os* Allí irrumpe la empleada ;una fgura, como decíamos antes, sin relie)e indi)idual, cuyo contorno son los antagonismos de clase y ra+a, y luego, en sucesi.n, el animal;* "anair y la cucaracha se leen así en secuencia y en contig>idad9 "anair es, podríamos decir, la mu:er@cucaracha idad con el acto de comer en
ncias, de egoísmo e )italidade'* Clarice Lispector, @erto do cora7&o sel!agem( Han Pablo, Circulo do Li)ro, ON, p* N* Y&u8 sería sino a!uella sensaci.n de (uer+a contenida, a punto de re)entar con )iolencia, a!uella ansia de emplearla a o:os cerrados, entera, con la seguridad irreJe7i)a de una fera* YZ[ Hentía dentro de sí un animal per(ecto, lleno de inconsecuencias, de egoísmo y de )italidad'* Clarice Lispector, Derca del corazón sal!aje , Madrid, Hiruela, EE, trad* Basilio Losada, p* E[* &3odos los animales e7istentes en el país son tutelados por el 0stado'9 &A!uel !ue, en lugar pblico o pri)ado, aplicara o hiciera aplicar maltrato a los animales incurrirá en una multa YZ[ y una pena de prisi.n'* E Art* G &1s animais ser#o assistidos em :uí+o pelos representantes do Minist8rio Pblico, seus substitutos legais e pelos membros das Hociedades Protetoras de Animais' Y&Los animales serán representados en :uicio por los representates del Ministerio Pblico, sus sustitutos legales o por los miembros de las Hociedades Protectoras de Animales'[* G Hobral Pinto, @or +ue deendo os comunistas( Belo Sori+onte, -ni)ersidade Cat.lica de Minas $erais, p* K* Y&Mantener animales en lugares anti@higi8nicos o !ue les impidan la respiraci.n, el mo)imento o el descanso, o los pri)en de aire o lu+'[*
humano'
antagonismos y esas distinciones !ue en la ciudad, en la política de lo pblico, en la política clásica, son in)isibles o irrepresentables* Dicho de otro modo la casa es a+u$ un lugar de saber biopol$tico( de las políticas del bios !ue enla+an y a la )e+ distancian los cuerpos de la narradora, la empleada y el animal9 los cuerpos de la propietaria ;el cuerpo &propio'; y el de las in)asoras, las e7tran:eras, las 87timas* 0ntre la narradora y la cucaracha, y entre la narradora y "anair, no se :uegan solo :erar!uías sociales y culturales se :uegan, como )eremos, modos de entender un bios en torno al cual se con:ugan sentidos políticos y 8ticos* La secuencia de las tres fguras ;$*S*, "anair, la cucaracha; tensa al má7imo los signifcados de ese bios cuya inteligibilidad y cuya naturale+a el te7to con)ertirá en apuesta de escritura* $8nero, ra+a, especie % pai#&o... dramati+a ba:o esos antagonismos y esos ordenamientos de cuerpos un problema nue)o el de un bios )uelto +ona de interrogaci.n desde donde piensa otros enlaces, otros modos de percepci.n, otro recorte de los límites y de la naturale+a de &un cuerpo'*
DOM%STICAS
La habitaci.n de la empleada, !ue es, como decíamos, una escena de lo dom8stico y tambi8n de la domesticaci.n ;de la docili+aci.n de cuerpos subalternos, de los cuerpos !ue deben obediencia al propietario la empleada, los animales;, se torna la instancia de una dislocaci.n, de una topología alternati)a la casa se )uel)e un )acío, un desierto despro)isto de todo rasgo propio Da porta eu )ia agora um !uarto !ue tinha uma orden calma e )a+ia* %a minha casa (resca, aconchegada e mida, a criada sem me a)isar abrira um )a+io seco* 3rata)a@ se agora de um aposento todo limpo e )ibrante como num hospital de loucos onde se retiram os ob:etos perigosos
La casa propia, el hogar !ue se abre, como en una trayectoria )ertiginosa, al )acío, a la locura, a la alteridad de unos cuerpos atra)esados por inscripciones políticas ;la clase, la ra+a y fnalmente el animal el cuerpo otro, irreconocible, en el interior de lo propio;* Hi las ret.ricas de lo sal)a:e permitían desplegar estos antagonismos en la topogra(ía e7tensa y mensurable del espacio nacional
&interior' de la naci.n, )ol)i8ndose siempre los signos m.)iles de un a(uera demarcable, reconocible, cartografable=, a!uí entramos e(ecti)amente en otro umbral el de la intensidad de lo !i!o( el espesor del bios ( como la arena sobre la +ue tienen lugar los antagonismos 3 las dierenciaciones9 cambian la topología y las materias desde donde se piensa lo político* -na )e+ más, entonces, el animal llega a la cultura para impugnar un orden político* T llega de la mano del &pueblo' ;en este caso, de las mu:eres del &pueblo';* 0l animal llega &:unto' al traba:ador, al empleado, al e7plotado, al escla)i+ado, en sus cuerpos, como cuerpo ;el cuerpo de las "anair, las Macabeas, !ue son el umbral límite, entre un saber sobre lo )i)iente y un silencio de lengua:e, !ue es desde donde Lispector !uiere escribir, es ese umbral !ue !uiere situar
LA MEMBRANA Y EL PLIE"UE
% pai#&o... , entonces, (unciona a partir de una interiori+aci.n multiplicada no solamente el relato transcurre en el interior del departamento9 tiene lugar en el interior de la habitaci.n de la mucama, !ue a su )e+ enmarca el interior del ropero donde se asoma la cucaracha, y a su )e+ ilumina el interior del cuerpo de la cucaracha*** 0s, pues, la topología de un interior del interior, un adentro sin (ondo, abismal, lo !ue el te7to interroga a partir del espacio dom8stico* Say !ue pensar esto en t8rminos de un
despla+amiento o un !uiebre (ormal por el cual se pasa de una imaginación espacial
0n % pai#&o... se produce este despla+amiento hacia lo )i)iente a partir de la reducci.n del espacio propio al cuerpo, de la topogra(ía a lo )i)o la habitaci.n se con)ertirá en un desierto &primariamente )i)o' al !ue se llega a tra)8s del cuerpo herido, !uebrado, de la cucaracha A entrada para este !uarto s. tinha uma passagem, e estreita pela barata* A barata !ue enchia o !uarto de )ibra\#o enfm aberta, as )ibra\es de seus gui+os de casca)el no deserto* Atra)8s de difcultoso caminho, eu chegara pro(unda incis#o na parede !ue era a!uele !uarto ;e a (enda (orma)a como numa ca)e um amplo sal#o natural
0ntonces, no se trata solamente de un salto o una dislocaci.n a ni)el del espacio, esto es, de !ue haya una interioridad sin (ondo, un pliegue de los espacios allí donde no hay &a(uera', sino !ue ese pliegue interior abre una dimensi.n !ue no es espacial, !ue no es reductible a una topogra(ía, y !ue es la dimensi.n del bios , de lo )i)iente !ue emerge desde ese adentro multiplicado y proli(erante*N 0se despla+amiento se lee en relaci.n al cuerpo de la cucaracha, !ue en lugar de ser un cuerpo &cerrado', se e7hibe como una superposici.n de &cáscaras', planos, sedimentos un cuerpo hecho de membranas adheridas y superpuestas 0 eis !ue eu descobria !ue, apesar de compacta, ela 8 (ormada de cascas e cascas pardas, fnas como as de uma cebola, como se cada uma pudesse ser le)antada pela unha e no entanto sempre aparecer mais uma casca, e mais uma
-n cuerpo !ue abre una interioridad abismal en el (ondo no hay nada, no hay un ncleo orgánico hay un !ac$o a partir del cual las &cáscaras', los planos, las pieles, las
membranas se adhieren* 0l cuerpo es una membrana su principio es el de la ad*esión( no el de la g,nesis*NE Pasamos, pues, de la interioridad de la casa, del cuarto, de lo dom8stico, a la topología no medible, no cartografable de esa membrana desde la !ue se tra+a una epistemología alternati)a de los cuerpos* De una política del espacio, y de la distribuci.n de cuerpos sobre el espacio, pasamos a una interrogaci.n biopolítica, una indagaci.n sobre la composici.n de lo )i)o y sobre la hechura de eso !ue llamamos &un cuerpo' y &una )ida' allí donde se )uel)en el hori+onte de politi+aci.n9 ese es el gesto !ue tiene lugar en % pai#&o... 0s :ustamente en ese mundo dom8stico, )uelto sobre sí mismo y multiplicado en sus pliegues interiores ;e7pansi)o, podría decirse, en su misma interiori+aci.n; desde donde emerge el animal, o, me:or dicho, la relaci.n con lo animal* 0l animal se )uel)e interior, íntimo, interiori+ado )iene desde &adentro'9 o me:or dicho, tra+a el umbral de una nue)a interioridad !ue más bien corresponde a lo 87timo, es decir, a una interioridad !ue se e7teriori+a, a lo propio y la propiedad !ue se abre a su (rontera desconocida, ignorada o reprimida, y con ello, a una nue)a topología o a un nue)o ordenamiento el sitio de una dislocaci.n, de un reordenamiento de cuerpos y de posiciones o lugares de cuerpos* 0l a(uera sal)a:e !ue le había dado al animal un principio de inteligibilidad se )uel)e a!uí dom8stico, íntimo9 el animal irrumpe en un adentro !ue se multiplica en membranas, en umbrales, en pliegues, y cambia la concepci.n de los límites y distribuciones entre interior y e7terior, entre lo propio
)er' y de lo !ue se )uel)e enunciable* < % pai#&o... es, en este sentido, un estudio microl.gico de las (uer+as !ue atra)iesan los cuerpos ;no tanto una interrogaci.n sobre un su:eto ante &su' cuerpo como una (ísica de las intensidades, imperceptibles pero reales, en relaci.n a las cuales un cuerpo incesantemente se hace=* Qu8 es, pues, un cuerpo, c.mo se hace )isible, c.mo se inscribe la singularidad de su tener lugar y sobre todo el hori+onte de percepci.n y de e7posici.n ante otro cuerpo QPor !u8 ese hori+onte de )isibilidad y de sensibilidad del cuerpo es inseparable de un ordenamiento político QC.mo se hace, c.mo se produce un &indi)iduo', un cuerpo indi)iduado, a !u8 precio, y sobre !u8 gramática de dominaci.n 0sas son las preguntas !ue se :uegan en la escritura de Lispector y en los animales o en la )ida animal !ue se piensa allí* He trata de una topogra(ía de los cuerpos pero tambi8n de una nue)a caracteri+aci.n de las (uer+as, las materias y las intensidades !ue los componen no es solamente un reordenamiento sino tambi8n
