BUENOS AIRES - MIAMI - S AN JOSÉ - S ANTIAGO
w w w . e d i t o r i a l p e n i e l . c o m
La batalla por tu alma
Graham Powell Publicado por: Editorial Peniel
Boedo 25 Buenos Aires C1206AAA - Argentina Tel. (54-11) 4981-6034 / 6178 e-mail:
[email protected] www.editorialpeniel.com
Originaly published in english under the title: “Two kingdoms, the battle for man’s soul” Copyright © 2001 Graham Powell
Originaly published in England by Sovereign World Ltd. Tombridge. Kent TN 11 025 England Traducido al español por: Ester Barrera Copyright © 2004 Editorial Peniel Diseño de cubierta e interior:
[email protected] ISBN Nº 987-557-033-8 Edición Nº I Año 2004 Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida en ninguna forma sin el permiso por escrito del autor o la editorial. Todas las citas bíblicas han sido extraídas de la Biblia versión Reina Valera Revisada, versión 1960, Sociedades Bíblicas Unidas.
Nota del Autor La batalla por tu alma es en realidad dos libros en uno. La primera parte describe cómo una persona puede ser liberada del poder del pecado; y la segunda, del poder de los espíritus de maldad. Mi sugerencia es que lea el libro de principio a fin como una unidad. Para poder ser liberado de las ataduras demoníacas y mantener una vida de libertad es esencial comprender ambas partes. Graham Powell
Contenido Capítulo 1
Lo visible y lo invisible
Capítulo 2
Lo temporal y lo eterno
Capítulo 3
......................................
21
.................................
Criaturas del mundo invisible
7
................................
31
Capítulo 4
La batalla por el alma del hombre ........................ 43
Capítulo 5
La venida de Jesús
55
..........................................
Capítulo 6
Compromiso con Jesucristo
Capítulo 7
Testimonio personal
............................................. 89
Capítulo 8
La comisión de Jesús
................................................95
Capítulo 9
Entender a nuestro enemigo
Capítulo 10
................................
..............................
77
111
¿Puede un cristiano estar poseído? ................. 129
Capítulo 11
Reconocer lo demoníaco
....................................153
Capítulo 12
El don de discernimientos de espíritus
Capítulo 13
Armas de guerra
Capítulo 14
Imposición de manos.................................................. 209
Capítulo 15
El poder de la fe
Capítulo 16
Perseverar y prevalecer
Capítulo 17
La importancia de la proclamación ................. 253
.......165
..........................................................193
......................................................... 221 ..................................... 241
Referencias bíblicas .................................................... 263
Capítulo 1
Lo visible y lo invisible
D D
os mundos nos influencian al mismo tiempo, seamos conscientes o no. Uno es el visible y otro el invisible. Todos estamos familiarizados con el visible, pero habitualmente no tanto con el invisible. Por causa de la importancia de estos mundos en nuestras vidas, es imperioso que tengamos un entendimiento de ambos. Podremos, entonces, tomar decisiones informadas sobre la manera en que deseamos vivir. Si hacemos decisiones sabias, una nueva dimensión total de la vida se abrirá delante de nosotros. La Biblia nos dice claramente todo lo que necesitamos saber acerca de estos dos mundos y será, por lo tanto, fuente de referencia para este libro. Vivir únicamente por las cosas que se ven es locura y, sin embargo, es así como mucha gente se conduce. Como veremos, esto es así por causa de su ceguera espiritual, que les produce inhabilidad para reconocer y, por lo tanto, entender las cosas que pertenecen al mundo invisible. ¡Imagínese cómo se sentiría si estuviera a punto de perder la capacidad de ver! El verano pasado pasé un tiempo con un hombre que sufre de ceguera nocturna. Durante el día ve tan bien como la mayoría de nosotros pero, cuando llega la oscuridad no puede ver absolutamente nada, a menos que las luces estén encendidas. En consecuencia, únicamente puede manejar su automóvil durante el
w
7
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
día. Sin embargo, puede caminar por las calles de su comunidad por la noche porque ha memorizado la cantidad de pasos y vueltas que precisa hacer desde su puerta de salida hasta donde quiere llegar. ¡Qué triste es esa situación! Sin embargo, su condición es benigna, comparada con la que la mayoría de la gente vive. La Biblia dice que el dios de este mundo ha cegado el entendimiento de aquellos que no creen en Jesucristo, de modo que no puedan ver o entender las cosas que pertenecen al reino de Dios. Todos los que no creen, en1 tonces son espiritualmente ciegos. Muchos cristianos tienen solamente vista parcial, y necesitan permitirle a la Palabra de Dios que les otorgue un mayor entendimiento o mejor visión. Jesús dijo que si permanecemos en su Palabra, conoceremos la verdad y la verdad nos ha2 rá libres. El propósito de este libro es declarar la verdad que permitirá al Espíritu Santo obrar en nuestras vidas, y llevar a las personas a la libertad de la que Jesús habló. En Hebreos 11:3 podemos leer: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.
En 2 Reyes capítulo 6 se encuentra la historia de un ejército enviado por el rey de Siria a capturar al profeta Eliseo, que le había contado al rey de Israel los planes del ejército opositor sirio. Eliseo conocía estos planes porque Dios se los había revelado. Cuando el siervo de Eliseo se levantó temprano una mañana, se alarmó al ver un grandioso ejército que rodeaba la ciudad de Dotán con caballos y carros. Perturbado, le informó a Eliseo lo que sucedía, para recibir como respuesta que no tuviera temor, porque más eran los que estaban con ellos que con los sirios. El siervo de Eliseo podía contar; probablemente había cientos, sino miles de sirios, ¡y ellos eran únicamente dos! ¿Cómo Eliseo podía decir tal cosa? Pronto iba a descubrirlo, porque Eliseo oró y dijo: “Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que 3 vea”. Existe un mundo visible, pero también hay uno invisible. Simplemente porque no veamos dentro de ese ámbito no quiere decir que no exista. Los ojos del siervo fueron abiertos, esto es, sus ojos espirituales: “Y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y 4 de carros de fuego alrededor de Eliseo”. Los ángeles habían salido para
8
w
Lo visible y lo invisible
rescatarlos y ahora podía verlos. Ya no estaba limitado por la vista natural solamente, sino que podía ver en los dos mundos al mismo tiempo. Como resultado de la intervención de los ángeles y los hechos sobrenaturales posteriores, Eliseo y su siervo experimentaron una 5 gran liberación.
Terrenal y celestial Otra forma de referirnos a los mundos visibles e invisibles es hacer referencia a los ámbitos terrenal y celestial. Esto es, las cosas de la Tierra y las que están más allá. En el Salmo 113:5-6 leemos: “¿Quién como Jehová nuestro Dios, que se sienta en las alturas, que se humilla a mirar en el cielo y en la tierra?”
Recuerdo haber leído estos versículos cuando era un joven creyente. De pronto tomé conciencia de la grandeza de Dios y de la pequeñez del hombre. Dios sostiene no solamente el planeta Tierra, sino también el universo entero en la palma de su mano. Todo lo que incluían los cielos y la Tierra estaba comprimido en una masa no más grande que un grano de arena. Fue abrumador ver las cosas como realmente son. Desde nuestra perspectiva, esta Tierra es muy grande y el tamaño del universo supera nuestra comprensión y, sin embargo, Dios se encuentra más allá de los dos, humillándose a sí mismo aún para ocuparse de las cosas de los cielos y de la Tierra. Hablando de arena, hay tantas o más estrellas en el universo que el número de granos de arena de todas las costas de este mundo juntas. Y recuerde que esos granos de arena están comprimidos juntos... mientras que las estrellas en el universo con frecuencia están a cientos de millones de años luz de distancia. Considerando que la luz viaja a cerca de 300.000 kilómetros por segundo, la extensión de los cielos por encima de nosotros queda lejos de nuestra capacidad de comprensión en su totalidad. Los astrónomos han penetrado cerca de doce billones de años luz dentro del espacio, y siguen sin encontrar la total expansión del universo. El Creador, por supuesto, es mucho
w
9
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
mayor que su creación. ¡Cuán grande es Él! Si esto no fuera suficiente, el mensaje de la cristiandad es que este Dios de grandeza descendió a nuestro nivel, tomó forma humana y caminó entre nosotros como un hombre, pero con una diferencia: sin pecado. En el primer capítulo del Evangelio de Mateo, leemos que cuando José descubrió que su novia estaba embarazada, se preocupó mucho y consideró la posibilidad de romper el compromiso. Luego de que un mensajero angelical le dijo en sueños que María había concebido a través del Espíritu Santo, cambió de opinión. El ángel entonces reveló que el hijo que iba a dar a luz debía llamarse Jesús, y que salvaría a su pueblo de sus pecados. El ángel dijo que esto era el cumplimiento de una profecía de Isaías: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo 1:23). Nuestro planeta tiene un lugar único en los planes y propósitos de Dios. Isaías declaró en nombre del Señor: “El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies” (66:1).
El profeta continúa hablando del templo que estaban edificando para el Señor. Durante la dedicación de este templo en Jerusalén, Salomón declaró: “Más ¿es verdad que Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos [literalmente, ‘el cielo de los cielos’] no te pueden contener, ¿cuánto menos esta casa que he edificado?” (2 Crónicas 6:18).
Salomón sabía que Dios no podía ser confinado a las limitaciones del Lugar Santísimo, en donde podía manifestar su presencia. Su propio padre, David, se había regocijado: “Reinos de la tierra, cantad a Dios, cantad al Señor; Selah. Al que cabalga sobre los cielos de los cielos [literalmente ‘el cielo de los cielos’], que son desde la antigüedad” (Salmos 68:32-33).
10
w
Lo visible y lo invisible
La Biblia habla con frecuencia sobre los cielos, y si damos una mirada más atenta descubrimos la referencia al tercer cielo. Lógicamente, podemos sacar como conclusión que si hay un tercer cielo también deben de existir un segundo y un primero. No hay ninguna referencia en La Biblia a un séptimo cielo. Pablo habla de que fue arrebatado 6 al tercer cielo, que él también llama el Paraíso. Esta es la inmediata presencia de Dios, donde todos los genuinos creyentes en Cristo Je7 sús son llevados por transporte angelical luego de la muerte física. Pablo también habla del cuerpo resucitado con el cual un día serán revestidos los creyentes, y de las luchas que tenemos en nuestros cuerpos mortales. Él dice que es preferible estar ausentes del cuerpo y presentes 8 con el Señor. Todos los verdaderos creyentes tienen cierta esperanza de entrar al tercer cielo cuando su estadía terrenal haya terminado. Mientras que el tercer cielo nos introduce dentro de la inmediata presencia de Dios, el segundo, tal como yo lo entiendo, se refiere al ámbito por encima de nosotros del que vemos una pequeña parte en una noche clara y se extiende billones de años luz dentro del espacio. El primer cielo, entonces, se refiere a la atmósfera sobre nuestra Tierra, donde las nubes flotan y los pájaros vuelan. Una cosa es indiscutible: la creación de Dios es asombrosa y Dios mismo está en lo alto por encima de ella.
Debajo de la Tierra Siempre miramos alrededor y sobre nosotros, pero hemos fallado al no mirar debajo de nosotros. Aunque La Biblia tiene mucho para decir sobre los cielos y la Tierra, también habla del ámbito debajo de la Tierra. En el corazón de la Tierra existe un lugar llamado Seol en hebreo, Hades en griego, el cual es el lugar de los espíritus que han partido. Todos van a algún lugar cuando mueren físicamente. Decir que cuando llega la muerte todo terminó, es una falacia sin fundamento bíblico. El hombre fue creado para vivir eternamente. Somos almas eternas y tenemos un destino eterno. Mientras que el cuerpo físico regresa al polvo o cenizas hasta el tiempo de la resurrección, el espíritu y alma del hombre –al que nos referiremos de ahora más simplemente como
w
11
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
el espíritu del hombre– va a otro ámbito. Este destino se determina mientras estamos en la Tierra, en su momento, a través de nuestra res9 puesta o falta de ella a Jesucristo, el Hijo de Dios. En Lucas capítulo 16 tenemos un registro de dos hombres y sus diferentes destinos luego de la muerte. Jesús mismo contó esta historia de un hombre que era rico en lo terrenal, pero pobre en lo referente a lo celestial, y el otro que era un pobre en la Tierra pero rico en lo celestial. El hombre rico vivía en una mansión, disfrutaba todo lo que el dinero podía comprar, mientras que a su puerta se sentaba un mendigo que ansiaba ser alimentado aún con las migas que caían de la mesa del hombre rico. Los perros lamían sus heridas abiertas y era para tenerle lástima desde todo punto de vista. En su momento ambos murieron y fueron a lugares diferentes, no como resultado de la pobreza o la riqueza, sino por la condición espiritual de su corazón. Uno tenía una fe genuina en Dios, el otro no.
El lugar de los espíritus que partieron Consideremos en primer lugar lo que sucedía con las personas que morían en la era anterior a que Jesucristo fuera crucificado y resucitara de entre los muertos. Los espíritus de ambos, creyentes y no, descendían al Seol o Hades, en el corazón de la Tierra. Hubo dos excepciones: Enoc y Elías, los que fueron arrebatados al tercer cielo antes de que pudieran 10 experimentar la muerte física. Todos los demás descendían al Seol, no a la misma ubicación, sino a diferentes partes del Seol. Jesús lo describe en Lucas 16 como un sitio dividido en dos secciones, con una gran sima entre ellos, la cual imposibilitaba que nadie, de 11 ninguno de los dos lados atravesara hacia el otro lado. Una sección, llamada el seno de Abraham, era para los verdaderos creyentes en Dios, un lugar de consuelo y esperanza; el otro era para los incrédulos, un lugar de tormento y desesperación. El hombre rico se encontró en el lugar de tormento, el pobre en el lugar de consuelo. El hombre rico clamó a Abraham para que el hombre pobre, llamado Lázaro, pudiera traerle agua para apagar su sed por causa de la agonía en que se encontraba. Abraham respondió que eso era imposible. El hombre rico entonces rogó que enviaran a alguien a advertir a sus cinco hermanos que estaban en la Tierra sobre la realidad del infierno, pero Abraham le dijo:
12
w
Lo visible y lo invisible
“Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos” (Lucas 16:31).
Usted puede preguntarse por qué era necesario que los verdaderos creyentes en Dios descendieran al Seol y no fueran hacia el tercer cielo al morir. La respuesta es simple: la sangre derramada a través de los sacrificios del Antiguo Testamento nunca podría tratar en forma definitiva con el pecado. Únicamente a través de la muerte de Jesús, el cordero pascual de Dios, pudo la justicia de Dios quedar satisfecha y 12 el pecado tratado de una vez y para siempre. Incluso, había sucedido una contaminación en el santuario celestial en los primeros días a través de la rebelión de Lucifer y los nume13 rosos ángeles que se le unieron. El santuario celestial tenía que ser limpiado antes de que los creyentes pudieran entrar directamente en la presencia de Dios. De estos asuntos, solamente se nos ha dado un entendimiento parcial en la Palabra de Dios; hay mucho aún para ser revelado. Esta limpieza solamente sucedería luego de que el Hijo de Dios hubiera sido crucificado, luego que el Padre lo levantara de entre los muertos, y que Él hubiera rociado su sangre en el santuario celestial. Entonces, y solamente entonces podía el Hijo presentar delante del Padre a los creyentes que habían muerto en los siglos pasados, así como a aquellos que morirían desde el tiempo de su resu14 rrección en adelante.
Jesús probó la muerte Hebreos 2:9 dice: “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos”
Unos pocos versículos después leemos: “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de los mismos, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos
w
13
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre” (Hebreos 2:14-15).
Cuando Jesús vino a la Tierra lo hizo primeramente para ofrecerse por nuestros pecados, murió sobre una cruz romana y derramó su sangre por nosotros. Como un sacrificio perfecto y sin pecado, Él pudo presentarse al Padre, tomando nuestro lugar y el castigo que me15 recíamos por haber quebrado las leyes de Dios. Cuando Jesús clamó triunfante desde la cruz: “¡Consumado es!”, declaraba a los dos, al mundo visible y al invisible, que el propósito 16 de su venida a la Tierra había sido cumplido a la perfección. El poder del pecado que estaba sobre la humanidad había sido quebrado y el iniciador del pecado, Lucifer, estaba profundamente vencido. Tres días luego de su muerte Jesús se levantó de los muertos, llevando consigo las llaves de la muerte y el Hades. El poder de la muerte había sido gloriosamente vencido. Lucifer, ahora conocido como Satanás o el diablo, había quedado despojado de su autoridad. Sin embargo, esto solamente entraría en efecto cuando los individuos clamaran al Nom17 bre de Jesús y eligieran dejar las tinieblas y caminar en la luz de Dios.
Tres días y tres noches Cuando Jesús murió, su cuerpo fue llevado y puesto en una tumba. Pero, ¿qué le ocurrió a Jesús? El cuerpo físico es simplemente una casa para que el espíritu del hombre resida. ¿Adónde fue el espíritu de Jesús? Él predijo su crucifixión y resurrección de entre los muertos tres días después, pero también había dicho con anterioridad dónde estaría durante aquellos tres días y tres noches: “El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:39-40).
Jesús descendió al Seol. Experimento el “sabor” de la muerte en tres maneras:
14
w
Lo visible y lo invisible
Primero, experimentó la muerte espiritual. Sobre la cruz, en el momento en que se identificaba con la pecaminosidad de la humanidad y se volvió nuestra ofrenda por el pecado, el Padre le dio la espalda al Hijo. Esa es la razón por la que Jesús clamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46). La muerte espiritual es la separación de Dios, y Jesús estaba separado del Padre cuando tomó sobre sí mismo el pecado del mundo. Segundo, experimentó la muerte física, la que es la consecuencia natural de la muerte espiritual. La muerte física es cuando se separa el espíritu del cuerpo del hombre. Desde la cruz, Jesús clamó a gran voz: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró” (Lucas 23:46). En tercer lugar, experimentó muerte eterna, al descender al Seol llevando nuestros pecados. En Isaías 53 leemos que Jesús cargó y llevó nuestras iniquidades, nuestras aflicciones (literalmente: “dolencias, males, enfermedad”), y nuestros pesares (literalmente: “angustia, aflicción, pena, dolor, dolores”). Esto lo hizo para cumplir con el tipo de ejemplo del cordero expiatorio del Antiguo Testamento (literalmente: “chivo de transferencia”). De acuerdo con el Antiguo Testamento, en el día anual de la expiación dos machos cabríos eran presentados delante del Señor en la tienda de reunión. Se echaban suertes para determinar cuál animal iba a morir como ofrenda por el pecado del pueblo, y cuál se transformaría en el chivo expiatorio. Luego que la ofrenda por el pecado moría y se rociaba el Tabernáculo con su sangre, el chivo vivo era tomado. “Y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto” (Levítico 16:21-22).
Jesús cumplió con ambos: el tipo de ofrenda por el pecado y de chivo expiatorio, al morir por todos. Él murió para que pudiéramos vivir. Fue rechazado por el Padre para que nosotros pudiéramos ser
w
15
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
aceptados. Durante su “separación en el desierto” Jesús proclamó a los espíritus en prisión en la sección pecaminosa del Seol, a aquellos 18 que habían sido desobedientes durante los días de Noé. Esto no era para salvar sus almas, porque una vez que se experimenta la muerte física es demasiado tarde para una persona para que se reconcilie con Dios. Él fue asimismo a la sección de los justos del Seol, dado que le había dicho a uno de los ladrones con quien estuvo crucificado y que clamó a Él: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43). El paraíso era otro nombre que tenía la sección de los justos en el Seol. Hagamos una pequeña digresión. ¿Se ha preguntado alguna vez por el tiempo de duración de la muerte y resurrección de Jesús? Generalmente se nos dice que Jesús murió en viernes santo y se levantó el domingo de Pascua, pero esto no alcanza para que se cumplan los tres días y tres noches (72 horas). Tiene que haber otra explicación. Necesitamos entender que durante la semana de la crucifixión había dos sabat. El sabat semanal regular comenzaba al caer el Sol el viernes y continuaba hasta la caída del Sol el sábado; y la Pascua o el alto día del sabat comenzaba al caer el Sol el jueves y continuaba hasta la caída del Sol del viernes. Ahora podemos ver cómo se desarrolló el or19 den de los eventos para que encajen en el criterio escritural. La última cena se realizó el martes, la crucifixión el miércoles, el entierro antes de la caída del Sol del miércoles, y la resurrección antes de la caída del Sol del sábado. Esto hace los tres días y tres noches, o 72 horas.
Un vislumbre del Seol Años atrás, cuando Shirley y yo liderábamos un equipo evangelístico de jóvenes hombres y mujeres en Hamilton, Nueva Zelanda, una pareja de nuevos cristianos se unieron a nuestro equipo. Un día el esposo se me acercó muy preocupado sobre la condición física y espiritual de su madre. Ella estaba en la unidad de cuidado intensivo del Hospital Waikato. Luego de experimentar un ataque al corazón entró en un coma de cuatro horas y media. Cuando recuperó la conciencia en el hospital, le contó a su familia reunida lo que había visto durante el coma. Como resultado, su hijo me pidió que la visitara y le anunciara el camino de la salvación, porque ella no era cristiana.
16
w
Lo visible y lo invisible
Esta mujer me contó lo que le había dicho a su familia. Nunca olvidaré sus palabras simples y, sin embargo, profundas. Dijo que había sentido que caía, caía y caía, sabía que no iba hacia arriba, sino hacia abajo. Finalmente llegó a un lugar donde reconoció a los miembros de su familia que habían muerto antes. Uno era un tío, un hombre impío que había muerto dos años antes. Otra era su abuela, que le gritaba: “Vuelve atrás, vuelve atrás. ¡No vengas a este lugar! ¡No vengas a este lugar!” Al darse cuenta que estaba enfrentando la eternidad sin haberse preparado, clamó a Dios para que la salvara. El Señor le respondió con gracia, y recuperó la conciencia en la cama del hospital, deseosa de experimentar el perdón de los pecados y entrar en una correcta relación con Dios. Ella había podido contemplar la sección de los injustos en el Seol. Fue muy sencillo hablarle sobre el plan de salvación de Dios. Le dije cómo nuestro pecado nos ha separado de Dios, y sobre el plan de rescate de Dios para el hombre al enviar a su Hijo Jesús a morir en una cruz en nuestro lugar. Cómo Jesús fue levantado de entre los muertos, y que ahora Él vive para salvar de las consecuencias del pecado a todos los que claman a Él; y luego sobre la nueva vida que puede encontrarse al conocer a Jesús y caminar con Él cada día. Le expliqué que para poder entrar en la relación correcta con Dios, debía estar deseosa de confesarle su pecado, cambiar de su estilo de vida independiente de Dios, y estar dispuesta a confesar a Jesucristo como Señor. Esto es, entrar bajo el gobierno de Dios y estar dispuesta a vivir una vida en obediencia a la Palabra de Dios. Francamente, no sabía si ella iba a vivir mucho, pero le hablé como si tuviera muchos días por delante. Gustosamente hizo una simple oración desde su corazón, confesó su pecado, reconoció a Jesús como el Hijo de Dios, su muerte sobre una cruz y su resurrección de entre los muertos. Luego de confesar a Jesús como su Señor, tuvo un encuentro transformador de su vida. La paz de Dios llenó su corazón, fue liberada de la carga del pecado y recibió el don de la vida eterna; Jesús se había transformado en alguien muy real para ella. Al día siguiente la visité otra vez y ya estaba fuera de terapia intensiva y en otra sala. Mientras caminaba hacia su cama me saludó con estas simples palabras, refiriéndose a su disposición para enfrentar la muerte: “La próxima sé que voy para arriba. No para abajo”. Aunque le faltaba entendimiento de Las Escrituras, daba testimonio
w
17
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
de la realidad espiritual. Como creyente en Jesucristo, sería llevada a la inmediata presencia de Dios cuando fuera el momento de su muerte. Iría hacia arriba, no hacia abajo.
Jesús, nuestro Sumo Sacerdote Cuando María rondaba la tumba vacía algunas horas después de que Jesús había resucitado de entre los muertos, Jesús mismo se le acercó y le preguntó a quién buscaba. Pensando que hablaba con el jardinero, le preguntó si había sacado el cuerpo, porque quería saber dónde estaba, para poder llevárselo. Tan pronto como Jesús pronunció su nombre se dio cuenta de que estaba, sin dudas, en la presencia del Cristo resucitado. Con enorme gozo María abrazó a su Señor y escuchó que le decía: “No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios” (Juan 20:17).
Así como cada año el Sumo Sacerdote entraba en el lugar santísimo del Tabernáculo terrenal en el Día de la Expiación, para rociar la sangre animal de las ofrendas por el pecado, así Jesús, como nuestro Gran Sumo Sacerdote, aún tenía que ascender al verdadero Tabernáculo en los cielos y rociar su sangre en el santuario celestial. Al hacer 20 esto cumpliría con la tipología del Antiguo Testamento. Por medio del rociado de la sangre de los animales sacrificados el Tabernáculo terrenal quedaba limpio. Por medio del rociado de la sangre de Jesús, quedaría limpio el Tabernáculo celestial. Una vez que eso se realizara Jesús podría liderar a los creyentes del Antiguo Testamento desde la sección de los justos del Seol hacia la inmediata presencia del Padre, 21 a su trono en el tercer cielo o Paraíso. Como resultado del camino nuevo y viviente que Cristo ha hecho para que nosotros entremos en la presencia del Padre cuando experimentemos la muerte física, los creyentes del Nuevo Testamento ya no vamos más al Seol, sino al Paraíso. ¡Podemos decir como creyentes 22 que sabemos que vamos para arriba, no para abajo! ¡Aleluya!
18
w
Lo visible y lo invisible
¿Dónde van los incrédulos cuando mueren? Antes de la cruz, todos los incrédulos una vez que morían iban hacia abajo al sector de los impíos. Después de la cruz, los incrédulos continúan yendo hacia abajo al Seol, allí esperan el día de la resurrec23 ción y el juicio que sin dudas está por venir. Pablo les advirtió a los atenienses: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan, por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (Hechos 17:30-31).
El gran trono blanco El apóstol Juan tuvo la visión de algunas cosas asombrosas y terribles que aún estaban por venir, tal como están registradas en el libro de Apocalipsis. En el capítulo 20 describe que vio un gran trono blanco y a Uno que estaba sentado sobre él. Era tan asombroso su aspecto que la Tierra y el cielo huyeron. ¡Cómo será aquel día! Delante del trono estaban aquellos que habían muerto a través de los siglos, ahora levantados de su temporaria residencia en el Seol, y se les pedía que rindieran cuentas de sus vidas sobre la Tierra. Se abrieron los libros con registros detallados, no solamente de los hechos que habían exteriorizado, sino también de los motivos internos de sus corazones. Otro libro, el Libro de la vida, fue abierto, y si sus nombres no estaban anotados eran lanzados al lago de fuego conoci24 do como la muerte segunda. Esto es lo que La Biblia llama el juicio eterno, estar por siempre separados de Dios. Hay un mundo visible, pero también hay otro invisible. En realidad, el mundo invisible es más importante que el visible, porque el visible es temporal, pero el invisible es eterno.
w
19
Capítulo 2
Lo temporal y lo eterno
L L
a mayoría de las personas invierten su tiempo y energía en asuntos temporales antes que en los eternos. Nuestras sociedades materialistas ponen aún más demandas sobre nosotros para que tengamos esto o aquello, a fin de poder ser considerados exitosos y estar seguros. En todas nuestras búsquedas para obtener las cosas que un día tendremos que dejar atrás, no se menciona el más importante tema de la vida. ¿Tiene esto que ver sin dudas con la misma razón de nuestra existencia? Hemos sido hechos por Dios, para Dios y no para vivir vidas egocéntricas que rechazan a nuestro 1 Creador. Santiago, en su epístola, advierte al hombre rico sobre la naturaleza temporal de la vida: “Pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba. Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas” (Santiago 1:10-11).
La Biblia no está contra la prosperidad, pero nos advierte para que 2 no vivamos únicamente para las cosas de este mundo. Más adelante en su carta, Santiago, bajo la inspiración del Espíritu Santo, dice:
w
21
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” (4:13-15).
Esta forma de pensar, de vivir para lo eternal y no solamente para el aquí y ahora, es extraña para la persona corriente.
Come, bebe y regocíjate Jesús relató la parábola de un hombre rico cuya tierra era muy productiva, por lo que se puso a pensar que debía agrandar sus graneros para depositar todos sus granos y bienes. Al sentirse seguro de sus posesiones temporales se dijo a sí mismo: “Y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro y no es rico para con Dios” (Lucas 12:19-21).
La verdadera interpretación del versículo 20 dice en una parte: “¡Tú necio! Esta misma noche están demandando tu alma...” ¿Quiénes son los que ‘están’? Para poder entender esto tenemos que mirar dentro del mundo invisible. Afortunadamente, Juan nos da la respuesta en Apocalipsis capítulo 6. ≈
El ángel de la guerra
Juan fue testigo cuando se abrió un libro que estaba sellado con siete sellos. Con la apertura de cada sello vio cómo se desarrollaban ciertos hechos. Por ejemplo, tal como se registra en los versículos 3 y 4, vio un caballo rojo montado por una persona: “... y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada”.
22
w
Lo temporal y lo eterno
Juan miró en los cielos y fue testigo de algo que sucedía en ese ámbito que iba a tener un impacto impresionante sobre los pueblos de la Tierra. Vio un ángel de guerra, un poder espiritual del mundo invisible que influenciaba a las personas para que se mataran unas a otras. Me pregunto, ¿si nuestros ojos espirituales fueran abiertos al ámbito invisible qué veríamos suceder sobre un territorio atrapado en una guerra? Pueden existir muchas razones naturales por las que las personas se levanten para matarse unas a otras, ¿pero consideraríamos algunas razones espirituales? ≈
El ángel de la hambruna
En los versículos 5 y 6 Juan es testigo de una persona que cabalga sobre un caballo negro,con una balanza en la mano. “Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el aceite ni el vino”.
Vio a un ángel de hambruna, un poder espiritual cuya tarea asignada era cortar el abastecimiento de alimentos. Una vez más, pueden haber muchas razones naturales por las que podría haber falta de provisión en una nación, pero ¿tendríamos en cuenta alguna de orden espiritual? ≈
Los ángeles de la muerte y el Hades
Al continuar mirando, Juan vio un caballo amarillo con una persona que lo montaba llamada Muerte. Inmediatamente después de la Muerte estaba el Hades: “Y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre con mortandad, y con las fieras de la tierra”.
No solamente existe un estado de muerte, sino un ángel de la muerte. No solamente hay un lugar llamado Hades (Seol), sino que existe un ángel del Hades. Estos seres angelicales trabajan muy unidos. El ángel de la muerte busca acortar el tiempo de la vida, mientras que el ángel del Hades se lleva el espíritu de la persona, en el momento de la muerte, al lugar del Hades. Pueden existir muchas razones naturales en
w
23
LA
B ATA L L A P O R T U A L M A
cuanto a cómo y cuándo una persona muere, ¿pero podrían también existir razones espirituales? Jesús declaró: “De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte” (Juan 8:51). Aquellos a quienes les dijo esto, tarde o temprano iban a morir. Entonces ¿qué fue lo que quiso decir? Decía que los que verdaderamente lo siguieran –lo que se haría evidente por la obediencia a sus enseñanzas– nunca encontrarían al ángel de la muerte. Y por la misma razón tampoco al ángel del Hades, porque no irían hacia abajo sino hacia arriba, cuando les llegara la muerte física.
El día del Señor Constantemente en nuestra sociedad actual se nos advierte que cuidemos de nuestro medio ambiente, y está bien. Sin embargo, algunos llegan a extremos en los temas ambientales. Cualquiera que sea nuestra posición, es serio de nuestra parte que nos demos cuenta que no solamente nuestra estadía sobre el planeta Tierra es verdaderamente momentánea, sino que la misma Tierra es temporal. No estará para siempre aquí. En 2 Pedro 3:8-13 se nos dice que el deseo más grande de Dios es ver que las personas se aparten del pecado y lo conozcan a Él, pero existen límites en cuanto a la disposición de Dios para esperar por siempre al hombre a que se arrepienta. El día del juicio está llegando. “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 Pedro 3:10).
El viejo orden será destruido para abrir paso al nuevo. “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:13).
Para ser parte de los propósitos de Dios ahora y en el futuro, necesitamos ser gentes que elijan correctamente. Esto es, estar en la
24
w
Lo temporal y lo eterno
relación correcta correcta con Dios y caminar delante de Él de una manera que le agrade. No es posible realizar esto con nuestra propia fuerza y recursos. Es imposible que alguien pueda llegar a ser justo sin la ayuda de Dios. A todos los que confían en Jesucristo Dios les da el don de la justicia, el de la vida eterna y del Espíritu Santo. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, tros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).
Al borde de la eternidad Cuando Shirley y yo vivíamos en Sydney, Australia, la obra en la que participábamos enviaba un equipo para tener encuentros evangelísticos en las playas de un balneario durante el feriado de Navidad. Dos semanas antes de que nuestro equipo llegara, otro del equipo iba antes para ultimar todos los detalles. Un año, cuando estaba haciendo esto, la viuda en cuya casa estaba hospedado me pidió que visitara al hombre de la casa de al lado, para que le hablara de Cristo, porque moría de cáncer. Ella no podía hacerlo porque el hombre era poco amigable, se trataba de un agnóstico que huía de sus vecinos cristianos. Al mirar por la pared divisoria, vi un hombre muy delgado que estaba acostado en su cama en la parte posterior de su casa. Su jornada en la tierra estaba casi concluida, porque no solamente estaba muy enfermo, sino que tenía ochenta y nueve años de edad. Me propuse hablarle sobre su necesidad de ponerse a cuenta con Dios antes de que partiera a la eternidad. Al acercarme al lado de su cama y presentarme me dijo: “Estoy casi al final de mi viaje”. Me di cuenta que hablarle inmediatamente de temas espirituales no sería lo más sabio. Intenté establecer una amistad. Mientras hablábamos decía continuamente: “Pero por supuesto, no tengo miedo de morir”. Cuanto más repetía estas palabras más me daba cuenta de que estaba aterrorizado de morir. Aunque su cuerpo era muy frágil, su mente estaba totalmente lúcida y pasamos un buen tiempo conversando. En el momento apropiado giré la conversación hacia lo espiritual. “Cuando llegué al lado de su cama hoy usted me dijo: ‘Estoy casi
w
25
LA
B ATA L L A P O R T U A L M A
al final de mi viaje’, pero ¿ha considerado usted el hecho de que su viaje realmente solo está por comenzar?” Con esa introducción le hablé sobre la brevedad de la vida, la realidad de la eternidad, la certeza de que habrá que rendir cuentas, del inmenso amor de Dios por la humanidad caída y el propósito de Jesús de bajar de los cielos a la Tierra para ser el Salvador de la humanidad. Él escuchó atentamente e hizo muchas preguntas. Lo animé a clamar a Jesús para que lo librara de su pecado y a recibir el don de la vida eterna, y de esa forma estar listo para encontrarse con Dios. Aunque se mostró interesado, aún no estaba en el punto para rendir su vida a Cristo. Estuvo contento de que orara con él y le dije que lo visitaría cuando regresara dentro de diez días. Al regresar al hogar de la viuda, lo primero que hice fue mirar para ver si el hombre enfermo estaba en su lugar. Pero no. No solamente las ventanas estaban cerradas, sino que la casa daba la impresión de estar vacía. La señora que nos hospedaba dijo que su vecino había muerto unos días después de que le hablé. Mi corazón se hundió, pero me alegré cuando ella me contó que había muerto creyendo. ¡Fue una historia maravillosa! Días después que le hablé, había tenido una visión del día de juicio que se aproxima. Tal vez, vio aquel día tal co3 mo lo registró el apóstol Juan en Apocalipsis. No solo que el mismo Señor Jesús se le había presentado, sino que como resultado de estos encuentros misericordiosos el hombre confió en Jesús y se hizo cristiano. No solamente sus pecados fueron perdonados, sino que recibió el don de la vida eterna. Ya Ya estaba listo para enfrentar la eternidad. Estaba seguro de ir “hacia arriba” a los cielos luego de morir y no “hacia abajo”, al Hades. Los cristianos de aquella calle ahora tenían un vecino nuevo y amigable. Ya Ya sin el temor de la muerte, este nuevo creyente estaba deseoso de hablar sobre lo que había experimentado. Una mañana les dijo: “¿Escucharon los coros de ángeles que cantaron ayer por la noche?” Ellos no los habían escuchado. Cerca de las 02:30 escuchó los gloriosos sonidos de las huestes angelicales que alababan al Dios todopoderoso. Estaba viendo y escuchando las realidades del mundo eternal del reino de Dios. Pocas horas después, murió. Cuando visité a su viuda, de ochenta y seis años, me llevó al cuarto dónde había estado en el momento de su muerte. Ella estaba junto a él, cuando de pronto una fuente momentánea de fuerza lo hizo
26
w
Lo temporal y lo eterno
sentar y exclamar con asombro: “¿Puedes ver a los dos hombres vestidos de blanco?” Ella miró pero no vio nada. El cuerpo de él se desplomó hacia atrás. Había muerto. Gracias a Dios estuvo preparado para aquel momento, porque había confiado en Jesucristo. Dos ánge4 les del Señor vinieron para escoltarlo a su hogar celestial. Fue salvo al borde de la eternidad.
La promesa de un cuerpo nuevo Tal como el cuerpo físico de Jesús fue resucitado o levantado y estaba vestido con un cuerpo nuevo, así la promesa de un nuevo cuer5 po espera a todos los creyentes en Cristo. Jesús regresará regresará nuevamente a esta Tierra con una entrada espectacular. Cuando venga traerá junto a Él a todos los creyentes que están en los cielos. “Porque “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá tra erá Dios con Jesús a los que durmieron durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor, que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trom peta de Dios, descenderá descenderá del del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán resucitarán primero. primero. Luego nosotros nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:14-17).
Habrá una resurrección del cuerpo, que volverá del polvo o de las cenizas. “Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual” (1 Corintios 15:42-44).
Nuestro espíritu un día será completamente vestido con un cuerpo nuevo que encajará perfectamente con nuestro nuevo medio ambiente.
w
27
LA
B ATA L L A P O R T U A L M A
El señor Eternidad En vísperas del año nuevo, en 1999, en Sydney, Sydney, se lanzaron impresionantes fuegos artificiales para dar la bienvenida al nuevo año. Más de dos mil millones de personas alrededor del mundo pudieron ver este suceso espectacular, gracias a la cobertura televisiva. Como gran final, la palabra “Eternidad” apareció grabada en un inmenso letrero en letra caligráfica todo a lo largo del punto más visible de la ciudad, el puente del puerto de Sydney, Sydney, y así se dio la bienvenida al nuevo milenio. La palabra “Eternidad” se encendió en el cielo nocturno y quedó allí para que todos la vean. Pero, ¿por qué fue elegida? Para entender esto, necesitamos saber algo sobre el misterio que permaneció sin resolver durante veinticuatro años en Sydney. En ese tiempo, y durante trece años más –treinta y siete en total– la palabra “Eternidad” había aparecido escrita con tiza sobre los pavimentos de la ciudad en letra caligráfica hecha a mano, siempre con un adorno en la “E” y subrayada a partir del final de la última “d” (en inglés, “y”). Escrito cuando la mayoría de la gente estaba durmiendo, el autor jamás fue revelado hasta 1956, cuando el pastor de la Iglesia Bautista de Burton Street descubrió a Arthur Stace de rodillas sobre el pavimento, mientras escribía la ahora famosa palabra. Arthur, que trabajaba limpiando la iglesia, fue encontrado en el acto, y reconoció que él era el autor de la palabra “Eternidad”. Arthur Stace nació en 1884 en Balmain, Sydney Sydn ey.. Su padre y su madre, sus dos hermanos y dos hermanas, eran todos alcohólicos. Sus hermanas trabajaban en un burdel. Criado en una u na pobreza total, se valió por sí mismo desde temprana edad y quedó bajo guarda del Estado a los doce años. No recibió ningún tipo de educación y estuvo entrando y saliendo de la prisión desde los quince años. Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en Francia como camillero y tocando el tambor. tambor. Con neurosis de guerra, parcialmente parcialmente ciego de un ojo y sufriendo los efectos del gas mostaza, regresó a Australia al recibir la ba ja. Desde entonces y hasta h asta la mitad de la Gran Depresión D epresión se dedicó al alcohol, el juego y el crimen. Tomaba mezclas fuertes de bebidas, vivía de limosnas y se alimentaba en los tarros de basura. El 6 de agosto de 1930 asistió a la reunión de hombres que dirigía el archidiácono R. B. S. Hammond, en la Iglesia Anglicana de Broadway, donde escuchó la presentación del evangelio y le dieron
28
w
Lo temporal y lo eterno
un trozo de torta –llamada “torta roca”– y una taza de té. Luego de la reunión se fue al Parque University de Sydney y bajo un enorme árbol de higuera, cayó sobre sus rodillas y en medio de lágrimas de arrepentimiento clamó: “Dios, ¡ten misericordia de mí, que soy un pecador!” En ese momento Dios escuchó el clamor de Arthur y este se transformó en un hijo de Dios. Luego decía al testificar: “Entré en aquel lugar para tomar una taza de té y comer “torta roca”, pero, ¡me encontré con la Roca de los siglos!” Entonces descubrió que podía dejar de tomar y conseguir un empleo permanente. En noviembre de 1932 escuchó al reverendo John Ridley que predicaba en el Tabernáculo Bautista Burton Street, en Darlinghurst, al que asistía. El predicador hizo algunas declaraciones que impactaron profundamente a este ex alcohólico. “¡Eternidad! ¡Eternidad! Cómo desearía poder hacer resonar y gritar esa palabra para todos en las calles de Sydney. ¡Eternidad! Tendrás que enfrentarla. ¿Dónde pasarás la eternidad?” Arthur Stace recordaba aquella reunión. “‘Eternidad’ resonaba a través de mi cerebro, y de pronto comencé a llorar y sentí un poderoso llamado de parte del Señor para escribir ‘Eternidad’. Tenía un trozo de tiza en mi bolsillo y me agaché allí mismo fuera de la iglesia y la escribí. Lo gracioso es, que antes de hacerlo apenas si podía escribir mi propio nombre. No fui a la escuela y no podría haber deletreado ‘Eternidad’ ni por cien libras esterlinas. Pero me salió tan fácil en una hermosa escritura caligráfica. No podía entenderlo, y aún no puedo”, decía. Esa palabra cambió su vida. Y sin duda las vidas de muchos otros también, a medida que el Espíritu de Dios la utilizaba para alertar a los que la veían sobre la naturaleza pasajera del tiempo y la perspectiva de entrar en la eternidad. De esa forma comenzaron treinta y siete años de evangelismo en la calle. Arthur murió el 30 de julio de 1967 a la edad de ochenta y tres, pero la palabra “Eternidad” continuó viviendo en la mente del público. Actualmente si usted visita la plaza de Sydney, puede ver ese sermón de una sola palabra que brilla en letras de aluminio forjado de cerca de veintiún centímetros de alto. ¡Arthur Stace todavía habla sobre la eternidad! Así que cuando la palabra “Eternidad” quedó delante de todo el mundo para ser vista al dar la bienvenida a un nuevo milenio, el mensaje de Arthur por momentos tocó a más personas de las que él jamás hubiera podido imaginarse.
w
29
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Viendo al Invisible En medio de un mundo tan lleno de incertidumbres, qué increíble es poder disfrutar del caminar con un Salvador amante. Poder experimentar no solamente paz con Dios, sino la paz de Dios. Estar listo para entrar a la eternidad en cualquier momento que tengamos que hacerlo. Moisés fue un hombre que tenía muchas cosas favorables en lo que se refiere al mundo. Fue adoptado por la hija del faraón, podría haber vivido una vida de comodidades y placeres, pero cuando creció eligió identificarse con su pueblo, los judíos. Tal como lo dicen Las Escrituras: “Escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible” (Hebreos 11:25-27).
“Viendo al invisible”, allí es donde necesitamos mantener nuestro enfoque. Pablo escribió una palabra de aliento a la iglesia de Corinto para recordarles el enfoque correcto: “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:16-18).
¿Vive usted únicamente para lo temporal, o también para lo eterno?
30
w
Capítulo 3
Criaturas del mundo invisible
D
D
ios tiene un reino eterno donde hay seres espirituales creados. Las Escrituras hablan sobre querubines, serafines, arcángeles y 1 miríadas de ángeles. Existen cerca de trescientas referencias en La Biblia a los ángeles o “mensajeros”. En nuestra sociedad contemporánea, muchas personas creen y están fascinados por los ángeles. Innumerables películas se han realizado sobre el tema de un ángel o ángeles. Ninguna puede retratar ajustadamente cómo son, dado que los ángeles de las películas seculares tienen poca o ninguna semejanza con los ángeles de Las Escrituras.
Arcángeles La tradición hebrea dice que hay doce arcángeles, y doce es el número del gobierno divino, pero Las Escrituras nombran únicamente tres que son generalmente aceptados como arcángeles. El prefijo griego arch significa “principal”; por lo tanto un arcángel es un ángel principal o jefe, de una orden superior a la de un ángel. Consideremos estos tres arcángeles por un momento.
w
31
LA
≈
B AT A L L A P O R T U A L M A
Lucifer
Lucifer significa “estrella del día”, “portador de luz” o “hijo de la mañana”. Era el arcángel asociado con el trono de Dios, quien guiaba la adoración a Dios entre las huestes angelicales. Leemos acerca de él 2 en el libro de Isaías. ≈
Miguel
Miguel es específicamente llamado arcángel y su nombre significa, “el que es como Dios” o “semejante a Dios”. Hay cinco relatos de su 3 actividad en La Biblia; siempre se lo ve en relación con la guerra con Satanás y con la resurrección del cuerpo. Muchos expositores de La Biblia creen que es un arcángel que vendrá con el Señor Jesús en su 4 segunda venida, asociado con la resurrección de los creyentes. ≈
Gabriel
Gabriel significa “fuerza de Dios”. Al parecer Gabriel es un ángel profético, el mensajero e intérprete de la palabra profética concernien5 te a Cristo. Cuatro pasajes de Las Escrituras lo mencionan.
Multitudes de ángeles Hay multitud de ángeles que viven y son activos en el mundo invisible. Cuántos hay de los que La Biblia no hace mención. El apóstol 6 Juan tuvo una visión del trono de Dios rodeado de muchos ángeles. Dice en realidad que el número era miríadas de miríadas y miles de miles. Una miríada es diez mil. Diez mil por diez mil es cien millones, y miles de miles. ¡Qué visión asombrosa y qué sonido habrá escuchado cuando los alababan a Jesús, el Cordero de Dios! “Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos...” (Apocalipsis 5:13).
Observen las tres dimensiones: cielo, Tierra y debajo de la Tierra, a lo que Juan agrega, el mar. Se acerca rápidamente el día cuando todas
32
w
Criaturas del mundo invisible
las criaturas en cada ámbito de la creación divina reconocerán quién es Jesucristo. Por causa de que el Hijo de Dios estuvo dispuesto a dejar de lado su esplendor celestial, tomar la forma de hombre y sufrir la muerte sobre una cruz, Dios el Padre lo ha exaltado hasta lo sumo. A Jesús se la ha dado el Nombre que es sobre todo Nombre. “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua con fiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:10-11).
La naturaleza de los ángeles Los ángeles son seres creados. Como tales, son finitos y dependientes, y probablemente fueron creados tempranamente en la creación, tal como podemos leer que cantaban y gritaban de gozo 7 mientras la Tierra era creada. La Biblia también nos dice que los ángeles son: • Seres espirituales. Estamos limitados por las restricciones de un cuerpo físico, mientras que los ángeles son espíritu puro y no es8 tán restringidos por las limitaciones naturales. • Inmortales. Porque no tienen cuerpo de carne y sangre, no están 9 sujetos a muerte física. • Son pueblo, pero no una raza. Esto es, no se casan o procrean co10 mo lo hacemos nosotros los seres humanos. • Son innumerables. Multitudes de ángeles forman la creación an11 gelical. 12 • Son una creación de orden más alto que el hombre. • Una creación con voluntad propia. Tienen poder de elegir, igual 13 que la raza humana. • Personalidad. No son meras influencias impersonales, tienen in14 teligencia y voluntad. • Invisibles. Al vivir en el mundo invisible, no los vemos a menos 15 que nuestros ojos espirituales sean abiertos.
w
33
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Visitaciones angelicales La Biblia está llena de encuentros entre ángeles y humanos. Daniel había ayunado y orado durante tres semanas completas, cuando un mensajero angelical se le apareció a orillas del río Tigris. Tan glorioso era su rostro, y tan apabullante su presencia, que Daniel perdió fuer16 za y cayó sobre la tierra, temblando. David cayó bajo el juicio de Dios por causa del censo de Israel y por descansar en sus propios recursos antes que en Dios. Vio un ángel del Señor de pie entre la Tierra y el cielo, con una espada desenvainada desplegada sobre Jerusalén, listo para destruirla. Luego que David se arrepintió y ofreció sacrificios al Señor, fue testigo de cómo el ángel envainó su espada y Jerusalén fue perdonada. Tan aterrorizado estaba Da17 vid, que tuvo temor de preguntar nada más al Señor en ese momento. Pedro estaba en prisión, y esperaba morir apenas lo ordenara Herodes, pero los creyentes oraron con fervor por su libertad. Estaba atado con cadenas y dieciséis soldados fueron asignados para hacerle guardia. La noche anterior a su ejecución, un ángel del Señor apareció de repente y una luz brilló en la celda. El ángel le ordenó ponerse en pie, y al hacerlo se cayeron las cadenas de sus manos. Mientras seguía tras el ángel, pasó varias guardias hasta llegar a la puerta de hierro de la prisión, que se abrió por sí misma. Pedro se encontró libre 18 en las calles de la ciudad y el ángel desapareció. Los ángeles, tal como lo hemos dicho, son mensajeros y cumplen la voluntad de Dios. “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” (Hebreos 1:14).
No todos los encuentros angélicos son tan dramáticos como los que acabamos de mencionar, y es posible tener tratos con un ángel sin saberlo en el momento. El libro de Hebreos exhorta a los creyentes a no negar la hospitalidad a los extraños, porque al hacer eso la gente 19 en ocasiones, sin saberlo, hospedaron ángeles . Algunos cristianos han sido protegidos sobrenaturalmente y en oportunidades rescatados de la calamidad y una probable muerte, por ángeles que aparecieron no de la forma que los vieron Daniel, David
34
w
Criaturas del mundo invisible
o Pedro, sino en ropas normales para la cultura en la que esos cristianos estaban sirviendo como misioneros. Solamente después de que fueron rescatados se les hizo evidente que el haber sobrevivido fue posible a través de la intervención angelical.
Ángeles elegidos y caídos Hay dos tipos de ángeles: los elegidos o seleccionados, y los caí20 dos. A pesar de que en el comienzo todos los ángeles fueron creados perfectos y sin pecado, tenían voluntad libre. Llegó un tiempo de prueba y Lucifer decidió que ya no quería estar más subordinado a Dios, y se rebeló contra su Hacedor. Parece que un tercio de las huestes angelicales se le unieron en esta rebelión, la que dividió a los ángeles en dos grupos. Los que se mantuvieron fieles a Dios son llamados los elegidos o seleccionados, mientras que los que se rebela21 ron se conocen como los ángeles caídos. ¡Qué decisión trágica la que tomó Lucifer! Desde qué alturas cayó. La Biblia nos dice que era perfecto en el día que fue creado, un ser de gran belleza y dotado con gran sabiduría. Un maestro de música, que aparece como el líder de la adoración celestial. Pero se levantó con orgullo por la sabiduría, unción y belleza que Dios le había dado, y al exaltarse a sí mismo cayó bajo condenación. “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo” (Isaías 14:12-14).
¡Qué arrogancia! Este comportamiento de auto exaltación y endiosamiento trajo una rápida reacción desde el trono de Dios. Una mera criatura no era alguien que pudiera igualar a su Creador. ¿Cuál fue la respuesta de Dios? “Más tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo” (Isaías 14:15).
w
35
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Un estudio de la frase “estrellas de Dios”, muestra que se refiere a 22 los ángeles de Dios. Cuando Lucifer se exaltó a sí mismo, fue echado de la presencia inmediata de Dios en el tercer cielo, hacia los cielos, la esfera del primer y segundo cielo, y obtuvo acceso e influencia sobre el planeta Tierra. ≈
Con la velocidad de un relámpago
Era cerca de la medianoche, en una visita que hice a Texas; estaba por darme una ducha y pude escuchar los ruidos de la tormenta que se acercaba y decidí abrir la ventana del baño para mirar los relámpagos mientras me bañaba. Pocos momentos después un rayo estalló en las cercanías. Como sabía que el agua conduce la electricidad, rápidamente la corté y esperé hasta que pasara la tormenta. El golpe del relámpago fue repentino y por causa de su cercanía, atemorizante. Jesús dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” (Lucas 10:18). Esta criatura exaltada, Lucifer, fue echado de los cielos a la misma velocidad que estalla un relámpago, y el eterno Hijo de Dios fue testigo de este suceso. Lucifer también tuvo un cambio de nombre, ahora se llamará Satanás, que significa “adversario, aborrecedor, oponente o enemigo”. Él busca oponerse a Dios y a todo lo que represente el Reino de Dios. Su oposición está particularmente orientada contra los verdaderos cristianos; aquellos que aman y sirven a Jesucristo.
La naturaleza de Satanás Los nombres de Satanás describen con exactitud su naturaleza y funciones. A continuación hay treinta de ellos: • • • • • •
36
Satanás (Job 1:6-12) Diablo (Juan 8:44) Serpiente (Apocalipsis 12:9) Dragón (Apocalipsis 12:3-17) Beelzebú (Mateo 12:24) Dios de este siglo (2 Corintios 4:4)
w
Criaturas del mundo invisible
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Príncipe de este mundo (Juan 14:30) Príncipe de la potestad del aire (Efesios 2:2) Lucifer (Isaías 14:12) Belial (2 Corintios 6:15) El enemigo (Mateo 13:39) El tentador (1 Tesalonicenses 3:5) El maligno (1 Juan 5:18-19) Ángel de luz (2 Corintios 11:13-15) Acusador de nuestros hermanos (Apocalipsis 12:10) Anticristo (1 Juan 4:1-4) Adversario (1 Pedro 5:8) Homicida (Juan 8:44) Mentiroso (Juan 8:44) Pecador (1 Juan 3:8) Abadón o Apolión (Apocalipsis 9:11) León rugiente (1 Pedro 5:8) Lobo (Juan 10:12) Ladrón (Juan 10:10) El malo (Mateo 13:19) Cazador (Salmo 91:3) Rey de un reino (Colosenses 1:13) Ángel del abismo (Apocalipsis 9:11) Leviatán (Isaías 27:1) Hijo de perdición (2 Tesalonicenses 2:1-12).
