Descripción: uno de los textos mas valiosos del maestro Michel Chion
Descripción: CHION, M. - La voz en el cine
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Extracto de Michel Chion "La voz en el cine". El capítulo trata sobre el acusmaser en el cine.
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Michel Chion - El Sonido (1999)Descripción completa
Michel Chion - El Sonido (1999)
Michel Chion - El Sonido (1999)
Descrição: Appearing here in English for the first time, Michel Chion's Sound addresses the philosophical questions that inform our encounters with sound, stimulating our thinking about being open to new soun...
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Música e impresionismoDescripción completa
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Descripción: Comparacion de dos peliculas sobre vampiros.
A, Gaudreaulty F. Jost -El relato cinematogn:ifico D. Bordweil - El significado delfilme F. Jameson - La estética geopolítica D. Bordwel1 y K. Thompson - El arte cinemarogrdfico R. C. AÜeny D. Gomery - Teoría y práctica de la historia del cine D.. Bordwell - La narración en el cine deficcíóll S, Kracauer - De Caligari aHitler F. Vanoye - Guion'es modelo y..modelos de guión P. Sorlin - Cines europeos, sociedades europeas 1939-1990 J. Aumont El ojo interminable R. Amheim - El cine como arte S. Kracal1er Teoría del cine J. Carriere- La peilcula que no se ve
V. Sañchez-Biosca - Elmontaje cinematográfico.
M.Chion - La música en el cine ... _,;~.,;;" . . _ ... D. BordweIl, J. Smiger y K. Thompson - EZ·cine(jásico-de Hollywood B. Nichols - La represenTación de la realidad D. Villaill:-Elencuadre. cillemato,gráfico
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Chion
La música en el cine LIBRERL4 "EL TABANO" Edificiio "S" Mario 8Jssetti
Núcleo La Liria
Av. Las Américas - Mérida
Título original: La musiqueau cinéma Publicado en francés por Librairie Artheme Fayard, Pa.-is Traducción ti:: Manuel Frau Cubierta de !l.iario Eskenazi
Un falsoespcranto. . . , Una concep..:ión defensiva del cine El mito del autor total . ,La psicologización . Tecriicismo y economía Idealismo, Unitarismo . . . . , . Dualismo . . . ' . . . . ¿Arreglárselas sin música?
PRIMERA PARTE
UN SlGLO DE COMPAÑERISMO
2. Sueños y realidades (1895-1935)
. ',' . . . .
Constantes de acompañamiento en el cine mudo ,
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LA MÚSICA E'" ELCINE
El cuadro primitivo . . . . . Fuentes de ~a música en la sala Prisa y persecución '.' . . . Música en elrodaje. . . . . La música en la acción de los filmes mudos Música episódica o secuencial elle. Sheels y Kinolheles Melting por estético . . Ópera en el cine mudo. Músicas originales para filmes mudos . La música yeLcine puro . . . . . . . La invención del sincronocinematógrafo audiovisual . El ~'itaphone y la música ; . . . . Otra conciencia de la sala de cine . La música subyugada . . . . . . El filme que inclinó la balanza . . El cQmorde ja::::. expresión de una plegaria El filme de cantante . . . . . . . . . . Jazz y música negra en el cine americano El tiempo de la música de pantalla . . Sueños simultáneos y contrapuntísticos Sinfonía mecánica y urbana El ritmo del mundo . La melodía del mundo Sinfonías tontas . . Asesinato y música • La música cortada . . El filme musical social . 3. De los clasicismos al modernismo (1935-1975) . De la discontinuidad a la continuidad .. . . . . . Una cita fallida . . . . . . . . . . . . . . . . La música cinematográfica corpo música grabada '. La regla y la excepción Francia y América. . . Los criterios del clasicismo .'. Las escuelas nacionales en relación con el modelo Factores de renovación en los años cincuenta La moda del jazz. . . . . . . . . . . . . . . .
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II
SUMARIO
Rock y canción. Melodías protagonistas. La intrusión del pop .. Un estilo diferente. . . Nouvelle vague francesa, ¿nueva música?
