Introducción
La anexión es un proceso, generalmente violento, por el cual un país se apodera de otro, destruye, trasladando trasladando o integrando todas todas o parte de sus instituciones. El territorio anexado generalmente pierde todo a parte de su poder. En la Republica Dominicana, la anexión fue una de las muchas decisiones absurdas que se toman en los gobiernos cuando se encuentran con problemas políticos y económicos sin reflexionar reflex ionar o considerar las consecuencias que pudieran causar a corto y largo plazo. Restaurar, es restablecer en un país el régimen político que existía y que había sido sustituida por otro. La guerra restauradora de la republica dominicana fue el restablecimiento, después de luchas violentas y perdidas de miles de personas, de la soberanía nacional que había sido entregada por Pedro Santana a España. Gracias a los valientes patriotas restauradores volvimos a ser una nación libre de todo dominio de potencia extranjera.
Anexión de España.
Antecedentes.
El terrateniente y caudillo Pedro Santana Mojón fue el promotor de la anexión del país a España en 1861. En 1861, el general Pedro Santana había arrebatado la presidencia a Buenaventura Báez, quien había quebrado la tesorería de la nación con grandes ganancias para sí mismo. Frente a una crisis económica, así como la posibilidad de un nuevo ataque de Haití, Santana pidió a España que retomara el control del país, después de un período de sólo 17 años de independencia. Al principio, España estaba preocupada, pero con los Estados Unidos ocupados con su propia guerra civil e incapaces de imponer la Doctrina Monroe, consideraba que había una oportunidad para reafirmar el control en América Latina.
El 18 de marzo de 1861, se anunció la anexión, y Santana se convirtió en gobernador general de la recién creada jurisdicción. Sin embargo, este acto no fue bien recibido por todos. El 2 de mayo, el general José Contreras lideró una fallida rebelión, y Francisco del Rosario Sánchez encabezó una invasión desde Haití (quienes estaban oficialmente neutrales, pero también le preocupa que España afianzaran su poder en la zona), pero fue capturado y ejecutado en julio 4 de 1861. Al mismo Santana no le fue bien con el nuevo régimen, ya que descubrió que era incapaz de mantener el mismo poder bajo el dominio español, y renunció a su cargo en enerode1862.
Las autoridades españolas comenzaron a alienar a la población en general mediante el establecimiento de una política conocida como bagajes, que requería que los ciudadanos entregaran cualquier animal de trabajo a los militares españoles sin ningún tipo de garantía de indemnización. Esto fue especialmente problemático en la región
del Cibao en el norte, donde los agricultores dependían de sus animales para su sustento. Un segundo factor fue cultural: el nuevo arzobispo de España se horrorizó al descubrir que un gran número de parejas dominicanas no estaban casados bajo la Iglesia Católica Romana. Esta situación se produjo debido al pequeño número de sacerdotes en el país, así como la pobreza y la falta de caminos y transporte para llegar a una iglesia para casarse. Con las mejores intenciones, el Arzobispo Bienvenido Monzón quería poner remedio a esta situación en un corto tiempo, pero sus demandas sólo irritaban a la población local que habían llegado a aceptar el estado actual de los nacimientos " ilegítimos" de forma normal. Económicamente, el nuevo gobierno también impuso aranceles más altos para los productos no españoles y los buques y trató de establecer un monopolio sobre el tabaco, contrariando a las clases comerciantes también. A finales de 1862, los funcionarios españoles estaban empezando a temer la posibilidad de una rebelión en la región del Cibao (el sentimiento anti-español no era tan fuerte en el sur). Por último, había rumores de que España volvería a imponer la esclavitud y enviar a los dominicanos negro a Cuba y Puerto Rico.
Mientras tanto, España había emitido una orden real en enero de 1862 declarando su intención de recuperar los territorios que Toussaint Louverture había tomado por Haití en 1794. En un intento de sofocar los disturbios en Dominicana, las tropas españolas habían desalojado a los haitianos que vivían en estas áreas a lo largo de la frontera haitiano-dominicana. El presidente haitiano, Fabre Geffrard renunció a su posición de neutralidad y empezó a ayudar a los rebeldes dominicanos.
Desarrollo.
