UNIVERSIDAD AUTÓNOMA GABRIEL RENÉ MORENO FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS UNIDAD DE POSTGRADO
TITULO DEL TEMA DE INVESTIGACIÓN: “EFICIENCIA REPRODUCTIVA DE UN HATO BOVINO PRODUCTOR DE LECHE”
MONOGRAFÍA CIENTÍFICA CIENTÍFICA PARA OPTAR EL TÍTULO DE: ESPECIALISTA EN REPRODUCCION DE BOVINOS
PRESENTADA POR: Lic. JOSÉ RAFAEL MATURANA DORADO
DIRECTOR DE TRABAJO: Dr. JUAN CARMELO RIVERO SARMIENTO Santa Cruz de la Sierra, Bolivia Febrero – 2018
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ÌNDICE DE CONTENIDO Título ................................................. ........................................................................... .................................................... ...................................... ............ i Índice .................................................. ............................................................................ .................................................... ..................................... ........... ii
I. INTRODUCCIÓN .................................................. ........................................................................... .......................................... ................. 1 1.1. Antecedentes ................................................ ......................................................................... .............................................. ..................... 1 1.2. Planteamiento del problema.......................... problema ................................................... .............................................. ..................... 2 1.3. Justificación .................................. ........................................................... ................................................... ...................................... ............ 4 1.4. Objetivos .................................................. ............................................................................ ................................................... ......................... 5
II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA................................................ ......................................................................... ......................... 6 2.1. Reproducción bovina ................................................. ........................................................................... ................................. ....... 6 2.2. Eventos reproductivos de la hembra ................................................... ........................................................... ........ 6 2.3. Fertilidad en el macho y monta natural ..................................................... ..................................................... 10 2.4. Reproducción Reproduc ción en ganado lechero ............................................................. ............................................................. 12 2.5. Eficiencia reproductiva ........................................................... .............................................................................. ................... 14
III.- INDICADORES REPRODUCTIVOS DE BOVINOS HOLSTEIN ENSANTA CRUZ .................................................. ............................................................................ .................................................... ................................... ......... 17
IV. CONCLUSIONES ........................................... .................................................................... ............................................ ................... 23
V. BIBLIOGRAFÍA .......................................... .................................................................... ................................................. ....................... 24
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I.- INTRODUCCIÒN
1.1. Antecedentes La explotación lechera en Santa Cruz es una de las actividades productivas que contribuye a incrementar el desarrollo regional, considerando que actualmente se ha introducido genética, tecnología y mano de obra especializada en el manejo de ganado lechero (FEDEPLE, 2015). En el año 2009 la población de bovinos productores de leche en Bolivia fue de 335.000 cabezas, de las cuales 117.000 corresponden bovinos de la raza Holstein o cruces avanzados de Holstein con otras razas, manejados en sistemas semi intensivos y una minoría en sistema intensivo: Se registró una producción anual de leche fresca para venta de 567.471.174 litros, de los cuales el 79% es destinado a la producción industrial de lácteos y derivados de la leche, con los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba como los principales productores (CAO, 2014). En Santa Cruz, la mayor producción de leche se evidencia en el área central, denominada “Cuenca Lechera”. Según d atos de FEDEPLE el número de
productores para la zona es de 599, con 65 795 cabezas. Asimismo, se indica un promedio de 8,9 litros vaca al día (FEDEPLE, 2015). Actualmente, el sector lechero en Santa Cruz presenta muchos problemas que limitan su desarrollo, entre ellos: deficiente manejo técnico y del ordeño, irregularidad en la aplicación de programas sanitarios preventivos, falta de uso de registros y falta de control productivo. Sin embargo, el de mayor impacto económico negativo significativo es la baja parición, esto debido a que el periodo severo de sequía y el alza de los insumos alimenticios (maíz, sorgo, soya) ocasionó un mal estado corporal de los animales y consecuentemente disminuyó la fertilidad del ganado lechero (CAO, 2014).
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Consecuentemente, la reproducción es el factor
que más incide en la
productividad de una granja lechera. Ruíz y col., (2009), indican que el mantenimiento de una alta eficiencia reproductiva en el manejo del hato lechero es crítico para alcanzar la rentabilidad del hato a corto y mediano plazo. Esto es realidad debido a que una buena eficiencia reproductiva permite:
Primero, mejorar la eficiencia de la producción a través del incremento de la producción de leche por día de vida del hato y por un incremento del número de terneros por vaca;
Luego se minimizan los costos asociados con: Mantenimiento de vacas secas; Pérdidas de producción debidas a problemas de parto; consultas de veterinario y costos de inseminación; y descarte de vacas por fallas en reproducción (Ruiz y col., 2009).
