UNIVERSIDAD PÚBLICA DE EL ALTO CARRERA DE MEDICINA CÁTEDRA DE BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR MOLECULAR
“LA QUINA UN VIEJO FARMACO QUE NO CABE RELEGAR AL OLVIDO”
Nombre: Hector Hernan Paco Calamani Docente: Dr. Paredes Fecha: 28 /10/2016
El Alto-La Paz
III
Índice .
...
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1.
Resumen
2.
Introducción
3.
Objetivos
3.1.
Objetivo general
3.2.
Objetivo específico
4.
Justificación
5.
Metodología
6.
Marco teórico
6.1.
Origen e historia
6.2.
Variedades
6.2.1.
Quina amarilla o Cinchona calisaya Weddel .....................................10
6.2.2.
Quina gris o Cinchona officinalis L
6.2.3.
Quina roja o Cinchona calisaya variedad ledgeriana
6.2.4.
Quina roja o Cinchona Pubescens Vahl
6.2.4.1.
Descripción Botánica
6.2.4.2.
Clasificación científica
6.2.4.3.
Ciclo del cultivo
6.2.4.4.
Cosecha
6.2.4.5.
Secado
6.2.4.6.
Composición Composición química
6.3.
Quinina
6.3.1.
Absorción, Absorción, destino y excreción
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6.3.2.
Propiedades Propiedades curativas
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IV
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6.3.2.1.
Acción sobre el paludismo …
6.3.2.2.
Acción sobre el sistema nervioso central
6.3.2.3.
Acción Sobre el sistema cardiovascular
6.3.2.4.
Acción sobre sangre
6.3.2.5.
Acción sobre el tracto gastrointestinal
16
6.3.2.6.
Acción sobre el útero
17
6.3.2.7.
Acción sobre el músculo esquelético
6.3.2.8.
Acciones locales
17
6.4.
Toxicología
17
6.4.1.
Cinconismo
6.4.2.
Acciones irritantes locales
6.5.
Preparación y dosificación de la quina
6.5.1.
Maceración
6.5.2.
Infusión
6.5.3.
Compresas
6.5.4.
Gargarismos y enjuagues bucales
7.
Conclusión
8.
Recomendación
9.
Bibliografía
10.
Anexos
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1. Resumen La corteza del quino o "cascarilla", en sus muy diversas versiones y especies, había sido ya un remedio precolombino antes de que el europeo pusiera sus pies en América. Nunca sabremos con exactitud cuántos siglos de utilización previa tenía esta planta de propiedades febrífugas, tónicas y antisépticas en la que la España colonial encontró un remedio contra las fiebres intermitentes pútridas y malignas. La quina fue uno de los productos americanos más demandados después del oro y la plata, siendo controlada durante todo el siglo XVIII por la corona española, lo que significó un rentable comercio con Europa. Un nombre de condesa Los indios tenían su propia historia para explicar el descubrimiento de la quina. Un accidente, que había llevado a un enfermo moribundo a beber de las amargas aguas de un lago contaminado por estas cortezas, había llevado al descubrimiento de las propiedades antifebriles de la misteriosa planta. La llegada de los españoles codificó su propio relato ya que. Según se contaba, había sido la esposa del conde de Chinchón. Francisca Fernández de Ribera, la primera en probar los beneficios de una planta enviada por el corregidor del virreinato del Perú. Verdadera o no. lo cierto es que esta historia inspiró al propio Linneo a inmortalizar las fiebres de la condesa denominando al género de la planta como Cinchona. Las partes de la planta de uso medicinal son el tronco y la corteza de las ramas de los árboles cultivados que contienen: Alcaloides ácidos (quinina y quinidina), cinconina, cinconidina, y glucósidos amargos. Las propiedades medicinales de esta planta son aceptadas por la medicina tradicional y es muy utilizada como febrífuga, en la lucha contra la malaria, el paludismo y cualquier fiebre intermitente A pesar de todo no es recomendable tomarla a discreción pues en dosis altas puede provocar un edema pulmonar agudo y ser letal, se desaconseja utilizar en el embarazo pues además de poder provocar el aborto puede causar defectos en el naciente. (11)