La política represiva y las luchas internas de los gobiernos de Pedro Santana conducen a mantener el país en un estado de constantes inestabilidades en el orden político y económico. Estas dificultades van a concluir con la búsqueda de la anexión por parte del
gobierno de Santana. Ya los dominicanos tenían un precedente de protección con el cónsul francés, Saint-Denis quien llevaría a cabo el plan de Levasseur, poniendo en garantía la península de Samaná. La Anexión sería otra de las decisiones que se toman en los gobiernos de la época cuando se encuentran con problemas de tipo económico sin profundizar mucho en las consecuencias a corto y largo plazo. La búsqueda de ayuda para solucionar los problemas económicos que se venían sucediendo desde la formación de la república enrumba a la nación en una dependencia política-económica.
En esta oportunidad Santana decidió buscar ayuda a Francia, España, y USA ya que grupos poderosos económicamente de la nación así lo exigían, además de que muchas potencias de la época deseaban obtener protectorado para favorecer situaciones políticas o gobernantes de turnos. Pedro Santana vio con buenos ojos que España sería el mejor proveedor de nuestras deficiencias y que además sus costumbres serian bien aceptada por los dominicanos. Se designó a Felipe Alfau en la misión diplomática que conversaría con la Reina Isabel II sobre el protectorado de tipo económico y político que necesitaba la nación. La anexión se llevó a cabo sobre unas bases muy específicas tales como: 1. El no establecimiento de la esclavitud. 2. Considerar a la República Dominicana como una Provincia española. 3. Utilizar el mayor número de dominicanos en el servicio a la patria. 4. Reconocimiento a todos los actos de la República desde 1844- 1861. 5. Amortizar la moneda dominicana.
Sin embargo el descontento de los dominicanos y los cambios que realizaron con los acápites de las bases anexionistas provoca los conatos de protesta en cada rincón del territorio. San Francisco y Moca son los primeros pueblos en levantarse en contra de este hecho que lesionó la nacionalidad de los dominicanos a partir del 18 de marzo de 1861. Lo acordado en las bases de la anexión se manipulo de forma contraria veamos:
1. Control del tabaco por la metrópolis. 2. Se realizaron cambios de papeletas por moneda de cobre. 3. Aranceles de importación a favor de mercancías españolas. 4. No amortización del papel moneda. 5. Imposición de servicio de bagajes y alojamiento de tropas 6. Cierre de las logias Masónicas. 7. Obligatoriedad del Matrimonio religioso. 8. Creación de una burocracia española con altos sueldos. 9. Fijación de impuestos muy elevados a la mercancía y barcos no españoles.
Las protestas no se hicieron esperar en nuestro territorio y a nivel internacional se hicieron eco de ellas Chile, Perú y Haití. En nuestro país se formó además el grupo dirigido por el trinitario Francisco del Rosario Sánchez llamado la Regeneración quienes inician una lucha sin tregua en contra del hecho anexionista y para esto realizaron una invasión por el territorio haitiano pero solamente las tropas dirigidas por Sánchez pudieron realizar levantamientos de masa en el Cercado, los demás fueron desarticulados por las tropas de Santana. Sánchez fue enjuiciado y fusilado. Junto a sus compañeros quienes fueron apresados por las tropas leales.
Guerra de Restauración.
El joven general Gregorio Luperón fue el mejor que encabezó a los rebeldes en la lucha por restablecer la soberanía dominicana. El 16 de agosto de 1863, un nuevo grupo bajo el liderazgo de Gregorio Luperón y Santiago Rodríguez hizo una audaz incursión en la capital Santo Domingo y levantaron la bandera dominicana en el cerro de Capotillo, Dajabón. Esta acción, conocida como el Grito de Capotillo, fue el comienzo de la guerra.
Una ciudad tras otra en el Cibao se unieron a la rebelión, y el 13 de septiembre, un ejército de 6,000 dominicanos se atrincheró en la Fortaleza San Luis, en Santiago. Los rebeldes establecieron un nuevo gobierno al día siguiente, con José Antonio (Pepillo) Salcedo como presidente, e inmediatamente calificó a Santana, que ahora era líder de las fuerzas españolas, como traidor. Salcedo intentó pedir ayuda a los Estados Unidos, pero fue rechazada.
España tuvo un momento difícil luchando contra los rebeldes. En el transcurso de la guerra, perderían más de 33 millones de pesos y sufrirían más de 10,000 víctimas (en gran parte debido a la fiebre). Santana, quien había sido venerado como un excelente estratega militar, se vio incapaz de romper la resistencia dominicana. En marzo de 1864, desobedeció deliberadamente las órdenes de concentrar sus fuerzas en torno a Santo Domingo y fue reprendido y relevado de su cargo por el Gobernador General José de la Gándara quien mandó a Santana a Cuba para hacer frente a una corte marcial. Sin embargo, Santana murió repentinamente antes de que esto ocurriera.
