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Pe ADEPA catega Elga meabente 2006 Pe Pe
es una edición de
Pe ADEPA catega Elga meabente 2009 Pe Pe
A 8 | N° 41 | Jn 2012 | www.hydriA.com.Ar
Director 4
Seg F. mglat
ContEniDo
Diseño Gráfco
Vena Bgna
6 8
Agua mnera: aportes para un deate necesaro Demanda de agua en la actdad mnera
Administración
Tel/Fax: +54 (011) 4897-4714 4897-4714 a@pxa..a
P Jge Albet oellan
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Gestión comercial
Los dques de colas
Pala meante p.eante@pxa..a
P rbet Saansk
15
La mnera moderna el uso sustentale del agua P dan Altgelt
17
La democratzacón de los glacares P Jge danel Tallant
20
Amente mnera en Amrca Latna: ¿prolema, dlema u oportundad? P Alejan rss
Campos rereños sólo para argentnos
23
Soerana, Derechos Desarrollo
Impresión: Papel Tnta regst e la ppea nteletal: Expte. Nº 4985606 ha es aa egstaa Nº 2.338.378 2.338.378 Se pete la epn el nten textal e esta evsta, sepe e sea taa la fente se enven 2 ejeplaes pess ( el lnk espnente s fea n e eletn) e la pblan e aa ta, en pate ttalente, algns e ls atls ntens en ha. Las lstaces, fgafías e fmacó gáca s ppea e Pxa, exept alaanes en nta, n pn se eps sn atan expesa e la etal. det/Ppeta: Seg Fabn mglat.
P cstna el cap Albet Gaell
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Un largo camno para llegar a Ro+20
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Presas arroceras en Entre Ros
P ma Valls Alejan rss
P osa c. date Gs ela E. cael
SUSCriPCionES
38 41
Prdda de suelo por erosón hdrca en la cuenca del Neuqun P Jan J. Gatn Vanesa cappellett
Se reactan autordades de cuenca en Ro Negro Chuut
Personas 1 ejepla p en (6 ejeplaes p a): $ 96.Instituciones 5 ejeplaes p en (30 ejeplaes p a): $ 480.-
10 ejeplaes p en (60 ejeplaes p a): $ 960.-
PortADA Lneas e ente eptenales paa p e bbe eaga. Ta e hgelga, e S. N. davs r. e west. Ael, Baelna, 1971
inle gasts e env
ColECCión ComPlEtA P len (40 nes): $ 320.Sjet a spnbla N nle gasts e env
Sas e @revistahydria
[email protected]
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AgUA y minEríA: APortES PArA Un DEbAtE nECESArio
r E i S S o d 6
como cuALquiEr oTro SEcTor dE LA EcoNomíA, LA miNEríA GENErA BENEFicioS E iNcorPorA riESGoS. LA AcEPTAcióN o No dE ESoS riESGoS ES uNA dEciSióN PoLíTicA quE dEBEN TomAr LAS comuNidAdES iNVoLucrAdAS, EN EL mArco dE uN dETErmiNAdo modELo dE dESArroLLo. EN ESTA EdicióN PrETENdEmoS APorTAr ELEmENToS dE ANáLiSiS PArA uNo dE LoS ASPEcToS coNTroVErSiALES dEL dESArroLLo miNEro EN ArGENTiNA: LA AFEcTAcióN dE LoS rEcurSoS hídricoS A TrAVéS dE LA dEmANdA dE AGuA y LA GENErAcióN dE EFLuENTES LíquidoS.
E
n la última década, la actividad minera en Argentina tuvo una expansión considerable, y presenta un gran potencial de desarrollo a uturo. Según datos de la Secretaría de Minería de la Nación, de 18 proyectos existentes en 2002 se pasó a 614 en 2011, se multiplicaron por 20 las inversiones y por 4 las exportaciones del sector en el mismo periodo. Actualmente, según la misma uente, la actividad emplea a casi 520.000 personas (ver Minería en crecimiento ). El Estado apuesta uerte al desarrollo del sector, estimando casi duplicar para el año 2029 la actual mano de obra empleada (para llegar a 950.000 puestos de trabajo)
y cuadruplicar las inversiones, que se estiman en 43.000 millones de pesos, contra los 11.000 actuales. “La actividad minera nacional a inicios del siglo XXI puede explicarse como el producto de dos procesos retroalimentados mutuamente: el prolongado deterioro del perl minero previo, estructurado en base a la demanda de insumos minerales por parte de las industrias nacionales, y por el progresivo agotamiento mundial de los yacimientos metalíeros de mayor concentración y accesibilidad, escasez que impulsó la entrada en uncionamiento de depósitos de menor calidad como los presentes en la Cordillera de los Andes” 1.
El sostenido incremento de la cotización de los minerales en el mercado mundial, en particular los metales, impulsado por la creciente demanda mundial (en particular con el ingreso de China como gran consumidor) “convirtió a los yacimientos argentinos, antes escasamente rentables, en uertes atractores de inversión extran jera directa” 2. El oro, la plata y el cobre son los principales motores del crecimiento, aunque no los únicos, y están destinados en su mayor parte al mercado externo.
1. Gaspa Tln Estaelles. Stan atal e la nea en la Agentna. Asan e Ena paa el desall e la Agentna – Fnan Fe Ebet, nvebe 2011. 2. Gaspa Tln Estaelles, 2011.
EspEcial agua y minEría
minEríA En CrECimiEnto 2002
2011
VAriACión 2003/2011
541
11.078
1.948%
18
614
3.311%
exploracIón (en metros perforados)
135.000
1.031.600
664%
exportacIones (en mIllones de pesos)
3.056
16.310
464%
produccIón (en mIllones de pesos)
3.365
31.652
841%
97.500
517.500
431%
VAriAblE InversIón (en mIllones de pesos)
ProyECtoS
EmPlEoS fUEntE Seetaa e mnea e la Nan (.nea.gv.a)
ESCEnArio DE ConfliCto La contracara de este despegue de la minería en nuestro país lo constituye la creciente confictividad social y ambiental que genera. La “novedad” de los aprovechamientos a gran escala, la metodología de explotación a cielo abierto (donde el mineral a extraer se halla muy diseminado y requiere de procesos con mayor impacto ambiental para su recuperación), el marcado protagonismo de inversores extranjeros y un marco jurídico-impositivo generado durante un gobierno que hoy es uertemente cuestionado3 constituyen los ingredientes undamentales que alimentan un debate que aún no se ha encauzado por carriles que permitan vislumbrar decisiones que cuenten con gran consenso social. Los aspectos que las comunidades plantean generalmente a la explotación minera son múltiples, incluyendo los ambientales, sociales, scales, políticos y económicos, cada uno de los cuáles tiene un peso particular según el proyecto de que se trate y el actor que plantee los cuestionamientos.
Uno de los aspectos más sensibles de este proceso de confictividad creciente ha sido la disputa por la aplicación eectiva de la Ley de Glaciares4 en la provincia de San Juan, impugnada ante la Justicia por las empresas mineras y cuya aplicación íntegra y eectiva ha sido raticada recientemente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación5. En una búsqueda de respuestas a estos temas, se ha creado recientemente la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI) con el objetivo de constatar el cumplimiento eectivo de las normas vigentes en lo relacionado con la gestión minera y ambiental y generar un marco para resolver los confictos derivados de la actividad, como así también de ampliar la participación de los estados parte en la renta del sector. Todas las provincias andinas, desde Salta hasta Santa Cruz conorman la OFEMI, de cuya conormación participó la Secretaría de Minería de la Nación y contó con la adhesión de la Cámara Argentina de Empresario Mineros (CAEM).
3. La Le e invesnes mneas vgente fe sa nnaa en 1993, ante la pesena el d. cals mene. 4. Le 26.639 e rgen e Pespests mns paa la Pesevan e ls Glaaes el Abente Peglaal, sannaa el 30 e setebe e 2010. 5. Se tata e eas atelaes taas p la J sta Feeal e San Jan e aban s eeas p las epesas Bak Explaces Ageta SA y Explaces Meas Agetas SA, a de qe se sspeda la aplcacó de ses atícls de la Ley 26.639 paa el epenent ne Pasa Laa. 6. Dcmet al de la Cfeeca “ El ft qe qeems”, paágafs 227 y 228.
A este panorama de por sí complejo, se suma la reciente Declaración de la Cumbre de Río que dedica al tema dos importantes parágraos. En la Declaración, llamó poderosamente la atención la expresa reerencia al sector de minería y metales cuyo reconocimiento en relación a la marcha de la economía mundial y las sociedades modernas ha sido considerado como una señal explícita de los gobiernos hacia el desarrollo creciente de esta actividad a escala global6. Con el objetivo de presentar un enoque plural sobre un tema controvertido, en este número de Hydria hemos convocado a distintos reerentes que aportan inormación y criterios diversos de análisis sobre el uso del agua y sobre la potencial aectación de los recursos hídricos a través de los efuentes que genera la actividad. S
minErAlES ArgEntinoS Pn e neales en planta de beec. Ttal del país, 2009. Se dema “beec” al pes e extae las pates valsas e n neal. minErAlES mEtAlífEroS
tonElADAS
Mnerales de plata,
275
beneciados
25
Minerales de oro, beneciados
Mnerales de oro plata, concentrados
174
Magnetita, beneciada
97.995
Mnerales de moldeno, concentrados
1.148
Mnerales de core, concentrados Mnerales de plomo, plata znc, concentrados
550.943 97.210
fUEntE Enesta Nanal e mne a, 2010. iNdEc.
r E i S S o d
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EspEcial agua y minEría
r E i S S o d
DEmAnDA DE AgUA En lA ACtiViDAD minErA
8
Por
Jorge Alerto Orellano
Ingeniero. Director del Instituto de Investigaciones Hidráulicas Facultad de Ingeniería de la Universidad de San Juan
E
n el ciclo vital de una mina se pueden identicar distintas ases, requiriéndose en todas ellas la utilización de agua, en distinto grado y de propiedades dierentes: 1. Prospección y exploración; 2. Planicación y desarrollo; 3. Explotación; 4. Cierre y puesta uera de servicio; y 5. Post cierre. En primer lugar, debemos considerar que en todas las etapas se debe proveer agua con calidad adecuada al uso humano destinada al personal que trabaja en la explotación. En la primera ase del ciclo de una mina, de prospección y exploración, no se necesita agua industrial, sino sólo una reducida cantidad para los trabajos de las máquinas, para riego de los caminos, rentes de trabajo y cintas transportadoras. Por su parte, en la ase de planicación y desarrollo no se realiza ningún uso industrial del agua, recurso que sí es necesario durante la explotación, cuyo volumen depende de varios actores y no sólo del tipo de mineral a extraer.
No existen valores estándares de consumo de agua según el tipo de mineral a extraer. En general el más importante
Finalmente, durante las ases de cierre y postcierre, la demanda de agua está limitada al consumo para el riego de las plantaciones que se agreguen con el objeto de la restauración ambiental.
El AgUA En lA ExPlotACión minErA
consumo permanente de agua tiene que ver con
Cada tipo de mineral o mena mineral 1 requiere de determinada cantidad de agua de
acuerdo con el método o proceso de recuperación de que se trate, ya que cada proceso industrial es dierente, por lo que los caudales necesarios son determinados en la etapa de diseño de la mina. No existen valores estándares de consumo de agua según el tipo de mineral a extraer. En general el más importante consumo permanente de agua no tiene que ver con el tipo de mineral a tratar sino con el riego necesario y la población que vive en el campamento minero. Además del volumen de agua, es importante considerar la calidad, pero en este caso, si el recurso disponible en la zona no tuviera las propiedades exigidas, se le da el tratamiento conveniente para ser utilizada satisactoriamente en el proceso extractivo, corrigiendo los parámetros que no sean adecuados al proceso. Podemos ilustrar lo antedicho con el ejemplo del proyecto binacional Pascua Lama: toda el agua destinada a uso industrial minero, necesaria para el desarrollo y operación de la explotación, y que es del orden de los 346 litros por segundo, se obtendrá de uentes superciales aguas debajo de las instalaciones mineras, en la zona del río Las Taguas; mientras el agua de uso poblacional (unos 4 litros por segundo) se obtendrá de uente subterránea, a través de una batería de pozos ubicada en la zona de Los Amarillos. Es importante destacar que el agua para todos los procesos mineros, exceptuando el agua destinada a uso humano, se recicla, y que resulta imprescindible realizar dicho reciclaje tantas veces como sea posible. En procesos de tratamiento de lixiviación2 para la extracción de oro con cia-
el riego necesario y la población que vive en el
1. Se enna mena al njnt e neales exstentes en n aent, el al se pee extae n eleent e ntes, genealmete metal, s es qe la catdad dspble es scete paa s apvechamet.
campamento minero.
2. Lxvan: pes eante el al se extae n va s slts e n sl, eante la tl an e n slvente l. Abas fases entan en ntat nt el slt ls slts peen fnse ese el sl a la fase la, l e pe na sepaan e ls pnentes gnales el sl.
EspEcial agua y minEría
nuro, se hace obligatorio el reuso del agua con el objeto de reciclar el cianuro junto al agua, ya que se trata de un producto de alto valor económico. Respecto de los efuentes generados por esta actividad, por lo general son aguas y pulpas con reducida proporción de: › Ácidos libres (Sulatos (SO4=), Carbonatos (CO3=); Cianuratos (CN-), entre otros); › Material no en suspensión; › Restos de coagulantes y foculantes, producto de los procesos de tratamiento del agua; › Escasísima proporción de metales pesados, dado que su recuperación también está incentivada por su valor económico; › Otros compuestos, como materia orgánica producto de los asentamientos humanos.
Dado que las explotaciones mineras se asientan en lugares determinados, donde existe presencia de un mineral de interés comercial, no siempre se cuenta con la inormación hidroclimatológica de largo plazo que sean útiles para determinar la incidencia de las sequías o de las inundaciones que puedan aectar la actividad. Por tratarse, en la mayoría de los casos, de zonas aisladas y de regiones con cursos de agua de poca envergadura, no se poseen datos sistemáticos ni actualizados.
Los principales riesgos de la actividad sobre el agua provienen de las crecidas que exceden los valores adoptados para los cálculos de los desagües y bypass de desvío sobre los lugares de emplazamiento de los rentes de mina, dique de cola,
En algunos casos se tienen registros en los valles sobre caudales de ríos principales, con los que se logra inerir, con alguna precisión, los datos de los cursos de la alta cordillera en donde se emplazan los proyectos.
plantas de tratamiento, obras de deensa, campamentos y otras instalaciones.
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EspEcial agua y minEría Vsta aea e la nea Albea, en cataaa.