La actividad de Satanás Satanás no es omnipresente como Dios, sino que a través de sus seguidores busca influenciar a las personas por todo el mundo al mismo tiempo. ≈
Busca oponerse 23
Tal como lo indica su nombre, está en la actividad opuesta. A veces he escuchado decir a un cristiano joven que es más fácil no ser cristiano. Con esto quieren decir que antes de ser un cristiano no ex-
w
37
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
perimentaban las batallas por las que atraviesan ahora. Antes de venir a Cristo caminaban de acuerdo con el curso de este mundo, de acuerdo con el príncipe del poder del aire, influenciados por un espíritu de 24 desobediencia que obraba en ellos. Iban “con la corriente”, vivían una vida independiente de Dios y cumplían los deseos de sus natura25 lezas pecaminosas. Esta es la forma popular que la mayoría de las personas elige, pe26 ro es el sendero que lleva a la destrucción. Y cuando La Escritura habla de destrucción, como en Efesios 2:1-2, no habla de aniquilación, sino de pérdida eterna. Ahora, como cristianos jóvenes se esforzaban para vivir una vida recta, estaban descubriendo las presiones de dos aspectos: el interior y el exterior, lo que transforma algunas veces a la vida en una lucha. ≈
Busca tentar 27
Jesús fue bautizado en agua; dejó el ejemplo para seguir a todos los que creen en Él. Al salir del agua fue bautizado en el Espíritu Santo; nos dejó una vez más el ejemplo a seguir. Luego fue guiado por el Espíritu Santo hacia el desierto, donde fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Aunque estaba bajo grande tentación, Jesús no sucumbió a ella. Nosotros también somos tentados, y con la ayuda del 28 Señor podemos vencer, igual que Él. Recuerde, la tentación no es pecado, y no debe ser confesada como pecado. Es únicamente cuando nos rendimos a la tentación que nos lleva al pecado y entonces requie29 re confesión y la limpieza por la sangre de Jesús. ≈
Trata de contaminar 30
Todo pecado lleva a la contaminación de nuestras vidas, y crea una barrera entre nosotros y Dios hasta que es quitada a través del arrepentimiento, la confesión y la limpieza. Continuar en el pecado lleva a la posibilidad de la intrusión demoníaca en nuestras vidas, y todos los espíritus malvados contaminan. ≈
Trata de inquietar 31
Habitualmente la inquietud es señal de que una persona necesita liberación de espíritus malos. Muchas personas son inquietas en sus vidas y no pueden disminuir la velocidad y parar. Durante muchos
38
w
Criaturas del mundo invisible
años, antes y después de ser cristiano, era muy inquieto. Las vacaciones con frecuencia eran difíciles, porque si tenía tiempo para descansar no me podía relajar. Actualmente, luego de haber experimentado liberación en mi vida, sencillamente amo las vacaciones y días de descanso. Hay un descanso en el que podemos entrar en Cristo. ≈
Busca condenar 32
“Diablo” (diabolos) significa acusador, difamador, susurrador. Constantemente busca condenar al pueblo de Dios, y hace un muy buen trabajo. Porque soy una persona que ministra permanentemente a los creyentes, estoy muy al tanto de cuánta lucha hay con los sentimientos de condenación e indignidad. Durante años, aún como evangelista, viví bajo el peso de la condenación. Cuanto más trataba de vivir una vida santa, más impío me sentía. Parecía que confesaba “pecados” cientos de veces por día al Señor. No había terminado de hacer una oración de confesión a Dios, que ya estaba listo para pedir perdón por otra cosa. No me daba cuenta que muchos de los pensamientos equivocados de mi mente que los confesaba como pecado, con mucha frecuencia los espíritus malos los habían puesto allí y ellos mismos inmediatamente comenzaban a condenarme por tenerlos. ≈
Busca engañar 33
Engañar significa “hacer creer lo que no es verdad; desviar, descarriar por medio de representaciones equivocadas deliberadas o mentiras”. Durante años fui engañado por el enemigo a confesar constantemente el pecado. Lo que debería haber hecho era resistir y reprender al enemigo, que era el que originaba muchos de mis pensamientos. Hoy disfruto de una mente en descanso, libre de años de luchas. Cuando necesito confesar pecado lo hago, pero Satanás ya no puede más jugar juegos en mi mente como en el pasado. ≈
Busca atar 34
Satanás tratará de atarnos de cualquier manera que pueda. Podemos estar atados y saberlo, y puede ser que estemos atados y no lo sepamos. En un capítulo más adelante veremos cómo podemos distinguir cuándo un espíritu malo ata nuestra vida o no.
w
39
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
35
≈
Busca atormentar
Uno puede estar atormentado en el cuerpo o en la mente. Yo experimenté tormento en las dos áreas durante muchos años, particularmente en la mente. Como cristiano joven hacía algunas oraciones necias, le decía al Señor que prefería tener dolores físicos antes que angustia mental. Cuando era de mañana con frecuencia deseaba que fuera la tarde, y viceversa. Entonces, un día me di cuenta que eso era indicio de que había una maldición que obraba 36 en mi vida. ≈
Busca robar 37
Como ladrón, Satanás está para robar todo lo que pueda, aún el gozo de estar vivos. Hay muchas personas que ven la vida como una carga, y constantemente desearían no haber nacido o anhelan morirse. La vida no tiene el propósito de ser una carga, ¡sino una maravillosa aventura! Cierta vez tenía una frase a la vista sobre una pared: “O la vida es una aventura desafiante o no es absolutamente nada”. Por causa de la libertad que Jesús trajo a mi existencia, puedo decir que la vida es, sin dudas, una aventura maravillosa y ya no más una carga. ≈
Busca destruir 38
Uno de los nombres de Satanás en griego es Apolión, que significa ‘destructor’. Por todos lados a nuestro alrededor vemos destrucción: gente que se destruye a sí misma o destruye a otros. Sea en las películas o video juegos, se trata de matar, matar, matar; golpe, golpe, golpe; disparos, disparos, disparos. No debe sorprendernos que estas fantasías se hagan realidad en la vida real. Y detrás de todo eso, en el mundo invisible, poderes espirituales que instigan y animan tales actividades. ≈
Busca condenar 39
Con el conocimiento de que su propio destino ya ha sido determinado, Satanás, a pesar de todo continúa resistiendo cada propósito de Dios, y hace todo lo que puede para impedir que las personas se reconcilien con Dios.
40
w
Criaturas del mundo invisible
El juicio seguro a Satanás Satanás tiene limitaciones de ubicación; no es omnipresente como Dios, y también está limitado en conocimiento y poder. Lo que pensó que iba a ser su más grande triunfo –la crucifixión de Jesucristo– re40 sultó ser el instrumento de su derrota eterna. El juicio de Dios a Satanás ha ido en forma progresiva desde el momento de su rebelión contra Dios en el tercer cielo. Fue echado del Paraíso, fuera de la presencia inmediata de Dios, hacia los cielos; fue juzgado en el paraíso terrenal del Edén cuando hizo que Adán y Eva pecaran; y fue derrotado con profundidad por Jesús, a través de la 41 muerte de Jesús en la cruz y su resurrección de entre los muertos. A medida que los cristianos proclaman las buenas nuevas de Jesús y en su Nombre echan afuera los demonios que tienen cautivos a la personas, otro juicio más ocurre en las huestes satánicas. Entonces, al fin de los siglos Satanás y sus ángeles serán echados de los cielos a la Tierra durante el tiempo de la tribulación; y desde allí hacia el abismo 42 en el corazón de la Tierra durante un periodo de mil años. Al ser desatado desde el abismo por un tiempo, Satanás y sus ángeles serán 43 echados al lago de fuego para sufrir el juicio eterno.
w
41
Capítulo 4
La batalla por el alma del hombre
T
T
al como consideramos brevemente la realidad del mundo invisible y se nos recordó la naturaleza temporal de nuestro peregrinaje terrenal, es obvio que el hombre es el centro de una lucha entre dos poderes opuestos. Por un lado, Dios, que creó la raza humana para sus propios propósitos; por el otro, Satanás, que ambiciona para sí la lealtad y la adoración de la humanidad. Dios está motivado por el amor y el deseo de que las personas sean liberadas; Satanás está motivado por el odio y el deseo de que las personas queden atadas. El resultado de esta batalla por el alma del hombre tiene consecuencias eternas, dado que trata con los temas de la vida y el juicio eterno. Mientras que el hombre está en el centro de esta lucha, por lo general es inconsciente del drama que se desarrolla en el mundo invisible, porque está espiritual1 mente ciego tanto como muerto. Orientado casi enteramente en los intereses y búsquedas del momento, vive en un mundo lleno de conflicto, egoísmo, amargura, injusticia, sufrimiento, pobreza, pe2 sares, desesperación, enfermedad y muerte. La lista de cosas negativas podría continuar. Pero ¿por qué?
w
43
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Volver al principio El hombre es un ser creado, hecho a la imagen y semejanza de su 3 Creador. En el amanecer de la historia humana, Adán y Eva fueron ubicados en un hermoso jardín, donde disfrutaban diariamente de la comunión con Dios. Porque caminaban en una relación de obediencia a Dios, experimentaban una vida llena de armonía y felicidad. 4 Igual que Lucifer y la creación angelical, tenían libre albedrío. Podían consumir de todos los árboles del jardín y sus frutos que estaban delante de ellos, pero había un árbol –el de la vida– cuyo fruto tenían prohibido comer. Si elegían desobedecer las indicaciones de Dios, la 5 consecuencia sería la muerte. En el jardín entró Satanás. Se acercó a Eva y puso dudas en su mente sobre lo que Dios había dicho. Luego que sembró la duda continuó sembrando negación y actuando bajo engaño, y ella probó la fruta prohibida. Eva luego le dio algo de la fruta a Adán y él también 6 comió. Como consecuencia, los dos murieron. Ninguno de los dos cayó a tierra y expiró físicamente, pero experimentaron la muerte espiritual, esto es, pasaron a estar separados de Dios. Inmediatamente comenzaron a obrar en sus vidas poderes de corrupción, que trajo deterioro a sus cuerpos. Adán murió físicamente a la edad de 930 años. 7 De no haber pecado, no hubiera muerto jamás. Por causa de que Satanás instigó la caída del hombre, Dios puso una maldición sobre él. El Señor asimismo profetizó a Satanás de que llegaría un día cuando, a través de la simiente de la mujer, nacería un niño que se levantaría y aplastaría la cabeza de Satanás. Dios también 8 dijo que Satanás iba a herir el calcañar de la simiente de la mujer. A pesar de la rebelión, el Señor inmediatamente se acercó a Adán y Eva con el deseo de restaurar la relación con ellos, y a través de la muerte de animales les proveyó ropa. Sin embargo, fueron echados del Paraíso; al este del jardín fueron ubicados querubines y una espada encendida protegía el árbol de la vida. La vida ya no sería igual 9 nunca más. Aunque la relación con Dios fue restaurada, Adán y Eva continuaron cosechando las consecuencias de su rebelión inicial. Ahora no solo tenían una naturaleza pecaminosa con la cual luchar, sino que sus hijos también la tenían. Caín, el primogénito, eligió no caminar en las sendas de Dios, en tanto que Abel, el segundo hijo, eligió hacerlo.
44
w
La batalla por el alma del hombre
Un día, en un estallido de enojo, Caín se levantó y mató a su her10 mano, y la Tierra sufrió su primer asesinato. Generación tras generación los hombres cultivaron la Tierra ahora maldecida –tal como Dios lo había anticipado– y las mujeres dieron a luz en medio de dolores. Cada persona elegía si seguía los caminos de Dios o sus propios caminos. Algunos preferían la senda de Dios, otros su propio camino, 11 y lo mismo sucede hoy.
El plan predeterminado de Dios La caída de Adán y Eva no tomó por sorpresa a Dios. En el pasado de la eternidad, aún antes de la creación del mundo, Dios en su presciencia sabía lo que iba a desarrollarse, y formuló un plan de rescate o salvación. Esto proveería, a todos aquellos que desearan caminar con Dios, una manera de volver a tener una relación correcta con 12 Él. Este plan iba a desarrollarse en dos pasos y sería progresivo en su resolución. Estos pasos incluían a Dios haciendo dos grandes pactos con el 13 hombre, los que conocemos como el Antiguo y el Nuevo Pacto. Un pacto era un acuerdo en el que participaban dos partes y que quedaba asegurado a través de la sangre de ofrendas sacrificiales. La misma palabra pacto en hebreo habla de “un corte”, y de acuerdo a la Concordancia Exhaustiva de La Biblia de Strong significa “Un convenio hecho pasando en medio de piezas de carne”. Un “convenio” sencillamente es un pacto o acuerdo. El deseo de Dios siempre ha sido que la gente eligiera amarlo y servirlo, no como robots programados con todas las respuestas correctas pero sin ninguna relación del corazón, sino queriendo hacerlo con corazones deseosos, que lo busquen y lo sirvan. Las personas son libres 14 para elegir estar en una relación de pacto con Dios. En aquellos primeros años de la historia humana, Dios comunicaba sus caminos a los que deseaban seguirlo. Aún con Caín y Abel, el Señor hizo saber qué tipo de ofrenda era aceptable y cuál no. Caín tra jo una ofrenda del fruto de la Tierra que Dios había maldecido, en tanto Abel trajo una de las primicias de su ganado y de las porciones gruesas que requería el derramamiento de sangre. La razón misma por la que Caín mató a Abel fue que Dios recibió la ofrenda de Abel pero
w
45
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
rechazó la suya, el fruto del suelo que Dios había maldecido. Abel lo hizo a la manera de Dios, Caín lo hizo a su manera. Caín se puso celoso y se enojó y asesinó a su hermano por el tema de la adoración 15 aceptable.
El llamado de Abram Dios buscaba a un hombre que caminara en sus sendas y estuviera deseoso de jugar un rol crucial en el desarrollo de su plan para la redención de la humanidad. En la tierra de Caldea, conocida hoy en día como Irak, vivía un hombre llamado Abram. Dios lo llamó para que dejara su tierra de origen y saliera hacia un destino que luego Él 16 iba a mostrarle. Manteniéndose en simple obediencia, Abram fue guiado a la tierra de Canaán, la que Dios le prometió que se la daría a él y a sus descendientes. Dios también prometió que los descendien17 tes de Abram serían muchos. Aunque Abram y su esposa Sarai no tenían hijos, Abram siguió creyendo la promesa de Dios de que sus descendientes serían muchos. Por causa de su fe, el Señor cambió el nombre de Abram a Abraham, cuyo significado es “padre de multitudes”. El nombre de Sarai fue cambiado a Sara, o “princesa”. El Señor luego entró en un pacto con Abraham, que requería la muerte en sa18 crificio de animales. Para el tiempo en que Abraham era de ochenta y cinco años de edad y Sara aún no había concebido, decidió, por consejo de ella, tomar a su sierva egipcia Agar como esposa y ser padre de esa manera. Esta era la costumbre de la época cuando una esposa era estéril, y no 19 era considerado inmoral. Agar concibió y le dio un hijo a Abraham, que lo llamó Ismael. Pero la llegada de Ismael trajo rivalidad en la familia. La promesa de Dios a Abraham no tenía que cumplirse a través 20 de ese hijo, sino a través de otro que aún debía nacer. Cuando Abraham era de cien años y Sara de noventa, el hijo prometido por Dios 21 nació por medio de Sara y lo llamaron Isaac.
Se levanta una nación Con el nacimiento de Isaac, los propósitos de Dios continuaron desarrollándose. Abraham caminó en los senderos de Dios y le enseñó a
46
w
La batalla por el alma del hombre
su hijo Isaac a hacer lo mismo. Isaac se casó, y su esposa Rebeca tuvo mellizos, Esaú y Jacob. Esaú era el primogénito; con todo, despreció su derecho de nacimiento y se volvió un hombre impío e inmoral. 22 Jacob, por otra parte, valoró una relación con Dios. A medida que se multiplicó la humanidad sobre la Tierra, los individuos continuaron haciendo decisiones ya sea de confiar en Dios y caminar en las sendas de Dios, o seguir los dictados de sus propios corazones pecaminosos y andar en rebelión. Una noche Jacob tuvo un encuentro transformador de vida con Dios que dio como resultado que su nombre fuera cambiado a Israel. Sus doce hijos se casaron y formaron las doce tribus, que en conjunto constituyeron la nación de Israel. De allí en más, Dios se llamó a sí mismo el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, o el Dios de 23 Israel. Sería a través de los descendientes de Israel que se levantaría una nación con la que Dios iba a entrar en una relación de pacto. Dios le enseñaría a este pueblo sus caminos, y a medida que la nación lo siguiera se constituiría en un testigo viviente para todas las naciones que los rodeaban, del único Dios verdadero y de sus ca24 minos.
La entrega de la Ley Se han escrito volúmenes sobre la historia de la nación de Israel, y todo lo que puedo hacer es considerar uno o dos hechos sobresalientes. Luego de que el pueblo de Israel experimentó una liberación sobrenatural de la esclavitud en Egipto bajo el liderazgo de Moisés, Dios llamó a Moisés a la cima del Monte Sinaí y le dio los Diez Mandamientos. Estos mandamientos debían ser el fundamento de la vida 25 espiritual y moral de Israel. El primer mandamiento declaró: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3).
Por todas partes rodeaban a Israel naciones que adoraban muchos dioses, les daban forma a partir de la madera, la piedra y otros materiales. Mientras las personas se postraban dando lealtad y ofrendas a
w
47
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
26
estos dioses, en realidad se inclinaban a Satanás. ¡Qué enorme era la oscuridad que llenaba los corazones y mentes de estas personas! Qué 27 lejos había caído la humanidad del propósito y plan original de Dios.
El Tabernáculo de Moisés No solamente Dios le dio a Moisés los diez mandamientos, sino muchas otras leyes para ordenar la manera en que la gente debía vivir para mantenerse en una correcta relación con Él mismo y reconocer 28 su presencia en medio de ellos. El Señor también le dijo a Moisés que edificara un Tabernáculo o tienda, y le dio claras instrucciones sobre los materiales en que debía construirla y el mobiliario que había que poner. Una y otra vez se le ordenó a Moisés que hiciera este Tabernáculo de acuerdo a los modelos que se le mostraron en el mon29 te. La razón de esta insistencia se ve claramente en el libro de Hebreos en el Nuevo Testamento. Hay un Tabernáculo celestial, y el terrenal debía ser una copia o sombra de este verdadero Tabernáculo en los cielos. Dios le enseñaba a su pueblo la forma de acercarse a su 30 presencia. El Tabernáculo estaba dividido en tres partes. La primera, el atrio exterior, rodeado por una cerca de lino y alumbrado por la luz del día. Al entrar, uno llegaba al altar de bronce donde se mataban animales como sacrificio, y su sangre era derramada. Más allá estaba la fuente de bronce, donde los sacerdotes se lavaban antes de iniciar sus tareas 31 sagradas en el Tabernáculo. Un velo dividía el Tabernáculo en dos partes: el área más grande se llamaba el Lugar Santo y la más peque32 ña el Lugar Santísimo. Al atravesar el velo hacia el Lugar Santo se veía la mesa de los panes de la proposición, con sus doce panes sin levadura, y vino para ser derramado en ofrendas de bebida. Al otro lado había un candelabro con siete brazos, que daba luz a este santuario interior. Antes del segundo velo, como protegiendo al Lugar Santísimo, estaba el altar de incienso. En el Lugar Santísimo estaba el Arca del Pacto, que contenía los Diez Mandamientos, una vasija con el maná y la vara de Aarón, que floreció. Sobre el propiciatorio, que era la tapa del Arca del Pacto, dos querubines se postraban uno hacia el otro, con las alas extendidas que cubrían el propiciatorio. Únicamente el Sumo Sacerdote podía entrar
48
w
La batalla por el alma del hombre
en este santuario interior, y eso solamente un día al año, el Día de la Expiación. Cualquier otra persona que osara entrar moriría instantá33 neamente. Era aquí donde Dios hablaba con voz audible al Sumo Sacerdote. La presencia de Dios podía verse sobre el Tabernáculo en forma de una columna de nube de día y una de fuego por la noche, 34 mientras el pueblo de Israel anduvo por el desierto.
Ofrendas de sacrificio La muerte fue el resultado del pecado de Adán: muerte espiritual que llevó a la muerte física, muerte física que llevó a la muerte eterna, a menos que pudiera encontrarse una forma de tratar con el devastador poder del pecado. Con todo, desde el mismo comienzo de los tratos divinos con el hombre caído, Dios mismo instituyó una manera de tratar con los pecados de los individuos. Era por medio de sacrificios de substitución. En lugar de que el pecador muriera por su pecado, un animal tomaba el lugar del pecador. El animal moría para que de esa forma el pecador pudiera vivir. Cierto tipo de animales se especificaron como substitutos, y se requería ciertos criterios acerca de los animales que iban a ser sacrificados: por ejemplo, debían estar en las mejores condiciones y no 35 enfermos o con imperfecciones. Cuando un israelita pecaba, traía su ofrenda al sacerdote, si la ofrenda era aprobada como aceptable, el pecador ponía sus manos sobre la cabeza de la ofrenda sacrificial y se producía una transferencia de su pecado. El sacerdote no miraba al pecador, sino al sacrificio. Si el sacrificio era aceptable, el pecador lo era. Entonces el animal moría, por causa de que la paga del pecado es la muerte. El pecador era perdonado y su relación con Dios era restaurada, pero únicamente por causa de que se había ofrecido un sacrificio de substitución. Aparte de los sacrificios individuales –y estos eran multitudinarios– había sacrificios diarios por la mañana y por la tarde a favor de la nación, en los que los sacerdotes ofrecían un macho cabrío como ofrenda quemada, junto con ofrendas de granos y una libación o bebida como ofrenda. Además, cada sabat dos machos cabríos eran ofrecidos como ofrenda quemada acompañada de granos y ofrenda de libación. Al comienzo de cada mes dos toros, un carnero, y siete
w
49
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
machos cabríos eran ofrecidos como ofrendas quemadas junto con el grano y las ofrendas de libación por cada animal De los cinco tipos de ofrendas que el Señor ordenó, cuatro involucraban derramamiento de sangre; tres eran ofrendas entregadas vo36 luntariamente y dos eran obligatorias.
Las festividades de Israel Dios también requería que Israel mantuviera tres fiestas anuales: la Pascua en el primer mes, la Fiesta de Pentecostés en el tercero, y la Fiesta de los Tabernáculos en el séptimo. Durante las mismas numerosos toros, corderos, carneros y cabras eran ofrecidas al Señor, tal como Él mismo lo había especificado. Todas las festividades y sacrificios apuntaban hacia el cumplimiento que iba a darse en Jesús, el Hijo de Dios. Estas eran tipos y sombras: Jesús era la sustancia y la realidad. A través de los siglos, a medida que el pueblo de Israel caminó con Dios, millones y millones de animales murieron en forma de sacrificio para cubrir los pecados de las personas, permitiendo de esa manera que la presencia de Dios continuara con su pueblo y el favor de Dios fuera derramado entre ellos.
Tiempos buenos y malos En razón de la relación especial que disfrutaba Israel con Dios, uno podría pensar que el pueblo siempre iba a caminar en una manera agradable a Él. Sin embargo, esto no fue así, y la historia de Israel estuvo plagada de tiempos malos, cuando el pueblo se apartaba y después venían tiempos buenos cuando se levantaba y mantenía el pacto 37 con el Señor. Cuando Israel caminaba con Dios experimentaba muchas bendiciones y victorias sobre sus enemigos, pero cuando le daba la espalda a Dios, la nación experimentaba numerosas maldiciones y caían cautivos bajo sus enemigos. Dios levantó profetas para que hablaran su palabra al pueblo, y líderes piadosos y reyes que los gober38 naran. Satanás siempre obraba detrás de la escena, y sus huestes hacían todo lo que podían para influencia a los líderes y al pueblo a alejarse de Dios y seguir los caminos de las naciones paganas que los rodeaban.
50
w
La batalla por el alma del hombre
Durante los tiempos malos, el pueblo se volvía para adorar ídolos y 39 aún ofrecían a sus hijos al dios Moloc. En tiempos buenos, como en la mayor parte del reinado del rey Salomón, la fama de Israel y su Dios 40 era conocida desde lejos. Un período intensamente malo fue la cautividad que vivieron en Babilonia, cuando la mayoría de los que sobrevivieron a los ejércitos invasores asirios fueron transportados muy lejos de su tierra natal. El tema siempre fue la disposición del pueblo, o la falta de ella, para an41 dar en los caminos del Dios viviente. Tal como entonces, lo es ahora. En una ocasión, Josué, uno de los grandes líderes de Israel, desafió al pueblo: “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis, sí a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis: pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:14-15).
Moisés le había dicho a esta nación inexperta: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia, amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar” (Deuteronomio 30:19-20).
Detrás de la escena A medida que el drama de la vida humana se desarrollaba sobre el escenario del tiempo, vemos muy claramente lo que sucedía detrás de la escena, en el mundo invisible, en la vida de un hombre que amaba a Dios, llamado Job. Se nos dice que Job era recto, intachable, temía a Dios y se había apartado del mal. Era rico, prolífico en descendencia,
w
51
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
tenía muchos hijos e hijas, y ganado y siervos. Job continuamente se 42 ponía delante del Señor en favor de sus hijos. La Escritura nos dice que un día Satanás fue delante del trono de Dios, luego de andar rodeando la Tierra. Aquí nos damos cuenta de lo que sucedía detrás de escena. Satanás observó la prosperidad de Job, y provocaba a Dios al decir que Job únicamente le servía porque Él lo había bendecido, y que si Job llegaba a sufrir una pérdida seguramente iba a maldecir a Dios delante de la faz de Dios. Una vez que obtuvo el permiso divino, Satanás salió para probar su caso, pero le fue prohibido tocar a Job mismo. Dios en su sabiduría permitió a Job que 43 pasara por un tiempo de intensa prueba. En rápida sucesión, cuatro tragedias lo golpearon. Los sabeos atacaron y mataron a los siervos de Job y mataron a los bueyes y asnos. Cayó fuego del cielo, que quemó sus ovejas y a los siervos que las cuidaban. Los caldeos arremetieron contra los camellos y se los llevaron y capturaron a sus cuidadores y los mataron y, lo peor de todo, un gran viento golpeó la casa donde estaban los hijos e hijas de Job, la que se cayó sobre los jóvenes y to44 dos murieron. Actualmente, algunos llamarían a esas tragedias “hechos divinos”, pero sabemos que en realidad eran “hechos de Satanás”. Sin embargo, era tal la confianza que Job tenía en Dios, que al escuchar las noticias de estas calamidades rasgó su túnica, se afeitó la cabeza, se postró en 45 tierra y adoró al Señor. Nuevamente Satanás vino delante del trono de Dios y nuevamente se nos permite ver detrás de la escena. Dios se ufanaba que su siervo Job, todavía se mantenía íntegro en medio de gran pérdida. Satanás nuevamente provocó a Dios, dijo que si el cuerpo de Job era tocado entonces iba a maldecir a Dios. El Señor le dio permiso 46 a Satanás para tocar a Job, pero no para tomar su vida. Satanás salió de la presencia del Señor e hirió a Job con una sarna maligna, desde la planta de sus pies hasta su cabeza. Mientras Job se rascaba con un fragmento de cerámica, su esposa lo provocaba a maldecir a Dios y luego morir. Aún bajo semejante presión Job no pecó con su boca. Verdaderamente había una batalla por el alma de Job, mientras que Satanás in47 tentaba hacer que dejara a Dios. Satanás fracasó. Cuando los propósitos de Dios se habían cumplido al permitir tal prueba, Dios restauró las riquezas de Job al doble. Su ganado se duplicó y tuvo siete hijos y tres hijas más. Para agregar algo más a esta 48 bendición, ¡sus hijas eran las más hermosas de la Tierra!
52
w
La batalla por el alma del hombre
En el cumplimiento del tiempo Cada año que pasaba se acercaba un poco más un día muy especial. El profeta Isaías había profetizado un día de significado inigualable: “Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14).
Y nuevamente: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).
Las palabras que Dios le habló a Satanás sobre un día en el que su cabeza sería aplastada, sucederían en el tiempo señalado. Estaba por acontecer de una forma que aún Satanás no pudo prever.
w
53
Capítulo 5
La venida de Jesús
Z Z
acarías estaba asombrado, porque allí a la derecha del altar del incienso estaba parado el mismo Gabriel. Los ángeles de Dios son sus mensajeros, y Gabriel tenía un anuncio muy especial para hacer a este sacerdote del Señor, que cumplía fielmente sus tareas sacerdotales. Las oraciones que Zacarías había elevado durante años fueron oídas, y su esposa Elisabet iba a tener un hijo, a quién debían 1 llamar Juan. El ángel habló acerca del gozo que este niño traería y de la singularidad del llamado de Dios sobre su vida. Juan sería lleno del Espíritu Santo aún mientras habitaba el seno materno, y que sería utilizado por Dios para hacer volver a muchos de los israelitas a una correcta relación con Dios. Sin ninguna duda, Juan sería el precursor de la simiente prometida a la mujer, el Mesías o 2 el Ungido. Luego de este anuncio Elisabet concibió, pero se mantuvo retirada durante cinco meses. Durante su sexto mes de embarazo Gabriel regresó nuevamente con un mensaje de parte de Dios, no a Elisabet, sino a una joven mujer llamada María, que estaba com3 prometida con José, un carpintero de Nazaret. Gabriel le dijo que ella era favorecida de Dios y que iba a concebir y dar a luz un hi jo, al que debía llamar Jesús. Este Jesús sería grande, sería llama4 do Hijo del Altísimo y tendría un reino eterno. María respondió
w
55
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
que era virgen, y que se preguntaba cómo sucedería esto. Gabriel le dijo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:35-37).
Rebosante de entusiasmo, María se apresuró a ir al hogar de Zacarías y saludó a Elisabet. En el momento que lo hizo, Elisabet sintió que el hijo que estaba en su vientre saltó de gozo, al mismo tiempo en que ella y su bebé eran llenos del Espíritu Santo. María entonces se 5 quedó con ella cerca de tres meses.
El dilema de José Llegó el tiempo en que María se acercó a su novio con las noticias de que estaba embarazada. José se perturbó, porque pensó que María le había sido infiel y había mantenido relaciones sexuales con otro hombre. Como era justo, no quería infamarla y pensaba qué hacer. Antes de que pudiera tomar ninguna determinación José fue visitado por un ángel: “Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:20-21).
José se despertó del sueño con la seguridad de que María era sin dudas una mujer justa, y había sido favorecida especialmente por Dios para cumplir la profecía de Isaías, que una virgen iba a concebir y dar a luz un hijo que sería llamado Emanuel, Dios con nosotros. Entonces se casó con María, pero no tuvo relaciones sexuales con ella 6 hasta que el bebé nació.
56
w
La venida de Jesús
El prometido José y María viajaron desde Nazaret a Belén para registrarse debido al censo decretado por el emperador César Augusto. Mientras estaban allí, María dio a luz a Jesús. La entrada en la historia humana del Dios de la creación con la forma de un hombre ocurrió en la oscuridad de un establo donde estaban guardados los animales, debido 7 a que todas las posadas de Belén estaban completas. En los campos cercanos, los pastores cuidaban sus ovejas, cuando un ángel del Señor se les apareció de repente y les declaró: “No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo, que os ha nacido hoy en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor” (Lucas 2:10-11).
El ángel les dijo a los pastores dónde podían encontrar al niño, y multitudes de ángeles aparecieron alabando a Dios. Los pastores se apresuraron a ir al establo, donde vieron por sí mismos a este niño único y contaron a María y José lo que le ángel les había dicho. Al regresar a sus rebaños, glorificaron y alabaron a Dios por todo lo que 8 habían visto y oído.
Destrucción satánica Luego del nacimiento de Jesús, algunos magos que venían del Este llegaron a Jerusalén y buscaron a Herodes el rey, para preguntarle en qué lugar había nacido el rey de los judíos. Estos sabios dijeron 9 que habían visto su estrella y habían llegado para adorarlo. Herodes se alteró muchísimo por sus palabras y reunió a todos los principales sacerdotes y escribas para preguntarles dónde debía nacer el Mesías. Una vez que descubrió que el profeta Isaías había dicho que sería en Belén de Judea, Herodes se lo dijo a los magos y les pidió que cuando 10 lo encontraran, se lo informaran, así él también podía ir y adorarlo. Los magos siguieron la estrella y llegaron donde estaba Jesús y se arrodillaron y lo adoraron. Pero advertidos por Dios en un sueño de que no regresaran a Herodes, se fueron a su tierra por otro camino. José también tuvo un sueño de parte del Señor, en el que le ordenaba
w
57
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
tomar a María y a Jesús y llevarlos a Egipto, por causa de que Hero11 des tenía la intención de buscar al niño y matarlo. Cuando Herodes se dio cuenta de que había sido burlado por los magos, se llenó de ira y envió soldados a Belén y sus alrededores para hacer morir a todos 12 los niños menores de dos años. Aunque este genocidio fue realizado por manos humanas, sabemos por Las Escrituras que existen poderes satánicos invisibles que buscan influenciar a las personas para que se maten unos a otros. Seguramente esta era una acción del mismo Satanás a través de agentes humanos, para intentar destruir a Aquel del 13 cual se le había dicho iba a aplastarle su cabeza.
La infancia de Jesús Las Escrituras nos relatan poco acerca de la infancia de Jesús, pero sabemos que fue criado de acuerdo con las costumbres judías de la época. Lucas simplemente dice: “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría, y la gracia de Dios era sobre él” (Lucas 2:40).
Luego describe el incidente cuando Jesús tenía doce años y estaba en Jerusalén con su familia para la fiesta de la Pascua. José y María habían andado un día desde la salida, y pensaban que Jesús se encontraba con amigos o parientes. Cuando se dieron cuenta que no estaba en la caravana, regresaron a Jerusalén y lo encontraron en el Templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Cuando María expresó la ansiedad que ella y José habían sentido, Jesús replicó que Él tenía que estar en los asuntos de su Padre, pero María y José no entendieron esto. Jesús regresó al hogar y continuó bajo sumisión; su sabiduría y estatura aumentaba, así como el favor 14 con Dios y con los hombres.
El precursor Jesús no solamente creció y maduró, así sucedió también con su primo Juan. Este hijo de Zacarías se hizo fuerte en espíritu y vivió en
58
w
La venida de Jesús
el desierto hasta el día de su aparición pública en Israel. En el tiempo señalado, Juan comenzó su ministerio público; predicaba un bautismo 15 de arrepentimiento para el perdón de los pecados. Era un predicador temerario, llamaba a todos y a cada uno a cambiar la manera en que habían vivido, para que se volvieran a Dios y vivieran para Él. A ciertas personas que venían para ser bautizados en agua les decía: “¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” (Lucas 3:7). Jesús sabía que caería el juicio eterno sobre todos aquellos que no se arrepintieran y anduvieran en los caminos rectos. Cuando la gente se preguntaba si Él era el Cristo o no, Juan les decía directamente: “Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quién no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y lim piará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará” (Lucas 3:16-17).
Cierto día Jesús se apareció y le pidió a Juan que lo bautizara en agua, pero Juan respondió que ¡Jesús tenía que bautizarlo a él! Sin embargo, Jesús persuadió a Juan, no porque tuviera algún pecado para confesar o del que arrepentirse, sino como un acto de rectitud; así dejó ejemplo para todos los que creerían en Él que también debía ser sumergido en agua. El bautismo simboliza morir a la vieja vida de pecado y al 16 ego, y levantarse a una nueva vida, para vivir para Dios y en su fuerza. Cuando Jesús fue bautizado en agua, el Espíritu de Dios descendió sobre Él en forma de paloma, y fue lleno del Espíritu Santo. En ese momento su Padre habló desde el cielo: reconoció delante de to17 dos que Jesús era su amado Hijo, en quien se complacía. El ministerio de Juan como precursor de Jesús casi había terminado. Pronto sería puesto en prisión como consecuencia de mostrar su oposición a que el rey Herodes tomara para él a Herodías, mujer de su 18 hermano. En su momento Herodes lo haría decapitar.
La tentación de Jesús Luego de ser bautizado en agua y el Espíritu Santo, Jesús fue lleva19 do por el Espíritu Santo al desierto para ser tentado por el diablo.
w
59
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Durante los cuarenta días de su ayuno en ese lugar, Satanás lo tentó, buscaba hacerlo caer. En el principio de la historia, Satanás tuvo éxito al hacer que Adán y Eva pecaran, y ahora buscaba seducir al segun20 do Adán. Es importante recordar que cuando Jesús vino a la Tierra en la forma de hombre, caminó por esta Tierra como un hombre en total dependencia de su Padre para que lo guardara por medio del po21 der del Espíritu Santo. Filipenses 2:6-7 dice: “El cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”.
En dos de las tres tentaciones Satanás buscó poner dudas en la mente de Jesús; lo desafió a demostrar que era el Hijo de Dios. Satanás también citó Las Escrituras y trató de cambiarlas para sus propios propósitos, pero Jesús utilizó la Palabra de Dios como espada y lo hi22 zo retroceder en cada ataque. Jesús prevaleció.
El cumplimiento de Las Escrituras Jesús regresó a Galilea luego del tiempo de la tentación en el po23 der del Espíritu Santo. En el sabat, entró en la sinagoga de Nazaret, y cuando le entregaron el libro del profeta Isaías, lo abrió en el capítulo 61 y comenzó a leer: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor”.
Y continuó diciendo: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros” (Lucas 4:18-21).
Todos en la sinagoga hablaban bien de Él, pero a medida que comenzó a exponer Las Escrituras, se llenaron de ira. Esto iba a
60
w
La venida de Jesús
experimentarlo Jesús en los próximos tres años y medio cuando ministrara en Israel. Él hacía que la gente estuviera feliz o se airara cuando los ministraba. Estaban tan enojados en esta ocasión que lo echaron de la ciudad y lo llevarón hacia la cumbre de un monte, para despeñarlo. Sin embargo, no era el tiempo ni la forma para que Jesús muriera, y simplemente pasó entre ellos y se fue a un lugar 24 seguro. Nuevamente Satanás había influenciado a las personas para destruir a Jesús, pero sin éxito.
El llamamiento a los doce Al comienzo de su ministerio público, Jesús llamó a doce hombres para que fueran sus compañeros cercanos. A estos iba a derramarles entendimiento del Reino de Dios, y prepararlos para asumir el liderazgo posterior a su partida. “Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios” (Marcos 3:14-15).
Cuatro eran pescadores y uno recolector de impuestos. Ninguno era líder religioso, sino que tenían un fuerte deseo de conocer y servir a Dios, y rápidamente respondieron a la invitación de Jesús a seguirlo. Estaban Simón, Santiago (el anciano), Juan, Andrés, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago (el joven), Tadeo, Simón y Judas. Después Jesús iba a llamar a otros setenta también, para que lo siguie25 ran. Pero no simplificó las cosas para que las personas se hicieran sus discípulos. Lo que Él ansiaba era ver gente que verdaderamente cambiara la mente y el corazón en relación con su manera de vivir. Como resultado, su relación con Dios sería restaurada y las bendicio26 nes de Dios podrían ser derramadas en sus vidas.
“Arrepentios y creed” “Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Este era 27 un llamado familiar que Jesús les hacía a las personas. Muchos eran
w
61
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
religiosos y estaban atrapados en formas piadosas, pero sus corazones no eran rectos delante de Dios. Cientos, aún miles, se reunían cuando Jesús predicaba y les enseñaba la Palabra de Dios. La gente común lo recibía con alegría. Nunca antes habían escuchado a alguien hablar 28 con tanta autoridad. Y, como siempre, trataba temas del corazón. “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiere salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará” (Mateo 16:24-25).
Tenía que ser un compromiso a “todo o nada”. Tomar la cruz y seguir a Jesús significaba una disposición a morir a las maneras propias y entregarse a la manera de Dios. Jesús continuó diciendo: “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo 16:26-27).
Como conocía perfectamente lo corta que es la vida y el juicio que vendrá, Jesús animó a sus oyentes a considerar seriamente las consecuencias de vivir únicamente por la ganancia temporal y no prepararse para la eternidad. Sus más grandes enemigos eran los líderes religiosos, a los que no les mostró misericordia. Los llamó fariseos hipócritas, guías ciegos, necios, hijos del infierno, sepulcros blanqueados, insensatos, ladrones e hijos de asesinos. No es extraño que 29 quisieran matarlo. Jesús amaba tiernamente a las personas, pero detestaba el sistema religioso que llevaba al pueblo a estar atado a una religiosidad que los engañaba y les hacía creer que estaban bien con Dios, cuando no era así. Algunos fariseos, sin embargo, creyeron en 30 Jesús.
Milagros, milagros, milagros En todos los lugares donde Jesús andaba ocurrían milagros. Era tal su compasión por las personas y el poder del Espíritu Santo que
62
w
La venida de Jesús
estaba sobre Él, que las manifestaciones sobrenaturales eran una consecuencia natural. Algunos de sus milagros que quedaron registrados para nosotros incluyen: ≈
El agua cambiada en vino
Cuando se acabó el vino en una fiesta de bodas, Jesús ordenó que llenaran con agua seis tinajas de piedra en las que cabían dos o tres cántaros, y entonces cambió el agua en vino (Juan 2:1-11). ≈
La pesca milagrosa
Luego que los pescadores habían estado toda la noche sin pescar nada, Jesús ordenó que echaran las redes en el agua profunda. Y la pesca fue tal que se rompían las redes y los botes amenazaban hundirse (Lucas 5:1-11). ≈
El endemoniado en la sinagoga.
Un hombre atado por un espíritu malvado es liberado en la sinagoga de Capernaum (Marcos 1:21). ≈
Un leproso es limpiado
Un leproso pobre, un aislado de la sociedad, clamó a Jesús por su sanidad. Jesús lo sanó (Mateo 8:1-4). ≈
El hombre de la mano seca
Un hombre con una mano seca fue totalmente restaurado con una simple orden (Mateo 8:1-4). ≈
Levantó de entre los muertos al hijo de una viuda
Al cruzarse con la procesión de un funeral, Jesús levantó de entre los muertos al único hijo de una viuda (Lucas 7:11-17). ≈
Calmó la tempestad
Atrapados en una tormenta violenta mientras estaban en el lago, Jesús ordenó al viento y las olas aquietarse, y le obedecieron (Marcos 4:35-41).
w
63
LA
≈
B AT A L L A P O R T U A L M A
Ciego son sanados
Dos hombres ciegos clamaron a Jesús que tuviera misericordia. Les tocó los ojos y ellos fueron sanados (Mateo 9:27-31). ≈
La alimentación de miles
Cinco mil hombres y probablemente la misma cantidad o más de mujeres y niños fueron alimentados con cinco panecillos y dos pescados, luego que Jesús dio gracias por la comida (Juan 6:1-14). Un sordomudo curado
≈
Después de poner sus dedos en los oídos de un sordomudo y tocar su lengua con la saliva, Jesús ordenó a los oídos que fueran abiertos. El hombre escuchó y habló (Marcos 7:31-37). ≈
Dinero para pagar impuestos
Jesús le ordenó a Pedro que entrara en el mar, que tirara una línea, tomara el primer pez que saliera, le abriera la boca y allí encontraría un estatero –moneda romana– para pagar sus impuestos (Mateo 17:24-27). ≈
Lázaro se levanta de entre los muertos
Un amigo de Jesús fue vuelto a la vida luego de estar muerto durante cuatro días (Juan 11:1-46).
Dos reinos 31
Hay dos reinos: el de Dios y el de Satanás. Ambos influencian a los habitantes de la Tierra, y cada uno de nosotros pertenece a uno de los dos. Solamente creyendo en Jesucristo y viviendo una vida de obediencia a Él, podemos reclamar la pertenencia al reino de Dios. Jesús le dijo a Nicodemo, un fariseo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3).
Nicodemo trató de entender lo que Jesús decía, pero no pudo, y se preguntó cómo un hombre puede entrar nuevamente al vientre de
64
w
La venida de Jesús
su madre y nacer una segunda vez. Trató de entender las cosas espirituales con su mente natural. Jesús respondió: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Es píritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Juan 3:5-6).
Jesús decía que la carne engendra carne, pero el Espíritu Santo engendra el espíritu del hombre. A través de un nacimiento natural recibimos vida física, pero a través del nacimiento espiritual podemos recibir vida espiritual. Esta impartición de la vida de Dios, este revivir espiritual sucede en el momento en que una persona abandona por completo su pecado y confiesa a Jesucristo como Señor. Al someterse al gobierno y autoridad de Jesús, quien es el rey del reino de Dios, nos transformamos en recipientes de la vida del reino. Cuando confiamos en Cristo sucede algo maravilloso, como nos dice Colosenses 1:13-14: “El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”.
¿Usted ha nacido de nuevo? El Reino de Dios es: • Un reino de luz • Un reino de santidad y rectitud • Un reino de sanidad y salud • Un reino de verdad • Un reino de gozo y vida. El reino de Satanás es: • Un reino de tinieblas • Un reino de pecado e injusticia
w
65
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
• Un reino de enfermedad y dolencias • Un reino de engaño • Un reino de pesares y muerte. ¿A cuál reino pertenece?
Choque de reinos A medida que Jesús predicaba la Palabra de Dios, echaba fuera demonios y sanaba a los enfermos, había un profundo choque de reinos. Debido a que el reino de Dios es de luz, dejaba al descubierto las tinieblas que había en los corazones de las personas. Muchos que no querían venir a la luz criticaban y se oponían a Jesús, pero Él sabía que esta oposición no era únicamente carne contra carne, sino los poderes de las tinieblas que expresaban de esa forma su resistencia a tra32 vés de vasijas humanas. La Biblia llama a Satanás el dios de este mundo, que ha cegado las mentes de los incrédulos, de manera que no entiendan quién es Jesús 33 y no reciban las buenas nuevas sobre su reino. También dice que, sin Cristo, las personas están muertas en delitos y pecados y caminan de acuerdo al curso de este mundo, conforme al príncipe del poder del aire. Un espíritu de maldad, dice la Escritura, opera en aquellos que 34 caminan en desobediencia. ¡Por algo había choque de reinos! Los que preferían sus propios caminos se sentían culpables por la enseñanza de Jesús. Sin embargo, las multitudes creían que Él era su Mesías y confiaban completamente. A los que estaban atados por el pecado, Jesús los 35 perdonaba. Al hacer eso vencía a Satanás, el autor del pecado. A los que estaban atados por espíritus malvados, Jesús los libertaba. 36 Al hacer eso vencía a Satanás, el gobernador de los demonios. A los que estaban atados por enfermedades y dolencias, los sanaba. Al 37 hacerlo vencía a Satanás, autor de las enfermedades y dolencias. A aquellos atados por la muerte, Jesús los volvió a la vida. Al hacerlo 38 derrotaba a Satanás, que ostentaba el poder de la muerte. Jesús vino a destruir las obras del diablo y traer nueva vida a todos los que 39 creyeran en Él.
66
w
La venida de Jesús
Traición A medida que las personas creían en Jesús y se hacían leales a Él, Satanás perdía terreno por todos lados. Se hacía imperioso encontrar una forma de destruir a este hacedor de milagros. Entonces le vino una idea a su mente corrupta, de que tal vez pudiera influenciar a uno de los doce discípulos de Jesús para que obrara contra su Señor. Judas Iscariote estaba a cargo de las finanzas. Aunque Jesús sabía que Judas había tomado dinero de la cuenta común, no lo había confrontado. El pecado de Judas abrió la puerta para que Satanás entrara en su vida. La Escritura dice simplemente: “Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce” (Lucas 22:3).
Judas entonces fue a los jefes de los sacerdotes y oficiales y acordó de qué manera iba a traicionar a Jesús. Ellos estuvieron muy complacidos, y acordaron pagarle por este hecho despreciable. Jesús, por supuesto, estaba completamente consciente de lo que se estaba desa40 rrollando. Durante la última comida que iba a tener con sus discípulos, antes de la traición y crucifixión, tomó algo de pan, dio gracias y lo partió, diciendo: “Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama” (Lucas 22:19-20).
A través de estas acciones habló de su inminente muerte y la entrada a un nuevo pacto, la segunda fase del plan divino de rescate para la humanidad. Durante el curso de esta misma comida Jesús les dijo a sus discípulos que uno de ellos estaba por traicionarlo. Cuando los discípulos se preguntaban quién podría ser, Judas preguntó: “¿Soy yo, Maestro? Le dijo: ‘Tú lo has dicho’” (Mateo 26:25).
w
67
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Captura y juicio Luego de su última comida juntos, Jesús y los once discípulos fueron al jardín cerca de Jerusalén, donde Jesús oró al Padre. Fue hacia este jardín al que Judas llevó a un gran grupo de gente armada con espadas y palos para capturar a Jesús. Judas identificó a su maestro con un beso. Jesús entonces fue llevado ante el sacerdote Anás y luego ante Caifás, el Sumo Sacerdote, en cuya casa los escribas y ancianos esta41 ban reunidos. Los jefes de los sacerdotes y el Concilio judío completo intentó conseguir falso testimonio contra Jesús, para poder llevarlo a la muerte, pero no hallaron ninguno. Lo acusaron de blasfemia, porque había dicho que era el Hijo de Dios, y luego fue golpeado y escu42 pido antes de enviarlo ante Poncio Pilato, el gobernador romano. Ante Pilato, los líderes judíos levaron acusaciones falsas contra Jesús y también dijeron que eran un rey, lo cual pensaron que haría reaccionar a Pilato para que lo condenara. Luego que Jesús respondió afirmativamente que Él era el Rey de los judíos, Pilato lo envió a Herodes Antipas, que tenía jurisdicción sobre Galilea, porque Jesús era 43 galileo. En aquel tiempo Herodes visitaba Jerusalén. Este había escuchado mucho sobre Jesús y quería encontrarse con Él, esperaba ver un milagro, pero Jesús no respondió ni siquiera a una de sus preguntas. Luego de que Herodes y sus soldados trataran a Jesús con desprecio, lo vistieron con una túnica resplandeciente y lo enviaron nuevamente a Pilato. Este no encontró nada malo en Jesús y quería soltarlo, pero cuando convocó a los jefes de los sacerdotes y gobernadores del pueblo, estos insistieron en que Jesús debía morir. Era la costumbre que un prisionero fuera liberado en esta época del año, y cuando Pilato sugirió que fuera Jesús, tanto los líderes como el pueblo insistieron que debía ser crucificado, y Barrabás, un insurrecto, ladrón y asesino, fue44 ra liberado en su lugar. En medio de esta agitación la esposa de Pilato le advirtió a su esposo que no tuviera nada que ver con Jesús, que era un hombre justo, porque ella había sufrido terriblemente en un sueño la noche 45 anterior por causa de Él. Pilato ignoró el consejo de su esposa. ¡Si tan solo pudiera haber visto el futuro! Este hombre prominente, que en ese instante tenía el poder de la vida y la muerte en sus manos, en su momento iba a ser enjuiciado ante el emperador en Roma en
68
w
La venida de Jesús
relación con el asesinato de algunos samaritanos. Luego iba a ser des46 terrado a Vienne , al sur de Francia, donde se suicidaría. Ante la insistencia de la multitud reunida de que Jesús fuera crucificado, Pilato públicamente se lavó sus manos frente a ellos; declaró así ser inocente de la sangre de Jesús. El gentío entonces se maldijo a sí mismo mientras clamaban: “Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos” (Mateo 27:25). Barrabás fue entregado al pueblo, mientras Jesús 47 fue llevado y azotado antes de llevarlo a la crucifixión. Los judíos tenían una ley que prohibía más de cuarenta latigazos, y era estrictamente cumplida. Jesús entonces sufrió los acostumbrados treinta y nueve latigazos. Ser azotado era un castigo brutal en aquellos días: “Los romanos utilizaban un látigo de cuerdas o correas con trozos de plomo o bronce, o pequeños huesos puntiagudos y filosos agregados al látigo. Desnudaban a la víctima hasta la cintura y la ataban en una posición encorvada, con las manos detrás de la espalda, a un poste o columna. El sufrimiento bajo el látigo era intenso. El cuerpo quedaba lacerado terriblemente. Los mártires cristianos en Esmirna, alrededor de 155 d.C. fueron tan desgarrados que les quedaron las venas expuestas, y los músculos internos 48 y los tendones, y aún las entrañas estaban a la vista”. Luego de ser azotado, pusieron una túnica púrpura sobre Jesús y una corona de espina sobre su cabeza, sin ninguna ceremonia. Le dieron una caña en su mano derecha y muchos se postraban delante de Él, diciendo burlonamente: “¡Salve, Rey de los judíos!” Después utilizaron la caña para golpear una y otra vez la cara y la cabeza de Jesús. 49 Las escupidas de los que se burlaban caían sobre Él. Desde este escenario de humillación fue llevado para ser crucificado.
Crucifixión La crucifixión es la tortura y ejecución de una persona a la que clavan a una cruz. En el sitio de la crucifixión un poste recto era asegurado a la tierra, mientras la persona condenada era forzada a acarrear la parte que sostiene los brazos desde la prisión hasta el lugar de la muerte. Debilitado por el tratamiento inhumano y la pérdida
w
69
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
resultante de sangre, Jesús luchaba para llevar el madero que se usaba para los brazos, el que cortaba su carne lacerada. Simón de Cirene, 50 uno que pasaba, fue obligado a llevarla por Él. Cerca de las nueve de la mañana, en el sitio de la crucifixión, clavaron clavos en las manos de Jesús, que lo aseguraban al madero horizontal, el que entonces era levantado y fijado a la parte superior del poste. Un clavo fue puesto en sus pies, asegurándolos a la cruz. Sobre su cabeza, los soldados pusieron un cartel con el cargo contra Él; de51 cía: “Este es Jesús, el Rey de los judíos”. Cerca del mediodía se produ jeron tinieblas sobre la Tierra y los sufrimientos de Jesús se intensificaron. Tan agotador como habrá sido el dolor físico, había una dimensión agregada de dolor espiritual, cuando Jesús –nuestra ofrenda de pecado, nuestro substituto– llevó sobre sí mismo el pecado de la humanidad caída y el castigo por ese pecado. Alrededor de las tres de la tarde Jesús clamó con voz fuerte: “Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?” (Mateo 27:46). Tomar nuestro lugar obligó al Padre a dar la espalda a su Hijo. Nunca comprenderemos la agonía de ese rechazo. Jesús fue rechaza52 do por el Padre para que nosotros podamos ser aceptados. Poco después, Jesús clamó con fuerte voz: “¡Consumado es!” Esta era una declaración triunfante de lo que Él vino a dar cumplimiento en la Tie53 rra, y había sido perfectamente logrado. Ahora daba comienzo la segunda fase del plan de rescate de Dios para la humanidad. El Antiguo Pacto daba lugar al Nuevo Pacto. El sacrificio “una vez para siempre” de Jesús, el Cordero Pascual de Dios, cumplió con los tipos del Antiguo Pacto y concluyó con la manera anterior de tratar con el pecado, el ofrecimiento continuo de sacrificios 54 animales y el rociado con su sangre. Ahora el pecador podía mirar directamente a Dios y declarar su confianza en lo que Jesús había realizado a través de su muerte, Jesús había ocupado su lugar sobre la cruz. Únicamente se podía descansar en la sangre de Jesús para ser 55 limpiado del pecado.
Entierro Dos ladrones fueron crucificados a los costados de Jesús. Para evitar que sus cuerpos colgaran de las cruces al día siguiente, un sabat,
70
w
La venida de Jesús
los judíos le solicitaron a Pilato si se podían quebrar las piernas de los que estaban crucificados. La presión en los pulmones producida por el peso del cuerpo hundido, hacía pensar que los que eran crucificados empujaban con sus pies para llenar con oxigeno los pulmones. Con las piernas rotas y la falta de respiración, la muerte llegaba rápidamente. Los soldados rompieron las piernas de los dos ladrones, pero cuando llegaron a Jesús vieron que ya estaba muerto. Un soldado introdujo una lanza en su costado, y fluyó sangre y agua. Este fluir de sangre y líquido del envoltorio del corazón indicaba que Jesús había muerto del corazón, debido a la conmoción y contracción por el fluido en el pericardio, y no de sofocación, como sucedió con los dos la56 drones. José de Arimatea, un discípulo secreto de Jesús, le solicitó a Pilato si podía llevar el cuerpo de Jesús para enterrarlo. Le otorgaron el permiso, y él y Nicodemo, el fariseo, ubicaron el cuerpo en una tumba nueva que José había preparado para él mismo. Luego de envolverlo en las coberturas de lino y especias, hicieron rodar una gran piedra sobre la entrada de la tumba. María Magdalena y María la madre de 57 Jesús estaban mirando. Al día siguiente los jefes de los sacerdotes y los fariseos expresaron su preocupación ante Pilato, sobre la predicción de Jesús de que se levantaría de entre los muertos al tercer día. Con la aprobación de Pilato, se ubicó una guardia en la tumba y se se58 lló su entrada.
Descenso Mientras que el cuerpo físico de Jesús yacía durante tres días y tres noches en la tumba, Él descendió al Hades (Seol) en el corazón de la Tierra. Llevó allí nuestros pecados y enfermedades a una “tierra solitaria”, cumplió con el tipo de chivo expiatorio del que se habla en Levítico 16. Romanos10:6-7 dice así: “Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo?(esto es, para traer abajo a Cristo); o ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos)”.
w
71
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
La palabra “abismo” en el lenguaje griego del Nuevo Testamento puede traducirse “insondable, abismo infernal, profundo o foso sin fondo”. Jesús “experimentó” la muerte por todos, para que a ninguno se le haga necesario experimentar el horror de las consecuencias eternas del pecado. En el Salmo 88 se oye una voz profética: “Soy contado entre los que descienden al sepulcro; soy como hombre sin fuerza, abandonado entre los muertos, como los pasados a espada que yacen en el sepulcro, de quienes no te acuerdas ya, y que fueron arrebatados de tu mano. Me has puesto en el hoyo profundo, en tinieblas, en lugares profundos. Sobre mí reposa tu ira, y me has afligido con todas tus ondas” (vv. 4-7).
Luego de otras expresiones de desaliento, se hace preguntas que demandan una respuesta: “¿Manifestarás tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte?¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, o tu verdad en el Abadón?¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas, y tu justicia en la tierra del olvido? (vv. 10-12).
Para cada una de estas preguntas la respuesta es un resonante ¡Sí!
Resurrección Luego de que se cumplieron los tres días y tres noches, un terremoto muy fuerte sacudió Jerusalén, y un ángel descendió del cielo e hizo rodar la piedra de entrada de la tumba. Su repentina aparición y rostro resplandeciente produjo tan sobrecogedor temor en los que es59 taban de guardia en la tumba, que cayeron a tierra como muertos. Este hecho sobrenatural no era para que Jesús pudiera salir, sino para que las personas pudieran entrar. Jesús ya no estaba más atado por las limitaciones de un cuerpo terrenal, y con su cuerpo resucitado podía atravesar las paredes físicas y aparecer a voluntad, así como lo hizo 60 esa tarde a sus discípulos, que estaban con las puertas cerradas. Tomás no estaba con los discípulos en esa ocasión y no creyó el informe:
72
w
La venida de Jesús
“Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré” (Juan 20:25).
Ocho días después, Tomás estaba con sus compañeros discípulos, cuando repentinamente se les apareció Jesús. Nuevamente estaban a puertas cerradas. Jesús le hizo señas a Tomás para que tocara sus manos y costado, pero Tomás no necesitó hacer eso. Con sus ojos vio a su Señor y con sus oídos escuchó su voz; sin dudas Jesús había resu61 citado de entre los muertos. Durante cuarenta días Jesús hizo numerosas apariciones a aquellos que lo habían seguido. En ocasiones a uno solo, o a más de quinientos al mismo tiempo, muchos vieron por 62 sí mismos que verdaderamente estaba vivo.
Ascensión Sin embargo, el tiempo de Jesús sobre la Tierra estaba limitado, porque su propósito era ascender nuevamente a los cielos para que el Espíritu Santo pudiera ser derramado a sus seguidores. Luego de ordenar a los apóstoles que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran el derramamiento del Espíritu Santo, Jesús les dijo que entonces serían sus testigos no solamente en Jerusalén, Judea y Samaria, sino en 63 las partes más remotas de la Tierra. Luego de decir esto, comenzó a levantarse del suelo. Mientras los discípulos miraban asombrados, ascendió hasta que una nube lo escondió de sus vistas. De pronto dos ángeles se pusieron al costado de ellos y dijeron: “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11).
Jesús ascendió al tercer cielo para sentarse a la diestra de su Padre, junto el trono de Dios. Desde este lugar de exaltación intercede ante el Padre por aquellos que creen en Él. Y allí va a esperar la orden del 64 Padre para regresar a la Tierra.
w
73
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
El regreso Jesús les había hablado con frecuencia a sus seguidores de que iba a irse, pero que regresaría, pero ellos no lo entendieron. Solamente después que fue crucificado, resucitó y ascendió al cielo, se les abrió el 65 entendimiento. Pronto el Espíritu Santo los llenaría de poder para llevar el mensaje del reino de Dios a las naciones. Jesús previamente les había dicho que su regreso iba a estar precedido de muchas y diversas señales, y que como culminación las “buenas nuevas” de la salvación 66 de Dios iban a ser proclamadas por todas partes del mundo: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
Cuando Jesús regrese en su segunda venida, no se parecerá en nada a su primera venida. Esta fue en humildad y oscuridad: nació en un refugio de animales y tuvo como cuna un pesebre. Pero su segun67 da venida será dramática y gloriosa. Será acompañado por todos los creyentes que han muerto a lo largo de los siglos, bajo el Antiguo o el Nuevo Pacto, y por miríadas de ángeles. Aparecerá en las nubes sobre la Tierra. Una trompeta celestial sonará. Un arcángel alzará la voz anunciando su triunfo. La Tierra entera lo verá y temblará antes este imponente Rey de reyes y Señor de señores. Jesús descenderá para estar sobre el Monte de los Olivos en Jerusalén, en la misma montaña sobre la que fue traicionado, capturado y llevado a juicio y crucifixión. Cuando venga, los cuerpos de los creyentes, que hace mucho tiempo se han vuelto polvo o ceniza, serán levantados sobrenaturalmente, y el pueblo de Dios que viene con Él, así como los que vivan en la Tierra en ese momento, cada uno de ellos recibirá un cuerpo 68 nuevo resucitado. Cuando Jesús venga, las naciones se reunirán ante Él y se hará el juicio. Algunas personas serán designadas para la vida eterna, pero mu69 chos al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Pero miremos adelante. Para los discípulos en el momento de la ascensión de Jesús, era imperioso regresar a Jerusalén para esperar el
74
w
La venida de Jesús
cumplimiento de sus palabras concernientes al Espíritu Santo. Iba a ocurrir un encuentro con el poder de Dios, y eso les posibilitaría cumplir la comisión del Señor, porque esta grandiosa tarea no debía lograrse por mera habilidad humana, sino por medio de hombres y 70 mujeres divinamente dotados de poder sobrenatural.
w
75
Capítulo 6
Compromiso con Jesucristo
A A
ntes de explicar cómo podemos ser libres de las ataduras demoníacas, es importante que primero tengamos un claro entendimiento de cómo un individuo puede experimentar el perdón de pecados y la paz con Dios. Soy consciente de que alguien que lee este libro puede no haber comenzado aún una relación personal con Jesucristo y no sabe cómo puede hacerlo. También están los que previamente han abierto sus vidas a Jesús, pero que actualmente no caminan cerca de Él y no pueden decir con toda sinceridad que Jesús sea el Señor de sus vidas. Para todos ustedes, Dios les da una oportunidad de encontrarse con Él. Luego de seguir los pasos que se mencionan más adelante, hay una oración para que pueda hacerlo por sí mismo, y mientras lo hace con entendimiento, y en fe, el Señor Jesús se le revelará y su vida será transformada. Aquellos que ya son cristianos podrán refrescar cuáles son los pasos hacia la salvación, para poder indicarlos a otros para que vayan a Cristo.
w
77
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
1. El pecado y sus consecuencias Cuando Adán se rebeló contra Dios, experimento la separación de Él. Su elección fue hecha a voluntad y las consecuencias nos han afectado a todos: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12).
Nuestro pecado tiene consecuencias temporales. Ciego y muerto espiritualmente, el hombre persigue su propio curso de vida, independiente de Dios. Porque es un pecador continúa pecando, compli1 cando su vida y la de los otros. “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros” (Tito 3:3).
Nuestro pecado tiene consecuencias eternas. Dios tiene un registro de todos nuestros pecados. Está establecido el día cuando debemos rendir cuentas, cuando cada persona debe estar frente a Dios y dar cuentas de la vida que ha vivido en la Tierra. • El juicio será según la verdad (Romanos 2:1-2) • El juicio será según nuestros hechos (Romanos 2:6) • El juicio será imparcial (Romanos 2:11) • El juicio será según la luz recibida (Romanos 2:12) “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (Hechos 17:30-31).
78
w
Compromiso con Jesucristo
2
Sin un Salvador, el hombre está sin Dios y sin esperanza. Sin ninguna duda que el juicio eterno espera a todo aquel que camina sus propios caminos. Con referencia a la Segunda Venida de Jesús, Las Escrituras declaran: “Y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)” (2 Tesalonicenses 1:7-10).
2. Incapacidad del hombre para salvarse a sí mismo No existe absolutamente nada –ningún esfuerzo humano– que una persona pueda hacer para salvarse del juicio que se aproxima y reconciliarse con Dios. ¡No puede levantarse tirando de los cordones de sus propias botas! “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia” (Isaías 64:6).
Dios llama “obras muertas” a cualquier cosa que hagamos y en la que nos apoyemos para salvarnos nosotros mismos, incluso las actividades religiosas: “Por tanto dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arre pentimiento de obras muertas, de la fe en Dios” (Hebreos 6:1).
Solo la gracia es el medio por el cual una persona se reconcilia con Dios. La gracia ha sido definida como el favor inmerecido de
w
79
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Dios hacia los que no se lo merecen y los indignos. Puede también ser definida como el medio por el que Dios nos habilita para que podamos ser todo lo que Él desea que seamos, y logremos todo lo que quiere que hagamos. “Porque por gracias sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).
Debemos descansar en lo que Dios ha hecho. Si el hombre pudiera salvarse a sí mismo, Dios no habría instituido, bajo el Antiguo Pacto, el sacrificio de animales. Si el hombre pudiera salvarse a sí mismo, el Hijo de Dios nunca hubiera descendido de los cielos y soportar la terrible agonía de la cruz para poder abrirnos camino al Nuevo Pacto. La salvación depende solamente de la misericordia y gracia de Dios, y no de las buenas obras del hombre.
3. El amor de Dios expresado en Cristo Desde antes de la creación de la humanidad Dios deseaba disfrutar de una relación íntima con Adán y Eva y sus descendientes. Su corazón está muy inclinado hacia nosotros, y le apenó muchísimo que le diéramos la espalda y anduviéramos nuestros propios caminos. “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón” (Génesis 6:5-6).
A pesar del pecado del hombre, aún así Dios nos amó, y hemos visto cómo proveyó un modo para tratar al pecado y restaurar el compañerismo en dos pactos sucesivos. “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los
80
w
Compromiso con Jesucristo
cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:1-7).
Las palabras tan conocidas del Evangelio de Juan lo dicen en forma concisa: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:16-17).
El amor de Dios ha sido extendido hacia el mundo, y eso lo incluye a usted. No importa dónde ha estado o lo que ha hecho, hay perdón y reconciliación a través de la sangre de Jesucristo: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (Romanos 5:8-9).
4. Arrepentimiento y fe Mientras Juan el Bautista preparaba el camino para la venida de Jesús, les anunciaba una y otra vez a los israelitas: “Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:2). Cuando Jesús comenzó su ministerio público lo declaró del mismo modo: “Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). Cuando los doce discípulos siguieron el llamado de 3 Jesús ellos también predicaron arrepentimiento. No es suficiente tener fe o creer en Dios; este creer debe estar precedido por el arre4 pentimiento.
w
81
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Arrepentirse significa simplemente cambiar la mente. Un cambio genuino de mente nos lleva a cambiar de dirección y trae el fruto del arrepentimiento. Este fruto nos indica que ha sucedido un verdadero cambio de mente, el resultado de haber pasado de vivir en impiedad a abrazar un 5 estilo de vida piadoso: “Al ver él [Juan el Bautista] que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:7-8).
Cuando una persona está deseosa de ponerse de acuerdo con lo que Dios dice sobre el pecado y aceptar lo que Dios ha hecho para proporcionar un camino de salvación, entonces está lista para ejercitar fe en Dios. Creer y tener fe en Jesús –las dos expresiones significan lo mismo– no es simplemente un ejercicio mental, sino que involucra descansar de todo corazón o confiar en el Señor. Es ponerse bajo el señorío o gobierno de Jesús. Él es el Rey de un reino y necesitamos darle el lugar correcto en nuestras vidas como nuestro 6 Creador, Redentor y Señor.
5. Confesar a Jesús como Señor “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:9-10).
El texto griego dice que creemos “para justicia” y confesamos “para salvación”. El creer en el corazón debe ser seguido de la confesión con la boca que Jesús es Señor. Al confesar con la boca que creemos en el corazón, hay una confirmación en el corazón: “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que
82
w
Compromiso con Jesucristo
Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo” (1 Juan 5:10-12).
En el momento en que creemos en nuestros corazones y confesamos con nuestras bocas que Jesús es Señor, recibimos perdón de los pe7 cados y el regalo de la vida eterna. Jesús, a través del Espíritu Santo, viene a morar en nuestro corazón o espíritu, y nacemos de nuevo. Ocurre un nacimiento espiritual. Nuestro espíritu es vivificado con la vida de Dios. Recuerden lo que Jesús le dijo a Nicodemo, que a menos que una persona nazca de nuevo no puede ver ni entrar en el reino de Dios: “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Juan 3:6).
Recuerdo muy bien la noche que entregué mi vida a Cristo, hace treinta y ocho años. Al dejar mi propio camino y descansar en Jesús, de pronto me sentí limpio interiormente. Se fue un gran peso de mí y supe simplemente que mis pecados habían sido perdonados y había recibido el regalo de la vida eterna. Esa noche, Las Escrituras tomaron nueva vida a medida que las leía. A la mañana siguiente, cuando fui a cuidar mis pájaros en mi pajarera, aún ellos me parecieron diferentes. Las montañas cercanas, las nubes por encima, la creación alrededor de mí de algún modo estaba más viva y hermosa. El Creador ahora era mi Padre Celestial. Yo estaba en paz con Dios, podía apre8 ciar como nunca antes la magnificencia de su creación. Confesar a Jesús como Señor es reconocer que nos hemos puesto bajo el gobierno del Rey de reyes y Señor de señores. No es decir simplemente algunas lindas palabras que suenen religiosas. Significa que a partir de ahora nos hemos comprometido a obedecer a Dios, a de jarnos guiar por su Espíritu Santo y que ya no deseamos más continuar en nuestro propio estilo de vida independiente.
6. Entrar en una relación correcta con Dios Para los que quieren comenzar a tener una relación correcta con Dios, si hacen la siguiente oración en forma personal y la expresan
w
83
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
desde su corazón, permitirán que eso suceda. En este mismo momento, dondequiera que esté, puede orar. Lo animo a decir esta oración en voz alta: “Amado Dios, sinceramente deseo estar en una correcta relación contigo. En este momento dejo de andar mi propio camino y elijo comenzar a seguir el tuyo. Por favor, perdóname todo el pecado que he cometido en mi vida. Reconozco que no puedo salvarme a mí mismo; te necesito a ti para que me salves. Reconozco que tú has provisto el único camino de salvación al enviar a Jesús, tu Hi jo, a morir en una cruz por mí. Creo que Jesús tomó sobre sí mi pecado y el castigo que yo merecía por eso. Creo que lo levantaste de los muertos tres días después de que fue crucificado y que ahora está sentado a tu diestra en los cielos. Con todo mi corazón ahora rindo mi vida a Jesús. Señor Jesucristo, te doy la bienvenida dentro de mi corazón. Con gran alegría confieso que eres el Señor de mi vida. Gracias por perdonarme todo mi pecado. Por darme el regalo de la vida eterna. Gracias porque ahora soy un miembro de tu familia”.
7. Caminar con Jesús y con su pueblo En el momento en que nos apartamos de nuestro pecado y rendimos nuestra vida a Jesús como Señor, somos nacido de nuevo y el Espíritu Santo mora en nosotros. Por lo tanto, comienza la vida cristiana. Para poder crecer espiritualmente necesitamos nutrición, a fin de llegar a ser fuertes espiritualmente. Tal como en lo natural, así es en lo espiritual: los bebés deben ser alimentados y cuidados para que se desarrollen apropiadamente. El amor que tuve en mi infancia por los pájaros continúa y recientemente tuve un par de canarias sentadas sobre los huevitos para criar. Un día a una joven mamá le salieron del cascarón cuatro en el mismo día. Al mirar en el nido, todos los recién nacidos estiraban sus cuellos con las bocas abiertas; se preparaban para ser alimentados. Al día siguiente, cuando volví a mirar, estaban todos muertos. Controlé sus buches y estaban todos vacíos. La joven mamá había fracasado para alimentarlos y habían muerto de hambre.
84
w
Compromiso con Jesucristo
Inmediatamente consideré lo que le sucede a los cristianos recién nacidos. Una cosa es dar nacimiento, otra comenzar a crecer, y otra desarrollar y madurar como creyentes en Cristo. Los siguientes son algunas importantes indicaciones para asistirlo en su crecimiento espiritual: Desarrolle una relación con Jesús
≈
La vida cristiana gira alrededor de Jesús. No se trata de seguir a personas, programas o reglamentos hechos por hombres, sino a la persona de Cristo. Ahora que hemos comenzado a conocer a Dios, podemos hablarle y saber de antemano que Él va a hablarnos. Lleva su tiempo desarrollar relaciones con otras personas, y del mismo modo sucede con Dios. Cuanto más tiempo pase con alguien, más lo conocerá. Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna...” (Juan 10:27-28). ≈
Desarrolle relaciones con otros cristianos
Cuando nos transformamos en cristianos automáticamente nos unimos a otros creyentes en Cristo. Pasamos a ser parte de lo que La Biblia llama la iglesia o cuerpo de Cristo. La iglesia o ekklesia significa “los apartados”, por ser llamados a salir de las tinieblas hacia la maravillosa luz de Dios. Nos unimos espiritualmente a todos los otros creyentes. La Escritura se refiere a un cuerpo de muchos 9 miembros con Cristo como la cabeza. Dios ha llamado y dotado a muchos hombres y mujeres en su iglesia para fortalecer y alentar a su pueblo. Si no nos unimos a otros creyentes, nos perdemos todos los beneficios asociados con el compañerismo. “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:11-13).
w
85
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Renueve su mente con la Palabra de Dios
≈
Resulta imperioso que empecemos a permitir que la Palabra de Dios, La Biblia, renueve nuestras mentes de modo que comencemos a pensar y entender tal como Dios lo hace. El actual sistema del mundo está dominado por Satanás, y es contrario a Dios y a sus estándares de justicia. Únicamente por medio de la Palabra de Dios, que a través del Espíritu Santo cobra vida y se hace entendible para noso10 tros, pueden cambiarse nuestras mentes. Así como la comida nutre nuestro cuerpo físico, igualmente la Palabra de Dios nutre nuestro espíritu. Sin comida, el cuerpo esta mal nutrido y eventualmente deja de funcionar apropiadamente. Jesús di jo que un hombre no debe vivir de pan solamente, sino de toda pala11 bra que procede de la boca de Dios. A medida que comenzamos a desarrollar el hábito de leer La Biblia con regularidad y a reflexionar en ella, descubrimos qué libro asombroso es y qué fuente de vida y fuerza constituye para nosotros. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2). ≈
Sea lleno del Espíritu Santo
Ser lleno del Espíritu Santo es estar lleno de la vida de Dios. Únicamente al ser llenos de la Palabra de Dios y de su Espíritu podemos seguir y servir a Jesús como debemos hacerlo. Cuando Jesús se levantó de entre los muertos, sopló sobre sus discípulos y les impartió la vida del Espíritu Santo. En ese momento nacieron de nuevo y el Espíritu Santo vino a morar dentro de ellos. A pesar de lo maravillosa que fue esa experiencia, aún no tenían el poder para ir a testificar 12 de su fe dentro de su ciudad y fuera de ella. Momentos antes de que Jesús ascendiera al cielo animó a sus discípulos a esperar en Jerusalén por la promesa del Padre, llamada el bautismo en el Espíritu Santo. Esto los llenaría de poder para ser sus testigos. Cuando llegó el día de Pentecostés, el Espíritu Santo los llenó con la presencia de Jesús: “Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les
86
w
Compromiso con Jesucristo
aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:2-4).
Jesús es el que nos llena con el Espíritu Santo. Cuando reconocemos nuestra necesidad del poder de Dios para seguirlo y servirlo, y que Dios ha provisto esto a través del Espíritu Santo, podemos entonces pedir a Jesús que nos llene con el Espíritu Santo. Para algunos esto es una experiencia dinámica, para otros un recibir con quietud a través de la fe. Cualquiera sea la forma en que recibamos este revestimiento, nuestra vida cambia. ≈
Experimente liberación de ataduras demoníacas
La segunda sección de este libro enfocará sobre el reconocimiento de las ataduras demoníacas y cómo ser libres de ellas. Es suficiente decir aquí que Jesús desea que todos sean libres de las cadenas invisibles que enmarañan sus vidas. “Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8). ≈
Transfórmese en siervo
Cuando Dios se hizo hombre, vino a esta Tierra a servir. Como seguidores de Jesús, somos guiados a ver más allá de nuestros propios y pequeños mundos y extendernos a los mundos de otros. El pecado hace que nos volvamos egocéntricos, pero a medida que miremos a nuestro Salvador y Señor nos encontraremos cada vez más “enfocados en otros”. Dios nos bendice de modo que nosotros, a su vez, podamos ser de bendición para otros. Jesús habló sobre cómo a los gobernantes de los gentiles les encantaba gobernar las vidas de otros. Esta forma, dijo Él, no era la de su reino: “Mas entre vosotros no será así sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo, como el Hijo del Hombre no vino
w
87
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:26-28).
Nuestra máxima meta como cristianos, no es llegar al cielo, sino parecernos cada vez más a Jesús. A medida que recibimos más de parte de Dios, tengamos como propósito transmitir su bondad a otros.
88
w
Capítulo 7
Testimonio personal
U
U
na batalla rugía en mi interior. Estaba tironeado en dos direcciones a la vez. De alguna manera era consciente de que este era el momento más importante de mi vida, y mi decisión iba a tener consecuencias eternas. En los días que me llevaron a este momento, en tres ocasiones había visitado una iglesia cercana a mi casa y oré a Dios para que perdonara mi pecado. Estuve solo en el edificio y parecía que no podía encontrar a Dios en ningún lado. Mis oraciones daban la impresión que no llegaban más allá del techo. Me había sobrevenido un sentido de urgencia. Aquí estaba, trataba de encontrar paz con Dios, pero sin saber cómo. En la tercera visita me postré sobre el piso y le dije a Dios que iba a hacer cualquier cosa si tan sólo Él perdonaba mi pecado. Al mirar atrás, puedo ver cómo iba humillándome delante del Dios Todopoderoso. Este jovencito rebelde, independiente, blasfemador de Cristo, finalmente había llegado al punto de estar deseoso de dejar su propio camino y seguir a Jesús. Como sabía que los misioneros eran buena gente enviadas por las iglesias a otros países para ayudar, le dije a Dios que aún sería un misionero si solamente Él me perdonaba mi pecado. No hubo respuesta. Parecía que Dios no hubiera escuchado mi clamor ¡Sin embargo, sí
w
89
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
lo había escuchado! Cuando leí detenidamente el diario, vi que Juventud para Cristo tenía una serie de reuniones encabezadas por un equipo musical de los Estados Unidos. El evangelista era un joven que había sido líder de una gran banda y su esposa también era una instrumentista de mucho talento. Aunque estaba a punto de concluir mi entrenamiento para ser maestro de escuela, mi ambición real era ser un músico profesional y dirigir mi propia banda grande algún día. La publicidad me llevó a las reuniones, pero Dios me llevaba hacia Él.
Momento de decisión El programa musical fue excelente y después le siguió una predicación del evangelista sobre la Segunda Venida de Jesús, un tema que nunca había escuchado. Sabía sobre la Primera Venida, pero no sobre la Segunda. Mi corazón y mente fueron atrapados por la verdad de La Escritura. Aún antes de que el evangelista terminara el mensaje y desafiara a los presentes a dar sus vidas a Cristo, Dios me desafiaba a rendir totalmente mi vida a su Hijo. Sentí que si rechazaba este ofrecimiento de salvación, nunca tendría la oportunidad de responderle a Jesús nuevamente. Verdaderamente fue el momento más importante de mi vida. Una voz me decía que no fuera necio; que si rendía mi vida a Cristo, sería miserable. Otra voz me hablaba al mismo tiempo; de algún modo más tranquila aunque más conmovedora. Decía que podía rechazar todo lo que había escuchado y continuar viviendo por mi cuenta, pero que se acercaba un día en que debería rendir cuentas, y era sabio que entregara mi vida a Jesús. Aunque el evangelista todavía estaba predicando y la batalla seguía rugiendo en mi interior, simplemente oré, desde mi corazón, pedí a Dios que me perdonara todo mi pecado y le dije a Jesús que deseaba que tomara mi vida. Me estaba rindiendo a Él como Señor. En el momento que oré salió de mí un enorme peso y me sentí limpio desde adentro. Supe que Dios había respondido el clamor de mi corazón ¡y que mis pecados habían sido 1 perdonados! Sabía que había recibido el regalo de la vida eterna, y que Jesús sin dudas se había levantado de entre los muertos y estaba realmente muy vivo. Y, ¿pueden creerme? ¡Sentí que Dios me llamaba a ser misionero!
90
w
Testimonio personal
Cuando terminó la reunión fui hacia el altar para preguntar cómo podía involucrarme para servir a Dios. También, me dije a mí mismo, que ahora que conocía a Dios, tenía a alguien hacia quien dirigirme con mis problemas. Desde que recordaba, había tenido dificultades para respirar libremente y era alérgico a muchas cosas. Del mismo modo, diariamente sufría temores que me debilitaban y absorbían gran cantidad de mi energía; hasta tenía temor de tener temor.
Transformación Desde el momento en que rendí mi vida a Jesús, se hicieron evidentes cambios radicales, cambios que fueron testimonio a todos mis amigos no cristianos. Estaba deseoso de contarles lo que Jesús había hecho por mí y qué podía hacer por ellos. Como creyente, descubría que era parte de una familia muy numerosa. Llegaron nuevos amigos a mi vida y me encontré involucrado en el evangelismo. Jesús era real, La Biblia se había transformado en un libro vivo y un nuevo sentido de propósito llenó mi vida. Los viejos deseos de actividades pecaminosas se fueron, y todo lo que quería hacer ahora era conocer a Jesús y hacerlo conocer. Pocas semanas después de ser transformado en cristiano, Ken Wright, uno de los miembros del comité de Juventud para Cristo, me habló sobre la llenura del Espíritu Santo. Al ser ignorante de Las Escrituras, todo era nuevo para mí, incluso la verdad de que Jesús bautiza con el Espíritu Santo. Ken y su esposa Shirley vivían cerca del hogar de mis padres, y al día siguiente fui a su casa para orar. Mientras me imponían las manos, le pedía a Jesús que me bautizara con el Espíritu Santo. ¡Y Él lo hizo! Una llenura del poder del Espíritu Santo vino sobre mí, que me impulsó hacia una nueva dimensión en la vida cristiana y el servicio. Permítanme hacer esta sencilla comparación: como cristiano había nadado en un río; pero ahora, lleno del Espíritu Santo, era como si nadara en el océano, en una vasta área sin los límites de las orillas del río. El Señor Jesús se hizo aún más real y Las Escrituras fueron aún más vivas. Y por primera vez comencé a guiar a otros a Cristo.
w
91
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Desilusionado con Dios Luego de ser lleno del Espíritu Santo experimenté un tiempo de alturas espirituales que duraban una semana. Parecía como si todos los problemas de mi vida se hubieran ido y me sentía maravillosamente. Desdichadamente, esta euforia finalizó y me di cuenta que mis problemas aún estaban allí. Entonces me desilusioné con Dios. A medida que pasaban los años, continuamente luchaba con esto. ¿Por qué Dios no respondía mis más profundos clamores para ser libre? Eso no lo entendía. Luego de ser bautizado en el Espíritu, parecía que en muchas maneras mi vida iba mejorando y mejorando y, sin embargo, en otros aspectos se ponía peor y peor. Los conflictos dentro de mí comenzaron a aumentar antes que a decrecer, y no entendía lo que pasaba. Como resultado de esta agitación creciente, encontré necesario buscar a Dios aún con más ganas. Mis tiempos de oración y lectura de Las Escrituras aumentaron hasta que llegaron al promedio de cuatro horas diarias en busca del Señor. Este molde continuó durante años. Hubo días en los que no podía hacer nada más que orar, a causa de los conflictos. No se trataba de que yo fuera un gigante espiritual, sino que mi desesperación me impulsaba a esta intensa búsqueda. Sin tiempo con Dios no podía funcionar apropiadamente. Tres años luego de transformarme en cristiano me casé con Shirley Garratt, de Wellington, Nueva Zelanda. Poco tiempo después de nuestro casamiento nos dedicamos a ser evangelistas de tiempo completo con la organización Campañas al Aire Libre , con la que nos asociamos como obreros voluntarios. Hace pocos años, fui invitado para regresar a Nueva Zelanda para hablar en la conferencia anual de los evangelistas y sus esposas. Mientras estaba allí, Bob McNaughton, el Director anterior de la organización Campañas al Aire Libre para Nueva Zelanda , me expresó algo que fue una verdadera sorpresa. Dijo que cuando entré al equipo, los evangelistas habían comentado entre ellos sobre el tiempo que pasaba buscando a Dios y que Él seguramente iba a utilizarme por causa de eso. Dijo que ni él ni los otros sabían sobre los conflictos internos de mi vida hasta años después, cuando leyeron un libro que yo escribí: “Cristiano, sé libre” (Christian Set Yourself Free) sobre guerra espiritual y liberación, el que contenía mi testimonio.
92
w
Testimonio personal
Años de lucha Muy pocas personas estaban conscientes de mis necesidades, porque no se las hacía conocer a casi nadie. De tanto en tanto buscaba consejería, abría mi corazón a varios pastores y ministerios que visitaban mi país. Nadie parecía entender qué sucedía en mi interior, ni siquiera yo mismo. Siempre fui un caso misterioso para los que intentaban ayudarme. A medida que seguía buscando diariamente a Dios y memorizaba regularmente Las Escrituras, lo servía de todo corazón y buscaba la ayuda de otros, sin que nada me trajera ningún cambio; la desilusión con Dios permanecía constante. No era que no me sucedieran cosas positivas en mi vida, pero cuando las luchas eran muy intensas, le hacían sombras a todo. No solamente oraba mucho, sino que también ayunaba y oraba. Las presiones se acumulaban en mi interior hasta que se hacían insoportables. La única forma que conocía para tener descanso era ayunar. Cuanto más ayunaba, mejor me sentía, pero también aumentaba mi hambre. Cuando comenzaba a comer, nuevamente las presiones se iban aumentando hasta que volvía a ayunar para aliviarme. Con bastante frecuencia le decía a Shirley que necesitaba estar solo. Buscaba el rostro de Dios, no tenía palabras mientras mi corazón clamaba por ayuda. Salían gruñidos y suspiros y lloraba sin parar hasta que no tenía más lágrimas para derramar. ¡Cuánto deseaba ser libre de estos tormentos diarios! Pero parecía que toda mi búsqueda era inútil. Un año seguía a otro. En una ocasión recibí oración de un evangelista en su hogar. Este hombre vio maravillosos resultados en su ministerio con sanidades y liberaciones en abundancia. Cuando oró por mí, intentó echar fuera demonios. Mientras estaba de rodillas en su cocina y ordenaba fervientemente a los demonios que me abandonaran, no sucedió nada en mi interior. Todo estaba calmo. En consecuencia, no fue mucho después que comencé a pensar ¡qué ridículo había sido que este hombre pensara que yo tenía demonios! Pero este evangelista era la única persona hasta ese momento que reconoció la fuente de mis conflictos como enraizada en espíritus malos. Aún yo mismo no reconocía qué era lo que me ataba, y en mi gran ignorancia me burlé de él en mi corazón. Luego de un tiempo de mucha oración de su parte, sin ninguna liberación como resultado, me sugirió que visitara a un amigo suyo que
w
93
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
era psiquiatra en la ciudad de Auckland. Muy poco sabía él que uno de mis temores era el de volverme loco. Era imposible que yo fuera a ver a su amigo. Pensé para mí mismo que si este evangelista no podía ayudarme, nadie más de los que conocía podría hacerlo, y resolví que nunca más buscaría consejería. Continuaría buscando a Dios.
Tiempo de crisis Con el paso del tiempo estoy seguro que Shirley y yo éramos considerados exitosos por aquellos que tenían autoridad sobre nosotros. Cada año alcanzábamos a miles de no cristianos con el mensaje del evangelio, y la gente regularmente respondía y rendía sus vidas a Cristo. Sin embargo, en medio de todas estas bendiciones, continuaba luchando diariamente en mi interior. ¡Cómo deseaba ser libre! Sin saberlo, una crisis personal que se aproximaba iba a revelarme en forma muy clara el origen de mis problemas de toda la vida. Durante algún tiempo había luchado con algunas normas de la obra evangelística en la que estábamos, que yo sentía como límites a la efectividad de la organización. Desde mi frustración escribí una carta de renuncia a mi director, Noel Gibson. Noel y su esposa Phyl eran gente maravillosa, inmensamente utilizada por Dios. Me llamaron a su oficina. Noel me preguntó sobre la guía que el Señor me había dado para escribir la renuncia. Para mi sorpresa, no tenía ninguna, pero sí tenía muchas frustraciones y gran cantidad de inmadurez. Al interrogarme, compartí en forma reacia mis conflictos interiores de tanto tiempo. Al terminar de hablar, él hizo una declaración que me sacudió: “Graham, ¡creo que necesitas liberación de malos espíritus!” ¡Si solamente hubiera sabido en aquel momento lo que sé ahora! ¡Qué grande hubiera sido la diferencia! Sin embargo, Dios iba a permitir que Shirley y yo pasáramos por un tiempo de intensa prueba en el que recibiríamos mucho conocimiento sobre las obras de los espíritus malvados. Con el correr del tiempo fuimos entendiendo cómo romper con las ataduras del enemigo. Muchos de esos conocimientos son los revelados en los capítulos siguientes.
94
w
Capítulo 8
La comisión de Jesús
U
U
na comisión es un mandato: una orden para ser obedecida, una tarea que debe ser completada. Jesús dejó bien claro qué quería que hicieran sus seguidores. Les dijo que predicaran el evangelio del reino de Dios por todo el mundo (Mateo 24:14). Luego que se levantó de entre los muertos dijo nuevamente: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).
Jesús quería que los que creyeran en Él les dijeran a otros del amor de Dios y de qué manera ellos también podrían experimentar el perdón de Dios y recibir vida eterna. La fe interior experimentada por los que confiaban en Jesús, tenía que ser expresada en un acto exterior de obediencia: el bautismo en agua: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:16).
A medida que las personas creyeran en Cristo y comenzaran a caminar en obediencia a Él, se pondrían en evidencia cuatro señales cuando ministraran a otros en el poder del Nombre de Jesús:
w
95
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
1. Autoridad sobrenatural, la habilidad para echar fuera demonios. 2. Idiomas sobrenaturales, la habilidad de hablar en lenguas no aprendidas. 3. Protección sobrenatural, la habilidad de estar a salvo en tiempos de peligro. 4. Poder sobrenatural, la habilidad de sanar a los enfermos. “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos ser pientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:17-18).
Los cristianos en la iglesia primitiva cumplieron esta comisión. Jesús desea que nosotros hagamos lo mismo (Marcos 16:19-20). Observe que la señal sobrenatural que encabeza la lista es echar fuera demonios. Si miramos en otros pasajes de La Escritura donde Jesús comisiona a sus discípulos, observamos nuevamente el énfasis en echar fuera demonios. Luego enfocaré sobre este aspecto de las señales que siguen a la predicación de las buenas nuevas del reino de Dios. “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda en fermedad y toda dolencia” (Mateo 10:1). “Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios” (Marcos 3:14-15). “Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos, de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban” (Marcos 6: 7, 12-13). “Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre” (Lucas 10: 1, 17).
96
w
La comisión de Jesús
No puede existir equivocación sobre estas órdenes claras de liberar a las personas del poder de los malos espíritus. Por causa de que la iglesia moderna –particularmente la iglesia Occidental– ha rechazado en general hacer esto, millones de cristianos luchan con conflictos interiores producidos por influencias demoníacas en sus vidas. La falta de obediencia a esta clara orden se debe generalmente a la ignorancia y el descreimiento. Aunque para algunos es no estar dispuestos para hacer lo que saben que deberían hacer. La Biblia llama a esto rebelión. Para una mayor claridad, cuando me refiero a los demonios y espíritus malos, hablo de los mismos seres espirituales, los demonios son espíritus malos y viceversa. Desde el comienzo de su ministerio Jesús asistió a la sinagoga en Nazaret, en donde le entregaron los rollos del profeta Isaías, y abriendo en las siguientes palabras, comenzó a leer: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel, a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová” (Isaías 61:1-2).
Este era el momento para que se cumpliera esta profecía mesiánica, desde Nazaret Jesús se dirigió a Capernaum, donde podemos leer que enseñaba, echaba fuera demonios y sanaba (Lucas 4:31-43). A todos lados donde iba, cumplía estas palabras y ordenaba a sus discípulos que hicieran lo mismo.
Desde los niños hasta los adultos Ningún grupo está exento del ataque demoníaco o a la necesidad de ser liberado. En los siguientes relatos vemos a Jesús que ministraba con compasión a los que tenían necesidad desesperada de su poder liberador. ≈
Un niño
Un padre afligido trajo a su hijo a Jesús luego de que sus discípulos no habían podido liberarlo. El poder demoníaco dentro del niño
w
97
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
constantemente lo tomaba y lo arrastraba en convulsiones, gritaba a través de él, lo lastimaba y echaba espumas por la boca. Jesús reprendió al espíritu y liberó al niño. Un padre ahora lleno de gozo tenía un hijo que había sido sanado (Lucas 9:37-42). ≈
Una niña
Una mujer sirofenicia tenía una hija afligida por un espíritu impuro. Al escuchar sobre Jesús, lo buscó y le suplicó que echara fuera el demonio de su niña. Por causa de su insistencia y de su fe, Jesús liberó a la niña, y la madre regresó a su casa para encontrar a la hija que descansaba sana sobre la cama (Marcos 7:24-30). ≈
Un hombre
Un hombre que vivía entre las tumbas, atormentado día y noche, que se mutilaba y rompía con poder sobrenatural las cadenas que lo sujetaban, un hombre atado por muchos espíritus vino a Jesús. Luego que los demonios fueron expulsados, se convirtió en normal en todos los aspectos. Completamente transformado, nuevamente vestido, libre de inquietud y con la mente restaurada, Jesús le dijo que volviera a su pueblo y llevara el testimonio de lo que el Señor había hecho por él (Marcos 5:1-20). ≈
Una mujer
Durante dieciocho largos años una mujer había estado encorvada, incapaz de enderezarse, con una enfermedad causada por un espíritu. Jesús echó la presencia demoníaca y la sanó. La primera respuesta de la mujer fue alabar a Dios por la gran salvación (Lucas 13:10-17).
Echando fuera demonios Ekballo es la palabra griega traducida “echar fuera”. Su significado, de acuerdo con la Concordancia Strong de La Biblia, es “producir, lanzar, echar, salir, expeler, irse, sacar, arrancar, rechazar, impeler hacia fuera, hacer circular, eliminar, enviar lejos, enviar adelante, enviar afuera”. Es una palabra vigorosa que implica acción vigorosa. Jesús, afligido de que el Templo de Jerusalén se había transformado en un lugar de comercio antes que en una casa de oración, hizo un
98
w
La comisión de Jesús
látigo de cuerdas. Volcó las mesas de los cambistas de dinero. Los echó fuera (ekballo) del templo, junto con los que vendían bueyes, ovejas y palomas (Juan 2:13-17). Cuando Esteban se defendía delante del Concilio judío, los que estaban allí se enfurecieron tanto que lo echaron (ekballo) de Jerusalén y lo apedrearon hasta matarlo (Hechos 7:57-58). Cuando Pablo era llevado a Italia en un barco alejandrino, la embarcación quedó atrapada en una tormenta muy violenta que eventualmente terminó por destruirla. El segundo día algo de la carga fue echada en el mar, y al tercer día los aparejos. Al acercarse el día catorce la nave fue arrastrada a aguas menos profundas cercanas a Malta, y la tripulación alivianó aún más la barca echando (ekballo) el trigo al mar (Hechos 27:38). Echar a los cambistas del templo, a Esteban de Jerusalén hacia su muerte, al trigo de un barco que se hundía, todas constituyeron acciones de determinación y agresividad. Y así es cuando echamos fuera demonios que han habitado las vidas de las personas. Esto no significa, sin embargo, que tratemos a las personas ministradas de manera violenta. Nuestra agresividad es contra los espíritus, no contra la persona a la que han afligido. Es imperioso que diferenciemos entre la persona en necesidad y los poderes demoníacos que obran en ellos. Si oraran por usted ¿cómo le gustaría ser tratado? Habitualmente, cuando me ocupo de la liberación de personas, uso mi tono normal de voz. Algunas veces hablo quietamente, para que otros no escuchen, y no poner en evidencia a la persona. Hay momentos cuando hablo en voz fuerte, pero habitualmente no durante mucho tiempo. Muchos años me pregunté por qué con frecuencia sentía ordenar con voz fuerte durante unos pocos momentos o un corto tiempo. En un viaje que hice a Noruega hace algunos años, escuché al Señor decirme día tras día cuando ministraba a la gente “El don de la fe está operando; el don de la fe está operando”. Esto fue una revelación, porque nunca había considerado un don de fe que operara en mi vida. Entonces me di cuenta por qué hablaba fuerte en algunos casos. Cuando yo era adolescente boxeaba. En el momento en que estaba peleaba en el ring, el objetivo era ganarle a mi rival, hacer llegar
w
99
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
golpes que me dieran puntos sobre mi oponente, más que los que él me hiciera llegar a mí. Lograr el knock out significaba ganar. Un peleador siempre buscaba el momento de hacer llegar el golpe decisivo. Me di cuenta que cuando estaba echando fuera demonios, había momentos cuando sentía un particular mover de la fe que me hacía hablar más fuerte y con frecuencia más alto. Era como si hubiera dado golpe tras golpe sobre el enemigo, y ahora era el momento de lanzar uno decisivo que lo venciera. Con frecuencia, una vez que hablo una palabra fuerte de orden, me detengo durante un tiempo para mirar lo que Dios hace para traer libertad a una vida. Algunos que observan las demostraciones del poder de Dios cuando se habla fuerte, sacan la conclusión de que para que alguien sea liberado uno debe gritar. Esto no es así. No nos movemos con formas o técnicas, sino que nos esforzamos para ser guiados por el Espíritu Santo. Además, todos tenemos diferentes personalidades y Dios obra a través de nosotros en formas diferentes. No sea una simple copia de la forma en que otro ministra, sino deje que el Señor obre a través de usted de manera que sea natural.
Manifestaciones Tres tipos de manifestaciones se experimentan a medida que los demonios salen de las personas. 1. Manifestaciones dramáticas Al salir los espíritus, algunos lo hacen con clara evidencia de su partida, para los que son ministrados y para los testigos de la liberación. Los espíritus pueden clamar a través de la boca de la persona en la que han habitado; con frecuencia lo hacen con expresiones viles. La persona puede exhibir fuerza sobrenatural y requerir el sostén de varios para sujetarla. En ocasiones, algunos demonios salen a través del vómito. En otros casos de manifestación demoníaca dramática, algunas personas ministradas pueden aún no ser conscientes de lo que sucede. Recientemente ministré a un hombre que mantenía una gran lucha en su vida con los problemas demoníacos. Antes de ser cristiano se había involucrado en mucho pecado, pero ahora ya no deseaba
100 w
La comisión de Jesús
vivir más como lo hacía antes. La violencia era parte de su forma de vida anterior y, a pesar de la gran transformación, aún experimentaba algunos conflictos. Estaba a punto de casarse, pero regularmente tenía pesadillas en las que asesinaba a su novia. Aunque la amaba y jamás deseaba dañarla, pero tenía temor ante la posibilidad de hacerle algo terrible. Les ordené a los espíritus de asesinato y odio que lo abandonaran, en el Nombre de Jesús. Al persistir, parecía que no sucedía nada, aunque sin dudas algo pasaba. Luego de aproximadamente cinco minutos el hombre cayó repentinamente al suelo, hacia delante, mientras los demonios que habían sido confrontados se manifestaban con fuerza. Cuatro o cinco hombres tuvieron que sujetarlo durante los siguientes veinte o treinta minutos, mientras se producían dramáticas manifestaciones. Luego de que la batalla terminó y experimentó una libertad maravillosa, preguntó qué había sucedido. Durante todo el tiempo de la liberación, una vez que los demonios se habían manifestado dramáticamente, estuvo inconsciente. Se daba cuenta de la liberación, pero no podía recordar el proceso para recibirla. Es importante que quienes puedan experimentar manifestaciones dramáticas no se alarmen, sino que colaboren con el Señor y con la gente que los está ministrando, si está solo, obre con el Señor en el proceso de liberación. Son los espíritus los que están atemorizados. Sea fuerte internamente y tome autoridad en el Nombre de Jesús sobre los espíritus que se manifiestan, y ordéneles que se vayan. Algunas veces las manifestaciones dramáticas se reducen en intensidad si resiste con fuerza a los espíritus e insiste en que se vayan. Esto no se hace solamente ordenándoles audiblemente que se vayan, sino internamente o en forma de órdenes inaudibles que ellos escucharán y obedecerán. Las personas que buscan limitar todo tipo de manifestaciones pueden en realidad impedir la liberación, porque algunos espíritus solamente se van una vez que se han manifestado en alguna medida. El otro extremo es que una vez que un espíritu comienza a manifestarse, la persona no lo resista con fuerza, sino que en lugar de eso dé lugar al temor y no luche para nada. Esto seguramente otorga a los espíritus la libertad de expresarse sin que se realice ninguna liberación, de modo que tanto la persona como los que oran por ellos pueden terminar cansados y desalentados. ¡Uno es el que debe atacar!
w
101
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
2. Manifestaciones suaves Cuando los espíritus se van, la persona puede experimentar manifestaciones suaves. Muchos espíritus se retiran a través del aliento; esto es, por la boca y las fosas nasales. No todos, pero muchos espíritus salen así. La palabra “espíritu” en los dos idiomas, hebreo y griego –en los que fue escrita La Biblia– significan también “viento” o “respiración”. Esa es la razón por la que leemos de espíritus impuros que claman con voz fuerte cuando abandonan a una persona (Marcos 1:26). Se levantan con el aliento y se van a través de la boca, y se expresan utilizando las cuerdas vocales de la persona a la que han afligido. Con manifestaciones suaves, una persona puede sentir la agitación de un espíritu o espíritus, y sentir cuando se levantan y se van a través de la boca. Esto puede expresarse con bostezo, tos, eructos, etc. Otras manifestaciones leves pueden ser presión o dolor en alguna área del cuerpo, y la liberación sucede a medida que se continúa dando órdenes para que los espíritus se vayan. 3. Manifestaciones imperceptibles Es absolutamente imperioso darse cuenta que gran parte de la liberación de la vida de una persona ocurre sin que sienta nada. Ministramos libertad por medio de la fe y recibimos libertad por la fe. Esa 1 es la razón por la que me refiero a manifestaciones imperceptibles. Hace algunos años realicé un seminario en una iglesia danesa, la que había orado por la liberación de las personas durante más de dos años. Luego del seminario el pastor me dijo: “¡Qué revelación! ¡Qué revelación!” Y me contó que había visto gran cantidad de personas quedar libres, pero pensaba que si no había manifestaciones evidentes, la liberación no se había producido. Ahora sabía que las más grandes liberaciones podían suceder sin ningún tipo de manifestación visible o sensible. Por causa de que muchos otros necesitan esta misma revelación, lo repito una y otra vez mientras enseño cómo recibir la libertad. Sí, hay manifestaciones dramáticas y suaves, pero también hay imperceptibles. Y, por supuesto, durante un tiempo de oración algunas personas pueden experimentar los tres tipos de manifestaciones. No solamente tenía que aprender sobre manifestaciones imperceptibles desde mi experiencia personal cuando fui liberado, sino que cuando el don de discernimiento de espíritus comenzó a operar en mi
102
w
La comisión de Jesús
vida, pude ver o percibir a los espíritus abandonar a las personas, aunque algunos de los que recibían oración no sentían nada. Amplío sobre la forma en que opera este importante don del Espíritu Santo en el capítulo 12.
¿Dónde van los espíritus? Cuando los espíritus son echados de las personas en el Nombre de Jesús, la pregunta que surge con frecuencia es: “¿Adónde van?” He escuchado a algunos que les ordenan ir al infierno, pero Jesús no nos dio autoridad para dirigirlos a ningún lado. Simplemente nos dijo que los echemos. Para saber a dónde van tenemos que escuchar lo que dice Jesús el Hijo de Dios: “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por los lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación” (Mateo 12:43-45).
Los espíritus ven a la vida humana como si fuera una casa en la cual vivir. Al ser desalojados, son como inquilinos ingobernables que han sido expulsados por un propietario. Dan vueltas buscando otro lugar donde descansar y, si no pueden encontrarlo, regresan a su antigua morada, esperando volver a entrar. Si la “casa” se halla desocupada, el espíritu deseará reingresar junto con otros aún peores. Esta es la razón por la que es tan importante para las personas que buscan liberación, estar dispuestos a seguir a Jesús y permitirle, por Su Espíritu Santo, ser llenos de su Presencia. Si no siento que alguien que quiere recibir oración de liberación está dispuesto a seguir a Jesús con todo su corazón, no oro por él. Un cristiano que anda correctamente con Dios no debe temer que ningún espíritu que ha sido expulsado de su vida vuelva a entrar. Sin embargo, si una persona camina descuidadamente y deliberadamente abraza el pecado, debe temer. Hay un temor santo –el temor al Señor–
w
103
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
que impide que volvamos a los caminos de pecado y nos protege de la intrusión demoníaca.
La armadura de Dios Más maravilloso que ser liberado de atadura demoníaca, es evitar entrar en ella. Años atrás en Nueva Zelanda, cuando mi esposa Shirley y yo estábamos involucrados en el ministerio evangelístico, traba jamos con equipos de las iglesias. Muchas de las personas de esos equipos habían experimentado cambios radicales en sus vidas al venir a Cristo. Cuando algunos de ellos daban testimonio de haber sido liberados de adicciones al alcohol, del crimen, de la inmoralidad y de otras cosas, Shirley me dijo un día que ella no tenía un testimonio personal sobre esa situación. ¿Por qué? Porque nunca había experimentado los caminos pecaminosos de este mundo. Como pertenecía a una familia cristiana, es una de once hermanos que sirven al Señor hasta hoy, y abrió su corazón a Jesús a los cuatro o cinco años. Por tal motivo se sentía descalificada por no tener algo vital de qué testificar. Mi respuesta fue que su testimonio era aún mayor que el de los otros, porque había sido guardada por el poder de Dios a través de los años como resultado de elegir seguir a Cristo y caminar en sus caminos. Si usted ha crecido en un hogar cristiano y no ha caminado en los caminos de pecado del mundo, ¡regocíjese en su maravilloso testimonio! ¿No le parece que es mejor ser guardado de ataduras que haber estado atado y tener que ser liberado? Jamás se avergüence de ese testimonio. Al elegir caminar las sendas de Dios, se experimenta mucha protección. En el libro de Efesios somos exhortados a ponernos la armadura de Dios y así ser protegidos de los ataques de Satanás: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (Efesios 6:10-13).
104
w
La comisión de Jesús
Los cinco versículos que siguen establecen cuáles son las partes de la armadura protectora de Dios: • • • • • • •
El cinto de la verdad La coraza de la justicia El calzado con el apresto del evangelio de la paz El escudo de la fe El yelmo de la salvación La espada del Espíritu La oración en todo tiempo en el Espíritu.
Ponerse la armadura Durante años como cristiano, me despertaba por la mañana y me ponía la armadura para el nuevo día: confesaba que Jesucristo era cada parte de la armadura para mí. Luego me di cuenta que si me ponía la armadura cada día, era porque antes me la había sacado. Entonces tomé conciencia de que necesitaba la armadura tanto de día como de noche. Desde aquel momento en adelante, simplemente confesé que caminaba en la protección del Señor. Romanos 13:12 nos exhorta a de jar de lado las obras de las tinieblas y vestir las armas de la luz. El versículo 14 nos exhorta a que nos vistamos del Señor Jesucristo y no 2 proveamos para los deseos de la carne. Tan importante como hacer continua confesión con nuestros labios de nuestra identidad en Cristo y la protección que hay en Él, es saber qué sucede en nuestro corazón. Si las cosas no están rectas en nuestro corazón, no conoceremos el poder protector de Dios, no importa cuál sea la confesión de nuestros labios. Cierta vez leí la siguiente descripción de la armadura de Dios: “La armadura completa de Dios es un conjunto de condiciones de vida que Dios desea establecer en nuestro interior, que permitirá a Dios obrar en nosotros y detendrá o impedirá a Satanás obrar en nosotros”.
w
105
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
En Lucas 11:21 vemos la referencia a la armadura de Satanás, y es lo opuesto a la armadura de Dios. Por lo tanto podemos decir: “La armadura completa de Satanás es un conjunto de condiciones de vida que Satanás desea establecer en nuestro interior, que le permitirá a él obrar en nosotros e impedir o estorbar a Dios para que obre en nosotros”. ¿En cuál reino vivimos? ¿Sobre cuál poder espiritual descansamos para nuestro diario vivir? “No os engañéis, Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” (Gálatas 6:7-8).
Hace unos años hice consejería a un hombre que estaba muy atribulado. Creía tener SIDA, aunque todos sus exámenes médicos decían lo contrario. Un temor muy fuerte ataba su vida y nadie podía persuadirlo de que no estaba infectado. Personalmente, creo que se hallaba bajo un engaño, pero la mayoría de las personas que están engañadas no pueden reconocerlo. ¿Cómo se le produjo este dilema? Como hombre de negocios cristiano, había estado lejos del hogar y se quedó en un hotel frente a un lugar donde se hacían espectáculos de desnudos. Con tiempo de sobra y sabiendo que nadie podría reconocerlo en ese lugar de entretenimiento, pasó todas las noches allí y trajo a una de las bailarinas a su hotel y durmió con ella. A la mañana siguiente le vino temor, pensaba que podía haber contraído SIDA por causa de este encuentro sexual ocasional. A partir de ese momento su vida se fue derrumbando. Cuando un médico le decía que no tenía SIDA, iba a otro, y a otro, sin creer en los diagnósticos. En el momento que habló conmigo me dijo: “He perdido todo –esposa, hijos, negocios–. ¡Solo me queda un millón de dólares!” No pude ayudarlo. Estaba en las manos de los atormentadores –demonios– y cosechaba las consecuencias de su siembra equivocada. Si hubiera caminado en el temor del Señor, esta situación
106 w
La comisión de Jesús
nunca hubiera surgido. Cuando por primera vez fue tentado a visitar este lugar de espectáculos de desnudos, debería haber resistido. Tendría que haber reafirmado que él seguía las sendas de justicia y no las de injusticia. Cuando tomamos la decisión de hacer lo que es correcto y honrar a Dios, podemos fortalecernos en Él y transformarnos en victoriosos. Pero tenemos que hacer esa decisión. Recuerden la definición de la armadura protectora de Dios. “La armadura completa de Dios es un conjunto de condiciones de vida que Dios desea establecer en nuestro interior, las que permitirán a Él obrar en nosotros y detendrá o impedirá que Satanás pueda obrar en nosotros.” No le dé lugar al diablo. Mantenga su confesión sobre quién es Jesús para usted, pero también mantenga un corazón recto ante el Señor. ¡Qué enormes tragedias se evitarían! ¡Cuánta libertad se mantendría! ¡Qué bendiciones se experimentarían!
Siembra y cosecha En el momento en que rindo mi vida a Jesús mi corazón recibe el sello “eternidad”. Antes de ese momento me satisfacía viviendo solamente por lo temporal. Ahora soy consciente de que es importante vivir rectamente, porque hay una ley de siembra y cosecha que obra en cada vida, que tiene repercusiones en dos aspectos: tiempo y eternidad. Llegó a mis manos un pequeño folleto con algunos sermones por el evangelista Dwight Moody. Su mensaje sobre la siembra y la cosecha me produjo un gran impacto. Describió la vida como un campo rodeado por la cerca del tiempo, y que cada uno de nosotros tiene uno en el cual sembramos semillas día tras día. Como consecuencia, todos vamos a cosechar. Hizo el siguiente listado de puntos, en el que hace años reflexiono con frecuencia: 1. 2. 3. 4.
Cuando un hombre siembra, espera cosechar Un hombre cosecha el mismo tipo de semilla que siembra Desconocer el tipo de semilla no hace ninguna diferencia Un hombre cosecha más de lo que siembra.
w
107
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Todos somos conscientes de la ley de la siembra y la cosecha en el ámbito natural, pero ¿hemos considerado cómo se aplica al ámbito espiritual? Si sabemos que cosechamos el mismo tipo de semilla que sembramos, no plantamos papas y esperamos cosechar zanahorias. Sabemos que ignorar el tipo de semilla que plantamos no va a alterar lo que recogeremos. Imagine que le pregunta a un granjero que siembra sus campos en la primavera, qué tipo de semilla siembra. Si le dice que no sabe, inmediatamente usted pensaría que es muy necio. Y, sin embargo, esta es la manera en que la mayoría de las personas viven. Diariamente siembran semillas en el campo de su vida, sin pensar o pensando muy poco qué tipo de semilla es y la cosecha que inevitablemente tendrán. Incidentalmente en el ámbito natural, puede haber fracasos en los cultivos, pero no en el ámbito espiritual. Esto produce el más grande de los impactos: las personas cosechan más que lo que siembran. Durante unos años Shirley y yo vivimos en una de las mayores áreas de crecimiento de trigo en Australia. Cada verano me encantaba ayudar a alguno de mis amigos granjeros a cosechar sus cultivos. La cantidad de trigo que cosechaban – que era inmensa– era el resultado de una cantidad relativamente pequeña de semillas sembradas. Un día conté el número de semillas en las cabezas de las cepas de los trigos producidos por un pequeño grano. Había más de ochocientas nuevas semillas de cada una de las semillas plantadas. Aplicada al ámbito espiritual, podemos ver que esta ley trae bendición para algunos y maldición para otros. A medida que sembramos semillas de obediencia a Dios en el campo de nuestra vida, de amor, amabilidad, perdón, honestidad y cosas semejantes, se nos asegura una buena restitución. Si sembramos semillas de rebelión, egoísmo, enojo, inmoralidad, prejuicio, deshonestidad, etc., también se nos asegura una restitución, pero no será buena. Multitudes cosechan el dolor de sembrar descuidadamente. La tragedia es que si no nos alejamos de esta manera equivocada de vivir y nos volvemos a Dios y recibimos su perdón y poder para vivir correctamente, continuaremos cosechando dolor y en su momento las consecuencias eternas de nuestra siembra. Cuando una persona siembra, cosecha más que lo que siembra. ¡Mucho, muchísimo más! ¿Elige diariamente seguir a Jesús? ¿Abraza un estilo de vida que le permitirá a Dios obrar e impedirá o estorbará a Satanás? La elección
108
w
La comisión de Jesús
es suya y mía. Algunas veces le digo a las personas que desde el momento en que me transformé en un cristiano, nunca más retrocedí, es decir, no regresé a los caminos de este mundo. Y también digo que no tengo la intención de hacerlo en el futuro. No expreso esto para jactarme, sino para exhortar a otros a ser fuertes en su compromiso con Cristo. Sé de qué he sido salvado, y he experimentado el poder liberador de Dios. ¿Por qué querría volver a los caminos de las tinieblas y atadura?¿Por qué querría hacerlo usted? ¡Sea fuerte en el Señor y en la fuerza de su poder!
w
109
Capítulo 9
Entender a nuestro enemigo
C
C
uando Jesús comisionó a sus seguidores a echar fuera demonios, no les ordenó tratar con fuerzas impersonales que atribulaban a las personas, sino con seres espirituales vivos tan reales como nosotros. Mientras que nosotros vivimos y funcionamos en el mundo visible, los demonios viven y funcionan en el invisible. Imagine dos naciones en guerra. ¡Qué ventaja enorme tendría uno de los ejércitos si de alguna manera sus tropas tuvieran la capacidad de volverse invisibles! Este ejército invisible podría cruzar fronteras, infiltrase en los rangos de sus enemigos con relativa facilidad y atacar sin aviso. Aún cuando sucediera un ataque, el ejército bajo ataque no sabría cómo responder, a menos que tuviera algo de conocimiento sobre cómo es y opera el ejército invisible. Por causa de que nuestro enemigo es invisible, nosotros también necesitamos este conocimiento, para que cuando venga el ataque podamos contraatacar apropiadamente. Aún más, con ese entendimiento podemos ir a la ofensiva y poner a los enemigos invisibles en huida, y destruir sus estratagemas. Con frecuencia digo que cuando conocemos con quién estamos enfrentándonos, el enemigo sabe que sabemos, y entonces suceden las cosas. En otras palabras, cuando discernimos las obras y tácticas de este enemigo invisible, podemos tener la respuesta espiritual apropiada, antes que responder con medios meramente naturales, y por lo
w
111
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
tanto mayormente inefectivos. En la guerra espiritual debemos entrar, pelear y ganar, utilizando armas espirituales. “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra princi pados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12).
Tal como La Biblia claramente revela, nuestra lucha no es básicamente con otros seres humanos, sino con espíritus malvados que obran detrás y a través de ellos. Es imperioso, por lo tanto, que tengamos un entendimiento de cómo opera nuestro enemigo.
Personalidad de los espíritus Los espíritus malvados exhiben las características asociadas con la personalidad: ≈
Conciencia de sí mismo
Cuando Jesús confrontó a los espíritus gobernadores en un hombre que estaba fuertemente endemoniado, le preguntó su nombre. Este respondió que su nombre era Legión (Marcos 5:9). Cuando ordenó a un espíritu sordomudo que saliera de un joven que estaba afligido, lo hizo únicamente después de haberlo arrastrado con terribles convulsiones (Marcos 9:25-26). Los espíritus malos tienen conciencia de sí mismos, saben quiénes son y las tareas que tienen que realizar. Pablo estaba enojado por las diarias declaraciones de una joven esclava quien, aunque decía la verdad, era en realidad un instrumento de expresión de un espíritu de adivinación. Cuando el enojo de Pablo llegó al máximo, le ordenó al espíritu que abandonara a la muchacha, lo que hizo. Este espíritu sabía quién era, y tuvo que obedecer la autoridad ejercida por Pablo en el Nombre de Jesús. Como resultado, la joven no pudo más funcionar como adivinadora. La ira de los que tenían ganancias del espíritu se dirigió a Pablo y Silas, los que fueron puestos en prisión (Hechos 16:16-24).
112
w
Entender a nuestro enemigo
≈
Conocimiento
Algunos judíos que no tenía una relación personal con Jesús intentaron tomar autoridad sobre los espíritus malos, como consecuencia de la imposibilidad de ejercer autoridad en el Nombre de Jesús, solo podían decir: “Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo” (Hechos 19:13). Un espíritu respondió a estos siete hijos de Esceva, a través de los labios del hombre que ellos buscaban ayudar; dijo: “A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?” (Hechos 19:15). Este espíritu verdaderamente fue rápido para reconocer a Jesús y expresarlo. Cuando Jesús asistió a la sinagoga en Capernaum, un espíritu malo que tenía un hombre estaba alarmado por su presencia. Clamaba a través del hombre y decía: “¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno?¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios (Marcos 1:24). Los espíritus malos tienen conocimiento. ≈
Habla
En este relato de Marcos capítulo 1, leemos acerca de un espíritu impuro que clamaba; utilizaba las cuerdas vocales de la persona que habitaba. Cuando los espíritus malvados se manifiestan, algunas veces se expresan así. La voz puede sonar igual a la humana o un poco diferente, sin dejar dudas que no es humana. En Marcos 3:11 leemos: “Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios”.
Durante el ministerio en público no es extraño que los espíritus clamen cuando uno se aproxima a alguien para ministrarlo. La misma unción del Espíritu Santo dispara una respuesta demoníaca en el individuo, que puede verse y escucharse. Los espíritus malvados hablan en las mentes de las personas, pero otros no los escuchan. Muchos están atribulados por voces interiores. Las palabras que hablan pueden ser directamente diabólicas y atormentadoras, o más sutiles, aún imitando la voz de Dios. Si ese es el caso, un espíritu de engaño busca afectar a la persona.
w
113
LA
≈
B AT A L L A P O R T U A L M A
Voluntad
La voluntad es la facultad de elección o acción consciente y deliberada. Los demonios han elegido rebelarse contra Dios y afligir a las personas hechas a la imagen y semejanza de Dios. No tienen conciencia y son utilizados por Satanás para hacer que las personas luchen bajo fuertes cargas, con frecuencia de extrema intensidad. Jesús dijo que había venido para dar vida abundante, mientras que Satanás era 1 un ladrón que busca robar, matar y destruir. Jesús enseñó que cuando un espíritu inmundo sale de una persona, desea volver a la casa de la que fue expulsado, dice: “Volveré a mi casa de donde salí” (Mateo 12:44). Los demonios ven a la vida humana como una “casa” y si son echados buscan con frecuencia volver a entrar. Por eso es importante que Jesús llene la casa con su Espíritu Santo. Solamente cuando nos comprometemos a seguir a Jesucristo y caminar en obediencia a Él, podemos garantizar que nuestra casa será guardada de intrusión demoníaca. ≈
Emoción
Tal como nosotros somos seres emocionales, en los relatos bíblicos de confrontación y expulsión de demonios –así como en los actuales encuentros con los espíritus malos– vemos que estos pueden expresar emociones, tales como temor cuando son echados. En Mateo 8:29 leemos sobre los espíritus en dos hombres endemoniados que expresaron gran temor: “¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hi jo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” Sabían que tendrían que enfrentar el juicio eterno y estaban atemorizados de que su castigo comenzara en forma anticipada. Con frecuencia, al echar fuera demonios, les recuerdo el juicio por venir y les digo que cuanto más atormenten a las personas en el tiempo, mayor será 2 el juicio de ellos en la eternidad. Algunas personas van a las iglesias donde hay alabanza alegre y adoración, buena enseñanza de la Palabra de Dios, y oportunidades para recibir oración para liberación y sanidad. Sin embargo, están inquietos. Esto muchas veces es el resultado de espíritus malos que están en ellos y se sienten muy incómodos en ese ambiente, porque saben que si la persona a la que atan se queda demasiado tiempo, pueden ser echados. Los demonios están incómodos y por lo tanto la
114
w
Entender a nuestro enemigo
persona que está habitada por ellos se siente incómoda, siente emociones negativas que los demonios sienten Muchas veces sin saber por qué se siente de esa manera; una persona puede expresar que cada vez que van a tal o tal otra iglesia se sienten incómodos, y en algunos casos pueden dejar de asistir.
Familias de espíritus Los espíritus obran juntos en grupos o familias. En otras palabras, en general tratamos con muchos espíritus, no solamente con uno, en un área de atadura. La Biblia dice que Jesús echó siete demonios de 3 María Magdalena. Personalmente, no creo que solamente fueran siete demonios, sino muchos más. Había siete áreas de ataduras, sí, pero en cada área de atadura hay habitualmente gran cantidad de espíritus con los que hay que tratar. En el relato de un hombre endemoniado que vino a Jesús del capítulo 5 de Marcos, La Escritura simplemente dice que un hombre con un espíritu impuro fue a su encuentro. En los primeros siete versículos de este relato, cada referencia a lo demoníaco está en singular, y figura que un demonio muy fuerte atormentaba a este hombre. Era tan fuerte, que había roto aún las cadenas y grillos que utilizaban para intentar dominarlo. Nadie era lo suficientemente fuerte para someterlo. Clamaba y se mutilaba con piedras, y vivía entre las tumbas. Obviamente, el demonio que lo ataba era particularmente fuerte. Sin embargo, el relato continúa revelando que había muchos espíritus en él. Creo que Jesús utilizó esta ocasión para enseñar a sus discípulos cómo operaban los demonios, y cuánta cantidad puede hacer falta echar para que una persona quede libre. Para dejarlo asentado y explicarles los múltiples demonios. Creo que las múltiples personalidades en una persona son simplemente múltiples demonios. Tratar a estos como partes de la personalidad humana; reconciliar parte con parte; hacer que las partes no salvas, se salven; unir las partes y otras prácticas, es puro sin sentido. Esta enseñanza y práctica no tiene base bíblica, y los que funcionan en este tipo de ministerio no tienen un mandato bíblico. ¡Obran en un espíritu de engaño! Aunque este espíritu clamó a gran voz: “¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes”, y a
w
115
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
pesar de que Jesús había dicho a este demonio: “Sal de este hombre, es píritu inmundo”, el relato cambia de singular a plural desde el versículo 9: “Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos” (Marcos 5:9). ¿Por qué Jesús le preguntó el nombre a este demonio? ¿Era porque no lo sabía? No. Jesús sabía el nombre del demonio y sabía que múltiples demonios habitaban a este hombre, pero al preguntar al demonio su nombre, en principio sucedieron dos cosas. En primer lugar, el demonio fue forzado a postrarse delante del Hijo del Dios Altísimo y, segundo, los discípulos recibieron la enseñanza de que aunque Jesús ordenaba a un espíritu que saliera del hombre, en realidad hablaba a multitudes de espíritus. Detrás del espíritu gobernador de esta vida, o el hombre fuerte, ¡había muchos asistentes! Jesús estaba lleno sin medida del Espíritu Santo y se movía en el don de discernimiento de espíritu, así que sabía bien lo que había encontrado, pero los discípulos no. ¡Qué conocimiento estaban recibiendo! Cuánto conocimiento necesitamos recibir. Los espíritus operan juntos en grupos o familias. Puede haber muchos espíritus en una fortaleza, todos con el mismo nombre y función. Si una fortaleza de rechazo ata a una persona, no hay un solo espíritu de rechazo para echar fuera, sino muchos espíritus de rechazo. Si una fortaleza de temor ata a alguien, no hay un solo espíritu de temor con el que tratar, sino muchos.
Legiones de espíritus En los días del Nuevo Testamento una legión romana era un cuerpo militar de entre tres a seis mil soldados de a pie, más entre trescientos y setecientos en caballería. Cada legión de seis mil estaba dividida en diez cohortes de tres manipulos cada uno y cada manipulo en dos centurias. En otras palabras, había sesenta centurias o compañías en cada legión. Tal como existía un orden, estructura y cadena de autoridad en la legión romana, Jesús enseñaba a sus discípulos algo de la estructura demoníaca que puede haber en una vida humana. Cuando Jesús trató de liberar al hombre endemoniado, no buscó a un centurión sino que se fue directamente a lo más alto: la cabeza de la legión. Una vez que había tratado con el líder, resultaba mucho más
116 w
Entender a nuestro enemigo
fácil tratar con los oficiales de menor rango y los soldados comunes, para decirlo de alguna manera. Por causa de que los espíritus operan juntos en grupos, cada vez que echo demonios puede ser que hable en singular: “Sal fuera, espíritu inmundo”, pero siempre pienso en plural: “Salgan, espíritus inmundos”. No es de extrañar entonces que este endemoniado estuviera en esa condición. No era un solo espíritu que lo ataba, sino una multitud. Esto es un problema para aquellos de nosotros criados en Occidente, y que nos cuesta entender las realidades espirituales. Me refiero a aquellas preguntas ¿cuántas sardinas entran en una lata? ¿Cuántos estudiantes universitarios pueden entrar en una cabina telefónica? De todos modos, ¿cuáles son las medidas que tiene un demonio? Debemos abrir nuestros corazones y mentes a la Palabra de Dios y permitir al Espíritu Santo que nos otorgue conocimiento en las cosas que deben discernirse espiritualmente. “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual” (1 Corintios 2:12-14).
Desde mi experiencia personal, conozco la realidad de que se necesita expulsar muchos espíritus en un área de atadura. Piense en una maroma para amarrar una embarcación a un muelle: cuanto más grande el barco, más gruesas las amarras. Algunas tienen miles de fibras muy finas entretejidas para formar la soga o maroma. Cada una es fina y puede ser quebrada fácilmente. Unas pocas unidas también pueden ser quebradas sin mayor dificultad. Sin embargo, ponga múltiples hilos juntos y es imposible quebrar la fuerza de las fibras combinadas sin usar un cuchillo filoso. Igual que en el ámbito natural, en el que algunas personas son físicamente más fuertes que otras, así es el espiritual. Algunos espíritus tienen más fuerza o ejercen mayor autoridad que otros pero, hablando en general, los espíritus logran su fuerza a través de la cantidad. Cuanto más fuerte la atadura, son más los espíritus con los que hay que tratar.
w
117
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Aprendiendo a perseverar Una persona puede recibir liberación de los demonios, digamos –por ejemplo en el área del rechazo– y observar que se ha producido un cambio. Sin embargo, puede continuar luchando con el rechazo, aunque tal vez no tanto como antes. Esto trae confusión para algunos, porque saben que fueron liberados durante una sesión particular de oración y, sin embargo, la necesidad vuelve a resurgir. Se produce preocupación de que tal vez permitieron a los espíritus volver a entrar. Si es así, ¿cómo pudo suceder esto? ¿Tal vez la persona pecó? Pero, ¿cuándo lo hizo?, y otras cuestiones. Lo que sucedió en realidad es esto. Se produjo una medida de liberación del rechazo. Gran cantidad de hilos de la soga fueron rotos, pero aún más deben ser cortados. No se trata de algo que salió y volvió a entrar. Algo salió y se quedó afuera, pero se necesita más liberación; otros hilos deben ser quebrados para que se logre una liberación completa. Por supuesto, si una persona vive descuidadamente y no mantiene con diligencia la relación con Dios, los espíritu podrán regresar. Sin embargo, los que caminan en rectitud no deben tener ese temor. Algunos espíritus se han ido, pero aún otros necesitan ser expulsados. Las personas no son liberadas y atadas nuevamente, y liberadas y atadas, sino que cada vez son liberadas un poco más, hasta que se alcanza la total libertad del rechazo. ¿Cómo puede saber una persona cuándo ha recibido liberación completa? La respuesta es simple: ya no tiene más problemas con el rechazo, como antes. Ya no lo atribulan más las reacciones al rechazo. Algunas veces una persona puede recibir liberación y con todo no sentir nada diferente, y preguntarse por qué es así. Piense en alguien que lleva una carga de cien ladrillos sobre su espalda. Si se le quitan cinco, probablemente no sienta ninguna diferencia en el peso. Si se le quitan otros cinco, nuevamente podría no darse cuenta del cambio significativo. Pero, a medida que continúa el proceso, cinco aquí y cinco allí, la persona comenzará a observar que se produce un cambio. Algunas veces una persona se da cuenta repentinamente que ha sucedido la liberación. Una joven mujer pidió oración luego del servicio del domingo por la mañana. Había luchado con la depresión durante varios años. Cuando recibió oración, no sintió que pasara nada.
118
w
Entender a nuestro enemigo
El lunes, sin embargo, se dio cuenta que la depresión se había ido. No solo eso, sino que el dolor de una herida producida por un latigazo que soportó durante la misma cantidad de años también se había ido. Estaba entusiasmada, pero quería probar esta sanidad antes de testificarla públicamente. Cuando llegó la noche del miércoles, contó a la congregación lo que el Señor había hecho por ella el domingo, y cómo no fue consciente de su libertad hasta el lunes. Puede experimentarse una enorme liberación sin darse cuenta de ello en el momento.
Conversaciones con los espíritus En el relato del hombre endemoniado en Marcos 5, Jesús le preguntó el nombre al demonio, y creo que hay dos razones por las que lo hizo. Hay personas que le preguntan el nombre a los espíritus y aún mantienen conversaciones con ellos, tratan de obtener información. Esté atento porque el testimonio de los demonios no es confiable, ya que mienten y buscarán engañar, si pueden. Tal vez un día necesite pedirle el nombre a un demonio, pero necesita discernimiento. Si el demonio responde dando su nombre, ¿está diciendo la verdad? Ciertamente se requiere discernimiento. Personalmente no recomiendo hacerle preguntas o mantener conversaciones con los espíritus inmundos; he visto a personas que han sido engañadas de esta forma. Yo preferiría preguntar al Señor Jesús esa información, porque Jesús siempre dice la verdad. Hay un don de discernimiento de espíritus y un don de palabra de conocimiento, por lo tanto podemos escuchar a Dios, y no necesitamos apoyarnos en el testimonio demoníaco. Dios ha dejado a la iglesia con los medios, a través del Espíritu Santo, para recibir importantes conocimientos y el discernimiento que abrirá las vidas a su poder de liberación y sanidad. ≈
¿Por qué los cerdos?
Cuando los demonios pidieron ser enviados a los cerdos, Jesús les dio permiso; sabía lo que iba a suceder. Los dos mil cerdos se agitaron de tal manera por esta intrusión que se despeñaron y se ahogaron 4 en el mar. Usted se preguntará ¿por qué Jesús admitió esto? Creo que era más fácil para los demonios salir cuando tenían otra casa a dónde
w
119
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
ir. Ciertamente, fue más fácil para el hombre con la “legión” experimentar liberación. Es extremadamente traumático para una persona recibir una liberación de tales proporciones en poco tiempo. Jesús estaba más preocupado por el hombre que por los animales. El resultado de esta maravillosa liberación fue que el que había estado endemoniado se transformó en normal en todos los aspectos. Podía tener sus propios pensamiento, vestirse, mantener una conversación normal y hacer elecciones racionales. Únicamente Jesucristo pudo traer una transformación de esa naturaleza, y continúa haciéndolo 5 hoy también. ¡Qué maravilloso Salvador que es!
¿Cómo entran los espíritus inmundos? El enemigo tiene muchas oportunidades para entrar en la vida de una persona, y consideraremos algunas de ellas. Desde el vientre hasta la tumba, Satanás busca robar, matar y destruir. Esto no significa que tengamos que temer al enemigo. En realidad, Satanás está atemorizado de que un creyente en Jesucristo reconozca quién es en Cristo, y use la autoridad que Jesús le ha dado sobre las obras de las tinieblas. Además, hablo de los puntos de entrada no para magnificar al enemigo, sino para dejar al descubierto sus tácticas, de modo que podamos estar alertas y contraatacar cuando fuera necesario. El enemigo está atemorizado de nosotros, no debemos temerle. 1. Pecado generacional La práctica del pecado en una vida dará lugar a la actividad de los espíritus inmundos. De hecho, una de las funciones de los espíritus inmundos es llevar a las personas a pecar. A menos que este pecado sea tratado tal como se establece en La Biblia, el enemigo continúa disfrutando del hospedaje en una persona y lo influencia negativamente. No solamente nuestro pecado dará un lugar a los espíritus, sino que si una generación obró en pecado pueden haberle dado lugar a los espíritus. Los espíritus pueden ser derivados en línea generacional y aún encontrar lugar en el vientre materno. La Biblia habla sobre las iniquidades de los padres, que visitan a los hijos hasta la tercera y cuarta generación. Y no termina allí. A menos que
120 w
Entender a nuestro enemigo
se vuelva al verdadero Dios viviente a través de su Hijo Jesucristo, esta infiltración continúa generación tras generación. Cuando Dios le dio los Diez Mandamientos a Moisés, la primerísima orden fue que no siguieran a ningún otro dios aparte de Él. La segunda era no tener ídolos que representaran a otros dioses, ni adorarlos. Si se quebraban estas leyes, habría consecuencias serias. “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen y hago misericordia a millares a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Éxodo 20:5-6).
Era casi medianoche y yo salía de una reunión. Dos personas estaban aún en el edificio, una mujer india y el pastor de jóvenes. La mujer me pidió si podía orar por ella. Al preguntar su nombre, me di cuenta que una maldición operaba en su vida. Reprendí el espíritu de muerte, el cual se manifestó inmediatamente y la mujer cayó al suelo mientras era liberada. A medida que fluía la palabra de conocimiento, hablé en voz alta y quebré cada influencia del hinduismo en su vida. La liberación fue rápida y poderosa, y el pastor de jóvenes fue testigo. Cuando la mujer se puso de pie, dijo que pertenecía a una familia hindú y era la única cristiana en su familia. Estaba encantada con lo que el Señor había hecho por ella. Luego el pastor joven pidió oración. Cuando le pregunté su nombre, me di cuenta que había nacido fuera del matrimonio, y como re6 sultado había estado bajo maldición desde el vientre de su madre. Tomé autoridad sobre los espíritus de rechazo que hubieran encontrado lugar mientras se formaba en el vientre, y él sintió cuando los espíritus se levantaban y se iban. Nuevamente el Señor obró rápida y poderosamente. Cuando terminamos de orar dijo que se sentía maravillosamente. Aparentemente, él y su hermana habían sido concebidos fuera del matrimonio y los adoptaron poco después de su nacimiento. Hacía tan solo dos semanas que habían hablado sobre las luchas tan similares que habían experimentado. Él siguió diciendo: “No veo la hora de encontrar a mi hermana para decirle lo que Jesús ha hecho por mí, porque creo que Él desea hacer lo mismo por ella”.
w
121
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Cada uno de nosotros tiene dos padres al nacer, cuatro abuelos, ocho bisabuelos y dieciséis tatarabuelos, lo que hace un total de treinta personas. ¿Qué tipo de entrada podría haberse abierto en la línea familiar por causa de su pecado? ¿Luchamos en algún área por causa de la atadura que viene por nuestra línea generacional? 2. Pecado personal Solamente porque pequemos no significa que automáticamente nos abrimos a la atadura demoníaca, aunque esto sucede algunas veces. Por ejemplo, la primera vez que una persona comete adulterio, él o ella no solamente podrían dar lugar a los espíritus adúlteros, o fortalecer espíritus adúlteros que ya obraban en su vida, sino que también podría dar lugar a espíritus de culpa y vergüenza. No debemos atemorizarnos en forma equivocada de darle lugar al enemigo, sino temer en forma correcta. El temor del Señor es un temor sano que todos necesitamos más. Este temor nos impide buscar una vida deliberada de pecado, y por lo tanto nos mantiene en lugar seguro lejos de 7 una posible ocupación del enemigo. Como creyentes, cuando somos conscientes de que hemos pecado contra el Señor, debemos inmediatamente arrepentirnos y pedir perdón a Dios y permitir que la sangre de Jesús nos limpie de contami8 nación de pecado y restaure nuestra relación con Dios. Si pecamos y deliberadamente seguimos pecando, y no estamos dispuestos a tratar con el pecado y recibir el perdón de Dios, corremos el peligro de dar lugar a la actividad de los demonios. Las Escrituras nos advierten, tal como hemos visto, a no dar lugar al diablo por no tratar con el peca9 do como es debido. 3. Falta de perdón Aunque la falta de perdón está bajo la categoría de pecado, es una puerta abierta a lo demoníaco, de tal magnitud que merece una mención aparte. Muchos albergan falta de perdón y han dado lugar a las raíces de amargura. “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados” (Hebreos 12:15).
122
w
Entender a nuestro enemigo
La amargura produce problemas tanto a la persona que la alberga como para con los que se asocia. Da lugar al enemigo, y puede impedir que la persona reciba libertad y experimente la sanidad física. Hace unos pocos años, una mujer me pidió oración por sanidad física. Durante años había luchado con muchas dolencias y dolores. La semana anterior había hablado con mi esposa con el mismo pedido. Shirley le dijo que iba a orar por ella cuando tuviera deseos de perdonar a todos los que no había perdonado. Yo le respondí del mismo modo. Era imperioso que perdonara a los que la habían ofendido. Una semana después regresó para recibir oración, ya había perdonado de corazón a los que había sentido amargura. Lo que dijo en ese momento me sorprendió. Había comenzado a confesar al Señor su amargura y el perdón a los que la habían ofendido, pero eran tantos que le tomó siete horas de confesión antes de terminar con todo. ¡Siete horas! Yo no dejo pasar siete minutos ni siete segundos sin tratar la falta de perdón. Tan pronto como siento que alguna amargura quiere entrar en mi vida, inmediatamente trato con eso. Me niego a albergar falta de perdón. Es demasiado costoso. La falta de perdón produce atadura y contaminación. No es necesario decir que una vez la mencionada hermana trató con el pecado de su corazón, el Señor Jesús la tocó en forma significativa. 4. Crisis emocional ¿Existe alguien que no haya experimentado alguna forma de trastorno emocional en uno u otro momento? Si una persona todavía no lo ha tenido, lo tendrá seguramente en el futuro. Sin embargo, el enemigo busca utilizar la crisis emocional para conseguir entrar, si fuera posible. La vida está llena de crisis desde el vientre de la madre hasta la muerte. La crisis por haber sido un aborto que no prosperó. O por llegar al mundo como bebé prematuro y estar aislado del contacto materno cercano durante días, semanas o más. El divorcio que desgarra una familia. Abusos a los niños en infinidad de formas durante su crecimiento: físico, verbal, mental o sexual. Temor por causa de la borrachera de un padre, estallidos de ira o violencia. Persecuciones o rechazo en la escuela. Fracaso en los estudios sin poder nunca tener éxito. Un corazón roto porque en una relación nos dejaron plantados.
w
123
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Casarse y ser rechazado por el cónyuge que elige a otro. Tener un accidente que nos produce serias consecuencias y tener que abandonar planes futuros. La pérdida de alguien muy cercano a través de la enfermedad o por un accidente. Estar traumatizado a través de la guerra civil o tener inquietud. Quedar sin nada de dinero por una injusticia muy grande. Un refugiado que no tiene ningún sitio al que pueda llamar “mi hogar”. Ser sacudido por la pobreza por causa de desastres naturales producidos por el viento, la lluvia, sequía o terremoto. Y la lista es interminable. No es que todos quedan atados por causa de esas crisis, pero muchos sí. Los espíritus de miedo entran durante tiempos de temor. Los de amargura durante tiempos de injusticia. Los de depresión y desesperación durante tiempos de pérdida, y así con otros. 5. Participación en lo oculto Uno de los fenómenos más preocupantes de nuestra generación, particularmente en Occidente, es el aumento de la brujería en varias formas y especies. A través de libros infantiles populares, juegos, video juegos y películas, los productores y promotores salen a hacer dinero y para ello manipulan la actual fascinación hacia la brujería y lo sobrenatural. Se les enseña a los niños a maldecir y ejercer control sobre otras personas a través de esas influencias. Aunque las personas piensen que están jugando, muchos sin saberlo se están abriendo a los poderes demoníacos y atando sus vidas. Mientras tanto, apenan a un Dios amante, que quiso que las personas se relacionen con Él a través del ámbito de la luz, antes que con los poderes satánicos que operan en las tinieblas. Hay un gran precio que se paga por entrar en el ámbito de operación de los espíritus malvados. Las maldiciones abundan sobre los que hacen esas cosas. Es verdad, Satanás, a veces permite que los que promueven esa actividad malvada se vuelvan muy ricos, pero ¿qué es la riqueza temporal comparada con rendir cuentas a Dios y el juicio venidero? Jesús dijo: “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo y perdiere su alma?¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? (Mateo 16:26).
124
w
Entender a nuestro enemigo
Para cualquiera que participa de actividades ocultas, es imperioso que cambie su mente de lo que hace, y renuncie a tales prácticas y a cada espíritu al que ha dado lugar a través esa actividad. 6. Pronunciamientos y votos Las palabras tienen más influencia y poder que lo que la mayoría de nosotros tiene conciencia. La Escritura dice que la muerte y la vida están en el poder de la lengua. Las palabras pueden ser tomadas por Dios para impartir aliento y bendición, o pueden ser tomadas por 10 los espíritus malvados para traer desaliento y maldición. Por supuesto, muchas palabras son neutrales y no atraen ninguna de estas dos unciones; de todos modos necesitamos estar atentos sobre lo que decimos, porque podemos maldecir en lugar de bendecir. Recuerdo vívidamente a la señora de la casa de al lado cuando yo vivía en Australia, que maldecía a su hijo en momentos de ira; le gritaba: “Te odio, te odio. ¡Si pudiera matarte!” ¿Cómo piensa que esas palabras habrán afectado a su hijo de cuatro años? Otra señora que conocemos quería reconciliarse con el padre que la había rechazado toda la vida. Cuando lo visitó en su lecho de muerte, esperando escuchar palabras a amor y aceptación, él siguió maldiciéndola y diciéndole que la odiaba. ¿Piensa que esas palabras pueden haber jugado un papel importante para que ella intentara suicidarse luego de fracasar en esta reconciliación? Otras personas hacen votos internos que los atan y les impiden entrar en las provisiones y bendiciones de la vida:
• “Nadie más me va a herir” • “Nunca me casaré” • “Nunca más confiaré en nadie”. Y muchas otras. Al hacer esos votos, uno está en peligro de quedar atado a un espíritu malvado que buscará que ese voto se produzca. 7. Ignorancia Si una persona ignora estas cosas, está en desventaja. Un grupo de nosotros visitó un país europeo por primera vez. Al llegar, fuimos a un restaurante y pedimos el menú. Se nos dijo que no había menú y
w
125
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
que teníamos que comer lo que se ofrecía. Al terminar nuestra comida pagamos la factura, sin darnos cuenta que estábamos pagando tres veces lo que habíamos consumido. Una vez que supimos los precios de las comidas en el país, no ordenamos más una comida, a menos que pudiéramos ver el menú con el precio al costado. Fuimos presa fácil de un lugareño que se dio cuenta que éramos recién llegados. Nuestra ignorancia nos puso en desventaja. Los demonios buscarán robarnos la libertad si no estamos seguros de qué es lo normal y qué lo anormal. Podemos soportar una maldición, en lugar de experimentar una bendición, si no sabemos la voluntad de Dios sobre un tema. Por ejemplo, muchos cristianos andan bajo la maldición de la enfermedad, creen que es Dios el que desea que soporten tal aflicción. Si creemos esto, no buscamos la sanidad o no somos capaces de desatar la fe en Dios para obtenerla. En Las Escrituras, vemos que Jesús no solamente tomó nuestros pecados sobre sí mismo en la cruz y se los llevó, sino que también tomó nuestras enfermedades y dolencias. La voluntad de Dios es que experimentemos 11 las dos cosas: perdón y sanidad. Resulta de ayuda leer Deuteronomio 28, que hace una lista de bendiciones que siguen a los que obedecen a Dios, y de maldiciones a los que desobedecen. Muchas personas están cargadas con maldiciones, creen que es Dios el que desea que estén en ese estado. No seamos ignorantes. Seamos personas informadas a través del conocimiento de la Palabra de Dios. Recientemente una pareja del liderazgo de nuestra iglesia me pidió que orara por ellos para liberación. Les pregunté si tenían áreas donde sabían que necesitaban liberación. El esposo no tuvo dificultad en nombrar algunas, pero la esposa dijo que no estaba consciente de ninguna. Sondeé un poco; esperaba que ella pudiera expresar alguna área de oración para recibir liberación, pero no estaba consciente de ninguna atadura. Afortunadamente, el Señor nos conoce bien y está interesado en que obtengamos libertad. Al comenzar a orar quedaron expuestas fortalezas de temor. Esta querida mujer estaba completamente atada por el miedo y había luchado con temores durante toda su vida. No había conocido otra cosa que una vida dominada por el miedo. Por causa de que esto se había vuelto “normal”, no conocía otra forma de estar. Podía con toda honestidad decir que no estaba consciente de ninguna necesidad. Funcionaba en un nivel muy por debajo de lo que
126 w
Entender a nuestro enemigo
Dios deseaba que estuviera. La ignorancia puede dar al enemigo una oportunidad para aprovecharse de nosotros. Hay muchas otras maneras que dan oportunidad a los espíritus malos para entrar en una vida, pero vamos a avanzar para descubrir de qué manera podemos ser libres de los espíritus que nos atan. Antes de hacerlo, sin embargo, hay una pregunta importante que debe ser respondida.
w
127
Capítulo 10
¿Puede un cristiano estar poseído?
E E
sta es una pregunta frecuente, y la respuesta es de gran importancia. En este capítulo consideraremos Las Escrituras que dan un entendimiento claro sobre este tema. En primer lugar, sin embargo, deberíamos ver lo que significa “posesión”. Su primer significado en el Diccionario Inglés Collins es “Tener algo como nuestra propiedad, propio”. Otro es “Obtener control sobre” o “Dominar”. La palabra “posesión” figura como “Cualquier cosa que pertenece o es poseída; el estado de estar controlado o dominado por o como si lo fuera por malos espíritus”. Ahora veamos el idioma griego del que derivan nuestras traducciones del Nuevo Testamento. La palabra que con frecuencia se traduce como “poseído demoníaco” es daimonizomai. De acuerdo con la Concordancia Strong y el Diccionario Expositivo Vine de las palabras del Nuevo Testamento, este término significa “Estar dominado por un demonio, tener un demonio, ser vejado por un demonio, estar poseído por un demonio o actuar bajo el control de un demonio”. Cuando uno piensa sobre posesión tiende a pensar en propiedad. Por lo tanto, cuando se hace la pregunta: “¿Puede un cristiano estar poseído?” la respuesta debería ser, no. Esto es, un cristiano no es propiedad del diablo, sino propiedad de Dios. Sin embargo, si la pregunta se hace de otra forma: “¿Puede una cristiano tener un demonio o
w
129
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
actuar bajo el control de un demonio?” la respuesta tendrá que ser, sí. La palabra “posesión” no figura nunca en los pasajes de La Biblia donde los malos espíritus son expulsados de los individuos. Las palabras griegas para propiedad o posesión tales como katecho, ktaomai, huparcho, echo, periopoiesis, chorion, ktema y huparxus no están en el texto original. La idea de posesión es la interpretación del término griego que hacen los traductores. La versión Vulgata Latina de La Biblia, preparada por San Jerónimo en el siglo IV, traduce daimonizomai con la simple expresión: “tener un demonio”. La Biblia habla de doctrinas o enseñanzas de demonios: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1).
Una de las doctrinas con que los poderes demoníacos han engañado con gran éxito a los cristianos, es hacerles creer que no pueden estar atados por un espíritu malo. La cristiandad occidental en particular ha abrazado esta mentira. Como resultado, muchos cristianos luchan innecesariamente con conflictos interiores para los que no encuentran respuestas en sus iglesias. La lógica dice que si un cristiano no puede estar atado por demonios, no necesita tampoco experimentar liberación de los demonios.
¿La liberación es para los cristianos o para los que no lo son? La liberación es básicamente para los que vienen a Cristo y eligen seguirlo y servirlo. No conozco a ningún evangelista que vaya por todas partes liberando a las personas de las ataduras demoníacas y diciéndoles que no necesitan seguir a Jesús, o que pueden continuar viviendo en pecado una vez que han recibido libertad. En lugar de eso, el evangelista proclama: “Venga a Jesús el Hijo de Dios, Él le ama y murió sobre una cruz por usted. Su muerte y resurrección han abierto el camino al Padre. Deje su pecado y ríndase a la demanda de Cristo. Hay perdón,
130 w
¿Puede un cristiano estar poseído?
liberación y sanidad a través de Jesucristo. Elija seguir a Jesús ahora. Confiéselo como su Señor. Permita que lo llene con el Espíritu Santo”. Es cuando las personas responden a Cristo que se ora por ellas para que reciban liberación y sanidad. Jesús enseñó claramente, tal como hemos visto, que cuando un espíritu inmundo sale de una persona buscará regresar y traer otros espíritus. Esa es la razón por la que la “casa” necesita estar ocupada o llena de la Presencia del Señor Jesús. Si los no cristianos reciben oración por liberación y no eligen permitir a Jesús que tome el control de sus vidas, no existe garantía de que podrán retener ninguna libertad que reciban.
Salvos durante la liberación Dos recientes experiencias me han confirmado el poder de la oración de liberación por los no creyentes cuyos corazones buscan a Dios. Un domingo, en una iglesia de Europa, tenía que predicar el evangelio en un servicio especialmente diseñado para alcanzar a los no cristianos. Antes de comenzar pregunté si había muchos de ellos en la reunión. Me señalaron a una pareja y su hija en la segunda fila, y a algunos otros. Cuando fue el momento de ministrar oración, luego de predicar, esta familia respondió. A través de un intérprete, me pidieron que orara por la hija que tenía asma. Le pregunté a la esposa si ella era cristiana, y dijo que sí. Había abierto su corazón a Cristo durante la reunión cuando hice repetir la oración de salvación. El esposo, sin embargo, me dijo que no era creyente. Cuando le pregunté si deseaba rendir su vida a Cristo, dijo que no. Pero que deseaba recibir oración por sanidad de una condición asmática. Levanté mi corazón al Señor y le pregunté qué hacer. El hombre no era cristiano, aparentemente no quería serlo y, sin embargo, pedía por sanidad. Me sentí guiado a continuar y orar por él. Al tomar autoridad sobre los espíritus de enfermedad, se manifestaron y él cayó al suelo. Luego de unos pocos minutos, mientras estaba en el piso en medio de manifestaciones, le escuché dar gracias a Jesús. Dejé de orar y le
w
131
LA
B ATA L L A P O R T U A L M A
pregunté si ahora estaba listo a dar su vida a Cristo. Me dijo que sí. En ese momento y allí, acostado sobre su espalda en el frente de la iglesia, le pidió a Dios que lo perdonara, y le dio la bienvenida a Jesús a su vida. Luego descubrimos algo que ni su esposa sabía. Hacía dos años que él leía La Biblia secretamente. Había buscado a Dios, su corazón estaba abierto al Señor. En otra oportunidad, mientras hablaba en una Escuela de Entrenamiento de Discipulado (DTS) de Juventud con una Misión (YWAM), me dijeron que una de las estudiantes de Corea del Sur no era cristiana. Antes de comenzar la escuela había estado en contacto con los líderes, para decirles que no era cristiana, pero que buscaba a Dios y pedía ser admitida. El personal oró y sintió que debían permitirle venir. El jueves, a pedido suyo oramos por ella junto jun to con una de las señoras seño ras del persona pers onal. l. Aquí estaba esta ba una u na no criscris tiana, que pedía oración por liberación. El Espíritu Santo nos guió de qué manera orar durante treinta minutos aproximadamente. Fuimos contra los espíritus de descreimiento, entre otros, que cegaban su mente y hacían que no pudiera entender el evangelio. Su trasfondo era budista. Durante todo el tiempo que orábamos hubo evidentes manifestaciones demoníacas mientras era liberada. De pronto gritó: “¡Ahora puedo creer; ahora puedo creer!” Entonces oró al Señor Jesús y tuvo un significativo encuentro transformador de vida con Él. Recibió el perdón de los pecados y el regalo de la vida eterna. Continuamos orando y echando otros espíritus de su vida. Inesperadamente, su cuerpo se curvó hacia atrás cuando ciertos espíritus se manifestaron. Me M e tomó de la mano izquierda y la apretó con fuerza, con tanta fuerza, en realidad, que me dolía porque tenía mi anillo de casamiento en un dedo y se había cortado la circulación de la sangre. Mis dedos se pusieron azules. Así, repentinamente, vino una gran liberación a su vida, y como resultado me soltó la mano, por lo que estuve muy agradecido. Estaba llena de profunda gratitud a Dios por lo que Él hacía en ella, y tenía un gran gozo que solamente el Señor puede darle. Aunque Aun que no era cristiana cuando comenzó la oración, también vino a Cristo en medio de la liberación que recibía. Dios la tocó porque trataba de encontrarlo y conocerlo.
132
w
¿Puede un cristiano estar poseído?
Espíritu, alma y cuerpo Antes de que veamos las Escrituras que claramente indican que un cristiano puede estar bajo la influencia de los espíritus malos, consideremos cómo fue hecho el ser humano. Fue creado en un nivel más alto que los animales. El hombre tiene un espíritu, en tanto los animales no. El hombre ha sido creado a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26). El apóstol Pablo oró: “Y el mismo Dios de paz pa z os santifique santif ique por completo, complet o, y todo vuestro vuest ro ser, ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23).
El hombre, a través de su espíritu, tiene conciencia de Dios, y a través de su alma tiene auto conciencia; y a través de su cuerpo tiene conciencia del mundo. ≈
El Espíritu del hombre
Es a través de nuestro espíritu que nos comunicamos con Dios. Es con nuestro espíritu que adoramos a Dios (Juan 4:24). Es dentro de nuestro espíritu que Jesús viene a habitar cuando lo confesamos como Señor. Se produce un nacimiento espiritual cuando decimos “Sí” a Jesús. “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Juan 3:6).
Es en nuestro espíritu que tenemos el testigo de que somos hijos de Dios: “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo” (1 Juan 5:10). “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hi jos de Dios” (Romanos 8:16).
w
133
LA
≈
B ATA L L A P O R T U A L M A
El alma del hombre
El ámbito del alma comprende nuestra mente, emociones y voluntad. Nuestra mente: “Yo pienso”. Nuestras emociones: “Yo siento”. Nuestra voluntad: “Yo quiero”. Muchas de nuestras luchas y batallas suceden aquí, particularmente en la mente. El ámbito del alma está sujeto a infiltración demoníaca. Es aquí donde un cristiano puede “tener un demonio” o “actuar bajo el control de un demonio”, o podríamos utilizar una transliteración de la palabra daimonizomai y decir estar “demonizado”. ≈
El cuerpo del hombre
El cuerpo, a través del que nos comunicamos con el mundo a nuestro alrededor por medio de nuestros cinco sentidos, es un lugar de habitación para los dos, nuestra alma y nuestro espíritu. Nuestro cuerpo es la casa en la que vivimos durante nuestra residencia terrenal. Una vez que nuestras funciones corporales se detienen, somos liberados hacia el ámbito de la eternidad. El ámbito físico es otra área donde un cristiano puede “tener un demonio” o “actuar bajo el control de un demonio”, o estar “demonizado”. “ demonizado”. Muchos luchan continuamente con una enfermedad u otra. Por otro lado, los no creyentes pueden dar entrada a los malos espíritus no solamente dentro de los ámbitos del alma y el cuerpo, sino en su espíritu también, porque no tienen como los cristianos al Espíritu Santo que habita en ellos.
El Tabernáculo de Moisés Cuando Dios le dio instrucción a Moisés para que edificara un TaTabernáculo en el que Él iba a residir, residir, debía tener tres secciones; el atrio exterior, exterior, iluminado por la luz del sol, el lugar santo, iluminado por el candelabro de siete brazos, y el lugar santísimo, iluminado por la misma presencia de Dios. Era sobre el lugar santísimo que el Señor se hacía presente en una columna de nube de día y una columna de fuego 1 durante la noche. Era en el lugar santísimo que únicamente el Sumo 2 Sacerdote podía entrar en el Día de la Expiación y Dios le hablaba. Cuando Dios habitó con su pueblo, Israel, bajo el Antiguo Pacto, fue en el lugar santísimo.
134
w
¿Puede un cristiano estar poseído?
Tal como el Tabernáculo comprendía tres partes, así es nuestra vida: espíritu, alma y cuerpo. Es en el santuario interior de nuestro espíritu que Dios hace su habitación. Como creyentes en Cristo, nuestros cuerpos son ahora templos del Espíritu Santo. Cada cristiano verdadero tiene al Espíritu Santo que vive en su espíritu o, tal como decimos habitualmente, en el corazón. Sabemos por experiencia, sin embargo, que podemos tener a Jesús viviendo en nuestro corazón y aún así luchar con un área de atadura o aflicción en el ámbito del alma –mente, emociones, voluntad– o en nuestros cuerpos físicos. No es que estemos “poseídos por un demonio” –perteneciendo completamente y controlados por Satanás– sino que puede haber un área o varias en las que estemos en atadura, o bajo la influencia de un poder demoníaco, afligidos, demonizados, o cualquier otro término que eli jamos usar. Personalmente, puedo confesar esta realidad. Durante años como cristiano y evangelista luché con aflicciones tanto en el ámbito del alma como en el físico. Nadie podía ayudarme o aún entender mis luchas. Estaba demonizado, y no lo sabía. Todo lo que sabía era que tenía grandes conflictos en mi interior de los que no podía encontrar liberación. Afortunadamente, llegó el tiempo cuando entendí el origen de estas aflicciones, y cómo llegar a ser libre. Años atrás Shirley y yo estábamos en una ciudad para asistir a una serie de reuniones sobre guerra espiritual y liberación, invitados por la Comunidad Internacional de hombres de negocios del Evangelio Com pleto (FGBMFI). Algunos ministros de cierta denominación pentecostal estaban en contra de esas reuniones y mucho menos querían que su gente fuera influenciada. Se acordó una reunión entre los ejecutivos de FGBMFI y un grupo de pastores de esta denominación. La preocupación de los pastores era nuestra enseñanza acerca de que un cristiano podía estar atado por demonios que, por supuesto, ellos no creían. Mientras hablábamos, les dije a los pastores que realmente creíamos las mismas cosas, pero utilizábamos diferentes términos. Les pregunté si creían que un cristiano puede tener ataduras o estar afligido. En eso no había problemas, porque todos saben que un cristiano puede estar atado por algo, pero de allí a reconocer que se trataba de un demonio era otro asunto. No mucho tiempo antes de esta reunión, cierto evangelista muy conocido de la televisión, que tuvo un poderoso ministerio durante
w
135
LA
B ATA L L A P O R T U A L M A
muchos años, había quedado expuesto públicamente por mala conducta sexual. Desdichadamente, estas noticias habían recorrido el mundo. Los problemas del evangelista arrancaban desde su niñez y aparentemente había luchado con problemas sexuales durante muchos años. Como sabía que estos hombres habían respetado alguna vez a ese evangelista y su ministerio, dije que si este evangelista no había experimentado liberación de ataduras demoníacas desde el momento en que su pecado había sido revelado, entonces necesitaba liberación de los espíritus malos relacionados con su atadura sexual. El pastor más anciano entre ellos, por lo menos en edad, afirmó que ese evangelista no era cristiano. Dijo esto porque no estaba dispuesto a reconocer la posibilidad de que un cristiano pudiera estar atado por espíritus malos. Aunque estaba sentado, me puse de pie en mi interior. Mirándolo directamente a los ojos, expresé que en su corazón sabía que este hombre era un cristiano, y supe que hablaba una palabra de verdad. Bajó su cabeza y no discutió nada más conmigo. La atmósfera completa cambió. Uno del grupo se abrió y pidió ayuda por un área que hacía tiempo estaba atada en su vida. Habíamos regresado al mundo de la realidad. Los cristianos pueden estar en atadura y necesitar liberación. Al llegar el momento de concluir la reunión, y ya sin hostilidad, estuvimos aún riéndonos juntos. Al día siguiente uno de los pastores telefoneó y me pidió si podía encontrarme con él en un hospital psiquiátrico local, para unirme en oración por una de los miembros de su iglesia. Una mu jer que era enferm enf ermera era había hab ía tenido ten ido un colaps col apsoo nerv n ervios iosoo y necesi nec esitataba ayuda. Las personas en todas partes luchan con áreas de atadura en sus vidas, sean cristianos o no. Como cristianos, tenemos una fuente de fuerza y poder que los que están en el mundo no tienen. Gracias a Dios que Jesús está en la tarea de liberar a las personas hoy. A los que luchan para entender cómo una persona puede tener al Espíritu Santo y un espíritu malo al mismo tiempo, con frecuencia les pregunto: “¿Puede una persona tener al Espíritu Santo en su vida y tener pecado al mismo tiempo?” Esto, por supuesto, no es difícil de aceptar. Todo cristiano sabe por experiencia personal cuándo ha pecado, si quizás sigue en pecado, que necesita arrepentirse y ser perdonado.
136 w
¿Puede un cristiano estar poseído?
Jesús no abandona nuestro corazón por causa del pecado; sin embargo, por supuesto, la habitación del Espíritu de Dios está afligida si persistimos en pecado. Si los cristianos pueden tener las “tinieblas del pecado” obrando en su vida, entonces ciertamente pueden tener las “tinieblas de un espíritu malo” obrando en sus vidas del mismo modo. El pecado atrae y da lugar a la actividad demoníaca. He escrito otros dos libros de liberación; el primero se llama Cristiano, libérate, el segundo, Libre de temor. El primer libro fue escrito luego de que Shirley y yo visitamos cierta cantidad de misiones en Papua, Nueva Guinea. Mientras viajábamos de regreso a Australia analicé nuestro tiempo allí. En cada lugar, los mismos misioneros nos habían pedido que oremos por ellos para ser liberados de ataduras demoníacas. Eran personas clave con buenos ministerios, que estaban como pioneros en el reino de Dios, y con todo estaban conscientes de que había necesidades en sus propias vidas. Esta necesidad entre los misioneros me movió a escribir para ayudar a otros como ellos; les enseñé cómo podían colaborar con el Señor para salir de las ataduras a la libertad. No debemos sentirnos avergonzados de reconocer que tenemos problemas en nuestras vidas y de que estamos necesitados de ser liberados en áreas de aflicción demoníaca. “Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8).
¿Qué dicen Las Escrituras? Los siguientes son algunos de los muchos pasajes que creo que indican claramente a los que tienen sus corazones abiertos, que es posible que un cristiano esté bajo la influencia o control de los poderes demoníacos. Las buenas nuevas, por supuesto, son que los cristianos pueden ser liberados. ≈
Mateo 6:9-13
Esta oración de Jesús, comúnmente conocida como el Padrenuestro, fue para enseñar a sus discípulos a orar. La oración concluye:
w
137
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
“Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.”
La palabra “mal” en griego es poneros, la que es traducida en varias Biblias con las palabras “malo, maligno, el malo, cosas malas, mal, malvado, daño, persona malvada, maldad, malicia y penoso”. En la paráfrasis de La Biblia Amplificada el versículo se lee simplemente: “Y no nos metas en tentación, sino líbranos del malvado”. Tanto “mal” como “el malo” son traducciones correctas y ambas pueden ser usadas para traducir poneros. La Nueva Versión Internacional, por ejemplo, dice “Y líbranos del maligno”. Jesús enseñó a sus discípulos a orar al Padre para ser librados del malvado. El malo es el diablo; esta una de las palabras que la Concordancia Strong da como traducción de poneros. Si no fuera posible que un cristiano estuviera atado por el malo, ¿por qué Jesús enseñó a sus discípulos a orar por liberación? Obviamente, un cristiano puede estar atado por el malo, y Jesús por lo tanto enseñó a sus discípulos a orar así. ≈
Efesios 4:26-27:
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar [oportunidad] al diablo”.
En el margen de mi Biblia vienen generalmente los significados de las palabras. La palabra “oportunidad” significa “un lugar”, de la palabra griega topos, de las que derivan palabras como “topografía”. Otra versión utiliza la palabra”lugar”. El contexto de esta Escritura es el enojo. Hay un enojo que no es pecado, pero puede cruzarse la línea del enojo correcto al equivocado, y en ciertas vidas se lo cruza con mucha frecuencia. Somos exhortados a tratar con las dificultades el día que se producen, aún antes de que se ponga el Sol. Si no tratamos con la forma de enojo equivocada, podemos dar lugar al diablo, esto es, a los espíritus malos. Mi hijo más joven, un adolescente, con frecuencia visita a un amigo en un lugar no muy lejos de nuestra casa. Algunas veces, mientras se despide, le digo que regrese a casa a cierta hora y que no llegue más tarde. Si eso fuera imposible, no tendría por qué mencionárselo. Del
138
w
¿Puede un cristiano estar poseído?
mismo modo, si fuera imposible para un cristiano dar lugar al diablo, no habría necesidad de que Las Escrituras nos dijeran que no demos lugar al diablo. Por causa de que un cristiano puede dar lugar al diablo, La Escritura nos exhorta a no hacerlo. Durante un campamento de verano ministraba liberación a una mujer en presencia de su esposo. En aquel momento, no sabía que su esposo –uno de los líderes de la iglesia– no creía que un cristiano podía estar endemoniado. Era un buen hombre, pero tenía problemas con el enojo. Su enojo estallaba de pronto y esto lo preocupaba mucho. Sin pensarlo, de pronto dejé de orar por la esposa, señalé al hombre y le hablé a un espíritu en el: “Tú, espíritu de asesinato, sal de él en el Nombre de Jesús”. Luego de una breve pausa, un espíritu de asesinato salió a la superficie y durante los próximos minutos él se transformó en “otro hombre”. Se levantó y vino hacia mí como un animal salvaje, agitando sus brazos y con las manos como garras en el aire. Sin saberlo yo, cuando él era adolescente había tomado un arma de fuego con la intención de matar a su padre. Solamente cuando otros lo impidieron eso se evitó. Este hombre estaba consciente de lo que pasaba a medida que los espíritus de asesinato surgían, pero no podía controlar lo que sucedía. Ese día recibió liberación de los espíritus de asesinato y enojo. Nunca más tuvo dudas sobre el hecho de que un cristiano podía estar atado por un demonio. No existe nada como ser uno mismo liberado por el poder de Dios. Tal como lo recordábamos años después, me dijo que cuando los espíritus de asesinato se manifestaron, querían matarme. Delante mismo de sus ojos repentinamente me volví invisible y él estaba consciente de los espíritus que agitaban las garras en el aire delante de él, pero ¡no había nadie a quien dañar! Dios es bueno. En caso de que este incidente lo alarme, permítame decirle que no estoy atemorizado de tratar con las manifestaciones demoníacas o de cualquier otra que pueda suceder. Ni tampoco usted debería estarlo si es creyente en Cristo. El enemigo es el que en realidad nos teme. Di jo Jesús: “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” (Lucas 10:19).
w
139
LA
≈
B AT A L L A P O R T U A L M A
1 Juan 5:18-19:
“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca. Sabemos que somos de Dios y el mundo entero está bajo el maligno [poneros]”.
La Biblia Amplificada dice: “Sabemos [absolutamente] que todo aquel que ha nacido de Dios no [deliberadamente y a sabiendas] practica el cometer pecado, sino que Aquel que fue el Hijo único de Dios lo guarda cuidadosamente y lo protege. –La divina presencia de Cristo dentro de usted lo preserva contra el mal– y el maligno no lo atrapa (lo agarra) o toca. Sabemos [positivamente] que somos de Dios, y el mundo entero [a nuestro alrededor] está bajo el poder del maligno”. Estos versículos hablan sobre una persona que no comete pecado en forma deliberada y a sabiendas, y por lo tanto el maligno no lo toca. La palabra griega traducida “tocar” es haptomai, que significa “adherirse a” o “palpar”. A medida que caminamos en las sendas de justicia, esto es, en los caminos que son rectos y agradan a Dios, el maligno, el diablo, no puede adherirse a nosotros. Por lo contrario, si deliberadamente y a sabiendas elegimos caminar en las sendas de in justicia, esto es, en los caminos que no son rectos y desagradan a Dios, estamos en peligro de “dar lugar al diablo” o permitir a un espíritu que se “adhiera a nosotros”. Simplemente porque pequemos siendo cristianos no significa que automáticamente nos abrimos a un área de atadura demoníaca. Sin embargo, si elegimos continuar en pecado existe un peligro real de abrirnos nosotros mismos a las ataduras demoníacas: ≈
2 Corintios 10:3-5:
“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”.
