Test de Relaciones Objetales
T R O de Phillipson
Manual Didáctico El presente Manual tiene el objeto de entregar al alumno, de forma clara y didáctica, los contenidos del programa a desarrollar en clase. El alumno - psicólogo irá descubriendo y/o actualizando en sus páginas, el test de relaciones objetales de Phillipson, para su utilización en los diferentes ámbitos de trabajo profesional: área clínica, educacional, forense y laboral. Se trata de un compendio que integra los aportes de varios especialistas en el TRO; en particular, lo publicado por Haydée Nodelis (Argentina), las enseñanzas de Bárbara Ortúzar (Chile) y, finalmente, la propia experiencia del autor (VF). Además, en la última página provee al alumno de importantes referencias bibliográficas.
LA SERENA, 2012
Escuela Chilena de Zulliger
AUTOR: PS. VÍCTOR FARJI
ÍNDICE CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN AL TRO DE PHILLIPSON
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ANTECEDENTES DEL PHILLIPSON FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA ESPECIFICIDAD DEL TRO GALERIA DE LAS 12 LÁMINAS
03 03 07 09
DESCRIPCIÓN DEL TEST. LAS 3 SERIES EL SENTIDO DE CADA LÁMINA LA CONSIGNA INTERPRETACIÓN DE LAS HISTORIAS
10 13 17 18
CAPÍTULO 2: CONSIDERACIONES CLÍNICAS
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EL DIAGNÓSTICO CLÍNICO INDICADORES TRO DE CUADROS CLÍNICOS
20 20
DUELO 20 MELANCOLÍA 21 HIPOMANÍA 22 PERSONALIDAD PERSONALIDAD LIMÍTROFE 22 TRASTORNOS DE PERSONALIDAD 22 PERSONALIDAD PERSONALIDAD POSTRAUMÁTICA 23 EPILEPSIA 23 PSICOSIS 24 NEUROSIS 25 ADOLESCENCIA 25
CAPÍTULO 3: ÁMBITO LABORAL – ORGANIZACIONAL
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EL TRO ABREVIADO. ÁMBITO LABORAL QUÉ MIDE EL TRO EN LABORAL EL SIGNIFICADO DE CADA LÁMINA EN SELECCIÓN LÁMINA EN BLANCO UN MÉTODO PARA EL ANÁLISIS
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BIBLIOGRAFÍA GENERAL
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CAPÍTULO 1 ANTECEDENTES EL AUTOR DEL TEST: HERBERT PHILLIPSON (1911 – 1992) De nacionalidad inglesa y formación psicoanalítica —fundamentalmente freudiana y kleiniana —, podemos decir que Herbert Phillipson ‘pertenece’ a la Tavistock Clinic de Londres. Basándose en su experiencia clínica con pacientes, crea su técnica (el TRO) en 1955, con el propósito explícito de construir un instrumento psicométrico que permitiese a los psicólogos “aislar las principales variables dinámicas en los conflictos psicológicos”.
Su larga experiencia con el TAT de Henry A. Murray (Test de Apercepción Temática - 1937), le sirvió como plataforma e inspiración para el desarrollo de su técnica. Además, integró aspectos formales del Psicodiagnóstico de Rorschach (1921). Phillipson articuló en su test el poder de dramatización sugestiva del TAT, con la neutralidad temática de las láminas del Rorschach. El resultado, un instrumento novedoso, de alta saturación proyectiva y alcance universal.
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA La fundamentación teórica del TRO se nutre de los postulados psicoanalíticos de Melanie Klein (1948) y Ronald Fairbairn (1952), quienes elaboraron e laboraron la Teoría de las Relaciones Objetales. Asimismo, cabe citar en América al psiquiatra estadounidense Harry Sullivan (1947), con su Teoría Interpersonal. En ellos, en sus teorías, se basó Herbert Phillipson para construir su test. La premisa básica es que la percepción del del evaluado, y por lo mismo su conducta , estará regida por una trama subjetiva , tanto conciente como inconciente, producto de su historia personal y su primera socialización. El ser humano nace, por así decir, puesto ya , arrojado a una trama subjetiva que lo precede. (Sería mejor decir una trama intersubjetiva ). ). Una matriz relacional fundada fundada en los modos de vincularse con los objetos tempranos de su amor o de su frustración.
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Será entonces esa matriz relacional la que determinará la calidad de las percepciones y expresará la capacidad del sujeto de diferenciar al otro de su propio self . Para conseguirse una personalidad, una identidad, el sujeto tendrá que establecer la diferenciación yo – no yo . Se trata de la prueba de realidad (Freud). Luego, en el aquí y ahora del test, el paciente —o el postulante a un cargo— modulará el estímulo (la lámina) de acuerdo a su propia estructura de personalidad.
BASAMENTO TEÓRICO DEL TRO Y SU AFINIDAD CON EL PSICOANÁLISIS La recién mencionada Teoría de las Relaciones Objetales, plantea que las relaciones objetales existen dentro de la personalidad tanto como entre la personalidad y el mundo externo, y que el mundo interior de las relaciones objetales determina, de modo fundamental, las relaciones del individuo con las personas del mundo externo. Este mundo interior de relaciones objetales es básicamente el residuo de las relaciones del individuo con las personas de que ha dependido para la satisfacción de las necesidades primitivas de la infancia y durante las primeras etapas de la maduración. Esta teoría sugiere que la fantasía inconciente tiene un papel preponderante en el proceso de regular el alivio de la tensión psíquica, a través de la búsqueda del objeto. La base de esta teoría fue enunciada por H. Guntrip (1952), al referirse a los trabajos de R. Fairbairn. Phillipson la cita en su libro y nosotros la resumimos así: "La significación del vivir humano radica en las relaciones objetales, y sólo en función de ellas se puede decir que nuestras vidas tienen sentido (…) nuestra inevitable búsqueda de los objetos buenos constituyen el problema real de la psicopatología, porque son el problema real de la vida cotidiana. (…) Vivimos en el mundo exterior con las emociones engendradas en el mundo interior."
Normalmente, frente al TRO el sujeto intentará aliviarse de sus sistemas tensionales inconcientes sin violar las reglas y la lógica impuestas por su conocimiento conciente de la realidad externa. A propósito del TRO, el examinado tiene la posibilidad de expresar en palabras lo que antes estuvo en su fantasía —o, según el caso, actuó (acting out).
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Por eso, con varios autores sostenemos que —en alguna medida— el TRO le sirve al examinado de catarsis , y eventualmente también propicia una elaboración (aunque más no sea mínima) de ciertas relaciones objetales , y sus ansiedades concomitantes, y un vínculo más integrado con el objeto. Una transformación comparable a la que ocurre en el sueño —dice Haydeé Nodelis—, “donde vemos operar el mecanismo de desplazamiento, de tal forma que el acento psíquico queda colocado en un objeto lejano y diferente del objeto conflictivo, y hay una transformación de las ideas en imágenes visuales acompañadas de una representación verbal plástica. (En el test, en forma inversa, el desencadenante es una imagen visual que se transforma en palabra)”.
Las relaciones objetales internalizadas y los mecanismos utilizados por el sujeto para regularlas, perviven en su vida adulta, condicionando —lo sepa o no— sus relaciones interpersonales. En lo laboral, un Jefe, nunca es sólo ese jefe. Lo mismo que en la clínica, el terapeuta es también Otro. Phillipson refiere en su libro una experiencia personal, que nos parece de suma importancia para dimensionar los orígenes y la génesis del TRO. (Creemos que la cita nos muestra también al mismo Phillipson). En RECONOCIMIENTOS, al comienzo de su libro, escribe: “Mi deuda para con el Dr. H. Ezriel es considerable —mayor que la que parece surgir del texto—. No sólo me he apoyado firmemente sobre los puntos de vista teóricos expuestos por él en sus artículos sobre la psicoterapia de grupo, sino que he avanzado mucho más en la comprensión del asunto gracias a las oportunidades que él y el Dr. J. D. Sutherland me dieron de observar las dinámicas inconciente y conciente de la personalidad en acción (…) mientras se aplicaba este método terapéutico. A esta experiencia y su discusión con el terapeuta debe atribuirse la mayor parte de las ideas que han ido acumulándose en torno a este Test de relaciones objetales”.
Resumiendo. Las diversas situaciones de la vida (una noticia, las láminas de l TRO, las manchas de tinta, etc.) son interpretadas (en cierta medida, inconcientemente ) en función de la matriz relacional internalizada. Cuando este “modelo objetal” (inconciente) encuentra expresión directa en una relación actual, la consecuencia suele ser un deterioro en la cal idad formal de esa relación. •
•
El sujeto hará esfuerzos para compatibilizar sus deseos (y temores) inconcientes, con su capacidad para utilizar los elementos reales del contexto en que s e encuentre. El modelo relacional inconciente tenderá a imponer su patrón, a expensas de formas y modos de relacionarse con los demás, más concientemente aprendidos y validados.
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•
Entonces, la interacción será fundamentalmente parcial ; pudiendo perder flexibilidad, habrá menos intercambio, se confundirá al otro con partes del propio self, etc.
Como sabemos, el sujeto “estructura” toda situación - estímulo de acuerdo a su esquema relacional inconciente; y caracteriza —en el mejor de los casos— lo que ve, lo que percibe, sin violar las normas sociales ni la lógica que emanan de su conocimiento de la realidad externa. En esta tarea “organizativa” el principal mediador es el pensamiento . Ahora bien, si en el sujeto predomina la fantasía , el yo se ve “debilitado” en esa crucial tarea. En cambio, si la defensa opera, el sujeto dispondrá de un amplio margen de libertad para adecuarse a los requerimientos de la realidad. En lo laboral-organizacional , tanto la eventual inserción corporativa —o social—, como la eficacia y la productividad de un empleado, dependen en gran medida de la fortaleza de sus “defensas”, de que en él impere el pensamiento por sobre la mera fantasía ; la realidad por sobre la utopía ; el dominio más que el descontrol . En síntesis, el fundamento teórico del TRO se basa, principalmente, en 5 postulados:
i.
La forma en que una persona percibe su ambiente, es congruente con su estilo particular para manejar las relaciones interpersonales.
ii.
El resultado de cualquier interacción con su medio (como, por ejemplo, hacer una historia frente al TRO), refleja los procesos dinámicos a través de los cuales manifiesta y regula las fuerzas concientes e inconcientes que operan en su modo de relacionarse con las demás personas.
iii.
La manera como un sujeto administra la relación con los otros es el producto de una larga historia de aprender a manejar las relaciones interpersonales, la que deriva —esto es muy importante— de sus relaciones con sus “objetos” más tempranos. La relación objetal es inconciente.
iv.
Por todo lo anterior podemos afirmar que hay un isomorfismo entre los modos como se desarrollan las relaciones interpersonales, y la forma en que el sujeto se expresa en su interacción con otros elementos de su mundo (percibir, aprender, trabajar, etc).
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v.
Los personajes de las historias relatadas por el evaluado, representan en cierta medida la experiencia del sujeto con personas clave de su pasado, así como también su percepción y experiencia vivencial con los demás, en el momento presente en el que ocurren situaciones relacionales similares o análogas a las pasadas.
ESPECIFICIDAD DEL TRO El Test de Phillipson investiga la dinámica del mundo interno del sujeto, sus relaciones objetales inconcientes, sus vínculos —sanos y patológicos—, sus defensas, recursos y temores básicos. También examina las fantasías del sujeto, su identidad sexual y proyecto vital.
EL ANCLAJE Es la medida en la cual la situación - estímulo inmediata (en nuestro caso, lo que se representa en la lámina, el “acontecimiento”) coincide con un “lugar” de relación objetal inconcie nte. Cuando esta situación - estímulo se ajusta o “encaja” con los sistemas tensionales dominantes en el sujeto, su tensión aumentará. Así, seguramente tenderá a imponer al estímulo la matriz relacional que mejor le sirva para amortiguar su ansiedad. Phillipson cita a Murphy (1947): “Cuanto más fuertemente organizada y mejor estructurada esté la armazón del mundo, menos puede ser gobernada por la armazón interna; cuanto menos estructurada esté, más la gobierna la armazón interna”.
O sea, cuanto más definido sea el contenido de realidad de la situación, mejor podrá ser ocultada la naturaleza de los deseos y temores del sujeto. En cambio, en un acontecimiento de bajo contenido de realidad, el grado en que los rasgos concretos del estímulo sean ignorados y/o distorsionados por el sujeto, o bien sean aprovechados en una forma constructiva y convencional, depende de la fuerza del yo y de la clase, calidad y disponibilidad de sus recursos.
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Cuanto más se ajuste una situación-estímulo al esquema de la relación objetal inconciente , y menos contradiga sus ‘creencias’ con respecto a otros rasgos de la realidad, más plenamente el estímulo (la lámina) se ‘moldeará’ sobre la forma o estructura del sistema relacional subyacente (inconciente).
EL CONTEXTO EMOCIONAL Es la atmósfera afectiva de la situación: su calor o frialdad emocional aparentes, o la indicación de amenaza implícita. Hay elementos de la situación-estímulo (por ejemplo, el sombreado, la oscuridad, el color), que tienden a incrementar ansiedades específicas, contenidas en los modelos relacionales impuestos por la estructura principal de la situación (de la lámina, en este caso). Estos factores o aspectos formales de las láminas TRO (al igual que en el Ro) influyen sobre las defensas que se movilizan y asimismo en el éxito (o fracaso) con que estas operan.
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DESCRIPCIÓN DEL TEST El TRO es un test de estimulación visual y producción verbal. Está compuesto por 13 láminas; 12 de ellas presentan figuras brumosas, en penumbra o en silueta, que recuerdan o facilitan ver allí figuras humanas, aunque sin fisonomía, ni expresión, ni movimiento. Y una lámina en blanco (como en el TAT). Por lo tanto, el estímulo del TRO es a la vez sugestivo e indeterminado ; lo cual, le otorga una altísima saturación proyectiva . Las 12 láminas pertenecen a 3 series diferenciadas, que Phillipson nombró serie A, serie B y serie C, cada una de las cuales propone al sujeto una estimulación particular. Así, en rigor, el material se compone de 4 láminas por serie, más la blanca. Todas las series plantean escenas de relaciones objetales básicas: situaciones de una persona, de dos personas, de tres personas, y en grupo. Estas series no se presentan de forma contigua, sino que las series aparecen intercaladas durante la toma del examen. Brevemente, mostraremos que cada serie presenta una peculiaridad. A saber: Serie A
:
Predomina en ella el gris difuminado
Serie B
:
Destaca el contraste del claroscuro
Serie C
:
Introduce la presencia del color cromático
Además, conviene destacar que cada serie se distingue de las otras por los diversos grados de estructuración del ambiente físico representado en la lámina y por el clima emocional que despierta en el sujeto en evaluación, dadas sus distintas tonalidades. A continuación, describiremos sucintamente cada una de las series, A, B y C, en sus principales características “proyectivas”; para luego indicar la función de la Lámina Blanca. Serie A
La serie A explora predominantemente las relaciones de objetos de dependencia muy temprana y su relación con el contacto físico y sensitivo. Evalúa también cómo se percibe a sí mismo. En la serie A, hay poco o ningún CONTENIDO DE REALIDAD. Los estímulos de estas láminas no presentan al sujeto una composición muy definida, en relación a los objetos del mundo físico
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conocido de ordinario. Esto significa que no hay elementos ambientales identificables que proporcionen un escenario evidente para las situaciones interpersonales mostradas. Respecto del CLIMA EMOCIONAL, en la serie A se intenta evocar necesidades de relaciones objetales primarias —o sea, tempranas en el desarrollo psíquico—, y las ansiedades relacionadas con su satisfacción (o frustración). Suelen movilizarse contenidos vinculados con las primeras relaciones de dependencia , y con las necesidades de afecto y seguridad. Las láminas de la serie A, en cierto modo, son láminas “regresivas”, en el sentido psicoanalítico. Se espera que haya aceptación de las pérdidas.
Serie B
La serie B enfatiza el clima de amenaza y frialdad, despertando un ti po particular de defensas: las paranoides. Evalúa vínculos de independencia frente a los objetos. Aquí el “marco ambiental” está claramente definido —al menos, en sus formas gruesas—, por lo que existen menos posibilidades de moldearlo de acuerdo a las necesidades defensivas del evaluado. El CONTENIDO DE REALIDAD está bien delineado. Una distorsión perceptiva en la serie B es sintomática. Los estímulos de estas láminas poseen un carácter de privación, amenaza y frialdad afectiva. Y, en general, el ambiente es poco acogedor . Por lo tanto, se activan las ansiedades persecutorias . Los “objetos” son más intransigentes con el self . Ese es el CLIMA EMOCIONAL de la serie B.
Serie C
En la serie C, se incluye el color. En general, los colores sugieren calidez (rojo), frialdad (verdosos), temor o rabia (rojo), enfermedad (azul). El blanco de la lámina CG (serie C grupal) aumenta la tensión y los sentimientos agresivos entre el individuo y el grupo, o en relación a la autoridad. En las láminas de la serie C, el ambiental general está constituido por formas más detalladas y con color, lo cual otorga mucho más realismo al contexto. Así, su CONTENIDO DE REALIDAD presenta figuras más definidas, situadas en espacios físicos comunes. Ello propone al sujeto un
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nivel de realidad más “maduro”, al par de ofrecerle un conjunto de detalles que pueden ser usados defensivamente para alejarse del tema relacional. El color, como ya se sabe, moviliza el CLIMA EMOCIONAL, operando en este caso como un desafío de carácter afectivo, que el sujeto podrá o no incorporar a la historia que nos relate. La serie C evalúa la calidad del vínculo emocional. Según Phillipson, las distorsiones en la serie C, dado que presentan un mundo más realista y rico en detalles, suponen un mayor grado de patología. Las omisiones aluden a la negación del conflicto; lo cual, correlaciona con un pensamiento o forma de vincularse estereotipada.
Lámina Blanca
Se espera que el sujeto logre resumir sus problemas actuales y los métodos (o fantasías) de solución que alberga en su interior. En cierto modo, esta lámina puede revelarnos el “mundo” que construye (o desea construir) con el propósito de lograr gratificarse en sus relaciones objetales con un mínimo de frustración y ansiedad. Asimismo, nos permite formular hipótesis sobre la “relación transferencial” que ha estado operando durante la prueba; relación que en alguna medida nos ayudará para precisar el pronóstico. (Ampliaremos el sentido de esta lámina en páginas 17 y 33).
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EL SENTIDO DE CADA LÁMINA Lámina 1 (A1)
De la biografía
El personaje en un espacio abierto permite elaborar hipótesis acerca de la biografía del sujeto. La ubicación en el centro enfatiza el presente. La figura desdibujada de la izquierda muestra aspectos internos pasados y hacia la derecha el personaje central se torna inespecífico, lo cual permite proyectar la incertidumbre frente al futuro, cómo está posicionado este sujeto frente a lo nuevo, a lo desconocido, a la soledad, a la salud, a la enfermedad. Se deberán considerar las características atribuidas al personaje mismo, tanto como al entorno en el sentido de los contenidos y preocupaciones propios de esa persona; cómo vivencia su mundo interno, qué objetos lo pueblan, y las características de estos objetos. Interesa observar si el sujeto reflexiona, si tiende al acting-out , o si manifiesta una conducta autodestructiva; si es propenso a la negación, a la fuga motora, o racionaliza. A través del segundo personaje podemos acceder a si el paciente espera ser ayudado o no, y de qué forma, o cómo vive la necesidad de ayuda. O si se trata de dos personajes opuestos entre sí, para nada integrados. Una personalidad bien integrada debe poder reunir presente, pasado y futuro y percibir un proceso de transformación a través del tiempo.
Lámina 2 (A2)
Del vínculo diádico
Esta lámina evaluará el tipo de vínculo diádico que el paciente tenderá a establecer con otro, y si esa relación es regresiva o madura. Si el otro es por ejemplo un personaje de filiación o exogámico. La resistencia puede provenir de las dificultades del sujeto para conectarse afectivamente con la imagen de una pareja, en tanto ésta moviliza aspectos infantiles ligados a la situación edípica, cuestiones resueltas o no de la bisexualidad interna y también deseos y frustraciones respecto de los vínculos amorosos. Permite evaluar el tema de la dependencia hacia un solo objeto, y cómo es ese objeto.
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Lámina 3 (C3)
De la familia de origen
Esta lámina de tres personajes enfrentados oblicuamente, en la que uno de ellos está de espaldas a los otros dos, marca obviamente una situación triangular, con matices de discordia o tensión focalizada en alianzas fluctuantes entre los protagonistas. Se podrán evaluar entonces los afectos y las defensas frente a dicha tensión (idealmente represión), o proyección de distorsiones u omisión de alguno de los personajes. Las historias de desborde mostrarían una falla de la represión y el consecuente pasaje al acto (acting out). Es una lámina muy útil para evaluar dinámicas familiares cotidianas de la convivencia del paciente, y la imagen interna de la familia de origen, y el tipo de vínculos existentes entre sí.
Lámina 4 (B3)
De la escena primaria
El contraste de luz y sombra permite percibir a una pareja heterosexual (diferencias de estatura) de dos unidos y a un tercero que observa desde una posición de exclusión. Esto último genera una respuesta persecutoria (adaptativa) que funcionará como señal de una separación respecto de los otros y una posible discriminación ulterior (el otro diferente de la pareja). Lo que implica una actitud de independencia y corte respecto de la díada, pero no de negación de la díada ni de la exclusión de ésta.
Lámina 5 (AG)
De los duelos
La perspectiva determinará la proyección de figuras que simbolizarán las situaciones de pérdidas que ha padecido el sujeto. Las recientes y las más alejadas (dos planos). Se trata entonces de la lámina de los duelos, los concientes, inconcientes, imaginarios y reales (muertes o
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separaciones). Se evalúa la capacidad del sujeto para enfrentarlos, y los sentimientos que surgen. Cuando los duelos no son normales, surgen otras elaboraciones: melancólicas, paranoides o maníacas. Lámina 6 (B1) De la identidad Hay dos planos, el de dentro, identificable como un dormitorio, y el de fuera, donde vemos una persona que ingresa o sale de la habitación a través de una escalera. El interior con límites difusos sirve para investigar cómo se comporta el sujeto en contacto con aspectos íntimos de su personalidad y cuáles son las defensas que genera. Se le denomina la lámina de la identidad. El vínculo que establece el paciente con la habitación nos muestra cómo vivencia su identidad, su mundo interno, y nos permitirá saber si se acerca o se aleja de sus conflictos, cómo distribuye lo peligroso y qu e capacidad de insight tiene sobre aquellos.
