TEMA 1. EUROPA EN EL SIGLO XIII
TEMA 1: EUROPA EN EL SIGLO XIII 1 . El siglo XIII europeo: ¿la plenitud medieval? Se califica al siglo XIII de centuria de la plenitud medieval , caracterizando a éste período como el momento en que la civilización del Occidente medieval alcanza su momento de equilibrio y máximo desarrollo. Aunque hace ya unos años Léopold Genicot rebatió dicha afirmación. En el siglo XIII no todo fue plenitud y equilibrio, también hubo problemas y conflictos. Hay que rehuir de una visión excesivamente idealista de éste siglo. A nivel político en esta centuria coinciden una serie de reinados de gran duración y estabilidad, casos de Fernando III o Alfonso X en Castilla, Jaime I en Aragón, Luis IX en Francia o Eduardo I en Inglaterra. Dicha coincidencia no fue casual, indudablemente nos encontramos ante un periodo próspero y relativamente pacífico. El siglo XIII contempla un cambio importante en la relación de poderes en Europa. Durante su transcurso los dos poderes universales de la cristiandad, el papa y el emperador del Sacro Imperio, se desgataron mutuamente en su último gran enfrentamiento, saliendo beneficiado de esta situación: las monarquías nacionales como la francesa, que se imponen definitivamente en el panorama político europeo a finales del siglo XIII. Demográficamente esta centuria continúa la tendencia de los dos siglos anteriores. La población europea crece, pero a menor ritmo, estancándose a finales del siglo XIII y comienzos del XIV. En economía, es una centuria económicamente expansiva. El mundo rural es próspero y el hambre retrocede, provocando un cierto desarrollo tecnológico. En artesanía crece especialmente el sector textil, por lo que se produce un auge comercial. Las ferias se desarrollan internacionalmente, en especial las de Champaña. Se producen progresos hacia una economía monetaria. Se utiliza la plata, pero se vuelve a acuñar moneda de oro después de varios siglos sin ella en Occidente. A nivel social se alcanza un cierto equilibrio. Estamos ante una sociedad feudal, pero bien estructurada y equilibrada. La aristocracia señorial logra una cierta estabilidad y movilidad interna. El campesinado sufre un proceso de diferenciación y estratificación. En las ciudades se produce un movimiento de jerarquización social entre el patriciado dirigente, las diferentes corporaciones de oficios y una masa de pobres de solemnidad. A nivel mental se observa un firme asentamiento de la idea de una sociedad estructurada en tres estados: nobleza, clero y trabajadores. El poder público realiza avances considerables. Se recupera la noción de bien común y la centralización política continúa. Culturalmente, la civilización occidental medieval alcanza su culmen. Aparecen las universidades y el pensamiento que se cultiva en ellas: la escolástica, experimenta su plenitud con la redacción de las
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
1
TEMA 1. EUROPA EN EL SIGLO XIII «summas» o síntesis doctorales. Se inicia el arte gótico, estilo en el que se comienzan a edificar algunas catedrales europeas. 2 . El apogeo de la monarquía feudal francesa. El ascenso de la monarquía francesa se produce mientras que el Pontificado y el Imperio se desgastan mutuamente en su pugna por el «dominium mundi». mundi». En el siglo XIII la monarquía francesa logra la recuperación del poder real por parte de los Capetos. El primer paso consistió en la extensión territorial del dominio directo de la monarquía a la mayor parte del reino. Esto se consiguió con Felipe II Augusto (11801223) a principios del siglo XIII. El mayor obstáculo que encontró fue el denominado «Imperio Angevino», Angevino», señoríos que pertenecían al rey de Inglaterra ubicados en el norte y oeste de Francia. Para desarticular esta amenaza utilizó las ventajas que la justicia feudal reservaba al rey francés. Con un pretexto nimio citó judicialmente al rey inglés, Juan Sin Tierra; al no comparecer éste le fueron confiscados todos sus dominios. El conflicto armado que provocó se resolvió en la batalla de Bouvines (1214) con la derrota del rey inglés y la pérdida de sus señoríos en Francia, excepto el ducado de Aquitania, que pasaron a integrarse en la corona francesa. El siguiente paso fue el control del Sur de Francia. Durante los siglos XI y XII los grandes señoríos de la región meridional francesa prácticamente se habían convertido en independientes. El rey de Francia intervenía muy poco o casi nada al sur del río Loira. Esta situación se terminó en el siglo XIII con el pretexto de la represión de la difusión de la herejía albigense o cátara en el sur de Francia. El catarismo era una herejía de carácter dualista extendida enormemente por el sur de Francia durante el siglo XII. Los grandes señores feudales de la región eran muy tolerantes con ella, hecho que fue aprovechado como excusa para que se produjera la intervención exterior. El papa Inocencio III dispuso la creación de una cruzada contra los cátaros, participando en ella masivamente los nobles del norte francés y convirtiendo esta cruzada en una verdadera conquista del territorio meridional francés por la aristocracia del norte. En una siguiente fase ya durante el reinado de Luis VIII (1223-1226) la monarquía francesa recuperó el control directo del sur del reino. La monarquía feudal francesa llegó a su apogeo a mediados del siglo XIII bajo el reinado de Luis IX (1226-1270), conocido como San Luis después de su canonización. Éste practicó una política interior muy centralizadora dentro del marco de la monarquía feudal. Realizó reformas administrativas que supusieron la institucionalización, organización y consolidación de las conquistas territoriales llevadas a cabo por sus antecesores. Con ello consiguió un amplio periodo de paz interior, prosperidad y estabilidad para Francia. En política exterior buscó mantener relaciones pacíficas con sus vecinos. Así firmó tratados de paz con Aragón e Inglaterra que supusieron la legitimación definitiva de las conquistas territoriales llevadas a cabo por sus antecesores. Luis IX utilizó la idea de la cruzada como una fórmula de cohesionar el reino en torno a su persona. Emprendió dos cruzadas: una contra Egipto y otra contra Túnez; militarmente fueron un fracaso pero ideológicamente sirvieron para elevar el prestigio de la monarquía francesa, tanto en el interior como ante el resto de Europa. Así podemos decir que tras la crisis del
2 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 1. EUROPA EN EL SIGLO XIII «summas» o síntesis doctorales. Se inicia el arte gótico, estilo en el que se comienzan a edificar algunas catedrales europeas. 2 . El apogeo de la monarquía feudal francesa. El ascenso de la monarquía francesa se produce mientras que el Pontificado y el Imperio se desgastan mutuamente en su pugna por el «dominium mundi». mundi». En el siglo XIII la monarquía francesa logra la recuperación del poder real por parte de los Capetos. El primer paso consistió en la extensión territorial del dominio directo de la monarquía a la mayor parte del reino. Esto se consiguió con Felipe II Augusto (11801223) a principios del siglo XIII. El mayor obstáculo que encontró fue el denominado «Imperio Angevino», Angevino», señoríos que pertenecían al rey de Inglaterra ubicados en el norte y oeste de Francia. Para desarticular esta amenaza utilizó las ventajas que la justicia feudal reservaba al rey francés. Con un pretexto nimio citó judicialmente al rey inglés, Juan Sin Tierra; al no comparecer éste le fueron confiscados todos sus dominios. El conflicto armado que provocó se resolvió en la batalla de Bouvines (1214) con la derrota del rey inglés y la pérdida de sus señoríos en Francia, excepto el ducado de Aquitania, que pasaron a integrarse en la corona francesa. El siguiente paso fue el control del Sur de Francia. Durante los siglos XI y XII los grandes señoríos de la región meridional francesa prácticamente se habían convertido en independientes. El rey de Francia intervenía muy poco o casi nada al sur del río Loira. Esta situación se terminó en el siglo XIII con el pretexto de la represión de la difusión de la herejía albigense o cátara en el sur de Francia. El catarismo era una herejía de carácter dualista extendida enormemente por el sur de Francia durante el siglo XII. Los grandes señores feudales de la región eran muy tolerantes con ella, hecho que fue aprovechado como excusa para que se produjera la intervención exterior. El papa Inocencio III dispuso la creación de una cruzada contra los cátaros, participando en ella masivamente los nobles del norte francés y convirtiendo esta cruzada en una verdadera conquista del territorio meridional francés por la aristocracia del norte. En una siguiente fase ya durante el reinado de Luis VIII (1223-1226) la monarquía francesa recuperó el control directo del sur del reino. La monarquía feudal francesa llegó a su apogeo a mediados del siglo XIII bajo el reinado de Luis IX (1226-1270), conocido como San Luis después de su canonización. Éste practicó una política interior muy centralizadora dentro del marco de la monarquía feudal. Realizó reformas administrativas que supusieron la institucionalización, organización y consolidación de las conquistas territoriales llevadas a cabo por sus antecesores. Con ello consiguió un amplio periodo de paz interior, prosperidad y estabilidad para Francia. En política exterior buscó mantener relaciones pacíficas con sus vecinos. Así firmó tratados de paz con Aragón e Inglaterra que supusieron la legitimación definitiva de las conquistas territoriales llevadas a cabo por sus antecesores. Luis IX utilizó la idea de la cruzada como una fórmula de cohesionar el reino en torno a su persona. Emprendió dos cruzadas: una contra Egipto y otra contra Túnez; militarmente fueron un fracaso pero ideológicamente sirvieron para elevar el prestigio de la monarquía francesa, tanto en el interior como ante el resto de Europa. Así podemos decir que tras la crisis del
2 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 1. EUROPA EN EL SIGLO XIII Sacro Imperio Germánico, Francia (con Luis IX) aparece como poder hegemónico en Occidente. El Pontificado consideró al reino francés como hijo predilecto de la Iglesia. Con su sucesor, Felipe III (1270-1285), comienzan a aparecer los problemas, ya que los intereses de la monarquía francesa se ven supeditados a los de una rama menor de los Capeto que había sido instalada por el papa en Sicilia, la dinastía argevina. Aunque durante dicha época la influencia francesa crece mucho en el Pontificado, la defensa de los intereses angevinos en el sur de Francia conduce a ésta a una guerra infructuosa y muy costosa con Aragón. A finales del siglo XIII, durante el reinado de Felipe IV «el Hermoso» (1285-1314), la monarquía feudal francesa empieza a convertirse en algo distinto. Bajo este rey el creciente autoritarismo regio del siglo XIII llega a su culmen, apoyado en una serie de consejeros leales con formación universitaria, los «legistes»; «legistes»; con ellos Felipe IV comienza a recuperar la idea de soberanía, sentando las bases de un verdadero Estado. Con los primeros síntomas de crisis económica que experimento Europa en el siglo XIV, Felipe IV tuvo dificultades financieras. Por lo que buscó nuevas formas de financiación. Entre otras sometió al clero al pago de una tasa. Con ello chocó directamente con el Pontificado, con el papa Bonifacio VIII que era un gran defensor de la teocracia pontificia. El enfrentamiento entre ambos poderes fue muy agudo e incluso violento a finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV. Éste terminó con la victoria del rey francés. Así el poder «universal» del Pontificado tuvo que reconocer su inferioridad frente a la creciente potencia de las «monarquías nacionales». nacionales». Poco tiempo después de la muerte de Felipe IV se produjo la extinción de la dinastía de los Capeto, Capeto, quienes habían ocupado el trono de Francia desde el siglo X, conllevando nuevos problemas para la monarquía en el siglo XIV. En cualquier caso, a finales del siglo XIII Francia se había convertido en la primera potencia europea.
3. Crisis de pa rl am amee nt a ri sm o .
la
monarquía
feudal
inglesa:
los
orígenes
del
A diferencia de Francia, Inglaterra había contado con una monarquía feudal dotada de un poder real fuerte desde los siglos XI y XII. Pero durante la primera mitad del siglo XIII esta monarquía experimentó una crisis aguda. El punto de partida fue la pérdida del «Imperio Angevino» por el rey Juan Sin Tierra a principios del siglo XIII. Éste tras la batalla de Bouvines (1214) pierde casi todos los señoríos que posee el monarca inglés en territorio francés, excepto el ducado de Aquitania, a favor del rey francés (Felipe II Augusto). Esta derrota ocasionó el descontento de la nobleza inglesa contra su rey Juan Sin Tierra. Este descontento desembocó en una rebelión aristocrática contra la monarquía inglesa. El rey incapaz de reprimirla se vio obligado a realizar amplias concesiones a la nobleza. En 1215 el rey otorgó la «Carta Magna», Magna», en la que la historiografía tradicional inglesa ve el origen más remoto del liberalismo inglés. La «Carta Magna» fue un pacto feudal en el que la nobleza laica y eclesiástica logra poner una serie de limitaciones a la arbitrariedad del LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
3
TEMA 1. EUROPA EN EL SIGLO XIII poder real. El único elemento novedoso de este documento era la concesión de algunos privilegios a las ciudades. Juan Sin Tierra falleció poco tiempo después de la concesión de la Carta Magna, Magna, sucediéndole su hijo Enrique III (1216-1272), quien tiene que afrontar la continuación de la ofensiva nobiliaria, llegando incluso a convertirse en prisionero de la dictadura nobiliaria dirigida por el conde de Leicester. Finalmente, Enrique III recuperó la libertad al final de su reinado gracias a una rebelión de su hijo y príncipe heredero, Eduardo, que derribó la dictadura de la oligarquía aristocrática. Quizás el hecho más transcendente del reinado de Enrique III fue que, al hilo de las continuas luchas entre monarquía y nobleza, va a comenzar a configurarse la institución del Parlamento. Parlamento. El Parlamento surge como resultado de una evolución de la «curia regia», regia», que agrupaba a los principales nobles y eclesiásticos cuando eran llamados a prestar el deber feudal de «consilium» o consejo a su señor, el monarca. La curia se transforma en Parlamento cuando, junto a aristócratas y prelados, también comienzan a ser convocados los representantes de las ciudades. Esta misma evolución se estaba produciendo en la mayoría de los reinos occidentales. En la mayoría de las monarquías europeas del siglo XIII estaban surgiendo organismos asamblearios compuestos por representantes de la nobleza, el clero y la burguesía. El pionero parece haber sido el reino de León, con una primera convocatoria de Cortes en 1118. Así pues, la aparición del parlamento inglés se inscribe dentro de esta corriente general y común a todas las monarquías europeas de la época. La crisis de la monarquía inglesa concluye durante el reinado del hijo y sucesor de Enrique III, Eduardo I (1272-1307). Este rey protagonizará el proceso de restablecimiento restablecimiento del poder real en Inglaterra a finales del siglo XIII y comienzos del XIV. Eduardo I siempre gobernó respetando las prerrogativas del Parlamento y colaborando con él. Aunque durante su reinado se produce una profunda recuperación de la autoridad del monarca inglés. Bajo este monarca se produce la definitiva incorporación del Gales a Inglaterra. También intentó la conquista de Escocia, pero fracasó. La monarquía feudal inglesa se recuperó de su crisis a finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV.
4. Los reinos de la Península Ibérica: el gran avance de la reconquista. A principios del siglo XIII la Península Ibérica estaba dividida en cinco reinos cristianos al norte: Portugal, León, Castilla, Navarra y Aragón y una España islámica o al-Andalus al sur unificada por el Imperio Almohade. La característica principal de este periodo en esta zona va a ser la gran expansión de los reinos cristianos a costa de los musulmanes. Siendo, a finales del siglo XIII, la presencia musulmana en la Península Ibérica prácticamente residual, quedando reducida al reino nazarí de Granada. La condición esencial para el avance cristiano era la obtención de la supremacía militar, conseguida ésta tras el triunfo en un gran enfrentamiento a campo abierto. En 1212 una coalición cristiana formada por los reyes de Castilla, Aragón y Navarra derrotó completamente al califa almohade en las Navas de Tolosa. Desde entonces el
4 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 1. EUROPA EN EL SIGLO XIII predominio militar de los cristianos sobre los musulmanes fue incuestionable. Los diferentes reinos cristianos del norte aprovecharon esta superioridad para protagonizar un rápido proceso de expansión territorial. Tras la derrota de los almohades, al-Andalus se divide en una serie de pequeños estados, conocidos como los terceros reinos de taifas. Portugal va a ser el reino cristiano que concluya su proceso de expansión territorial de forma más acelerada. A partir del curso del Tajo ocupó rápidamente el Algarbe y el Alentejo, alcanzado la desembocadura del Guadiana al final del primer tercio del siglo XIII. Castilla y León son los reinos que consiguen una mayor extensión territorial. León ocupa Extremadura entre los años 1212 y 1230. A la muerte del rey leonés Alfonso IX, Castilla y León se unen de forma definitiva bajo el rey Fernando III en 1230. Es a partir de entonces cuando se acomete la empresa de la conquista de la Andalucía Bética (Valle del Guadalquivir). Las principales ciudades de la región van cayendo hasta que el proceso culmina con la toma de Sevilla en 1248. Paralelamente las tropas castellanas toman el reino de Murcia en 1243. La Corona de Aragón ve primero detenida una posible alternativa expansión por el Sur de Francia con la derrota de Muret en 1213. A partir de entonces, aragoneses y catalanes se centran en las conquistas a costa de los musulmanes. Ésta será la obra de Jaime I (1213-1276). En primer lugar conquistó rápidamente la isla de Mallorca (1229), iniciando después la conquista del reino de Valencia, cuya capital fue tomada en 1235, cayendo el resto del reino en 1245. De esta forma, a partir de la segunda mitad del siglo XIII la presencia musulmana en la Península Ibérica quedó reducida al reino de Granada, cuyo monarca estaba sometido a la condición de vasallo del rey de Castilla, quedando obligado al pago de un fuerte tributo anual. El reino de Navarra no pudo extenderse a costa de los musulmanes en el siglo XIII, debido a que no tenía frontera directa con ellos. En lugar de ello, empezó a sufrir una creciente influencia francesa, ya que la dinastía navarra se extinguió con la muerte de Sancho VII en 1234. El reino pasó entonces a las manos de los condes de Champaña hasta la desaparición de esta dinastía, pasando así llana y simplemente a la monarquía francesa. Navarra perdió su independencia y pasó a ser administrada por un gobernador designado por los Capeto franceses. La unión con Francia se prolongó hasta bien entrado el siglo XIV, hasta la extinción de la dinastía de los Capeto. A mediados del siglo XIII el proceso de expansión territorial cristiana a costa de los musulmanes se detiene en la Península Ibérica. Hasta entonces, la expansión había servido para mantener la cohesión social en todos los reinos peninsulares. Tras su finalización, dejaba de haber botín territorial para repartir y empiezan a surgir los problemas y conflictos. En Portugal será donde comienzan a evidenciarse las dificultades ya a mediados del siglo XIII. Una revuelta nobiliaria iniciada en 1245 desencadenó una guerra civil que terminó destronando al rey portugués Sancho II en 1248. Su hermano y sucesor Alfonso III (1248-1279) emprendió una labor de restauración del poder monárquico. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
5
TEMA 1. EUROPA EN EL SIGLO XIII Tarea que se culminó con Don Dionis ya a finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV. Este rey intervino en los asuntos internos de Castilla, logrando una rectificación favorable del trazado de la frontera castellano-portuguesa mediante el tratado de Alcañices en 1297. En Aragón ya en los últimos años de Jaime I se empiezan a apreciar desencuentros entre la nobleza y la monarquía. Por lo que al final de la reconquista aragonesa se empiezan a tantear otras posibilidades de crecimiento durante la segunda mitad del siglo XIII; iniciándose así la expansión aragonesa por el Mediterráneo, respaldada por la burguesía catalana, ya que esta expansión es conveniente a sus intereses. El primer paso en esta expansión fue la ocupación de Sicilia por Pedro III de Aragón (sucesor de Jaime I) en 1282. Esta isla estaba en manos de la dinastía francesa de los Anjou, y en teoría era feudo del Pontificado. Por este motivo su conquista por los catalano-aragoneses supuso la inmediata hostilidad del Papa y del rey de Francia. Ante esta amenaza, Pedro III y su sucesor Alfonso III tienen que pedir ayuda a la nobleza aragonesa. En esta crítica situación, la nobleza presionará para obtener de la monarquía una importante concesión, el denominado «Privilegio General de la Unión», que supuso un importante debilitamiento del poder real; y esbozó así un modelo de relaciones pactistas o contractual entre el monarca y la nobleza. Sin embargo, a finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV la Corona de Aragón alcanzará su momento de apogeo durante el reinado de Jaime II (1291-1327), quien conseguirá reforzar el poder real respetando a la vez los privilegios nobiliarios. En política exterior consiguió dos éxitos resonantes: la conquista de Alicante, Elche y Orihuela a la Corona de Castilla y la ocupación de la isla de Cerdeña. Es además un momento de gran desarrollo comercial catalán por el Mediterráneo. En Castilla-León, la segunda mitad del siglo XIII contempla la presencia de los primeros síntomas de crisis. Castilla había crecido mucho y muy deprisa. Debía afrontar la repoblación y la asimilación de los territorios conquistados. Además, la expansión a costa de los musulmanes cesó de forma abrupta, y la situación económica también tendía de deteriorarse. Todos estos problemas intentaron ser solucionados durante el reinado de Alfonso X (1252-1284). Este monarca tenía la intención de crear el germen de un verdadero Estado. De ahí su obra legislativa, que aspiraba a la creación de unos códigos unificadores basados en el Derecho Romano ( Fuero Real, Espéculo, Siete Partidas). También intentó ser elegido emperador del Sacro Imperio, con la finalidad de legitimar su pretensión de crear un embrión de Estado en Castilla. Para financiar su ambición de ser emperador sometió al reino a una fuerte presión fiscal, provocando varias sublevaciones de la nobleza castellana contra su proyecto centralizador; causando un final desastroso de su reinado. Al final su candidatura imperial fue desestimada. Los benimerines, un pueblo musulmán del Norte de África, invadió Andalucía. Y, finalmente, una rebelión aristocrática dirigida por su hijo, el infante don Sancho, prácticamente lo destronó. Así, cuando Alfonso X murió aislado en Sevilla en 1284, su ambicioso plan había fracasado en gran parte. La monarquía castellana tiene que hacer frente a amenazas muy graves a finales del siglo XIII y comienzos del XIV. En política exterior, los benimerines intentaron establecerse en Tarifa, Algeciras y Gibraltar desencadenando con ello la «Batalla del
6 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 1. EUROPA EN EL SIGLO XIII Estrecho» entre los castellanos y los benimerines aliados del reino musulmán de Granada. El conflicto bélico no se resolvió a favor de Castilla hasta el siglo XIV. A nivel interno, los monarcas castellanos tienen que afrontar una ofensiva intensa y continuada de la nobleza contra el poder real. Sancho IV (1284-1295), a pesar de haber llegado al trono con el apoyo nobiliario, supo resistir la presión. El problema es que tras su prematura muerte en 1295, se produjo una situación de prolongada minoría de edad de su hijo y sucesor, Fernando IV (1295-1312). Y aunque su madre y regente, María de Molina, intentó preservar los intereses de la monarquía apoyándose en los municipios urbanos, hubo un claro cambio en las relaciones de poder. Se desencadenó una guerra civil en Castilla que terminó desembocando en un claro predominio de la nobleza. Esta situación no cambió con la mayoría de edad del rey Fernando IV. Así la Corona de Castilla y León sufre un claro eclipse a finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV.
5. Los reinos de la Europa Nórdica y Oriental. En el siglo XIII las monarquías del norte y este de Europa son periféricas, más rudimentarias, peor organizadas y menos pobladas que las del Occidente europeo. Además, tuvieron que hacer frente a la creciente influencia y expansión germánica. Las monarquías escandinavas eran frágiles y con un origen reciente. La más sólida y organizada de todas era Dinamarca. Sin embargo, durante el siglo XIII la monarquía danesa sufrió un retroceso: Experimentó pérdidas territoriales y los príncipes eclesiásticos y los grandes señores laicos progresaron a costa del poder real. Especialmente agudo fue el conflicto que enfrentó a la Iglesia danesa con la monarquía durante el siglo XIII. A nivel institucional logró progresos durante el siglo XIII. Se elaboró un inventario general del reino o catastro similar al «Domesday Book» inglés. También aparece una especie de Parlamento o Asamblea de los Grandes que se reúne regularmente a partir de entonces, y en 1282 el rey concede un texto parecido a la «Carta Magna» inglesa. Al parecer, Dinamarca evoluciona desde una monarquía feudal hacia una monarquía de tipo más contractual durante el siglo XIII. Noruega, durante el siglo XIII su monarquía realiza importantes avances. El derecho consuetudinario es sustituido por un código escrito que reserva el poder legislativo y judicial al rey. Así, a mediados del siglo XIII, Noruega entra a formar parte del concierto de las monarquías europeas. Pero en la segunda mitad del siglo XIII el rey también empieza a conceder importantes privilegios a la «Hansa» o liga de ciudades comerciales del norte de Alemania, lo que supondrá una amenaza para la autonomía a nivel económico de Noruega en el futuro. Suecia. La monarquía sueca experimenta un relevante desarrollo durante el siglo XIII. El poder real crece asumiendo el derecho legislativo. Institucionalmente aparece una especie de Parlamento al final de este siglo. Además, Suecia logra una importante expansión territorial con la conquista de Finlandia. Sin embargo, empieza a otorgar
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
7
TEMA 1. EUROPA EN EL SIGLO XIII privilegios y ventajas comerciales a la «Hansa» germánica en el siglo XIII, lo que a la larga será contraproducente para el progreso económico del país. En lo referente a los reinos del Este de Europa, amén de hacer frente a la expansión germánica también deben afrontar, a mediados del siglo XIII, las consecuencias materiales de las invasiones de los mongoles. En Polonia, la monarquía sufre un proceso de disolución ya que es el momento culminante del régimen del «seniorato» instituido en el siglo XII. Este régimen consiste en que los miembros de la dinastía real de los Piast se dividen el reino en ducados y el de más antigüedad se reservaba el título de rey. Esto dio como resultado una profunda fragmentación del territorio, que llegó a su culmen en el siglo XIII. Pero además, Polonia hubo de afrontar graves peligros exteriores. En primer lugar sufrió una invasión de los mongoles que causó grandes destrozos en 1241. También experimentó una unión temporal con el reino de Bohemia a principios del siglo XIV que duró seis años (1300-1306). Pero la mayor amenaza fue el expansionismo alemán. La influencia germana aumentó durante el siglo XIII mediante la difusión del derecho alemán por numerosas ciudades. Territorialmente la presión germana también se hizo notar. La marca de Brandemburgo se extendió hacia el Este a costa de los polacos. En el Norte la Orden Militar de los Caballeros Teutónicos se instaló en el Báltico a principios del siglo XIII y ocupó Prusia a lo largo de este siglo, presionando sobre la frontera polaca convirtiéndose en una amenaza para el reino. Pero Polonia consiguió conservar su identidad nacional gracias a la acción de la Iglesia polaca. Hungría también experimentó dificultades en este siglo XIII. En primer lugar, la monarquía empezó a conceder numerosos privilegios a la alta nobleza, perdiendo así poder en beneficio de la aristocracia. También hubo de sufrir las destrucciones y saqueos de los mongoles a mediados del siglo XIII. Finalmente, la dinastía de los Arpad se extinguió en 1301, pasando el reino desde entonces a dinastías extranjeras. Bohemia fue el reino más próspero durante el siglo XIII de todos los reinos de Europa Oriental. Por su posición geográfica se libró de las invasiones mongolas. El rey de Bohemia, a pesar de ser eslavo, es uno de los príncipes electores del Sacro Imperio, y su importancia política en Alemania va creciendo. Llega a su apogeo con Ottokar II quien aprovechó el periodo del «gran interregno» en el Sacro Imperio para desarrollar una política expansionista anexionándose territorios alemanes como Austria, Estiria, Carintia y Carniola. De este modo se convirtió en el príncipe más poderoso del Sacro Imperio llegando incluso a pretender la corona imperial. Sin embargo, sus ambiciones se frustraron tras la elección del conde Rodolfo de Habsburgo en 1273 como emperador. Por el temor que despertó el poder acumulado por el rey de Bohemia, los demás príncipes alemanes formaron una coalición contra él. El resultado fue la total derrota de Ottokar II a manos del emperador Rodolfo de Habsburgo en la batalla de Dürnkrut en 1278 y la consiguiente pérdida de todas las recientes adquisiciones de Austria, Carintia, Estiria y Carniola, pasando éstas a manos de los Habsburgo. Por ello dejó de ser el poder hegemónico frente a los príncipes alemanes, pero siguió siendo importante, gracias a las minas de plata, dentro del contexto del Sacro Imperio bajo la dinastía indígena de los Premíslidas. La influencia germánica fue en aumento en el reino de Bohemia gracias al aumento de los colonos alemanes en sus ciudades.
8 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV
TEMA 2: EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV 1. Apogeo y fin de los poderes universales. 1.1. Federico II y su programa imperial. A la muerte de Enrique VI, su viuda Constanza logró que en Palermo (1198) los sicilianos reconocieran como rey de Sicilia a su hijo Federico. Con la muerte de la reina la regencia del reino y la custodia del menor recayeron sobre el papa Inocencio III. Éste de manera imprevista se encontró con un arma poderosa para intervenir en la política alemana. La muerte del emperador Enrique VI produjo en el norte de Italia un vacío de poder, que fue aprovechado por el papa Inocencio III para ocupar el Ducado de Espoleto y la Marca de Ancona. En Alemania, cada una de las facciones enfrentadas eligió a su rey: los gibelinos, con el apoyo del rey de Francia, se decantaron por Felipe de Suabia; los güelfos, con el apoyo del rey inglés y del Papa, se alienaron con Otón de Brunswick a cambio de renunciar a los bienes de la condesa Matilde de Toscana, cuyo bienes pasarían al Patrimonio de San Pedro, y a la promesa de mantener Sicilia separada del Imperio. El asesinato de Felipe de Suabia en 1208 provocó que Otón IV (Otón de Brunswick) fuera consagrado emperador en San Pedro al año siguiente (1209). Otón IV, al no mantener sus promesas, fue excomulgado e Inocencio III jugó la baza de su pupilo Federico, que fue coronado como rey de los romanos en Maguncia en 1212, al tiempo que el rey prometía la separación de Sicilia del Imperio y la restitución al Papa de los bienes que éste reclamaba en Italia, todo ello según la Bula de Oro. Con la derrota de Otón IV en la batalla de Bouvines (1214), la posición de Federico se reforzó en Alemania. El Imperio estaba integrado, teóricamente, por tres reinos: Alemania, Italia y Borgoña, aunque sólo los dos primeros formaban el núcleo duro del poder imperial. Ante Federico se abrían dos posibilidades de actuación:
Privilegiar a Alemania, sacando de ella los recursos para dominar Italia. Apoyarse en Italia, abandonando a Alemania a sus príncipes, con lo que se produciría una merma en el poder imperial y un seguro enfrentamiento en las ciudades del norte de Italia y con el Papado.
Federico II eligió la segunda opción, lo que le llevó a desentenderse del control de Alemania, provocando con ello el crecimiento del poder de los grandes señores alemanes y la hipoteca de la construcción y la afirmación de una monarquía fuerte. Así, Federico II, intentó llevar a cabo su sueño imperial basándose en el Derecho Romano. De esta forma se fue fraguando un ideario que sostenía la aspiración de un poder universal, al que como sucesor de los emperadores romanos tenía derecho, y al que, por voluntad divina, todos tenían que estar sujetos, incluso la Iglesia, ya que esta estaba integrada en el Imperio. Por sus ideas y su forma de actuar, Federico II, fue uno de los personajes más destacados de la época. Fue considerado como un hombre moderno con una
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
9
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV mentalidad abierta, escéptica y tolerante, muy avanzada para su tiempo; además hablaba y escribía varias lenguas. En 1224 fundó la Universidad de Nápoles, primera Universidad que nació con una importa puramente estatal y desligada del control eclesiástico. También impulsó los Estudios de Mesina y Palermo, dedicados al estudio de la medicina y filosofía árabe. Federico II hizo de Sicilia la clave de su reinado y desde allí soñó con la creación de un gran imperio, con base mediterránea. Allí estableció la primera monarquía autoritaria de Europa; copió la administración fiscal y económica del mundo musulmán. En 1231, inspirándose en el Derecho Romano, promulgó para Sicilia un nuevo código de leyes, el Líber Augustalis o Código de Melfi , que revisaba en clave romanista las Constituiones, de corte feudal, que Roger II había promulgado en Ariano (1140). El nuevo Código fortalecía en todos los planos la figura del rey frente a los poderes feudales, tanto laicos como eclesiásticos. El cénit del prestigio de Inocencio III se logró al reunir el IV Concilio Ecuménico de Letrán –con la presencia del emperador Federico II- en el que se acordó la celebración de una Cruzada que borrara el recuerdo de la Cuarta, que había escapado al control pontificio. Esta cruzada debería celebrarse en 1217 y en ella tomaría parte Federico II. La muerte de Inocencio III en 1226 paralizó el proyecto. El nuevo papa, Honorio III carecía de la energía de su predecesor y no era la persona adecuada para oponerse a Federico II; el cual fue dilatando su salida a la cruzada durante diez años, al tiempo que lograba que la Dieta de Fráncfurt , en 1220, eligiese a su hijo Enrique, como rey de Alemania. Ante las protestas del Papa y la amenaza de excomunión el emperador, Federico II, se comprometió a partir a la Cruzada, en 1221, y a no unir Alemania y Sicilia, por lo que obtuvo la coronación imperial en Roma en el año 1220. Tras ello se dedicó a la reorganización administrativa del reino de Sicilia, y a diferir nuevamente su partida a la Cruzada. Tras enviudar de su primera esposa, Constanza de Aragón, se casó con Isabel, hija del rey de Jerusalén, con el beneplácito de la Curia, que pensaba que de esta forma el emperador partiría definitivamente a la Cruzada. Por el Tratado de San Germano (1225) Federico juró:
Partir definitivamente a la Cruzada en 1227, bajo pena de excomunión y la pérdida de Sicilia. El arreglo de las divergencias en la frontera entre el Imperio y el Patrimonio de San Pedro. El regreso a Sicilia de varios obispos expulsados años atrás.
El Papa se comprometió:
A instar a las ciudades lombardas a que reconocieran la supremacía imperial y a que contribuyeran con 400 caballeros, durante dos años, en la Cruzada
1.2. Gregorio IX y la Liga Lombarda.
10 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV La elección del papa Gregorio IX (1227-1241) cambió radicalmente las cosas. El nuevo Papa era familia de Inocencio III y poseía un carácter enérgico y resolutivo capaz de enfrentarse al emperador, al que recordó, inmediatamente, su voto de cruzado y el término de su compromiso según lo estipulado en el Tratado de San Germano. Ante una nueva petición de aplazamiento a causa de una enfermedad el Papa lo excomulgó, volviendo a reiterar la excomunión seis meses después. Federico II partió finalmente para la cruzada en junio de 1228 (Sexta Cruzada), consiguiendo, mediante un tratado, que el sultán al-Kamil aceptara una tregua de diez años y la devolución de Jerusalén, que estaba en manos musulmanas desde la época de Saladino. Federico II entró pacíficamente en Jerusalén donde fue coronado rey de Jerusalén. En 1239, al expirar la tregua, Jerusalén volvió otra vez a manos musulmanas. Federico II había estado ausente de sus estados un año justo. Como se sabe, la excomunión implicaba la ruptura del vínculo de fidelidad de los súbditos respecto a su señor. Por ello, en Alemania, los güelfos intentaron proclamar emperador a un sobrino de Otón IV; y en Italia, las tropas pontificias entraron en el Ducado de Espoleto. Federico II restableció el orden y firmó la Paz de Ceprano (1230) con el Papa a cambio del levantamiento de la excomunión y la restitución de los bienes confiscados a la Iglesia en Sicilia. Esta paz firmada era en realidad más una tregua que una paz definitiva ya que Federico II incrementó su poder en las ciudades del norte italiano y siguió realizando correrías por los territorios de la Iglesia, al tiempo que promulgaba severas leyes contra los herejes, con la finalidad de tener de su parte al Papa. Tras una revuelta en Roma, que ocasionó la salida del Papa, éste fue repuesto por las tropas imperiales (1237) y, a cambio, obtuvo que el Papa excomulgara a su hijo Enrique que se había rebelado contra él, siendo encarcelado hasta su muerte. Viéndose con las manos libres y seguro, gracias al favor del Papa, infringió una dura derrota a la Liga Lombarda en Cortenouva (1237), anulando el poder de las ciudades del norte de Italia y nombrando rey de Cerdeña a su hijo Enzo, sin el consentimiento papal, ya que éste reclamaba para sí dicha isla amparándose en la Donación de Constantino. La derrota de Cortenouva no supuso la sumisión de las ciudades italianas, y que la resistencia que cada una de ellas podía oponer a las tropas imperiales era superior a las fuerzas del emperador; quien podía someter o destruir alguna de ellas, pero no contaba ni con el tiempo ni con los recursos suficientes para someter a todas ellas. Los ideales imperiales de una Cristiandad presidida por un solo soberano temporal no eran compartidos por casi nadie. El Papa se opuso con todas sus fuerzas a los proyectos imperiales y, en 1239, promulgó una nueva excomunión debido al rechazo de la pretensión de organizar a Europa como una comunidad temporal, bajo un soberano laico y no eclesiástico como había soñado Inocencio III. Entre ambos poderes estalló una guerra de libelos, mientras Federico II era tildado de “anticristo y bestia del Apocalipsis” , el Papa lo era de “profanador del Templo, falso profeta y simiente de Babilonia” . A esta guerra ideológica le siguió otra de carácter militar. Federico II invadió los Estados Pontificios, y el Papa instó a los venecianos a invadir Puglia, y a los güelfos de Baviera y Bohemia, a formar una coalición contra el Emperador. La Liga fracasó por la presencia en Silesia y Hungría de los mongoles, provocando el cierre de filas de los alemanes para oponerse a los invasores. El Papa convocó un Concilio
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
11
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV Ecuménico en Roma (Pascua de 1241) con el fin de condenar y deponer al Emperador Federico II. Éste reaccionó poniendo sitio a la ciudad, dispersando a los que acudían a él y apresando a algunos de ellos. La muerte de Gregorio IX puso fin al sitio de Roma, significando con ello que su lucha no había sido contra la Iglesia y el Papado, sino contra el Papa difunto.