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Respecto de estudios ecológicos (por ejemplo, sobre comunidades de plantas, rutas de migración de los animales, etc.), es necesario obtener inormación de base a partir de estudios generales de la provincia y/o región. Los datos sismológicos, útiles para emplazar y diseñar estructuras de retención de residuos, en general están disponibles en las provincias aectadas por enómenos de origen tectónico.
bAlAnCE híDriCo El objetivo principal de un estudio de balance hídrico es estimar el impacto sobre las uentes de agua (por ejemplo un embalse) que produce la extracción de este recurso en el área del proyecto minero y, por ende, sobre los volúmenes de agua disponibles para los habitantes y otras actividades productivas de la región (por ejemplo, los agricultores), bajo distintos escenarios hidrológicos, utilizando la inormación disponible, tanto cartográca, hidrológica e hidráulica, obtenida en los últimos años a través de campañas sistemáticas de aoros. Para analizar el eecto de la extracción de agua para el proyecto minero sobre los otros usuarios se plantean dos escenarios: 1. establecer el balance global del agua en la cuenca del río sin los proyectos mineros; 2. establecer el balance global de agua del río con los proyectos mineros operativos, utilizando las series de caudales con los posibles consumo de agua por el proyecto (caudales a solicitar como concesión). A partir de allí, se utiliza como base la serie histórica disponible de caudales del río, aorados durante largos períodos de tiempo, además de los aoros puntuales que se tengan, las características de almacenamiento de los embalses y se analizan los volúmenes históricos distribuidos para riego agrícola, agua potable y agua para industria. Por último, se analiza el valor del derrame medio anual cuya ocurrencia tiene
una probabilidad de ser superado en 95, 85, 50 y 10%, en base a estudios estadísticos del río. La condición crítica para la necesidad de los usuarios será la que corresponde al derrame que tenga una probabilidad de excedencia del 95%. Se determina para cada uno de ellas la recuencia de cumplimiento del volumen sostenible del embalse y el décit para cada año hidrológico. Las distintas hipótesis resultan de la combinación de cada uno de los volúmenes anuales necesarios para riego con los caudales a extraer en el área del proyecto minero. Se simulan las hipótesis teniendo en cuenta el volumen anual objetivo de riego y los décit de riego para cada año hidrológico.
lA línEA DE bASE La línea de base ambiental es imprescindible en la denición del Inorme de Impacto Ambiental (IIA) y sirve para posteriores controles de la evolución de algún proceso de desequilibrio del ambiente. Es un conjunto de estudios destinados a reunir datos en comparación con los cuales se pueden medir los posteriores cambios producidos en el ambiente por una actividad cualquiera. En la industria minera, las líneas de base incluyen: 1. la selección de parámetros undamentales necesarios para describir el estado de un elemento ambiental en particular (por ejemplo, calidad del agua, caudal del agua subterránea, etc.) en el momento elegido;
2. parámetros cuidadosamente seleccio-
nados para sustentar el plan de monitoreo operativo; y 3. parámetros en comparación con los cuales se realiza la planicación y el monitoreo de la rehabilitación nal. El objetivo de una línea de base ambiental eectiva es reunir la inormación necesaria en orma oportuna y reducir al mínimo la cantidad de inormación reunida, es decir, proporcionar la máxima comprensión con el mínimo de datos. Esta tarea la realizan las empresas y las corrigen hasta su aprobación los organismos especícos del estado. En la mayoría de los casos se hace necesario iniciar junto con la denición de las prospecciones la búsqueda de la inormación y producir los datos desde cero. En la provincia de San Juan, por ejemplo, se disponía de datos hídricos solo en los cauces principales, por lo que se debió asignar a toda la red natural los hidrogramas correspondientes utilizando métodos de cálculo hidráulicos con ajustes a partir de mediciones recientes. Los principales riesgos de la actividad sobre el agua provienen de los mismos recursos hídricos, ya que las crecidas que exceden los valores adoptados para los cálculos de los desagües y bypass de desvío sobre los lugares de emplazamiento de los rentes de mina, dique de cola, plantas de tratamiento, obras de deensa, campamentos y otras instalaciones, son los ocos de más alto riesgo. S
DECAVIAL Más de 45 años de experiencia en grandes obras
Estamos construyendo la presa El Bolsón, en Catamarca, apoyando el desarrollo de la región y del país.
EspEcial agua y minEría
r E i S S o d
loS DiqUES DE ColAS
12
Por
Roerto Sarudansk
Geólogo. Coordinador del Centro de Estudios para la Sustentabilidad Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental Universidad Nacional de San Martín
En los yacimientos que actualmente están en marcha se ha observado una adecuada operación y monitoreo, tareas que están a cargo de las propias empresas mineras.
C
omo toda actividad productiva, la minería genera residuos que, básicamente, podemos clasicar en tres tipos. Los residuos provenientes de la actividad extractiva, que no poseen minerales de interés económico y no son sometidos a ningún proceso de concentración, se acumulan en grandes pilas. Éstos se denominan depósitos de estériles o escombreras. En particular se denominan desmontes a los residuos que provienen de la construcción de las labores necesarias para acceder y explotar el yacimiento (galerías, piques, rampas, etc.). Por otra parte, el proceso minero de extracción y concentración de minerales genera otro tipo de residuos conocidos como colas (tailings), relaves o jales. Si los residuos son sólidos (en orma de “ripios”) pueden acumularse también en escombreras. En la concentración de minerales, especialmente en los metalíeros, las colas provienen de moler las rocas originales que los contienen y mezclar las partículas que se orman con agua y pequeñas cantidades de reactivos químicos que acilitan
la liberación de los metales. A modo de ejemplo, una tonelada de mineral con 6 % de zinc y 3 % de plomo, al ser concentrado genera alrededor de 850 kilogramos de residuos sólidos y una cantidad equivalente de agua conteniendo cerca de un kilogramo de sustancias químicas residuales. En tercer lugar, debemos considerar los residuos provenientes de los asentamientos humanos relacionados con la explotación.
loS DiqUES DE ColAS Si los residuos mineros del segundo grupo son lodos o una mezcla líquida de materiales nos, son transport ados a presas o depósitos mediante ductos, ya sea por gravedad o con ayuda de bombeo. Estas presas se denominan diques de cola. La orma en que se depositan las colas en las presas infuye de manera importante en su comportamiento y en la constitución de capas con dierente grosor de partículas y humedad. La mayoría de las colas se encuentran en orma de lodos o de una mezcla líquida de materiales nos que, en cierta manera, se comporta como un suelo y va endureciéndose con el tiempo. Entre las dierencias que tienen estos residuos respecto de los suelos comunes se encuentra el hecho de que su densidad y cuerpo son inicialmente bajos y crecen con el tiempo. Frecuentemente, para conservar y reutilizar el agua del proceso, así como para concentrar los lodos, se los suele someter a un procedimiento de deshidratación a la salida de la planta hasta que alcancen una consistencia tal que permita su transporte como fuido hacia las instalaciones de depósito.
Ls ts tansptan las las (ess) ese la expltan asta el e (en gs s) el aga elaa el e e velve a tlase en la expltan nea (en gs la).
A medida que las partículas de las colas se empacan bajo el eecto de la gravedad
EspEcial agua y minEría
se provoca el enómeno de consolidación, que aporta tres benecios: reducción del volumen, aumento del cuerpo del suelo por eliminación de agua y disminución de la cantidad de ltraciones hacia el subsuelo. Cuando el proceso se completa es común encontrar contenidos de 20 por ciento de agua en las partículas, aún en medios muy áridos con elevada evaporación. La permeabilidad de las colas depositadas en una presa es utilizada como un indicador de consolidación y potencial de ltraciones. Como resultado del depósito segregado de partículas por infuencia de la gravedad, la permeabilidad es mayor cerca del punto de depósito y disminuye progresivamente mientras nos alejamos de él. La cantidad de agua dentro de los diques de colas debe mantenerse bajo control, eliminando periódicamente los excesos de manera de no provocar contaminación que se produciría si dicho exceso se vuelca en un cuerpo de agua. Si uera necesario ese vuelco, se debería aplicar un tratamiento previo para remover sustancias tóxicas. En los diques también se debe prevenir que exista décit de agua, por lo menos durante el periodo de concentración. En algunos casos, puede llegarse a requerir dotar a la presa de un recubrimien-
r E i S S o d
to inerior con una capa plástica que prevenga las ltraciones. Al diseñar las presas o depósitos se recomienda considerar su estabilidad y seguridad en todo momento de su vida, incluyendo la etapa de desaectación o remoción. Ello implica considerar todo tipo de eventos, como que el depósito se llene hasta el tope, tanto por lluvias o como por la propia operación; la posible erosión de las paredes; los derrumbes o erosión asociados con los ductos que transportan las colas al depósito; etc. Todo lo cual hace necesario el empleo de métodos de evaluación y análisis de riesgos. Las colas, con el desarrollo de nuevas tecnologías y en unción del los precios de los metales contenidos o nuevos usos de los minerales, pueden constituirse, a uturo, en un nuevo yacimiento.
13
Vsta sateltal e n e e las
UbiCACión y DE loS DiqUES Cuando se selecciona el emplazamiento para la construcción de un dique de colas, se analizan básicamente aspectos tales como: › Características químicas y ísicas de las colas. › Volumen de las colas a generar. › Características de los efuentes, particularmente la potencial de generación de ácidos. › Geología de la región.
Medides paa agua mecáics electóics Mic mac caudales Diámets desde 15 mm a 1200 mm Paa agua fía, caliete, c si sólids e slució Salidas e pulss clect abiet, 4-20 mAmp, 0-10 Vcc Dosifcaciones programables Tubia, Electmagétics, Vtex, Ultasóics GEry AnDErSon SrL. Elpidi Gzalez 3181 - C1416EQI - CABA - Tel 054-011-4137-5656 - Fax 054-011-4137-5655 - vetas@geades.cm.a
EspEcial agua y minEría
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› › › › ›
Hidrología de la región Clima. Riesgo sísmico. Percepción del público. Legislación y regulaciones.
La supercie y capacidad de estos depósitos se expande a medida que se lleva a cabo la producción minera, lo cual demanda un proceso continuo de construcción y una atención permanente de las cuestiones de seguridad asociadas. Los diques suelen construirse a partir de suelos naturales, de los materiales que se generan durante las actividades de extracción e, incluso, con colas de depósitos preexistentes o los mismos que se están generando en las operaciones en curso. En estos últimos casos se separan los materiales gruesos o arenosos de los angosos para emplear los primeros en la construcción de las paredes y verter los segundos dentro del depósito. La geometría de las presas varía dependiendo de la topograía del lugar, empleándose por lo general presas circulares en terrenos planos.
SEgUriDAD Como toda obra humana la construcción de un dique de colas puede generar impactos ambientales, económicos y en la salud y seguridad, que deben ser convenientemente identicados, evaluados y analizados para su mitigación.
Los riesgos más importantes generados por los diques de colas son de ruptura y de contaminación. Las rupturas pueden deberse a allas constructivas, a un inadecuado mantenimiento o a desastres naturales que superen las previsiones constructivas. La contaminación está directamente relacionada con los contenidos de las colas y se puede producir por i ltraciones verticales u horizontales (por allas constructivas o mantenimiento inadecuado) y por ruptura. En unción de los riesgos, y para su manejo, es necesario que todos los diques cuenten con planes para emergencias, con personas capacitadas para su aplicación y con intensa diusión a toda la población que pudiera ser aectada. El monitoreo tiene como objetivo undamental prevenir riesgos. La última etapa del proceso minero es el cierre de la mina. En la misma se deben desarrollar acciones para: › Remediación. › Asegurar el drenaje permanente del agua. › Implementar un programa de monitoreo. › Controlar el drenaje ácido y de contaminantes. › Cubrir los requerimientos de mantenimiento a largo plazo. Se estima que en la actualidad en nuestro país existen unos 90 yacimientos no operativos, en general de pequeña minería,
de t e stbn e las
que podrían haber almacenado sus residuos en diques de cola. Para contar con inormación más precisa sobre los mismos, desde la Universidad Nacional de San Martín se ha encarado un inventario de mismos, actualmente en ejecución. La inormación a relevar permitiría: › analizar el grado de seguridad de dichas obras y proponer acciones para minimizar riesgos; › relevar el potencial valor económico que los residuos de las explotaciones puedan tener aplicando las tecnologías actualmente disponibles. En el caso de los yacimientos actualmente en operación, tales como Mina Aguilar (Jujuy), Alumbrera (Catamarca), Cerro Vanguardia (Santa Cruz), Manantial Espejo (Santa Cruz), etc., se ha observado que la operación y el monitoreo de los mismos es adecuado, tarea que está a cargo de las propias empresas mineras. El control de la actividad está a cargo de las autoridades mineras y ambientales de las respectivas provincias. S
Para una tonelada de mineral con 6 % de zinc y 3 % de plomo, al ser concentrado, genera alrededor de 850 kilogramos de residuos sólidos y una cantidad equivalente de agua conteniendo cerca de un kilogramo de sustancias químicas residuales. de e las en pes e eean
EspEcial agua y minEría
lA minEríA moDErnA y El USo SUStEntAblE DEl AgUA
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Por
Damán Altgelt
Abogado y Licenciado en Ciencias Políticas. Gerente General de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM)
E
n la actualidad, las empresas mineras extreman los cuidados relacionados con el medio ambiente y realizan grandes inversiones para reducir el consumo de agua, recirculando la mayor cantidad posible. La actividad minera, incluyendo la minería metalíera, no contamina el agua ni derrama efuentes contaminados al ambiente.
hídrico. Estas autorizaciones indican clara y especíicamente la cantidad de agua permitida para la mina. Dado que todo el consumo en la actividad minera está planiicado y por parte de las autoridades se realizan controles, no se registran excesos de consumo que puedan aectar a otros sec tores productivos o al sector doméstico.
La armación del párrao anterior está basada en el estricto control del recurso que realizan las empresas, conjuntamente con las autoridades hídricas provinciales donde se asienta cada emprendimiento, sobre el estado del agua supercial y subterránea antes de la primera operación, tanto aguas arriba como aguas aba jo del yacimiento, para así poder veri car que no haya cambios en su composición y calidad durante la operación.
