por Gabriel Schebor
Los instrumentos de cuerdas fueron llevados a América por los españoles desde los inicios del proceso de conquista, en 1492. Esto ha sido muy ien documentado tanto en !entro como en "udamérica, a través de notas, archivos e inventarios, hecho que lamentalemente no se refle#a en la supervivencia f$sica de instrumentos ori%inales del &enacimiento. 'umerosas cartas, notas de via#eros y documentos administrativos, pruean que, en cuanto los españoles (y portu%ueses) se estalec$an y fundaan una ciudad, de$an cumplir el inevitale paso de or%ani*ar la vida civil y reli%iosa. La vida civil estaa re%ulada por las +&eales rdenan*as-, y las +rdenan*as de la !atedral de "evilla- daan forma al culto catlico. /anto el campo civil como el reli%ioso que emer%ieron de este proceso se entroncaron con las tradiciones peninsulares, y de acuerdo a acuerdo a ellas, tamién los mi%rantes fueron impulsados a llevar sus instrumentos musicales a sus nuevos destinos. As$ lle%aron a América toda suerte de vihuelas (de mano y de arco), arpas y %uitarras, aparte de los instrumentos de viento, necesarios para la m0sica en la i%lesia.
En los primeros años del 1, los conquistadores, m3s all3 de su condicin social, llevaron a América la aristocr3tica vihuela y la popular$sima %uitarra de 4 rdenes, y #unto con ellas, los liros de m0sica pulicados por Luys ilan (+El maestro-, 5alencia, 16) y Alonso udarra (“Tres libros de música en cifra para vihuela -, "evilla, 147) quien fuera un notale vihuelista adem3s de un encumrado funcionario administrativo de la !atedral de "evilla, y cole%a del %ran compositor !ristal de orales. 8or distintas v$as nos han lle%ado evidencias muy interesantes en torno de la presencia de los liros de vihuela en América. Las cartas escritas por di%natarios administrativos solicitando a sus superiores en España liros de m0sica e instrumentos, constituyen otra fuente. En éstas se eplicita que las actividades musicales podr$an disuadir a los soldados y a los mi%rantes españoles en el 'uevo undo de desarrollar actividades mali%nas :como por e#emplo ir de ecursiones de cacer$a humana a los puelos ind$%enas:. tra evidencia valiosa viene de los tetos de oras vocales, como por e#emplo, el villancico annimo colomiano escrito en el español que halaan los ne%ros “Vengan, que lo plegona la Negla -, que menciona a Alonso udarra. udarra.
En nuestros d$as, normalmente llamamos a la %uitarra de rdenes con el nomre de +%uitarra barroca” . Este instrumento fue muy apreciado y etensivamente diseminado en el mundo europeo, y tamién en las colonias. 8or ese motivo, afortunadamente muchas evidencias y fuentes de su m0sica soreviven en América, y muchos instrumentos fol;lricos americanos ehien su parentesco con sus antecesores arrocos. E#emplos como el Charango (de la *ona andina de
?>, cuando la %uitarra se %enerali* como un instrumento de cuerdas simples: sorevivieron en el mundo de la m0sica popular, particularmente en América, en los instrumentos nacidos de la adopcin de las %uitarras por los sectores populares de la polacin, tanto criollos, como mesti*os y mulatos.