1.3. El final del Dominium Mundi Tras el breve pontificado de Celestino IV, que no llegó a ser consagrado (murió a los diecisiete días de su elección), se produjo una situación de Sede Vacante, que duró dos años, ya que los ocho cardenales reunidos no se ponían de acuerdo. Federico II liberó a los dos cardenales que había apresado mientras el sitio de Roma y, finalmente, se eligió Papa al genovés Sinibaldo Fierchi que tomó el nombre de Inocencio IV (12431254), y levantó la excomunión al Emperador a cambio de la restitución de los territorios pontificios que ocupaban las tropas imperiales. El regreso del Papa a Roma y la firma de la Paz de San Juan de Letrán (1244), auguraban el final de las disputas. El Papa, temiendo por su vida se trasladó a Lyón, donde convocó un Concilio Universal (o Ecuménico) para el año 1245, al que acudieron sólo obispos españoles, franceses y algún inglés. En este Concilio se excomulgó y depuso a Federico II y se instó a los príncipes alemanes a elegir a un nuevo emperador. De nuevo se desató una guerra de libelos, y la cancillería imperial difundió el principio según el cual el Papa podía excomulgar al Emperador, pero no podía deponerlo de su cargo. A esta doctrina se adhirió el rey Luis IX de Francia (San Luis), que no reconoció la deposición de Federico II. La guerra civil enfrentó nuevamente a güelfos y gibelinos en Alemania e Italia. En este ambiente de luchas, las ciudades alemanas se unieron entre sí para garantizar el comercio y las vías de comunicación, surgiendo así la Liga del Rin. Las ciudades italianas se rebelaron de nuevo, con Parma encabezando la revuelta, venciendo a las tropas imperiales e incendiando su campamento “Victoria” (1248), al tiempo que los
boloñeses vencieron y apresaron al rey Enzo, hijo del Emperador, al que mantuvieron en prisión hasta su muerte. Federico II murió en 1250 en Castell Fiorentino (Puglia). Inocencio IV se trasladó a Roma un años más tarde (1251) para afrontar la última batalla contra los herederos del Emperador: Conrado IV, en Alemania y Manfredo en Puglia. Conrado IV, solicitó del Papa su reconocimiento como emperador y rey de Sicilia, a lo que el Papa se negó rotundamente y lanzó contra él la excomunión. Cuando murió Conrado IV (1254) dejó como heredero a su hijo Conradino, de dos años. Éste, con catorce años, en 1268 reclamó el trono de su padre, siendo vencido por Carlos de Anjou cerca de Roma; fue juzgado y decapitado en la plaza pública de Nápoles. Con la desaparición de Federico II y su último descendiente, parecía que moría el sueño de establecer en Occidente el Dominium Mundi , que durante tanto tiempo había enfrentado a los dos grandes poderes universales. En esta ocasión el Papado salía victorioso, y su poder temporal se extendía desde la Toscana hasta el sur de Italia.
12 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV En los años siguientes, en el plano religioso, Gregorio X proclamó la unión de las Iglesias griega y latina en el Concilio Ecuménico de Lyón de 1274; y Bonifacio VIII proclamó el año 1300 como año jubilar para exteriorizar el triunfo del Papado. Papado e Imperio habían crecido uno junto al otro y la ruina de uno de ellos acarrearía la del otro. Mientras ambos se combatían, fue naciendo un mundo distinto, el de las nacionalidades, al que ambos poderes fueron ajenos.
2. El Gran Interregno. Recibe este nombre el periodo que va desde la muerte de Conrado IV (1254) hasta la elección de Rodolfo de Habsburgo (1273), y que se caracteriza por el debilitamiento de los distintos principados, fruto de la política güelfa-pontificia frente a los Hohenstaufen. Tras la excomunión de Federico II, en el I Concilio Ecuménico de Lyón (1245), el papa Inocencio IV instó a los príncipes alemanes a que eligieran un nuevo emperador, que se opusiera a Federico II y a su hijo Conrado IV. Los electores se inclinaron por Guillermo de Holanda, rey más teórico que real, ya que Conrado IV y los gibelinos controlaban la situación. A la muerte de Guillermo los electores se dividieron entre Ricardo de Cornualles (hijo de Juan Sin Tierra) y Alfonso X de Castilla (hijo de Beatriz de Suabia), emparentado con los Hohenstaufen y por lo tanto mal visto por el Papa. Ricardo obtuvo los mismos votos que Alfonso, pero la presencia efectiva de Ricardo en Alemania, hizo que fuera coronado como rey en Aquisgrán en 1257, pero su muerte en 1272 reavivó las esperanzas de Alfonso X, pero éste se encontró con la rotunda oposición del papa Gregorio X. Las aspiraciones imperiales de Alfonso X se conocen en la historiografía española como el Fecho del Imperio. Gregorio X conminó a los electores alemanes a una rápida elección, bajo la amenaza de transferir el Imperio a los franceses, y por sus deseos de convocar una nueva cruzada. Aun cuando el candidato papal era Otacar II de Bohemia, los electores eligieron al modesto conde Rodolfo de Habsburgo.
2.1.
Los inicios de la Casa de Habsburgo.
El primer monarca de la Casa de los Habsburgo comprendió que debía renunciar a la política italiana y al imperio universal. Por ese motivo, centró su política en reivindicar en Alemania los bienes y derechos de la Corona. Para ello buscó el apoyo de las ciudades, favoreciendo la paz pública, base del comercio, y la protección de las ciudades del Hansa. Se enfrentó y derrotó a su contrincante Otocar II, quitándole los territorios que tenía en Austria y que, junto con los territorios de Estiria, Carintia y Carniola, constituirían el núcleo fundamental del dominio de los Habsburgo. Mantuvo buenas relaciones con el Papado y, en 1278, reconoció al papa Nicolás III la cesión de la
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
13
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV Romaña a la Iglesia, a cambio de recuperar los derechos imperiales sobre la Toscana, que hasta entonces había estado en posesión de Carlos de Anjou por cesión papal. En una Dieta celebrada en Fráncfurt propuso a su hijo Alberto como rey de Alemania, pero su propuesta fue rechazada por los Electores, quienes a la muerte de Rodolfo de Habsburgo (1291) eligieron a Adolfo de Nassau, contra quien se levantó el hijo de Rodolfo, Alberto de Austria, que fue elegido en 1298. Tras la muerte de Adolfo de Nassau (batalla de Gólheim), Alberto quedó como único rey hasta su muerte (1308). Al igual que sus predecesores tampoco obtuvo la consagración imperial y fracasó en su intento de hacer hereditaria la corona alemana.
2.2. La Casa de Luxemburgo y las últimas tentativas universalistas A diferencia de lo que había hecho Rodolfo de Habsburgo (primer Habsburgo) tanto Enrique VII de Luxemburgo como Luis IV de Baviera intentaron volver a los tiempos de Federico II, reivindicando su hegemonía en Italia, por lo que tuvieron que enfrentarse no sólo a las ciudades del norte de Italia, sino también al poder de los Anjou de Nápoles, que se erigieron en los defensores de la independencia italiana frente al Imperio. En 1308 los Electores proclamaron a Enrique VII de Luxemburgo (1308-1313) como nuevo rey de Alemania y de Romanos, el cual fue coronado emperador en Roma. Intentó reavivar la idea imperial en Italia, por lo que chocó con el papa Clemente V y con Florencia, a la que asedió y saqueó. Ante estos hechos el Papa nombró Vicario Imperial al rey de Nápoles, Robert de Anjou. Al poco tiempo murió Enrique VII de Luxemburgo desvaneciéndose los sueños de los últimos gibelinos italianos (entre los que se encontraba Dante Alighieri). Tras un interregno de quince meses se produjo la doble elección de Luis IV de Baviera o de Wittelbach (1314-1346) y de Federico de Austria. Durante siete años se desencadenó una guerra civil en el sur de Alemania. La lucha entre ambos favoreció el nacimiento de Suiza como nación y el fortalecimiento de las ciudades hanseáticas. La batalla final tuvo lugar en Mühldorf (1322), donde fue hecho prisionero Federico de Austria. Luis IV de Baviera, como vencedor, convocó una Dieta en Núremberg, en 1323, para celebrar el fin del Interregno y la victoria sobre su rival. Desde Aviñón el papa Juan XXII excomulgó a Luis IV de Baviera por pretender ejercer una autoridad en Italia no aprobada por él. Luis IV contratacó con el manifiesto de Sachsenhausen, en el que pedía la reunión de un concilio ecuménico que juzgara al Papa por hereje y por abuso de poder. La nobleza y el clero alemán, así como los franciscanos, le apoyaron; también recibió el apoyo de algunos intelectuales de la época: Marsilio de Padua, que en su obra Defensor Pacis proponía ideas parecidas; Guillermo de Ockam o el propio General de los Franciscanos, Miguel de Cesena. Contra todos ellos, el Papa lanzó la excomunión. Luis IV de Baviera, en 1327, se presentó en Italia y en 1328 entraba en Roma donde fue coronado emperador “en nombre del pueblo romano” por el cardenal Sciarra Colonna, tras lo cual promulgaba un Decreto Imperial por el que deponía a Juan
14 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV XXII y elegía papa a Nicolás V, quien volvió a consagrar y coronar emperador a Luis IV. Como de costumbre no faltaron las excomuniones entre los d os Papas. En la Dieta de Rhense (1338) los príncipes alemanes cerraron filas en torno al Emperador y promulgaron la Constitución Licet iuris, inspirándose en las doctrinas del Defensor pacis, que sostenía que le Papa no podía juzgar ni deponer al Emperador, pues su autoridad emanaba directamente de Dios. En este clima de ruptura total entre el Papado y el Imperio, Clemente VI intentó designar, sin éxito, un anti-emperador en la persona de Carlos de Moravia. Luis IV de Baviera ha pasado a la Historia como el último representante de aquellos emperadores medievales que habían intentado ejercer un dominio efectivo sobre Italia.
3. Carlos IV y la Bula de Oro A la muerte de Luis IV los Electores alemanes se fijaron en otro miembro de la Casa de Luxemburgo, Carlos IV (1347-1378), conde de Luxemburgo y rey de Bohemia. Carlos IV, de lengua y costumbres francesas, mantuvo buenas relaciones con Francia y con el Papado. Dedicó la primera parte de su reinado a resolver el problema fundamental que tenía Alemania, a saber: fijar definitivamente la forma y el número de personas que debían elegir al Emperador. Alemania estaba configurada por un mosaico de Estados. La Dieta o Reichstag era el escenario político donde se dirimían las cuestiones que afectaban al conjunto de los súbditos del Imperio. En la Dieta o Reichstag tenían voz y voto los grandes príncipes, los nobles y unas 80 ciudades. Durante los siglos XII y XIII, cuando había que elegir a un nuevo rey, se nombraba una comisión de Electores que proponía un candidato, el cual era aclamado posteriormente por la Dieta. Aunque no había ningún texto que lo estableciera fue consolidándose la costumbre de que el Colegio de Electores se restringiera a los grandes príncipes laicos y eclesiásticos. Basándose en esta costumbre, Carlos IV, en 1356 promulgó la Bula de Oro, llamada así por llevar pendiente un sello de oro, en la que se fijaba el procedimiento y se designaba a los electores para la elección imperial. Los Electores serían:
3 eclesiásticos: o Arzobispo de Maguncia (Primado de Alemania) o Arzobispo de Colonia Arzobispo de Tréveris o 4 laicos: o Duque de Sajonia o Conde Palatino del Rin o Margrave de Brandeburgo o Rey de Bohemia
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
15
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV La elección no se adscribía a ninguna familia, sino a Estados y a quien ostentara el cargo en ese momento. El Imperio sería electivo y el Papa nada tenía que decir sobre la persona propuesta. La elección se realizaría por mayoría, y a la Dieta se le reservaba la aclamación de la persona propuesta, como rey de Alemania y rey de romanos. Al Papa o su representante le quedaba reservada la coronación imperial, pero no la concesión del Imperio. Transcurrido un mes desde la muerte del emperador, el arzobispo de Maguncia debía convocar a los Electores en Fráncfurt. El elegido sería coronado como rey de Alemania en Aquisgrán. Mientras que el cargo de emperador estuviera vacante, el Conde Palatino del Rin actuaría como representante del Imperio. La Bula de Oro, a fin de cuentas, vino a confirmar y recoger el pensamiento de Luis IV de Baviera, expresado en la Constitución Licet iuris, por el que el derecho de crear emperadores, que se arrogaba el Papa, quedaba abolido en la práctica; significando, con ello, el final de la injerencia del Papado en los asuntos alemanes. A la muerte de Carlos IV (1378) los Electores elevaron al trono a su hijo Wenceslao (1378-1410). Su reinado estuvo ocupado por las luchas entre los clanes nobiliarios, frente a los que el poder imperial nada podía hacer. El descontento iba en aumento y se manifestó:
Cuando el Emperador hizo a los Visconti, duques de Milán, tras cobrar una fuerte suma de dinero. Tras la toma de partido a favor del rey de Francia en su lucha contra el rey inglés en la Guerra de los Cien Años. Por el apoyo que el Emperador dio a los Papas de Aviñón, tras retirar su obediencia a los Papas de Roma, durante el Cisma.
Por ello, los Electores eclesiásticos y el Conde Palatino del Rin le retiraron su apoyo y eligieron a Roberto de Baviera, sin que se produjera ninguna conmoción en Alemania.
4. El nacimiento de Suiza Esta región estaba bajo el señorío de los Habsburgo, donde tenían su fortaleza original, y que era el paso natural por donde discurrían las principales vías de comunicación entre Italia y los Países Bajos, por lo que sus habitantes se especializaron en el transporte de mercancías italianas y flamencas. Hacia el año 1230 se abrió el paso de San Gotardo y se tendió un puente sobre el río Reuss provocando que casi todo el tráfico mercantil se desplazara por este territorio, trayendo la prosperidad a los habitantes del valle de Uri y de Schwich, quienes obtuvieron cartas de franquicia y protección del emperador Federico II frente a los señores de Habsburgo, a los que los suizos había pagado previamente el rescate de sus derechos dominicales 1 sobre ellos. El emperador Rodolfo de Habsburgo impuso nuevos pasajes a las mercancías y productos que circulaban por sus tierras, por lo que estalló una revuelta que destruyó varias fortalezas y que hizo que los habitantes de Uri, Schwich y Unterwald, en 1291, 1
Derecho dominical: Se dice del derecho pagado al señor de un feudo por sus feudatarios.
16 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV se unieran en un Liga o Landfriede. Los coaligados, en 1309, obtuvieron del emperador Enrique VII la confirmación de sus franquicias y el establecimiento de una bailía2 propia dentro del Imperio, que los substraía del dominio de los Habsburgo. Ante estos hechos, el duque Leopoldo I de Habsburgo inició una campaña, que concluyó con su derrota (Morgarten, 1315), lo que se tradujo en el afianzamiento de la Confederación, a la que se sumaron las ciudades de Lucerna, Berna y Zúrich, tras desplazar del poder a la aristocracia feudal y sustituirla por la burguesía y los artesanos. Se creó de esta forma, a lo largo del siglo XIV, una federación que agrupaba a ciudades y a campesinos, que fue adquiriendo una estructura republicana al margen del poder señorial. La reacción del duque Leopoldo III de Austria, concluyó con la derrota de la caballería feudal a manos de las milicias suizas en Sémpach (1386). Como era de esperar, surgieron tensiones entre las ciudades y los cantones campesinos, que se resolvieron con la creación de una Dieta federal. La expansión de Borgoña amenazó la independencia de los cantones campesinos, que reafirmaron su independencia ante Carlos el Temerario, derrotándolo en Granson (1476) y Mórat (1476). La Paz de Basilea (1499) firmada con el emperador Maximiliano I de Habsburgo reconoció tácitamente la independencia suiza, aunque ésta no se logró de manera formal hasta la paz de Westfalia (1648).
5. Sicilia y Nápoles 5.1. Las Vísperas Sicilianas y la Casa de Aragón La muerte de Conrado IV (1254) no supuso el final de la Dinastía Hohenstaufen en Italia, ya que Manfredo se alzó con el poder ocupando la lugartenencia, primero en nombre de su hermano Conrado IV y, después en el de su sobrino Conradino, manteniendo viva la presencia alemana en el Mediterráneo. Tras la desaparición de Federico II y su hijo Conrado IV, el papa Inocencio IV estaba decidido a acabar con la presencia alemana en Sicilia, por lo que ofreció la corona de Sicilia al príncipe Edmundo, hijo de Enrique III de Inglaterra. Al regreso del Papa de Lyón, éste se dirigió hacia Nápoles para afirmar la soberanía pontificia sobre el reino de Sicilia, pero su ejército fue derrotado por Manfredo en Foggia. La noticia de la derrota precipitó la muerte del papa Inocencia IV, acaecida en Nápoles (diciembre de 1254). Con esta victoria y encontrándose su sobrino Conradino en Alemania, Manfredo aprovechó la ocasión para hacerse coronar rey de Sicilia en Palermo (1258) y proponer su candidatura como rey de Alemania frente a Ricardo Cornualles y Alfonso X de Castilla. Tras la renuncia de Edmundo a la Corona de Sicilia, Manfredo pidió su reconocimiento oficial al papa francés Urbano IV, a cambio del pago de un tributo como feudatario de la Santa Sede; la concesión de territorios a la Iglesia en la frontera sur de los Estados Pontificios; y al apoyo a una nueva cruzada. Pero este ofrecimiento 2
Bailía: Territorio que gozaba de una administración propia, aunque integrado en una unidad administrativa mayor. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
17
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV no sirvió de nada ya que el Papa estaba decidido a acabar con la presencia alemana en el sur de Italia. Para ello concedió la Corona de Sicilia a Carlos de Anjou, conde de Provenza y hermano de Luis IX de Francia. En 1266, Carlos de Anjou era coronado rey de Sicilia en la Basílica de San Pedro. El nuevo rey (Carlos de Anjou) al mando de un ejército de treinta mil hombres derrotó a Manfredo en Benevento, donde Manfredo murió en la batalla y su cuerpo quedó insepulto por expreso deseo del Papa. En Alemania los gibelinos apoyaron a Conradino, quien también recibió el apoyo del infante don Enrique de Castilla (hermano de Alfonso X de Castilla), y lo aclamaron rey de Puglia y Sicilia, al tiempo que contra él lanzaba una excomunión el Papa. La derrota de Conradino en Tigliacozzo y su ejecución pública en Nápoles pusieron fin a su empresa italiana; pudiendo, desde entonces, reinar de manera autoritaria en Sicilia y Nápoles, Carlos de Anjou. Teniendo asegurado el trono de Sicilia, Carlos de Anjou en unión de los príncipes de Tesalia y Epiro inició una campaña contra el emperador de Bizancio, Miguel VIII. Miguel VIII había acordado con el papa Gregorio X, primero, y después con el papa Nicolás III, la unión de las dos Iglesias a cambio de su reconocimiento en Occidente como emperador de Bizancio. Pero el papa francés Martín IV echó por tierra el acuerdo realizado con sus predecesores al conceder a Carlos de Anjou, por seis años, las décimas de los obispados de Hungría y Cerdeña para que realizara una cruzada contra el emperador de Bizancio (Miguel VIII). Pero estos planes se frustraron por los acontecimientos acaecidos en Sicilia. El 39 de marzo de 1282, las ciudades italianas se levantaron contra los franceses, cansados de su política centralizadora y fiscal; las continuas confiscaciones y el traslado de la capital de Palermo a Nápoles. Los sicilianos ofrecieron acogerse a la soberanía directa del Papa, pero éste la rechazó y excomulgó a todos. Así pues, los sicilianos trasladaron su oferta a Pedro III de Aragón, a la sazón, casado con una hija de Manfredo, Constanza. Pedro III de Aragón desembarcó en la isla en agosto de 1282, tomando posesión de la misma y recibiendo la excomunión del papa Martín IV, que no dudó en convocar a las ciudades italianas a una cruzada contra el rey aragonés. El Papa decretó vacante la Corona de Aragón y la ofreció en feudo a Carlos de Valois, hijo de Felipe III de Francia. Los franceses invadieron Cataluña (1285) y fracasaron rotundamente tras sufrir dos severas derrotas: una por mar en el Golfo de Rosas, y otra por tierra en el Coll de Paniars. La toma de Sicilia por Pedro III internacionalizó el conflicto y complicó la política de la Santa Sede al ser derrotado y hecho prisionero, en 1284, el futuro Carlos II. En 1285 murieron Carlos I de Anjou y Pedro III de Aragón. Mientras Carlos I de Anjou veía como se deshacía su obra y como su hijo estaba prisionero en manos del enemigo, Pedro III de Aragón vio ampliado su reino con la incorporación de Sicilia a su Corona, que le cedió a su segundo hijo, el futuro Jaime II de Aragón, al tiempo que dejaba el trono aragonés al primogénito, Alfonso III. Por el Tratado de Barcelona (1287) el nuevo rey de Nápoles, Carlos II de Anjou, prisionero de los aragoneses, renunciaba a la Corona siciliana a cambio de su liberación, pero dicho tratado no fue aceptado por el Papa, por lo que Carlos II tuvo que volver a ratificar su renuncia mediante el Tratado de Olorón (1288), esta vez con la
18 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV mediación del rey inglés Eduardo I. Esta renuncia tampoco fue aceptada por el Papa, aun cuando ya se había liberado a Carlos II de Anjou. Mediante el Tratado de Tarascón (1291) se pretendió poner fin al problema siciliano. El Papa levantó la excomunión a Alfonso III de Aragón a cambio de que éste abandonara a su suerte a su hermano Jaime, rey de Sicilia. Con la repentina muerte de Alfonso III los acuerdos de Tarascón se vinieron abajo, ya que Jaime II se vio dueño de Aragón y Sicilia, poniendo el reino de Sicilia en manos de su hermano Fadrique (Federico II), con el beneplácito de los sicilianos. Mediante el Tratado de Anagni (1295), propiciado por el papa Bonifacio VIII, Jaime II realizó su jugada maestra al renunciar a Sicilia a cambio de que el Papa le concediera la investidura de Córcega y Cerdeña. Los sicilianos no aceptaron el Tratado de Anagni y coronaron rey a Fadrique como Federico II de Sicilia. Carlos II de Nápoles intentó en repetidas ocasiones reconquistar la isla, pero fracasó ante la resistencia siciliana. Al final se llegó a la Paz de Caltabellota (1302) por la que se reconoció a Federico II como rey vitalicio de «Trinacria», nombre que sustituía nominalmente a Sicilia para no herir al rey napolitano, y acordándose el matrimonio de Federico II de Sicilia con la hija de Carlos II de Nápoles, y que a la muerte de Federico II la isla pasase de nuevo al rey de Nápoles. Cómo esta cláusula no se cumplió, Sicilia siguió girando en la órbita del rey aragonés hasta su definitiva anexión en tiempos de Fernando I de Aragón (1412). La astucia y la habilidad de los reyes aragonés hicieron que la Corona de Aragón heredara la vocación mediterránea y los proyectos de expansión hacia Oriente del emperador Federico II.
5.2. Los Anjou en el reino de Nápoles La presencia de los Anjou en Nápoles se produce tras la coronación de Carlos I de Nápoles (1266-1285), conde de Anjou e hijo menor del rey Luis VIII de Francia, en la Basílica de San Pedro. Es traslado de la capital de Palermo a Nápoles soliviantó a los sicilianos. Carlos I construyó en Nápoles el Castell Nouvo o Maschio Angioino como residencia de los monarcas napolitanos, en sustitución el viejo Castell dell’Uovo, fortaleza construida por los normandos. La pérdida de Sicilia hizo que los Anjou se centraran en sus dominios peninsulares. Carlos II (1285-1309), tras las paces y tratados firmados con Aragón y después de recuperar su libertad, centró toda su política en Nápoles y en apoyar al Papa en su conflicto con los florentinos. Por su matrimonio con una heredera a la Corona de Hungría, María Arpad, los Anjou se introdujeron en Hungría y en Durazzo (Albania). Roberto I (1309-1343) fue un fiel aliado del Papado en su enfrentamiento contra los emperadores Enrique VII y Luis IV de Baviera, al tiempo que logró poner orden entre las familias romanas de los Orsini, Colonna y Caetani. Se casó con una hija de Pedro III de Aragón, para intentar recuperar Sicilia, y posteriormente con una hija de Jaime II de Mallorca. A su muerte, sin descendientes, la Corona pasó a su hija Juana I (1343-1383), a la que se casó, en contra de su voluntad, con Andrés de Hungría, a LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
19
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV pesar de que la Santa Sede veía con malos ojos este matrimonio, por lo que suponía de intervención de Hungría en su feudo napolitano. El asesinato de Andrés de Hungría por Luis de Tarento, primo y después esposo de Juana I, hizo que el hermano de Andrés, Luis el Grande de Hungría, emprendiera varias campañas victoriosas contra Nápoles, pero a pesar de lo cual firmó la paz con su prima, ante la imposibilidad de lograr la total conquista del reino napolitano. La intervención de Cola de Rienzo ante Clemente VI hizo que el Papa absolviera a Juana I de su participación en el asesinato de su esposo Andrés a cambio de la venta de Aviñón al Papa (1348) por una suma de 80.000 florines de oro. Al producirse el Cisma de Occidente, la reina Juana siguiendo las directrices de Francia, se inclinó por Clemente VII, al que dio refugio en Castell dell’Ouvo de Nápoles antes de dirigirse a Aviñón. El papa napolitano Urbano VI, reaccionó deponiendo a la reina y nombrando en su lugar a su primo Carlos de Durazzo. Los napolitanos abandonaron a su reina por la postura que esta había adoptado a favor de un francés y en contra de un paisano, y tras caer prisionera fue estrangulada por orden del nuevo rey de Nápoles, Carlos III. La dinastía de los Anjou-Durazzo tuvo que luchar contra los Anjou de Francia, entrando el reino napolitano en un período de inestabilidad del que no salió hasta su conquista definitiva por Alfonso el Magnánimo. El asesinato de Carlos III en Hungría hizo que en Nápoles se instalara su hijo Ladislao I (1386-1414), con el apoyo del papa Bonifacio IX. El joven rey fue nombrado Vicario del Papa, tanto en Roma como en el Patrimonio de San Pedro. Los Papas y los reyes de Nápoles vivían en una extraña simbiosis en la que uno necesitaba del otro para subsistir. El Papa necesitaba del rey de Nápoles para defenderse de las poderosas familias romanas, y el rey necesitaba al Papa para afirmar su derecho al trono de Nápoles. La muerte por envenenamiento de Ladislao I hizo que el papa Martín V reconociera a su hermana Juana II como reina de Nápoles (1414-1435 ), tras la promesa de ésta de devolverle Roma, Ostia y Civitaveccia. El posterior enfrentamiento entre ellos llevó a la ruptura entre ambos. El Papa apoyó a la rama francesa de los Anjou y la reina Juana II solicitó la ayuda del rey de Sicilia y Aragón, Alfonso V, al que nombró heredero y sucesor. Pero pronto surgieron las desavenencias entre ambos monarcas, por lo que la reina Juana II adoptó como hijo y heredero a Luis III, de la rama francesa, y tras la muerte prematura de ésta a su hermano Renato I (1435-1442). El reinado de Renato I de Anjou marcó el final de esta dinastía y el inicio de la dinastía aragonesa, que se afianzará tras la definitiva conquista del reino en tiempos de Fernando II de Aragón (1504). El enfrentamiento entre Renato I y Alfonso V comenzó de manera desfavorable para el monarca aragonés, que cayó prisionero de los genoveses en la batalla naval de Ponza (1435), pero consiguió recuperarse y entrar en Nápoles. Alfonso V (1442-1458) convirtió a Nápoles en el centro de una ambiciosa política mediterránea. Su ideal de cruzado lo llevó a intervenir en los Balcanes apoyando al caudillo albanés en su lucha contra los turcos.
20 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 2. EL IMPERIO GERMÁNICO EN LOS SIGLOS XIII Y XIV A la muerte de Alfonso V de Aragón y I de Nápoles, le sucedió su hijo natural, Ferrante o Fernando (1458-1494), reinando en Nápoles una rama menor de la Casa de Aragón, hasta la época de Fernando el Católico.
Ilustración 1 Europa en el siglo XIV
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
21
TEMA 3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS Y LA PARTICIPACIÓN DE LOS REINOS EUROPEOS
TEMA 3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS Y LA PARTICIPACIÓN DE LOS REINOS EUROPEOS. 1. Los orígenes del conflicto: Francia e Inglaterra a principios del siglo XI V. La crisis que se generó en Occidente durante los siglos XIV y XV tuvo su manifestación política en un largo conflicto bélico entre Francia e Inglaterra, que debido a los sistema de alianzas de la época afectó en mayor o menor medida a otros países hasta convertirse en un gran conflicto internacional. Aunque este conflicto fue denominado convencionalmente como “ Guerra de los Cien Años” en el siglo XIX, en realidad no fue una sola guerra, sino un conjunto de episodios bélicos separados por largos periodos de tregua. Y tampoco duró un siglo, sino que las hostilidades se desarrollaron entre 1337 y 1453. Los orígenes del conflicto son muy complejos, pudiéndose diferenciar entre unas causas remotas y unos motivos inmediatos que proporcionaron el pretexto para desencadenar la contienda. Las causas remotas se remontan al siglo XIII. Tras la disolución del “Imperio Angevino” , el único señorío que le quedó al rey inglés en territorio francés fue el ducado de Aquitania, que por aquel entonces se denominaba Guyena y tenía una extensión menor que en el siglo XII, pero por el que el rey inglés seguía siendo vasallo del monarca francés. Los sucesivos reyes franceses utilizaron la Guyena (Aquitania) como rehén siempre que deseaban presionar a Inglaterra e intervenían continuamente en los asuntos internos del ducado, llegando a confiscarlo en varias ocasiones cuando tenían problemas con Inglaterra. En definitiva, el rey de Inglaterra se encontraba en una posición muy incómoda con Francia por culpa de Guyena (Aquitania) que deseaba resolver. La causa próxima o pretexto para la guerra fue una cuestión dinástica. La dinastía francesa de los Capeto se extinguió biológicamente a principios del siglo XIV con la muerte de Carlos IV en 1328. Entonces se hizo con el poder su primo y cabeza de la nobleza francés, Felipe de Valois (Felipe IV) instaurando una nueva dinastía en Francia: los Valois. Éste era el pariente más cercano del último Capeto por vía masculina. Pero también existía, por línea femenina, un familiar más cercano a Carlos IV, el rey de Inglaterra, Eduardo III. En un principio Eduardo III no reclamó el trono francés, pero cuando Felipe IV volvió a decretar una nueva confiscación de la Guyena (ducado de Aquitania), Eduardo III alegó ser el legítimo rey de Francia y declaró la guerra en 1337. A principios del siglo XIV la situación de Francia e Inglaterra era muy diferente. Aparentemente Francia era mucho más fuerte. Contaba con una población más numerosa que la inglesa. Pero a comienzos del siglo XIV comienzan a evidenciarse síntomas de debilidad. Flandes había mostrado crecientes tendencias autonomistas. La caballería de la hueste feudal francesa fue derrotada por la infantería de las milicias urbanas flamencas y sólo con mucha dificultad Francia pudo someter a Flandes. Por otro lado, la monarquía francesa tenía graves problemas financieros y monetarios debido a los primeros síntomas de crisis económica general. Finalmente, la nueva LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
23
TEMA 3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS Y LA PARTICIPACIÓN DE LOS REINOS EUROPEOS dinastía, de los Valois, aún no se había asentado sólidamente. Así, el reino de Navarra aprovechó la ocasión para independizarse de Francia con su propia dinastía: los Evreux En cuanto a Inglaterra, sobre el papel parecía más débil que Francia y contaba con menor número de población. A finales del siglo XIII y comienzos del XIV, el rey inglés Eduardo I había logrado estabilizar y reorganizar el reino, y aunque con su sucesor, Eduardo II (1307-1327), su obra estuvo a punto de derrumbarse debido a una revuelta nobiliaria, fue la acción decidida de su sucesor Eduardo III (1327-1377) quien devolvió la fortaleza a la monarquía inglesa, reinstaurando inmediatamente el orden interno. De esta forma se encontró en condiciones de acometer importantes empresas en el exterior. Además, las continuas guerras con Escocia habían proporcionado a las tropas inglesas experiencia y entrenamiento, con técnicas militares avanzadas y modernas.
2. Fases de la guerra La Guerra de los Cien Años pasó por varias alternativas. Hubo momentos en los que parecía que está a punto de ganar Inglaterra y en otras ocasiones daba la impresión de que era Francia la que iba a imponerse. Es por ello por lo que se distinguen varias fases en el conflicto.
2.1. Las victorias inglesas La primera fase de la guerra a mediados del siglo XIV (1338-1360) fue de claro predominio inglés. El rey Eduardo III aprovechó los problemas de la monarquía francesa en Flandes y Bretaña para utilizar dichos territorios como cabeza de puente para la penetración de sus tropas. En primer lugar, la flota inglesa derrotó a la francesa en la batalla de La Esclusa (cerca de Brujas, 1340), asegurándose el dominio del mar. Posteriormente, en dos grandes batallas a campo abierto, las de Crécy (1346) y Poitiers (1356), Eduardo III y su hijo, Eduardo “el Príncipe Negro” , derrotaron respectivamente a Felipe IV y a su sucesor Juan II (1350-1364), demostrando la superioridad de los ingleses sobre los franceses a campo abierto; apoyada esta superioridad en sus arqueros, muy bien entrenados y provistos de grandes y potentes arcos. Los ingleses aprovecharon sus victorias militares para tomar Calais y realizar grandes expediciones de saqueo o cabalgadas dentro del territorio francés. El resultado fue que la monarquía francesa entró en una profunda crisis. En 1358 se produjo una violenta rebelión campesina en las comarcas próximas a París: la “ Jacquerie” al considerar los campesinos que la nobleza ya no cumplía con su misión de defenderlos. Esta rebelión casi coincidió con otra revuelta de la burguesía parisina contra el gobierno. Con mucho esfuerzo y dureza ambas sublevaciones fueron reprimidas. Sin embargo, la debilidad de la monarquía francesa hizo que ésta se viera obligada a pactar una tregua con Inglaterra: el Tratado de Brétigny (1360), en virtud del cual el ducado de Aquitania o Guyena se vio ampliado territorialmente hasta ocupar casi un tercio de Francia y dejó de estar bajo el vasallaje del rey de Francia.
24 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS Y LA PARTICIPACIÓN DE LOS REINOS EUROPEOS 2.2. Internacionalización del conflicto: la fase ibérica de la guerra Para hacer frente a la superioridad militar inglesa, la monarquía francesa busca apoyos exteriores y de esta forma la guerra empieza a extenderse por otros países. En primer lugar la contienda va a repercutir en la Península Ibérica, ya que Francia buscó el apoyo de la flota castellana para contrarrestar la superioridad naval inglesa. Sin embargo, en un principio Castilla durante el reinado de Alfonso XI (1312-1350) mantiene una estricta neutralidad. Pero cuando accede al poder su sucesor, Pedro I (1350-1369), la situación cambia radicalmente. El duro comportamiento de este rey con respecto a la nobleza provocó que la mayor parte de ésta busque su derrocamiento y la sustitución por su hermano bastardo, Enrique de Trastámara. Enrique de Trastámara se exilió en Francia y buscó el apoyo del rey francés, quien le envió a su general Bertrand Du Guesclin al mando de soldados mercenarios que se encontraban desocupados a causa de la Paz de Brétigny. En 1366 estas tropas invaden Castilla y destronaron a Pedro I, imponiendo en el trono a Enrique de Trastámara. Por su parte Pedro I recurrió a una alianza con el rey inglés para recuperar el trono. En 1367 volvió a Castilla con un ejército inglés mandado por Eduardo el “Príncipe Negro”, hijo del rey inglés Eduardo III. Estos se enfrentaron y vencieron rotundamente a las tropas franco-españolas en la Batalla de Nájera, volviendo Pedro I a recuperar el trono. Pero al no abonar Pedro I el precio pactado a los ingleses, éstos abandonaron el país. Ésta circunstancia fue aprovechada por Enrique de Trastámara quien en compañía del general francés Beltrán Du Guesclin y sus mercenarios atacaron a Pedro I. En 1369 Enrique II de Trastámara asesinó a Pedro I en Montiel haciéndose con el poder definitivamente en Castilla. A partir de este momento Castilla se convirtió en un formidable aliado del rey francés y comenzó a acosar a los barcos ingleses en el Cantábrico y en el Canal de la Mancha. En 1383 el hijo y sucesor de Enrique II, el rey Juan I de Castilla, intentó anexionarse Portugal. Los portugueses solicitaron ayuda a Inglaterra, que respondió enviando tropas en su apoyo. En 1385 Portugal con la ayuda de los arqueros ingleses derrotaron completamente a las tropas castellanas en la Batalla de Aljubarrota, salvando su independencia y estableciéndose una alianza estable entre Portugal e Inglaterra desde entonces. Aprovechando esta derrota, el entonces regente de Inglaterra y duque de Lancaster, Juan de Gante, a la sazón casado con una hija de Pedro I, reivindicó para sí el trono de Castilla y en 1386 desembarcó en Galicia con un importante ejército. Pero la alianza franco-castellana funcionó y el rey francés envió tropas en ayuda de Juan I de Castilla, quienes junto a los castellanos, consiguieron bloquear la entrada a la meseta castellana del ejército inglés. Finalmente se llegó a un acuerdo mediante el cual la hija del duque de Lancaster se casaría con el heredero de Juan I, Enrique Príncipe de Asturias. Así concluyó la fase ibérica de la Guerra de los Cien Años. Mientras todo esto sucedía había aparecido otra faceta que contribuyó a la internacionalización del conflicto. En 1378 se produjo la doble elección pontificia que desembocó en el «Cisma de Occidente» donde Francia y sus aliados reconocieron al papa de Aviñón e Inglaterra y los suyos siguieron al papa de Roma, contribuyendo la división religiosa a acentuar el carácter internacional de la contienda. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
25
TEMA 3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS Y LA PARTICIPACIÓN DE LOS REINOS EUROPEOS 2.3. Guerra de desgaste y recuperación francesa bajo Carlos V Tras conseguir imponer a su candidato en la Corona de Castilla en 1369, el rey Carlos V de Francia pudo plantearse la reanudación de la guerra directa con Inglaterra contando con el apoyo de la flota castellana. En 1372 la flota castellana derrotó completamente a la flota inglesa en La Rochela. Desde entonces las comunicaciones de Inglaterra con sus territorios en Francia se hicieron más difíciles. Amén de que los barcos franceses y castellanos comenzaron a hacer incursiones en la costa inglesa. Pero, ante todo, se cambió completamente la táctica militar por parte francesa. Ante la superioridad inglesa en las batallas a campo abierto, Carlos V escogió la vía de la guerra de desgaste en la que Francia contaba con muchísimos más recursos que Inglaterra. Se trataba de combatir preferentemente mediante escaramuzas y golpes de mano, evitando en todo momento cualquier enfrentamiento en campo abierto con los ingleses. El militar encargado de llevar a cabo esta nueva táctica fue el condestable de Francia Bertrand Du Guesclin. El éxito apareció inmediatamente. Entre los años 1369 y 1380 los franceses fueron, poco a poco, reconquistando terreno a los ingleses, de tal forma que dejaron reducido el territorio bajo control inglés en Aquitania a una estrecha franja costera entre Bayona y Burdeos. Los ingleses contratacaron con cabalgadas hacia el interior del territorio francés, pero las consecuencias, puramente militares, fueron inútiles, pareciendo que el curso de la guerra se iba a decantar a favor de los franceses.
2.4. Período de treguas A finales del siglo XIV y principios del XV se entra en un período de relativa paz como consecuencia de los esfuerzos bélicos realizados por los dos países. Éstos se encuentran agotados por lo que Francia e Inglaterra van a ir acordando treguas en principio temporales, pero que luego se irán prorrogando de forma casi indefinida. Además, ambos van a experimentar crecientes problemas internos que ocuparán de forma preferente su atención. De esta forma la Guerra de los Cien Años parece que entra en una fase de atonía y falta de verdadera actividad bélica. En 1389 los nuevos reyes, Carlos VI de Francia (1380-1422) y Ricardo II de Inglaterra (1377-1399), acordaron una tregua general en Leulinghen, acuciados como estaban por los problemas internos de cada país. Esta tregua se fue renovando por ambas partes hasta el año 1404. En Inglaterra los crecientes costes de la guerra habían obligado a un aumento de la presión fiscal. Se dispuso el cobro de un impuesto de capacitación3 o «poll-tax», que desencadenó una importante rebelión campesina en 1381. Además, en 1399 tuvo lugar la llamada «revolución Lancaster ». El rey Ricardo II fue destronado por una revuelta nobiliaria encabezada por su primo, Enrique de Lancaster, que se convirtió en el rey Enrique IV de Inglaterra (1399-1413). Esta nueva dinastía tardó en consolidarse y por ese motivo no estuvo en condiciones de reanudar la guerra hasta bien entrado el siglo XV. 3
Capacitación: Impuesto de carácter personal.
26 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS Y LA PARTICIPACIÓN DE LOS REINOS EUROPEOS En Francia, al subir al trono Carlos VI en 1380 aún era menor de edad, por lo que un consejo de regencia compuesto por sus tíos (los duques de Anjou, Berry y Borgoña) se hizo cargo del gobierno. Este gobierno cesó en sus funciones cuando Carlos VI alcanzó la mayoría de edad. Pero Carlos VI pronto empezó a manifestar síntomas de desequilibrio mental, por períodos cada vez más largos, por lo que sus tíos volvieron a hacerse cargo del gobierno en la práctica. A comienzos del siglo XV surgieron dentro del consejo de regencia dos grandes partidos que se disputaron violentamente el poder: los borgoñones y los armañacs. Los borgoñones defendían que el gobierno debía ser ejercido por el duque de Borgoña, quien lentamente estaba creando el embrión de un nuevo estado independiente en las fronteras de Francia y del Sacro Imperio. Los armañacs consideraban que el poder debía ser ejercido por el hijo y heredero de Carlos VI, el Delfín Carlos. Esta situación provocó una situación de práctica guerra civil en Francia que fue aprovechada por Inglaterra para reanudar la guerra.
2.5. Contraofensiva inglesa: el proyecto de doble monarquía Tras la consolidación en el trono inglés, los Lancaster, decidieron aprovechar la debilidad y división del gobierno francés para volver a invadir dicho reino. Así en 1415 el nuevo rey inglés Enrique V (1413-1422), excelente general, desembarcó en el norte de Francia con su ejército. La nobleza francesa acudió de forma apresurada para intentar repeler la agresión produciéndose una gran batalla a campo abierto en Azincourt (1415), donde nuevamente la caballería feudal francesa fue masacrada por los arqueros ingleses, siendo la victoria inglesa completa. Seguidamente el rey inglés, Enrique V de Inglaterra, se dedicó a la conquista de Normandía. Enrique V de Inglaterra logró establecer una alianza con el partido borgoñón recogida en el Tratado de Troyes de 1420. En virtud de dicho acuerdo, Enrique V se casó con una hija del rey Carlos VI de Francia y fue declarado heredero legal. El Delfín Carlos fue teóricamente desheredado y tuvo que huir de París y los ingleses ocuparon todo el norte de Francia hasta el Loira. En el año 1422 fallecieron tanto Enrique V de Inglaterra como Carlos VI de Francia. El hijo del rey inglés, Enrique VI fue proclamado rey de Inglaterra y de Francia, pero como era menor de edad, un hermano del rey muerto (Enrique V), el duque de Bedford, se hizo cargo de la regencia. De esta forma el proyecto de una doble monarquía anglo-francesa previsto en el Tratado de Troyes parecía estar a punto de cumplirse. Parecía que Inglaterra estaba a punto de ganar la guerra. El Delfín Carlos de Francia sólo contaba con el apoyo del centro y sur de Francia, donde se había refugiado.
2.6. La victoria final francesa con Carlos VII En 1428 las tropas inglesas iniciaron el asedio de Orleans como primer paso para comenzar la ocupación del territorio francés al sur del río Loira. En ese momento crítico ocurrió un suceso inesperado; una joven campesina llamada Juana de Arco se presentó ante el Delfín Carlos afirmando haber escuchado voces celestiales que la llamaban a liberar a Francia de los ingleses. Tras un detenido examen, el Delfín decidió aprovechar a la joven y la envió con un ejército de socorro, y acompañada por LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
27
TEMA 3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS Y LA PARTICIPACIÓN DE LOS REINOS EUROPEOS comandantes militares profesionales que le asesoraron debidamente, a Orleans para levantar el cerco. La operación fue un rotundo éxito y los ingleses tuvieron que levantar el asedio de Orleans en 1429. Seguidamente Juana prosiguió su avance hasta Reims, lugar tradicional de coronación de los reyes franceses, donde hizo que el Delfín Carlos fuera coronado como el nuevo monarca legítimo Carlos VII. Poco tiempo después Juana fue hecha prisionera por los borgoñones y entregada a los ingleses, quienes la hicieron quemar en la hoguera por hereje. Pero la situación había dado un giro radical; los franceses habían recuperado su moral de victoria. Carlos VII demostró ser un hábil político. En 1435 mediante el Tratado de Arrás logró que el duque de Borgoña rompiera su alianza con los ingleses a cambio de que su ducado obtuviera una amplia autonomía, próxima a la independencia, y de que el duque quedara eximido del vasallaje al rey francés. Carlos VII además realizó importantes reformas administrativas y militares. Creó un numeroso ejército profesional y permanente dotado con una potente artillería, que dio como resultado la adquisición de una inestimable superioridad sobre Inglaterra. En primer lugar, Carlos VII recuperó París y expulsó a los ingleses del norte de Francia. Posteriormente fue ocupando los restos de la Guyena inglesa. Burdeos fue conquistada definitivamente en el año 1453. Así, sin un tratado formal de paz que pusiera fin a la contienda, finalizó la Guerra de los Cien Años con una completa victoria francesa. Inglaterra sólo conservó una única plaza en Francia, Calais, hasta mediados del siglo XVI.
3. Consecuencias de la guerra La Guerra de los Cien Años tuvo un impacto mucho mayor que cualquier otro enfrentamiento bélico anterior. Sus efectos sobre los países implicados fueron muy relevantes en todo tipo de facetas. Francia e Inglaterra que entraron en la contienda siendo aún unas monarquías feudales, salieron de ella convertidos en unos verdaderos estados modernos. Otra consecuencia de la guerra fue el surgimiento de un incipiente sentimiento nacional o nacionalismo en ambos países.
3.1. Saqueos y destrucciones La Guerra de los Cien Años fue un conflicto bélico mucho más destructivo que cualquier otro. El territorio más afectado fue el de Francia, que fue el principal campo de batalla, mientras que Inglaterra sólo sufrió algunas incursiones costeras; pero en cambio su territorio sí sufrió las consecuencias negativas provocadas por la presión fiscal y el deterioro de la economía. Las tierras francesas fueron el escenario de múltiples cabalgadas o expediciones de saqueo del ejército inglés que recorrían en profundidad el territorio francés y que se repetían cada pocos años, con lo que casi no daban tiempo para reponerse a las áreas afectadas. Pero quizá aún peor que las cabalgadas inglesas fue el efecto de las acciones de los soldados mercenarios o «routiers» cuando se quedaban sin trabajo y sin paga debido a las numerosas treguas en la contienda. Entonces de dedicaban al robo y al saqueo indiscriminado provocando una sensación de inseguridad que se extendió por toda
28 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS Y LA PARTICIPACIÓN DE LOS REINOS EUROPEOS Francia, incluso en las zonas más alejadas de la contienda. Sirva como ejemplo, que la residencia de los Papas de Aviñón se vio afectada y amenazada por loa que fue fortificada y defendida debidamente.
3.2. Cambios en las técnicas militares: de la hueste feudal al ejército pe rma ne nt e La Guerra de los Cien Años provocó cambios muy significativos e importantes en la organización militar de los países contendientes. Al principio del conflicto, en ambos bandos se siguieron los esquemas feudales del servicio militar. En Francia el ejército se componía fundamentalmente de la caballería pesada proporcionada por la nobleza cuando era convocada por el rey para emprender una determinada empresa guerrera. Tenía una duración temporal de pocos meses y los lazos de unión estaban basados fundamentalmente en la fidelidad feudo-vasallática con el monarca. La táctica principal de combate era la carga de la caballería acorazada con armaduras. En el caso inglés, aunque conservando un núcleo de caballeros se observa desde el principio una tendencia hacia un ejército más profesional y tácticas más modernas. A lo largo del conflicto, se observa, en ambos bandos, una tendencia hacia una mayor profesionalización del ejército. Tanto ingleses como franceses recurren de forma creciente al uso de soldados profesionales o mercenarios. El paso definitivo se dio en el siglo XV con la aparición de los ejércitos permanentes compuestos por soldados profesionales pagados por el rey, tanto en tiempo de guerra como de paz, con lo que la guerra deja de ser una ocupación temporal de la nobleza. La caballería se convierte en un elemento marginal y las tropas están compuestas por infantería de piqueros, arqueros o ballesteros dispuestos en formaciones compactas, cuya lealtad es directa y exclusiva para el rey, que es quien paga. El uso de la artillería es cada vez mayor y más decisivo. Se trata de un arma nueva y eficaz, cuyo elevado coste hace que esté sólo al alcance de los monarcas.
3.3. Modificaciones administrativas: aparición de una fiscalidad estable Hasta el siglo XIV el ideal comúnmente aceptado era que el rey debía vivir de «lo suyo», es decir, de lo producido por las tierras del dominio real directo. Sólo excepcionalmente podía recurrir a la ayuda económica del resto de los señoríos de su reino. Sin embargo, el hecho de que la guerra se convierta en un fenómeno casi permanente provocó la aparición de un impuesto estable. Inicialmente, se trata de impuestos directos sobre cada persona u hogar familiar que debían ser aprobados por los Parlamentos y sólo por un número determinado de años. En Inglaterra era el Parlamento quien los concedía a petición del rey. En Francia, a veces los Estados Generales era quien los otorgaba, pero con frecuencia eran las asambleas de los Estados de ámbitos territoriales más reducidos quienes los concedían. Esta práctica tardó en consolidarse pues se concebía como algo excepcional. Sin embargo, la fuerza de las circunstancias terminó por imponerse y aunque en teoría el impuesto directo siguió siendo temporal, en la práctica las asambleas parlamentarias siguieron
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
29
TEMA 3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS Y LA PARTICIPACIÓN DE LOS REINOS EUROPEOS renovando su cobro a petición de los reyes, hasta que prácticamente se convirtió en un tributo fijo, permanente y legal. Junto con los impuestos directos, también aparecieron contribuciones indirectas por culpa de la guerra. En Inglaterra, el rey cobra una tasa sobre las exportaciones de lana al continente. En Francia aparece la gabela o monopolio por el Estado de la venta de la sal, un producto imprescindible para la conservación de los alimentos. En definitiva, una consecuencia de la guerra tanto en Francia como en Inglaterra fue el desarrollo de una fiscalidad estable plenamente estatal, que junto con la aparición de un ejército permanente va a implicar un crecimiento de la administración. La guerra va a hacer que la burocracia y el aparato estatal crezcan para poder gestionar tanto el ejército como la fiscalidad. El principal gasto de las monarquías será siempre el militar.
3.4. El surgimiento del problema de Borgoña El desarrollo de la Guerra de los Cien Años terminó generando un problema político para Francia que no fue resuelto ni con el fin de la contienda. Los Valois tenían la práctica de conceder apanages o grandes señoríos a los hijos o hermanos del rey que no fueran a heredar el trono. Generalmente estos apanages revertían a la monarquía transcurrido cierto tiempo. Sin embargo, hubo un caso, el ducado de Borgoña, en el que esto no fue así, sino que el apanage en cuestión se consolidó y desarrolló hasta casi generar un embrión de Estado rival de la monarquía francesa. El ducado de Borgoña surge como apanage de una rama menor de los Valois a finales del siglo XIV. Su primer duque, Felipe el Atrevido, fue un hermano de Carlos V y tío de Carlos VI de Francia. Mediante una hábil política matrimonial y a veces con el uso de la fuerza comenzó a expandirse incorporando territorios situados tanto en Francia como en el Sacro Imperio. Su principal logro fue unificar por primera vez todos los Países Bajos (actuales Bélgica, Holanda y Luxemburgo) bajo su control. Los duques lograron reunir un bloque compacto de territorios desde el Mar del Norte hasta Suiza en los límites entre Francia y el Sacro Imperio. Mientras tanto, sus relaciones con la monarquía francesa fueron empeorando. En teoría, los duques de Borgoña eran parientes y vasallos del rey de Francia, pero en la práctica cada vez se comportaban de forma más autónoma. Tras su violento enfrentamiento con los armañacs, los borgoñones se aliaron con el rey de Inglaterra. Sólo rompieron su alianza en el siglo XV cuando el rey de Francia eximió a los duques de Borgoña de la prestación de vasallaje a su persona. Esto implicaba casi una independencia de facto. En definitiva, al terminar la Guerra de los Cien Años estaba surgiendo un embrión de Estado en los límites orientales de Francia. Se trataba de una amenaza muy peligrosa que la monarquía francesa tendrá que afrontar de forma inmediata en los siguientes años tras el final del conflicto con Inglaterra.
30 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 4. LA ECONOMÍA EUROPEA BAJOMEDIEVAL
TEMA 4. LA ECONOMÍA EUROPEA BAJOMEDIEVAL 1. El final de un largo ciclo expansivo en el siglo XIII Al finalizar el siglo XIII, Occidente llevada casi tres siglos con un crecimiento económico ininterrumpido basado en una importante expansión agraria. Se roturaron y se explotaron nuevas tierras. También aumentó la productividad de los campos con la introducción de nuevas técnicas agrarias. En definitiva, la producción de alimentos aumentó permitiendo un gran desarrollo demográfico. Las hambrunas desaparecieron en buena media en Occidente. La población europea creció de forma sostenida durante los siglos XII y XIII aportando mano de obra para la expansión agraria y retroalimentando el proceso. La existencia de excedentes alimenticios permitió un importante desarrollo urbano y la práctica en las ciudades de actividades complementarias como el comercio y la artesanía. El momento culminante llegó en el siglo XIII con las ferias de Champagne que pusieron en contacto permanente las dos zonas más desarrolladas de Europa en este momento: Flandes e Italia. Se observa un uso creciente de la moneda; los precios crecen moderadamente y continuamente estimulando la expansión económica. Los salarios, tienden a descender debido al aumento de mano de obra. En cualquier caso, a principios y mediados del siglo XIII la expansión de la economía se fue ralentizando hasta prácticamente estancarse al finalizar el siglo. Al parecer, las buenas tierras para roturar se agotan y se tiene que empezar a explotar terrenos marginales de escasa calidad que se agotan a los pocos años de ser cultivados.
2. Los primeros síntomas de la crisis a principios del siglo XIV A finales del siglo XIII y principios del XIV la economía europea había dejado de crecer y se estaba estancando, pero la población seguía aumentando. El resultado fue un creciente empobrecimiento y la aparición de los primeros síntomas de crisis. Las monarquías europeas sufren dificultades financieras recurriendo a las alteraciones monetarias, que encubren auténticas devaluaciones: se acuña moneda con menor contenido de metal precioso pero manteniendo el valor teórico tradicional, provocando trastornos en los precios y muchos problemas a la población afectada. También vuelven a aparecer las hambrunas. A principios del siglo XIV la climatología adversa provoca unos años de malas cosechas, encontrándose la población campesina que ya vivía al límite de sus posibilidades. El resultado fue una serie de hambrunas que causaron gran mortalidad. Europa entra en una situación económica llamada «estanflación» a principios del siglo XIV, esto es: la producción no crece y la economía en general está estancada, los precios si suben mucho y en consecuencia se produce una verdadera inflación. Consecuentemente la población se va debilitando y empobreciendo. Con el hambre las
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
31
TEMA 4. LA ECONOMÍA EUROPEA BAJOMEDIEVAL defensas biológicas del hombre frente a las enfermedades disminuyen, por lo que la aparición de cualquier epidemia podría ser catastrófica.
3. La catástrofe demográfica: el impacto de la peste negra A mediados del siglo XIV Europa sufrió el demoledor impacto demográfico de una epidemia: la peste negra. Ésta es enfermedad infecciosa provocada por un bacilo presente en las pulgas que a su vez usan a las ratas negras como vía de transmisión. Cuando la peste negra llega al ser humano provoca fiebre alta y la muerte en pocos días. Existen dos tipos de peste: la peste pulmonar , que se contagia directamente entre los humanos y afecta a los pulmones provocando un rápido fallecimiento, y la peste bubónica, más frecuente, que provoca el surgimiento de unos ganglios o bubas oscuras en el cuello y que se transmite de forma indirecta entre los hombres por la vía de pulgas y ratas. La peste no era nueva en Europa. Ya en el siglo VI la llamada « peste de Justiniano4» provocó una gran mortandad en el Mediterráneo, desapareciendo en Occidente en el siglo VIII sin que se sepa hasta el momento su causa, pero permaneciendo latente en Asia Central, desde donde inició un nuevo ciclo expansivo en el siglo XIV. Rápidamente se extendió por China y el mundo islámico hasta alcanzar Europa.
4
NATIONAL GEOGRAPHIC ESPAÑA
La Peste de Justiniano pudo haber sido peste bubónica Un estudio científico de la Universidad de Tubinga revela la existencia de un gran brote de peste bubónica anterior a la Peste Negra Tras comparar más de 300 cepas actuales de Yersinia pestis, la bacteria que causa la peste bubónica, con antiguo ADN bacteriano aislado de víctimas de la Peste Negra (la devastadora pandemia de peste que afectó a Europa entre 1347 y 1351), un equipo dirigido por investigadores de la Universidad de Tubinga (Tübingen, en alemán) ha obtenido pruebas que sugieren que se produjo un brote de peste bubónica entre los siglos VIII y X d.C. Del estudio, publicado el pasado 28 de noviembre en la revista científica digital PLOS ONE, se desprenden serios indicios de que la Peste de Justiniano, una pandemia masiva a la que se considera en parte responsable del colapso del Imperio romano de Occidente, podría haber sido causada por la misma bacteria implicada en la Peste Negra. El año pasado, los investigadores de la Universidad de Tubinga reconstruyeron el genoma medieval completo de Yersinia pestis procedente de un cementerio de Peste Negra en Londres, y lo compararon con un amplio conjunto de datos genómicos ya publicados pertenecientes a más de 300 cepas actuales de Yersinia pestis. La comparación entre genomas modernos y antiguos confirma esta teoría. Los historiadores llevan tiempo sospechando que la Peste de Justiniano es, en realidad, peste bubónica, pero hasta ahora apenas habían pruebas empíricas al respecto. La teoría según la cual esta pandemia también fue causada por la peste bubónica ha resultado bastante imprevista para los investigadores, ya que los análisis previos publicados en 2011 no revelaban la existencia de un gran brote de peste bubónica anterior a la Peste Negra. "Los nuevos análisis sugieren que la peste bubónica pudo haber sido una gran asesina ya a finales del Imperio romano", explica Johannes Krause, profesor de la Universidad de Tubinga especializado en Paleogenética. "La Peste de Justiniano parece la mejor candidata para esta temprana pandemia", añade.
32 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 4. LA ECONOMÍA EUROPEA BAJOMEDIEVAL La forma en la que llegó a Europa es bien conocida. Desde la ciudad de Caffa, al norte del Mar Negro, donde existía una colonia genovesa que fue asediada por los mongoles. Durante el asedio los atacantes catapultaron cadáveres infectados de la peste al interior de la ciudad, propagándose así la enfermedad. A continuación los barcos genoveses procedentes de la ciudad de Caffa extendieron la peste por Sicilia e Italia en 1347, propagándose rápidamente por toda Europa en 1348. Para tratar de combatir la epidemia se aislaron los focos infectados, pero fue inútil ya que la enfermedad no se transmitía de forma directa entre los seres humanos sino de forma indirecta a través de pulgas y ratas. Además, la epidemia actuaba sobre una población previamente debilitada debido a las hambrunas, con lo que el nivel de defensas biológicas era muy bajo. La peste negra provocó un grave descenso de la población europea, se ha calculado que ocasionó la muerte de entre el 25 y el 45% de los habitantes de Europa. A partir del siglo XIV cada 20 ó 30 años se repetía la epidemia de peste en Europa. De esta forma se impedía que la población se recuperase de las pérdidas sufridas. El resultado fue que la población europea en la Baja Edad Media se mantuvo en un nivel muy inferior al alcanzado a finales del siglo XIII.
Ilustración 2. Expansión de la peste negra en Europa en el siglo XIV
4. La gran depresión agraria y sus consecuencias A partir de mediados del siglo XIV Europa entró en un largo período de depresión agraria que durará más de un siglo. Entre los motivos no sólo estuvieron los efectos de la peste negra sino también los estragos causados por el hambre y la guerra. Hubo numerosos años de malas cosechas debido a un empeoramiento climático lo que provocó muchas hambrunas y crisis de subsistencia. La guerra se convirtió en un fenómeno más frecuente y destructivo que antes. La acción conjunta de estos tres factores (hambre, guerra y peste) ocasionó un importante descenso de la población,
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
33
TEMA 4. LA ECONOMÍA EUROPEA BAJOMEDIEVAL trayendo como consecuencia el surgimiento de una importante deflación5. Esto quiere decir que se produce un descenso considerable de los precios, especialmente los agrarios, al faltar la demanda de estos productos. El resultado fue una recesión6. La producción de alimentos agrarios retrocede. Se dejan de cultivar numerosas tierras, especialmente las menos fértiles. Al prolongarse esta situación durante más de un siglo nos encontramos ante un período de verdadera depresión económica en el campo europeo. Tradicionalmente se ha visto como principal síntoma de esta depresión agraria la aparición de numerosos despoblados en Europa durante los siglos XIV y XV, principalmente en Alemania, Francia, Inglaterra y en la Península Ibérica. La interpretación habitual que se les daba era que debido a la crisis y a la disminución de población, se abandonaron numerosas aldeas y pueblos. Pero, actualmente se tiende a matizar esta opinión. En muchas ocasiones no es que la población descienda o desaparezca, sino que se produce una reorganización o reordenación de los poblamientos agrarios buscando las zonas más adecuadas para las condiciones de la época. Esta larga depresión agraria provocó numerosos trastornos en el sistema señorial vigente en el mundo rural. Se produjeron distintos intentos de reacción señorial. Casos como los de Inglaterra o Cataluña donde los señores pretendieron volver a ligar a los campesinos a la tierra y reintroducir las prestaciones de trabajo personal, ocasionaron conflictividad social. Sin embargo, por regla general estos intentos de reimplantar la servidumbre en Occidente fracasaron. Al final, la relación entre señor y campesino tendió a convertirse en contractual, mediante un contrato de arrendamiento o de aparcería. En todo caso, los señores consiguieron transformar su señorío territorial en señorío jurisdiccional, en el que lograban percibir parte de los nuevos impuestos directos o indirectos que las monarquías estaban implantando en sus territorios. La obtención de la recaudación parcial de alguno de estos impuestos era mucho más productiva que la renta obtenida por los señores de la tierra. En Europa Oriental la evolución fue muy diferente. Aquí la reacción señorial triunfó plenamente reintroduciendo la servidumbre en el campo. Pero, lo novedoso era que el objetivo de esta llamada «segunda servidumbre» no era el autoabastecimiento sino la producción para el mercado comercial. Se trataba de exportar cereales a gran escala por el Báltico con destino a la Europa Occidental, lo que reportó grandes beneficios a los señores de la tierra.
5
Deflación. Disminución de los beneficios ante la falta de demanda y elevación de los salarios ante la escasez de mano de obra. 6 recesión. 1. f. Acción y efecto de retirarse o retroceder. 2. f. Econ. Depresión de las actividades económicas en general que tiende a ser pasajera.
34 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 4. LA ECONOMÍA EUROPEA BAJOMEDIEVAL 5. Impacto menor de la crisis en la economía urbana: la aparición de técnicas mercantiles novedosas y de nuevos ámbitos comerciales La crisis económica también repercutió en las ciudades. Por ejemplo la artesanía textil de varios núcleos urbanos de Flandes se hundió en parte durante este periodo. Otro caso significativo es el de las ferias de Champagne. A nivel monetario, se observa una creciente escasez de metales preciosos y numerosas alteraciones en las monedas. Pero, el ejemplo más significativo se produjo a mediados del siglo XIV. En el siglo XIII el gran desarrollo comercial había propiciado la aparición en Italia de grandes compañías de mercaderes dotadas de una estructura centralizada: las súper-compañías. Entre estas destacan las pertenecientes a las familias florentinas de los Bardi y de los Peruzzi. Estas súper-compañías prestaban dinero a gran escala al Papado y a las grandes monarquías del momento como parte de su negocio. Pero los problemas financieros de la monarquía inglesa durante la Guerra de los Cien Años, al no poder hacer frente a sus compromisos financieros el rey Eduardo III, terminaron con ellas abruptamente; la mayoría de ellas quebraron estrepitosamente en 1345 y desaparecieron. Otro ejemplo de las crecientes dificultades por las que atravesó la economía urbana en la Baja Edad Media puede ser el caso de Cataluña. Aquí durante el siglo XIII y la primera mitad del XIV había surgido una notable industria textil y un grupo de comerciantes con gran proyección en el Mediterráneo. A partir de la segunda mitad del siglo XIV la economía urbana catalana entra en crisis, de tal forma que en el siglo XV muchos de los antiguos mercaderes de Barcelona se vuelven rentistas recurriendo al uso de la deuda pública. Parece indudable que la gran depresión agraria también repercutió en las ciudades. Sin embargo, da la impresión de que los efectos de la crisis económica general fueron menos en las ciudades y, en todo caso, estas se recuperaron antes que el campo. Por regla general, los precios de los productos urbanos descienden menos que los agrarios y se recuperan antes. Lo más importante es que en los siglos XIV y XV aparecen novedades en las técnicas financiera que presagian ya el capitalismo. Estas novedades surgen primero en Italia y tardan mucho en difundirse por el resto de Europa. Cuando lo hagan se convertirán en instrumentos indispensables de un incipiente capitalismo comercial en Occidente. En primer lugar, nos encontramos con modificaciones en la estructura de las compañías mercantiles. Todas siguen manteniendo una base familiar de fondo, pero con la diferencia de que ahora tienen una estructura más descentralizada para evitar riesgos. Los mejores ejemplos son los de las compañías de los Médicis en Florencia o de Francesco Datini en Prato. Los mercaderes de la época ahora tienen un factor o delegado en cada puerto importante que gestiona sus intereses comerciales allí y con el que mantienen una correspondencia continuada, desarrollando de forma independiente cada negocio u operación mercantilista para evitar riesgos. Otras innovaciones de la época son la contabilidad por partida doble. En un lado se apunta el debe y en otro el haber, dándole al comerciante una imagen precisa de la marcha de su negocio. La práctica de la contratación de seguros, especialmente los marítimos, con el fin de que el mercader se sienta resguardado de la ruina total en caso de pérdida o naufragio de un navío. En los medios de pago también hay LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
35
TEMA 4. LA ECONOMÍA EUROPEA BAJOMEDIEVAL novedades que aceleran la circulación monetaria. Comienza el uso del cheque u orden de pago escrita que se emitía a beneficio de un tercero. Pero la gran innovación de la época es la aparición de la letra de cambio. La letra de cambio es un instrumento financiero que permite transferir dinero de un lugar a otro y también en monedas distintas. Consistía en que un mercader entregaba una suma a otro en un sitio determinado y éste a cambio le entregaba una nota dirigida a un factor o delegado suyo en otro lugar en la que le daba instrucciones para que pagara al primer comerciante un dinero equivalente en la moneda del lugar. De este modo se evitaba que el dinero en metálico se desplazara materialmente y se agilizaran las transacciones financieras. La letra de cambio también tenía otro significado más oculto. Tras ellas se enmascaraban operaciones de préstamo con un interés determinado, y así evitar la condena de la Iglesia que consideraba el préstamo con interés como usura e ilegal. De esta forma poco a poco los mercaderes consiguieron que el préstamo con interés se convirtiera en legal y no pecaminoso. La última novedad de éste periodo fue la aparición del primer banco estatal: la Casa de San Giorgio en Génova, dedicada a gestionar la deuda pública. En el ámbito comercial tradicional, el Mediterráneo, los comerciantes italianos experimentaron crecientes dificultades durante la Baja Edad Media. Los mercaderes italianos venían sirviendo de intermediarios en el tráfico de sedas y especias desde Oriente hacia el Occidente europeo. Sin embargo, esta actividad durante los siglos XIV y XV se hizo cada vez más problemática debido al expansionismo de los turcos otomanos por el Mediterráneo. Tanto Génova como Venecia sufrieron sus efectos. Cada una de ellas verá irse reduciendo su pequeño imperio colonial. La que más sintió los efectos fue Génova, pues su principal ruta de contacto con Oriente era a través del Mar Negro. Cuando los turcos cerraron esta vía al controlar el Estrecho de los Dardanelos ente el Mediterráneo y el Mar Negro, los comerciantes genoveses tuvieron que buscar otros escenarios para sus actividades comerciales, llegando hasta el Mediterráneo Occidental, sobre todo en el Sur de la Península Ibérica. El reino nazarí de Granada y la Andalucía Bética pasaron así a contar con una destacada presencia genovesa durante la Baja Edad Media. Por su parte Venecia resultó al principio menos afectada por el avance turco ya que su principal ruta comercial se dirigía a Alejandría. Pero poco a poco los turcos amenazaron el imperio colonial veneciano en el Egeo y el Adriático. Como respuesta Venecia se vuelve a interesar por la Tierra Firme que rodea a la ciudad, empezando a invertir en las tierras próximas a la ciudad. En el Mediterráneo Occidental el comercio catalán y mallorquín entra en decadencia. Además, el tráfico marítimo en este sector pasa a estar controlado por los castellanos, traficando principalmente con lana y pasas de Valencia. Mientras tanto, en el norte de Europa las técnicas comerciales se mantienen más rudimentarias y arcaicas. Los productos con los que se trafica son trigo, pieles, ámbar y pescado. La característica más relevante de los siglos XIV y XV en esta zona es el esplendor de la Hansa: la liga de las ciudades comerciales del Norte de Alemania. La Hansa monopoliza el comercio marítimo en el Báltico y en el Mar del Norte. Su declive
36 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 4. LA ECONOMÍA EUROPEA BAJOMEDIEVAL comienza a finales del siglo XV a favor de los comerciantes ingleses y holandeses; y en su lugar el Sur de Alemania comienza su desarrollo mercantil gracias a su riqueza minera. En el ámbito del Canal de la Mancha y del Cantábrico el comercio más importante y tradicional en esta zona durante el periodo anterior fue la exportación de lana desde Inglaterra a Flandes. Pero, este tráfico entró en crisis durante la Baja Edad Media ya que Inglaterra fue paulatinamente dejando de exportar lana para emplearla en su propia industria textil. Por su parte, al faltar la excelente lana inglesa, la economía de las ciudades flamencas sufre un retroceso grave y6 se ve forzada a reconvertirse, produciendo tejidos de media y baja calidad con lana de Castilla. Durante los siglos XIV y XV los marinos cántabros y vascos se hacen con el control de la navegación en el Cantábrico y Castilla comienza a exportar hierro y lana de forma masiva a Flandes. Así Flandes sigue siendo una de las zonas económicamente más desarrolladas de Europa. El principal puerto y centro comercial sigue siendo Brujas, aunque a medida que avanza el siglo XV irá siendo sustituido por Amberes. Un acontecimiento transcendental de este periodo es que por primera vez el comercio atlántico y mediterráneo se va a interconectar. Cuando a principios del siglo XIV se abre al tráfico cristiano el Estrecho de Gibraltar, después de la victoria castellana en la Batalla del Estrecho contra los benimerines, los comerciantes italianos aprovecharan la circunstancia para establecer contacto directo con Flandes por vía marítima. Como consecuencia la ruta terrestre que hasta entonces se había utilizado se abandona, significando el final de las ferias de Champagne. En cuanto a la producción artesanal empieza a producirse un cambio fundamental. Por primera vez la actividad artesanal va a escapar al control de los gremios. Se trata de la aparición de los « putting out system». Hasta entonces las corporaciones de oficios (gremios) regulaban de forma muy estricta la producción, la calidad y los precios de los talleres en las ciudades. Para escapar a dicha supervisión, durante la Baja Edad Media algunos mercaderes se van a aprovechar de los largos periodos de inactividad de los campesinos durante el año agrícola. Los comerciantes les van a encargar la realización de determinadas tareas artesanales, proporcionándoles ellos mismos las herramientas y la materia prima. El mercader es el que paga el trabajo y se encarga de la comercialización de la mercancía resultante. De esta forma se escapa al control de los gremios. Lo novedoso de este sistema es que por primera vez existe una relación laboral directa entre el patrono y el trabajador asalariado. Es por ello por lo que algunos historiadores consideran al putting out system como una «industrialización antes de la industrialización». En todo caso la novedad es apreciable pues subvierte el sistema gremial de producción artesanal.
6. La recuperación del siglo XV El culmen de la crisis económica de la Baja Edad Media se produce a mediados del siglo XIV, iniciándose posteriormente una lenta recuperación. El descenso poblacional había llegado a su fin y ahora había muchísimas tierras libres sin cultivar. Según ha destacado Epstein, el desarrollo del Estado favoreció el crecimiento del mercado LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
37
TEMA 4. LA ECONOMÍA EUROPEA BAJOMEDIEVAL interior en cada reino, permitiendo la salida de la crisis bajomedieval. El momento preciso del final de la crisis variará según las zonas; así por ejemplo, la salida de la crisis se certifica en Francia en la segunda mitad del siglo XV, mientras que en Andalucía el nuevo ciclo expansivo se constata a principios del siglo XV. Para la mayoría de los especialistas la salida de la crisis se constata en Europa en la segunda mitad del siglo XV, a pesar de que ni las epidemias de peste, ni las hambrunas habían desaparecido, pero ya no eran tan frecuentes por lo que la población comienza a crecer. Las guerras ya no son tan destructivas como había sido la Guerra de los Cien Años. En cuanto a la agricultura, ésta también se está recuperando. Se vuelve a roturar el terreno y poco a poco hay más espacio cultivable. Se producen alimentos para la comercialización no para el abastecimiento y los terrenos de mala calidad se dedican para pastos, por lo que la ganadería se amplía mucho. También se dedica gran cantidad de terreo cultivable al viñedo. En general, los precios vuelven a subir y los salarios descienden debido al aumento demográfico. La actividad comercial también aumenta. Mientras que el ámbito comercial mediterráneo está en franco retroceso debido al avance de los turcos en Oriente, se asiste a una incipiente expansión de Europa por el Atlántico, sobre todo los portugueses por África. Pero quizás el elemento más novedoso es que por primera vez hay evidencias de una incipiente política económica. Las monarquías europeas del siglo XV comienzan a interesarse por la economía y a tratar de intervenir en ella con un marcado carácter mercantilista. Consiste éste en la creación en cada reino de un mercado único y en evitar la salida de metales preciosos de su reino. Para concluir, podemos decir que al finalizar la Edad Media la economía europea acaba de salir de una profunda crisis y se encontraba en una fase expansiva que se prolongará durante todo el siglo XVI.
38 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 4. LA ECONOMÍA EUROPEA BAJOMEDIEVAL
Ilustración 3 Crisis de la Baja Edad Media (siglo XIV)
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
39
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA 1. Las instituciones representativas Durante todo el siglo XIII se asiste, en toda Europa, al reforzamiento del poder real, basándose éste en las Universidades, el Derecho Romano y en las doctrinas aristotélicas, frente a los grandes poderes de épocas anteriores: Papado, Imperio y la nobleza que con su poder creciente en todos los órdenes pretendió que el rey fuese un «primus inter pares». En los siglos XIV y XV se afianzará el poder de la realeza y el papel preponderante que, en todos los campos de la actividad política, social y económica, irán alcanzado las ciudades, mientras que Iglesia y nobleza entran en una fase de estancamiento y decadencia. En Francia, tras la victoria en la batalla de Bouvines (1214), el prestigio de la realeza aumentó y fue aprovechado por los Capeto para incidir en la centralización del reino y en el lento ascenso de los legistas y caballeros (nobles de segunda categoría) que pasan a ocupar puestos fundamentales de la administración en contra de la nobleza de primer orden. Este proceder fue la tónica general en todas las monarquías europeas a lo largo del siglo XV. En Inglaterra la monarquía logra que en todo el país haya una sola ley y una sola justicia y el monarca (ya desde el siglo XIII) se apoya para su gobierno en cuatro grandes organismos: Consejo Real; Hacienda (Éxchequer); Justicia (Common bench); Cancillería (Chánceller). En Alemania, donde la monarquía es en teoría electiva, los monarcas intentan controlar las elecciones reales y vincular la corona a sus familias, limitando al máximo la participación y el control del número de electores. Así, un pequeño grupo de comisionados se encarga de proponer a la Dieta el nombre elegido, dejando al resto de electores un mero papel de aclamación, haciendo que estos vayan perdiendo interés en la elección del soberano. A mediados del siglo XIV, Carlos IV de Luxemburgo dio un paso más en este control con la promulgación de la Bula de Oro. La monarquía a lo largo de los siglos XIV y XV va afirmando su poder frente a las instituciones que podían frenarlo: la Iglesia, la nobleza feudal y el Imperio. Por eso su objetivo será debilitar al máximo las estructuras feudales y municipales, controlando la elección de sus cargos y situando a sus representantes reales en cada ciudad. Todo ello desembocará a fines del siglo XV en un incipiente autoritarismo, desarrollado plenamente en épocas posteriores. Para llevar a cabo su política, los monarcas encontraron en las Universidades y en el Derecho Romano sus más firmes aliados. Los legistas7 , con sus Tratados, exaltaron la figura soberana del monarca y combatieron todo lo que se oponía a esta concepción. Del rey emanaban todos los poderes y su voluntad tiene fuerza de ley. Por encima de 7
Legista: 1. Persona versada en leyes o profesor de leyes o de jurisprudencia. 2. Persona que estudia jurisprudencia o leyes. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
41
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA él no hay otro poder en la tierra, ni el del Papa, ni el del Emperador. Pero este programa, que tiende a la concentración de todos los poderes en manos del rey, requiere dinero, de ahí las reformas fiscales, ya que hay que aumentar el número de funcionarios y representantes reales; organizar un servicio de representación en las cortes de otros soberanos (embajadas estables); y, sobre todo, contar con un ejército profesional y permanente. Los principales representantes de esta nueva monarquía en las que le autoritarismo monárquico va a ser su signo distintivo son:
En Francia: Carlos VII y Luis XI En Inglaterra: Enrique VII Tudor En España: Alfonso X de Castilla Pedro IV de Aragón. Aunque los genuinos representantes son los Reyes Católicos.
1.2. Los Parlamentos El fortalecimiento del poder monárquico va unido al de una afirmación del poder ciudadano y de sus clases dirigentes que quieren tomar parte activa en la política del reino. Durante la Alta Edad Media los monarcas tomaban consejo de los miembros de su entorno: familiares, nobles de confianza y altos cargos eclesiásticos, que formaban lo que denominaba su Palatium, Curia Regia o Aula Regia, que se reunía de forma ordinaria. Cuando las decisiones que había que tomar eran más importantes y afectaban a cuestiones administrativas, legislativas, eclesiásticas, etc., el rey convocaba, amén de su Palatium, al resto de nobles y altos eclesiásticos (obispos y abades) del reino, a un Curia o Asamblea Extraordinaria o Plena, a la que tenían la obligación de acudir debido al deber de consilium que le debían al monarca. Estas reuniones se celebraban muy de tarde en tarde y estaban constituidas por la corte en pleno con el rey y la reina a la cabeza. A partir del siglo XIII, cuando los soberanos necesitan de importantes recursos financieros para afirmar su poder, deben recurrir a la imposición de tasas especiales y al cobro de tributos extraordinarios, que necesitaban la aprobación previa de los representantes de la sociedad, sólo nobleza y alto clero hasta ese momento. Sin embargo, junto a los tres órdenes clásicos de la sociedad, propios de la Alta Edad Media, fue afianzándose la burguesía de las ciudades, que fue acumulando importantes riquezas, gracias al comercio, y reclamaba su participación activa en los asuntos del reino. Es lo que se llama Tercer Estado o Tercer Estamento. Por otro lado los monarcas se apoyarán en las ciudades para frenar y limitar el poder de la Iglesia y la nobleza. En lo que respecta a España, concretamente al reino de León, le cabe el privilegio de tener documentado la primera asamblea o curia en la que, por primera vez, se hace mención expresa de ciudadanos elegidos que participan en una de dichas asambleas. Se trata de la Curia celebrada en León por Alfonso X (1188).
42 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA Este tipo de asambleas surgieron casi contemporáneamente en toda Europa, ya que respondían a las mismas circunstancias: afirmación del poder real, con la consiguiente necesidad de financiación para llevar a cabo su política; poder económico de las ciudades y sus deseos de participar en la dirección del reino; afirmación nacional frente a la injerencia de poderes externos. Al entender las ciudades que su apoyo era imprescindible a los monarcas para ejecutar su política, fueron adquiriendo cada día mayor fuerza, presentando una serie de peticiones, a las que los monarcas debían acceder, a cambio de su voto favorable. No hay que olvidar que los ciudadanos que acudían a estas asambleas no representaban los intereses de todos los habitantes, sino los de una determinada clase social, que constituía la oligarquía ciudadana. Estas asambleas no tuvieron la misma fuerza e importancia en todos los reinos y en todas las épocas. En general, se puede decir que, a partir de la segunda mitad del siglo XV, todos los Parlamentos perdieron fuerza y acabaron doblegándose a los deseos de los monarcas.
1.3. La administración central y local La administración “central” deriva, en todos los reinos, de la época feudal que
estaba integrada por la Cancillería y el Consejo Real (Aula, Palacio, etc.). Continúa habiendo una cierta confusión entre lo público y lo privado, aunque se van separando progresivamente. En esta época las grandes áreas de la administración son: Hacienda, Justicia, Cancillería y el Consejo Real . La Hacienda recibe diversos nombres según el reino: Éxchequer en Inglaterra; Cámara de Cuentas en Francia; Tesoro en otros países. El Consejo Real sigue siendo un órgano político que asesora al rey, aunque sus miembros con el paso del tiempo y el triunfo de las camarillas aristocráticas llegan a ser impuestos al monarca. Especialmente a partir del siglo XIV, los monarcas necesitan recaudar más dinero debido, entre otras cosas, a la necesidad de pagar el creciente número de personas o funcionarios dependientes del rey. Este personal era el encargado de atender las necesidades administrativas, fiscales y judiciales de los nuevos estados nacionales que iban naciendo. Estas personas, cada vez mejor cualificadas, provenían de las Universidades y en numerosos documentos se les denomina como clérigos, ya que con este término se designa también a los laicos con estudios. Así en las ciudades aparece una nueva clase social: administradores o letrados; quienes junto a la aristocracia comercial controlan el gobierno de las ciudades. Dado que su sueldo ( gaje) no es alto, no se percibe de forma regular, se les permite participar en las multas que ponen y en las tasas que cobra, consistiéndose los dones en especie ( regalos) que reciben de los administrados, por lo que los casos de venalidad8 están muy difundidos. En cuanto a la administración local dos son los modelos más representativos: 8
Venalidad: Cualidad de venal. Venal: 1. Vendible o expuesto a la venta. 2. Que se deja sobornar con dádivas. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
43
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA 1. El francés: que hereda de la época feudal los bailes y senescales, a los que convierte en administradores fijos, asistidos por recaudadores y funcionarios judiciales. Todos estos funcionarios recibían su paga del Estado, haciendo esta administración muy costosa. 2. El inglés: Los sheriffs cuya misión era garantizar el orden público en los condados, y los escheators que administraban los bienes reales ubicados en estos condados. Solamente los que poseían vienen fundiarios 9 podían ejercer estos cargos. La existencia de numerosos territorios inmunes, en todos los reinos, hacía que todos estos funcionarios vieran limitadas sus atribuciones.
1.4. La Diplomacia Durante los siglos XIV y XV, al igual que hoy en día, se pensaba que la diplomacia era la continuación de la guerra por medios pacíficos, si se considera que la guerra es un instrumento idóneo para alcanzar un fin. Cuando un monarca tenía que tratar algún asunto importante con sus vecinos enviaba un representante. Estos representantes eran llamados: nuntius, procurator , ambasciator , etc. Los textos distinguían la misión de un nuntius, que simplemente transmitía un mensaje y la del ambasciator o procurator, que tenía poderes para negociar y proponer acuerdos. El Papa enviaba legados y nuncios, siendo los legados los de mayor rango y autoridad, generalmente eran cardenales. Al principio los embajadores se enviaban ah hoc, es decir, para un tema o circunstancia concreta y cuando la misión se cumplía cesaba la embajada: matrimonios reales; firmas de paces; etc. Con el tiempo se establecieron embajadas permanentes, al frente de las cuales se situaba un clérigo de alto rango o un noble, acompañados siempre de personas expertas en Derecho. El origen de este tipo de embajadas hay que buscarlo en los cónsules que Venecia tenía, en numerosas ciudades, para velar por los intereses comerciales de sus ciudadanos. Las primeras embajadas permanentes fueron establecidas por los Reyes Católicos en la Santa Sede, Inglaterra y el Imperio.
2. Las transformaciones sociales En el siglo XI se difundió la teoría de una sociedad tripartita, a los largo del siglo XV se fraguó una nueva división de la sociedad con el nombre de órdenes o estados, por el que el clero, la nobleza y el tercer estado, estaban claramente definidos por su estatuto jurídico, sus privilegios y sus obligaciones. Estos estados u órdenes no eran homogéneos, dentro de cada uno de ellos existían distintas gradaciones. Esta división se basaba fundamentalmente en la diferencia jurídica de sus miembros; si se hiciese 9
Bienes fundiarios: Bienes inmobiliarios (tierras agrícolas y todo lo que ésta lleva anexo: cuadras, establos, casas, etc.)
44 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA caso a la diferencia social la división más ajustada sería la propuesta, en 1443, por el Cardenal Beaufort para Inglaterra:
Prelados y magnates Caballeros, escuderos y mercaderes Campesinos, artesanos y pueblo en general
2.1. La aristocracia o nobleza La afirmación de la soberanía real que los reyes llevaron a través de la centralización administrativa no eliminó ni eclipsó los poderes que los nobles ejercían en sus feudos y dominios. Es más, algunos monarcas, aún en el siglo XIII, dividieron su reino o desgajaron de él partes importantes mediante la política de apanages, apanages, dando origen a grandes principados que causarían grandes dificultades a sus sucesores. Durante el siglo XIII se fueron consolidando grandes y poderosos estados nobiliarios a los que los reyes no lograron arrebatar su poder, por lo que siguieron una política de atracción respecto a sus titulares. Por ello, los grandes nobles continuaron manteniendo un papel dirigente en el Consejo Real y en los Parlamentos. Es comúnmente aceptado por la mayoría de los historiadores que el feudalismo, después de 1300, es una institución agotada, aunque conservó una fuerte importancia financiera como fuente de rentas y de prestigio social. Sin embargo, la importancia militar (base de la institución feudal) fue perdiendo peso, pues los reyes acudían cada vez más a la contratación de soldados profesionales y prefirieron que sus súbditos les pagaran una tasa en vez de contar con ellos para sus acciones militares. Ricardo II de Inglaterra dejó de convocar a sus súbditos para acudir a la guerra desde 1385. Si hasta el siglo XIII en Inglaterra tenían la condición de noble los condes ( earls) earls) y un grupo de unos tres mil terratenientes, a partir del siglo XV sólo unas cincuenta familias tenían derecho a sentarse en la Cámara Alta o de los Lores, Lores, mientras que el resto (gentry (gentry ), ), aunque con un papel importante en la administración, eran convocados en la Cámara Baja, Baja, sin ningún privilegio jurídico. En Francia sólo los señores que tenían un feudo con la alta jurisdicción dependiente de ellos fueron considerados como nobles. En el Imperio, Imperio, los condes (herren (herren)) y los grandes propietarios de tierras libres entraron a formar parte del estamento nobiliario. En España, España, durante los siglos XIV y XV fue configurándose una nobleza de sangre y privilegio que basaba su diferencia respecto a los demás en su riqueza, su condición jurídica y su género de vida. Los monarcas de los siglos XIV y XV no pretendieron acabar con la fuerza de la nobleza, sino más bien controlarla y encauzarla en su propio beneficio. El noble de la Baja Edad Media vive en sus casillos-palacio, enclavado en sus dominios, y alejado de las ciudades. Los grandes señores empiezan a rodearse de una serie de personas ligadas a ellos mediante contratos de servicios ( clientelas), clientelas), sin prestar homenaje ni poseer feudos, pudiendo llegar a varios cientos de personas. Así, los grandes señores rivalizan entre ellos y su poder se manifiesta por el número y
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
45
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA vestimenta de sus servidores. Pertenecían a este selecto círculo los grandes nobles y príncipes de sangre real así como los titulares de grandes ducados. A fines de la Edad Media, a pesar de todos los avatares pasados por este grupo social, la nobleza sigue siendo la dueña de la tierra y, unas cuantas familias, controlan los resortes del poder a través de los Parlamentos, a la vez que obtienen pingües beneficios de sus tierras y de las rentas que percibían por desempeñar altos cargos en la administración. Las conquistas territoriales, allí donde eran posibles, como en el caso de España, así como las empresas bélicas fuera de sus fronteras, también les eran beneficiosas extraordinariamente. extraordinariamente. En el paso entre vasallo (que representa el mundo medieval que acaba) y súbdito (que representa la época moderna que comienza), surgen las Ordenes de Caballería, Caballería, creadas por los monarcas para mantener y encuadrar en torno a ellos la nobleza de sus reinos. Estas Órdenes inculcan a la nobleza no sólo las obligaciones de carácter militar propias del caballero, sino también los ideales de carácter ético-religioso, exigiendo a sus miembros una conducta de tipo noble que les lleve a proteger a los débiles y a castigar las injusticias. A las Órdenes de Caballería se accede mediante un rito en el que se arma al caballero y que consiste en velar las armas, entregar la espada, ceñir las espuelas y dar el espaldarazo 10, y que recuerda a la ceremonia feudal del vasallaje. La primera orden de caballería fue establecida por Alfonso XI de Castilla, en 1330, al crear la Orden de la Banda; Banda; en 1348, Eduardo II de Inglaterra creó la Orden de San Jorge o de la Jarretera; Jarretera; Juan II el Bueno creó en 1352 la Orden de la Estrella y Felipe el Bueno creó en 1429, en Borgoña, la Orden del Toisón de Oro. Oro.
2.2. El clero De los tres estamentos de la sociedad medieval, es el clero el que presenta unos rasgos más distintivos y el que plantea una situación más compleja a la hora de integrarlo en la estructura medieval que los reyes bajomedievales estaban creando. Sus privilegios, que nadie discutía, su autonomía y, sobre todo, el hecho de que la Iglesia era una institución internacional, casaban mal con los proyectos de unidad nacional que perseguían los monarcas. Dos eran las cuestiones fundamentales que condicionaban las relaciones entre los monarcas y el Papado: el nombramiento de clérigos extranjeros para cubrir los cargos eclesiásticos, y la salida de dinero hacia Roma o Aviñón. Estas prácticas eran cuestionadas por las mentes más lúcidas y hacía que los reyes se viesen tentados a construir su propia iglesia nacional. A través de los Concordatos se intentó solucionar esta problemática.
10
espaldarazo. 1. m. Reconocimiento de la competencia o habilidad suficientes a que ha llegado alguien en una profesión o actividad. 2. m. Admisión de alguien como igual en un grupo o profesión. 3. m. Golpe dado de plano con la espada en la espalda para armar caballero.
46 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA El clero continuó siendo el monopolizador de la enseñanza y el que surtía de juristas y expertos las cortes de los monarcas y príncipes. Los reyes elegían, casi siempre, a un obispo de prestigio para ponerlo al frente de su Cancillería, y en los Parlamentos, los obispos y abades ocupaban un lugar preferente. Los obispados y canonjías11 estaban ocupados por segundones de familias nobles o por hijos de la clase dirigente de las ciudades. Frente a este alto clero, por lo general, bien instruido se encuentra el resto del clero, tanto secular como regular, y dentro del secular, se observa una clara diferencia entre el que ejerce su ministerio en las ciudades o en las iglesias rurales. Por lo general, el clero secular adoleció de una gran falta de formación. Las inspecciones y visitas pastorales eran raras, y numerosos sacerdotes se ausentaban de sus parroquias y las dejaban en manos de vicarios a los que pagaban una renta. Para suplir estas deficiencias se redactaron opúsculos 12 pastorales y de moral y manuales de confesores. El párroco rural vivía aislado en su parroquia y sólo en contadas ocasiones acudía a la ciudad. Representaba a sus feligreses y generalmente era una persona respetada por todos. La iglesia parroquial, especialmente la rural, era el centro alrededor del cual giraba la vida de la comunidad; el tañido de sus campanas todo lo regía: daban las horas y pautaba los trabajos cotidianos. En muchos lugares era el único edificio medianamente digno y con una estructura robusta.
Ilustración 4 Clero secular - Clero regular
11
canonjía. 1. f. Prebenda por la que se pertenece al cabildo de iglesia catedral o colegial. 2. f. coloq. Empleo de poco trabajo y bastante provecho. ~ de penitenciario. 1. f. canonjía que pertenece al canónigo penitenciario. ~ doctoral. 1. f. canonjía que pertenece al canónigo doctoral. ~ lectoral. 1. f. canonjía que pertenece al canónigo lectoral. ~ magistral. 1. f. canonjía que pertenece al canónigo magistral.
12
opúsculo. 1. m. Obra científica o literaria de poca extensión.
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
47
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA La situación del clero secular y regular de las ciudades era distinta de la del clero rural, ya que debido al constante aumento de la población aumentaron de forma continuada el número de parroquias y colaciones 13. Pero si hay que hacer mención dentro del clero ciudadano a la constante rivalidad entre el clero secular y el regular por atraerse a los feligreses y gozar de sus donativos y limosnas para procurarse el sustento, pues el trabajo manual era considerado servil.
2.3. El Tercer Estado 2.3.1. Sociedad Urbana 2.3.1.1. El patriciado urbano El patriciado urbano estaba formado, en el Mediterráneo, Mediterráneo, por los descendientes de nobles de segunda fila, ministeriales y milites de algún antiguo señor, y en Inglaterra, Norte de Francia, Países Bajos, Polonia, etc. por gentes enriquecidas con los negocios, tanto locales como internacionales. Todos los miembros del patriciado gozaban de gran poder político y económico. En los documentos o crónicas se les denomina como: potentes, cives, aldermen, magnates, meliores, etc. Sus aspiraciones e ideal de vida les llevaban a imitar el género de vida de la aristocracia y alcanzar sus privilegios. Tenían el monopolio de los cargos públicos y sólo ellos nombran a los magistrados, transmitiendo sus funciones a sus herederos. Integran un círculo cerrado en el que raramente admiten nuevos miembros. En España e Italia, estos caballeros ocupaban todos los cargos ciudadanos y poseían la tierra y aunque no se dedicaban al comercio personalmente p ersonalmente lo alimentaban con su dinero. En las ciudades del Norte de Europa eran descendientes de antiguos comerciantes y se dedicaban a todo tipo de negocios, atesorando grandes fortunas. También se dedicaban a las finanzas. Monopolizan el comercio y el proceso industrial y artesanal: compran en el exterior grandes cantidades de lana barata para venderla posteriormente, más cara, a los artesanos, a los que posteriormente compraban los productos manufacturados para venderlos fuera. En otras ocasiones, ellos mismos fabricaban el paño contratando a artesanos asalariados, controlando la producción y fijando los precios, formando potentes asociaciones o guildas para impedir la competencia. Este patriciado tenía en sus manos el poder político y económico de las ciudades al controlar los municipios y legislar en su propio provecho. Fijaban el precio de las cosas y los sueldos de los trabajadores y de las materias primas, todo lo cual fue creando un 13
colación. 1. f. Acto de colar o conferir canónicamente un beneficio eclesiástico, o de conferir un grado de universidad. 2. f. Cotejo que se hace de una cosa con otra. 3. f. Territorio o parte de vecindario que pertenece a cada parroquia en particular.
48 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA foso entre ellos y el resto de ciudadanos que estalló, en varias ocasiones, de forma violenta.
2.3.1.2. El pueblo o “común”
Bajo esta denominación, durante la Edad Media, se incluyen desde jornaleros de la construcción y obreros de la gran industria textil, hasta artesanos o comerciantes capaces de comprar tierras y de disponer de rentas. Todos tienen una característica común, y es la de que ninguno de ellos controla los resortes del poder municipal. Por lo tanto, podemos decir que “Pueblo” es todo individuo, que no es un marginado social, pero que tampoco forma parte de la élite clerical o laica que controla el poder o la riqueza, o ambas cosas a la vez. Durante los siglos XIV y XV, el pueblo entró en conflicto directo con las clases dirigentes al verse excluido del poder y sentirse utilizado por uno u otro bando en las luchas partidistas de las distintas familias dirigentes, y que luego no dudaban en prescindir de él una vez logrados sus objetivos, con el consiguiente aumento de las tensiones.
2.3.2. La sociedad rural A lo largo del siglo XII se produjo un aumento sostenido de la población que se prolongó hasta los primeros años del siglo XIV, conduciendo al desarrollo de las ciudades, a la creación de nuevos pueblos y villas y a la puesta en explotación de nuevas tierras. El efecto que en el campo tuvo este aumento de población se tradujo en:
Un fuerte excedente de mano de obra. Una bajada de salarios. Un aumento del precio de la tierra.
En los señoríos se produce una sustitución generalizada de las prestaciones personales por otras a censo en metálico. Los propietarios prefieren estas últimas porque aseguran unos ingresos en metálico muy importantes. Esta política de arrendamientos convino a los grandes terratenientes nobiliarios: por la necesidad de dinero para la guerra; por el aumento de los gastos suntuarios; por la construcción de nuevas edificaciones y por el pago de clientelas. La situación cambió radicalmente durante los siglos XIV y XV, especialmente por la Peste Negra de 1348-1349 y por el cambio climático que se experimentó durante el siglo XV: largos periodos de lluvia y fríos intensos. Esta situación inicial de crisis se agravó considerablemente, en el campo, a partir de mediados del siglo XIV como consecuencia de la Peste Negra. La gran mortalidad hizo que en el campo sobraran tierras para cultivar, por lo que se abandonaron las tierras altas, de difícil explotación y escaso rendimiento. La abundancia de tierras condujo a una drástica caída de los arrendamientos, y por
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
49
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA consiguiente, a una caída, de los ingresos de sus propietarios por este concepto, provocando que muchas grandes familias pusieran a la venta numerosas parcelas, que fueron adquiridas por gentes de la ciudad y campesinos hacendados, capaces de trabajarlas con sus propios miembros familiares. La falta de mano de obra hizo que se elevasen los salarios de los jornaleros, por lo que se dictaron ordenanzas para limitarlos. Con estas condiciones el nivel de vida de los jornaleros aumentó considerablemente. El exceso de producción de cereal hizo que el precio de éste disminuyera, por lo que muchos grandes propietarios dedicaron sus campos a la ganadería, especialmente en España e Inglaterra. En líneas generales podemos decir que, en el campo sólo subsistieron las explotaciones rentables. Los campesinos, por primera vez, se sintieron dueños de sus destinos y con una posición de fuerza, por lo que adoptarán una actitud combativa cuando, nuevamente, se intente su vuelta a una situación de dependencia, dando lugar a grandes periodos de inestabilidad en el campo.
3. La crisis social 3.1. Los levantamientos populares y sus causas Las tensiones y revueltas que se produjeron en la época bajomedieval no debe hacernos pensar que la Alta Edad Media no hubiera este tipo de movimientos. Si no son tan importantes como en los siglos XIV y XV puede ser debido a que las fuentes no los han recogido o a que el hombre, hasta el siglo XI, tenía ante sí un horizonte mental, religioso y económico muy restringido. Sus necesidades materiales se cubrían con la solidaridad familiar, su señor le garantizaba seguridad y el sacerdote le proporcionaba un tránsito feliz a la otra vida. Es decir, el campesino altomedieval vivía en un mundo inmóvil e incomunicado. Esta situación cambió, a partir del siglo XI, con la aparición de las ciudades con sus gentes y sus modos de pensar, al tiempo que con ella surgen grupos de marginados, fruto del aumento demográfico, los campesinos sin tierra, los parados estacionales, los artesanos, los vagabundos, etc. En este clima nacieron los movimientos de protesta que pretendieron la purificación del clero y sus costumbres (ej.: la partaria de Milán). Su característica principal fue que no tuvieron gran trascendencia, no superaron el ámbito territorial de una ciudad, y el señor o el obispo se bastaban para reprimirlas y anularlas. Las tensiones sociales de la Baja Edad Media tuvieron mayor envergadura. Debemos tener en cuenta que se trataron de revueltas y no de rebeliones y mucho menos de revoluciones. Sus intenciones no fueron subvertir el orden establecido, sino reaccionar ante una determinada circunstancia adversa: protestas por una determinada tasa, acceso a las diversas magistraturas municipales, etc. Estas revueltas tienen otra característica, y es que jamás hubo sincronía entre las revueltas urbanas y campesinas, excepto en la de Londres de 1381. Estas revueltas estaban encabezadas por dirigentes de extracción social diferente. Los hubo de origen humilde, burgueses, pequeños nobles, etc.
50 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA En el campo, en líneas generales, durante el siglo XIV desaparece la servidumbre en gran parte de Europa. Los trabajos serviles fueron desapareciendo en favor del pago de dinero durante los siglos XIII y XIV, subsistiendo, casi exclusivamente, en los señoríos eclesiásticos y tierras monásticas, quienes seguían prefiriendo el cobro en productos y conservar el control directo sobre sus posesiones. Si en la época altomedieval el campesino necesitaba protección personal y asegurar un mínimo vital, aún a costa de su libertad de movimientos, y esto se lo proporcionaba el señor, ahora, en los siglo bajomedievales, el que le proporciona cierta seguridad es el Estado, por lo que piensa que su señor obtiene un beneficio excesivo por un servicio que no presta, por lo que se cuestiona su papel y comienza a librarse de él. La violencia campesina estalla por hartazgo y tras haberse llegado a una situación insoportable e inaceptable, y fue, generalmente, de corta duración, pero muy violenta y destructiva. Las revueltas ciudadanas tuvieron motivaciones diferentes. Por lo general, se lucha por el acceso al control de la ciudad por parte de determinados grupos que, aunque con suficiente riqueza, se ven excluidos de los órganos de decisión. Cada ciudad presenta una tipología distinta en la composición de su consejo municipal: en unas domina la clase burguesa; en otras comparte el poder con los nobles; y en otras son los gremios los que controlan la situación. Participar en los órganos de gobierno era muy importante, ya que desde allí se controlaba el cobro de impuestos; se dictaban ordenanzas municipales y gremiales; se fijaban y controlaban los precios de los productos; se reclutaban tropas y se conducían a la guerra ( milicias concejiles de las ciudades castellanas); se ejercía un dominio sobre los pueblos de alrededor (alfoz). Por ello, algunos autores afirman que los municipios eran una especie de señoríos burgueses. Al pueblo le interesaba que hubiera una monarquía fuerte que controlara a los dirigentes municipales a fin de que no se excedieran en sus competencias y no explotaran a los más humildes.
3.2. Las tensiones sociales en el campo 3.2.1. Las revueltas flamencas (1324-1328) Se trata de la primera de las grandes revueltas del siglo XIV, que estalló tras una época de escasez y malas cosechas. El detonante fue un impuesto extraordinario que impuso el conde de Flandes, Luis I. Como de costumbre este impuesto era pagado únicamente por campesinos y burgueses, ya que estaban exentas de su pago la nobleza y la Iglesia. Esta revuelta, llamada de los Karls, se extendió por las ciudades (Brujas e Yprés, especialmente), estando bien organizada poniéndose al frente de la misma grandes arrendatarios y miembros de la pequeña nobleza que estaban descontentos con la tutela que ejercía Francia sobre Flandes y que dificultaba el comercio lanero con Inglaterra. Se llegó a organizar una administración paralela y se reclutó un ejército de campesinos, que produjo robos, incendios y asesinatos, por ambas partes. El conde de Flandes pidió ayuda a Felipe IV de Francia y éste aplastó la LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
51
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA revuelta en Cássel (1328). Se puso así fin a lo que la Crónica de Flandes definió como: «un tumulto tan grandes y tan peligroso como hacía siglos no se había visto».
3.2.2. La Jacquerie El nombre de la Jacquerie viene dado por la confusión provocada por el cronista que atribuyó la jefatura de la revuelta a Jacques Bonhomme, cuando en realidad quien estuvo al frente de la misma fue Guillermo Cale. Esta revuelta duró apenas dos semanas, pero fue tan grande que el nombre de Jacques pasó a significar “ campesino rebelde”, en francés. Esta revuelta se extendió por la Isla de Francia y Baja Normandía debido a varios factores:
Caída de los precios cerealistas. Estragos causados por la Peste Negra. Presencia, casi constante, de tropas anglo-navarras que saqueaban la región. Desprestigio de la monarquía y la caballería por las numerosas derrotas sufridas. Imposición de un impuesto especial para pagar el rescate del rey Juan II, y de gran parte de la nobleza, que estaba prisionera de los ingleses.
Amén de estos factores, los Estados Generales denunciaron el derroche del dinero público por parte de la monarquía y la nobleza, con lo que el terreno para el descontento y la revuelta estaba abonado. La revuelta estalló el día 28 de mayo de 1358, en varios lugares a la vez, poniendo de manifiesto la buena coordinación de la misma por tarde de los dirigentes. El blanco de las protestas iba dirigido contra la nobleza, por lo que los bienes de la Iglesia fueron respetados. Lo sorprendente de esta revuelta fue que los prebostes14 reales dejaron obrar a los revoltosos. El preboste de los carniceros de París intentó que los campesinos se unieran a su causa, sin demasiado éxito. Guillermo de Cale fue invitado a parlamentar por Carlos el Malo y una vez en su poder mandó asesinarlo. El 10 de junio, la nobleza masacró a los campesinos asesinando a todo aquel que cayó en sus manos, iniciándose una brutal represión contra los campesinos. La habilidad del Delfín Carlos hizo que se otorgara una carta de perdón para todos los implicados (nobles y campesinos), con el fin de llevar la paz a sus Estados y para reunir las fuerzas necesarias para continuar la lucha contra los ingleses. A raíz de estos sucesos, nació en la región de París el bandolerismo, protagonizado por campesinos y pequeños nobles (brigants y routers), quienes aprovecharon la falta
14
Preboste: Representante. Funcionario capeto sometido al baile que recaudaba rentas y administrar justicia. El preboste de los mercaderes controlaba los pesos y medidas y cobraba algunos impuestos.
52 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA de autoridad y las luchas entre los Armañac y los Borgoña para sembrar el terror en la zona, hasta mediados del siglo XV.
3.2.3 Las revueltas inglesas Las revueltas campesinas inglesas también se inscriben dentro de estos años de crisis, en los que los campesinos sufren los efectos de la depresión económica, que de igual modo afectó a los miembros de la gentry o baja nobleza rural. La causa directa de esta revuelta se dirigió, en primer lugar, contra la recaudación de tasas extraordinarias y en segundo lugar, contra los consejeros del rey Ricardo II, especialmente contra su tío y tutor, Juan de Gante. En el año 1377 el Parlamento decidió cobrar un impuesto especial, el poll-tax , que debía ser pagado por todos los mayores de 15 años. En 1381 se elevó el impuesto a un chelín, lo que desencadenó la revuelta en varias ciudades, incluida Londres en 1381, donde se incendió el palacio de Juan de Gante y fueron asesinados el arzobispo, varios nobles, ricos comerciantes y algunos extranjeros. Al día siguiente, el rey prometió abolir la servidumbre, parar el cobro de la tasa y abolir el Estatuto del Trabajo que impedía la subida de sueldos de los artesanos. El día 15 de mayo el cabecilla de la revuelta, Wat Tyler, fue invitado a parlamentar, siendo asesinado en presencia del rey Ricardo II. El ejército real inició la represión, que no concluyó hasta la ejecución de Jhon Ball, cuatro meses después. Tras estos sucesos, el rey revocó todas las concesiones que había otorgado y dictó un perdón general. Entre esta revuelta y la Jacquerie se pueden apreciar grandes paralelismos: lucha contra tasas extraordinarias; protestas contra los asesores del rey; unión de campesinos, baja nobleza y habitantes de la ciudad; reacción brutal de la nobleza; etc.
3.3. Las tensiones sociales en las ciudades 3.3.1. Los ciompi de Florencia Los ciompi eran los asalariados que se encargaban de cardar la lana y ocupaban los puestos más bajos de la sociedad florentina. No tenían representación en el Consejo Comunal. No pertenecían a ninguna de las Artes, por lo que no estaban asociados y carecían de protección ante los infortunios de la vida. Cada una de estas Artes representaba y acogía, en una especie de corporación, a los miembros de los distintos oficios. Las Artes disponían de una milicia y estaban regidas por un Consejo. Había siete Artes mayores (la más importante la Calimala de los laneros; la de los sederos; la de los cambistas; etc.); cinco artes medianas (carniceros, ropavejeros, etc.) y nueve artes menores (panaderos, vinateros, etc.). En la base de la revuelta de los ciompi estaban:
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
53
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA
Los bajos salarios. La devaluación de la moneda. Las deudas contraídas con sus patronos. La aspiración a tener un Arte propia.
A estas causas directas se unieron otras de carácter político, al verse envueltos en la disensión entre las artes mayores, de tendencia güelfa, y las artes menores, de tendencia gibelina. Silvestre de Medici (gibelino) amotinó al pueblo, a fin de que el Consejo aprobara una serie de disposiciones a su favor. El rechazo a sus propuestas por parte del Consejo hizo que el pueblo se amotinara y tomara el Palacio de la Señoría, asaltando y quemando varias oficinas fiscales y algunas casas de los consejeros. Las reclamaciones del pueblo eran: 1. La suspensión de los juicios por deudas. 2. La limitación del poder de las artes mayores. 3. La creación de tres nuevas artes y que se le reservara el cargo de Gonfalonero de Justicia, la magistratura más alta de la ciudad. Las autoridades cedieron ante el cariz que iba tomando la protesta y el cargo de Gonfalonero fue ocupado por el cardador de lana, Miguel Lando; también se crearon las tres artes menores de los sastres, tintoreros y los cardadores, llamando a éstos últimos el pueblo de Dios, ya que habían sido los más desprotegidos. El Gonfalonero, Miguel Lando, no estuvo a la altura de su cargo; fue convencido para que desarmara al pueblo y volvieran a abrir los talleres. Los ciompi se negaron y el día 31 de mayo de 1378 se amotinaron. El gonfalonero, al frente de un ejército, reprimió la revuelta y las artes mayores volvieron a controlar la situación. Las tres artes menores recién creadas fueron suprimidas y Miguel Lando, Silvestre de Medici y otros ciudadanos fueron enviados al exilio.
3.2.2. Las revueltas de Gante, Brujas y París Tanto las revueltas urbanas de Flandes y París tuvieron un fuerte contenido fiscal, amén de los deseos de controlar los resortes municipales, monopolizados por la alta burguesía y la aristocracia militar. El componente político vino definido por la secular rivalidad entre Francia e Inglaterra, que dificultó el desarrollo de las ciudades flamencas basado en la industria textil, que tenía su principal fuente de abastecimiento de lana en Inglaterra. El problema fiscal era consecuencia de la guerra ya que los reyes franceses –al igual que los ingleses- necesitaban fuertes sumas de dinero para afrontar los gastos militares. Las protestas ciudadanas se dirigieron contra los consejeros del rey, los recaudadores fiscales y contra las clases dirigentes, que aceptaban la imposición de tasas especiales.
54 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA Si a estos motivos se le añaden las dificultades económicas que atravesaron los más desfavorecidos, tanto en las ciudades como en el campo, y las rivalidades entre los distintos gremios, tendremos un cuadro muy aproximado de las causas que originaron los disturbios que se desarrollaron entre los años 1378 y 1383. La revuelta de Gante comenzó en 1379 como una disputa comercial con Brujas por la apertura de un canal fluvial que favorecía a Brujas en detrimento de Gante. Esta disputa degeneró en una revuelta contra el conde de Flandes y contra el patriciado urbano que le apoyaba, en su política de acercamiento a Francia frente a Inglaterra, principal suministradora de lana para la industria textil flamenca. Los intereses de la burguesía de Gante estaban representados por Felipe de Artevelde, jefe de los sublevados y que negociaba abiertamente con el rey inglés, provocando la alarma en Carlos VI y en sus tíos, especialmente en Felipe el Atrevido. Éstos acudieron en ayuda del conde de Flandes, Luis II de Male, y vencieron a los sublevados en Roosebeke (1382), donde murió el jefe de los sublevados, Felipe de Artevelde. La revuelta de París y de otras ciudades francesas, sobre todo Ruán, comenzaron en 1382 como una protesta contra las nuevas tasas impuestas por Carlos VI y sus tíos. Tras asaltar el Châtelet, donde se guardaban las armas, y robar miles de maillotin (mazas de hierro), que le dieron el nombre a la revuelta, saquearon varias mansiones y dieron muerte a varios recaudadores y judíos. Carlos VI, que tenía también abierto el frente flamenco, prometió convocar los Estados Generales, logrando calmar a los rebeldes. Una vez solucionado el problema flamenco, comenzó la represión en París (1383) con el ajusticiamiento de los principales líderes de la revuelta.
3.3.3. Los disturbios de Roma Tras el traslado de los papas a Aviñón y el abandono de Roma, ésta cayó nuevamente en manos de las grandes familias romanas. Pronto las luchas entre ellas hizo que se deseara el regreso del Papa, para lo cual se envió una delegación a Aviñón (1343), en la que figuraba (Ni)Cola di Rienzo, el cual consiguió que en 1347 ser elegido Tribuno del Pueblo. Pronto empezó a tener enfrentamientos con todos los poderes establecidos: Papado, Imperio y nobleza romana. Los Colonna promovieron un levantamiento popular contra él en 1354, siendo ya senador y tribuno vitalicio, que le costó la vida. Estos desórdenes romanos, a diferencia de los ocurridos en el resto de Europa, tuvieron un contenido eminentemente político.
4. Las tensiones en los reinos hispanos Los disturbios y desórdenes sociales que afectaron a Europa, durante los siglos XIV y XV, también tuvieron su reflejo en los reinos hispánicos. En Cataluña, hay que hacer referencia a los problemas de los payeses de remensa, que enfrentó a los campesinos con sus señores en el siglo XV y que respondían también a los problemas derivados de la Peste Negra, agravados aquí por el reforzamiento de los derechos señoriales sobre los payeses de la Cataluña Vieja, los
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
55
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA denominados seis malos usos, que atentaban contra la libertad de movimiento; la libre disposición testamentaria y el disfrute de los bienes por parte de los payeses o campesinos. Los seis malos usos eran: 1. Intestia: Percepción por parte del señor de algunos bienes del payés que moría sin testar. 2. Exorquia: Percepción señorial por la muerte del payés sin dejar descendencia. 3. Cugucia: Percepción señorial en caso de adulterio del payés o de su esposa. 4. Arsia: Percepción señorial por la quema de un campo. 5. Firma de spolii : Percepción señorial por autorizar al payés a hipotecar sus bienes. 6. Remensa: Obligación del payés de permanecer en sus tierras mientras éste no se “redimiera” (remensa) mediante el pago de una cantidad a su señor.
Este último uso dio nombre genérico a las luchas del campesinado catalán. El problema de la remensa (que afectaba, según Vicens Vives, a una cuarta parte de la población de Cataluña) desembocó en una lucha anti señorial, que se extendió por el norte y centro del Principado. El problema se resolvió tras la Sentencia arbitral de Guadalupe (1483), por la que Fernando II de Aragón, declaró abolidos los malos usos, a cambio del pago de sesenta sueldos por manso de los respectivos señores. En Galicia, la Guerra de las Hermandades o Irmandiña, de carácter anti señorial (1467-1469) y que se extendió por toda la región. Estos conflictos ya habían tenido un precedente en 1431, cuando estallaron las primeras revueltas contra Nuño de Andrade (el Malo). Las actuales revueltas estaban protagonizadas por los burgueses, campesinos y parte de la baja nobleza, y se dirigieron contra los abusos y arbitrariedades que los grandes linajes de los Andrades, Lamos, Moscoso, etc. ejercían sobre Galicia. Los rebeldes ocasionaron muchos incendios y destruyeron numerosos castillos y casas fuertes. La reacción de la nobleza, apoyada por los Reyes Católicos, el rey de Portugal y el arzobispo de Santiago, puso fin a la revuelta, ejecutando a los principales cabecillas. Junto a estos conflictos, de carácter agrario-social y anti señorial, hay qu e destacar otros que se desarrollaron en varias ciudades que fueron fruto de la crisis de los siglos XIV y XV y por el control de los cargos municipales. Entre los enfrentamientos urbanos hay que destacar el enfrentamiento que tuvo lugar en Barcelona entre la Busca y la Biga por el control municipal. La Busca estaba integrada por menestrales y mercaderes y contaban con el favor real. La Biga está compuesta por la aristocracia urbana, que dirigía y monopolizaba el comercio exterior; manejaba el Consejo del Ciento (Consell de Cent) y estaba apoyada por las Cortes, que estaba controlada por la nobleza y el clero. Los bigaires vivían de rentas y tenían en sus manos todo el poder municipal. Eran los llamados ciutadans honrats. La crisis del siglo XV hizo estallar el problema en una Barcelona que vivía, fundamentalmente, del comercio exterior. Los buscaires exigían medias proteccionistas, frente a los comerciantes extranjeros: la contención de los precios; la devaluación de la moneda; el freno al dispendio municipal. El acceso al poder de los
56 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 5. LA SOCIEDAD EN LA BAJA EDAD MEDIA buscaires permitió que, parte de sus planes, se llevaran a la práctica, pero los abusos en la administración y el exceso de confianza ante una crisis generalizada hicieron fracasar sus proyectos, especialmente en dos medidas que perjudicaban a los bigaires: la devaluación de la moneda y la prohibición de importar artículos de lujo. Ambos bandos se implicaron en la guerra civil de Juan II, la reacción de los bigaires (1460) les hizo recobrar el poder y ajusticiar a los principales cabecillas buscaires, en un movimiento socio-político que tuvo muchas coincidencias con el que se había desarrollado antes en la Florencia de los ciompi.
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
57
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV)
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) 1. La Iglesia: Del apogeo a la crisis 1.1. Las grandes figuras del Papado 1.1.1. Inocencio III El siglo XIII constituye el momento de mayor esplendor de la Iglesia medieval, una vez superados los “siglos de hierro” y el enfrentamiento por la lucha de las investiduras, que consagró la primacía de Roma sobre el resto de las Iglesias nacionales y proclamó la sumisión al Papa, en cuestiones de religión y moral, de toda la Cristiandad. Triunfaba así la concepción teocrática de Gregorio VII, reivindicada en el Dictatus Papae (1075) y reafirmada en el II Concilio Ecuménico de Letrán (1139), según la cual todo debe estar sujeto al Papa, tanto emperadores como reyes. De esta forma se pretendía acabar con el espíritu laico y autónomo que divulgaban las nuevas teorías basadas en el Derecho Romano. Las teorías teocráticas se fueron gestando a lo largo del siglo XII, aunque éstas fueran más teóricas que reales, ya que, ante hechos concretos, el Papado tenía que acomodarse a la realidad de cada uno de los reinos que integraban la Cristiandad occidental, cuando al frente de estos reinos había un personaje enérgico (ej.: Enrique II de Inglaterra, Federico I de Alemania). Inocencio III (1189-1216) fue el Papa que llevó a la práctica y ejerció la teocracia de una forma más rotunda, alcanzando dicha teoría su cumplimiento más completo. Inocencio III logrará el apogeo del Papado, aunque el siglo XIII se cerrará con el papado de Bonifacio VIII, que representa el fracaso de dicha teoría y marcará el inicio del periodo más crítico de la historia de la Iglesia. Inocencio III fue elegido Papa a los 38 años de edad, el día 8 de enero de 1198. Se llamaba Lotario y pertenecía a la familia de los condes de Segni. Con una sólida preparación intelectual: había estudiado Teología en París y Derecho en Bolonia con el canonista Huguccio, el cual le imbuyó las ideas teocráticas, que los canonista de Bolonia habían elaborado, presentando de manera más depurada y aceptable el Distatus Papae de Gregorio VII. Según esta teoría, el Papa, como Vicario de Dios en la tierra, posee auctoritas, es decir, la plena soberanía, mientras que los emperadores y reyes poseen la potesta, es decir, el poder político que reciben de Dios. Como Vicario de Cristo, el Papa es señor de cuerpos y almas. Aunque admite que en el campo político los reyes pueden predominar sobre el Papa, éste puede intervenir cuando los príncipes pecan gravemente; cuando hay que acudir a un árbitro supremo; y cuando hay que defender los dominios eclesiásticos. Inocencio III fiel a estos principios intervendrá de manera activa en todos los reinos cristianos de la época.
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
59
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) El primer objetivo del Papa consistió en afirmar su poder en Roma, por ello destituyó a todos los senadores y a todos los funcionarios del Campidoglio y obligó al Prefecto de la ciudad a prestarle juramento de fidelidad. Posteriormente se hizo con el control del Ducado de Espoleto y de la Marca de Ancona. Este despliegue de fuerza fue posible gracias a que la elección de Inocencio III coincidió con la muerte del emperador Enrique IV, que dejó a un menor de edad, Federico II, como rey de Sicilia, en manos del Papa. El Papa también intervino en la elección del nuevo emperador apoyando a Otón IV frente a Felipe de Suabia y cuando Otón IV no cumplió sus promesas lo depuso y excomulgó, presentando a Federico II, su pupilo. Para ver colmadas su ansías de poder teocrático usó frecuentemente la excomunión, aunque también se sirvió del dinero, especialmente en las cuestiones italianas. Logró los homenajes feudales, más teóricos que reales, de Otocar I de Bohemia, de Pedro II de Aragón, de Sancho I de Portugal, de Alfonso IX de León, de los reyes de Polonia, Dinamarca, etc. En el terreno religioso, tres fueron sus principales objetivos: 1. Acabar con los herejes. 2. Proclamar una cruzada. 3. Convocar un Concilio. Toda desviación de la ortodoxia fue perseguida, aun cuando hubo diversos movimientos en los que, sin negar el dogma, propugnaban una vuelta a la pobreza evangélica, empezando por el Papa. De esta manera fueron perseguidos los Humiliati , los Espirituales y los Joaquinistas, mientras que otros movimientos que también exaltaban la pobreza, pero sin denunciar a la cúpula eclesiástica, sin fueron admitidos dentro del seno de la Iglesia (ej.: Franciscanos y Pobres Católicos). Apoyó activamente la lucha contra los musulmanes: dio carácter de cruzada (Navas de Tolosa, 1212) o predicando la Cuarta Cruzada. No dudó en atribuir carácter de cruzada a la lucha que se emprendió contra los albigenses o cátaros que fue aprovechado por el rey francés para imponer su dominio sobre el Midi francés y al Papado le reportó el condado de Aviñón. El IV Concilio Ecuménico de Letrán (1215) marcó el cénit de la teocracia de Inocencio III. A este Concilio se aprobó el término transustanciación para indicar la transformación sustancial que se produce en la Eucaristía; la confesión y la comunión obligatoria, al menos una vez al año; la predicación de una nueva cruzada, que se realizaría bajo dirección papal y, sobre todo, condenó como herética la doctrina de Joaquín de Fiore, que había predicado el advenimiento de una nueva edad en la que ni Iglesia ni Estado serían necesarios, y en la que la Humanidad viviría en una sociedad igualitaria. Inocencio III murió en Perugia en 1216. El Papa León III, en 1850, mandó trasladar sus restos a San Juan de Letrán, donde se le levantó un monumento.
60 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) 1.1.2. Bonifacio VIII A Inocencio III le sucedió Honorio III (1216-1227), que fue el primer Papa que coronó a un emperador de Oriente. A éste le sucedió Gregorio IX (1227-1241), también perteneciente a la familia de los condes de Segni y que se convirtió en enemigo declarado de Federico II. La política de éste Papa fue seguida por Inocencio IV (1243-1254) quien no dudó en deponer al emperador en el I Concilio de Lyón (1245). Además de estos Papas, hay que añadir en esta relación a Clemente IV (1265-1268), quien cambió la política de la Santa Sede al abandonar la alianza con el Imperio para caer en manos de los franceses, y a Gregorio X (1271-1276), quien, aunque fuera efímeramente, logró la unión con los cristianos ortodoxos en el II Concilio de Lyón (1274). Después de una Sede Vacante que duró veintisiete meses, el Colegio Cardenalicio eligió como Papa a un eremita benedictino, Pedro de Morrone, quien tomó el nombre Celestino V (1294). Este Papa fue un dócil instrumento en manos de Carlos II de Nápoles (consiguió que el Papa trasladara la Curia a Nápoles) y del cardenal Benedicto Caetani. El Papa, tras cinco meses de pontificado, encargó al cardenal Caetani la redacción de una Bula de renuncia al pontificado. El nuevo Papa, el cardenal Caetani, que tomó el nombre de Bonifacio VIII (12941303), pertenecía a la noble familia de los Caetani. Gran jurista que había estudiado en Bolonia. Su primer acto como Papa fue traer, nuevamente, la Curia a Roma y ordenar el arresto del Papa anterior, Celestino V, que murió en prisión. Bonifacio VIII fue el último representante de la teocracia pontificia basada en la plenitudo potestatis de origen divino. Tras la publicación de la Bula Clericis laicos (1296), en la que se resumía la doctrina teocrática del Pontificado, y en la que se ponía de manifiesto la cuestión sobre si los poderes temporales podían gravar los bienes eclesiásticos, el Papa Bonifacio VIII intentó acallar los rumores que circulaban sobre su elección, que los cardenales Colonna (Santiago y Pedro) consideraban ilegítima. El Papa excomulgó y depuso a los dos cardenales Colonna, arrasó sus tierras y confiscó sus bienes, repartiéndolos entre su familia Caetani y los Orsini, sus partidarios. En el año 1300, el 22 de febrero, publicó la Bula Antiquorum habet fidem por la que proclamó el primer Año Santo de la Cristiandad y establecía su convocatoria cada cien años. Su enfrentamiento con el rey francés, Felipe IV, y su humillación en Anagni, marcaron el final de su Pontificado. Bonifacio VIII fue el último representante del Papado que concibió el mundo sujeto a las directrices del poder pontificio, y al que todos debían acatamiento. En el plano personal fue el Papa con mayor protagonismo y delios de grandeza, que se concretaron en la fundación de la Universidad de la Sapienza en Roma, la erección de las catedrales de Orvieto y Perugia. Se hizo inmortalizar en numerosas estatuas de bronce y mármol y en el fresco que Giotto pintó en la capilla de los Orsini en San Juan de Letrán.
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
61
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) 1.2. La época de las grandes crisis 1.2.1. El Papado de Aviñón Con la elección del Papa Clemente V (1305-1314) se marca el inicio de lo que se ha denominado Papado de Aviñón o Cautividad de Aviñón, ya que los Papas que allí residieron estuvieron bajo la tutela del rey de Francia, siendo todos ellos fieles ejecutores de sus deseos. Clemente V (Bertrand de Goz, arzobispo de Burdeos) había acordado con Felipe IV su elección como Papa a cambio de la cesión de las décimas del reino durante cinco años. Fue coronado en Lyón y trasladó la Curia a Aviñón. Convocó un Concilio Ecuménico en Vienne (1311). Con la Bula Vox in excelso disolvió la Orden del Temple (1312), ordenando repartir sus bienes entre la Orden del Hospital y la corona de Francia. Los principales dirigentes del Temple fueron condenados a la hoguera. Logró evitar la condena de su predecesor (Bonifacio VIII) y encabezó la serie de Papas nepóticos15 de Aviñón. Para evitar que los cardenales italianos eligieran a un papa connacional que devolviera la Curia a Roma, elevó el número de cardenales franceses a diecisiete, frente a los seis italianos.
1.2.2. La política centralizadora del Papado de Aviñón El Papa Juan XXII (1316-1334) prosiguió la política de asentamiento definitivo en Aviñón, a pesar de las voces que se alzaban pidiendo el retorno de los Papas a Roma; a los que clamaban contra su nepotismo descarado y contra su enfrentamiento personal con el emperador Luis IV de Baviera, en lo político; y en lo espiritual, con su enfrentamiento con los franciscanos. Dentro de los franciscanos había surgido una rama, los Espirituales, que reivindicaba la pobreza de Cristo. El Papa promulgó una Bula declarando herética tal doctrina, condenando a la hoguera a los frailes espirituales, a los que de modo despectivo llamó fraticelli (frailecillos). En el campo teológico, Juan XXII defendió que sólo tras el Juicio Final y la resurrección de los muertos, se alcanzaba la visión beatífica de Dios, doctrina de la que tuvo que retractarse en el lecho de muerte ante los cardenales. Juan XXII fue el gran impulsor de la burocratización que se llevó a cabo durante el periodo de Aviñón, y que se fue perfeccionando con el tiempo hasta hacer que la administración pontifica fuera la más eficaz de todas. Creó el Registro de la Cámara Apostólica, como mecanismo financiero de la Curia, con un minucioso asiento de entradas y salidas, a cuyo frente estaba el cardenal camararius. Reorganizó la Cancillería y creó el Tribunal de la Sacra Rota. Otros organismos importantes fueron: la Limosnería, encargada del reparto de limosna a los pobres y la Penitenciaría, encargada de dilucidar todas las apelaciones y disputas que llegaban al Papa. 15
nepotismo. 1. m. Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos.
62 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) Los gastos del Papado fueron creciendo por lo que hubo de acudir a un aumento de las tasas. Todo estaba tasado: los nombramientos, las defunciones, las visitas ad limina, los cargos vacantes, etc. Todo era poco para cubrir los enormes gastos que generaba la Curia, lo que redundó en la imagen poco ejemplar del periodo y la de avidez de aquellos Papas.
1.2.3. El restablecimiento de la autoridad pontificia en Italia. Gil de Al bo rno z La ausencia de Papas de los Estados Pontificios hizo que muchas familias señoriales ejercieran su poder sin ninguna cortapisa. Un claro ejemplo de esta situación fue la figura de Cola di Rienzo que, en 1347, intentó sustituir en Roma el poder pontificio por el comunal, proclamándose: «por la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, Tribuno de la libertad, de paz y de justicia y liberador de la sagrada república romana». Este hecho y otros de igual índole alarmaron al Papa Clemente VI y al emperador Carlos IV, que lo apresó y envió a Aviñón. Con el fin de congraciarse con los romanos, el Papa anunció otro Jubileo en 1350, reduciendo en cincuenta años lo establecido por Bonifacio VIII. El nuevo Papa, Inocencio VI (1352-1362), comprendió que debía poner orden en los Estados Pontificios y en Roma. Encontrándose exiliado en Aviñón el cardenal español, Gil de Albornoz, y dada su experiencia militar, el Papa Inocencio VI lo envió a Italia como su Legado para poner orden en los Estados Pontificios, y hacer volver a la obediencia a las familias rebeldes, que ignoraban los derechos papales, y especialmente los Visconti de Milán, que se habían apropiado de Bolonia. En una segunda Legación, Gil de Albornoz recuperó Bolonia y puso orden en el Patrimonio de San Pedro. Gil de Albornoz ha pasado a la Historia de la Iglesia y de Italia como el hombre que hizo posible el retorno de los Papas a Roma y como gran legislador. Éste había tomado parte en la redacción del Ordenamiento de Alcalá. Promulgó las Constituciones, con objeto de superar el Derecho local y hacer efectiva la territorialización jurídica de dichas leyes. Estas leyes estuvieron vigentes en los Estados Pontificios hasta 1816, con sus respectivas correcciones. El Papa Urbano II (1362-1370) hizo el primer intento de regreso a los Estados Pontificios. El Papa llegó a sus Estados en 1367, siendo recibido por Gil de Albornoz en Viterbo, aunque el español no pudo entrar con el Papa en Roma, pues murió dos meses antes de este hecho. El Papa regresó a Aviñón tres años después, en 1370. El nuevo Papa elegido fue Gregorio XI (1370-1378). Regresó a Roma definitivamente en 1376 a pesar de que todos los cardenales nombrados eran franceses; de la inestabilidad que existía en Francia, fruto de la Guerra de los Cien Años; de los tumultos que empezaban a surgir en los Estados Pontificios; y de que seis cardenales se negaron a seguirle, presagiando el Cisma que se avecinaba. Ante el lamentable estado en que se encontraba el palacio de San Juan de Letrán, el Papa optó
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
63
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) por el Vaticano, que pasó a convertirse en la residencia oficial de los Papas en Roma desde entonces. 1.3. El Cisma de Occidente 1.3.1. Los intentos de solución Gregorio XI fue enterrado con todos los honores y en su lugar de enterramiento – iglesia de Santa Francisca Romana, próxima al Foro- se le erigió un monumento por su vuelta a Roma. El día de la elección de un nuevo Papa, los romanos se amotinaron al grito de: «queremos un Papa romano o, por lo menos, italiano» . El elegido fue un italiano, el arzobispo de Bari (última vez que fue elegido Papa un no cardenal), que tomó el nombre de Urbano VI (1378-1389). En dos meses mostró su carácter despótico e insolente, ocasionando que seis cardenales franceses y el cardenal español, Pedro de Luna, se retiraran a Agnani y firmaran un documento en el que declaraban la nulidad de la elección papal, debido a las presiones sufridas, deponían al Papa y anunciaban Sede Vacante, anunciando una nueva elección para diez días después. El elegido fue el cardenal Roberto de Ginebra, que tomó el nombre de Clemente VII (1378-1394), siendo reconocido inmediatamente por los cardenales. Clemente VII se trasladó, nuevamente, a Aviñón, consumándose el Cisma. La Cristiandad se dividió formándose dos bandos, que apoyaban a uno u otro Papa en función de los intereses personales o políticos. Por el Papa romano, Urbano II que apoyaba su prestigio en la posesión de Roma, tomaron partido: Alemania, Hungría, Inglaterra, Polonia, Dinamarca, Suiza, Flandes e Italia del norte. A favor del Clemente VII, el Papa de Aviñón, que se amparaba en el número de cardenales y en su administración, estuvieron: Francia, Nápoles, Escocia, Castilla, Aragón y Portugal. Urbano VI depuso a la reina Juana de Nápoles y entregó el reino a los Durazzo, también nombró de una sola vez a veintinueve cardenales. Pero su carácter despótico y prepotente hizo que varios de sus cardenales se trasladaran a Aviñón, abandonándolo. Urbano VI, sintiéndose inseguro hizo arrestar a seis cardenales, que murieron asesinados en prisión, y a otros cuatro les privó de sus rentas y cargos. A su muerte, los cardenales restantes (14) eligieron Papa a Bonifacio IX (1389-1404) ignorando la existencia del Papa francés, Clemente VII, confirmándose de este modo el Cisma. El escándalo en la Cristiandad iba en aumento, por lo que, desde un primer momento, se alzaron voces pidiendo una solución urgente del Cisma. Se intentaron varias vías de solución; todas fracasaron al chocar con la cruda realidad de los hechos:
La vía facti , es decir, las medidas de fuerza, era impensable por la equivalencia de fuerzas. La vía cessionis, es decir, la renuncia de alguno de los Papas, ideada en la Universidad de París, por encontrar una fuerte oposición de Pedro de Luna, que había sido elegido Papa en 1394 con el nombre de Benedicto XIII (1394-1423). La vía conventionis o diplomática, que propugnaba la solución mediante el encuentro entre los dos Papas.
64 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) El Papa romano, Bonifacio IX (1389-1404), practicó un nepotismo descarado, y ávido de dinero, echó por tierra la obra de Gil de Albornoz, al reconocer como vicarios pontificios, con derechos hereditarios, a los señores que dominaban las principales ciudades de los Estados Pontificios, a cambio de un tributo anual. Para obtener más recursos, convocó dos Años Santos (1390 y 1400), con lo que dichas fechas y la venta de indulgencias, pasaron a convertirse en un lucrativo negocio. Un encuentro entre los delegados de ambos Papas, en Roma, acabó con un rotundo fracaso, por lo que la vía conventionis se cerró.
1.3.2. La superación del Cisma: El Concilio de Constanza El Cisma duraba ya varios años y se corría el riesgo de fractura total. No se trataba ya de ver quién era el Papa legítimo, sino de poner fin al escándalo. Ante la amenaza, de varios cardenales y príncipes, de retirar su obediencia, tanto el Papa romano, Gregorio XII (1406-1415), como el aviñonés Benedicto XIII, XIII, aceptaron un encuentro personal, que no llegó a producirse, ya que ambos Papas consideraban que, con tal acto, estaban reconociendo la legitimidad del contrario. Ante este bloqueo de la situación, fue abriéndose paso la vía concilii , que se había ido fraguando a partir de los escritos de Marsilio de Padua y de Guillermo de Ockam, según la cual, el Papa puede errar pero no el Concilio, pues es la manifestación de toda la Iglesia. El rey francés, Carlos IV, retiró su obediencia a Benedicto XIII (Pedro de Luna) y lo asedió en Aviñón, pero éste pudo escapar a Perpiñán, donde se refugió y desde donde propuso celebrar en Pisa un Concilio que reuniera a los cardenales de ambos bandos. Al Concilio de Pisa (1049) acudieron diez cardenales de Aviñón, catorce romanos y un centenar de obispos. Se declaró depuestos y cismáticos a los dos Papas y se eligió al arzobispo de Milán como Papa con el nombre de Alejandro V (1409-1410). Con esta solución se consiguió tener tres Papas que se excomulgaron entre sí. La súbita muerte del Papa pisano, Alejandro V, hizo que fuera elegido Juan XXIII (1410-1415), que se instaló en el Vaticano con la ayuda del rey de Nápoles, Luis II de Anjou. El emperador Segismundo convocó un Concilio en Constanza, al que se adhirió el Papa Juan XXIII, por lo que se convirtió en Ecuménico. Este Concilio se desarrolló entre 1414 y 1418 y fue condenado por los otros dos Papas. El Concilio de Constanza se inauguró en 1414 bajo la presidencia de Juan XXIII. Se acordó que las votaciones fueran por naciones. Se solicitó la dimisión voluntaria de los tres Papas, y así lo hicieron, personalmente, Juan XXIII y por escrito Gregorio XII. El Papa Benedicto XIII (el Papa Luna) jamás abdicó y desde su Castillo de Peñiscola se mantuvo en sus trece, trece , hasta su muerte en 1423, abandonado por todos. El 11 de noviembre de 1417, los cardenales presentes eligieron a Odón Colonna como Papa con el nombre de Martín V (1417-1431), dándose por concluido un Cisma que había durado 35 años.
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
65
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) 2. La Órdenes Mendicantes Tras el éxito obtenido por las órdenes monásticas, especialmente el Cluny y el Cister, ancladas den un medio rural, con el florecimiento de nuevas condiciones de vida –renacimiento mercantil y la expansión urbana- y con experiencias religiosas novedosas, basadas en los ejemplos de pobreza evangélica, como el que ofrecían algunos grupos de cristianos que, con su comportamiento, ponían en evidencia y denunciaban, tácita o abiertamente, el comportamiento escandaloso de una clase y una jerarquía que estaban muy alejados del ideal de vida que predicaban, empujaron a una transformación en los ideales de las órdenes religiosas. Nacieron así, con los principios de permanecer fieles a la autoridad eclesiástica y como modelo para la sociedad, las Órdenes Mendicantes, Mendicantes, llamadas así porque, a diferencia de las órdenes monásticas tradicionales, vivían de la caridad, no admitiendo ningún tipo de propiedad a excepción de su convento, de sus ropas y de los libros para el estudio, llevando a cabo una pobreza casi radical. A diferencia del monje, el fraile o hermano mendicante, vivía en las ciudades y ejercía su ministerio a través de la predicación. Otro rasgo esencial de los frailes medievales, fue darse cuenta de la importancia que tenía una buena formación intelectual. Por ello, tanto dominicos como franciscanos, ejercieron un importante papel en las Universidades.
2.1. Los Dominicos Esa orden mendicante fue fundada por Santo Domingo de Guzmán, natural de Caleruega (Burgos) y canónigo en Osma. En 1203 acompañó a su obispo por el sur de Francia y, a la vista de los estragos que estaba causando la herejía albigense, decidió combatirla mediante la predicación. Fundó en Toulouse (1215) la Orden de los Predicadores, Predicadores, confirmada por el Papa Honorio III. Pronto fundó otra casa en París y otra en Bolonia, sedes de las dos principales universidades de la época. En Bolonia tuvo lugar el primer Capítulo de la Orden (1220), en el que se le dio su estructura. Los frailes dominicos vivían en conventos regidos por un prior , repartidos por provincias, al frente de las cuales había un Capítulo Provincial . Al frente de la Orden había un Maestro General , al que aconsejaba el Capítulo General , que se reunía todos los años. El convento se regía por la regla de San Agustín, dando especial importancia a la pobreza y a la formación intelectual. Cada convento se transformó en un centro de estudio, con su biblioteca, para la preparación de la predicación. Cada provincia contaba con un centro de estudios bíblicos y teológicos, para la formación de los predicadores. A la muerte de su fundador (1221), la Orden contaba con veinte casas situadas en los principales centros universitarios. Dada la preparación intelectual de los dominicos, los Papas les encargaron la predicación contra la herejía, pasando a identificarse dominico con inquisidor, pues a dicha Orden pertenecían, casi en exclusiva, los inquisidores medievales.
66 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) 2.2. Los Franciscanos Orden fundada por San Francisco de Asís, quien pertenecí a una familia acomodada de comerciantes. A los veinte años rompió sus lazos familiares y, junto a un grupo de amigos, emprendió una vida de penitencia, oración y mendicidad, aspirando a los ideales de la pobreza evangélica, pasando a denominarse el grupo hombres de penitencia. penitencia. Al adquirir fama, pronto, el Papa Inocencio III aprobó la Fraternidad de la penitencia y, dada su escasa preparación intelectual, sólo los autorizó para que predicasen sobre temas de moral. Francisco, tras un infructuoso viaje a Egipto, donde soñaba con convertir al sultán, redactó una Regla, Regla, aprobada por Honorio III (1223), para su Orden de Frailes Menores, Menores, nombre que adoptaron los franciscanos como signo de humildad. Tras dejar la dirección de la Fraternidad a sus compañeros, Francisco de Asís, se retiró al monte Alverne. Murió en 1226, reivindicando para sus frailes la pobreza, el amor mutuo y la humildad, que serían las señas de identidad franciscanas, franciscanas, en su testamento. La Orden adquirió una rápida expansión, a fines del siglo XIII contaba con mil quinientas casas repartidas por toda Europa. La Orden franciscana nació con claras señales de división entre los partidarios de una pobreza extrema, los Espirituales y los Conventuales que aceptaban la interpretación que el General de la Orden, apoyado por el Papado, daba al testamento testamento de San Francisco de Asís sobre la pobreza. Con el fin de aplacar las disensiones, San Buenaventura promulgó unas Constituciones (1274), pero el conflicto continuó hasta el siglo XIV, cuando fueron perseguidos y condenados los Espirituales (conocidos como fraticelli ), ), por orden del Papa Juan XXII. Ni aun así se acabó con la doble tendencia dentro de la Orden, por lo que el Papa Eugenio IV la dividió en dos congregaciones separadas, aunque sometidas a un único General de la Orden: la de los Observantes y la de los Conventuales. Entre otras Órdenes Mendicantes hay que señalar:
Carmelitas o del Monte Carmelo (1209) Mercedarios, Mercedarios, (1218) fundada por San Pedro Nolasco y San Raimundo de Peñafort, con el patrocino del rey Jaime I, dedicada al rescate de cautivos cristianos de manos musulmanas. Agustinos o Ermitaños de San Agustín (1256) y dedicada a la enseñanza y la predicación.
3. La vida intelectual y artística 3.1. Las Universidades El siglo XIII fue el de la plenitud medieval, y a él pertenecen las mejores aportaciones del medievo: las Universidades, el gótico, las grandes Summas y en la literatura, la Divina Comedia.
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
67
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) Con el descubrimiento de Aristóteles se encauzó el pensamiento filosófico y teológico por unos derroteros distintos a los que, hasta este momento, le conducía el platonismo y el agustinismo. La gran obra de San Alberto Magno y de Santo Tomás de Aquino fue la de compatibilizar el pensamiento cristiano con la nueva filosofía recién descubierta, haciendo que la Escolástica y sus métodos triunfaran plenamente. plenamente. Desde el siglo X, el contenido de la enseñanza, sus métodos de transmisión y la especialización en las diversas materias, habían evolucionado con paso firme. Cuando en el siglo XIII triunfan plenamente las Universidades, los distintos campos de la enseñanza han alcanzado ya su propia especialización, y las nuevas sedes del saber podrán centrarse en cada una de las materias, y profundizar en su contenido específico. Hasta bien entrado el siglo XIII no empezó a generalizarse el término Universitas o Universidades, para designar el lugar donde se impartían estudios superiores o para definir la asociación de profesores y estudiantes. Hasta ese momento se utilizó el término Studium generale. generale. Dos fueron las principales universidades durante el siglo XIII: Bolonia y París. La más antigua es la universidad de Bolonia. Su origen se remonta a una escuela municipal (Studium (Studium)) que existía en dicha ciudad en el siglo X, a diferencia del resto de Universidades que fueron fundadas por el Papado o por el Emperador. Se especializó en Derecho, tanto civil como canónico. Los estudios de Derecho Civil comenzaron con la enseñanza del redescubierto Derecho Romano, a través del Corpus Iuris Cívilis de Justiniano. El estudio científico del Derecho Romano y las posibilidades que ofrecía hicieron que a Bolonia acudieran estudiantes de toda Europa. Los estudiantes se agrupaban por nationes (citramontanos y ultramontanos), entre ellos estaba la española. Para atender las necesidades de los estudiantes españoles, el cardenal Gil de Albornoz mandó construir un Colegio para veinticuatro estudiantes, que nombró como heredero universal suyo: «Collegium instituo universalem heredem meum», meum» , siendo el único colegio de época medieval que, aun hoy, subsiste y se financia con sus propias rentas. Bolonia también brilló en el campo del Derecho Canónico con la figura de Graciano, siglo XII, que lo sistematizó y fue su primer maestro. París, en cambio, se especializó en Teología. Tiene su origen en una antigua escuela catedralicia. Tenía cuatro Facultades: Artes, Teología, Medicina y Derecho. Derecho. Al frente de cada Facultad había un Decano, siendo el Decano de la Facultad de Artes el que ejercía como Rector, al ser esta Facultad la que mayor número de estudiantes tenía. Los estudiantes empezaban en la Facultad de Artes, donde, tras superar el Trívium y el Quadrivium, Quadrivium, obtenían el título de Bachiller o Bachiller o Licenciado en Artes. El resto de Facultades otorgaban el título de Doctor. Al igual que en Bolonia, los estudiantes se agrupaban por nationes. nationes . Las principales órdenes religiosas tenían sus propios colegios a los que únicamente acudían sus miembros. Papas, emperadores y reyes comprendieron pronto la utilidad que podían prestarle los Estudios Generales, que, desde mediados del siglo XIII, comenzaron a llamarse Universidades, y se aprestaron a crearlas y a controlarlas, de tal modo que, a
68 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) finales de la Edad Media, se habían fundado más de setenta, alcanzando muchas de ellas un alto grado de especialización y prestigio. Entre ellas podemos reseñar, además de las de Bolonia y París: Oxford, Cambridge, Salerno, Padua, Praga, Viena, Coímbra, etc. En España el primer Estudio General lo fundó Alfonso VIII de Castilla, en Palencia (1208), aunque tuvo una existencia corta, siendo sustituido por el de Salamanca, fundado por Alfonso IX de León (1218). En la Corona de Aragón fueron famosos los Estudios Generales de Lérida, creados por Bula de Bonifacio VIII (1297) y de Huesca, creados por Pedro IV (1354).
3.2. La difusión del aristotelismo. Los grandes intelectuales La Escuela de Traductores de Toledo, creada por el obispo Don Raimundo, tuvo un papel fundamental para la difusión de la filosofía griega, en especial de Aristóteles. En esta Escuela se tradujeron obras de Alfarabí, Avicena, etc. al castellano y, posteriormente, al latín. También jugó un papel primordial la Escuela de Traductores de Palermo creada por Federico II. Además de estas dos vías de acceso al conocimiento de los autores griegos, por parte de Occidente, jugó un papel importante el contacto directo, con dichas fuentes, que se produjo tras la toma de Constantinopla (1204) por los cruzados. La difusión, conocimiento y el estudio de las obras aristotélicas causaron una gran conmoción en los intelectuales del siglo XIII, pues ante ellos se abría todo un sistema filosófico de gran coherencia y profundidad, pero ajeno a las verdades cristianas reveladas. La filosofía imperante hasta ese momento había basado sus fundamentos en el pensamiento de Platón y San Agustín, por lo que las nuevas obras de Aristóteles causaron cierto temor, ya que podían entrar en contradicción con la fe cristiana. Por ese motivo, el Concilio de París (1210) prohibió la difusión y estudio de dichas obras, y el Papa Gregorio IX ordenó una revisión de las mismas. Cuando, tras la labor de San Alberto Magno y de Santo Tomás de Aquino, Aristóteles se incorpore al sistema ideológico imperante, su lectura será obligatoria para todos los estudiantes de la Facultad de Artes. Dos fueron las actitudes que se plantearon a los intelectuales del siglo XIII, todos ellos eclesiásticos: dominicos y franciscanos, ante el reto del conocimiento de las obras de Aristóteles: 1. Proseguir con la tradición místico-especulativa, seguida hasta entonces, y a la que se adscribía el franciscano San Buenaventura. 2. Intentar hacer compatible y digerible la filosofía aristotélica con las verdades reveladas, tarea que emprendieron los dominicos San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino. Para San Buenaventura el objeto del conocimiento humano es Dios, y a Él se accede a través de tres caminos: I.
Mediante el estudio de su manifestación, a través de la naturaleza.
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
69
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) II. III.
De nuestra propia alma A través del misterio de la Trinidad.