El tiempo de los modernismos .
4. Regreso al futuro (1975-1995) Renovación de la música sinfónica Retorno del cine épico . . . . .. De la opera-rock al cine discotequero . La llegada del Dolbyestéreo . Un «fondo orquestal» distinto .. El sintetizador a la espera La música discotequera, contestada . La ópera filmada ¿Funerales por la ópera? . . . .. . Música on the aír . . . . . . . . . Cuando la música cinematográfica bebe de su propia historia . Nuevas músicas al servicio del cine mudo . Hacia una transcripción musical. . . . . .
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SEGUNDA PARTE
LAS TRES CARAS DE LA MÚSICA EN EL CI]\¡'E
5. La música como elemento y como medio. La isla de Próspero . . . . . . . . . ¿Un modelo explicativo funcionalista? Música de fondo, música de pantalla Función, universal de la música . . . . La música, el teatro y el.naturalismo .
Acerca de la relación «única y necesaria» La música bajo mínimos . . . Continuidad y_ discontinuidad Simbolización. . . . . . . . El valor añadido, efecto fundamental Síncresis y disonancia . . . . .. . . Música, tiempo, movimiento: creación de líneas de fuga temporales.
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LA MÚSICA EN EL CINE
Doble anticipación temporal Erotismo y cámara lenta . . Música atonal y tiempo . . 4- m~sica ~oirriga y coestruc.tura el filme . Circulación del leitmotiv . . . . . . . . . La fuente del movimiento en las imágenes La música modula al espacio La música, fuerza activa . . . La música subjetiviza . . . . El corazón palpitante del fIlme Efecto empático, efecto anempático . Asesinato y canción. . . Música efusi va ... . . . El cine y el aria de la carta
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6. La música como mundo La música del mundo El «país cine» . , Filmes carentes , " EIvivero musiCal ,', La música. los géneros , Problemas de la música original. ,'. ¿Existe un estilo de música de cine? La música clásica Vivaldi y Bach . . . Mozan ., . . , , . . Beethoven y Schubert Chaikovski .;. . , , Wagner, ¿músico de cine? Debussy. Ravel, Stravínski .
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7. 4l música como tema, metáfora. modelo Filmar la música' \ . '. . . . . . . . Música compuesta o música natural . Exteriorización de 10 interior . El director de or9uesta. . Intennezzo . .'. , . La lección de música Canción
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SUMARIO
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El filme !due nace de una canción
Jazz . . . . . . . . . . . . . . . .
El musical como forma popular
El cine como danza o como música .
Un paralelismo falaz- .
Cine y polifonía . '. . . . . . . . . .
TERCERA PARTE
SINGULAR PLURAL
8. Autores y filmes . . . , . . . . . . . El mito del tándem . . . . . . . . . . Concepto musical y estilo del compositor Un músÍco de reparto. . La trampa del uso .. , . Actor visible o invisible Actor y creador . . . . Los hombres y las películas
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Cronología . . . . Bibliografía básica. Índice de nombres. Índice de películas citadas .
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Prefacio
El papel. de la música en el cine es, pese a las apariencias, un tema de discu sión nuevo. La mayor parte de obras publicadas, especialmente en lengua fran cesa. se han consagrado hasta hoya un aspecto particular de la cuestión, como por ejemplo la obra y biografía de los compositores del cine, el estudio de UD gé nero determinado, o la exposición y discusión de las diferentes concepciones estéticas formuladas por músicos, realizadores o teóricos. Otras obras han trata do el tema con todas sus implicaciones, aunque limitándose a un corpus de fIl mes voluntariamente restringido; es por tanto toda una apuesta el hecho de pro.. poner una obra como la presente, sin sacrificar las dimensiones ya tratadas, e intentando abordar el tema desde la base, literalmente, como una cuestión DO ;sólo musical, sino también cinematográfica. ,El cine es. en efecto. un lugar en que la música, sea realizada a propósito para ñlmeo tomada de una fuente preexistente, se transforma, desempeñando su :papel dentro de un conjunto. Por ello, nuestra originalidad estriba en conceder un Jugar más importante que de costumbre a aquellos que, en muchos casos, son los responsables de este conjunto, si es que no son sus artífices completos: los di rectores.
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Por supuesto, el campo es tan amplio que no 'se tratará aquí de realizar Un tratamiento exhaustivo y enciclopédico, cuya realización requ{!riría años de -in vestigación y la participación de varios autofes. Con todo, hemos estimado útil tratar este tema con toda la amplitud posible, a riesgo de crear insatisfacciones que no despiertan las obras más concretas, para intentar abrir nuevos caminos. La música en el cine constituye un problema controvertido,frecuentemente abordado de manera pasional, y que no es nunca neutro: de aI:ú que hayamos .considerado de utilídad exponer desde el principio nuestras líneas maestras en un capítulo introductivo. en lugar de dejarlas difusas y subyacentes. No preten demos, sínembargQ, imponer estas directriées como arbitrarias y sin réplica po sible, sino que llamamos a la reflexión, a la observación" al razonamiento. Co rresponde al lector. pues. sacar conclusiones. La primera parte de la obra traza perspectivas históricas a nuestro juicio in novadoras. al menos en parte, especialmente respecto a los períodos.más re cientes. Nos parece interesante proponer, incluso para los inicios del cine -hoy mejor conocidos; paradójicamente, que estos, tres últimos decenios-, una pe riodización histórica que tenga en cuenta datos estéticos, y no sea una simple enumeración de cambios y evoluciones técnicas. La segunda parte, más teórica, aborda en tres capítulos -la música como elemento y medio. como mundo, y como tema, metáfora y modelo--, cosas que a rnenudocoinciden en una misma película. Además, esta obra reivindica un pluralism? abierto, que no pretende disimular nin!Zuna contradicción. .' . La tercera-parte.' constituida esen~'falme~tep;r una-p~notáffi¡ca~alfabética, forzosamente incompleta y subjetiva (aunque intenta proponer un muestreo re presentariyo. y voluntariamente impresionista de la riqueza del campo), rinde honores a un cierto número de creadores abordados desde un cruce dialéctico . con. grandes corrientes históricas expuestas en la primera parte. Finalmente. los anexos y el índice periniEen hacer coincidir las tres. partes y evidencian, a nues tro juicio. su complementariedad. Si tenemos algo de lo que lamentarnos, en esta panorámica, es que. porta zones de tiempo,' espacio y competencia, no hemos tratado adecuadamente de terminadoscines no occidentales, como el cine africano, indio, chino o egipcio, entre.otros.Nonosreferimosaquí solamente al cine de autor; sino también a los llamados géneros populares.' Hemos tenido que contentarnos con citarlos. va que evidentemente carecemos aún de documentación sobre ellos .. Al menos mosintentado no ignorar su existencia y asignarles su lugar. Desde La voix au .cinéma hasta este libro, hay un trayecto compuesto por cuarro obras que ya hemos consagrado al «cine comoarte sonoro», en sus as pectos técnicos, perceptivos y estéticos, lo cual da lugar; con las obras.prece
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dentes, a un balance de quince años de trabajo, aunque el libro se haya escrito de •manera independiente y autosuficiente. Esta obra se sitúa igualmente en la continuidad de nuestra reflexión_sobre la creación musical de hoy, ya desarro llada en otros libros. Des~aríamosque, dejando aparte cualquier apariencia de provocación --cosa que para nosotros no es un flO:'sinoen todo caso un medio a través del cual fijamos ciertas reglas (respetar las intenciones de cada uno, in cluso cuando las criticamos, y no menospreciar nada)-- ,este trabajo ayudara a sustituir el simplismo de las ideas preconcebidas sobre un tema, por apasionan te que sea, por la limpieza de los ejemplos yel placer de la observación y que incitara, en fin, a remitirse directamente a los filmes, sin los cuales la música ci nematográfica no pasaría de ser un tema puramente escolástico. Una obra de estas características no habría podido verla luz sin las clases que hemos impartido en centros como el departamento IRCAV de la Universi dad de París III, en París; el ESEC de París; el DAVI de Lausana y otros luga res como el IDHEC (entre 1981 y 1985), el IDA, ACT-Formatíon de Toulous se; Musiques ' et Reserches, en Ohaio (Bélgica); INSAS. en Bruselas; la Universidad Católica y el Instituto Francés de Santiago de Chile, etc. Los res ponsables de dichos centros, así como sus alumnos, nos han aportado reaccio nes y comentarios valiosos. Anne-Marie Marsaguetha prestado su constante apoyo a la redacción de esta obra.,Damos vivamente las gracias. por sus ánimos. a Pierre Schaeffer -que nos ha encarrilado en este campo--. a Claudia Gorb man, Walter Murch, Rick Altman, Suzanne Liandrat-Guígues. lean Louis Leu trat, Sandra Lischi, Robert Cahen y, por supuesto~ a Michel Marie, a quien de dicamos amistosamente este libro. M.C., 31de marzo de 1995
1. Asechanzas de un tema
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variados, solamente el poder 'de la convención nos lleva a escribir el título de esta obra en singular: «la» música. Aunque, al fin y al cabo, y la cuestión debe plantearse desde el principio, ¿es tal vez más legítima la expresión «el» cine? En 1895, fecha de nacimiento decretada a posteriori, proliferaban, tal como han demostrado investigadores como No~H Burch, Rick Altman o Laurent Mannoni, una serie de prácticas heterogéneas, de sistemas diferentes bautizados connom.:. bres de lo más heteróclito (cinetoscopio,-fantoscopio,biógrafo), prácticas que sólo más tarde se reunirían bajo el mismo nombre. Incluso muchoanres, la lin terna mágica, el teatro de marionetas, la ópera, el ballet, el teatro de feria, el me lodrama, el cabaret, habían creado formas ymodos de integración pe la música de los que se ha nutrido ampliamente el arte que habría de l1~arse con el tiem po «el» cine. El cine, que recoge parte de todo esto, se convierte a su vez en un dominio en sí mismo. ¿De qué sirve la presencia de la música en los filmes?, se pregunta a menu do ¿Por qué acompañar las imágenes proyectadas en movimiento y los diálogos con ritmos musicales, 'acordes y melodías? Es como si preguntáramos por qué
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LA MÚSICA EN EL CINE
en el drco los trapecistas no presentan su número en silencio, por qué la músi ca acompaña a los números de magia, o por qué, en la producción de Shakespea re, encontramos a menudo alguna canción. _ Lo que ha pennítido que el cine se unifique, al mep.os en apariencia, no es solamente la cr~ación de un sistema organizado de distribución y exhibición pú blicas, ni la aparición de autores que han contribuido a definir ese arte. Se trata igualmente del propio término y de la teoría construida sobre éste. En un tiem po récord, de repente, el cine se convirtió en un arte. En 1908, una sociedad de producción francesa, llamada Le Film d'Art, consagró su existencia al encargar una música original a CatnilIeSaint-Saens para El asesinato del duque de Gui sa (L' Assassinat du Duc de Guise. 1908). Como si el cine, arte plebeyo al prin cipio, espectáculo popular. pudiera adquirirdignidad a partir del encargo hecho a un compositor de ópera y música orquestal, un compositor oficial y reconoci do. La reflexión acerca de «eh> cine surge muy pronto, trascendiendo las consi derables diferencias entre prácticas. géneros, filmes y públicos, cosa que permi te hablar de una historia en singular. Ésta existe en el plano simbólico y, sin ella, el cine no habría sobreyiyido mucho tiempo. El cine,en sus más dispares for mas. que van desde el número de danza filmado al episodio jocoso yel apólogo antialcohólico. pasando por el cuadro religioso -por citar algunas formas lla madas «primitivas». muy bien analizadas por Noel Burch- se constituyó como práctica homogénea. coordinada por el discurso que se creó sobre él. Habiendo creado:scuela teóricos como Louis ))elluc~Riccioto Canudoo Léon Moussi ~ac.muéhós ~eahzadores' se'lanzaron a 'hablar sobre «el» cine. proclamando su fe en éL De este término hicieron su estandarte. una estreiJa de Belén a la que seguir. El problema. mientras tanto, es que en el seno del cine en singular, las mú
sicas continúan siendo plurales, di vidiendoal público.
Además, no sólo se tratadelcine, cuyo centenario acabamos de celebrar, también tenemos los filmes individuales. Y aúnhoy, por suerte, los filmes so brepasan todo lo que sabemos o creemos saber acerca del cine. Los filmes están poco valorados en relación I.:on la historia del cine. están rodeados de recuerdos pero también deolvidos. son permeables a la moda. al paso del tiempo. al esno": bismo pero tambíéna las músicas del momento. Viven su propia vida, que siempre es superior a la vida del cine~ Si el cine se escribe en singular~ 1()5fil... mes. como las músicas. son plurales. No eS necesario, sería incluso empobrece dor~ sacriticar unos u otros . ..:oqlOu menudo hacen ciertos críticos 3ctuales,que dejan de interesarse por los tllmes nuevos y populares, sacrificados sobre el al tar de una concepción preestablecida. por respetable que. sea, .del ~
ASECHANZAS DE UN TEMA
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mes rompe con frecuencia con la concepción de un cine autosuficiente. esta ac titud está especialmente extendida..¿Cierta película tiene. una música prominen te o espectacular? Entonceseste,filmenoes~dicen;;auténti.co cine., porque no es puro cine. ._ Esta obra no <:J.uiere, pues, confrontar lo SIngular con'lo plural, ni Jo .puro contra lo impuro o a la inversa, sino mostrar su solidaridad. No quiere hablar so lamente de «el» cine, sino también de los filmes; si es posible, .de todo tipo de filmes y de todo tipo de músicas que se oyen en ellos: populares, grandiosas, modestas y demiúrgicas. Aquí disertaremos sobre Wagner, pero también sobre músicas populares; sobre compositores legendarios pero también sobre autores anónimos •. En el mundo del cine. a poco que el filme haya tenido éxito. no se puede hablar de música insignificante o inútil. Todo toma un sentido; todo resuena. Igual que una bola de cristal contiene la infancia y el mundo -es el principio deCiu dádario Kane( Cirizen Kane, 1940)-,rres notas de una cajita de música son en el cine un mundo tan grande como toda la Tetralogía. Por lo tanto, pensamos-que es posible escribir una historia que nosea ni he roica, ni jerárquica. ni dogmática de la música en el cine. sin ser tampoco nihi lista o desengañada, La historia de la relación entre música y cine es; resignémonos, ciertamente inmoral. ¿Por qué? Porque no es aditiva. no tiene 'nada que ver con la lógica ra cional ni con la justicia distributiva. aqueUaque recompensa de acuerdo con la obra cumplida y el mérito acumulado. Nuestra conciencia racional y nuestro gusto por el trabajo bien hecho se indignan: ¿cómo puede ser que una música añadida en el último momento, escrita en una semana y que recurre a una retó rica trasnochada. quede inscrita en el cuerpo de una obra maestra gracias al in geniodel montaje y al buen hacer de un técnico de sonido, pretenda crear el Ctr razón de la escultura. uncorazón de modistilla dentro de una venus de mármol'? Inversamente. una música soberbia, compuesta confervory talento, jamás sal varáa un filme e incluso le ayudará a fracasar. Ni la inspiración desplegada por Gabriel Yared en La [une dansle calliveau (1983) ni su lirismo conseguirán que, a pesar de la poesía de la ·historia y la belleza de Nastassia Kinski. se sos tenga esa catedral endeble que con sinceridad intentó construir Jean-Jacques Beineix. yen cambio. hay auténticas obras maestras cinematográficas que se contentan con ciertos acentos sinfónicos dictados por un talento más bien me diocre. No nos engañemos:. encontrar una gran música y una gran película que. se refuercen mutuamente (la alianza de OrsonWelles y de Bernard Herrmann para Ciudadano Kalle. o la de Fe1lini y Nino Rota para Ocho)' medio [Otto e mezzo. ti
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LA MÚSICA EN EL CINE
1963]) es siempre una excepción, Se trata de una excepción escandalosa, pues ni prueba nada ni instaura un modelo creativo. Esta situación. poco moral, de la música en el cine apasiona y divide, y tal vez explica. al menos en parte, el tono inquieto que adoptan bastantes tratados, incluso aquellos de ambición enciclopédica y descriptiva, en especial la inmen sa mayoría de ensayos en francés sobre esta cuestión: con muy raras excepcio nes --como los rigurosos ensayos de Claudia Gorbman en inglés. y de Hans Emons y Helga de Lá Mone-Haber en alemán-, este tema se aborda en térmi nos extremadamente polémicos, y se cuenta a menudo a través del inútil esque ma dramático «apogeo y decadencia», o según un estereotipo de magnificación de algunas excepciones en el seno de una multitud sin carácter. Esto es así tan to si se ve en la fórmula sinfónica de los años treinta a los años cincuenta la era de los clichés y del error absoluto. ignorando lo que se hizo en esa época en ma teria de colaboración filme/música. a excepción de algunas escasas obras maes tras. y dos o tres autores de talento innegable (Maurice Jaubert, con su aureola de final precoz y trágico, y Bernard Hemnann, son ejemplos representativos); como si, por el contrario. se recrimina la entrada de la canción y de la música pop en los filmes de los años sesenta. que substituyó el clásico acompañamien to sinfónico. como un auténtico cataclismo estético. Podríamos hallar cierto matiz de seguridad en el furor adoptado en estos po sicionamientos, si no fuera porque caen en el simplismo y propician finalmente cierta pereza y el repliegue a modelos históricos empobrecidos. Todo ello se nutre del hecho de que sobre este tema circulan multitud de leyendas, sustenta das especialmente por ciertos textos de referencia que omiten comprobar su exactitud. Por nuestra parte, no somos capaces de pensar en ninguna historia redu ciéndola al esquema de «apogeo y decadencia». Por ello, en comparación con los libros aparecidos sobre el tema o a ciertos postulados habituales, puede que el lector nos acuse de indulgencia por lo que respecta a ciertos filmes o ciertas ~stéticas recientes. Sólo deseamos informar al lector y reflexionar con· él, sin lmponerle·visiones simplificadoras. Esto no quiere decir que nos gusten todos los filmes; simplemente, cada filme debe ser considerado, en la medida de lo posible, sin apriorismos cultúrales, tiene derecho, al menos;' a que se le reco nozca su ambición y suproyectp, incluido el de servir simplemente aldiverti mento. Existe. cierto número d.eobstáculos que dificultan la escritura de un verda dero ensayo histórico sobre la música en el cine. Nos contentaríamos con poder evitar algunos de ellos. .
ASECHA;-'¡ZAS DE
es TEMA
Un falso esperanto Reflejar toda la historia de la música en el cine en el mundo entero --cosa que. en suma. sería la cosa más nimia- es una empresa que sin duda vas má<\ allá de las posibilidades de una sola persona, por una parte a causa de la enor midad del repertorio cinematográfico acumulado en cien años, por la otra en ra zón de la variedad de compe~encias necesarias para hablar. con conocimiento de causa. tanto de la música india de variedades como del rack and roll. El autor de ·la presente obril. por abierto que sea hacia cierto número de tendencias. no está en condiciones de hacerlo. El cine es el arte por excelencia donde todas las músicas poseen derecho de ciudadanía y donde. a veces en el interior de una misma obra, estilos y épocas diferentes se mezclan y coexisten. Mucha gente que nunca ha oído música ato nal por la radio o en un concierto, habrán, sin embargo. captado algunos de sus acentos durante algún melodrama hollywoodiense de los años cincuenta. por la pluma de LeonardRosenman o de Miklos Rosza. Otros. que tienen su radio per manente sintonizada en canaíes que emiten música clásica descubrirán determi nada música de rock o determinada tendencia de la música de baile en una sala de cine, mientras que al contrario, el cine