Por tanto, como indica Vélez (2004), un buen desempeño reproductivo en el hato incrementa la tasa de ganancia genética ya que permite descartar vacas por baja producción en vez de hacerlo por problemas reproductivos e incrementar el potencial genético de las vaquillas, los cimientos de la futura generación de vacas en el hato.
1.2. Planteamiento del problema Por otra parte, la vaca productora de leche es el organismo más eficiente para la producción de nutrientes para el hombre. Es además, entre los rumiantes, el que muestra una mayor tasa de síntesis de producto y sobre el cual existe una marcada presión para aumentar su potencial de producción (Bó y Caccia, 2005). Esto ha conducido a desarrollar un animal altamente susceptible a influencias ambientales, nutricionales, infecciosas, etc., que pueden alterar su actividad reproductiva (Carvajal y col., 2008).
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En este contexto, el análisis adecuado de indicadores de la actividad reproductiva facilita detectar eventuales variaciones, las cuales, al relacionarlas con los factores que las afectan, permitirá establecer los correctivos necesarios en el momento oportuno para atenuar su efecto económico. Para valorar el comportamiento reproductivo del hato lechero es necesario utilizar ciertos indicadores basados en constantes fisiológicas como duración de preñez, tiempo de involución uterina, comienzo de la actividad sexual, intervalo entre celos, etc., casi todos sujetos a variaciones por causas infecciosas, nutricionales y de manejo, atribuidas al hombre o al medio ambiente (Bó y Caccia, 2005). Según, Ramos (2010), los principales indicadores que permiten evaluar la eficiencia reproductiva son:
Intervalo entre partos (IEP) y días abiertos.
Servicios por concepción (SC).
Tasa de natalidad (TN).
Porcentaje de abortos detectados (AD).
Porcentaje de eliminación de vacas por problemas reproductivos (EVPR).
Índice de concepción (IC).
Índice de gestación (IG).
Índice de lactancia (IL).
Promedio de días en lactancia (PDEL), (Ramos, 2010).
Los resultados de estos parámetros reproductivos son simplemente cifras, que por sí solas carecen de significado, y que deben ser comparadas con niveles óptimos ya sea fisiológicos o para la zona o región donde se encuentra la granja. Asimismo, se indica que para la evaluación de la eficiencia reproductiva en ganado lechero es imprescindible mantener registros de los eventos relacionados
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con la reproducción, que permitan calcular índices de producción y evaluar el comportamiento retrospectivo y futuro del hato. Estos registros deben ser llevados por el ganadero bajo instrucciones de un profesional (Marcondes y Sampiero, 2006). Según FEDEPLE (2015), la gran mayoría de los productores no determinan estos indicadores productivos, ya que según la encuesta del año 2009, solamente el 20 % de los productores lecheros utilizan esta información reproductiva. En la granja lechera Catalina, se evidencia igual situación, lo que le impide al propietario poseer información oportuna de su hato para mejorar el comportamiento reproductivo.
1.3. Justificación La importancia de un manejo reproductivo efectivo se basa en un buen sistema de registros, lo que le permite al productor anticipar los eventos reproductivos a futuro de manera de cuidar de los animales adecuadamente, minimizar problemas de salud y alimentar para una producción eficiente (IRAC, 2006). Razón a ello, la evaluación de los índices reproductivos permite identificar problemas, establecer metas, y monitorear los progresos hacia una alta eficiencia reproductiva. La producción lechera en Santa Cruz, es la tercera actividad pecuaria que más aporta al desarrollo económico y social del departamento. Por esto, la evaluación reproductiva de los hatos lecheros debe ser una prioridad; ya que se conoce que en la actualidad, los productores ganaderos no están capacitados en el manejo reproductivo, lo cual está asociado a una irregular asistencia técnica recibida, imposibilitando
generar
planes
reproductivos
productividad.
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eficaces
que
mejoren
la
Dentro de la producción animal, el manejo reproductivo tiene un rol esencial para alcanzar los niveles productivos deseados (EMBRAPA, 2008). En este sentido los veterinarios zootecnistas deben estar involucrados en dicho manejo, utilizando los parámetros reproductivos y conociendo el origen de los mismos para no incurrir en errores de interpretación y por tanto fallar en los mecanismos de acción destinados a solucionar los problemas. Esto se logra con la aplicación de los conocimientos adquiridos en reproducción y con el uso de técnicas o sistemas que mejoren los índices reproductivos.
