Escrito por Aline Sibel Serrano Rodríguez
Errores en la enseñanza del lenguaje oral y escrito.
De acuerdo a Jorge Eliécer Gómez (2014), el niño debe leer antes de escribir, en analogía al proceso de escucha que debe llevarse a cabo antes del habla, ya que no se puede producir un sonido sin ser escuchado previamente, por lo tanto es importante que los niños sean lectores, ya que es el paso previo para convertirse en escritores, sin embargo, a lo largo de la historia se han implementado métodos que más allá de favorecer esta actividad la han limitado, puesto que se han concentrado en enseñar a los niños a decodificar los símbolos del lenguaje escrito, en lugar de atender su contenido, es decir, se ha descuidado la la comprensión lectora. Uno de los métodos que ha sido empleado para enseñar a leer es el alfabético, con este se enseña cada letra para luego combinarlas, por su parte, el método fonético se concentra en el sonido de cada letra y no en el nombre, ambos métodos hacen de la lectura un proceso desgastante, debido a la fragmentación de las palabras. Lo mismo ocurre con el método silábico, pues a pesar de conformar unidades más grandes que comprenden la combinación de consonantes y vocales, se siguen fraccionando las palabras, por su parte el método global empieza con palabras y frases que luego se van descomponiendo, finalmente el método ecléctico, llega como una alternativa para conjuntar los métodos y crear uno nuevo, en donde las palabras se descomponen en silabas, las cuales están
conformadas por letras con un orden y sonido específico, específico, las las cuales son
empleadas en la conformación de otras palabras. Sin embargo, en este último método están implicados los mismos errores que en los anteriores, ya que es síntesis de todos ellos, es decir, sigue fragmentando las palabras, lo cual conlleva el iletrismo. Por otra parte estos métodos se han válido de estrategias ineficaces como la colocación de palabras en los objetos, para hacer h acer referencia a ellos, o a la lectura de las palabras emitiendo el sonido de cada letra y no de la palabra completa, generando una articulación muy alejada a la
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forma natural de hablar, por ejemplo: c-a-r-r-o, en vez de emitir el sonido de la palabra carro, por lo que Jorge Eliecer Gómez (2014) recomienda presentar palabras escritas al niño y emitir simultáneamente el sonido de la misma, nos propone pues que las estrategias empleadas sean acordes a la manera natural de hablar de los niños, ya que estos no fragmentan las palabras al hablar, sino que emiten el sonido de la palabra completa. De tal manera que al rescatar algunos aspectos de su planteamiento, podemos encontrar que las estrategias empleadas para la enseñanza de la lectura, debe atender a la naturaleza del niño, y relacionarse con su vida cotidiana. Por otra parte, en cuanto a la enseñanza de la escritura también se han cometido errores a lo largo de la historia, ya que estos se han concentrado en aspectos específicos, descuidando otros que de igual manera son relevantes y necesarios para la redacción de un escrito. Por un lado encontramos al enfoque gramatical en el cual “(…) los alumnos aprenden básicamente ortografía (…), morfología, (…) sintaxis (…) y léxico”, (Cassany,1990, pág. 65) se espera la correcta redacción de un texto al emplear una metodología rígida, enfocándose en aspectos que si bien son importantes, dejan un vacío en cuanto a la riqueza de un escrito, ya que se descuida el contenido, podríamos incluso hablar de una escritura mecánica por parte de los aprendices. Así mismo el enfoque funcional a pesar de ser más flexible que el gramatical, presenta ciertas limitantes, en este se cambia el binomio correcto/incorrecto, por el adecuado/inadecuado, señalando que existen formas de escritura adecuadas para diversas situaciones, es decir, el alumno no abandona la forma natural de comunicarse, pero aprende a distinguir los casos que requieren mayor formalidad, y en ese sentido, elegirá el tipo de lenguaje que empleará para
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comunicarse en función del destinatario. Sin embargo a pesar de ampliar el enfoque anterior, ya que ahora juega un papel importante el mensaje y su intención, sigue dentro del marco lingüístico, ya que su apremiación está en función del producto final, pues se espera que el texto siga pautas convencionales al cumplir con los requisitos de un escrito formal o informal, según sea el caso. Por otra parte, el enfoque basado en el proceso, a pesar de superar el marco lingüístico puesto que abarca el proceso previo a la redacción, -el cual implica el pensamiento, el ordenamiento y vinculación de las ideas-, sigue necesitando de los enfoques anteriores ya que si bien “Lo importante no es enseñar solo como debe ser la versión final de un escrito, sino mostrar y aprender todos los pasos intermedios y las estrategias que deben utilizarse durante el proceso de creación y redacción”, (Cassany, 1990, pág. 73), forzosamente requiere de la gramática para escribir ideas de manera coherente y del enfoque funcional para elegir la manera adecuada de redactar en función del tipo de escrito que se desea realizar, pues no solo comprende textos literarios, sino cartas, trabajos escolares, ensayos, etc. Finalmente, el enfoque basado en el contenido también requiere de los anteriores, ya que para redactar un escrito de este tipo el cual trabaja “(…) destrezas abstractas como la selección de información relevante, el resumen, la esquematización y el procesamiento general de la información” (Cassany, 1990, pág. 76) se requiere pensar y ordenar ideas antes de realizarlo, buscando que estas sean claras, así mismo se necesita un correcto uso de la gramática y la elección de la forma más apropiada para emplear el lenguaje dependiendo el destinatario al que va dirigido.
