La relación de la Administración Pública con la Ciencia C iencia Política
Merino (2000), citando a Aguilar expresa que la Administración Pública ha pasado por vari as etapas: “como institución estatal, como proceso administrativo, o como técnica de administración ”; no obstante, debe ser valorada, primeramente, por su naturaleza, la cual se origina dentro del estado, como producto de un orden racional (Weber, 2002), que desde mi punto de vista, es su primera construcción como ente lógico, teniendo como fin producir leyes, decretos y reglamentos (Merino, 2000), que dan origen a la institucionalización del Estado. Posteriormente, surge una nueva necesidad, que transforma, a la par, la administración pública, organizar toda la red creada a partir de esa gran estructura gubernamental, por tanto, tomó como fin “redactar manuales, organigramas y procedimientos”; por último, puedo opinar que al agotar su propósito organizativo y la necesidad de ‘sobrevivir’ ante las nuevas formas de gobierno y fines públicos, “quiso control ar y conducir el desarrollo del gobierno, mediante planes, programas y presupuestos” (íbidem). El proceso de construcción antes descrito brinda la idea que la AP se concibe dentro y por el Estado mismo ( Aguilar Villanueva, Luis F. “Los objetos de conocimiento de la administración 54(1983): 361-384. Disponible en pública”, Revista de administración pública , http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/rap/cont/54/pr/pr13.pdf), exponen que el estudio del Estado es un fenómeno secundario de la inserción (u origen) real de la AP en el estado, y, entonces, si se encuentra dentro del aparato gubernamental, se encuentra subordinada al Estado, de acuerdo a Weber (2002); es entonces que, según Aguilar: “la AP estaría en función de fines políticos -por encontrarse dentro del Estado- que no los realiza política, sino administrativamente. Se alcanzarían fines políticos, mediante procesos administrativos”. Y esta estrecha relación, ¿podría hacer que se alcancen fines administrativos, mediante procesos políticos? En este punto de la concertación, Aguilar Villanueva vuelve a tocar la naturaleza de la AP con una ambivalencia, señala que “e l concepto de AP como institución pública destaca su naturaleza funcional para fines políticos, es así que tiene naturaleza política, la vuelve parte de la ciencia política. En cambio, el concepto como proceso administrativo destaca la naturaleza administrativa administrativa de sus acciones y funciones orientadas por fines políticos, la vuelv e ciencia administrativa” (íbidem). Tomando estas dos concepciones puedo notar el punto de encuentro de las dos posturas: los fines políticos; sin embargo, como objeto de es tudio la Administración Pública podría ser e ncasillada por éstos o, también, analizándola desde el interior de ellos pero aislada para su estudio, determinando en cualquiera de estas perspectivas la relevancia de su propósito como ciencia, de sus procedimientos o de su fin político. Pero, si l as dos perspectivas planteadas tienen en común los fines políticos, repito, ya sea que se reconozcan como objeto de estudio o no, entonces, ¿al hacer Ciencia Política se está ejerciendo Administración Pública y viceversa? Una perspectiva cierta es que la Administración Pública ha pasado por muchas transformaciones, y en cada una de ellas, se puede definir un objeto de estudio y un propósito diferente; todas sus etapas son completamente distintas. Tiene mucha relación con la Ciencia Política, pero no se reduce a ella. Actualmente, el propósito que tomó “desarrollar planes, programas y presupuestos”, en que ha subido un escalón más, al situarse en la construcción de
políticas públicas, ha redefinido su estudio, nuevamente. Sin embargo, aun así, no pierde su estrecha relación con la Ciencia Política, y la pregunta en que centro mi documento prevalecería, ¿al hacer Administración Pública se está ejerciendo Ciencia Política y viceversa? Empero, desde otro punto de vista, para tratar de dar respuesta a esta pregunta, Woodrow Wilson la sitúa como ciencia independiente a la Ciencia Política (por tanto, del Estado), le adjudica la pretensión de administrar los procesos políticos, esto me dice que la Administración Pública vigila y actúa de forma directa en las ac ciones que rodean el ejercicio político. En palabras de Julio César Olvera García, “el objeto de estudio de la ciencia política y administración pública es la acción gubernamental, a la primera le interesa la forma en que la acción gubernamental se constituye, la lucha política. A la segunda, le importa la acción gubernamental ya ejercida, el uso del poder político.”