"iempre compartiendo su car3cter popular con su vida cortesana, la %uitarra de rdenes desarroll un fino repertorio solista, adem3s de ser el instrumento provile%iado para el acompañamiento de canciones seculares. Liderando el repertorio erudito pero no eento de toques populares, los manuscritos de "antia%o de urcia encontrados en éico (C"dice #aldivar $, %asacalles & 'bras) y !hile (Cifras selectas para guitarra) muestran con claridad el nivel alcan*ado por los %uitarristas americanos. A pesar de que "antia%o de urcia fue un m0sico español, hay muy fuertes evidencias de su influencia en m0sicos americanos, no solamente por la presencia de sus propias oras, sino porque otro manuscrito encontrado en éico (el .".17 de la
Obras para guitarra de 5 órdenes en fuentes mexicanas +inuetes- del ()#)*+- de la
#antiago de (urcia0 (inuetes .".17,
#antiago de (urcia0 3a nueba forlana (.".17) %or !abriel #chebor & (iguel de 'laso 1guitarras barrocas2
#antiago de (urcia0 (arionas (!dice "ald$var 4) %or !abriel #chebor & (iguel de 'laso 1guitarras barrocas en mi & en la2
#antiago de (urcia “!iga de Corelli” contenida en “%asacalles & obras” !abriel #chebor 1guitarra barroca245na %aula #egurola 1espineta2
#antiago de (urcia0 6ustamberg 13ull&2 (!dice "ald$var 4) !abriel #chebor 1guitarra barroca2
El proceso de transicin de la %uitarra de rdenes doles a la de 7 cuerdas simples comen* en la década de 1BB, con la adicin de un 7C orden dole a la %uitarra, para proveerle mayor re%istro y profundidad, necesarios para su rol de instrumento acompañante de la vo* en un estilo que ya incorporaa al ba7o de 5lberti y a los arpe%ios como recursos haituales) 'umerosas oras soreviven de este per$odo, en el que tamién se da la transicin de la escritura en talatura a la notacin en clave de sol para las %uitarras, como se puede oservar en el “3ibro de 8ifra” de 8er0 (ca.1BD) as$ como en métodos franceses para la %uitarra, como el de on FFF (1B7) y ichel !orrette (1B72). El “3ibro de 8ifra” 4 de autor annimo4 contiene varios minuetes y sonatas en un estilo que remeda al de omenico "carlatti o Antonio "oler, pero sin las osad$as armnicas del primero de amos. tra fuente del mismo estilo es el “Cuaderno de guitarra de (athias (aestro” pulicado en Lima, 1BD7, tamién para %uitarra de 7 rdenes doles, que contiene minuetes, al%unos ronds y reves sonatas, de una calidad despare#a, pero interesante.
argas y Gu!m"n tra fuente muy interesante del mismo per$odo es de ori%en meicano, y consta de 6 manuscritos muy similares, uno locali*ado en el Archivo =eneral de la 'acin, de éico, otro en viedo, España, y el tercero en la 'eGerry Lirary, de !hica%o, EEHH. El material en cuestin se denomina +E9plicaci"n para tocar la guitarra de punteado por mussica o cifra & reglas utiles para 5compa/ar con ella la parte del a9o dividida en : tratados” y contiene un método, con el a%re%ado de 16 sonatas para %uitarra (de 7 rdenes doles) compuestas por @uan Antonio 5ar%as y =u*man, vecino de la ciudad de 5eracru* en 1BB7. Estos manuscritos concuerdan con otro datado en !3di*, 1BB6, ora de @uan 5ar%as y =u*m3n, por lo que puede inferirse que este %uitarrista se traslad de !3di* a 5eracru*, para continuar en esa ciudad su vida como %uitarrista y profesor. Este 0ltimo manuscrito se diferencia de los anteriores en que no posee las sonatas pero s$ 14 pequeñas pie*as, 1 de ellas minuetes. Las +re%las 0tiles para acompañar- est3n asadas en las de "antia%o de urcia, del +&esumen para acompañar la parte con la %uitarra- pulicado en adrid en 1B14, que a su ve*, contiene numerosas concordancias con el .". 17 de la
(inuet del “Cuaderno de guitarra de (athias (aestro”, %erú, *;< %or Javier Echecopar (ongilardi 1guitarra de "rdenes enedid, C=di8, *<*:2
!iga del “3ibro de 8ifra”, %erú, ca)*;<- %or Javier Echecopar (ongilardi 1guitarra de "rdenes enedid, C=di8, *<*:2
(inuet de 3andabere, del “3ibro de 8ifra”, %erú, ca)*;<- %or Javier Echecopar (ongilardi 1guitarra de "rdenes enedid, C=di8, *<*:2
#onata en 3a menor “3ibro de 8ifra”, %erú, ca)*;<- %or Javier Echecopar (ongilardi 1guitarra de "rdenes enedid, C=di8, *<*:2
Antonio Vargas y Guzmán (1776)
En los tempranos años del 1D, las %uitarras se diseminaron por vastos sectores sociales, y se involucraron en todo tipo de 3mitos musicales. "e utili*aron en las serenatas populares, /onadillas, "e%uidillas, en las Iar*uelas y el teatro musical español, as$ como en los !ielitos y las canciones patriticas que emer%ieron del movimiento de resistencia a la invasin napolenica en España y conta%iaron a las elites criollas que comen*aron a uscar un camino de independencia en
El corpus del per$odo 1D:1D7, si ien no muy %rande, se muestra interesante. En el estado actual de la investi%acin, es posile para m$, consi%nar las si%uiente fuentesJ : el Archivo =erolamo olle (en ontevideo, Hru%uay, reproducidos en la + >istoria de la música en el ?rugua&” de Lauro Ayestar3n), que contiene un puñado de dan*as ien escitas, conceidas a partir de estilos a la moda en salones parisinosK : un manuscrito astante mediocre de 8er0, llamado +!uaderno de vihuela-, datado en 1D6K : una sonata y un d0o de %uitarras con marcada influencia de !arulli, locali*ados en el Archivo 'acional de imenes Arill /irado, y ernando !ordero, la m0sica de m3s alta calidad del per$odo cl3sico: rom3ntico latinoamericano.