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2. Introducción A inicios de los años noventa, la OMS identificó que el 80% de la población mundial recurre a la medicina tradicional para asistir problemas de salud, la cual se basa principalmente en el empleo de plantas medicinales (UICN et al. 1993). Este alto porcentaje de la humanidad relacionado de alguna manera con la medicina tradicional, permite el mantenimiento de dichos conocimientos. Sin embargo, muchas plantas medicinales se encuentran en peligro de extinción, lo cual incide en la pérdida de recursos genéticos. Actualmente no se dispone de información detallada al respecto y la mayoría de los países no cuentan con un inventario completo de sus plantas medicinales. En el caso de Bolivia, inicialmente se estimaba que existían 1.500 especies de plantas medicinales reconocidas esencialmente por los grupos étnicos (Beck et al. 1999). Actualmente, Giménez & Ibisch (2003) indican que se conocen alrededor de 3.000 especies de plantas medicinales identificadas y verificadas en distintos herbarios del país, entre ellos encontramos a la quina un árbol originario de los Andes (principalmente Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Guatemala) La corteza de quina tiene beneficios digestivos y depurativos en el organismo, que evitan la retención de líquidos y demás sustancias de desecho, algo que nos ayuda a evitar los problemas derivados de un exceso de toxinas, pero principalmente tiene acción palúdica o antimalarica. Así pues, existen también productos a base de quina como la tintura, como el vino de quina (tónico aperitivo), tónico para el cabello. Las clases de árboles de quina según su contenido en alcaloides se clasifican en Quina amarilla o C. calisaya; Quina roja o C. succirubra actualmente C. Pubescens Vahl; Quina gris o C. officinalis L existentes en el país. La Cinchona pubescens se distribuye en ambas vertientes de la Cordillera de los Andes, desde Colombia, Ecuador, Perú, hasta Bolivia; se localizan en altitudes comprendidas entre los 1.000 y los 3.000 metros s.n.m, y principalmente en zonas muy lluviosas, de intensa humedad y temperatura media constante. Por otro lado, se ha llegado a comprender que las plantas medicinales están inmersas en diferentes formas de vida de los pueblos originarios grupos étnicos del país.
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3. Objetivos
3.1. Objetivo general -Conservar los conocimientos de la medicina tradicional
3.2. Objetivo especifico -Estudiar las propiedades medicinales de la quina -Conocer las consecuencias ocasionadas por su consumo exagerado -Sensibilizar al ser humano sobre la importancia de la medicina tradicional
4. Justificación El presente trabajo está orientado principalmente a estudiar las propiedades medicinales de la quina, porque la temática misma posee mucha importancia más allá de su amplia relación con la bioquímica-farmacia de manera que debo relizar este trabajo porque me pide la cátedra por lo tanto debo exponer
5. Metodología Bibliográfico y analítico
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6. Marco teorico
6.1. Origen e historia Es un árbol originario de los Andes (principalmente Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Guatemala), y se desarrollan en alturas de 900 a3.400 m. sobre el nivel del mar. La Cinchona pubescens es de origen Lojano. La Cinchona calisaya de Bolivia y sur del Perú, la Cinchona officinalis del norte de Colombia hasta Perú y la Cinchona ledgeriana de Bolivia. Además hay varios híbridos. Actualmente se cultivan en diversos países con clima tropical de Asia (Java, India), Sudamérica y África. La más usada con fines terapéuticos es la quina roja, estando casi en uso la quina gris. Las partes utilizadas de la Quina Roja son la corteza del tronco y ramas. (1) Durante la colonización de Sudamérica los españoles descubrieron la corteza de quina, la corteza de las cortezas, que según algunos autores era ya conocida por los indígenas, sin embargo parece ser que los nativos ocultaron a nuestros compatriotas las virtudes medicinales de la droga. La primera vez que se cita la corteza de quina en la