LA VIDA NEUTRA
0n un momento cla)e de % pai#&o... , la &materia da barata' emerge del cuerpo partido de la cucaracha &o seu de adentro, a materia grossa'
radical de los modos de percepci.n y de )isibilidad de lo corporal en general* 0l te7to llamará &plasma' <&plasma neutro'= a esa sustancia !ue surge del cuerpo de la cucaracha9 el cuerpo animal pierde (orma, y por lo tanto poder fgurati)o9 se !uiebra, si se !uiere, como (orma acabada y como fgura terminada ;y por lo tanto como tropo, como metá(ora;NK y se abre o abre una materialidad desfgurada, una materialidad sin límite en relaci.n a la cual el te7to traba:ará los sentidos de una nue)a potencia descubierta, !ue denominará &)ida cruda' o &)ida neutra'* Del animal o del insecto como cuerpo reconocible, (ormado, al &plasma' interior se :uega un desa(ío a la (orma como mecanismo de la signifcaci.n9 la (orma, pues, como signifcante, como condici.n para toda representaci.n, para toda fgura de lengua:e, para todo tropo9 lo !ue emerge del cuerpo de la cucaracha es, precisamente, lo !ue se resiste a esa operaci.n lo infgurable, no@(ormable, lo !ue ahueca o desa(ía todo cierre (ormal* 0sta materia !ue emerge en % pai#&o*** resuena en te7tos posteriores de Lispector, y se torna, en gran medida, proyecto de escritura desconfar de la (orma, (racturar los contornos de los cuerpos, traba:ar una )isibilidad de lo in(orme* 0n ese proyecto, !ue se )a radicali+ando y acentuando, el &plasma', o bien la noci.n misma de bios , empie+a a cobrar una centralidad y una rele)ancia mayor* Al comien+o de ?gua !i!a ,N por e:emplo, dice la narradora &Continuo com capacidade de raciocínio ;:á estudei matemática !ue 8 a loucura do raciocínio; mas agora !uero o plasma ;!uero me alimentar diretamente da placenta'
está disponible para otras (ormas de poder o de soberanía* 0l desa(ío de la escritura de Lispector es :ustamente situar esa )ida en su irreductibilidad, en su inapropiabilidad por parte de los poderes !ue la reclaman como su (undamento, y lo !ue hace es básicamente sealar !ue la )ida no es (undamento, !ue no (unda nada, !ue no es origen ni esencia, sino al contrario, )acío, despla+amiento, espaciamiento, e7perimento y errancia* Allí se sita la política de la )ida de la escritura de Lispector*O 0se es el descubrimiento !ue pone en :uego Lispector a partir del encuentro entre humano y animal* He trata, desde luego, de una impugnaci.n de las :erar!uías culturales y políticas específcas de la tradici.n humanista ;sin duda, este es un impulso decisi)o en su escritura, como lo han demostrado 0)ando %ascimento y "ulieta Telin; O , pero tambi8n una interrogaci.n persistente, imperiosa sobre la naturale+a indeterminada de ese bios cuyos nombres propios ;por e:emplo *umanitas; se han )isto puestos en suspenso, si no directamente erosionados, por la e7periencia hist.rica del siglo 66, y en relaci.n al cual se :uegan nue)as posibilidades de sub:eti)aci.n, de relaci.n 8tica y de politi+aci.n, allí donde ese bios estaba saturado de sentidos políticos* 0l itinerario de esa interrogaci.n está demarcado por ese &plasma' !ue hace su aparici.n en % pai#&o... , en el interior de las casas y de los cuerpos, y desde el límite entre lo humano y lo animal*
PLASMA Y BIOPOLÍTICA
La escritura de Lispector traba:a, entonces, esta desfguraci.n de lo corporal, esa p8rdida de límites y de contornos, a partir de la ambi)alencia entre lo humano y lo animal !ue se :uega desde el encuentro entre la narradora y la cucaracha en % pai#&o*** Hin embargo, no se trata solo de una ambi)alencia ret.rica o conceptual9 a partir de esa ambi)alencia o de ese espaciamiento entre &humano' y &animal', el te7to de Lispector narra la emergencia de una materia irreductible a esa polaridad ;un cont$nuum !ue el te7to se encargará de pensar como una nue)a sustancia ,tica !ue desa(ía ciertos modos normati)os de sub:eti)aci.n, y una línea de indagaci.n est8tica, !ue interroga reglas de percepci.n y de sensibilidad sobre los cuerpos y su tener lugar;* 0ntre lo humano y lo animal, entre las especies, emerge algo !ue no es ni humano ni animal, una materia !ue elude su reducci.n a (ormas y organismos reconocibles ;esa materia es lo !ue el te7to de Lispector designa de muchas maneras pero principalmente como &plasma';, un &plasma neutro', dice la narradora, !ue emerge del cuerpo de la cucaracha el interior del cuerpo del insecto de:a salir esa materia* % pai#&o segundo G.H. es en gran medida un
te7to !ue organi+a la posibilidad de ese salto en el orden de lo )isible, !ue, como mencionábamos antes, defne todo un )ector en la escritura posterior de Lispector hasta ?gua !i!a*
Como chamar ;dice la narradora de % pai#&o...' de outro modo a!uilo horrí)el e cru, mat8ria@prima e plasma seco, !ue ali esta)a, en!uanto eu recua)a para dentro de mim em náusea seca, eu caindo s8culos e s8culos dentro de uma lama ;era lama, e nem se!uer lama :á seca mas lama ainda mida e ainda )i)a***
He trata de )ol)er )isible eso &ainda )i)o' como puro umbral entre lo )i)o y lo muerto esa línea de pasa:e !ue ya no se contiene ba:o el signo y el contorno del cuerpo, de su (orma y de su tiempo o ciclo9 el &plasma' es la materia en torno a la !ue se pone en :uego esa nue)a )isibilidad y una nue)a e)idencia* &0 eu ;eu )ia ;dice la narradora;* %#o ha)ia como n#o )e@la* %#o ha)ia como negar***'
Desde un punto de )ista epistemol.gico más general, la noci.n de &plasma germinal' ;como su consecuci.n posterior, la noci.n de &gen' !ue demarcará la emergencia de la biología moderna y su rama estelar, la gen8tica; reJe:a una constante de los saberes biopolíticos la de tra+ar una distinci.n entre un ncleo o esencia biol.gica, !ue (uncionará como el sustrato de la ra+a, de la naci.n o del indi)iduo ;el patrimonio a preser)ar, a culti)ar, a de(ender; y la particularidad de cada cuerpo, la singularidad de su aparecer, los la+os !ue puede establecer, las cualidades !ue lo defnen, los agenciamientos en los !ue habita9 en fn, las (ormas de )ida !ue despliega* Hepara, podemos decir, cada cuerpo de sí mismo, aislando eso !ue constituye su esencia biol.gica de toda determinaci.n social, cultural, colecti)a, de todo agenciamiento y de todo la+o tal operaci.n es !ui+á el punto de partida del saber y de la imaginaci.n biopolítica* Roberto 0sposito sita, en este sentido, el germen del pensamiento biopolítico en la distinci.n !ue 6a)ier Bichat, el padre de la anatomía moderna, tra+aba entre el l-animal e#istant au8dedans y l-animal e#istant au8de*ors
lo colecti)o, allí donde lo social es pensado e imaginado como &poblaci.n'* 0ntonces, el plasma indica una realidad biopolítica cla)e en la imaginaci.n moderna hace de la )ida una arena de inter)enci.n política di)idi8ndola de sí misma, tra+ando esas cesuras desde las cuales se ordenan cuerpos, se tra+an :erar!uías y se distribuyen las )idas a proteger y a proyectar en el (uturo de las )idas a e7plotar y a disponer* La escritura de Lispector contestará esta l.gica haciendo del bios decisi)amente la instancia de un (racaso y un saber* Por un lado, ya en % pai#&o... la apuesta es la de dar cuenta de ese &plasma' como positi)idad es, despu8s de todo, una sustancia o materia lo !ue surge del cuerpo de la cucaracha, ese &plasma seco', como si la escritura pudiese producir las condiciones para hacer )isible y para signifcar una relaci.n con ese umbral primario, básico y originario, de la propia )ida ;ese (ondo en el !ue se anuncia el bios cuyos sentidos la escritura !uerría desci(rar;* Say, en este sentido, una re(erencialidad engaosa en ciertos momentos de % pai#&o... o de ?gua !i!a , donde el despo:o de los signos de lo humano ;en el encuentro con la cucaracha, en la prosa desub:eti)ante; parece dar lugar a un umbral, dimensi.n o dominio de esa )ida originaria despo:ada de todo atributo ;algo así como la &nuda )ita' de la !ue habla Agamben, la )ida despo:ada de toda (orma, la )ida !ue no corresponde a ninguna &(orma de )ida';* Como si la escritura :ugase a producir las condiciones o procedimientos por los cuales esa &)ida neutra' pudiese salir a la lu+, atra)esando las (antasías de lo humano y emergiendo en la lu+ de su positi)idad como realidad fnalmente de)elada, como )ia:e al origen o a la esencia* Creo, sin embargo, !ue sería un error leer la escritura de Lispector como re)elaci.n o de)elamiento de ese umbral primario como positi)idad y como origen ; como si la 9!ida: se con!irtiera en un reerente o en un objeto de conocimiento de)nido ;* Al mismo tiempo !ue emerge como materia, la escritura despliega eso )i)iente como una instancia de indeterminaci.n9 :ustamente, lo +ue no se constitu3e como un objeto( identidad( cuerpo5 lo no8ontologizable* 0scribir el &plasma', escribir esa &)ida' neutra y despo:ada, se )uel)e el arte de un rodeo incesante, de una elusi.n sistemática* 0llo no obedece a la naturale+a ine(able del ob:eto, sino a su inestabilidad inherente, espaciamiento, distancia, membrana sin ser &propio'9 el bios como entre cuerpos !ue la escritura !uiere interrogar* 0se &plasma' !ue emerge como materia de la escritura se con)ertirá ;como la habitaci.n en la !ue aparece; en un !ac$o , o me:or un espaciamiento menos un cuerpo en su positi)idad o un dominio biol.gico demarcable, !ue lo !ue pasa entre cuerpos, lo !ue tra+a relaciones entre ellos, lo !ue emerge a partir de una relacionalidad no predeterminada* 1o 3a la !ida despojada de toda orma ;tal cosa no e7iste ' , sino la !ida abierta a la orma como multiplicidad * 0l bios es un pliegue sin origen y sin identidad, !ue se separa de sí mismo y se agencia9 lo !ue se sale de sí y en ello encuentra su posibilidad y su condici.n9 lo !ue nunca coincide consigo mismo*