#onata an"nima ca)*<-15rchivo Nacional de olivia, #ucre2
#onata a : guitarras ca)*<-- 15rchivo Nacional de olivia2
#onata para : guitarras @%ablo .osquellasA Eduardo Casta/era & 3uis #oria
%edro Bimenes 5brill Tirado 1*;<-4*<+2 Este m0sico, compositor y maestro de capilla nacido en Arequipa, 8er0, fue, sin dudas, la personalidad musical m3s destacada de Latinoamérica durante la primera mitad del si%lo >?>. !ompuso unas 4B misas, %ran cantidad de oras reli%iosas y villancicos, m0sica vocal de c3mara profana (yarav$es, cavatinas, canciones para canto y %uitarra o canto y piano), conciertos y divertimentos para flauta y cuerdas, clarinete y cuerdas, oras para piano, piano y orquesta, viol$n y orquesta, d0os para violoncello y %uitarra, d0os de %uitarras, un liro con 191 pie*as para %uitarra (rond,sonatas, pasos doles, marchas, pastorelas y valses), una maravillosa coleccin de 1 minuettos pulicados en 8aris y &oma, y la ora +is pasatiempos al pie del volc3n- impresa en 8aris, que consta de un andante y un rond, amos en "ol menor, que requieren una afinacin de la C cuerda en sol y la 7C en re, y ei%en al intérprete una %ran destre*a y virtuosismo. !onocedor de la ora de ernando "or, este autor, llamado en su tiempo el +&ossini de América-, nos le% un corpus musical de alt$simo nivel, que desaf$a al %uitarrista a adentrarse en un repertorio cuyos recursos denotan un vasto conocimiento del instrumento as$ como unas dotes musicales y un conocimiento de la armon$a que aseme#an astante al del
%edro Bimenes 5bril Tirado “(enuet N+:” !abriel #chebor 1guitarra rom=ntica2
%edro Bimenes 5bril Tirado “(enuet +D” !abriel #chebor 1guitarra rom=ntica2
5n"nimo 1?rugua&, ca)*
5n"nimo 1?rugua&, ca)*
La generaci$n rom"ntica en el Río de la /lata @uan 8edro Esnaola (1DD:1DBD) fue el principal compositor profesional en Ar%entina durante el si%lo >?>. Escrii misas y m0sica reli%iosa para cantantes, coro y orquesta, canciones y una uena cantidad de oras para piano de muy uen nivel, as$ como la primer versin pian$stica del imno 'acional Ar%entino (aunque la m0sica ori%inal fue compuesta por el español 5icente Lpe* y 8lanes, y el teto por
Canci"n dedicada a Juan (anuel de .osas, & guitarra de .osas
Canci"n dedicada a Juan (anuel de .osas, & guitarra de .osas
Románticos rioplatenses
&icardo Iavadiv;erJ +Los primeros m0sicos de América-, >>5?, London, 2D. Ale#andro 5eraJ +"antia%o de urciaNs Cifras selectas de !uitarra (1B22)J a neG source for the >>5, London, 2B. ctavio "anta !ru*J +ath$as aestroJ %uitarrista, El cuaderno de %uitarra de 1BD7 -, 3a guitarra en el %erú, iblioteca Nacional del %erú, 3ima, :--*) ctavio "anta !ru*J +El cuaderno de vihuela de 1D6-, 3a guitarra en el %erú, iblioteca Nacional del %erú, 3ima, :--+) @avier Echecopar on%ilardiJ +El liro de *ifra-, Fntroducci"n de la partitura) Colecci"n “3a guitarra en el barroco del %erú”, 5CE( G 5FC5, :--$. elanie 8leschJ +/he %uitar in >?>th. !entury iméne* /iradoJ El &ossini de América-, !endai guitar, :-*- . 5ersin en español cedida por el autor.
A Eloy Cruz, Norberto Broggini, José uis !egura "al#ona#o, $mar "orales Abril, %ar&o "ontiel Ca'one, "elanie les)*, Néstor Guestrin, y todas las personas que contriuyen desinteresadamente a la difusin del patrimonio musical latinoamericano, con sus aportes a través de la internet, y con su investi%acin y la interpretacin de este repertorio tan valioso para nuestra historia, pero tan poco conocido por nuestros propios compatriotas. A Ana aula !egurola , por su apoyo constante y su colaoracin en la correccin de tetos y estilo.