Todo esto se encuentra resumido en su obra: Itinerarium mentis in Deum. Este pensamiento fue continuado por otro franciscano inglés, Roberto Bacon, que inició la escuela científica inglesa. La filosofía aristotélica se presentaba ante los estudiosos como una construcción perfecta, pues aportaba una serie de conceptos que habían pasado inadvertidos hasta entonces (materia, forma, sustancia, accidente, etc.), y que podían ser útiles para explicar racionalmente el cristianismo y el conocimiento del Dios cristiano, ya que tanto el mundo como el dios aristotélico eran de naturaleza y origen distintos. La labor de adaptación fue iniciada por el dominico San Alberto Magno y proseguida por su discípulo Santo Tomás de Aquino. San Alberto Magno basándose en los comentarios que sobre Aristóteles habían hecho los filósofos árabes y judíos, fu explicando y comentando, bajo otro punto de vista, los escritos del Estagirista. Santo Tomás de Aquino parte de un supuesto, fundamental para él, y es que la verdad es una y, por consiguiente, no puede haber contradicción entre la verdad revelada y la racional, entre la fe y la razón, entre lo que nos dice la Filosofía y lo que nos enseña la Teología. Este es el contenido de sus célebres Summa Filosófica y la Summa Teológica, que representan el apogeo del pensamiento occidental del siglo XIII, y que merecieron a Santo Tomás de Aquino el nombre de Doctor angelicus, por la perfección y el equilibrio logrado entre el pensamiento pagano y el cristiano.
3.3. La crisis del pensamiento medieval y el fin de la Escolástica La perfección alcanzada con las aportaciones de Santo Tomás parecía conducir bien al inmovilismo, si no se admite ningún tipo de crítica o disenso respecto a las mismas, o bien a proseguir con el devenir del pensamiento, que nunca permanece estancado y está en continuo movimiento y evolución, que llevó muy pronto a poner de relieve la existencia de algunas fisuras en su obra, empezando por cuestionarse su mismo fundamento: la unicidad de la verdad. En el siglo XIII, en el campo del pensamiento filosófico-teológico, fueron París y Oxford los dos grandes centros del saber, y en ambas Universidades fue donde asentaron sus bases los defensores y críticos del pensamiento aristotélico-tomista. Las primeras críticas a las Summas de Santo Tomás de Aquino vinieron de los franciscanos, que tuvieron en Oxford su mejor centro de difusión. Su primer representante fue Roberto Bacon, que denunciaba el conocimiento de Aristóteles a través de autores árabes, no de su conocimiento directo. Fue el iniciador de la escuela científica inglesa, y sus obras se apoyan, para el conocimiento de Dios, en la experiencia y la intuición. El franciscano, Juan Duns Scoto inició el cuarteamiento del sistema de Santo Tomás, al criticar el equilibrio alcanzado por Santo Tomás entre la Filosofía y la Teología. Para Duns Scoto, la Filosofía tiene su propia entidad y su propio objetivo, que
70 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) es todo lo que la razón puede alcanzar, mientras que la Teología debe limitarse al estudio de las verdades reveladas, sin implicar para nada a la razón. Por lo tanto, no tiene por qué haber una única verdad, sino que ésta puede ser múltiple, como decía Averroes. Duns Scoto mantiene el principio de la superioridad de la voluntad divina sobre el entendimiento. La voluntad no tiende necesariamente al bien, y su esencia es la libertad de hacer o no hacer, o de obrar de modo diverso. Mientras que los tomistas mantenían que el mundo que vemos es el único posible creado por Dios, Duns Scoto sostenía que, gracias a la libertad de Dios, podía haber existido un mundo contrario al que hizo. Por su fina intuición se le llamó Doctor Subtilis. Otro franciscano, Guillermo de Ockam, con su pensamiento asestará el mayor golpe a la doctrina de Santo Tomás de Aquino y a la Escolástica, llevando a sus últimas consecuencias el pensamiento de Juan Duns Scoto, sobre la separación entre Teología y Filosofía, entre razón y fe. Para Ockam, Dios es omnipresente, y su proceder no se halla sujeto a ningún tipo de trabas. Para Ockam, los conceptos universales (bondad, belleza, etc.) existen sólo en la mente del hombre, de tal modo que si éste desaparece, dejarían de existir. Fue el máximo representante del nominalismo 16 y el inventor del principio de economía del razonamiento, por el cual no hay que multiplicar la existencia de entes o causas no necesarias para explicar un hecho. La explicación más sencilla y suficiente era la verdadera, aunque no necesariamente. Llevadas estas teorías a la Teología podían ser demoledoras, pues hacían innecesarias las explicaciones sobrenaturales de los fenómenos naturales. Las doctrinas de Ockam y Averroes con su doctrina de la doble verdad, abrieron una nueva forma de pensamiento, la llamada vía moderna que desembocará en un mayor estudio de la física, la matemática y la lógica, que rompieron, durante el siglo XIX, la unidad de pensamiento que había caracterizado al siglo XIII. El siglo XIV conducirá, en el plano intelectual, a la decadencia de la Escolástica que no tiene más que ofrecer, a parte de las discusiones formales entre las distintas escuelas, con un lenguaje lleno de tecnicismos y ajeno a las nuevas cuestiones, que interesan al hombre que surge con el Renacimiento, y que se plasmarán en el Humanismo, cuyas inquietudes intelectuales se hallaban, cada día, más apartadas de los grandes problemas que habían suscitado los escolásticos.
3.4. El arte gótico El arte gótico es el arte representativo del siglo XIII, que durante siglos fue considerado de modo despectivo, siendo los autores románticos del siglo XIX quienes contribuyeron a revalorizar y a destacar su importancia. Ya desde el siglo XII comenzó a utilizarse la bóveda ojival –tal vez el elemento más característico del arte gótico- junto con el arco de medio punto, típico del románico, poniendo de manifiesto el paso gradual del uno al otro. La bóveda ojival permitió la 16
Nominalismo: Filosofía que negaba la existencia real de los conceptos universales que eran simples abstracciones de la mente sin ningún tipo de existencia. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
71
TEMA 6. LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE (SIGLOS XIII Y XIV) construcción de edificios más airosos, más altos y menos pesados, con lo que los gruesos contrafuertes románicos fueron sustituidos por ligeros arbotantes, y se ganó luminosidad gracias a numerosas y grandes vidrieras. Si el Cluny había sido el gran difusor del románico por Europa, es ahora el Cister quien difunde la simplicidad del gótico. En poco tiempo se construyen en Europa las nuevas catedrales, poniendo de manifiesto la pujanza de la sociedad urbana de los siglos XII y XIII. Donde no abunda la piedra el ladrillo la sustituye con éxito. Al igual que en el románico, la escultura fue un magnífico complemento de las fachadas góticas, dando lugar a los grandiosos pórticos que se admiran en Reims o Estrasburgo. La verticalidad y la altura, son otras de las características de las catedrales góticas (ej.: la catedral de Ulm). La arquitectura gótica en España tiene sus mejores ejemplos en Burgos, León, Toledo, Barcelona, Valencia y Palma de Mallorca. La escultura y la pintura se vieron influenciadas por el espíritu franciscano, que predicaba la bondad y el acercamiento de Dios a sus criaturas, abandonándose el hieratismo, típico del románico, por las maneras más suaves del Salvador, que bendice y no juzga, y sobre todo, por la aparición de la Virgen, incluso en grandes fachadas ocupando la figura central de las mismas, como en Reims. Respecto a la música, el siglo XIV vio nacer la llamada Ars nova. Hasta el momento, la música religiosa, destinada a la liturgia, había variado poco desde que Gregorio I Magno fijase sus características esenciales en el siglo VII, dando lugar al canto gregoriano. La música profana o Ars antiqua era más libre en su interpretación, incluía la incorporación de nuevos instrumentos, empleaba lenguas vernáculas, y su argumento puede ser de contenido, tanto sacro como profano. Era cultivada por trovadores, para una audiencia culta, y por juglares, destinada al pueblo. Desde comienzos del siglo XIV hasta el Renacimiento triunfa la Ars nova, que busca mayor creatividad a través del ritmo y la armonía, dando lugar a hermosas baladas, rondós, virelays, motetes y madrigales.
72 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV 1. Bizancio, fragmentado 1.1. El proceso de restauración del poder griego en Bizancio Nada más producirse la cruzada de 1204 y el reparto del Imperio, los restos de la aristocracia y la población griega huida de Constantinopla se agruparon en tres polos:
Nicea, donde Teodoro de Lascaris se proclamó emperador, al ser capturado Alejo III Comneno, haciéndose coronar en Nicea por el Patriarca (1208). Trebisonda, feudo de los Comneno. El Épiro, donde se instala Miguel Ángel Ducas.
La mayor parte de la población de Constantinopla se refugió al otro lado del Bósforo, reforzando así el elemento griego de la población. Tanto Lascaris como los Ducas aspiraban a reconquistar el trono imperial para los griegos, aunque Nicea estaba mejor situada geográficamente y contaba con el apoyo de la Iglesia Ortodoxa a través del Patriarca de Constantinopla, instalado allí provisionalmente. En los territorios nicenos, la pronoia17 se había mantenido bajo cierto control, a pesar de la tendencia a la desaparición de la mediana propiedad. Se reinstauró un sistema de defensa de la frontera basado den los antiguos estratiotes18 , y los campesinos, aunque fueran parecos19 siguieron disfrutando de algunos derechos. Mientras, el Épiro recibió numerosos refugiados de Constantinopla y de los territorios latinos, provocando el aumento de la población y el crecimiento de los centros urbanos. Sin embargo, la transformación de los pronoia en verdaderos señoríos territoriales fue más radical que en Nicea. Se produjo una ruptura de las rutas terrestres que unían Macedonia, Constantinopla y Grecia con el puerto adriático de Dyrrachium. Las exportaciones a través de este puerto quedaron reducidas a trigo y productos locales como sal y lana. Ambas dinastías se lanzaron a la conquista de los territorios más próximos:
Nicea contra Trebisonda, una parte de la cual incorporaron pronto. (El Épiro) los Ducas contra los latinos del reino de Tesalónica , donde Teodoro Ducas se hará proclamar emperador (1224).
17
Pronoia: Cesión de tierras de dominio público en usufructo como pago por servicios. Pronoia (en griego previsión, plural pronoiai) fue un sistema de donación y propiedad de la tierra en el Imperio bizantino, que algunos han comparado con el feudalismo occidental (Wikipedia) 18 Estratiote: Soldado-campesino. 19 Parecos: Los parecos serán campesinos libres que mantienen los derechos sobre la tierra. También pagaban impuestos, pero si abandonaban la tierra deberían pagar al señor. Así, el campesinado quedaría ligado a la tierra, con una situación similar a los siervos. Este fenómeno se dio tanto en Bizancio como en los países eslavos (www.portalaquimera.net) LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
73
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV
Ilustración 5 Bizancio en el exilio (1204)
En el enfrentamiento de Teodoro Ducas contra Juan III Vatatzés de Nicea, Teodoro cometió varios errores que le provocaron la pérdida de sus ventajas y la reducción del Épiro a la categoría de despotado20. Juan III Vatatzés de Nicea, amplio sus posesiones a costa de los epirotas y del debilitamiento de búlgaros y turcos debido a las invasiones mongolas. Para fomentar la independencia económica de Nicea, prohibió la importación de productos de lujo de Oriente e Italia y fomentó un sistema de granjas que reactivara la agricultura. Aprovechó, también, la posibilidad de vender sus excedentes al sultanado de Qonya, a través de un excelente sistema de rutas que cruzaban Asia Menor. A cambio e ello obtenía oro para mejorar la fortaleza de la moneda nicena. Los intelectuales refugiados en Nicea mostraron su apoyo incondicional a la política de reforzamiento de Juan III Vatatzés. Esta prosperidad sirvió para apoyar las compañas militares contra los demás poderes de la zona. Se formó entonces una alianza entre Épiro, Venecia, Manfredo de Sicilia y el Príncipe de Morea Guillermo de Villehardouin, que fue derrotada en Pelagonia (1259) por Miguel Paleólogo, quien había usurpado el trono niceno. Miguel Paleólogo, conquistó definitivamente Constantinopla con la ayuda de los genoveses en 1261 y utilizó las ciudades de Morea, que había conseguido en el tratado que siguió a esta guerra, para avanzar en Grecia. 20
Despotado: Territorio semiautónomo bajo el gobierno de un despotés. Se concedía a los miembros de una dinastía o a nobles importantes.
74 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV 1.2. Los Estados Latinos en el Egeo El Imperio Latino de los Hainaut tuvo que hacer frente a los ataques del zar búlgaro Kaloján, quien aprovechó la inestable situación en la zona para ampliar sus fronteras y sus pactos con los diversos contendientes por el trono de Bizancio. A la muerte del rey Enrique de Hainaut, y con el cambio de dinastía a los Courtenay, la dominación latina se reducía a la costa, de Constantinopla a las Termópilas, mientras que los venecianos ocupaban las escalas desde los estrechos hasta Corfú y las demás islas egeas que estaban bajo se poder, fortificándolas. Esto produjo el antagonismo de Génova, que se alió con los príncipes griegos. El ducado de Atenas, Acaya y, sobre todo, Morea se mantuvieron como poderes mixtos gracias a las alianzas matrimoniales entre los Ducas y los Villehardouin. El enfrentamiento entre latinos, búlgaros y griegos había resultado ya desastroso para la población, pero la continuación de la guerra entre el Épiro y Nicea (1225-1260) hizo que la despoblación se agudizase. Las costas, debido a los frecuentes ataques de francos y piratas, también se despoblaron. Para agravar el panorama social, la aplicación de las costumbres feudales a los conquistados bizantinos, provocó la señorialización de los notables (arcontes21), mientras que el conjunto de la población (koinón22) quedaba rebajada a la situación de villanos.
Ilustración 6 Los Estados Latinos en el Egeo 21
Arcontes: Nombre que en el Imperio Bizantino se daba a los ciudadanos notables a imitación de la antigua Grecia. 22 Koinón: Nombre que designa al pueblo o clase baja. Proviene de koiné (común). LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
75
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV 1.3. Venecia en el contexto del Egeo En un primer momento, Venecia era una más de las ciudades italianas que intentaban hacerse un hueco en el comercio de los productos de lujo que antes acaparaba Bizancio. Para conseguir su propósito y conseguir estar en una posición de privilegio en Constantinopla y en algunos de los principales centros de comercio del Egeo, se valió del apoyo prestado por su flota a Bizancio y los cruzados. Así mismo, prestaron su apoyo a la Cuarta Cruzada para evitar que sus privilegios fueran revocados, llegando a convertir el Egeo en lo que se ha denominado “un lago veneciano”.
Los venecianos han sido presentados frecuentemente como los principales beneficiados de la partición del Imperio, y efectivamente lograron un monopolio casi exclusivo en Constantinopla y el Mar Negro, así como la posesión de puertos y ciudades con salida al mar como Modon, Coron y Negroponte, y sobre todo del dominio de la isla de Creta, que usaron como escala de abastecimiento y base de protección de su rutas hacia Siria y Egipto. Las familias griegas de la isla fueron excluidas de toda propiedad y del gobierno local, por lo que hubo varias revueltas de familias aristocráticas locales que terminaron con la concesión de nuevos títulos y tierras para acallar la resistencia. La población y los recursos de la isla eran tan limitados que jamás llegaron a suponer un enfrentamiento directo entre griegos y bizantinos. Cuando Miguel III Paleólogo recuperó Constantinopla (1261), y la ocupó con ayuda genovesa, Venecia perdió automáticamente su estatus de privilegio, dando lugar a un enfrentamiento con Génova en el Egeo, provocando cuatro guerras navales por el control del Mar Negro y sus escalas en el Egeo entre los años 1258 y 1381. Durante los periodos de tregua, las costas fueron azotadas por el corso financiado por ambas potencias. Los productos de lujo con los que comerciaba Venecia fueron desplazados por productos de primera necesidad como sal, vino o trigo. A principios del siglo XIV, Venecia fue el primer poder occidental en comprender el peligro turco, por lo que se convirtió en el protector de los poderes cristianos en la zona. Pero a la vez que los defendía de posibles ataques turcos, controlaba cualquier injerencia genovesa.
2. Esplendor cultural y decadencia política bajo los Paleólogo (siglos XI II- XI V) 2.1. La dinastía de los Paleólogo y la restauración política del Imperio Bizantino Miguel VIII Paleólogo (1261-1282) usurpó el poder en Nicea con la excusa de la regencia del último Lascaris, pudiendo hacerse con el poder del Imperio por su doble acción: I.
La derrota de sus oponentes políticos
76 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV II.
Utilizó la inesperada conquista de Constantinopla por parte de un reducido grupo de hombres de Nicea. Este éxito fue considerado como una manifestación de la ayuda divina.
Nada más llegar al poder, intentó dividir a sus enemigos mediante la diplomacia. Favoreció los intereses genoveses en detrimento de los venecianos, convirtiendo a Génova en uno de los baluartes de la supervivencia del Imperio. Por otro lado, para evitar el peligro de una coalición entre el Papado y Carlos de Anjou (rey de Sicilia), Miguel VIII Paleólogo tuvo que promover nuevamente la unión de las dos Iglesias, haciendo concesiones que sus súbditos no compartían. Además, el oro bizantino financió las Vísperas Sicilianas (1282), que provocaron la derrota de Carlos de Anjou y la subida al trono de Sicilia de Pedro III de Aragón. El sucesor de Miguel VIII fue su hijo Andrónico II (1282-1328), quien inmediatamente abandonó la política unionista de su padre. Durante su gobierno se pusieron de manifiesto los problemas estructurales del Imperio:
Dependencia marítima de los genoveses. Fuerza militar, casi exclusivamente, en manos de mercenarios extranjeros, caros y poco fiables, ya que el sistema defensivo de Nicena, basado en los estratiotes, se había debilitado.
Se inició de nuevo la expansión territorial serbia, normalmente a costa de los territorios de Bizancio, haciendo imposible la recuperación de territorios occidentales con los que compensar los perdidos en Asia Menor a manos de los turcos. Para hacer frente a la presión turca, Andrónico II llamó a las Compañías Catalanas. Estas compañías de almogávares23, catalanes, aragoneses y mallorquines, tenían una gran reputación gracias a las campañas de conquista y expansión de la Corona de Aragón. Sin embargo, su llegada a Oriente, al mando de Roger de Flor, sólo provocó el aumento de los problemas ya existentes. Sus victorias contra los turcos fueron escasas, y pronto buscaron un sitio donde asentarse de forma autónoma; así, finalmente establecieron un ducado en Atenas que perduró hasta el año 1388. En la década de 1320 comenzó un periodo de guerras civiles o rebeliones cortesanas, debido a los enfrentamientos por el poder de los distintos grupos aristocráticos: Primera Guerra Civil : Acabó con la deposición de Andrónico II por su nieto, Andrónico III (1328-1341), quien estuvo apoyado por su amigo Juan Cantacuceno. Durante el gobierno de Andrónico III se recuperaron brevemente los despotados de Tesalia y Épiro. Para poner fin a la corrupción administrativa, fiscal y judicial, se fundó el tribunal de los Justicia Universales y los Romanos, compuesto por dos jueces laicos y dos eclesiásticos. Segunda Guerra Civil : Comenzó con la muerte de Andrónico III (1341), cuando Juan Cantacuceno se hizo proclamar emperador frente al sucesor legítimo, Juan Paleólogo, que era menor de edad, y estaba apoyado por su madre, Ana de Saboya y 23
Almogávares: Tropas mercenarias aragonesas de infantería célebres en el Mediterráneo durante los siglos XIV y XV. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
77
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV por el Patriarca de Constantinopla. Inmediatamente se produjo una reacción contra Juan Cantacuceno por parte de los elementos populares de las ciudades (artesanos y comerciantes). Sin embargo, la aristocracia terrateniente le apoyó desde un principio. La revuelta tuvo matices revolucionarios en la segunda ciudad del Imperio, Tesalónica, donde los rebeldes formaron una comuna. Tesalónica actuó como una ciudad república italiana, manteniendo cierta neutralidad y sólo preocupada por defender su autonomía política (duró ocho años). Juan Cantacuceno estaba apoyado, también, por los mayores enemigos del Imperio: Serbia (Esteban Dusan) y los turcos (primero por el emir de Esmirna, Umur, y posteriormente por Orhan, quien contrajo matrimonio con Teodora, hija de Juan Cantacuceno). Al finalizar la contienda en 1347, Juan Cantacuceno (denominado como Juan VI) aceptó a Juan Paleólogo (denominado como Juan V) como coemperador. Juan VI (Juan Cantacuceno. 1347-1354) se estableció como primer emperador en Constantinopla, mientras que Juan V (Juan Paleólogo) se instaló en Tesalónica. La guerra supuso que muchos bizantinos quedaran arruinados, mientras que los enemigos del Imperio quedaron fortalecidos:
Los turcos como instrumento del emperador gracias a sus lazos familiares. El reino de Serbia como uno de los principales beneficiarios territoriales, pues ocupó toda Macedonia, excepto Tesalónica. En 1346, Estaban Dusan fue coronado “emperador de los serbios y los griegos”.
Una de las primeras medidas adoptada fue construir una nueva flota que devolviera a Bizancio su fortaleza marítima, pero fue destruida al poco tiempo por los genoveses. En 1354, Juan V dirigió un golpe de mano contra Juan VI (Juan Cantacuceno) y lo depuso sin derramamiento de sangre. Juan VI se hizo monje y escribió sus memorias y algunos tratados teológicos en defensa de los hesicatas24. Murió en Mitra (Peloponeso, 1383). Una vez establecido, Juan V, como único emperador se emprendieron negociaciones entre él y el Papado relativos a la unión religiosa. La Iglesia Ortodoxa planteaba la celebración de un Concilio Ecuménico que discutiera a fondo los problemas existentes en ambas partes, pero Roma sólo admitía una aceptación sin condiciones de la superioridad y supremacía de la Iglesia Romana. Juan V visitó Roma y se convirtió a la fe romana a título personal. A su regreso a Constantinopla fue retenido por Venecia a causa de unas deudas impagadas. Juan V intentó saldar estas deudas con la cesión de una plaza estratégica, pero lo impidió su hijo mayor que actuaba como regente. Entonces tuvo que recurrir a su segundo hijo, Manuel, para que consiguiera el rescate, lo que le permitió volver a Constantinopla después de dos años ausente.
24
Hesicatas: Monje bizantino practicante de la hesiquía o hesicasmo. Tranquilidad, quietud, silencio. Práctica religiosa de carácter místico practicada por los monjes de Athos opuestos a la unión con Roma.
78 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV Tercera Guerra Civil : Complicada por la usurpación del poder por Andrónico IV (1376-1379). Los turcos recuperaron Gallípolis, repoblaron los Balcanes aprovechándose de la debilidad de los contendientes para aliarse unos con otros. En 1381, Juan V, su hijo Andrónico IV y su nieto, Juan VII, alcanzaron un acuerdo, pero ya no disponían de territorios salvo Morea, con su capital Mitra, y la propia ciudad de Constantinopla. A pesar de todo, la invasión mongola desde Asia permitió a Constantinopla resistir un tiempo más.
2.2. Las reformas del Estado y la Administración El fraccionamiento de las grandes propiedades y el mantenimiento de los despotados supusieron la reducción de la administración imperial prácticamente a la administración central de Constantinopla. Los grandes magnates de Tesalia, Tracia y Macedonia no sólo conseguían la propiedad de la tierra mediante la pronoia, sino que a ella iban emparejadas las capacidades jurídicas y fiscales. Haciéndose ésta hereditaria el Estado iba perdiendo paulatinamente sus posesiones. El control de las ciudades del Imperio también cayó en manos de los magnates, pues éstos eran los que realizaban las inversiones en el comercio local; por lo que la burguesía cada vez tenía menos poder. Puesto que los magnates y eclesiásticos gozaban de inmunidades fiscales, los intentos de los emperadores de estabilizar las arcas del imperio tenían como objetivo a los campesinos, dando lugar, en tiempos de Andrónico II, a la creación de un impuesto pagadero en productos agrarios. Andrónico II emprendió también la reforma de la justicia, creando un alto tribunal de apelación con sede en Constantinopla, formado primero por dos jueces y luego por cuatro: dos laicos y dos eclesiásticos. Por debajo de ellos actuaban los jueces locales de las distintas jurisdicciones.
2.3. Economía y sociedad Dado que el Imperio se vio muy reducido, hay que tener en cuenta que la población también disminuyó considerablemente. Y en esta reducción poblacional hay que tener en cuenta, también, el impacto que causó el brote de Peste Negra de 1348. Parte de la información que se posee sobre la economía bizantina de esta época proviene de los documentos del Monte Athos. A finales del siglo XIII predomina la gran propiedad, tanto laica como eclesiástica, basada en cultivos cerealísticos y hortícolas y con grandes ganados. El campesino era en su mayor parte dependiente, tanto económica como jurídicamente ( pareco), pero podían conservar parte de la propiedad de sus tierras. Las aldeas responden ahora de las cargas fiscales a los grandes señores, en lugar de al emperador, lo que disminuye el poder real del emperador. Las aldeas también han perdido la capacidad de compra preferente de las tierras vacantes. Bajo los Paleólogo la economía artesanal y mercantil sufrió un gran retroceso, pues esta la pusieron en manos italianas. Tanto venecianos como genoveses
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
79
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV mantuvieron factorías importantes, entre ellas el establecimiento genovés en Constantinopla, Gálata, que tenía su propia muralla, sus propios almacenes y su propio puerto. Esto empobreció a la población de Constantinopla. La dependencia respecto a Italia se fue acentuando a lo largo del siglo XIV, quedando como monopolio suyo el comercio bizantino a larga distancia; lo que supuso la pérdida de la flota mercantil del imperio. El comercio a corta escala y a los puertos más próximos del Mediterráneo oriental quedó en manos de los grandes señores bizantinos. Esta situación económica se reflejó en la devaluación constante de la moneda desde el reinado de Miguel VIII Paleólogo.
2.4. El último esplendor de la vida intelectual y artística bizantina La toma de Constantinopla en 1204 produjo una fuga de cerebros de la ciudad en dos direcciones:
Hacia Nicea, formando parte de la élite intelectual que rodeó al nuevo emperador. Hacia el despotado de Épiro
Todos ellos difundieron el pensamiento bizantino por el Mediterráneo y contribuyeron a la base ideológica de la restauración de los Paleólogo. Con la llegada de Miguel VIII Paleólogo a Constantinopla, los intelectuales de Nicea volvieron a la capital. Los latinos, primero por la conquista y posteriormente por su actuación en el plano económico, provocaron el rechazo en la población bizantina generando un sólido componente nacionalista, fuertemente antioccidental en todos los aspectos, incluido el religioso. Los intentos de unidad de las dos Iglesias promovidos por Miguel VIII Paleólogo (1274) como respuesta al problema de la actuación en el Mediterráneo de Carlos de Anjou (rey de Sicilia) y, más adelante, por Juan V (1369), Juan VIII (1438) y Constantino XI (1452) como intento de conseguir ayuda de Occidente contra los turcos, fracasaron estrepitosamente y se combinaron con otros factores políticos para generar todo tipo de disputas internas en el Imperio. Quizá lo más grave fue la aparición de los celotas25 o puros, partidarios de la actitud intransigente de los monjes. Andrónico II quiso paliar esta radicalización sometiendo al monacato a la dependencia directa del patriarcado, pero nunca pudo controlarlo eficazmente. El aumento de poder del monacato se manifestó en la querella hesicasta (del griego hesychia, que significa tranquilidad, quietud), basada en el platonismo. Ésta era una tendencia mística que postulaba una oración en quietud que llevaba al orante a vislumbrar la luz divina, siendo muy criticada por los teólogos bizantinos. A esta tendencia se adscribió Juan VI (Juan Cantacuceno), mientras que Juan V (Juan Paleólogo) era partidario de la tendencia contraria y de la unión con Roma, fomentando de este modo las divisiones que condujeron a la guerra civil. Se celebraron tres concilios sobre esta querella,
25
Celotas: Biz. Partidarios de posturas intransigentes, apoyados por los monjes de Athos, frente a los latinos. Participaban en las revueltas urbanas.
80 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV convirtiéndose finalmente en un componente fundamental de la espiritualidad ortodoxa. A finales del siglo XIV surgió otro centro cultural que rivalizó con los de Constantinopla: la ciudad de Mitra (despotado de Morea), a cuya cabeza se hallaba el neoplatónico Gemisto Plethon. Uno de los grandes defensores del helenismo, entendido como la vinculación directa entre los griegos clásicos y los bizantinos de su época. Su implicación con el pasado clásico le llevó a interesarse por el paganismo. Dentro de su círculo se educaron Isidoro, que fue metropolitano de Kiev, y Besarion futuro arzobispo de Nicea y cardenal de Roma.
3. Rusia y el mundo ortodoxo en los siglos XIII-XIV 3.1. Los principados rusos, entre la Horda de Oro y Occidente Con la desaparición de la Rusia de Kiev (segunda mitad del siglo XII) los territorios que la componían quedaron divididos en varios principados patrimoniales que intentaban hacerse con la hegemonía a costa de la ciudad. Entre estos principados cabe destacar los de Suzdal, Galitzia y Novgorod. Novgorod era una auténtica metrópoli del norte que tenía importantes relaciones comerciales con los escandinavos y con la liga hanseática, su población era una mezcla de eslavos y fineses. Más allá de sus cinco provincias dependientes se extendían una serie de territorios colonizados que pagaban impuestos a la ciudad. La capacidad comercial de Novgorod permitió que se formara un grupo social de boyardos, poderosos propietarios y comerciantes que disponían de su propia comitiva armada (druzina), y con gran presencia en las asambleas urbanas, incluso en oposición al mismo príncipe. La ciudad se convirtió en foco de revueltas y conflictos entre los boyardos y el príncipe, pero también en un importante foco artístico. Sin embargo, la actuación de los poderosos comerciantes hanseáticos fue reduciendo a los mercaderes autóctonos en simples mayoristas a nivel local y, sobre todo, en recaudadores de los tributos exigidos por los mongoles. Los importantes acontecimientos históricos del siglo XIII (cruzada de 1204 y la formación del Imperio Latino; las conquistas mongolas y la formación de la Horda de Oro; y el drang nach Osten –marcha hacia el Este- germánico) supusieron un cambio total en las perspectivas de los príncipes rusos, que se vieron distanciados del espacio económico y cultural de la Europa occidental, excepción hecha de Novgorod. La toma de Kiev por Batu (1240) cambió el polo hacia el que se orientaban las fidelidades de los príncipes; a partir de entonces debían acudir a Karakorum para ser investidos. La creciente fragmentación de los principados debido a las normas dinásticas, hizo que los príncipes fueran cada vez más débiles y tuvieran que alinearse en torno a un gran príncipe más poderoso, aunque seguían manteniendo sus clientelas (druzina) de boyardos al frente de la administración. Solamente Novgorod vio respetada su independencia, pues a través de la Hansa conseguía suficiente plata para pagar el tributo a los mongoles. La religión ortodoxa mantuvo unidos a los príncipes eslavos, pero debió trasladar la sede de Kiev a Vladimir. La Horda de Oro realizó varios censos
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
81
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV que le permitieron establecer los impuestos, recaudados por los príncipes rusos y que posteriormente debían enviar a los recaudadores mongoles. El impulso colonizador germánico se dirigió contra las ciudades comerciales rusas: los caballeros Portaespadas y los Teutónicos ocuparon Pskov (1240), dirigiendo posteriormente a Novgorod. Aquí les detuvo el príncipe Alexander Nevski, en la batalla del Lago Peipus (1242). Esta victoria fue tomada como un triunfo de la ortodoxia contra las tropas del catolicismo romano, como una revancha por la toma de Constantinopla. El resentimiento contra los germanos católicos se acentuó debido a la rígida política de los caballeros germánicos en la zona. La autoridad religiosa de la Iglesia ortodoxa aumentó gracias a unos metropolitanos que mantuvieron su posición frente a las amenazas del momento, intentaron explicar el desastre de la invasión mongola y apoyaron a los príncipes rusos como soberanos elegidos por Dios. La posición de Alexander Nevski se fortaleció con sus negociaciones con la Horda de Oro, desembocando en el control de un gran principado que comprendía: Kiev, Novgorod, Vladimir y Suzdal. No sólo concluyó el primer tratado de paz con Noruega (1251), sino que su función de intermediario entre sus súbditos y los mongoles le llevaron a ser reconocido como uno de los grandes gobernantes rusos de la historia. La Iglesia ortodoxa llegó a canonizarlo.
3.2. El reino eslavo de Serbia La debilidad del Imperio Latino había facilitado a los serbios separarse de Bizancio, contando éstos con el apoyo de los húngaros. Esteban II (1217-1227), conocido como “el primer rey coronado”, consiguió una relativa estabilidad. La decadencia del reino
búlgaro y el comienzo de la explotación intensiva de las minas de plata sentaron las bases del desarrollo del país y su expansión comercial. Los centros mineros se fusionaron con colonias comerciales, formando auténticas villas en torno a las fortalezas que protegían la riqueza que generaban. La mayor parte de ellas se situaban en bocamina, en torno a las montañas que protegían los yacimientos. Normalmente la población era muy variada y se regía por códigos mineros semejantes a los alemanes. La localidad más importante durante los siglos XIV y XV fue Novo Brdo (Novomonte), donde se explotaba plata que contenía pepitas de oro (denominada glama). Otro centro importante, con feria, fue Pec, sede también del patriarcado. Los señores serbios, con Esteban Uros II Milutin (1282-1321) a la cabeza, se anexionaron Macedonia del norte y sus principales ciudades a costa de Bizancio. Las negociaciones entre Serbia y Bizancio terminaron con la boda del rey serbio con Simonis, hija de cinco años de edad del emperador Andrónico II. A este acuerdo se opusieron tanto la nobleza serbia como el patriciado de Constantinopla. Bizancio consiguió mantener Tesalónica, y Serbia disfrutar gracias a sus riquezas de los beneficios de la influencia bizantina: adoptaron el sistema de la pronoia, y llegaron a convertirse en una corte lujosa.
82 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV La alianza fue más allá y, en 1330, propició la victoria de los serbios sobre los búlgaros, consolidando así su posición en los Balcanes. Un nuevo golpe de la nobleza entronizó a Esteban Dusan (1331-1355), que continuó las conquistas de Macedonia, Albania, el Épiro y Tesalia aprovechando la segunda guerra civil bizantina. Como paso previo a la constitución de su imperio, Esteban Dusan promulgó un código legal que regulaba las posesiones territoriales de serbios y griegos, pero la mayor parte de las tierras de señores bizantinos acabaron en manos de la nobleza serbia. El código también establecía unos jueces generales. Tanto el sistema jurídico como la administración se inspiraron en los modelos imperiales. La política exterior de Esteban Dusan no fue tan exitosa: aunque buscó una alianza con Venecia, la Señoría no estuvo interesada en ella. A la vez, debía mantener a raya a Hungría, a quien tuvo que entregar varias ciudades (Belgrado entre otras). Por otra parte, sus contactos con el Papado romano, destinados más a molestar a Bizancio que a potenciar la actuación de la Iglesia romana en su territorio, tampoco dio sus frutos. La temprana muerte de Estaban Dusan y las presiones de la nobleza serbia provocaron el fraccionamiento del reino. Su hijo, Esteban Uros (1355-1371) tuvo que luchar contra su tío Simeón, que se autoproclamó en el Épiro y Tesalónica. Varios de los señores serbios se intitularon reyes y reconocieron al emperador de Bizancio, terminando así con la ensoñación de un poder independiente. Esta fragmentación y la muerte de Esteban Uros facilitaron el triunfo de los otomanos y la victoria de Bayoceto I.
3.3. Bulgaria y los bogomiles La luchas internas bizantinas también favorecieron el nacimiento de la nueva Bulgaria, pues el zar Constantino Asen (1257-1277) tomó partido en contra los Paleólogo azuzado por su esposa, Irene Láscaris, hermana del emperador bizantino depuesto. También apoyó a Carlos de Anjou en el Mediterráneo. Al final una revolución popular liderada por un porquerizo, tuvo que ceder el trono a un candidato impuesto por Bizancio. Hacia finales del siglo XIII, Bulgaria estaba dividida en varios principados eslavos que fueron asolados por los tártaros. Teodoro Svetoslav (1300-1322) logró una nueva reunificación del país y amplió sus fronteras por los Balcanes y los puertos del Mar Negro. Esto volvía a poner a Bulgaria en una posición de poder, que aprovecharon para establecer renovadas relaciones con las ciudades italianas. Miguel Sisman, déspota de la vecina Vidin, fundó una nueva dinastía en 1323, aprovechando la inestabilidad de la zona para participar en la segunda guerra civil de Bizancio y en los asuntos internos de Serbia. Su implicación se vio castigada con repetidos ataques de las tropas turcas al servicio de Juan VI (Juan Cantacuceno). Sisman acordó una alianza con Andrónico III contra Serbia, peo no pudo llevarla a cabo por su muerte. El nuevo zar Iván Alejandro (1331-1371) tuvo que concertar un matrimonio de estado con la hermana de Estaban Dusan.
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
83
TEMA 7. EL MUNDO ORTODOXO: BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLOS XIII Y XIV Lo mismo que sus vecinos, la situación de Bulgaria fue empeorando, produciéndose un proceso de fraccionamiento a manos de boyardos y de los propios príncipes herederos. Se crearon nuevos burgos construidos en torno a las fortalezas de los boyardos. Algunos eran burgos mineros situados en torno al río Ogosta. El comercio de minerales de hierro, plata y oro se realizaba in situ. La más beneficiada del fraccionamiento del poder búlgaro fue la Iglesia de Constantinopla. El reino de Vidin llegó a transformarse en una provincia húngara. Pero el mayor problema religioso que asoló la zona fue el movimiento bogomilita. Los ataques otomanos se sucedieron durante el último tercio del siglo XIV: tras la batalla de Cirmen (1371), el zar búlgaro se convirtió en su tributario, lo mismo que el emperador bizantino. Finalmente, Bulgaria quedaría totalmente sometida al Imperio otomano en tiempos de Bayaceto I.
