7 de noviembre a las once de la mañana. El predominio comunista en la Junta era muy grande, tanto por el número de integrantes (aparte de los públicamente comunistas, comunistas, tanto los representantes representantes de las JSU, recién afiliados, como los de la Casa del Pueblo, representantes de la UGT, lo eran también) como por su perfil: Antonio Mije era Mije era miembro de la dirección del PCE, en tanto tanto que que Santi Santiago ago Carri Carrillo llo era el secret secretari arioo genera generall de las JSU. Sin embargo, ese dominio no era aún patente, puesto que la afiliación comunista de Carrillo y Cazorla aún no era conocida. No hubo resistencias resistencias por parte del resto de partidos a la asunción de las consejerías de Guerra y Orden Público Público por parte del PCE y las JSU. [47] 2.2
La mayor parte de las sacas se produjeron mientras las tropas franquistas franquistas asaltaban la ciudad durante la batalla de Madrid . En la fotografía, búnkeres de ametralladoras en el Parque el Parque del Oeste , , línea del frente durante la batalla de Madrid. Oeste
yo. Koltsov había estado alertando tanto al Comisariado yo. como al Gobierno de Largo Caballero del peligro que representaban los miles de “fascistas” presos en las cárceles madrileñas. Según afirma Koltsov en su libro Diario de la guerra española, el problema de la evacuación de los presos había sido tratado el 1 de noviembre noviembre por el gobierno, siéndole encomendada la misión al ministro de Gobernación Ángel nación Ángel Galarza. Galarza . Sin embargo, cuando el gobierno huyó de Madrid en la tarde del 6 de noviembre, no se había hecho nada a este respecto. En palabras de Koltsov, «De los ocho mil fascistas detenidos no ha sido evacuado uno solo».[48] Esa tarde, tras recorrer las dependencias oficiales, encontrándoselas vacías, Koltsov acudió, ya anochecido, a la sede del Comité Central del PCE, donde observa que es el único partido que sigue activo en Madrid, tratando de organizar la defensa de la ciudad ante el inminente asalto. Según cuenta en su diario: [Koltsov] preguntó qué había de la evacuación de los fascistas detenidos. Respondió [Pedro] Checa que Checa que no se había hecho nada y que ya era tarde. Para ocho mil personas hace falta muchísimo transporte, escolta, una verdadera organización [...].
La madru madrugad gada a del del 6 al al 7 de de novie noviemb mbre re
Esa misma noche tenían lugar otros acontecimientos relevantes en diversos lugares de Madrid. El periodista soviético Mijail soviético Mijail Koltsov, Koltsov, formalmente corresponsal de Pravda, descrito por Hugh por Hugh Thomas e Thomas e Ian Gibson como Gibson como “el agente personal de Stalin en España” y como una persona que “en ocasiones tenía línea directa con el Kremlin”, llegó a España el 8 de agosto de 1936 (antes del establecimiento de relaciones diplomáticas entre España y la Unión Soviética). En poco tiempo había ganad ganadoo una enorm enormee influen influenci ciaa no sólo sólo ante ante los cuadr cuadros os del del PCE sino también en el gobierno y el ejército. De hecho, asistía a las sesiones del Comisariado de Guerra, creado a mediados de octubre, presididas por Álvarez del Va-
Por una parte se constituía extraoficialmente el denominado Consejo de la Dirección General de Seguridad. 2.3
Evacua Evacuacio ciones nes y prim primeras eras sacas sacas
Durante la reunión de constitución de la Junta, en la madrugada del 6 al 7 de noviembre, se decidió evacuar a los presos internados en la Cárcel Modelo, Modelo , entre los que se encontraban numerosos militares, a prisiones alejadas de Madrid. El motivo era la preocupación por que los presos pudieran pudieran aumentar aumentar el potencia potenciall ofens ofensiv ivoo de los suble sublevad vados os
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3 LAS LAS VÍCTI VÍCTIMA MAS S
—a la sazón a las puertas de Madrid— ante la eventualidad de la caída de la capital. [49] En ese momento, los combates combates se llevaban llevaban a cabo en la propia ciudad, habienhabiendo llega llegado do los rebe rebeld ldes es hasta hasta la Ciudad Uni Universitari versitariaa, muy muy cercana a la cárcel Modelo (este episodio bélico se conoce como batalla como batalla de Madrid). Madrid ). Mientras la reunión de constitución de la Junta tiene lugar, se está preparando una saca en la cárcel de Porlier. De madrugada todavía, partió de dicha cárcel un convoy de autobuses de línea regular pertenecientes a la Sociedad Madrileña de Tranvías, con el aparente propósito propósito de trasladar a los presos a Valencia. Sin embargo, una vez llegado a Torrejón a Torrejón de Ardoz (la Ardoz (la carretera de Valencia estaba bajo el fuego de los asaltantes), en lugar de seguir hacia Loeches hacia Loeches y y Camporreal Camporreal para para enlazar con la carretera de Valencia, se desvió hacia la vega del Jarama (en el municipio de Paracuellos de Jarama), y allí los presos fueron fusilados. Los sucesos se repitieron dos días después, esta vez en la vega del Henares (en el municipio de Torrejón de Torrejón de Ardoz). Ardoz). Miembros del cuerpo diplomático, como el cónsul de Noruega, el alemán Felix Schlayer, Schlayer , ya el día 7 por la tarde habían advertido al Consejero de Orden Público, Santiago Carrillo, de los hechos. Carrillo sin embargo, aunque reconoció en sus memorias la conversación con el cónsul noruego (al que confunde con el embajador embajador de Finlandia), ha sostenido en todo momento no estar al corriente de las matanzas.[50]
2.4
Sigu Siguie ient ntes es sacas
2.6 2.6
El inte inten nto de ase asesinat inato o del del doc doctor tor Henny
El 8 El 8 de diciembre de diciembre de 1936 fue derribado sobre Pastrana el avió aviónn corre correoo de la emba embaja jada da france rancesa sa que que enlaz enlazaba aba Madrid con Toulouse con Toulouse,, un Potez 54. En él viajaba el doctor Henny, delegado de la Cruz la Cruz Roja Internacional, Internacional , además de dos tripulantes, dos periodistas y dos secretarias. Aunque la pericia del piloto evitó una tragedia mayor, hubo tres heridos: Henny pasó cuatro meses en cama, uno de los periodistas (Louis ( Louis Delaprée) Delaprée) murió a consecuencia de las heridas y otro sufrió la amputación de una pierna. Aunque el Ministerio de la Guerra proclamó que había sido «criminalmente «criminalmente atacado y derribado por la aviación aviación fascista», el día 21 día 21 se se descubrió que el avión había sido derribad derribadoo por dos cazas cazas republi republicano canoss Polik Polikarpov arpov I-15 I-15,pi,pi[51] lotados por soviéticos. soviéticos. El doctor era portador de un dossier sobre las matanzas de presos en Madrid y, en especial, de las producidas en Paracuellos de Jarama, que debía presentarse ante la Sociedad la Sociedad de Naciones en Naciones en Ginebra Ginebra,, donde iba a comparecer el ministro republicano Julio Álvarez del Vayo. Vayo . Sin embargo, el derribo evitó que esto ocurriera. Félix Schlayer Schlayer y otros miembros del Cuerpo del Cuerpo Diplomáti Diplomático co asu asumieron que había sido derribado deliberadamente en un intento de evitar que las pruebas de las matanzas se hicieran públicas; Delaprée atribuyó el atentado a Alexander Orlov,, jefe de la inteligencia soviética en España, resOrlov ponsable entre otros episodios del secuestro y asesinato de Andrés de Andrés Nin. Nin. César Vidal considera acertados ambos testimonios, [52] pero Gibson señaló que no había hallado informe alguno sobre dichos asuntos en los archivos de la Cruz Roja Internacional. [40]
A pesar de las declaraciones declaraciones en contra de las autoridades republicanas, los fusilamientos se reanudaron. Ni las proLas víct víctiimas mas testas del cuerpo diplomático ni el posible deterioro de la 3 Las imagen internacional del Frente Popular lograron detener los asesinatos. Entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre tuvieron lugar, pues, 33 sacas de presos de las prisiones de Madrid. De ellas, 23 concluyeron con el asesinato de sus integrantes. Las expediciones partieron de la Cárcel Modelo (7, Modelo (7, 8 y 9 de noviembre; la cárcel fue evacuada el día 16 y los 2.5 Primera Primera inter interve venci nción ón de Melch Melchor or Ro- presos que aún quedaban en ella repartidos entre otras dríguez cárceles madrileñas), la de Porlier Porlier (7, (7, 8, 9, 18, 24, 25 y 26 de noviembre, 1 y 3 de diciembre; de esta prisión, sólo una saca, la del del 30 de novi noviem embr bre, e, no term termin inóó en trage tragedi dia) a),, Finalmente, las matanzas se detuvieron detuvieron el 10 de noviemde San Antón (7, Antón (7, 22, 28, 29 y 30 de noviembre) noviembre) y la de bre, cuando el anarquista el anarquista Melchor Rodríguez García, García , lla- la de San Ventas (27, (27, 29 y 30 de noviembre noviembre y 1 y 3 de diciembre). diciembre). mado El Ángel Rojo, se puso al frente de la Dirección de Ventas Prisiones, el cual, con su enérgica actuación individual lo- No hubo ninguna saca en las cárceles de mujeres, por gró detener las matanzas masivas masivas de presos. Su asunción lo que no existe ninguna presa asesinada en Paracuellos. del cargo careció de nombramiento oficial hasta el día 14, La mayor[53]parte de las víctimas provinieron de la Cárcel fecha en que dimitió. Su dimisión permitió la reanuda- Modelo. ción de las extracciones y asesinatos de presos hasta que su nombrami nombramiento ento definiti definitivo, vo, causado causado por las presio presiones nes del cuerpo diplomático y diplomático y del presidente del Tribunal Supremo,, Mariano Gómez, finalizó definitivamente mo definitivamente con las sacas y asesinatos asesinatos masivos.[31]
En cuanto a la tipología de las víctimas, éstas pertenecían en su mayor parte a la clase media conservadora y católica, católica, entre los que se contaban abogados, jueces, periodistas, escritores, catedráticos y médicos. Había también un elevado número de militares, falangistas y reli-
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3.1 Cif Cifras ras
joven abogado cuya relevancia estriba en que trabajaba para la embajada noruega, al frente de la cual se había colocado Félix colocado Félix Schlayer, Schlayer , que fue quien descubrió las fosas en Paracuellos precisamente siguiendo la pista de su abogado. De la Cierva, muerto el 7 de noviembre noviembre en una de las sacas procedentes de la cárcel Modelo, Modelo , era hijo del político conservador Juan conservador Juan de la Cierva Peñafiel, Peñafiel , varias veces ministro de la monarquía, padre del historiador Ricardo de la Cierva, Cierva , y hermano de Juan de Juan de la Cierva, Cierva, el inventor del autogiro del autogiro.. Otro fallecido ilustre fue Hernando fue Hernando Fitz-James Stuart y Falcó, Falcó, tío de la duquesa la duquesa de Alba, Alba , y que fue medallista olímpico con el equipo español de polo en los Juegos Olímpicos de Amberes de Amberes 1920. 1920 .
Lápida sepulcral de los “mártires de Almagro” en la iglesia del convento dominico de la Asunción de Calatrava de Almagro (Ciudad Real). Los cuatro dominicos beatificados que aparecen en la lápida (José Delgado Pérez, José Prieto Fuentes, Manuel Santiago Santiago y Francisco Fernández Escosura), fueron asesinados en Paracuellos del Jarama.
giosos, entre las que hay documentados varios casos de padres e hijos y de hermanos muertos juntos. Entre las víctimas había también menores de 21 años. [54] La mayoría habían sido detenidos en Madrid (o trasladados a las cárceles madrileñas desde otras localidades) localidades) desde el inicio de la guerra. En el caso de los presos civiles, civiles, en su inmensa mayoría sin haber participado en la sublevación militar y sin haber recibido acusación concreta ni juicio alguno. Entre las víctimas se encontraban Federico Salmón,, ministro de Trabajo por la CEDA món la CEDA en en 1935, Jesús Cánovas del Castillo, político agrarista, e incluso un futbolista, Monchín bolista, Monchín Triana, Triana, que había jugado en el Atlético el Atlético de Madr Madrid id y el Real RealMadri Madridd.Enunadelas sacas,ladeldía 27 de noviembre, procedente de la cárcel de San Antón, encontró la muerte el dramaturgo español Pedro Muñoz Seca.. Muñoz Seca, que conoció días antes el fin que le esSeca peraba y tuvo tiempo de escribir a su mujer, dejó dicho a otro preso: “Se me acusa de monárquico, por haber llevado a Roma para Don Alfonso XIII el manto de la Virgen del Pilar. Con este manto voy a morir yo también ”. También pereció Mateo pereció Mateo García de los Reyes, Reyes , almirante retirado, primer comandante del arma submarina y Ministro de Marina durante la dictadura la dictadura de Primo de Rivera. Rivera . Otra víctima relevante fue Ricardo fue Ricardo de la Cierva Codorníu, Codorníu , un
Las víctimas fueron depositadas en seis fosas excavadas en Paracuellos entre el 7 de noviembre noviembre y el 4 de diciemdiciembre de 1936 de 1936,, en algunos casos por los propios vecinos del pueblo de Paracuellos, obligados a ello pistola en mano (existen (existen también también aquí aquí discrepa discrepanci ncias; as; mientras mientras que Gibson Gibson sostiene que las fosas no estaban abiertas cuando llegaron las primeras sacas, basándose en el testimonio de Ricardo Aresté Yebes, testigo presencial, alcalde de Paracuellos en 1983 e hijo del alcalde de la localidad en 1936, [55] Vidal afirma que estaban ya excavadas excavadas puesto que es «la práctica habitual en este tipo de casos», descartando las afirmaciones de Aresté como una mera excusa para asegurar que nadie en Paracuellos, incluido incluido su padre, sabían nada de lo que estaba sucediendo [56] ). Una última fosa, la número 7, fue excavada en 1940, una vez acabada la guerra, para acoger los cadáveres de los fusilados en Soto de Ald Aldove oveaa (Tor Torre rejón jón de Ardo Ardozz) en las las mism mismas as fecha echas, s, así así como como las de otros otros asesi asesinad nados os en fechas echas difer diferen entes tes en lugalugares res como como Boad Boadilla illa del delMonte Monte.. Todos Todosel ellos los fueron ueron trasl traslada ada-dos al cementerio de Paracuellos en féretros individuales y con toda t oda formalidad. formalidad. 3.1 3.1
Cif Cifras ras
El númer númeroo total total de fusi fusilad lados os en los campos campos de Parac Paracue uellllos os y de Torrejón ha conocido, desde el principio, distintas cuantificaciones. Su cálculo es complejo porque las órdenes nes para para extra extraer er presos presos de las cárce cárcele less madril madrileña eñass (que (que incluían listas nominativas conservadas entre los documentos de la Causa la Causa General) General ) no incluían ninguna indicación acerca del destino final de los sacados de las cárceles. Dichas órdenes, como ya se ha indicado, justificaban justificaban la extracción de presos bajo la apariencia de traslado a otras cárceles, o incluso de puesta en libertad de los presos. Además, Además, mientras que algunas expediciones expediciones eran efectiefectivamente trasladadas y llegaban sanas y salva a su destino (las menos), otras terminaban en las fosas comunes de Paracuellos y Torrejón. El historiador Ian historiador Ian Gibson ofreció Gibson ofreció en la década de 1980 la cifra de 2400 asesinados. [57] Para ello se basó en el cotejo de las relaciones nominativas registradas en la Causa General (las usadas para extraer los presos de las cárceles) con los listados incluidos en el diario ultraderechista El Alcázar (que (que el 3 de enero de 1977, [58] en los meses pre-
10 vios a la legalización del Partido del Partido Comunista de España, España , a la que se oponían frontalmente frontalmente los herederos de la dictadura, dura, publi publicó có una lista lista nomina nominati tiva va de 2500 2500 asesi asesinad nados, os,[59] afirmando que en Paracuellos Paracuellos habían sido asesinadas asesinadas entre tre 10 000 000 y 12 000 000 pers person onas as;; el peri periód ódic icoo titu titula laba ba en porportada «Descansen en paz los doce mil mártires vilmente asesinados y enterrados en fosas comunes en Paracuellos del Jarama en noviembre de 1936 por mandato expreso del consejero de Orden Público del Gobierno Rojo, el comunista Santiago Carrillo»), y determinar así cuáles de las sacas terminaron en asesinato. De acuerdo con Gibson, la lista de El Alcázar es es una copia literal de la publicada en Comunicación. Órgano oficial de la Delegación Nacional de Ex Cautivos , Madrid, suplemento suplemento extraordinario número 5, publicada el 7 de noviembre de 1941, que a su vez se basa en las investigaciones llevadas a cabo, tras la guerra, por la Asociación de Familiares Familiares de los Mártir Mártires es de Parac Paracue uello lloss del del Jarama Jarama.. Gibson Gibson tambi también én indiindica que utilizó el libro del padre Vicuña Mártires agustinos de El Escorial , San Lorenzo de El Escorial, 1943 (sobre los monjes agustinos del Monasterio del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Escorial, asesinados en Paracuellos; Paracuellos; el padre agustino Carlos Vicuña Murguiondo fue el único de los agustinos de El Escorial que no encontró la muerte en el otoño de 1936, siendo liberado gracias a las gestiones del Partido Nacionalista Vasco[60] ), para realizar este cotejado. En el caso de la Cárcel Modelo, Gibson verifica la cifra de asesinados procedentes de esta prisión también con el libro de Schlayer y con los registros oficiosos de la Cruz Roja Internacional enviados por Georges Henny, delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja en Madrid. De este cotejado, deduce unas cifras aproximadas de 2000 asesinados. Teniendo en cuenta las afirmaciones de Ricardo de la Cierva que indica que existen 2750 víctimas identificadas (citado en El cementerio de Paracuellos del Jarama, Madrid, 1972), datos obtenidos de los archivos de la Asociación Asociación de Familiares Familiares de los Mártires de Paracuellos Paracuellos (citado en La matanza de Paracuellos , incluido en España 1936-1976. La historia se confiesa , Barcelona, 1978), todo ello reiterado en su obra de 1994, [61] Gibson ofrece una estimación final de los citados 2400 asesinados (curiosamente, La Cierva afirma que «Gibson se declara de acuerdo con mis datos, confirmados por un estudio analítico de El Alcázar ». ».[61] En su edición de 2005, Gibson mantuvo sus conclusiones. Por su parte, Vidal hace un repaso de las diversas cifras proporcionadas hasta entonces, [62] de forma errónea en todos los casos.[63] Finalmente, Vidal da por bueno un trabajo no publicado ni sometido a revisión historiográfica hasta el momento de José Manuel Ezpeleta, piloto aéreo, nieto de un asesinado en Paracuellos y vocal de la Hermandad de Nuestra Señora de los Mártires de Paracuellos del Jarama [64] (citado erróneamente por Vidal como J. A. Ezpeleta; la edición de bolsillo del libro de Vidal incluye una errata en este punto, ya que atribuye estos estudios a un tal J.A. Ezquerra), el cual incluye incluye una lista de 4200 asesinados, según Ezpeleta completamente identificados, sin contar los 414 fusilados en el Soto de
3 LAS LAS VÍCTI VÍCTIMA MAS S
Aldovea en Torrejón de Ardoz, procedentes de una saca de la cárcel de San Antón (y de los que, tras su exhumación, sólo se identificó a 96). César Vidal alaba lo que él considera rigor del autor, tomando sus investigaciones investigaciones como definitivas y redondeando la cifra a unos 5.000 [65] (Vidal incluye en su libro una lista de 4021 víctimas de las matanzas de Paracuellos, Paracuellos, [66] si bien no especifica si se trata de la lista de Ezpeleta).
