Los amores de Bentos Sagrera –Javier de Viana-
Cuando Bentos Sagrera oyó ladrar los perros, dejó el mate en el suelo, apoyando la bombilla en el asa de la caldera, se puso de pie y salió del comedor apurando el paso para ver quién se acercaba y tomar prontamente providencia !ra la tarde, estaba oscureciendo y un gran viento soplaba del !ste arrastrando grandes nubes negras y pesadas, que amena"aban tormenta #uien a esas $oras y con ese tiempo llegara a la estancia, indudablemente llevar%a &nimo de pernoctar, cosa que Bentos Sagrera no permit%a sino a determinadas personas de su %ntima relación 'or eso se apuraba, a (in de llegar a los galpones antes de que el (orastero $ubiera a(lojado la cinc$a a su caballo, disponiéndose a desensillar Su estancia no era posada, )canejo* +lo $ab%a dic$o muc$as veces y el que llegase, que se (uera y buscase (onda, o durmiera en el campo, )que al (in y al cabo dorm%an en el campo animales suyos de m&s valor que la mayor%a de los desocupados $arapientos que sol%an caer por all% demandando albergue* !n muc$as ocasiones $ab%ase visto en apuros, porque sus peones, m&s bondadosos +)claro, como no era de sus cueros que $ab%an de salir los maneadores*+, permit%an a algunos desensillar y luego era ya muc$o m&s di(%cil $acerles seguir la marc$a a estancia de Sagrera era uno de esos viejos establecimientos de origen brasile.o, que abundan en la (rontera y que semejan c&rceles o (ortale"as /n largo edi(icio de paredes de piedras y tec$o de a"otea unos galpones, también de piedra, en(rente, y a los lados un alto muro con sólo una puerta peque.a dando al campo a cocina, la despensa, el $orno, los cuartos de los peones, todo estaba encerrado dentro de la muralla !l patrón, que era un $ombre bajo y grueso, casi cuadrado, cru"ó el patio $aciendo crujir el balasto bajo sus gruesos pies, cal"ados con pesadas botas de becerro colorado 0brió con precaución la puertecilla y asomó su cabe"a melenuda para observar al recién llegado, que se debat%a entre una majada de perros, los cuales, ladrando en(urecidos, le saltaban al estribo y a las narices y la cola del caballo, $aciendo que éste, encabritado, bu(ara y retrocediera +)1uera, cac$orros* +repitió varias veces el amo, $asta conseguir que los perros se (ueran alejando, uno a uno, y ganaran el galpón gru.endo algunos, mientras otros ol(ateaban a2n con descon(ian"a al caballero que, no del todo tranquilo, titubeaba en desmontar +3iene bien guardada la casa, amigo don Bentos +dijo el recién llegado +/nos cac$orros criados por divertimiento +contestó el due.o de casa con marcado acento portugués os dos $ombres se estrec$aron la mano como viejos camaradas y mientras Sagrera daba órdenes a los peones para que desensillaran y llevaran el caballo al potrero c$ico, éstos se admiraban de la e4tra.a y poco (recuente amabilidad de su amo /na ve" en la espaciosa pie"a que serv%a de comedor, el ganadero llamó a un peón y le ordenó que llevara una nueva caldera de agua y el interrumpido mate amargo continuó !l (orastero, don Br%gido Sosa, era un antiguo camarada de Sagrera y, como éste, rico $acendado /n%alos, mas que la amistad, la mutua conveniencia, los negocios y la rec%proca consideración que se merecen $ombres de alta signi(icación en una comarca !l primero pose%a cinco suertes de estancia en 5angrullo, y el segundo era due.o de siete en 6uasunamb%, y pasaban ambos por personalidades importantes y eran respetados, ya que no queridos, en todo el departamento y en muc$as leguas m&s all& de sus (ronteras Sosa era alto y delgado, de (isonom%a vulgar, sin e4presión, sin movimiento7 uno de esos tipos rurales que $an
