Las hijas de mi hermana i parte-
Miraba las verdes colinas cubiertas de flores, sobre un cielo profundamente azul y el sol brillando sobre el espectacular paisaje y pensaba en las largas horas viajando ahora por una carretera ascendente rumbo a la finca de mi cuñado Jesús y el calor se hacia sentir, un calor que asfiia, un calor que derrite el asfalto de la carretera! Mire a "ara mi mujer que me hab#a sugerido este viaje para visitar a mi hermana $armen pues hacia muchos años que no la ve#amos y sabia que la situaci%n de la familia no era la mas agradable! &se fue el motivo, que por supuesto nos dol#a por igual' por eso mismo, antes de salir compramos regalos que seguramente necesitar#an! "obre todo a mis sobrinas que no ten#an la posibilidad de comprarse las prendas que necesitaban! $ansado y harto del viaje solamente la miraba sin llegar a demostrarle mi malhumor content(ndome con seguir la raya amarilla del camino que nos llevaba casi hasta las altas cumbres donde nace el r#o que atraviesa el pueblo, donde mi cuñado tiene su finca algo alejada de el! )l llegar al pueblo me sorprend#, la vida parec#a transcurrir en fant(stica armon#a con la serenidad y sosiego en ese pueblo montañ*s! +ecord* que la mayor#a de los hombres trabajan en el campo, otros regentean negocios de artesan#a! ay una farmacia, la iglesia frente a la pequeña plaza donde se elevan hacia el cielo unos imponentes (rboles que la embellecen, sobrepasando los techos de las viviendas continuas! La panader#a que siempre esta abierta hasta muy entrada la noche, el almac*n de ramos generales donde se puede encontrar desde alimentos a una bicicleta, cuadros descoloridos por el tiempo, herramientas, algunas revistas viejas y hasta una radio que esta en venta desde que abrieron la tienda! ay tambi*n un )lmac*n de ramos generales que es lugar de encuentro de los vecinos que pasan largas horas charlando, discutiendo, jugando a las cartas o bebiendo! como no pod#a ser de otra manera el Municipio, la sede del gobierno y a continuaci%n la comisar#a donde se turnan para dormir los tres únicos uniformados del pueblo! Las mujeres por su parte se encargan de mantener sus casas en condiciones y criar a sus hijos sanos y fuertes, para en un futuro hacerse cargo de los pequeños negocios de sus padres e incluso de prepararse para encargarse de los tramites burocr(ticos que la municipio requiere! &l ciclo siempre funciono as# y jam(s se le ocurri% algún vecino reparar que las mujeres tambi*n tienen derecho a una vida independiente fuera de la casa! .ero la mayor caracter#stica del pueblo es el calor del verano, ese calor que al mediod#a convierte el lugar en un pueblo fantasma, deshabitado )l vernos llegar mi hermana y sus hijas nos recibieron alegremente y felices de tener una compañ#a que nunca gozan durante el año! )legres y emocionados desempacaron los regalos que les llevamos! $omo sab#amos del sacrificio de la familia de campo que generalmente atravesaban situaciones dif#ciles le hab#amos comprado una gran cantidad de ropa y calzado que sobre todo las niñas a los gritos se probaban! Mi hermana $armen a los /0 años pese a verla deca#da y tremendamente cansada, aun conservaba su particular belleza, resaltando sobre su blanca piel el negro de sus cabellos y el verde de sus ojos! ) Jesús su marido -10 años- lo ve#a mucho mas avejentado seguramente por el peso de la situaci%n que se encontraban' pues no era dif#cil darse cuenta de ello! &n cambio mis sobrinas claramente campesinas- hab#an crecido, Mara era el vivo retrato de su aun joven madre, y por estar tan cubierta de ropaje no pod#a apreciar su cuerpo, casi tan alta como mi mujer, cabellos negro azabache muy cortitos y despeinados, ojos grandes y
