José Angel Olachea García
Historia de las gomas de azúcar En 1820 se inventó el caramelo. Antes que se usara el azúcar, ya se hacían dulces a base de otras sustancias, como la miel, el jengibre o la regaliz. El nombre de caramelo procede del descubrimiento de la caña de azúcar, también llamada caña de miel que en latín la denominaban canna melis y que finalmente dará lugar a caramelo. Con la caña de miel se desarrollaron nuevas y mejores técnicas de repostería, el problema fue que durante siglos fue un producto de lujo no alcanzable por cualquiera. Los caramelos, las chuches, las golosinas, no han sido siempre algo que comemos para endulzar nuestros paladares, bien por placer o por capricho, sino que cuando se crearon hace años, tenían su explicación y finalidad. Nacen de la necesidad de encontrar un alim ento ligero, que sirviese de sustento para largos v iajes. Algo pequeño, ligero, pero que además produjese energía. También está íntimamente ligado al descubrimiento de lo dulce y sobre todo de l a miel. Los primeros prim eros dulces, fueron creados con pulpa de fruta, cereales y miel. Ya en tiempos de Noe, los viajeros preparaban una pasta dulce y jugosa con pulpa de fruta y cereales pulverizados. Incluso los antiguos egipcios preparaban sus caramelos mezclando miel y fruta. Moldeándolos de muy diversas formas. Pero es de l a India de donde procede el descubrimiento de usar azúcar para elaborarlos, allí se produjo por primera vez azúcar sólido. De esta época son también los grageados, g rageados, caramelos cubiertos de azúcar o de chocolate y rellenos con frutos secos, crocantes, pasas A estas grageas se les añadía aromas de fresa, violeta o almizcle y se les daba diversos colores, para que llamasen la atención. Fue ya en 1850 cuando Estados Unidos comenzó con la producción industrial de caramelos, pero en España, no se aplicó hasta 1930. Ositos de Goma Su creador, el pastelero Hans R iegel fundador de la empresa Haribo quiso reproducir en dulce a los ositos danzarines que cada año llegaban con el circo a la ciudad: hizo un molde con su silueta y lo rellenó con una pasta gomosa que obtuvo mezclando la base del caramelo clásico azúcar, jarabe de glucosa y agua con un poco de gelatina. Además de acidulante, acido cítrico, extractos y colorantes de frutas y plantas y aceite vegetal. Nacieron así los Gummibärchen , caramelo blando, versátil, flexible como una goma y con forma de osito danzarín que dio inicio en Bonn (Alemania) y en 1920, al fenómeno de las gominolas y chucherías que triunfaría en décadas posteriores y cuyo consumo se dispararía en los 90.