A dierencia a lo que suele menciona rse, la minería no es una actividad que demande grandes volúmenes de agua. Si comparamos esta actividad con el sector agropecuario –el de mayor consumo de agua en el mundo- podremos tener una idea aproximada del uso del agua en minería. Según distintas estimaciones, una hectárea sembrada con vid u olivo (producción típica de zonas áridas) requieren 0,253 litros de agua por segundo; es decir, que una chacra de 1000 hectáreas consume 253 litros de agua por segundo.
grande de San Juan (Veladero)
Adem ás de las autoridades pública s, actualmente están participando en estos controles los propios pobladores y representantes de ONG, a través de la implementación de programas de monitoreo participativo, como en Gualcamayo, Veladero o Cerro Vanguard ia. Los estados brindan capacitaciones especíicas para que la participación comunitaria sea eectiva, independiente y se realice sobre bases sólidas. La idea es que esas personas que participaron en el monitoreo, lo que implica sacriicar por lo general dos días de su tiempo para tomar y custodiar las muestras, puedan luego llevar tranquilidad a la población de que no se está aectando de manera alguna el agua de la zona.
consume lo mismo que una
UnA ChACrA DE mil hECtárEAS
La mina de oro y plata más
pequeña quinta de 210 ha de viña bajo riego, pero en la mina hay 3.700 personas trabajando.
La minería dispone de las autorizaciones requeridas por la autoridad pública para el uso del agua en las distintas provincias, que son las dueñas del recurso
Esa chacra de 1000 hectáreas consume, entonces, tanta agua como la mina más grande de Argentina (Bajo la Alumbrera, en Catamarca) que requiere actualmente 254 litros por segundo. Así, tenemos que la minería en Catamarca consume una cantidad estadísticamente insignicante de agua, pero representa el 55% de lo que produce esa provincia. La mina de oro y plata más grande de San Juan (Veladero) consume lo mismo que una pequeña quinta de 210 ha de viña bajo riego, pero en la mina hay 3.700 personas trabajando, con buenos salarios, en blanco, y con capacitación laboral 1. Todos estos datos surgen de uentes ociales o de bibliograía especializada y 1. Sn 1.173 eples ets 2.500 sbntatas. Fente: Back Gld. Segú ls gasms cales, ls selds de la atva nea, jnt n ls e la atva petlea, sn ls s alts el pas.
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esperamos que sean lo sucientemente ilustrativos para que el debate social en esta materia pueda realizarse en base a inormación cierta y comprobable.
UnA oPortUniDAD PArA lA ArgEntinA Lamentablemente, todo este tiempo que la minería ha sido demonizada, hemos tenido que escuchar acusaciones alaces. Poco a poco, observamos que el nivel del debate aortunadamente va mejorando. Pocos son los que aún hablan de millones de litros de agua sin poner en contexto que todas las actividades del hombre demandan también ingentes cantidades de este recurso, y que la naturaleza nos provee de manera sustentable el agua que necesitamos para cultivar y producir todas las cosas que nos rodean, dándonos la po-
sibilidad de vivir, crecer y desarrollarnos como seres humanos sin comprometer la posibilidad de las generaciones uturas. Todos los países desar rollados del mundo se han apoyado en su minería para
crecer. A partir de la demanda externa y las inversiones que se animan a venir a Latinoamérica, hoy tenemos una oportunidad inigualable y que no debemos dejar pasar. S
AgUA En VElADEro La na e e Velae, en la pvna e San Jan, a e ntableente el ns e aga eb a la eja en la elan el es en stntas etapas el pes. Atalente la eana e aga e Velae se enenta p ebaj e la asgnan tgaa p la ata a e la pvna. 120
110
100 o D n u G E S / S o r T i L
80
68,8
70,9
70,8
71,5
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60 40 29,6 20 0 ENE 11
FEB 11
coNSumo PromEdio fUEntE: mnste e mnas e San Jan.
Expltan ce Vangaa
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coNSumo AProBAdo
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lA DEmoCrAtizACión DE loS glACiArES
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Por
Jorge Danel Tallant
Director Ejecutivo del Centro de Derechos Humanos y Ambiente
El primer paso que debemos hacer en el debate sobre glaciares es democratizar la temática para que todos aprendamos, hablemos y podamos contribuir a la conservación de nuestros ecosistemas como también al debate sobre cuales son los riesgos y sobre cómo debemos proteger a este recurso.
P
or su majestuosidad y grandeza, los glaciares dejan una huella en la sensibilidad humana y, además, todos presuponemos que constituyen una importante reserva de ag ua. Por eso, cuando ambas cámaras del Congreso Nacional se encontraron con el primer proyecto de ley de glaciares en 2008, votaron armativamente por unanimidad, incluyendo a los representantes de las provincias mineras. Pero cuando empezaron a darse cuenta de lo que implica proteger este recurso, varios empezaron a dar marcha atrás en su postura. Los glaciares son muy importantes para los ecosistemas porque almacenan agua en orma sólida durante los meses secos y calurosos, no solamente en la cordillera de los Andes, sino también en otros cordones montañosos, como el Aconqui ja y el Famatina. Si no uera por los glaciares, las nieves del invierno se derretirían r ápidamente en los primeros meses de la primavera y las provincias áridas y secas se quedarían sin agua la mayor parte del año.
Glaa e as en la pvna e S an Jan. foto: Jan Pabl mlana
El glaciar es esencialmente nieve que se ha compactado y que sobrevive en la montaña porque el lugar donde cayó permanece a temperaturas bajo cero casi todo el año. De esa manera, aunque suba un poco la temperatura en los meses menos ríos, el cuerpo de hielo que se va ormando y que logra un tamaño en equilibrio con su entorno, nunca se derrite, sólo lo hace la nieve nueva que se acumula cada invierno, mientras que el hielo se mantiene intacto. Una parte de este hielo se derrite lentamente cada año y busca su salida hacia los ríos, constituyéndose así en “regulador de cuencas hídricas”, como claramente lo expresa la Ley de Glaciares vigente. En algunos lugares la lluvia es tan escasa que la Madre Naturaleza ingenió un sistema para proteger al hielo en los niveles más bajos de la montaña, donde no sobreviviría la nieve invernal. Lo hace recubriendo a la nieve y al hielo con una manta de piedras pequeñas que mantienen el río. De esta manera la naturaleza logra multiplicar la cantidad de agua almacenada para uso uturo en meses o años particularmente calurosos. Estos son los llamados glaciares de roca o glaciares de escombros. A veces, la cobertura de piedras es total, y si no nos dicen que hay hielo por debajo de la supercie, no nos damos cuenta que allí abajo yace un glaciar y una enorme reserva hídrica. Pero la naturaleza inventó además el “ambiente periglacial”, término que hasta el día de hoy prácticamente nadie entiende en la Argentina. No se trata de un glaciar ni tampoco de la zona de entorno a un glaciar. ¡Puede haber ambiente periglacial sin haber glaciar! El ambiente periglacial es una zona de tierra donde la humedad del suelo está congelada. De esta manera, esa tierra húmeda también unciona como un almacenamiento de agua. Cuando sube la temperatura se derrite la tierra congela-
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Nadie controla el accionar de las empresas mineras. Algunas autoridades provinciales no están obligando a las empresas a renar toda actividad minera mientras se hacen los estudios can ne sbe n glaa en la pvna e San Jan. imAgEn: Ggle.
de impacto ambiental, como lo estipula la ley nacional. da, se libera la humedad de la tierra y los ríos se llenan y la fora y auna local gozan del naciente recurso hídrico.
loS términoS DEl DEbAtE Como sociedad sabemos muy poco sobre glaciares y sobre el ambiente periglacial. Más allá del Perito Moreno, que es un ícono nacional, hasta hace poco en muchas provincias ni siquiera se sabía que había glaciares en sus montañas. Pero en el territorio argentino hay más de 25.000 glaciares. Es un dato que deberían saber y tener en cuenta especialmente los uncionarios públicos. El primer paso que debemos hacer en el debate sobre glaciares es democratizar la temática para que todos aprendamos, hablemos y podamos contribuir a la conservación de nuestros ecosistemas como también al debate sobre cuales son los riesgos y sobre cómo debemos proteger a este recurso. Una razón clave por la cual sabemos poco sobre los glaciares es que están en lugares muy remotos, donde llega poca gente. En las provincias centrales, los glaciares están por encima de los 3,500 metros, y la gran mayoría por encima de los 4,000 m. Son lugares inhóspitos para la humanidad.
Si bien hemos entendido que es importante proteger al agua, las leyes que se sancionaron en diversos países generalmente mencionan al agua “en todas sus ormas”, lo que incluiría al hielo. Pero los glaciares merecen un libro aparte: son dierentes, no tienen propiedades simi lares al agua y están muy lejos, lo que hace que desconozcamos su unción, los riesgos que arontan y la orma de protegerlos. En Argentina, desde la política pública y desde la ley nunca protegimos al recurso. Aunque algunos aún lo niegan, como sociedad sabemos que el cambio climático está causando enormes impactos en los ecosistemas terrestres, entre ellos el acelerado derretimiento de los glaciares. Pero aún con el cambio climático natural deberíamos poder contar con el agua que almacenan los glaciares por aún muchas decenas de miles de años más y, sin embargo, por actitudes antropogénicas, estamos erradicando los glaciares a una velocidad alarmante. El gran debate en la región sobre la necesidad de proteger a los glaciares empezó en los primeros años de la década del 2000 cuando una empresa minera canadiense, desde Chile –y en preparación del primer proyecto binacional en el mundo-
encontró oro por debajo del hielo de varios glaciares. Aquí se planteó la primera dicotomía: ¿qué vale más, el oro o los glaciares? Obviando toda lógica y sensibilidad racional, el plan de la empresa proponía dinamitar el hielo para llegar al oro. Este plan evidentemente ue rechazado por las comunidades que dependían del agua regulada de estos glaciares, en particular por la comunidad indígena Diaguita, quien más que nadie entiende el rol undamental que juega el hielo en la alta montaña y en la sustentabilidad de sus ecosistemas.
El imPACto DE lA ACtiViDAD minErA SobrE loS glACiArES El impacto de la actividad minera sobre los glaciares viene por tres principales motivos: 1) para poder realizar las tareas de exploración se abren múltiples caminos y para ello en algunos casos se rompe el hielo y también se perora a los glaciares para tomar muestras; 2) por la gran contaminación del tránsito vehicular, que ensucia a los glaciares descubiertos, oscureciéndolos, calentándolos por la mayor absorción de calor, produciendo su derretimiento; y 3) por la destrucción del hielo en zonas
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donde se sacan minerales, por el depósito de peso sobre el hielo (por ejemplo la ubicación de escombreras) o donde se destruye el hielo para construir obras. Estos impactos se producen tanto por descuido como por negligencia. Además, nadie le dice a las empresas mineras que deben proteger al recurso de hielo en todas las etapas de sus operaciones. Nadie, hasta que apareció la Ley Nacional de Glaciares que prohíbe la minería donde hay glaciares y también en el ambiente periglacial. Si el Estado nacional o provincia l hubiera hecho valer la ley ambiental que tenemos, desde un principio, y hubiera hecho respetar el recurso de agua en general (incluidos los glaciares), las mineras no tenían por qué destruir glaciares para realizar sus exploraciones y explotaciones, sino que desde
un primer momento los glaciares hubieran sido zonas donde simplemente no se podía buscar minerales ni introducir obras. Pero no ue ni es así. Hoy nadie controla el accionar de las empresas mineras, nadie controla si sus caminos dañan el hielo, si lo peroran en búsqueda de minerales, si sus instalaciones dañan a glaciares o a los glaciosistemas. Algunas autoridades provinciales están pidiendo a las empresas que operan en zona de glaciares estudios de impacto ambiental especícos en glaciares para las etapas de explotación, pero no han obligado a renar (como deberían haber hecho por ley nacional) toda actividad minera mientras se hacen estos estudios. El estado está en alta y el daño ocasionado como consecuencia de esta omisión es ácilmente vericable por imágenes satelitales.
Tenemos que proteger nuestros glaciares y tenemos que asegurar que la actividad minera evite el impacto sobre ellos. Si en algunos casos hay que suspender, prohibir o modicar las operaciones mineras, hay que hacerlo, pues el oro, la plata y el cobre que estamos extrayendo de estos ecosistemas no son tan importantes como el valor de las uentes de agua, que terminamos sacricando en benecio de algunos pocos que quieren sacarle rédito económico al mineral precioso. No es una tarea imposible, ni es necesario elegir entre minería y glaciares. Simplemente hay que hacer respetar la ley como se hace en muchos otros rubros. No es tan complicado y, además, no nos vendría nada mal educarnos un poco sobre esta materia. S
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AMbiENTE y MiNERíA EN AMéRiCA LATiNA r E i S S o d
¿problema, dIlema u oportunIdad?