Lámina 7 (CG)
De lo estructural
Esta lámina inspira una situación de enfrentamiento entre dos posturas (aspectos internos de la personalidad), generándose perceptivamente un clima de inestabilidad que permite desencadenar aspectos de la conflictiva interna del sujeto (Ideal del yo, Yo ideal), que están en pugna con otros provenientes del Yo o del Ello . Por eso se la llama la lámina estructural. Sirve para analizar la relación del paciente con las figuras de autoridad o líderes, tanto internos como externos. Y pone en marcha sentimientos competitivos sanos, capacidades potenciales, actitud de cambio, etc.
Lámina 8 (A3)
De la separación
Por un lado está la percepción de una pareja, y por otro, la visión de un tercero con vínculos filiales respecto de la pareja. Aquí lo esperable es que el sujeto elabore la separación (exclusión de la díada) como un duelo, lo cual le permitirá percibirse como un otro diferente, mediante la
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emergencia de sentimientos de tristeza. Estos posibilitarán que el sujeto asuma su identidad fuera del lazo parental, se proyecte como un otro, como un sujeto , y en tanto tal, sufra una pérdida, acompañando esto con sentimientos de tristeza o dolor. Lámina 9 (B2) De la protección El contexto claroscuro movilizará fantasías infantiles o regresivas, así como otras maduras, o ligadas al futuro, desiderativas , debiendo haber un equilibrio entre las fantasías adultas e infantiles. De lo contrario, surgirán polarizaciones defensivas, a veces extremas, llegando a contenidos paranoides (Romeo y Julieta) o idealizados. Es la lámina que más se parece a las del TAT.
Lámina 10 (BG)
De lo grupal
Conocida como la lámina grupal, colocada en un ambiente claroscuro, revelará aspectos internos de la posición del sujeto frente a los grupos (familia, amigos, relaciones laborales, etc.). El cuadro genera tensión y necesidad de resolverla. La presión del grupo proviene de su mirada hacia el sujeto, la cual lo condicionará en sus conductas, invitando a una elaboración retrospectiva del sujeto, de su lugar en los distintos grupos a lo largo de su vida, de su forma de interactuar y de su capacidad para integrarse a éstos. Sería un evidente indicador de conflicto en el ámbito grupal, que el sujeto deshumanice al personaje solo (el “oscar”, un “poste de luz”, una “estatua”, etc). Lámina 11 (C2)
De las pérdidas
Esta es una lámina que también explora los vínculos con situaciones de duelo. Podemos pensar en una metáfora que nos ilustra el modo en que el sujeto enfrenta su pasado, y en especial, contenidos ligados a la enfermedad, al paso del tiempo, a cambios corporales o a la muerte. Las temáticas pueden estar relacionadas con cuestiones narcisísticas y
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cómo se resuelven éstas; por ejemplo, en una etapa de transición que implica cambios y/o pérdidas, expresadas en el cuerpo (adolescencia, tercera edad). Lámina 12 (C1)
De lo materno
Algunos autores la mencionan como la lámina materna . En este relato veremos el resultado de la interacción entre aspectos internos y mundo exterior. Los aspectos internos se proyectarán en el interior luminoso de colores cálidos, en contraposición con un espacio externo que puede resultar ambiguo, oscilando entre lo peligroso y lo confiable. Nos informará sobre la posibilidad de reflexionar sobre sí mismo y sobre cómo el paciente ha vivido el proceso de evaluación, sirviendo también como elemento pronóstico para una eventual psicoterapia.
Lámina 13 (Blanca)
De lo existencial
La importancia del espacio en blanco radica en que la ausencia de estímulo definido provoca una reacción que servirá para evaluar el caudal energético y motivacional que posee una persona para llevar a cabo desarrollo de objetivos, proyectos o modificaciones que sólamente dependen de sus resortes internos. Por eso se le ha denominado, lámina existencial o vital. En concordancia con la primera lámina del examen, puede resultar pronóstico respecto del futuro, razón por la cual debe dársele especial importancia cuando aparecen ideas de eliminación o de mucho pesimismo.
CONSIGNA El núcleo central de las instrucciones que damos al sujeto es el siguiente. “Ahora le voy a mostrar figuras impresas en láminas”. (Si antes tomamos el Ro o
el Z, deberíamos
agregar que “distintas de las anteriores” ). “Aquí, lo que Usted tiene que hacer es contarme una historia a partir de cada lámina. Ud. tiene que decirme qué imagina que está ocurriendo en el presente, que pasó antes, y cómo cree Ud. que
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terminará o continuará esa historia; qué imagina que pasará a futuro. Así con todas y cada una de las láminas. Yo iré tomando nota”.
H. Phillipson recomienda poner énfasis en el pedido de la situación presente. A nosotros nos interesa, de igual manera, saber cómo el sujeto fantasea el futuro, dado nuestro especial objetivo pronóstico . En este test es muy importante pedirle un final. Una vez que verificamos que el entrevistado haya comprendido la consigna —o sea, la TAREA que tiene que hacer con y frente a nosotros—, comenzamos entregándole en la mano la lámina A1. Tomaremos nota tanto del relato, del texto de cada historia (su producción ), como también de todo lo que el sujeto verbalice “por fuera” de la historia propiamente tal, y sus gestos y expresiones. Finalizada la etapa de administración del test, la cual por lo general no dura más de 20 minutos, le diremos que “bueno, ahora necesito hacerle algunas consultas específicas. Para ello, le mostraré nuevamente las láminas y le haré algunas preguntas puntuales” . Otra forma de aplicar el TRO es ir interrogando simultáneamente al relato del sujeto; para lo cual, debemos saber muy bien el sentido de cada lámina, las constelaciones psíquicas que suele activar, y nuestra meta (lo que incluye, fundamentalmente, conocer el perfil requerido).
INTERPRETACIÓN DE LAS HIST ORIAS La interpretación se hace una vez habiendo terminado de pasar todo el protocolo. Si el paciente no da ningún relato frente a alguna de las láminas, éste es el momento de ofrecerle un segundo intento, lo mismo que de interrogarlo si algo no nos ha quedado suficientemente claro. La interpretación del protocolo es cualitativa , y pretende identificar el conflicto inconciente y el tipo de relación objetal subyacente predominante, en la forma de vincularse del paciente. Esta se hace en tres niveles: con respecto a cada relato , aunque también se toma en cuenta la secuencia total de historias que el paciente trae. Y la secuencia de respuestas que el paciente nos ha entregado en cada serie . Esto, dado que muchas veces el paciente elabora una historia en el relato que da frente a la siguiente lámina, o bien continúa una misma historia en la siguiente lámina, o en una posterior. Esto como una forma de elaborar algún contenido que le es muy
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significativo o difícil de procesar y necesita volver a él, o ensayar otra alternativa de resolución del conflicto en cuestión. Con frecuencia observamos este tipo de conducta frente a eventos traumáticos que ha vivido el paciente o situaciones que han permanecido suprimidas de la elaboración conciente. Podemos decir que en cierta forma la interpretación que hacemos en el Phillipson se asemeja a la que hacemos frente a un sueño. Si el paciente continúa un trabajo psicoterapéutico después de la evaluación, podemos "devolverle" su protocolo, invitándole a interpretar las historias que en su momento dio (como si fueran sueños). Es una experiencia muy interesante, tanto para el paciente como para el terapeuta, y puede ser una buena manera de crear conciencia de enfermedad o de necesidad de ayuda y/o de identificar focos de trabajo para la psicoterapia. Lo mismo que para lograr un diagnóstico diferencial entre distintas patologías, que muchas veces se hace difícil de precisar. Se trata entonces de intentar la construcción de una hipótesis que explique la conducta del paciente frente a las láminas obteniendo información sobre las relaciones objetales inconcientes dominantes, la fuerza de las tensiones experimentadas, los principales temores y ansiedades que debe enfrentar, y la especie y calidad de las relaciones objetales proyectadas por el paciente para aliviar esas tensiones. Esto se hace logrando una estimación de la medida en que la tensión inconciente domina las relaciones del sujeto con la realidad externa, así como de la medida en que pueden entablarse relaciones constructivas más maduras con el mundo externo sobre la base de la experiencia concientemente validada, en cuanto distinta de las expectativas determinadas por la fantasía.