verdes, con cejas firmes y bien delineadas, la notaba algo t#mida! &n cambio $larita una alegre y espont(nea mocosa parecida a su hermana, era delgada pero con senos bastantes grandes para su edad, pero con distinto temperamento! &lla desde que llegamos tomo la costumbre de sentarse sobre mis rodillas y abrazarme y llenarme de besos, motivo por el cual mi hermana me recomend%2 3o dejes que te moleste porque es muy cargosa! 4ebes de recordar Marcos querido, que desde niña sol#a hacerlo contigo! 5ú eres su t#o preferido! &sa mañana debido al calor me hab#a colocado unos bermudas y estaba sentado leyendo en un viejo (rbol ca#do atr(s de la casa! Mi mujer y mi hermana estaban preparando la comida en la cocina, mi sobrinita con una falda que le quedaba muy corta, -seguramente porque nos hab#amos equivocado de talle- se puso a conversar conmigo sent(ndose enfrente con las piernas cruzadas durante varios minutos, en un momento levant% una pierna y pude ver claramente como le sal#an entre las bragas algunos vellos negros! ven si*ntate sobre mis piernas, le dije y le ofrec# mi muslo descubierto! .ero cuando se iba a sentar levante su falda para que lo hiciera sobre la parte descubierta de la pierna, inmediatamente sent# sus braguitas sobre mi muslo! Mientras segu#amos hablando comenc* a mover la pierna como jugando al caballito cosa que a ella aparentemente le encantaba porque sent#a sus vellos sobre mi piel! $larita, algo me hace cosquillas en el muslo, que es6, $larita levant% su falda, mir% y dijo es que se me corren mis viejas bragas, m#ralas7 "e levanto la falda permiti*ndome ver que el el(stico de los calzones hab#a perdido la presi%n y un lado de su concha bastante peluda estaba epuesto con todos sus vellos sobre mi muslo, tranquilamente baj* mi mano abr# las bragas y acariciando su matorral de pelos le dije, $uando te vuelva a ver te comprare unas nuevas, &lla sonri% y d(ndome un sonoro beso dijo, 8racias eres el mejor t#o! &n ese momento mi verga totalmente parada estaba a cent#metros de quedar descubierta sali*ndose de las bermudas $larita baj% su falda sin darle mayor importancia que su t#o acababa de verle la concha, sigui% conversando y yo sintiendo sus peludos labios sobre mi piel! $larita súbete mas a mi pierna para que no se me duerma9 lo hizo tan arriba que su movimiento corri% el prepucio dejando al descubierto la cabeza de la pija y quedando su conchita sobre ella, tapada solo por la falda! .ens* que se iba a asustar pero acept% el contacto no se si por ignorancia o por suprema confianza en su t#o, con el glande percib#a los vellos que se enredaban en la ya mojada cabeza totalmente endurecida! Me quede quieto con una calentura que amenazaba con derramarse, mientras sent#a como ella se acomodaba mejor sobre la cabeza que palpitaba sobre sus labios ya húmedos, no entend#a si no se daba cuenta por su infantil ignorancia rural o porque le gustaba y no encontraba malicia en sentir el glande de su t#o entre los labios de su concha! 4escuidadamente con la mano baje mis bermudas dejando la pija destapada mientras acercaba hacia mi a $larita, la pija se deslizo entre los labios húmedos y ella comenz% a buscar la cabeza con su hueco, la cabeza entr% en su c(lida gruta y sent# como entraba dentro de la concha, ella me miraba pero solo re#a p#caramente, mientras se mov#a cadenciosamente sobre el glande, mi leche estaba por salir! 4esde la casa mi hermana llamo a $larita quien r(pidamente se par%, dejando al descubierto la roja cabeza que erguida sal#a de los bermudas, ella la mir% y con p#caros ojos me dijo, Me tengo que ir, pero despu*s me dejaras sentarme nuevamente en tus piernas, :verdad t#o6!
