Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Facultad de Filosofía y Educación Instituto de Música MUS427
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Pensar la Música desde América Latina
Nombre: Roberto Fuentes Gallardo Gabriel Oyarzo Arana Profesor: Silvia Herrera Ortega
Valparaíso, 20 Junio de 2014
Juan Pablo González
Licenciado en musicología de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile (1983) y Doctor en musicología en la universidad de California (1991). Su trabajo se ha desarrollado principalmente, en torno a una línea de investigación que privilegia el estudio de la música popular, desde fines del siglo XIX hasta el presente en Chile y sus diferentes esferas de influencia, logrando realizar contribuciones en al ámbito histórico-social, socio-estético y analítico musical. Otra línea de estudio seguida por el autor chileno, es la vinculada a los estudios de música chilena de concierto del siglo XX, en donde se considera esencialmente, la articulación de las vanguardias europeas con los lenguajes locales. En el año 2003 obtuvo el Premio Casa de las Américas en Musicología, junto al profesor Claudio Rolle, por el primer volumen de la “Historia social de la música popular en Chile” . En 2010 recibe la Medalla Bicentenario otorgada por el Consejo Chileno de la Música, de la UNESCO. Es Director del instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado y miembro del Consejo de Fomento de la Música del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Pensar la Música desde América Latina
A lo largo del texto se examinan las distintas maneras en que se ha buscado integrar a América Latina desde la música, a lo largo del siglo XX. Entre estas formas de integración se destacan arquetipos de lo latinoamericano construidos desde la política, la economía y la cultura. Este texto busca principalmente articular un pensamiento en base a los que nos ofrece la música, los músicos, las audiencias y las industrias culturales en América Latina. Un pensamiento que permita acercarse a la música latinoamericana desde adentro, abarcando las tres principales formas de escucha musicológica de lo latinoamericano: Americanismo, Interamericanismo y Estudios Latinoamericanos. Estos conceptos serán explicados en el capítulo 1: “Musicología y América Latina” , como grandes marcos para comprender los aportes que distintas generaciones de musicólogos e investigadores han hecho
al estudio de la música en América Latina. En este sentido, cabe destacar lo planteado por Cristián Guerra Rojas sobre el trabajo del autor chileno: “Años en los que no ha bastado solamente con escuchar la música, sino que escuchar el discurso sobre la música, una tarea doblemente compleja al considerar esa polifonía de temporalidades en la que nuestro continente, como plantean García Canclini y otros, está inmerso. (Guerra, 2013)”. En este sentido, veremos la compleja labor de Juan Pablo González en este libro, al intentar abarcar las diferentes formas de escucha de lo latinoamericano, asimilando la diversidad de realidades, pero también entendiendo los puntos donde convergen las sociedades de América Latina, rescatando la labor realizada por otros musicólogos. Por otra parte su propuesta consiste en observar y escuchar la música latinoamericana desde algunos paradigmas de estudios surgidos en el campo de las humanidades y las ciencias sociales, las cuales influyeron en el desarrollo y renovación de la musicología a partir de la década del 80’. En cuanto a las secciones presentes en el capítulo estudiado, en primera instancia, es posible observar una breve introducción de carácter contextual, en la cual se aborda el concepto de musicología y la relación de esta última con America Latina. Posteriormente, a forma de desarrollo, se abordan las 3 formas de
escucha
musicológica
de
lo
latinoamericano:
Americanismo,
Interamericanismo y los Estudios Latinoamericanos. Finalmente para concluir el capitulo, el autor expone la idea de ir sumando esfuerzos que nos permitan conocer y comprender con mayor detalle nuestra región; haciendo énfasis en la labor del musicólogo, como una de las figuras que reconstruye el pasado y la identidad musical de nuestro continente.