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CAPÍTULO 2 CONSIDERACIONES CLÍNICAS DIAGNÓSTICO CLÍNICO Para lograr el diagnóstico, conviene previamente informar al consultante sobre el dispositivo de trabajo o setting (encuadre). Es necesario que el paciente sepa 1) que se trata de entrevistas diagnósticas y no terapéuticas, 2) la cantidad de sesiones que realizaremos (generalmente son dos o tres) y 3) cuál será la metodología de trabajo. Es fundamental para el diagnóstico registrar el tipo de relación y la actitud del paciente con respecto a la evaluación. Si colabora, si se resiste, si disfruta o se angustia, etc. Esas conductas serán indicadores de sus vínculos objetales. Además, como psicólogos clínicos debemos construir una anamnesis , una referencia biográfica general, personal y familiar. Y apuntar siempre el motivo de consulta, lo mismo que antecedentes familiares relevantes. Resulta asimismo instructivo poder observar los aspectos transferenciales y contratransferenciales presentes en el examen. Todo buen diagnóstico debería contener, dentro de lo posible, la información que recogemos en la entrevista de devolución. Si vimos capacidad de insight, cómo reaccionó el paciente a nuestra devolución, qué agregó, si rechazó algún punto en particular, etc. Serán elementos a considerar no sólo en el diagnóstico , si no también en el pronóstico terapéutico.
INDICADORES TRO DE CUADROS CLÍNICOS
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DUELO
Como todos sabemos, puede haber duelos normales y patológicos. En un duelo normal, las respuestas esperables en las láminas de la serie A, están vinculadas con sentimientos de tristeza, aflicción, pesar, pena, padecimiento, molestia y angustia; los cuales tienen que prevalecer frente a otros. Evaluaremos la tolerancia del sujeto al dolor, su grado de frustración por la pérdida y la emergencia de las defensas implementadas para manejar la situación. El desarrollo de las personas es inherente a la aceptación de las frustraciones frente a las situaciones de pérdida (reales, simbólicas o imaginarias), donde el sujeto percibe una ausencia o carencia vinculada con un objeto que ha desaparecido, ya sea por muerte, separación u otras causas. Se trata de una amplia gama de fenómenos, como por ejemplo, el pasaje de una etapa vital a otra, el nacimiento, el crecimiento y progresiva separación de los hijos, etc. En este sentido, la elaboración normal de un duelo, producirá lazos con el objeto perdido que marcan una distancia. La que le permitirá realizar un doble trabajo de presencia y ausencia; presencia a través de la rememoración de detalles minuciosos, y ausencia en la percepción de la falta. Por el contrario, en el caso de duelos patológicos, encontraremos respuestas que aluden a ansiedades persecutorias, donde lo paranoide es la proyección de la pérdida, que el sujeto interpreta como una agresión externa. O donde encontramos importantes sentimientos de culpa, cuando la agresión no viene de afuera, sino del sí mismo, vivenciando la pérdida como una destrucción que él ha provocado. Otra reacción posible es la emergencia de respuestas con contenidos eufóricos o maníacos, lo que implica una negación de la pérdida.
MELANCOLÍA
A diferencia de los casos anteriores (duelo), en la estructura melancólica, frente a una pérdida, estos pacientes muestran una tendencia a efectuar una identificación con el objeto perdido,
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asumiendo una actitud autodestructiva, pasando a ocupar el lugar del objeto perdido (duelo patológico). Esto implica un rasgo masoquista, en tanto no logra expresarse el odio por el abandono, lo que sería una actitud más sana. A diferencia de los duelos normales, donde el sujeto "hace como si fuera el objeto", lo cual implica cierto grado de aceptación y diferenciació n. Tampoco deben ser confundidos estos pacientes con los depresivos , a pesar de que comparten ciertas características sintomatológicas. Lo distintivo de la melancolía quedará plasmado en escenas con contenidos autodestructivos, interiores desordenados, sucios, percepción de objetos deteriorados, etc., lo que nos obligará a evaluar el riesgo suicida que el paciente pueda presentar. HIPOMANÍA
El tiempo de reacción de estos pacientes frente a la lámina es muy rápido, y con un alto número de asociaciones muy agudas pero con dificultad para detenerse a analizar, profundizar e integrar en una sola historia. Como una manera de evitar y/o negar la reactivación de situaciones de desamparo, sufrimiento, pena, carencia, pérdida y por lo tanto sentimientos depresivos. En la hipomanía, la angustia se intenta resolver de forma mágica y rápida. Como una reparación maníaca del objeto y del yo. Final feliz, pero si n mayor fundamento realista.
PERSONALIDAD LIMÍTROFE
El rasgo distintivo de estos cuadros es la precaria estructuración de la personalidad . Sobre este terreno, pueden surgir contenidos psicóticos, aunque no se trate de una psicosis en sentido estricto. No obstante, comparten un modelo de pensamiento funcional, circunstancial y concreto, que muchas veces nos puede obligar a efectuar una evaluación de capacidad intelectual, para hacer el diagnóstico diferencial respectivo. Encontraremos percepciones mal vistas o distorsionadas, mala resolución de las situaciones triangulares o de exclusión, fracasos en la elaboración de pérdidas, ausencia de conflicto ─ en especial en la lámina estructural ─ . Se observa un intento de represión, que luego fracasa, lo cual generará discursos no convencionales; por ejemplo, adicionando personajes, ausentes en las escenas, pero con presencia discursiva, para cumplir con la función ordenadora.
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TRASTORNOS DE PERSONALIDAD
En estos casos, el juicio de realidad está conservado, a pesar de los altos índices de angustia desbordante que podemos encontrar. Esto llevará a modos de conducta rígidos y estereotipados frente a una amplia gama de situaciones, tanto individuales como sociales. Ejemplo, nombrar a los personajes, hablar monótonamente de pasado, presente y futuro, hacer una única historia en todas las láminas, etc. Encontraremos diferentes tipos de trastornos: si hay poca estructuración, o contenidos laxos, será un trastorno límite ; si se trata de una orientación persecutoria por proyección en el mundo exterior, será un trastorno paranoide ; si está organizado el comportamiento en un plano sadomasoquista, hablaremos de un trastorno antisocial , con negación de los conflictos y/o ausencia de culpa; por último, si se maneja en un plano muy regresivo y dependiente, aludirá a un trastorno evolutivo . En el test de Phillipson, los sujetos que padecen estos trastornos presentan pulsiones parciales como características de una sexualidad infantil o regresiva. Lo cual suele generar relatos o historias con vínculos especulares, con características simbióticas, sadomasoquistas, etc.