bibliografía médica es en el año 1638. La Condesa de Chinchón esposa del Virrey del Perú, fué curada de las fiebres mediante el uso de dicha corteza. Cuando los Condes de Chinchón regresaron a España, fueron portadores de la droga, administrándose ésta por vez primera en Alcalá de Henares, con éxito extraordinario. La quina adquirió pronto verdadera fama, si bien se la creyó fantásticamente como invención del diablo. Para deshacer estas creencias absurdas, los padres Jesuítas se esforzaron en divulgar sus propiedades medicamentosas. Por esta razón recibió el nombre de «polvo de los Jesuítas. En el año 1655 fué introducida en Inglaterra por Talbor, médico de Carlos 11 de Inglaterra, utilizándola como remedio secreto. Con este preparado sanó al Delfín de Francia Luis XIV, el cual le compró el secreto para ser divulgado, pero a condición de que ello no se hiciera hasta después de su muerte. Al acaecer ésta en 1661, fué publica- da por el Rey de Francia, la medicina de Talbor, que llamó poderosamente la atención de los galenos al comprobar que la quina era el
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principal componente del remedio secreto. Desde este momento puede decirse que la droga queda introducida en terapéutica. En el curso del siglo XVII fué conocida en toda Europa, pero sólo en el siglo XVIII se tuvieron noticias fundadas, ampliándose el estudio de las plantas que la proporcionaban, gracias a varias expediciones como la de Condomine y Ruíz y Pavón. A mediados del siglo XIX, y tras vencer grandes dificultades, los holandeses y los ingleses lograron cultivar, casi a un mismo tiempo, especies del género Chinchona, en sus colonias asiáticas de Java e Indias Orientales, pudiendo obtener por libridación de las especies más ricas en alcaloides y con el empleo de abonos apropiados, las ricas cortezas que figuran en casi todas las Farmacopeas. Con la corteza de quina se conoció en Europa un medicamento que obraba como un milagro en el paludismo, sin embargo, no era compatible con la doctrina patológica entonces dominante. Según estas doctrinas, las fiebres sólo podían curarse con métodos que produjeran evacuación, por ejemplo, por vomitivos, purgantes y diaforéticos. Al no poseer la corteza ninguna de estas propiedades, fué condenada por la medicina, siendo una prueba de lo peligroso que es para la terapéutica todo razonamiento dogmático. A pesar de todo, su triunfo no se hizo esperar y se ha comparado la revolución que la corteza de quina produjo en medicina, con la que provocó la introducción de la pólvora en el arte de la guerra. El aislamiento de la quinina por Pelletier y Caventou en 1820 significó un gran paso hacia delante, lo mismo que el descubrimiento del plasmodio malárico por Laveran en 1880 y l a demostración del mosquito como agente transmisor de la enfermedad por Ronald Ross en 1898 . (6)
6.2. Variedades Se designan con el nombre de quinos, a varias especies de árboles del genero Cinchona, de la familia de las Rubiáceas. Se conoce unas 18 especies, pero las más cultivadas y utilizadas son las siguientes. (2)
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6.2.1. Quina amarilla o Cinchona calisaya Weddel. La más rica en quinina, originaria de Bolivia y el sur de Perú, cultivada además en Java. El contenido en alcaloides totales era del 3-7% de los que más de un 50% era quinina.
6.2.2. Quina gris o Cinchona officinalis L.Primera especie descrita. Sólo crece en los montes próximos a Loja (Ecuador). Utilizada poco con fines farmacéuticos. (10)
6.2.3. Quina roja o Cinchona calisaya variedad ledgeriana. Considerada un híbrido, originaria de Bolivia e implantada en las Indias holandesas. Con un contenido en alcaloides totales de hasta un 15% y entre un 80-90% de quinina.
6.2.4. Quina roja o Cinchona Pubescens Vahl. Es la que tiene mayor área de distribución geográfica. Especie muy robusta que se utilizaba como patrón de injerto. El contenido en alcaloides totales era del 3,8%, de ellos menos de 50% de quinina.
6.2.4.1. Descripción Botánica La corteza externa es de color marrón oscuro, ligeramente fisurada y desprende pequeñas placas en forma irregular. Las hojas varían en forma desde casi orbiculares o lanceo ladas; algunas son pubescentes; otras son lisas. Todas tienen una vena media bien desarrollada con venas laterales más o menos prominentes. Son simples, opuestas y recusadas, de forma elíptico-ovalada; hojas de 8 a 27 cm de largo y 7 a 18 cm de ancho (OLGA LOOK, 1978) (CANAVOS, 1978). Las flores se encuentran en panículas terminales de 20 a 25 cm de longitud, son hermafroditas, actinomorfas; la corola es blanca-roja. Los frutos son cápsulas de color marrón oscuro, de forma elipsoide, dehiscente. Las semillas son
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fusiformes, redondeada por un ala membranosa, son de 7-10 mm de largo, 2-3 mm de ancho y son ligeras para su tamaño, puesto que un gramo puede contener más o menos 9,000. El desarrollo, particular- mente en los primeros años, es rápido: los árboles de 6 a 8 años de edad pueden alcanzar 12 m de altura. Las ramas principales parten del tronco a una altura de más o menos 6m, puesto que las ramas bajas son desechadas continuamente. (8)
6.2.4.2. Clasificación científica Observamos la taxonomía y morfología de la quina roja (Cinchona pubescens).
Nombre común: Quina Roja Nombre Científico: Cinchona pubescens Familia: Rubiaceae Género: Cinchona Especie: C.pubescens Clase: Magnoliopsida
6.2.4.3. Ciclo del cultivo El árbol de la quina requiere de climas cálidos, húmedos, con precipitaciones abundantes y persistentes y nubosidad de casi todo el año. Las especies del género Chinchona se pueden encontrar asociadas con especies vegetales como: romerillo, cedro de altura, nogal, guayacán, zarzamora. (9).
6.2.4.4. Cosecha El sistema original para cosechar la corteza de quina cultivada consistía en pelarla o rasparla de los árboles. Se tomaban considerables cuidados para no dañar las capas para que se pudiera obtener más de una cosecha. Las dificultades eran muchas, los costos de cosecha eran elevados, la corteza no se desprendía
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fácilmente en ciertas temporadas del año y las heridas hacían a los árboles extremadamente susceptibles a varias enfermedades. El método actual para cosechar se basa en el aclareo selectivo. Empezando más o menos al tercer o cuarto año después del trasplante, una o dos veces al año se eliminan los árboles enfermos o enfermizos, así como aquellos que han empezado a aglomerarse. El propósito de esto es, permitir que el resto desarrolle lo más vigorosamente que sea posible, puesto que entonces ellos pueden dar rendimientos más grandes. El aclareo se debe llevar a cabo hasta que la población se ha vuelto demasiado irregular o se haya alcanzado una densidad predeterminada, antes de que se haga la cosecha final. (3) La corteza de la quina se cosecha de dos maneras, dependiendo para que se le vaya a beneficiar, convirtiéndola a quinina comercial o preparaciones farmacéuticas. En la primera, el primer paso consiste en eliminar las ramas; después los tallos se cortan en forma diagonal cerca de la base. Los tocones se sacan con todas las raíces posibles. Las ramas, troncos, tocones y raíces se cortan en trozos cortos, se lavan muy bien para eliminar las partículas de suelo u otras basuras y se golpea con mazas para quitar la corteza. Las partes del árbol se mantienen separadas, lo mismo que la corteza de los clones o plantas de semilla con diferencias conocidas en el contenido de quinina para mantener un producto de relativa uniformidad. (7) Los árboles se talan a ras de suelo y se descortezan. Las cortezas se estiran y se dejan secar aplanadas. En las plantaciones de Java, los árboles se arrancan para aprovechar también la corteza de las raíces.
