Fabián Bergero
Dentro de los géneros periodísticos, el que sin dudas más remite al trabajo de los profesionales de la información es la crónica, puesto que la mayoría de los artículos que aparecen en un diario o un periódico, suelen ser llamados así. Y porque además, es el género que más abunda en los diarios y periódicos de todo el mundo. Sin embargo, la crónica es un género con unas características y particularidades que lo diferencian claramente del resto. Aunque es necesario aclarar que no existe mucho acuerdo entre los diversos autores de publicaciones teóricas sobre periodismo, acerca de cuáles son esas características. Cada uno de ellos le dedica a la crónica una consideración especial, y está presente en todas las taxonomías conocidas hasta ahora (ver recuadro: "Según los autores "). "). Como se puede apreciar, la crónica es tan importante como controvertida en el universo profesional. Hay quienes consideran que se trata del género más informativo, mientras otros lo ubican decididamente del lado de los "opinativos" o "editorializantes".
Tal vez, el justo medio lo otorga el profesor José Luis Martínez Albertos, quien define a la crónica como un " género híbrido ",", justo entre los informativos y los "editorializantes". Albertos, considera que se trata de " un producto literario predominantemente predominantemente latino" , casi desconocido en el periodismo anglosajón. Y explica que esta crónica latina es " una narración directa e inmediata de una noticia con ciertos elementos valorativos, que siempre deben ser secundarios respecto a la narración del hecho en sí. Intenta reflejar lo acaecido entre dos fechas" .
La tradición periodística argentina, ubica a la crónica en este mismo sitio, y el lector de diarios, periódicos y revistas la busca para poder adquirir una idea aproximada de lo que ocurrió en el lugar de los hechos, y para tratar de sentir que él mismo estuvo allí. Ya sea un partido de fútbol, un accidente, un mitin político o un recital.
El Manual de Estilo del diario Clarín [1] sostiene que la crónica es " un texto que reconstruye un acontecimiento de la actualidad, sin ser una mera descripción de hechos ". Gonzalo Martín Vivaldi apoya esta orientación, al definir a la crónica como " información interpretativa y valorativa de los hechos noticiosos ". María Julia Sierra, en cambio, la ubica como un género eminentemente informativo, pero sostiene que "la buena crónica es la que hace vivir al lector la presencia de aquellos hechos a los que no asistió ". Es decir que termina reconociendo que el lector busca información con un plus, que le permita sentir lo que se sintió en el lugar de los hechos. El diario La Nación va por ese camino. En su Manual de Estilo y Ética Periodística reduce a la crónica al relato de un hecho informativo. Sostiene que se trata del género periodístico que "transforma la noticia en señal gráfica, vocal o visible ". Es decir, le da existencia a un hecho. Pero también define a la crónica como un " género caliente ", lo que requiere " que el periodista esté en el lugar y que sea testigo del hecho acerca del cual va a informar a sus lectores ". Raúl Rivadeneira se limita a considerar
la crónica como una narración temporal de un hecho, mientras que Joaquín Beltrao afirma que se trata de "la forma de expresión del periodista para transmitir al lector su juicio ".
La escuela norteamericana hace su aporte a la cuestión. Históricamente, han diferenciado la "chronicle", como el simple relato de hechos en el orden en que ellos sucedieron, y por otro lado, distinguen la "feature story", como un artículo creativo, a veces subjetivo, concebido para entretener e informar. Pero en general, sostiene Juan Gargurevich, lo ubican como un relato espacial que escapa a las reglas de la objetividad de la vieja escuela anglosajona, que diferenciaba entre la feature story y la news story. El autor ecuatoriano hace también su propia definición. "Es un relato sobre personas, hechos o cosas reales, con fines informativos, redactados preferentemente de modo cronológico y que a diferencia de la nota informativa- no exige actualidad inmediata pero sí vigencia informativa ".
Es importante cerrar este capítulo dedicado a la definición y características de la crónica periodística, considerando la función que Lorenzo Gomis le asigna en su "Teoría del Periodismo" (Piados, México, 1991). Gomis parte de la base de que todos los géneros son "modos" de interesar al público en el discurso periodístico. "El discurso periodístico se articula en géneros que tienen una función más clara y bien establecida que los géneros
literarios. De modo que los géneros periodísticos guian las expectativas de los lectores y los hábitos literarios de los redactores".
En este sentido, caracteriza a la crónica periodística del siguiente modo: Lo que ocurrió en un lugar durante un período de tiempo (un partido, una sesión, una corrida). Ese lugar puede ser físico o temático.
Relato suelto, animado, personal, en el que el cronista, expresa sus impresiones, además de informar. Es un género ameno y sirve para estar informado.
Animado
Seguimiento de la actualidad en un lugar o campo del conocimiento y su contexto.
En su libro "Géneros Periodísticos", Juan Gargurevich realiza un importante relevamiento de los tipos de crónicas que distinguen diversos autores. Entre las más importantes, cita la realizada por Johnston y Harris, quienes las clasifican en: · · ·
Descriptivas Narrativas Expositivas
Martín Vivaldi distingue entre: · ·
Impresionistas Expresionistas
Y Joaquín Beltrao las diferencia: · ·
Según su naturaleza (general, local, especializada) Según el trato dado al asunto (analítica, sentimental o satírica humorística).
