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Arequipa Miércoles 17 defebrero de2016
Arequipa Miércoles 17 defebrero de2016
LA NOTA DESTACADA
LAS VÍCTIMAS DE LA MATANZA MATANZA DEL 30 DE ENERO DE 1915 NO RECIBEN NINGÚN HOMENAJE
Mártires olvidados
a d t r a p l a M e g r o J / i n a m a M d l a n o R
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Enviaron telegramas de solidaridad
: s o t o F
¤ JorgeMalpartidaTabuchi
[email protected]
Cercado. Una tumba sin
ores es la metáfora perfecta del olvido. En un rin cón del pabellón Santa Rita del cementerio de La Apa cheta, en medio de arbus tos y nichos abandonados, se encuentra un mausoleo de mármol que guarda los restos de diez márres que hace mucho no son visita dos. Un par de oreros con agua empozada es el único tributo que han reci bido estos ciudadanos que murieron abaleados por la policía militar un 30 de enero de 1915. Ese día, en las calles de Arequipa, se produjo una movilización para protestar en contra del aumento de impuestos que había decretado el Gobiernocentral. Por esos días, el Perú sufría los estragos de la Pri mera Guerra Mundial y los polícos en la capital buscaban aplacar la crisis económica gravando los sueldos de los empleados, el costo de los alimentos y arculos de primera nece sidad. La mañana del sá bado 30 de enero los co merciantes, empresarios, industriales y obreros de la ciudad convocaron a una marcha pacíca que terminó, durante la tarde, en un baño de sangre frente al local de la Prefectura, ubi cado en la segunda cuadra de la calle San Francisco.
¤ Portada del diario El Pueblo publicada el día después de la matanza.
temporáneo en Arequipa y el inicio de discusiones descentralistas en el sur del país, en nuestros días este hecho histórico pasa desapercibido. El año pasado, cuando la ciudad se preparaba para celebrar el bicentenario de la gesta heroica de Mariano Melgar, las tumbas de los márres del 30 de enero no recibieron ningún homenaje al cumplirse un siglo de las protestas. Este año nuevamente la matanza fue olvidada por las autoridades. No se organizó ninguna ceremonia conmemorava ni secolocaronarreglosorales en memoria de las vícmas. Por estos días, el único deudo de los márres parece ser el historiador Enrique Ramírez, quien hace tres años inves ga en archivos periodíscos los sucesos que dieron paso a esta protesta. Hace un año, publicó sus avances en un arculo tulado "La matanza olvidada: el nacimiento
mausoleo de mármol para contarme lo que pasó hace 101 años. PROTESTA CIUDADANA
Días antes de la marcha del 30 de enero se convocó por los periódicos a la población para que reclame por sus derechos. Según Ramírez, se trató de una protesta popular ya que parciparon diversos estratos de la sociedad. En la primera página del dia rio El Pueblo del 29 de enero de 1915 se ve la pluralidad en la convocatoria. El aviso que anunciaba la hora (3:30 p.m.) y lugar de reunión (boulevard Parra) estaba rmado por la Sociedad de Comerciantes e Industriales (un ente paralelo a la Cámara de Comer cio), los Obreros Católicos, la Sociedad de Empleados del Ferrocarril, la Coopera va Obrera y Caja de Ahorros, entre otros gremios sociales. De acuerdo a las crónicas pu -
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Hace 101 años, diez personas murieron durante una protesta que signifcó el inicio del regionalismo. Hoy nadie los recuerda.
adorEnriqueRamírezfrentealmausoleodelosmárresdel30de enerode1915.Enel lugarno existeningúncarteloplacaqueinformesobresuimportanciadentrodelahistoriadeArequipa. pa. ¤ ElhistoriadorEnriq
Días después de los hechossangrientos empezaron a llegar a las redacciones de los diarios telegramas con mensajesde solidaridad para la víctmas. Agremiaciones de Azángaro y Tirapata (Puno) expresaron su indignación en el diario El Pueblo. El tribuno Francisco Mosta jo tambiénprotestó en la prensa.
comercios, talleres, fábricas y ocinas del centro se cerraron como una señal de apo yo. Desde el boulevard Parra, la población empezó a avan zar por la calle La Merced rumbo a la Plaza de Armas, acompañados por un grupo de gendarmes a caballo y soldados con ries. Frente al atrio de la Catedral se leyó un memorial en el que se le pedía al Congreso rechazar los nuevos tributos para no perjudicar a los pueblos del sur. Luego de eso, los mani festantes se dirigieron al local de la Prefectura para dejar el documento. El prefecto J.M. Rodríguez del Riego ordenó dispersar a la protesta pero los militares empezaron a disparar contra la gente. “El pueblo indefenso atacado (…) huyó atropelladamente, buscando refugio en las casas y calles vecinas”, relata el cronista de El Pueblo. El saldo de la violenta arre -
posteriores, avisos de protesta y editoriales furibundas contra las autoridades locales. Incluso en las cámaras de senadores y diputados se desarrollaron discusiones respecto al tema. El pueblo arequipeño estaba tan indignado que el día del sepelio de las vícmas miles de personas acompañaron a los féretros rumbo a La Apacheta. Sin embargo, ahora nadie los recuerda. “Nos vanagloriamos de ser un pueblo contestatario pero nos olvidamos de quiénes simbolizan nuestra idendad como ciudadanos”, dice Ramírez mientras acaricia el mausoleo. Arriba de sus dedos se puede leer una inscripción tallada en el mármol que más parece una broma pesada para las nuevas generaciones: