1. INSTALACIÓN DE LA VÁLVULA SOLENOIDE
Para una correcta instalación de la válvula solenoide se debe seguir las instrucciones marcadas por el fabricante, pero de forma general se debe tener presente para un correcto funcionamiento, la dirección en que se monta la válvula. La válvula solenoide estará montada en la dirección correcta, cuando el propio fluido ayude a cerrar la válvula. Si la alta presión se encuentra bajo el asiento de la válvula, ésta puede tener una tendencia a salirse de su asiento. La válvula dispondrá de una flecha para indicar la dirección del flujo.
Fig. 1: La válvula solenoide debe instalarse en el sentido correcto
Además a la hora de colocar la válvula solenoide en la dirección correcta, será preciso tener en cuenta la posición de la válvula. La mayor parte de las válvulas tienen un émbolo pesado que se eleva para abrir la válvula. Cuando no se aplica energía al émbolo, el propio peso de éste mantiene a la válvula en su asiento hermético. Si se instala este tipo de válvula de lado o boca abajo, la válvula permanecerá en posición abierta cuando debiera estar cerrada. Por ejemplo, Danfoss en sus válvulas solenoide tipos EVR 2 a 22, pueden instalarse como indica la figura 2.
Fig. 2: Posición de las válvulas de solenoide de Danfoss series EVR 2 - 22
Normalmente, cuando se monta una válvula solenoide delante de una válvula de expansión termostática, se debe colocar aquella cerca de ésta para evitar golpes de ariete en la tubería que une la VET con la válvula solenoide cuando cuando ésta se abre. No obstante cuando la válvula solenoide se cierra se produce un golpe de ariete en la tubería de líquido, ya que las partículas de refrigerante en circulación por ésta tubería cuando se cierra bruscamente la válvula, chocan contra ésta y rebotan produciendo una onda que choca con las partículas de refrigerante que llegan originando una sobrepresión en la tubería. Es un efecto parecido cuando observamos una ola del mar que choca en el muro de la costa y rebota. Al cruzarse con otra ola que llega, se produce un choque entre ambas que origina una ola de mayor altura, imagínate eso dentro de una tubería. Este fenómeno es muy peligroso, ya que la sobrepresión generada puede llegar a entre 60 y 100 veces la presión normal de la tubería, ocasionando roturas en los accesorios instalados en los extremos (válvulas, llaves, etc).
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Fig. 3: Instalación válvula solenoide cerca de la VET (Danfoss)
Esta sobrepresión tiene dos efectos: comprime ligeramente el refrigerante líquido, reduciendo su volumen, y dilata ligeramente la tubería. Además, el refrigerante al desplazarse en dirección contraria y estar la válvula cerrada, se produce una depresión con respecto a la presión normal de la tubería. Al reducirse la presión, el refrigerante puede pasar ha estado gaseoso formando una burbuja mientras que la tubería se contrae. Al alcanzar el otro extremo de la tubería, si la onda no se ve disipada, se reflejará siendo mitigada progresivamente por la propia resistencia a la compresión del refrigerante y a la dilatación de la tubería. Entonces es muy factible que pase. La fuerza del golpe de ariete es directamente proporcional a la longitud del conducto, ya que las ondas de sobrepresión se cargarán de más energía, e inversamente proporcional al tiempo durante el cual se cierra la llave: cuanto menos dura el cierre, más fuerte será el golpe. Montando un tubo vertical cerrado (colocado en una pieza T) delante de la válvula de solenoide, se puede solucionar los problemas de golpes de ariete.
Fig. 4: Solución a los problemas de golpe de ariete. Cortesía Danfoss
Para evitar roturas, se debe comprobar que los tubos alrededor de la válvula estén fijados debidamente (figura 5). En las pruebas de presión que se hagan a las tuberías, todas las válvulas solenoide del sistema deben estar abiertas, ya sea activando la bobina o abriendo la válvula manualmente (si hay un husillo de operación manual). Utilice siempre fuerzas contrarias en el apriete final de la válvula de solenoide a las tuberías, es decir, dos llaves en el mismo lado de la válvula (figura 6). Se deben montar los cables cuidadosamente. No se debe permitir que pueda entrar agua en la caja de terminales. El cable debe salir mediante un bucle para goteo (figura 7).
Fig. 5: Fijar los tubos alrededor de las válvulas
Fig. 6: Utilizar fuerzas contrarias en el apriete final
Fig. 7: Utilizar un bucle del cable para el goteo
Se debe comprobar que los datos de la bobina (tensión y frecuencia) correspondan a la tensión de suministro. En caso contrario, se puede quemar la bobina o no funcionar la válvula solenoide debido a que la fuerza generada por el solenoide sea insuficiente. Siempre se debe comprobar que la válvula y la bobina corresponden la una a la otra. Al cambiar una bobina de una EVR 20 NC (NC = normalmente cerrada) observe: El cuerpo de válvula para bobinas de c.a. tiene la armadura cuadrada. El cuerpo de válvula para bobinas de c.c. tiene la armadura redonda. El resultado de una bobina equivocada es un MOPD inferior. Vea los datos de la tuerca superior. Por último, no aplicar tensión a la bobina sin tenerla conectada al núcleo de la válvula, puede quemar la bobina. ¿Por qué? Como sabemos la bobina tiene una impedancia (oposición que presenta la bobina al paso de la corriente a su través) que aumenta cuando el núcleo es de un material ferromagnético y disminuye cuando es el aire. Así pues, circulará una corriente mayor cuando la bobina este sin conectar a la válvula que puede quemarla si se mantiene mucho tiempo en esta condición.
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Fig. 8: La válvula y la bobina deben ser compatibles (Danfoss)
En resumen podemos decir que deberemos seguir las siguientes recomendaciones a la hora de elegir e instalar una válvula solenoide: Poner la EVR por capacidad, no por conexión La EVR nunca puede estar boca abajo El tapón superior de la armadura debe cerrar bien El cable de la bobina con trampa en U para evitar que el agua vaya a los terminales Dejar poco espacio entre solenoide y VET No energizar la bobina sin nada en el interior del núcleo
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