PERSONALIDAD POS-TRAUMÁTICA
Estas personalidades no conforman un tipo de estructura psíquica primaria, sino que son producto de una experiencia, evento o situación vivida como catástrofe por los sujetos que las padecen. A partir de dicha experiencia, se genera un cambio en su modalidad conductual, con respecto al entorno y a sí mismo. Una de las manifestaciones de este cuadro que más tempranamente se ha descubierto en el TRO, ha sido la dificultad para integrar temporalmente las historias requeridas. Se produce un corte entre el pasado, el presente y el futuro, lo que lleva al sujeto a instalarse en un solo momento del relato, ya sea privilegiando el presente o el pasado. Otros pacientes pueden repetir un mismo significante , que connota desintegración de la imagen corporal o de la identidad, o bien puede visualizar personajes derribados, caídos, que transmiten el mismo sentido. A veces el impacto traumático puede emerger en una sola respuesta, estimulada en una sola lámina. No obstante, pueden aparecer repeticiones o secuelas de contenidos no elaborados frente a distintas láminas. Otra variante de estas condiciones se detecta también frente a los duelos patológicos que ya analizamos.
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EPILEPSIA
En general, estos pacientes presentan lentitud en las respuestas, tendencias perseverativas , adherencia y viscosidad en la conducta e imprecisión y/o confusión en el pensamiento. Quizás lo más característico sea la perseveración temática que acota y empobrece los relatos y evidencia la limitada imaginación, la falta de plasticidad y los escasos recursos internos y potenciales de acción. En los casos de deterioro epiléptico aparecen indicadores de déficit orgánico que dejarán aún más al descubierto el empobrecimiento global de la personalidad. No son raras las distorsiones perceptivas; pero, sobre todo en la epilepsia orgánica grave, hay un marcado deterioro intelectual y afectivo. Historias de una frase o un renglón, sin movimientos. PSICOSIS
Debemos exceptuar aquí la gama de psicosis esquizofrénicas cuyos rasgos son muy evidentes por el marcado déficit cognitivo e imaginativo del paciente. En este caso, las señales serán un pensamiento de tipo concreto, con un discurso escaso, o una incapacidad para afrontar la consigna, a veces con el agregado de detalles groseros o bizarros. Con respecto a las psicosis en general , encontramos distorsiones perceptivas que se manifiestan como objetos mal vistos o agregados y alteraciones en las estructuras vinculares (modificar el lazo afectivo entre los personajes), agregar o eliminar personajes, y/o ausencia o disminución del compromiso emocional entre ellos. Las estructuras psicóticas muestran una falta de distancia entre el sujeto y el estímulo (el objeto: aquí las láminas). Esto se expresa en la presencia de autoreferencias constantes, o historias ligadas a objetos internos persecutorios. Las defensas que prevalecen en estas estructuras son la negación, disociación, idealización extrema. Puede emerger indiscriminadamente gran angustia, ligada a las alteraciones de la sensopercepción y a las ideas delirantes. En el caso de cuadros endógenos, el acento se coloca en los movimientos o acciones de los personajes, los que oscilarán entre hiperkinesia o estatismo. O bien, en las alteraciones anímicas, expresadas en los contrastes de luz y sombras, claridad versus oscuridad, los que no
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corresponden a matices anímicos propios de otras estructuras de personalidad, donde la dinámica entre estados opuestos obedece a una psiquis en conflicto. En las psicosis confusionales, encontramos alteraciones de la conciencia, dificultades para concretar la consigna y construir un relato, mostrando visos de incoherencia o perplejidad. Finalmente, tenemos las psicosis exógenas o reactivas , en las cuales la toxicidad (adicciones), suele ser la causa más frecuente. Estas presentan similitudes con los cuadros psicóticos anteriores, pero también tienen sus propias características, y puede determinarse un sentido o significado ligado a la biografía del paciente y a las singularidades propias de cada caso. Por lo general, en la anamnesis se pueden rastrear antecedentes aclaratorios.
NEUROSIS
La primera condición para diagnosticar una neurosis desde esta prueba, es la presencia de un gran caudal energético para movilizar situaciones conflictivas a través de posibles alianzas o componendas, que aflorarán como síntomas o sustitutos, efecto de la represión, la que actúa como barrera de protección que impide el desborde absoluto de alguna inst ancia psíquica. Cada tipo de neurosis evidenciará mecanismos propios, y será la angustia la característica típica que nos informará sobre estos procesos subyacentes. Veremos entonces como ésta se despliega frente a los diferentes estímulos (diferentes láminas). Ante estas problemáticas (proyectadas en las láminas), el sujeto neurótico tiene recursos variados o plásticos y adaptativos que le permitirán enfrentar o resolver tales situaciones de la mejor manera. De este modo, esperaremos que en cada lámina el paciente perciba la situación sobreponiéndose al malestar que pueda generar el estímulo, la enfrente y la resuelva. La presencia de metáforas, historias ricas en detalles y contenidos, ilustrarán asimismo sobre un pensamiento creativo, elaborativo o reflexivo, al igual que las fantasías, los sueños, los lapsus u otros efectos discursivos, inclusive el sentido del humor.
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ADOLESCENCIA
El paciente adolescente tenderá a dar relatos de historias cargadas de su propia conflictiva evolutiva. Plagadas de contenidos que apuntan a la búsqueda de identidad, diferenciación y separación de las figuras significativas, autonomía - independencia, tensiones con la autoridad, relación con el grupo de iguales, resolución de la orientación sexual y la búsqueda de la pareja, lo mismo que la búsqueda de un status social en su comunidad. Junto con respuestas que revelan la regresión a momentos previos del desarrollo, donde se hace necesaria la resolución de ataduras pendientes con los objetos primarios, y la construcción de un proyecto vital propio.
CAPÍTULO 3 EL TRO EN EL ÁMBITO LABORAL El Phillipson es una herramienta muy útil para el psicodiagnóstico laboral, particularmente para aportar hipótesis de desempeño confiables en los siguientes procesos: •
Selección de Personal
•
Evaluación de Promociones Internas
•
Re-ubicación de Empleados
El mismo H. Phillipson refiere haber aplicado su técnica a más de 2000 sujetos fuera del ámbito clínico; sobre todo para la evaluación de candidatos a cargos gerenciales, para los cuales sostenía que era importante
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“lograr información sobre la medida en que los problemas de relaciones objetales subyacentes podrían interferir en su rendimiento laboral”.
Si bien Phillipson elegía entre 6 y 8 láminas, y podía cambiar el orden de presentación según las circunstancias del caso, hay 7 (siete) que mostraron mejor performance para los objetivos psicodiagnósticos y pronósticos. A saber: A1, B1, C3, BG, A3, CG y LB (Las letras A, B y C, señalan la serie respectiva. Los números 1 y 3, indican la cantidad de personajes presentes o bosquejados en las láminas. La letra G significa aquí Grupal. LB es la lámina en blanco).
Esas 7 láminas fueron objeto asimismo de una investigación sobre la capacidad predictiva del TRO en Argentina, llevada a cabo por los psicólogos Renata Frank de Verthelyi, Marta Garro, Roberto Franchi y Alicia Portas de Ezquerro, en la Universidad de Belgrano, Facultad de Humanidades (Bs. As., Arg.). Las 7 láminas pueden ser administradas entre 20 y 30 minutos, incluido el interrogatorio; un tiempo muy beneficioso si lo comparamos con la importantísima información que nos puede brindar el TRO. Phillipson consideraba imprescindible (lo que apoyamos plenamente) registrar toda la producción verbal y no verbal del sujeto, como también el tiempo de reacción (no es necesario el cronómetro). Luego de la mostración de las láminas, procedía —al igual que Rorschach— a efectuar un interrogatorio para completar o aclarar lo que el entrevistado dejó incompleto o poco cl aro. Nuestro objetivo , nuestra pericia y la intuición que desarrollemos guiarán esta etapa, enriqueciendo el material aportado espontáneamente por el sujeto.
