HISTORIA DEL TRAJE Y DE LOS TEXTILES 1
01. Introducción a la historia técnica y social del traje
01. Introducción a la historia técnica y social del traje
Introducción Durante el primer encuentro presencial nos referimos a los conceptos que articulan esta disciplina y que utilizaremos en cada recorte temporal/espacial que caracterizan a los sistemas vestimentarios que describiremos a partir de esta clase. En esta primera clase desarrollaremos una síntesis conceptual de los lineamientos que deberá tener en cuenta para el análisis de cada sistema vestimentario. Para ello, nos proponemos: • Comprender la noción de traje como sistema de comunicación. • Apreciar las influencias recíprocas de los diferentes sistemas económicos y políticos, en la articulación de cada sistema vestimentario en particular. Comencemos...
01. El traje como un sistema de comunicación El hombre es un ser social y, como modo de comunicarse con sus pares, lo que porta consigo sirve de referencia de sí mismo. Como con el lenguaje oral y las construcciones verbales, cada prenda, color u ornamentación poseen un significado, que dependen a su vez del contexto de su uso y sus implicancias. No se “habla en un vacío”, sino en un tiempo y en un espacio concreto y especifico, el cual también aporta su cuota de significación. En la lengua distinguimos quienes hablan con propiedad, utilizando los términos apropiados y la entonación correcta. Lo mismo ocurre con el traje, sus partes componentes y la forma de ser usado. Podemos decir que la moda posee su propio “vocabulario” compuesto por prendas, como así también afirmar que es un “primer lenguaje” articulado por el hombre.
Desde el siglo XIX, esta afirmación se está estudiando, logrando numerosos aportes teóricos a la disciplina. Así, las prendas y sus usos se interrelacionan, creando códigos o signos particulares según los pueblos. Si miramos al traje desde una óptica sistémica, entendiendo por sistema a un objeto de estudio que posee su propia coherencia como signo, éste subyace a lo observable. Cada prenda componente de un equipo de vestir funciona, haciendo analogía con el lenguaje, como un morfema o unidad mínima de significación. Así, las prendas nos van contando la complejización de las pautas culturales, los intercambios y los cambios en los gustos estéticos. Es en consecuencia, que la moda comienza a destacarse como articulador de este lenguaje.
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Actualmente; es una concepción generalizada que la prenda y la manera de vestirla es un lenguaje, en el cual también se incluye el contexto socio-cultural en el que está inmersa.
En el del siglo X, la sociedad occidental comenzó a redefinir su identidad. Lentamente, se pudo manifestar una diferenciación entre el universo femenino y el masculino, dando origen a restricciones morales sobre la vestimenta y su uso. Surgiendo diferencias muy marcadas entre el universo femenino y el masculino, veremos que el traje masculino lentamente, y sobre todo a partir del Siglo XIII, se vuelve ajustado y compuesto. Las piezas del alto y bajo del cuerpo que ya se habían separado como prendas interiores, ahora se exteriorizan, comenzando las diferenciaciones por sexo: corto, ajustado y muy ornamentado para los hombres; largo y envolvente para las mujeres. Cada individuo aporta su gusto, su propia estética. La manufactura es artesanal, por lo que hay variaciones frecuentes en los tipos de trajes, con esquemas bases que perduran pero permeables a las variaciones externas. La confección de las prendas, responden en parte a un condicionamiento particular de nuestra moralidad judeo-cristiana: el pudor. Como analiza Flügel, “...el pudor se relaciona directamente con el deseo. Su propósito es combatir con el deseo, pero al hacerlo lo enciende de nuevo...” (Flügel, 1964: 251). En tanto, la vestimenta y sus atributos van redibujando el cuerpo idealizado. Cubre o muestra los deseos y reclamos del otro sexo: “Exhibición y teatralidad son características esenciales de la moda”.