"e marcho y yo con mi verga al aire frot* y ol# mi mano!!!tenia esa suave fragancia de la juventud! .or la tarde sal# a caminar solo, m(s en un recodo del camino me encuentro nuevamente con $larita, que venia del pueblo y me dice, ola t#o como est(s, :conociendo la finca6 ;en que te muestro la cascada, 5omamos un sendero apartado y al rato llegamos a un hermoso lugar que terminaba en un pozo de agua cristalina, por lo que dije, - <4an ganas de bañarse7 sugiero :3os bañamos6 .regunta de repente! -"#, ahora, yo lo hago en ocasiones, es refrescante - me contesto! .ero no tengo pantal%n de baño -5e digo un secreto - esto es muy solitario yo me he bañado sin ropa y por aqu# no viene nadie-=u*date tranquilo t#o, que yo no le contare a nadie que vi bañ(ndose desnudo a mi t#o favorito Lo pens* un momento y me pareci% ecitante bañarme desnudo delante de mi sobrina! $omenc* a desnudarme de pie apoyando una mano en la espalda de $larita cuando se da vuelta y mir(ndome me dice 9dame la ropa t#o yo la cargo para que no se ensucie, =ued* asombrado con la naturalidad con que lo dijo y m(s cuando empez% a revisarme de arriba abajo >ueno ya me viste para que me oculto, cierto! Me quede de frente a ella sin ningún pudor, me observaba sin aspavientos, lo que me calent% aun m(s! &s que ella ve#a como se iba endureciendo lentamente la pija y descubriendo el rojo glande, cuando estuvo bien parada entr* al agua que me daba a la cintura, $larita me la segu#a mirando con curiosidad mientas me bañaba! por que no vienes y te bañas conmigo, qu#tate esa ropa y ven! $on toda tranquilidad me dice regio me desnudo -pero es nuestro secreto&mpez% a desabrocharse la camisa manga larga que llevaba, se la quit% y sus senos que me hab#an parecido grandes confirmaron mis sospechas, dos tetas divinas y paradas emergieron y mi verga empez% a palpitar! 3ote que no se depilaba las ailas porque un mech%n de pelos le adornaba bajo el brazo, cuando se quit% la falda estaba de espaldas y la vista fue ecepcional, unas nalgas paradas y duras, que al girar de frente pude apreciar su peluda concha que venia hacia m# con dos tetas erguidas y sus rosados pezones parados! 4esnudos, con un pequeño bosque a nuestras espaldas y el mar enfrente, el agua nos engull%! &l agua est( fant(stica, gracias por la invitaci%n, hace mucho tiempo que no gozo esta felicidad!!! "abia que un hombre de /1 años por muy t#o que sea, no se baña con una niña de ?1 as# sea su sobrina y que adem(s parezca muy natural, sin embargo trat* de quitarle malicia al momento continuando el juego, ella me agarr% las manos y entonces trat* de sumergirla y para evitarlo se peg% a m# sintiendo sus duros senos sobre mi pecho y la punta de la verga toc% su peludo monte! &n el juego me empuj%, yo ca# de espaldas ri*ndome y me quede as# con mi verga en ristre, y ella para evitar que me levantara y le siguiera lanzando agua se me fue encima y se le ocurri% sentarse en mi pecho con las piernas abiertas y sus rodillas al lado de mi cara! "epare suavemente sus rodillas para abrir sus piernas y dejarla epuesta a mi contemplaci%n! Me encantaba mirar ese cuerpo espl*ndido y su entrepierna mostrando el m(s preciado tesoro! Mi cara se perdi% entre