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E
l desarrollo de la minería no es un problema del gobierno argentino; es más bien un dilema enquistado en las ideas de desarrollo de América Latina toda, antes y después de todo análisis ideológico, donde hay muchos intereses en juego, inclusive aquellos de naturaleza geopolítica a escala global. La minería es una de las actividades motores del desarrollo económico mundial1 y los países desarrollados la cuentan entre los pilares de sus órmulas de crecimiento. Los riesgos de la actividad han existido siempre, como en otras industrias (quizás las más visibles en este aspecto son la petrolera y la química) y en actividades como la moderna agricultura, basada en la aplicación de potentes paquetes agroquímicos. Pero el desarrollo en gran escala de la minería supone, además, un problema de visibilidad, ya que rente al planteo de nuevos emprendimientos (a dierencia de lo que ocurre con muchas explotaciones petroleras, enclaves industriales de peligrosidad notoria o situaciones pacícamente riesgosas como las inherentes a la actividad agrícola) el riesgo de eventos “adicionales”de contaminación demanda un debate social. Se trata de una preocupación asociada al concepto de “vocación” de las distintas regiones del país 2, pero al mismo tiempo undada en antecedentes de accidentes silenciados dentro y uera de la Argentina, mayormente en países en proceso de desarrollo pero también en los Estados Unidos, Canadá, Australia, Suecia y Noruega, entre otros. Actualmente, los niveles de explotación minera de la Argentina son todavía bajos y existe un amplio listado de proyectos en lista de espera. El debate es un signo de los tiempos democráticos, es necesario y saludable siempre y cuando sea oportu-
Por
Alejandro Ross
Abogado, especia lista ambiental. Director Ejecutivo de ECOJURE
no y bien intencionado. Es tan neasto e inconstitucional rehuir el diálogo minimizando los riesgos como eternizarlo a la espera de un escenario ideal cuyo trasondo es la negativa sistemática a la actividad que en sí misma trasunta una negativa a acatar los procesos democráticos. Desde luego que en el marco de la Constitución Nacional, las decisiones de la mayoría deben encuadrarse estrictamente en el ordenamiento jurídico vigente, tal y como lo resolvió recientemente la Corte Suprema de Justicia de la Nación en ocasión de rechazar la medida cautelar interpuesta por empresas mineras para evitar la aplicación de la Ley de Glaciares 3. Las actividades relacionadas con la minería, como las prospecciones y exploraciones, los estudios de impacto ambiental, los procesos de consulta y participación pública, los acuerdos internacionales o intersectoriales implican plazos extendidos
e inversiones de gran escala, donde la previsibilidad se convierte en un actor crítico para la conanza de los inversionistas y para la sostenibilidad de los proyectos. Por todo esto, cuando los debates se abren al público, las inversiones suelen encontrarse bien avanzadas, a veces con décadas de desarrollo, lo que genera reacciones encontradas entre los distintos actores, considerando que pueden haber transcurridos sucesivos gobiernos, acontecimientos y mutaciones en la conormaciones de poder, cuando no en los mismos estatutos jurídicos. En este contexto, la ciudadanía en general y los pobladores aledaños en particular, a menudo y cada vez con mayor recuencia se consideran sorprendidos, molestos, en alerta y dispuestos a dar lucha para cuestionar decisiones en las que no han sido consultados oportunamente, más allá de la letra ría y los mecanismos de habilitación con una participación pública muchas veces euemística que, en ocasiones, puede “hilvanarse” a través de los expedientes administrativos4. El debate sobre esta materia s e encuentra aún demorado, tanto del lado de las organizaciones no gubernamentales, como de los gobiernos y de las empresas. Por esa razón, las discusiones resultan toda-
1. Así l ecce la ecete Declaacó de rí de Jae “ El ft qe qeems” qe, a a pesa de las emes cítcas desple gaas ese la sea vl, fla n enent explt e la ntbn el set ne etalfe a la ena nal a las seaes enas. (ve pagafs 227 228 e la delaan A/coNF.216/L.1) 2. De aced c la Ley Geeal del Ambete nº25.675 “e la lcalzacó de las dsttas act vdades atópcas y e el desall e asentaents ans, se ebe nsea en fa ptaa: a) l a van e aa na egn, en fnn e ls ess ambetales y la sstetabldad scal , ecómca y eclógca.” 3. Casas “Back E xplaces Agetas S.A. y ts c /Estad nacal s/accó Declaatva de icsttcaldad”, “Mea Ageta Gld S.A. c /Estad nacal s/ accó Declaatva de icsttcaldad” y “Ascacó obea Mea y tas c/Estad nacal s/ accó Declaatva de icsttcaldad” tdas ellas eseltas p la Cte Spema de Jstca de la Nan en fea 3/7/2012. 4. de e, na bsevan e nalente pasa esapeba nsste en avet e en Aa Latna, la cbe e r en 1992 t n fesa a pess ets eenteente nstts en la egn, n l al an n l as enes snes ltanes e pleentan, el sgl X Xi enenta na egn s nslaa ese el pnt e vsta e ss nsttnes en nnes e pelea n ss ppas eaentas (ls elas a nstatvs, las eanas jales en tas ss nstanas alaes, ls pes e nfan, ls efen, las anfestanes pltas, el eje ntna e la dadaía cm fact de pde, ete ts) td l cal ha mdcad de maea esecal la smía de ls sstemas demcátcs eales a l lag e 20 as e sta. 5. El cas Mas Cga emplazad e la egó de Cajamaca e el Peú es paadgmátc de a cctvdad qe a ete gbens e sgn elg ntaente ves (Gaa . ollanta) se antene en n tn e ssten neent sn e se enente cams ecaces paa debat, e detva, ls gades leamets del deamet ambetal del tet.
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vía esquivas, los resultados terminan por deraudar a todos los interlocutores y se percibe (no solamente en la Argentina, con un puñado de megaemprendimientos aprobados, sino en países con una larga trayectoria minera, como el Perú) una sensación de des-gobierno rente a los crecientes confictos socio-ambientales5. En este marco se plantean los clásicos dilemas minería versus salud, industria versus ambiente, empresa versus población, etc. La realidad parece ser distinta, pero las uerzas distorsivas de los grupos de interés parecen muchas veces empañar de un lado y del otro el cam ino de las políticas de estado, siempre necesitadas de largos plazos y enormes dosis de coherencia, legalidad y transparencia para llegar a buen puerto.
hACiA Un DEbAtE SErio En ese contexto consideramos que a escala nacional y regional es hora de plantear un debate serio. El análisis de viabilidad de un proyecto no puede culminar en un delineamiento hipotético de los riesgos asumidos. Es preciso proundizar a escala técnica las discusiones basadas en evidencias o probabilidades razonables y sustentadas, con suciente nivel de transparencia y receptividad rente a las dudas razonables que sean planteadas y, en ese marco, exigir la máxima diligencia a los grupos inversores para que la asunción de riesgos resulte justicada y garantizada rente a la población y a la ciudadanía en su conjunto. Las herramientas de las que se disponen son, actualmente, asimétricas entre empresas y gobiernos, entre gobierno y ciudadanía. Esto debe ser objeto de solución a través de propuestas imaginativas que sin abdicar de las competencias gubernamentales se pueda encontrar desde el sistema administrativo una solución a las necesidades suplementarias de nanciamiento que demanda el restablecimiento del equilibrio en conocimientos, capaci-
dades y asignaciones de recursos entre los distintos grupos de interés. Es necesario nivelar también el acceso a la inormación pública ambiental, unicar los discursos y visualizar una imagen objetivo del proceso sobre cómo la minería podría ser un vector de desarrollo económico en regiones bien denidas, con riesgos adecuadamente medidos, controlados y garantizados con esquemas nancieros de público conocimiento y cabal aplicación. Dentro de esa agenda de debate constructivo no pueden altar: › Fortalecimiento de los procedimientos de Evaluación de Impacto Ambiental
Muchas veces la participación social ha sido deciente en el origen, y puede sanearse brindando un serio proceso de evaluación de impacto ambiental sucientemente participativa en las etapas ulteriores. Para ello se requiere pasar de la ormalidad de las regulaciones vigentes a la realidad de evaluaciones socio-ambientales consistentes y ecaces para poder realizar con posterioridad a la aprobación los monitoreos de las distintas variables críticas como el estado de agua, el aire, el suelo, pero también los niveles de desarrollo ecocómico y social de las comunidades incididas y, desde luego, la incorporación progresiva de indicadores reeridos a la salud de la población. Otro tanto cabe decir de la necesaria
Cuando los debates se abren al público, las inversiones suelen encontrarse bien avanzadas, a veces con décadas de desarrollo, lo que genera reacciones encontradas entre los distintos actores. consideración de los eectos sinérgicos o acumulativos de los distintos emprendimientos sobre un mismo ecosistema, de la consideración adecuada de los servicios que proveen los ecosistemas y desde luego del análisis pormenorizado de aquellos grupos vulnerables como los pobres, los pueblos indígenas y las comunidades campesinas, rente a los cuales deben proundizarse los escenarios de análisis y proyección de uturo. Y, por último, debe existir un análisis cabal y no meramente ormal del marco legal para permitir una lectura sustantiva de los distintos derechos involucrados bien que presididos por una mirada necesariamente ligada a los derechos humanos reconocidos por la comunidad internacional, al amparo del régimen establecido por el artículo 75 inciso 22 de nuestra Constitución Nacional. En este sentido cabe consisderar a las evaluaciones de impacto ambiental como herramienta de gobernanza ambiental.
manfestan nta la nea en el ent e Bens A es.
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› Transparencia La población tiene graves y undadas preocupaciones con respecto al acceso oportuno a inormación de alta calidad sobre lo que realmente está ocurriendo con sus recursos naturales y, en última instancia, con la salud de las personas. Esa inormación no solamente debe resultar de público acceso, sino que debe resultar de sencilla accesibilidad. Estos sistemas de inormación transparente no construyen ni restituyen per se la conanza de una comunidad escéptica, pero probablemente se trate de un presupuesto undacional para establecer una relación duradera con los distintos actores.
requiere de una buena educación y capacitación para la participación exitosa. Décadas de gobiernos de acto han dejado una uerte limitación para el debate democrático en todos los niveles y se trata de recuperarlo de una manera progresiva, saludable y estimulada con logros concretos. Aun cuando es cierto que el sistema constitucional no ha modicado el sistema republicano y representativo como orma de gobierno, no es menos cierto que la reorma de 1994 y su legislación derivada han establecido una democracia explícitamente participativa y ello supone una modicación trascedental en la lectura de todas las demás garantías6.
› Capacitación de los cuerpos técnicos A mayor cantidad de r iesgos, se requiere mayor cantidad y capacitación de recursos humanos y tecnológicos para poder supervisarlos en tiempo real. Sin capacitación no hay posible control. De allí que deba invertirse en revertir la brecha de ormación técnica que aleja a los cuadros técnicos guberna mentales de los expertos del sector privado, ortaleciendo equipos y generando un cierto espíritu de cuerpo signado por la excelencia técnica y la honestidad proesional. Pero todo ello tiene un correlato económico y nanciero que debe permitir aplicar dosis saludables de imaginación a los sistemas administrativos para permitir lograr el objetivo de mejores recursos humanos y equipamientos en pos de una nivelación en las discusiones técnicas de los dierentes grupos de interés.
› Esquemas de garantías efcaces La rehabilitación de la conanza requiere de un esquema de garantías. Un procedimiento de aprobación de proyectos técnicamente ortalecido, altamente participativo y de transparencia perceptible con suciente trazabilidad de las acciones y actos administrativos, es parte indispensable de ese esquema. Pero es necesario ir más allá, hasta el momento en que los riesgos pueden devenir en eventos concretos de contaminación. Para esas circunstancias, es preciso contar con estructuras estatales sucientemente nanciadas para seguir en tiempo real el desarrollo de cada proyecto, por un lado, y por el otro contar con esquemas de garantías nancieras que permitan llegado el caso lanzar con agilidad los planes de contingencia, las medidas de mitigación, reparación y recomposición que pudieran resultar necesarias. Ambos esquemas de nanciamiento deben ser percibidos y cuanticados con mucha claridad para aventar temores muy razonables cuando se trata de administrar riesgos que son reales, cualquiera que sea el estándar de
› Participación pública La participación sigue siendo un enorme desaío en los países en desarrollo. Resulta indispensable la voluntad de los gobiernos y de las empresas, pero también se
6. El atl 41 e la cnsttn Nanal psteente el at. 19 e la Le Geneal el Abente se pan e eepta el p ncp 10 de la Declaacó de r de Jae e 1992 al establece qe “el mej md de tata las cestes ambetales es c la patpan e ts ls aans nteesas en el nvel e espna. En el plan nanal ta pesna ebe tene la ptna e patpa en ls pess e apn e esnes. Ls Estas eben falta fenta la sensbla n la patcpacó del públc ped la fmacó a dspscó de tds”.
calidad aplicado. La minería a gran escala es una actividad riesgosa y ello no es incompatible con que sea un vector de desarrollo de las economías. Cuando hay buenas evaluaciones, alta calidad de la inormación, transparencia y participación nace la posibilidad de una negociación real y saludable. Para llevarla a buen término se precisa de la voluntad de llegar a un acuerdo así como de herramientas ecaces para que todos actores se consideren satisechos con acuerdos que resultarán inexorablemente dinámicos, conorme se presenten los desaíos y necesidades que plantean normalmente los proyectos de largo plazo. En este marco sumamente complejo nos animamos a concluir que el análisis de relacionamiento entre protección del ambiente y minería oscila entre los ejes mencionados en el título de este artíc ulo. El eje de los problemas, cuando se trata de introducir mejoras que solucionen aspectos puntuales de la gestión ambiental minera como aquellos que hemos abordado suscintamente en distintos pasajes de este artículo. El eje de los dilemas, sin solución, cuando se trata de contraponer recurrentemente ideas como las del “no” y las del “sí” que no admiten, por denición, de mejoras ni acercamientos. O son aceptadas, o deben conrontarse en la rebelión pacíca o violenta según los ciclos de cada conficto. Y na lmente, el eje de las oportunidades que es aquél que se abre cuando somos capaces de articular los problemas del presente con los escenarios de uturo donde nuestros países puedan crecer en el largo plazo con los mayores índices de bienestar y sustentabilidad posibles, dado el conocimiento disponible en un momento dado. S
LEy DE TiERRAS
CAmPoS ribErEñoS Sólo PArA ArgEntinoS
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LA LEy quE rESTriNGE EL domiNio dE TiErrAS Por PArTE dE EXTrANJEroS, iNcLuyó TAmBiéN uNA mENcióN ESPEcíFicA PArA LAS árEAS riBErEñAS. LoS PrEdioS LiNdEroS A ríoS, LAGoS, EmBALSES, GLAciArES y oTroS cuErPoS dE AGuA No PodráN SEr AdquiridoS Por PErSoNAS FíSicAS o JurídicAS dE oTroS PAíSES. LA NormA iNcLuyE EN LA rESTriccióN A LAS oBrAS hídricAS EN dESArroLLo y LAS ProyEcTAdAS.
L
a Ley 26.737, sancionada el 22 de diciembre de 20111 establece el “régimen de protección al dominio nacional sobre la propiedad, posesión o tenencia de las tierras rurales”; por el cual se limita a las personas ísicas o jurídicas extranjeras la titularidad y posesión de tierras ubicadas uera del ejido urbano, independientemente de su localización o destino (art. 1 y 2). Dicho límite se establece en el 15%, porcentual que “se computará también sobre el territorio de la provincia, municipio o entidad administrativa equivalente en que esté situado el inmueble rural” (art. 8) y en ningún caso los extranjeros de una misma 1. Pblcada e el Bletí ocal el 28 de dcembe de 2011.
nacionalidad podrán superar el 30% del límite general. A su vez, la Ley estipula un límite de 1.000 hectáreas para la titularidad por parte de extranjeros en la zona núcleo (sur de Santa Fe, sureste de Córdoba y norte de Buenos Aires) o supercie equivalente según la ubicación territorial. El artículo 14 de la Ley crea el Registro Nacional de Tierras Rurales, que uncionará en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, integrado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, que será la autoridad de aplicación. También se crea el Consejo Interministerial de Tierras Rurales, que además de los ministerios mencionados anteriormente, estará conormado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sus-
La autoridad de aplicación deberá emplear criterios restrictivos para otorgar certicados de propiedad cuando se encuentren involucrados cuerpos de agua no alcanzados por el inciso correspondiente del artículo 10 de la Ley de Tierras. Aa p le, ls aps bees eben se ppea e agentns.
oPinión S o c i d í r u J 24
tentable de la Jeatura de Gabinete de Ministros, por el Ministerio de Deensa y por el Ministerio del Interior, más los representantes de las provincias (art. 16).
soberanía, derechos y DESArrollo Por
tiErrA y AgUA El artículo 10 de la Ley también prohíbe la titularidad o posesión por parte de extranjeros de los inmuebles “que contengan o sean ribereños de cuerpos de agua de envergadura y permanentes”. Esta Ley ue reglamentada por el Decreto 274/122, que dene a los cuerpos de agua como “todas aquellas aguas dulces o saladas; en estado sólido o líquido como los mares, ríos, arroyos, lagos, lagunas, humedales, esteros, glaciares, acuíeros, que conorman el sistema hidrológico de una zona geográca, así como las contenidas en obras hídricas”. Considera como “de envergadura, a aquellos que por su extensión y/o proundidad relativas a su capacidad de satisacer usos de interés general sean relevantes para la políticas públicas en la región en la que se encuentren”; y como permanente a “aquellos que existan o reaparezcan en un ciclo hidrológico medio”. El Consejo Interministerial “determinará los cuerpos de agua que en el territorio nacional respondan a las deniciones precedentes, para lo cual consultará a la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, quien dará participación al Consejo Hídrico Federal (COHIFE). Se incluirán, asimismo, las obras hídricas en desarrollo y proyectadas consideradas estratégicas y de interés público”. Respecto de este tema, la Ley establece que la autoridad de aplicación empleará criterios restrictivos para otorgar certicados cuando se encuentren involucrados cuerpos de agua no alcanzados por el inciso correspondiente del citado artículo 10 de la Ley. S 2.Publicado en el Boletín Ocial el 29 de febrero de 2012.