84 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL 1. El Islam en Oriente, ante el avance Mongol 1.1. Los selyuquíes del sultanato de Qonya El comienzo del siglo XIII fue una época de gran esplendor para esta dinastía. Frenan el ataque turcomano, empujados por los mongoles, en Anatolia, tras la conquista de las fortalezas del Taurus, y cierran pactos con los mercaderes italianos (especialmente, venecianos) gracias al control de puertos importantes y la seguridad que dan a sus rutas. Mantienen algunas tradiciones tribales turcomanas, como que la cabeza del Estado esté ocupada por miembros de la familia del sultán (gobernadores de las principales ciudades). La administración estaba centralizada a través de los generales (beys26) y administradores, que dependen del sultán, y sustituyen a la élite terrateniente y a los altos funcionarios bizantinos. Ante la falta de funcionarios cualificados han de recurrir a funcionarios persas y árabes, por lo que el árabe se convierte en la lengua de la administración, mientras que el turco era el idioma en la vida cotidiana. La “turquización” de la sociedad es bastante lenta: los selyuquíes aplican la Ley islámica, pero mantienen la bizantina en Asia Menor. Griegos y armenios mantuvieron sus creencias ortodoxas y monofisitas, con sus autoridades religiosas. La fiscalidad es parecida a los estados musulmanes, excepto en el sistema de la concesión de tierras estatales, muchas veces inmunes, a los jefes militares, que a cambio debían suministrar un determinado número de soldados en proporción a los bienes recibidos. La tierra de la iqta tendió a hacerse hereditaria, escapando en muchas ocasiones al poder del sultán. Sin embargo, en su territorio la institución de la iqta estaba menos extendida que en otras zonas. Las ciudades eran el centro social y económico de la vida del Imperio, y comienzan a surgir los caravasares28 albergues en las grandes rutas comerciales, las rutas de caravanas, que proporcionaban alojamiento seguro y gratuito hasta tres días en el desierto; situados a un día de ruta entre sí, la mayoría se construyen durante el siglo XIII. También contaban con otros establecimientos, como en el caso de Alanya, puerto en el Mediterráneo cuyo astillero, similar a los caravasares, permitía cobijar a las naves de la flota. iqta27,
26
Bey: Mus. Atabeg. Título nobiliario de origen turco. Jefe de un ejército turco. Iqta: Mus. Tierras repartidas entre los combatientes tras su conquista poseídas en usufructo. 28 Caravasar : es un edificio construido específicamente para alojar hombres, mercancías y animales a lo largo de las antiguas rutas de las caravanas. La principal área geográfica donde se implantaron fue Asia Central, aunque también existieron en el norte de África y el sudeste de Europa. Se construyeron varios miles. Su arquitectura se basa en reglas geométricas y en su diseño se emplea un número limitado de elementos definidos por la tradición, aunque se articulan, combinan y multiplican de modo que, dentro de una cierta unidad estilística, cada uno de estos edificios posee características específicas. Típicamente son edificios de planta cuadrada o rectangular, con una única puerta que, abierta de par en par, era lo bastante grande para permitir entrar a los camellos. El patio estaba casi siempre a cielo abierto, y a lo largo de las paredes interiores del edificio se extendían un número de recintos idénticos o compartimentos para acomodar a los comerciantes y sus criados, sus animales y su mercancía. 27
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
85
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL
Ilustración 7 En el pueblo de Zaaferaniyeh, a unos 35 km al este de Sabzevar, se hallan los restos muy bien conservados de este caravasar de la época safaví
Amenazados por los mongoles, que toman el control de la zona tras un avance debido al debilitamiento interior del Imperio por el estallido de revueltas sociales protagonizadas por los babas29, se intenta un fortalecimiento de las fronteras y de la capital, para lo que se requirió la ayuda de los emires selyuquíes. Qonya fue también saqueada y el sultán destituido, sus sucesores supieron manejar la situación frente a los ilkanes30 hasta que su alianza con el mameluco Baybars fracasó, momento en el que pasaron a depender por completo de la voluntad de los mongoles, que nombraban a sus sultanes. A partir de 1308, se convirtieron en una provincia más del ilkanato de Persia.
1.2 Ayubíes El régimen ayubí se consolidó según un sistema hereditario con las mismas costumbres turcomanas de los selyuquíes. Tenían una concepción familiar del poder: bajo el emir supremo o sultán (cabeza de la familia) había una red de emires (familiares del emir o sultán cabeza de la familia) que gobernaban desde las principales ciudades del territorio, con diferencias locales en su gobierno. Poco a poco se fueron consolidando diferentes emiratos: Egipto, Damasco, Alepo, Mosul siendo generalmente el sultán de Egipto el que ejerce la soberanía sobre el resto de la familia. A pesar de existir alguna rebelión de algún miembro del linaje, no hubo disgregación del territorio hasta el final de la dinastía, pues en Egipto comenzaron a aplicarse las iqta’s31, concedidas a militares con privilegios parecidos a los de la familia 29
Babas: Mus. Partidarios de Baba Ishaq célebre predicador de Diyarbakir que se enfrentó a los turcos selyuquíes. 30 Ilkanes o Iljanes: Mus. Dinastía mongola que gobernó en Irán, Irak y parte del Próximo Oriente de 1256 a 1335. 31 Iqta: Mus. Tierras repartidas entre los combatientes tras su conquista poseídas en usufructo.
86 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL ayubí. Adoptar este sistema de se debió a la necesidad de fidelizar a las tropas para hacer frente a francos y mongoles. A cambio de esta concesión de tierras, el concesionario debía mantener un cierto número de soldados de acuerdo con la productividad y el valor de las tierras.
Ilustración 8 Extensión de la dinastía ayubí.
En Egipto, la necesidad de mantener un ejército fuerte hizo que se reclutaran esclavos de origen turco, los mamelucos, para complementar a los regimientos de tipo tribal formados por turcos y kurdos. Estos esclavos llegaron a ser tan importantes que en 1249 dieron un golpe de estado y formaron el Sultanato Mameluco. Uno de los cambios que trajo la dinastía ayubí fue la erradicación del chiismo fatimí en beneficio del islam sunní; que era practicado tanto por los gobernantes como
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
87
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL por los gobernados, significando un apoyo importante para la legitimación de los primeros. En cuanto a las relaciones con los europeos en el marco del mar Mediterráneo predominan los tratados comerciales con Egipto. Los puertos de Alejandría, Damieta y Latakia se beneficiaron de ellos. En el Mar Rojo, el comercio estaba dominado por los mercaderes karimíes 32, que actuaban también como negociantes, armadores y banqueros controlando los productos procedentes de la India y de los países del Índico. Ni el cambio de régimen con los mamelucos o la invasión mongola pudieron destruir su hegemonía comercial.
1.3. La revolución cultural: la creación de las madrazas y la difusión de las cofradía sufíes La burocracia, en los estados islámicos de este periodo, estaba encabezada por una serie de ulemas33 fieles al régimen que justificaban su existencia como parte de la unión complicada entre estado e islam. Estos ulemas también controlaban la justicia y la educación en detrimento de los grupos sufíes34. Los sufíes solían ser apolíticos, encontrándose frecuentemente en oposición al gobierno, y aunque independientes, los gobernantes preferían patrocinar a sus principales santones para disfrutar de sus bendiciones y autoridad, como base de su legitimidad política. Esta ambivalencia favoreció la financiación de obras arquitectónicas, a mayor gloria del gobernante, cuyo fin era la transmisión del saber de unos y otros maestros. Tanto los selyuquíes como los ayyubíes participaron activamente de este legado. Surge así en la Bagdad abasí la institución de la madraza, entendida como un centro cultural subvencionado por el poder político, cuyo plan de estudios estaba diseñado a alto nivel, combinando estudios coránicos con otras ciencias. La actividad académica se desarrollaba en torno a un patio, con salas abovedadas ( iwanes) que servían como aulas para los diferentes maestros, biblioteca y habitaciones para éstos y los estudiantes en los pisos superiores, cuyas ventanas se abrían a patios más pequeños. Las madrazas se extendieron pronto por todo el territorio islámico como centros principales del saber. Los ayyubíes encontraron en las madrazas la posibilidad de reinstaurar en Egipto las escuelas de Derecho sunní, que habían sido prohibidas bajo los fatimíes. A principios del siglo XIII, la política de Egipto fue favorecer la igualdad de todas las escuelas jurídicas, y crear una madraza específica para enseñar los puntos de la ley islámica que eran comunes a todas las escuelas. En la madraza de al-Salihiya (1239) convivían maestros de todas las escuelas bajo un mismo techo. Las madrazas fundadas por los mamelucos siguieron este mismo patrón. 32
Karimíes: Grupo de comerciantes que dominaban el comercio del Índico. Ulema: Mus. Experto en Derecho musulmán. Por su prestigio podían legitimar el poder de un sultán o emir. 34 Sufí: Mus. Practicante del sufismo. Procede de suf = lana. Sufismo. Movimiento de carácter místico dentro del Islam surgido en Turquía. 33
88 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL En cuanto a su apoyo a los sufíes, tanto selyuquíes como ayubíes favorecieron la creación de hospederías para sufíes y derviches que iban de paso ( janqas35 ) y monasterios (ribats36) en sus dominios.
1.4. La transformación del ideal de Cruzada en el siglo XIII: las cruzadas contra los ayubíes El siglo XIII fue el siglo de la institucionalización de la cruzada como forma de defensa armada de la Iglesia; consagrándose como un tipo de guerra santa autorizada y mandada predicar por el Papado en defensa de la Iglesia y los cristianos, o contra los enemigos de la Iglesia, en cualquier escenario. La cruzada era una campaña limitada para la cual se promulgaban indulgencias plenarias para sus participantes, además de medidas fiscales y legales que protegían al cruzado, ya que la cruzada tenía la consideración de peregrinación armada. Por otro lado, el subsidio de cruzada se había convertido en un impuesto casi regular en los reinos europeos. Debido a las dificultades que experimentaron las cruzadas anteriores a este siglo, las cruzadas del siglo XIII transforman el ideal original de peregrinación armada a Tierra Santa. También se produce una “ nacionalización” de los objetivos; es decir, la búsqueda de una mayor efectividad mediante la localización de las tropas en conflictos más cercanos geográficamente. Así se pudo aumentar el número de cruzadas patrocinadas por el Papado, y diversificar a los enemigos contra los que se podía usar la fuerza armada. Estos enemigos fueron catalogados en herejes, judíos, sarracenos y todos aquellos que atentaran contra los intereses político o económicos del Pontificado y los gobernantes protegidos por éste. Por este motivo, durante el siglo XIII se realizaron cruzadas contra los albigenses (1209-1226) y otros herejes; contra los “enemigos de la Iglesia”: contra los cristianos excomulgados por ser partidarios de
Federico II (a partir de 1228), los ingleses rebeldes contra su rey (1264) o los aragoneses de Pedro II (1285); contra los mongoles (1241); contra los musulmanes de la Península Ibérica; contra los paganos del Báltico, etc. Las grandes cruzadas institucionalizadas y lideradas por los gobernantes europeos hacia Oriente, continuaron. Pero la imposibilidad de tomar Jerusalén sin unas bases intermedias que permitieran el trasvase de los ejércitos cristianos y el abastecimiento de tropas, así como los problemas de colonización, hicieron que se buscasen nuevas rutas, tanto marítimas como terrestres. Los nuevos objetivos fueron dos:
El Imperio Bizantino y los reinos eslavos, siempre amenazados por los poderes islámicos instalados en la zona de Anatolia, recortándoles cada vez más territorio. Túnez y Egipto, objetivos principales de las cruzadas francesas por su proximidad y la teoría de que servirían como bases de aprovisionamiento y reclutamiento de tropas para luego dirigirse a Tierra Santa.
35
Janqas: Mus. Casa u hospedería donde se alojan discípulos entorno a un maestro, especialmente entre los sufíes. 36 Ribats: Mus. Monasterio-fortaleza musulmán situado en las zonas fronterizas ocupado por voluntarios de la fe prontos al combate. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
89
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL Con la convocatoria de la Cuarta Cruzada (1202-1204) por Inocencio III, Egipto quedó consagrado como nuevo destino cruzado, aunque su última meta iba a ser Bizancio. La consecuencia más importante de esta cruzada fue la formación del Imperio Latino de Constantinopla y la hegemonía de Venecia en el Mediterráneo.
Ilustración 9 Cuarta Cruzada
La Quinta Cruzada (1217-1221), liderada por Leopoldo VI de Austria, el rey Andrés de Hungría y Hugo I de Chipre. Después de una serie de operaciones a pequeña escala, derivaron sus tropas hacia el corazón del poder ayubí, y tomaron Damieta. Al acampar frente a Munsarah, donde perdieron el tiempo y la vida, también perdieron la oportunidad de recobrar el reino de Jerusalén en un tratado provechoso, y tuvieron que abandonar Egipto.
Ilustración 10 Cuarta y Quinta Cruzada
La Sexta Cruzada (1227-1228) fue la más atípica y la última de las que se dirigieron directamente contra Tierra Santa. Fue dirigida por el excomulgado Federico II, quien logró mediante la diplomacia la entrega de Jerusalén, Belén, Galilea y la región costera
90 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL de Sidón (1228), a cambio de permitir el libre acceso a los musulmanes a sus santuarios en Jerusalén. Sin embargo, su intervención en la zona y su matrimonio con Isabel II (reina por derecho de Jerusalén y Chipre) dio lugar a numerosos enfrentamientos con los caballeros francos instalados en ambos reinos. A la definitiva caída de Jerusalén en 1244, siguió el desplome del resto de posesiones cristianas, a excepción de San Juan de Acre que resistió hasta 1291.
Ilustración 11 Sexta, Séptima y Octava Cruzada
2. El imperio Mongol 2.1. La estepa antes de Gengis Kan Hacia mediados del siglo VIII, los turcos uigures controlaban las estepas orientales, pero tras su caída en 840 emigraron hacia el sur, a la cuenca del río Tarim, donde fundaron algunos reinos menores que lograron subsistir gracias al pago de tributos a sus vecinos más importantes y crear una compleja cultura que sería utilizada por Gengis Kan para trasladar la lengua mongola a su alfabeto y para la administración y la práctica jurídica mongola. A comienzos del siglo X, Mongolia y el norte de China fueron conquistados por los kitan37, quienes formaron la dinastía Liao, desplazando a las tribus turcas. Hacia 1120, fueron vencidos por otro pueblo procedente de Manchuria, que dio lugar a la dinastía Chin, provocando que muchos kitan dejaran China. Uno de los príncipes kitan se dirigió a Asia Central y estableció allí su nuevo imperio, conocido con el nombre de Karai Kitai38 (Kitai negro), formado por población kitan, turca y china. Su dinastía se conoce como Liao Occidental . Su ejército se enfrentó a los selyúcidas en la batalla de Qatwan. Muchas zonas quedaron sometidas sólo a tributo conservando sus gobernadores locales. Debido a la disparidad de poblaciones y tradiciones se inclinaron por la 37
Kitán; Kitai: Nombre genérico del pueblo de raza mongola que gobernó en Manchuria y norte de China en la época de la dinastía Liao. 38 Kara Kitai: Grupo étnico de la familia Tangut que dominó parte de Manchuria y norte de China durante la dinastía Liao. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
91
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL tolerancia religiosa. El imperio Karai Kitai se mantuvo hasta su conquista por los mongoles en 1218.
Ilustración 12 Kanato de los turcos uigures
Los mongoles eran uno de los grupos de población nómada de la estepa mencionados en los textos de la dinastía Tang (siglos XII-XIII). Más tarde quedarían sujetos a los kitan, pero con la llegada de los Chin a la China del norte, dejaron de estar dentro de la órbita del imperio chino. En el siglo XIII, el gobierno chino mantenía bajo control a los bárbaros de la zona fronteriza haciendo que sus rivales se enfrentaran entre sí. Su principal dedicación era el pastoreo de ganado lanar y vacuno, que les proporcionaba algunos de los productos básicos que necesitaban para su día a día. El caballo era su principal medio de transporte, junto a camellos y bueyes. Llevaban a cabo migraciones estacionales en busca de pastos y practicaban el comercio con los grupos sedentarios, de los que conseguían té, cereales, metal para sus armas, etc. Las tribus estaban formadas por clanes subordinados mediante la derrota militar o por su necesidad de protección, y por clanes dominantes. Se basaban en una estructura de parentesco, pero también en una institución de libre elección, conocida como “hermano jurado” (anda), que unía a jefes y líderes y equivalía a una relación de sangre entre iguales. Otro tipo de vinculación no familiar era el establecido entre un individuo con un jefe de su elección, renunciando sólo a su lealtad de sangre con respecto a su propio clan. Este tipo de vinculación se llama “asociado” o “camarada” (noker ), y por este sistema un guerrero bien dotado, de cualidades de dirigente, podía hacerse con un séquito de partidarios, como ocurrió con Gengis Kan en las primeras etapas de su carrera. Se practicaba la exogamia (a veces mediante el rapto de la novia), y las mujeres desempeñaban un papel importante en los asuntos políticos, la guerra y
92 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL en los asuntos del ganado de la familia. La poligamia estaba permitida entre quienes podían mantener varias esposas. Las tribus tenían familias nobles y dentro de ellas se elegía al jefe que hacía de árbitro para la resolución de los conflictos y para que ejerciera de comandante supremo durante las guerras emprendidas por todo el grupo mongol; a éste personaje se le denomina kan. A la muerte de un kan o jefe, su sucesor podía ser el miembro de la familia que hubiera eliminado a sus rivales. Sin embargo, en teoría, la sucesión se decidía en una asamblea de notables (xuriltai ), en la que influía la decisión del kan muerto. Si, debido a la minoría de edad de alguno de los candidatos, se planteaba una regencia, ésta podía ser ejercida por la viuda del Gran Kan y esposa principal, apoyada por su familia. Los clanes subordinados ofrecían al kan lo mejor de sus caballos y mujeres, y la obediencia absoluta en tiempo de guerra, pero no en tiempos de paz. Su religión estaba basada en el chamanismo, originado en el culto a los antepasados. Entre sus dioses se encuentra el dios del Cielo azul y eterno (Tengri ), y la diosa de la Tierra y la fertilidad (Iturgen). El chamán actuaba como mediador entre dioses, espíritus y hombres. Tenía una posición social elevada, vestía de blanco y montaba un caballo, también, blanco. Rendían culto a las alturas. El chamanismo jamás fue desplazado del todo a pesar de la conversión de los mongoles a otras religiones.
2.2. Gengis Kan (1167-1227) y la expansión de los mongoles Temujin, nombre original de Gengis Kan, quedó huérfano muy pronto debido al asesinato de su padre a manos de los tártaros. Temujin y sus hermanos tuvieron que sobrevivir entonces contra la hostilidad de los clanes rivales. A pesar de ello, y debido a sus dotes de mando, Temujin consiguió reunir en torno a su persona una pequeña partida de hombres, haciéndose “hermano jurado” de Yamuxa, mongol de sangre noble y pasando todos al servicio de Tugril, kan de los keraítas. Tugril fue subvencionado por China para que se enfrentara a los tártaros y con su victoria sobre ellos consiguió el título de Ong-kan o príncipe chino, mientras que Temujin obtenía un título de menor rango. El ascenso de Temujin vio la traición de su hermano jurado Yamuxa; la masacre de los tártaros en venganza por el asesinato de su padre; la masacre de los merkid por la presunta violación de su mujer; y la expansión de su poder sobre el resto de tribus esteparias, a cuyos soldados fue reclutando para su ejército. En el 1206, una vez unificadas las etnias y tribus de Mongolia, se convocó la gran asamblea de notables ( xuriltai ) en la que Gengis fue aclamado como Gran Kan. La tradición esteparia –tanto de turcos, uigures como de los kara kitan- concebía la unión de las tribus bajo una dinastía carismática que ocupaba una posición semi-sagrada. El emperador (kaghan) poseía un carisma especial y disfrutaba de una buena fortuna fruto de su designación celestial. A partir de la designación de Temujin como Gengis Kan se plantearon los nuevos objetivos de los mongoles: China y Persia. China estaba dividida en esta época en tres
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
93
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL partes, gobernados de norte a sur por los Chin, los Xi Xia (que eran tangutios de origen tibetano) y los Song (verdadero centro del poder chino). Los Chin eran los principales antagonistas de los mongoles y su mayor preocupación. Tras la total pacificación de Mongolia, los mongoles apoyados por los pueblos fronterizos de los Chin, atacaron a los débiles tangutios (Xi Xia) que se sometieron rápidamente. Entre los años 1211 y 1234 se planteó la conquista de los Chin. El principal escollo fue la inadecuación de la caballería para luchar contra las ciudades y los campos de arroz, así como la escasez de maquinaria bélica. Por su situación tan expuesta, al norte, Pekín cayó en 1215. Pero la necesidad constante de tropas para esta guerra llevó a Gengis Kan a dirigirse hacia el frente contrario, y en 1218 se anexionó a los kara kitai. Los kara kitai lindaban con el territorio que el shah de Juwarizm acababa de conquistar a Persia, Irak y Afganistán, con capital en Samarcanda. La diversidad étnica de Juwarizm, así como la dispersión de su potente ejército, además de la impopularidad del shah y su oposición al califa de Bagdad, hacía de este Estado una meta favorable. En principio, Gengis Kan no contaba con atacar en este frente, pero varios incidentes diplomáticos con el shah abrieron la ofensiva, que se desarrolló en tres frentes a la vez en 1219. Tranxosiana y la capital Samarcanda, fueron el primer objetivo, provocando grandes matanzas y destrucciones. Gengis nombró virreyes, dejó a su hijo al frente de las tropas que debían enfrentarse al hijo del shah, y volvió a sus bases atravesando el Cáucaso y el norte del mar Caspio. Como los gobernantes chinos no le habían proporcionado las tropas suficientes para la guerra, su siguiente acción, con éxito, se dirigió contra ellos, pero en ella encontró la muerte (1227). El balance de estas primeras conquistas mongolas fue la destrucción de China del norte, pero, sobre todo, el genocidio vivido en Juwarizm. En Persia la agricultura de irrigación quedó abandonada, con la consiguiente desertización del suelo y la decadencia de las ciudades. Las devastaciones no fueron tan generalizadas en otras partes de Persia. Se respetaron los enclaves situados en las rutas comerciales que interesaban a los mongoles. La denominada Pax mongólica no es más que una simplificación, pero para los contemporáneos pareció más bien desolación.
2.3. Organización del Imperio Mongol La sucesión de Gengis Kan no fue siempre pacífica, pero no se tuvo en cuenta a ningún candidato que no perteneciese a su familia, ni hubo intentos de establecer una dinastía alternativa. Ello es debido al prestigio casi sagrado de su persona y a la reforma que instituyó del antiguo sistema étnico y tribal de Mongolia. El imperio obligó a los habitantes nómadas y sedentarios a regirse por la misma ley consuetudinaria de la estepa, según la cual los príncipes y princesas mongoles recibían lo que se conocía como su patrimonio (ulus), que se contaba por “tiendas”, con sus familias. Más tarde esta unidad de medida se aplicó a un grupo de tierras de pastos, con su población artesana dependiente, rentas de las ciudades o incluso el gobierno de éstas. Este mismo sistema se emplearía para dividir el imperio a la muerte de su fundador.
94 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL El ejército mongol fue uno de los artífices de la continuidad del imperio. La vida del pueblo giraba en torno a un proceso constante de adiestramiento militar: caza, doma, tiro con arco, etc. Su caballería estaba formada por toda la población masculina adulta. Las fuerzas se organizaban según un sistema decimal: al ir asimilando a las etnias enemigas dentro de su ejército, Gengis Kan las fue dividiendo entre los grupos de soldados ya formados, en unidades de mil. Así se conseguía un sistema de lealtades por encima de las tribus, en el que la casa real mongola concentraba toda la autoridad. Por encima de estas formaciones creó una guardia imperial formada por sus primeros seguidores, que con el tiempo aumentó y amplio a la vez sus funciones, pasando a desempeñar funciones dentro de la administración en las más altas esferas, sirviendo, a la vez, para la formación de los hombres de confianza del imperio en los cargos militares y administrativos lejos de la corte. El ejército pronto adoptó la maquinaria bélica y la pólvora de los chinos, quienes junto a los persas, les servían de ingenieros. La disciplina y la estrategia eran fundamentales dentro del ejército y dependían de los generales nombrados por Gengis Kan, no según su estatus tribal sino según su valía. Al principio funcionó el sistema de reparto del botín, pero posteriormente se sustituyó por tropas asalariadas. La labor legislativa de Gengis Kan comenzó en 1206, y estas leyes se fueron compilando en lo que se denomina Gran Yasa, pero este cuerpo de legislación no se ha encontrado aún. Todo parece indicar que Gengis Kan encomendó a su hermano adoptivo, un tártaro, que registrara por escrito sus decisiones respecto a robos, fraudes y la distribución de las poblaciones sometidas a la familia real mongola. Otros fragmentos de otra legislación promulgada por Gengis se refieren a la libertad de culto para sus súbditos, adiestramiento militar, comunicaciones, etc. Además, debía existir un corpus de leyes orales consuetudinarias en constante evolución. Además, se recopilaron las declaraciones y máximas de Gengis Kan. La administración se nutrió de funcionarios de los pueblos semi-sedentarios vecinos, en primer lugar por los uigures, quienes les iniciaron en su alfabeto y lo adaptaron a la lengua mongola, creando un rudimentario secretariado en torno a Gengis Kan. Los kari-kitai pasaron a desempeñar funciones en el sistema de comunicaciones y como gobernantes de las ciudades conquistadas, o delegados en la corte de gobernantes subordinados, para ocuparse de que se cumplieran las órdenes dictadas por el kan. Incluso algunos turcos trabajaron con los mongoles para iniciarles en las leyes y costumbres de las ciudades; también utilizaron a comerciantes extranjeros. La tributación tradicional nómada pagada en especie eran los tributos y un impuesto del 1% sobre el ganado, lanar y vacuno, que los nómadas pagaban al gobernante. Si había necesidad se pedía una tributación extraordinaria. Había otro impuesto que gravaba las actividades comerciales con un 5% de su valor ( tanga). Éste incluía todo tipo de servicios y ventas, hasta la prostitución, lo que demuestra la importancia dada al comercio por los mongoles. En el campo religioso se permitió la libertad de culto. Los mongoles habían tenido contacto con el cristianismo nestoriano desde el siglo VIII, encontrándose algunos grupos de cristianos nestorianos en el siglo XI conviviendo con el chamanismo. Cuando
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
95
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL entraron en contacto con musulmanes, budistas y maniqueos, no tomaron ninguna represalia contra ellos, ordenando el respeto a todas las religiones.
2.4. La formación de los grandes kanatos A la muerte de Gengis Kan en 1227, y siguiendo la tradición esteparia, el imperio se reparte entre sus hijos, fragmentándose en cuatro grandes zonas o kanatos:
Los nietos de su primogénito (Batu) se repartieron el extremo occidental de las posesiones mongolas: el kanato de la Horda de Oro, al sur de Rusia, y la Horda Blanca, algo más al este. El kanato de Chagatai, en los primitivos dominios de Asia Central, fue para el segundo hijo, al que se unió la Transoxiana durante el gobierno de Ogodei. El hijo menor, Tului, recibió los territorios originarios de los mongoles. Ogodei, que fue el sucesor en el título de Gran Kan ( xurultai de 1229), se reservó el resto de Mongolia y China, con capital en Karakorum.
Ilustración 13 Imperio mongol tras la muerte de Gengis Kan
Durante el gobierno de Ogodei el imperio mongol se expandió por el norte de Persia, conquistó el imperio Chin del norte de China y Manchuria e inició una gran campaña contra Rusia y Europa Oriental para conquistar las tierras dejadas al hijo mayor de Gengis. Todo el sur de Rusia quedó bajo el dominio mongol. Batu, sobrino de
96 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL Ogodei, marchó hacia occidente. Venció a los búlgaros del Volga, tomó Kiev y atacó Polonia, Hungría y Alemania. A punto de atacar Viena, llega la noticia de la muerte de Ogodei, por lo que Batu regresa rápidamente a Karakorum a defender sus derechos de herencia. Ogodei estableció un eficaz sistema de comunicaciones tomado de China, una red que servía tanto para la transmisión de órdenes reales como informes de espías o transporte de mercancías, con estaciones de posta a distancia de un día de viaje. Los correos llevaban unas tabletas de metal con textos de las autoridades que los enviaban. El mantenimiento correspondía a las unidades del ejército, mientras los caballos y las vituallas eran proporcionados por la población local, a través de los impuestos. Cuando muere Ogodei en 1241, la sucesión crea problemas entre su hijo Guyuk y Batu, de la Horda de Oro. Los problemas continuaron tras la muerte de Guyuk por un golpe de estado en el que Batu apoyó a los sucesores de Tului, hijo menor de Gengis, quienes se hicieron con el título de Gran Kan. El triunfador, Mongke, con su hermano Kublai, inicia la conquista de la China Song, y envía a su otro hermano, Hulegu, a Persia, pero tras la muerte de Mongke y una guerra civil, Kublai reinará por más de treinta años (1259-1293).
2.4.1. El dominio mongol en China Kublai era partidario de favorecer el contacto con las civilizaciones sedentarias. Traslada la capital a Pekín, desde donde completa la conquista de toda China. Después de la caída de los Song, Kublai intentará conquistar las islas de Indonesia, e incluso Japón, pero fracasó por el clima. En el gobierno interior, Kublai establece una dinastía al estilo chino, denominándola Yuan, que no tuvieron muchos problemas para legitimarse en China. Optó por el budismo lamaísta del Tíbet como religión. Se intentó la sustitución de la escritura uigur por un nuevo alfabeto, que se impuso en los nuevos documentos oficiales a partir de 1269, pero no se descartó completamente el sistema anterior. El gobierno de China actuaba a través de departamentos, que replicaban la maquinaria burocrática de Pekín. El emperador tenía el poder del nombramiento y cese de los funcionarios y era el tribunal de apelación en última instancia. Los cargos más elevados se dieron a funcionarios no chinos. Los habitantes de China se dividieron en cuatro clases, en orden descendente: los mongoles; los originarios de Asia central y occidental; los súbditos anteriores del imperio Chin, casi todos chinos; y los antiguos súbditos de los Song. Se utiliza el sistema chino de censo. Las artes florecieron pero sin el mecenazgo de la corte; se fundaron academias privadas y se hicieron grandes esfuerzos por continuar con la instrucción basada en los clásicos confucianos. La unidad política y el restablecimiento de las relaciones económicas a gran escala entre el norte y sur fue aportada por los Yuan. Prosperó el comercio internacional. La dinastía Yuan fue la única en toda la historia de China que no promulgó un nuevo código penal. Los sucesores de Kublai practicaron la eliminación de ramas rivales LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
97
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL dentro de la familia a la hora de la sucesión, hasta que el poder real pasó a estar en manos de los jefes militares mongoles, en vez de las del emperador. Se sucedieron los desastres naturales: inundaciones del río Amarillo; peste a partir de 1330, y problemas económicos debido a las revueltas campesinas. Se creó la secta secreta el Loto Blanco, que fomentó el estallido de revueltas hasta que uno de sus dirigentes tomó el poder y se dirigió contra los mongoles, que fueron incapaces de resistir. La dinastía Yuan fue derrocada por los Ming (1368) y sus descendientes se retiraron de nuevo a Mongolia, que seguiría siendo independiente, pues los Ming no consiguieron hacerse con las estepas.
2.4.2. La Horda de Oro Turcos o cumanos (kipchak ) se ubicaban en torno al mar Negro. Atacados por los mongoles (bajo Ogodei), la mayoría se les sometió, pero algunos pidieron ayuda a Bela IV de Hungría, donde se instalaron y cristianizaron. Allí fueron atacados por los nobles húngaros, huyendo a Bulgaria. En 1241, toda Europa oriental fue invadida por los mongoles por dos frentes, uno por Polonia, llegando hasta Alemania, en el que se produce la derrota de polacos y caballeros teutónicos en Liegnitz, y otro por Hungría. Sólo la muerte de Ogodei hizo que los mongoles regresaran a las estepas cumanas, mientras Batu se dirigía al centro del Imperio para luchar por la herencia. Ya no volvieron a intentar atacar a los húngaros. La Horda de Oro o Kanato de Kipchak, con mayoría de turcos en sus tierras, instaló su capital en Saray, junto al Volga (más tarde sería trasladada a la Nueva Saray o Saray Berke). La lengua turca sustituyó a la mongola en las monedas, pero la administración mantuvo su bilingüismo. Desde allí ejercerán los mongoles el dominio sobre los principados rusos, que les prestaron homenaje, y controlaban las rutas que conectaban a través del Mar Negro el comercio europeo con el asiático. Caffa (Crimea) se convirtió en el puerto más importante. Los rusos seguían administrando sus asuntos bajo la supervisión de delegados mongoles. Obligados al pago de impuestos, asumieron el dominio de los mongoles, a la vez que se dedicaron a presionar contra sus vecinos suecos, lituanos y alemanes, como hizo el príncipe Nevski. Al principio, los príncipes rusos debían viajar a Saray para recibir el nombramiento; más tarde, los kanes delegaron esta función en el príncipe de Moscú, que fue reconocido como Gran Príncipe de Rusia. Batu fue virtualmente el cogobernante del Gran Kan Mongke hasta su muerte en 1255. La sucesión recayó en su hijo, nieto y hermano sucesivamente. Su hermano Berke se convirtió en Gran Kan (1257) y se convirtió al Islam. Su reprobación del asesinato del califa abasí por Hulegu (1262) y la intención de conquistar algunas partes de Persia y del Cáucaso para controlar las rutas caravaneras, hizo que se desencadenara la primera de una larga serie de guerras entre la Horda de Oro y el Ilkanato de Persia.
98 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL 2.4.3. Los mongoles en Próximo Oriente. El ilkanato de Persia La expedición de Hulegu (hermano de Mongke) a Próximo Oriente sería el origen del dominio mongol en la zona. El primer objetivo fue la derrota de los ismailíes nizaríes de Hasan al-Sabbah, el Viejo de la Montaña de Alamut. El segundo era logar la sumisión del califa Abbasí para proseguir el avance mongol por Egipto y Siria. El primer objetivo se logró rápidamente por la sumisión del Gran Maestre de los asesinos a Hulegu. Acto seguido, se dirigió a los dominios califales donde el visir contribuyó a la rendición de Bagdad (1258): Bagdad fue saqueada y el califa condenado a muerte y ejecutado, terminando el califato abasí. Acto seguido, Hulegu se dirigió contra los ayyubíes de Siria, donde conquistó Alepo y Damasco. Los latinos de Antioquía y Trípoli se les rindieron y les acompañaron en sus campañas. Las autoridades de Acre se mantuvieron al margen, dejándoles pasar y entregándoles pertrechos. La situación para los ayyubíes era compleja, entre un debilitado poder mameluco y los mongoles a sus puertas. La sucesión del kanato a la muerte de Mongke también hizo que Hulegu se retirara de Persia, sacando a su ejército de Siria, que fue tomada por los mamelucos tras la batalla conocida como de la Fuente de Gol iat o del ‘Ayn Yalût (1261).
Ilustración 14 Ilkanato de Persia en su mayor extensión
El enfrentamiento posterior entre Hulegu y Berke y sus sucesores fue aprovechado por el sultán mameluco Baybars, quien necesitaba un aliado contra Hulegu, y lo encontró en la Horda de Oro. La recuperación de Constantinopla por Nicea favoreció el
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
99
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL comercio mameluco, y rompió definitivamente la unidad de los mongoles bajo el Gran Kan (1260). El dominio del Ilkanato de Persia por Hulegu y sus sucesores (1265 –1295) fue opresor y pagano, pues se siguió practicando el chamanismo, y favoreció la extensión del budismo lamaísta hasta la conversión al Islam de Ghazan Kan en 1295. Además, el igualitarismo religioso de los mongoles favoreció a jacobitas y nestorianos que pudieron enviar a sus misioneros por toda Asia. La administración estaba en manos de los persas, desde la capital en Tabriz, pero los impuestos eran numerosos, se recaudaban varias veces al año, lo que provocó la huida de los campesinos con la subsiguiente crisis financiera. Se hundió el comercio con el intento de emitir papel moneda. Ghazan, gobernador del Jorasán, eligió este momento para tomar el poder tras un golpe de estado dado por otro miembro de la casa Hulegu. Las reformas de Ghazan supusieron un intento de remediar la caótica situación: regularización del cobro de impuestos, de los pesos y medidas, los honorarios de los jueces y los pagos al ejército. Los resultados de las reformas supusieron la mejora la situación, se asientan los campesinos en las tierras con la clasificación de tierras como donaciones religiosas inalienables ( waqf ) y el reparto de iqta´ entre las tropas mongolas que se asienten en la zona.
2.5. Contactos entre Europa y el Asia mongola En Tierra Santa y Europa, en torno a 1145, aparece la leyenda del Preste Juan como un rey-sacerdote, que algunos situaban en la India, que vendría desde el Este para salvar al cristianismo. En el siglo XIII, paralelamente a las derrotas cristianas en la V Cruzada, llegan noticias de acciones mongolas que destruyen reinos musulmanes, como el sultanato de Rum y Juwarizm. La actuación en el Ilkanato de Persia, con la toma de Bagdad y su lucha con los mamelucos, contribuyó a agrandar la leyenda, y a esperar la llegada del propio Preste Juan o de su nieto. Si en la etapa anterior los viajes de occidentales habían tenido como misión básica el establecimiento de contactos políticos, en el siglo XIII van a primar los intereses comerciales y misioneros. Así tendremos las embajadas de los hermanos Marco Polo (1255-1269), el propio Marco Polo (1271-1295), Juan de Montecorvino (1291-1294), u Oderico de Pordenone (1318-1330). La lejana China, Cipango, que controlaba la ruta de la seda, ofrecía gran atracción pero seguía siendo un mundo desconocido y fantástico para los occidentales. Por su parte, los franciscanos consideraron que era su deber embarcarse en una misión evangelizadora universal, y en ello fueron seguidos por las otras órdenes. Se enviaron grupos de frailes a diversos países. El propio San Francisco emprendió viaje para convertir al sultán de Egipto. Pero quizá el destino más novedoso de las órdenes mendicantes fueron las misiones a los mongoles y tártaros enviadas por el Papado en los siglos XIII y XIV. Los franciscanos y dominicos llegaron a Asía Central por la ruta de la seda y establecieron casas en China. Juan de Montecorvino fue el primer arzobispo de Pekín, hasta donde viajó Oderico de Pordenone.