6.2.4.5. Secado La corteza de la quina tiene un contenido de humedad de alrededor de 70%, según la estación en que se le cosecha. El método original de secado, usado aún por muchos pequeños beneficiadores consiste en extender capas delgadas de corteza en artesas en el suelo. Este método es lento y costoso y se debe tener gran cuidado para evitar la fermentación o el sobrecalentamiento local.
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6.2.4.6. Composición química La quina, nombre que recibe la corteza del quino machacada o pulverizada, contiene más de 20 alcaloides distintos, entre los que destacan los dos pares de isómeros quinina-quinidina y cinconina- cinconidina. Los principales alcaloides aislados de la corteza de quina roja que proviene de la familia Rubiáceas del género Cinchona pubescens contiene alcaloides los más importantes son el par de diastereoisómeros como quinina, quinidina, y sus análogos 6-demetoxi como cinconina, cinconidina.
6.3. QUININA La quinina es el principal alcaloide que se encuentra en la corteza de quina. Durante 300 años, hasta que la ocupación japonesa de las plantaciones javanesas de quina intensificó la búsqueda de medicamentos antipalúdicos sintéticos al principio de la II Guerra Mundial, la corteza pulverizada era el único fármaco que podía suprimir efectivamente los síntomas de la malaria. Aunque hoy en día se puede sintetizar la quinina el procedimiento no es rentable para su industrialización y se sigue extrayendo de la quina. La acción antipalúdica de la quinina se debe a la estructura fundamental (quinolina - alcohol secundario – quinuclidina). Las cadenas laterales metoxilo y vinilo no tienen mayor importancia en este sentido. La supresión del grupo metoxilo, como ocurre en la cinconina y cinconidina, Proporcionaría a la quinina propiedades anticonvulsivantes, lo que no ocurre en general con este alcaloide. La esteroisomería también tiene valor, de forma que la quinina Y quinidina deprimen la contractibilidad y alargan el periodo refractario del corazón, pero con la quinidina, dextrógira, la primera de dichas acciones es de menor potencia y la segunda es mayor con respecto a la quinina, levógira. En consecuencia, la quinidina es la droga antifibrilante de elección.
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6.3.1. Absorción, destino y excreción Administrada la quinina por vía bucal se absorbe completa y rápidamente a nivel de intestino delgado, alcanzando la máxima concentración plasmática a los 60 minutos aproximadamente y desaparece de la sangre a las 4-6 horas. El alcaloide se localiza luego en el hígado, pulmón y riñón, pudiendo pasar también fácilmente al líquido cefalorraquídeo. La mayor parte de quinina se metaboliza en el hígado y sólo un 10% se excreta por la orina, donde se puede descubrir ya a los 15 minutos de su ingestión. La excreción es casi completa en 24 horas. También pueden aparecer pequeñas cantidades de medicamento en heces y saliva. Por vía intramuscular o subcutánea la quinina es mal absorbida, ya que a menudo precipita. La inyección es dolorosa pudiéndose inflamar y escefalar. La concentración plasmática máxima se alcanza a las 2 horas. La administración por vía intravenosa debe ser lenta y diluida.
6.3.2. Propiedades curativas
6.3.2.1. Acción sobre el paludismo. Antes de estudiar el mecanismo de acción de la quinina sobre el paludismo, expondremos someramente el ciclo vital del Plasmodium, agente causal del paludismo o malaria. Las especies parásitos humanos del Plasmodium son cuatro:
P. Vivax: Causante de las fiebres tercianas benignas, con accesos febriles cada 48 horas. Es el paludismo más frecuente.
P. ovale: Tiene periodicidad semejante al anterior, pero su curso es más benigno y su curación más fácil.
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P. falciparum: Produce las fiebres tercianas malignas con accesos irregulares cada 36 o 48 horas y curso maligno e incluso fatal por invasión parasitaria del sistema nervioso central.