Puerta del cementerio de Paracuellos de Jarama erigido en el lugar donde se encontraban las fosas comunes donde fueron enterrados los asesinados en otoño de 1936.
Final Finalme mente nte,, Cerve Cervera ra ofrec ofrecee la cif cifra de unos unos 2000 2000 [67] asesinados. Su razonamiento comienza con la relativización de la lista de El Alcázar , utilizada por Gibson en sus estimaciones estimaciones («El conocido conocido trabajo de Gibson les otorga una extraordinaria importancia como base sobre la que cuantificar el número de los asesinados, lo cual nos indica que no parece que las examinara con mucho rigor»[68] ). Así, señala la existencia existencia de víctimas que aparecen listadas dos veces o la inclusión de víctimas asesinadas en sacas ocurridas antes del 7 de noviembre (como Ramiro mo Ramiro Ledesma, Ledesma , parte de una saca procedente de la cárcel de Ventas cuyos integrantes fueron asesinados en el cementerio de Aravaca de Aravaca la la madrugada del 1 de noviembre, como el propio Gibson detalla en su libro [69] ). Cervera también descalifica descalifica la cifra cifra de 12 000 incluida incluida en el artículo, puesto que, de acuerdo con sus investigaciones investigaciones,, sobrepasaría el total de población reclusa en Madrid en noviembre de 1936. [70] A continuación, cita el trabajo de Rafael Casas de la Vega, Vega , El terror. Madrid 1936 , Madrid, 1994, el cual incluye incluye también listados con los asesinados en la provincia de Madrid, incluyendo los de las sacas de noviembre y diciembre. Cervera señala que abundan los nombres repetidos con leves variaciones ortográficas, errore erroress de fecha, echa, lugar lugar y circ circuns unstan tanci cias as de las muerte muertes, s, así así como personas que estaban vivas después de la presunta fecha echa desu muer muerte te,, lo cual cual le hacepon haceponer er en duda duda la fiabi fiabili li-dad de las cifras cifras de Casas de la Vega (que eran 2410 con seguridad y 526 más necesitadas de comprobación). [71] Por todo ello, usando los listados disponibles en la Causa General y las listas de El Alcázar y y Casas de la Vega, que permitían descartar nombres, se llega a la cifra de algo más de 2000 personas.
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Las respon responsab sabili ilidad dades es
La responsabilidad última de estos crímenes (quién o quienes dieron las órdenes de proceder a las matanzas) es un asunto aún abierto y la tarea de determinarla es cada vez más ardua para los historiadores, historiadores, a causa de la muerte de muchas personas clave de dichos hechos y de la ausencia de pruebas directas acerca de quién o quienes quienes dieron las órdenes de que algunas de las sacas terminasen en las fosas comunes de Paracuellos o Torrejón. También resulta controvertido dilucidar las complicidades en tales hechos (esto es, qué autoridades, teniendo constancia de las matanzas, no hicieron hicieron lo suficiente suficiente para impedirlas). Así, Cervera distingue en su análisis entre la responsabilidad directa, es decir, la de los que planearon los asesinatos y dieron las órdenes para su ejecución, y las de aquellos que, conociendo conociendo que se estaban llevando llevando a cabo tales acciones, no hicieron lo suficiente para terminar con ellas, aún disponiendo disponiendo de poder y medios para ello.[72] El hispanista irlandés Ian Gibson afirma que es clara la responsabilidad del Partido del Partido Comunista, Comunista, cada vez más poderoso en Madrid y fuerza hegemónica en el Consejo de la Dirección General de Seguridad de la Consejería de Orden Público (presidido por Segundo Serrano Poncela), continuador del Comité Provincial de Investigación Públic Públicaa ( checa de Bellas Artes y luego de Fomento), dirigido en la sombra por los agentes soviéticos en España Mijail España Mijail Koltsov (al Koltsov (al que identifica como a la persona que se ocultaba bajo el seudónimo de Miguel Martínez) y Nikloski y Nikloski “Alejandro” Orlov, Orlov , jefe de la NKVD [73] en España. De acuerdo con Gibson, el “Consejillo “Consejillo de Orden Público” habría implantado un " sistema de terror y muerte". Un sistema que era heredero de la tristemente célebre “checa de Fomento” y que dirigía el Consejillo de la Dirección General de Seguridad, un organismo controlado controlado por los comunistas con la colaboración colaboración activa de los anarquistas. Estos asesinatos no tuvieron lugar en cualquier cualquier momento, sino en una especial situación, en la que las tropas franquistas se encontraban encontraban a las puertas de la ciudad, sin saberse si entrarían en la ciudad en cualquier momento. En la situación de “miedo y pánico que se habían apoderado de un Madrid sujeto día y noche al bombardeo, aquellos duros del Consejillo [el Consejo de la Direc Direcci ción ón Gene General ral de Seguri Seguridad dad]] no estab estaban an dispue dispuesto stoss a tratar humanamente a los presos «fascistas» hacinados en las cárc cárcel eles es de Madri Madrid. d. Y adem además, ás, las masas masas que que repr repree[74] sentaban clamaban por la sangre de aquellos reclusos.
Fuente situada en el chaflán que forma uno de los ángulos del colegio de las Escuelas Pías de San Antón, transformado transformado en cárcel (cárcel de San Antón) durante la Guerra Civil y de donde salieron muchas de las sacas que finalizaron en Paracuellos del Jarama.
cipación en el Gobierno ni en la Junta de Defensa de Madrid (acusada por César Vidal, el cual, siguiendo a Schlayer, la considera sucesora de Muñoz al frente de la Dirección rección General de Seguridad el 7 de noviembre; noviembre; Gibson no considera que existiese tal “sucesión” en la DGS entre la huida de su titular, en la noche del 6 de noviembre y la constitución de la Junta de Defensa de Madrid, en la madrugada del 7). [75] Con respecto a Santiago Carrillo, afirma que es difícil de creer que aquel no estuviese enterado de las matanzas que se habían producido los días 7 y 8 de noviembre, si no enseguida, sí muy poco tiempo después (máxime teniendo en cuenta la conversación con Schlayer, en la que éste le había advertido de la situación de los presos), si bien es posible que Carrillo no tuviese nada que ver con ella. Gibson concluye que tanto Carrillo como su delegado, Segundo Serrano Poncela, prefirieron no darse por enterados del «sistema de terror y muerte implantado antes de su llegada al poder, de acuerdo, pero continuado durante su mandato. [...] A la vista de esta situación, tanto Carrillo como Serrano Poncela, a nuestro juicio, optaron por hacer la vista gorda». [76] Prueba de que, en caso de haberse querido, la Consejería Consejería de Orden Público, Público, a cuyo frente frente estaba Carrillo, podía haber evitado las sacas, es su cese con el nombramiento de Melchor Rodríguez como Rodríguez como delegado especial de Prisiones. [77]
Respecto a otras personas acusadas por otros autores de haber ordenado las matanzas, Gibson no considera en ningún momento como responsable de estas a Manuel Muñoz Martínez, director general de Seguridad, que había abandonado la ciudad en la tarde-noche del 6 de noviembre viembre con el resto del Gobierno, habiendo dejado dejado una orden de evacuación de presos de la cárcel de San Antón a Alcalá de Henares, que fue usada el día 7, con la César Vidal no Vidal no hace ninguna distinción entre responsabifecha fecha probablemente probablemente manipulada. Tampoco menciona a lidades directas directas e indirectas. indirectas. Así, sostiene que la responMargarita Nelken, Nelken, diputada socialista sin ninguna parti- sabilidad última de los fusilamientos la tuvieron Santiago tuvieron Santiago
12 Carrillo, como consejero de Orden Público de la Junta Carrillo, de Defensa de Madrid, y sus subordinados comunistas, socialistas y anarquistas. También acusa a Margarita a Margarita Nelken,, diputada socialista, ken socialista, Manuel Manuel Muñoz Martínez, Martínez , director General de Seguridad, a los ministros del Gobierno de Largo Caballero Angel Caballero Angel Galarza (Gobernación) Galarza (Gobernación) y García Oliver (Justicia). La responsabilidad estaría, en definitiva, «en una visión ideológica que pretendía poseer la autoridad y legitimidad suficientes como para decidir la muerte de segmentos enteros de la población». Carrillo ha argüido que Paracuellos de Jarama no se encontraba dentro del área de jurisdicción de la Junta de Defensa para sostener su inocencia, aunque las cárceles desde donde partieron todos las sacas de presos sí que lo estaban.[78]
4 LAS RESPONSAB RESPONSABILID ILIDADES ADES
fueron asesinados en el cementerio de Aravaca Aravaca), ), por lo que puede descartarse la participación de Muñoz en estas sacas (tras el día 7, su firma no volvió a aparecer en ninguna orden). Por otra parte, la iniciativa de eliminar a los presos tampoco partió del Gobierno a través de los Tribunales Populares, Populares, puesto que tras las matanzas, muchos presos presos fueron fueron llamados llamados a juicio, juicio, ignorante ignorantess los Tribunal Tribunales es Populares de que habían sido asesinados.