otorgará a los exclusi vos de la música rock la oportunidad de escuchar unos minutos de Bach, Samuel Barber. Mahler, Ravel o Marin Marais, un encuentro que sin el cine probablemente jamás habría tenido lugar. Finalmente, alguien que jamás haya tenido la idea de escuchar en toda su vida a los cantantes favoritos de la comunidaditalo-americana de Nue va York durante los cincuenta, podrá absorber. al menos una pequeña selección de su obra como música de fondo de los diálogos de un filme de Martín Scorse se. El espectador del Satyricon (Satyricon, 1,969) de Fellíni o de la Medea (Me dea.. 1969) de Pasolini, se enfrentará al descubrimiento, como. «fondo musical» de estas obras, deuna auténtica antología de las llamadas músicas étnicas; ex puestas en amalgama, sin títulos ni etiquetas. ¿Puede el espectador comprender el espíritu de estas músicas? ¿Puede se guir el discurso, discernir su valor, distinguir en ellas lo malo y lo excepcional? Parece que la música sea, en efecto, un falso esperanto, y aquí reside una parte del problema. Así, cierto ciné:f.ilb que va al cine y escucha jazz puede creer que 10 comprende, mientras que de hecho no ha captado más que su aspecto exte rior: la c;alidad del sonido, de la voz, del fraseo, se le escapan. Lo mismo se apli caría a otros aspectos delfIlme, como el cariz de sus diálogos, su calidad de ob servación respecto a un tema, pero el problema. de la música es creer que tenemos con ella una comunicación inmediata. Así, la mayor parte de juicios terminantes que con frecuencia suscita la mó
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LA MÚSICA EN EL CINE
sica de un filme provienen sin lugar a dudas del hecho de que se trata de un fal so esperanto, de un falso lenguaje común. Incultos en el campo delrockduro, pero amantes de las películas americanas modernas, oímos en el· cine laS mis mas notas que oirá el conocedor de este género musical, pero no entenderemos lo mismo de ellas. Se nos escapan aspectos tales como qué hace que un· grupo sea mejor que otro. Sin embargo, ésa no es razón para restringir nuestro enfoque de la música en el cine a aquellas formas que nos son perfectamente conocidas. de antemano, aceptadas cultundmente. Debemos hacer un pequeño esfuerzo de descubrimiento y conocimiento, sin esconder que la música en los filmes es una pieza de un todo, y es ese todo lo que debemos esforzarnos en comprender y sentir. Así pues. si decidimos en este libro reseñar, junto a las grandes músicas (o las consideradas como tales) otras músicas consideradas banales o facilonas. no es preciso qué el lector se ofusque ni, peor aún (pues el malentendido sería aún más profundo) que vea en ello alguna pose intelectual consistente en adorarlo kitsch y lo cutre, esoque Adorno llamó con desdén la música culinaria. La mú sica facilona:puede ser (y no sólo parecer). muy hermosa en el cine. por razones cinematográficas que intentaremos analizar. .-\ veces. a pesarde apreciarlo y a despecho de una capacidad de indulgen cürinfinita por todos sus elementos, el filme nos deja, a causa de su música. un regusto dulzón: desearíamos que una obra maestra de Kurosawa tuviera una música menos almibarada o que Elpiano ((he Piano, 1993) de JaneCampion tuyiera una música con algo más que simple talento, pero el cine es así: debe: mo~ aceptar un filme tal como es. con sus colores. el estilo del maquillaje de sus actores, y su estilo fechado de acompañamiento musical.· En otro campo. si ha blamos de .música clásica. que de antemano permite elegir una versión a nues tro gusto. podemos contrarrestar la debilidad de lo escrito con la sublimidad de su ejecución. cosa no· permitida en el cine ..En el cine, se trata de alguna mane ra de un lo toma o 10 deja. Y si elfilrÍle nos gusta. ¿estamos seguros de que sea {<3 pesar» de su· música? Este «a pesar de» tan evidente ¿no esconde a menudo un ,
ASECHANZAS DE UN TEMA