nacido para cuidar vacas, amontonar cóndores y comer carne con 8(ari.a9 Sagrera era m&s bien bajo, grueso, casi cuadrado, con jamones de cerdo, cuello de toro, bra"os cortos, gordos y duros como troncos de coronilla las manos anc$as y velludas, los pies como dos planc$as, dos grandes tro"os de madera a cabe"a peque.a poblada de abundante cabello negro, con algunas, muy pocas, canas la (rente baja y deprimida, los ojos grandes, muy separados uno de otro, d&ndole un aspecto de bestia la nari" larga en (orma de pico de &guila la boca grande, con el labio superior pulposo y sensual apareciendo por el montón de barba enmara.ada !ra orgulloso y altanero, avaro y ego%sta, y viv%a como la mayor parte de sus congéneres, encerrado en su estancia, sin placeres y sin a(ecciones 5&s de cinco a.os $ac%a de la muerte de su mujer, y desde entonces él solo llenaba el caserón, en cuyas toscas paredes retumbaban a todas $oras sus gritos y sus juramentos Cuando alguien le insinuaba que deb%a casarse, sonre%a y contestaba que para mujeres le sobraban con las que $ab%a en su campo, y que todav%a no se olvidaba de los malos ratos que le $i"o pasar el 8diablo de su compa.era9 0lg2n peón que lo o%a, meneaba la cabe"a y se iba murmurando que aquel 8diablo de compa.era9 $ab%a sido una santa y que $ab%a muerto cansada de recibir pu.eta"os de su marido, a quien $ab%a aportado casi toda la (ortuna de que era due.o 'ero como estas cosas no eran del dominio p2blico y qui"&s no pasaran de murmuraciones de cocina, el ganadero segu%a siendo un respetable se.or, muy digno de aprecio, muy rico, y aunque muy bruto y m&s ego%sta, capa" de servir, al ciento por ciento, a alg2n desgraciado vecino Sosa iba a verlo por un negocio, y proponiéndose grandes ganancias, el $acendado de 6uasunamb% lo agasajaba de todas maneras :(recióle en la cena puc$ero con 8pirón9, guiso de menudos con 8(ari.a9 y un cordero, gordo como un pavo cebado, asado al asador y acompa.ado de galleta y (ari.a seca porque all% la (ari.a se com%a con todo y era el complemento obligado de todos los platos ; como e4traordinario, en $onor del $uésped, se sirvió una 8canjica con leite9, que, seg2n la e4presión brasile.a, 8si é (ejon con toucin$o é muito bom ella borra tudo9 0(uera el viento que ven%a desde lejos, saltando libre sobre las cuc$illas peladas, arremetió con (uria contra las maci"as poblaciones, y emprendiéndola con los &rboles de la $uerta inmediata, los cimbró, los "amarreó $asta arrancarles las pocas $ojas que les quedaban, y pasó de largo, empujado por nuevas bocanadas que ven%an del !ste, corriendo a todo correr 0rriba, las nubes se romp%an con estruendo y la lluvia latigueaba las paredes del caserón y repiqueteaba (uriosamente sobre los tec$os de cinc de los galpones !n el comedor, Sagrera, Sosa y 'anc$o Castro +este 2ltimo, capata" del primero+ estaban de sobremesa, c$arlando, tomando mate amargo y apurando las copas de ca.a que el capata" escanciaba sin descanso 'anc$o Castro era un indio viejo, de rostro anguloso y lampi.o, y de peque.os ojos turbios semiescondidos entre los arrugados p&rpados !ra c$arlat&n y amigo de cuentos, de los cuales ten%a un repertorio escaso, pero que repet%a siempre con distintos detalles +)#ué modo de yober* +dijo+ !sto me $ace acordar una ocasión, en la estancia del (inao don 1elisberto 5art%ne", en la costa el 3acuar% +);a tenemos cuento* +e4clamó Sagrera y el viejo, sin o(enderse por el tono despreciativo del estanciero, continuó muy serio7 +)