1.4. Objetivos 1.4.1. Objetivo general Determinar la eficiencia reproductiva de un hato bovino productor de leche en la zona integrada del departamento de Santa Cruz.
1.4.2. Objetivos específicos
Analizar los registros reproductivos
Determinar los índices reproductivos.
Evaluar la eficiencia reproductiva del hato lechero.
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II. REVISIÒN BIBLIOGRÁFICA 2.1. Reproducción bovina El proceso reproductivo constituye la esencia de la renovación biológica en todas las especies. Una alta eficiencia reproductiva es requisito indispensable para el éxito económico, tanto de la ganadería lechera como de la de carne. La baja eficiencia reproductora se traduce en mermas directas en la producción láctea y cosecha de becerrada, e indirectamente en la producción anual de carne (menos becerros destetados), (Calleja, 2001). El proceso reproductivo está regulado por el sistema endocrino e influenciado fuertemente por las condiciones ambientales en que se desenvuelven los animales.
2.2. Eventos reproductivos de la hembra A lo largo de la vida de una hembra, se debe registrar la eficiencia de sus parámetros reproductivos, esto para decidir usarlas como reemplazo en el hato o ponerlas en venta; también se toman en cuenta el número de lactaciones y su producción de leche. Estas consideraciones toman mayor importancia cuando la producción es más intensiva y los gastos de manejo y alimentación se vuelven más demandantes (Calleja, 2001). Para que las hembras sean rentables dentro de una explotación, deben:
Tener rápido crecimiento desde el nacimiento hasta la pubertad.
Alcanzar la pubertad a edad temprana.
Tener buenos parámetros de fertilidad.
Producir crías viables.
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Producir leche suficiente para su cría y para la venta.
Retornar temprano al estro durante el posparto para gestar nuevamente.
Continuar produciendo crías y leche a intervalos regulares en su vida reproductiva (Calleja, 2001).
La habilidad de los animales para alcanzar estas características depende de muchos factores que se citan a continuación.
Pubertad La hembra rumiante alcanza la pubertad cuando se presenta el primer comportamiento de estro acompañado por la ovulación y maduración del cuerpo lúteo en el ovario. Esto se encuentra determinado por diversos factores, tales como: genotipo, tamaño y peso del animal (factores endógenos), estación del año al nacimiento, época de lluvias, nutrición, temperatura ambiental, fotoperiodo, método de crianza y enfermedades (factores exógenos), (Tríbulo y col., 1999). Generalmente, las vaquillas bovinas y de búfalo, alcanzan la pubertad cuando alcanzan de 55 a 60% de su peso adulto. Sin embargo, la edad en que pueden alcanzar la pubertad es muy variable; desde 12 a 40 meses en el bovino, y 18 a 46 en el búfalo. Crecimiento y peso son los determinantes de mayor importancia sobre la edad para alcanzar la pubertad. Bajo condiciones óptimas, los animales tipo europeo y sus cruzas alcanzan más rápido la pubertad que el ganado cebuino, mientras que el búfalo de río y sus cruzas son más rápidos que las de búfalo de pantano. Sin embargo, el ganado cebuino generalmente tiene una vida reproductiva más larga que el ganado europeo, es decir, compensa su retraso de la pubertad con una alta longevidad. En resumen, los principales factores que influencian la edad en que se alcanza la pubertad son genotipo, nutrición, manejo, temperatura ambiental, época y año de
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nacimiento, parásitos y enfermedades (Tríbulo y col., 1999).
Ciclos estrales y apareamiento Los ciclos estrales regulares de las vacas adultas tienen una duración promedio de 21 días y presentan 4 etapas: proestro, estro, metaestro y diestro (Bó y Caccia, 2005). Durante el proestro, la hembra se encuentra bajo la influencia de dos hormonas hipofisiarias: la hormona folículo estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). En esta etapa sigue creciendo y madura un folículo (a veces 2) de un grupo de folículos en crecimiento, que secretará estrógenos. Los estrógenos actúan sobre el cerebro de la vaca y provocan los cambios de comportamiento característicos del estro o calor. Simultáneamente actúan sobre el tracto reproductivo causando cambios como inflamación de la vulva, hiperemia de la vagina, salida de moco cervical e incremento del tono uterino. Las altas concentraciones de estrógeno causan un incremento de LH que dará origen a la ovulación al final del estro o calor. Después de la ovulación lo que queda del folículo se transforma en el cuerpo lúteo (CL) que secretará progesterona y prepara al tracto reproductivo para la gestación. Generalmente, los signos externos de calor son más evidentes en el ganado europeo que en el cebuino y se muestran menos evidentes en el búfalo. Aunque existen variaciones entre razas; los signos se puede clasificar como muy poco a muy marcados. Los signos de estro son:
Enrojecimiento e hinchazón de la vulva.
Secreción de moco vulvar.
Relajamiento de los ligamentos pélvicos.
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Bramidos frecuentes.
Disminución del apetito y de la producción láctea.
Indiferencia a otros animales.
Quietud cuando son montadas por el toro u otra vaca (Bó y Caccia, 2005).
En condiciones naturales, los machos muestran interés e intentan montar a las hembras que están en calor. Del mismo modo, las hembras interactúan montándose entre ellas durante el calor. En algunos casos hay salida de chorros de orina. La duración del calor es más corta en razas bovinas de trópico (10 horas en promedio) que las razas de clima templado (15 horas en promedio). También la expresión de los signos de estro está influenciada por factores ambientales como temperatura; humedad; factores sociales (como dominancia); y presencia de enfermedades o dolor en miembros o pezuñas. Es importante lograr una buena detección del calor en la fertilidad de los bovinos. El método más fácil y económico es la observación. Para llevar a cabo este proceso, es importante que el observador esté familiarizado con lo que debe identificar (Bó y Caccia, 2005).
Gestación y parto La fertilización del ovocito ocurre en el oviducto (trompas uterinas), y el embrión resultante entra en el útero después de 4 días. El embrión rápidamente lleva a cabo su división celular y crecimiento. La implantación se lleva a cabo en el útero en un periodo de 25 a 35 días después de la fecundación. El embrión es llamado feto después de los 45 días de la fertilización. El promedio de duración de la gestación es de 285 días, en el ganado cebuino, y de 280 días en el ganado europeo (270-290). El método más común para
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diagnosticar la gestación es la palpación del tracto genital a través del recto, la cual se debe llevar a cabo, en promedio, 50 días después de la monta. Otros métodos más modernos incluyen la medición de niveles hormonales en sangre o leche y el uso del ultrasonido. Al final de la gestación, la hembra comienza la labor de parto. La cual considera tres etapas: dilatación del canal de parto (2-6 hrs.); expulsión del pro- ducto (30-40 min); y expulsión de las membranas fetales (2-6 hrs). En condiciones normales, el pro- ceso completo de parto debe ser completado entre 8 a 12 horas, en la vaca (UNAM, 2010).
Periodo posparto Después del parto, el tracto reproductivo de la hembra entra en periodo de recuperación —llamado involución—, durante el cual el útero retorna a su tamaño normal, como cuando no estaba gestante; se completa en 25 a 35 días. Sin embargo, este proceso se puede retrasar si se presentan infecciones a causa del parto. Esto sucede si el parto se lleva a cabo en condiciones antihigiénicas, de distocia, de retención placentaria o de prolapso uterino. El ciclo estral se inicia durante los primeros días después del periodo posparto y los órganos que controlan el mecanismo hormonal del ciclo estral (que incluyen el hipotálamo en el cerebro, la hipófisis debajo de este, y el ovario en el abdomen) gradualmente recobran sus funciones, por lo que la hembra normalmente muestra signos de calor entre los 30 o 60 días después del parto. Sin embargo, una serie de factores tienen influencia sobre estos órganos y el ciclo estral puede verse retrasado, dando como resultado una baja eficiencia reproductiva (UNAM, 2010).
2.3. Fertilidad en el macho y monta natural
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Fertilidad en el macho En el macho, la pubertad es un proceso gradual con un incremento progresivo en la producción de esperma y la capacidad de monta. Los becerros de muchas razas de clima templado mostrarán libido antes del año de edad, pero la fertilidad puede alcanzarse hasta los 14 o 16 meses de edad. Generalmente, en bovinos, la pubertad se define como el tiempo en que un macho es capaz de dejar gestante a una vaca. Para lograr esto, se requiere la presencia de, al menos, 50 millones de espermatozoides por cada eyaculación, de estos, más de 10% deben mostrar motilidad precoz. Por lo que toca a la hembra, la pubertad está influenciada por el genotipo, la nutrición y muchos otros factores. El volumen de semen producido por eyaculación varía de 2 a 5 ml en toros jóvenes y de 5 a 15 ml en algunos toros de mayor edad. Una muestra normal debe contener de 1 a 3 billones de espermatozoides por ml (109), con más de 60% de los espermatozoides activos mostrando una motilidad vigorosa. El proceso de selección para la crianza y el uso de los toros reproductores es muy importante; se debe obtener una fertilidad óptima, de esto dependerá que un toro sea destinado a monta natural o a inseminación artificial. Como quiera que sea el caso, los toros reproductores deben ser superiores, no sólo en su potencial genético, sino también en sus características reproductivas. Deben tener órganos reproductores normales bien desarrollados, producir semen de excelente calidad, mostrar buena libido y tener capacidad para montar y servir eficientemente a las hembras (UNAM, 2010).