-n momento de ?gua !i!a nos puede ayudar a tra+ar este recorrido* Dice el te7to &H. um espelho )a+io 8 !ue 8 o espelho )i)o', tra+ando esa continuidad entre lo )i)o y la ausencia de &yo', de persona identifcable, !ue es una de las marcas de esta escritura ;solo se accede al bios una )e+ !ue disipamos la ilusi.n o el engao del &yo'
OTRA FORMULACIÓN: LA “VIDA OBLICUA”
Bem sei !ue há um desencontro le)e entre as coisas, elas !uase se chocam, há desencontro entre os seres !ue se perdem uns aos outros entre pala)ras !ue !uase n#o di+em mais nada* Mas !uase nos entendemos nesse le)e desencontro, nesse !uase !ue 8 a nica (orma de suportar a )ida em cheio, pois um encontro brusco (ace a (ace com ela nos assustaria, espa)entaria os seus delicados fos de teia de aranha < ?gua !i!a , p* =*OO
A!uí se :uega una doble respuesta por un lado, la imposibilidad &humana' de soportar la )ida &de lleno', pero al mismo tiempo, esa )ida es pura delicade+a, y es pura red, telaraa9 no hay, de nue)o, esencia, ncleo, germen9 hay oblicuidad, relacionalidad, la+o entre cuerpos, salto al )acío !ue se )uel)e su propia condici.n, su
propia línea de despliegue* La escritura de Lispector hace del &plasma' la ocasi.n para un despla+amiento radical allí donde dice buscar una sustancia, un principio positi)o, la instancia de una afrmaci.n ontol.gica, encuentra, sistemáticamente, un )acío y un espaciamiento, un di(erencial o una línea de de)enir !ue a la )e+ es inseparable de los cuerpos pero !ue tra+a su línea de e7terioridad, su empu:e y su alteridad* En ello se juega +uiz" su apuesta pol$tica m"s e)caz la de disputar los sentidos y los modos de saber !ue !uieren hacer de esa &)ida neutra' el ob:eto de una gesti.n, de una apropiaci.n y de una propiedad indi)idual o colecti)a, es decir, el ob:eto de una biopolítica* 0l bios !ue la biopolítica !uiere como ob:eto a!uí se re)ela como insustancial, errático, inasible es un )acío, a la )e+ irrealidad y principio de indeterminaci.n y de potencia* 0n ello consiste la política de esta escritura la de contestar y disputar los sentidos de ese bios , )ol)i8ndolo la instancia de una inestabilidad irreductible, allí donde el siglo 66 había hecho de 8l una positi)idad controlable y demarcable* 3al la modernidad radical de los te7tos de Lispector* Dice !ue la )ida no es ob:eto ni su:eto, no es origen o (undamento del yo ni propiedad sobre la !ue se tra+an (ormas y sentidos9 la )ida allí es espaciamiento, adhesi.n y des)ío9 )ariaci.n e impropiedad* La escritura de Lispector es, en este sentido, inseparable de una trans(ormaci.n más general !ue a(ecta el orden de lo )isible y de lo perceptible, la lu+ !ue organi+a la )isibilidad de los cuerpos y lo !ue en esa )isibilidad se constituye en instancia de saber, de e7periencia y de &)erdad'* 0sa mutaci.n, e)identemente, es a la )e+ epistemol.gica y política pasa por regímenes de saber pero tambi8n por usos, cálculos, racionalidades y apropiaciones de eso !ue en y desde los cuerpos sale a la lu+* Por eso es cla)e !ue el &plasma' :uegue un rol tan central en % pai#&o... es un terreno de disputa acerca de lo !ue se hace )isible en los cuerpos, lo !ue atra)esando la (orma@cuerpo se )uel)e disponible para el poder ;en los sueos de una poblaci.n nacional, racial, capitali+ada, etc*;, pero tambi8n para una interrogaci.n sobre alternati)as en las !ue se :uega la posibilidad misma de la resistencia y de epistemologías y políticas alternati)as de lo )i)iente* Allí donde la )ida se )uel)e puro dominio de apropiaci.n, de saber y de gesti.n, )aciar ese dominio de positi)idad es un gesto decisi)o9 )ol)erlo un puro espaciamiento, una relaci.n sin relaci.n, una multiplicidad no predefnida abre, a la )e+, la posibilidad de epistemologías y de prácticas alternati)as sobre el cuerpo y sobre lo )i)iente*
CUERPOS ROTOS: ABORTO Y ESCRITURA
0n % pai#&o... tiene lugar una secuencia cla)e en torno al aborto* Ante el cuerpo !uebrado de la cucaracha, la narradora recuerda su propio aborto, !ue emerge en el te7to sobre todo como una e7periencia de saber el embara+o y el aborto abren el espacio de relaci.n con esa &)ida neutra' en el propio cuerpo y !ue ahora se despliega como )isi.n e interpelaci.n desde el cuerpo !uebrado de la cucaracha se rompe la (orma cuerpo, el cuerpo como imagen !ue se abre e inaugura una )isibilidad nue)a sobre eso !ue se alberga allí, eso !ue pasa por allí pero !ue no se reduce ni se e7presa en el cuerpo* &$ra)ide+ eu (ora lan\ada no alegre horror da )ida neutra !ue )i)e e se mo)e'
4e mata para !er5 para saber* T lo !ue se mata no es la )ida sino al indi)iduo, a la (orma@indi)iduo y a un cierto principio de indi)iduaci.n* I 0se es el traba:o incesante, y en muchos sentidos incomparable, !ue lle)a adelante la escritura de Lispector en
general, y desde donde tra+a los )ectores !ue la traen hasta el presente producir un campo de escritura en el !ue se suspenda ese principio de indi)iduaci.n !ue llamamos &el cuerpo' y !ue (unciona social y políticamente como sede del yo y como ontología del indi)iduo la sede de lo propio, de lo propio del yo y de la propiedad como principio humani+ador, como norma de lo humano* K La potencia de la escritura de Lispector reside en !ue lle)a adelante este traba:o estrictamente en el ni)el de la (orma es la (orma cuerpo lo !ue se mata y lo !ue se aborta, y !ue emerge a!uí como una suerte de en)oltura, de cáscara, !ue ya parece no tener espesor ni rele)ancia propia, sino en tanto !ue sede de otra dimensi.n !ue es lo !ue el te7to persigue, mapea, registra e imanta en su prosa M#e, eu s. f+ !uerer matar, mas olha s. o !ue eu !uebrei !uebrei um in).lucro] Matar tamb8m 8 proibido por!ue se !uebra o in).lucro duro, e fca@se com a )ida pastosa* De dentro do in).lucro está saindo um cora\#o grosso e branco e )i)o com pu+, m#e, bendita sois entre as baratas, agora e na hora desta tua minha morte, barate e :.ia
&%o matarás' es a!uí una interdicci.n (ormal no romperás el &en)oltorio', no !uebrarás, no herirás el cuerpo de la representaci.n, el orden de lo )isible en tanto !ue cuerpo defnido, delineado9 no indagarás sobre eso in(orme !ue se anuncia en la inminencia de los cuerpos, eso in)isible !ue sin embargo so(oca y aturde el reino de la representaci.n* 0l debate es est8tico en la medida en !ue es epistemol.gico se debate sobre el saber, sobre lo )isible
!uiebran son los de la mu:er embara+ada y del insecto9 y en ese !uiebre emerge este nue)o uni)erso de sensibilidad* Qu8 pasa entre ambos La mu:er y el animal dos menos@!ue@humanos, ya@no@ humanos ;recordemos a "anair y Macabea;, dos cuerpos inhumanos :ustamente por!ue ninguno cabe ya en &un cuerpo', en la (orma de un cuerpo* 0ntre el cuerpo (emenino
SOBRE LO COM&N
0s muy conocida la sentencia de Lispector en ?gua !i!a &Muita coisa n#o posso te contar* %#o )ou ser autobiográfca* uero ser bioX* 0scre)o ao correr das pala)ras'
inmanencia es lo !ue Lispector opone al autos , a la autobiogra(ía como escritura ;!ue es tambi8n una matri+; por la cual la )ida &propia', indi)iduali+ada, encuentra su (orma, su narraci.n, la (orma de su tiempo y el sentido de su itinerario* A!uí se :uegan dos sentidos contrarios en torno al bios ;noci.n !ue, como ya resultará e)idente, le:os de o(recer alguna estabilidad semántica, está atra)esada por una especie de fsura o tensi.n interna !ue impide cual!uier cierre de sentido;* Dentro y (uera de lo autobiográfco, la escritura de Lispector oscila entre un bios entendido a la manera clásica, como &(orma de )ida' o )ida cualifcada, esto es, )ida reconocida como humana en la medida en !ue ad!uiere una (orma y una signifcaci.n !ue trasciende la &mera' continuidad orgánica9O o, al contrario, el bios como eso )i)iente !ue e7cede toda (orma y !ue se )uel)e reJe:o opaco de toda sub:eti)idad o al menos de toda ret.rica del &yo'* /nteresantemente, el primer sentido es el !ue !ueda ba:o el signo de lo autobiográfco el e:ercicio (ormal por el cual auto y bios se enla+an en la promesa de una transparencia recíproca, donde lo )i)o se )ol)erá traductible a un yo y su )ida humana, propia9 autobiogra(ía, pues, como promesa de apropiaci.n de la )ida por parte de un yo, y como e:ercicio de escritura por el cual la )ida ad!uiere un sentido, una (orma, una narraci.n9 la autobiogra(ía, podríamos decir, como abandono defniti)o del animal !ue nos habita como el e:ercicio de un yo sobre ese tiempo de )ida orgánica para arrancarlo, en la mayor medida posible, de la contingencia natural, de su biología como umbral insignifcante, para traducirlo o para (ormatearlo ba:o el itinerario de un yo, un destino, una )ida narrable* Allí &(orma de )ida' es la )ida de un yo, de un indi)iduo la autobiogra(ía (ue
de des)anecimiento y de abolici.n de la sub:eti)idad, sino al contrario, como entre , como la posibilidad misma de !ue haya entre cuerpos como ese umbral !ue no se adeca a un orden de indi)iduaciones dado y o(rece, cada )e+, el entre8dos , la línea opaca pero potenciadora !ue relan+a el campo de relaciones, de deseos, de luchas, de cone7iones y repudios, entre cuerpos* Contra el bios del yo autobiográfco, Lispector le opone el principio de lo común , el bios como condici.n de la comunidad, precisamente por!ue sustrae toda esencia, toda sustancia, toda identidad a los cuerpos y los ilumina en la pura heterogeneidad y esa pura multiplicidad de una comunidad de cuerpos* 0l bios es comn en la medida en !ue resiste toda propiedad, toda apropiaci.n y toda pri)ati+aci.n, pero al mismo tiempo, es comn por!ue relan+a, cada )e+, su (uer+a di(erencial su )acío, y se )uel)e instancia o in)enci.n de comunidad*