+!ra una noc$e como ésta pero entonces muc$o m&s (r%a y muc$o m&s escura, escurasa7 no se b%a ni lo que se combersaba ios >ispués que comimo 8los9 pusimo a amarguiar y a cont& cuentos !l biejo 3iburcio )usté se $a de acord& del biejo 3iburcio, aquel indio de 3umpamb&, grandote como un ranc$o y (iero como un susto a tiempo* )'uc$a $ombre aquel que domaba laindo) Sólo una ocasión lo bidé asentar el lomo contra el suelo, y eso jue con un bagual picaso del (inao 5anduca, que se le antojó galopiar una ma.anita que $ab%a yobido a lo loco, y jue al .udo que +Bueno, viejo +interrumpió Sosa con marcada impaciencia+, deje corcobiando al bagual picaso y siga su cuento +>ejuro nos va a salir con alguno m&s sabido que el bendito +agregó don Bentos +6?eno, si se est&n riyendo dende ya, no cuento nada +dijo el viejo, atu(ado +)'uc$a con el basilisco* +e4clamó el patrón y luego, sorbiendo media copa de ca.a, se repatingó en la silla y agregó7 +'uesto que el $ombre se $a empacao, yo voy a contar otra $istoria +Vamos a ver esa $istoria +contestó Sosa y don 'anc$o murmuró al mismo tiempo que volv%a a llenar las copas7 +)Bamo a bé) !l ganadero tosió, apoyó sobre la mesa la mano anc$a y velluda como pata de mono, y comen"ó as%7 +!s un suseso que me $a susedido urante el primer a.o yo iba siempre al C$uy pa vigilar mi establecimiento y también pa >on Bentos se interrumpió, bebió un poco de ca.a, y después de sorber el mate que le alcan"aba el capata", continuó7 +'a visitar una mujersita que ten%a en un ranc$o de la costa +;a $e o%do $ablar de eso +dijo Sosa+ !ra una rubia, una brasilera +Justamente, !ra la $ija de un quintero de ;aguarón ;o la andube pastoriando muc$o tiempo pero el viejo don Juca, su padre, la cuidaba como caballo parejero y no me daba alse pa nada 'ero la muc$ac$a se $ab%a encari.ao de adeberas, y ten%a motivos, porque yo era un moso que las mandaba arriba y con rollos, y en la canc$a que yo pisaba no dilataba en quedar solo 8!l viejo quer%a casarla con un estopor empleao de la poles%a, y como coleg% que a pesar de todas las ventajas la carrera se me iba $aciendo peluda, y no quer%a emplear la (uer"a +no por nada, sino por no comprometerme+, me puse a cabilar )#ué diablo* ;o ten%a (ama de artero y ésa era la ocasión de probarlo /n d%a que me $ab%a ido de visita a casa de mi amigo 5onteiro Cardoso, se me ocurrió la jugada 5onteiro estaba bravo porque le $ab%an carniao una vaca 8+)@ste no es otro que el viejo Juca* +me dijo 8!l viejo Juca estaba de quintero en la estancia del coronel 1ortunato, que lindaba con la de 5onteiro, y a éste se le $ab%a metido en el mate que el viejo lo robaba ;o me dije7 =)ésta es la m%a*A y contesté en seguida7 8+5ire, amigo, yo creo que ese viejo es muy ladino, y ser%a bueno $acer un escarmiento 85onteiro no deseaba otra cosa, y se quedó loco de contento cuando le promet% yo mismo espiar al quintero y agarrarlo con las manos en el barro 80s% (ue7 una noc$e, acompa.ado del pardo 0nselmo, le matamos una oveja a 5onteiro Cardoso y la
enterramos entre el mai"al del viejo Juca 0l otro d%a avisé a la poles%a7 (ueron a la g?erta y descubrieron el pastel !l viejo gritaba, negaba y amena"aba pero no $ubo tut%a7 lo maniaron no m&s y se lo llevaron a la sombra dispués de $aberle sobao un poco el lomo con los corbos9 Sonrió Bentos Sagrera, cru"ó la pierna derec$a, sosteniendo el pie con ambas manos tosió (uerte y siguió7 +'ocos d%as dispués (ui a casa de Juca y encontré a la pobre emensia $ec$a un mar de l&grimas, brava contra el bandido de 5onteiro Cardoso, que $ab%a $ec$o aquello por embromar a su pobre padre 8e dije que $ab%a ido para consolarla y garantirle que iba a sacarlo en libertad siempre que ella se portara bien conmigo Como a la rubia le gustaba la pierna9 +5esmamente como en la $istoria que yo iba a cont&, cuando el (inao 3iburcio, el domadó +dijo el capata" +o tardó muc$o en abrir la boca pa decir que s% +continuó don Bentos, interrumpiendo al indio+ a llevé al ranc$o que ten%a preparao en la costa, y conversamos, y !l ganadero cortó su narración para beber de nuevo, y en seguida, gui.ando los ojos, arqueando las cejas, continuó contando, con la prolijidad comunicativa del borrac$o, todos los detalles de aquella