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Monta natural Los toros pueden ser usados en dos tipos de monta natural: libres de aparearse, o monta dirigida y controlada. En el primer sistema, la detección del calor se lleva a cabo por el toro, y las vacas en calor general- mente son montadas varias veces durante cada periodo de calor. Un toro puede cubrir de 40 a 50 vacas por año, siempre y cuando no exista una marcada estacionalidad en la presentación de calores. En explotaciones grandes, algunos toros pueden ser utilizados bajo un sistema de rotación, debido a que es imposible introducir dos o más toros al mismo tiempo dado al comportamiento agresivo de un toro hacia otro. En el segundo sistema (monta dirigida), la detección de calor y la programación de servicios se llevan a cabo por el ganadero, y cada vaca es servida de una a dos veces en cada periodo de calor. En este caso un toro puede ser usado con tres o cuatro vacas por semana o bien de 150 a 200 vacas por año. Si un toro es usado excediendo las dos semanas de su primera eyaculación, generalmente el eyaculado es de pobre calidad y, por lo tanto, siempre se debe repetir la monta después de algunos minutos (UNAM, 2010).
2.4. Reproducción en ganado lechero En términos generales, el comportamiento reproductivo de una vaca se basa en la estimación de su habilidad para parir a intervalos regulares. La mayoría de las vacas lecheras tienen la capacidad de reproducirse a intervalos de 12 a 13 meses con 10 meses de lactancia en promedio; esto liga la eficiencia productiva a la producción láctea. En todo programa reproductivo deben fijarse objetivos prácticos de eficiencia que se pueden lograr con la aplicación adecuada de las técnicas
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conocidas y funcionales (IRAC, 2006).
Ciclo estral En las condiciones modernas de explotación del ganado lechero, el hombre manipula el proceso reproductivo vía IA principalmente, esto hace que el seguimiento del ciclo estral de los animales sea de primordial importancia. Las características fundamentales de dicho ciclo se sintetizan de la manera siguiente:
Duración del ciclo estral: 21 días promedio, variación normal 18-24 días.
Duración del período de estro o calor: 18 hrs. variación normal 10 a 24 hrs.
Ovulación: 11 horas después del celo, en promedio; variación normal: 5-16 hrs.
Por lo que respecta a la gestación, ésta es de 278 días para las razas Holstein y Jersey, y de 288 días en la raza Pardo suizo (Ramos, 2010). El tiempo de fertilidad óptimo de los óvulos es corto (2 a 4 horas) y el tiempo de ovulación varía de 5 a 16 horas después del final de un celo estable siendo la vida fértil del espermatozoide dentro del tracto reproductivo de la hembra de 28 hrs. Estos aspectos fisiológicos son de gran importancia práctica ya que, el conocerlos permitirá realizar adecuadamente la IA (IRAC, 2006).
Consideraciones para mejora de la eficiencia reproductiva en ganado lechero
Mantener un buen sistema de registros, indicando cada calor.
Servir a las novillonas al peso recomendado para la raza.
Alimentar a las novillonas correctamente para que puedan servirse precozmente.
Observar los calores al menos dos veces al día.
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Incluir minerales en las raciones de concentrados.
No servir a las vacas antes de 50 días posparto para optimizar la concepción al primer servicio.
Controlar las enfermedades de la reproducción (vacunaciones).
Revisar rutinariamente a las vacas para el diagnóstico de gestación.
Inseminar a las vacas en el momento correcto (UNAM, 2010).
2.5. Eficiencia reproductiva La eficiencia reproductiva puede ser evaluada con parámetros rigurosos, que son indicadores de los periodos reproductivos que proveen información específica de fertilidad con respecto a sus capacidades y limitaciones. Por lo tanto, para evaluar el desempeño reproductivo sin tener que esperar periodos largos, se utilizan los parámetros reproductivos. Algunos parámetros sólo pueden usarse en ciertos rebaños y otros se utilizan de manera individual (Calleja, 2001). En el caso de las vaquillas, la importancia de los parámetros es revisar la edad en que llegan a la pubertad y la edad al primer parto, que dependen de la actividad ovárica. Bajo un sistema extensivo en contacto con toros, las vaquillas conciben rápidamente después de la pubertad. En sistemas de confinamiento la eficiencia de la detección de celos y la época de servicio, entre otros factores, influirán en la edad del primer parto. Según, Calleja (2001) y Tríbulo y col., (1999), en ganado lechero se deberán calcular los siguientes indicadores reproductivos. El índice de concepción es el porcentaje de hembras gestantes (basado en diagnóstico de gestación vía palpación rectal) con respecto a aquellas que fueron servidas.
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El índice de gestación se calcula en base al porcentaje de hembras gestantes (en el periodo de un año) respecto a las hembras que ya pueden quedar gestantes dentro del rebaño. El índice de parición es el porcentaje de hembras que parieron en el transcurso de un año. El número de concepciones por servicios es el número total de vacas que lo recibieron entre el número de hembras gestantes. Dichos índices están influenciados por factores relacionados con las vacas, los toros o de la IA y el sistema de la granja. El índice de no retorno, o concepción aparente, es un dato utilizado en servicios a través de IA para evaluar el éxito del procedimiento. Se lleva a cabo en los días 30, 60 o 90 para saber si quedaron gestantes o no. La utilidad es limitada a situaciones donde la IA es el único método de reproducción. El intervalo entre partos probablemente sea el único parámetro que provee información de la eficiencia reproductiva, ya sea en rebaño o individual. Esto se evalúa de la siguiente manera:
Intervalo de parto con el primer estro (periodo de anestro posparto).
Intervalo del primer estro con la siguiente gestación (periodo de servicio) (a + b = periodo de servicio).
Intervalo de gestación con el parto (Calle, 2001; Tríbulo y col., 1999).
Para obtener beneficios económicos bajo modernos sistemas intensivos, se acepta que el intervalo entre partos sea de un año. El tiempo promedio de gestación es de 280 a 285 días; la hembra debe quedar gestante en los días 80 a 85 posparto. La actividad ovárica debe comenzar en un periodo corto posparto. El granjero debe detectar calores a tiempo y proveerla de buena alimentación.
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La importancia relativa de dichos factores varía respecto a los pequeños productores. Por ejemplo, en sistemas extensivos con libre pastoreo, la alimentación varía según la edad de los pastos, causando estragos en la pubertad y en el posparto. En este sistema las hembras quedan gestantes en cuanto empieza la actividad ovárica debido a que están en contacto con los machos. En sistemas de confinamiento, la detección de celos y la IA toman mayor importancia. En el caso de pequeños productores se encuentra que la lactación influye en la actividad ovárica posparto. En lugares tropicales, el intervalo entre partos de un año es difícil, y a veces imposible por diversos factores. En otros sistemas, la vaca tiene un parto cada dos años; por tanto, se consideran vacas de pobre fertilidad (UNAM, 2010). La evaluación de la eficiencia reproductiva, se realiza calculando los índices previamente descritos para su posterior comparación con valores estándares, tal como refiere IRAC (2006). Índices reproductivos de bovinos lecheros y sus valores ideales y prácticos bajo circunstancias intensivas de explotación
Índice reproductivo
Unidad
Ideal
Meta práctica
Valor que indica problemas
7a9 24 12
10 25 a 26 12 a 13
Más de 14 Más de 27 Más de 13
Edad al primer servicio Edad al primer parto Intervalo entre partos
Meses Meses Meses
Días abiertos
Días
85
100
Más de 115
Servicios por gestación
Servicios
1
1,5
Más de 1,8
Índice de concepción al primer servicio índice de gestación Índice de parición Fuente: IRAC, (2006)
% % %
60 100 100
50 90 95
Menos de 40 Menos de 90 Menos de 95
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III. INDICADORES REPRODUCTIVOS DE BOVINOS HOLSTEIN EN SANTA CRUZ Para este capítulo, se analizaron datos de trabajos de investigación ejecutados en la FCV referente a parámetros reproductivos en bovinos Holstein. A continuación se indican los valores medios generales de las variables reproductivas del hato bovino Holando de la Lechería El Prado en el periodo 2009 – 2013.
Tabla 1. Media y error estándar (±EEM) de parámetros reproductivos del hato bovino Holando de la lechería El Prado - UAGRM, periodo 2009 2013 (Provincia Warnes, departamento Santa Cruz, Bolivia) Parámetros
Unidad
Media
±EEM
Edad Primer Servicio (EPS)
Meses
18,3
0,54
Edad Primer Parto (EPP)
Meses
30,8
0,69
Servicios por Concepción (SPC)
Servicios
4,1
0,27
Intervalo Parto Concepción (IPC)
Días
189,8
12,14
Intervalo Parto Primer Servicio (IPPS)
Días
104,8
6,75
Intervalo Entre Servicios (IES)
Días
55,7
3,17
Intervalo Entre Partos (IEP)
Días
469,6
14,43
Fuente: Salinas y col., (2015).