Cervera achaca la responsabilidad directa de la decisión y planificación de los asesinatos a sectores, personas u organismos comunistas comunistas,, actua actuand ndoo desde desde la Direcc Direcció iónn GeneGeneral de Seguridad Seguridad,, que dependía dependía de la Consejerí Consejeríaa de Orden Orden Públi Público. co. Adic Adicio ional nalme mente nte,, señala señala que que se contó contó con con la comcomplicidad de miembros de la Federación Local de la CNT CNT,, Javier Cervera por Cervera por su parte, afirma que indudablemente tal como como indic indican an los halla hallazg zgos os de Reve Reverte rte.. [10] Sobr Sobree la imimlas matanzas fueron cuidadosamente cuidadosamente preparadas y no re- plicación de los soviéticos, ante la falta de documentos al sultaron obra de incontrolados, individuos aislados o co- respecto, respecto, Cervera no la descarta, pero tampoco la afirma. mités autónomos. En su análisis, Cervera diferencia entre [79] responsabilidades directas (los que ordenaron y planifi- La principal novedad de Cervera es que sigue la tesis de caron las matanzas) e indirectas (aquellos que pudiendo Jorge Martínez Reve Reverte rte,, según la cual los anarquistas tohaberlas evitado no lo hicieron) hicieron) y comienza descartando descartando maron parte en los hechos (Payne también lo hace [11] ). resp respon onsab sable les. s. Así Así desc descart artaa a los los comi comités tés de las triste tristeme mente nte Según Reverte, la orden de la matanza vendría de los célebres checas, así como al Gobierno de la República o agentes soviéticos que, con mano de hierro, dirigían al a sus Tribunales de Justicia. A los chequistas los descarta PCE en aquellos momentos. La ejecución de las matandebido a que nunca se preocuparon acerca de la selec- zas habría corrido a cargo de comunistas y anarquistas (la ción de paseados o de la elaboración de listas. Respecto participación participación de estos últimos era absolutamente absolutamente necesaal Gobierno de la República, Cervera señala que las sacas ria al controlar las Milicias de Etapas, encargadas de vigiocurrieron cuando el gobierno se encontraba en Valencia, lar las carre carreter teras. as. Una Una vez vez cons constit titui uida da la Junta Junta de Def Defensa, ensa, no comenzando hasta horas después de su partida. El Go- representantes representantes cenetistas y de las JSU se habrían reunido bierno, y sobre todo su ministro de Estado, Julio Estado, Julio Álvarez en un aparte (sin contar con el general Miaja ni con los del Vayo, Vayo, era consciente de la atención del Cuerpo Diplo- representantes de otros partidos) y habrían llegado a un mático a la situación de las prisiones desde desde agosto. En un acuerdo consistente en clasificar a los presos, unos ocho momento en el que la República necesitaba desesperada- mil, en tres categorías: la primera, compuesta por “fascismente el apoyo de las democracias europeas, una acción tas” y elementos “peligrosos” que serían ejecutados de inde tal calibre únicamente conseguiría deslegitimar al Go- mediato; la segunda, con responsabilidad responsabilidades es menores, sebierno de la República. Además, las sacas iban en contra ría trasladada a Chinchilla; los componentes de la tercera de los esfuerzos del Gobierno para instituir los Tribuna- serían puestos en libertad. La alianza sería meramente les Populares Populares que hacieran hacieran pagar sus culpas legalmente a circunstancial, puesto que aunque ambos compartían la los sublevados y sus partidarios. Cervera afirma, basán- obsesión por eliminar a los miembros de la derecha, alidose, entre otras cosas, en los reglamentos aplicables aplicables a la mentada por los miles de asesinatos que los sublevados gestión de las salidas de presos de las cárceles madrile- habían ido cometiendo en su avance hacia Madrid, se deñas, que la responsabilidad de las sacas estuvo en el en- testaban. Sin embargo, unos controlaban la consejería consejería de torno de la Dirección General de Seguridad. Sin embar- Orden Público, con la policía y los ficheros de presos, y go, también exculpa exculpa a su director, Manuel Muñoz Martí- otros las carreteras de salida de Madrid, por donde las nez, nez, puesto puestoque queés éste te huye huye a Valen alenci ciaa el día 6 de novie noviemb mbre re expediciones deberían pasar si no se querían llevar a cahacia las siete de la tarde y las sacas no comenzaron hasta bo las matanzas en pleno Madrid. Sin embargo, Reverte la madrugada del día 7 (en compañía del ministro de Go- también sostuvo sostuvo que las JSU no tenían la autonomía sufibernación, Ángel bernación, Ángel Galarza, Galarza , el cual, obviamente tampoco ciente para tomar una decisión de tal calibre y que fueron estuvo en Madrid en el momento de las sacas). Efectiva- los agentes estalinistas soviéticos, de los que Mijail Kolmente, una de las órdenes de extracciones extracciones de presos, uti- tsov tsov era era el más conocido, quienes quienes tomaron la decisión. decisión. liza lizada da en la cárc cárcel el de San San Antó Antónn el 7 de novi noviem embr bre, e, esta estaba ba firmada por él, pero Muñoz no se encontraba en Madrid Reverte fundamentaba esta tesis en un documento encony el documento conservado en la Causa General parece trado por él mismo en los archivos de la CNT: el acta de tener raspada la fecha de esta orden (Muñoz sí que había una reunión en el local del Comité Nacional de la CNT firmado anteriormente otras órdenes de extracciones de entre distintos miembros de comités de la organización presos que terminaron en matanza, como las utilizadas confederal en Madrid llevada a cabo el 8 de noviembre en la cárcel de Ventas los días 31 de octubre y 1 y 2 de en la que uno de los conocedores del supuesto pacto secreto, Amor Nuño, Nuño, consejero consejero de Industrias de Guerra de noviembre, en la que los integrantes de las expediciones creto, Amor
4.1 La respons responsabili abilidad dad de de Santiag Santiagoo Carril Carrillo lo
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la Junta de Defensa de Madrid, relata con todo detalle el acuerdo que se había tomado. Sin embargo, en el acta no aparecen los nombres de los representantes de las JSU que habían participado en la reunión.[10] Herederos del movimiento anarquista [80][81] han negado cualquier participación anarquista en las matanzas de Paracuellos. Julián Casanova, Casanova, profesor de Historia Contemporánea en la Universida Universidadd de Zaragoza, Z aragoza, asigna las responsabilida responsabilidades des a las autoridades comunistas de la Consejería de Orden Público, asesoradas por los soviéticos, en el libro, coordinado nado por Santo Santoss Juli Juliáá, Víctima Víctimass de la guerr guerraa civil civil , Madri Madrid, d, 1999, citando a Manuel Muñoz, Santiago Carrillo y Segundo Serrano Poncela: No parece exagerado exagerado cargar la responsabiresponsabilidad sobre los aparatos policiales, bajo control comunista y con asesores soviéticos, soviéticos, sobre militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas y sobre los máximos dirigentes de ese sistema policial: Manuel Muñoz, director general de Seguridad; Santiago Carrillo, consejero de Orden Público; y Segundo Serrano Poncela, «delegado «delegado para la Dirección General de Seguridad» [...] las «sacas» de noviembre apuntan a una limpieza de la retaguardia en toda regla, dictada por la guerra y querida al mismo tiempo, una ocasión extraordinaria para aniquilar al enemigo político, ideológico y de clase. (Juliá 1999: 134-135.)
Santiago Carrillo firmando sus Memorias en la Feria la Feria del Libro de Madrid en en 2007. Santiago Carrillo era consejero de Orden Público cuando tuvieron lugar las matanzas.
gado de Orden Público, responsable a su vez del Consejo de la Dirección General de Seguridad, al que se le atribuye la responsabilidad de las matanzas. También en el Anexo 4, relativo a Las checas, Carrillo es definido como presidente, junto con Serrano Poncela del Consejo, el cual procedió a las extracciones de presos, los cuales fueron asesinados por las Milicias de Vigilancia de la Retaguardia[83] (en relación con ello, el propio Carrillo 4.1 La responsabi responsabilidad lidad de Santiago Santiago Carri- afirmó que la imputación por parte del régimen franquista acerca de su culpabilidad se produjo sólo cuando fue llo elevado a la secretaría general del Partido Comunista de En la madrugada del 7 de noviembre, el puesto de con- España, en la década de 1950, veinte años después después de las sejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Ma- masacres [84] ). drid había recaído en el joven Santiago Carrillo. Carrillo. Tenía Autores identificados con el franquismo, como Ricardo 21 años y era el secretario general de las Juventudes So- de la Cierva (hijo, además, de un asesinado en Paracialistas Unificadas, Unificadas , una organización organización que contaba con 30 cuellos), acusan a Santiago Carrillo de haber ordenado 000 militantes en julio de 1936 y que constituía el resul- las matanzas.[85] Tales acusaciones acusaciones son lugar son lugar común encomún entado de la fusión fusión entre las juventudes juventudes del PSOE y las del tre círculos de la extrema derecha, [cita requerida ] [86] donde PCE. Carrillo provenía de las socialistas las socialistas,, alineadas con el la calificación de Carrillo como «genocida» y «asesino» ala izquierda del partido, liderada por Largo Caballero. Caballero . es habitual, así como por parte de periodistas autodefiSin embargo, cuando se hizo cargo de la consejería, Ca- nidos como liberales. liberales.[cita requerida ] [87][88] Familiares de los rrillo había solicitado ya (el mismo día 6 de noviembre), noviembre), asesinados asesinados han acusado también a Carrillo, mostrándose junto con muchos de sus compañeros de la dirección de convencidos también de su responsabilidad. [89] Autores las JSU, el ingreso en el PCE, algo que desconocían en el como César como César Vidal, Vidal, Pío Moa, Moa,[90] Rafael Casas de la VePSOE. ga[cita requerida ] , o Stanley G. Payne [91] han secundado taYa la céle célebr bree Caus Causaa Gene General ral franq franquist uistaa mencio mencionó nó a Carrillo en relación con las matanzas. En el capítulo 7 de Causa General. La dominación roja en España. Avance de la información instruida por el Ministerio Público , Cárceles y asesinatos,[82] Carrillo aparece mencionado una única vez, como consejero de Orden Público y responsable del nombramiento de Segundo Serrano Poncela como dele-
les acusaciones. Incluso historiadores alejados alejados de las corrientes representadas por estos últimos, como Guillermo como Guillermo Cabanellas se Cabanellas se han mostrado de acuerdo, siguiendo siguiendo el testimonio de Jesús de Jesús de Galíndez (véase más abajo), [92] si bien considerando que fueron los agentes soviéticos los que posiblemente ordenaron las matanzas, siendo Carrillo llo el brazo brazo ejecuto jecutorr de la operac operació ión. n.[93] Pa Paul ul Pre Preston ston tam-
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4 LAS RESPONSAB RESPONSABILID ILIDADES ADES
bién ha sostenido que la implicación de Santiago Carrillo en llo en la organización de las matanzas de Paracuellos es innegable. [94][95] No existe, sin embargo, ninguna prueba documental o testimonio testimonio directos que prueben o le acusen de haber ordenado las matanzas, aunque sí documentos o citas de terceras personas que han sido interpretadas por algunos autores como pruebas. El propio Carrillo ha desmentido repetidamente que fuese él la persona que ordenase las matanzas, centrándose en las sacas de la cárcel Modelo y atribuyéndolas generalmente generalmente a grupos de incontrolados incontrolados operando fuera de su jurisdicción, que interceptaron los convoyes, los cuales contaban con una escolta escasa y poco dispuesta a defender a los presos debido a la crítica situación militar y de estado de ánimo de los defensores de la ciudad. [96] En su entrevista con Ian Gibson para Paracuellos: cómo fue , Carrillo niega la posibilidad de que los responsables de las matanzas fueran parte de la consejería de Orden Público [97] aunque insinúa la responsabilidad de Serrano Poncela [98] y de los agentes soviéticos. [99]
protegidas por el “tabú" de la extraterritorialidad, muchos aún se agazapaban en casas particulares desde las cuales tiroteaban a mansalva, pero otros estaban apresados en las cárceles de la ciudad. Y el mismo día 6 de noviembre se decidió la limpieza de esta Quinta Columna, por las nuevas autoridades que controlaban el orden público. Los fascistas se han encargado encargado de propagar escenas y cifras, que creo no son del todo ciertas. Pero la trágica limpieza fue desgraciadamente desgraciadamente histórica, no caben paliativos a la verdad. En la noche del 6 de noviembre fueron sumariamente revisadas las fichas de unos 600 presos de la Cárcel Modelo, y, comprobada su condición de fascistas, ejecutados en el pueblecito de Paracuellos del Jarama, cerca de Alcalá de Henares; dos noches después, otros 400 presos eran idénticamente idénticamente ejecutados; ejecutados; en total fueron 1.020. En días sucesivos, hasta el 4 de diciembre, la limpieza seguiría, aunque con cifras inferiores, en las demás cárceles provisionales[...] Las matanzas de agosto, los paseos, son injustificables, pero se explican por la situación del momento y la índole de las personas que la hicieron; para mí, la limpieza de noviembre es el borrón más grave de la defensa de Madrid, por ser dirigida por las autoridades encargadas del orden público. (Galínde (Galíndezz 2005: 85-88), 85-88), citado citado parcial parcial-mente en (Vidal 2005: 218)
Modernamente, ha sido César Vidal el autor que más se ha distinguido en atribuir la responsabilidad de las matanzas a Carrillo. Así, escribe que «debe afirmarse que la respons responsabi abilida lidadd ejecutora jecutora de Carrillo Carrillo no tuvo ninguna ninguna duda ninguno de los que supieron, en noviembre de 1936, lo que estaba sucediendo —como no la han tenido después los familiares de los asesinados ni los estudiosos del tema— ya formaran parte del cuerpo diplomático, diplomático, como [Felix] Schlayer o de las autoridades republicanas». [100] En su apoyo, cita los escritos del diplomático germanonoruego Felix noruego Felix Schlayer (Diplomat im roten Madrid de 1938) y el nacionalista vasco Jesús vasco Jesús de Galíndez ( Galíndez (Los vascos en el Madrid sitiado ). Así, respecto respecto al primero, Vidal No cita Vidal, sin embargo, la siguiente frase del libro de afirma que Schlayer, el día 7 de noviembre: Galíndez: ... se encaminó a su entrevista con Santiago Carrillo. El consejero de Orden Público demostró una notable astucia pero no cayó en el engaño. Con todo, el cónsul noruego no supo exactamente exactamente qué responsabilida responsabilidadd atribuirle atribuirle en lo que sucedía [...] Sí que tuvo clara la responsabilidad subsiguiente a aquella entrevista y, ciertamente, no se equivoca. En el curso de los días siguientes, no solo continuaron las sacas sino que Schlayer constató que Miaja y Carrillo no hacían nada para impedir las matanzas. «Y —como escribiría tiempo después— entonces sí que no podían alegar desconocimiendesconocimiento ya que estaban informados informados por nosotros». (Vidal 2005: 183)
Respecto Respecto al segundo, Vidal cita la obra de Galíndez: Algunos de estos fascistas [la Quinta Columna] estaban refugiados en las embajadas lumna]
Bien es verdad, que a primeros de diciembre dejó Serrano Poncela la Delegación de Orden Público y fue nombrado Melchor Rodríguez para la Delegación de Prisiones, momento en el cual las matanzas cesaron y Tribunales Tribunales Regulares comenzaron comenzaron a actuar con un criterio justo y benévolo. (Galíndez 2005: 88.)
Finalmente, Vidal señala que Carrillo justifica en sus memorias su desconocimiento sobre lo que ocurrió con los presos extraídos de la cárcel Modelo, pero muestra un «silencio absoluto» sobre la segunda fase de las matanzas (la ocurrida a partir del 18 de noviembre). noviembre). [101] Los textos citados por Vidal demostrarían que, tras la entrevista con Schlayer (cuando ya se habían producido las primeras sacas que terminaron en fosas comunes), efectivamente Carrillo no desconocía desconocía que estaban teniendo lugar asesinatos entre los presos de las cárceles madrileñas, y que la responsabilidad emanaba de las autoridades de
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orden público, como afirma Galíndez (si bien este último apunta como responsable a Serrano Poncela).