noc$e de placer comprada con in(amias de perdulario >espués rió con su risa gruesa y sonora y continua como mugido de toro montara" /na inmensa bocanada de viento entró en el patio, a"otó los muros de granito, corrió por toda la muralla al"ando a su paso cuanta $oja seca, tro"o de papel o c$ala vieja encontró sobre el pedregullo, y luego de remolinear en giros (renéticos y dando aullidos (uriosos, buscando una salida, golpeó varias veces, con rabia, con pro(undo encono +cual si quisiera protestar contra el l2brico cinismo del ganadero+ la sólida puerta del comedor, detr&s de la cual los tres ebrios escuc$aban con indi(erencia el (ragor de la borrasca 3ras unos minutos de descanso, el patrón continuó diciendo7 +'or tres meses la cosa marc$ó bien, aunque la rubia se enojaba y me acusaba de dilatar la libertad del viejo pero dispués, cuando lo largaron a éste y se encontró con el nido vac%o, se propuso ca"ar su p&jara de cualquier modo y vengarse de mi jugada ;o lo supe llevé a emensia a otra jaula y esperé /na noc$e me agarró de sopetón, cayendo a la estancia cuando menos lo esperaba !l viejo era diablo y asujetador, y como yo, naturalmente, no quer%a comprometerme, lo $ice entretener con un pión y me $ice trair un parejero que ten%a a galpón, un tubiano +;o lo conoc% +interrumpió el capata"+ era una maula +#uéD +preguntó el ganadero, o(endido +/na maula yo lo bidé cuando dentro en una penca en el Cerro corrió con cuatro estopores y comió cola las tresientas baras +'or el estado, que era malo +'orque era una maula +continuó con insistencia el capata"+ no puede neg& el pelo )tubiano* +Siga, amigo, el comento, que est& lindo +dijo Sosa, para cortar la disputa ; don Bentos, mirando con desprecio al indio viejo, prosiguió diciendo7 +'ues ensillé el tubiano, monté, le bajé la bandera y (ui a dar al Cerro-argo, dejando al viejo Juca en la estancia, bravo como toro que se viene sobre el la"o >ispués me (ui pa 5ontevideo, donde me entretuve unos meses, y diAay que yo no supe cómo (ue que lo ac$uraron al pobre diablo 'or all& c$arlaban que $ab%an sido mis muc$ac$os, mandaos por m% pero esto no es verd&
+>ispués que pasaron las cosas, todo quedó otra ve" tranquilo emensia se olvidó del viejo yo le $ice creer que $ab%a mandao decir unos (unerales por el &nima del (inao, y ella se convensió de que yo no era cumple de nada 'ero, amigo, )usté sabe que petiso sin ma.as y mujer sin tac$as no $a visto nadies tuav%a* a rubia me resultó celosa como tigra resién parida y me tra%a una vida de perros, jeringando $oy por esto y ma.ana por aquello +'unto por punto como la .ata 6abriela en la rilasión que yo iba a $aser +ensartó el indio, dejando caer la cabe"a sobre el bra"o que apoyaba en la mesa >on Bentos aprovec$ó la interrupción para apurar el vaso de alco$ol, y después de limpiarse la boca, continuó, mirando a su amigo7 +)'uc$a si era celosa* ; como dejuro yo le $ab%a a(lojao manija al prinsipio, estaba consentida a m&s no poder y de puro quererme empesó a (astidiarme lo mismo que (astidia una bota nueva ;o ten%a, naturalmente, otros gallineros donde cacarear +en el campo no m&s, aquella $ija de don 6umersindo Eivero, y la $ija del puestero Soria, el canario Soria, y Eumualda, la mujer del pardo 5edina +)/na manadita (lor* +e4clamó "alameramente el visitante a lo que Sagrera contestó con un7 +)!