Crstna del Campo
Abogado. Asesor de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación
Alerto Garello Abogado. Asesor de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación
L
a nueva Ley de Tierras, sancionada por el Congreso Nacional a nes del año pasado, es una norma de ordenamiento territorial en la que se incorpora como herramienta de gestión un registro de tierras. Esta norma aborda cuestiones centrales como la adquisición de tierras, pero además se reere a las aguas. En un mundo en el que las instituciones internacionales se vienen centrando en el derecho humano al agua, es diícil concebir aguas indisponibles para usos comunes e incluso para ob jetivos de desarrollo en el que esté involucrado el interés general. Sabemos que en el planeta las tierras productivas son limitadas, como así también las aguas que le dan vida. Tomando en cuenta esta realidad, inversores de distintos países están comprado tierras en territorios de distintos Estados: parte de Árica, Australia, Paraguay, Rumania y nuestro propio país son ejemplos de ello. No se trata de extranjeros que vienen a habitar el suelo argentino, como lo hacían nuestros abuelos, sino que vienen esencialmente a invertir , muchas veces en términos de especulación inmobiliaria. Vale aquí destacar que por la vigencia de tratados bilaterales de inversión que ha suscripto nuestro país se resigna la jurisdicción nacional a avor del CIADI 3, entidad de resolución de controversias cuyos laudos son inapelables, siendo ésta la orma más sencilla de restarle poder a un Estado sobre su propio territorio y sus recursos, como la tierra y el agua, avoreciendo su dependencia al menoscabar su soberanía. 3. El cent intenanal e Aegl e dfeenas relatvas a invesnes (ciAdi) es na nsttn el Ban mnal, n see en wasngtn.
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El cuerpo legal incorpora conceptos cardinales para recobrar resortes económicos y jurídicos perdidos en las décadas de neoliberalismo. Por una parte, establece que sus disposiciones son de orden público y, por otra, desvincula la adquisición de tierras del carácter de “inversión”. Es de público conocimiento lo que ha venido ocurriendo en algunas regiones con tierras argentinas que encierran lagos o que contienen esteros, glaciares, áreas de recarga de acuíeros o cabeceras de cuencas, las que han sido adquiridas por inversores extranjeros desplazando a sus antiguos pobladores, a puesteros, arrieros, etc. que, en muchos casos, son centinelas de nuestras ronteras. Contar con un inventario nacional de la totalidad de las tierras, hecho actualmente posible por la inormática, ha de constituirse en una herramienta de gestión de incalculable valor para múltiples acciones de gobierno.
CUEStionES DE SobErAníA En el marco de esta Ley, el rol del Consejo Hídrico Federal (COHIFE), entidad que nuclea a todas las autoridades hídricas de nuestro país, es undamental habida cuenta que ello permitirá constatar qué tierras y aguas están comprendidas en las regulaciones de la misma. Al ederalizarse la consulta a través de la Subsecretaria de Recursos Hídricos de la Nación hacia el COHIFE, se rearman lazos de comunicación, de coordinación y gestión entre los distintos niveles de gobierno. En nuestro país, donde las aguas son públicas y los usos comunes acilitan la satisacción básica del derecho al agua, no
puede concebirse el apoderamiento de las mismas a través del cercamiento de territorios, ya sea por parte de nativos o de extranjeros. Al atr ibuírsele el carácter de recurso público, la Ley evita la posibilid ad de apropiación privada de los cursos y cuerpos de agua y, en consecuencia, los excluye de la posibilidad de seguir el destino de los demás bienes económicos; resguardando de esta orma intereses superiores de la comunidad en su con junto. La atribución de dominio públ ico de las aguas adquiere –en tal orden de ideas- relevantes implicancias políticas, jurídicas y económicas para el desar rollo del país. Estos conceptos son importantes para entender parte del undamento de la limitación –vinculada con las aguas públicas- a la adquisición de tierras, en ciertas condiciones y lugares por extranjeros. Si bien con esta normativa no se espera solucionar todo lo reerido a tierras, se da un paso importante más en el resguardo de lo nuestro, limitando o restringiendo uno de los nuevos tipos de invasión (el apoderamiento de tierras) a través de capitales ociosos multiplicados en los grandes bolsones de especulación en el mundo.
Nuestras ronteras han pretendido ser desdibujadas por eectos de la globalización, por lo que reerirnos a soberanía puede que a algunos les parezca casi un contrasentido; pero no hay dudas de que rearmar aspectos sobre el dominio público de aguas y sobre soberanía en general es esencial al momento de sentarnos en mesas de negociación en las que muchas veces se discute sobre recursos naturales en el planeta. No siempre es sencillo deender lo nuestro en un contexto de desvanecimiento de ronteras. La limitación a la tenencia irrestricta de la tierra, sus usos irracionales o especulativos y el apoderamiento de cursos y cuerpos de agua son parte de una tarea que debemos arontar. Sin un uerte compromiso con nuestro territorio y con nuestro orden jurídico e institucional no sería posible apuntalar nuestro propio desarrollo. Esta Ley y su reglamentación son herramientas protectivas de lo nuestro y del patrimonio que transmitiremos a los que nos sucedan. Es de esperar que las provincias, sus gobernantes y los mismos proesionales encargados de certicar o habilitar las operaciones inmobiliarias entiendan ese compromiso como propio. Nuestros descendientes lo agradecerán.
ilstan el atsta lban Albet Bett matne, n tv e r+20
LA OPORTUNiDAD PARA UNA ECONOMíA vERDE S E L
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Un lArgo CAmino PArA llEgAr A río+20 EN LoS 40 AñoS TrANScurridoS dESdE 1972, cuANdo NAcioNES uNidAS rEALizó LA PrimErA cumBrE SoBrE EL AmBiENTE, EL muNdo hA rEcorrido uN SiNuoSo cAmiNo EN ESTA mATEriA, mANTENiENdo VAriAS ASiGNATurAS PENdiENTES. EN ESTE ArTícuLo, LoS AuTorES PoNEN EN PErSPEcTiVA LA rEciENTE cumBrE dE río y TrAzA LoS dESAFíoS hAciA uNA NuEVA coNcEPcióN dEL dESArroLLo.
Por
Maro valls Abogado.
Especialista en Derecho Ambiental
H
ace más de 40 años que la Asamblea y la Secretaría General de las Naciones Unidas están exhortando a los estados del mundo –que son sus mandantes– a que adopten decisiones para evitar, disminuir, mitigar o adaptarse al progresivo deterioro del ambiente que generan los seres humanos. Todos conocemos el resultado: el deterioro perdura. La reiteración de los planteos no indica que los instrumentos de acción estén girando en el vacío, sino que el sistema sigue accionando para que prevalezca el desarrollo sobre el deterioro del ambiente.
En su sesión del 24 de diciembre de 2009, la Asamblea General convocó a la Conerencia que se reunió recientemente en Río de Janeiro, en el 20° aniversario de la denominada Cumbre de la Tierra (Río 92) y a 10 años de la Conerencia de Johannesburgo (ver Las cumbres ambientales ). En la convocatoria, la Asamblea General omitió reerirse a la Cumbre de Estocolmo, con lo que limita a la m itad el período en el que no pudo exhibir resultados halagüeños. De paso puso de maniesto la sobriedad política y jurídica de la Declaración de Estocolmo y su conanza en la Cumbre del 92.
El ContExto DE EStoColmo 72
Alejandro Ross Abogado, especia lista ambiental. Director Ejecutivo de ECOJURE
El aán de usar y privilegiar el desarrollo económico como instrumento de crecimiento singular y de pacicación mundial que sucedió a la Segunda Guerra Mundial demandó cantidades crecientes de recursos naturales, lo que provocó una escasez y deterioro cada vez más notorios y admitió
la acumulación de residuos en el ambiente, muchos de ellos de compleja peligrosidad. De este modo, los productores externalizaron sus costos ambientales haciéndolos recaer sobre terceros y captando el benecio que esa externalización producía. Los mecanismos del mercado no ueron adecuados para proteger el ambiente, como tampoco lo ueron los mecanismos establecidos por las economías planicadas centralmente, que jaron cantidad de bienes como metas de producción pero omitieron jar metas de calidad ambiental y el sistema autoritario que los regía acilitó el disimulo del perjuicio ambiental y dicultó el reclamo de los perjudicados. En ambos sistemas se diundió la práctica de identicar el progreso económico con el crecimiento del producto bruto sin advertir que, para que las cuentas nacionales refejasen adecuadamente la situación económica, debieron también incluir como capital jo los recursos naturales, la inraestructura y el ambiente. Pero como no podemos administrar lo que no podemos medir, debemos identicar y usar indicadores apropiados tanto a nivel macroeconómico como sectorial. Sabemos hoy que la alteración de las reservas de capital natural debería evaluarse en términos monetarios e incorporarse a las cuentas nacionales, tal y como se está haciendo en el desarrollo del Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica Integrada (SCAEI) de las Naciones Unidas y en los métodos de cálculo del ahorro nacional neto ajustado del Banco Mundial. La popularización de estas medidas
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permitiría conocer el nivel y la vi abilidad reales del crecimiento del nivel de renta y el empleo. La contabilidad verde o la contabilidad inclusiva de la riqueza son marcos que unos cuantos países podrían adoptar en un primer momento para preparar el terreno hacia una transición a una economía verde en el plano macroeconómico. En aquel momento los gobiernos del mundo tenían otras prioridades. La principal era la lucha por la hegemonía mundial entre los bloques inspirados por los Estados Unidos y la Unión Soviética. Las potencias también se lanzaron a una carrera desenrenada para ortalecer su economía como medio de aanzar su poderío estratégico. El derecho hizo su parte. En minería se impulsó la explotación dando premios a quien explorase y explotase. También promovió la explotación del agua, de los bosques, la caza y la pesca sin proveer mecanismos sucientes para limitar su deterioro ni el de otros elementos ambientales o bien supeditó su protección a una vigilancia administrativa que no siempre se cumplió debidamente. Con tal de atraer industrias, se les permitió instalarse más allá de la capacidad soporte de los ecosistemas y para bajar el costo de la mano de obra se toleró el asentamiento de los trabajadores en áreas inadecuadas, como los alrededores de industrias peligrosas o en zonas anegadizas. Para acilitar el transporte se construyeron terraplenes que interrumpieron el curso del agua. Como contrapartida, se ueron sancionando leyes que limitaban la responsabilidad de operadores económicos, lo que acilitó la elusión de la responsabilidad en materia ambiental. Paralelamente, las nuevas normas para arontar problemas ambientales especícos estimularon sanas prácticas y prohibieron algunas malas pero, a juzgar por sus resultados, no proveyeron los medios adecuados para hacer su mandato eec-
tivo. En general, altó una gestión administrativa adecuada y un enoque integral del ambiente. La conjunción de estos actores, más algunas catástroes ambientales, provocó una gran agitación social que ue creciendo a partir de la década del 60 y que no ha disminuido aún. Quienes reclamaban no ueron sólo los perjudicados directos –como en otros casos– sino principalmente jóvenes ilustrados de países desarrollados, pero los reclamos se hicieron masivos. Otro resultado de ese destape ambiental ue que se comenzó a orientar el enoque político a la globalidad del ambiente y no meramente a sus problemas especícos, lo que pronto condicionaría el modo de presentar el derecho y una tendencia a concentrar el estudio del derecho ambiental a esas expresiones globales.
estocolmo, 1972 Advertido el clima de ansiedad ambiental, dos meses después de mayo del 68 –que tuvo un uerte ingrediente ambiental– el Consejo Económico y Social tomó cartas en el asunto recomendando que la Asamblea General convocara una Conerencia sobre "los problemas del medio humano". No era novedad que las Naciones Unidas se ocuparan especícamente del ambiente o del desarrollo sostenible, ya que lo venía haciendo desde mucho antes1. Un problema delicado en Estocolmo ue denir un temario que evitase la agresión internacional al ambiente sin incidir en las decisiones soberanas de cada país. Todos los gobiernos trataban de eludir compromisos, pero los del mundo en desarrollo querían evitar especialmente que los compromisos ambientales a nivel internacio1. P ejepl, en 1955 la cEPAL een a s Seetaa eala n exaen pelna sbe la stan e ls ess s en Aea Latna, e eseb en 1973 en el Pgaa e Enega ress ls, ea p nspan el agentn ral Pebs.
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lAS CUmbrES AmbiEntAlES Las nfeenas sbe abente e se an lleva a ab en el sen e las Nanes unas sn las sgentes: ConfErEnCiA DE lAS nACionES UniDAS SobrE El mEDio AmbiEntE hUmAno ESTocoLmo, SuEciA, dEL 5 AL 16 dE JuNio dE 1972 ConfErEnCiA mUnDiAl SobrE El mEDio AmbiEntE y El DESArrollo río dE JANEiro, BrASiL, 3 AL 14 dE JuNio dE 1992 CUmbrE mUnDiAl SobrE El DESArrollo SoStEniblE JohANNESBurGo, SudáFricA, 26 dE AGoSTo AL 4 dE SEPTiEmBrE dE 2002 ConfErEnCiA DE lAS nACionES UniDAS PArA El DESArrollo sostenIble (río+20) río dE JANEiro, BrASiL, 20 AL 22 dE JuNio dE 2012
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Es un mito que la sostenibilidad ambiental solo puede ser obtenida a costa del progreso económico y también que el enverdecimiento de las economías obstaculiza la creación de riqueza y de oportunidades laborales.
nal pudieran limitar su desarrollo uturo. La Asamblea General dispuso entonces realizar cuatro reuniones regionales preparatorias con miras a conciliar las políticas nacionales relativas al medio ambiente con los planes de desarrollo. En Latinoamerica se realizó un seminario en la ciudad de México en septiembre de 19712.
porque el Programa no puede aplicarles castigos ni otro estímulo que su aprobación o reprobación. En cambio, esos mismos gobiernos siguen las recomendaciones de los organismos internacionales de crédito porque necesitan ese crédito, aunque esas recomendaciones no contemplen adecuadamente la variable ambiental.