la Junta de Defensa). [102] Este hecho (la falta de orden de destitución) destitución) es para Vidal un intento de Carrillo de evadir su responsabilidad y transferírsela a Serrano Poncela. [103]
No obstante, la prueba definitiva para Vidal sería un documento proveniente de los archivos soviéticos, con fecha de 30 de julio de 1937, que fue sacado a la luz por los historiadores estadounidenses Ronald Radosh, Mary Habeck y Grigory Sevostianov en 2001, junto con otros 80 documentos en su libro de 2001 Spain Betrayed: The Soviet Union in the Spanish Civil War , y que habían atribuido a Georgi a Georgi Dimitrov, Dimitrov, secretario general de la Internacional Comunista (Komintern ( Komintern). ). Según la traducción traducción de Vidal (existe una traducción al español desde el original inglés en que se publicó el citado documento, en España traicionada. Stalin y la guerra civil , Barcelona, 2002; Vidal afirma que la traducción traducción al castellano de dicho documento estaba mutilada, por lo que hizo la traducción La ultraderecha considera a Santiago Carrillo responsable de las directamente desde el ruso), Dimitrov envió un informe matanzas de Paracuellos. En la foto, un cartel colocado donde a Voroshilov Voroshilov,, comisario del Pueblo (ministro) de Defensa retir retirar aran an una estatu estatuaa de Franc Francoo en los Nuev Nuevos os Minis Ministerio terioss de MaMasoviético: drid en 2005. Por su parte, Gibson examina también otras afirmaciones de Galíndez, que han sido utilizadas como argumento incriminatorio criminatorio de Carrillo: El deber de estricta objetivida objetividadd que me he impues imp uesto to hace hace que que dé cuen cuenta ta de la versi versión ón escuescuchada en labios de Segundo Serrano Poncela, baja en el Partido Comunista antes de terminar la guerra, y exiliado finalmente en la República Dominicana. Dominicana. Según sus palabras, él ignoró totalmente que el «traslado a Chinchilla», o las órdenes de libertad posteriores, fueran una contraseña convenida para sacarlos de la prisión y matarlos en las afueras de Madrid; las órdenes le eran pasadas por el consejero de Orden Público, Santiago Carrillo, y él se limitaba a firmarlas; y tan pronto como averiguó la trágica verdad, a primeros de diciembre, dimitió de su cargo. El asunto es tan delicado y grave que no juzgo lícito opinar. (Galín (Galínde dezz 2005: 2005: 89) citad citadoo en (Gibso (Gibsonn 2005: 251-252.) Gibson, sin embargo, descarta esta “prueba de cargo” por dos razones: que según al menos dos fuentes, el propio Carrillo y Arturo García de la Rosa, Serrano Poncela fue destituido, no dimitió; y que no existe ninguna mención en los documentos de la Causa General sobre el procedimiento al que según Galíndez aludió Serrano Poncela. Gibson concluye que: " Si Serrano Poncela pronunció, pues, las palabras recogidas por Galíndez, creemos que o bien mentía o sufría una aguda amnesia ".[76] Carrillo reconoce, sin embargo, en una entrevista con el propio Gibson, que no recuerda si existe algún documento recogiendo la destitución de Serrano Poncela (Gibson confirma que no existe ninguna referencia en el Boletín de
Pasemos ahora a Irujo. Es un nacionalista vasco, católico. Es un buen jesuita, digno discípulo de Ignacio de Loyola. Estuvo implicado en el escándalo financiero financiero Salamanca-Francia. Salamanca-Francia. Actúa como un verdadero fascista. Se dedica especialmente especialmente a acosar y perseguir a gente humilde y a los antifascistas que el año pasado trataron con brutalidad a los presos fascistas en agosto, septiembre, octubre y noviembre. Quería detener a Carrillo, secretario general de la Juventud Socialista Unificada, porque cuando los fascistas se estaban acercando a Madrid, Carrillo, que era entonces gobernador, dio la orden de fusilar a los funcionarios fascistas detenidos. (Vidal 2005: 219.) Sin embargo, el historiador Ángel historiador Ángel Viñas descalifica Viñas descalifica esta presunta prueba prueba de cargo (Viñas 2006: 35). En primer lugar, señala que el informe no fue escrito por Dimitrov, un personaje de gran importancia en el comunismo mundial de la época, cuya presencia presencia en España, que no consta, no podría haber pasado inadvertida y habría sido registrada (el libro de Antonio de Antonio Elorza y Elorza y Marta Marta Bizcarrondo, Bizcarrondo, sobre el papel de la Internacional la Internacional Comunista en Comunista en la dirección del Partido Comunista de España, España , Queridos camaradas. La Internacional Comunista y España, 1919-1939 , no constata ninguna presencia de Dimitrov en España). Más aún, el documento incluye la frase «Hernández vino a verme y me dijo «escribe al camarada Dimitrov, escribe al camarada Manuilsky». Que vengan aquí y echen un vistazo a la belleza del Frente Popular...». El autor del informe habría sido el búlgaro Stoyán Mínev, Mínev, alias “Stepanov” o “Moreno”, delegado de la Komintern en España entre febrero de 1937 y febrero de 1939. Pero no sólo eso. En la traducción original en inglés, el párrafo que apunta a
16 la presunta responsabilidad responsabilidad de Carrillo decía «... Carrillo [...] gave the order to shoot several arrested officers of the fascists.», es decir, que Carrillo ordenó que se fusilara a varios oficiales fascistas detenidos, algo bastante diferente a lo afirm afirmad adoo por por Vida Vidal,l, que que util utiliz izaa elgenér elgenéric icoo «los «los fununcionarios» (de hecho, el “descubrimiento” de Vidal es ya citado en 1994 por Elorza y Bizcarrondo, Bizcarrondo, a partir de una obra la periodista búlgara Tatiana Vaksberg, Dhevnik , en la que se da cuenta del informe remitido a Dimitrov por Stepanov y se transcribe la frase referida a Carrillo afirmando que Irujo había pretendido detenerle porque «en calidad de gobernador ( sic , prueba de la defectuosa información de Stepanov) había dado orden de fusilar a cierto número de oficiales fascistas encarcelados»). [104] Finalmente, afirma Viñas que la pretendida traducción traducción directa de Vidal desde los archivos archivos militares soviéticos es imposible puesto que el acceso a dichos archivos, tras haber sido abiertos a los investigadores investigadores de forma indiscriminada indiscriminada durante los noventa (fecha en la que Radosh y sus colaboradore radoress habían habían acce accedi dido do a ellos) ellos),, se había había hech hechoo más difídifícil, y el legajo conteniendo el informe de Stepanov había sido cerrado a la investigación, puesto que contenía otros documentos que no debían haber sido desclasificados. Por su parte, Cervera pone en duda las conclusiones que Vidal saca del informe, incluso sin entrar a cuestionar cuestionar ni su autoría ni posibles defectos de traducción. El razonamiento de Cervera es el siguiente: por una parte, si el informe forme alude al tiempo en el que «los fascistas se estaban acercando a Madrid», en ese momento Carrillo no tenía ningún cargo o responsabilidad oficial, puesto que sólo entró a formar parte de la Junta de Defensa cuando los franquistas estaban ya en Madrid; por otra parte, el cargo de Carrillo no fue en ningún caso el de gobernador (el gobernador civil de Madrid era el socialista Carlos socialista Carlos Rubiera Rodríguez,, en tanto que la máxima autoridad en Madrid Rodríguez era el general Miaja). El autor del informe demostraría que, apenas a ocho meses de los acontecimientos acontecimientos y a siete meses del abandono por parte de Carrillo de su cargo en la Junta de Defensa, confundía el cargo y desconocía quién era la persona que efectivamente lo ocupaba, por lo que la fiabilidad del autor del informe debería ponerse en duda. En tercer lugar, el autor del informe habla de «funcionarios «funcionarios fascistas fascistas detenidos», detenidos», no siendo siendo el carácter de “funcionarios” el determinante a la hora de referirse a los asesinados. Además, en el texto del soviético, y siguiendo la traducción mostrada por Vidal, se diferencia entre detenidos y presos. Sólo se puede hablar en propiedad de pres presos os para para losrec los reclu luid idos os en las cárce cárcele les. s. Deteni Detenidos dos serían los encerrados en checas (y con frecuencia paseados). Finalmente, los presos habrían sido «tratados con brutalidad» y no asesinados. Por todo ello, Cervera opina que las conclu conclusio siones nes de Vidal Vidal son aventur aventuradas adas al interpre interpre-tar que el autor del informe se refiere a las sacas y no a los paseos, lo cual, dado el contenido del informe, parece lo más probable. Cervera concluye con que el informe, atribuido atribuido a Dimitrov, es de escasa credibilidad. credibilidad. [105]
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sabilidad sabilidad de Carrillo es el libro de Schlayer Schlayer ya citado anteriormente, Diplomat im roten Madrid de de 1938. A pesar de haber sido usado profusamente por Gibson en Paracuellos: cómo fue , el libro permaneció sin traducción al castellano castellano hasta 2006, en que fue publicado publicado por la editorial Áltera, bajo el título Matanzas en el Madrid republicano, con traducción de Carmen de Carmen Wirth Lenaerts (RicarLenaerts (Ricardo de la Cierva señala en 1994 que existía una traducción previa, no publicada y usada por él, efectuada por la Asociación ciación de Familiares Familiares de los Mártires [de Paracuellos]. Paracuellos]. [8] De acuerdo con la traducción que publicada en 2006, la descripción que hizo Schlayer de su entrevista con Carrillo el 7 de noviembre es la siguiente: Dicha Dicha autor autorid idad ad se llama llamaba ba Santi Santiago ago CarriCarrillo. Tuvimos con él una conversación conversación muy larga, en la que recibimos toda clase de promesas de buena voluntad y de intenciones humanitarias respecto a la protección de los presos y al cese de la actividad actividad asesina. Pero la impresión impresión final que sacamos de la entrevista fue de una total inseguridad y falta de sinceridad. Le dije lo que acababa de oír en la Moncloa y le pedí explicaciones. Carrillo pretendía no saber nada de todo aquello, cosa que me parece totalmente inverosímil. A pesar de todas las promesas, aquella noche y al siguiente día continuaron los transportes de presos que sacaban de las cárceles sin que Miaja ni Carrillo se creyeran obligados a intervenir. Y entonces sí que no podían alegar desconocimiento, ya que estaban informados por nosotros. (Schlayer 2006: 124), citada por (Viñas 2006: 36.) La cita que De la Cierva hace de la impresión de Schlayer sobre la entrevista con Carrillo, usando la traducción de la Asociación de Familiares de los Mártires es bastante similar: Él pretendía no saber nada de todo aquello, aquello, cosa que me parece inverosímil. (Cierva 1994: 172) Según la descripción que aparentemente hizo Schlayer, éste habría pensado que Carrillo estaba ya al corriente, en la tarde del 7 de noviembre, de las sacas de la Cárcel Model Modeloo que que había habíann tenid tenidoo lugar lugar esa mañana mañana.. Vidal Vidal da por [106] buena esa afirmación. afirmación.
Sin embargo, Gibson —que trabajó con una traducción del libro de Schlayer entre finales de los setenta y principios de los ochenta que le había hecho su esposa—, ya en 1983 y mucho antes de la traducción del libro al español, español, describe la narración de Schlayer Schlayer sobre su entrevista entrevista con noviembre de un modo radicalOtra “prueba” que se ha alegado para justificar la respon- Carrillo la tarde del 7 de noviembre mente diferente:
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Schlayer, que, como hemos dicho, abandonó Madrid en julio de 1937 —según él bajo amenaz amenazaa de muerte muerte lanzad lanzadaa por el Gobierno Gobierno ro jo—, volvió a España al final de la guerra. El 7 de marzo de 1940 prestó declaración ante los jueces de la Causa General acerca de sus investigaciones sobre la matanza de presos. La declaración declaración de Schlayer Schlayer confirma el relato publicado en su libro en 1938, y no añade nada nuevo a éste. A pesar de ello, creemos oportuno citar su referencia a la conversación que sostuvo con Santiago Carrillo en el Ministerio de la Guerra aquella tarde del 7 de noviembre de 1936, cuando le contó a éste lo que había visto aquella mañana en la cárcel Modelo y le expresó su inquietud por la suerte de los presos políticos. (Gibson 2005: 138)
Carrillo declara en sus memorias que una de sus máximas preocupaciones como consejero de Orden Público fue la lucha contra la «quinta columna». [108] Ricardo de la Cierva cita un discurso de Francisco Antón, Antón, miembro del comité central de PCE, en el pleno ampliado del comité central del PCE celebrado en Valencia entre el 6 y el 8 de marzo de 1937. En él, Antón afirma: Es difícil asegurar que en Madrid está aniquilada la quinta columna, pero lo que sí es cierto es que allí se le han dado los golpes más fuertes... Y esto —hay que proclamarlo muy alto— se debe a la preocupación del Partido y al trabajo abnegado, constante, de dos camaradas nuevos, pero tan queridos queridos por nosotros como si fueran viejos militantes de nuestro Partido, el camarada Carrillo, cuando fue consejero de Orden Público, y el camarada Cazorla, que lo es ahora. (Cierva 1994:232-233)
A continuación Gibson incluye la citada declaración de Schlayer en la Causa la Causa General acerca General acerca de la entrevista entrevista con Las opiniones sobre lo que era la quinta columna y soCarrillo: bre quienes la formaban son muy variadas. Carrillo en sus memorias nunca la identifica con los presos de las En su visita a Carillo, le denunció estos he[109] Los autores cárceles. autores que sostiene sostienenn la respons responsabi abilida lidadd chos y mantuvieron larga discusión porque Cadirecta de Carrillo (De (D e la Cierva, Payne, Payne, Vidal) consideconsiderrillo sostenía que había máxima seguridad. La ran que los presos de las cárceles formarían formarían parte de ella situación en Madrid era tan anárquica que le (su contemporáneo Galíndez también lo consideraba consideraba así, consta que a pesar de haberse perpetrado ya a como muestra una de sus citas anteriores), anteriores ), por lo que las esa hora la mayor parte de los asesinatos, Camenciones menciones a la represión represión de la quinta columna y la depurrillo no conocía los hechos. ración de la retaguardia serían pruebas de cargo inequíDeclar Declaraci ación ón de Schla Schlaye yerr ante ante la Causa Causa vocas. Por su parte, Cervera, cuyo cuyo libro es una monograGeneral el 7 de marzo de 1940 (caja 1.527, fía sobre la retaguardia republicana en Madrid durante «Emba «Embajadas», jadas», ff. 77-89, citado en (Gibson (Gibson la Guerra Civil, define la quinta columna, a partir de las 2005: 138-139) notas e instrucciones del general Mola Mola,, como «los partidarios de los sublevados integrados en organizaciones clandestinas en la retaguardia enemiga», a cargo de «laViñas va más allá y califica de simple “fraude” y “ejem- bores de espionaje, sabotaje, derrotismo y, en general, plo típico de tergiversación de documentos de archivo” cualquier actividad subversiva contra el Gobierno repula traducción publicada publicada por Áltera en su artículo «Técni- blicano, pero con una nota característica: lo realizaba en casde cas de fraude raude en el caso caso de Parac Paracue uello llos». s».[107] Traduciendo el marco de una organización y, por tanto, de forma sistedirectamente del alemán (cuyo original, en letra gótica, mática y estudiada». [110] El discurso de Antón en el pleno pleno muestra en el artículo), indica que el texto que en origi- del PCE atribuye la represión de la quinta columna tanto nal decía lo siguiente: a Carrillo (bajo (bajo cuyo mandato en la consejería consejería de Orden Público se produjeron sacas cuyos integrantes perecieron Le dije lo que había visto en la Moncloa asesinados) asesinados) como a Cazorla (durante cuyo mandato en la y le pedí explicaciones, explicaciones, pero respondió que no ya delegación de Orden Público no se produjeron). sabía de ello, algo que considero probable. Aunque Gibson y Cervera han considerado que Carrillo (Schlayer (Schlayer 1938; 116) no tuvo responsabilidades directas en las matanzas de Paracuellos (esto es, no fue Carrillo la persona que planificó y ordenó las matanzas), no le eximen de responsabiBastante alejado del texto citado anteriormente, pero que lidad. Así, Gibson señala que es indudable que Carrillo concuerda plenamente con la narración de Gibson y con y Serrano Poncela, si bien no estaban al corriente de lo el testimonio de Schlayer ante la Causa General en 1940. que ocurrió con las primeras sacas, si lo estuvieron desOtros argumentos citados por Vidal son las menciones de pués, pero «optaron por hacer la vista gorda»;[111] se traCarrillo y de miembros miembros del Partido Comunista acerca de taría por tanto de complicidad complicidad o responsabilidad responsabilidad indirecindirecla eliminación de la quinta la quinta columna en columna en Madrid. El propio ta. Cervera ha descartado las responsabilidades directas
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de Carrillo, afirmando que le parece «muy aventurada e 4.2 injusta la acusación, que tantas veces se ha hecho y aún hoy se hace, de que Santiago Carrillo fue quien planeó y ordenó estos asesinatos en masa. Según los datos que hoy hoy poseem poseemos, os, nosotr nosotros os pensam pensamos os que que no se puede puede acusa acusarr [112] con bases suficientes al entonces consejero». Al mismo tiempo si le asigna responsabilidades indirectas («... creemos que en el terreno de las responsabilidades indirectas, cabe incluir a Carrillo. Quizá el 7 de noviembre, como ya se ha dicho con anterioridad, no supo nada de lo que ocurría en las cárceles, pero ese desconocimiento desconocimiento no pudo durar mucho para el que era la máxima autoridad del Orden Público en Madrid»). [113]
Accio Acciones nes judici judiciale aless
Curiosame Curiosamente, nte, Vidal Vidal afirma, afirma, sin mayores mayores precisi precisione ones, s, que la responsabilidad de Carrillo en las matanzas ha sido afirmada por Gibson.[34] En tanto que respecto respecto al estudio de Cervera, afirma que «resulta chocante la voluntad exculpatoria que se aprecia en J. Cervera», [34] cuando, del mismo modo, Cervera indica que Carrillo estaba al corriente de las matanzas, al menos desde el día 9, 10 a lo sumo, pero no las impidió, impidió, como sí hizo Melchor Melchor Rodríguez (Cervera aventura que Carrillo probablemente pudo hacerlo, pero que tenía otras prioridades más importantes que preocuparse de la situación situación de las cárceles, como acabar con los paseos, especialmente en la situación de cerco y combates que sufría la ciudad), una clara responsabilidad indirecta. [114] El propio Carrillo ha negado siempre que conociese los hechos, o que diese la orden, aunque recientemente ha El juez Baltasar Garzón, que desestimó una querella por genocireconocido cierto grado de responsabilidad indirecta: [115] dio, torturas y terrorismo contra Santiago Carrillo en 1998. Si tuve alguna responsabilidad en aquel episodio fue la de no haberlo evitado. Pero en un Madrid asediado por las tropas de Franco, bombardeado día y noche por la aviación y la artiller artillería ía enemig enemigas as que causaba causabann miles miles de víctivíctimas inocentes, con la quinta columna tiroteando desde los tejados tejados cuando anochecía, donde carecíamos de soldados incluso para cubrir todas las bocacalles por las que podían entrar los ataca atacante ntes; s; un Madri Madridd que que inclu incluso so el mis mismo mo Gobierno republicano pensaba que sólo resistiría tres días, la Junta de Defensa carecía de instrumentos para controlar plenamente plenamente la situación. situación. Respecto a los autores que han analizado las matanzas, Carrillo ha acusado a Vidal (nacido en 1958) de falsear la historia y de haber sido un confidente franquista. [116] Respecto Respecto a Gibson, Carrillo afirmó: [117] No me he explicado por qué Gibson, que es un progresista, publicó antes de unas elecciones un libro en el que se ponía en cuestión mi cond conduc ucta. ta. [...] [...] Hay Hay una preoc preocupa upaci ción ón de imparcialidad a la hora de enjuiciar hechos que ocurrieron hace tanto tiempo..., y la imparcialidad resulta imposible.