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De tal manera que, como se mencionó al principio, todos los enfoques son necesarios, y “los extremismos son muy peligrosos” (Cassany, 1990, pág. 79). Para redactar un escrito es necesario el uso correcto de la ortografía, debe pensarse en la forma adecuada para dirigirse al destinatario, poner en juego el proceso que implica la creación de ideas y finalmente redactar el contenido. “Un enfoque que pretende ser muy puro y basarse exclusivamente en un punto, corre el peligro de perder el resto y de vaciar de sentido al acto mismo de la escritura” (Cassany, 1990. Pág.79). ¿Cuál es la mejor forma de propiciar el lenguaje oral y escrito en el preescolar?
Como se mencionó al principio, para ser escritores primero debemos ser lectores, es por ello que la lectura en voz alta es un medio imprescindible en el preescolar para propiciar el lenguaje oral y escrito, por una parte, como menciona Emilia Ferreiro (2011), la interacción con los libros impresos y bien ilustrados, es el elemento esencial para introducir a los niños a la cultura de la escritura, ya que este tiene textura, olor, y se le puede abrazar. Por otra parte, la lectura en voz alta, le ofrece a los niños un espacio de expresión verbal y de aprendizaje de nuevo vocabulario, de acuerdo a la estrategia que emplee el docente puede ser que los niños expresen por iniciativa propia sus ideas u opiniones durante el curso de la lectura, o que el profesor incite a los niños a pensar y emplear su creatividad, al solicitarles que infieran lo que sucederá más adelante en la historia, o inventar un final diferente del cuento leído, también puede ser que los niños simplemente se mantengan en silencio para reforzar la escucha atenta, en cualquier caso se amplía el vocabulario de los niños, ya que posteriormente podrán utilizar las palabras que han escuchado, incluso aquellas que desconocían, tras buscar su significado en un diccionario, en este último caso, además, nos encontramos con el magnífico hecho de que un libro remite a otros libros, la lectura de ficción pu ede conllevar a la lectura informativa.
Escrito por Aline Sibel Serrano Rodríguez
Conclusión:
Le lectura es una herramienta fundamental en la enseñanza del lenguaje oral y escrito, ya que como se dijo anteriormente, para poder hablar es necesario escuchar, para emitir un sonido, debemos escucharlo previamente, y la lectura es otra forma de escucha. De tal suerte que los escritos leídos son aquel sonido que nosotros imitaremos, puesto que nos brindan ejemplos sobre cómo expresarnos mediante la escritura, ya que estos utilizan la gramática correctamente, presentan ideas coherentes y transmiten un mensaje con una función, lo cual es necesario en la redacción de un escrito, dicha lectura puede llevarse a cabo de manera individual o en voz alta, esta última es la adecuada para los niños de preescolar, ya que de igual forma, se les brinda un ejemplo de expresión escrita, que en algún momento podrán llevar a cabo, pero además se les brinda la oportunidad de ampliar su vocabulario y de tener un espacio de expresión, al compartir sus ideas, sentimientos u opiniones sobre los diversos textos que han sido leídos, lo cual, además pone en juego sus procesos de pensamiento y su creatividad. Todo lo expuesto da cuenta del asombroso poder de la lectura, ya que entre sus múltiples y asombrosos alcances, podemos encontrar los que da a la educación, a los docentes, pero sobre todo a nuestros niños.
Escrito por Aline Sibel Serrano Rodríguez
Referencias:
Gómez J.E. (Productor). (2014). Así se enseña a leer [Video]. De https://www.youtube.com/watch?v=dzrGF9xYymI
Ferreiro E. (Productor). (2011). Video 1. Los libros en preescolar [Video]. De https://www.youtube.com/watch?v=u81oCK7rWNo
Ferreiro E. (Productor). (2011). Video 2. Los libros en preescolar [Video]. De https://www.youtube.com/watch?v=7enjJ-pmoFU
Dávalos, D. A. Diálogos sobre alfabetización. México: Dirección de educación.
Cassany. D. (1990). Enfoques didácticos para la enseñanza de la comunicación escrita. Comunicación, lenguaje y educación, (6) p. 63-80.