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Edad Primer Servicio (EPS La edad a primer servicio promedio general para los cinco años en estudio determinada en este trabajo coincide con el valor reportado Oliveira y col., (2004), de 18,6 meses para el periodo 1997 – 2002 en la lechería El Prado. Asimismo, coincide con la EPS indicada por ASOCRALE (2002). Sin embargo, Rivero y col., (1990), reportan valores muy superiores de la EPS (28,5) para bovinos Holando en Santa Cruz Central. Este es un índice importante en la explotación lechera, es el primero que se obtiene en la evaluación de la reproducción ganadera. Se encuentra condicionado con la presentación del primer celo, esta presentación depende de la alimentación y por lo tanto del crecimiento de las vaquillas, más que de la edad y la raza. Una adecuada dieta durante el desarrollo determina una presentación temprana del primer celo.
Edad Primer Parto (EPP) El promedio de esta variable también coincide con la media reportada por Oliveira y col., (2004), ya que la misma fue de 30,4 meses para el periodo 1997 – 2002 en la lechería El Prado; asimismo, coincide con la EPP indicada por ASOCRALE (2002). Sin embargo, es menor a la indicada por
García y Cardona (1997) para
Cochabamba; Galeguillos y col., (2000), Rivero y col., (1990) y Abreu y Pereira, (2006) en Santa Cruz. Finalmente, la EPP determinada en este trabajo es muy superior al valor estándar para la EPP de 24 meses, recomendada para la raza en condiciones de manejo semi intensivo en ambiente cálidos. Armstrong (1988) señala que 24 meses al primer parto es considerado por la mayoría como la edad óptima para este evento, de la misma forma, reporta que
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las vacas que parieron a los 24 meses o menos fueron más rentables. Sin embargo, esto necesita de vaquillas con un buen crecimiento, para lo cual el productor deberá esforzarse y justificar el mantenimiento de tasas de crecimiento deseables en sus reemplazos. Además, manifiestan que el peso, tamaño y edad son características muy importantes para el rendimiento de una vaca de primer parto. Este es un índice de gran importancia para una explotación racional de bovinos de leche, toda vez que valores bajos para la edad a primer parto, posibilita un retorno económico más rápido, además de aumentar el número de terneros producidos a lo largo de la vida de las vacas (Rivero, 1990).
Servicios por Concepción (SPC) El promedio obtenido en el hato lechero de El Prado guarda relación con el SPC obtenido por Oliveira y col., (2004) para el periodo 1997 – 2002. Pero es muy alto en relación a los SPC obtenidos por ASOCRALE, (2002), García y Cardona, (1997), Rivero y col., (1990) y Da Cunha y Ortiz, (2003). Por tanto, se evidencia que el SPC de este trabajo es elevado en relación a valores óptimos bajo circunstancias ideales que indican menos de 1,7 SPC. Los servicios por concepción es un índice de gran importancia por lo que permite conocer la fertilidad del hato pero no debe ser necesariamente un índice para la valoración de la eficiencia reproductiva de un establo y jamás un índice de ineficiencia económica. Si se considera en el dividendo todos los servicios realizados en el periodo evaluado de todos los animales de la explotación, los resultados deben ser inferiores a 3,3. Si se considera solo los servicios en los animales diagnosticados positivos o preñados, los resultados óptimos deben ser inferiores a 2,2.
Intervalo Parto Concepción (IPC)
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El promedio del intervalo parto concepción obtenido en el hato lechero en análisis, se lo considera aceptable en relación a los obtenidos por Oliveira y col., (2004) en el periodo 1997 – 2002 en El Prado (212,3 días). Sin embargo el IPC de este trabajo es mayor al reportado por ASOCRALE (2002), García y Cardona, (1997), Galeguillos y col., (2000), Rivero y col., (1990), Da Cunha y Ortiz, (2003). Asimismo, el IPC obtenido en este trabajo es diferente al valor óptimo estándar del IPC de menos de 110 días bajo circunstancias ideales para la raza Holando. Al respecto, Nalbandov, (2001), intervalos prolongado s se reflejan directamente en periodos entre partos más espaciados y subsecuentemente menos crías y producción de leche durante la vida de cada vaca. La falta de realización de un estricto control reproductivo
y un descarte riguroso y oportuno hace que el
intervalo parto concepción tenga mucha repercusión para que el intervalo entre parto sea más espaciado.