P. malarie: Produce las fiebres cuartanas con accesos cada 72 horas. Es la forma menos frecuente.
El mosquito Anopheles daculipennis, especie cosmopolita es uno de los más importantes vectores mundiales de esta hemoparasitosis, junto con el A. gombiae en África, y el A. culifacies y el A. subpichis en el sur de Asia. Una influencia medicamentosa sobre paludismo pudiera consistir en que la sustancia correspondiente actuara sobre los esporozoítos, pero hasta ahora esto no es practicable. Es por ello que el término de profilaxis causal se aplica a fármacos que actúan sobre las formas preeritrocíticas del parásito. Las 8 aminoquinoleínas actúan sobre las formas titulares primarias de P.ovale y P. falciparum pero en la práctica no se miran como agentes de profilaxis causal por temor a sus efectos secundarios. Se utilizan el «Proguanil» y la «Pirimetamina», medicamentos esporonticidos, no relacionados en absoluto con la quinina. La acción supresiva consiste en destruir las formas eritrociticas asexuadas, por lo que suprime los accesos agudos. No curan la terciaria benigna, pero pueden curar la maligna. Son antipalúdicos esquizonticidas sanguíneos, como la quinina y las 4-aminoquinoleínas. La acción curativa se ejerce al destruir las formas exoeritrocíticas de la f ase tisular persistente y además, los gametocitos. Así actúan las 8-aminoquinoleínas. Combinados estos antipalúdicos con los supresivos pueden curar radicalmente la terciana benigna e impedir las recaídas. Son antipalúdicos esquizonticidas tisulares. El mecanismo de acción se debe a que la quinina forma un complejo con el DNA. Mediante ligaduras de hidrógeno, impidiendo así la autoduplicación del DNA y la transcripción al RNA y en consecuencia la síntesis de proteínas.
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Posee la acción de las drogas supresivas en un todo semejante a las 4aminoquinoleinas y aunque su potencia es inferior a éstas, es ahora una vez más el tratamiento de elección en los accesos clínicos palúdicos por P. falciparum, resistente a las 4-aminoquinoleinas. La quinina es pues un esquizonticida sanguíneo, pudiendo producir la curación radical del paludismo debido al P. falciparum, no así el producido por P. vivax por no ser esquizonticida tisular secundario y no impide las recaídas en el 96 %de los casos. Aunque no es una droga antirrecivante refuerza la acción de las 8amihoquinoleínas. No tiene acción profiláctica causal ni esporonticida.
6.3.2.2. Acción sobre el sistema nervioso central. Provoca descenso de la temperatura en individuos febriles al deprimir el centro termorregulador. También posee acción analgésica de origen central, calmando los dolores óseos y musculares. En la actualidad se emplea muy poco como antipirético por la posibilidad de provocar cinconismo.
6.3.2.3. Acción sobre el sistema cardiovascular. La quinina es un depresor cardiaco y disminuye especialmente la excitabilidad con prolongación del periodo refractario. Es menos potente que la quinidina, aunque en casos de urgencia puede sustituirla. Produce vasodilatación periférica por acción vascular. La inyección intravenosa provoca caída de la presión arterial que obedece a vasodilatación periférica, bloqueo adrenérgico alfa y depresión cardiaca.
6.3.2.4. Acción sobre sangre. La quinina es un factor precipitante de la fiebre hemoglo- binúrica, forma clínica del P. falciparum, que se caracteriza por crisis hemolítica con hemoglobinemia y hemoglobinuria.
6.3.2.5. Acción sobre el tracto gastrointestinal. Aumenta el apetito y la secreción gástrica.
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6.3.2.6. Acción sobre el útero. Posee acción ligeramente ocitócica sobre el útero grávido, sobre todo en el tercer trimestre del embarazo. Clínicamente no tiene efecto hasta el momento del parto, pero como puede atravesar la placenta y pasar al feto pudiendo intoxicarlo o producir ceguera congénita, actualmente no se utiliza con este fin.