Capítulo 1: Musicología y América Latina
Este
primer
capítulo,
comienza
haciendo
referencia
al
término
Musicología, el cual nace en Europa durante el siglo XIX y cuyo principal objetivo será el recuperar y reconstruir el pasado musical de una nación. Lo anterior, fundado en una corriente de carácter Nacionalista, ubicara a las fronteras nacionales modernas como el elemento que determinará el área de trabajo para la disciplina. En contraste con lo ya planteado, la musicología latinoamericana, puede entender y abarcar al continente como una sola gran región de estudio, en donde se comparte un orden étnico y social común, que viene dado respectivamente, por la tradición precolombina y la influencia colonizadora entre los siglos XVI y XVIII, que alcanzará a vastas regiones del continente.
Otro
aspecto
en
donde
converge
la
identidad
musical
latinoamericana, guarda relación con los estudios de música popular, los cuales apelan a problemáticas y sensibilidades comunes del habitante de América Latina, generando cruces e hibridismos. Es importante señalar que la musicología se nutre constantemente de diversas fuentes, sean orales, mediales o escritas; y son estas las que permiten especializar el trabajo de la disciplina en América Latina. Por ejemplo la música precolombina encuentra su desarrollo gracias a los instrumentos e iconografías indígenas que fueron rescatándose con ayuda de la arqueología; así como los estudios de música colonial, tendrán su base en el repertorio musical que aportan la corona y la iglesia a lo largo del territorio, así como crónicas de la conquista y códices del periodo. Posteriormente, el texto expone a modo de resumen, las ventajas y desventajas con los que la musicología latinoamericana se ha encontrado a lo largo de su desarrollo. Como mencionamos anteriormente, las fronteras políticas no constituyeron una mayor desventaja, pero al tomar en cuenta la dimensión geográfica, nos toparemos con regiones bastante extensas y de gran diversidad, lo cual impedirá avanzar en el desarrollo de estudios locales capaces de nutrir una visión musical integrada del territorio, solo será a fines de la década del 70’, que nos encontraremos con un corpus significativo de estudios sobre música colonial, nacionalismo musical y corrientes del siglo XX presentes en Latinoamérica, que ayudarán principalmente a expandir y
actualizar el conocimiento musical, que circulaba en la región desde mediados del siglo XX. A pesar de estos avances, hacia fines de los años ochenta, nos encontramos con situaciones en donde las historias de la música universal, editadas en Europa o Estados Unidos dedican sólo un 1% del total de sus páginas, a la música latinoamericana, en donde existen referencias a la música indígena y folclórica, como también a figuras nacionalistas como: Heitor VillaLobos, Carlos Chávez y Alberto Ginastera; de forma similar Gilbert Chase y su obra “The Music of Spain” (1941) o “Historia de la música española e hispanoamericana” (1953) de José Subirá; nos ofrecen títulos que resultan ser un tanto paradójicos en relación a su contenido, puesto que el volumen total de páginas dedicado a esta música, no se desarrolla más allá de un breve capítulo dentro del texto. Caso opuesto ocurre con las enciclopedias musicales internacionales, como el “New Grove” (1980), que incluye entradas de compositores, intérpretes, géneros, instrumentos, instituciones y países latinoamericanos. El autor también hace referencia a la relación que la musicología hispana establece con Latinoamérica, determinada en primera instancia por la guerra civil española, la cual llevará al musicólogo Otto Mayer Serra a México, en donde producirá su obra: “Música y músicos de Latinoamérica” (1947), constituyéndose como la primera gran síntesis de la música de la región. Será con el retorno de la democracia a España, que Emilio Casares mas 600 musicólogos hispanos y latinoamericanos activos en los años ochenta dan origen a: “Enciclopedia de la Música Española e Hispanoamericana” (19992002). Cambios producidos desde la política, la economía y la cultura en América Latina y Estados Unidos, han generado diversos cambios en el paradigma de lo latinoamericano. Así será como el autor introduce el concepto de: Escucha Latinoamericana; y de cómo esta escucha es impulsada en diversos lugares del continente y de distintas maneras. De lo anterior, se desprende una clasificación para los distintos tipos de escuchas musicológicas de lo latinoamericano. Podemos comenzar por nombrar al Americanismo, en donde la actividad de estudio e investigación surge desde dentro de América Latina. Por otra parte tenemos al Interamericanismo, que hace referencia a una escucha musicológica impulsada desde los Estados Unidos, teniendo como
escenario el periodo de la Guerra Fría, la Política del Buen Vecino, la Globalización y la Transnacionalización de procesos y problemas. La tercera escucha, corresponde a los Estudios Latinoamericanos, los cuales se desarrollan en ambas regiones. Es importante señalar, que el autor hace referencia a un cuarto tipo de escucha: el Iberoamericanismo; el cual se enmarca dentro de un paradigma bastante reciente, en el que la sostenida actividad académica de los musicólogos latinoamericanos radicados en España, apoyada por la universidad y el Estado, respondería a la necesidad de una España multicultural, que encuentra un elemento de cohesión interna en la herencia depositada en América Latina.
