LINFADENITIS LINFADENITIS CASEOSA Dr. Jorge L. Tórtora P.
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INTRODUCCIÓN: Los pequeños rumiantes pueden ser afectados por diversas enfermedades de curso crónico, que se caracterizan por la
emaciación progresiva de los animales. La tuberculosis es de presentación
excepcional en las cabras y no se ha comunicado en los ovinos, aunque se señala también como rara en esta especie en reportes españoles que no hemos podido confirmar. La tuberculosis en estas especies podría estar fuertemente condicionada a situaciones de manejo productivo y de convivencia con otras especies. Dos enfermedades sin embargo, son frecuentes en ovinos y caprinos y se incluyen en el síndrome conocido como “de la oveja o la cabra flaca”
la paratuberculosis y la linfadenitis caseosa . En
la consideración de este síndrome y en el diagnóstico diferencial, también se deben evaluar situaciones de parasitosis y animales viejos con
problemas de dientes o incluso ya sin ellos, situación que muchas
veces se descuida en el examen de los animales afectados y que puede indicar una situación de mal manejo general en el rebaño. En los últimos años, de explosivo crecimiento de la industria ovina en México, con los altos costos de las ovejas de reemplazo y en el afán de crecer los rebaños muchos productores optan por optan por conservar los vientres “hasta que ya los animales se caen de viejos”, por lo que la revisión de la boca es un “detalle” fundamental del examen clínico, ya no solo para saber la edad de l animal. La linfadenitis caseosa ( LC) y la paratuberculosis son producidas por bacterias que resisten los mecanismos bactericidas de los macrófagos, por lo que una vez fagocitadas por las células de defensa, no son destruidas y en el interior de la célula están protegidas de la acción de anticuerpos y de antibióticos,
en estas enfermedades en consecuencia los tratamientos con antibióticos son completamente inútiles. ETIOLOGÍA Y PATOGENIA : Esta enfermedad, también conocida como pseudotuberculosis, es determinada por la infección con Corynebacterium pseudotuberculosis (Cp), una bacteria que puede sobrevivir hasta ocho meses en el suelo y las instalaciones. La patogenia de la enfermedad no está completamente aclarada, pero en general se acepta que la bacteria ingresa por heridas en piel y mucosas. Al ser fagocitada resiste los mecanismos bactericidas del macrófago e incluso se multiplican en su interior, esta cualidad parece asociarse, como en el caso de las micobacterias, a que la pared celular es rica en lípidos complejos, el más conocido el ácido micólico, En el ambiente intracelular la bacteria queda protegida de la acción de la respuesta inmune y los antibióticos y logra evadir los focos inflamatorios acarreada por los macrófagos hacia los nódulos linfáticos. Cuando el macrófago se destruye como consecuencia de la proliferación de la bacteria en su interior y la producción de exotoxina, sus enzimas líticas y las de la bacteria, afectan al tejido linfo ide o al parénquima involucrado. Las bacterias liberadas son captadas por nuevos macrófagos que repiten el ciclo y dan lugar a zonas necróticas que generan abscesos caseosos, que por sus características morfológicas
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Coordinación Gral. de Investigación y Estudios de Posgrado, FES Cuautitlán UNAM, AP#245 Cuautitlán Izaclli 54700, Edo. de México, tortor
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semejantes a las de lesiones tuberculosas y explican el nombre de pseudotuberculosis. Cp. produce una citotoxina, fosfolipasa D,
que se considera relevante en la destrucción de los macrófagos macrófagos y en la