Intervalo Parto Primer Servicio (IPPS) Este valor del IPPS de este trabajo es mayor respecto al valor de 83,9 días registrado por Oliveira y col., (2004) en el periodo 1997 - 2012 en la misma lechería, y del dato de ASOCRALE (2002) de 82,0 días. Sin embargo es menor al determinado por Galeguillos y col., (2000) para bovinos Holando en Santa Cruz Central, periodo 1993 – 1998. Respecto al valor estándar del IPPS de 80 días, se infiere que los bovinos de El Prado presentan intervalos muy largos, lo que interfiere en la eficiencia reproductiva del hato. Al respecto, Gordon, (1996), señala que el tiempo óptimo desde el parto al primer servicio es de 70 a 90 días, lo cual demuestra que en este parámetro los dos
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hatos se encuentran en un estado adecuado por el buen manejo post-parto sin embargo, no siempre el aprovechamiento de este servicio resulta ser concomitante con un eficiente porcentaje de concepción, caso que resulta cierto en los dos casos ya que la mayoría de las vacas no quedan gestantes en el primer servicio post-parto, hecho que hace que se incrementen los días abiertos, perjudicando así a la eficiencia reproductiva del mismo. Según Romero (2002), un aspecto de gran importancia con relación a este parámetro, es la detección de celo, en muchos casos la manifestación de celo puede ser débil o expresarse solo durante un corto periodo, con frecuencia durante la noche. Este índice es generalmente elevado en explotaciones sin un control estricto de la reproducción, en rebaños donde no hay una línea reproductiva definida, incorrecta detección de celos o patologías uterinas u ováricas exacerbadas.
Intervalo Entre Partos (IEP) El IEP obtenido entre 2009 a 2013, tiene relación con el valor obtenido por Oliveira y col., (2004), en el periodo 1997 – 2002 de 15,48 meses. Asimismo, es menor al indicado por ASOCRALE (2002). Otros autores indican IEP menores al determinado en este trabajo, tal como: García y Cardona, (1997), Galeguillos y col., (2000), Rivero y col., (1990), Da Cunha y Ortiz, (2003) y Abreu y Pereira, (2006). Respecto al valor estándar (12 a 13 meses), el IEP de este trabajo es muy largo. Asimismo, algunos autores como De Alva (1970) que califica como excelente a un hato que tenga un intervalo entre partos entre 350 y 380 días, como bueno a un hato con intervalo entre 389 y 410 días y como regular a un hato con intervalo entre partos de 410 a 411 días, de la misma manera Nieto (1993), recomienda un intervalo entre partos de 12 a 13 meses.
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El alto grado la producción láctea de los vacunos depende de su fertilidad, puesto que los prolongados periodos de vacías y de los IEP, ocasiona la disminución del número de lactaciones y la producción de por vida (De Alva, 1970). Este parámetro es una de las características más importantes en la producción de los bovinos, puesto que cuanto menos sea el intervalo, mayor número de crías nacidas, con posibilidades de un mayor número de animales para producción, disminuyendo, por otro lado, el intervalo entre generaciones
y facilitando la
selección (Gordon, 1996). Por tanto, los resultados del IEP de este trabajo, permiten deducir puede existir limitantes de manejo principalmente en la detección de celos, lo que está provocando que tanto los días abiertos como el intervalo entre partos sean muy elevados, sin embargo son problemas que con más dedicación y cuidado se pueden mejorar fácilmente.
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IV. CONCLUSIONES La Edad al Primer Servicio y la Edad al Primer Parto registraron un comportamiento similar en el periodo evaluado en la lechería El Prado, sin embargo,
estos indicadores reproductivos no alcanzan los valores óptimos
estándar para la raza. El Intervalo Parto Primer Servicio en la Lechería El Prado, es menor a los datos registrados en el sector lechero de Santa Cruz, pero difiere mucho del valor estándar. El Intervalo Parto Concepción obtenido, es superior al registrado en el sector lechero regional y al valor estándar para la raza. El intervalo parto primer servicio es superior al estándar para esta raza el cual trae como consecuencia la reducción del rendimiento reproductivo El intervalo entre servicios es El Intervalo Entre Partos es un indicador con valores superiores al reportado en el sector lechero regional, y por ende al valor estándar para la raza. El Número de Servicios por Concepción este índice, al ser muy alto, no coincide con los datos registrados en las lecherías regionales, así como con el estándar para la raza.
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