Americanismo
Para comprender este tipo de escucha, creemos que es fundamental entender la labor realizada en América Latina por el musicólogo alemán Francisco Curt Lange, especialmente la realizada en su “Boletín Latino Americano de Música”, BLAM (1935-1946). En primer lugar, cabe destacar que Francisco Curt Lange, no tenía una agenda nacionalista que defender en la región, permitiendo el inicio de un diálogo americanista musicológico a nivel continental. En cuanto al BLAM, veremos que su principal labor, será sumar aportes de investigadores y compositores de distintos países latinoamericanos, incluir
tanto
artículos
de
investigación
como
partituras
de
música
contemporánea e histórica de América Latina, pero considerando de igual valor de importancia la música de tradición oral como la de tradición escrita, independiente del período histórico a la cual pertenece, de igual forma la que es vigente como la extinguida, en el caso de la música de tradición oral. A pesar de esto, su labor no abarcará la música popular urbana. Comprendiendo esto, es que podemos concluir que el americanismo musical es un nacionalismo mancomunado, como lo plantea Juan Pablo González, el cual se entiende y se practica como una suma de partes nacionales, más que como una visión integrada de estas, incluyendo aportes de musicólogos como de compositores, los cuales entienden el americanismo como una causa común.
Otra figura a destacar en este marco de escucha, es la del musicólogo argentino Carlos Vega, también llamado el padre de la musicología argentina. En su investigación, podremos observar que a Vega le interesaba la dimensión histórica de los fenómenos folclóricos, realizando sus estudios desde una visión histórica y etnográfica de manera simultánea. En su libro “Panorama de la música popular arg entina” (1944), el musicólogo argentino desarrollara una mirada integradora latinoamericana, definiendo distintos cancioneros o unidades superiores de carácter , los cuales están basados en rasgos comunes, siendo tanto tonales como rítmicos; o bien históricos y geográficos, ya sean pertenecientes a géneros argentinos, peruanos, bolivianos, chilenos, uruguayos y paraguayos.
Esta visión latinoamericana e integradora del musicólogo
argentino, también será aplicada en sus libros sobre instrumentos musicales aborígenes argentinos, como también sobre las danzas tradicionales, manteniendo una visión atenta a parentescos e influencias musicales entre los países de la región. La labor desarrollada por Carlos Vega, será continuada por su discípula, ayudante y colega Isabel Aretz. Para Juan Pablo González, la labor de la musicóloga argentina estará enmarcada dentro de un americanismo tardío, superponiéndose a una corriente renovada del Interamericanismo. La labor de Isabel Aretz buscará por un lado, ampliar el ordenamiento de áreas musicales o cancioneros de Carlos Vega, sumando sus propios estudios al respecto y los de Argeliers León en Cuba y el Caribe, Vicente T. Mendoza en México y Luis Heitor Correa de Azevedo en Brasil. Este cuadro tan abarcador de la etnomúsica de América Latina y el Caribe, propuesto por la musicóloga argentina, fue posible al considerar el fenómeno sonoro de forma aislada, sin considerar las construcciones de sentido, tanto por parte de sus cultores, como de sus receptores directos, en este sentido González plantea que Isabel Aretz no considera la música como una práctica generadora de cultura, sino más bien como rodeada de cultura. En el año 1941, el americanismo musical presentó una apertura hacia Estados Unidos, siendo el penúltimo volumen del BLAM dedicado a este país. Esto acontece a comienzos de la Segunda Guerra Mundial, siendo una preocupación de Estados Unidos mantener alineada a América Latina bajo sus interese políticos y económicos. Este acercamiento por el país del norte,
también se verá enmarcado por el auge de la música tropical en las pistas de baile y el cine de este país. Al mismo tiempo, varias disqueras estadounidenses veían en la música de concierto latinoamericana una potencialidad comercial en su catálogo, al encontrar en el americanismo musical, abundante música basada en un exótico y atrayente folclor latinoamericano.