140 w
¿Puede un cristiano estar poseído?
Aunque vivimos en un cuerpo físico, no utilizamos armas materiales o terrenas para vencer a los poderes de las tinieblas. El Señor nos ha dado armas espirituales que son poderosas a través de Dios para la destrucción de fortalezas. ¿Dónde están ubicadas muchas de estas fortificaciones o fortalezas? En la mente, la que está en el ámbito del alma del hombre, porque las especulaciones y pensamientos, sin dudas, tienen que ver con la mente. Cuando nos damos cuenta de la actividad de los espíritus malos, es posible que le otorguemos al diablo cada cosa mala que nos sucede. Algunas personas pueden excederse y volverse desequilibradas en la manera en que piensan y actúan. Y, por el contrario, puede ser que casi no se reconozca a Satanás cuando actúa, porque con frecuencia él encubre su actividad. Luego veremos cómo es posible saber si es un demonio la causa de un problema que tenemos. ¿Alguna vez estuvo olvidadizo? ¡Quién no! ¿Lucha con constantes olvidos? Hace algunos años oraba por un amigo cristiano que tenía un gran problema con el olvido, de tal magnitud que decidió buscar ayuda. Podemos llegar a aceptar muchas cosas que Dios no quiere que aceptemos. Muchas veces necesitamos despertarnos y hacer algo sobre un problema. Este hombre tenía un negocio que le requería trasladarse manejando por toda la ciudad, de acuerdo a llamados que recibía. Una vez tras otra se olvidaba que tenía que doblar en una calle, y se daba cuenta cuando ya estaba bastante lejos. Hasta cuando volvía a su casa desde el trabajo, con frecuencia se olvidaba de doblar en la carretera y, como resultado, se sentía muy frustrado y quería una solución a su problema. Reconociendo que necesitaba liberación de espíritus de olvido, tomé autoridad sobre ellos en el Nombre de Jesucristo y les ordené que soltaran su mente. Mientras continuábamos en guerra espiritual, quería que él aprendiera cómo tomar autoridad sobre el enemigo tal como yo lo hacía, así que le pedí que continuara tomando autoridad durante un tiempo. Ahora, recuerden, él había venido para recibir oración solamente en un área, la de los olvidos. Se detuvo por unos breves momentos y dijo: “¿Con qué área estamos tratando? Me olvidé”. Verdaderamente tenía una fortaleza de olvidos en su mente y necesitaba liberación de estos espíritus. Simplemente porque tengamos una tendencia a olvidarnos cosas, no quiere decir que tengamos que ser liberados. Pero
w
141
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
algunos que leen este libro sí necesitan liberación de malos espíritus de olvido. Durante años luché con la distracción. Es cierto que todos nos distraemos algunas veces, pero en mi caso era un problema grande. Me sentía muy frustrado y angustiado por todo el tiempo que perdía y las cosas que quedaban sin atender. Todo a causa de la distracción. Entonces me di cuenta de cómo trabajan los espíritus malos y cómo pueden influenciar la mente. Hoy estoy libre de la atadura de distracción que me atribuló durante años. Los cristianos pueden estar bajo la influencia de los poderes demoníacos en la mente y necesitar liberación. ≈
Mateo 18:21-35
En este pasaje leemos sobre la importancia del perdón. Jesús contó una parábola de un esclavo que le debía diez mil talentos a un rey, lo que representaría más o menos diez mil dólares. Por causa de que el esclavo no podía devolver la deuda, el rey ordenó que él, su esposa e hijos fueran vendidos junto con todo lo que poseía. El esclavo se postró delante del señor y le rogó que le concediera tiempo para devolver todo lo que debía, pero el rey hizo más que eso. Liberó al esclavo de su deuda total. ¡Ese sí que es un rey! Este afortunado esclavo tenía un compañero esclavo que también le debía, pero representaba el equivalente de un día de sueldo. Lo buscó, lo tomó por el cuello y le demandó el pago completo. Como necesitaba un poco de tiempo, este segundo esclavo respondió con las mismas palabras que el primero había utilizado delante del rey, pero no hubo misericordia para él. Fue rápidamente arrojado en prisión hasta que la deuda fuera pagada. Cuando el rey se enteró que el hombre a quién él había perdonado tanto no estaba dispuesto a perdonar a otro algo tan pequeño, se enojó muchísimo. Llamó al esclavo inmisericorde y lo reprendió, lo tildó de malvado. “Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que debía” (Mateo18:34).
¿Quiénes son los torturadores o verdugos? Los espíritus malos. La historia no termina allí. Jesús relató esta parábola para enseñarnos.
142
w
¿Puede un cristiano estar poseído?
“Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas” (Mateo 18:35).
Jesús hablaba con Pedro, uno de sus discípulos, mientras le refería esta parábola. Cualquier creyente que siga sin perdonar en su corazón y permita que la amargura tenga un lugar, será entregado por el Padre a los verdugos o espíritus malos. Muchos cristianos y podría decir, muchos no cristianos, están en las manos de los verdugos hoy. No hay tiempo de consejería o de oración que otros puedan dedicarle que traigan liberación de esa atadura, hasta que la persona que necesita perdonar se decida a hacerlo de corazón. Era sábado por la noche en una Universidad cristiana donde se había realizado un seminario de liberación. Luego de la enseñanza de Las Escrituras, deseábamos que el Señor confirmara su Palabra. Sin que yo lo notara, una joven mujer que vivía cerca, se deslizó hacia la fila del frente de la reunión en el momento en que estaba alentando a las personas a que miraran al Señor Jesús para que tocara sus vidas y trajera liberación y sanidad. Después supe que cuando ella se dio cuenta de lo que estaba por suceder, había dicho al Señor: “Oh, Señor... muéstrame tu poder”. Hacía pocos meses que era cristiana. Al comenzar el tiempo de ministración, los poderes demoníacos que la tenían cautiva se manifestaron en una forma dramática que llamó la atención de todos en la fila de adelante en la reunión. Tomé autoridad sobre los espíritus y les ordené que la abandonara, y durante unos minutos se produjo una batalla, pero no la veía libre. Llamé a algunos miembros del equipo de ministerio, y les pedí que la sacaran de la reunión y la ministraran en privado. Como el cuarto donde la llevaron no estaba lejos, durante una hora o más, mientras Dios continuaba tocando a las personas en la reunión, todos podíamos escuchar las manifestaciones demoníacas que venían de aquel cuarto. Poco después de que la llevaron fuera de la reunión, supe algo de lo que sucedía en la vida de esta joven mujer, y hablé a los que estaban reunidos sobre este punto de enseñanza. Dije que era consciente de que ella no había perdonado en su corazón y que no quedaría libre hasta que estuviera dispuesta a perdonar a los que la habían ofendido. Afortunadamente, aquellos que la estaban ayudando la confrontaron con ese mismo trema. Tan pronto como pude, me uní al equipo y
w
143
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
me pidieron que me hiciera cargo. Esta joven mujer había sido herida profundamente por su padre y su anterior novio. Las cosas que había sufrido por causa de su novio eran tan malas que jamás se las he contado a nadie, porque no quiero poner en la mente de nadie lo que una persona puede hacer cuando le permite reinar al pecado. Tenía toda la razón de estar llena de odio como lo estaba. Como sé la importancia del perdón para el corazón, continuamos alentándola a perdonar, pero cada vez que intentaba decirlo era tomada por los espíritus de odio en su interior, los que no querían perder el lugar que tenían en su vida. Su lengua estaba atada. Le tomó un tiempo, pero en su momento pudo expresar el deseo de perdonar, y así pudimos dirigirnos a los espíritus de odio que eran tan poderosos en su vida. Una libertad maravillosa vino sobre ella cuando echamos los demonios, y fue llena del Espíritu Santo. A medianoche, estaba cantando alabanzas a Dios y disfrutando una saturación en la Presencia de Dios. Otro cristiano que perdonó desde su corazón y quedó libre de ataduras demoníacas. ≈
Hechos 8:9-24
Felipe, el evangelista, predicaba en la ciudad de Samaria y las multitudes venían a Cristo al escuchar La Palabra y ver los milagros que sucedían. Las personas eran liberadas de demonios y se producían poderosas sanidades físicas. En la ciudad había un hombre llamado Simón, que era conocido por todos, porque practicaba la magia. Había ganado gran reputación por causa de sus artes mágicas, pero cuando vio lo que Jesucristo estaba haciendo en las vidas de las personas, reconoció una dimensión mucho más grande de poder. Mientras muchos daban sus corazones a Cristo, el también respondió: “También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siem pre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito” (Hechos 8:13).
Creyó, fue bautizado en agua, y permanecía; todas eran señales de que Simón se había entregado verdaderamente a Cristo. Ya no practicaba la magia (versículo 9).
144
w
¿Puede un cristiano estar poseído?
Cuando los apóstoles en Jerusalén escucharon lo que sucedía en Samaria, vinieron a la ciudad y comenzaron a imponer sus manos sobre los nuevos creyentes, que fueron llenos del Espíritu Santo. Cuando Simón vio esta dimensión de poder operando, deseó también moverse así, y ofreció dinero a los apóstoles. Pedro lo reprendió fuertemente y le dijo: “Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás” (Hechos 8:22-23).
Muy preocupado, Simón clamó a los apóstoles para que rogaran por él al Señor (versículo 24). Sin pretender excusar el pecado de Simón, miremos por un momento su situación. Luego de años de actividad con los poderes ocultos, Simón ha salido del reino de las tinieblas al reino de Dios. Era un creyente recién estrenado, pero tenía un enorme bagaje de su pasado. Estaba acostumbrado al poder y la influencia, y no había aprendido todavía los caminos del reino de Dios, los que son diametralmente opuestos a lo que estaba acostumbrado. Cualquiera que viene de ese trasfondo sin duda necesita liberación para establecerse en su nueva fe en Cristo. Simón era cristiano, pero necesitaba liberación de las ataduras demoníacas. Hace dos años un hombre de más de veinte años se me acercó en una Iglesia Pentecostal. Dijo que había recibido un don espiritual, pero que ahora se cuestionaba su origen. Preocupado de que pudiera arrastrar una maldición sobre sus hijos si el don no era de Dios, estaba dispuesto a abandonarlo, pero necesitaba saber si era de parte de Dios o no. Mientras me decía esto sobre su don, supe muy rápidamente que no era un don del Espíritu Santo. Era en el ámbito psíquico, y lo habilitaba a saber cosas que podrían solamente ser conocidas por medio de revelación. Su abuela era una destacada médium en esa nación, un nombre conocido, y él había ayudado con algunos de sus programas de televisión, porque ella no estaba bien. Como resultado de la operación de su don, había recibido treinta mil cartas pidiendo ayuda. Lo alenté a renunciar a este don psíquico en el Nombre de Jesús y quedar libre de
w
145
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
este poder generacional. Mi consejo fue que, además, debía hacer una declaración pública de que ya no estaba más asociado con el ámbito de lo psíquico. Que era un cristiano. No quedaban dudas. El Señor en su fidelidad trataba con el corazón de este hombre sobre un área que había sido sencillamente una parte de la vida familiar mientras crecía. Hay un tiempo cuando el Señor pone su dedo sobre cosas en nuestras vidas y desea que le respondamos a la verdad que Él nos revela. Este joven era creyente, pero necesitaba liberación de una fuerte influencia del ocultismo, que era de naturaleza generacional. ≈
1 Corintios 12:7, 10, 25
En este capítulo aprendemos sobre los dones o manifestaciones del Espíritu Santo. Se mencionan nueve, uno de los cuales es “discer3 nimiento de espíritus”. Veremos en forma más específica cómo opera este don en el capítulo 12. Es suficiente decir que estas manifestaciones maravillosas de la presencia de Jesús son para el bien común o bendición del Cuerpo de Cristo o la iglesia, que está formado de todos los verdaderos seguidores de Jesús: “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” (1 Corintios 12:7).
Al leer el capítulo entero de Corintios 12, descubrimos que habla del cuerpo humano como un cuerpo formado de muchos miembros o partes. Del mismo modo, el Cuerpo de Cristo está formado de muchos miembros que juntos forman un cuerpo o expresión de la vida de Cristo. No es que estas manifestaciones estén limitadas a la iglesia, sino que en el contexto de este capítulo habla sobre el cuerpo del pueblo cristiano y los dones que son para su bien común. El “discernimiento de espíritus”, entonces, como los otros dones, es dado para el beneficio común de los creyentes en Cristo. Un aspecto del funcionamiento de este don es discernir la presencia o actividad de un espíritu o espíritus en una vida. Por causa de que este don es para el bien común del Cuerpo de Cristo, discierne si es o no un espíritu malo que obra en la vida de un cristiano. Si un cristiano no pudiera estar atado por un espíritu malo, no habría necesidad de que fuera dado un don de discernimientos de espíritus al
146 w
¿Puede un cristiano estar poseído?
Cuerpo de Cristo. Pero esta disponible. ¿Por qué? Porque es posible para un cristiano estar atado por espíritus malos. Mientras conducía un seminario en una Iglesia Pentecostal que buscaba equipar a su gente en el ministerio de liberación, me encontré exhortándolos de una forma que no había pensado hacer previamente. Los cristianos pentecostales creen en los dones del Espíritu Santo y en su operación en el día de hoy. La tragedia es que muchos pentecostales, y aún denominaciones pentecostales, niegan que los cristianos puedan estar atados por espíritus malos. Dije: “¿Somos pentecostales? Amén.” Cada vez que hablaba respondía por la gente: “Sí, amén, hermano, amén”. “¿Y creemos en el ministerio del Espíritu Santo? Amén.” “Oh, sí, amén, hermano.” “¿Y creemos en los dones del Espíritu Santo? Amén.” “Sí, verdaderamente, hermano, amén, amén.” “¿Y creemos en el don de discernimientos de espíritus? Amén.” “Amén hermano, amén, amén.” “Bien, si el don de discernimientos de espíritus operara en nuestras Iglesias Pentecostales” –dije– “¡los creyentes pentecostales no dirían que los cristianos no pueden estar atados por demonios!” La misma declaración hecha por los líderes pentecostales de que un cristiano no puede estar atado por un demonio, indica que el don de discernimientos de espíritus no está operando en su medio, un don en el cual creen. Si estuviera operando, no podrían y no harían ese tipo de declaración. Cuando ese don opera, los ojos espirituales de uno se abren al ámbito invisible y puede ver la realidad de la gente, incluso la de los creyentes, que necesitan libertad de las ataduras demoníacas. ≈
2 Corintios 11:3-4:
“Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis”.
Pablo expresa su gran preocupación de que los creyentes en Corinto pudieran ser engañados y desviados de la simpleza y pureza de
w
147
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
su devoción a Jesucristo. ¡Los cristianos pueden ser engañados! Más aún, estaba desanimado por la falta de discernimiento que mostraban, ya que con mucha presteza escuchaban a la predicación de otro Jesús y por lo tanto se abrían a un espíritu diferente y, en realidad, abrazaban un evangelio diferente. Los cristianos pueden “recibir un espíritu diferente”, aparte del Espíritu Santo, cuando responden a un evangelio diferente y a la predicación de otro Jesús. Luego de casi cuatro décadas de caminar con el Señor, desafortunadamente he sido testigo de creyentes a los que conocí y que fueron seducidos por estas cosas. Otro Jesús, un espíritu y un evangelio diferente. A un seminario que conozco asisten cristianos y no cristianos, con un importante costo financiero. Es dirigido por un cristiano y todo el equipo que lo asiste está formado por cristianos. Durante este seminario los delegados no pueden estar en contacto con nadie de afuera, es decir, no hay llamados telefónicos. No se permiten relojes grandes ni de bolsillo, así nadie sabe qué hora del día o la noche es durante el seminario. Las comidas no se sirven en horarios regulares. Se permite lenguaje tosco, y el Nombre de Dios o de Jesús no se puede utilizar. Cada persona tiene un compañero espiritual, y en el caso de los casados no debe ser su cónyuge. Y la lista de irregularidades continúa. Un pastor que asistió a uno de estos seminarios me dijo muy entusiasmado cómo la noche del cierre, las vidas eran cambiadas ¡y la gente salía libre de ataduras demoníacas! Sucedían cosas sobrenaturales. ¿Pero cómo es posible? Si no había predicación de la Palabra de Dios, ninguna exaltación de Jesús el Hijo de Dios ni proclamación de la obra de la cruz, ni declaración de su resurrección de entre los muertos, ni predicación de arrepentimiento, ni llamado a las personas a rendirse al señorío de Jesucristo, ¿cómo puede la gente ser librada de las ataduras demoníacas? ¡Imposible! La única explicación para las evidencias sobrenaturales es que otro evangelio era proclamado y obraba un espíritu diferente, y era recibido. ¡No se trataba del Espíritu Santo! Lo que me desalentó más es que algunos cristianos, aún líderes, abrazaban este seminario y lo recomendaban a otros. ¿Cómo es posible? Porque obraba un espíritu de engaño. Los espíritus engañadores buscan desviar a las personas y desvían a algunos –aún buenas personas– para que reciban a otro Jesús, un espíritu diferente y otro evangelio.
148
w
¿Puede un cristiano estar poseído?
Descreimiento Recientemente consideré algunas declaraciones hechas por un líder de una denominación muy grande, sobre la actividad demoníaca en la vida de un cristiano. Básicamente, negaba que un creyente pudiera estar endemoniado, excepto en muy raras instancias, y declaraba que la mayoría de los problemas eran meramente psicológicos. La ignorancia y descreimiento de sus declaraciones me preocuparon mucho, mientras pensaba sobre la cantidad de personas que estaban bajo su liderazgo y que necesitaban recibir libertad, pero les estaba negada porque su liderazgo carecía de entendimiento. Entonces me imaginé a un grupo de líderes importantes de esa denominación reunidos en una reunión especial para discutir si un cristiano puede o no estar ciego físicamente. La razón para la discusión era una enseñanza que circulaba en una iglesia mucho mayor, que decía que un cristiano podía estar ciego y que hoy Jesús sanaba su ceguera. Preocupados de que esa enseñanza pudiera infiltrarse en sus iglesias, acordaron en una declaración que fuera enviada a todas sus iglesias, negando esa enseñanza falsa. Enfáticamente declaraba que era imposible que un cristiano quedara ciego físicamente, y que en consecuencia ninguna persona de su grupo necesitaba que Jesús lo sanara. Pero pude ver que todos los líderes salían de esa reunión con la ayuda de un bastón blanco. ¡Cada uno de ellos estaba ciego físicamente! Jesús le habló a los escribas y fariseos: “Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando” (Mateo 23:13).
Cuatro veces luego de esta declaración los llamó “ciegos guías de ciegos”. Hay espíritus malvados de descreimiento cuya tarea es impedir que la gente entienda la verdad de la Palabra de Dios, y ejercen gran influencia en muchos segmentos de la cristiandad actual. Bernabé y Saulo fueron llamados por el procónsul de Chipre, Sergio Paulo, para que le hablaran de la Palabra de Dios.
w
149
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
“Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul” (Hechos 13:8).
Un espíritu de descreimiento se opone a la Palabra de Dios, y busca mantener a la gente alejada para que no experimenten la fe en Dios. Pablo reprendió a este: “¡Hijo del diablo, enemigo de toda justicia!” , y proclamó que quedaría ciego durante un tiempo, e inmediatamente quedó ciego. “Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor” (Hechos 13:12).
Mientras vivía en Australia tuve un sueño muy vívido en el que el Señor me mostró un suceso futuro, para advertirme de la oposición que iba a venir por enseñar que un cristiano podía estar atado por demonios y que, por lo tanto, necesitaba liberación. En este sueño estaba en medio de un grupo de líderes cristianos, y tenía que defender las mismas verdades que proclamo en este libro. El rechazo que experimentaba era intenso, y salía de esa agotadora reunión con mi cabeza baja, afligido. Al levantar mi corazón a Dios en medio del dolor, de pronto fui llevado a un mundo celestial, volaba como “superman” y alababa a Dios con todo mi ser. Había salido en victoria. Y entonces desperté. Ese sueño iba a cumplirse siete años después cuando Shirley yo vivíamos en Canadá. Si el Señor no me hubiera avisado con antelación, y no me hubiera preparado para recibir la oposición, posiblemente hubiera abandonado el ministerio, dado que este fue un tiempo extremadamente difícil para los dos. El hombre que encabezaba la oposición era, para mi sorpresa, un buen amigo. Antes de la reunión que había visto en mi sueño, estaba ante otro grupo de líderes y era reprendido por él por causa de mis creencias. Su cuerpo temblaba mientras hablaba. Nunca olvidaré lo que me dijo este querido hombre: “Estás engañado al creer que un cristiano puede estar atado por un demonio”. Mi ser entero clamaba: “¡Tú estás engañado!” Aún desde la raíz de cada cabello sobre mi cabeza, mi ser entero clamaba: “¡Tú estás engañado!” Por causa de mi amor y respeto por este hombre, un líder cristiano, no lo reprendí, pero era muy evidente
150 w
¿Puede un cristiano estar poseído?
para mí que se trataba de la manifestación de un espíritu de descreimiento. Un hombre que se opone tan fuertemente a la verdad de que un cristiano pueda estar endemoniado, él mismo lo está y no lo sabe. Estaba atado por espíritus de descreimiento. A medida que hago declaraciones sobre algunos cristianos o segmentos de la iglesia, no tienen la intención de ir contra personas, sino contra los poderes de las tinieblas que influencian a las personas para rechazar la verdad. Confío en que muchos de ustedes se despertarán para reconsiderar lo que han creído tradicionalmente, y si lo que han creído no es verdad, puedan salir del descreimiento e ir a la fe. Hay muchas otras Escrituras que podemos considerar que indican que un cristiano puede estar atado por poderes demoníacos, y por lo tanto necesitan liberación, pero vamos a continuar.
w
151
Capítulo 11
Reconocer lo demoníaco
P P
ara poder proceder decisivamente con los poderes demoníacos que atan las vidas humanas, una persona debe saber con seguridad que está tratando con lo demoníaco. La pregunta que surge con frecuencia es: ¿Cómo puedo saber con certeza si el problema que enfrento en realidad es de origen demoníaco, o tal vez se trata simplemente de “la carne”, es decir que es causada por lo que está dentro de las personas mismas por no haber enfrentado ciertos temas en sus vidas? La Biblia habla de las obras de la carne. “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos” (Gálatas 5:24).
La carne debe ser crucificada, no expulsada. Nuevamente en Gálatas 2:20 dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hi jo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
En este pasaje, la referencia a la carne habla de la vida en un cuerpo físico, no de acciones pecaminosas. Los demonios, por otra parte,
w
153
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
no deben ser crucificados, sino echados, como vimos claramente en la comisión de Jesús. En otras palabras, hay una manera de tratar con la carne y otra con lo demoníaco. Muchos quieren que se trate con lo demoníaco, pero no tratar con –o no están dispuestos– los temas de la carne. Únicamente cuando se trata con la carne se puede hacerlo con éxito en lo demoníaco. Hay una lista parcial de los pecados de la carne en Gálatas 5:19-21: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
Obviamente, la lista podría ser mucho más larga, porque leemos, “y cosas semejantes a estas”. Estos hechos de la carne podrían ser resumidos como: • Acciones que proceden de la vida no gobernada por la Palabra y el Espíritu de Dios. • Violaciones voluntarias de los estándares de Dios. • La consecuencia natural de una vida que no está unida a Dios. • La expresión desenfrenada de una vida en rebeldía con Dios. • Una forma de vivir que indica que alguien necesita salvación del poder del pecado. Observe también que una persona que vive en la carne, al fin está excluida del reino de Dios. El pecado tiene consecuencias que son de largo alcance y de magnitud eterna. Para recibir y mantener la liberación, una persona debe rendirse a Jesucristo, reconocerlo como el Señor y Salvador. Una vez que entró en esta relación personal con Dios, el cristiano debe vivir una vida de obediencia a Dios y aprender a ser guiado por el Espíritu Santo. “Digo, pues: Andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gálatas 5:16).
154
w
Reconocer lo demoníaco
Bautismo en agua El bautismo en agua es una poderosa afirmación de lo que sucede en la vida de una persona que se rinde a Cristo. Jesús mismo no comenzó su ministerio público hasta que fue bautizado en agua y también en el Espíritu Santo. Jesús no tenía pecados de qué arrepentirse, porque era sin pecado. Pero como sabía que nosotros tendríamos que confesar y salir del pecado, estableció un ejemplo en palabra y hecho 1 de que ser bautizado en agua era un acto de justicia. Todo cristiano necesita ser bautizado en ambos, el agua y el Espíritu Santo. El bautismo en agua es un testimonio público de que hemos salido del pecado y vuelto a Dios, mientras que el bautismo en el Espíritu Santo es el llenado de poder de parte de Dios para caminar en esta nueva forma de vida. Es imposible vivir la vida cristiana con nuestra propia 2 fuerza. La palabra inglesa “bautizar” viene del griego baptizo, que a su vez deriva de bapto, sumergir. Baptizo significa “dejar abrumado” –por ejemplo, completamente mojado– de acuerdo con la Concordancia Strong de La Biblia. En Romanos capítulo 6 leemos sobre Pablo, que advierte a los creyentes que no continúen viviendo en pecado, sino que se consideren muertos al pecado, y que caminen en novedad de vida a través de la obra de la vida de resurrección que opera en su ser interior: “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección” (Romanos 6:3-5).
Debemos identificarnos con la obra de la cruz. No solamente Jesús fue llevado a la muerte sobre la cruz, sino también nuestra naturaleza carnal pecaminosa, con Él, fue crucificada. Por causa de esto debemos hacer tres cosas:
w
155
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Saber, considerar, presentar 1. Saber
“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado” (Romanos 6:6-7). 2. Considerar
“Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 6:11). 3. Presentar
“...ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia” (Romanos 6:13).
Debemos saber lo que sucedió en la cruz. Cuando Jesús murió nuestra naturaleza pecaminosa también murió, y como creyente debo considerarme muerto a los dictados de mi naturaleza carnal y vivo para Dios a través de Jesucristo. Diariamente debo proponerme presentar mi vida a Dios, y elegir caminar en novedad de vida antes que rendirme a los deseos de mi vieja naturaleza pecaminosa.
Bautismo infantil Cuando era bebé me bautizaron. Para serles honesto, no me sumergieron en agua sino que me rociaron con unas pocas gotas de agua sobre mi cabeza. Cuando fui adulto y llegué a ser cristiano, mis amigos insistían en que me bautizara, es decir, que fuera sumergido completamente en el agua. Les dije que ya había sido bautizado y no necesitaba hacerlo nuevamente. Cuanto más me presionaban mis amigos, más me endurecía yo. No había estudiado La Biblia para entender que el bautismo con agua era únicamente para los creyentes. Si hubiera sabido eso, hubiera sacado como conclusión que un bebé no está capacitado para ejercer fe en Dios. Un domingo fui testigo por primera vez de un bautismo por inmersión, e inmediatamente me di cuenta que yo también necesitaba
156 w
Reconocer lo demoníaco
experimentar esto. Las personas que eran bautizadas confesaban a Jesucristo como Señor y Salvador, y que se habían apartado de su vieja manera de vida para caminar agradando a Dios. Ante cada confesión, el pastor bajaba a cada candidato hacia el agua y lo sumergía completamente antes de levantarlo para que saliera del agua. Lo que pude ver habló por miles de palabras. Al identificarse con Jesús y elegir seguirlo, los que eran bautizados reconocían que estaban muertos al poder del pecado. Las personas muertas son sepultadas, y allá iban debajo del agua. Pero Jesús prometió una nueva vida cuando nos rendimos a Él, y desde las aguas de la sepultura cada candidato fue levantado y salió de la muerte para celebrar la vida de resurrección en Cristo. Una demostración exterior del bautismo en agua daba testimonio de una transformación interior del corazón. Inmediatamente después del servicio me acerqué al pastor y le pregunté si también podía bautizarme. Él tenía dudas de hacerlo sin primero instruirme sobre el bautismo en agua, así que encontré una iglesia donde podía ser bautizado al domingo siguiente. Una vez que recibí la revelación del significado del bautismo en agua, deseaba ser obediente al Señor tan pronto como fuera posible.
Seguir a Jesús Un cristiano es un seguidor de Jesús. Un escritor de himnos, desconocido, lo dijo de la siguiente manera:
“He decidido seguir a Cristo, he decidido seguir a Cristo, he decidido seguir a Cristo, no vuelvo atrás, no vuelvo atrás. La cruz delante, el mundo atrás, la cruz delante, el mundo atrás, la cruz delante, el mundo atrás, no vuelvo atrás, no vuelvo atrás.
w
157
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Aunque vaya solo, aún yo sigo, aunque vaya solo, aún yo sigo, aunque vaya solo, aún yo sigo, no vuelvo atrás, no vuelvo atrás. ¿Quieres ahora seguir a Cristo? ¿Quieres ahora seguir a Cristo? ¿Quieres ahora seguir a Cristo? No vuelvo atrás, no vuelvo atrás. • Un cristiano es una persona que se ha apartado del pecado y rendido su vida a Jesucristo. • Un cristiano es una persona que camina activamente con Cristo y elige una vida que es agradable a Dios. • Un cristiano es una persona que, consciente de que ha pecado, inmediatamente le pide perdón a Dios, para que la sangre de Jesús pueda ser aplicada a su vida y el compañerismo con Dios se restaure y mantenga (1 Juan 1:5-10). • Un cristiano es una persona que regularmente lee y medita la Palabra de Dios, de modo que la mente se renueve y aprenda los caminos de la rectitud (Romanos 12:1-2; Salmos 1:1-3). • Un cristiano es una persona que forma parte de un cuerpo de creyentes que se reúne para adorar a Dios y para ser enseñado en Las Escrituras por medio del ministerio de los dones que el Señor ha dado a la iglesia. • Un cristiano es una persona que testifica por la palabra y por un estilo de vida recto, que es un seguidor de Jesús. Esta lista podría continuar, pero hice estas declaración para indicar que ser un cristiano requiere una vida de determinación, dedicación y disciplina para andar en los caminos de Dios. La vida cristiana no es para el displicente ni para el indiferente. Cuando los cristianos son diligentes para mantener un andar con Dios, y a pesar de todo luchan con conflictos internos que continúan sin resolverse, necesitan considerar la posibilidad de que algún tipo de influencia demoníaca está obrando. Cuando los creyentes se encuentran atados en su interior y no hay cantidad de oración, ayuno,
158
w
Reconocer lo demoníaco
meditación sobre la Palabra de Dios, buena consejería, etc., que produzca diferencias notables o duraderas en su lucha, necesitan considerar la posibilidad de que opera algún tipo de influencia demoníaca. En medio de mis luchas, era muy disciplinado en mi búsqueda de Dios; buscaba con mucha diligencia caminar en la luz y constantemente llenaba mi mente con la Palabra de Dios, memorizaba cientos de escrituras, y aunque estas disciplinas eran importantes y beneficiosas, la liberación que buscaba no sucedía. La disciplina es importante, pero así también lo es la liberación. Ninguna disciplina por separada ni la liberación por sí sola es la respuesta. La mezcla de ambas se hace necesaria. Cuando una persona se esfuerza para andar por el camino que describí, pero los problemas persisten, es tiempo de considerar si son o no poderes demoníacos los que operan en su vida. Una de las ventajas que los espíritus inmundos tienen sobre nosotros, es que obran en el ámbito invisible. Por causa de que no los vemos, podemos fácilmente decir que no están cuando sí están. Las siguientes son cuatro maneras por medio de las cuales podemos reconocer la actividad de espíritus malos.
1. Los espíritus tienen nombres que indican su función Cada espíritu tiene un nombre que nos habla del tipo de influencia que ejerce. Por ejemplo, en Lucas 13:10-17 leemos de una mujer que durante dieciocho largos años había tenido una enfermedad producida por un espíritu, y como resultado andaba encorvada y no podía enderezarse. Jesús la liberó de esta enfermedad con una palabra de declaración, y luego le impuso las manos y le impartió poder sanador. Ella pudo enderezarse, porque había sido liberada y sanada, las dos cosas. Su condición era producida por el obrar de un espíritu de enfermedad en su cuerpo físico y la sanidad completa requería expulsar este espíritu y una impartición de poder sanador. Los dos eran necesarios. Eso levanta la pregunta sobre si cada enfermedad física es producida por la obra de un espíritu malo. En el caso de esta mujer, La Escritura específicamente declara que su enfermedad fue causada por un espíritu de enfermedad. De esta forma inferimos que algunas enfermedades no tienen una raíz demoníaca directa. Sin embargo, existen sin dudas, espíritus cuya función es producir enfermedad física. Si
w
159
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
una persona lucha durante largo tiempo con la enfermedad, hay que hacerse la pregunta si es que un espíritu de enfermedad puede estar operando. Muchas personas nunca se han detenido a considerar esta posibilidad. Podemos llegar a tener una mente tan natural que no consideramos la influencia que el mundo espiritual puede tener en el natural. Durante años luché diariamente con dificultades en la respiración, y jamás se me ocurrió pensar que la fuente de mi aflicción pudiera ser demoníaca. Cuál no sería mi sorpresa cuando repentinamente me di cuenta que lo que había sido una carga durante tanto tiempo era causado por espíritus de enfermedad. Mi testimonio es que fui sanado cuando recibí liberación de estos espíritus. Al saber que los espíritus tienen nombres, que indican sus funciones, podemos hacernos la pregunta todas las veces si es o no un espíritu el que está detrás de alguna área de necesidad. En Timoteo 1:7 leemos que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de amor, poder y dominio propio. Si una persona está atrapada y atormentada por temores, ¿podría haber espíritus de temor operando en su vida? Simplemente hago esta pregunta, porque muchos de ustedes jamás han pensado así antes.
2. Detrás de cada pecado están los espíritus correspondientes La lista de pecados a los que las personas les dan lugar es extensa. Muchos están atados en áreas de pecado que se han transformado en una aflicción. Tal vez en el pasado no les ha molestado permitirse la indulgencia de andar en caminos pecaminosos, pero ahora, con el Señor obrando en sus vidas, desean estar libres para agradarle en todas las áreas. Sin embargo, se encuentran impotentes para hacerlo. Cuando una persona que quiere vivir rectamente no puede quedar libre del poder del pecado, se abre una puerta de oportunidad para que la culpa y la condenación se establezcan. Al ser el acusador de los herma3 nos, Satanás a través de espíritus malos se aprovecha para acosar. Hay espíritus de culpa y condenación que necesitan ser descubiertos y tratados en el Nombre de Jesús. La culpa y la condenación pueden llevar al desaliento y la desesperación, y la espiral continúa hacia abajo, ya que Satanás está únicamente en la tarea de destruir, no de edificar. Satanás nos condena por nuestro pecado y nos dice que no
160 w
Reconocer lo demoníaco
podemos salvarnos de eso. Que no existe camino para salir. Dios trae convicción de pecado para que podamos ser salvos. Existe el camino de salida. Una noche le ministré a un obrero cristiano que durante años había luchado con deseos homosexuales. Aunque estaba dedicado a las misiones y ya hacía mucho que no practicaba la homosexualidad, aún era atormentado por estos espíritus de lujuria. Su hermana era lesbiana. Comenzó y continuó un tiempo de ministración durante muchas horas, en medio de fuertes manifestaciones demoníacas. Jesús hizo un maravilloso trabajo en su vida, de tal forma que cuando fue a su cuarto a dormir, se quedó allí sobre su cama pensando en el futuro. Emocionado con lo que el Señor había hecho, ahora estaba lleno de esperanza. Un nuevo tipo de vida estaba delante de sus ojos. Ya no iba a tener que luchar más, diariamente, con conflictos interiores. Seis meses después Shirley y yo visitamos la misma misión. Este hombre vivía en otra ciudad, pero escuchó que estábamos allí y vino a vernos. Dijo que desde que había recibido liberación, estaba completamente libre de deseos e inclinaciones homosexuales. Para mi sorpresa, dijo que antes de recibir libertad estaba tan abrumado de lujuria homosexual, que había pensado dejar la obra misionera para ejercer la prostitución masculina. Ahora vivía en la ciudad de más alto porcentaje de actividad homosexual en su nación; sin embargo, estaba maravillosamente libre y para nada atraído a los hombres como antes. Detrás de cada pecado están los espíritus correspondientes. Si está atado en un área de pecado y no puede ser libre, ¿no podría tratarse de un espíritu o espíritus detrás del pecado que necesitan ser descubiertos y tratar con ellos? La necesidad de perdonar es un problema muy común, muchos luchan con ella para abrirse camino. Algunos han sido heridos profundamente y, como resultado, se han vuelto amargados. Sin darse cuenta, muchos se han abierto a espíritus de amargura, enojo, odio y otros. Aunque han perdonado a los que los han ofendido, aún luchan con fuertes sentimientos negativos sobre la persona o personas que fueron duros hacia ellos. Esto produce confusión y siembra dudas sobre la seguridad de que han perdonado sinceramente desde su corazón. Una persona puede haber perdonado desde el corazón, aunque esos sentimientos amargos aún se levanten dentro de ellos. ¿Por qué sucede esto?
w
161
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Porque detrás de cada pecado están los espíritus correspondientes. Se ha tratado con el pecado, pero no con los espíritus a los que se les dio acceso a través del pecado. Por lo tanto, es necesario reprender a los espíritus en el área del pecado que existió. Cuando los espíritus son expulsados, la libertad completa se manifiesta. Es importante dejar claro que simplemente porque una persona peca no significa que automáticamente da lugar a un espíritu que debe ser atado. Sin embargo, si una persona deliberadamente continúa pecando, hay un peligro real de abrirse a los poderes de las tinieblas y quedar bajo atadura. Si caminamos correctamente con Dios, no tenemos temor de dar lugar al maligno. Si no lo estamos haciendo, debemos temer que podamos dar lugar al enemigo.
3. Las emociones negativas tienen los correspondientes espíritus asociados Todos experimentamos emociones y sentimientos, tanto negativos como positivos. Al vivir en un mundo caído, es decir un mundo que no está en armonía con Dios, y siguiendo un modo de vida contrario a los propósitos y planes de Dios, todos estamos sujetos a altibajos emocionales. ¿Quién no ha sentido desaliento, desanimo, aflicción, soledad, enojo, frustración, ansiedad, preocupación y muchas otras emociones negativas? Por supuesto, todos, en algún momento u otro. Solo porque podemos estar desalentados, no significa que estemos atados por espíritus de desaliento. Si atravesamos un tiempo de aflicción por la pérdida de un ser querido, no significa que necesitemos liberación de espíritus de aflicción. Sin embargo, en ocasiones de desaliento el enemigo buscará ganar terreno si le fuera posible, y podemos encontrarnos luchando con algo más que sentimientos normales. Un espíritu de desaliento puede apresarnos y hacer más difícil la posibilidad de quitarnos las emociones de desanimo. En tiempos de dolor, los espíritus de dolor buscarán obtener entrada, y una vez más no estaremos tratando solamente con sentimientos normales de pena, sino con espíritus de pena que nos impedirán salir completamente de aquello que nos llevó a estar afligidos. Muchas personas están profundamente enterradas en heridas que no han sanado. Muchas persiguen un estilo de vida muy ocupado que les de ja poco tiempo para considerar el pasado y su dolor.
162
w
Reconocer lo demoníaco
Recientemente yo estaba en Bielorrusia y oré con una hermosa adolescente que continuamente estaba apenada por la pérdida de su madre, que había ocurrido tres años antes. En aquel momento ella solo tenía catorce años. El amor que su madre y ella habían sentido una por la otra hacía la pérdida mucho más dolorosa. Reconocí que espíritus de pena habían tomado ventaja de esta situación, y les ordené que la dejaran, en el Nombre de Jesús. Durante quince minutos oré con ella, y una gran carga fue quitada. La noche siguiente, cuando las personas testificaban de lo que Jesús había hecho en sus vidas, ella fue una de las primeras en ponerse decididamente de pie y con un sonrisa esplendorosa dijo que la pena que no quería irse se había ido. Estaba radiante. Muchas veces en el futuro, estoy seguro, volverá atrás y sentirá pena por haber perdido a su madre en un tiempo tan importante en su vida. Sin embargo, ya no estará más atrapada con la pena que sintió. Ha quedado libre de los espíritus de dolor. Cuántos otros luchan con emociones negativas tales como la pena, sin darse cuenta que detrás del dolor hay espíritus de pena de los que pueden ser liberados. En la cruz, Jesús tomó nuestras penas y se 4 las llevó para que ahora no tuviéramos que cargarlas nosotros. Si lucha con emociones negativas y no puede salir, ¿podría haber espíritus que hayan encontrado lugar y necesiten ser descubiertos y expulsados en el Nombre de Jesús?
4. A través del reconocimiento de áreas de conflicto personal En el trascurso de un año ministré a muchas personas para liberarlas de ataduras demoníacas. Muchos que buscan oración tienen una lista de necesidades de las que son conscientes. En algunos casos la lista podría llenar páginas enteras; en otras solamente unas pocas líneas. Los que no tienen una lista escrita habitualmente la tienen en la mente. Antes de orar por una persona, generalmente les pregunto cuáles son las áreas en las que necesitan ser libres. Si una persona lucha con depresión, lo sabe. Del mismo modo, si alguien está atado con temor, lujuria, adicciones, alergias, rechazo, pensamientos suicidas y otros, lo sabe. Al identificar estas áreas de necesidad, deberíamos hacernos nuevamente la pregunta acerca de si es posible que exista una actividad demoníaca relacionada al área de
w
163
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
atadura. Necesitamos hacer esto, porque la mayoría de las personas no piensa de esta forma para nada. Insistimos, esto no es tratar de echarle la culpa al diablo por cada problema que tenemos. Durante muchos años un amigo mío luchó con los cigarrillos. Amaba realmente a Jesús y el ministrar a otros, pero deseaba quedar libre de su vicio para ser más efectivo en su testimonio. Sin dudas, le había pedido a Dios muchas veces que lo librara y muchos habían orado por él. Un día que yo estaba en su zona lo llamé por teléfono para ver qué estaba haciendo. Con gran alegría me dijo que no había fumado un solo cigarrillo durante un tiempo. Estaba contento, y yo me preguntaba cómo había quedado finalmente libre luego de tan larga lucha. Sucedió así: un amigo le dijo que si él no fumaba durante un año le daría dos mil dólares. Pero si durante el año fumaba, él tendría que dar a su amigo dos mil dólares. Con este incentivo dejó de fumar y no recomenzó. No solamente se ganó los dos mil dólares, sino que ahorró otros mil que tenían que ver con la compra de cigarrillos que hubiera hecho durante ese año. Recuerdo con frecuencia esta historia, y me pregunto si el poder de la voluntad es ejercido en su totalidad por los que quieren quedar libres. Hay muchos, sin embargo, que hacen todo de su parte para vencer una adicción, pero no pueden hacerlo. Es aquí donde podemos espera la ayuda de Jesús para que nos libere. Hay espíritus de adicción, cuyas raíces con frecuencia arrancan en línea generacional. Aquello con que la persona lucha, ya sus familiares han luchado antes. ¿Está luchando en algunas áreas de conflicto personal y no puede quedar libre? ¿Podría haber espíritus detrás de esta área de atadura? Los cuatro puntos que desarrollamos antes ayudarán a identificar más de un área en las que necesita liberación. En el próximo capítulo consideraremos las habilidades para discernir lo demoníaco a través del ministerio del Espíritu Santo. Es importante, sin embargo, saber que muchos espíritus pueden ser identificados a través de los puntos que hemos desarrollado. Tal vez una persona nunca se mueva en un don de revelación del Espíritu; sin embargo, puede identificar exitosamente muchas ataduras demoníacas y entrar en la libertad utilizando las armas espirituales que Dios le ha dado a su pueblo.
164
w
Capítulo 12
El don de discernimientos de espíritus
E
E
l don de discernimientos de espíritus es de particular interés para mí. La palabra griega que se traduce como “discernir” o “distinguir” en muchas de nuestras traducciones de La Biblia en inglés en realidad se encuentra en plural. La traducción correcta es “discernimientos” o “distinciones de espíritus”. Cada vez que veo un libro sobre los dones del Espíritu Santo, automáticamente busco el capítulo sobre “discernimientos de espíritus” para ver qué es lo que el autor tiene para decir. Lo que generalmente me sucede es que nunca encuentro un libro sobre el tema en que se explique cómo opera este don. Habitualmente el capítulo es muy bueno, con historias de liberación, generalmente dramáticas, pero que nunca dicen cómo opera este don. Hace un año estaba esperando en la oficina de un pastor en Finlandia, cuando vi una revista con el título “Discernimientos de espíritus” destacado en la tapa. Al fijarme con gran interés en este artículo, una vez más leí sobre encuentros de liberación, todos dramáticos, pero sin ninguna información sobre la forma en que opera el don de discernimientos de espíritus. En este capítulo se lo explicaré, o por lo menos le diré cómo lo he experimentado.
w
165
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo” (1 Corintios 12:4-6).
Dios es un Dios de variedad. El mismo don puede operar a través de diferentes personas con distintas personalidades en diversas maneras y, sin embargo, se obtiene el mismo o similar resultado. Tengo varios amigos que operan en el don de discernimientos de espíritus. En algunas formas funcionamos igual, en otras bastante diferente. Cuando les digo lo que he experimentado, quiero dejar claro que es cómo el Señor me ha enseñado y utilizado a mí. En 1 Corintios capítulo 12 el don de discernimientos de espíritus se menciona en medio de nueve dones o manifestaciones del Espíritu Santo: • • • • • • • • •
Palabra de sabiduría Palabra de conocimiento Fe Dones de sanidades Operaciones o realización de milagros Profecía Discernimientos o distinciones de espíritus Varios tipos de lenguas Interpretación de lenguas.
Estos dones son simplemente manifestaciones de la presencia de Dios, y verdaderamente necesitamos de su presencia. Decir que estos dones han pasado, como lo hacen algunos es vivir en ignorancia y descreimiento. Es como ser un avestruz con la cabeza metida en la arena. El Señor está haciendo muchas cosas asombrosas alrededor del mundo entre su pueblo donde hay apertura, hambre de su presencia y un deseo de experimentar la realidad y el poder de su reino, y donde la fe es fuerte. Permítanme agregar, y donde abundan las necesidades más grandes. La palabra “discernir” significa reconocer o percibir claramente. “Reconocer” significa saber o identificar. “Percibir” significa darse
166 w
El don de discernimientos de espíritus
cuenta de algo. A través del don de discernimientos de espíritus, por lo tanto, identificamos o nos damos cuenta de la operación de los malos espíritus en una vida a través de la habilidad del Espíritu Santo. Hay un discernimiento en general que todo cristiano debería experimentar y crecer en él. Tal como un bebé comienza la vida con leche y luego de un tiempo comienza con la comida sólida, así sucede en el ámbito espiritual. Como cristianos recién nacidos comenzamos a tomar la leche de la Palabra de Dios, y a medida que crecemos espiritualmente comenzamos con la comida sólida de la Palabra. “Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Hebreos 5:14).
Nuestro discernimiento debería aumentar durante todo el tiempo.
“No puedo hacer nada por mi propia iniciativa” Isaías profetizó del Salvador que iba a venir: “Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y te hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos” (Isaías 11:2-3).
Jesús se movía en el conocimiento de la revelación. No estaba limitado al conocimiento humano: ≈
Veía
“De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente” (Juan 5:19).
w
167
LA
≈
B AT A L L A P O R T U A L M A
Oía
“No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre” (Juan 5:30). Enseñaba
≈
“Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo” (Juan 8:28). ≈
Daba mandamientos
“Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho” (Juan 12:49-50). ≈
Hacía morada
“¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras” (Juan 14:10).
Jesús vio cosas de parte del Padre; escuchó cosas del Padre, fue enseñado por el Padre, ordenó cosas por el Padre y moraba en el Padre. Experimentó una relación cercana con el Padre y era totalmente dependiente de Él, de tal manera que decía que no podía hacer nada por su propia iniciativa. Dios desea que disfrutemos de una relación similar de intimidad donde podamos estar y morar con Él para también ver, escuchar, ser enseñados y que se nos diga qué hacer. Hay un nivel hacia el que Dios desea elevarnos que nos libera de las limitaciones de la razón y de las respuestas puramente humanas. Con demasiada frecuencia juzgamos por lo que ven nuestros ojos y hacemos decisiones por lo que escuchamos. No es así; como cristianos ya no necesitamos pensar, razonar o utilizar el sentido común. Hay, en lugar de eso, una dimensión en la que podemos entrar donde escuchamos al Señor que nos habla. Una dimensión donde somos guiados por el Espíritu Santo y obramos junto con Él.
168
w
El don de discernimientos de espíritus
Una mujer joven vino para recibir oración, y antes de que me di jera cuál era su necesidad, me di cuenta que tenía las uñas de los dedos extremadamente cortas. Mi conclusión inmediata fue que tenía un área de ansiedad o inseguridad que se manifestaba mordiéndose las uñas. Mientras me hablaba de su necesidad de sanidad física de una extraña enfermedad que afligía a muy pocas personas en su país, dijo que uno de los síntomas asociados con la enfermedad eran las uñas muy cortas. ¡No tenía el problema de morderse las uñas! Para el resto de mi vida, si veo a alguien con uñas tan cortas como esas saco la conclusión de que la persona tiene el hábito de mordérselas, y probablemente tenga razón. Sin embargo, en esta ocasión estaba equivocado. Tengo muchas historias parecidas para contar y estoy seguro que usted también. Podemos tener tal mezcolanza, que a veces no sabemos si lo que escuchamos es de parte del Señor, o nos estamos moviendo desde nuestro propio entendimiento. No solo se dice de Jesús que no hacía nada desde su propia iniciativa, sino que Las Escrituras dicen lo mismo cuando se refieren al Espíritu Santo: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13).
Que podamos, como creyentes en Jesucristo, ser levantados más y más en este ámbito de conocimiento de revelación, y al mismo tiempo tengamos nuestros pies firmemente sobre la Tierra, para que no seamos solamente mentes celestiales sin ningún provecho para lo terrenal.
Discernimientos de espíritus Tenemos la tendencia a pensar que el discernimiento solamente está relacionado a distinguir lo demoníaco, pero este don es mucho más amplio en su aplicación. Antes de que consideremos el discernimiento demoníaco, veamos otras áreas que entran bajo “discernimientos”.
w
169
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
1. Discernir el espíritu humano Para percibir o entender lo que sucede en el corazón de un individuo, resulta de gran asistencia el discernimiento de espíritu, particularmente si tenemos un llamamiento que hace que nos relacionamos con muchos otros. Qué fácil resulta para una persona decir una cosa con su boca pero sentir otra en su corazón. Esto puede ser revelado a través del don de discernimientos de espíritus. Cierta vez cuando estaba aconsejando a un hombre, y sabía que me mentía. Era tan fuerte este sentir en mi corazón que lo confronté sobre eso. Negó que estuviera mintiendo. Nuevamente lo confronté y nuevamente lo negó. Una tercera vez lo hice. Y en esta tercera confrontación, en una estallido de enojo admitió que había mentido. Había presionado sobre este particular, porque sabía intensamente en mi interior que no decía la verdad. Un hombre llamado Ananías y su esposa Safira vendieron una propiedad y conspiraron para dar solamente una porción de las ganancias a los apóstoles, mientras que daban la impresión de entregar toda la cantidad. Cuando Ananías trajo el dinero a Pedro, el apóstol discernió su engaño y le preguntó: “Ananías ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?” (Hechos 5:3). Esta deshonestidad quedó revelada por medio del discernimiento del Espíritu Santo. Natanael, animado por Felipe, vino a ver quién era Jesús. Cuando Jesús lo vio acercarse le dijo: “He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño” (Juan 1:47). Engaño habla de astucia o comportamiento solapado, de segundas intenciones o fraude. Jesús sabía lo que había en el corazón. Natanael era un buen hombre y Jesús discernió esto desde un principio. Pablo y Bernabé estaban en la isla de Chipre. El procónsul, Sergio Paulo, los convocó para escuchar la palabra de Dios. También estaba presente un mago llamado Elimas, que se les oponía y buscaba apartar al procónsul de la fe. “Entonces Saulo que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos. Dijo:¡Oh lleno de todo engaño y de toda maldad, hi jo del diablo, enemigo de toda justicia!¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?” (Hechos 13:9-10).
170 w
El don de discernimientos de espíritus
Pablo discernió el mal corazón de este hombre y pronunció una maldición temporaria sobre él; de allí en más demostró que Jesús era 1 más poderoso que su amo, Satanás, y Elimas quedó ciego. En ese mismo día llegaron a Listra, donde vivía un hombre que nunca había caminado, era cojo desde el vientre de su madre. “Este oyó hablar a Pablo, el cual fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo” (Hechos 14:9-10).
Este ver era más que una visión natural, era una visión espiritual, un sentir a través de la habilidad del Espíritu Santo. Pablo podía discernir lo que sucedía en el corazón del hombre. Mientras llegábamos para pasar algún tiempo con un equipo de obreros cristianos, me encontré con uno de ellos, una mujer de edad mediana. Cuando la vi me di cuenta que si tenía que orar por ella iba a tener algunas dificultades. Por causa de esto, tenía la esperanza de que no me pidiera oración, pero unos pocos días más tarde lo hizo. Usted se preguntará ¿por qué pensaba que tendría problemas? Bueno, era sencillamente un saber dentro de mí que esto iba a ser así. Al orar por ella, recibí un fluir de entendimiento a través del Espíritu Santo, y la mujer estaba en camino de quedar libre de ataduras. De pronto, en medio del fluir de oración, vi como una pared que se levantaba entre ella y yo. ¡Era igual a una pared de ladrillos que fuera edificada en cámara rápida! Sobre la pantalla de mi mente lo vi todo. Instintivamente también supe por qué ella rechazaba mis oraciones y la libertad que Dios quería impartirle. Una vez más puede ser que usted se pregunte cómo sabía esto. El conocimiento estaba allí. Al buscar a Jesús para que me ayudara a orar efectivamente, hubo un depósito de entendimiento que se desató en mi interior a través del Espíritu Santo. Dejé de orar y dije que sabía por qué ella me detenía, y también las razones. Estuvo de acuerdo con lo que tenía que decirle. Luego dije que no había razón para que continuara orando por ella. Fui firme, aunque amoroso. Enojada, se puso de pie y salió golpeando la puerta, una respuesta que podría esperarse de un niño. Salió de la casa y se fue a caminar
w
171
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
para olvidar el enojo. Me sentí mal, pero la pareja que estaba conmigo me alentó. Cuando habían orado por ella en el pasado había respondido de la misma forma. Lo que había sentido sobre ella en la reunión, había sucedido. Esta pareja también me dijo que mientras oraba, había tocado áreas problemáticas que ella no estaba dispuesta a tratar, de allí su respuesta. Tenía la esperanza de que no pidiera más oración, pero lo hizo. De hecho, cuando volvió de su caminata, pidió perdón por la manera en que se había comportado. Cuando tuvimos otra sesión de oración estuvo dispuesta a recibir del Señor. Y no hubo más dificultades. Observo que cuando opera este don mientras oro por alguien, hay un conocimiento si la persona está abierta o no, coopera o no, tiene fe o no. Este sentir o discernimiento es muy provechoso, dado que permite que uno hable palabras de aliento o de exhortación cuando fuera necesario.
2. Discernimiento de espíritus angelicales Los ángeles son espíritus y su presencia puede ser discernida. Hablo de los ángeles de Dios que ministran los espíritus de los que he2 redarán las salvación. Personalmente jamás he visto un ángel. Pocos cristianos que conozco o que me he enterado han visto un ángel o ángeles. Estos encuentros eran verdaderos, eran rescatados de grandes peligros y aún de la muerte. Shirley y yo visitamos un país del tercer mundo donde la visitación angelical no era infrecuente, con ángeles del Señor que traían mensajes de parte de Dios a su pueblo. Era muy interesante escuchar a los misioneros contar sobre innumerables visitaciones angelicales. Las mismas iglesias que visitábamos habían nacido por el derramamiento del Espíritu Santo con señales y maravillas y milagros. Lo sobrenatural era natural para esta gente. No es extraordinario escuchar a algunos cristianos hablar de que han visto ángeles en una manera tan desapasionada, que francamente no creo que los hayan visto. Daniel vio un ángel. Los que estaban con él no, pero sintieron su presencia y salieron corriendo llenos de terror, para esconderse. Daniel cayó al suelo porque toda su fuerza ha3 bía desaparecido, y su color natural se había vuelto palidez mortal. Esto era genuino.