1.1 Construcción del sistema de apariencias Como en todo sistema, se conjugan una serie de variables, cuya relación podemos sintetizar en el siguiente esquema:
necesidades político-económicas entorno vestido cuerpo
Una de las variables fuertes, es el cuerpo. En un nivel de observación general, éste puede ser sólo soporte de indumentaria o bien existir una simbiosis entre el vestido y el cuerpo. A estas dos posturas generalizas, se suma la opinión y los constructos sociales en relación al cuerpo “en sí” y al cuerpo “en función de”.
Esta simbiosis que se genera entre cuerpo y vestido, entre cuerpo y sociedad y entre cuerpo y naturaleza, va a conformar diferentes discursos “coherentes”, según las diferentes sociedades y épocas.
Culturalmente, el hombre se distingue por existir en un universo icónico, donde la imagen es un instrumento que organiza y explica nuestro entorno social. La “cultura de la imagen”, en particular en el campo de la indumentaria, es un instrumento de placer, de seducción, una manera de sentir el cuerpo, de percibirlo y de comunicarse con los otros. Por ejemplo, el espacio que se ocupa, más allá de ser un espacio concreto y tangible de nuestro cuerpo, nos marca una relación comunicacional importante.
Siempre conviene tener presente las construcciones duales tales como: desnudo - vestido cuerpo - indumentaria cuerpo - espacio
Nos detendremos a observar cómo en la historia del hombre, el traje refleja estos comportamientos…
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Cuando en un determinado período del mundo de las “ideas” prevaleció el cuerpo, se quitó relevancia al vestido y viceversa. Cuando existió una supremacía del vestido y su lenguaje, como el caso del protocolo en la corte de Luis XIV, se tendió a desconocer el cuerpo. En Grecia, el cuerpo era considerado el “territorio del espíritu”, y se lo envolvía con telas plegadas, buscando una sutil armonía entre los pliegues y el cuerpo. En Roma, la situación fue diferente, ya que prevaleció el materialismo. El cuerpo se cubría como un bulto; desconectándose el traje del cuerpo y convirtiéndose en un distintivo político. Recién con el humanismo, surgen las diferencias marcadas entre tipologías vestimentarias femeninas y masculinas, abandonando una premisa marcada por una estabilidad estítica, directamente vinculadas al rito. A partir de la modernidad, el cuerpo considerado como “habitáculo del sufrimiento”, hace que éste se adapte a las ideas del momento. Se buscó transformar el vestido como marco que refleje la identidad del individuo y marque diferencias sociales. La noción de pudor, amparada en un nuevo sistema comunicacional, el de la moda, generó en un tiempo y espacio delimitados leyes prescriptivas y suntuarias, iniciándose así el camino hacia la cultura de la imagen.
1.2 Metodología de análisis e interpretación de los diferentes sistemas vestimentarios A continuación, presentamos algunos tópicos a tener en cuenta para llevar adelante el análisis de los diferentes sistemas vestimentarios. • Composición de las prendas de vestir • Materiales • Diseño/ moldería • Tecnología • Complementos: calzados, sombreros, guantes, joyas • Cabello y afeites • Vocabulario técnico A su vez, cada prenda, como unidad dentro de un sistema, puede formar parte de una de las siguientes familias estructurales: • Traje de Pliegues o Flotantes • Traje encajado en sus dos modalidades • Cosido y cerrado • Abierto • Traje Forro • Tipologías combinadas y compuestas con las tres precedentes.
1.3 Síntesis de las etapas de transformación del traje en occidente A continuación, enunciamos las etapas por las que atravesó la transformación del traje en occidente, considerando la articulación del sistema simbólico con las tipologías generadas en relación a su utilización social. Desde la antigüedad al siglo XIV, las prendas se caracterizaron por ser: • Estables • Uniformes • Poseer una tipología larga/ flotante • Tener una función apotropaica Desde el siglo XIV hasta XIX, se evidenciaron: • Diferencias entre hombre y mujer • Traje justo/ corto para el hombre • Largo y partido para la mujer • Diferencias nacionales y personales • Dependencia estrecha de la Organización política y comercial • Nace el traje civil • Separación del traje religioso
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02. El traje como un sistema cultural En el siguiente gráfico podemos observar los sistemas culturales más representativos del mundo mediterráneo y su ubicación temporal a lo largo de la antigüedad.