Al cabo de su tarea, el periodista ecuatoriano realiza su propia taxonomía que compendia en cierto modo la del resto de los autores- y ubica los siguientes tipos de crónica: ·De interés humano: está basada en la escuela norteamericana, y se basa en el hecho de que las personas se interesan por las personas. Nace a fines del siglo XIX. Se trata de una crónica superficial, que moviliza emociones, apelando a la sensibilidad del lector. Particularmente hacia situaciones de tipo social. Rara vez dice Gargurevich- contiene elementos noticiosos profundos. Sus temas preferidos son niños, animales, dramas, humor o color. ·De interés social: reconoce su origen en la escuela latinoamericana. Está centrada en situaciones sociales. Presenta posiciones firmes de reclamo y de cambio. Dice que es más propia de revistas que de diarios. Y que abre heridas en el sistema. Además, distingue otros tipos de crónicas como la política, de corresponsal, local, o de guerra.
También Martínez Albertos realiza un importante aporte clasificatorio de las crónicas, pero esta vez desde la tradición periodística española. Así, distingue por ejemplo: · · · · · · · ·
Crónica judicial De sucesos Deportiva Taurina Local De corresponsal en el extranjero De corresponsales en provincias De enviados especiales
Según Clarín, la regla principal en la construcción de una crónica es el ordenamiento de la información según su relevancia. Esto significa que debe tener una estructura interna que "no respete necesariamente el orden cronológico de los hechos ni su secuencia lógica ". Entre los elementos que debe tener la crónica, cita: ·
"contiene lo principal de la información, pero no es un resumen del texto. Debe ser directa, concisa y contundente, y desarrollar un concepto. A lo sumo, dos ". Esto requiere un proceso de "evaluación y enfoque " de la información en virtud de " las necesidades informativas del lector ".
·
"desarrolla la información presentada en la cabeza y puede responder a las seis
preguntas (qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué) según la importancia que cada una de ellas tenga en cada caso. Aporta demás los antecedentes y los datos necesarios para contextualizar una información. El cuerpo debe articularse como una unidad, con principio, desarrollo y fin, y mantener la atención del lector hasta el final ".
· "debe agregar un elemento informativo atractivo que se articule con la cabeza. Para La Nación, la crónica debe construirse "a partir de unas líneas muy atrayentes y fuertes que contengan la esencia de lo que pasó, de lo que se quiere transmitir ". Explica que las crónicas debían ir encabezadas por un copete que "contenían circunstancias muy precisas". Si bien admite que el copete "fue perdiendo fuerza ", recomienda que le periodista no olvide las preguntas básicas ( qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué ) "que lo ayudarán a articular su original". Finalmente reconoce que el hecho que da origen a las crónicas puede ser espontáneo o creado por el medio. Para Martínez Albertos el estilo de la crónica debe ser "directo y llano". Y agrega que debe ser "esencialmente objetiva pero al mismo tiempo debe plasmar la personalidad literaria del periodista ". Martín Vivaldi citado a continuación por el propio Albertos- dice que aun respetando la obligación informativo-noticiosa-valorativa, el estilo de la crónica debe ser "libre ", pero "con sujeción al hecho noticioso" sobre el que se escribe. El cronista agrega- está
sometido al mandato de la noticia. Lo objetivo y lo subjetivo se complementan. Enfoque y apreciación personales".
En este marco de "libertad", tanto Albertos como Vivaldi reconocen que la técnica de realización de la crónica debe permitirse romper con las estructuras rígidas de otros formatos. "El cronista sostiene Vivaldi-n o tendrá que someterse a la preocupación formal de la pirámide invertida, ni es para él indispensable seguir el orden descendente, características casi definitorias de la estructura formal de la noticia".
En realidad, fueron los historiadores lo que inventaron la crónica. De hecho, ellos eran llamados "cronistas". Pero luego, es el periodismo toma ese relato sencillo y cronológico para sí, hasta convertirlo en lo que es hoy: un tipo especial de narración periodística, con una entrada informativa, un desarrollo cronológico y un final de desenlace. Es Juan Gargurevich el que recuerda parte de sus antecedentes históricos. Y sostiene que los cronistas nacieron con la conquista de América. "Eran relatos formales, objetivos, sin opinión ni juicio reflexivo" dice Gargurevich. "Esos relatos no pretendían juzgar. Eran puro relato". Entre los cronistas más conocidos cita a Cristóbal de Molina (Ritos y Fábulas de los Incas) y el Inca Gracilazo de la Vega (Comentarios Reales). Todas esas crónicas tenían elementos en común: · · · ·
Trataban sobre hechos reales Ocurridos en un tiempo determinado Contados de principio a fin Sobre sucesos verdaderos
Recién cuando aparecen los primeros periódicos, los cronistas trasladaron su arte, adaptándolo a las nuevas técnicas de la escritura. El lid y la pirámide invertida nacida de la tradición anglosajona, rompen el esquema histórico de la crónica. Martínez Albertos, José Luis. "Redacción Periodística. Los Estilos y los Géneros en la Prensa Escrita". Barcelona, ed. ATE, 1974. 2 Vivaldi, Gonzalo Martín. "Géneros Periodísticos". Madrid, ed. Parainfo, 1979 3G argurevich Juan. "Géneros Periodísticos". Editorial Belén. Qui to. Ecuador. Diciembre de 1982. P. 11 4P eñaranda Raúl U. "Géneros Periodísticos: ¿qué son y para qué sirven?". Sala de Prensa 26. Diciembre 2000. Año III, Vol.2 5 Clarín. Manual de Estilo. Ed. Aguilar. Buenos Aires, 1997. Prohibida la reproducción total o parcial de este trabajo. Si quiere citarlo o establecer un enlace: Por Fabián Bergero y María Teresa Bernardi. "L A Entrevista Periodística". Red-accion, sitio web del Area Periodismo de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. General Roca: Universidad Nacional del Comahue.Disponible en: http://red-accion.uncoma.edu.ar/asignaturas/cronicaperiodistica.htm [1]