6.3.2.7. Acción sobre el músculo esquelético.- Tiene efecto curarizante sobre la placa motora, causando un alargamiento del periodo refractario. Por este motivo el medicamento se ha usado para moderar las contracciones de la miotonía congénita y aportar una prueba diagnóstica a la miastenia grave. Por otra parte disminuye la excitabilidad del músculo y antagoniza la acción potenciadora de la eserina y neogstimia sobre la estimulación nerviosa del músculo. Atendiendo a estas reacciones, la quinina puede aplicarse en casos de calambres musculares.
6.3.2.8. Acciones locales. Al concentrarse la quinina en la superficie de las micelas coloidales y en el protoplasma celular formando una película, detiene el movimiento browniano de los coloides que tienden a precipitar y disminuye la permeabilidad celular. Por este motivo detiene el movimiento de los infusorios, cilios, espermatozoides y leucocitos.
6.4. Toxicología 6.4.1. Cinconismo es el principal efecto colateral provocado por la quinina. Es éste un ligero estado tóxico que aparece cuando el medicamento sobrepasa el nivel plasmático de 10-20 mg/l. Los síntomas son: piel sudorosa y ruborizada, visión borrosa, audición defectuosa con zumbidos, mareo, náusea, vómito y diarrea. En caso grave puede haber erupciones cutáneas papulosas o urticariales, sordera, somnolencia, disminución de la agudeza visual o ceguera debido a la isquemia de los vasos retinianos, dolor abdominal y transtornos en el ritmo cardiaco y en la conducción.
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Entre los primeros signos de intoxicación están el ensanchamiento del complejo QRS y la hipotensión.
6.4.2. Acciones irritantes locales: Por vía bucal provoca náuseas, vómito y gastralgia. Por vía subcutánea o intramuscular causa dolor y a veces abcesos estériles. Por vía intravenosa puede provocar trombosis por lesión de la íntima, lo que se aprovecha para tratar con inyecciones esclerosantes de varices y hemorroides. Por vía rectal produce irritación y rápida expulsión. Los efectos hemáticos atribuídos directamente a la quinina son mínimos, así la hemólisis puede ocurrir en 0,05 % de los casos tratados contra paludismo agudo. La fiebre hemoglobinúrica es un síndrome terrible de hemólisis intravascular excesiva, hemoglobinuria, azoemia, obstrucción intravascular y coagulación, insuficiencia renal, uremia y muerte en 25-50 % de los enfermos. Estos casos ocurren en pacientes tratados con quinina y deficientes en G6PD. Sin embargo, pueden ser factores predisponentes la terapéutica irregular o intensa con un antimalárico, las infecciones repetidas, la sensibilización al parasito, la fatiga, el enfriamiento y posiblemente la idiosincrasia a la quinina. En el tratamiento con este alcaloide pueden sobrevenir erupciones cutáneas, así como edema angioneurótico y accesos de asma. Estos síntomas desaparecen al suprimir el fármaco y administrar antihistamínicos y adrenalina. En los casos de intoxicación grave a dosis muy altas, bien sea por error o suicidio, aparecen síntomas como el cinconismo, acompañado de cefaleas, estado confusional, delirio, coma y a veces convulsiones, caída de la presión arterial con piel fría, cianosis, oliguria y aún anuria con uremia. La respiración se hace superficial y se detiene por parálisis del centro respiratorio, causa habitual de la muerte. Para contrarrestar estas manifestaciones es preciso un rápido lavado gástrico o introducir sulfato magnésico con sonda para acelerar la evacuación del tóxico. Se requiere también un tratamiento sintomático de las alteraciones respiratorias y cardiovasculares.
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La dosis mortal de quinina se estima en 8 g. aunque se han salvado personas que ingirieron 30 g. Seguramente debido a absorción incompleta.
6.5. Preparación y dosificación de la quina 6.5.1. Maceración: Se deja macerar 20 – 30 g. de corteza de quino en un litro de agua durante una hora y se administra una taza de cada una de las tres comidas diarias. (4)
6.5.2. Infusión: con media cucharadita de café de corteza de quina machacada o pulverizada por cada taza de agua; se toma una taza antes de cada comida, sin sobrepasar las cuatro tazas al día.