Los resultados de la Conerencia de Estocolmo ueron modestos porque la pretensión de los convocantes ue modesta, quienes debieron acentuar sus advertencias de que no se tomarían decisiones vinculantes, por lo que la Conerencia se limitaría a ormular tímidas recomendaciones, volcar pocos ondos en el sistema e instalar el motor de gobernanza en una lejana ciudad aricana3. Anteriormente, cuando habían querido proteger la moneda del mundo y promover su desarrollo mediante inversiones se creó el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, cuyas sedes están en la capital del país más poderoso de la Tierra. Antes de Estocolmo, la importancia y la proyección internacional del problema ambiental habían alentado la expectativa de que se crease una organización especializada con personalidad propia, abundantes ondos y personal especializado; pero no ue así.
El sistema del Banco Mundial nanció y sigue nanciando proyectos que provocaron uertes críticas de grupos ambientalistas y de los que temen su impacto ambiental4. Paradójicamente, las decisiones que más infuencia ejercen en materia ambiental no son tomadas por el sector ambiental sino por otros, especialmente el nanciero, sobre todo después de la crisis del 2008.
La Asamblea General creó, además, un ondo ambiental y un concejo para lograr una coordinación más eciente de los programas ambientales que, como la mayoría de los organismos del sistema de las Naciones Unidas, recoge inormación, la procesa, ejecuta un estudio y proyecto y ormula recomendaciones. Algo similar ocurre con las recomendaciones del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Los gobiernos no siempre las siguen
La ca maavllsa, see p segna ve e na be abental. Abaj, r feteente staa ls as el event.
El DESArrollo SoStEniblE Después de la Conerencia de 1972 los gobiernos mantuvieron sus prioridades, entre ellas la lucha por la hegemonía mundial y el desarrollo económico que imprudentemente en muchos casos se volvía insostenible. En 1983 llegó la tregua: Estados Unidos y la Unión Soviética abandonaban su tradicional conrontación cuando ya se vislumbraba la implosión política soviética, en la que tuvo mucho que ver lo ambiental, generando la ilusión de que la liberación de las inversiones en materia de deensa permitiría arontar el problema ambiental con mayor holgura económica lo que despejaba el camino para la acción internacional en pro del ambiente. Con esa ilusión la Asamblea General aprobó la creación de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD) que debía inormar sobre "el medio ambiente y la problemática mun-
2. Ls países latamecas estma e Mxc qe “ Ls pblemas ambetales de ls países e desall s más, mayes y más gaves qe ls qe aqeja a ls desallads, qe fe ls mplses de l a cfeeca” y qe “es ecesa cpa csdeaces ambetales a la placacó del desa ll pe “evtad la adpcó de ctes y mas de csevacó de países avazads qe peda eslta adaptables y geea cst scal desppcad”. 3. Se eee a nab, Kea, sede del Pgama de naces udas paa el Med A mbete (PnuMA). 4. c l estaa as esps el as e las plantas ellsas e Fa Bents, uga. 5. cn Informe Brundtland, p s pesenta, G hale Bntlan, en aba s mnsta e me Aben te leg Pea mnsta e Nega.
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dial hasta el año 2000 y más adelante". En 1987, la CMMAD presentó su inorme5 a la Asamblea en el que propone el paradigma del desarrollo sostenible que "satisace las necesidades de la generación actual sin comprometer la capacidad de las generaciones uturas para satisacer sus propias necesidades". La Asamblea General convocó a una nueva Conerencia con la misión de "elaborar estrategias y medidas para detener o invertir los eectos de la degradación del medio ambiente". El tema en Río 92 ya no era el medio ambiente humano, como en Estocolmo, sino el medio ambiente y el desarrollo, o sea el desarrollo sostenible.
río+20 En númEroS 45.381 PArTiciPANTES 12.000 dELEGAdoS NAcioNALES 9.856 rEPrESENTANTES dE oNG
4.075 PEriodiSTAS 719 comPromiSoS VoLuNTArioS
500 EVENToS oFiciALES 500 EVENToS PArALELoS 188 PAíSES rEPrESENTAdoS 60 ToNELAdAS dE BASurA
En la nueva Conerencia se celebró una Convención sobre Diversidad Biológica, se abrió a la rma otra sobre cambio climático, se emitió una Declaración de Principios sobre bosques y se aprobó un Programa de Acción. Finalmente, en vez de la ampulosa Carta de la Tierra que se había proyectado sancionar, emitió la más modesta Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que constituye una uente del derecho ambiental, que no pretende ser obligatoria. Entre otras cosas declara que el derecho al desarrollo debe ejercerse en orma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y uturas, adhiere al principio precautorio en virtud del cual la incertidumbre cientíca absoluta no excusa la postergación de medidas para evitar la degradación ambiental y recomienda incorporar la evaluación del impacto ambiental al derecho interno. Diez años más tarde, una nueva conerencia de las Naciones Unidas se celebró en Johannesburgo. El tema convocante ue el desarrollo sostenible, proveyó un examen del progreso alcanzado por la ejecución del Programa 21 desde 1992 y aprobó un plan, en el que comprometió a los signatarios a: a) Una asociación constructiva para el
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cambio y para el logro de la meta común del desarrollo sostenible; b) Aumentar el acceso a requerimientos básicos tales como agua limpia, saneamiento, vivienda adecuada, energía, salud pública, seguridad alimentaria y protección de la biodiversidad; c) Luchar contra las condiciones mundiales que presentan severas amenazas al desarrollo sostenible, entre ellas, el hambre crónico, la desnutrición, la ocupación extranjera, los confictos armados, los problemas de drogas ilícitas, el crimen organizado, la corrupción, los desastres naturales, el tráco ilícito de armas, el tráco de personas, el terrorismo, la intolerancia y la incitación al odio racial, étnico, religioso y de otros tipos, la xenoobia y las enermedades endémicas, transmisibles y crónicas, en particular el sida, la malaria y la tuberculosis.
nanciera de 2008. Propuso elaborar un inorme que analizase las implicancias de su sostenibilidad macroeconómica y el incremento de la inversión verde en una cadena de sectores que van de la energía renovable a la sostenibilidad de la agricultura y asesorar sobre políticas capaces de catalizar la inversión en esos sectores. Para el PNUMA una economía verde sería aquella que tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los recursos de orma eciente y es socialmente incluyente. Considera también que en una economía verde: › El aumento de los ingresos y la creación de empleos deben derivarse de inversiones públicas y privadas destinadas a reducir las emisiones de carbono y la contaminación, a promover la eciencia energética así como en el uso de los recursos y a evitar la pérdida de diversidad biológica y de servicios de los ecosistemas y que esas inversiones han de catalizarse y respaldarse con gasto publico selectivo, reormas políticas y cambios en la regulación. › El camino hacia el desarrollo debe mantener, mejorar y, donde sea necesario, reconstruir el capital natural como activo económico undamental y uente de benecios públicos, especialmente para las personas desavorecidas cuyo sustento y seguridad dependen de la naturaleza. › El concepto de economía verde no sustituye al de desarrollo sostenible y hay un creciente reconocimiento de que el logro de la sostenibilidad requiere, casi indispensablemente, una economía adecuada y correcta. › Para la transición a una economía verde se requieren circunstancias avorables como ser normativas, políticas, subsidios e incentivos nacionales, mercado internacional, inraestructura jurídica y protocolos comerciales y de ayuda 6.
hACiA UnA EConomíA VErDE La economía verde ue una de las nueve iniciativas que las Naciones Unidas aprobaron para combatir la crisis económica y
6. cnsea, p ejepl, e ls sbss a ls pes a la pn e ls bstbles fsles spean ls 650 l mlles de dólaes e 2008, y qe este elevad gad de nanan pbla pee afeta negatvaente la tansn aa el s e enegas envables.
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Una economía verde sería aquella que tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los recursos de orma eciente y es socialmente incluyente.
Considera un mito que la sostenibilidad ambiental solo puede ser obtenida a costa del progreso económico y alega que el enverdecimiento de las economías no obstaculiza la creación de riqueza ni de oportunidades laborales, ya que son muchos los sectores verdes que orecen oportunidades notables de inversión y de crecimiento en términos de riqueza y puestos de traba jo. También niega que la economía verde sea un lujo que solo se pueden permitir los países ricos o que se trate de una imposición con la que el mundo desarrollado pretende impedir el desarrollo y perpetuar la pobreza de los países en desarrollo. A pesar de que la mayor parte de las inversiones necesarias para la transormación a una economía verde se debería obtener del sector privado, las políticas estatales también deberían tener un papel undamental en la corrección de las distorsiones provocadas por los subsidios perjudiciales y los costos externalizados. La inversión pública, por su parte, será necesaria para iniciar una transición eectiva hacia una economía verde. Cabe mencionar que el documento para una economía verde ha generado hasta el momento signicativas resistencias en los distintos ambientes de expertos, básicamente por su adscripción al concepto de “economía ambiental” basado en el crecimiento de la economía como paradigma de desarrollo sustentable, por contraposición a un modelo de “economía ecológica” conorme al cual la estrategia de sustentabilidad ambiental no puede seguir basada en el crecimiento económico como n último del mismo ni en las asignaciones de valor monetario al medio ambiente. En esta dirección de pensamiento, la Argentina ha recientemente anticipado su posición contraria al Inorme para una Economía Verde.
río+20 En el a e la cbe, las gananes pclama “la falta de espet a ls deechs hmas se ssteta”.
Mientras el PNUMA elaboraba el inorme Hacia una economía verde, la Asamblea Ge-
neral convocó a una nueva Conerencia en pos de un compromiso político renovado en avor del desarrollo sostenible. Algunos de los conceptos vertidos en un inorme del Secretario General al Comité Preparatorio de la Conerencia son los siguientes: › El concepto de economía verde no debe basarse en normas o estándares internacionales rígidos y debe ser sucientemente amplio y fexible; › El concepto de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza es útil para todos los países, cualquiera sea su nivel de desarrollo y dotación de recursos; › Las políticas de economía verde podrían ahorrar energía, reducir las emisiones, utilizar los recursos de manera más eciente y abrir nuevos sectores de desarrollo económico; › Un rme liderazgo político nacional es importante para acilitar la transición a una economía verde, proyectándola como una visión y obteniendo la participación del sector privado y de toda la sociedad en su realización; › La legislación y las instituciones deben ser ecaces y limitar la carga administrativa de las empresas. El desaío consiste en establecer un equilibrio entre normas ambientales e impedir la creación de nuevos obstáculos al comercio internacional, en particular el comercio con países en desarrollo; › Las medidas dimanantes de una economía verde no deben limitarse a promover los sectores ecológicos sino apoyar también a otros sectores para que adopten un enoque más ecológico; › Las políticas más ecaces de economía verde son, entre otras: los incentivos scales y la reorma, la reglamentación y la legislación; la adquisición ecológica; aumentar el uso de energías renovables y la eciencia energética y estimular el desarrollo de productos verdes; › Las políticas tienen éxito cuando resulta claro el argumento en avor de medidas enérgicas a más largo plazo y cuando las propias políticas están bien pensadas y
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coordinadas con otras. Para lograr apoyo a las políticas de una economía verde se requiere un enoque consultivo, de abajo a arriba que incluya comunicaciones transparentes, liderazgo del gobierno y una amplia participación de múltiples interesados, en particular de los jóvenes. Es esencial el diseño cuidadoso de esas políticas en unción de la equidad social. Los medios de inormación son también un poderoso instrumento; Los principales desaíos son, entre otros: lograr un compromiso mundial sobre una economía verde para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza y un entendimiento común de lo que es una economía verde; Los riesgos de conficto entre las políticas de economía verde y las políticas relacionadas con otras eseras proviene de las compensaciones reales y percibidas entre los resultados económicos y ambientales. Se citaron posibles confictos entre una economía verde y el libre comercio si, por ejemplo, se aplicaran medidas de "proteccionismo verde" con la excusa de promover una economía verde. Países en desarrollo, entre ellos la Argentina, China y Sudárica, se opusieron a la introducción de nuevas condiciones en relación con una economía verde que pudieran generar "restricciones injusticadas o unilaterales en los ámbitos del comercio, la nanciación y la asistencia ocial para el desarrollo; A n de asegurar una coordinación eectiva entre dierentes organismos y organizaciones mundiales para el medio ambiente, algunos países propugnaron la usión de instituciones o la ormación de una organización mundial única con un mandato más uerte para promover el desarrollo sostenible en todo el sistema de las Naciones Unidas, incluidos el BIRF (Banco Mundial) y el FMI. Gobiernos provinciales y locales cumplen una unción crítica en la integración de las políticas nacionales de desarrollo sostenible en programas locales prácticos de planicación y gestión ur-
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El AgUA En río
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El dcmet al de rí+20, qe lleva cm títl El ft qe qeems, des tna n aptl espeal a Aga saneaent. (pagafs 119 a 124) Es ptante ntega ls ess s en el esall sstenble sbaas la ptana esva el aga el saneaent paa las tes ensnes el esall sstenble. (119) Ns petes a ae efetv pgesvaente el aes al aga ptable a sevs bss e saneaent paa ts, p se neesa paa lga la eaan e la pbea el epeaent e la je paa ptege la sal de ls sees hmas y meja sgcatvamete la aplcacó e tds ls veles e espna e la enan ntegaa e ls ess s. (120) reamams ests cmpmss elatvs al deech hma al aga ptable y el saeamet, qe ha de hacese efectv gadalmete e beec de nesta pblan, espetan plenaente nesta sbeana nanal. (121) renes e ls essteas esepean na fnn esenal en el antenent e la anta la ala el aga apas las natvas e p ten enan sstenble e ess essteas epenas ent e las fnteas nanales e aa pas. (122) Sbaas la neesa e apta eas paa ae fente a las nnanes, las seas la esase e aga, tatan e antene el elb ente el snst la eana e aga. (123) destaas e es neesa apta eas paa e nseableente la ntanan e las agas aenta la ala el aga, eja ntablemete el tatamet de las agas esdales y el apvechamet ecete de ls ess s e las pas e aga. (124) fUEntE: .ns2012.g
bana y rural, con participación de la comunidad y la sociedad civil. En Agosto de 2011 la CEPAL puso a la consideración de los países de América Latina y el Caribe una propuesta preliminar que había coordinado con organismos del sistema de las Naciones Unidas que exponía los avances logrados y las dicultades encontradas en la implementación de los compromisos mundiales sobre el desarro-
llo sostenible desde 1992 y una propuesta de lineamientos para transitar hacia un desarrollo sostenible en la región. El inorme considera, entre otros aspceto que: los compromisos de los Estados en materia de desarrollo sostenible están estrechamente vinculados con los derechos humanos, se reuerzan mutuamente y persiguen un mismo objetivo: el bienestar y la dignidad de las personas; que si bien si bien
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se han alcanzado grandes progresos en materia de desarrollo sustentable, aún no se logra un cambio en el modelo que permita avanzar simultáneamente en las dimensiones social, económica y ambiental del desarrollo; la necesidad de avanzar hacia un desarrollo superior para que estas tres dimensiones se reuercen mutuamente; la situación de la región hoy es muy distinta de la que imperaba en 1992, cuando estaba saliendo de una "década perdida" de bajo crecimiento, alta infación y restricciones en la balanza de pagos relacionadas con el endeudamiento externo. En la actualidad, a pesar de la reciente crisis económica, la región completa casi una década de crecimiento relativamente elevado, la infación está controlada en casi todos los países y en general hay estabilidad económica y reduccción de los índices de pobreza. Los precios de los principales productos de exportación de la región seguirán siendo altos, los estados están ortalecidos y la región ocupa un lugar cada vez más importante en la economía mundial. En 1992, el más débil de los tres pilares del desarrollo sostenible era el ambiental. Desde entonces, se han pereccionado las legislaciones e instituciones dedicadas al tema y el desarrollo sostenible se ha instalado como concepto en el contexto de las políticas públicas. En la actualidad los derechos y deberes sobre el medio ambiente están consagrados en la mayoría de las constituciones políticas de los países de la región y se han dictado leyes generales sobre el tema. Todos los países de la región tienen actualmente un ministerio, secretaría o equivalente dedicado al medio ambiente; sin embargo, a menudo se encuentran en una situación jerárquicamente inerior a otras eseras de las políticas públicas y con menor prioridad en la asignación de recursos nancieros y humanos. Persisten las deciencias en la coordinación dentro del aparato público y no se aprovechan oportunidades de creación de empleos verdes. Entre 1990 y 2009 la proporción de áreas marinas y terrestres protegidas en la región se duplicó, lo que denota un compromiso creciente con la conserva-
ción de la biodiversidad. Finalmente, el documento de la CEPAL recomienda acuerdos a nivel regional o mundial, sobre la base de metas e indicadores de desarrollo sostenible para acelerar la transición hacia la plena internalización de los costos ambientales y la generación de mecanismos de compensación para aquellos sectores aectados por el cambio de precios relativos producido por el reconocimiento de esos costos.