EL CONTEXTO SITUACIONAL Como psicólogos, sabemos que el ámbito en el que se realiza un examen psicológico implica siempre una diferencia esencial en cuanto a las motivaciones en que se encuentran tanto el sujeto como el entrevistador. Este hecho genera, tanto en las conductas de ambos , como en el rendimiento y calidad de la producción , efectos que debemos considerar con especial atención a la hora del análisis e interpretación del protocolo. Así, según los OBJETIVOS de la prueba y el CONTEXTO SITUACIONAL, importa definir de antemano sobre qué puntos solicitaremos más 27
detalles, sobre qué láminas profundizaremos más o menos, y hasta dónde nos involucraremos en la historia contada, sin producir demasiada ansiedad en el entrevistado. Holt, estudioso sobre todo del TAT, basándose en la teoría de Lewin, subraya que la conducta es
una función de la naturaleza de la persona y de s u ambiente. Conducta
=
Naturaleza de la Persona
+
su Ambiente
Este autor señala que la incidencia del ambiente puede hacer que un mismo sujeto sea capaz de elaborar historias disímiles, mostrando distintos aspectos de sí mismo, según que colabore con un amigo, para una investigación de éste, sea evaluado para un Cargo, realice el test en el marco de un seguimiento terapéutico o, por ejemplo, respondiendo en una pericia judicial. En este CONTEXTO SITUACIONAL se estructurarán las tendencias directrices del sujeto, se activarán uno u otro “fantasma”, especulará sobre qué es lo que se espera de él, etc. De ello se deriva al mismo tiempo la cualidad d e sus motivaciones, la intensidad de sus ansiedades y, también, el tipo de defensas que el entrevistado pondrá en juego. En resumen, el CONTEXTO SITUACIONAL nos dará el “norte” de nuestro trabajo, nos facilitará enfocarnos en aquellos temas atingentes al estudio, nos orientará a la hora de informar.
EL ENTORNO LABORAL - ORGANIZACIONAL En el CONTEXTO LABORAL, como entrevistadores, deberíamos tener siempre presente, al menos como referencia “flotante”, estas 8 (ocho) variables: 1) Hay un PERFIL de cargo para una determinad empresa, al que el sujeto deberá ajustarse. 2) El entrevistado enfrenta una situación de PRUEBA IMPUESTA, en la que es observado en sus aspectos íntimos; lo cual suele generar ANSIEDAD y muchas veces sentimientos persecutorios nada gratos para él.
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3) Por lo anterior, es razonable que puedan incrementarse en el sujeto sentimientos de oposición, de inhibición, o de ambos. Así, el esfuerzo que debe hacer es DOBLE: por un lado, producir una respuesta (construir una historia); y por otro, vencer las resistencias internas que la situación le genera. 4) Al estar incluidos el sujeto , el psicólogo y en cierto modo la empresa , la situación le presenta al entrevistado un esquema triangular, de no difícil asociación (inconciente) con la TRIANGULARIDAD EDÍPICA. 5) Algo muy importante: lo esperable es que el sujeto tienda al ocultamiento de sus aspectos más patológicos, más que a la exhibición y comunicación de los mismos. Por ello, mostrar ASPECTOS “NEGATIVOS” de forma directa, y/o hacer reiteradas AUTO-REFERENCIAS, actuales o del pasado, nos indicaría un grado preocupante de DESUBICACIÓN; si no de DESADAPTACIÓN. 6) El hecho de tener que informar la CONTRAINDICACIÓN de un candidato que “necesita trabajo”, suele generar —o mejor, activar — en el psicólogo sentimientos de CULPA, que conviene no negar en nosotros, para poder instrumentarlos apropiadamente. 7) El psicólogo debe conocer profundamente “la PERSONALIDAD BÁSICA de la empresacliente”, su cultura organizacional, las características del eventual Jefe del candidato, etc, para poder efectuar una recomendación correcta. 8) Finalmente, debemos ser conciente que el contexto en el que operamos como psicólogos laborales, puede ser “frustrante” para nosotros, toda vez que NO MANEJAMOS TOTALMENTE LA DECISIÓN FINAL. Sin la consideración previa de estos puntos, nuestra labor podría resultar muy empobrecida, para perjuicio de todos los participantes en el proceso.
QUÉ MIDE EL TRO LABORAL El TRO nos permite observar —y, hasta cierta medida, comprobar o calcular— cómo reacciona el sujeto frente a una tarea impuesta
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y su disposición a ser evaluado por su jefatura.
Del análisis riguroso —y la interpretación— de sus historias (producción = trabajo) podremos establecer ciertas hipótesis confiables sobre su personalidad laboral ; en particular, sobre 5 (cinco) principales “competencias”.
INDICADORES TRO DE COMPETENCIAS •
Modalidad perceptiva y tipo de pensamiento
•
Organización y planificación
•
Productividad
•
Autonomía, responsabilidad, decisión
•
Capacidad de adaptación / rigidez
(Remitimos al lector al trabajo publicado por Renata Frank de Verthelyi, Marta Garro, Roberto Franchi y Alicia Portas de Ezquerro, Universidad de Belgrano, Facultad de Humanidades. Buenos Aires, Argentina).
EL SIGNIFICADO DE CADA LÁMINA EN SELECCIÓN DE PERSONAL LÁMINA A1 (1º)
Es la lámina que mejor permite observar cómo el sujeto “enfrenta en soledad la tarea propuesta” , toda vez que es una SITUACION NUEVA dentro de esta etapa del proceso de evaluación y el principal estímulo muestra a UNA PERSONA.
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Naturalmente, por su estructura y ubicación (la primera), esta lámina presenta al examinado la dificultad de INICIAR LA TAREA; y además SOLO. Con lo cual, pone a prueba la CAPACIDAD DE ORGANIZACIÓN del sujeto, su RIQUEZA DE RECURSOS y POTENCIAL DE AUTONOMÍA. Dado un estímulo estático , es muy interesante ver si el sujeto logra hablar de (proyectar) movimiento . El cual, de aparecer, nos dará un índice del grado de VITALIDAD E INICIATIVA del potencial empleado. Podremos inferir aquí distintos tipos de ACTITUDES: Autosuficiencia – Reflexión – Evitación – Dependencia – Potencial de Liderazgo – Idealización – Depresión.
LÁMINA B1 (2º)
Esta lámina le ofrece al sujeto una oportunidad de defensa, por el alto grado de estructuración del estímulo. Aunque, insiste en presentarle a UN SOLO PERSONAJE. La inclusión de una segunda persona en la historia, puede darnos indicios de aspectos propios, tanto estructurales de su personalidad, como de necesidades actuales . Según nuestra experiencia, ésta parece ser la lámina de la IDENTIDAD. También es posible la “confesión” —proyectada— de fantasías de ENFERMEDAD. Podría permitirnos establecer hipótesis plausibles de cómo el POSTULANTE se visualiza INCORPORÁNDOSE A LA NUEVA EMPRESA (o al nuevo cargo, si se trata de una promoción interna o re-ubicación) y su virtual CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN al medio que lo espera. Factores imprescindibles de saber para el pronóstico . La proyección de vínculos agresivos o sexuales explícitos en esta lámina, es un claro indicador de falla en las defensas; concretamente, lo que fallaría sería la represión .
En el ámbito laboral, tales vínculos suelen no ser expresados. Es importante asimismo conocer por su relato cómo es el “interior” de esa habitación; los planes del “personaje”; a qué se dedica; etc.
