Josquin des Prez (ca. 1440 en Francia, en la frontera de Hainut -1521) Debe considerarse como uno de los más grandes de todos los tiempos. Apreciado por sus contemporáneos: “padre de los músicos”, “amo de las notas”
Comparado con el genio de Miguel Ángel en arquitectura, pintura y escultura. De 1459 a 1472 fue cantor de la catedral de Milán y más adelante miembro de la capilla ducal del noble Galeazo María Sforza, después pasa a servir a su hermano, el cardenal Ascanio Sforza. Entre 1486 y 1494 se tienen noticias de su presencia, de cuando en cuando, en la capilla papal en Roma. Al parecer entre 1501 y 1503 estuvo en Francia en la corte de Luis XII. En 1503 fue nombrado “Maestro di Cappella” en la corte de Ferrara, pero al año siguiente abandonó Italia con destino a Francia probablemente huyendo de la peste. Desde 1504 hasta el final de sus días 1521 vivió en su región natal, en Condé-sur-l’Escaut. Sus composiciones se publicaron en muchísimas antologías impresas de la época y también aparecieron en numerosos manuscritos. Incluyen cerca de 18 misias, 100 motetes y setenta chansons y otras obras vocales profanas. Los motetes
En la época, la misa ofrecía pocas posibilidades de experimentación a causa de su formalidad litúrgica, su texto invariable i nvariable y las convenciones musicales establecidas. Los motetes eran más libres; se los podía escribir para un amplio espectro de textos, todos ellos relat9ivamente desusados, por ende surgían nuevas e interesantes posibilidades de relacionar palabra y música. Por eso, el motete fue el género que llegó a convertirse en la forma más atractiva de la composición sacra. Las misas
La música de Josquin comprende tanto elementos tradicionales como modernos. Los rasgos conservadores son más notables en sus misas. En la mayor parte de estas usa una melodía profana como cantus firmus; estas obras abundan en manifestaciones manifestaciones de ingenio técnico. El tema de la misa Hercules H ercules dux Ferrariae ofrece un ejemplo de lo que se denomina soggetto cavato dalle vocali , un sujeto o tema extraído de las vocales de una palabra o frase:
Los textos y su elaboración musical
Josquin y sus contemporáneos se esforzaron por hacer, conforme a los ideales humanistas, que la música realzase mejor los textos que le servían de base. Tuvieron muchísimo cuidado de que el acento musical correspondiese con la acentuación de las palabras, el latín o lengua vernácula, y de permitir que estas se escucharan o entendieran. Se busca, a través de arreglos silábicos más directos, la captación de frases del texto como un pensamiento, sin interrupciones de líneas floridas. En el motete Tu solus, qui facis mirabila se observan secciones de música homorrítmica declamatoria a cuatro voces:
En sus últimos motetes acudió a cuanto recurso estuviese entonces a disposición d elos compositores para llevar a buen puerto el mensaje contenido en los textos. Música reservata “Adecuar la música al significado de las palabras, expresar el poder de cada emoción diferente,
tornar muy vívidos los objetos del texto para que los mismos parezcan alzarse realmente nuestros ojos…” A esta clase de música se la denomina música reservata y da a entender el estilo evolucionado o nuevo de aquellos compositores que, motivados por el deseo de brindar un marcado y detallado reflejo de las palabras, introdujeron el cromatismo, la libertad modal, los ornamentos y los contrastes del ritmo y textura en su música, hasta un punto desconocido hasta entonces. Acaso también implica que tal música estuviese “ reservada” para los aposentos de algún mecenas en particular. Josquin unía estrechamente los mensajes musicales y verbales. En el salmo 129, De profundis clamavi (desde lo profundo clamé a ti) la múisica expresa profundamente los textos y concuerda con ellos en varios niveles. El motete está escxrito para voces graves y eol compositor forja la música a través de la forma, el ritmo, la acentuación y el significado del texto. Desciende una 5ta la palabra “profundis” y asciende una 6ta menor en “clamavi”, una perfecta imagen de un alma desesperada pidiendo ayuda a gritos
y empleando todas sus fuerzas para ser escuchada. Las otras voces imitan las primeras 5 notas y su duración. Se cree que este motete data de los últimos 20 años de la vida de Josquin:
La típica aproximación de Josquin a la escritura del motete se puede demostrar con “Ave Maria…virgo serena” :