nUEVoS ConfliCtoS y nUEVoS DESAfíoS Pero la Conerencia de Río 2012 encuentra al mundo desgajado por las crisis económicas, enrentado más que nunca por las tensiones entre los bloques desarrollados y en desarrollo. Europa enrenta un cuestionamiento al modelo de integración económica estructurado a partir del Tratado del Carbón y del Acero, mientras que Latinoamérica avanza en un camino tendiente a una rearmación de los valores e intereses nacionales y regionales por sobre aquellos otros con el que el sistema globalizado pretende disciplinar a las naciones emergentes. En ese marco, la noción misma de economía verde es cuestionada por quie-
nes desconían de ella por considerarla como mascarón de proa de un modelo de dominación de las naciones desarrolladas sobre el mundo en desarrollo y propietario de l a mayor riqueza natural remanente en el planeta. Y también por aquellos otros que desde una perspectiva más racional consideran que existe una contraposición entre la economía ambiental que propone el PNUMA y la economía ecológica que exige un cambio de paradigma en la noción misma de desarrollo. La cuestión de la pobreza y la vulnerabilidad adquirieron así para esta Conerencia una dimensión nunca antes vista y ello sin duda condicionará la capacidad de las naciones para establecer acuerdos que no resuelvan estas cuestiones con claridad y concreción. Todavía resuenan en los oídos de los protagonistas los racasos de Copenhagen (2010) y Cancún (2011) en materia de cambio climático. Estamos en una situación de denir nuestro Futuro Común ambiental, si es que la humanidad considera que hay ánimo para tratar estas cuestiones. Sin embargo, la Declaración de Río nos hace ver que la oportunidad aún no ha llegado. S
ACUErDo SobrE DErECho hUmAno Al AgUA E rí se peseta 719 cmpmss vltas, de ells slamete 8 se eeen al aga. un njnt e gananes e la sea vl baj la nan e Eje an egsta n ae vlnta (baj el Nº 481) enna “Pro- moviendo la implementación del Derecho Humano al agua y al saneamiento en América Latina y el Caribe”. La natva nt n la patpan el cent e dees h-
ans Abente (cEdhA), la Lga mnal e Abgas Abentalstas (LimAA), la re unvestaa ibeaeana e dee Abental (rEuNidA) la Fnan metpltana. cnsste en n pgaa e tabaj e pene la elaba n e ents sbe el ee an al aga ptable el s aneaent, la ganan e tallees atvaes e apatan pesenal vtal, as la esttan e na e paa la pleentan e este ee en la egn.
iNFrAESTrucTurA dE uSo múLTiPLE O L L O R R A S E D & S A S E R P 33
ESTA SEccióN SE EdiTA coNJuNTAmENTE Con EL CoMiTé ArGEnTino DE PrESAS CAP
Pesas aceas e Ee rs Por
Oscar C. Duarte
Ingeniero. Jefe Dpto. Hidrología y Ordenamiento de Cuencas Dirección de Hidráulica de Entre Ríos
Grselda E. Carñel Ing. Ag r. Facultad de Ciencias Agropecuarias, UNER
Se han identicado en Entre Ríos 67 presas con un rango de volumen embalsado de 2 a 15 hm 3. Las mismas ocupan una supercie de embalse de 9.400 hectáreas.
L
as provincias de Corrientes y Entre Ríos son las principales productoras de arroz de nuestro país, concentrando entre ambas casi el 73% de la producción total (ver El arroz en Argentina ).
En la provincia de Entre Ríos el arroz es el principal cultivo irrigado y muestra una intensicación en el uso del suelo, a la vez que implica un avance en la rontera agrícola. Avance que, es de suponer, se realiza a expensas de áreas tradicionalmente destinadas a ganadería sobre pastizales y montes naturales. En estas tierras, generalmente de menor valor económico, se ha desarrollado a partir de la década del 90 la alternativa de utilizar aguas superciales interceptadas por obras de embalse (pequeñas represas construidas con materiales sueltos) poniendo en relevancia las ventajas del uso exclusivo y/o compartido del agua supercial respecto al manejo tradicional del riego por parte de los productores. Las primeras presas de este tipo han surgido en 1991/92, si bien existieron algunos ensayos en 1988. Debido a la incorporación de estas nuevas tecnologías, que han acompañado al sistema de producción de arroz en las uentes de provisión del recurso, se ha generado un nuevo modelo productivo.
El cambio de modelo surge a partir de la conjunción de varios actores, entre ellos cabe mencionar: › la conormación del Mercosur y el consecuente incremento de la demanda de arroz, especícamente de parte de Brasil, cuyo consumo per ca pita asciende a 70 kg anuales; › la existencia de productores con grandes supercies de tierra y alta capacidad nanciera; › la limitada disponibilidad de agua subterránea por la proundidad (mayores a 90 metros) y su calidad ísico-química limitante (por elevada salinidad); › bajas coyunturales de los precios y de la rentabilidad de la ganadería de cría; › menor valor económico de la tierra de las nuevas regiones de producción respecto de las áreas tradicionalmente arroceras; y › aptitud de los suelos para el cultivo de arroz y buena calidad ísico-química del agua supercial.
El AgUA PArA riEgo En Entre Ríos el suministro de agua para el riego arrocero proviene de tres uentes: a) pozos de agua prounda (acuíeros); b) cursos de agua superciales, como ríos y arroyos y; c) desde embalses de agua por represas.
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Pesas aeas en Ente rs
Como se observa en el gráco Fuentes de agua, el 62 % de la producción se hace totalmente con agua extraída de pozos. El 80 % de la supercie regada por agua de pozos proundos se encuentra en 4 departamentos de la provincia (Villaguay, 35%; San Salvador, 16%; Colón, 15% y Uruguay, 14%). En el censo de los productores arroceros de Entre Ríos en el año 2011 se declararon aproximadamente 17.000 ha regadas por ríos y arroyos, de las cuales unas 2.000 son “complementadas” con agua de peroraciones. El 50% de este tipo de riego se encuentra en
el departamento La Paz y otro 17% en Villagu ay. En cuanto al agua proveniente de represas, regaron en esta campaña 17.870 ha, las que se ubican en el noreste de la provincia. El 80 % de los lotes regados por represa se encuentran en los departamentos Federación (50%) y Feliciano (27%). De la consulta a la base de datos del censo surge que se riegan con agua de pozo 934 lotes, 122 con represas y 121 con agua de río o arroyo. Según el tipo de energía que se utiliza en el riego arrocero, se censaron:
› 67.387 ha que utilizan gas oil como energía para el riego. De éstas, 42.667 son de agua de pozos proundos, el resto se utiliza en ríos y represas. › 1.520 ha utilizan gas para la extracción de agua desde río o arroyo. › 21.013 ha usan energía eléctrica para la extracción o movimiento de agua en el riego arrocero en la provincia. El detalle de su distribución es el siguiente: › 15.541 ha corresponden a energía eléctrica para extracción de agua de pozo. › 5.108 ha usan energía eléctrica para el movimiento de agua de represas. › 364 ha con energía eléctrica para el riego desde agua de río o arroyo.
El Arroz En ArgEntinA diSTriBucióN dE LA SiEmBr A dE Arroz Por ProViNciA ProVinCiAS
formoSA 3,7%
ChACo 3,1%
SAntA fE 20% EntrE ríoS 31,9%
CorriEntES 41,3%
SUPErfiCiE SEmbrADA 2011/12 (has)
hectáre as
104.247
97.152
-7.095
-6, 8
EntrE ríoS
99.608
75.000
-24.608
-24,7
SAntA fE
42.000
47.000
5.000
11,9
formoSA
8.300
8.800
500
6,0
ChACo
6.725
7.500
776
11,5
260.880
235.452
-25.428
-9,7
CorriEntES
nacIonal
SUPErfiCiE SEmbrADA 2010/11 (has)
DifErEnCiA
fUEntE Asan centna e plantaes e a - Blsa e ceeales e Ente rs (Sal- Fee)
%
El riEgo Por PrESAS Distintos estudios han identiicado 67 presas con un rango de volumen embalsado de 2 a 15 hm 3. Las mismas ocupan una supericie de embalse de 9.400 hectáreas en la provincia, lo que signiica un área potencial disponible de riego de aproximadamente 25.000 ha. Siendo su supericie regada actual de 17. 870 ha.
desmonte en zonas de la ubicación de los embalses de estas presas. La incorporación de esta tecnología de uso del agua supercial a través de represas a la producción agropecuaria implica una reducción de los costos de extracción de agua para riego a un 78%, al combinar uentes superciales y subterráneas.
tiPo DE PrESAS El crecimiento de la construcción de este tipo de represas ue regulada por la adhesión que realizó la provincia a la Ley Nacional Nº 26.331 de Presupuestos Mínimos de Bosques Nativos, lo que ha signicado un reno a la ampliación de la rontera agropecuaria evitando el
Se constató que la totalidad de las presas usadas para el riego agrícola son de material suelto (de tierra) con cuerpos homogéneos, impermeables, c umpliendo con las condiciones de estanqueidad. Este tipo de presas homogéneas
posee undaciones impermeables con una protección mínima o nula, t anto en el parámetro de aguas arriba como de aguas abajo. En el caso de presentarse protecciones, las de aguas arriba se realizan con colchonetas de troncos de árboles de la zona, neumáticos de autos o plantaciones de caña. En las de aguas bajo se coloca tierra mejorada y ertilizada para el adecuado crecimiento de la vegetación típica de la región. En las presas relevadas se presentan, en general, los siguientes tipos de vertederos: › uno principal de crecidas que utiliza el valle de inundación del curso repre-
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O L L O R R A S E D & S A S E R P 36
fUEntES DE AgUA diSTriBucióN PorcENTuAL dEL AGuA PArA riEGo SEGúN Su oriGEN río y Arroyo 19%
Pozo 62%
rEPrESA 19%
sado, generando un canal de uga con restitución al nal de éste con una caída; en algunos casos se presentan dos vertederos como los descriptos a ambos lados de la presa; › tubería de descarga con válvula nal; › vertedero tipo “pipa” con compuerta de ondo. Los taludes característicos que presentan las presas identicadas, tanto para aguas arriba como para aguas abajo, están en el orden de 1:2 a 1:2,5. La extracción de agua se realiza a través de equipos de bombeo instalado en el perilago, generalmente constituido por una bomba de tipo centríuga, motor a explosión y una tubería de impulsión de acero, otorgando de esta manera una dominancia al agua para su posterior distribución con canales de tierra.
Este tipo de tecnología ha sido analizada desde el punto de vista hidrológico encontrándose dicultades en el llenado de los embalses en periodos de sequias interanuales, por lo que suren de no poder regar la cantidad de supercie arrocera para las cuales ueran diseñadas. Este enómeno ha sido ampliamente analizado, y ante el interés en el crecimiento del área arrocera, se ha llegado a la conclusión acerca de la necesidad de incorporar a estas presas el aporte de acueductos desde los grandes ríos (Paraná y Uruguay). Es así que surge el Programa Provincial de Acueductos, con tres emprendimiento de este tipo que interactuaran, donde el uso del agua será asegurada en cantidad y calidad por parte de los ríos de caudal importante y la represas como pulmón del sistema. S
EL AGuA EN Su ámBiTo
CuenCas hidrográfiCas
El río Quemquemtreu, auente del Azul, impacta fuertemente sobre las p oblaciones de El Bolsón y Lago Puelo, en las provincias de Río Negro y
Chuut, respectamente.