Interamericanismo
El concepto de Interamericanismo, será heredado de los debates creados para articular y asegurar la paz en el continente durante los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, y este se extenderá tanto al ámbito cultural, como a los estudios musicológicos con rapidez, demostrando el especial interés, que Estados Unidos tenía por la región, basado en el espíritu del “buen vecino”, veremos los diferentes aportes en recursos para los investigadores, divulgación, como también la creación del Inter-American Music Center en 1939. Una dificultad que cabe destacar en esta contextualización del panorama de la época, es el escaso bilingüismo de los académicos, quienes no dominaban ni el español ni el portugués, esto provocó que la musicología latinoamericana se mantuviera alejada de las demás musicologías. Solo en la medida que investigadores radicados en Estados Unidos realicen investigación en América Latina y publiquen en inglés, la investigación y la música latinoamericana serán visibles en el país del norte. Los investigadores norteamericanos que lean español y portugués contarán con una gran bibliografía, y los recursos destinados por el interés político que el país del norte destinaba a los diferentes investigadores de las humanidades. Es así como los referentes principales de la musicología interamericana, surgirán desde esta promisoria perspectiva, siendo desde los años setenta: Robert Stevenson y Gerard Béhague. Para entender el Interamericanismo musical, creemos que se debe remitir a la figura de Robert Stevenson, quien será denominado por Juan Pablo González, como un perfecto interamericanista, esto supondría ser, un investigador que desde Estados Unidos, puede considerar de igual valor los diferentes aportes musicales de la región, permitiendo al autor estudiarlas bajo
su perspectiva particular, estableciendo paralelismos históricos y artísticos entre ellas. En este sentido, resalta la capacidad de Stevenson para ordenar datos dispersos, generando una narración histórico-musical, logrando abarcar una amplia gama de culturas latinoamericanas, como en sus libros: “Music in Aztec and Inca Territory” (1968) y “A Guide to Caribean Music History” (1975). Otra de las figuras principales de esta forma de escucha musicológica, será Gerard Béhague, quien en su libro “Music In Latin American: An Introduction” (1979), trabajará sobre la música de concierto latinoamericana, logrando un aporte más completo en cuanto a la historiografía y en análisis de esta música, que lo realizado por sus antecesores. Esto fue logrado gracias al desarrollo de la musicología de la segunda mitad del siglo XX sobre los estudios coloniales, de nacionalismo musical y de contracorrientes de este siglo, estando este libro, basado en estas tres áreas. Otro aporte de Gerard Béhague, en cuanto a la labor hemerográfica interamericanista será la revista “Latin American Music Review” (1980), la cual se presenta abierta a las tres músicas (escritas, oral y medial), la cual la hace diferente a revistas anteriores, además de poseer artículos en inglés, español y portugués, siendo este trilingüismo y esta apertura a las tres músicas, lo que marcará a Béhague tanto en su labor de investigación como de publicación.
Estudios Latinoamericanos
Estos estudios, estarán enmarcados dentro de la renovación de la musicología norteamericana en la década de 1980, esto provocará un cambio en el modo de ser practicada esta disciplina en cuanto a lo latinoamericano. También se debe considerar la consolidación de la academia anglosajona del campo multidisciplinario de los estudios latinoamericanos, impulsando y amparando lo que veremos cómo los estudios multidisciplinarios sobre América Latina. De esta forma, luego de la apertura académica lograda por Stevenson y Béhague, podremos observar un claro aumento en las investigaciones realizadas en la región y en las publicaciones norteamericanas sobre esta música.
