CURSO ININICIACIÓN AL SEITAI: KATSUGEN UNDO I YUKI
La Cultura Seitai surge en los años 50 a raíz de un descubrimiento, Haruchika Noguchi funda la sociedad Seitai al estar seguro de haber constatado unas observaciones y experiencias en la salud y la naturaleza humana. En 1943-44 crea la palabra seitai que quiere decir “cuerpo regulado, ordenado (CVP coordinada) y en esta palabra incluyó sus métodos y la asociación que había creado (“Mantenimiento de las salud por los métodos naturales”). El Maestro Noguchi habla de una educación que orienta a que cada persona cultive por sí mismo su salud y comprenda mejor su propia constitución e individualidad. La práctica de katsugen, yuki y gyoki, junto con la observación de la osei en la vida cotidiana, nos va descubriendo nuestro original movimiento espontáneo, cómo se bloquea, tanto física como psíquicamente, en uno mismo y en los demás. Al darse cuenta de esta necesidad de cada individuo, Noguchi funda Seitai como una sociedad cultural, para cultivar colectivamente la manifestación espontánea de nuestra naturaleza. El Seitai aspira a que cada individuo pueda expresar con la mayor amplitud y plenitud su propia, original e irrepetible naturaleza. El Maestro Noguchi ideó las prácticas Katsugen undo y yuki y observo cómo se manifiesta el movimiento espontáneo en la naturaleza humana, hasta llegar a descubrir la estructura que adopta en la persona.
La CVP, estructura vital del organismo Asociación CVP MENTE Y CUERPO NO ESTÁN SEPARADOS
Es la parte rectora del organismo y máxima organización que han logrado las asociaciones celulares en el organismo del ser humano y en el de los vertebrados. C de cráneo, V de vértebras, P de pelvis. La CVP integra en una total interdependencia las partes que la forman (la existencia de cualquiera de ellos necesita la de los otros y exige su
interconexión):
cavidad craneal pectoral digestiva urinaria pélvica
zona cabeza hombros abdomen cintura cadera
centro del sistema nervioso motor-combustivo digestivo-circulatorio eliminatorio reproductor-conjuntivo
osei vertical frontal lateral rotatoria central
La estructura del movimiento espontáneo La OSEI Reaccionamos ante los estímulos o situaciones para mantener el equilibrio vital, adaptarnos e incluso transformar el medio. Capacidad de respuesta del organismo que sigue cinco movimientos en + y –, tanto en tensión como en distensión, en las que actúan las diversas actividades energéticas (motrices, biológicas y psíquicas) del ser vivo y que conforman el movimiento espontáneo. A esta capacidad natural de reaccionar mediante la interrelación de las diversas actividades, la llamamos osei, que comprende cinco oseis + y –, las modalidades de manifestación de la vida. Cuando la CVP realiza cada uno de los cinco movimientos, se movilizan los músculos propios de cada osei junto con sus vértebras específicas en cada cifosis y lordosis de su eje vertebral; se activan los órganos de su cavidad y las zonas correspondientes del sistema nervioso y del cerebro junto con la psique particular de cada osei; y, según la necesidad externa, maneja adecuadamente sus miembros o extremidades La osei vertical + y – (oseis I y II) es fundamental en el sistema nervioso y la vista; establece la interrelación natural entre: - el movimiento ascendente - la actividad biológica planificadora - la actividad psíquica contemplativa u observadora. La ejecución del movimiento ascendente: Al tensarse, yergue la CVP hacia arriba y ligeramente adelante, estirando el cuello; al relajarse, hacia abajo y levemente hacia atrás, actuando fundamentalmente desde la cabezacuello y la cavidad craneal. La sensibilidad se focaliza en la dimensión vertical del mundo y se captan (de forma activa-extroversiva en + y pasiva-introversiva en –) el altibajo de la onda, el espacio global, el tiempo lejano y la mayor cantidad y variedad posible de informaciones. (Ver figura abajo). La osei frontal + y – (V y VI) genera el sistema motor-combustivo y el
olfato; establece la interrelación natural entre: - el movimiento unidireccional hacia delante - la actividad biológica metabólica-respiratoria - la actividad psíquica pragmática o eficaz. La ejecución del movimiento unidireccional hacia delante: Al tensarse, pone recta la CVP proyectándola hacia delante y ligeramente arriba, subiendo los hombros; al relajarse, hacia atrás, bajándolos; actuando fundamentalmente desde los hombros y la cavidad pectoral. La sensibilidad se focaliza en la dimensión frontal del mundo y se captan (de forma activa-extroversiva en + y pasiva-introversiva en –) el ritmo como avance ondulatorio, el espacio direccional o lineal, el futuro inmediato y el camino más recto y más corto con el menor gasto de tiempo. La osei lateral + y – (III y IV) promueve el sistema digestivo-circulatorio y el gusto; establece la interrelación natural entre: - el movimiento izquierda-derecha - la actividad biológica asimilo-circulatoria - la actividad psíquica emocional o mediadora. La ejecución del movimiento izquierda-derecha: Al tensarse, inclina la CVP hacia un lado; se relaja inclinándola hacia el otro lado; actuando fundamentalmente desde la zona media de la espalda y la cavidad abdominalLa sensibilidad se focaliza en la dimensión lateral del mundo y se captan (de forma activa-extroversiva en + y pasiva-introversiva en –) el timbre o armónico natural de la onda, el espacio y el tiempo indefinidos o "el por aquí y por allá” relacionados con el gusto o el no gusto, la comunicación-convivencia con los compañeros, el pasárselo bien o mal y el estar animado y contento o desanimado y descontento. La osei rotatoria + y – (VII y VIII) impulsa el sistema eliminatorio y el oído; establece la interrelación natural entre: - el movimiento giratorio o de torsión - la actividad biológica excretora, eliminatoria - la actividad psíquica competitiva o conclusiva. La ejecución del movimiento de torsión: Al tensarse, tuerce la CVP desde un lado; se relaja destorciéndola desde el lado contrario; actuando fundamentalmente desde la cintura y la cavidad urinaria. La sensibilidad se focaliza en la dimensión rotatoria del mundo y se captan (de forma activa-extroversiva en + y pasiva-introversiva en –) la intensidad variable de la onda, el espacio y el tiempo que nos rodea de cerca, el espacio vital mínimo o el territorio propio, la presión de los estímulos próximos y la necesidad de resistir o defenderse ante ellos. La osei central + y – (IX y X) es principal en el sistema reproductorconjuntivo subyacente y el tacto; establece la interrelación natural entre: - el movimiento intero-exterior o multirradial - la actividad biológica de regeneración celular
- la actividad psíquica afectiva o absoluta. La ejecución del movimiento intero-exterior: Al tensarse, compacta la CVP hacia su centro, hacia abajo y ligeramente adelante; se relaja proyectándola hacia fuera, arriba y ligeramente atrás; actuando fundamentalmente desde la cadera y la cavidad pélvica. La sensibilidad se focaliza en la dimensión central del mundo y se captan (de forma activa-introversiva en + y pasivaextroversiva en –) la densidad de la onda, el espacio y el tiempo infinitos, el propio interior del ser, los estímulos externos que penetran en él, la fuerza multirradial y absoluta de la unión con el núcleo de otro ser, los otros seres necesitados de las ayudas vitales (cuyo ejemplo más representativo son nuestros hijos), la vida y la muerte Los cinco movimientos en + y – constituyen las cinco funciones biológicas. Su interrelación natural forma el organismo así como la CVP y su acción se puede observar en tres regiones: f-e, bilateral y circular, bajo la distinción entre estructura medular y periférica. Cada individuo nace con la predominancia de algunas oseis, fenómeno al que llamamos taiheki
Taiheki: el predominio la Osei Según la persona, la tensión endógena se canaliza de forma predominante en determinadas asociaciones celulares y zonas del organismo; se activan las regiones de la CVP y de los miembros, el movimiento, el sistema orgánico, la función biológica, la sensibilidad y la actividad psíquica y cerebral correspondientes a sus oseis dominantes. El taiheki comporta una ventaja y una desventaja, al mismo tiempo. En la medida que es una especialización, incrementa la capacidad del individuo para reaccionar en esa dimensión del mundo cuando la circunstancia lo exige. En la medida que es una parcialización, limita su capacidad de percepción y respuesta en las cinco dimensiones, las cinco oseis + y –, que siempre están presentes en cualquier situación. En cada persona, el uso preferente de una u otra osei para mantener su equilibrio vital también está condicionado por otros muchos factores: • •
la represión en la infancia puede activar la osei + de rebeldía y la torsión de la CVP; el tener hermanos puede facilitar el cultivo de la osei lateral o, por el contrario, puede fortalecer la osei vertical, frontal o central;
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el éxito o fracaso en el estudio escolar y en la profesión puede potenciar las oseis +, en el primer caso, o las oseis –, en el segundo;
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los problemas con la pareja pueden crear complejas activaciones conflictivas de las oseis;
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Debido a la actividad profesional, se puede desarrollar, respectivamente, la osei frontal y el sistema motor, la osei lateral y el sistema simpático o la osei vertical y el sistema nervioso central;
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los traumas físicos también determinan el mayor uso de una u otra osei En definitiva, observar la idiosincrasia de cada persona es una preciosa oportunidad para comprender el "la original e irrepetible expresión de la vida y su estructura en la naturaleza de cada ser humano".