$* +de pro(unda satis(acción ; reanudó el $ilo de su cuento +Cuasi no pod%a ir al ranc$o7 se volv%a puro llorar y puro ec$arme en cara lo que $ab%a $ec$o y lo que no $ab%a $ec$o, y patatr%s y patatr&s, )como si no estuviera mejor conmigo que lo que $ubiera estado con el poles%a que se iba a acollarar con ella, y como si no estuviera bien paga con $aberle dao población y con mandarle la carne de las casas todos los d%as, y con las lec$eras que le $ab%a emprestao y los caballos que le $ab%a regalao* )o, se.or nada* #ue 8cualquier d%a me voy a alsar con el primero que llegue9 #ue 8el d%a menos pensao me encontr&s augada en la laguna9 ; esta m2sica todas las veces que llegaba y $asta que pon%a el pie en el estribo al d%a siguiente, pa irme o pior era que aquella condenada mujer me $ab%a ganao el lao de las casas, y cuando, muy aburrido, le calentaba el lomo, en lugar de enojarse, lloraba y se arrastraba y me abrasaba las rodillas y me acariciaba, lo mismo que mi perro overo Ftacuaiti& cuando le doy unos rebencasos 5&s le pegaba y m&s $umilde se $as%a ella $asta que al (in me entraba l&stima ; la alsaba y la acarisiaba, con lo que ella se pon%a loca de contenta )o mismo, esatamente lo mismo que Ftacuaiti&* 0s% las cosas, la mujer tuvo un $ijo, y dispués otro, y m&s dispués otro, como pa aquerensiarme pa toda la vida ; como ya se me iban poniendo duros los caracuses, me dije7 8lo mejor del caso es buscar mujer y casarse, que de ese modo se arregla todo y se acaban las $istorias9 Cuando emensia supo mi intensión, )(ue cosa b&rbara* o $ab%a modo de consolarla, y sólo pude conseguir que se sosegase un poco prometiéndole pasar con ella la mayor parte del tiempo 'oco dispués me casé con la (inada y nos vinimos a poblar en este campo 0l prinsipio todo iba bien y yo estaba muy contento con la nueva vida :cupao en la costrusión de esta casa +que al prinsipio era unos ranc$os no m&s+ entusiasmao con la mujersita nueva, y en (in, olvidado de todo con el siempre estar en las casas, $iso que no me acordara pa nada de la rubia emensia, que $ab%a tenido cuidao de no mandarme desir nada 'ero al poco tiempo la muy oveja no pudo resistir y me mandó desir con un pión de la estansia que (uera a cumplir mi palabra 5e $ise el sonso7 no contesté y a los cuatro d%as, ya medio me $ab%a olvidao de la rubia, cuando resib% una esquela amenas&ndome con venir y meter un esc&ndalo si no iba a verla Comprend% que era capas de $aserlo, y que si ven%a y la patrona se enteraba, iba a ser un viva la patria o tuve m&s remedio que agac$ar el lomo y largarme pa el C$uy, donde estuve unos cuantos d%as >esde entonces segu% viviendo un poco aqu% y un poco all&, $asta que +yo no sé si porque se lo contó alg2n lengua larga, que nunca (alta, o porque mis viajes
repetidos le dieron que descon(iar+ la patrona se enteró de mis enredos con emensia y me armó una que (ue como disparada de novillos c$2caros a media noc$e y sin luna Si emensia era selosa, la otra, ) >ios nos asista* Sermón aqu%, responso all&, me ten%a m&s lleno que ba.ao en invierno y m&s desasosegao que animal con bic$era !ra al .udo que yo le $isiera comprender que, si no era emensia, ser%a otra cualesquiera, y que no ten%a m&s remedio que seguir sinc$ando y avenirse con la suerte, porque yo era $ombre as% y as% $ab%a de ser )o, se.or* a brasilera $ab%a sido de mal andar, y cuando me le iba al $umo corcobiaba y me sacud%a con lo que encontraba /na ve" cuasi me sume un cuc$illo en la pansa porque le di una cac$etada )6racias a la cuerpiada a tiempo, que si no me c$urrasquea la indina* 1elismente esto duró poco tiempo, porque la (inada no era como emensia, que se contentaba con llorar y amenasarme con tirarse a la laguna7 la patrona era mujer de desir y $aser las cosas sin pedir opinión a nadies Si derec$o, derec$o si torsido, torsido7 ella enderesaba no m&s y $ab%a que darle canc$a como a novillo risién capao 'asó un tiempo sin des%rme nada andubo cabilosa, seria, pero entonces muc$o m&s buena que antes pa conmigo, y como no me c$upo el dedo y maliseo las cosas siempre bien, me dije7 8la patrona anda por ec$arme un pial pero como a matrero y arisco no me ganan ni los baguales que cr%an cola en los espinillales del Eincón de