Con esta musicología latinoamericana, la cual crecía en su cantidad de publicaciones, veremos que los musicólogos dedicados a esta área, serán sometidos a las exigencias académicas de publicar libros o capítulos de libros, por sobre las ponencias en actas de congresos, puesto que el libro posee más impacto científico. Además la investigación multidisciplinaria, propia de los estudios latinoamericanos, ha permitido la creación de obras colectivas, la aparición de compilaciones y especialmente libros colectivos que abordan un mismo tema o problema, desde las diferentes bases epistemológicas que posean los autores participantes. Estos cambios en la musicología de lo latinoamericano coincidieron con la globalización y la aparición del concepto World Music, el que podremos observar en la industria musical, con su cagar multicultural y multiétnica, consintiendo el acceso mediatizado y masivo a diferentes fuentes orales, lo que permitirá la propagación de prácticas musicales tradicionales, vernáculas y antiguas provenientes de América Latina. Un ejemplo importante de estudios integrados en cuanto a la musicología en América Latina, es un libro editado por Isabel Aretz llamado: “América Latina en su música” (1977), el texto enfatiza en los problemas relevantes en la actualidad musical y social latinoamericana, viajando al pasado solo para poder comprender el presente, pretendiendo diagnosticar tendencias y problemas, además de ofrecer soluciones para la vida musical en la región. Este libro colectivo fue escrito por dieciséis autores, siendo la primera de cinco partes “La hora actual de la música en América Latina”, donde destacamos un desmitificador ensayo de Alejo Carpentier, el que nos plantea diferencias entre la música latinoamericana y europea, al señalarnos que la música de América Latina no debe ser entendida con tantas separaciones, pues sus expresiones más originales pueden venir tanto de la calle, como de la academia. En cuanto a la música popular, podemos ver como Juan Pablo González, señala su parecer sobre que la música popular, se muestra como la práctica social y bien cultural que más ha logrado romper las diferentes barreras nacionales de América Latina. Esto genera un gran interés en los congresos IASPM-AL, donde los géneros del bolero, la cumbia, la salsa o el rock, han tenido la preponderancia de ser los más latinoamericanos, esto debido a la capacidad de generar diálogos transnacionales. También podemos
observar que los estudios latinoamericanos, en lo que concierne a la música popular, han sido guiados en cuanto a los procesos de construcción de significados sociales, como a las diferentes migraciones de géneros que podemos encontrar en la región. Finalmente Juan Pablo González rescata un cuestionamiento de Leonardo Waisman, quien se pregunta sobre la existencia de la musicología iberoamericana, buscando entender, si es una disciplina enraizada en un territorio o de una manera específica de practicarla. Para el autor chileno, la musicología latinoamericana puede ser entendida como una práctica de investigación, descansando entre la dicotomía de lo local y lo regional, o lo nacional y lo transnacional. En el primer caso González plantea la musicología latinoamericana como una suma de aportes independientes, realizados por integrantes de la región en estudio, no obstante podemos encontrar tendencias y patrones comunes, como es el caso del americanismo musical. En el segundo caso, el musicólogo chileno, señala que son los estudios e investigaciones que buscan establecer relaciones presentes y pasadas en América Latina, por ende, no se entiende como la suma de casos dispersos, sino como el diálogo que introduce el investigador entre ellos, siendo estos lo que puede hacer posible la articulación del campo de la musicología latinoamericana.