De la Gándara trató de negociar un alto el fuego con los rebeldes. Él y Salcedo aceptaron discutir los términos de paz, pero en medio de las negociaciones, Salcedo fue derrocado y asesinado por un grupo de descontentos encabezado por Gaspar Polanco. La facción de Polanco estaba preocupada de que Salcedo tuviera la intención de retornar al ex presidente Buenaventura Báez, a quien los rebeldes odiaban tanto como odiaban a los españoles por sus acciones antes del golpe de Estado a Santana en julio de 1857. A pesar de que Báez se había opuesto inicialmente a la anexión española, una vez vivió en España con un subsidio del gobierno y tuvo el grado honorario de mariscal de campo en el ejército español. No fue sino hasta el final de la guerra que él volvió a la República Dominicana.
En España, la guerra estaba demostrando ser extremadamente impopular. En combinación con otras crisis políticas que estaban ocurriendo, que llevaron a la caída
del primer ministro español, Leopoldo O'Donnell. El Ministro de Guerra de España ordenó el cese de las operaciones militares en la isla, mientras que el nuevo primer ministro Ramón María Narváez llevó el asunto ante las Cortes Generales. El gobierno de Polanco fue de corta duración. Después de un nefasto ataque sobre la posición española en Montecristi y los esfuerzos para establecer un monopolio del tabaco en nombre de sus amigos, él mismo fue derrocado por Benigno Filomeno de Rojas y Gregorio Luperón, en enero de 1865. Dándole tregua a la lucha, la junta provisional organizó una nueva constitución, y cuando se aprobó, el general Pedro Antonio Pimentel se convirtió en el nuevo presidente el 25 de marzo 1865. En el otro lado del Atlántico, las Cortes decidieron que no querían financiar una guerra por un territorio que en realidad no necesitaban, y el 3 de marzo de 1865, la reina Isabel II firmó la anulación de la anexión. El 15 de julio, las tropas españolas abandonaron la isla.
Consecuencias de la Restauración.
Se puso fin al predominio de los hateros en la vida política dominicana. Se consolidó la independencia dominicana, mostrando los dominicanos los muchos sacrificios que eran capaces de hacer para preservar su independencia. La victoria de los restauradores fue un estímulo para que Cuba y Puerto Rico, entonces colonias españolas, se lanzaran a la lucha armada independentista contra el colonialismo Español.
Los haitianos renunciaron desde entonces a la idea de apoderarse de la República Dominicana mediante una invasión armada. El Gobierno Restaurador nombró a muchos cabecillas rebeldes locales, provinciales y regionales con cargos milítales. Al finalizar la contienda, muchos se convirtieron en jefes políticos-militares en sus respectivas zonas, en la que imponían su voluntad arbitraria y antojadizamente, pasando a ser verdaderos "Caciques", surgió de este modo "el
caciquismo", y desapareció la centralización política-militar que había i mperado durante la Primera República: 1844-1861.
El 3 de marzo de 1865 el gobierno de Madrid mediante el "Real Decreto" determinó el abandono por parte de la España del territorio dominicano. El texto del decreto anulaba la anexión. Como resultado de ello se iniciaron las negociaciones que originaron al Pacto de la quinta de Carmelo, y cuyos acápites lesionaban los intereses de la restitución republicana.
El pacto fue propuesto unilateralmente por la Gándara, y entre otras cosas establecía que los dominicanos debían pagar indemnizaciones por los gasto de guerra del go bierno y la administración española, que el gobierno dominicano "estaba obligado a no enajenar el todo ni parte de su territorio a ninguna nación o pueblo, ni establecer ningún convenio que perjudique los intereses de España, en sus posesiones de las Antillas, sin la intervención y el consentimiento del gobierno español.
Conclusión
En resumen, pudimos comprender como, por la insaciable sed de poder de Pedro Santana, quien se preocupaba por sus propios intereses, decide anexar la parte este de santo domingo. El creía que habría prosperidad, olvidando por completo aquellas épocas como la España boba, caracterizada por el desinterés de España hacia el país dominicano y la gran crisis económica. Aun así se proclamó la Anexión el 18 de marzo del 1861, con la excusa de que eran incapaces de sostener solos una República y para evitar futuras invasiones haitianas. Casi de inmediato se pudo ver como los españoles, una vez llevada a cabo la Anexión, contrariaron las demandas hechas por santana y su grupo, y a su vez imponiendo nuevas medidas tales como: los altos impuestos, negación a la amortización del papel moneda dominicano, tratos despreciativos a mulatos y negros, entre otras medidas.