LÁMINA C3 (3º)
En este caso pasamos de 1 persona a 3, y del difuminado (A1) y el blanco y negro (B1), a la evidente inclusión del color, en una escena en cierto modo más familiar. El sujeto tiene más de
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donde “agarrarse”, pero a la vez difícilmente pueda eludir lo que simbólicamente representa esta lámina de 3 personas: la situación edípica. La multiplicidad de estímulos, ahora le exige al evaluado un esfuerzo mayor de DISCRIMINACIÓN (de los datos) y ORGANIZACIÓN. Con lo cual, seguramente mejor que en otras láminas, veremos en su respuesta el TIPO DE PERCEPCIÓN Y PENSAMIENTO del sujeto, particularmente frente a situaciones tensionantes. También observaremos su capacidad de integrar de forma coherente los disímiles elementos mostrados en esta lámina, bajo la “presión” o estímulo del color rojo (para nadie, indiferente). La principal tarea para el sujeto será DAR SENTIDO A UNA SITUACIÓN INESPERADA, no rutinaria y que moviliza las EMOCIONES; dar significación y resolver en función de la consigna dada “tiempo atrás” (antes de que hayan pasado ya 2 láminas, bien distintas, y sus relatos correspondientes). ¿Cómo se manejará en relaciones de mayor o menor asimetría en su trabajo?. Es posible que aquí aparezcan fantasías respecto de los pares y de la AUTORIDAD.
LÁMINA BG (4º)
Material estimular especialmente propicio para investigar las posibilidades del sujeto de INCLUSIÓN O NO EN GRUPOS de índole diversa. Presenta un nuevo desafío para el examinado, ya que la imagen deja ver ciertas incongruencias, “excusa” favorable para realizar críticas a la lámina. Lo deseable es que el candidato encuent re una significación adecuada a la globalidad de la lámina; pudiendo dar cuenta de esas contradicciones, pero sin negarlas. Aquí, las vicisitudes de la historia respecto del tipo de DESENLACE son factores muchas veces cruciales para el pronóstico laboral.
En sus fantasías ¿el grupo lo acepta o lo rechaza?; si ocurre lo último ¿es permanente o momentáneo?; ¿y el motivo de la no integración?; ¿qué período de adaptación requerirá?; ¿qué ROL es probable que tienda a querer asumir en el futuro equipo de trabajo?, etc.
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Recomendamos pedir explícitamente al sujeto que nos hable de ese “personaje” que aparece más alejado del resto. En especial, QUÉ PASARÁ A FUTURO CON ÉL, y sobre la relación (si es que la hay) con el grupo. (Sin inducirlo, lógicamente).
LÁMINA A3 (5º)
Nuevamente, el estímulo le muestra al examinado la temática de la “exclusión”, aunque, en este caso, presentándosela en una virtual RELACIÓN TRIANGULAR y con un “sombreado” que, según H. Phillipson, movilizaría NECESIDADES TEMPRANAS DE DEPENDENCIA. Nos permite pensar cómo el sujeto se manejará frente a una situación conflictiva (o que pudiera serlo para su percepción), sin demasiado apoyo externo. Será altamente SINTOMÁTICO que nuestro entrevistado OMITA A UNA (ó a DOS) de las 3 figuras bosquejadas en la lámina. Es importante observar cómo el sujeto resuelve la “separación” entre el personaje solo (más alejado) y los otros dos (fácilmente percibidos juntos). Algunos sujetos se ven forzados a distorsionar su percepción de las personas de esta Lámina, ‘DESHUMANIZÁNDOLAS’*. Esta “defensa” puede ser considerada PATOLÓGICA. Es casi seguro que en el trabajo habrá algún grado más o menos importante de INADAPTACIÓN o DESAJUSTE (descontento, desmotivación, aislamiento, indisciplina, intransigencia, etc.), siempre peligroso. *”Muertos”, “esqueletos”, “monstruos”, “personajes derrumbados”, etc., es de peor pronóstico que “ángeles”, “fantasmas”, etc. Y también conviene indagar el vínculo , la interacción entre ellos.
LÁMINA CG (6º)
Quizás sea la mejor lámina para medir el POTENCIAL DE LIDERAZGO del candidato, lo mismo que su disposición a aceptar la autoridad de su nuevo Jefe. También, nos permite formular
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conjeturas sobre cómo el sujeto ha podido ir “elaborando” diferentes aproximaciones a su vivenciar respecto de sus PARES, SUPERIORES Y POSIBLES SUBORDINADOS. Desde el punto de vista de la “transferencia”, conviene observar cómo se siente y cómo responde en relación a la “Autoridad” del Entrevistador, y —por añadidura— a la Empresa que éste representa en la situación de examen. La construcción de relatos alternativos se asocia —por lo general— a un intento defensivo por DISOCIAR UN VÍNCULO PARA ÉL AMBIVALENTE. Inusualmente (aunque lo hemos visto), el sujeto ve allí un techo . Signo de EVASIÓN de la temática presentada o sugerida en la CG. ÁRBOLES o SOMBRAS (algo menos infrecuente) en vez de personas, es un claro INDICADOR DE INMADUREZ. Es muy importante tomar nota del tipo de comunicación presente en la historia; si hay “reclamos” de la “gente de abajo”; cómo se comporta “el de arriba” (extrapolando: ‘la Gerencia’). En postulantes conflictivos suele haber un episodio de irreconciliación entre las partes (o la completa negación de ello).
LÁMINA BLANCA - LB (7º)
Es una suerte de “pantalla de proyección final” para que el sujeto exprese una SÍNTESIS de su “PSICOLOGÍA”, de cómo se ha sentido durante el examen y de cómo fantasea que sería la “solución” a sus deseos y necesidades. Asimismo, pondremos a prueba su capacidad para re-organizarse frente a una situación nueva y poco o nada estructurada, aprovechando el aprendizaje logrado con las láminas anteriores. ¿Podrá mantener la distancia óptima respecto del estímulo, y aplicarse en la “tarea” (comunicada oportunamente en la consigna), sin involucrarse en un relato auto-referencial? En relación a su producción anterior ¿cuál es su rendimiento cuando debe crear su propio estímulo? ¿Podrá trabajar o responder adecuadamente en situaciones muy poco pauteadas?
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Hay autores que recomiendan anticipar la presentación de la LB, incorporando una especie de “recordatorio - consigna”. Preceden la introducción de esta L., a través de una breve consigna, con el propósito de informar al candidato sobre la nueva situación: la carencia de estimulación visual. Si, a pesar de ello, el sujeto no responde adecuadamente, podemos sospechar que el entrevistado se siente desprotegido y —acaso— angustiado ante lo que podemos llamar la “pérdida de límites”. En ciertos casos (no pocos), podremos estar frente a una historia clave para pensar no solo el diagnóstico , si no también el pronóstico , ya que hay sujetos que relatan (nos transmiten) algo así como ‘un proyecto existencial’ o sencillamente sus ‘fantasías de enfermedad y/o de sanación’.
Nuestra tarea, nuestra delicada labor será entonces la de comprender o auscultar ese mensaje, comparar esa “fantasía”, ese relato, con la realidad del Cargo y la Empresa; y finalmente, jugarnos la mejor recomendación que podamos.
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UN MÉTODO PARA EL ANÁLISIS Para el análisis y la interpretación de las historias, además de basarnos en lo que cada lámina promueve por sí misma, y todo lo observado en la entrevista, recomendamos seguir lo declarado por el propio autor del TRO (obra citada en la Bibliografía General, pg. 36). Este método tiene la gran ventaja de estar íntimamente relacionado con la fundamentación del test, dado que presta atención a 3 factores esenciales en la producción de l as historias: I. La PERCEPCIÓN de la situación de la lámina II. La GENTE incluida en los relatos y sus VÍNCULOS interpersonales III. La HISTORIA como estructura y realización (su producción)
Un cuadro que puede graficar este método, podría tener el siguiente esquema.
Q. de Personajes Series
1
3
Dimensiones G
A
HISTORIA
B VÍNCULOS C PERCEPCIÓN Hipótesis
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