producción de las lesiones abscedativas. La enfermedad se presenta con dos cuadros clínicos: una forma denominada cutánea y otra visceral. La forma cutánea se caracteriza por el agrandamiento y la abscedación caseosa de los nódulos linfáticos explorables, en los rebaños mexicanos de ovinos y caprinos, los nódulos más afectados son los de la cabeza y el cuello. Esta distribución podría explicarse por las heridas que ocurren en los animales hacinados en los corrales de encierro nocturno, en la competencia por comederos y bebederos y en las puertas estrechas que dan paso a los mismos cuando los animales regresan de pastorear. En contraparte en cabras mantenidas por más tiempo en pastoreo, en agostaderos de trópico seco, donde los animales dependen del ramoneo de arbustivas espinosas, fueron más frecuentes las lesiones en la parte posterior del cuerpo y en nódulos nódulos supramamarios. En ovejas de lana, lana, las heridas de trasquila son consideradas consideradas un importante mecanismo de infección de los animales. La forma visceral se caracteriza por la presencia de abscesos de contenido pastoso-caseoso en distintos órganos, en México y el mundo, los órganos más frecuentemente afectados son el pulmón, el hígado y la glándula mamaria. En las ovejas el pus de las lesiones de LC se presenta con mayor frecuencia de consistencia caseosa, mientras que en las cabras tiende a ser más pastoso. Las lesiones en nódulos explorables se explican por la migración de macrófagos infectados desde heridas en la piel a los nódulos. La patogenia de las lesiones viscerales no ha sido aclarada, se pueden reproducir lesiones pulmonares mediante aplicación intravenosa de suspensiones de la bacteria, en estas suspensiones la bacteria se presenta aglomerada y es probable que forme émbolos que fácilmente sean retenidos en los capilares pulmonares. En forma natural, las lesiones pueden explicarse por el desprendimiento de tejido necrótico y la formación de émbolos sépticos a partir de zonas de lesión o más fácilmente aún, por la migración a focos inflamatorios de diverso origen de macrófagos infectados.
SIGNOS CLÍNICOS Y LESIONES : En su forma cutánea, la lesión característica son los nódulos linfáticos abscesados, que al debridarse o romperse espontáneamente exudan material caseoso o cremoso, verde amarillento en las cabras y blanco amarillento y gredoso (arenoso) en las ovejas. La existencia de la
forma visceral de la
enfermedad es discutida en las cabras. E n ambas formas de la enfermedad ocurre emaciación progresiva de los animales infectados, que sin embargo demuestran un adecuado consumo de alimento. Histológicamente las lesiones se caracterizan por granulomas abscedados, con células gigantes tipo Langhans en la pared, otra similitud con la tuberculosis.
Diagnóstico: El diagnóstico se basa en la observación de las lesiones características, de las que se puede hacer un frotis directo que coloreado con Gram, evidenciará bacilos Gram+ ordenados en empalizadas características, que resultan similares a “letras chinas”. También se puede intentar el aislamiento a partir del material purulento, pero es necesario aclarar que muchas veces el absceso se encuentra estéril e incluso contaminado por otros piógenos asociados. Se han desarrollado pruebas serológicas, de seroneutralización en ratón de las citotoxinas de Cp. por los anticuerpos presentes en los animales infectados y una prueba de ELISA con el mismo antígeno de toxina, que pueden ser útiles para detectar animales infectados sin lesiones explorables. Los anticuerpos en esta enfermedad sin embargo, no tienen importancia en los mecanismos de protección inmune.
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CONTROL Y PROFILAXIS : Igual que en el caso de paratuberculosis el carácter intracelular de la bacteria y su presencia en los abscesos nulifica el uso de antibióticos en estos casos. Se han desarrollado bacterinas y toxoides, incluso en formulaciones combinadas con los de clostridios, que reducen el número y el tamaño de los abscesos en animales vacunados y desafiados, pero su eficacia es aún discutida y no están disponibles en el mercado mexicano. Se recomienda cuidar las instalaciones reduciendo las condiciones que puedan producir heridas en el ganado, hacinamiento, superficies d e comederos y objetos punzo – punzo – cortantes, cortantes, así como debridar las lesiones para evitar que se rompan espontáneamente en los corrales contaminando el ambiente. Al debridar los abscesos es conveniente escurrir el pus en papel que luego puede ser fácilmente quemado y cuidar de “vaciar” adecuadamente la lesión y realizar tratamiento tópico de la herid a. Los reemplazos deben ser examinados para evitar introducir animales con lesiones clínicas de la enfermedad.
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