!ue se )uel)e la instancia desde la cual se repiensa la posibilidad de lo comn desde ese )i)iente sin nombre propio* De esa tarea está hecha la escritura incesante de Lispector*
E'CURSO I. EL ANIMAL COMUNISTA
Saci Saciaa fnes fnes de los los a aos os trei treint nta, a, cuan cuando do Lisp Lispec ecto torr come comen+ n+ab abaa a escr escrib ibir ir,, presumiblemente, lo !ue sería su primera no)ela, @erto do cora7&o sel!agem
de e7cepci.n ha cambiado defniti)amente las reglas de :uego :urídicas, el abogado Hobral Pinto recurre a una táctica sin duda esc8nica, pero al mismo tiempo re)elatoria in)oca el Decreto de Prote\#o dos Animais !ue el mismo gobierno de 5argas había instituido en OGI, y !ue disponía, entre otras cosas, !ue &3odos os animais e7istentes no País s#o tutelados do 0stado' y !ue &A!uele !ue, em lugar pblico o pri)ado, aplicar ou f+er aplicar maus tratos aos animais, incorrerá em multa YZ[ e na pena de pris#o celular'* 0l decreto continuaba la línea de una legislaci.n bastante de a)an+ada !ue, desde la d8cada de OE, había perseguido en Brasil di)ersas (ormas de crueldad animal como las rias de gallos y las corridas de toros9 sin embargo, daba un paso más allá defnía a los animales como su:etos de derecho !ue podían ser representados por el 0stado,E y tra+aba de un modo específco las condiciones de bienestar de las !ue debía go+ar todo animal !ue !uedaba, ahora, ba:o la protecci.n del 0stado nacional* Dice, por e:emplo, !ue &maltrato' incluye &manter animais em lugares anti@higinicos ou !ue lhes impe\am a respira\#o, o mo)imento ou o descanso, ou os pri)em de ar ou lu+' G y segn el abogado, esta es la situaci.n de Sarry Berger en su cárcel ilegal* 0l gesto es notable ya !ue el cuerpo del preso no parecía reconocible ni si!uiera por el recurso e7tremo del hábeas corpus, el abogado lo )uel)e contiguo al animal9 si ese cuerpo no puede ser tratado ba:o los derechos de la persona, !ue sea tratado ba:o los derechos de los animales su e7istencia no debe ser una e7cepci.n a la ley de los cuerpos9 la cárcel no pued pu edee ser ser di(er di(eren ente te a las las gran gran:a :as, s, los los cria criade deros ros o los los mism mismos os mata matade dero ros, s, cuy cuyas crueldades estaban, al menos en teoría, siendo controladas y mitigadas por el mismo 0stado* Para acentuar la )igencia de los derechos animales, Hobral Pinto ad:unta al petitorio una noticia periodística en la !ue la :usticia había condenado a prisi.n a un indi)iduo !ue había castigado )iolentamente a su caballo hasta matarlo9 el mismo 0stado, parece decir el abogado, es el !ue castiga la )iolencia contra el animal pero la perpetra contra los presos* Probablementee sin sospecharlo, Probablement sospecharlo, Hobral Pinto pone en escena escena las contradicciones contradicciones de un 0stado nítidamente biopolítico, esto es, un 0stado !ue se autodefne como protector de la )ida pero !ue por eso mismo es capa+ de reducir a despo:o la e7istencia de ciertos cuerpos9 !ue hace de los animales &en general' cuerpos reconocibles reconocibles para la ley, ley, pero pero !ue !ue hace ace del del cuer cuerpo po marc marcad adoo de un pres presoo un unaa fgur fguraa irre irreco cono noci cibl ble, e, :urídicamente ilegible, ontol.gicamente incierta ;un 0stado !ue sustituye, en fn, la distinci.n ontol.gica entre humano?animal por la di(erencia m.)il, ambi)alente y, siempre siempre política política entre bios?zo, * 0(ecti)amente, Hobral Pinto parece implicar !ue cuando la ley dice !ue &3odos os animais e7istentes no país sao tutelados do 0stado', ese &animal' no puede ser claramente distinguido del &animal humano', !ue todos los cuerpos animales ;y !ue el cuerpo humano en su parte animal; están, en principio, ba:o la protecci.n del 0stado9 !ue el ser humano y el animal se encuentran, en fn, en esa +ona de indeterminaci.n !ue es la de la )ida de los cuerpos* 0ntre las má!uinas del
(ascismo latinoamericano !ue se están acti)ando para las d8cadas por )enir y la posibilidad de la re)oluci.n, el cuerpo de Sarry Berger se )uel)e el punto ciego de los lengua:es lengua:es de la ley la )ida (uera@de@la@ley, (uera@de@la@ley, humanoanimal, humanoanimal, con)ertida con)ertida en terreno terreno de la )iolencia y de la resistencia* 0l gesto del abogado es, decíamos, teatral9 me gustaría sugerir, sin embargo, !ue en su misma teatralidad ilumina una )erdad hist.rica la del momento en el !ue la cues cuesti ti.n .n de los los dere derech chos os po polí líti ticos cos de la pers person onaa
un !i!iente como terreno inestable !ue e7cede la ontología de la especie y !ue se constituye en la arena de lo político, :ustamente por!ue es irreductible al discurso de los &derechos'* 0s sobre el (ondo de ese terreno inestable, de esa )ida sin nombre propio, !ue tendrán lugar las intersecciones entre cultura y biopolítica de las d8cadas siguientes*
CAPÍTULO ( LA PROPIEDAD DE LOS CUERPOS: MATADERO Y CULTURA
Lo primero !ue se )e, como escribía Perlongher, son cuerpos ;me+clados, superpuestos, amontonados en una continuidad )ertiginosa y en distintos grados de me+cla;* %o se puede )er, sin embargo, si se trata de cuerpos humanos o cuerpos animales, y si están )i)os o muertos, como si en esa me+cla las e)idencias del cadá)er o de la especie <:ustamente la especie !ue es, etimol.gicamente, lo !ue se )e, lo !ue se da a )er= no terminaran de aparecer, y los cuerpos se )ol)ieran contornos imprecisos !ue los )uel)en contiguos unos con otros, los humanos a los animales y los )i)os a los muertos* De esa con(usi.n de lo sensible, de esa (alla de lo !ue se da a )er
repensar, por un lado, la &serie de los mataderos', y al mismo tiempo seguir las líneas de un despla+amiento en el !ue, como )eremos, se :uega una nue)a topogra(ía de lo animal y de lo )i)iente en general, y un hori+onte di(erente de su politi+aci.n* Sacen, en fn, del matadero y de la muerte animal una instancia decisi)a para iluminar los modos en !ue se anuda )ida y política en los te7tos de la cultura* Para pensar ese cruce entre matadero y cultura hay una regla !ue me parece decisi)a, y !ue tiene !ue )er con la indistinci.n de cuerpos y de territorios !ue defne las coordenadas por las cuales el matadero se hace )isible* Como instituci.n social, el matadero busca poner a distancia lo animal de lo humano y la )ida de la muerte busca, en otras palabras, aislar la )ida eliminable, consumible, de la )ida protegida, re(or+ar su distinci.n e)itando !ue la muerte animal se me+cle, contagie, irrumpa en la )ida de la comunidad9 por eso la historia de los mataderos, como seala %oelie 5ialles, es la de su creciente reclusi.n y encierro, hasta llegar a los (rigorífcos y las gran:as industriales contemporáneos !ue restringen al má7imo toda )isibilidad pblica*I Los &mataderos de la cultura', al contrario, se organi+an en torno al (racaso de esa demarcaci.n y de esa +ona son contagiosos, e7pansi)os, di(usos, atra)esados por líneas de (uga el matadero, desde el te7to de 0che)erría
HIPÓTESIS SOBRE LA CARNE: DOS SERIES
Los &mataderos de la cultura' se con:ugaron, podemos pensar, en torno a dos temas generales* -no de esos temas ;el más pre)alente en las lecturas críticas; es el !ue gira en torno a la cuesti.n del poder soberano y al matadero como escenario donde la )iolencia soberana se e7hibe en su )erdad sangrienta* 3oda una constelaci.n de reescrituras y )ersiones del te7to de 0che)erría, !ue pasan por Borges y Bioy Casares, Lamborghini, 5ias, Carlos Alonso
íntima )erdad ese tema pobl. de modos sistemáticos un modo de leer y escribir la relaci.n entre animalidad y )iolencia* 0ste tema, sin embargo, de:a de lado una dimensi.n !ue con:uga otra serie de problemas y de materiales en torno a las inscripciones de los mataderos en la cultura* He trata de una dimensi.n !ue piensa la relaci.n entre animalidad y política no tanto desde la cuesti.n de la soberanía sino desde la cuesti.n del capital ;como dispositi)o donde se anudan, de modos !ui+á paradigmáticos, cuerpo y capital, y donde se piensa la capitali+aci.n de la )ida y de la muerte donde se escenifca o re)ela, en otras palabras, una )isibilidad de cuerpos )i)os y de cuerpos muertos ba:o el signo de su e7plotaci.n y de su )alor econ.mico;* Más !ue el matar soberano, este tema escenifca el &hacer )i)ir' y el &hacer morir' del capital9 una má!uina o dispositi)o biopolítico !ue enla+a los cuerpos ;de los animales y de los traba:adores; en torno a la producci.n de la carne como mercancía el matadero, en fn, como lugar pri)ilegiado donde la cultura piensa la ecuaci.n entre cuerpo )i)iente y capital interrogando, :ustamente, el lugar ambi)alente entre la )ida y la muerte en el !ue el cuerpo consumible del animal y el cuerpo e7plotable del traba:ador se reJe:an e intercambian posiciones* Los mataderos de la cultura se )uel)en así instancia donde se piensa la ecuaci.n, siempre política, entre )ida y )alor* Martín ohan
muerte, !ue e7trae la )ida de los cuerpos para trans(ormarla en mercancía y en )alor* Sacen del animal y de su muerte la )gura central para )isibili+ar el traba:o ba:o condiciones capitalistas y para comentar sobre la naturale+a de la mercancía el animal es allí un operador ret.rico, un tropo, pero despo:ado de estatuto político como tal, por!ue lo !ue se politi+a es el traba:o y el traba:ador* 0stos te7tos pasan por la muerte animal, a la !ue ponen en primer plano, para llegar a la e7plotaci.n del traba:ador tra+an una continuidad ret.rica entre cuerpos humanos y animales !ue se interrumpe en el momento de asignar sentidos políticos9 usan, en otras palabras, la distinci.n entre especies para signifcar la tensi.n entre clases