Conclusión
El texto de Juan Pablo González, nos permite comprender las diferentes formas de escucha musicológica sobre lo latinoamericano. Pensando en esto, es que destacamos que el texto cumple con lo prometido en su título (“ Pensar la música desde América Latina. Problemas e Interrogantes” ) al plantear una reflexión bastante amplia, considerando el plano histórico, además del gran desafío que nos suscita América Latina, considerando su gran extensión y las diferentes realidades que podremos observar en la región. En este sentido, consideramos de vital importancia la labor del autor, en su primer capítulo: “Musicología y América Latina”, al contextualizar al lector, sobre las diferentes formas de entender el panorama de lo latinoamericano, y los diferentes esfuerzos y aportes realizados por musicólogos, investigadores, críticos y compositores. En cuanto a las referencias utilizadas por el escritor chileno podremos observar una gran variedad de fuentes, además de estar muy actualizadas, esto se refleja a la perfección en el primer capítulo de “Pensar la música desde América Latina” , en el cual, encontraremos a Daniel Devoto de 1919 y otra de Aharonián del año 2012. En este sentido nos parece que las fuentes ocupadas por el autor destacan por su vigencia y riqueza, lo cual nos permite pensar que el esfuerzo realizado por el musicólogo chileno, genera un panorama muy completo y necesario, para entender la complejidad en las relaciones y diálogos de las diferentes músicas, sociedades y culturas existentes en Latinoamérica. Una idea que se puede inferir del primer capítulo de este libro, es la importancia de la música popular en cuanto a los posibles diálogos transnacionales, y su capacidad de aparecer en diferentes sociedades, con diferencias y similitudes, permitiendo la realización de paralelismos históricos y artísticos. Esta visión la podemos observar en mayor profundidad
en otros
trabajos del autor, como por ejemplo: “El canto mediatizado: breve historia de la llegada del cantante a nuestra casa” y “Musicología popular en América Latina: síntesis de sus logros, problemas y desafíos”. En este caso nos parece interesante y destacable lo planteado por Juan Pablo González, quien busca investigar el fenómeno sonoro y las diferentes aristas, diálogos e influencias
culturales, sin prejuicios sobre la música, sin importar si se tiene o no una visión peyorativa en cuanto a ella en un nivel académico, lo importante para el autor, es como la música influye en la sociedad y viceversa. Esta visión nos parece válida, interesante y motivante para generar nuevas investigaciones, que nos permitan entender el panorama musical en América Latina. Bajo la vista de las mismas ideas, es que surge la siguiente cita: “Parafraseando la idea de Carpentier (1977) referida anteriormente, sus aportes más originales pueden llegar de la calle, del estudio de grabación o de la sala de concierto” (González, 2013). En este caso nos importa resaltar este pasaje integrador del libro, el cual compartimos en apreciación con el autor, donde en nuestra opinión, la música latinoamericana, ya sea oral, escrita o medial, destaca por sus discursos y su diálogo con las otras áreas de la cultura y la sociedad. Finalmente, queremos rescatar la idea que desarrolla el autor sobre lo planteado por Gerard Béhague, quien nos señala que la verdadera historia de la música erudita proveniente de América Latina aún debe ser reconstruida, razonando sobre esto, es que creemos que esto no solo se aplica a la música erudita, sino a todas las músicas, puesto que lo basta de la región de América Latina, sumado a las nuevas prácticas investigativas, nos llevan a pensar que aún existe un cúmulo de información sobre la música y las manifestaciones culturales ligadas a ella, que aún no conocemos en profundidad, lo cual ligado a las nuevas bases epistemológicas, nos hace pensar en la gigante, pero importante labor de investigar la región, comprendiendo nuestro pasado y presente, además de poder proyectar el futuro de las problemáticas musicales de la región, según la visión particular de sus investigadores, músicos y compositores; y por supuesto, la audiencia general de cada pueblo latinoamericano.
Bibliografía
Chile, P. U. (2012). Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, Instituto de Historia. Recuperado el 18 de Junio de 2014, de http://historia.uc.cl/Planta Adjunta/gonzalez-juan-pablo.html González, J. P. (2013). Pensar la música desde América Latina. Problemas e interrogantes. Santiago, Chile: Ediciones Universidad Alberto Hurtado. Hurtado, U. A. (s.f.). Facultad de Filosofía y Humanidades. Recuperado el 18 de Junio de 2014, de http://filosofiahumanidades.uahurtado.cl/ediciones/pensar-la-musica-desdeamerica-latina-problemas-e-interrogantes/ González, J. P. (2000). El canto mediatizado: breve historia de la llegada del cantante a nuestra casa. Revista Musical Chilena, 54(194), p.26-40. Recuperado de http://www.revistamusicalchilena.uchile.cl/index.php/RMCH/article/view/12580/1 2885 González, J. P. (2001). Musicología popular en América Latina: síntesis de sus logros, problemas y desafíos. Scielo. Recuperado de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071627902001019500003