sus muslos, sople sobre los labios mayores, mientras percib#a que su piel se erizaba, mi lengua recorr#a separando uno por uno sus labios menores desliz(ndose con eperiencia y suavidad, recorriendo cada cavidad de su interior uniendo sus flujos a mi saliva par sacar de su escondite delicadamente a su cl#toris que sali% r(pidamente vigoroso e imponente erecto y desafiando a mis dientes que se aferraron para aprisionarlos con una enorme dulzura! Los chasquidos de mi boca sorbiendo sus flujos y sus ahogados gemidos eran los únicos sonidos en la inmensidad del mar! "al# de entre sus piernas para subir hasta su boca y saciarme en ella dej(ndole sus propios flujos! 5omo mi rostro entre sus manos y me dijo2 me impresion% sentir tu lengua en mi conchita, me gusto mucho, pero no estas enojado conmigo no imagine que pasar#a esto porque seguro tiene un gusto feo! .orque no me lave! $onteste- pero si sabe y huele deliciosa, ) lo que respondi% $larita 4e verdad6 o pens* que ol#a mal! >ueno d*jame y lo huelo de nuevo porque me gust% me agache y met# mi nariz entre sus labios y aspir* su aroma, 3o huele nada mal! )hora te le voy a probar, sube tu pierna en mi hombro, La lengua volvi% v recorrer nuevamente aquellos labios tremendamente sensibles a mis caricias que daban a entender la agitaci%n de $larita y sus seguros gemidos! "ent# otra vez su estremecimiento y segu# hasta alcanzar sus (cidos flujos que se derramaban por entre los labios deteni*ndolos con la lengua y sorbi*ndolos! &st( delicioso, le dije poni*ndome de pie! &lla fijo su vista en la pija que se manten#a firme y dice2 -5#o yo quiero saber como huele y sabe la cosa de los hombres, puedo hacerlo con la tuya6, - $laro que si, y puedes chuparla le dije, )gach(ndose la tom% con una mano, comenz% a ol*rmela y con la otra sigui% toc(ndola y oli*ndome los huevos, unas gotas de semen comenzaron a aparecer en la punta de la verga, :puedo probar ahora a que saben6,- $laro puedes chupar, si quieres le dije, "ac% su lengua y sabore% las gotas que sal#an y comenz% chuparme el glande, :que deliciosa sensaci%n ver a mi sobrinita mam(ndome la punta6 Le empec* a meter lentamente el tronco restante en su boca y lo fue recibiendo casi toda, chupaba suavemente y recog#a la piel de la verga tomando el ritmo de mis caderas, agarr% mis nalgas e inicie el bombeo dentro de su pequeña pero c(lida boca, cuando estaba por venirme se la saqu* y ella me dice, tengo ganas de sentir tu cosa en mi conchita, me levante y me sent* en una gran piedra ,:quieres que la meta en ella6, respondi% "i tu quieres, t#o, .ens* en penetrarla, desvirgar y sentir su peluda concha tragarse mi verga, pero me arrepent#, abr# sus piernas y la sent* a horcajadas sobre mi parada pija de modo que solo acariciara sus labios y su cl#toris sin penetrarla! )l contacto con su concha fue impactante y ella espont(neamente inici% un frotamiento lento suavizado por la cantidad de jugo que soltaba, mir* sus labios vaginales estos estaban abiertos y los pelos empapados me cubr#an y se enrollaban en la verga de la que solo aparece parte de la cabeza! 5eniendo su cara joven tan cerca la bese suavemente en los labios y eso le encendi% su juvenil pasi%n, e iniciamos un torpe pero intenso intercambio de lenguas, aumentando ella la presi%n de su vagina sobre mi miembro que al sentir la inminencia del orgasmo arreci% el frotamiento, la agarre por las nalgas y aceler* el movimiento contra su cl#toris, me apret% y empez% a morder mi hombro la o# jadear y grit% hasta desfallecer,
5#o!!!5#o7!5#o querido7ab#a tenido su orgasmo &sto me ecit% al m(imo y un chorro de semen inund% su peluda concha y baño hasta su ombligo, apret% con sus dedos mi glande y el pr%imo chorro le cayo en su palma, lo observo, lo llev% a su boca y sorbi*ndolo se lo trago! )hora si s* a que sabes t#o y me gust%, espero que lo repitamos pero bien adentro de mi cosita! a ca#a la tarde y el fr#o nos alcanzaba, nos vestimos y nos besamos, como c%mplices regresamos a la casa cada uno por su lado! ) la hora de la cena dos comensales ya hab#an calmado su apetito solo los alegres ojos de $larita, me recordaban que los t#os deben ayudar en la educaci%n familiar! Mateo colon
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