distinci.n frme, estable, entre humano?animal es rele)ada por la distinci.n más inestable y política entre bios?zo, , entre )idas protegidas y )idas eliminables de ese despla+amiento y esa tensi.n están hechos los mataderos de la cultura* %arran la producci.n de carne ;la trans(ormaci.n del cuerpo en carne; :ustamente por!ue ese es el signo !ue desarticula la oposici.n entre animal?humano y es esa inestabilidad la !ue se in)iste políticamente* Por eso los mataderos de la cultura uncionan como saber biopol$tico por!ue ponen, e(ecti)amente, en crisis y en mo)imiento la distinci.n humano?animal, y despliegan una )isibilidad de lo corporal ba:o el signo de una carne en la !ue toda distinci.n, toda distribuci.n de cuerpos para la )ida y para la muerte se re)ela política* 0n el matadero no hay &humanos' y &animales', hay solamente cuerpos entre la )ida y la muerte sobre esta dislocaci.n o despla+amiento piensan las biopolíticas del capital o del poder soberano :ustamente a partir de cone7iones, contagios, me+clas de cuerpos* Los mataderos de la cultura son, entonces, instancias en las !ue se escenifca una corporalidad di(usa, de contornos inciertos, donde la di(erencia y la :erar!uía entre humano y animal de:a lugar a la distribuci.n m.)il, política, entre bios?zo, , es decir, entre cuerpos reconocibles políticamente y cuerpos abandonados y sacrifcables el cuerpo animal será la +ona de indeterminaci.n sobre la !ue se tra+ará esa distinci.n !ue, ine)itablemente, permanecerá inestable, di(usa y, por lo tanto, crítica, en la medida en !ue re)oca todo ordenamiento f:o de cuerpos*
DOS VERSIONES DE LA MUERTE ANIMAL
0s en relaci.n a estas dos series y estos sentidos del matadero en la cultura !ue &0l matadero', de ohan, y Bajo este sol tremendo( de Bus!ued, indican un despla+amiento alrededor del cuerpo animal y de las políticas !ue lo atra)iesan* Los dos te7tos ponen la muerte animal en el centro de sus relatos, pero esa muerte ya no se contiene en la oposici.n entre soberanía y ley ni en la gramática clásica de la lucha de clases, :ustamente por!ue hacen del animal una dimensi.n irreductible a ordenamientos pre)ios9 desde esa dislocaci.n interrogan a la )e+ la tradici.n cultural y la potencialidad de nue)os sentidos* A di(erencia de otros te7tos sobre mataderos, estas son fcciones de despla+amiento, de mo)ilidad ponen los mataderos en mo)imiento* Bajo este sol tremendo )a y )iene entre C.rdoba y el Chaco siguiendo un relato de secuestros, esta(as y )iolencia donde las casas son escondri:os para cuerpos secuestrados y donde todo el uni)erso narrati)o está saturado de animales muertos* 0l te7to de Bus!ued es una
fcci.n de contagio todo el relato está teido, contaminado por la muerte animal como regla de inscripci.n de la muerte en general el animal en camino a la muerte, el cuerpo !ue habita el tiempo de su sacrifcio ;como la escena del toro !ue se escapa del cami.n !ue lo lle)a al matadero, !ue !uiero comentar más adelante; es una regla de lo )isible en este te7to* 0l animal )uelto espectro y espectáculo tie el mundo narrado de esa pobreza !ue Seidegger, (amosamente, reser)aba solo para los animales a tra)8s de la muerte animal se so(oca la relaci.n con la muerte en general9 la no)ela de Bus!ued es un e:ercicio implacable de ese paisa:e de la destrucci.n de toda relaci.n 8tica con la muerte a partir de, :ustamente, esos animales muertos y a la )e+ espectrali+ados y espectaculari+ados* 0l te7to de ohan, en cambio, se lee en el re)erso de este paisa:e narra el descubrimiento, por parte de un cho(er de cami.n, de un cargamento de animales en camino al matadero y el abismo 8tico !ue se le abre cuando, despu8s de un adormecimiento casi sonámbulo, &)e' la carga !ue transporta )e la )ida animal en el umbral de su muerte, )e el muerto@)i)o en el animal* Muerte animal y matadero aparecen a!uí no tanto como instancia de una 8tica hacia el animal
EL MATADERO MÓVIL
&0l matadero', de Martín ohan, lle)a adelante dos operaciones cla)e para
pensar la reinscripci.n del matadero y sus materiales* Primero mo)ili+a el te7to de 0che)erría desde el título mismo, interrumpiendo ciertos automatismos de lectura y sacando al matadero, literalmente, de conte7to todo el relato transcurre en un cami.n de transporte de animales* Ta no estamos en la instancia de la producci.n de carne, sino de la circulaci.n, una inJe7i.n en la !ue lo !ue cuenta es menos la producci.n
Desde allí pudo )er muy bien a los animales reunidos* Los )io de cerca, los )io en detalle* 5io el temblor ocasional de una ore:a suelta, )io las es(eras e7cesi)as de los o:os bien abiertos, )io la espuma de las bocas, )io los lomos* 5io cueros lisos y manchados, )io la espera absoluta* %o )io lo !ue imaginaba un mont.n de animales con )ida, sino otra cosa !ue en parte se parecía y en parte no )io un puado de animales a los !ue iban a matar muy pronto* 0sa inminencia es lo !ue )io, y lo !ue antes presentía la pronta picana !ue obligaría al mo)imiento, el ma+a+o en pleno cráneo, la precisi.n de una cuchilla, las labores del desuello* 0stir. una mano y palp. una parte de un cuerpo (ornido, como si con eso pudiese certifcar la ignorancia y la inocencia de todo su cargamento* Ahí el (uturo no e7istía* E
Seredia &)e', en ese Aleph corporal ;la re(erencia al te7to de Borges es clara; !ue es el cami.n de transporte de animales, ese umbral entre &un mont.n de animales con )ida' y &un puado de animales a los !ue iban a matar muy pronto'9 )e una di(erencia !ue es tambi8n una trans(ormaci.n, un pasa:e entre la )ida y la muerte* Lo )e como umbral y como destino, como una temporalidad ineluctable* Dice !ue el animal )i)o se parece &en parte' al animal sacrifcable, condenado, como si no se pudiese tra+ar con precisi.n la di(erencia entre la )ida y la muerte o entre el cuerpo )i)o y el cuerpo muerto o matable, como si los dos estados
condici.n por la cual esos cuerpos no solamente están condenados a morir sino !ue e7presan esa condici.n en su materialidad misma, en su tener lugar9 la lle)an, digamos, escrita o proyectada en su aparecer* Esa !isibilidad es lo +ue se organiza en el camión8 matadero5 la !ue hace )er los cuerpos como muertos@)i)os, en el umbral entre la )ida y la muerte, en esa +ona, pasa:e, temporalidad en la !ue la )ida es un espectro, un resto de sí misma por!ue esos cuerpos ya están condenados, en transici.n hacia la muerte* E 0sa distinci.n mínima, esa di(erencia inasignable pero más real !ue la presencia (enom8nica de los cuerpos, es, )ale decirlo, la materia misma de la biopol$tica la di(erenciaci.n, siempre inestable y m.)il, entre )idas protegidas, (uturi+ables, reconocidas como parte de una comunidad, y las otras )idas abandonadas, e7puestas a la muerte !ue, en su desamparo, ya las habita y las constituye* T !ue las arro:a a una temporalidad sin tiempo, un presente f:o &Ahí ;dice el narrador; el (uturo no e7istía'* 0l animal es, una )e+ más, una fgura cla)e en esa di(erenciaci.n* 0l te7to de ohan es una má!uina de hacer )er esa di(erencia !ue e7cede toda (enomenología y toda representaci.n por!ue tiene lugar como ordenamiento político de cuerpos* 0s una categoría de cuerpos lo !ue se )e o se alucina
mucho menos se contesta el orden econ.mico o social !ue está detrás de ese ordenamiento de la muerte* A!uí, en cambio, el protagonista )e o alucina, literalmente, la inestabilidad de ese ordenamiento )e los cuerpos entre la )ida y la muerte, como distribuci.n social y política9 :ustamente, la &)isi.n' de eso !ue an no ha sucedido, la )isi.n de la (aena, es la de una temporalidad política, no natural9 superpone, como en un monta:e, el &mont.n de animales con )ida' y el &puado de animales a los !ue iban a matar muy pronto', y al hacerlo desnaturali+a la secuencia* La distinci.n humano?animal no alcan+a para naturali+ar la distribuci.n política de cuerpos9 esa distinci.n !ue en te7tos anteriores
0ra el rumor, era un rumor lo !ue empe+. a perturbarlo* Sasta no acurrucarse y cerrar los o:os no lo había notado* Ahora en el silencio, en la !uietud, no podía de:ar de sentirlo* 0ra un rumor, un mo)imiento contenido, era una presencia* He asom. a )er si algn otro cami.n llegaba o si ya estaba detenido a corta distancia, pero no había nada* He f:. en la estaci.n de ser)icio si acaso alguien había aparecido y la encontr. tan desolada como antes, al llegar* He pregunt. si alguien estaría merodeando tal )e+ el cami.n con la idea de robarlo, como a )eces pasaba cuando la carga era onerosa, pero a poco de reJe7ionar estableci. !ue lo !ue distinguía no eran pasos, ni acecho, ni sigilo* 0l rumor e7istía en el propio cami.n, y no (uera de 8l* EG
0l rumor )iene desde adentro, desde el &propio cami.n' estamos en un adentro, una interioridad sin precedentes en la serie de los mataderos* Los lugares y las distancias !ue tra+aban las coordenadas de lo humano y lo animal y sus relaciones, y !ue se desplegaron con nitide+ en las escrituras y las fcciones sobre mataderos, a!uí se
