LA BATALLA POR EL DOMINIO DE LAS CONCIENCIAS: LA EXPERIENCIA DE LA EDUCACIÓN SOCIALISTA EN JALISCO, 1934-1940
Al trascurrir los años treinta en México, el campo educativo se convirtió en campo de batalla para liberar la conciencia de la niñez y la juventud que hasta entonces estuvo capturada por el poder clerical. La modificación del artículo tercero que procuraba el laicismo laicismo provoco que la iglesia movilizara a los vecinos para negarse a dar apoyo a las escuelas y sus maestros. En 1925, el gobernador jalisciense, José Guadalupe Zuno, promulgó una nueva ley de educación para reforzar el laicismo vigente. Sin embargo el surgimiento de la cristiada echo por tierra este plan. Así el panorama de crisis acrecentaba. Los maestros eran odiados, amenazados y perseguidos con crueldad. La oposición clerical no solo era para la escuela, sino cualquier empleado al servicio del estado. El maestro mexicano además de improperado para la tarea alfabetizadora, se hallaba sumido en esa maraña de prejuicios religiosos que supuestamente debía combatir. Se tornaba imprescindible depurar las filas del magisterio. En Jalisco los arreglos de 1929 no significaron la rendición de los cristeros, pero se selló un armisticio.
La modificación al artículo tercero significaba una
nueva política antirreligiosa radical por su contenido socialista y porque se fue gestando en una atmosfera de anticlericalismo militante. A partir de entonces se obligaría a los particulares a solicitar autorización antes del inicio del periodo lectivo. La universidad de Guadalajara se sumo a la lucha y lidero buena parte de la protesta, pero poco tiempo después, fue clausurada. Una buena cantidad de presidentes municipales enviaban telegramas al ejecutivo estatal, mientras un sector del estudiantado universitario constituyó el Centro Estudiantil Socialista y por su parte la Unión de Educadoras Jaliscienses Sushima Mendoza Benítez
2°”A”
aprobó un proyecto para celebrar una gran asamblea en Guadalajara que proporcionara la orientación de los maestros de la entidad. La escuela socialista era concebida como aquella que estaba sustentada en los principios del materialismo dialectico. La implantación de esta fue entendida como el reflejo de una nueva época que se inauguraba con la llegada del poder del general Lázaro Cárdenas. La obligatoriedad en la impartición de los contenidos socialistas no era formalismo era riguroso. La reacción del clero fue inmediata, desde el periódico
Acción se
alerto a
los jaliscienses que estaba prohibido a los católicos, aprender, enseñar o cooperar con la educación socialista. Y en esta región la persona excomulgada está condenado a muerte civil, falta de trabajo, nadie le vende alimentos, nadie le habla, etc. Bajo amenazas, peones y medieros dejaron de enviar a sus hijos a las escuelas, los propietarios pusieron otros recursos, como negar a los maestros el pago de sus sueldos, no proporcionarles los más elementales medios de subsistencia o convertirlos en objeto de hostilidades. Por otra parte el clero puso a andar una estructura de escuelas clandestinas, cuando les cerraban una, se abría otra de inmediato. En algunos municipios a pesar de la intromisión religiosa se observo una asistencia escolar satisfactoria. Pero ante el fantasma de una nueva guerra cristera el ejército recrudeció su actividad militar y se libraron violentos combates durante un año. Para 1935 Celso Flores Zamora solicitó la impartición de efectivas garantías para los maestros pero las hostilidades continuaron. Si la oposición hacia la escuela se mostro eficaz, fue porque segmentos de la población le prestaron ayuda. El gobierno nacional desarrollo un efectivo reparto agrario, el presidente prometió tierras y armas a los campesinos jaliscienses, pero a cambio debía fortalecerse la escuela. Con esto las mejoras comenzaron a surgir, los jaliscienses comenzaron a mostrarse más cooperativos con la escuela y aunque la tarea de capturar las conciencias no se logro plenamente a través de la escuela socialista, si puso las bases para un proyecto a largo plazo. Sushima Mendoza Benítez
2°”A”