La TPE: Tensión Parcial Excesiva. La cabeza no funciona por sí sola sino de acuerdo con la necesidad vital de las partes que componen la CVP. Su pensamiento refleja la asociación natural entre psique y soma y entre consciente y no consciente. Por ejemplo, surgen las ganas espontáneas y conscientes, el deseo de: • •
estar pensando a solas, en un ambiente silencioso, cuando se activa la cabeza debido a la actividad celular no consciente de las neuronas; caminar y avanzar libremente, sin ser molestado por nadie, cuando se activan los hombros debido a la actividad no consciente de las células musculares;
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reírse, llorar, charlar y comunicarse agradablemente con alguien, cuando se estimula la zona media del pecho debido a la actividad no consciente de las células que forman el aparato digestivo y el sistema circulatorio;
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ocuparse de las personas de nuestro entorno cercano para que no les falte de nada, cuando entra la fuerza en la cintura por la acción no consciente de las células que forman el sistema orgánico eliminatorio;
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amar, compartir las entrañas con alguien y pensar solamente en la familia o en algo absoluto, cuando se cierra o abre la pelvis por la actividad no consciente de las células conjuntivas del sistema reproductor.
Cuando estas ganas naturales se ven frustradas, se reprimen o se inhiben, las regiones de la CVP experimentan una tensión parcial excesiva o TPE: Nuestra realidad es que diariamente estamos sufriendo los efectos de la TPE:
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en su manifestación física: sobreactividad y fatiga-debilitamiento o endurecimiento de determinadas células-tejidos, que implican la acumulación de sustancias tóxicas y la pérdida de su asociación natural con las otras células-tejidos del organismo;
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en su manifestación psíquica: sobreexcitación y obsesión de determinada psique, debida a la permanente activación de determinadas zonas cerebrales, relacionadas con esas células-tejidos y con esas regiones de la CVP (y de los miembros) a las que pertenecen.
La tensión parcial excesiva subyace en muchos fenómenos que se califican como enfermedad. Para darnos cuenta de nuestra propia TPE y percibir su acumulación, resultan decisivas las sencillas prácticas de katsugen undo y yuki y la observación de la Osei.