A continuación caracterizaremos sintéticamente los sistemas vestimentarios de la antigüedad:
CRETA a) Características básicas: Materias primas utilizadas: lana; cuero; bronce b) Prendas que caracterizan a cada uno de los sistemas vestimentarios: Vestimenta masculina • • •
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Pampanilla. Tapa Sexo. Pampanilla a la Cretense: se disponía como falda corta o doble delantal, terminando generalmente por detrás en una punta, como si fuera de animal. Se podía usar sobrepuestas o bien armando niveles. Si estas faldas estaban “cosidas” se podían transformen en un “calzón corto”, con un cinturón ancho y rígido tipo corsé, que permitía lograr una cintura bien marcada y pequeña.
Vestimenta femenina • •
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Cuerpo partido. Falda acampanada, troncocónica y con sobreposición de volados. Prenda superior, corta que podía ser de materiales translucidos y dejar expuesto los senos. Tocados y adornos con detalles de espirales y animales marinos. Calzado con bridas que sujetan el pie y la pantorrilla.
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GRECIA CLÁSICA Se tomará para su análisis los trajes arquetípicos que marcan el arte griego en el siglo de Pericles. a) Características básicas: Materias primas utilizadas: lana b) Prendas que caracterizan a cada uno de los sistemas vestimentarios: Vestimenta masculina •
• • •
Himation: manto de 3 metros de ancho por 2 metros de largo) Los filósofos lo solían llevar como única prenda sobre su cuerpo. Quiton. Exomide. Clamide.
Vestimenta femenina • • •
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Quiton corto o largo. Quiton de falsas mangas. Prenda superior, corta que podía ser de materiales translucidos y dejar expuesto los senos. Peplos, vinculado a la diosa Palas Atenea. Himation. Cubrecabeza: en ambos. Sombrero petase. Calzado de suela de cuero con zarrias.
Veamos algunos ejemplos de las prendas femeninas…
Peplos
Quitón de falsas mangas con Himatión
ROMA: Península Itálica Dentro de esta región, nos detendremos en el sistema vestimentario de los Etruscos y de la Roma Clásica…
Etruscos (1000 AC. - 300 AC.) a) Características básicas: Materias primas utilizadas: pieles, lana, como así también se evidenció un importante desarrollo de la metalurgia, pero no así del lino dado los intercambios comerciales imperantes en ese momento. b) Prendas que caracterizan a cada uno de los sistemas vestimentarios: Aunque no se conoce el nombre especifico de sus prendas, por analogía con otras culturas contemporáneas, damos nombres a las prendas que portan en las representaciones.
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Vestimenta masculina • • • • •
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Mantos - Himation Quiton Exomide Clamide Tebenna: Manto de forma semielíptica que se supone que dio origen a la toga romana. Calzado cerrado y en punta Cubrecabezas
Vestimenta femenina • • • •
Túnicas Mantos Velos Calzado cerrado con punta
Veamos algunos ejemplos de las prendas masculinas…
Tebenna
Roma Clásica El sistema vestimentario estaba organizado en dos grandes familias: • INDUMENTAS • AMICTUS Pasemos a ver las características de cada una….
Indumenta: está formada por las prendas de vestir que se calzan por la cabeza. Entre las características básicas podemos mencionar: • Son prendas que toman contacto con el cuerpo. • Están cortadas y cosidas. • Existen prendas interiores (Interula) y semi – exteriores. Entre las principales prendas que forman parte de esta familia, tenemos: Túnica Interior (interula) que se encuentra en contacto con la piel. Túnica Exterior, en este caso existen varias tipologías, como por ejemplo, Dalmática. Estas prendas contaban también con adornos aplicados de Clavus que consistían en bandas verticales que se desplazaban de la línea del hombro al ruedo.