172
w
El don de discernimientos de espíritus
Es cierto que Las Escrituras dicen que los ángeles de Dios pueden aparecer en una forma en que no los reconocemos y aún pueden comer con nosotros, porque durante ese tiempo toman forma de huma4 nos. Aunque, obviamente, hay momentos en que una persona puede discernir o ver un ángel en su medio. Pedro pudo. Mientras estaba en la prisión y esperaba ser ejecutado, la iglesia oraba fervientemente para que fuera rescatado. Como resultado de esta oración ferviente un ángel fue enviado para rescatarlo. Lo despertó de su sueño, golpeó su costado y las cadenas cayeron de sus manos. Siguiendo al ángel, pasó las guardias y llegó a la puerta exterior de la prisión, que se abrió por sí sola. Durante todo este tiempo Pedro no estaba seguro si lo que veía era una visión o un suceso real. Una vez que estuvieron fuera de la prisión, sin embargo, se dio cuenta verdaderamente que el Señor ha5 bía enviado un ángel y había sido rescatado. El año pasado tuve el privilegio de asistir a un hombre del ministerio que ve ángeles de tanto en tanto. Es consciente de la presencia de ellos durante la ministración, una sensibilidad que pocos tienen. Es muy sensible al mundo invisible, el ministerio del Espíritu Santo y de los ángeles. El don espiritual de discernimientos de espíritus tiene un espectro mucho más amplio que solamente discernir los poderes demoníacos.
3. Discernir al Espíritu Santo El mismo Nombre del Espíritu Santo declara que es un espíritu. Su presencia puede ser discernida y conocer su voluntad. En Hechos 15 leemos el relato de un problema enfrentado por los líderes de la iglesia primitiva. Una cantidad de fariseos creyeron en Jesucristo, y con todo insistían que los que creyeran igualmente debían observar la Ley de Moisés. Reunidos en Jerusalén, los apóstoles y ancianos discutieron el problema ampliamente y llegaron al consenso a través de la ayuda del Espíritu Santo. Se formuló una carta para enviarla a las iglesias. En parte decía: “Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis” (Hechos 15:28-29).
w
173
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
En Hechos 16 leemos sobre Pablo y Bernabé que atravesaban la región de Frigia y Galacia, que les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia. No dice explícitamente cómo habló el Espíritu Santo, pero escucharon su voz y discernieron su voluntad con 6 respecto a las indicaciones. Al llegar a Misia, planeaban ir a Bitinia, pero nuevamente el Espíritu no se los permitió. Una vez más no dice cómo habló Dios, pero lo hizo, y ellos discernieron lo que Él quería 7 que hicieran. Como evangelista joven, yo viajaba con un equipo de evangelistas y tenía reuniones en distintos campamentos durante la época de vacaciones. Solamente teníamos una reunión en cada lugar, porque visitábamos lugares pequeños de campamentos. Esta noche en particular teníamos nuestro programa musical con testimonios y predicación, y luego regresábamos a nuestra base durante la noche, con toda la intención de irnos al día siguiente. Aquella noche sentí que Dios me hablaba. Era simplemente un sentir interior de que debíamos regresar al mismo lugar para tener una segunda noche. Al decirles esto a los otros, oramos para buscar la voluntad de Dios. Juntos llegamos a la conclusión de que el Señor sin dudas nos hablaba para cambiar nuestros planes, y así lo hicimos. Nuestra primera noche el tema había sido el amor de Dios, y ahora era el juicio de Dios. Al final de la presentación tuve el privilegio de hablarle a un adolescente y llevarlo a una relación personal con Jesucristo. Dijo que había estado en la reunión de la noche anterior y que el Señor le había hablado. Durante la noche Dios le habló en un sueño y le dijo que deseaba entrar en su vida. Aunque las buenas semillas de la Palabra de Dios habían sido sembradas en su corazón en la primera reunión, y aunque el Señor le había hablado durante la noche, aún no había rendido su vida a Cristo. Fue necesaria otra presentación del evangelio y el desafío de seguir a Jesús para que llegara a una relación correcta con Dios. Nunca olvidaré la parte de la oración que hizo espontáneamente desde su corazón mientras confesaba sus pecados a Dios y reconocía a Jesús como su Señor y Salvador. Las mismas palabras que había utilizado en cientos de ocasiones mientras animaba a otros a orar para encontrarse con Dios. Fueron simples: “Señor Jesús, te doy la bienvenida a mi corazón”. Este joven tuvo un encuentro real con Dios aquella noche. Sucedió porque, como equipo, pudimos discernir que el
174
w
El don de discernimientos de espíritus
Espíritu Santo cambiaba nuestros planes y redirigía nuestros pasos. Todos podemos discernir la mente del Espíritu Santo.
4. Discernimiento de espíritus malos Un padre desesperado trajo a su hijo a Jesús para que este fuera liberado de un espíritu que lo dejaba mudo. El espíritu lo tomaba, lo echaba en tierra y hacía que echara espuma por la boca, hacía crujir sus dientes y laceraba su cuerpo. Con frecuencia buscaba destruir al muchacho, pues lo arrojaba en el fuego y en el agua. Jesús nombró a un espíritu sordo y mudo y le ordenó que saliera fuera y no volviera a entrar jamás. El espíritu gritó y lo lanzó en medio de terribles convulsiones. Al salir, el muchacho cayó como muerto, pero Jesús lo tomó por la mano y lo levantó. Un espíritu malo había sido identificado 8 y expulsado, para que nunca más atribulara al muchacho . En una sinagoga donde Jesús enseñaba, había una mujer que había sufrido dieciocho años de una enfermedad producida por un espíritu. Su cuerpo estaba encorvado y le era imposible enderezarse. Jesús dio una orden que la liberó de un espíritu de enfermedad. Puso sus manos sobre ella e inmediatamente se enderezó. Un espíritu de enfermedad había sido identificado y expulsado, y una ola de poder sana9 dor había restaurado lo que años de daño habían hecho. Durante varios días una muchacha que tenía un espíritu de adivinación molestaba a Pablo y Silas. El espíritu clamaba a través de ella, decía que estos hombres eran siervos del Dios Altísimo que proclamaban el camino de la salvación. Finalmente, Pablo se enojó mucho, se volvió a ella y le ordenó al espíritu que saliera. Lo hizo, y ella ya no daba ganancias a sus amos, quienes entonces hicieron arrestar a Pablo y Silas y los pusieron en prisión. Un espíritu fue identificado y expul10 sado de una mujer en el Nombre de Jesucristo. En el capítulo anterior vimos cuatro maneras de reconocer la presencia de un espíritu o espíritus que operan en una vida: • Los espíritus tienen nombres que indican su función. • Detrás de cada pecado hay espíritus correspondientes. • Las emociones negativas tienen espíritus correspondientes asociados con ellas. • Reconocen áreas de conflicto personal.
w
175
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Nuevamente deseo enfatizar que muchos espíritus pueden ser identificados y echados sin la operación del don de discernimientos de espíritus.
Sabiduría y conocimiento Cerca del don de discernimientos de espíritus opera la palabra de sabiduría y la de conocimiento; estos son dos dones del Espíritu Santo mencionados en 1 Corintios 12. Al mezclarse, uno puede recibir una palabra de conocimiento seguida de una de sabiduría y luego discernimientos de espíritus. Estos dones son bien definidos, pero discernibles, en su operación. • Las palabras de sabiduría son orientadoras. • Las palabras de conocimiento son informativas. • Los discernimientos de espíritus son informativos. Podemos tener información, pero de qué manera usamos esa información es extremadamente importante. Sin sabiduría, algunas veces la información puede producir problemas. Un joven cristiano pasó adelante para recibir oración, aunque no muy decidido, alentado por un amigo. Durante mucho tiempo había luchado con sentimientos homosexuales y deseaba quedar libre. La razón por la que dudaba pasar al frente en una reunión pública era que había quedado muy avergonzado en dos ocasiones anteriores. Los evangelistas lo habían señalado mientras predicaban y dijeron: “Joven, tú eres homosexual”. La información era correcta, pero la forma de manejarla no. Una pared se interpuso entre él y los predicadores y no recibió ayuda para nada. Esa noche, mientras abría su corazón y buscaba ayuda, sucedió algo maravilloso. Llegó un momento en la ministración cuando la presencia de Dios se hizo tan real que nos abrazamos uno al otro y lloramos mucho. Estábamos inmersos en el amor de Dios y los dos expresamos que nunca habíamos sentido tanto amor en nuestras vidas. Fue asombroso. Debemos recordar que Dios detesta el pecado pero ama al pecador. Jesús era amigo de pecadores y tenía un corazón lleno de compasión para que fueran salvos y liberados de sus ataduras. Debemos amar al
176 w
El don de discernimientos de espíritus
pecador y permitir que Dios obre a través de nosotros para llevarlos a Cristo. Al ministrar con nuestro entendimiento y con el entendimiento que proviene de Dios, también necesitamos movernos en sabiduría. Observo que con frecuencia simplemente fluye. Sin ningún esfuerzo, existe el conocimiento de qué decir y cómo decirlo. Tantas veces quedo maravillado cuando esto sucede, porque sé que me estoy moviendo en una habilidad que es de parte de Dios, y ciertamente no de mí mismo. Mi esposa Shirley con frecuencia se mueve en palabra de sabiduría. He sido testigo de esto por muchos años, tanto en la vida de la iglesia como en su función de madre. Nuestra hija Carrie nos llegó a los veintidós meses con mucha inseguridad en su vida, pues había vivido en un hogar albergue desde los nueve meses. Cuando Carrie tenía cerca de cuatro años todavía continuaba luchando con la inseguridad. Shirley y yo teníamos que ir un fin de semana para hablar a un grupo de padres sobre “la familia” y, para evitar distracciones, no se permitía la presencia de los niños. Les dijimos a nuestros dos hijos que se quedarían con unos amigos que todos conocíamos muy bien. Carrie, sin embargo, insistió en venir con nosotros. Desde que la adoptamos nunca la habíamos dejado tanto tiempo como una noche, y nuestra salida de varios días le producía inseguridad. A medida que se acercaba el fin de semana, continuamos diciendo que debía quedarse con nuestros amigos, pero ella seguía diciendo que quería estar con nosotros.¿Qué íbamos a hacer? Teníamos una responsabilidad ministerial que cumplir, y asimismo una hija que en realidad era nuestra responsabilidad prioritaria. Shirley elevó su corazón al Señor para buscar respuesta a este problema. Al hacerlo, tuvo una impresión en su interior que sintió que venía de Dios. Llamó a Carrie y le dijo que si quería venir con nosotros el fin de semana podía hacerlo, pero si quería quedarse con nuestros amigos también podía. Era una decisión que ella debía tomar. En los siguientes días escuchamos que Carrie decía: “Tengo que hacer una decisión. Tengo que hacer una decisión”. El mismo hecho de que podía venir con nosotros si lo deseaba la desató del poder de la inseguridad. Ya no estaba atrapada. Una palabra de sabiduría fue la clave. Carrie nunca hizo la decisión. Mientras Shirley y yo nos íbamos para el fin de semana, fuimos en familia junto con nuestros amigos a una heladería. En medio de la distracción mientras tomábamos los
w
177
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
helados, nos retiramos y dejamos a una hija feliz. Ella tuvo un feliz fin de semana y nosotros también.
Recibir palabras de sabiduría y conocimiento ¿Cómo operan estos dones? Al alzar nuestros corazones al Señor en busca de su consejo, viene un pensamiento a la mente, una impresión al corazón; un cuadro se imprime en la pantalla de nuestra mente. Simplemente sabemos algo que no sabíamos previamente. El Espíritu Santo habla. Es importante subrayar que no transformamos nuestras mentes en pasivas y vacías en espera de que llegue alguna impresión. Nuestra mirada está en el Señor Jesucristo. Lo miramos a Él para que nos hable a través del Espíritu Santo, y estamos activamente involucrados en el proceso de escuchar la voz de Dios. Esta impartición de sabiduría y conocimiento es tan simple que en general podemos llegar a perderla. Debemos tener una fe infantil. “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Santiago 1:5-8).
Cuando vemos a una persona que se mueve en un don de revelación, particularmente si hay una confirmación espectacular de la palabra hablada, podemos quedar asombrados y al mismo tiempo intimidados, admirados de la espiritualidad de esa persona, pero a su vez sentir que Dios jamás podría usarnos así. Pero la operación de un don espiritual no significa necesariamente que la persona es muy espiritual. Un don es un don: dado en un momento del tiempo para bendecir a alguien. El fruto del Espíritu Santo evidenciado en una vida indica la modelación de esa vida a la imagen de Jesús. Necesitamos a ambos, los dones y los frutos del Espíritu Santo, y 11 Dios quiere que esta sea la experiencia de cada creyente.
178
w
El don de discernimientos de espíritus
¿Cómo puedo estar seguro de que es Dios el que me habla? Solamente porque un pensamiento viene a mi mente, una impresión a mi corazón y un cuadro se imprime sobre la pantalla de nuestra mente, o hay un conocimiento sobre algo, no significa que el origen de ese entendimiento haya venido de Dios. Algunas veces puede ser Dios y otras nuestro corazón. Hasta que aprenda a escuchar claramente la voz del Señor, le ruego con todas mis fuerzas que cuando hable con alguien no diga: “El Señor me dijo esto o aquello”. Demasiadas personas dicen con gran soltura esas frases ¡cuando Dios no les ha hablado en absoluto! Sin embargo, con la experiencia puede venir una fuerza muy grande para hacer declaraciones, para decir con fuerza que el Señor le ha dicho algo. Cierta vez encontré un hombre que había estado diecinueve años confinado a una silla de ruedas, paralizado de la cintura para abajo. Era una persona extrovertida y muy alegre. Nunca me había encontrado con un minusválido así. ¡Qué testimonio maravilloso era para el Señor Jesús! Recientemente había asistido a una conferencia sobre señales y maravillas y esperaba ser sanado. Sin embargo, en tres ocasiones las personas que se acercaron a él con “palabras” de parte del Señor no eran para nada de parte del Señor. Esto le trajo gran desaliento. Palabras como: “El Señor me ha dicho que caíste de un árbol”. ¡Equivocado! “El Señor me dijo que tuvo un accidente de auto”. ¡Equivocado! ¿Por qué tenemos que preguntarle a Dios la razón por la que una persona está en silla de ruedas? ¿No podríamos con delicadeza preguntar a la persona, cuánto hace que esta en la silla de ruedas? ¿Qué le sucedió? Jesús le preguntó a un padre que le trajo a su hijo para ser liberado, cuánto hacía que su hijo estaba así. Usemos el sentido común y al mismo tiempo estemos abiertos a recibir palabras de re12 velación. En el momento que sabemos que Dios va a hablarnos y nos viene una impresión, diga a la persona que está buscando ayuda: “Siento esto o aquello. ¿Significa algo para usted?” La persona puede responder y decir: “Sí. ¿Cómo sabe?” O “No. No quiere decir nada para mí”. Si no hay testimonio de sus palabras, puede retirarlas con facilidad.
w
179
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Pero si antecede sus palabras con la frase “El Señor me dice...” es difícil retractarse de tal declaración. ¿Dios se equivoca? Hay una naturalidad que podemos experimentar al movernos en el poder del Espíritu Santo que nos hace más accesibles y les permite a las personas recibir de parte de Dios a través de nosotros. Por favor no se transforme en una voz religiosa y exhiba un tipo de actitud “soy más santo que usted”. Debemos caminar en humildad y no darnos aires religiosos. Cuando recién yo era cristiano, vivía con otros jóvenes cristianos que estaban involucrados en el evangelismo callejero. Llegó a la casa un joven que había recibido a Cristo a través de nuestro testimonio. Frank tenía un problema con el enojo que continuó a pesar de que ahora era creyente. Cuando se enojaba, el clima de la casa se ponía desagradable, y finalmente tuvimos que decirle que si las cosas no cambiaban, tendría que encontrar otro lugar para vivir. Llegó el momento en que me eligieron para ser el vocero y decirle que tenía que irse. La respuesta de Frank fue que no quería, y me pidió si podía orar por él para que quedara libre del enojo. Al no tener nada de experiencia de oración por personas, elevé mi corazón a Dios y tuve una oración que ahora he expresado tantas veces como la he recordado: “¡Ayuda!” Vinieron a mi mente tres palabras que para mí no tenían ninguna relevancia en la situación. Las aparté de mí dejándolas a un lado, al no saber cómo comenzar a orar. Continué pidiendo ayuda a Dios. Otra vez se me presentaron estas palabras que parecían no tener ninguna relación. Nuevamente las aparté de mí. Mientras silenciosamente me mantuve pidiendo a Dios que me ayudara y estas palabras volvían a venir, finalmente le pregunté a Frank si esas palabras significaban algo para él: “El pozo donde nadaban”. Para mi sorpresa Frank gritó: “¡Sí!” Y entonces se desplegó toda la historia. Alrededor de los diez años estaba con algunos de sus amigos en un pozo de natación donde lo zambulleron y lo dejaron demasiado tiempo. Casi se ahoga. Luego de que lo sacaron a la costa del río, sus amigos continuaron nadando, sin darse cuenta lo serias que habían sido las cosas. Mientras Frank miraba disfrutar al muchacho que lo había hundido y él trataba de reponerse de la desagradable experiencia, surgió en su interior enojo contra ese muchacho. Desde aquel momento había tenido problemas con un enojo incontrolable que con frecuencia se manifestaba, un enojo del que él desesperadamente deseaba
180 w
El don de discernimientos de espíritus
quedar libre. Una palabra de conocimiento había señalado la entrada del enojo y permitió tratar con el tema del perdón. La voz del Señor vino y yo casi la pierdo, mientras trataba de entender con mi mente las palabras de revelación que parecían no tener ninguna conexión con el problema que teníamos delante de nosotros. Pasaron unos cuantos años antes de que pudiera experimentar otra palabra de conocimiento. ¿Por qué? Porque nadie me dijo jamás cómo operaba este don, y cómo podía ponerme a tono para recibir la voz del Señor. Mientras cautelosamente le preguntamos a la persona que ministramos si una palabra que recibimos en nuestro corazón tiene alguna relevancia, y descubrimos una y otra vez que responden afirmativamente, crece nuestra confianza de que indudablemente escuchamos a Dios. Puede haber oportunidades cuando Dios nos habla, y la persona a la que le preguntamos nos dice no. Podríamos pensar que no hemos escuchado a Dios cuando en realidad sí. Hay momentos cuando, por mi experiencia, sé que Dios me da palabra sobre una persona y, sin embargo, no llevan testimonio para ellos o no las reconocen. Algunas veces una persona me habla mucho tiempo después de haber sido ministrada, dice que hubo algunas áreas que traté al orar, que no habían entendido. Ahora, con el paso del tiempo podían ver claramente la razón. Es allí donde, por mi experiencia, podemos ministrar libremente, porque sabemos con certeza que el Señor nos habla y obra a través de nosotros. Un grupo de líderes deseaba oración, así que oré uno por uno. Al llegar a un hombre, sentí tres áreas de necesidad en su vida en las que Dios deseaba ministrarlo. Antes de orar se las mencioné, pero él las negó. Por causa de que sabía que el Señor me hablaba, otra vez le mencioné estas tres áreas. Nuevamente negó tener problemas. Le hablé con sensibilidad, sin querer avergonzarlo en ninguna manera. Sin su consentimiento, sentía que no podía orar de acuerdo con la revelación que había recibido, así que simplemente hice una oración en general. Tan pronto como terminó el tiempo de ministración me pidió hablar privadamente. Reconocía cada una de las áreas que le había mostrado y quería recibir oración. Por alguna razón no podía permitir que otros supieran que él tenía esas necesidades en particular.
w
181
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Si yo no hubiera sido experimentado, podría haber pensado que estaba equivocado, que Dios no me había hablado, porque las palabras parecían no ser adecuadas, cuando Dios en realidad había hablado. Siempre tengan en cuenta que no podemos empujar a las personas o pasar por encima de su voluntades. Si verdaderamente tiene una palabra de parte de Dios y la anuncia, y la persona no desea ser ministrado, deje las cosas como están. Algunas personas necesitan abrirse más, otras necesitan exhibir más humildad y algunas necesitan llegar a estar más desesperadas para buscar ayuda.
Ministrar en confianza Cuando uno sabe con qué está tratando, el enemigo sabe que usted sabe, y allí es cuando suceden las cosas. En otras palabras, cuando usted sabe que trata con poderes demoníacos que atan una vida, puede ir tras ellos con autoridad y gran valentía, porque sabe con qué está tratando. Y cuando ejercita autoridad en fe ¡las cosas suceden! La primera vez que operé en el don de discernimientos de espíritus fue durante una ministración, oré en fe, cuando pude ver lo que sucedía en el interior de una persona. Hablaba a poderes demoníacos, creía que las palabras de autoridad que ejercía en el Nombre de Jesús expulsaban los espíritus que nombraba. De pronto vi a los espíritus, sus reacciones, y su salida de la persona. Porque vi los demonios, supe instintivamente que el don de discernimientos de espíritus comenzaba a operar. Durante cierta cantidad de semanas estuve involucrado en el ministerio de oración. Continué viendo los demonios contra los que venía y veía sus reacciones a las órdenes de irse en el Nombre de Jesús y cuando eran expulsados. Antes de ese momento, oraba en fe, sabía que la liberación sucedía, pero ahora podía verlo. Este “ver” no era como uno que ve con su visión natural, sino una visión espiritual. También podía ver delante de mí el nombre del espíritu o espíritus con los que Dios trataba. Todo eso era proyectado en mi mente y simplemente yo expresaba lo que estaba “viendo”. Sabía que la revelación era de parte de Dios por causa de los resultados: las personas eran maravillosamente liberadas. Algunos eran liberados en medio de dramáticas manifestaciones, otros con manifestaciones suaves, otros imperceptiblemente. Si las personas no sentían que sucedía
182
w
El don de discernimientos de espíritus
nada durante la liberación, los alentaba porque yo sí veía lo que sucedía. La operación de este don me permitió orar mucho por personas que experimentaban manifestaciones imperceptibles, porque estaba guiado no por manifestaciones exteriores, sino por lo que el Espíritu Santo me mostraba. El Señor Jesús no ha dejado a su iglesia sin la habilidad –a través del Espíritu Santo– de dejar al descubierto, nombrar y expulsar los espíritus malos que producen ataduras. ¡Gracias a Dios por los dones o manifestaciones del Espíritu Santo! Con el correr de las semanas el discernimiento continuó operando, pero ya no vi más las formas claras de los demonios. En lugar de eso veía áreas de tinieblas, algunas intensas, otras no tanto, con los nombres de los espíritus escritos delante de mí. Cuando ordenaba a los espíritus que se fueran, veía porciones de las tinieblas que se levantaban y quebraban según las áreas con las que trataba. Los resultados fueron los mismos. Los demonios salían con varios tipos de manifestaciones. También tenía un conocimiento de cómo un área de atadura estaba unida a otra. Un conocimiento sobre la persona, si tenía fe o no, y un sentir sobre el corazón del individuo al que ministraba. Comencé a reconocer cuando la palabra de conocimiento cambiaba a la de sabiduría, y luego al discernimiento, y así continuaba. Como he dicho, estos dones de revelación fluyen maravillosamente juntos. Con el paso de los años he encontrado que el discernimiento viene también de otras formas. Llámelo simplemente un saber. Si estuviera con un grupo de gente hambrienta y de pronto todos, aparte de usted comenzaran a olfatear y exclamar: “¡Pizza, pizza!”, usted podría preguntarse qué sucede. Si nunca había escuchado la palabra pizza, ni la había probado, ni olido, en principio no tendría la menor idea de lo que pasa. Al decirle que la pizza era comida que todos disfrutan, usted podría preguntar también: “¿Cómo sabe que es pizza?” La repuesta sería: “Porque podemos oler la pizza”. La pizza tiene su aroma propio, tal como el pan recién horneado. El sentido del olfato ha operado en cada uno de los amantes de la pizza, de allí el gran entusiasmo. Ese fuerte sentido de seguridad vino porque todos han comido pizza muchas veces y disfrutan del aroma. Tal como hay un sentir natural que podemos experimentar, hay uno espiritual. De pronto usted sabe algo. ¿Cómo? Bien, simplemente
w
183
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
lo sabe. Un sentir espiritual lo ha captado. Puede ser un conocimiento que le ha sido impartido. Puede ser que sienta los espíritus particulares que atan a una persona. Puede ser simplemente un saber cómo proceder, o qué decir con una sabiduría que le ha sido impartida. Hay ocasiones que mientras trato con una persona puedo decir cosas sobre ella. Las personas dicen: “Usted lee mis mails”, o algo así. Uno sabe algo y lo maravilloso es que no trataba de tener ese entendimiento. Sencillamente ha operado un don espiritual.
Ministrar en descanso Cuando usted sabe que “no puede hacer nada por su propia iniciativa”, y lo sabe realmente, eso lo libera de tener que esforzarse. Cuando sabe que no es lo suficientemente sabio, ni sabe tanto, ni discierne lo suficiente, entonces puede mirar a Jesús para que Él sea su ayuda. He descubierto que una de las claves principales para moverse en el poder el Espíritu Santo es estar descansando en su corazón. No tratando de producir nada a través de sus propias habilidades. Antes de experimentar el fluir de ninguna revelación, yo me esforzaba. Intentaba con toda mi fuerza escuchar la voz de Dios, y cuando no recibía nada me frustraba y desalentaba, porque también deseaba ver a las personas recibir ayuda a través del poder de Dios. Tal vez es así como se siente usted. Lo aliento para que se mantenga deseando las manifestaciones del Espíritu Santo, tal como somos exhortados a 13 hacer en Las Escrituras. También, en medio de ese desear, esté abierto a la impresión, ese despertar que describí. Hay un momento en que Dios habla y hay que actuar en fe basados en eso. Esto me lleva a tres palabras:
Revelación, declaración y confirmación ≈
Revelación
Es una revelación o descubrimiento; especialmente un descubrimiento asombroso de algo que no conocemos previamente o no somos conscientes. El Espíritu Santo revela algo. ¿Qué hacemos con eso?
184
w
El don de discernimientos de espíritus
≈
Declaración
En el contexto de orar por otros, una vez que una palabra de revelación ha sido impartida, debe ser expresada. La declaramos. ≈
Confirmación
Al hablar la palabra que Dios ha dado, la palabra es confirmada o vivificada por el Espíritu Santo, y cumple aquello para lo que Dios la envió. Dios confirma su palabra, ¡no necesariamente la nuestra! Confirmar significa “establecer, hacer cierto, ratificar”. Luego que Jesús se levantó de entre los muertos leemos sobre los discípulos: “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén” (Marcos 16:20).
Por supuesto, cuando Dios habla hay un desatar de fe que hace fácil el expresar o declarar lo que Él ha hablado. Esto es parte de mo14 verse en descanso. Algunas veces Dios habla una palabra que no debe ser expresada en presencia de otros, sino llevada delante de Él en oración. Todavía hay una confirmación para venir, la que puede suceder rápidamente, o es necesario que pase bastante tiempo antes de que la evidencia sea revelada a los sentidos, confirmando o completando lo que Dios dijo. Durante un tiempo de ministración en una reunión, una joven mujer pidió si podía orar por ella. Me dijo que había una barrera entre ella y Dios durante ocho años, que ella deseaba remover para poder de esa forma experimentar la presencia de Dios como en el pasado. Otros habían orado por ella, pero la barrera seguía estando. Sin saber qué decir, levanté mi corazón al Señor y dije: “¡Ayúdame, Señor!” Inmediatamente una palabra de conocimiento vino en forma de pregunta, y le dije: “¿Alguna vez tuvo un aborto?” Quedó visiblemente conmovida y dijo: “Sí, pero mi esposo me dijo que no se lo di jera. En realidad he tenido dos”. Esa pregunta reveló la fuente de la barrera. Ocho años antes estuvo relacionada sexualmente con el hombre con quien iba a casarse y había concebido. A eso le siguió un aborto. Otra concepción la llevó a otro aborto. Nadie debía saberlo ¡porque su novio era el hijo del pastor!
w
185
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Debido a que era casi medianoche, me encontré con ella y otra mujer cristiana dos noches después. Qué maravilloso encuentro tuvo con Jesús. Las barreras de culpa y vergüenza tanto como otras ataduras fueron quitadas de su vida, y la cercanía del compañerismo con Dios fue restaurada. ¡Revelación, declaración, confirmación! Una mujer se quedó para la oración al cierre de una reunión. Únicamente el pastor y su esposa quedaban allí además de mí. Le pregunté a esta mujer qué deseaba que el Señor hiciera por ella y respondió: “El Señor le mostrará”. No quería escuchar esa respuesta. Con frecuencia les pido a las personas si hay algo que desean decirme o alguna necesidad que quieren que sepa. Pero instintivamente supe que esta mujer no podía abrirse y que no debía presionarla. ¿Cómo lo supe? “¡Pizza!” Un sentir espiritual estaba operando. Levanté mi corazón al Señor y oré mi acostumbrada oración: “¡Ayúdame!” Todo lo que sabía sobre esta mujer era su primer nombre. Comencé a orar en fe, creía que Dios me ayudaría. Era como una nave aérea en la pista, que se apresta para salir. Mientras oraba con mi entendimiento, sentí que despegaba y estaba volando, en el sentido de que era sostenido, inspirado y guiado por el Espíritu Santo para orar efectivamente. Luego de unos pocos minutos de oración simplemente supe algo sobre ella. ¿Cómo? Bueno, lo supe. “¡Pizza!” Dejé de orar y dije: “Tienes falta de perdón en tu corazón hacia tu padre, ¿no es así? ¿Has sido violada, verdad? Y nunca has podido perdonar al hombre que te violó”, declaré. Reconoció que lo que dije era verdad y la exhorté a perdonar a estos dos hombres. Dijo que no podía. Abrí las Escrituras y hablé de la necesidad de perdonar desde el corazón. Luego de algunos minutos llegó al punto en que podía perdonar desde su corazón. Una vez que tratamos este asunto, continué orando. Al hacerlo, fue como observar la pantalla de un radar con imágenes. Vi varios espíritus, tales como odio, odio hacia los hombres, temor de los hombres y temor a ser asesinada. Los nombres estaban escritos de un lado al otro de los espíritus. Tomé autoridad sobre ellos en el Nombre de Jesús y los vi cuando salían mientras persistía en oración o que continuaba diciendo. Porque hay un tiempo de oración, pero un tiempo para decir –ordenar–. En total oré una hora por esta mujer, y la mayor parte del tiempo ella lloró. Al final nos dio a cada uno un abrazo fuerte desde el
186 w
El don de discernimientos de espíritus
corazón, y se fue gozosa. El pastor y su esposa estaban emocionados. Ella formaba parte de su congregación y la conocían bien. Previamente, me dijeron, habían tratado de hablar sobre las áreas tocadas en oración, pero no les permitía que la ayudaran. Había sido siempre muy cerrada. El hecho de que se quedara después de la reunión y el pedido de oración, eran ya un milagro, dijeron. Cada área en la que fui guiado a orar fue “directo al punto”, me dijeron, aún el temor a ser asesinada. Aparentemente el hombre que la violó cumplía ahora una sentencia en prisión, aunque no por violación. La había violado con tanta brutalidad que estaba cumpliendo condena por intento de homicidio. ¡Entonces no era nada extraño que tuviera temor de ser asesinada! De conocer únicamente su nombre, fui guiado a tocar los temas más importantes de necesidad en su vida. Nuestro Padre Celestial realmente nos ama y desea que podamos ser sanados. Sabe todo sobre nosotros. A través de los dones del Espíritu Santo podemos obrar junto con Él para traer el poder de su salvación a la experiencia humana.
Recibir el don de discernimientos de espíritus ¿De qué manera recibe uno el don de discernimientos de espíritus? En casi todos mis viajes, cuando impongo las manos me piden que imparta el don de discernimientos de espíritus. Esto me pone en la mira. ¿Quién soy yo para impartir dones de parte de Dios? Algunas personas quieren las cosas servidas en bandeja. No tengo duda de la sinceridad de muchos que lo piden, pero algunos quieren las cosas de la manera fácil. En primer lugar, necesitamos buscar a Dios por sí mismo y no sus dones. El ministerio que ejercitamos fluye primero y sobre todo desde nuestra relación con Él. Escuchar su voz tiene que ver con el desarrollo de una relación con Dios. “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios” (Colosenses 3:1).
En segundo lugar, necesitamos desear con todas nuestras fuerzas los dones del Espíritu Santo.
w
187
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
“Seguid el amor, y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis” (1 Corintios 14:1).
El origen de estos dones es Dios mismo, no el hombre. Si no buscamos primero a Dios, verdaderamente no deberíamos buscar al hombre. Luego de hacer la lista de los dones del Espíritu Santo en 1 Corintios 12, la Escritura continúa diciendo: “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere” (1 Corintios 12:11).
Hay dos maneras en las que se imparte un don del Espíritu Santo. La primera es directamente de parte de Dios, sin ninguna participación humana, mientras que la segunda es de parte de Dios con participación humana. En el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo vino sobre los discípulos que estaban reunidos, todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas; declaraban los hechos poderosos de Dios en lenguas que ellos jamás habían 15 aprendido. Dios les había otorgado este poder directamente. Cuando los discípulos en Éfeso fueron llenos del Espíritu Santo también hablaron en lenguas, tanto como profetizaron, después que Pablo les impuso las manos. Dios sin dudas era la fuente de la vida y los dones que fluían, pero Pablo era el vehículo que Dios utilizó para desatar es16 ta nueva dimensión de poder a través de la imposición de manos. Los dones de la palabra de conocimiento, palabra de sabiduría y de discernimientos de espíritus del mismo modo pueden ser impartidos directamente de parte de Dios, o puede haber una impartición a través de la imposición de manos de un creyente a otro. En mi propia experiencia, estos dones de revelación comenzaron a funcionar bastante independientes de cualquier participación humana. Sin embargo, hay momentos cuando un don espiritual se imparte a través de la imposición de manos y al expresar palabras dando una comisión. Cuando cierto día ministraban a un pastor, me expresó su gran deseo de operar en el don de discernimientos de espíritus. Durante muchos años había deseado ser una vasija a través de la cual los cautivos pudieran quedar libres. Mientras orábamos, sentí que el Señor deseaba impartir ese don y que debía imponerle las manos y desatarlo. A la
188
w
El don de discernimientos de espíritus
noche siguiente, mientras ministraba a las personas luego de la predicación de la Palabra, vi a una pareja que estaba en el fondo. La mujer era una amiga de la infancia y me imaginé que el hombre que la acompañaba era su esposo, a quien nunca había conocido. Era obvio que esperaban para hablarme, pero había tantas personas esperando la ministración que no podía llegar a ellos. Al mismo tiempo observé que el pastor les hablaba y oraba con ellos. Cuando finalmente nos encontramos, yo también oré por el esposo. La pareja expresó su asombro, diciendo que el pastor había orado por liberación exactamente de las mismas áreas y en el mismo orden. Llamé a mi amigo pastor y le hice recordar de la oración del día anterior. Dije que había habido una impartición y que el Señor ahora lo alentaba para que se diera cuenta de que el don de discernimientos de espíritus ahora operaba en su vida.
¿Cuándo debo funcionar en un don? Cuando el don de discernimientos de espíritu comenzó a operar en mi vida, descubría que con frecuencia sabía cosas sobre las personas. No era que buscara saberlas; sin embargo, muchas veces las sabía. Me daba cuenta de espíritus en particular que ataban a las personas mientras teníamos conversaciones comunes. Esto me preocupaba. ¿Qué debía hacer? ¿Tenía que decirles lo que sentía? ¿Debía ofrecerme a orar por ellos? ¿Si no oraba estaba afligiendo al Espíritu Santo? Si Dios me mostraba algo con seguridad, ¿debía actuar sobre esa revelación? En ese momento mi amigo Ken Wright vino a visitarme, un hombre que se movía intensamente en palabras de conocimiento y el ministerio profético. Había tenido durante muchos años la experiencia de oír la voz del Señor, y lo que me dijo me quitó un gran peso de encima. Habló sobre un jardín. Imagine una pareja que tiene un hermoso jardín. La esposa cuidaba mayormente del jardín, porque tenía pasión por las plantas y las flores. Sabía los nombres de cada planta y esperaba con tiempo a que aparecieran los pimpollos y salieran las flores. Aunque al esposo le gustaba tener el hermoso jardín, sabía muy poco o nada de los nombres de las plantas, y no era sensible con ellas. Una mañana todo eso cambió. Al salir por la puerta delantera, de pronto observó una hermosa flor. Se acercó y olió su fragancia y
w
189
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
llamó a su esposa para que viniera. Mirando por todos lados en el jardín, se dio cuenta de la variedad de las flores, colores y aromas. Habían estado allí todo el tiempo, pero ni se había dado cuenta ni las apreció. Ahora sus ojos fueron abiertos para ver cosas que no había visto antes. Mi amigo comparó esto con mi experiencia. Hubo cosas en las vidas de las personas que han estado allí y no las he visto antes, pero ahora todo esto cambió. De pronto estaba observando, sintiendo cosas. Un mundo completo de percepción se había abierto por causa del don que había impartido el Espíritu Santo. Me dijo que no tenía que correr a decirles a las personas porque supiera ciertas cosas sobre ellos. Un discernimiento estaba comenzando a operar, pero no tenía que sentirme obligado a actuar con respecto a todas las cosas que sentía. Llegarían tiempos, sin embargo, cuando tendría la oportunidad de ministrar a diferentes individuos.
Motivación para moverse en los dones del Espíritu Santo Es importante que consideremos por qué deseamos movernos en los dones del Espíritu Santo. Los motivos correctos son esenciales si vamos a servir al Señor con un corazón puro. ¿Por qué desea operar en un don del Espíritu Santo? Puede ser que responda que es para que Jesús sea levantado y eso está muy bien. También porque desea ver que las personas son realmente ayudadas, y eso también está muy bien. Pero si intensificamos la pregunta, algunos dirán que quieren ser vistos como personas importantes y con un ministerio grande. Esa motivación está completamente equivocada. Es esencial que nuestro propósito al experimentar el poder de Dios sea la honra y alabanza de Jesucristo, y que la gente sea verdaderamente tocada y bendecida con un encuentro con Él. Si está buscando los dones para poder impresionar a otros y que vean cuán espiritual o importante es, deje de buscarlos. Jesús envió setenta discípulos a predicar sobre el reino de Dios. Ellos regresaron con gran gozo, porque los demonios se les sujetaban, pero la respuesta de Jesús fue seria:
190 w
El don de discernimientos de espíritus
“Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regoci jaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos” (Lucas 10:20).
Si unimos esta a otras declaraciones en el evangelio de Mateo, aún se habla más seriamente al considerar la responsabilidad de tener que representar a Jesucristo sobre esta Tierra y que daremos cuenta por la manera en que ministramos en su Nombre. Jesús advirtió que cada uno de nosotros camina en uno de los dos caminos de la vida: el ancho que lleva a la destrucción, o el angosto que lleva a la vida. Luego alertó a los falsos ministros que tienen apariencia de ovejas, pero en sus corazones son lobos. Al hablar de buenos árboles que llevan buen fruto y malos árboles que llevan mal fruto, continuó diciendo estas temibles palabras: “ No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros. Y entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:21-23).
Estas declaraciones fueron dirigidas a las personas carismáticas en su experiencia cristiana. En realidad, cada creyente debería estar lleno del Espíritu Santo y experimentar las manifestaciones del Espíritu. De alguna manera pienso que va a ser un momento difícil para algunos creyentes el día que tengan que dar cuenta, para poder responder por qué eligieron rechazar la llenura del Espíritu Santo. Durante los primeros años de mi vida cristiana no entendí estas palabras, pero ahora sí. He estado durante un tiempo suficiente para ver, tanto como para conocer a algunos líderes cristianos que han funcionado poderosamente en los dones espirituales de parte de Dios, pero luego revelaron que habían vivido en pecado, con frecuencia durante muchos años. Aunque al mismo tiempo, un don espiritual o dones estaban visiblemente en operación en sus vida. La respuesta está en Romanos 11:29 donde leemos: “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” . “Irrevocable” significa incapaz de ser
w
191
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
revocados, repelidos o anulados. Cuando Dios otorga a alguien un don espiritual, no es un crédito condicional que dependa de su buen comportamiento, el que será retirado ante cualquier conducta inapropiada. Un don es un don. Esa es la razón por la que una persona algunas veces es acusada de una caída moral seria, aunque todo el tiempo en que la inmoralidad sucedía se movían en dones espirituales. Dios no retiró ese don o dones por causa del pecado. Si fuera un crédito condicional, hubiera sido retirado, pero no lo hizo porque Dios dio ese don. Simplemente porque vemos a alguien moviéndose en autoridad espiritual y dones no siempre significa que están correctamente ante Dios en su corazón. Un individuo puede haber comenzado bien y servido durante muchos años con la motivación correcta, pero algo sucedió que lo llevó a la caída. ¡Cuánto necesitamos defender nuestros corazones de la intrusión del pecado! Qué importante es tener relaciones cercanas con otros creyentes que pueden hablarnos si perciben alguna irregularidad.
Grados de unción Si tuviera que medir en una escala de uno a diez los grados de unción que he experimentado, siendo el uno el extremo más leve de la escala mientras que diez el más fuerte, me engañaría; he aprendido por experiencia que no siempre puedo medir los grados de unción por los sentimientos. Diariamente me propongo caminar correctamente con el Señor, aunque algunas veces la unción pareciera estar en uno o dos en la escala, mientras que en otras oportunidades es nueve o diez. Por qué esta intensidad de unción cambia o parece cambiar, no lo sé totalmente, pero como no siempre es fuerte como me gustaría, esto hace que descanse en el Señor constantemente. Si siempre “percibiera” un nivel de unción fuerte, tal vez me sentiría suficiente por mí mismo y no necesitaría tanto al Señor. Él tiene maneras de hacerme acordar cuánto dependemos de Él. Con respecto a esto, algunos de los más grandes movimientos del Espíritu Santo de los que he sido testigo sucedieron no solamente cuando el nivel de percepción su presencia era más alto, sino cuando la unción parecía 17 muy débil. Es realmente cierto que caminamos por fe y no por vista.
192
w
Capítulo 13
Armas de guerra
M M
ientras que somos conscientes de la guerra en el ámbito natural, uno de los propósitos de este libro es que estemos conscientes de la guerra en el ámbito espiritual. Como hemos visto, lo que sucede en el mundo invisible afecta directamente a lo que sucede en el mundo visible. Y lo mismo es cierto viceversa. Como cristianos tenemos un llamado a la guerra. Nuestro Dios es un Dios de guerra. Con mucha frecuencia La Biblia habla del Señor de los ejércitos, esto es, el Señor de las fuerzas angelicales que batallan contra las fuerzas de Satanás. La paz verdadera y perdurable nunca será negociada en Washington o cualquier otra capital nacional. Solamente a medida que las naciones se sometan al Rey de reyes y Señor de señores, Jesucristo el Hijo de Dios, vendrá la verdadera paz a esta Tierra. Solamente mientras se peleen y ganen las batallas en el mundo invisible habrá paz duradera en el mundo visible. Un libro excelente sobre guerra espiritual que recomendaría para un estudio profundo de la guerra espiritual en La Biblia es Dios está en guerra de Gregory A. Boyd (InterVarsity Press). No es para el lector casual, sino para el estudiante serio de la Palabra de Dios. A medida que vencemos a los poderes demoníacos que atan nuestras vidas o las vidas de otros, lo hacemos únicamente con el uso de armas espirituales. Se requieren armas para cualquier guerra y el
w
193
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
ejército que tiene las armas superiores es que el que generalmente gana. Nuestras armas son las más poderosas de todas y, a diferencia de las armas convencionales, no necesitan renovarse. “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:3-5).
Consideremos ahora algunas de las armas de guerra espiritual. Aunque vivimos en un cuerpo físico, no confiamos en las armas naturales, sino en aquellas que son espirituales para vencer las fuerzas espirituales de maldad. La plataforma de lanzamiento de estas armas es nuestra boca. Todo tiene que ver con lo que decimos.
El Nombre de Jesucristo No hay otro nombre tan poderoso como el Nombre de Jesús. Jesús es el Hijo eterno de Dios. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:1-3). “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él” (Colosenses 1:16). 1
Aquel que tuvo la primera palabra también tendrá la última. Jesús es Dios, y a pesar de todo muchos denigran su nombre. El Creador se
194
w
Armas de guerra
transformó en el Salvador, pero Él solamente puede salvar a aquellos 2 que claman a su nombre. Todos verán un día a Jesucristo tal como Él es realmente. Para algunos será una reunión gloriosa, para otros un 3 encuentro terrorífico. Todo verdadero creyente tiene el derecho, así como el mandato, de ejercer autoridad en el Nombre de Jesús. Al ir contra los malos espíritus, lo hacemos en el Nombre de Jesucristo, Él nos ha otorgado el derecho de usar su Nombre. Cuando usamos este Nombre todopoderoso nos paramos en lugar de Jesús. Estamos representando su reino. Estamos desatando su poder. Es un privilegio asombroso que tenemos como cristianos. Cuando trabajaba para destruir a Jesús a través de la traición y la crucifixión, Satanás, sin saberlo en ese momento, estaba él mismo predisponiéndose para experimentar su más humillante derrota, una derrota de la que fue testigo el ámbito invisible, una derrota de la cual nunca va a reponerse. Lo que Satanás pensó que era su más grandio4 so triunfo resultó ser su más enorme error. La profecía que Dios habló luego de la caída de Adán y Eva había encontrado su cumplimiento. “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya, esta te herirá [aplastará] en la cabeza y tú le herirás en el calcañar” (Génesis 3:15).
Porque el Hijo estaba dispuesto a tomar Él mismo forma humana, e identificarse con el pecado del hombre por medio de la muerte en una cruz, el Padre le ha exaltado grandemente. “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:9-11).
Al dar la comisión a sus discípulos para predicar el evangelio luego de que había resucitado de entre los muertos, Jesús dijo que en su nombre iban a echar demonios, hablar en nuevas lenguas, experimentar protección en los tiempos de peligro y sanar a los enfermos. Todo
w
195
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
5
esto iba a cumplirse en y a través de su nombre. Cuando Pablo expulsó un espíritu de adivinación de la mujer, lo hizo en el poder del Nombre de Jesús. “...más desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora” (Hechos 16:18).
¿Está usando usted esta poderosa arma?
La Palabra de Dios Cuando Dios habla una palabra, es enviada para cumplir lo que Él desea que suceda. Está llena de poder. Las Escrituras hablan de la lluvia y la nieve que caen de los cielos para mojar la tierra y hacer que produzca y germine, que da semilla al que siembra y pan 6 al que come. Tal como la lluvia y la nieve descienden de arriba y producen gran fructificación, Dios dice lo mismo acerca de lo que Él habla: “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 55:11).
¡La Palabra de Dios está llena de poder para que las cosas sucedan! “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las co yunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12).
No solamente debemos hablar en el Nombre de Jesús al venir contra las fortalezas demoníacas, sino que debemos hablar palabras que tenga como fuente a Dios. Tal como Jesús no hablaba nada por su propia iniciativa, sino las palabras que el Padre le decía que expre7 sara, nosotros también debemos hablar las palabras de Dios. Ya sea
196 w
Armas de guerra
que hablemos palabras de Las Escrituras o palabras que el Espíritu Santo nos dirige para decir en un momento particular, debemos hablar palabras vivas y activas, palabras que traigan liberación y sanidad. Palabras habladas a través de la inspiración del Espíritu Santo son palabras vivificadas por el Espíritu Santo. “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados, y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos” (Mateo 8:16).
Tal como Jesús desató liberación y sanidad a través de palabras que hablaba, debemos hacer lo mismo. Una de las piezas de protección de la armadura de Dios es la Palabra de Dios. “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efesios 6:17).
La Palabra de Dios es llamada la espada del Espíritu Santo. Una espada es un arma manual, que tiene una hoja larga muy fuerte con una punta filosa para atravesar, y uno o dos bordes filosos para embestir y golpear. Se utiliza para encuentros cercanos. La Palabra de Dios en nuestra boca es una espada contra el enemigo. El profeta Isaías dijo: “Y puso mi boca como espada aguda” (Isaías 49:2).
El apóstol Juan, en su revelación describió cómo vio a Jesús. Habló del rostro de Jesús que brillaba como el Sol, sobre su cabeza y su cabello la blancura de la nieve. Sus ojos como llama de fuego, sus pies 8 como bronce bruñido y su voz como el sonido de muchas aguas. También dijo: “De su boca salía una espada aguda de dos filos” (Apocalipsis 1:16).
Cuando Jesús fue tentado por el diablo, utilizó esta espada. Enfrentó las palabras de Satanás con la Palabra de Dios. “Está escrito”, 9 declaró, y citó las escrituras precisas para enfrentar cada ataque.
w
197
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Debemos saber la Palabra de Dios para que nosotros también podamos hablarla y así enfrentar los ataques del maligno. La Palabra de Dios en nuestra boca es una espada aguda. ¿Usa usted esta arma poderosa?
La sangre de Jesús Lewis Jones escribió la melodía y las palabras del muy conocido himno “Hay poder en la sangre de Jesús”: ¿Quieres ser salvo de toda maldad? Tan solo hay poder en mi Jesús. ¿Quieres vivir y gozar santidad? Tan solo hay poder en Jesús. ¿Quieres ser libre de orgullo y pasión? Tan solo hay poder en mi Jesús. ¿Quieres vencer toda cruel tentación? Tan solo hay poder en Jesús. ¿Quieres servir a tu Rey y Señor? Tan sólo hay poder en mi Jesús. Ven y ser salvo podrás en su amor, Tan solo hay poder en Jesús. [Coro] Hay poder, sí, sin igual poder, en Jesús que murió; hay poder, sí, sin igual poder, en la sangre que vertió. ¡Qué verdaderas son estas palabras! No existe sustancia en el universo que tenga el poder de cambiar las vidas pecaminosas de los seres humanos como la preciosa sangre de Jesús. Únicamente la sangre
198
w
Armas de guerra
de Jesús puede perdonar y limpiar de la devastación del pecado. Únicamente la sangre de Jesús puede librar de las ataduras de maldad que esclavizan. En el libro de Apocalipsis, leemos sobre los creyentes que vencen a Satanás: “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte” (Apocalipsis 12:11).
¿Qué significa esto? Que debemos decir lo que la Palabra de Dios dice sobre la sangre de Jesús. Significa que debemos apegarnos poco a la vida y estar dispuestos a entregarla por causa del evangelio, si fuera necesario. Si confesamos a Jesús como Señor, podemos declarar confiadamente: • “Tengo una relación de pacto con Dios a través de la sangre de Jesucristo” (Marcos 14:24). • “Tengo confianza para ir a la presencia de Dios por medio de la sangre de Jesús” (Hebreos 9:14). • “Soy limpiado de todo pecado por la sangre de Jesucristo” (1 Juan 1:7). • “Tengo paz con Dios a través de la sangre de Jesucristo” (Colosenses 1:20). • “Soy justificado por la sangre de Jesucristo” (Romanos 5:8-9). • “Soy santificado por la sangre de Jesucristo” (Hebreos 13:12). • “Soy comprado por la sangre de Jesucristo” (Hechos 20:28). • “Soy redimido por la sangre de Jesucristo” (Efesios 1:7). • “Tengo una conciencia limpia a través de la sangre de Jesucristo” (Hebreos 9:14) • “Soy un vencedor a través de la sangre de Jesucristo” (Apocalipsis 12:11). La confesión del poder de la sangre de Jesús es una de las armas más poderosas que podemos usar para quebrar las ataduras de los espíritus malos y resistir sus ataques. ¿Está usando esta poderosa arma?
w
199
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Alabanza Alabanza significa “exaltar en palabras o en canción; magnificar; glorificar”. Nadie es tan grandioso y merece tanto esta aprobación que Dios el Padre y su Hijo Jesucristo. Las Escrituras nos exhortan a alabar a Dios, y así debemos hacerlo, porque Aquel que es Creador y Redentor sin dudas es merecedor de toda la alabanza. “Alabad a Dios en su santuario; alabadle en la magnificencia de su firmamento. Alabadle por sus proezas; alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza. Alabadle a son de bocina; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza, alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes, alabadle con címbalos de júbilo. Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya. (Salmo 150)
Agradecimiento, alabanza y adoración todas están relacionadas; el agradecimiento lleva a la alabanza y la alabanza a la adoración. El corazón de Lucifer, que deseaba el lugar de supremacía que pertenecía por derecho a Dios, queda revelado en Isaías 14:13-14: “Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte, sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”.
Lucifer deseaba sentarse en ese lugar exaltado y recibir la gloria que tiene y la adoración de la creación. Cuando Satanás tentó a Jesús,
200 w
Armas de guerra
lo llevó a lo alto de la montaña y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: “Todo esto te daré si postrado me adorares” (Mateo 4:9). Satanás desea ser exaltado; se desespera por tener posición, poder y alabanza. Cuando Aquel digno de toda alabanza, el Dios Todopoderoso, es magnificado y magnificado en medio de una batalla, su poder se desata para obrar. Esto se ve muy claramente en el relato del rey Josafat y el pueblo de Judá, cuando un ejército combinado de moabitas, amo10 nitas y meonitas comenzaron a avanzar contra ellos. Josafat buscó el rostro de Dios con todas sus fuerzas y proclamó ayuno por todo Judá. A menos que Dios interviniera a su favor, la derrota y la destrucción eran seguras. Venía gente de todo Judá para buscar al Señor en Jerusalén. El rey proclamó la grandeza de su Dios y suplicó su ayuda. En medio de la oración, el Espíritu del Señor vino sobre Jahaziel, que habló una palabra de orientación de parte de Dios en cuanto a lo que tenían que hacer para desatar su juicio sobre sus enemigos. El pueblo de Judá no debía temer, sino ir antes que se acercara el ejército al día siguiente. No debían pelear, sino simplemente quedarse quietos y ver a Dios obrar a su favor. Creyendo lo que Dios había dicho, el rey y el pueblo se postraron y adoraron, mientras muchos de los le11 vitas se pusieron de pie y alabaron al Señor con voz muy fuerte. Al día siguiente el pueblo se levantó temprano y salió al desierto de Tecoa, con cantores que iban delante; exhortaban al pueblo a dar gracias al Señor. Qué forma más inusual de ganar la guerra; sin embargo, la ganaron. “Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron unos a los otros. Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero” (2 Crónicas 20:22-23).
Por medio del pueblo que obedeció la palabra de Dios y lo alabó por la victoria, multitud de los enemigos de Judá, que intentaba asesinar y destruir, fueron destruidos. Fue tan grande el botín
w
201
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
de guerra que quedó tirado sobre el sitio, que les llevó tres días juntarlo. No solamente fue derrotado un ejército, sino que vino mucha riqueza sobre el pueblo de Dios. Luego de alabar a Dios en el valle de Beraca el cuarto día, Josafat y el pueblo regresaron a Jerusalén con mucho gozo en medio del sonido de arpas, liras y trompetas. La alabanza había jugado un papel principal para vencer a los enemigos. ¿Usa usted esta arma poderosa?
Hablar en lenguas Luego de resucitar de entre los muertos, Jesús se apareció a sus discípulos durante un período de cuarenta días antes de ascender a los cielos. Sus últimas palabras para ellos fueron que esperaran en Jerusalén hasta ser llenos del Espíritu Santo, lo que les permitiría ser 12 sus testigos en la nación y en las partes más remotas de la Tierra. Sucedió diez días después: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que so plaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:1-4).
Vivían en Jerusalén judíos devotos de muchas naciones, que estaban asombrados de escuchar a estos seguidores de Jesús hablar en sus propios idiomas. ¿Qué decían? “Les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios” (Hechos 2:11). Mientras se preguntaban qué significaba todo esto, Pedro se puso de pie y predicó a los miles que se habían reunido para ver este fenómeno. Con fuerza decidida, habló de Las Escrituras, dijo que esto sin dudas era el cumplimiento de lo 13 que había predicho el profeta Joel. Al hablar de Jesús, su muerte y resurrección de entre los muertos, y su exaltación como Señor y Cristo, cerca de tres mil personas se apartaron de sus pecados y se trans14 formaron en seguidores de Jesús.