6.5.3. Compresas: con una decocción de 30-40g de corteza por litro de agua. Hervir durante diez minutos. Con el líquido resultante, se empapan compresas que se colocan sobre la piel o el cuero cabelludo, unos diez minutos, tres veces al día. (5)
6.5.4. Gargarismos y enjuagues bucales con esta misma decocción La quinina está contraindicada en casos de neuritis óptica, alergia a la droga, trastornos auditivos como zumbidos e hipoacuria y hemoglobinuria. También es peligrosa para las mujeres embarazadas por la posibilidad aunque remota, de producir aborto o intoxicar al feto.
7. Conclusión Si bien la quinina ha sido reemplazada por productos sintéticos más potentes y menos tóxicos, todavía puede ser de gran utilidad en los casos de urgencia, por ser el medicamento que actúa más rápidamente por vía intravenosa, en particular en los accesos perniciosos de P. falciparum. Pero sobre todo, sigue siendo la quinina la droga a la que se ha de recurrir cuando aparece la resistencia a las 4aminoquinoleínas, concretamente a la cloroquina.
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Por todo lo expuesto, es evidente pues, que un gran número de personas viven todavía expuestas al azote de la malaria y que muchas de las medidas tomadas al respecto son insuficientes, a pesar de los esfuerzos destinados a tal logro. Como cabe prever que esta resistencia seguirá propagándose, se requieren con urgencia nuevos agentes antipalúdicos y ha de concederse particular atención a las preparaciones de acción prolongada que dan mejor biodisponibilidad de los medicamentos. También es importante mejorar y revisar los medicamentos ya existentes y en todo caso, como hemos venido insistiendo, prestar mayor atención a la droga primitiva y que todavía no ha sido superada: LA QUININA
8. Recomendación Se recomienda utilizar la quina para tratamiento principalment de la malaria o paludismo. Es recomendable tomar la quina a discreción pues en dosis altas puede provocar un edema pulmonar agudo y ser letal, se desaconseja utilizar en el embarazo pues además de poder provocar el aborto puede causar defectos en el naciente. Se recomienda no dejar en el olvido los conocimientos de la medicina tradicional
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9. Bibliografía 1. ALONSO, J., Tratado de Fitofármacos y Nutracéuticos., 1ª.ed., Buenos Aires-Argentina., 2004., Pp 1037 –1042. 2. BARCELO, J., Diccionario Terminológico de Química., 2a.ed., Barcelona-España., 1979., Pp 289. 3. CÁCERES, A., Plantas de Uso Medicinal., 2a ed., BogotáColombia., Editorial Secap.,1997., Pp 28 -33. 4. COSSIO, J., Farmacognosia., 2a ed., Barcelona-España., Editorial Salvat., 2000., Pp 197 –200. 5. FLORES, R., Atlas de las Plantas Medicinales y Curativas., 2a.ed.; Washington-EEUU., 1998., Pp 90 – 95. 6. GALENOE:n torno al descubrimiento de la quina. Jano, n." 225, 1976. 7. PAMPLONA, R., Enciclopedia de las Plantas Medicinales., 4a.ed., Argentina-Buenos Aires., Editorial Mc.Graw., 1968., .Pp. 752.
Bibliografía de Internet 8. ALCALOIDES http://www.información-famacologia./wiki/ alcaloides 9. COMPOSICIÓN QUIMICA DE (Cinchona pubescens) http://www.monografias.com/trabajos-pdf/diversidad-familiarubiaceae/diversidad-familia-rubiaceae.pdf 10. GALLEGOS., O., Plantas Medicinales http:/www.quina/sitios/patrimoni/museos/plantas.ht_cuba 11. Quino / Cinchona officinalis / el árbol de la quina http://elarbolmiamigo-encinarosa.blogspot.com/2013/01/quino-cinchonaofficinalis-el-arbol-de.html
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10. Anexos