Katsugen undo En el katsugen, el consciente presta atención al movimiento espontáneo de la CVP. Como es la expresión de las cinco oseis + y -, al desplegar el movimiento, recuperamos conjuntamente el vigor de sus distintas actividades energéticas: motrices, biológicas y psíquicas. El movimiento espontáneo sólo cesa cuando la vida termina. Desde que nacemos, nos permite recuperar la coordinación de nuestra CVP frente al bloqueo de la misma. Esta capacidad se va debilitando a medida que se incrementa la TPE. Pero todos sabemos que, a menudo, hemos recuperado la vitalidad y la salud, gracias al movimiento espontáneo de nuestro organismo: bostezo, eructo, vómito (que nos libera de un alimento en mal estado), movimientos que realizamos sin darnos cuenta (y nos permiten recuperar la vitalidad de las zonas cansadas), respuestas instintivas (que nos salvan del peligro), determinadas asociaciones de ideas (que nos hacen sentir de nuevo las ganas de vivir),… Noguchi se dio cuenta de esta capacidad revitalizadora del movimiento espontáneo de nuestra CVP y propuso su práctica con el nombre de katsugen undo. Puede iniciarse con unos ejercicios preparatorios o, sin más, dejando que vaya saliendo nuestro propio movimiento espontáneo: basta con que vayamos buscando un movimiento grato y automático entre C, V y P. A veces es muy dinámico y otras, casi estático. Al reavivarse la tensión A, que había quedado estancada por la frustración del deseo, se van activando aquellas zonas orgánicas donde había disminuido la amplitud del movimiento. Esta renovada movilidad de los tejidos y órganos restablece el correcto funcionamiento de su actividad biológica. En nuestra psique, se van expresando recuerdos, sensaciones, sentimientos e ideas relacionadas con el deseo no realizado. En esta progresiva coordinación de las diferentes partes de la CVP, sentimos cómo se van relajando unas zonas que estaban excesivamente tensas y se
activan otras, debilitadas. Vamos recuperando la asociación natural entre nuestro consciente espontáneo y el vestido, restableciéndose el diálogo en el interior de nuestro consciente y entre las distintas actividades no conscientes de nuestro organismo. Recuperamos una flexibilidad, olvidada o perdida frente a las distintas circunstancias de nuestra vida, que nos permite • vivir de una manera más acorde con nuestra propia naturaleza, • percibir con mayor amplitud la realidad y nuestra relación con los demás, •
y comprender y respetar la suya y nuestra propia manifestación espontánea.
Yuki En el yuki, prestamos atención a la comunicación implicando nuestro consciente, sobre todo a través de las manos. Esta capacidad instintiva y exclusiva de nuestra naturaleza ha sido y es utilizada con otros enfoques y con otras pretensiones (curativas, energéticas, espirituales). Pero Noguchi se dio cuenta de que, sencillamente acompañando con las manos la sensibilidad de nuestro organismo, éste recupera la amplitud y la riqueza de su manifestación espontánea. La práctica de yuki se realiza en cualquier parte de la CVP y de los miembros. La actitud del actor es la de percibir la sensibilidad del mundo de la otra persona y comunicarse con ella, dejando que sus manos se coloquen allí donde las guíe su intuición y su propia sensibilidad. El actor va percibiendo el estado del organismo del receptor: su respiración, la vibración interna, el calor o frío, el grado de endurecimiento de los tejidos, el estado de su psique…El receptor siente cierta rigidez de su eje (que no sentía sin esta asistencia del actor sobre su espalda) y, al mismo tiempo, va percibiendo un estado agradable en las zonas físicas u orgánicas atendidas y una calma en su psique… Las zonas con TPE acumulada experimentan un incremento de su activación, recuperando así su movimiento natural. No por un acto intencionado de relajar o equilibrar, de aliviar dolencias, de curar o sanar, sino precisamente por una sencilla concentración, los tejidos y órganos recuperan su movilidad y la actividad psíquica, asociada con ellos, disminuye su sobreexcitación. La persona siente un estado natural de su ser, recuperando la vitalidad y la salud. Las prácticas de katsugen y de yuki son muy sencillas y no requieren ni de grandes técnicas ni de conocimientos previos, tan sólo recuperar y cultivar una capacidad que todos tenemos y que nos es propia. Finalmente, en ambas dos, casi no pretendemos nada, tan sólo atender y acompañar con nuestro consciente el movimiento y la sensibilidad espontáneos de nuestra particular naturaleza humana.
Gyoki: Es la práctica tradicional del Oriente: significa ejercitar el ki. Se realiza de muchas maneras, en definitiva, pretenden recuperar la amplitud natural de la respiración pectoventral, que tiende a acortarse por el problema de la TPE.
Bibliografía La osei en la vida cotidiana. Katsumi Mamine Miwa 2007. Seitai Barcelona. Seitai, una nueva comprensión de la naturaleza humana. Katsumi Mamine Miwa 2007. Seitai Barcelona.
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