despla+an y se reorgani+an lo !ue aparece es una interioridad de límites di(usos, e7pansi)os, !ue el protagonista &no podía de:ar' de sentir, y una pro7imidad inapelable, un cuerpo a cuerpo !ue es un tráfco de a(ectos* 0l rumor, entonces, no pro)iene del a(uera, de una e7terioridad o de una le:anía o de una contaminaci.n !ue amena+a el contorno de lo propio, de la interioridad9 tampoco pro)iene de un (ondo atá)ico, originario, inconsciente o pret8rito del cuerpo9 ese rumor no !iene del auera ni del pasado )iene de eso !ue está al lado, contiguo, en el mismo plano, en una pro7imidad para la cual no hay lugar o posici.n9 )iene del &propio cami.n' es, entonces, menos una alteridad !ue amena+a la integridad de lo propio desde a(uera !ue una dislocaci.n o espaciamiento interior, un despla+amiento interno !ue ya no puede reconocer sus límites ni el perímetro de lo propio* 0stamos más cerca de lo ,#timo !ue de lo siniestro u ominoso no es lo (amiliar e7traado, es el &interior del interior', un espaciamiento de lo propio, !ue es tambi8n una dislocaci.n de lo apropiable, de lo !ue puede ser declarado &propiedad'* La distribuci.n entre humano?animal, !ue (ue siempre una distribuci.n entre una interioridad y una pro(undidad &propiamente' humana
reaparece como rumor, como sonido !ue demarca la presencia del otro cuerpo una dimensi.n táctil, háptica, del lengua:e es el sentido como &sentir' <&no podía de:ar de sentirlo* 0ra un rumor, un mo)imiento contenido, era una presencia'=* 0stamos entonces en un umbral entre lengua:e y puro sonido en el !ue lo !ue se trafca es a(ecto mo)imiento, presencia, e7posici.n entre cuerpos*
hay campo, el espacio es e7clusi)amente el de la ruta, y las pocas re(erencias al paisa:e tienen lugar ba:o el signo del despo:o y la ruina* 0l punto de condensaci.n del te7to pasa por esos cuerpos ;el del cho(er, el de los animales; !ue están a la )e+ unidos y atra)esados por el circuito de la mercancía* A!uí todos los cuerpos se )enden Seredia como (uer+a de traba:o, la prostituta por sus )einte pesos, los animales por una ganancia !ue no puede esperar !ue pase el mal clima el capital desterritorializa toda ontolog$a nada ;mucho menos la distinci.n entre lo humano y lo animal; detiene la captura de cuerpos por el capital, ni su capacidad para trans(ormarlos en otra cosa* T al re)8s, la fgura del propietario, del dueo de los animales y !uien contrata a Seredia, no tiene cuerpo es una )o+ an.nima, !ue hace llamar a Seredia, y !ue se pierde en el origen de la trama
el relato un momento de saber, pero un saber para el !ue no hay &conciencia' propiamente dicha sino !ue !ueda en el borde de lo articulable, en el borde mismo del lengua:e* A di(erencia de otras )ersiones del matadero, !ue lo )uel)en el escenario de en(rentamiento entre antagonistas políticos y?o de clase, a!uí no hay en(rentamiento, no hay antagonismo9 el matadero no es el escenario de una lucha o guerra, sino !ue por el contrario es instancia de saber y de surgimiento de un &comn' entre animal y humano reJe:a los cuerpos en su captura ba:o el circuito del capital pero tambi8n en su tensi.n crítica, en esa resistencia u opacidad so(ocada, al ciclo del matadero* Pero, al mismo tiempo, el relato en &0l matadero' cumple con lo !ue ya enunci. !ue los animales ya son su propio espectro9 !ue los cuerpos son, en este circuito, en este relato, su propio espectro, en la medida en !ue están atra)esados y su:etos al circuito del capital* Al amanecer
EL MUNDO SIN DUELO
Como Como en el te7t te7too de ohan, ohan, en Bajo este sol tremendo de Carlos Bus!ued, EI el cuerpo animal se hace )isible en la +ona de pasa:e entre lo )i)o y lo muerto ya sea la ele(anta del +ool.gico !ue repite automáticamente los &pasos' de baile !ue se le ensearon a (uer+a de descargas el8ctricas, la multitud de animales !ue aparecen como espectáculo ;y por ello mismo, como espectros ' en en el Animal Planet, o el toro !ue se escapa del cami.n !ue lo lle)a al matadero
como )estigios de una )ida sal)a:e en )ías de e7tinci.n* 0se tiempo ;el de la e7tinci.n, el de la desaparici.n; es el tiempo del animal la materialidad del cuerpo animal se inscribe ba:o el signo de lo espectral* A!uí los animales asedian, como los (antasmas retor retorna nann desd desdee su desa desapa pari rici ci.n .n,, desd desdee su capt captur uraa y su secu secues estr troo como como imag imagen en espe espect ctacu acula lari ri+a +ada da y como como merc mercan ancí cía a así, así, ha hayy ele(a ele(ant ntes es en la /ndi /ndiaa ;seg ;segn n un documental del Animal Planet !ue recurre a lo largo de todo el te7to; !ue asolan las comunidades humanas asesinando a sus pobladores, del mismo modo, la escena del toro !ue se escapa del cami.n !ue lo transporta hacia el matadero y embiste la casa del protagonista ocasionando un ruido y un temblor !ue amena+a la estabilidad misma del edifcio* 0l animal aparece en línea de e7tinci.n pero precisamente por eso, por!ue desaparece, retorna tambi8n como amena+a como la presencia espectral del muerto@ )i)o* 0ste lugar ambi)alente, indeterminado, entre lo )i)o y lo muerto !ue a!uí se inscribe en torno al animal (unciona, como decíamos antes, como condici.n general de representaci.n de los cuerpos el te7to contagia, o más bien satura el mundo narrado con ese signo del animal@espectro9 ningn persona:e se sustrae a esa condici.n, por!ue es condici.n del mundo en ruinas !ue el te7to insistentemente despliega* 0l relato arra arranc ncaa con con la noti notici ciaa del del ases asesin inat atoo de la madr madree y del del herm herman anoo de Ceta Cetart rti,i, el protagonista, !uien )ia:a desde C.rdoba hasta Lapachito, en el Chaco, para disponer los restos* Allí conoce a Duarte, un militar retirado !ue se dedica a los secuestros y a su pasi.n por la pornogra(ía9 :untos traman una esta(a con la pensi.n de la madre de Cetarti, y luego, otro arreglo para transportar a una de las )íctimas de Duarte* Danielito, el ayudante de Duarte, contina con la saga de los muertos tiene un hermano muerto con su mismo nombre, cuyos huesos
Hin embargo, ningn resto desaparece sin m"s , ninguna muerte es absolutamente insignifcante el persona:e se )a a preguntar luego si las caerías le )an a de)ol)er los restos !ue arro:. &se estremeci.', dice el narrador al pensar !ue &algn día terminará tomando un )aso de agua con restos de las ceni+as'
camino a la muerte, !ue es tambi8n el animal@mercancía* 0l toro resiste, escapa, es atropellado en plena calle por una camioneta !ueda agoni+ando allí* -n )ecino se o(rece a rematarlo para !ue no siga su(riendo9 los empleados del (rigorífco se niegan reciben .rdenes de !ue el animal debe ser matado en las premisas del matadero
Minutos despu8s lleg. un camioncito del (rigorífco y cargaron al animal entre insultos, sin ahorrarle ningn su(rimiento* Mientras lo acomodaban para poder cerrar la porte+uela de la ca:a, Cetarti mir. la cara del toro, !ue resoplaba como un motor )ie:o* He )io a sí mismo en el reJe:o con)e7o del o:o del animal* Ta no había (uria
-na )e+ más, es el animal en el cami.n de transporte, (uera de todo &medio ambiente', en su de)enir mercancía* 0l toro hace su aparici.n en el te7to en su ltima resistencia en el momento en !ue se con)ierte en el muerto@)i)o, el momento en el !ue su impulso de escape es defniti)amente doblegado* 0se momento o ese umbral es el !ue ilumina no solamente la crueldad de los empleados ;una crueldad racionali+ada, !ue (orma parte del &procedimiento' o del proceso de producci.n, en la !ue claramente el animal e!ui)ale a una cosa;, sino ese reJe:o entre miradas, donde el o:o del animal se )uel)e un lugar de reconocimiento &Ta no había (uria', dice el narrador, describiendo e)identemente el cuerpo del animal, pero incluyendo o reJe:ando al persona:e mismo* Como en el te7to de ohan, es el animal moribundo, el animal como cuerpo sacrifcable el !ue re)ela una condici.n !ue no se contiene ba:o la di(erencia humano?animal, sino !ue se e7hibe en su contagio, en su e7pansi)idad se trata menos de compasi.n !ue de una condici.n compartida* 0l animal entre la )ida y la muerte es :ustamente ese cuerpo !ue &reJe:a' esa condici.n ya no puede ser nítida o rigurosamente el &otro' del hombre, su re)8s y su alteridad9 se )uel)e, como en esta escena, demasiado pr.7imo* /nteresantemente, el tema de la mirada ella a un nio en la )orágine9 es castrado, anticipando la escena con el unitario* Hus o:os ro:os de (uria se reJe:arán tambi8n en los o:os enro:ecidos del unitario la resistencia al poder es comn y se lee en la mirada* La escena de Bajo este sol... in)ierte este signo, y hace del toro la instancia de la muerte en )ida, el cuerpo !ue tiene lugar entre la )ida y la muerte ilustra, en este
sentido, la naturale+a contagiosa de la muerte animal en el te7to, de la )ida sacrifcable como regla de representaci.n de todo cuerpo* T :ustamente por!ue reali+a esta condici.n se )uel)e instancia re)eladora* Hi la muerte animal es a!uí la muerte sin duelo, la escena del toro en camino al matadero condensa lo !ue a!uí (unciona como condici.n del te7to ;la imposibilidad de relaci.n 8tica con la muerte, la tachadura de la singularidad del morir;* Pone (rente a (rente a dos cuerpos residuales ;Cetarti, el toro; y los ilumina sobre el hori+onte comn del mundo sin duelo* Bajo este sol tremendo es una no)ela hipn.tica, sonámbula todos los persona:es están constantemente (umando marihuana, adheridos a las pantallas donde )en Animal Planet o pornogra(ía* %inguna muerte los saca de ese sopor9 más bien, al contrario, las muertes parecen hundir más a los persona:es en esa suerte de letargo !ue defne el uni)erso en el !ue habitan* 0l fnal del te7to es ilustrati)o Danielito, al )olante, &bastante de la cabe+a', chocará con una )aca
Lo ltimo !ue )io Danielito (ue :ustamente la cara del animal, !ue lo miraba a los o:os desde una distancia de dos metros, con una e7presi.n pacífca y