Amictus: está formado por prendas que se consideran “envolventes” y son exteriores.
El Amictus por excelencia es del ajuar romano masculino, que denotaba y connotaba su posición social es la TOGA.
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Pasemos ahora a la descripción de cada uno de los sistemas vestimentarios…
COMENTARIO DEL DOCENTE Michele Beaulieu es considerado uno de los más importantes referentes de la historia del traje en Occidente. A continuación sintetizamos el sistema vestimentario, masculino y femenino, que describe en su obra El vestido antiguo y medieval. (Beaulieu, 1971)
Vestimenta Masculina Durante el período de la República, el romano llevó una especie de taparrabo, llamado subligaculum, una túnica y la toga, en tanto en la época del Imperio llevó dos túnicas superpuestas: la subusula y la túnica exterior. Las túnicas podían ser de lana, lino, o mezclados (lana e hilo o seda e hilo). Las túnicas resultaban flotantes o ceñidas en el talle por un cinturón siendo los colores preferidos para la túnica superior el blanco, el verde, el castaño y los tonos del rojo. Más tarde fue el rosa claro hasta el violeta oscuro o el pardo, hasta que finalmente se los colores escogidos fueron de una tonalidad más suave. La túnica alcanzó primero una longitud hasta medio muslo, luego descendió hasta las rodillas con un corte por delante, hasta que finalmente se le solía añadir una capucha para alargarla hasta los tobillos.
“El retrato romano presenta a sus personajes casi siempre vestidos aunque no faltan esculturas de personas desnudas al estilo griego”.
La toga, de “tegere”, que significa “cubrir”, es la capa romana por excelencia y en las antiguas tribus ha constituido la única vestimenta de hombres, mujeres y niños. La toga ceñida se llevaba en las ceremonias de carácter religioso y guerrero. Podía subirse a la cabeza cuando el carácter religioso de la ceremonia lo exigía. La toga triunfal, de púrpura con bandas y bordados de oro, ha sido concedida a algunos de los dignatarios del Imperio. A principios del siglo II de nuestra comenzaron a sentir a esta toga pesada e incómoda. A partir de entonces se reservó sólo para las ceremonias oficiales, reemplazándola por la lacerna, largo chal plegado con aberturas para los brazos, y por dos capas de importación extranjera, el sayo galo y la chlaina griega. La penula, capa de los esclavos, resultó diferente para los hombres y para las mujeres, en tanto la birra se cortó igualmente por los lados para facilitar los movimientos de los brazos. Los campesinos preferían la capa ilírica, o bardocucullus, vasta esclavina con capucha.
¿Qué ocurrió con el calzado? El calzado se clasificó en cuatro tipos: • La simple suela atada con correas de cuero, llamada solea. • La sandalia ajustada con cintas alrededor de la pierna. • El zapato cuya hoja lateral se elevó hasta más arriba del tobillo (calceus). • Las caliges, borceguíes cortados en lengüetas.
Traje militar Durante la República, los soldados llevaban un casco con doble penacho, una túnica de cuero con escamas de metal y escudos rectangulares u ovales. Inicialmente llevaban las piernas desnudas adoptando luego el pantalón, inspirado en los calzones galos. En el siglo I de nuestra era, los militares pretorianos llevaban una coraza moldeada en forma de tórax alargada con lambrequines, un casco con visera salida y barbera articulada, sellada con una bonita cimera de plumas verticales. Sobre la coraza ataban su cinturón (cingulum militium), cuyos extremos colgaban sobre el vientre.
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El traje de los generales y los emperadores resultó de una majestad imponente y la coraza amoldada al torso estaba realzada con cincelados, adornada con ricos lambrequines y acompañada de una capa de púrpura.