202
w
Armas de guerra
Cuando los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo, recibieron un don para hablar en lenguas que no habían aprendido. Esta habili15 dad era una señal del obrar del Espíritu Santo en sus vidas. Charles Wesley escribió el himno tan conocido que habla sobre el deseo de los creyentes de expresar adecuadamente la alabanza que le pertenece a Dios: “Oh, que miles de lenguas canten alabanzas a mi gran Redentor, las glorias de mi Dios y Rey, los triunfos de su gracia”. Tan maravilloso e importante como es expresar alabanza al Señor en nuestra lengua materna, muchas veces no nos permite expresar completamente lo que está en nuestros corazones. Al hablar en lenguas cuando alabamos a Dios, este sentido de limitación desaparece. Hay un propósito triple al hablar en lenguas. 1. Ministra a Dios “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios” (1 Corintios 14:2). 2. Se ministra a sí mismo “El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica” (1 Corintios 14:4).
Al hablar en lenguas nos edificamos o levantamos en fe. 3. Ministra a otros “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:18).
Uno de los tipos de oración y oración en el Espíritu es orar en len16 guas.
w
203
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
17
La Biblia habla de “varios tipos de lenguas”. Hay un hablar en lenguas que es puramente devocional, esto es, entre un individuo y Dios. Y hay un hablar en lenguas para dar un mensaje a una persona o personas, habitualmente acompañado por interpretación. Personalmente, creo que un creyente que desea ser lleno del Espíritu Santo puede hablar en lenguas. Es un don tan maravilloso de Dios que nos asiste en nuestra relación con Él y en nuestro ministerio a otros. Si usted es un cristiano y no habla en lenguas, debería comenzar a buscar hacerlo. Cuando este don se usa para dar una palabra a alguien, habitualmente se acompaña de la interpretación, pero podemos también hablar una palabra en el propio idioma de esa persona, como en el Día de Pentecostés. Luego de orar por las personas por más de dieciséis años, durante o luego del tiempo de ministración, algunas veces he descubierto que cuando hablo en lenguas en realidad estaba hablando en la lengua materna de esa personas o en una lengua que entendía. Aunque solamente sé inglés con mi entendimiento, he hablado en lenguas como el italiano, swahili, maorí, ruso, japonés y finés. En esos momentos generalmente nombro y ordeno a los demonios que salgan de las personas, o de lo contrario profetizo o traigo palabras de aliento mientras hablo en lenguas. Hace dos años oraba por una pareja que habían sido líderes de varias iglesias en la República Democrática del Congo. Por causa de los problemas que había allí, tuvieron que huir para salvar sus vidas. Sin embargo, la mayoría de sus hijos adultos todavía estaban en África y sentían un gran peso por el bienestar de ellos. Durante el tiempo de la ministración sentí que el Espíritu Santo me animaba a orar por sus hijos. Antes de orar, levanté mi corazón al Señor y deseaba orar en su lengua materna o un lenguaje que pudieran entender. Entonces comencé a orar en una lengua que jamás había escuchado yo mismo. Me sentí muy inspirado, y la lengua sonaba muy africana para mí. Luego de orar en lenguas, comencé a orar en inglés y quedé asombrado por el fluir de autoridad que experimenté. Pedía grandes cosas al Señor, cosas que no había pensado pedir. Luego comencé a orar en lenguas nuevamente y parecía muy africano. Después comencé a orar en inglés; no solamente pedía grandes cosas de parte de Dios, sino profetizaba otras que debían desplegarse como provisión de Dios para la familia.
204
w
Armas de guerra
Una tercera vez oré en esta lengua de sonido africano y nuevamente en inglés. Durante todo el tiempo que oré por los hijos, estuve en un fluir de gran autoridad y libertad. Cuando la ministración terminó, no se hizo mención de que había hablado en una lengua que ellos entendían. A la tarde siguiente esta pareja pidió si podían quedarse unos pocos minutos conmigo antes de que yo regresara a Canadá. Expresaron gratitud por las oraciones por sus hijos, y explicaron que había cinco tribus en el área del que ellos venían: Bembo, Bazimba, Lega, Bango Bango y Kisongo. La lengua de sonido africano que hablé era –ahora lo descubría– la kisongo. Cada vez que había hablado en kisongo, seguidamente hable en inglés exactamente lo que había dicho en kisongo. No es extraño que fueron alentados cuando el Señor habló en una lengua con la que estaban familiarizados, sobre preocupaciones que eran tan importantes para ellos. Mientras consideraba lo que había sucedido me di cuenta que no solamente había estado en 18 operación el don de lenguas, sino el de interpretación también. Cuatro meses antes, en una reunión en Suecia estaba orando por una mujer que yo pensaba que era sueca. Estaba expulsando demonios de ella, tanto en inglés como en lenguas. Tal vez se pregunten cómo sé que estoy echando demonios cuando hablo en lenguas. La respuesta es simple: me siento muy militante, sé que estoy involucrado en guerra espiritual y veo el fruto de lo que hago cuando los demonios son echados de las vidas. Esta mujer experimentó una liberación muy grande de espíritus de enojo y rechazo que la habían atado durante años. Al día siguiente se me acercó y me dijo que era de Finlandia, y que mientras oraba por ella hubo un momento cuando comencé a hablar en finés, que ordené a los demonios que salieran. Solamente un año atrás, cuando estuve en Finlandia, había tenido una experiencia similar al orar por un hombre. Qué maravillosa arma es hablar en lenguas. No es extraño que el enemigo deteste este don. ¿Usa usted esta arma poderosa?
Llenado del Espíritu Santo Ya que nuestras bocas se usan para lanzar estas armas poderosas, debemos estar conscientes de que formular palabras solamente, no es suficiente. Es únicamente cuando el Espíritu Santo nos inspira,
w
205
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
vivifica, guía y llena de poder que nuestras palabras se hacen vivas y potentes. En otras palabras, no hablamos de usar fórmulas para confrontar al enemigo, sino de obrar juntos con el Señor cuando entramos en batalla, y depender totalmente de Él. Hay gente “religiosa” que tiene todo el derecho de hablar, pero a sus palabras les falta poder y no hacen nada o poco para sacudir las fortalezas. Tal como explico después, la fe es muy importante, y las palabras que hablamos deben ser de fe. Por ahora, necesitamos darnos cuenta de la dependencia del Espíritu Santo para vencer al enemigo. Al hablar de Jesús, La Escritura dice: “Como Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y como este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).
Nosotros también necesitamos la unción, capacitación y poder del Espíritu Santo. Jesús echó un espíritu mudo de un hombre que entonces quedó libre para hablar. Algunos que fueron testigos de este milagro se maravillaron, mientras otros criticaron al Señor, demandando una señal del cielo. Como conocía sus pensamientos, Jesús los confrontó y dejó muy claro de que habían sido testigos de una señal del cielo: “Mas si por el dedo de Dios, echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros” (Lucas 11:20).
Estos no creyentes sabían que el Antiguo Testamento hablaba del dedo de Dios. Era el dedo de Dios que producía las señales y maravillas en Egipto. Cuando los magos fueron incapaces de producir los piojos, como Moisés lo hizo, ellos exclamaron ante Faraón que este 19 era el dedo de Dios que operaba. Cuando Moisés estaba sobre el Monte Sinaí, Dios le dio dos tablas de piedra las que tenían grabadas 20 los Diez Mandamientos. Estaban escritos con el dedo de Dios. Jesús declaraba que el mismo poder que fue responsable de los milagros en Egipto y la escritura de la Ley sobre las tablas de piedra, operaba con Él en la liberación de aquellos atados por espíritus malos. El relato de Mateo de este incidente dice simplemente:
206 w
Armas de guerra
“Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios” (Mateo 12:28).
¿Quién es el dedo de Dios? Ningún otro que el Espíritu Santo de 21 Dios. Si Jesús, el Hijo de Dios, necesitaba estar lleno del Espíritu Santo para realizar señales y maravillas, cuánto más no necesitamos nosotros este equipamiento del Espíritu Santo. Ser bautizado o lleno del Espíritu Santo no es un extra opcional para el cristiano, sino una absoluta necesidad. Estar lleno del Espíritu Santo no debería ser una experiencia que sucedió en nuestro pasado, sino una realidad diaria. Pudo haber un momento en el pasado cuando le pedimos a Jesús que nos llene con su Espíritu, y Él lo hizo, pero ¿estamos llenos del Espíritu Santo hoy? Efesios 5:18 dice: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”.
En el texto amplificado dice: “Estad siempre llenos y estimulados con el Espíritu Santo”. Necesitamos estar continuamente llenos del Espíritu Santo.
Recibir la llenura del Espíritu Santo Usted puede ser un cristiano, pero tal vez nunca fue lleno del Espíritu Santo y se pregunta cómo puede suceder eso. Jesús es Aquel 22 que bautiza o llena a un creyente con el Espíritu Santo. Si su corazón está bien con Dios y desea ser lleno del Espíritu Santo, entonces simplemente ore y pida a Jesús que lo llene. Recibir una llenura del Espíritu es por fe. Para algunos será un encuentro dinámico, para otros no. Al pedir a Jesús que lo llene, comience por dar gracias de que Él imparte una nueva medida del poder del Espíritu dentro de su vida. Comience a agradecer en su propia lengua por lo que sucede, sea que sienta que algo sucede o no a través de sus sentidos. No se apure mientras espera en el Señor. Siga agradeciendo por la impartición de poder. Al agradecerle, manténgase abierto para hablar cualquier sílaba de una nueva lengua que esté en sus labios o que
w
207
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
sienta que se despierta dentro de usted. No puede hablar en un lenguaje conocido y otro desconocido al mismo tiempo. Comience a expresar los nuevos sonidos y sílabas por fe. Esas sílabas se transformarán en palabras y las palabras se formarán en oraciones pa23 ra alabar a Dios. Si no empieza a hablar en lenguas al principio, no se desaliente, sino siga deseando hacerlo. Puede ser que cuando se despierte en la mañana encuentre que un nuevo lenguaje se agita en su interior. Háblelo. Puede ser que esté lavando los platos y la lengua de pronto le aparezca. Háblela. Puede ser en un servicio de adoración corporativa que descubre que el don de lenguas ha sido desatado. Cante en ese lenguaje. Cuando acababa de llegar a Canadá, me pidieron que visitara a alguno de la zona donde yo vivía. Me llevó algo de tiempo descubrir la casa, y cuando lo hice dudaba en llamar. Podía escuchar que adentro el hombre lloraba con voz muy fuerte. Finalmente llamé y me respondió un hombre mayor. Me invitó a pasar y me dijo que tenía una carga por uno de sus hijos. Al conversar, descubrí que había sido un cristiano pentecostal durante cincuenta años, pero que jamás había hablado en lenguas. Muchos habían orado por él, pero nunca había recibido el don de lenguas. Esto le había producido mucho desaliento. Le pregunté si le gustaría que orara por él para que fuera lleno del Espíritu Santo y respondió positivamente. Al comenzar a orar, se puso tenso y hacía esfuerzos para recibir de Dios. Le dije que dejara de esforzarse y se relajara. Nuevamente oramos y otra vez se puso muy tenso. Esto sucedió durante veinte minutos. Le seguía diciendo que dejara de esforzarse. Que se relajara, para recibir por fe la llenura. Finalmente se detuvo. ¡Le llevó cincuenta años llegar a ese punto! En esa situación de descanso y fe, Jesús lo llenó con su Espíritu y el hombre comenzó a alabar al Señor en un lenguaje que jamás había aprendido. ¡Estaba emocionado! Es por fe que pedimos la llenura y es por fe que recibimos.
208
w
Capítulo 14
Imposición de manos
M M
ientras Jesús iba liberando y sanando, con frecuencia estiraba sus manos y las ponía sobre aquellos a quienes ministraba. Cuando lo hacía, se producía una impartición de poder divino: “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él, y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo” (Lucas 4:40-41).
No solamente Jesús imponía manos sobre las personas; dio la co1 misión a sus seguidores de que hicieran lo mismo. Al hacer esto en el momento y la manera apropiados, debemos saber por anticipado que habrá una impartición divina de poder. Actualmente, la imposición de manos no es algo extraño. Numerosos grupos, desde los que practican la Nueva Era hasta algunos en la profesión médica, practican la imposición de manos. Sin embargo, no hablamos de lo que se practica en el ocultismo o los ámbitos seculares, sino la práctica bíblica de la imposición de manos. Hay una diferencia muy grande. Los cristianos no deberían permitir a nadie que
w
209
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
imponga sus manos sobre ellos, a menos que la persona sea un creyente o un grupo de creyentes, y se haga dentro del contexto bíblico. La imposición de manos no es solamente un ejercicio físico sino espiritual, y someterse a una práctica no bíblica es someternos a la in2 fluencia demoníaca y una posible impartición demoníaca.
¿Qué dice La Biblia? ¿Qué dice entonces La Biblia sobre la imposición de manos? La siguiente definición muy clara y los tres propósitos para la imposición de manos han sido talentosamente escritas por Derek Prince en su Serie de Libros Fundamentales. ≈
Definición
La imposición de manos es una acción en la cual una persona impone sus manos sobre otra con un propósito espiritual definido ya 3 pensado. ≈
Propósitos
1. Transmitir una bendición espiritual o autoridad sobre el que impo4 nemos las manos. 2. Reconocer públicamente alguna bendición espiritual o autoridad ya recibida de parte de Dios, por aquel sobre quien se impone las 5 manos. 3. Cuando se compromete ante Dios para un ministerio o tarea espe6 cial a la persona sobre quien se impone las manos. Algunas veces se cumplen los tres propósitos cuando se imponen las manos sobre una persona. Las palabras “impartir-reconocer-comisionar” comprenden la “imposición de manos” bíblica. Existen varios relatos tempranos sobre esto.
Los hijos de Jacob y de José En el capítulo 48 de Génesis leemos cuando Jacob bendice a sus nietos Manases y Efraín, los hijos de José. Jacob tenía la intención
210 w
Imposición de manos
de transmitir una bendición a cada uno de ellos e imponer las manos era un aspecto importante. José puso a sus hijos cerca de Jacob de tal manera que la mano derecha de Jacob estuviera sobre Manasés, su hijo mayor, y la izquierda sobre Efraín. Esta acción no le agradó a José, pero Jacob había ubicado intencionalmente su mano derecha sobre el nieto más pequeño para poder impartir la mayor bendición. Jacob le explicó a José que Efraín llegaría a ser más grande que su hermano mayor. El Señor conocía el corazón de cada uno de los hijos de José y los propósitos que tenía para ellos, y había dirigido las acciones de Jacob. Vemos por este relato que la imposición de manos era practicada por los patriarcas primitivos. Con frecuencia cuando se impone las manos sobre una persona, se hacen oraciones y pronunciamientos. En el capítulo 49 leemos sobre Jacob, que hizo pronunciamientos sobre sus doce hijos. Estas fueron expresiones proféticas llenas de poder y destino.
Moisés y Josué En el libro de Número leemos: “Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu y pondrás tus manos sobre él, y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación, y le darás el cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. Y Moisés hizo como Jehová le había mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación, y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo, como Jehová había mandado por mano de Moisés” (27:18-20, 22-23).
Vemos después el resultado de esta impartición-reconocimientocomisión: “Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él, y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés” (Deuteronomio 34:9).
w
211
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
En cada una de estas instancias algo poderoso sucedió a través de la imposición de manos. No eran meras acciones vacías, sino ocasiones significativas en las que Dios impartía algo a cada persona. Algunas veces en la vida de la iglesia vemos meramente la forma de la imposición de manos. Esta no es la intención de Dios. Él quiere que experimentemos la vida, no meras formas religiosas vacías de poder.
Cinco propósitos de la imposición de manos en el Nuevo Testamento Mientras que podríamos ver numerosos ejemplos de imposición de manos bajo el Antiguo Pacto, ahora consideraremos el Nuevo Pacto (Testamento) que se aplica para nosotros actualmente. Menciona cinco propósitos para la imposición de manos.
1. Nombramiento de diáconos En la reciente iglesia de Jerusalén los apóstoles deseaban quedar libres de tener que ministrar a las necesidades diarias de la gente, como en el caso de las viudas, y poder apartarse para el ministerio de la oración y la Palabra de Dios. Ante la sugerencia de los apóstoles la iglesia eligió siete hombres llenos del Espíritu Santo y sabiduría, para que se hicieran cargo de estas ministraciones prácticas. “A los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les im pusieron las manos” (Hechos 6:6).
De estos diáconos que fueron apartados y comisionados a través de la imposición de manos, emergieron poderosos ministerios. Esteban se transformó en un gran predicador que fue mártir por su fe, mientras Felipe llegó a ser un evangelista cuya predicación era acom7 pañada con poderosas señales y maravillas. Aunque no está registrado específicamente en el Nuevo Testamento, la imposición de manos era probablemente utilizada por los apóstoles al ordenar ancianos pa8 ra las iglesias.
212
w
Imposición de manos
2. Envío de apóstoles La palabra “apóstol” significa literalmente “uno que es enviado”. En la iglesia de Antioquia cinco profetas y maestros son nombrados: Bernabé, Simeón, Lucio, Manaén y Saulo: “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquia, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Níger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron” (Hechos 13:1-3).
Obviamente, hubo una impartición, porque hubo un reconocimiento del llamado de Dios sobre Bernabé y Saulo, y fueron comisionados para una tarea en particular. Como resultado de su viaje misionero, muchos gentiles se volvieron a Cristo y maravillosos mila9 gros atestiguaban la resurrección de Jesús de entre los muertos. 3. Impartición de dones espirituales Al escribir a la iglesia de Roma, Pablo expresaba un deseo de su corazón: “Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados” (Romanos 1:11).
Aunque no está específicamente mencionado, la imposición de manos probablemente era parte de la impartición de esos dones. Cuando Pablo exhortó a Timoteo que sea ejemplo de otros creyentes, agregó: “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio” (1 Timoteo 4:14).
Leemos aquí de un don espiritual que fue impartido a través de la imposición de manos por un grupo de líderes cristianos. Observe que lo acompañaba una expresión profética: se hablaba una palabra y un
w
213
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
don espiritual era desatado. En una carta posterior de Pablo exhorta a Timoteo otra vez: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos” (2 Timoteo 1:6). 4. Bautismo en el Espíritu Santo El Nuevo Testamento registra cinco relatos de personas que fueron bautizadas o llenas del Espíritu Santo; en tres de ellos hubo imposición de manos. El día de Pentecostés y en la casa de Cornelio, el Espíritu Santo cayó sobre los que estaban reunidos y los llenó a todos. 10 No hubo imposición de manos. Sin embargo, cuando Felipe el evangelista predicó el evangelio en Samaria, acompañando por los milagros de liberación y sanidad, los nuevos creyentes habían sido bautizados en agua pero aún no habían recibido la llenura del Espíritu Santo: “Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo, porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo” (Hechos 8:14-17).
A través de la imposición de manos, entonces, muchas veces tiene lugar la llenura con el Espíritu Santo. 5. Sanidad física Una de las señales que siguen a la predicación del evangelio es la sanidad de los enfermos: “...sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:18).
Jesús dejó establecido el ejemplo de cómo quería que sus discípulos ministraran a la gente. La sanidad de la suegra de Pedro se
214
w
Imposición de manos
menciona en tres de los cuatro evangelios, y cada relato da una información que el otro no tiene. El relato de Lucas: “Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella. E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la de jó, y levantándose ella al instante, les servía” (Lucas 4:38-39).
El relato de Mateo: “Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de este postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía” (Mateo 8:14-15).
El relato de Marcos: “Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía” (Marcos 1:30-31).
En el primer relato, el énfasis está sobre la fiebre que es reprendida, la orden de fe. En el segundo, sobre Jesús que la tocó, el toque de fe. En el tercero, sobre Jesús que la toma y la levanta, la acción de fe. Una estos relatos y veremos el cuadro total de lo que sucedió más o menos simultáneamente. Jesús llegó a donde estaba la suegra de Simón y vio su necesidad. Reprendió a la fiebre, echo el espíritu de enfermedad; la tomó por su mano para impartirle poder de sanidad y luego la levantó; le dio la oportunidad de responder a su palabra y toque, y la levantó de la enfermedad a libertad y salud. Todos estos tres ingredientes fueron necesarios para que recibiera y mantuviera la sanidad. La orden de fe; el toque de fe; la acción de fe. Algunas veces buscamos imponer manos sobre algunas personas para ministrar sanidad física, pero hemos fracasado para expulsar el espíritu o espíritus de enfermedad en el origen del problema.
w
215
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
La liberación de los malos espíritu y la sanidad física muchas veces están muy ligadas. Participar del ministerio de sanidad es participar del ministerio de liberación y viceversa.
Pautas para la imposición de manos 1. Andar correctamente con Dios No debería ser necesario establecer esto, pero hay que hacerlo. Para representar a Dios y a su reino una persona necesita caminar en relación correcta con Dios. Si no hace esto, entonces no debería imponer las manos a nadie. Como he dicho, la imposición de manos no es simplemente un ejercicio físico. Es en primer lugar un ejercicio espiritual. Siempre existe la posibilidad de una incorrecta impartición si alguien camina en tinieblas y no en la luz. 2. Bajo autoridad para poder ejercer autoridad Para ejercer autoridad en el reino de Dios es importante no solamente estar correctamente relacionado con Dios y sujeto a su autoridad, sino también estar correctamente relacionado con otros creyentes, en una iglesia local o comunidad, y estar sujeto a autoridad dentro de ese cuerpo de creyentes. No se trata de que algunas personas controlen a otras, sino que todos tengan corazones sumisos unos a otros. Debe ser bien enfatizado que la sumisión no es 11 obediencia ciega. 3. Saber cómo protegernos Por causa de que la imposición de manos es en primer lugar un ejercicio espiritual, las personas que lo practican necesitan saber cómo protegerse de cualquier impartición incorrecta que emane de la persona sobre quien se impone las manos. Si pedimos la protección a través de la sangre de Jesús, no necesitamos preocuparnos por esto. 4. Ministramos por fe Todo ministerio es por fe, y es así cuando se impone las manos sobre alguien. Uno no tiene que sentir que algo sucede para saber que 12 es así.
216 w
Imposición de manos
5. Es imposición de manos, no empuje de manos Algunas personas no son sensibles a esto. Lleve el peso de su mano o manos sobre usted mismo y no se apoye sobre la persona por la que ora. Ni debería empujar a nadie cuando ora. Anime a la persona a recibir de parte de Dios mientras está de pie. Si el Espíritu Santo las toca de tal manera que caen, que así sea, pero no las empuje para impresionar a otros de que Dios está obrando a través de usted. 6. Sea razonable en cuanto al lugar en dónde impone las manos Hay lugares donde no es apropiado que alguien imponga manos. Los hombres deben ser particularmente conscientes de cómo ministran a las mujeres. Las mujeres también deben ser sensibles cómo ministran a los hombres. Los hombres no deben dar lugar a equívocos cuando ministran al otro sexo. Es bueno si una mujer puede ministrar a una mujer y un hombre a un hombre. Si un hombre ora por una mujer e impone sus manos sobre ella, es bueno si una mujer puede asistirlo en el ministerio, particularmente si la oración se hace en un lugar privado. 7. Ore con los ojos abiertos Tal como mencionamos antes, si ora con los ojos abiertos con frecuencia verá con sus sentidos un poco de lo que el Señor hace. Tener sus ojos cerrados es no permitir esta percepción. 8. Sea sensible hacia las personas por quienes ora Ore por otros como le gustaría que oraran por usted. A algunas personas les cuesta recibir de otros, así que esté consciente de esto. Otros necesitan recibir un acercamiento gentil para ministrarlos y se cerrarán si usted se les acerca con demasiada fuerza. Respete a la persona por la que ora. 9. Sea sensible a lo que le guíe el Espíritu Santo No es lo que hacemos, sino lo que Dios hace, lo que trae vida a la persona por la que oramos. Busque ser guiado por el Señor sobre cómo orar y qué decir mientras ministra.
w
217
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
10. Camine siempre en humildad Cuando realmente sabemos cuánto necesitamos depender del Señor para ministrar a las vidas de otros, resultará imposible caminar en orgullo. Cuando Dios nos usa, es muy importante que le demos toda la alabanza a Él y que animemos al que recibe a hacer lo mismo.
Preguntas sobre la imposición de manos Las siguientes son algunas preguntas muy comunes que se hacen sobre el ministerio de imposición de manos: 1. “Soy un creyente nuevo ¿Puedo imponer manos y orar por las personas?” Sí. Mientras siga las pautas que acabamos de mencionar. 2. “Yo mismo no estoy libre completamente pero amo orar por otros para que queden libres. ¿Puedo impartir un espíritu equivocado a la persona por la que oro?” Si está caminando correctamente con Dios y tiene un amor genuino por la persona por la que ora, no es necesario temer que pueda impartir un espíritu erróneo. Dios no espera hasta que estamos completamente libres para usarnos. El punto principal tiene que ver con nuestros corazones. Tenga la motivación correcta y hágalo. 4. “Nunca siento nada cuando impongo manos sobre una persona. Conozco a algunos que sí. ¿Pasa algo malo conmigo?” No, no hay nada malo. Somos llamados a caminar en fe, y cuando oramos por otros siempre es por fe, no con los sentimientos. 5. “¿Cuántas personas deberían orar para que una persona quede libre? He visto que muchos rodean a una persona y comienzan a orar y me parece demasiado.” Es una buena pregunta. Depende del tipo de ministerio de oración. Por ejemplo, si está encomendando a alguno de su iglesia que sale para un viaje misionero, sería natural que muchos se reúnan y extiendan sus manos. Si ora por liberación, sin embargo, sería mejor
218
w
Imposición de manos
tener entre una y tres personas. No digo que no puede haber más, pero un equipo más pequeño le da una atmósfera más personal. Si otros desean asistir, podrían interceder en otro cuarto. 6. “¿Es siempre necesario imponer manos cuando está ministrando liberación?” No, no es necesario. Sin embargo, personalmente me gusta hacerlo porque sé que se produce una impartición a través de la imposición. 7. “Si voy a orar por alguien, ¿está bien si le pido autorización para im poner las manos?” Algunas veces sentirá que tiene que hacer esa pregunta, particularmente si la persona es del otro sexo. En ocasiones, la respuesta será que prefieren que no lo haga. Respete ese deseo. 8. “¿Cualquier cristiano puede imponer manos y orar, o es únicamente para los líderes?” líderes?” De acuerdo con la comisión de Jesús en Marcos capítulo 16, todos los creyentes pueden imponer manos sobre los que están enfermos y ministrar sanidad. No es solamente solamente para los líderes líderes cristianos. Si tiene la carga de ministrar a otros, hable con su pastor y que él sepa su deseo. Si su iglesia tiene un equipo de ministración, tal vez pueda participar de ese equipo y tendrá así la oportunidad y autoridad dentro de su iglesia local para ministrar libremente.
Trayectoria personal Me crié en un entorno eclesiástico donde nadie imponía manos a nadie; por lo tanto, cuando llegué a ser cristiano no estaba familiarizado con esta práctica, la que veía en otras iglesias o reuniones cristianas. En el momento en que llegué a Cristo mi vida cambió radicalmente de muchas maneras; a pesar de todo tenía grandes conflictos interiores para los que no encontraba respuesta ni alivio, hasta que pasaron cierta cantidad de años. Durante este tiempo no impuse manos a ninguna otra persona ni oré por ellos, aunque era evangelista. No pensaba que estuviera atado por espíritus malos, simplemente necesitaba quedar libre de algunos problemas interiores.
w
219
LA
B ATA L L A P O R T U A L M A
Con integridad en mi corazón elegí no imponer manos, por si acaso alguno de mis problemas pudieran ser transferidos a ellos. Cuando miro hacia atrás, puedo ver que el Señor me restringió porque yo mismo necesitaba liberación. Cuando Dios trajo gran liberación en mi vida, sentí que podía imponer manos libremente sobre otros. Como ministro de cuidado pastoral en una iglesia del interior, comencé a orar por otros para que fueran libres, e impuse manos a todos lo que pedían ministración. Durante las primeras semanas, casi todos por los que oré me dijeron que o bien durante el tiempo de ministración o 13 después, venía fuego a través de mis manos. Aunque no sintiera el fuego al escuchar estos comentarios día tras día, me permitieron estar muy consciente de que Dios hacía algo poderoso, aunque yo no lo sintiera. Como resultado, tuve gran confianza de que al imponer manos sobre otros algo sucedía. Con el paso de los años he continuado imponiendo manos a casi todas las personas por quienes oré para que reciban liberación. Cada tanto, todavía alguien me dice que viene calor o fuego a través de mis manos cuando oro. Con frecuencia tengo una sensibilidad espiritual de que sucede una impartición, pero no un sentir o percepción física. Al ministrar en fe simplemente impongo las manos sobre otros y creo que Dios está haciendo algo bueno por ellos. No podría decir la cantidad de personas que he ministrado con imposición de manos, y jamás tengo temor de hacerlo. El Señor me ha enseñado cómo cuidarme. Al comenzar un tiempo de oración levanto mi corazón a Él y oro en silencio, para que otros no escuchen. Simplemente le doy gracias a Dios por la fresca unción cuando ministro, y le pido que me proteja a través de la sangre de Jesús.
220 w
Capítulo 15
El poder de la fe
E
E
s posible estar bien versado en la naturaleza y obra de los espíritus malos, tanto como en las armas de guerra que Dios ha dado a su pueblo para liberar a los cautivos. Sin embargo, las armas deben ser usadas para ser efectivos, y usadas en fe. El caminar cristiano es un andar en fe: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). “Porque por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:7).
Si caminamos por fe, no caminamos por vista. Si caminamos por vista, no caminamos por fe. Cuando Moisés huyó de la casa de faraón luego de intentar defender a otro israelita del trato duro, La Escritura dice: “Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible” (Hebreos 11:27).
w
221
LA
B ATA L L A P O R T U A L M A
A pesar de las dificultades por las que pasaba, Moisés mantuvo sus ojos en el Señor, como viendo al Invisible, y fue fortalecido al hacerlo. ¡Caminó por fe, no por vista! Un padre desesperado trajo a su hijo endemoniado a Jesús. Los discípulos no habían podido liberar al muchacho, y cuando Jesús supo eso, dijo: “¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?¿Hasta cuándo os he de soportar? soportar? Traédmelo Traédmelo acá” (Mateo 17:17).
¿Puede captar la exasperación en estas palabras? Jesús continuamente caminaba por fe y no por vista. Se esforzaba por enseñar a sus discípulos a hacer lo mismo, y pasó por otra desilusión. ¡Sabía el poder de la fe! Entonces reprendió al demonio que atribulaba al muchacho, el que salió inmediatamente. Los discípulos preguntaron por qué no habían sido capaces de expulsarlo. Jesús contestó: “Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible” (Mateo 17:20).
La traducción literal de Young de La Biblia dice simplemente: “Porque necesitan fe”. Jesús agregó también: “Pero esta especie no sale excepto con oración y ayuno” (Mateo 17:21). Aquí vemos que se requieren dos factores importantes para que la liberación tenga éxito: ¡fe y ayuno! A los discípulos les faltaban las dos cosas.
¿Qué es la fe? “Es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1).
La traducción de la Versión King James diría así: “Es pues fe la sustancia de las cosas que se esperan, la evidencia de lo que no se ve”.
222
w
El poder de la fe
Fe es la sustancia o seguridad de las cosas que se esperan. Es tan real que se la llama sustancia. Una definición de “sustancia” en el diccionario es “un material de cierto tipo o constitución”. La fe es algo de cierto tipo o constitución que viene de Dios, es tangible y puede llenar nuestras vidas. Cuando Cu ando se la recibe y desata para actuar, actuar, produce grandes resultados. Uno de los primeros diáconos nombrados en la iglesia de Jerusalén fue Esteban, de quien La Biblia dice que estaba lleno de fe y del 1 Espíritu Santo. Es posible estar lleno de fe, tal como es posible estar lleno del Espíritu Santo. La fe no es etérea, sino real. Jesús dijo que la fe de la medida de una semilla de mostaza ¡movería montañas! Él nunca movió literalmente ninguna elevación de superficie de tierra al caminar por la tierra de Israel, pero verdaderamente movió otro tipo de montañas, tales como las del pecado, enfermedad, aflicción y muerte. Él fue alguien que movía montañas y quiere que nosotros también lo seamos. Pueden haber fortalezas de aflicción en nuestras vidas –llamémoslas montañas de aflicción– que parecen tan inamovibles como el Monte Everest. Con todo, es posible moverlas. ¿Cómo? ¡Por fe! Jesús señaló la falta de fe y de ayuno como la clave por la cual el muchacho no había sido liberado. Y continuó diciendo: “...que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible” (Mateo 17:20).
Las montañas del tipo del cual Jesús hablaba se mueven ¡cuando les hablamos! Hay un tiempo para orar, pero hay un tiempo para hablar; esto es, tiempo de tomar autoridad sobre ellas; para ordenarles que se muevan. En Lucas 17:6 Jesús dijo: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podrías decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.”
En el margen de mi Biblia escribí: “Te hubiera obedecido”. Cuando le hablamos con fe a una montaña de aflicción, algo sucede. No es que podría suceder o posiblemente podría pasar, sino que
w
223
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
sucede. Las palabras que hablamos al reprender montañas deben ser habladas en fe. Sin la fe en operación, no sucede nada. Sin fe, las palabras habladas pueden ser técnicamente correctas, pero están vacías de poder. Es únicamente la palabra de fe la que el Espíritu Santo vivi2 fica. Nuevamente leemos sobre la fe como la clave para mover montañas en 1 Corintios 13:2: “Y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy”.
Tanto como enfatizamos sobre la importancia de la fe, vemos lo imperioso que es amar como base de todo lo que hagamos. El último versículo de este capítulo dice, “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (1 Corintios 13:13).
Fe, esperanza y amor están estrechamente ligadas y obran maravillosamente juntas. “Pero nosotros que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo” (1 Tesalonicenses 5:8).
El amor y la fe juntos forman una coraza que protege el corazón, mientras que la esperanza es un yelmo que protege la mente. Todos necesitamos fe y amor en el corazón, y esperanza en la mente.
¿Cómo viene la fe? “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).
Los versículos anteriores hablan de la necesidad de que las personas sean enviadas a predicar las buenas nuevas de Jesucristo. Al
224
w
El poder de la fe
escuchar la palabra de Dios con entendimiento, se desata la fe en los corazones de los que escuchan. La fe viene a través de la palabra de Dios que se escucha.
¿Cómo viene la esperanza? “Es pues, la fe la certeza [sustancia] de lo que se espera, la convicción [evidencia] de lo que no se ve” (Hebreos 11:1).
Fe en el corazón produce esperanza en la mente. Para decirlo sencillamente, ¡la fe produce esperanza! A medida que la palabra de Dios imparte fe en el corazón del oyente, la esperanza se desata en su mente. La esperanza no desilusiona, y está basada sobre la fe genuina del corazón. La esperanza en la mente, sin una base de fe en el corazón, con frecuencia trae decepción. No existe garantía de que esta esperanza se cumpla. La fe está en el ámbito del corazón. La esperanza en el de la mente. Muchas personas esperan las cosas que pueden o no suceder. Ambas, la fe y la esperanza tienen que ver con lo invisible. Sin embargo, mientras que la fe se refiere al presente, la esperanza tiene 3 que ver con el futuro. ¡La fe es ahora!¡La esperanza está en el futuro!
Fe en acción Unos amigos nuestros viven en una pequeña comunidad del campo. La ciudad comprende una calle principal con un manojo de negocios, incluso dos almacenes. Hace algunos años, uno de los almacenes trató de atraer más clientes: ofreció US$ 1.000 en herramientas mecánicas al que tuviera un papel relacionado a una compra. Al pagar, los compradores podían escribir sus nombres y números de teléfono en el dorso de los recibos y ponerlos en una ca ja especial. En un día establecido, iba a realizarse un sorteo y el ganador se llevaría las herramientas. Muchos en la comunidad hicieron las compras y pusieron los recibos en la caja. Todos esperaban ganar las herramientas. Sin embargo, la esperanza en la mente de una persona tenía base en la fe en su
w
225
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
corazón. Cuando nuestra amiga Sharon puso su recibo en la caja, el Señor le habló, le dijo que ella ganaría. La fe viene por el oír la palabra de Dios. Tan pronto como escuchó la voz del Señor, la fe entró en su corazón y la esperanza a su mente. La esperanza de su mente, que tenía que ver con lo invisible y el futuro, estaba basada en la fe de su corazón. Porque es muy osada les dijo a muchos de sus amigos cristianos que sabía que ganaría el concurso, porque el Señor le había hablado. ¡Y lo ganó! La esperanza en su mente había tenido un fundamento firme de fe en el corazón. Necesitamos a ambas, la fe en el corazón y la esperanza en la mente. También es importante entender que las montañas se mueven por fe, no por esperanza. Y es la palabra de fe que hablamos, no la de esperanza, la que va a destruir las montañas de aflicción.
De la esperanza a fe Durante años yo esperaba quedar libre, pero no logré ninguna libertad. No importaba lo esperanzado que tuviera, mis esperanzas siempre se frustraban. Cuando miro atrás, me doy cuenta que la esperanza sola es insuficiente para desatar para actuar el poder de liberación de Dios. Él responde a la fe, ¡no a la esperanza! Para contarles de mi trayecto desde la esperanza a la fe debo continuar con mi testimonio que comencé en el capítulo 7. “Graham, creo que necesitas liberación de malos espíritus”. Estas fueron las palabras del director estatal y nacional de la organización evangelística en la que servía. Como le hablé de las luchas que hacía tanto soportaba, él hizo esta sorprendente declaración. Noel Gibson entonces me preguntó si estaba dispuesto a que él y su esposa Phyl oraran por mi liberación. Le dije que lo pensaría. Como en el pasado me había decepcionado tantas veces al abrir mi corazón y buscar ayuda, que no quería pasar nuevamente por lo mismo. Cuando estuve de acuerdo para que oraran por mí, arreglamos una cita para que Noel y su esposa vinieran. Junto con mi esposa Shirley, comenzó la primera sesión de oración. Noel me preguntó si estaba dispuesto a someterme al consejo que él y Phyl me darían, y estuve de acuerdo al instante. Desde que llegué a ser cristiano había elegido la senda de la sumisión, y deseaba estar abierto y recibir enseñanza sobre
226 w
El poder de la fe
lo que Dios tenía para decirme a través de otros. Desconocía hasta qué punto iba a ser probado sobre esto. Noel comenzó a ir contra los espíritus malos que creía que estaban detrás de mis dificultades para respirar, y les ordenó que se fueran. Casi inmediatamente hubo una reacción en mi interior que me sorprendió. Algo comenzó a agitarse en la zona de mi estómago y sentí como que me desgarraban internamente. Un espíritu se levantó y gritó a través de mi boca y caí al suelo. Así comenzó la primera de muchas sesiones en que mis amigos trataron de liberarme. Luego de algunas horas estaba exhausto, pero no me sentía más libre. Pusimos una nueva fecha para ser ministrado, luego otra y otra. Durante algunos meses, pasaron muchas horas tratando de dejarme libre. Siempre había manifestaciones dramáticas, y siempre las sesiones terminaban sin haber experimentado liberación. Desde aquella primera sesión me zambullí en uno de los períodos más oscuros de mi vida. Dios parecía estar muy lejos y Satanás muy cerca. Como si Dios no tuviera fuerzas y Satanás fuera poderoso. Me sentí con la desesperación de pensar que jamás sería liberado. Algunas veces estuve cerca de la muerte por causa de las cosas tan raras que me sucedían. Mientras tanto, continuaba con mis tareas evangelísticas, pero todo el infierno se había desatado en mi interior. Llegó un día cuando creí escuchar a Dios que me hablaba. Me di jo que si iba a una localidad montañosa y ayunaba y oraba durante una semana, entonces quedaría libre. Cuando se los dije a mis conse jeros, me dijeron que creían que Satanás me había hablado y que si iba a ese sitio podría llegar a cometer suicidio. Muchos suicidios sucedían allí porque las altas cumbres atraían a las personas para que optaran por abandonar este mundo. Estaba convencido de que Dios me había hablado, y no podía recibir su consejo. Era importante que hiciera lo que Dios dijera y no lo que el hombre. Noel me recordó el compromiso que había hecho de someterme a su consejo. ¿Todavía quería mantener un corazón sumiso y someterme a sus directivas? Esto me trajo una lucha. Tenía que obedecer a Dios y, sin embargo, me había comprometido a obedecer el consejo de mis líderes. Finalmente, les dije que creía que yo estaba cien por cien en lo correcto cuando decía que Dios me había hablado y que ellos estaban cien por cien equivocados cuando decían que Dios les había hablado a ellos; pero que les obedecería a ellos como al Señor. Ante esta repuesta, me
w
227
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
impusieron las manos y ordenaron a los espíritus de engaño que se fueran. Mientras oraban, en realidad sentí cierta medida de libertad que vino sobre mi mente, y luego me di cuenta que ellos estaban en lo correcto desde un principio, y que yo había estado equivocado. Un espíritu de decepción me había desviado, pero ahora estaba libre de su influencia. De haber ido a ese lugar montañoso, existía una fuerte posibilidad de que mi vida hubiera terminado, debido al estado en que me encontraba.
Buscar la ayuda de otros A pesar de la gran experiencia que tenían, mis consejeros estaban muy perplejos. Nunca se habían encontrado con un caso como el mío. Era el momento de buscar la ayuda de otros. Le solicitaron ayuda a un respetado misionero del sur de Vietnam. Luego de escuchar sobre mis problemas, dijo que no era posible que un cristiano estuviera atado por espíritus malos, y que estaba bajo una maldición porque no había obedecido al Señor completamente. Este hombre me dijo que leyera Deuteronomio 28, que habla sobre las bendiciones que vendrían sobre el pueblo de Dios si obedecía, y las maldiciones que vendrían por la desobediencia. Dijo que una vez que yo obedeciera al Señor, ya no tendría más estos problemas. ¡Que consejo devastador! Desde que llegué a ser cristiano me había puesto la meta de conocer y obedecer al Señor. Por muy sincero que fue este hombre, su consejo no resultó para nada provechoso. Por el contrario, fue perjudicial. Sin un entendimiento del mundo de los espíritus y cómo los demonios pueden afligir a las personas, no podía ofrecerme ninguna asistencia. Pidieron ayuda a otro hombre. Había sido pastor de una gran Iglesia Pentecostal. Al escuchar mi historia y búsqueda, también me informó que los cristianos no podían estar atados por demonios. No tenía nada para ofrecer. Al mirar atrás, estoy agradecido que estos hombres desearan ofrecer sus servicios, pero en qué triste estado se encuentran algunos sectores de la iglesia cristiana cuando sus líderes mayores están ciegos sobre las realidades espirituales básicas. Qué grandes cantidades de multitudes de creyentes atormentados han buscado la ayuda de sus líderes, para que se les diga que los problemas
228
w
El poder de la fe
con los que luchaban no eran de naturaleza demoníaca, cuando verdaderamente lo eran. He encontrado a muchos con este problema. Para mi desaliento, me consiguieron una cita con un psiquiatra de la ciudad. Por causa del temor a la locura que me atormentaba, esta era la última persona que deseaba ver. Sin embargo, como todos estábamos tan desesperados por encontrar soluciones, seguí dispuesto a ser guiado por mis consejeros. El psiquiatra me presentó una lista de ocho tratamientos que podía ofrecerme y me pidió que eligiera cual prefería. Esto me resultó extraño. De los ocho, recuerdo únicamente tres: tomar ácido lisérgico, tratamiento de shock eléctrico o hipnosis. Ninguno me atraía. No podía hacer ninguna decisión en el estado en que me encontraba, y le pedí al psiquiatra que eligiera él. Eligió la hipnosis. Luego de unas pocas visitas me dijo que no podría ayudarme. Me dieron otra receta más de sedantes, y continué mi camino sin mejorar nada. ¿A dónde podíamos ir? ¿Por qué no había salida? ¿Por qué Dios no atendía nuestro clamor más profundo de ayuda? Entonces le pidieron ayuda a un evangelista de la denominación bautista, pero las tres sesiones con él en equipo fueron iguales a las previas. Grandes batallas, muchas manifestaciones, pero ninguna apertura, o por lo menos era lo que me parecía a mí. Durante la tercera sesión, el equipo dejó de orar e hicieron una conferencia. La conclusión fue que había sido liberado de los espíritus de enfermedad que ellos habían expulsado, y que por ahora la ministración había terminado. Yo no había sentido ninguna liberación y estaba tan atado como siempre, así lo pensaba. Mientras conducíamos por la ciudad, mis consejeros me dijeron que no harían más oraciones, ya que eran incapaces de ayudarme más. El último vestigio de esperanza me abandonó. Parecía que no había manera de ser libre de las ataduras demoníacas que tan evidentemente me mantenían cautivo. ¿Qué tenía que hacer ¿A dónde ir? ¿Habría alguien que pudiera ayudarme a quedar libre?
Una gran apertura Dos mañanas después me desperté respirando libremente. Algo había sucedido durante el último tiempo de oración, tal como mis conse jeros habían dicho, pero por razón de que había estado tan
w
229
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
congestionado me tomó dos días antes de que todo estuviera claro y pudiera apreciar lo que el Señor había hecho. Decir que estaba entusiasmado sería poco. Luego de años de buscar al Señor durante horas cada día en oración, finalmente se había producido una brecha. Poco tiempo después, nos pidieron a Shirley y a mí que nos reubicáramos dentro del Estado y tomáramos el liderazgo de una de las dependencias de la obra en que estábamos. Lo hicimos, sabiendo que nuestro director y su esposa ya no iban a orar más por mí. Ahora estábamos solos en cuanto a continuar la liberación. Una gran apertura había ocurrido en el ámbito físico, pero todos sabíamos que las aperturas se necesitaban también en el ámbito del alma, el área de la mente, emociones y voluntad. Mis pautas para buscar a Dios con todas mis fuerzas continuaron, pero no encontré la libertad que tanto deseaba. No tenía la menor idea de qué hacer. A pesar de las muchas cosas buenas que podrían decirse sobre este nuevo lugar de servicio, continuaba luchando diariamente con mis conflictos interiores. En una ocasión, mientras Shirley y yo viajábamos a una ciudad para cumplir diez días de compromisos evangelísticos, comencé a sentirme muy enfermo. Shirley se ocupó de manejar mientras que yo estaba encogido por la angustia. Se hizo necesario regresar a nuestra casa y avisar que estaba enfermo, y que las reuniones debían posponerse. Durante tres días estuve en cama con una fuerte depresión, incapaz de levantarme. Esas eran las constantes luchas que enfrentaba. Llegó el momento cuando sentí que el Señor me decía que debía renunciar a la asociación evangelística y esperar en Él hasta que me dijera qué hacer luego. No me imaginaba que iban a pasar dieciocho meses antes de que las directivas llegaran. Delante de mí se presentaba un período muy difícil. Sin saberlo, iba a entrar en una experiencia de muerte, antes de poder participar de la vida de resurrección.
“¿Cuál es el punto?” De los dieciocho meses que tenía por delante, los primeros doce serían los más difíciles. Libre de las tareas evangelísticas que ocupaban mi tiempo, ahora podía buscar al Señor día y noche. Andaba por los caminos del campo y le pedía al Señor que me liberara de las ataduras.
230 w
El poder de la fe
No sabía cómo buscarlo con más fuerza de la que lo hacía o había hecho durante estos años. “¿Cuál es el punto?”, le decía al Señor. Si tuviera que volver a vivir los años que habían pasado y tenía la oportunidad de buscar a Dios nuevamente, haría pocos cambios. Desde que llegué a ser cristiano, había sido muy dedicado en la búsqueda del Señor y en mi servicio. En ese primer año ayuné los primeros tres meses y también hice todo lo que sabía para que Dios pudiera bendecirme. Luego de doce meses, le dije a Shirley que me sentía como un muerto, tan muerto, en realidad que sentía que estaba debajo de la tierra, sepultado y, sin embargo, caminaba por arriba. Había muerto a este mundo y al llamado de Dios para ser evangelista. Sentía que nunca más iba a predicar, a menos que Dios hiciera un milagro. En este estado de quebrantamiento sucedió un milagro, sin lugar a dudas, y ocurrió mientras dormía. Dios me habló a través de un sueño. No fue un sueño común, sino uno espiritual y que recuerdo hasta hoy, tan grande fue el impacto que me produjo. El Señor me mostró tres futuros sucesos antes de que sucedieran. En ese momento me preguntaba si tenía futuro, si alguna vez iba a quedar libre: pero a través del sueño Dios dejó claro que muchas cosas maravillosas me esperaban. Fue como estar en un cine mirando cómo se desarrollaban los eventos en la pantalla. Sin embargo, al mismo tiempo participaba íntegramente en lo que sucedía. Había tres escenas, y luego de cada escena yo era llevado de pronto a un ámbito celestial donde volaba sobre un país increíblemente hermoso, gritando alabanzas a Dios con toda mi fuerza y corazón. En la escena uno, vi y experimenté una maravillosa liberación. A medida que la secuencia se desarrollaba, vi los poderes demoníacos que me ataban y su ferocidad pero, al mismo tiempo cada vez quedaba más libre. Mientras era testigo de esto, me di cuenta que mi liberación iba a ser progresiva, que no sucedería todo de una vez. Hasta ese momento yo esperaba un toque milagroso desde el cielo, que me dejaría libre de todas las ataduras, que las disolviera en un solo momento. Ahora me daba cuenta de que la libertad la recibiría a través de un proceso. Tenía que pasar el tiempo. Con esta revelación, recibí una seguridad en mi corazón y ya no tuve la tendencia de esperar una liberación instantánea de todas las ataduras. Luego fui llevado hacia arriba a la dimensión celestial.
w
231
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
La escena dos fue bastante diferente. Vi que se producía la adopción de dos niños. Esta secuencia sucedía en medio de una leve niebla, así que aunque estaba consciente de que debíamos adoptar dos niños, el Señor no me daba todos los detalles. Cuando repentinamente fui llevado al ámbito celestial y volaba igual que la vez anterior, me di cuenta de que había una niña pequeña conmigo. Dijo dos palabras, palabras que quebraron una pared que yo había tenido alrededor de mi corazón sobre el tema de tener niños: “¡Hola, papá!” Durante un momento, sentí lo que era tener un corazón de padre, y fue un buen sentimiento. Nuevamente proclamé alabanzas a Dios con todo lo que había en mí. Había dos razones por las que no quería tener niños. Una era que estaba preocupado de que las tribulaciones interiores con las que luchaba podían ser algo con lo que mis hijos tendrían que luchar también. Si tenía estos problemas, no sabría cómo ayudarlos. La segunda razón era que cada vez que escuchaba llorar a un bebé, una fuerza se levantaba en mi interior que deseaba matar a ese bebé. Me atemorizaba que pudiera hacer eso a uno de mis hijos. Necesitaba liberación de un espíritu de asesinato, pero no lo entendía en ese momento. Estoy contento de poder decir que, a través del proceso de liberación que siguió, este problema fue eliminado. La escena tres era nuevamente diferente. Fui testigo de que me encontraba delante de una reunión de ministros que se oponían al mensaje de liberación que explico en este libro. Era una experiencia muy difícil. Ambas escenas, la uno y la dos, habían sido muy positivas, pero esta era negativa. En el sueño, me fui de la iglesia en la que se realizaba la reunión con la cabeza baja, por causa de la angustia de mi corazón. Había recibido mucho rechazo. Por un acto de mi voluntad alcé los ojos a una dimensión celestial. Fue tan gloriosa esta experiencia que alababa a Dios con todo lo que había en mí. Tuve una percepción de que atravesaría esta prueba con victoria. Entonces me desperté. Shirley estaba dormida a mi lado y no podía entender cómo, ya que había hecho tanto ruido alabando a Dios. La desperté y le dije las cosas increíbles de las que había sido testigo. Había futuro para nosotros. Libertad, una familia, y algo de oposición también. Fue tan asombroso, que a medida que pasó el tiempo, lo que Dios predijo y me avisó ha sucedido exactamente como lo había vis4 to en el sueño. Dios, como es Dios ¡sabe el final desde el principio!
232
w
El poder de la fe
A pesar de lo hermoso y alentador que había sido el sueño, todavía estaba tan atado como antes y no sabía cómo hacer para quedar libre. Continué buscando a Dios en oración, me preguntaba cómo iba a realizarse el sueño. Para ese tiempo ya me había quedado sin fuerzas. Un día me arrodillé al lado de mi cama y le dije al Señor que ya no tenía la habilidad de seguir buscándolo como lo había hecho. Estaba al final de mis recursos. Muchas veces en el pasado pensé que había llegado a ese punto, pero siempre me las había arreglado para continuar. Esta vez era diferente, ya que realmente estaba sin la energía que se necesita para continuar.
“Quiero que te levantes con la vida de la resurrección” Mientras estaba de rodillas escuché la voz del Señor. No era audible, pero podría haberlo sido, de tan fuerte que habló en mi interior: “¡Quiero que te levantes con la vida de la resurrección!” Tuve una reacción de sorpresa, no tanto porque Dios hubiera hablado, sino por lo que había dicho. Durante años había clamado al Señor que me ayudara. Esperaba que hiciera algo, cuando de pronto ¡Él esperaba que yo hiciera algo! Dejé salir un clamor exasperado y dije: “Pero, ¿cómo, Señor?” A mi corazón vinieron dos palabras, nuevamente en forma fuerte y clara: “¡Por fe!” Una clave fue depositada en mis manos que iba a abrir muchas puertas, no solamente en mi propia vida sino en las vidas de otros. Cuando Dios habla una palabra, la fe viene por escuchar esa palabra, y una impartición de fe fue depositada en mí. Podía sentirlo. Había sido fortalecido por eso. Ahora tenía un claro sentido de dirección. El entusiasmo llenaba mi vida. Los siguientes días leí cada Escritura que pude encontrar que tuviera que ver con la fe, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Shirley y yo habíamos vivido por fe durante años, descansamos en Dios para nuestra provisión diaria. Sabíamos cómo confiar en Dios en esta área. Nos había provisto durante todos los meses que esperamos en Él, pero cómo hacer para levantarnos en resurrección desde la atadura demoníaca, por fe, de eso no teníamos la menor idea. Entonces llegó el día cuando me fue impartido un entendimiento.
w
233
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Pedir y recibir Mientras leía la historia de Jesús cuando maldijo al árbol de la higuera en el Evangelio de Marcos, el Espíritu Santo vivificó un versículo para mí. Vi algo que nunca había visto antes: “...todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis y os vendrá” (Marcos 11:24).
Durante años había pedido, pedido, pedido, y nunca recibí de parte de Dios lo que había pedido. El Señor me mostró que necesitaba recibir, por fe, lo que le había pedido. Hay una oración de fe en la cual pedimos y seguimos pidiendo, pero para mi situación el Señor estaba 5 vivificando el tipo particular de oración mencionada en este pasaje. Mi imaginación se volvió viva. Vi, como si fuera en el ámbito celestial, cada bendición que Jesús había comprado para nosotros a través 6 de su muerte y resurrección de entre los muertos. Vi una cuenta mía en el ámbito celestial. Con el entendimiento que vino a través de esta promesa en Las Escrituras, le pedí al Padre en el Nombre de Jesús que me liberara de la atadura en la que me encontraba. Luego de que le pedí al Señor la libertad, la recibí, por fe, justo lo que acababa de pedirle. A medida que pedía y recibía, era como si viera esa provisión tomada desde el enorme deposito de Dios y transferida a mi cuenta. Algo sucedió en el ámbito invisible, pero algo también sucedió en mi corazón. Vino una victoria en mi interior que nunca antes había experimentado. Una nueva medida de fe me había sido impartida, porque cuando la palabra de Dios se escucha y recibe, trae fe. Ahora debía pelear al enemigo, no por la victoria, sino desde una posición de victoria. Algo significativo había ocurrido y comen7 zaba a levantarse con la vida de la resurrección, por fe. Jesús dijo que cuando oráramos y pidiéramos, debíamos creer que habíamos recibido la provisión y se nos otorgaría. “Otorgar” significa “conferir, conceder, transferir”. Aunque esta provisión no iba a experimentarla en mi vida en el ámbito terrenal, la había recibido por fe, y la promesa de Dios era que me iba a ser otorgada. Ahora debía dejar de pedir a Dios por su provisión y comenzar a agradecerle por su manifestación en mi vida. Esto me llevó a un pequeño ajuste en la forma en que oraba. Habiendo pedido libertad a Dios
234
w
El poder de la fe
durante tantos años, era bastante diferente agradecerle. A medida que le agradecía día tras día, sentí como si no pasara nada. Sin embargo, sabía que algo ocurría, no por medio de los sentimientos, sino por la palabra de Dios. Si recibía por fe lo que le había pedido, entonces me lo otorgaría. Unas pocas semanas habían pasado cuando fuimos visitados por un obrero cristiano con el que no nos habíamos encontrado desde hacía bastante tiempo. Cuando estaba a punto de retirarse, se ofreció para orar por nosotros. Recibió una palabra de conocimiento concerniente a un evento que me sucedió cuando era niño y oró por esa situación. Al hacerlo, sentí que algo pasaba dentro de mí. No era nada dramático, pero sentí que vino una pequeña porción de libertad. Era muy pequeña, casi imperceptible; sin embargo, la sentí. Esto era muy alentador, ya que esta fue la primera vez que experimenté un sentimiento así desde que recibía liberación por fe. Nuestro amigo continuó su camino sin darse cuenta de lo importante que había sido esta breve oración. Al continuar agradeciendo a Dios por la manifestación de la libertad, observé que venía más libertad. El proceso fue lento, pero gradual. No hubo manifestación de demonios como antes durante este período, pero ocurrían cambios. No había ningún tipo de sentimiento para guiarme, simplemente la palabra de Dios. Sin dudas me levantaba con la vida de resurrección por fe. El entusiasmo era creciente. Luego de años de oración, las respuestas finalmente se manifestaban.