En 1998, al amparo del proceso emprendido en España contra el exdictador chileno exdictador chileno Augusto Pinochet, Pinochet , una autodenominada denominada Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas del Genocidio de Paracuellos Paracuellos del Jarama, presentó una querella una querella ante ante la Audiencia la Audiencia Nacional contra Nacional contra Santiago Carrillo, el PCE, el PSOE PSOE,, la Comunidad de Madrid y el Estado español por delitos de genocidio genocidio,, torturas torturas y y terrorismo.. El juez terrorismo El juez Baltasar Garzón rechazó Garzón rechazó de plano la querella querella alegando la « mala fe procesal» procesal» y «abuso « abuso del derecho»» por parte de los denunciantes, por lo que no adrecho mitió recurso mitió recurso alguno alguno contra la resolución. resolución.[118] Garzón razonó así la resolución: resolución: Con el respeto que me merece la memoria de las víctimas, no puede dejarse de llamar la atención frente a quienes abusan del derecho a la jurisdicción para ridiculizarla y utilizarla con finalidades ajenas a las marcadas en el artículo 117 de la Constitución Española y los artí artícu culo loss 1 y 2 de la Ley Ley Orgá Orgáni nica ca del del Poder oder JuJudicial, dicial, como acont acontece ece en este este caso [...], [...], los los preceptos jurídicos alegados son inaplicables en el tiempo y en el espacio, en el fondo y en la forma a los [hechos] que se relatan en el escrito y su cita quebranta absolutamente las normas más elementales de retroactividad de retroactividad y y tipicidad tipicidad..
19 (Reig Tapia Tapia 2006: 233) Algunos medios de tendencia conservadora tendencia conservadora señalaron señalaron como incoherencia de Baltasar de Baltasar Garzón que Garzón que hubiera archivado la querella contra el comunista Santiago Carrillo y, en cambio, abriese una investigación de los crímenes del franquismo. [119][120] Por otro lado, el letrado de la acusación la acusación popular contra popular contra el juez Garzón por presunto delito de prevaricación de prevaricación por por investigar investigar los crímenes del franquismo incorporó a su informe como antecedente el auto de Garzón en el que archivó la querella contra Carrillo.[121]
5
Polém Polémica icass entre histori historiador adores es
En el prefacio de su segunda edición de Paracuellos: cómo fue, en 2005, Gibson descalifica globalmente el libro de Vidal. Por una parte, le acusa de un sesgo ideológico neofranquista («Un comentario final sobre el libro de Vidal, cuyo rabioso anticomunismo le lleva, a mi juicio, a grotescas exageraciones, suposiciones y tergiversaciones» [122] ). Por otra, cuestiona su método de investigación («¿Hacen falta más comentarios sobre el proceder proceder de este escritor empeñado en demostrar que en Madrid se llevó a cabo, con la connivencia connivencia del Gobierno de la República, un genocidio en toda regla?»; [122] «Traigo a colación el libro de Vidal porque es todo lo contrario a un intento de conocer y difundir la verdad de lo ocurrido en el Madrid de noviembre de 1936. Parte de la base de que los «rojos» son todos monstruos — así lo subrayan tanto el subtítulo como la cubierta del libro— y que el Partido Comunista había decidido tiempo atrás llevar a cabo un «genocidio» de burgueses españoles en el momento oportuno. En función de este dogma, el autor picotea aquí y allá entre los periódicos de izquierdas del momento en busca de suculentas citas que apoyen sus argumentos. Y cuando encuentra algo que le parezca de utilidad lo sirve fuera de contexto, a veces truncado y a veces mutilado»[123] ). Y así cita varios ejemplos de invención y mutilación de citas, a lo que se une la falta de referencias de muchas de las fuentes que dice aportar, lo cual impide su verificación. El ejemplo más desarrollado es el relativo al editorial del diario La Voz del 3 de noviembre de 1936, [124] citado por Vidal en su libro como una de las pruebas de que «durante el mes de noviembre de 1936, pocas dudas podía haber de que el sentir común de las fuerzas que integraban el Frente Popular era exterminar a los enemigos de clase». [125] Así, según Vidal: El 3 de noviembre, a unos días apenas de las matanzas, el diario La Voz lanzaba un llamamiento significativo: «Hay que fusilar en Madrid a más de cien mil fascistas camuflados, unos en la retaguardia, otros en las cárceles. Que ni un quinta columna quede quede vivo para
impedir que nos ataquen por la espalda. Hay que darles el tiro de gracia antes de que nos lo den ellos a nosotros. (Vidal, 2005, 2005, p. 164)
La cita y atribución de Vidal, sin embargo, no son originales suyas. El párrafo ya había sido citado por Ricardo de la Cierva en su obra Carrillo miente en 1994, atribuyéndoselo también al editorial de La Voz de ese día. [126] Sin embargo, Gibson señala que Vidal se habría simplemente inventado el contenido del editorial. [127] Un editorial cuyo contenido real era totalmente diferente diferente al mostrado por Vidal, en el que se contaba que no eran cien mil “fascistas” los que el periódico pedía fueran ejecutados, sino cien mil republicanos los que se encontraban en peligro de ser fusilados fusilados si las tropas franquistas franquistas tomaban la ciudad. [128] Gibson señala que ni en el editorial de aquel día ni en el resto del número del 3 de noviembre aparecen las imputaciones de Vidal. Aunque podría tratarse de una equivocació equivocación, n, Gibson no lo cree, puesto que el editorial realmente existente existente posee bastantes puntos en común con las alegaciones de Vidal, salvo con un cambio radical de sentido de lo escrito en La Voz.[129] Ángel Viñas verificó además que el presunto editorial de La Voz no aparecía en números posteriores del diario (según Viñas "De ello cabe deducir no que Vidal no consultara La Voz sino que tergiversó datos fáciles de contrastar "). ").[130] Gibson concluye con una severa crítica: «No se puede escribir así la historia. Cuando se trata, sobre todo, de proporcionar responsabilidades, lo menos que se puede pedir a un investigador es que compruebe sus fuentes y las cite correctamente». correctamente».[123] Gibson Gibson proporc proporcion ionaa otros ejemplos jemplos de citas citas truncatruncadas o mutiladas que Vidal utiliza para apoyar su tesis preconcebida. [131] Gibson apunta también la inexistencia de referencias que permitan validar las afirmaciones de Vidal. [132] Por su parte, Vidal ha respondido en diversas entrevistas a algunas de las acusaciones planteadas por Gibson en el prefacio de la segunda edición de su libro, reimpreso inmediatamente después de la publicación del libro de Vidal. Si en su libro, Vidal incluye la obra de Gibson entre aquellas que «han estudiado con rigor las matanzas de Paracuellos» [34] (si bien para ponerle como ejemplo de estudios que han afirmado «la responsabilidad de Carrillo llo en las matan matanzas zas», », afirmac afirmació iónn que que Gibson Gibsonno no hace) hace),, tras tras la reimpresión reimpresión de la obra de Gibson las alabanzas se convierten vierten en acusacio acusaciones nes y reproches reproches.. Así, Vidal Vidal ha acusado acusado a Gibson de no ser realmente un historiador, por no revisar sus conclusiones en la reedición de Paracuellos. Cómo fue, repr reproc ochán hándol dolee no haber haber tenid tenidoo en cuent cuentaa la nueva nueva documentación que se había conocido desde la primera edición (sobre todo los archivos de la Unión Soviética). Soviética).[133] También cuestiona su metodología, acusándole no usar más que entrevistas y consultas a hemerotecas para escribir su obra. [134] Por otra parte, y refiriéndose al resto
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7 REFERE REFERENC NCIA IAS S
de acusaciones plasmadas por Gibson, Vidal alude única- [15] El secretario general del Cuerpo Diplomático Diplomático Extranjero Extranjero en Madrid durante la guerra civil española, el americano mente al caso del editorial inexistente de La Voz, concluHenry Henry Helf Helfant lo cons consid ider eróó en su libr libroo La doctrina Trujillo yendo con que Gibson «no ha dado con la fuente».[135] del asilo diplomático humanitario publicado en 1947 co-
Vidal también ha acusado a Gibson de haber otorgado mo pro-naziy pro-naziy partidari partidarioo de los rebelde rebeldess franquis ranquistas. tas. Véase «comprensión» a las matanzas, [133] aludiendo al titular Felix Schlayer Schlayer and the Nazis (en Nazis (en inglés) bajo el que se publicó una entrevista a Gibson en el dia(Gibson 2005: 2005: 127) rio El País el 22 de septiembre de 2005 «Paracuellos [16] (Gibson fue terrible, pero lo entiendo». [136] El texto completo en- [17] (Viñas (Viñas 2007 2007:: 36) cuentra la explicación a las matanzas de Paracuellos en la situación de pánico que se vivía en Madrid en esos [18] Jesús Hernández, ministro ministro en la Guerra Civil, disidente disidente en [137] el exilio (1939-1956) (1939-1956).. Introducción al libro “Comunistas momentos.
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Véas Véasee tamb tambiién •
Masacre de Badajoz
sin partido. Jesús Hernández, ministro en la Guerra Civil, disidente en el exilio”, de Fernando Hernández Sánchez. Editorial Editorial Raíces (2007)
[19] «Justicia para Amor Nuño». Nuño». El Mundo. 14 de noviembre de 2014.
•
Masacre de la carretera Málaga-Almería Málaga-Almería
[20] ENTREVISTA: ENTREVISTA: Ian Gibson Hispanista Hispanista ."Paracuell ."Paracuellos os fue fue terrible, pero lo entiendo”.
•
Matanza de la Cárcel Modelo Modelo de Madrid
[21] Hugh Thomas p. 1072.
•
Víctimas de la Guerra Civil Española Española
[22] (Gibson (Gibson 2005:39) 2005:39) [23] (Cervera 2006: 27-28.)
7 7.1
Ref Referen erenci cias as Pie Pie de pági página na
[24] Ibid. Ibid. [25] (Gibson (Gibson 2005: 2005: 38.)
[26] «Sobre la convivencia en España»/ y 2 PEDRO LAIN ENTRALGO 07/05/1981 [1] Plano del Camposanto de Paracuellos de Jarama: Jarama : plano de las fosas de Paracuellos del Jarama y explicación sobre cada una de ellas, en la web de la Hermandad de Nuestra [27] ‘’Respeto por la historia’’ Francisco Pérez Álex, coordinador de la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Señora de los Mártires de Paracuellos del Jarama. Sevilla (AMHYJA) - Sevilla - 10/02/2004 [2] El 21 El 21 de septiembr septiembree la Junta la Junta de Defensa Nacional nombró Nacional nombró generalísimo a generalísimo a Francisco Francisco Franco, Franco, y el 1 de octubre “Jefe [28] Uso y abuso de la historia: la Guerra Civil. ENRIQUE MORADIELLOS 31/10/2005 del Estado español” (Preston (Preston 1994: 229-230 y 236). [3] (Cervera 2006: 89).
[29] (Cervera 2006: 90)
[4] Según Según Javier Cervera, Cervera, unos 1100 jefes y oficiales del [30] (Cervera 2006: 98) Ejército se Ejército se encontraban recluidos en la Cárcel la Cárcel Modelo el Modelo el [31] (Cervera 2006: 106) 9 de agosto;(Cervera 2006: 85). [32] (Cervera 2006: 438) [5] (Cervera 2006: 89) [33] (Gibson 2005: 161.) 161.) [6] (Cierva 1994: 142) [34] (Vidal 2005: 190.) [7] (Cierva 1994: 178) [35] (Vidal (Vidal 205: 205: 190) [8] (Cierva 1994: 143) [36] (Casanova: (Casanova: 187) [9] El primer tomo de la tesis doctoral doctoral puede consultarse consultarse en [37] (Cervera 2006: 89) afirma afirma que ninguno de los 24 presos presos línea en la Biblioteca la Biblioteca de la Universidad Complutense presentes en el listado ha sido identificados como asesina[10] (Reverte 2006) dos; (Vidal 2005: 109) asume que sí lo fueron. [11] (Payne (Payne 2006: 2006: 137)
[38] (Gibson 2005: 175-182.) 175-182.)
[12] (Gibson 2005: 38-39)
[39] (Vidal 2005: 109.)
[13] (Reig Tapia 2006: 193)
[40] (Gibson 2005: 144-151.) 144-151.)
[14] (Gibson 2005: 140)
[41] (Vidal 2005: 208-211.)
21
7.1 Pie de página página [42] (Gibson (Gibson 2005: 2005: 42) [43] (Carrillo 1994: 188-189) [44] (Carrillo 1994: 179-180.) [45] (Gibson 2005: 46-49.) [46] (Gibson 2005: 49.) [47] (Gibson 2005: 53.) [48] (Gibson: 86), citando citando Diario de la Guerra de España . [49] (Cervera 2006: 96-97.) [50] [50]
Tuve Tuve las las prim primer eras as noti notici cias as del del suce suceso so por por el emba embaja jado dorr de Finlan Finlandi dia, a, que que vino vino a mi conconsejería a protestar. Era un nazi y unos años después publicó publicó un libro en Berlín, donde reconoc conocee que que cuand cuandoo me visitóyo visitóyo no sabía sabía nada nada del asunto. Pero en ese momento él tampoco pudo darme una información precisa. La verdad es que yo he empezado a oír hablar de Paracuellos Paracuellos bastantes años después. (Carrillo 1994: 209.)