1tra )e+, la mirada entre hombre y animal en la inminencia de una muerte irreconocida, anestesiada el persona:e
0ran (otos de operati)os rurales, con la mayoría de milicos )estidos de ci)il* 0n una, de (ondo se )eía una camioneta cosida a bala+os YZ[ Hu padre estaba en cuclillas, descansando sobre la rodilla del bra+o derecho con la pistola
La contig>idad es puro contagio la serpiente muerta, los cuerpos del &operati)o' con la cara tachada, los perros !ue luego son matados con la misma pistola*** A!uí el animal muerto tra+a una +ona de )isibilidad oblicua, !ue registra, sin ponerlo en el centro, una confguraci.n hist.rica decisi)a !ue parece perpetuarse o e7tenderse en la materialidad misma de los cuerpos* 0l cuerpo como ruina, como )estigio, como resto hist.rico !ue no genera ningn tipo de conciencia en los persona:es ese es el tono de so(ocamiento !ue recorre el te7to, poblado de cadá)eres pero sin lengua:e para la muerte* 0l te7to inscribe las huellas de la dictadura y en general de la tradici.n (ascista cordobesa la calle &Brigadier Lacabanne', el barrio &Sugo `ast', las huellas de la dictadura en algunos persona:es, todo remite a un sedimento !ue atra)iesa el genocidio y !ue apunta a suprimir la muerte como e)ento a tachar toda simboli+aci.n, toda memoriali+aci.n, a destruir todo resto !ue mar!ue no solo la )iolencia sino el e)ento mismo de la muerte* 0s en ese lugar donde aparece el animal, no reempla+ando o &meta(ori+ando' lo humano, sino condensando las políticas generales de la muerte* 0s un sedimento !ue se incrusta en el cuerpo de los animales como si uese esa la super)cie en la +ue m"s n$tidamente se lee* -n mundo !ue no puede, !ue ya no sabe, !ue no consigue recordar c.mo relacionarse con la muerte Bajo este sol tremendo da testimonio
UNA NUEVA MATERIA
0n los te7tos de ohan y en el de Bus!ued se :uega, entonces, un despla+amiento
del lugar del animal y de los mataderos en la cultura* Hi pensamos, por e:emplo, en los te7tos !ue hacen del matadero una arena pri)ilegiada de la lucha de clases < Los c*arcos rojos de Bernardo $on+ále+ Arrili, 4in tregua de Ral Larra, &0l matadero' de Rodol(o `alsh=, )emos una operaci.n bastante sistemática son te7tos !ue, por un lado, identifcan el lugar del proletario con el de los animales a los !ue sacrifcan y con)ierten en carne, tra+an un circuito donde el animal representa la deshumani+aci.n de la e7plotaci.n, pero terminan politi+ando e7clusi)a y nítidamente la cuesti.n del traba:o humano y no la e7plotaci.n de los cuerpos en general, su con)ersi.n en medida de )alor* 0l animal allí es puro tropo ;tropo !ue termina confnando todos los sentidos políticos en torno a antagonismos con:ugados alrededor de una demarcaci.n incontestada de lo humano, y no en torno a una serie inestable de distinciones biopolíticas entre g8neros, ra+as, clases y especies* 0n Los c*arcos rojos , por caso, se narra una huelga obrera encabe+ada por mu:eres, !ue ponen en escena usos políticos del cuerpo amena+an a los hombres con )ol)erse prostitutas si no se les conceden derechos laborales ;en la protesta (rente al matadero se le)antan las polleras, muestran el se7o, )uel)en la huelga la ocasi.n de una festa o carna)al del cuerpo !ue terminará en )iolaci.n y masacre;* La no)ela, así, abre una +ona de contagios muy intensa entre cuerpos marcados biopolíticamente ;animales, mu:eres, nios, inmigrantes, proletarios; !ue se con:ugan en el matadero, pero termina so(ocando esa intensidad en el melodrama, demasiado humano ;(amiliarista, heterose7ista, normali+ador; de la pare:a proletaria* Hon te7tos, en fn, !ue hacen del animal y del matadero una instancia de politi+aci.n y de desa(ío a una norma humanista, burguesa, indi)idualista, pero !ue terminan reduci8ndolos a una fgura o tropo de sentidos políticos matri+ados en el humanismo, como contracara de la dignidad humana, ci)ili+ada, obrera, etc*9 (uncionan sobre el presupuesto de !ue hay algo propiamente humano, una &naturale+a humana' !ue se )uel)e )isible en su contraste y :erar!uía respecto de los cuerpos e intensidades animales, !ue permanecen, más allá de una identifcaci.n pro)isoria y de un contagio intermitente, como pura alteridad respecto de lo humano* Los mataderos de ohan y Bus!ued traba:an sobre una materia irreductible a esa distribuci.n son te7tos !ue desbaratan, desde su (orma misma, los mecanismos (ormales !ue permiten poner a distancia la )ida animal, )ol)erla cosa, insignifcancia, ausencia de sentido* Al contrario, iluminan una +ona irreductible a esa distinci.n tra+ando :ustamente el umbral o la línea de pasa:e entre cuerpos en la !ue lo !i!iente , y la relaci.n 8tica, e)entualmente política entre cuerpos, despla+a el lugar !ue antes ocupaba lo humano como presupuesto de reconocimiento y de relaci.n* 0l rumor del te7to de ohan y los animales muertos en el de Bus!ued demarcan el espacio !ue ya no puede reconocerse como humano sino como )i)iente en esa dislocaci.n se :uega una
nue)a sensibilidad y una nue)a política* Los mataderos de:an de ser dispositi)os ret.ricos y est8ticos de una política humani+adora
E'CURSO II. CAPITAL ANIMAL: LA "UERRA DE LOS CLONES
&Argentina y la -0 en la guerra de los clones' titulaba, hacia fnales del E, un artículo del all 4treet Cournal proli:amente reproducido un par de días despu8s por La 1ación* 3al guerra alude a la pugna entre países sudamericanos ;principalmente Argentina y Brasil; y la -ni.n 0uropea en torno a las restricciones sobre los productos alimenticios y (armac8uticos deri)ados de animales clonados, sobre todo carne y leche, pero tambi8n medicamentos* &Argentina ;dice la traducci.n de La 1ación; emerge como el abanderado de la carne clonada', buscando con)ertirse en los pr.7imos aos en el mayor e7portador mundial de productos clonados y transg8nicos otro
reproducir al infnito los lengua:es e imágenes de la Argentina identifcada con &el campo'* 0n el EO, nace &Manuel', el primer toro clonado de la ra+a Brangus, cuya nacionalidad no de:a lugar a duda nace un E de :unio, el día de la bandera, de donde deri)a su nombre, en honor a Manuel Belgrano9 resulta de una combinaci.n de saber e in)ersi.n econ.mica entre la -ni)ersidad de Han Martín y una compaía llamada AR$ %atural Bee( de nue)o se nacionali+a para e7portar* 0l primer caballo clonado tambi8n se nacionali+a es el &BH andubay Bicentenario', !ue nace en el E y lle)a el nombre del nue)o siglo de la naci.n* 0n el E nace &Rosita /HA', la primera )aca bi@ transg8nica !ue sería capa+ de dar, gracias a su modifcaci.n gen8tica, leche materni+ada apta para consumo de beb8s humanos una )ersi.n a la )e+ arcaica y (uturista de la nodri+a animal*
)ida orgánica se )uel)e instancia de capitali+aci.n* 0l animal clonado dramati+a una operaci.n !ue hace del animal no solo una propiedad sino (undamentalmente una instancia de in)ersi.n, de optimi+aci.n, de me:oramiento la )ida, el ciclo biol.gico mismo como instancia de capitali+aci.n* 0l animal como paradigma del cuerpo properti+ado, cuyo ciclo de la )ida !ueda enteramente subsumido ba:o el signo del capital su )ida y su muerte se )uel)en instancias de un cálculo y de una medida !ue son defnidas por la racionalidad del capital*EN Hi el animal es el cuerpo@mercancía por e7celencia, el animal clonado es una iteraci.n y una radicali+aci.n de esa l.gica !ue tiene la edad de la modernidad misma9 el clon marca el umbral !ue en el presente defne el nudo entre cuerpo )i)iente y capital, y los nue)os modos en !ue los cuerpos se )uel)en properti+ables* Defne una nue)a trama y una nue)a escala por la cual el cuerpo y la )ida son atra)esados por el capital, literalmente rein)entados como mercancía9 desde allí redefne la relaci.n con lo corporal y lo biol.gico en general* La guerra de los clones re)ela, sin embargo, su no)edad si la pensamos sobre el conte7to más )asto, y más comple:o, del reordenamiento de la distinci.n entre humano?animal y de la nue)a rele)ancia o el nue)o protagonismo de ese bios desde el cual toda distinci.n entre especies se re)ela inestable* La &guerra de los clones' es, entre otras cosas, una disputa en torno a esa nue)a con)i)encia o esa nue)a continuidad entre )ida animal y humana !ue pasa, por caso, por leche materni+ada !ue podría )enir de una )aca o por medicamentos gestados en cuerpos animales9 pasa, en otras palabras, por los modos en !ue la clonaci.n y la inJe7i.n transg8nica desa(ía distinciones entre especies !ue (ueron decisi)as para una ontología de lo humano* 0l clon es pura biología atra)iesa el organismo, el cuerpo, la especie como (orma )isible
CAPÍTULO ) ESE PUEBLO *UE NUNCA DEAR+ DE SER ANIMAL: OSVALDO LAMBOR"HINI1$