Eam%re", se va a quedar con la armada en la mano y los rollos en el pescueso9 !ncomensé a bic$arla, siempre $asiéndome el sorro muerto y como si no descon(iara nada de los preparos que andaba $asiendo o tardé muc$o en colegirle el juego, y )(%jese, amigo Sosa, lo que es el diablo* )me quedé m&s contento que si $ubiera ganao una carrera grande* )1ig2rese que la tramoya consist%a en $aser desapareser a la rubia emensia* +>esapareser, o esconderD +preguntó Sosa, gui.ando un ojo y contrayendo la boca con una sonrisa aviesa 8; Bentos Sagrera, empleando una mueca muy semejante, respondió en seguida7 +>esapareser o esconder ya ver& >espués prosiguió7 +;o, que, como le dije, ya estaba $asta los pelos de la $ija de don Juca, vi el modo de que me dejaran el campo libre al mismo tiempo que mi mujer $as%a las pases y la idea me gustó como ternero orejano !s verd& que sent%a un poco, porque era (eo $aser as% esa asión con la pobre rubia pero, amigo, )qué %bamos a $aser* 0 caballo regalao no se le mira el pelo, y como al (in y al cabo yo no era quien pisaba el barro, no era cumple siquiera, me lavé las manos y esperé tranquilamente el resultao a patrona andaba de conversaciones y m&s conversaciones con el negro Carac2, un pobre negro muy bruto que $ab%a sido esclavo de mi suegro y que le obedes%a a la (inada lo mismo que un perro 8Bueno +me dije yo+, lo mejor ser& que me vaya pa 5ontevideo, as% les dejo campo libre, y adem&s, que si acaso resulta algo jediondo no me agarren en la voltiada9 ; as% lo $ise en seguida a patrona y Carac2 no esperaban otra cosa +continuó el ganadero, después de una pausa que $ab%a aprovec$ado para llenar los vasos y apurar el contenido del suyo+ a misma noc$e en que bajé a la capital, el negro enderesó pa la estansia del C$uy con la cartilla bien aprendida y dispuesto a cumplirla al pie de la letra porque estos negros son como cusco, y brutasos que no $ay que $ablar Carac2 no ten%a m&s de veinte a.os, pero acostumbrao a los lasasos del (inao mi suegro, nunca se dio cuenta de lo que era ser libre, y as% (ue que siguió siendo esclavo y obedesiendo a mi mujer en todo lo que le mandase $aser, sin pensar si era malo o si era bueno, ni si le $ab%a de perjudicar o le $ab%a de (avoreser vamos7 que era como mancarrón viejo, que se amolda a todo y no patea nunca @l ten%a la idea, sin duda, de que no era responsable de nada, o de que puesto que la patrona le mandaba $aser una cosa, esa cosa deb%a ser buena y permitida por la autorid& )!ra tan bruto el pobre negro Carac2* )a verd& que se presisaba ser m&s que b&rbaro pa
practicar lo que practicó el negro* )'alabra de $onor*, yo no lo cre% cap&s de una barbarid& de esa laya porque, caramba, )aquello (ue demasiao, amigo Sosa, (ue demasiao* !l ganadero, que $ac%a un rato titubeaba, como si un escr2pulo lo invadiera impidiéndole revelar de un golpe el secreto de una in(amia muy grande, se detuvo, bruscamente interrumpido por un trueno que reventó (ormidable, largo, $orrendo, como la descarga de una bater%a poderosa !l caserón tembló como si $ubiera volado una santab&rbara en el ampl%simo patio el indio 'anc$o Castro despertó sobresaltado el (orastero, que de seguro no ten%a la conciencia muy limpia, tornóse intensamente p&lido Bentos Sagrera quedóse pensativo, marcado un cierto temor en la (a" $irsuta y, durante varios minutos, los tres $ombres permanecieron quietos y callados, con los ojos muy abiertos y el o%do muy atento, siguiendo el retumbo decreciente del trueno !l capata" (ue el primero en romper el silencio7 +)0migo* +dijo+, )vaya un rejusilo mac$aso* )@ste, a la (ija que $a ca%do* )#uién sabe si ma.ana no encuentro dijuntiao mi blanco porselana* )'orque, amigo, estos animales blancos son perseguido po lo rayo como la gallina po el sorro* ; como notara que los dos estancieros continuaban ensimismados, el indio viejo agregó socarronamente7 +)u =ay como la ca.a pa dar coraje a un $ombre* ; con trabajo, porque ten%a la cabe"a insegura y los bra"os sin (uer"as, llenó el vaso y pasó la botella al patrón, quien no desde.