[51] (Ezquerro (Ezquerro 2001) [52] (Vidal 2005: 207-13.) [53] (Cervera 2006: 89-90.) [54] En una esquela publicada publicada por familiare familiaress en el 70 aniversario rio de las matanz matanzas, as, apare aparecen cen los los nomb nombre ress de 276 menor menores es de 21 años presuntamente asesinados asesinados en Paracuellos Paracuellos entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936, El Mundo, 4dediciembrede2006,página46.En"Y 4dediciembrede2006,página46.En" Y ah ahor ora, a, lo loss mu muerertos de Paracuellos", Paracuellos", reportaje de la Crónica de El Mundo, 17 de septiembre de 2006, número 568, José Manuel Ezpeleta, vocal de la Hermandad de Nuestra Señora de los Mártires de Paracuellos afirma "Tenemos contabilizados hasta 800 menores de 21 años —límite para la mayoría de edad en aquella época— acribillados en este lugar. " [55] (Gibson 2005: 29.) [56] (Vidal 2005: 182.) [57] (Gibson 2005: 210.) [58] La fecha fecha la dan tanto (Gibson (Gibson 2005: 206) como (Cervera (Cervera 2006: 91.) [59] En (Gibson (Gibson 2005: 206.) sólo se indica indica que el listado de El Alcázar es es parcial y no incluye incluye el total de los supuestos supuestos 12 000 asesinados asesinados en Paracuellos. Paracuellos. Es (Cervera 2006: 91.) quien proporciona la cifra. [60] (Gibson (Gibson 2005: 2005: 97) [61] (Cierva 1994: 226) [62] (Vidal (Vidal 2005: 2005: 214)
[63] Así, Vidal yerra en todas las atribuciones. atribuciones. En el caso de Guillermo Guillermo Arsenio de Izaga, Modestinus, preso en la Cárcel Modelo, donde fue testigo de las sacas de los días 7, 8 y 9 de novi noviem embr bree y poster posterio iorme rmente nte evac evacua uado do a la cárcelde cárcelde Ventas, denominado erróneamente por Vidal “Antonio de Izaga”, se le atribuye atribuye la cifra cifra de 8354 asesinados (sin que Vidal incluya referencia ni mención a la obra consultada en la bibliografía; presumiblemente Los presos de Madrid. Recuerdos e impresiones de un cautivo en la España roja , Madri Madrid, d, 1940). 1940). La cifra cifra que que da realm realment entee Izaga Izaga es de 8534 8534 y se refiere a inhumados “oficialmente” en el cementerio de Paracuellos. En su libro, Izaga describre su visita al cementerio de Paracuellos apenas dos meses después de terminar la guerra (7 de junio de 1939): Los datos datos ofici oficial ales es reuni reunido doss hasta hasta la fecha echa cifran en 8534 el número de inhumados. Algunos gunos piens piensan an que que hay hay much muchos os más. más. Y cuent cuentaa que en Torrejón de Ardoz pasan de 1000. Y que los hay en los desmontes de Vicálvaro, Vicálvaro, y en la Casa de Campo, y en la Pradera de San Isidro, y en el Parque del Oeste, y en las cercanías de la Ciudad Universitaria, y en otros lugares ignorados aún. (Izaga 1940: 338-339) A pesar de citar cifras oficiales, no existen tales cifras. Además, el número de exhumados, en fecha posterior a la visita de Izaga, en Torrejón de Ardoz (y trasladados posteriormente a Paracuellos) fue de 414 y no de 1000, como sostiene Izaga. Es posible que el error de las cifras provenga de "El "El gran holocausto de Paracuellos del Jarama", Jarama ", una conferencia conferencia de José Antonio García Noblejas, académico correspondiente de la Real la Real Academia de la Historia y Historia y ex director general de Archivos y Bibliotecas durante el franquismo, ex presidente de la Hermandad de Nuestra Señora de los Mártires de Paracuellos, en la web de dicha asociación, da cifra de 8354 atribuyéndosela a Izaga y refiriéndose al «número de sepultados en Paracuellos, incluidos los llevados de Boadilla del Monte, Rivas-Vaciamadrid, los 414 de Torrejón de Ardoz y otros lugares próximos». De forma similar, le atribuye atribuye al prop propio io Gibso Gibsonn la cif cifra de 2750 2750 asesin asesinado ados, s, cuand cuandoo Gibso Gibsonn da como estimación 2400 (Gibson 2005: 210). A Ramón A Ramón Salas Larrazábal le Larrazábal le asigna 8300, citando Pérdidas de la guerra, Barcelona, 1977, pág. 109, como fuente. Sin embargo, Gibson explica que en dicha obra, Salas Larrazábal afirma que en Madrid, en noviembre de 1936, fueron asesinadas 7000 personas, en tanto que en diciembre la cifra ascendió a 1300. Por tanto, la cifra de 8300 personas correspondería rrespondería a los supuestamente asesinados durante ambos meses, cuando las sacas que finalizaron en asesinatos masivos en Paracuellos y Torrejón tuvieron lugar entre el 7 de noviembre y el 3 de diciembre. Además, Gibson cita ampliamente otra obra de Larrazábal, Larrazábal, Santiago Carrillo y la represión republicana en Madrid : De los 8000 muertos de noviembre y diciembre, aproximadamente el 15 por ciento caye cayero ronn antes antes del del día 8 de novie noviemb mbre, re, de ellos ellos 1000 en números redondos el mismo día 7 y unos 400 entre el 1 y el 6. Quiere decirse que durante el período de responsabilidad responsabilidad de
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7 REFERE REFERENC NCIA IAS S Carrillo fueron cerca de 7000 los madrileños que cayeron sin juicio de ninguna clase ante las tapias de cualquier cementerio de los alrededores alrededores de Madrid y con predilección predilección en Paracuellos del Jarama. Gibson aclara que las conclusiones de Larrazábal, basadas en un análisis de los registros civiles madrileños, en los que muchas de las inscripciones de fallecimientos lo fueron tras la Guerra Civil (por lo que es muy probable que existan muchos errores), se refieren al conjunto del período, sin que ello implique que fuesen asesinados en Paracuellos y Torrejón o bajo órdenes de la Consejería de Orden Público. A Jesús de Galíndez le atribuye la cifra de 1020, cuando Galíndez da esa cifra únicamente para los asesinados sacados la Cárcel Modelo. En la obra que cita Vidal, Los vascos en el Madrid sitiado , Galíndez hace [64] una estimación que estaría en torno a 2000 personas: [65] Según los pocos datos escritos que con[66] servo, servo, las principa principales les sacas sacas fuero fueronn las sigui siguienentes: los días 6 y 8 de noviembre, 1020 presos [67] que procedían en su casi totalidad de la Cár[68] cel cel Model Modeloo y algun algunos os de la prisi prisión ón prov provis isio ional nal de San San Antó Antónn [... [...]; ]; en dive divers rsosdíasdelmes osdíasdelmes de [69] noviembre, pero especialmente los días 19 y 24, así como el 4 de diciembre, varios varios cente[70] nares de la prisión provisional de calle Gene[71] ralPorli ralPorlier er [...]; [...]; los los días días 27 y 30 de novi noviem embre bre,, otros tantos de la prisión provisional de San [72] Antón [...]; y los días 30 de noviembre, 19 y [73] [73] 2 de diciembre, en menor cantidad de la antigua cárcel de mujeres de Ventas. (Galíndez 2006: 87) A Rica Ricard rdoo de la Cier Ciervale vale atri atribu buye ye la cif cifra de 10 000 000 segú segúnn la cita de La Cierva que había incluido Gibson en su obra (Gibson 2005: 208), de El cementerio de Paracuellos del Jarama. Sin embargo, la cita de La Cierva (El cementerio de Paracuellos del Jarama ) incluida por Gibson habla de 10 000 enterrados en Paracuellos, de los cuales más de la mitad habrían sido llevados allí con posterioridad a la Guerra Civil: En Paracuellos del Jarama se efectuaron unos diez mil enterramientos. De ellos hay 2750 perfectamente identificados, que descansan allí, en el mismo lugar en que fueron asesinados por decisión de diversos comités de milicias del Frente Popular, con expreso conocimiento del Gobierno de Madrid, entre los meses de septiembre y diciembre de 1936. La mayoría de estas víctimas corresponden al mes de noviembre de 1936, entre los días 6 y 15, precisamente cuando el peligro de que las vanguardias del Ejército de África penetrasen en la capital se hizo acuciante. [...] Se llevaron llevaron además a Paracuellos Paracuellos 5300 personas más, asesinadas en diversos puntos de Madrid y su provincia (entre ellas casi un centenar de mujeres) enterradas fuera de lugar sagrado y trasladadas allí al terminar nuestr nuestraa guerra guerra.. El resto resto hasta hasta la cifra cifra indic indicada ada
de 10 000 corresponde a personas no identificadas que perecieron de igual forma en las inmediaciones del campo de muerte en que hoy descansan. La cifra de La Cierva, en todo caso, ascendería a aproximadamente 5100 asesinados (descontando de los 10 000 enterrados los 5.300 que fueron llevados allí desde otros lugares y sumando los 414 (Vidal 2005: 215) (Cervera 2006: 91) llevados al cementerio de Paracuellos desde el Soto de Aldovea, en Torrejón de Ardoz, de los que sí se sabe a ciencia cierta que proceden de las sacas de noviembre de 1936), y no a los 10 000 que le atribuye Vidal. Finalmente, Vidal alude a una lista nominativa publicada en El Alcázar , presumiblemente la misma usada por Gibson, pero fechada el 5 de noviembre noviembre de 1977. Sitio web de la Hermandad Hermandad (Vidal 2005: 214-215) (Vidal 2005: 327-375.) (Cervera 2006: 93) (Cervera 2006: 92) (Gibson 2005: 184-187) 184-187) (Cervera 2006: 91) (Cervera 2006: 92-93) (Cervera 2006: 94.) El peso peso de los much uchos dato datoss que pose poseeemos sobre lo ocurrido en las cárceles de Madrid, procedentes de varias fuentes independientes hace imposible no identificar a los comunistas como los principales instigadores de la matanza. Koltsov repite una y otra vez que fue Miguel Martínez, es decir, él mismo, quien insistió en la necesidad de efectuar los traslados. El ruso no menciona a la NKVD ni a Nikloski, alias «Alejandro Orlov», pero sabiendo lo que sabemos de las actividades de éste —incluido tal vez el intento de matar al doctor Henny—, nos parece difícil, y hasta imposible, que no estuviera el estalinista Koltsov —uno de los dirigentes soviéticos más destacados en España— en estrecho contacto con él. No existen documentos que lo demuestren (o, si existen, no han sido, que sepamos, publicados), pero se nos hace muy muy cuest cuestaa arriba arriba creer creer que, que, en la matan matanza za de «fascistas» llevada a cabo el 7 y el 8 de noviembre, no intervinieran sigilosamente los asesores rusos, presionando sobre sus camaradas españoles para que acabasen de una vez con sus enemigos. [...] Pero de todas maneras, aun cuando hubiera habido presión rusa sobre sobre los comunista comunistass español españoles es para que éstos éstos matasen a los presos «fascistas», la máxima culpabilidad por lo que ocurrió sigue pesando, a nuestr nuestroo parece parecer, r, sobre sobre el Parti Partido do Comu Comu-nista Español. (Gibson 2005: 247-248)
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7.1 Pie de página página [74] (Gibson 2005: 253) [75] [75]
Manu Manuel el Muño Muñozz Mart Martín ínez ez,, dire direct ctor or gene gene-ral de Seguridad, había abandonado Madrid en la noche noche del del 6 de novie noviemb mbre,sien re,siendo do asumi asumi-do su puesto por el subdirector, Vicente Girauta Linares. Al irse el Gobierno a Valencia, la Dirección General de Seguridad, como tal, desapareció desapareció prácticamente como entidad policial madrileña madrileña y, a partir de entonces, todos sus efecti efectivos, vos, servici servicios, os, etc., pasaron pasaron a dependepender de la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa... Defensa... (Gibson 2005: 242)
estas extracciones aparecen firmadas por las autoridades rojas de orden público. [84] [84] En una una entrevista de Bor Borja Hermo Hermoso so publi publica cada da en el diari diarioo El Mundo, el 26 de agosto de 2005:
[76] (Gibson 2005: 252) [77] (Gibson 2005: 253-254.) [78] (Vidal (Vidal 2005: 2005: 223) [79] (Cervera 2006: 93-103.) [80] Jesús Salgado. La CNT, Amor Nuño y la revisión de la historia: Las acusaciones de Martínez Reverte y las ejecuciones de Paracuellos, Paracuellos, en Rojo y Negro, órgano de la Confederación General del Trabajo (CGT), 22 de enero [85] [85] de 2007. [81] “A río revuelto": Paracuellos, Paracuellos, respuesta del Secretariado Permanente de CNT-AIT, escrito originalmente para El País y no publicado por su extensión.
Pregunta .- En una entrevista, usted di-
jo que la matanza de 2.000 personas en Paracuellos no había sido tanto drama, en una guerra en la que morían miles y miles. Me pareció un poco cruel como frase... Respuesta .- Y es normal que se lo pareciese. Usted no vivió aquella guerra, ni aquella época; felizmente para usted, vivió otra. Y no puede imaginarse lo que era Madrid. Y le voy a decir algo: la verdad es que, de lo de la matanza famosa de Paracuellos, a mí nadie me imputó eso hasta que no me convertí en secretario general del PCE, qué casualidad, ¿verdad? Y sin embargo, para ser sincero y para intentar zanjar de una vez esta cuestión, he de decir que yo no sabía ni que existía un pueblo pueblo llamado llamado Paracue Paracuellos llos hasta mucho mucho después de que se produjera la matanza. Yo no tuve nada que ver con aquello. [... [...]] creo creo que queda uedann clara larass dos dos cosa cosas: s: la tremenda responsabilidad responsabilidad de Santiago Carrillo en la decisión y ejecución de las represiones contra la quinta columna en Madrid; [...]. (Cierva 1994: 227)
[82] Causa General. La dominación roja en España. Avance Avance de verse en la Fundación Fundación Francisco Franco Franco (El (El la información información instruida por el Ministerio Público. Capí- [86] Como puede verse «asesino de Paracuellos» ha experimentado el terror), terror), en tulo 7 ( 7 (enlace enlace roto disponible roto disponible en Internet en Internet Archive; Archive; véase minuto ditigal (El (El genocida Carrillo nuevamente ensalzael historial el historial y y la última la última versión). versión). do), do ), o en las consignas de los responsables de un intento [83] Causa General. La dominación roja en España. Avance Avance de de agresión a Santiago Carrillo (Simpatizantes (Simpatizantes de Falange la información instruida por el Ministerio Público. Anexo intentan agredir a Carrillo al grito de “asesino” “asesino”)) IV. Las checas ( checas (enlace enlace roto disponible roto disponible en Internet en Internet Archive;; véase el historial ve el historial y y la última la última versión).: versión).: [87] Gabilondo, rector Horroris Causa, Causa , editorial de Federico de Federico Jiménez Losantos en Losantos en Libertad Digital, con motivo de la Disue Disuelta lta la «checa «checa»» de Fomen Fomento, to, sus sus concesión del doctorado honoris causa por la Universidad la Universidad miembros se reparten. con autorización del Autónoma de Madrid, Madrid, 19 de octubre de 2005: Gobierno, parte de los fondos obtenidos en los saqueos, a razón de treinta mil pesetas ca...Santiago Carrillo Solares, [...] aparece da “juez” de la “checa”. Esos mismos indicomo el máximo responsable de la mayor viduos formaron inmediatamente un Consemasacre de la historia contemporánea espajo de policía , presidido por los comunistas ñola... Santiago Carrillo y Segundo Serrano Ponce[88] Wenceslao Wenceslao Cruz, también de Libertad Digital, Digital, con motila, a cuyo cargo quedó de un modo exclusivo vo de las beatificaciones de víctimas de la Guerra Civil el ordenpúbl ordenpúblic icoo en la Capita Capitall abando abandonad nadaa por por realizadas realizadas en octubre de 2007: el Gobierno rojo. El referido Consejo de Orden Público repartió a sus miembros entre las El máximo responsable de la matanza fue diversas cárceles de Madrid, y tras una breel Delegado de Orden Público en la Junta de vísima selección, que ya había sido comenDefensa de Madrid, Santiago Carrillo, invozada por el disuelto Comité de Investigación Investigación lucrado en el genocidio de miles de personas Pública, fueron sacados de las prisiones, endurante noviembre noviembre y diciembre diciembre de 1936. tonces abarrotadas, varios millares de presos Unaa víc Un víctim timaa de dell co comun munis ismo mo ser seráá el de todas edades, profesiones y condiciones primer beato cubano sociales, que fueron asesinados por las Milicias de Vigilancia improvisadas por el Gobierno rojo en Paracuellos del Jarama, Torre[89] Véase la entrevista con Luisa Soria de Clavería, Clavería, hija hija de jón de Ardoz y otros lugares próximos a MaArturo Arturo Soria Soria Hernánde Hernándezz (asesinad (asesinadoo en Paracue Paracuellos llos)) y nieto drid, donde reposan los restos de estas víctidel del destac destacad adoo urban urbanis ista, ta, que que Ian Gibso Gibsonn incl incluy uyee en su obra obra mas. Las órdenes que sirvieron para realizar y la conclusión del propio Gibson:
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7 REFERE REFERENC NCIA IAS S Doña Luisa Soria de Clavería considera a Santiago Carrillo, director de Orden Público en Madrid en aquel momento, como máximo culpable de la muerte de su padre, así como de muchas víctimas más. Tratar de sugerir ante ella la posible inocencia de Carrillo resulta tarea azarosa e ingrata. Para ella, Carrillo no tuvo que mancharse personalmente las manos para ser un asesino. 'Su padre, Wenceslao, un socialista de pro, ha llorado de haber engendrado a tal hijo; eso me consta' nos ha dicho. (Gibson 2005: 33-35)