Vestimenta femenina El sistema vestimentario que adoptaron fue denominado Matrona romana:
Indumenta: está formada por una túnica interior y otra exterior más amplia y larga. Amictus: constaba de la palla y el velo. Encima del taparrabo y del strophium, antecesor del sujetador, las mujeres superponían dos túnicas: la subucula, llevada directamente sobre la piel, y la estola, talar, que generalmente llevaba mangas, alargada con una banda bordada o plisada: la instita. La túnica sin mangas se llamaba colobium y la de anchas mangas, dalmática; en tanto las mangas largas y ajustadas sólo aparecían en el Bajo Imperio.
“Al principio parece haberse usado exclusivamente el blanco para los vestidos femeninos y estaba realzado con orlas y claves de color sobre la túnica y bordados sobre la capa, pero a partir del siglo II de nuestra era todos los tonos se encuentran en el atuendo, excepto el púrpura, reservado a las princesas de la familia imperial.”
Un cordón generalmente la sujetaba alrededor de las caderas; además, estaba sujeta bajo los senos con un cinturón: la zona. Durante el Imperio, las patricias se colocaban encima de la estola una corta túnica confeccionada en sederías adamascadas o recamadas, ricamente decorada con franjas de oro y plata. El corpiño de la túnica, al que se fijaba una banda bordada, el patagium, a menudo se recubría con la palla, pieza de tela oblonga doblada en dos a lo largo, sujeta con una fíbula sobre cada hombro, atravesada por un corte por el que pasaba el brazo derecho. El manto femenino es el palio que, colocado como un velo sobre la cabeza, resultaba indicio de viudez. Durante el Bajo Imperio se llevaba en la mano un trozo de tela para secarse la cara, la facialia, y sobre los cabellos se colocaba un velo, el anabole, cuyos extremos se arrollan alrededor del cuello. Palio o palla es el nombre del manto cuyo uso resultó tan importante como el de la gran túnica o “stola”, que adquiere las características políticas de la toga para los patricios.
Las joyas utilizadas fueron numerosas: diademas, pendientes, el morlile (alto collar que sube por el cuello), pectoral, anillos, pulseras de brazo y de tobillos, y largas agujas para el cabello.
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ENVIAR AL DOCENTE A partir de los contenidos vistos en la clase, junto a la bibliografía sugerida, le proponemos: • Analizar las imágenes de las fichas de observación, utilizando los términos específicos para indicar cada una de las prendas, mencionando las prendas que se infieren y que portan debajo de las prendas visibles. • Efectúe una síntesis de los diferentes tipos de toga usados en Roma en la época de la República, remarcando por lo menos cinco tipos básicos y sus formas de uso.
LECTURA OBLIGATORIA
Lo invitamos a leer la siguiente bibliografía para completar los temas vistos en esta clase. Laver, J. (1997). Breve historia del traje y la moda.
LECTURA COMPLEMENTARIA
COMENTARIO DEL DOCENTE Hemos recorrido un primer trayecto en el que desarrollamos una síntesis conceptual de las características de cada sistema vestimentario. Lo invitamos a profundizar el tema con la bibliografía sugerida y a realizar la actividad propuesta.
Beauliue, M. (1971). El vestido antiguo y Medieval. Oikos-tau. Barcelona, pp. 57 a 65. Boucher, F. (1987). 20.000 years of fashion. Ed. Expanded. Deslandresi, I. (1987). El traje imagen del hombre. Ed. Tusquets. Barcelona.
Hasta el próximo encuentro!
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Flügel, J. (1964). Psicología del vestido. Paidós. Buenos Aires. Kóning, R. Sociología de la moda. Ed. Carlos Lohlé. México.
COLABORARON EN ESTA EDICIÓN Autor: Lic. Patricia Raffellini Asesoramiento didáctico: Lic. Paola Dellepiane Diseñador gráfico: D.G. Marcela Frias
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