En EStA SECCión:
EroSión En lA CUEnCA DEl nEUqUén La ganaea extensva es el pnpal s el sel en la ena el Nen, na e las pnpales asas e egaan e la tea p esn a. Pgna 38
CUEnCAS DEl ChUbUt y El AzUl Tant la peea ena el Al, la el cbt sn patas p sta pvna r Neg. En abs ass se an eatva ls ganss ntepvnales. Pgna 41
s a c i f á r g o r d i h s a c n e u c 37
s a c i f á r g o r d i h s a c n e u c 38
Pdda de sue p es dca e a cueca de neuu
L
a cuenca del río Neuquén cubre el sector norte y noreste de la provincia homónima. Ocupa una supercie de 40.000 Km2 y drena sobre un relieve cordillerano en el sector occidental, hasta la meseta en el sector oriental. En esta zona dominan los vientos del oeste que, interceptados por la cordillera, descargan su humedad mediante precipitaciones pluviales y nivales para disminuir rápidamente a medida que se avanza hacia el este. Esta entrada de aire húmedo del océano Pacíco depende de la altura de la cordillera y de la existencia de algunos valles transversales. Por tal motivo, las precipitaciones tienen un valor medio anual de 1.500mm a 2.000mm en el oeste, disminuyendo hacia el sector oriental hasta los 200 mm anuales. Tanto el río Neuquén como sus afuentes tienen un régimen pluvionival. El caudal medio anual del Neuquén es de 311 m 3/seg, siendo su principal afuente el río Agrio. En esta cuenca, como en la mayoría de las cuencas patagónicas, predomina el uso del suelo pastoril, aprovechando los pastizales naturales, mediante explotaciones extensivas, en campos abiertos o
Por
Juan J. Gatán
Ingeniero. In stitut o Nacional d e Tecnología Agro pecuar ia
vanesa Cappellett Autori dad Interjurisdiccional de las Cuencas de los ríos Neuquén, L imay y Negro
grandes potreros. La ganadería se realiza bajo un sistema de trashumancia con una marcada estacionalidad, involucrando el traslado de los animales desde las zonas de invernada hacia las de veranada durante la primavera y el retorno hacia las invernadas durante el otoño. Las veranadas están situadas hacia el oeste de la región, son relativamente altas (por encima de los 1.2001.300 msnm), son zonas subhúmedas a húmedas y poseen pastizales naturales de buena calidad. El uso de estas áreas está restringido por el clima ya que la acumulación de nieve obliga a retirar los animales, permitiendo el descanso
invernal y la recuperación de una temporada a otra. Las zonas de invernada se encuentran principalmente hacia el este de la región, son relativamente bajas, con clima semiárido a árido y poseen pastizales de menor calidad y generalmente más degradados. El tipo de explotación pastoril tiene un impacto sobre el suelo, cuyo control es limitado. Cuando este impacto es recuente y continuo produce alteraciones importantes en la cobertura vegetal y en la estabilidad y protección de los suelos. El sobrepastoreo es una de las actividades que contribuye a los procesos de degradación del suelo, que se maniesta por una sobrecarga animal en los campos con escasa vegetación, procesos que es acelerado por la acción de los vientos y las lluvias torrenciales. Por tal motivo, en esta cuenca la erosión hídrica es uno de los problemas más relevantes desde el punto de vista ambiental y socioeconómico. La capacidad potencial que presenta un suelo para hacer rente a los procesos de erosión hídrica está determinada por actores predisponentes, los cuales pueden ser analizados y cuanticados por la Ecuación Universal de Pérdida de Suelos
tiPoS DE EroSión A PArTir dE LoS dAToS ProPorcioNAdoS Por uSLE, LA FAo cLASiFicA L A EroSióN dE LA SiGuiENTE mANErA: ClASES DE EroSión
PérDiDA DE SUEloS (tn/ha/año)
DESCriPCión
nUlA A ligErA
< 10
Terras sn degradacón o que presentan erosón lamnar
moDErADA
10 a 50
Terras que presentan surcos cárcaas asladas además de erosón lamnar
AltA
50 a 200
Tierras que presentan cárcavas y surcos en forma signicativa
mUy A ltA
> 200
Tierras que presentan cárcavas y surcos en forma signicativa
EroSión híDriCA ACtUAl SuPErFiciE dE LA cuENcA dEL río NEuquéN SEGúN EL GrAdo dE EroSióN hídricA AcTuAL y uBic AcióN dE LAS árEAS rESPEcTiVAS mUy A ltA
8,4%
nUlA A ligErA moDErADA AltA mUy AltA
AltA
20,5% moDErADA
39
nUlA A ligErA
46%
25,1%
(USLE , por sus siglas en inglés), un modelo matemático de tipo paramétrico que permite estimar cuantitativamente la erosión para determinadas condiciones.
mEtoDologíA
s a c i f á r g o r d i h s a c n e u c
Esta área se corresponde principalmente con el sector este de la cuenca donde las precipitaciones son ineriores a 200 mm anuales y el relieve presenta pendientes suaves. Otro 25% de la supercie posee erosión hídrica moderada (entre 10 y 50 ton/ha/año). Las áreas con valores de erosión alta (entre 50 y 200 ton/ha/ año) y muy alta (más de 200 ton/ha/año) representan el 20% y el 9%, respectivamente. Estas áreas se ubican en el sector oeste de la cuenca, en las cabeceras de los arroyos que la drenan, donde las precipitaciones superan los 1.000 mm anuales, las pendientes son más pronunciadas y la cobertura de la vegetación es muy baja, undamentalmente en las zonas de alta montaña (Ver Erosión hídrica actual ).
La USLE es un método para predecir la tasa de pérdida de suelo en cualquier combinación de suelo, topograía, clima, cobertura y prácticas de manejo. El método se undamenta en la capacidad que netamente de las condiciones naturales poseen las lluvias para provocar erosión del lugar, en cambio, el valor de los dos y en la resistencia natural de la tierra. restantes pueden ser manipulados por Es un método que se puede aplicar en la acción humana. cualquier región (de allí el término universal), ya que considera los principales Los tres primeros actores (erosividad, actores que intervienen en el proceso relieve y suelo), determinan la Erosión de erosión hídrica: precipitaciones, tipo Hídrica Potencial, si a estos se agregan de suelo, relieve, coberturas vegetales y los actores cobertura y prácticas pro- Para el cálculo de la erosión hídrica poprácticas de conservación). Permite pre- porcionan la Erosión Hídrica Actual . tencial se tiene en cuenta que se ha perdecir la erosión actual y realizar simula- De acuerdo con los resultados propor- dido el total de cobertura vegetal, es decionados por USLE, la FAO clasica la cir el máximo de degradación posible. En ciones con dierentes escenarios. erosión en distintas categorías: nula o esta situación el área con erosión muy El principal actor contemplado por el ligera, moderada, alta y muy alta (Ver alta se incrementa notablemente, alcanmodelo es el de erosividad , que mide Tipos de erosión ). zando el 40% de la supercie, mientras la potencialidad de las lluvias para proque la supercie con erosión nula a ligeEroSión híDriCA vocar erosión. Su acción es regulada en ra se reduce al 20% (Ver Erosión hídrica ACtUAl y PotEnCiAl unción de las características del relie potencial ). ve (longitud y grado de la pendiente), de las propiedades del suelo (erodabilidad De acuerdo con la clasicación de la FAO, La metodología utilizada presenta una del suelo), del tipo de cobertura y de la cuenca del río Neuquén tiene el 46% serie de limitantes que deben tenerlas prácticas de conservación . El valor de su supercie con nula a ligera ero- se presentes en la interpretación de los de los tres primeros actores dependen sión hídrica (menos de 10 ton/ha/año). resultados. Por ejemplo, no permite la
EroSión híDriCA PotEnCiAl s a c i f á r g o r d i h s a c n e u c
SuPErFiciE dE LA cuENcA dEL río NEuquéN SEGúN EL GrAdo dE EroSióN hídricA PoTENciAL y uBicAcióN dE LAS árEA S rESPEcTiVAS nUlA A ligErA
nUlA A ligErA
20,1%
moDErADA AltA mUy A ltA
40
mUy AltA
39,1%
moDErADA AltA
18%
cuanticación de la sedimentación que ocurre dentro del sistema en que se aplica. Si bien esta situación no aecta la estimación del volumen de suelo removido a escala de parcela, esto no implica una pérdida real de suelo de una supercie mayor bajo estudio, ya que en el caso de coexistir procesos de sedimentación se estarían sobrestimando los volúmenes de suelo desplazados a escala de cuenca. El modelo tampoco permite la estimación de la erosión concentrada en fu jos u otros movimientos en masa. Estos enómenos podrían representar grandes volúmenes de suelo desplazado en tiempos relativamente cortos, aunque poseen una escasa representación supercial, con lo cual el impacto de la estimación puntual en parcelas individuales se ve atenuado a escala de cuenca. Además, la uerza erosiva de las precipitaciones se calcula en unción de la cantidad e intensidad de la misma. Como este actor es diícil de calcular y, a menudo, altan los datos necesarios, se han realizado aproximaciones considerando la distribución de las precipitaciones medias mensuales. Por lo tanto, se puede subestimar la erosividad de las precipitaciones en zonas, como el Monte, donde son más recuentes los eventos de precipitaciones en orma torrencial cuyo poder erosivo es mayor.
22,8%
que la zonicación del territorio de acuerdo con el riesgo actual o potencial de degradación, ayudaría a generar políticas de planicación de uso del suelo que tiendan a lograr el desarrollo sustentable de la cuenca.
A pesar de estas limitaciones, el modelo aplicado permitió evaluar de manera aproximada la erosión hídrica en la cuenca del río Neuquén y detectar las áreas con mayores problemas actuales y con mayor riesgo potencial, lo cual permite priorizar áreas de intervención y orientar pautas generales de monitoreo y de manejo. Se observó que aproximadamente el 30% de la cuenca presenta alta y muy alta erosión hídrica, proporción que aumenta al 60% en el caso extremo de perderse la cobertura vegetal (erosión hídrica potencial). Los sectores más aectados son la Cordillera Norte y la Precordillera, especialmente en las subcuencas de los ríos Varvarco, Curi Leuvú, Lileo y el sector alto del río Neuquén. La inormación generada es una herramienta de utilidad para los organismos provinciales encargados de la gestión y control de los recursos naturales, dado
Como se ha dicho, el principal uso del suelo en esta región es la ganadería extensiva, pero la excesiva presión de pastoreo en algunos sectores que disminuye la cobertura vegetal del suelo, provoca que una de las principales causas de la degradación de la tierra sea por erosión hídrica. Por lo tanto la principal medida para disminuir los problemas de erosión hídrica en la cuenca sería realizar un manejo adecuado del pastoreo, con descansos del pastizal que permitan su recuperación y ajustando las cargas animales a la oerta orrajera de los dierentes tipos de pastizales presentes en la región. Complementariamente se recomienda la implantación de masas orestales con nes de protección en los sectores con mayores problemas de degradación. Por último es de destacar que sería importante contar con indicadores ambientales para el monitoreo de los procesos la degradación de las tierras, como por ejemplo una red de sitios en los que se realicen mediciones de sedimentos transportados por los ríos. S
ACRA y COiRCHU
Se eacva audades de cueca e r ne Cuu
s a c i f á r g o r d i h s a c n e u c 41
E
n la Municipalidad de Sierra Grande, Río Negro, se realizó a nes de mayo una reunión del Consejo de Gobierno de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas del río Azul (ACRA), en la que participaron autoridades del Instituto Provincial del Agua de Chubut y del Departamento Provincial del Agua de Río Negro, encabezadas por los ingenieros Nelson Williams y Juan Luis Gardes, respectivamente, para analizar las distintas acciones que se han venido desarrollando en el ámbito del organismo de cuenca, creado en octubre de 1997. En la reunión se destacaron los éxitos parciales alcanzados en el ordenamiento territorial en las áreas urbanas de El Bolsón y Lago Puelo y la sistematización de la inormación hidrometeorológica y de calidad de aguas en la cuenca. Por cuestiones de emergencia, los esuerzos de ordenamiento territorial se concentraron en la parte baja de la cuenca donde se encuentran las ciudades mencionadas, los desaíos pasan también ahora por trabajar con medidas estructurales y no estructurales en la cuenca alta, a eectos de morigerar los picos de crecidas en las nacientes y
Ataes negnas btenses en la enn e Sea Gane
minimizar los riesgos en la parte baja; además se considera imprescindible reproducir en las áreas urbanas de ambas provincias los “parques lineales” sobre las márgenes del río Quemquemtreu, dado que este tipo de obra, de bajo costo, tiene una alta receptividad por parte de los vecinos y aleja uertemente el peligro de la ocupación ilegal de la planicie de inundación.
También se consideró imprescindible acompañar desde el ACRA las iniciativas que cada una de las jurisdicciones instrumenten en educación ambiental. En este sentido Río Negro inormó la realización en El Bolsón de un taller de sensibilización para docentes de 5º grado de la escuela primaria, que marca el inicio del Programa “El Agua va a la Escuela”, que se aplica en todo el territorio de la provincia.
s a c i f á r g o r d i h s a c n e u c 42
Las autoridades hídricas se comprometieron a reactivar el uncionamiento de esta Autoridad de Cuenca, ya que por dierentes motivos, en los últimos dos años se había perdido la sistematicidad de las reuniones del Comité Ejecutivo, lo que repercute directamente en la dinámica de las acciones, iniciativas y gestiones a nivel de cuenca. En primer lugar, ambos organismos procederán a designar a los Representantes Titular y Alterno al Comité Ejecutivo y solicitarán lo mismo a los Municipios de El Bolsón (RN) y Lago Puelo (Ch) que también integran este cuerpo colegiado
El Comité DEl río ChUbUt En el mismo evento, las autoridades provinciales también trataron el tema del Comité Interjurisdiccional de Cuencas
del río Chubut (COIRCHU), creado en julio de 2004 por ambas provincias, aunque la constitución ormal se dio recién en abril del 2008, donde se constituye el primer Comité Ejecutivo en la localidad de El Maitén. En el encuentro se discutieron los términos de la Carta Orgánica y del Reglamento de uncionamiento y la identicación de los aspectos a desarrollar e instrumentar que en lo básico pasa por denir y operar una red de estaciones hidrometeorológicas y de muestreos de calidad de agua. También se acordó la necesidad de contar con un estudio integral de la cuenca alta que es uno de los sectores menos conocidos, estimándose que para este objetivo es posible conseguir nanciamiento en organismos ederales, como el Consejo Federal de Inversiones (CFI),
o nacionales, como la Dirección Nacional de Preinversión (DINAPREI). También se consideró imprescindible acompañar desde el COIRCHU las iniciativas que cada una de las jurisdicciones instrumenten en relación a la educación ambiental. Río Negro comunicó que también en las escuelas primarias de los pueblos y parajes de la ubicados sobre la cuenca del río Chubut se implementará el Programa educativo “El Agua va a la Escuela”, como en el resto de la provincia. En este caso también las autoridades se han comprometido a reactivar el organismo de cuenca y a designar a los representantes respectivos. S fUEntE: AcrA coirchu
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