[90] En la bitácora bitácora de Pío Moa en Libertad Libertad Digital, Digital, Presente y pasado, del 16 de noviembre de 2006, Héroes 2006, Héroes de la izquierda:: izquierda ... El antiguo líder de las juventudes socialistas [Carrillo] quedará para la historia como uno de los principales responsables de la matanza de Paracuellos... [91] [91]
[92] [92]
La Junt Juntaa [de [de Def Defensa ensa de Madr Madrid id]] cons consiideró que los miles de prisioneros prisioneros derechistas encarcelados en Madrid (entre los que se incluía un número inusualmente elevado de oficiales) constituían un gran riesgo para la seguridad y, alentados según parece por los soviéticos, los socialistas [las JSU] y los anarcosindicalistas que dominaban la Junta, junto a los comunistas, acordaron proceder a la «ejecución inmediata» de todos los «fascistas y elementos peligrosos», sin juicio previo media mediante nte asesi asesinat natos os en masa. masa. En las cinco cinco semanas siguientes y bajo la dirección de Santiago Carrillo, entonces consejero de Orden Público, se ejecutó en grupos a 4.000 personas cuando menos, arrojándose sus cadáveres en las fosas comunes de Paracuellos del Jarama y de otro otross luga lugare ress al este este de Madr Madrid id.. Esto Estoss asesinatos en masa sólo terminaron cuando, en dicie diciemb mbre, re, se nomb nombró ró al ceneti cenetista sta Melch Melchor or Rodríguez nuevo director de Prisiones. (Payne 2006: 136-137) Jesú Jesúss de Galí Galínd ndez ez,, [... [...], ], denu denunc nció ió vali valien en-temente los hechos que se desarrollaban en Madrid, con condena de aquellas falsas libertades que, en definitiva, no significaban sino ejecutar, al margen absoluto de la ley, a detenidos no juzgados. Señala textualmente que es ése, a su juicio, «el borrón que aféa la heroica defensa de Madrid». Menciona la actuación cumplida por el «Consejero de Orden Público, Santiago Carrillo, que daba órdenes de libertad que significaban contraseñas convenidas para sacar a determinados presos de la prisión y matarlos en las afueras de Madrid». Las ejecuciones madrileñas de noviembre y diciembre de aquel 1936 estuvieron dirigidas por Santiago Santiago Carrill Carrillo, o, que tenía por ayudante, ayudante,
en estas siniestras maniobras, maniobras, a José Cazorla, Consejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid. (Cabanellas 1975: 813) [93] [93]
Las Las matanz tanzasdePa asdeParracuello llos del del Jara Jaramay may Morata Morata de Taju Tajuña, ña, si no fuero ueronn orden ordenada adass por por los asesores soviéticos, Koltsov entre otros, sí estuvieron estuvieron inspiradas por los comunistas, los que ya dominaban la represión. (Cabanellas 1975: 813)
[94] http://www.intereconomia. com/noticias-gaceta/sociedad/ preston-las-mentiras-carrillo-paracuellos-son-infantiles-20110411 [95] http://www.publico.es/espana/370707/ paul-preston-las-mentiras-de-carrillo-sobre-paracuellos-son-infantiles [96] Así, en una entrevista concedida concedida por Carrillo a los perioperiodistas José distas José Oneto, Oneto, Miguel Ángel Aguilar y Aguilar y Pedro Páramo, y publicada el 16 de enero de 1977 en la revista Cambio 16 , nº 266, Carrillo habla de Paracuellos. «No fui responsable», citada por (Fernández 1983: 51-52), aquel afirmaba: Cuandoyo Cuandoyo tomo tomo posesi posesión ón el 7 de novi noviemembre de 1936, esa operación (Paracuellos) está ya en su conclusión y yo no hice más que, con el general Miaja, ordenar ya el traslado de los últimos presos. Porque en ese momento las fuerzas franquistas habían llegado a 300 metros de la prisión. Yo no conocía nada de esas cosas que habían sucedido anteriormente, porque yo estaba en el frente de Peguerinos.. En el camino, parece ser, por toPeguerinos do lo que se explica ahora, ese convoy fue interceptado. Y como dice esa gente, los que iban en esa expedición de prisioneros, como sucedió con las anteriores, fueron asesinados. Ahora hay que tener en cuenta, para juzgar aquello, la situación en la que estaba el país. Madrid era una ciudad medio cercada ya el 7 de noviembre, que no tenía ya más que una salida. Y cuando yo tomé posesión de mi cargo ese día, yo no tenía ninguna seguridad de estar estar vivo vivo a la noche noche sigu siguie iente. nte. Porq Porque ue tenie tenienndo en cuenta que no poseíamos un ejército, que no teníamos más que milicianos, que tapábamos los huecos en el frente frente más que con un batallón de peluqueros, de albañiles, de jóvenes que no habían cogido un fusil en su vida, todas las posibilidades eran de que al día siguiente las tropas de Franco entrasen en Madrid y nos ejecutasen. Eran momentos de lucha a vida o muerte. En la noche del 7 de noviembre cuando la quinta columna también actuaba en Madrid, cuando no teníamos fuerzas, yo no tenía ni dos o tres brigadas para asegurar la custodia de esos presos tan perfecta como para garantizar su llegada a Valencia —y no las
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7.1 Pie de página página teníamos porque no las teníamos para dejar Madrid—. Esa noche no teníamos ni artillería antiaérea, ni municiones, porque en la práctica el Gobierno se había marchado con la idea de que Madrid iba a caer. Y esa misma noche fuimos objeto de un gran ataque de aviones que nos hizo pasar a la mayoría de nosotros la noche anterior en el Metro haciendo mítines para mantener la moral de la población y a circular por las calles hasta el punt puntoo de que que a mí me romp rompie iero ronn a tiro tiross vari varios os crista cristale less del del coche coche y no me matar mataron on de casuacasualidad. Es decir, no tener en cuenta las condicion ciones es en que que estabaMadri estabaMadridd en ese mome momento nto,, las cantidades de mujeres y de niños que estaban muriendo en ese momento en Madrid, el odio que eso creaba que hacía que, aunque hubiese una arbitrariedad en exceso a treinta kilómetros, kilómetros, no tenías tiempo de emocionarte emocionarte por eso, porque era cuestión de vida o muerte. No comprender eso me parece que es hacer una abstracción de lo que fue la Guerra Civil. Del mismo modo, en unas declaraciones a la periodista María Eugenia Yagüe en Cambio 16 , el mismo año (Santiago Carrillo, perfil humano y político ), también citadas por (Fernández 1983: 53) Carrillo afirma: Me encuentro (cuando tomo posesión de la Comisaría de Orden Público), con que en la cárcel Modelo hay un núcleo muy numeroso de detenidos franquistas, a punto de ser liberado esa noche por las tropas, que están a 400 metros de la cárcel. Era un regalo envenenado que nos había dejado el Gobierno republicano a la Junta de Defensa. En esas condiciones tomé la decisión de trasladar a Valencia esos detenidos. No podía permitir que esos hombres pasasen a engrosar las filas de los asediantes y tampoco podía poner a su disposición, para escoltarlos, una división que tendría que haber retirado del frente. Madrid podía caer de un momento a otro y el pueblo se había organizado por profesiones para defenderse. ¿De dónde iba a sacar yo una escolta? Por otra parte corría el riesgo de que pasaran a formar nuevos cuerpos del ejército. Creo que hice lo que debía de hacer. En el camino hacia Valencia, fuerzas que en ese momento no pudimos concretar quienes era, se apoderaron del convoy y ejecutaron a los los presos presos,, fuera uera ya del del terre terreno no de mi juris jurisdic dic-ción. ¿Cuál es mi responsabilidad? responsabilidad? No haber sacado una brigada del frente para escoltarlos. Pero en ese momento no pudimos sacar del frente ni siquiera un soldado. Estábamos con el agua al cuello... Naturalmente, yo podía haber dejado ahí a esos hombres para que los liberasen las tropas, no lo hice [...] Había que impedir que los franquistas franquistas pudiesen organizar organizar con esos hombres nuevos Cuerpos de Ejército. Porque ahí había oficiales con los que se podía hacer.
En la entre entrevis vista ta realiz realizadapor adapor Ian Gibso Gibsonn al prop propio io Carri Carrillo llo (1983), incluida en su libro (Gibson 2005: 221, 228-229), Carrillo se manifiesta de forma similar: Las sacas del siete de noviembre, es decir, la evacuación del siete de noviembre — porque lo que fue es una evacuación que luego, eh...—, fue decidida en conjunto por la Junta de Defensa... Claro, se le puede creer a uno, o no se le puede creer, pero es que yo no tuve en ese momento noción ni de cómo se hizo esta evacuación, ni de lo que pasó en la evacuación. No tuve en ese momento una noción clara de esto, porque... Hay que representarse lo que era Madrid en ese momento. Madrid es una ciudad en la que, en esa noche del seis al siete, cuando nos reunimos —entonces era comandante, me parece, Rojo, jefe del Estado Mayor de Miaja— la situación era... Rojo nos hace un cuadro de la situación: el Gobierno se había llevado la artillería antiaérea, la poca artillería antiaérea que había en Madrid, para Valencia; que no tenemos munición, que no hay armas para armar al pueblo, a la gente que en la Casa del Pueblo, y en los locales de la Juventud y de los partidos y tal, se ha concentrado para ir al frente; frente; que no sabemos qué vamos a hacer al día siguiente. siguiente. [...] En ese momento en la Consejería no teníamos nada. Si en ese momento todavía, la Consejería no podía hacerse siquiera con el aparato de la Dirección General de Seguridad, en ese momento la Consejería no tiene ninguna fuerza propia, ninguna. [...] Y es que el nueve o el diez cuando yo empiezo a controlar un poco, eh... Porque la disolución de las checas estas [decretada por Carrillo] incluso se hace cuando yo no tengo más personal que el de los policías gubernamentales que están en la oficina, no tengo más... Incluso la Guardia la Guardia de Asalto dependía Asalto dependía de [la Consejería de] Guerra... [...] yo o puedo, no puedo decir que, si eso pasó no, porque, como si se dijera que los ministros de Franco han sido inocentes de las barbaridades que se han hecho en el otro campo, incluso aunque no hayan conocido el detalle, no. Pero lo cierto es que, en eso de Paracuellos, yo no he tenido una intervención personal directa en absoluto. En absoluto. En 1994, Carrillo describe la situación en sus memorias: En aquell aquellos os días, no recuerdo recuerdoexa exactam ctamenente cuál, los franquistas llegaron a doscientos metros de la cárcel Modelo. Y en la junta acordamos que era necesario evacuar a los militares presos, a todo riesgo; si perdíamos veinticuatro horas más podían ser liberados, con el fortalecimie fortalecimiento nto evidente del potencial franquista que iba a derivarse de ello. Impedirlo era esencial para la defensa de Madrid e incluso para el curso de la guerra. El problema más difícil era el de su custodia; las
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7 REFERE REFERENC NCIA IAS S fuerzas de que se disponía para ello era más bien escasas; las brechas que teníamos en el frente y por las que el enemigo trataba de entrar exigían la presencia de todas las fuerzas movilizables. movilizables. Al final el mando militar destinó algunas fuerzas para escoltar el convoy. Tardamos Tardamos varios días en saber que habían sido intercepta interceptados dos y ejecutado jecutados, s, peronunc pero nuncaa llegamos a saber por quién y en aquel momento ni supimos donde. En los alrededores de Madrid merodeaban miles de incontrolados, con armas, muchos de ellos provenientes del territorio tomado por los franquistas antes de llegar a la capital, que habían perdido familiares y amigos por la represión y que se hallaban animados de un odio cerval. En las carreteras había controles, controles, que no obedecían ni a la Juntani Juntani al Gobi Gobier erno no.. Y frent rentee a gent gentes es así así las fuerzas de escolta hubieron debido librar batalla para proteger a los presos; a la vista de lo sucedido puedo imaginar que ni por su número, ni sobre todo por su moral, estaban dispuestos a dar su vida para defender la de los que iban custodiando. custodiando. (Carrillo 1994: 208-209)
[97] [97]
Yo, lo que que pien pienso so es que que habí habíaa dos, dos, dos. dos... .. apara aparatos tos,, un apara aparato to legal, legal, públi público co y tal, tal, y que que era la Consejería de Orden Público, luego otro de gente con que la Consejería de Orden Público no tenía nada que ver. (Gibson 2005: 235)
[98]
Pero, en fin, allí se ve que hubo gente con la que pasó eso [que determinados presos fueron sacados de las prisiones y asesinados], y ye le digo a usted que que la destitución destitución de Serrano Poncela no es ajena a las quejas quejas que en ese momento llegaron sobre su comportamiento y sobre el comportamiento de esta Comisión [el Consejo de Investigación de la Consejería de Orden Público], de estos representantes de todos los grupos del Frente Popular. (Gibson 2005: 230)
[99]
En 1998, Carrillo reitera cuales son las circunstancias de Madri Madridd en novi noviem embr bree de 1936 1936 y cuál cuáles es son sus sus prior priorida idades des como consejero: [Como [Como conse conseje jero ro de Orde Ordenn Públi Público] co] cuando tiene que pedir para custodiar tiene que pedir a las milicias de retaguardia que custodien..., y que está en un Madrid cercado y tal; vamos a ver, ¡qué Consejero de Orden Públi Público co puede puede respo respond nder er de todo todo el folló ollónn que que hay en ese momento! ¿no? Yo, en eso, siento mucha tranquilidad. Mire usted, al final, para mí, lo importante era que Franco no pudiera organizar tres, dos o tres, cuerpos de ejército. Eso es, en ese momento el objetivo esencial. Y ese objetivo lo logramos. ¿No lo logramos salvando la vida de esta gente? Es verdad, pero en aquel momento moría mucha gente en Madrid..., moría mucha gente en Madrid y a nosotros mimos podían colgarnos en la Puerta del Sol a los dos días. Es decir, que remordimientos de conciencia no tengo ninguno y pienso que cualquiera en mi lugar, cualquiera hubiera hecho lo que hice yo [...] Pero, lo cierto es que en ese momento era o ellos o nosotros. Me hubiera gustado que no hubiera pasado eso, no por nada, fundamentalmente, fundamentalmente, le digo a usted, no era, en ese momento, tanto por razones humanitarias, porque odio a esa gente le tenía yo tanta como le tenía... la mujer que le habían hundido la casa. Yo era por consideraciones consideraciones políticas, por consideraconsideraciones políticas a mí aquello no me convenía. [...] Pero, ¿en aquel momento? En aquel momento, eso me preocupó como un hecho político negativo para la República. (Cervera 2006: 109)
Pregunta.
Sería lógico que, en aquellas circunstancias, circunstancias, que alguien tuviera la idea de llegar a la «solución final» con aquellos prisioneros, sioneros, eso es lo que yo pienso. Respuesta . Yo creo que puede entrar en la lógica en una situación de terror la idea del terror rojo, para entendernos, o del terror republicano, publicano, eso puede entrar. P. Y quitarles de en medio. R. Quitarles de en medio. fácil. La solución final. SeguP. Mucho más fácil. ro. R. Esa idea no es una idea que se expresa en la Junta de Defensa, o que hace suya la Junta de Defensa o tal, pero puede ser una idea que había en otras gentes, eso sí es verdad. Y además, sobre todo a los que tenían la experiencia de la revolución rusa podría ocurrírseles con... con... porq porque. ue..... te recue recuerda rda de cuandoatent cuandoatentan an contra Lenin, el Gobierno soviético entonces decreta el Terror Rojo. Claro, en un momento en que hay terror fascista no hay que extrañarse de que la idea de un terror antifascista, antifascista, pues, responda a la idea del terror fascista. (Gibson 2005: 237-238)
[100] (Vidal 2005: 217-218) [101] (Vidal 2005: 188.) [102] (Gibson (Gibson 2005: 2005: 225) [103] (Vidal 2005: 193) [104] (Elorza 1994: 379) [105] (Cervera 2005: 99) [106 [106]]
Dura Durant ntee la entr entrev evis ista ta con con Carr Carril illo lo,, Schl Schlaayer y el delegado de la Cruz Roja recibieron
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7.1 Pie de página página todo tipo de seguridades. Sin embargo, el diplomático noruego percibió en Carrillo «inseguridad» y «falta «falta de sinceridad», sinceridad», especialmente porque porque insistía insistía en que no sabía sabía nada del traslado de los presos lo que, cierto es, resultaba poco verosímil. (Vidal 2005: 157)
Partido Comunista de Madrid, Madrid, junto con la columna original de Unzueta. Citada también en (Cervera 2006: 108) [116] Presentación de la Fundación Trece Rosas, de cuyo patronato Carrillo forma parte, parte, 19 de octubre de 2005. [117] Entrevista a Santiago Carrillo en el diario El País, 17 de diciembre de 2006: “Cuando escucho a algunos obispos me viene a la memoria 1936”
[107] (Viñas (Viñas 2006) 2006)
[118] Biograf Biografía ía de Santiago Carrillo, Carrillo, en Terra Actualidad.