Hablar a la montaña Como me había ayudado tanto el relato del evangelio de Marcos cuando Jesús maldijo la higuera, leía este pasaje cada día. Entonces un día dos versículos más fueron vivificados para mí, tal como había sido antes el versículo 24. El día después que Jesús había maldecido la higuera, Él y sus discípulos pasaron por allí nuevamente. Pedro exclamó con asombro que la higuera se había secado desde las raíces. Jesús respondió: “Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquier que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón,
w
235
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho” (Marcos 11:22-23).
Recibí más entendimiento sobre cómo debía obrar junto con el Señor para salir a libertad. Tuve la percepción de que Dios decía que Él y yo sabíamos que estábamos tratando con fortalezas demoníacas en mi vida, y que debía tomar mis armas espirituales y comenzar a usarlas contra esas fortalezas. Era correcto que debía agradecerle diariamente por la manifestación de libertad, pero debía participar con inteligencia, tomar un paso más en este proceso. Tenía que hablar a estas montañas, tomar autoridad sobre ellas en el Nombre de Jesús. Al hacerlo, debía creer que lo que había dicho producía un resultado. No que podría suceder o que posiblemente podía suceder, sino que ¡algo sucedía! Vi que “fe es ahora”. Esta revelación mostró que podía levantarme con la vida de la resurrección en fe. Empecé entonces a pasar tiempo cada día para ir contra las diferentes áreas de ataduras que me mantenían cautivo. Tal como el arquero busca el centro del objetivo y lanza la flecha, del mismo modo apunté directamente hacia cada área de atadura, y desaté las armas de guerra espiritual. “Vengo contra todo desaliento en el Nombre de Jesús. Enemigo, no tienes ningún lugar en mi vida. Estás derrotado. La sangre de Jesús me ha redimido. Sal ahora. Te expulso. Te saco afuera. No tienes lugar en mí. Mi cuerpo es un templo para el Espíritu Santo. Gracias Señor, que obras en mí y me haces libre. Te alabo por tu gran liberación.” Con declaraciones como esta, comencé a “hablar a las montañas”. Al hacerlo, creía que lo que decía sucedía. ¿Cómo sabía que sucedía la liberación? Me abría paso a la libertad. ¡Me levantaba con la vida de resurrección, por fe! A medida que los días se transformaron en semanas, continué en guerra espiritual. No hubo manifestaciones demoníacas que sirvieran de guía para saber que el enemigo era provocado y derrotado, pero sabía que era así. La Palabra de Dios sola me dirigía para ser un vencedor. Fue puramente por fe que prevalecía. Para mi gozo, observé cambios que se sucedían mucho más rápidamente que cuando simplemente daba gracias al Señor por mi libertad. Mi mente se hacía más liviana, a medida que la depresión y el desaliento me abandonaban.
236 w
El poder de la fe
Mi ser entero era impactado por la presencia liberadora de Dios. No fue porque estuviera sentado delante de un consejero, o frente a un altar luego de un llamado, o porque pedí ayuda a Dios. Le hablaba a las montañas. Echaba los demonios tal como Jesús nos ha dado la comisión para hacer. El primer libro que escribí sobre liberación se llama Cristiano, libérate (Christian Set Yourself Free). Este título fue elegido porque recibí entendimiento de que podemos liberar el poder de Dios y ordenar libertad. Jesucristo es el Libertador, por supuesto, pero debemos trabajar junto con Él para traer libertad para nosotros y para otros. No es que nosotros hagamos todo, o que Jesús lo haga todo, sino que obramos junto con el Señor. Jesús nos dijo que echemos demonios, sanemos enfermos, limpiemos leprosos, levantemos a los muertos. Al 8 hacer nuestra parte, el Señor está con nosotros para hacer su parte.
Fe de pico y pala Cuando el Señor me impartía entendimiento a través del sueño, la exhortación de que me levantara con la vida de resurrección, la necesidad de pedir y recibir, la importancia de hablar a las montañas, no me sentí fuerte por mí mismo. Dios vino en medio del tiempo de desierto, cuando atravesaba una experiencia de muerte y había tocado fondo en mis recursos. Todo lo que me hacía falta para levantarme y continuar fue impartido por Dios. Fue así de tal manera que cuando vi que era necesario que hablara a las montañas en mi vida, no estaba lleno con un gran depósito de fe. Sin embargo, había una pequeña medida de fe. Cada vez que Dios me ha hablado, me impartió fe. Digo esto para animarlo. Puede ser que usted no sienta mucha fe; entonces use la medida de fe que tiene y esta crecerá. Al comenzar a hablar a las montañas, yo no tenía una fe de “bomba atómica”, ¡una sola orden y las montañas eran borradas totalmente! Ni fe “de dinamita”, ¡unas pocas órdenes y ocurría un derrumbe de tierra! Sino que tenía una fe de “pala y pico”, y así es también para usted. Cada creyente tiene una medida de fe. Tan pequeña como sea, comience a usar esa medida, y la fe aumentará. Cuando tomé autoridad sobre las montañas, utilicé mi fe de “pico y pala”. Diariamente
w
237
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
“trabajaba”, creía que lo que decía, sucedía. Podía creer que algo pa9 saba, aunque fuera pequeño. Con los años mi nivel de fe ha crecido y aún sigue creciendo. Es emocionante experimentar tiempos en que se desata la fe “dinamita” al orar por otros. Aún mucho más es experimentar la fe “bomba atómica”, cuando el Señor hace cosas poderosas en algún momento. Todos debemos comenzar con lo que tenemos. Use su fe de “pico y pala” y vea cómo crece.
Libre para servir Inicialmente, mientras ocurría este proceso de liberación, luché durante un tiempo con pensamientos de que era muy egoísta, porque enfocaba en mí mismo y no en otros. Pronto quedó en evidencia que estos pensamientos eran del enemigo, que buscaba desalentarme y detenerme para que no hiciera guerra espiritual. No quería ser egocéntrico, sino quedar libre para poder ayudar a otros, así que rechacé esos pensamientos. Al perseverar contra el enemigo y abrirme paso a la libertad de estos impedimentos, cada vez estuve más libre. Un día le dije a Shirley que casi no podía esperar para volver a servir al Señor. Poco tiempo después la puerta de oportunidad se abrió de par en par, y nos reubicamos y formamos parte de una iglesia muy activa del centro de la ciudad. Luego de un tiempo nos invitaron a ser parte del equipo. Shirley llegó a ser líder del ministerio de música y yo formé parte del ministerio de cuidado pastoral. Como pastor he tenido una oportunidad muy grande de orar por las personas, del mismo modo que Dios me enseñó a hacerlo por mí. Así comenzó un ministerio de liberación que continúa hasta el día de hoy. Mi más grande satisfacción no es porque el Señor me usa para que otros queden libres, sino ver a otros entrenados para hacer la obra del ministerio; otros que se involucren para traer libertad a los que están atados; otros que experimenten el gozo de trabajar junto con el Señor.
Simplemente “diga la palabra” Debido a que entender la fe es tan crucial, permítame llevarlo a otro pasaje de La Escritura que claramente muestra a la fe en operación. Un
238
w
El poder de la fe
centurión vino a Jesús; pedía ayuda para su siervo, que estaba en grandes tormentos y desesperación. Jesús le dijo al centurión que iba a ir y sanar a su siervo. “Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará” (Mateo 8:8).
El centurión continuó diciendo algo que hizo maravillar a Jesús; Jesús declaró que no había encontrado una fe tan grande en todo Israel. ¡Y este hombre era gentil! ¿Qué fue lo que dijo?: “Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a este: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace” (Mateo 8:9).
Como resultado de esta fe, Jesús le dijo al centurión: “Vé, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora” (Mateo 8:13).
Al reconocer que Jesús no solamente ejercía gran autoridad, sino que estaba bajo la autoridad del Padre, el centurión expresó que él también estaba bajo autoridad. Había oficiales de más alto rango por encima de él, hasta llegar al mismo César. Bajo su autoridad, sin embargo, había cien soldados así como numerosos esclavos y siervos. Como hombre bajo autoridad y que ejercía autoridad, dondequiera que hablaba una palabra de orden algo siempre sucedía. ¡Siempre! Como creyentes en Jesucristo estamos bajo su autoridad y se nos ha ordenado ejercer autoridad sobre los espíritus inmundos. Cada vez que hablamos una palabra de orden contra las ataduras del enemigo, ¡siempre algo sucede! ¡Fe es ahora!
w
239
Capítulo 16
Perseverar y prevalecer
C C
uando era adolescente pensé durante un breve tiempo hacer la carrera en el ejército en Nueva Zelanda. En todos los colegios secundarios había un Cuerpo de Cadetes y yo era el sargento mayor del regimiento de mi escuela. En varias ocasiones pasé un tiempo en los campos militares del ejército común, pero decidí que esa vida no era para mí. ¿Por qué? Por causa del riguroso régimen de entrenamiento. Estaba seguro que había una forma de vida más fácil. En mi frescura juvenil no me imaginaba pasar el resto de mi vida en largas caminatas, duchándome en masa y recibiendo disciplina a través de marchas forzadas para entrar en dificultades. En lugar de eso, me uní a la Marina Mercantil. Cuando alguien ingresa en el ámbito militar hay un período inicial de entrenamiento, bastante riguroso, para poder preparar a una persona para el combate. La guerra requiere personal entrenado que puede ser enviado a la batalla y que no se quiebre bajo presión. Uno de los requerimientos para ser un buen soldado es poder perseverar en las situaciones más difíciles. “Perseverar” significa “persistencia constante para adherir a un curso de acción, creencia o propósito”.
w
241
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Habla de constancia. “Prevalecer” significa “ser más grande en fuerza o influencia”. Como soldados cristianos, debemos prevalecer sobre nuestros enemigos espirituales a través de la perseverancia en medio de los conflictos. La Palabra de Dios no exhorta a “tomar toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (Efesios 6:13). Un día malo habla de un tiempo de intensos conflictos, y en tal conflicto, se requiere perseverancia para poder prevalecer. Cada vez que veo cierto dibujo animado me da mucha risa. Muestra a una rana que es tragada por un pelícano, pero los brazos de la rana quedan fuera del pico y sus manos aprietan el cuello del ave con gran firmeza, tratan de estrangularla. El título dice “No te rindas nunca”. Como cristianos estamos involucrados en una guerra, sí, pero la 1 victoria ya ha sido ganada por Jesucristo. Satanás y sus huestes saben que han sido derrotados, pero siguen desafiando para no reconocer la derrota. Tenemos que saber que estamos del lado ganador y que Jesús nos ha dado autoridad para vencer cada obra del maligno. ¡Sin importar lo intensa que sea la batalla, jamás debemos rendirnos! “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” (Lucas 10:19).
Hay algunos, desafortunadamente, que no están dispuestos a entrar en guerra espiritual y han adoptado una actitud pasiva. Aceptan todos los golpes que el enemigo desea darles. Son como felpudos, le permiten al enemigo que camine sobre ellos. Por el contrario, nosotros debemos caminar sobre el enemigo. ¿Qué otra cosa significa hollar serpientes y escorpiones? Algunos que leen este libro necesitan hacer una decisión para levantarse de su pasividad y comenzar a involucrarse en guerra espiritual. Deje de estar intimidado por el enemigo; anímese a combatir, a prevalecer sobre él a través del poder del Espíritu Santo. ¿Está dispuesto a salir de la pasividad y transformarse en un guerrero para Cristo? En el libro de Apocalipsis hay siente cartas escritas a siete iglesias del Asia Menor. Estas cartas contienen recomendaciones, exhortaciones,
242
w
Perseverar y prevalecer
reprensiones y promesas de parte del Señor Jesucristo. Cada una concluye con una exhortación para ser vencedor y establece la recompensa para los que vencen. A la Iglesia en Éfeso: “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (Apocalipsis 2:7).
A la Iglesia en Esmirna: “El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte” (Apocalipsis 2:11).
A la Iglesia en Pérgamo: “Al que venciere, daré a comer del maná escondido y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe” (Apocalipsis 2:17).
A la Iglesia en Tiatira: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro y serán quebradas como vaso de alfarero, como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana” (Apocalipsis 2:26-28).
A la Iglesia en Sardis: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles” (Apocalipsis 3:5).
A la Iglesia en Filadelfia: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el
w
243
LA
B ATA L L A P O R T U A L M A
nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:12).
A la Iglesia en Laodicea: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padr Padree en su trono” trono” (Apocalipsis 3:21).
Queda claro, al leer estas cartas, que el Señor quiere que todos nos transformemos en vencedores. Cada uno de nosotros enfrenta y enfrentará desafíos que nos llaman a ser s er conquistadores a través de Cristo. Podemos enfrentar los desafíos y perseverar a través de ellos hasta tener la victoria, o podemos apartarnos de los desafíos y perdernos las recompensas. La elección es nuestra.
La perseverancia de Pablo Como buen ejemplo de alguien que perseveró en medio de aflicciones de las cuales muchos de nosotros sabemos poco o nada, miremos a la vida de Pablo. Anteriormente llamado Saulo, en sus días previos a ser cristiano era alguien que odiaba a Jesús y a su iglesia. Como tal, era temido por la comunidad cristiana. Mientras iba camino a Damasco a atrapar cristianos para llevarlos a Jerusalén a ser juzgados, tuvo un encuentro con el Cristo resucitado que cambió su vida para siempre. En medio de una luz cegadora que venía del cielo, Jesús se le reveló a Saulo y le habló. Saulo entonces supo que Aquel que había sido crucificado sin dudas había resucitado de entre los muertos. Y rindió su vida completamente a Jesús desde ese momento. Era tan fuerte el brillo de la luz que rodeó a Saulo, que quedó cie2 go, y fue llevado hasta Damasco de la mano. En Damasco había un creyente llamado Ananías, a quien el Señor le habló en visión; le dijo que fuera a la calle llamada Derecha y preguntara en la casa de Judas por un hombre de Tarso Tarso llamado Saulo. El Señor le dijo a Ananías que Saulo había tenido una visión en la cual vio que Ananías le imponía las manos para que pudiera recobrar su 3 vista. Ananías le dijo al Señor que había escuchado sobre Saulo y del
244
w
Perseverar y prevalecer
daño que hacía a los cristianos en Jerusalén. Jesús le aseguró que SauS aulo ahora era creyente: “Ve, porque instrumento escogido “Ve, es cogido me es este, para llevar l levar mi nombre nom bre en presencia presencia de los los gentiles, y de reyes, reyes, y de los hijos de Israel; Israel; porque porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre” (Hechos 9:15-16).
Pablo indudablemente iba a sufrir por ser un soldado de la primera línea de Cristo, ¡pero qué vida triunfante vivió! Con autoridad podía exhortar a Timoteo: “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos” (1 Timoteo 6:12).
En su segunda carta a Timoteo, escrita desde la prisión en Roma, Pablo miraba hacia atrás a su vida de coraje y podía decir: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada guardada la corona corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día, y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Timoteo 4:7-8).
¡Pablo peleó una buena batalla! Esperaba una gran recompensa celestial.
¡Póngase al ataque! Si vamos a ser vencedores debemos aprender a atacar contra del enemigo. Quedarse pasivo es darle la iniciativa a Satanás y perder la batalla por omisión. Aún ser defensivo es inadecuado, es decir, solamente pelear cuando nos ataca. La defensa como mucho solamente previene la derrota, pero nunca ganará una guerra. La posición del enemigo es vulnerable ¡pero únicamente si atacamos! Tenemos que dictar los términos de la batalla, debemos comprometernos en una
w
245
LA
B ATA L L A P O R T U A L M A
guerra agresiva; debemos perseverar y prevalecer. David tuvo hombres poderosos que se le unieron: primero tres, luego treinta, después muchos otros de calibre. Hombres que sabían cómo comprometer a sus enemigos naturales y perseverar en combate, hasta que prevalecían sobre ellos.
Joseb-basebet, Eleazar y Sama “Estos son los nombres de los valientes que tuvo David: Joseb-basebet el tacmonita, principal de los capitanes; este era Adino el eznita, que mató a ochocientos hombres en una ocasión. Después de este Eleazar hijo de Dodo, ahohita, uno de los tres valientes que estaban con David cuando desafiaron a los filisteos que se habían reunido allí para la batalla, y se habían alejado los hombres de Israel. Este se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cansó, y quedó pegada su mano a la espada. Aquel día Jehová dio una gran victoria, y se volvió el pueblo en pos de él tan solo para recoger el botín” (2 Samuel 23:8-10). “Después de este fue Sama hijo de Age, ararita. Los filisteos se habían reunido en Lehi, donde había un pequeño terreno lleno de lentejas, y el pueblo había huido delante de los filisteos. Él entonces se paró en medio de aquel terreno y lo defendió y mató a los filisteos; y Jehová dio una gran victoria” (2 Samuel 23:11-12).
Abisal, jefe de treinta “Y Abisal hermano de Joab, hijo de Sarvia, fue el principal de los treinta. Este alzó su lanza contra trescientos, a quienes mató, y ganó renombre con los tres. Él era el más renombrado de los treinta y llegó a ser su jefe; mas no igualó a los tres primeros” (2 Samuel 23:18-19). Benaía, hijo de Joiada “Después, Benaía hijo de Joiada, hijo de un varón esforzado, grande en proez proezas, as, de Cabsee Cabseel.l. Este mat matóó a dos leones leones de Moab; Moab; y él mismo mismo descen descen-dió y mató a un león en medio de un foso cuando estaba nevando. También mató él a un egipcio, egipcio, hombre hombre de gran estatura; estatura; y tenía el egipcio egipcio
246 w
Perseverar y prevalecer
una lanza en su mano, pero descendió contra él con un palo, y arrebató al egipcio la lanza de la mano, y lo mató con su propia lanza. Esto hizo Benaía hijo de Joíada, y ganó renombre renombre con los tres valientes. Fue renombrado entre los treinta, pero no igualó a los tres primeros. Y lo puso David como como jefe de su guardia guardia personal” personal” (2 Samuel 23:20-23).
¡Indudablemente eran poderosos guerreros!
Prevalecer sobre Amalec Luego de una milagrosa liberación de cuatrocientos treinta años de esclavitud en Egipto, los israelitas pronto se encontraron con un ataque de los amalecitas en Refidím. Mientras Josué y algunos hombres elegidos peleaban valientemente contra Amalec y su pueblo, Moisés se ubicó sobre un collado que le permitía observar el campo de batalla, y extendió sus manos; sostenía la vara que el Señor le había dado. Cuando Moisés intercedía con la vara de autoridad extendida hacia Josué y sus hombres, los israelitas prevalecían en la batalla. Cuando Moisés se cansaba, su mano se ponía pesada y ya no podía sostener la vara, los amalecitas prevalecían. Entonces Aarón y Hur sostuvieron sus manos, uno de un lado y el otro del otro, hasta la caída del Sol, e Israel prevaleció sobre Amalec por medio de la perseverancia en batalla; cada hombre en su lugar, ca4 da hombre cumplía su tarea particular.
Prevalecer sobre los amorreos Una vez que los israelitas cruzaron el Jordán y comenzaron a tomar la tierra de Canaán, el temor de Dios cayó sobre los habitantes. Esto llevó a los gabaonitas a enviar una delegación a Josué; fingieron que habían realizado un largo viaje desde una tierra lejana y que querían estar de acuerdo con Israel. Sin buscar el consejo del Señor, Josué y los líderes hicieron pacto con ellos. Tres días después los israelitas descubren que los gabaonitas eran en realidad sus vecinos. Esto produjo quejas entre el pueblo de Israel contra sus líderes, pero un pacto es un 5 pacto, y los israelitas no podían atacar a los gabaonitas.
w
247
LA
B ATA L L A P O R T U A L M A
Cuando Adonisedec, rey de Jerusalén, supo que los israelitas habían capturado Hai, destruido Jericó y que los gabaonitas habían hecho un pacto con Israel, llamó a otros cuatro reyes para que se unan con él para atacar a los gabaonitas. Esto impulsó a los gabaonitas a enviar un mensaje a Josué pidiendo ayuda. Por causa del pacto reciente, Josué y los israelitas respondieron inmediatamente. “Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres hombres valientes. Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque porque yo los he entregado entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevaleceprevalecerá delante de ti. Y Josué vino a ellos de repente, habiendo subido toda la noche desde Gilgal. Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel; y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maced. Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más lo que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada. Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hi jos de Israel, y dijo en pr presencia esencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; y tú, luna, en el valle de Ajalón, y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apr apresuró esuró a ponerse casi un día entero. entero. Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel. Y Josué y todo Israel con él, volvió al campamento en Gilgal” (Josué 10:7-15).
He citado la historia completa para que podamos considerar con cuánta intensidad los israelitas perseveraron en la batalla. Cuando vino el llamado de ayuda ellos rápidamente fueron a la ofensiva. TeTemerariamente se prepararon para comprometerse a batallar. Ya los hombres de guerra habían estado todo el día, era tiempo para descansar. En lugar de eso, marcharon toda la noche para poder dictar los términos de la batalla. ¡Qué manera de comenzar una pelea! Obviamente, se necesitaba la fuerza sobrenatural para perseverar y prevalecer
248
w
Perseverar y prevalecer
sobre sus enemigos. Como Israel trabajaba junto con el Señor, hubo victoria como no había sucedido antes o hasta entonces. El Señor hizo que grandes piedras de granizo cayeran desde el cielo y produjeran una enorme destrucción sobre los amorreos. Como si esto no fuera lo suficientemente sobrenatural, Josué se sintió inspirado a hablarle al Sol y a la Luna y ordenarles que se detuvieran en los cielos. Durante casi veinticuatro horas dejaron de moverse, les dio más tiempo a los conquistadores israelitas. Nunca había habido un día como este. Luego los israelitas regresaron a Gilgal. ¿Cuántas horas estuvieron despiertos los hombres? ¿Cuántas horas permanecieron en batalla? Hablemos entonces, de perseverar y prevalecer. Señales sobrenaturales. Poder sobrenatural. Victoria sobrenatural.
Tiempo para tomar la tierra Después de esta victoria, siguieron otras batallas, hasta que to6 dos los treinta y un reyes al oeste del Jordán fueron derrotados. Entre cinco y seis años pasaron desde el comienzo de la ofensiva hasta que la tierra fue tomada. Eso requería un compromiso a guerrear y perseverar en la guerra hasta que lo que había comenzado fuera completado. “Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los destruyó, como Moisés siervo de Jehová lo había mandado” (Josué 11:12).
¡Descansar de la guerra! ¡Qué bueno sería! Sin embargo, aún había bolsillos en la tierra donde el enemigo no había sido vencido. Estos enclaves eran como espinas en los costados para las futuras generaciones. También le dieron al Señor la oportunidad de probar a las nuevas generaciones de israelitas y ver si estaban dispuestos a 7 comprometerse en la guerra. Dondequiera que el enemigo se haya establecido en nuestras vidas personales, muchas ataduras, afortunadamente, pueden quebrarse con un poco de guerra espiritual, mientras que otras están tan firmemente establecidas que se necesita más guerra. Esta es la razón por la
w
249
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
que debemos estar comprometidos a perseverar para poder prevalecer sobre nuestros enemigos. Si nos comprometemos a trabajar unidos al Señor para tomar la tierra de nuestra vida para su reino, el Señor verdaderamente se compromete a fortalecernos sobrenaturalmente para que podamos perseverar y prevalecer.
Descanso y refrigerio Mientras que hablamos de la intensidad de la guerra, permítanme tomar otra perspectiva durante un momento. Por causa del recorrido que hice desde la atadura hacia la libertad, fue necesaria mucha perseverancia, y en razón de mi ministerio como evangelista, en el cual constantemente desato a personas atadas, soy muy consciente de la guerra. Sin embargo, el Señor quiere que disfrutemos tiempos distintos, períodos de descanso y refrigerio. En mi patio tengo una jaula donde mantengo pájaros, un hobby desde mi juventud. Durante el verano disfruto de la navegación y de la pesca. Cada otoño me gusta ir a cazar a las montañas. Cuando estoy en casa, como Miembro Auxiliar de los Guardacostas de Canadá, estoy listo para que me llamen a participar de operaciones de búsqueda y rescate. Soy un aventurero y siempre lo he sido. No se lleve la impresión de que ser un cristiano y hacer guerra espiritual significa que tenemos que andar dando vueltas con una cara larga y un rostro serio, o que no podemos participar en una variedad de actividades. La vida debe ser abrazada y disfrutada. Sé que algunos estarán diciendo un fuerte “¡amén!”
“Dios me libra de mis enemigos” David expresó su alabanza a Dios por la gran liberación de todos los que buscaban destruirlo. Miremos los primeros versículos del Salmo 18, aunque deberíamos leer el salmo completo. “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
250 w
Perseverar y prevalecer
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos. Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas. Me libro de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo. Me asaltaron en el día de mi quebranto, mas Jehová fue mi apoyo. Me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí. Quien adiestra mis manos para la batalla, para entesar con mis brazos el arco de bronce. Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, y no volví hasta acabarlos. Los herí de modo que no se levantasen; cayeron debajo de mis pies. Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí. Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, para que yo destruya a los que me aborrecen. Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová, y cantaré a tu nombre” (Salmo 18:1-3, 16-19, 34, 37-40, 49).
¡No se rinda jamás!
w
251
Capítulo 17
La importancia de la proclamación
D D
el latín proclamare, que significa “clamar” o “gritar con voz fuerte”, proviene la palabra “proclamar”. “Proclamar” significa “anunciar públicamente, declarar, mostrar o indicar directamente, alabar o exaltar”. Obviamente, habla de expresar. Las palabras que llenan nuestras bocas son como freno en la boca 1 de un caballo y timón en una nave. Las palabras tienen el poder de dirigir y controlar nuestras vidas. “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos” (Proverbios 18:21).
Esa es una declaración extremadamente importante; ¡la vida y la muerte! Debería hacernos pensar cuidadosamente sobre las palabras que hablamos. Para lograr libertad y mantener la libertad, es crucial que nuestras palabras estén alineadas con la Palabra de Dios. Si no lo están, puede ser que nunca entremos en libertad. Si disfrutamos de
w
253
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
libertad, podríamos perderla. Pablo declara que la justicia basada en la fe habla: “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está tu palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:8-10).
Nuestra salvación no solamente tiene que ver con lo que creemos en nuestro corazón, sino también con lo que confesamos con nuestras bocas.
Jesucristo, Sumo Sacerdote de nuestra confesión Nuestras palabras no solamente tienen impacto en el mundo visible, sino también en el invisible. Jesús está sentado a la diestra de su Padre, donde intercede por nosotros como creyentes. Nuestras palabras tocan el trono de Dios y mueven a Dios para que obre a nuestro 2 favor, especialmente si hablamos lo correcto. “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús” (Hebreos 3:1). “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión” (Hebreos 4:14). “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (Hebreos 10:23).
La palabra “confesión” en el griego significa “hablar lo mismo, asentir, acordar, estar de acuerdo”. Debemos decir lo que Dios dice en su Palabra. Debemos “retener” nuestra confesión; es decir, usar
254
w
La importancia de la proclamación
fuerza, para tomar o retener nuestra confesión, tan fácil como es de jar deslizar una confesión correcta en medio de las circunstancias adversas. Esa confesión debe ser mantenida “sin oscilaciones”, porque es posible que hablemos bien un día y mal el día siguiente; y bien el día anterior pero no en el siguiente. Reitero, por causa de los sentimientos o circunstancias adversas. El agua es un elemento inestable. Un océano, por ejemplo está su jeto a los vientos y mareas que pueden producir mucho movimientos hacia arriba y abajo sobre la superficie del agua. Nuestra confesión debe ser expresada en fe, y no debe ser dictada por nuestros sentimientos inestables. ¡Nada de subidas y bajadas! Cuando Jesús estaba en juicio delante de Poncio Pilato, Las Escrituras registran muy poco de lo que dijo. Aparentemente, no di jo demasiado, pero lo que dijo fue bueno. Pablo le dice a Timoteo que Jesús testificó una buena confesión delante de Pilato: “tu dices 3 que yo soy Rey” . Cuando Pilato le preguntó a Jesús si era el Rey de los Judíos, Él respondió que sí. Jesús también declaró que su reino no era de este mundo, porque de haber sido así, sus siervos hubieran peleado. Dijo que había nacido en este mundo para ser rey 4 y dar testimonio de la verdad. De pie frente a este gobernador, Jesús no parecía un rey y en su humanidad no se habrá sentido como rey; sin embargo, se mantuvo en la buena confesión delante de Poncio Pilato. Sabía quién era y lo di jo, a pesar de las circunstancias y sentimientos adversos, retuvo la buena confesión ¡sin oscilaciones! Del mismo modo, a pesar de cualquier circunstancia negativa o ataque del enemigo, debemos saber lo que la Palabra de Dios dice sobre nosotros en Cristo, y hablarlo. Hemos nacido de nuevo en este mundo para ser testigos de la verdad, como reyes y sacerdotes delante de nuestro Dios. Debemos saber quiénes somos y decir quiénes so5 mos en Cristo. En el evangelio de Mateo leemos que, cuando confesamos a Jesucristo delante de otros, Él nos confiesa delante de su Padre que está en los cielos. En el evangelio de Lucas dice “delante de los ángeles de 6 Dios”. Los ángeles son espíritus ministradores para los herederos de la salvación. En la carta a la iglesia de Sardis, vemos a ambos, el Padre y los ángeles unidos en una declaración:
w
255
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles” (Apocalipsis 3:5).
¡Algo sucede en el trono de Dios cuando hablamos correctamente!
¡No como loros! A los loros podemos enseñarles a decir algunas cosas. Una familia que conozco entrenó a su loro a repetir una frase. Cuando el padre regresó de un largo viaje en el exterior, el loro le dijo, para su gran sorpresa: “¡Deja de quejarte, papá! ¡Deja de quejarte, papá!” El loro no entendía lo que decía, aunque sus palabras eran importantes para que el padre las escuchara y retuviera. Cuando hablamos La Palabra, no son palabras “de loro”, ni siquiera palabras correctas. Debemos mantener una proclamación correcta, con entendimiento en fe. También, debemos tener fe en Jesús, el Sumo Sacerdote de nuestra confesión, y no fe en nuestra confesión. Algunos piensan que si dicen las palabras correctas muchas veces algo bueno les sucederá. En absoluto. Si nuestra confesión es mera rutina, estará vacía de poder. Es una palabra de fe la que debemos retener. ¿Se han encontrado alguna vez con una persona que dice las palabras correctas, pero de alguna manera no suenan bien, aunque estén diciendo la verdad? Algunas personas pueden funcionar de manera muy religiosa. Nuestra proclamación debe ser hecha con entendimiento y en fe. No debemos ser loros.
La espada del Señor Cuando los israelitas tomaron la tierra de Canaán lo hicieron a filo de espada. Una y otra vez en el libro de Josué leemos que iban tomando ciudad tras ciudad por la espada. Una y otra vez leemos que 7 no dejaron supervivientes. Si le inquieta que Dios ordenara la destrucción de los habitantes de Canaán, entonces necesita saber lo malvado que era aquel pueblo en ese tiempo. Dios no se place en juzgar, sino que en su momento el juicio viene si no hay arrepentimiento. Esto se aplica tanto a un individuo
256 w
La importancia de la proclamación
8
como a una nación. Los cananeos y las obras tribus en la tierra estaban sumamente involucradas en la idolatría y en las prácticas del mal, tales como el sacrificio de sus hijos al dios Moloc. Esas prácticas eran abominación al Señor y provocaron su ira. Dios eligió usar a los israelitas como sus instrumentos de juicio, que es la razón por las que les dijo que destruyeran completamente a los cananeos. Si quedaban algunos de ellos en la tierra, los israelitas podrían ser seducidos por sus prácticas malas y terminar engañados. En realidad ¡esto fue lo que sucedió! En los últimos años leemos que los filisteos señoreaban sobre los israelitas. Ni un herrero era permitido en la tierra de Israel por temor a que se fabricaran armas para ellos. Cada vez que un israelita tenía que afilar los elementos de su arado, un hacha o una azada, estaba obligado a ir a los filisteos, con el dinero en la mano, y pedirle a uno de sus herreros que hicieran el trabajo. “Así aconteció que en el día de la batalla no se halló espada ni lanza en mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán...” (1 Samuel 13:22).
En aquellos días, sin espadas ni lanzas, el pueblo estaba desarmado y completamente impotente contra sus adversarios. ¡Se necesitan armas para ir a la guerra! ¡Se necesitan armas para ganar una guerra! Isaías 49:2 dice: “Y puso mi boca como espada aguda”.
Cuando Juan tuvo una revelación de Jesucristo años después de la re9 surrección, describe el resplandor de su apariencia. Y también escribe: “...de su boca salía una espada aguda de dos filos” (Apocalipsis 1:16).
En otra visión, Juan vio a Jesús ir a la guerra para juzgar a los que habían vivido en forma impía. Nuevamente describe la majestad de Jesús y repite la mención sobre su boca:
w
257
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
“De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 19:15).
¡Una espada afilada en su boca! ¿Qué es una espada aguda? Efesios habla de una espada con relación a la armadura de Dios: “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efesios 6:17).
La espada que Juan vio en la boca de Jesús, era la Palabra de Dios. Las espadas se usan en la guerra. La Palabra de Dios en nuestra boca es una espada contra los poderes demoníacos. Al tener la Palabra de Dios en nuestra boca, algo sucede en los rangos del enemigo. La fuerza del enemigo disminuye, sus lazos se aflojan, sus fuerzas se repliegan. “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos” (Hebreos 4:12).
Tenemos una espada, pero ¿la usamos? Hace algunos años, visitaba una escuela de entrenamiento misionero en la que había estado una cantidad de veces. Alguien del personal, a quien había conocido durante muchos años, me describió lo cansada que estaba. Durante algunos meses había estado atribulada a la noche por ataques demoníacos, que le dejaron consecuencias. Estaba desalentada y sin ninguna fuerza. Cuando me preguntó si podía orar por ella, el Señor me habló que no lo hiciera. Me quedé sorprendido, porque la mujer estaba obviamente estresada. Sin decirle que el Señor me había hablado, le expresé que íbamos a ver qué pasaba los próximos días. Al día siguiente me volvió a pedir oración, y nuevamente lo postergué, porque el Señor nuevamente dijo que no orara por ella. Al tercer día que me pidió oración, hablé mucho con ella y me sorprendí con algo que descubrí. Le pregunté si reprendía al enemigo antes de dormir y clamaba por la protección de la sangre de Jesús. Me dijo que no. Con todo el entrenamiento que había recibido en la guerra espiritual, esa no era la respuesta que esperaba.
258
w
La importancia de la proclamación
Ahora entendía por qué el Señor me decía que no orara por ella. Podría haberlo hecho, y mientras acordáramos a hacerlo hubiera dormido bien. Pero después cuando me fuera, los ataques podrían haber comenzado nuevamente y no hubiera sabido qué hacer. Le dije que resistiera al enemigo antes de ir a la cama y clamara por la protección a través de la sangre de Jesús. Hizo eso, y sus problemas para dormir se desvanecieron. Cuando me encontré con ella algunos meses después, no había tenido más problemas. Por su pasividad quedaba muy vulnerable. Tenía que ir al ataque. La posición del enemigo es vulnerable, pero ¡únicamente cuando somos los que atacamos! Ella atacó y quedo libre. Cuando usó su espada, la Palabra de Dios en su boca, prevaleció sobre sus enemigos. Hay algunas cosas que le pedimos a Dios que haga y no las hará. Nos ha dado autoridad sobre el maligno y debemos ejercitar esa autoridad. Cuando hacemos nuestra parte el Señor hace la suya. ¡Hay un tiempo para orar, pero también hay un tiempo para hablar!
¡Cántelo o dígalo! Hace unos pocos años, Shirley se sintió inspirada a escribir una simple canción de proclamación: Proclamamos
Proclamamos el Nombre de Jesús, proclamamos su victoria, proclamamos que es exaltado, sobre todos sus enemigos. Proclamamos que vive para siempre y que su sangre nos ha hecho libres. Cántelo o dígalo; grítelo, órelo, porque Él ha ganado la victoria. Proclamamos el Nombre de Jesús, lo proclamamos Señor de todo, Proclamamos que Él reina para siempre,
w
259
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
toda lengua lo llamará Señor. Proclamamos que es eterno. Toda rodilla se doblará ante Él. Cántelo o dígalo; grítelo, órelo, Porque Él ha ganado la victoria. (© 1991 Ministerios Center Mountain)
Proclamar quiénes somos “en Cristo” Las siguientes son algunas maravillosas verdades que necesitamos reconocer y declarar. Así es como Dios el Padre nos ve como cristianos a través de su Hijo, Jesús. La lista podría extenderse mucho más. Yo soy: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17.
Una nueva criatura en Cristo (2 Corintios 5:17). Redimido a través de la sangre de Jesús (Efesios 1:7). Librado del dominio de las tinieblas (Colosenses 1:13). Más que conquistador a través de Aquel que me amó (Romanos 8:37). Un templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19). Muerto al pecado y vivo para con Dios en Cristo Jesús (Romanos 6:2, 11). Fuerte en el Señor (Efesios 6:10). Heredero de Dios y coheredero con Cristo (Romanos 8:17). Participante de su naturaleza divina (2 Pedro 1:4). Completo en Cristo (Colosenses 2:10). Sanado por sus heridas (1 Pedro 2:24). Cambiado a su imagen (2 Corintios 3:18). Sentado con Cristo en los lugares celestiales (Efesios 2:5). Elegido, santo y amado (Colosenses 3:12). Guiado al triunfo en Cristo (2 Corintios 2:14). Capaz de hacerlo todo a través de Cristo, que me fortalece (Filipenses 4:13). Vivo con Cristo (Efesios 2:5).
260 w
La importancia de la proclamación
18. Un vencedor del mundo (1 Juan 5:4). 19. Libre de condenación en Cristo (Romanos 8:1). 20. Sellado con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13).
Enfocar en Jesús Esto ya lo hemos considerado antes, pero merece una mención nuevamente en la conclusión. En medio de la guerra, conscientes de los poderes demoníacos, atacando y retirándonos, nuestro principal enfoque siempre debe ser únicamente el Señor Jesucristo y no nuestro enemigo. Es Cristo el que todo lo conquista, a quien necesitamos ver delante de nosotros. Si lo perdemos de vista, nos encontraremos con un enfoque equivocado y por lo tanto con una confesión equivocada. “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria” (Colosenses 3:1-4).
Un salmo de David Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.
w
261
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré, que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. Porque él me esconderá en su Tabernáculo en el día del mal, me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y yo sacrificaré en su Tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a Jehová”
(Salmo 27:1-6).
262
w
Referencias bíblicas Capítulo 1, Lo visible y lo invisible 1 2 3 4 2 Corintios 4:3-4 Juan 8:31-32 2 Reyes 6:17 2 Reyes 6:17 5 6 7 8 2 Reyes 6:18-23 2 Corintios 12:1-4 2 Corintios 5:1-10 2 Corintios 9 10 4:16-18; 5:6-8 Mateo 7:13-14; 16:24-26 Génesis 5:21-24: 2 Reyes 2:111 12 13 18 Lucas 16:26 Hebreos 10:1-14 Isaías 14:12-15; Ezequiel 28:14-16 14 15 Hebreos 9:11-22; 10:19-22; 12:22-24 Juan 10:11; 17-18; Hebreos 10:1-4 16 17 18 2 Corintios 1:8; Colosenses 2:13-15 Juan 3:14-21, 36 1 Pedro 3:18-20 19 Kevin Connor, Three days and three nights, Bible Temple Publications. 20 21 Levítico 16:1-19; Juan 20:17; Hebreos 9:11-26 Efesios 4:7-8 22 23 2 Corintios 5:1-9 Mateo 7:13-14; Lucas 16:22-23; Apocalipsis 20:11-15 24 Apocalipsis 20:11-15; Romanos 2:14-16
Capítulo 2, Lo temporal y lo eterno 1 2 3 Apocalipsis 4:11 Lucas 12:15; 1 Timoteo 6:6-7 Apocalipsis 20:11-15 4 5 Hebreos 1:14; Lucas 16:22 Juan 20:19, 26; 1 Corintios 15:35-57
Capítulo 3, Criaturas del mundo invisible 1 2 3 Ezequiel 10; Isaías 6:1-3 Ezequiel 28:11-16 Daniel 10:13, 21; 12:1; 4 5 Judas 9 1 Tesalonicenses 4:16 Daniel 8:16; 9:21; Lucas 1:19, 26 6 7 8 Apocalipsis 5:11-12 Salmo 148:1-5; Job 38:1-7 Hebreos 1:13-14 9 10 11 12 Lucas 20:36 Lucas 20:34-36 Daniel 7:9-10; Salmo 68:17 Hebreos 13 14 15 16 2:7 Isaías 14:12-14 Salmo 103:20-21 Colosenses 1:16 Daniel 17 18 19 10:4-21 1 Crónicas 21:15-30 Hechos 12:1-17 Hebreos 13:2 20 21 1 Timoteo 5:21; 2 Pedro 2:4; Judas 6, 9 Apocalipsis 12:2; Isaías 14:12-15 22 23 24 25 Job 38:7; Isaías 14:13 1 Tesalonicenses 2:18 Efesios 2:1-2 Tito 3:326 27 28 29 7 Proverbios 14:12 Mateo 4:1-12 1 Corintios 10:13 Santiago 1:1330 31 16; 1 Juan 1:5-10 Tito 1:15; Mateo 15:11; 17-20 Marcos 5:1-5 32 34 Apocalipsis 12:9-11 332 Corintios 11:3 Lucas 13:11; 2 Timoteo 2:26 36 37 38 39 Deuteronomio 28:65-67 Juan 10:10 Apocalipsis 9:11 2 Timoteo 40 41 2:26 1 Corintios 2:6-8 Lucas 10:18; Génesis 3:14-15; Colosenses 2:15 42 43 Marcos 16:17; Apocalipsis 12:7-9; 20:1-3 Mateo 25:41
w
263
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Capítulo 4, La batalla por el alma del hombre 1 2 3 1 Corintios 4:3-4; Efesios 2:1-3 Tito 3:1-3 Génesis 1:26-27 4 5 6 7 8 Génesis 2:16-17 Génesis 2:16-17 Génesis 3:6-8 Génesis 5:5 Génesis 9 10 11 12 3:15 Génesis 3:22-24 Génesis 4: 8 Génesis 3:17-19 Efesios 3:1-3 13 14 Génesis 15:12-21; 1 Corintios 11:23-26 Deuteronomio 30:15-20 15 16 17 18 Génesis 4:1-8 Génesis 12:1-5 Génesis 12:3; 15:5-6 Génesis 15:1219 20 21 22 21 Génesis 16:1-4 Génesis 17:18-19 Génesis 21:1-5 Génesis 27:123 24 25 45 Génesis 32:22-32; Éxodo 3:15 Éxodo 14:2 Éxodo 31:18 26 28 29 1 Crónicas 16:26 Éxodo 20:1-17; 21-41; Levítico 1-27 Hebreos 8:1-5 30 31 32 33 Hebreos 9:1-12 Hebreos 9:1-7 Hebreos 9:1-3 Levítico 16:1 34 35 36 37 Éxodo 40:36-38 Levítico 1:1-4 Levítico 1-7 2 Reyes 10:29-31; 12:138 39 40 41 2 2 Samuel 12:1-2 1 Reyes 11:6-8 2 Reyes 10:1-10 2 Reyes 17:142 43 44 45 46 6, 23 Job 1:1-6 Job 1:6-12 Job 1:13-19 Job 1:20-22 Job 2:1-6 47 48 Job 2:7-10 Job 42:10-17
Capítulo 5, La venida de Jesús 1 2 3 4 Lucas 1:8-23 Lucas 1:15-17, 41 Mateo 1:18-20 Lucas 1:30-33 5 6 7 8 9 Lucas 1:39-56 Mateo 1:24-25 Lucas 2:1-7 Lucas 2:8-20 Mateo 2:1-2 10 11 12 13 14 Mateo 2:3-8 Mateo 2:12-15 Mateo 2:16-18 Génesis 3:15 Lucas 15 16 17 18 2:41-52 Lucas 1:80; 3:1-6 Romanos 6:1-4 Mateo 3:13-17 Lucas 19 20 3:18-20; Marcos 6:27 Mateo 4:1 Mateo 4:1-11; 1 Corintios 15:45-49 21 22 23 24 Filipenses 2:5-8 Mateo 4: 4, 7, 10 Lucas 4:14 Lucas 4:22-30 25 26 27 28 Lucas 10:1 Mateo 16:24-26 Mateo 4:17 Mateo 15:17-20; Juan 6:66 29 30 31 Mateo 23:1-36 Juan 3:1-15; 7:50; 19:39 Mateo 3:2; Colosenses 1:13; 32 33 34 Marcos 3:23-27 Efesios 6:12; Juan 3:23-27 2 Corintios 4:3-4 Efesios 35 36 37 38 2:1-3 Marcos 2:1-12 Mateo 8:16 Mateo 8:16-17 Marcos 5:35-43 39 40 41 42 43 Hechos 10:38 Lucas 22:3-6 Lucas 22:47-48 Mateo 26:65 Mateo 44 45 46 27:11-14; Lucas 23:7-12 Lucas 23:17-25 Mateo 27:19 Westminster 47 48 Dictionary of the Bible, p.483 Mateo 27:24-26 Westminster Dictionary of 49 50 51 52 The Bible, p. 538 Mateo 27:28-31 Mateo 27:32 Mateo 27:37 Mateo 53 54 55 56 27:46 Juan 19:30 Hebreos 10:9-14 Hebreos 10:19-22 Juan 19:3157 58 59 60 37 Juan 19:38-42 Mateo 27:62-66 Mateo 28:2-4 Juan 20:19-23 61 62 63 64 65 Juan 20:26-29 Hechos 1:1-3 Hechos 1:4-8 Romanos 8:34 Juan 66 67 68 12:16 Mateo 24:1-14 2 Tesalonicenses 1:7-10 1 Tesalonicenses 4:1369 70 17; Apocalipsis 1:7 Mateo 25:31-46 Hechos 1:8
264
w
Referencias bíblicas
Capítulo 6, Compromiso con Jesucristo 1 2 3 Efesios 2:1-3; Tito 2:11-15; 3:1-7 Efesios 2:11-12 Marcos 6:12-13 4 5 6 Hebreos 6:1 Mateo 3:7-8; Lucas 19:1-8 Apocalipsis 15:3; 17:14; 19:16; 7 8 1 Timoteo 6:13-16 Romanos 10:6-10; Juan 3:16 Gálatas 4:6 9 10 11 12 1 Corintios 12:12-27 Romanos 12:2 Mateo 4:4 Juan 20:22 Capítulo 7, Testimonio personal 1 Romanos 10:11-13 Capítulo 8, La comisión de Jesús 1 2 1Corintios 5:7 Romanos 13:11-14 Capítulo 9, Entender a nuestro enemigo 1 2 3 4 5 Juan 10:10 Gálatas 6:7 Marcos 16:9 Marcos 5:13 Marcos 5:15 6 7 8 Deuteronomio 23:2 Proverbios 3:7; 8:13; 16:6 1 Juan 1:5-10 9 10 11 Efesios 4:26-27 Proverbios 18:21 Isaías 53:3-5; 1 Pedro 2:24 Capítulo 10, ¿Puede un cristiano estar poseído? 1 2 3 Éxodo 40:34-38 Levitico 16 La palabra griega que se traduce como “discernimiento” o “distinguir” en muchas de las traducciones de la Biblia inglesa está en realidad en plural. La traducción correcta es “discernimientos” o “distinciones”. Capítulo 11, Reconocer lo demoníaco 1 2 3 Mateo 3:15 Mateo 28:18-20; Efesios 5:18 Apocalipsis 12:10 4 Isaías 53:4 Capítulo 12, El don de discernimientos de espíritus 1 2 3 4 5 Hechos 13:11 Hebreos 1:14 Daniel 10:4-19 Hebreos 13:2 Hechos 6 7 8 9 12:7-11 Hechos 16:6 Hechos 16:7-8 Marcos 9:17-29 Lucas 13:10-17 10 11 12 Hechos 16:16-18 Gálatas 5:22-24; 1 Corintios 12:11 Marcos 9:21 13 14 15 16 1 Corintios 14:1 Romanos 10:17 Hechos 2:1-4 Hechos 19:1-7 17 2 Corintios 5:7
w
265
LA
B AT A L L A P O R T U A L M A
Capítulo 13, Armas de guerra 1 2 3 Apocalipsis 1:8; Juan 12:48 Romanos 10:12-13 2 Tesalonicenses 1:7-10; 4 5 1 Tesalonicenses 4:13-17 1 Corintios 2:6-8 Marcos 16:17-18 6 7 8 9 Isaías 55:10 Juan 12:49-50 Apocalipsis 1:12-15 Mateo 4:1-11 10 11 12 13 2 Crónicas 20:1-30 2 Crónicas 20:18-19 Hechos 1:4-8 Hechos 14 15 2:14-21 Hechos 2:37-42 Hechos 2:1-4; 1 Corintios 14:22 16 17 18 19 1 Corintios 14:14-17 1 Corintios 12:28 1 Corintios 12:10 Éxodo 20 21 22 23 8:19 Éxodo 3:18 2 Corintios 3:1-3 Mateo 3:11 Hechos 2:1-4
Capítulo 14, Imposición de manos 1 2 3 4 Marcos 16:18 1 Timoteo 5:21-22 1 Timoteo 4:14 Génesis 48:14 5 6 8 Números 27:22-23 Números 27:18, 19 7Hechos 6:8; 8:4-8 Hechos 9 10 11 14:23 Hechos 14:26-27 Hechos 2:1-4; 10:44-48 Santiago 4:7; 1 Pedro 12 13 5:1-5 2 Corintios 5:7 Mateo 3:11-12
Capítulo 15, El poder de la fe 1 2 3 Hechos 6:5 Romanos 10:6-10; 2 Corintios 3:5-6 Romanos 8:24-25 4 5 6 7 Apocalipsis 1:8; Salmo 139:13-16 Lucas 11:5-13 Efesios 1:3 Romanos 8 9 10:17 Marcos 16:19-20 Romanos 12:3 Capítulo 16, Perseverar y prevalecer 1 2 3 Colosenses 2:13-15 Hechos 9:1-9 Hechos 9:10-12 5 6 7 Josué 9:3-21 Josué 10-14 Jueces 1:1-36; 2:20-23
4
Éxodo 17:8-13
Capítulo 17, La importancia de la proclamación 1 2 3 4 Santiago 3:2-4 Romanos 8:34 1 Timoteo 6:13 Juan 18:33-38 5 6 7 8 1 Pedro 2:9-10 Mateo 10:31-32; Lucas 12:8 Josué 10:28 2 Pedro 3:9 9 Apocalipsis 1:12-16
266 w
Los 5 pilares del
liderazgo
✿
¿Dónde comienza un liderazgo efectivo? En los fundamentos que se han colocado. ¡Aquí están las claves! ✿ ✿ ✿ ✿ ✿
Definir los resultados que desean lograrse. Generar un plan que al seguirlos logre resultados concretos. Desarrollar una motivación en el equipo que produzca acción y traiga esperanza. Construir la confidencia y la confianza en el líder y su equipo. Infundir la determinación para que nadie abandone cuando enfrente problemas u obstáculos.
P AUL J. MEYER es autor de veinticuatro programas importantes sobre venta, motivación,
establecimiento de metas, administración y desarrollo del liderazgo, con ventas combinadas en sesenta países y en veinte idiomas por más de dos millones de dólares, más que cualquier otro autor en la historia. Formó el Success Motivation Institute en 1960 y es considerado por muchos el fundador de la industria del desarrollo personal. ANDY SLECHTA es presidente de las compañías de desarrollo personal y profesional R
internacionales fundadas por Paul J. Meyer. Slechta ha hablado en cuarenta países a más de mil grupos sobre temas que fluctúan desde el desarrollo de liderazgo hasta el crecimiento personal y profesional.
w w w . e d i t o r i a l p e n i e l . c o m
Cómo hacer lo imposible ORAL
ROBERTS
Fundador y rector de la Universidad Oral Roberts, en Tulsa, Oklahoma, EE.UU., es reconocido como una de las personalidades sobresalientes de su generación, como educador, evangelista y autor. Ha tenido numerosas cruzadas de evangelismo y sanidad en los cinco continentes, y es autor de más de cien libros.
"L
o que digo en este libro es tan real como Dios es real, y tan fresco como el rocío de la mañana. Aunque soy un estudioso, el consejo que doy no es mero conocimiento teórico, le estoy compartiendo la vivencia de años de enfrentar la adversidad y experimentar los milagros y la inconfundible presencia y acción del Dios Todopoderoso. Yo he estado en medio de las críticas, en momentos donde nada parece dar resultado, pero me rehusé sentarme y esperar morir. En nombre de Dios y a favor de la liberación me he levantado y marchado dando golpes donde debía darlos. Quizás usted este pasando por lo mismo, quiero desafiarlo a obedecerle a Dios, ver al invisible y hacer lo imposible. Antes que Moisés pudiese emprender la tarea imposible de liberar al pueblo de Israel del cautiverio egipcio, ¡se dice que él vio al invisible! Eso cambió por completo su vida, de un tartamudo, titubeante e incrédulo, a un firme creyente, ungido y poderoso en palabras. ¡Lo mismo le puede ocurrir a usted!". Cuando usted ve al Invisible, puede hacer lo imposible
w w w . e d i t o r i a l p e n i e l . c o m
E
n un mundo de reglas y ceremonias complicadas, Jesús vino para resumir la búsqueda de Dios en una sola palabra: AMOR. Pero hizo algo más: nos mostró cómo ese amor puede obrar poderosamente en nuestras vidas. Usando a una semilla de mostaza, la que es tan diminuta pero puede crecer hasta llegar a ser un enorme y frondoso árbol. Qué principios se ponen en funcionamiento que hacen que algo tan pequeño dé lugar a…
Vivir una vida de plena fe. Desbordar de agradecimiento. Amar la verdad. Perdonar para vivir bien. Mantener el gozo. Dar con alegría.
Secretos de la semilla de mostaza Estos “Secretos de la semilla de mostaza” contienen enormes promesas. Principios básicos, simples pero llenos de sabiduría y vida. En ellos encontrarás poderosos consejos que serán una enorme bendición para tu vida, extendiéndote, enriqueciéndote, y capacitándote para vivir en la ley del amor que, aunque es algo pequeño, puede volverse abundante y poderoso. Steve Mosley enseña a vivir los principios bíblicos en auditorios en todo el mundo. Es productor y guionista de televisión, conduce seminarios de fin de semana y es esposo de Marilyn con quien vive en California, Estados Unidos.
w w w . e d i t o r i a l p e n i e l . c o m
Cómo su adoración y oración pueden cambiar su vida, su hogar y su ciudad Revístase con el favor de Dios, ¡y vaya a la guerra!
L
a mayoría de los cristianos enfocan su adoración en cuanto a la relación y la devoción, y ambas cosas son excelentes y correctas. Sin embargo, nuestra adoración y búsqueda por conocer a Dios debe también moverse hacia un nivel más alto: ¡el de que se ejerza su voluntad sobre la Tierra! Vivimos tiempos radicales. Lo que Dios hace y dice en el cielo debe manifestarse sobre la Tierra. El Espíritu del Señor extiende su llamado a los creyentes. A su vez, este llamado desata un sonido desde el cielo que es abrazado por gente de todo el mundo. Hubo un tiempo en que Lucifer guió a las huestes angelicales de los cielos en la adoración del Creador. Sin embargo, decidió que ya no quería ser más un adorador; en lugar de eso, quería ser adorado. Las G UERRAS DE ADORACIÓN comenzaron en ese momento, y continúan todavía hoy en la Iglesia, sobre la Tierra y en los cielos. Cuando adoramos, nuestra adoración asciende al trono de Dios, y es a través de este proceso que podemos luego descender en guerra efectiva.
w w w . e d i t o r i a l p e n i e l . c o m