ó servirse y servir al $uésped 'ara la mayor%a de los $ombres del campo, la ca.a es un licor maravilloso7 adem&s de servir de remedio para todo mal, tiene la cualidad de devolver la alegr%a siempre y cada ve" que se tome 0s% (ue que los tertulianos aquellos quedaron contentos7 luc$ando el indio por conservar abiertos los p&rpados ansioso Sosa por conocer el desenlace de la comen"ada $istoria, e indeciso Bentos Sagrera entre abordar y no abordar la parte m&s escabrosa de su relato 0l (in, cediendo a las instancias de los amigos y a la in(luencia comunicativa del alco$ol, que $ace vomitar los secretos m&s %ntimos $asta a los $ombres m&s reservados +las acciones malas como castigo misterioso, y las buenas acciones como si éstas se as(i4iaran en la terrible combustión celular+, se resolvió a proseguir, no sin antes $aber preguntado a manera de disculpa7 +o es verd& que yo no ten%a la culpa, que yo no soy responsable del susedidoD Sosa $ab%a dic$o7 +)#ué culpa va a tener, amigo* ; el capata" $ab%a agregado, entre varios cabeceos7 +)>ejuro que no* )dejuro que no* )que no* )que no* )no* )no* Con tales aseveraciones, Sagrera se consideró libre de todo remordimiento de conciencia y siguió contando7 +!l negro Carac2, como dije, y a quien yo no cre%a capas de la judiada que $iso, se (ue al C$uy dispuesto a llevar a cabo la arter%a que le $ab%a ordenado mi mujer )#ué barbarid&* )Si da (r%o contarlo* );o no sé en lo que estaba pensando la pobresita de la (inada* !n (in, que el negro llegó a la estansia y all% se quedó unos d%as esperando el momento oportuno pa dar el golpe
Bueno7 Carac2 siguió aguaitando, y cuando le cuadró una noc$e bien negra, ensilló, disiendo que rumbiaba paca, y salió !n la estansia todos creyeron que el retinto ten%a cueva serca y lo dejaron ir sin malisear nada )#ué iban a malisear del pobre Carac2, que era bueno como el pan y manso como vaca tambera* o embromaron un poco disiéndole que c$urrasqueara a gusto y que no tuviera miedo de las perdises, porque como la noc$e estaba de su mismo color, ellos se entender%an Sin embargo, uno $iso notar que el moso era prevenido y campero, porque $ab%a puesto un maniador en el pescueso del caballo y otro debajo de los cojinillos, como pa atar a soga, bien seguro, en caso de tener que dormir a campo >ispués lo dejaron marc$ar sin $aber lograo que el retinto cantara nada Carac2 era como bic$o pa rumbiar, y as% (ue que tomó la diresión del ranc$o de la rubia emensia, y al trote y al tranco, (ue a dar all&, derec$ito no m&s /n par de cuadras antes de llegar, en un bajito, se apió y manió el caballo 0ll% +el negro mismo contó dispués todos, pero todos los detalles+, picó tabaco, sacó (uego en el yesquero, ensendió el sigarro y se puso a pitar tan tranquilo como si en seguida (uese a entrar a bailar a una sala, o pedir la maginaria pa pialar de volcao en la puerta de una manguera )3en%a el alma atravesada aquel picaro* uego dispués, al rato de estar pitando en cuclillas, apagó el puc$o, lo puso detr&s de la oreja, desprendió el maniador del pescueso del caballo, sacó el que llevaba debajo de los cojinillos y se (ue caminando a pie, despasito, $asta los ranc$os !n las casas no $ab%a m&s perros que un cac$orro barsino que el mismo negro se lo $ab%a regalao as% (ue que cuando éste se asercó, el perro no $iso m&s que ladrar un poquito y en seguida se sosegó reconosiendo a su amo antiguo Carac2 buscó a tientas la puerta del ranc$o, la sola puerta que ten%a y que miraba pal patio Cuando la encontró se puso a