[108 [108]]
Para Parale lela lame ment ntee la funci uncióón más más espe especí cífic ficaa que me correspondía en tanto que consejero de Orden Público, es la lucha contra la quinta columna. Ésta era muy activa, pero se camuflaba eficazmente tras el desbarajuste de la retaguardia republicana. (Carrillo 1994: 201)
[119] ABC . Garzón rechazó «de plano» en 1998 actuar contra Carrillo por Paracuellos
En una una situ situac ació iónn en la que habí habían an veni venido do funcionando funcionando incontroladamente diversas policías de grupo [checas], cientos de controles callejeros también incontrolados y en que miles de milicianos circulaban armados por la ciudad y sus alrededores sin que se supiera bien a quién obedecían y por qué actuaban, se daban las condiciones ideales para el desenvolvimiento de la quinta columna. (Carrillo 1994: 2001)
[122] (Gibson (Gibson 2005: 2005: 21)
[109 [109]]
[120] Garzón trata de esconder que archivó una denuncia contra Carrillo por Paracuellos [121] La acusación de Garzón dice que el juez intentó juzgar “un movimi movimiento” ento”
[123] (Gibson (Gibson 2005: 2005: 16) [124] El ejemplar ejemplar completo completo de ese día puede consultarse en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional (PDF, (PDF, 7 Mb). Mb ). [125] (Vidal 2005: 163) [126] (Cierva 1994: 165-166) [127] (Gibson 2005:13-14.)
Además, aprovechando la oscuridad, la quinta columna disparaba desde los tejados contra los coches que circulaban y los transeúntes. Circular en la noche por Madrid en esos esos prime primerosdías rosdías eratan pelig peligro roso so porla acción de la quinta columna como por los persistentes bombardeos. bombardeos. (Carrillo 1994: 192-193) [110] (Cervera 2006: 146) [111 [111]]
En defin definiitiva tiva,, nos nos cues cuesta ta trab trabaajo lleg llegar ar a la conclusión de que, en todo lo relacionado con la matanza de presos efectuada entre el 7 de noviembre y el 3 de diciembre de 1936, tanto Carrillo como su delegado, Segundo Serrano Poncela, prefirieron no darse por enetrados de lo que ocurría... A la vista de esta situación, tanto Santiago Carrillo como Serrano Poncela, a nuestro juicio, optaron por hacer la vista gorda. (Gibson 2005: 253.)
[112] (Cervera 2006: 99.) [113] (Cervera 2006: 103-104.) [114] (Cervera 2006: 108.) [115] Carta al director director en el diario El País de Santiago Carrillo en respuesta a una columna de Patxo de Patxo Unzueta, Unzueta, 28 de octubre de 2005, disponible en la web de Profesionales de Profesionales del
[128] Gibson incluye incluye casi en su totalidad el editorial editorial de La Voz: El momento crítico Se acercan a Madrid los que han fusilado a seis mil hombres, mujeres y niños en Sevilla; cuatro mil, en Granada; tres mil, en Cádiz; cinco mil, en Zaragoza; otros tantos en Córdoba; dos mil, en Badajoz; ochocientos, en Almendralejo en Almendralejo;; un número incalculable en Castilla y Galicia. Traen como vanguardia y fuerza de choque a moros y legionarios. Han prometido a unos y otros concederles, como premio de sus fatigas y peligros, dos días de saqueo libre en la capital de España. ¡Dos días de saqueo libre, madrileños! Pensad en lo que eso representa de horror. [...] Detrás de cabileños y mercenarios del Tercio marchan los jóvenes asesinos del «requeté queté»» y de Falan Falange. ge. Viene Vienenn aperc apercib ibid idos os para para la gran gran matanz matanza. a. Franco Franco,, en sus sus procl proclama amas, s, ha anunci anunciado ado,, desde desde luego,que luego,que fusila usilará rá a sus sus priprisioneros de guerra, a los veinticinco mil heridos y enfermos de los hospitales de sangre y a todos los que de algún modo hayan servido a la República. República. Por cada fascista que haya muerto hará matar a diez republicanos, republicanos, socialistas, comunistas y sindicalistas. No engaña a nadie. Anuncia lo que va a hacer, si el ejército del pueblo le deja entrar en Madrid. Se calcula que Madrid, si es vencido, será teatro espantoso de cien mil inmolaciones. Se fusilará a cuantos hayan sido, o sean,
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7 REFERE REFERENC NCIA IAS S milicianos, a todos los que desempeñan o desempeñaron cargos en círculos, comités, centros, agrupaciones, sociedades, comisionesde contro control,l, etc., etc., adheri adheridosal dosal Frent Frentee PopuPopular y a las centrales sindicales que dirigen el movimiento obrero hispano, a todos los que aceptaron puestos oficiales o representativos durante el primer bienio de la República y desde febrero a la fecha, a todos los que de alguna manera, activa o pasiva, han cooperado a la defensa defensa del régimen y de la legalidad, legalidad, a todos aquellos que las gentes de la quinta columna denuncian como izquierdistas o sospechosos de serlo. Madrid será diezmado. De su millón de habitantes perecerá la décima parte. Así fue decidido por Franco, Mola, Gil-Robles y consortes. Yagüe, el monstruoso Yagüe, el de los ametrallamientos en la plaza de toros de Badajoz, y su segundo, el feroz Castejón, son los encargados encargados de llevar a cabo la bárbara carnicería. Tienen ya una larga experiencia. Recordemos cordemos las palabras pronunciadas pronunciadas por Yagüe cuando los falangistas de Badajoz le felicitaban por su idea de matar desde los tendidos del circo taurino de la ciudad extremeña a los dos mil hombres, mujeres y niños, presos allí por sus hordas: «Esto ha sido un ensayo, que repetiré en mayor escala en la plaza Monumental de Madrid». ¿Bravatas? No. Amenazas que se cumplirán si los defensores de Madrid no ponen el corazón a la altura del peligro. Las alimañas con figura humana que asaltan, en estas horas decisivas, las posiciones que cubren los accesos a la capital de la República han probado, en tres meses largos de horribles crímenes, que no retroceden ante nuevos baños de inocente sangre española. Que los milicianos que están en los frentes se acuerde acuerdenn de sus madres, madres, hermanas, hermanas, novi novias, as, esposas e hijas. Franco, Mola y sus cómplices se las han ofrecido, como el más precioso de los botines de guerra, a los moros y legionarios. Si se rinden o huyen, no sólo no salvarán sus vidas, sino que entregarán a la atroz lujuria de salvajes de África y apaches internacionales nacionales a los seres que son la alegría de su existencia.
[132] Como el supuest supuestoo Retablo Retablo de ajusticiab ajusticiables les que según Vidal, publicó Mundo Obrero, en algún momento momento de agosto de 1936 (Vidal 2005: 163-164), sin mayores precisiones. nes. Tamb Tambié iénn cita cita la cifra cifra de víctim víctimas as de Parac Paracue uello lloss aporaportada por Vidal (Vidal 2005: 214), de la que critica que ni siquiera aparezca en la bibliografía, con lo que es imposible su verificación o revisión. [133] En Diálogo En Diálogo con César Vidal, Vidal, 27 de septiembre de 2006: [Gibson] No es historiador y sacar un libro bro de hace hace dos década décadass sin corr corregi egirr nada nada con la de material que ha aparecido, aparecido, que cuestiona sus sus conc conclu lusi sion ones es y que que yo menci mencion onoo expr expreesamente en mi libro me parece muy desvergonzado. [...] Ian Gibson tiene un descaro impresionante otorgando su “comprensión” al genocidio y tendiendo cortinas de humo para no comentar, por ejemplo, los documentos soviéticos donde se identifica a Carrillo como responsable responsable de los fusilamientos fusilamientos o se indican los pilotos soviéticos que intentaron derribar el avión en el que un representante de la Cruz Roja llevaba a Ginebra los documentos sobre las matanzas. Ambos extremos extremos los indico en mi libro y señalo que la versión de Gibson es inaceptable. No me extraña que al cabo de dos décadas décadas haya haya vuelto vuelto a public publicar ar el libro libro sin modificaciones. modificaciones. Si lo modificara, tendría que reconocer que se ha equivocado. [...] Pues teniendo en cuenta que tanto t anto Dimitrov como Stepanov le señalan como el responsable de los fusilamientos llevados a cabo en Madrid —documentos que reproduzco reproduzco en mi libro y sobre los que Gibson no dice ni mu— ¿usted qué cree? [134] En Diálogo En Diálogo con César Vidal, Vidal, 26 de junio de 2006: La razón de su deficiencia es su metodología. Está empeñado en que se puede escribir historia entrevistando gente y tirando de hemeroteca. [135] En Diálogo En Diálogo con César Vidal, Vidal, 5 de diciembre de 2006: Gibson simplemente no ha dado con la fuente. Es curioso porque tampoco comenta en su reedición las fuentes soviéticas que yo cito en las que se atribuye a Carrillo la responsabilidad de las matanzas o los intentos soviéticos de asesinar al comisario de la Cruz Roja que llevaba informes a la Sociedad de Naciones sobre Paracuellos u otras fuentes.
[129] Otro ejemplo ejemplo de cita presuntamente inventada inventada por Vidal es la que según Vidal publicó Mundo Obrero, el órgano del Partido Comunista de España, el 8 de noviembre de 1936 (Vidal 2005: 183). Gibson examinó los contenidos de Mundo Obrero de los días 7, 8, 9 y 10 de noviembre y [136] “Paracuellos fue terrible, pero lo entiendo”, entiendo”, El País, 22 de no pudo encontrarla. (Gibson 2005: 20) septiembre septiembre de 2005. [130] (Viñas (Viñas 2006 2006:: 34) [131] Como Como la citas citas truncadas truncadas que hace (Vidal (Vidal 2005: 163) de los números de Milicia Popular , el órgano del Quinto Regimiento, los días 5 y 21 de agosto de 1936 (Gibson 2005: 17-18)
[137]
Pregunta. ¿Cómo explica semejante sal-
vajada? Respuesta .
Fue algo terrible. El Gobierno acabab acababaa de salir salir hacia hacia Vale Valenci nciaa duran durante te la tartarde del 6 de noviembre, y no sólo existía un tremendo vacío de poder sino la sensación de
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7.2 Bibliogr Bibliograafía que la ciudad se había dado por perdida. Madrid vivía unos momentos delicados con las tropas fascistas fascistas en sus puertas y con una Junta de Defens Defensaa que que empezóa empezóa funci unciona onarr aque aquella lla noche en medio del desbarajuste. La cárcel Modelo estaba llena de prisioneros afines al otro bando, entre los que destacaban muchos oficiales, que inmediatamente podían ser liberados para incorporarse a las filas de los atacantes... P. Así que decidieron liquidarlos... R. Así es. Las bombas italianas y alemanas no dejaban de golpear la ciudad, y existía entre la gente un odio atroz hacia los que habían empezado la guerra. Esos generales que, como escribió Machado en un prólogo para un libro de Azaña que nunca se pudo publicar, habían cometido una “imprudencia incalificable”. Pero no sólo era el odio. Era también el pánico, la brutal psicosis colectiva, y estaban las incendiarias charlas radiofónicas de Queipo de Llano, que se emitían en Sevilla pero se escuchaban en todas partes, y que contribuían a potenciar el terror por la fiereza de las tropas que estaban a punto de entrar en Madrid. P. ¿No había ninguna autoridad capaz de imponer el orden? R. Los paseos, los asesinatos, las checas, las venganzas... Todos los horrores que se desencadenaron en la zona republicana después del alzamiento, y que con todo lujo de detalles se pueden encontrar en la Causa General que el bando ganador elaboró para mostrar los crímenes de los rojos, rojos, no se empezaron a reprimir hasta muy tarde. De hecho, es la Junta de Defensa la primera que decide eliminar las checas de Madrid, pero esto llevó su tiempo. Sólo acababa de entrar en funciones. funciones. P. ¿Quiénes fueron entonces los que animaron la masacre? R. La única fuerza organizada en esos momentos en Madrid era el Partido Comunista, que incluso había reforzado su poder con la llegada de las armas y los consejeros rusos. No es fácil conocer toda la verdad, pero en aquel momento los asesores que llegaron de Moscú tenían un enorme prestigio y tenían la experiencia del terror rojo. Koltsov, que no sólo era un periodista que cubría la guerra sino que tenía línea directa con Stalin, fue el que sugirió que algo había que hacer con tantos oficiales del bando franquista, que representaban un peligro real con las tropas enemigas a 300 metros de la cárcel Modelo. Yo creo que hubo una orden de las autoridades republicanas republicanas para trasladar a los presos a Valenc alencia ia.. Pero Pero en un momen momento to de tantas tantas carencias carencias y tanto desorden, ¿cómo organizar organizar una comitiva para que se llevara los presos? Era más fácil que los liquidaran. Y no creo que fuera difícil convencer a los milicianos. Paracuellos Paracuellos fue terrible, pero lo entiendo. El
pánico era demasiado grande y el peligro de tener tantos oficiales oficiales enemigos dentro era indiscutible. Se les había dicho que se pasaran a los republicanos, republicanos, y se negaron.
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Texto xto Matanzas de Paracuellos Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Matanzas_de_Paracuellos?oldid=95705241 Colaboradores: Rosarino,
Ascánder, AlbertoDV, Felipealvarez, SandorInopia, Flazzy, Geom, Ecemaml, Kordas, Petronas, Emijrp, Strigoiul, LP, Johnbojaen, Johnbojaen, Pvieito, Michelet~eswiki, Fergon, Nemo, FlaBot, Ferbr1, Jasón, SimeónES, Yonderboy, Gaijin, Gaijin, Martinmartin, Panarobledo, Morza, Ketamino, SanchoPanzaXXI, Jorgechp, Tamorlan, BOTpolicia, CEM-bot, Rastrojo, Gafotas, Montgomery, Ggenellina, Mahadeva, P.o.l.o., Yeza, RoyFocker, AntBiel, Jacman, LMLM, Cratón, Tarantino, Hanjin, Morenohijazo, ARNT, Bertie Wooster, Cvbr, Gaius iulius caesar, Iulius1973, FANSTARbot, Hlnodovic, Prv, NaSz, Fixertool, Jorab, Gmbs, EfePino, Technopat, Pizzero 36, Martiko, Fernando Estel, Centroanticomunista, troanticomunista, Luis1970, Muro Bot, Edmenb, Nasil, Racso, Thor8, Ensada, Macarrones, Niani, Bigsus-bot, BOTarate, Manwë, Beijing, Beijing, Tirithel, Miguel Alan Córdova Silva, Tyk, StarBOT, Botellín, Leonpolanco, Takashi kurita, Paporrubio, Miaoumix, Goldorak, Hispasuomi, Hmv~eswiki, UA31, HombreDHojalata, Pitxulin, David0811, LucienBOT, A ver, Louperibot, Angel GN, Kinescopado, Andreasmperu, Wikisilki, Wikiriojanín, Wikiriojanín, LordboT, Dictablanda, RadiX, Schiffer~eswiki, Schiffer~eswiki, Zumalabe, Psolsona, Toni-fotsis, Simeón el Loco, AstaBOTh15, Halfdrag, Halfdrag, ShellSee ShellSeeker kers, s, Leugim197 Leugim1972, 2, PatruBOT, PatruBOT, AldanaN, AldanaN, CausaGen CausaGeneral,Manuchan eral,Manuchansu, su, Foundli Foundling, ng, Groucho GrouchoBot, Bot, EmausBot, EmausBot, Savh,El Ayudante, David822, Gallardoneando, KLBot2, Invadibot, Libertad 17, Carolinense, Elvisor, Asqueladd, Chamarasca, Jajajabon, Nenenete, Neneneto, Tsunderebot, Tsunderebot, Rotlink, JORSle1990, Fer48, Strakhov, Mau900, GünniX, Menorqui4c, Menorqui4c, Ctan hilts, Tomatina xpress y Anónimos: 154
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20070519_-_Vista_del_cementerio_de_Paracuellos.jpg Licencia: CC CC BY 2.5 Colaboradores: Trabajo Trabajo propio Artista original: Mr. Mr. Tickle •
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