100 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL 3. El Sultanato Mameluco: de Anatolia a Egipto 3.1. Las particularidades de la sucesión de los Bahríes Los mongoles habían sometido a numerosas poblaciones turcas de las llanuras del Volga, y muchos jóvenes fueron vendidos en los puertos del mar Muerto y en Anatolia. También se compraron esclavos turcos en los puertos del Mar Negro. El sultán de Egipto al-Malik al-Salih, para hacer frente al poder cruzado, entre otros, se dedicó a reunir entre estos esclavos a jóvenes no islamizados, que podían ser comprados como personas no libres (mamluk ), y formarlos en el oficio de la guerra. Así, al-Salih consiguió reunir el primer contingente de estos jóvenes fieles, que con el tiempo llegarían a ser la base de los mamelucos. Al-Salih envía a sus mamluk o mamelucos a deshacerse de los juwarizmíes, enviados a su vez para la defensa de los ataques mongoles. No sólo se deshacen de ellos, sino también de los cruzados de Luís IX. Al morir su sultán, el jefe de los mamelucos, Aybak (1250-1257), para prevenir una intervención armada de otros príncipes de la familia, da un golpe de estado y eleva al sultanato a la princesa Sayar al-Durr, viuda de al-Salih, situándose él mismo como consejero. Más tarde, ante los problemas que suscitaba una mujer en el trono, tomó él mismo el poder, convirtiéndose en sultán en 1250 y comenzando así la dinastía de sultanes mamelucos bahríes (de bahr = río), que duraría hasta 1382, cuando fueron desplazados por los Buryíes (de bury = torre) hasta la conquista otomana en 1517. Los peligros militares que amenazaban el sultanato habían favorecido el asentamiento de un régimen militar. El triunfo sobre los mongoles (1261) permitió a Baybars presentarse como salvador del Islam y del califato. La reunificación de Siria y Egipto permitió recordar además los gloriosos tiempos de Saladino, que se convirtió en el ideal político de los musulmanes egipcios hasta hoy. El Estado mameluco se organiza bajo Baybars (1260-1277). La élite debía pertenecer a los mamelucos, de los que el sultán era el primero. El sultán disponía de la mitad de las rentas, personales, vitalicias e intransferibles, con las que debía mantener la corte y los servicios centrales del sultanato. La noción de herencia del poder era inexistente. El sultán depende de sus compañeros de armas, los emires, que reciben propiedades o rentas fiscales de tierras (iqtas´). Con ellas debían de mantener a un número de tropas mamelucas (de 10 a 100), que podían ser llamadas en cualquier momento por el sultán. Se formó así una clase militar no árabe que se alimentaba con nuevas aportaciones, y que permanecía alejada del cuerpo social al que tenía que defender. Este imperio militar tuvo su centro en El Cairo, más concretamente en la ciudadela de la ciudad. El sultán es el monarca, mientras que el califa abasí es el líder espiritual. Residía en su corte de El Cairo, rodeado por un Consejo formado por: el jefe de su Casa, el de la Cancillería, el Emir de las armas, el comandante de la guardia, el Emir de las Caballerizas y el responsable de la seguridad del Sultán. Cuando el sultán salía de El Cairo, dejaba un delegado suyo al frente de las oficinas de la administración.
3.2. Administración y esplendor comercial de Egipto La división administrativa del Imperio se basaba en el Bajo Egipto o Delta y el Alto Egipto, que se dividían en veinte provincias con sus gobernadores respectivos, LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
101
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL mientras que en Siria había seis lugartenencias o regencias, cada una dirigida por un delegado del sultán, quien a su vez tenía emires, administradores y gobernadores. Los beduinos se expanden por Nubia, que entra en proceso de islamización, lo que permite la apertura de nuevas rutas comerciales hasta África central y oriental. En esta época adquiere desarrollo e importancia la vida urbana. Los ulemas se convierten en intermediarios entre los mamelucos, considerados foráneos, y la población. Había cristianos y judíos que no sufrían persecución, pero se avanzó en la islamización de Egipto, en la que los sultanes veían una forma de unión del territorio. Así, el teólogo Ibn-Taymiyya (1263-1328) justifica la unión entre religión y un Estado fuerte, encargado de hacer respetar la ley islámica y de promover el progreso social.
3.3. Las cruzadas a fines del siglo XIII A partir de 1250 con la invasión mongola de Siria y la caída definitiva de los Ayubíes a manos de los mamelucos de Baybar I, se pasó por una situación crítica en esta zona. Baybar estrechó cada vez más el cerco sobre las pequeñas propiedades cruzadas, empleando para ello la flota por mar y la conquista del castillo de Safet (1266). Poco después destruía Antioquía e iniciaba contactos con las Órdenes Militares para establecer condominios en las zonas fronterizas de éstas y en los nuevos territorios conquistados por ellos. Las campañas de Luis IX de Francia (San Luis) se dirigieron nuevamente hacia Túnez y Egipto (Séptima Cruzada, 1248-1254, y Octava Cruzada, 1270). Éste reclutó tropas en Francia y contrató los servicios marítimos de Génova y Marsella para el traslado de la tropa. Luis IX se dirigió a Damieta y desde allí a Munsarah. Pero no consiguió su objetivo y facilitó el establecimiento de los mamelucos en Egipto. La campaña de 1270 (Octava Cruzada) terminó con la muerte del rey francés Luis IX. Mientras los territorios cruzados se mantuvieron en Siria, los mamelucos llegaron a diversos pactos con las Órdenes Militares, con los señores y príncipes de la zona para dividirse las rentas y territorios, pero siempre con una tendencia a quedarse cada vez más con los recursos por parte de los mamelucos. Estos condominios permitían tener una doble jurisdicción sobre cristianos y musulmanes. Este tipo de particiones se firmaron con otros gobernantes de la zona y llevaban en última instancia a que los cruzados quedaran como vasallos y posteriormente absorbidos por los mamelucos. En 1290 se pidió ayuda a Occidente, pero la fuerza enviada fue insuficiente. La ofensiva final culminó con al-Ashraf Kalil, quien en 1291 tomó Acre; constituyendo con ello la desaparición de los Estados Latinos de Oriente. Aun así la peregrinación a los Santos Lugares se mantuvo pacíficamente. Aparte de estas cruzadas oficiales, se produjo una renovación del movimiento cruzado popular de carácter mesiánico, fomentado por la idea de que si los gobernantes no eran capaces de salvar los Santos Lugares, debían ser los pobres y humildes los llamados a conquistar estos lugares. La extracción social de estos movimientos era la de los trabajadores agrícolas de más baja condición. Estas cruzadas son: la Cruzada de los Niños (1212), la Cruzada de los Pastorcillos (1251), la Cruzada Popular (1309) y la Segunda Cruzada de los Pastores (1320). Ninguna de ellas llegó
102 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL jamás a Tierra Santa. Pero sí se distinguieron, todas ellas, por los ataques contra los judíos por los lugares por donde pasaban.
4. La reorganización del Islam en Occidente 4.1. El ocaso del poder almohade Con la muerte de Abu Yaqub Yusuf en 1199 se puede considerar el comienzo de la decadencia almohade en el Magreb. Éste había conseguido mantener unidas las dos partes del Estrecho. Las cuestiones internas que preocupaban a este califa eran: la unidad de los señores almohades; el respeto a las tribus árabes instaladas en el Magreb y a los mercenarios turcos y kurdos; y el estado de las fronteras de al -Andalus. Sin embargo, los problemas más graves eran de índole externa: la amenaza de los Banu Ganiya en Baleares e Ifriqiya. Esta amenaza se solucionó con una campaña emprendida contra las islas, con la consiguiente conquista de Mallorca en 1203, y la expedición naval al Magreb (1204-1207). La situación interna de los reinos cristianos no permitió aprovechar el desvío de las tropas almohades hacia las islas para intentar una contraofensiva después de Alarcos (1195). Sin embargo, el frente peninsular volvió a abrirse para los cristianos a partir de 1209 como consecuencia de dos sucesos casi coetáneos: la revuelta en Túnez en los últimos años del siglo XII y, sobre todo, la victoria de las tropas cristianas en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). Abu Yaqub Yusuf II al-Mustansir (el Miramamolín de las crónicas cristianas) tuvo que combatir en varios frentes a la vez: Portugal conquista el Algarbe; los Banu Marin se independizan en Marruecos; y él se veía mediatizado por los jeques (jefes de las tribus), quienes a su muerte se enfrentaron por la sucesión en dos ramas distintas de la familia, con sede respectiva en al-Andalus y Marruecos. El enfrentamiento dinástico fue fatal para el califato almohade, desintegrándose éste en 1269 cuando perdieron Marrakesh; pues el resto de Marruecos estaba ocupado por los Banu Marin que gobernaban desde Fez. En la Península Ibérica sus posesiones cayeron entre 1230 y la toma de Valencia en 1238, aunque algunos señores almohades consiguieron que sus territorios les fueran concedidos en tenencia por los reyes cristianos como recompensa por ser entregados. En una do dos generaciones, sus descendientes, o regresaron al norte de África o se convirtieron al cristianismo.
4.2. La fragmentación del Magreb durante el siglo XIII Con la caída del califato almohade, el norte de África quedó dividido entre dinastías tribales que conquistaron las principales ciudades haciendo de ellas sus capitales. Los regímenes que se instauraron se alejaron definitivamente del concepto de un estado califal, aunque mantuvieron algunas de las instituciones y formas de gobierno de sus predecesores:
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
103
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL
El recurso a las tropas mercenarias. La dependencia de las coaliciones de tribus. Una burocracia reducida, basad en vínculos tribales. La expansión del sufismo en el ámbito rural, y el recurso a éstos y a los ulemas como garantes de su legitimidad.
El poder de estos pequeños estados radicaba en su intermediación económica en las rutas caravaneras que unían el norte de África con el Sahara y el Sudán.
4.2.1. Meriníes Los Banu Marin eran beréberes nómadas pertenecientes a la tribu de los Zanata. Originariamente estaban asentados en los confines del desierto del Sahara, al este del actual Marruecos, entre Siyilmasa, el Mulaya y el Zab. Desde estas regiones extendieron su poder a costa de los almohades, hasta apoderarse de Fez (1249) y de Marrakesh (1269). En medio siglo consiguieron hacer un estado centralizado, controlando a las tribus establecidas en sus territorios y uniéndolas en un ejército de tribus confederadas junto con tropas mercenarias; organizar su hacienda y adaptarse a la vida urbana. Crearon un ágil sistema tributario centralizado en el majzán39, institución que canalizaba la relación entre el sultán y sus súbditos. Gracias a esto pudieron embarcarse en grandes obras defensivas y proyectos urbanísticos. Controlaban también el comercio del oro, marfil y piedras preciosas que llegaban al Mediterráneo desde los territorios subsaharianos por la costa atlántica. Fueron varias las campañas que los meriníes lanzaron contra al-Andalus. La primera incursión en la Península Ibérica tuvo lugar a finales del reinado de Alfonso X (1275). Una vez logrado el control del Magreb, cruzaron el Estrecho e intervinieron nuevamente en la Península Ibérica a solicitud de Muhammad II de Granada. Los norteafricanos lograron controlar parte del reino de Granada, en torno a Ronda, Marbella, Gibraltar, Tarifa y Algeciras.
39
Majzá; Majzén: Mus. Almacén. En la zona de Marruecos, organismo encargado de las finanzas. Designa también el conjunto de la Administración.
104 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL
Ilustración 15 Europa y África hacia 1300
4.2.2. Zayaníes de Tremecén Los Banu Zayyan, conocidos también como ‘Abd al -Wadíes, formaban parte de la
tribu de los Zanata, y extendieron su dominio por el Magreb central, e instalaron su capital en Tremecén desde el siglo XIII hasta el siglo XVI. Procedían de las altas llanura de la región de Orán, y llegaron a colaborar con los almohades consiguiendo que su capital, Tremecén, floreciese beneficiándose de la ruina de otras ciudades vecinas, y de la emigración de la zona. Su enfrentamiento con los meriníes fue endémico pues éstos veían a los Zayyanís como un obstáculo para su dominio sobre el Magreb.
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
105
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL 4.2.3. Hafsíes de Túnez Esta dinastía fraguó su prestigio bajo los almohades. Fueron gobernadores de Ifriqiya bajo esta dinastía, y permanecieron en su territorio cuando el califato almohade cayó. Fue Abu Zakariyya Yahya quien proclamó su independencia en 1220, y anexionó Argel. Túnez fue reconstruida, y se levantaron mezquitas y madrazas en la ciudad, y se alentó el comercio y las relaciones diplomáticas con Francia, las repúblicas italianas, Aragón y Sicilia. Una importante comunidad de origen andalusí fue emigrando a la corte tunecina atraídos por su esplendor. Abu ‘Abd Allah Muhammad
al-Mustansir (1249-1277) se autoproclamó califa y recibió pleitesía del Hiyaz, Egipto, al-Andalus y Marruecos. El ascenso meriní y las revueltas internas marcaron los siguientes años, hasta la llegada al trono del califa hasfsí Abu Yahya Abu Bakr (13181346).
Ilustración 16 Mapa de los Estados del Mediterráneo en 1328, incluidos los estados de merínidas, ziánidas y hafsíes
106 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 8. EL ISLAM EN EL SIGLO XIII. EL AVANCE MONGOL 4.2.4. Nazaríes de Granada Granada se mantenía como último bastión del Islam en la Península Ibérica. La imposición de una dinastía de origen jienense en Granada no hizo más que fustigar la oposición de linajes locales que escogieron como sede Málaga y Almería (Abencerrajes y nazaríes fugitivos) o Ronda y Algeciras (los partidarios de los meriníes). Además, Almería se convirtió en señorío de algunos nazaríes, lo que dio lugar a que numerosas rebeliones comenzaran en esta ciudad, que en algunos momentos puede considerarse casi independiente. El estado nazarí se definió como un sultanato o emirato, y sus gobernadores usaron los títulos de sultán o emir. A ellos unieron el título honorífico de emir de los musulmanes, vicarios del ‘abasí . Los nazaríes no reconocieron sobre ellos a los sultanes benimerines, a pesar de que fueron sus protectores en algunas ocasiones, y sus pactos de vasallaje respecto al rey de Castilla tuvieron escasa incidencia en su legitimación del poder cara a los súbditos musulmanes, salvo en el aspecto económico, pues debían hacer frente al pago de importante sumas en concepto de parias. El esplendor de la dinastía alcanzaría su apogeo a lo largo del siglo XIV.
Ilustración 17 Reino nazarí de Granada
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
107
TEMA 9. LOS REINOS EUROPEOS EN EL SIGLO XV
TEMA 9. LOS REINOS EUROPEOS EN EL SIGLO XV 1. Génesis bajomedieval del Estado Moderno Al final de la Edad Media nace en Europa una nueva estructura política denominada como “Estado Moderno” . Se trata de la reaparición de un fuerte poder público, partiendo de una evolución y paulatina recuperación de las monarquías feudales. Ahora las monarquías se refuerzan y recuperan la noción de Estado, pasando a disponer de una numerosa burocracia, un ejército permanente y una potente fiscalidad. El vínculo de naturaleza pública reaparece; ahora lo importante y relevante a nivel político es ser súbdito de un monarca en lugar de vasallo de un señor. El primero en defender la idea de que el Estado Moderno de los siglos XVI-XVIII se formó la Baja Edad Media fue el historiador norteamericano Joseph R. Strayer en los años 60 del siglo XX. Este historiador observó que las principales instituciones que definen al Estado Moderno aparecen en Francia e Inglaterra durante los siglos XIV y XV Fue duramente criticado por los historiadores marxistas, como por ejemplo el historiador marxista británico Perry Anderson, quien considera que el Estado de la época sigue siendo básicamente feudal pues continúa defendiendo los intereses de la clase social dominante, la nobleza. No habiendo, por lo tanto, grandes cambios en lo esencial del sistema. En los años 80 del siglo XX, el Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) francés emprendió un proyecto de investigación sobre la génesis medieval del Estado Moderno, con la consecuencia de que a partir de entonces este concepto se impuso de forma definitiva en la historiografía. Aunque algunos especialistas prefieren hablar sólo de “Estado” a secas al referirse a las monarquías autoritarias de este periodo.
Sea como fuere, el hecho es que las principales monarquías europeas del momento experimentan un fuerte proceso de centralización siguiendo el modelo empleado por los Papas de Aviñón en la reforma administrativa de la Iglesia durante el siglo XIV. Ya en el siglo XIII, con los proyectos de algunos monarcas como Federico II en Sicilia, Alfonso X en Castilla y Felipe IV en Francia, se vislumbran los primeros esbozos de esta tendencia centralizadora. Sin embargo, tras estos primeros intentos (antecedentes), el proceso de desarrollo del Estado Moderno experimentó diversos altibajos en el siglo XIV para terminar imponiéndose en el siglo XV en algunos reinos europeos: Francia, Inglaterra o Castilla. Alrededor del rey se va desarrollando un complejo aparato burocrático. Partiendo de la antigua curia feudal permanente surge una verdadera administración central: un Consejo Real formado por especialistas se encarga del poder ejecutivo; de la justicia se encarga un tribunal de jueces profesionales que hace las veces de corte suprema, estos tribunales son tribunales de última instancia, a los que siempre se puede apelar contra las sentencias de los tribunales señoriales. Así, la inmunidad judicial de los señoríos queda recortada y subordinada siempre a la suprema jurisdicción de la autoridad real. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
109
TEMA 9. LOS REINOS EUROPEOS EN EL SIGLO XV El poder legislativo está siempre reservado al rey, pero las principales leyes suelen ser promulgadas durante la celebración de las grandes asambleas representativas, a las que acuden representantes de la nobleza, el clero y las ciudades de cada reino. Estas asambleas surgen en los siglos XII y XIII como desarrollo de la antigua curial feudal extraordinaria. En el siglo XIV estas asambleas representativas llegan a su apogeo convocándose frecuentemente, pero durante el siglo XV entran en decadencia en la mayoría de los países celebrándose en menos ocasiones. También
aparecen
importantes
organismos
financieros,
destacando
el
“Exchequer” británico y la Cámara de Cuentas en Francia y Navarra.
Así como la administración central se desarrolla, existe igualmente un desarrollo importante de la administración territorial. Durante los siglos XII y XIII, en casi todos los reinos habían surgido oficiales que representaban a la autoridad real a nivel territorial en algunos distritos. Estos representantes del poder de la monarquía durante la Baja Edad Media se refuerzan, recortando severamente la autonomía de los municipios urbanos y haciendo que las ciudades queden estrechamente subordinadas y controladas por el poder monárquico en el siglo XV. Otra novedad importante del siglo XV es la aparición del ejército permanente. El rey empieza a sostener una fuerza permanente de mercenarios que le obedecen exclusivamente a él. Su número es muy limitado, pero esta fuerza se mantiene incluso en tiempos de paz. Además, el ejército comienza a dotarse de artillería, un armamento muy caro cuyo coste sólo lo puede asumir el rey. En definitiva, después de varios siglos el ejercicio de la violencia comienza a volver a ser monopolio del Estado. Esta compleja burocracia y este ejército permanente suponen una carga pesada para las monarquías, por lo que son necesarios cuantiosos recursos financieros para su mantenimiento. En consecuencia, el final de la Edad Media también se caracteriza por el desarrollo de una verdadera fiscalidad del Estado. Por ello, el rey, comienza a imponer una fuerte presión fiscal sobre el conjunto del territorio. Estos nuevos tributos son tanto directos como indirectos. Normalmente, para su establecimiento inicial se requería la aprobación del parlamento y esta autorización solía ser temporal y para sufragar una necesidad concreta. Sin embargo, enseguida se volvían a conceder por un periodo de tiempo suplementario. De esta forma poco a poco los impuestos iban convirtiéndose en permanentes. El final de esta evolución se produce cuando el cobro de tributos todos los años se consolida y estabiliza, dejando de necesitar la autorización previa del parlamento. El proceso de génesis del Estado Moderno también repercutió sobre el ámbito eclesiástico y en el pensamiento político. En lo referente a la Iglesia, los monarcas aspiran a recortar la jurisdicción del Papa sobre el clero de sus reinos. En el siglo XV los reyes europeos suelen establecer concordatos o acuerdos con los pontífices que quitan competencias al Papado y otorgan derechos a los monarcas para intervenir en la vida interna del clero dentro de los límites de su reino. Las monarquías impiden que los clérigos paguen excesivas contribuciones a Roma y obtienen el derecho de proponer candidatos al Papa para ocupar los principales cargos eclesiásticos con gentes de sus territorios. De esta forma, en el siglo XV los reyes consiguen controlar en
110 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 9. LOS REINOS EUROPEOS EN EL SIGLO XV buena parte a la Iglesia dentro de sus dominios, como parte importante de la génesis del Estado Moderno. En cuanto al pensamiento político (teoría política) los pensadores de la época tienden a secularizar los fundamentos del poder monárquico, impidiendo así el reconocimiento de ningún poder superior al rey. Se producen grandes progresos en los métodos de propaganda política. La génesis del Estado Moderno no tiene éxito en todos los reinos de Europa, sólo algunas monarquías logran alcanzar tal grado de perfeccionamiento en el siglo XV: Francia, Inglaterra, Portugal, Castilla.
2. Francia: Luis XI y la resolución del problema de Borgoña En Francia, los primeros apuntes del Estado Moderno se vieron en la época de los últimos monarcas Capetos, y especialmente durante el reinado de Felipe IV (finales del siglo XIII y comienzos del XIV). Pero con la llegada al poder de los Valois y el estallido de la Guerra de los Cien Años contra Inglaterra se retrasó el desarrollo del poder real. Con el reinado de Carlos V (segunda mitad del siglo XIV) el poder real empieza a recuperarse gracias a su labor reorganizativa y centralizadora. Pero a finales del siglo XIV y comienzos del XV Francia vuelve a sufrir una grave crisis política que casi le cuesta su desintegración. El rey Carlos VI (1380-1422) es un demente y el poder cae en manos de la alta nobleza de sus parientes. Uno de ellos el duque de Borgoña tiende a independizarse en la frontera oriental del reino, provocando que la aristocracia francesa se dispute violentamente el poder. A principios del siglo XV estalla la guerra civil entre los borgoñones y los armañag. Esta ocasión es aprovechada por Inglaterra para revitalizar la Guerra de los Cien Años y está a punto de acabar con la monarquía francesa mediante el establecimiento de una alianza con el duque de Borgoña. Carlos VII (1422-1461), en la primera mitad del siglo XV rechaza esta agresión. En primer lugar, consigue romper la alianza anglo-borgoñona “comprando” la neutralidad del duque de Borgoña, mediante el reconocimiento de una amplia autonomía para el ducado. En segundo lugar, realizó una serie de profundas reformas administrativas que prefiguran una versión del Estado Moderno. También creó un ejército permanente dotándolo de artillería, consiguiendo expulsar definitivamente a los ingleses de tierras francesas. Sin embargo, quedó pendiente la resolución del problema del Ducado de Borgoña con su creciente potencia e independencia. Los duques de Borgoña eran una rama menor de la dinastía real de los Valois. A lo largo de la primera mitad del siglo XV lograron hacerse con el control de territorios a ambos lados de la frontera con Suiza hasta el Mar del Norte mediante compras, herencias matrimoniales o guerras. Al tiempo que cada vez se manifestaban más independientes del teórico señor feudal, el rey de Francia. La resolución de este problema recayó sobre el sucesor de Carlos VII, Luis XI, en la segunda mitad del siglo XV. El final de la Guerra de los Cien Años había dejado a Francia financieramente exhausta y con la amenaza permanente de invasión inglesa, pero, sobre todo, la gran LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
111
TEMA 9. LOS REINOS EUROPEOS EN EL SIGLO XV amenaza era que Inglaterra y Borgoña volvieran a aliarse. Para solventar este riesgo, Luis XI (1461-1483) desplegó una compleja actividad diplomática con el fin de aislar a Borgoña. Luis XI evitó el choque directo con el duque de Borgoña (Carlos “el temerario”), pero indujo a los suizos a enfrentarse a él, y como resultado el duque de
Borgoña salió derrotado y muerto en la batalla de Nancy (1477). El poder borgoñón se derrumbó seguidamente y Luis XI aprovechó la ocasión para confiscar y ocupar la mayor parte de los territorios borgoñones, entre ellos el propio Ducado de Borgoña inicial. Mientras, la hija y heredera del último duque de Borgoña se casó con el emperador del Sacro Imperio Maximiliano I de Habsburgo, quien pronto acudió para reclamar la parte de la herencia borgoñona. Así logró hacerse con Flandes y con el denominado “Franco Condado”. Francia consiguió retener todos l os territorios del Ducado de Borgoña situados dentro del territorio francés. De esta forma, la posibilidad del nacimiento de un nuevo Estado intermedio entre Francia y el Sacro Imperio desapareció. Tras la victoria definitiva de Francia sobre Borgoña esta emerge definitivamente como una gran potencia a finales del siglo XV. El Ducado de Borgoña es incorporado definitivamente a la corona francesa mediante matrimonio en 1491 durante el reinado de Carlos VIII (1483-1498). De esta forma Francia a finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI empieza a manifestar crecientes tendencias expansionistas dirigidas hacia la Península Italiana. La Península Italiana era económicamente muy rica pero políticamente muy débil debido a su división en múltiples estados pequeños. Carlos VIII dirigió la primera gran expedición francesa contra Italia en 1494, que no encontró prácticamente resistencia, ocupando fácilmente el reino de Nápoles. Sin embargo, a continuación se unieron los demás estados italianos a las otras potencias europeas opuestas a la intervención francesa en Italia: España y el Sacro Imperio (Maximiliano I de Habsburgo) forzando a que Carlos VIII evacuase Nápoles. Pero las tendencias expansionistas francesas no decayeron, incluso se ampliaron con su sucesor, Luis XII (1498-1515), para abarcar no sólo a Nápoles sino también el Ducado de Milán. El resultado fue el desencadenamiento de las llamadas “ Guerras de Italia” entre Francia y España, ya en el siglo XVI.
3. Inglaterra: La Guerra de las Dos Rosas y el ascenso de los Tudor En Inglaterra se testimonian los primeros gérmenes del Estado Moderno a finales del siglo XIII y comienzos del XIV mediante la obra reformadora y centralizadora de Eduardo I (1272-1307). Sin embargo, toda esta labor pudo destruirse durante el reinado de Eduardo II (1307-1327). Pero en el reinado de Eduardo III (1327-1377) la monarquía inglesa recuperó toda su fortaleza. Bajo éste monarca se reinstaura el orden económico e incluso hace un intento de expansión territorial, exitoso, sobre Francia. Los problemas surgen con las derrotas frente a Francia y cuando la sociedad inglesa empieza a acusar el malestar por la creciente presión fiscal para poder mantener el conflicto bélico. Con la minoría de edad de su sucesor Ricardo II (13771399) la monarquía inglesa sufre los desgastadores efectos de un creciente desprestigio de la monarquía, que con su mayoría de edad no consigue atajar. Esta oportunidad es aprovechada por un primo del rey, Enrique de Lancaster, quien
112 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 9. LOS REINOS EUROPEOS EN EL SIGLO XV destrona a Ricardo II en 1399 e instaura una nueva dinastía real en Inglaterra: los Lancaster. Este hecho es denominado por algunos autores como “Revolución Lancaster”.
El primer rey de la dinastía Lancaster, Enrique IV (1399-1413) dedicó todas sus energías a consolidar la llegada de su familia al trono. Su hijo y sucesor Enrique V (1413-1422) reanudó las hostilidades contra Francia obteniendo magníficos resultados debido a sus dotes militares. Sin embargo, falleció prematuramente en 1422 dejando a un menor de edad en el trono Enrique VI (1422-1461). Durante la minoría de edad del monarca la suerte de la guerra con Francia cambió, para terminar a mediados del siglo XV con el triunfo de Francia. Una vez hubo llegado a la mayoría de edad en 1437 Enrique VI empezó a manifestar síntomas de incapacidad mental. La derrota definitiva en la Guerra de los Cien Años supuso un claro desprestigio para la dinastía Lancaster, por lo que empezó a cuestionarse la legitimidad de la dinastía. Los nobles descontentos empezaron a agruparse en torno a la familia York, que tenía parentesco con la familia Plantagenet. El resultado fue una guerra civil por el trono de Inglaterra entre estas dos familias: Lancaster y York. Es la llamada “Guerra de las Dos Rosas” por los emblemas de cada una de las familias: una rosa blanca para los York y una rosa roja para los Lancaster. Durante la primera parte del conflicto Enrique VI de Lancaster consiguió mantenerse en el poder a pesar de los intentos de golpe de estado de los York. Pero finalmente fue destronado y su lugar ocupado por un York, Eduardo IV (1461-1483). Éste se mantuvo a duras penas en el poder, llegando, ocasionalmente, a ser destronado por poco tiempo. Finalmente fue sucedido por su hermano Ricardo II (1483-1485) quien instauró un régimen de terror para mantenerse en el poder, pero tuvo que hacer frente a la existencia de otro candidato al trono: Enrique Tudor, que era a la vez pariente de los Lancaster y de los York. Al final, la rebelión de Enrique Tudor tuvo éxito y destronó a Ricardo II, quien perdió la vida de forma violenta. Enrique Tudor subió al trono con el nombre de Enrique VII (1485-1509) e instauró en Inglaterra una nueva dinastía real: los Tudor. La Guerra de las Dos Rosas fue sobre todo una lucha nobiliaria, significando la desaparición de varias familias de la alta aristocracia medieval. Pero no afectó al resto de los grupos sociales. Tampoco provocó grandes destrucciones materiales ni afectó al desarrollo de la vida económica inglesa. La administración siguió funcionando sin muchas dificultades. Por ello, Enrique VII no tuvo excesivos problemas en restaurar el orden interno y devolver su fortaleza a la monarquía; consiguiendo, a finales del siglo XV, volver a hacer a Inglaterra un de las principales potencias europeas.
4. La Península Ibérica: los Trastámara y las tendencias unificadoras En la Península Ibérica la evolución política de la Baja Edad Media se caracteriza por tres rasgos: 1º. La detención del proceso de expansión territorial a costa de los musulmanes.
LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
113
TEMA 9. LOS REINOS EUROPEOS EN EL SIGLO XV 2º. Las continuas guerras civiles provocadas por la continua pugna por el poder entre la monarquía y la nobleza. 3º. Las tendencias a la unión entre los diferentes reinos propugnadas por la dinastía de los Trastámara. El primer intento de instauración de una Estado Moderno se produjo en CASTILLA durante el reinado de Alfonso X (1252-1284). Pero la oposición nobiliaria hizo fracasar este intento. Seguidamente se produjo un periodo de continuas guerras civiles y el predominio de la nobleza que es la característica de este reino a finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV. La aristocracia castellana de le época es la llamada “nobleza vieja” , cuyos linajes se habían formado y enriquecido al calor de la Reconquista entre los siglos XI al XIII. Durante esta época la monarquía sólo cuenta con el apoyo de las oligarquías urbanas. Mientras tanto, Castilla se disputa el control del Estrecho de Gibraltar con la dinastía marroquí de los Benimerines (Banu Marin). Con Alfonso XI (1312-1350) acaba el periodo de debilitamiento de la monarquía. Éste rey restableció el orden interno, sometió a la nobleza y estableció un régimen de autoritarismo regio. En política exterior venció definitivamente a los Benimerines en la Batalla del Salado (1340) por el control del Estrecho de Gibraltar. La política de autoritarismo regio en Castilla fue acentuada y acrecentada por su hijo y sucesor Pedro I (1350-1369). La “nobleza vieja” que había sido acosada por estos dos monarcas: Alfonso XI y Pedro I, empezó a ser sustituida por una “nobleza nueva” . La nobleza terminó rebelándose contra Pedro I bajo el mando de un hermanastro del rey, Enrique de Trastámara. Después de una larga guerra civil, Pedro I fue destronado y asesinado y Enrique de Trastámara se convirtió en el rey Enrique II de Castilla (1369-1379). Fue lo que se denomina “Revolución Trastámara” , que llevó al poder a una nueva dinastía y que supuso, en primera instancia, un triunfo de la nobleza frente a la monarquía. Pues inicialmente esta nobleza se benefició con la concesión de numerosos señoríos. Pero, paradójicamente, a la larga fortaleció institucionalmente a la monarquía castellana. Enrique II reorganizó la Audiencia o Chancillería, Tribunal Superior establecido en Valladolid. Su sucesor Juan I (1379-1390) configuró el Consejo Real como órgano ejecutivo del poder real y creó el embrión de un ejército permanente. También intentó seriamente la anexión de Portugal que terminó con su derrota en la batalla de Aljubarrota en 1385. A finales del siglo XIV y principios del siglo XV, Enrique III (1390-1406), sucesor de Juan I, el poder se desplazó de la alta aristocracia de parientes del rey hacia una oligarquía de la nobleza de servicio compuesta por linajes “nuevos” . También se acentúa el control real de los municipios urbanos con el nombramiento de un representante, de este poder real, en cada uno de los municipios: el “corregidor” . La prematura muerte de Enrique III dio lugar a una larga minoría de edad de su hijo y sucesor, Juan II (1406-1454). Durante este periodo la regencia fue ejercida por el tío del futuro rey, el infante Fernando de Antequera (1406-1416). Con su gobierno se produjo una ligera revitalización del proceso de expansión territorial de Castilla a costa del reino nazarí de Granada. Además, aprovechó la ocasión que se le presentó con la muerte, sin descendientes, del rey de Aragón Martín I. En virtud del denominado “Compromiso de Caspe” , los delegados de los diferentes reinos que constituían la
114 LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
TEMA 9. LOS REINOS EUROPEOS EN EL SIGLO XV Corona de Aragón: Aragón, Cataluña, Valencia, eligieron como nuevo rey al regente castellano en 1412: Fernando de Antequera. Así también la dinastía Trastámara se impuso en Aragón. Este nuevo rey de Aragón Fernando I (1412-1416) procuró dejar a sus hijos, los “infantes de Aragón” , en una situación de predominio y poder en Castilla. Por ello, cuando el rey de Castilla Juan II llegó a la mayoría de edad en 1419, lo primero que tuvo que hacer fue intentar librarse de la tutela de los “infantes de Aragón” . Para lograrlo contó con la ayuda de su privado, el Condestable don Álvaro de Luan. Durante la primera mitad del siglo XV se desarrollaron en Castilla varias guerras civiles. El final fue la expulsión definitiva de los infantes de Aragón. Los linajes de la “nobleza nueva” ascendieron definitivamente convirtiéndose en la alta aristocracia castellana. Esta nueva oligarquía nobiliaria se volvió contra el condestable don Álvaro de Luna por el excesivo poder que éste ostentaba a mediados del siglo XV, con el resultado final de su apresamiento y ajusticiamiento por orden del propio rey Juan II en 1453. Poco tiempo después moría el rey, sucediéndole su hijo Enrique IV (1454-1474). El reinado de Enrique IV de Castilla tuvo buenos inicios. Durante unos pocos años restableció el orden y el poder real en el reino, incluso reemprendió la reconquista de Granada. Sin embargo, la táctica bélica empleada por él, de desgaste paulatino del enemigo, no fue comprendida por la aristocracia castellana produciéndose un distanciamiento entre el rey y la nobleza. Así, el marqués de Villena, Juan Pacheco, antiguo favorito del rey Enrique IV, a la cabeza de la “ nobleza nueva” se sublevó en 1465. El resultado fue una nueva guerra civil. El rey Enrique IV resistió en el trono, pero perdió su papel de arbitral como monarca y pasó a convertirse en uno más de los bandos en lucha. Se produjo una situación de completo caos político. En los últimos años de su reinado se fue planteando el problema de la sucesión, y a instancias de la nobleza, Enrique IV nombró heredera a su hermana Isabel, casado con el rey de Aragón Fernando II, en lugar de a su hija Juana. Así pues, la evolución política en Castilla es muy problemática durante el siglo XV. Son continuas las rebeliones nobiliarias y las guerras civiles. En apariencia el poder real es muy débil en la época de Juan II y Enrique IV, pero a nivel más profundo la monarquía se está reforzando. En el plano de los principios doctrinales y jurídicos, los documentos de la época usan frecuentemente la expresión “poderío real absoluto” indicando el asentamiento de la idea de una monarquía fuerte y autoritaria. Además, se va construyendo y consolidando un sistema fiscal bastante eficaz. Todo ello explica la rapidez con que la fortaleza del poder real se recuperó en Castilla a fines del siglo XV. Tras la muerte de Enrique IV en 1474, la reina Isabel I de Castilla (1474-1504) y su esposo el rey Fernando II de Aragón (1474-1516): los Reyes Católicos, subieron al trono de Castilla sin problemas. Sin embargo, pronto tuvieron que hacer frente a una rebelión de la nobleza apoyada por el rey de Portugal, quienes reivindicaban los derechos al trono de Juana, la hija de Enrique IV. Tras logar vencer en esta guerra de sucesión, los Reyes Católicos, reunieron en 1480 unas Cortes en Toledo, en las cuales llegaron a un acuerdo con la nobleza castellana mediante el cual la nobleza consolidó el predominio social y económico y la monarquía fue reconocida, por la nobleza, como el titular exclusivo del poder político. LA EDAD MEDIA: SIGLOS XIII-XV
115