escuc$ar no sal%a ning2n ruido de adentro7 las gentes pobres se acuestan temprano, y emensia seguro que roncaba a aquellas $oras >ispués con un maniador ató bien (uerte, pero bien (uerte, la puerta contra el $orcón, de modo que nadie pudiera abrir de adentro ;o no sé cómo la ató, pero él mismo cuenta que estaba como pa aguantar la pec$ada de un novillo !n seguida rodió el ranc$o, se (ue a una ventanita que $ab%a del otro lao y $iso la misma operasión 5ientras tanto, adentro, la pobre rubia y sus tres cac$orros dorm%an a pierna suelta, seguramente, y en la con(iansa de que a ranc$o de pobre no se allegan matreros ); emensia, que era dormilona como lagarto y de un sue.o m&s pesao quAel (ierro* >ispués de toda esta operasión y bien seguro de que no pod%an salir de adentro, el desalmao del moreno +)'&rese mentira que $aiga $ombres capaces de $acer una barbarid& de esa laya*+ 'ues el desalmao del moreno, como se lo cuento, amigo Sosa, le prendió (uego al ranc$o por los cuatro costaos !n seguida que vio que todo estaba prendido y que con la ayuda de un viento (uerte que soplaba, aquello iba a ser como quemasón de campo en verano, sacó el puc$o de atr&s de la oreja, lo ensendió con un pedaso de paja y se marc$ó despasito pal bajo, donde $ab%a dejao su caballo 0l poquito rato empesó a sentir los gritos tremendos de los desgrasiaos que se estaban ac$ic$arrando all& adentro pero as% y todo el negro tuvo alma pa quedarse clavao all% mismo sin tratar de juir* )#ué (iera, amigo, qué (iera* )!n (in, $ay $ombres pa todo* Vamos a tomar un trago ) !$* ) >on 'anc$o* ) 'uc$a $ombre (lojo pa c$upar* 'ues, como des%a, el negro se quedó plantao $asta que vio todo quemao y todo $ec$o c$ic$arrones 0l otro d%a mi comp& 5anuel 1elipe salió de ma.anita a recorrer el campo, campiando un caballo que se le $ab%a estraviao, se allegó por la costa y se quedó pasmao cuando vio el ranc$o convertido en escombros Curiosió, se apio, removió los tisones y $alló un muc$ac$o $ec$o carbón, y dispués a emensia lo mismo, y no pudo m&s y se largó a la o(icina pa dar cuenta del susedido !l comisario (ue a la estansia pa ver si le endilgaban algo, y en cuanto abrió la boca, el negro Carac2 dijo7 8+)Jui yo* 8o lo quer%an creer de ninguna manera
8+)Cómo que (uistes vos* +le contestó el comisario+ te est&s riendo de la autorid&, retintoD 8+o, se.ó, )jui yo* 8+'or quéD 8+'orque me mandó la patrona 8+#ue quemaras el ranc$oD 8+S% 8+Con la gente adentroD 8+)>ejuro* )y pues* 8+; no comprendes que es una barbarid&D 8+a patrona mandó 8; no $ubo quien lo sacara de a$% 8+)a patrona mandó* +des%a a toda re(le4ión del comisario o de los piones+ 0s% (ue que lo maniaron y lo llevaron Cuando supe la cosa me pasó (r%o, )amigo Sosa* 'ero dispués me quedé contento, porque al (in y al cabo me vi libre de emensia y de los resongos de la (inada, sin $aber intervenido pa nada )'orque yo no intervine pa nada, la verd&, pa nada*9 0s% concluyó Bentos Sagrera el relato de sus amores y luego, golpe&ndose los muslos con las palmas de las manos7 +)!$* #ué talD +preguntó >on Br%gido Sosa permaneció un rato en silencio, mirando al capata", que roncaba con la cabe"a sobre la mesa >espués, de pronto7 +; el negro +dijo+, qué suerte tuvoD +0l negro lo a(usilaron en 5ontevideo +contestó tranquilamente el ganadero +; la patronaD +a patrona anduvo en el enredo, pero se arreglaron las cosas +)1ue suerte* +1ue 'ero también me costó una ponc$ada de pesos >on Br%gido sonrió y dijo "alameramente7 +o cual es sacarle un pelo a un conejo +)o tanto, no tanto* +contestó Bentos Sagrera, (ingiendo modestia ; tornó a golpearse los muslos y a re%r con tal estrépito, que dominó los ronquidos de Castro, el silbido del viento y el continuo golpear de la lluvia sobre el tec$o de cinc del gran galpón de los peones