&Las (uer+as de la naturale+a se han desencadenado', G sentencia el narrador de &0l ford', el primer te7to publicado por 1s)aldo Lamborghini, en OO* La (rase califca, como se recordará, la secuencia )ertiginosa !ue atra)iesa el te7to, y !ue le dio a su autor un lugar legendario una orgía, un nacimiento, un acto caníbal !ue alegori+aban las tensiones y alian+as del mo)imiento peronista en los aos sesenta, y !ue se7uali+aba como nunca antes las representaciones de lo popular y del peronismo en la literatura argentina* Pero la (rase tambi8n anuncia o marca, en un gesto a la Hade, otra transici.n la de unas uerzas (uera de lugar, !ue irrumpen y se e7presan ;!ue se &desencadenan'; más allá de las representaciones !ue hasta ese momento habían codifcado y demarcado los límites !ue di(erenciaban lo instinti)o de lo social, lo natural de lo cultural, lo primiti)o de lo ci)ili+ado y, en fn, lo animal de lo humano* 0sas (uer+as naturales !ue se desencadenan son las !ue mo)ili+an el nacimiento, la orgía, el asesinato y la comilona caníbal su canal de e7presi.n es el peronismo y, por lo tanto, el pueblo y sus representaciones* 3ales &(uer+as de la naturale+a' ;!ue se re)elarán contra natura , an.malas, in(ormes; y los sentidos del pueblo se anudan a!uí de modo inseparable la escritura de Lamborghini, su primer te7to, será el lugar en el !ue el &pueblo' y el &animal' se anudan con una intensidad sin precedentes en la literatura argentina, y !ue se re)elará decisi)a para las escrituras (uturas* 0l cuerpo y sus &necesidades básicas' ocupará el centro de la escena de lo político ;y eso es lo !ue en Lamborghini se piensa desde el animal* La escritura de Lamborghini se poblará, a partir de esas &(uer+as de la naturale+a' desencadenadas, de pe!ueos monstruos, populares y cotidianos el nio proletario, los tadeys, el pibe Barulo ;una galería de persona:es hechos de de(ormidades, en(ermedades hereditarias, de anomalías y de e7cepciones a las &leyes de la )ida' !ue, hasta bien entrado el siglo 66, no de:aban de resonar en los )ocabularios normali+adores de la sociedad argentina;* Contra esos )ocabularios, la escritura culti)a una especie de r8gimen o de procedimiento !ue se )a generali+ando, donde la &naturale+a' y sus (uer+as se )uel)en un reino de e7cepciones y donde los cuerpos pierden (orma, se )uel)en ilegibles o irreconocibles a su g8nero, su clase o su especie el &cul.n' de &0l pibe Barulo' !ue de(orma el cuerpo masculino, arrastrando la
transparencia de su norma se7ual9 los &tadeys', criaturas opacas a toda clasifcaci.n en especie, desen(renadas ante la )isi.n de una pi:a9 los proletarios, la (amilia de degenerados cuya herencia maldita pone en crisis su pertenencia a lo humano, etc* una galería de fguras contra natura y !ue comparten el gesto reiterado de desarmar y minar toda gramática de representaci.n de los cuerpos como fgura unitaria, como unidad :ugada en torno a una (orma defnida, reconocible, para hacerlos e7presar esa &(uer+a' !ue los atra)iesa y les asigna un nue)o hori+onte de intensidad* Algo en estas fguras e7cede los modos de representar, clasifcar a los cuerpos, es decir, a los modos en !ue hasta ese momento la cultura había dado (orma a los cuerpos ;o !ui+á me:or dicho, algo !ue e7cede los modos en !ue hasta ese momento se habían codifcado la oposici.n entre la (orma y lo de(orme, entre el cuerpo (ormado y el cuerpo in(orme;* 0so !ue desarma un r8gimen de representaciones, eso !ue recompagina todo un orden de )isibilidad de cuerpos ;un &orden de indi)iduaciones', dice RanciFre;, eso !ue disloca, de (orma defniti)a !ui+á, un modo de enla+ar palabras y cuerpos ;eso es lo !ue, !uiero sugerir, se desencadena en esas &(uer+as' !ue )ienen desde &0l ford', y !ue tienen !ue )er con un des(ondamiento de lo !ue se entendía por lo natural, lo orgánico y lo corporal en su relaci.n con la cultura y con la política* 0n el centro de ese reordenamiento está el animal y la relaci.n entre animalidad y escritura* 0l animal o lo animal ci(ra a!uí ese repertorio de (uer+as !ue estallan los cuerpos, los )uel)en inciertos, los de(orman9 (uer+as !ue han perdido la re(erencia a una naturale+a entendida como el otro del hombre ;y confnadas al e7terior de lo social al !ue las arro:. la imaginaci.n moderna; y !ue irrumpen, dislocan, impugnan las (ormas de lo humano y de lo social en Lamborghini el animal demarca el terreno en el !ue tiene lugar esta dislocaci.n* Pone en escena una intensidad corporal, orgánica, se7ual, biol.gica !ue no puede contenerse ba:o los signos de una humanidad )aciada ; donde los nombres y las normas de lo humano !ue poblaban la cultura de ese momento no pueden dar cuenta de eso !ue empie+a a pasarles a los cuerpos el animal llega allí para iluminar esa crisis y ese reordenamiento* &0l ford'5 el relato inscribe esas &(uer+as de la naturale+a' !ue, e)identemente, no pro)ienen de un a(uera o de un más allá de lo social, sino del adentro de los cuerpos, y del interior del orden político el relato tiene lugar, como se recordará, en un espacio cerrado donde se condensan todas las tensiones y del !ue solo salen al fnal, despu8s de comerse al líder9 allí todo pasa por procesos corporales alian+as y antagonismos políticos se leen en la trama de la se7ualidad, la alimentaci.n, etc. La naturale+a desencadenada a!uí no es, entonces, una (uer+a !ue )iene de un e7terior sino desde la inmanencia de los cuerpos9 no remite a!uí a la alteridad de lo sal)a:e sino a un con:unto de intensidades in(ormes, !ue recorren el suelo de lo social, y !ue dispone a los cuerpos ba:o la lu+ de una pro7imidad incontenible de la dimensi.n animal, !ue parece ocupar
todo el espacio de la representaci.n con las (unciones, las necesidades, los procesos !ue en los cuerpos es indisociable de lo animal comer, coger, parir9 todo a!uí se reduce o se condensa en una corporalidad e7pansi)a, e7tensa todo se animaliza. %o solo los participantes de la escena de &0l ford' se animali+an, sino !ue hay animales en la escena tambi8n cucarachas, cuer)os, gatos !ue con)i)en, comparten el (estín con los cuerpos humanos* Los cuerpos se tornan instancias de una animalidad multiplicada, di)ersa, donde cada cuerpo se reJe:a en el animal !ue es el otro* 0l Loco le da latiga+os en los o:os al Hebas, &como se estila con los caballos maeros'9 el Hebas es el &amigo entraable, perro inmundo'9 el nio !ue nace &respira y mue)e la cola'9 cuando el Hebas en(renta al Loco, se pone &en cuatro patas, mostrándole sus )erdinegros colmillos', etc. 0l tropo animal, el animal como fgura ret.rica, a!uí ad!uiere una densidad y una condensaci.n desmesurada !ue indica otra cosa ese (ondo animal se )uel)e condici.n de representaci.n o de )isibilidad de los cuerpos9 de allí el te7to e7trae las intensidades !ue lo recorren9 esa es la lu+ !ue dispone sobre las materias y las acciones y las (uer+as !ue desencadena* Hin duda, como dice Ludmer,G &0l ford' inscribe la ba:e+a de la traici.n y las alian+as cambiantes del peronismo a tra)8s de este uni)erso de pasiones primarias y de pulsiones e instintos es la *orda como protagonista de una política )iolenta !ue pasa por pactos pragmáticos y no por &ideas'* Pero este tras(ondo de la política, este agu:ero o madriguera donde tiene lugar el nacimiento y la &festonga' es tambi8n el umbral de la )ida orgánica, animal, natural ;la &parte animal' de la )ida humana; +ue a+u$ ocupa el centro de la escena9 la )ida o lo )i)iente como dimensi.n del deseo, de las necesidades llamadas &básicas' y !ue atienden a la &mera' super)i)encia de los cuerpos el cuerpo en sus necesidades específcas, el cuerpo como repertorio de necesidades y deseos específcos e inmanentes a la )ida orgánica y corporal* 0se umbral de las necesidades corporales( !ue )uel)e ambi)alente todo criterio de distinci.n entre humano y animal, a!uí se )uel)e la superfcie !ue hace legible la política* 0sa es la lu+ !ue el te7to de Lamborghini arro:a sobre el peronismo y sobre el &pueblo'9 lo !ue aparece en &0l ford' es una +ona de pasa:e y de contagio entre el animal y la política, entre esa )ida animal !ue atra)iesa los cuerpos y los empu:a hacia el límite mismo de su confguraci.n, y la )ida política, la política !ue en la Argentina de los sesenta se con:ug. en torno al peronismo y a las alian+as y guerras sobre el legado de Per.n*
COMER, CO"ER: EL "IRO ANIMAL
&0l ford' es, como se ha sealado muchas )eces, una alegoría !ue pone en escena un repertorio de símbolos políticos ;C$3, 5andor, etc*; y los ata, de modo e7plícitamente arbitrario, a una corporalidad in(orme, !ue se !uiere irreductible y resistente a los sentidos !ue se le proyectan y se le asignan* 0s la arbitrariedad de la alegoría ;el hecho de !ue el signifcado sea heterog8neo al signifcante, y !ue la materialidad del signifcante resista toda captura de sentido; lo !ue a!uí interesa, por!ue es esa resistencia lo !ue ad!uiere una centralidad y una rele)ancia in8ditas* GE Puesto !ue a!uí no se :uega una tensi.n entre lo corporal y lo espiritual, entre la materia y el espíritu, sino una tensi.n espec$)camente moderna , propia del uni)erso de la biopolítica y !ue pasa por la administraci.n de los cuerpos y de su )ida ;la tensi.n entre bios y zo, , persona y no@persona, entre las (ormas de )ida políticamente reconocidas y la )ida animal, preindi)idual, no@sub:eti)a, como &puro' repertorio de intensidades y de (uer+as;* Lo !ue se anuda o se con:uga en &0l ford' de modo in8dito en la cultura argentina es :ustamente l a distancia entre esa corporalidad e#tensa( esa carne +ue ocupa 3 protagoniza el orden de lo !isible 3 las ormas de subjeti!idad pol$tica. Lo !ue aparece son cuerpos, &(uer+as' !ue no terminan de acomodarse a la sinta7is de posiciones y alian+as de lo político ;una corporalidad !ue no tiene lugar, !ue no tiene &parte', como dice RanciFre, en un orden de sub:eti)aciones políticas;* 0so !ue está en e7ceso eso es lo !ue a!uí se marca ba:o el signo del animal, y !ue sale a la superfcie en el espacio m.)il, Juctuante, intenso, del peronismo* %o se trata sin embargo de !ue este e7ceso, eso no incorporable, asedie y desorganice el ordenamiento político como una especie de resto inasimilable y siempre un poco meta(ísico* He trata, al contrario, de !ue precisamente sobre esa dimensi.n incierta de los cuerpos, sobre esa carne !ue no tiene g8nero ni especie se proyectan las decisiones y las gestiones sobre las )idas !ue se cuidan, las distinciones políticas entre )idas y entre sub:eti)idades* 0s la carne, lo orgánico, la corporalidad en su inmanencia, lo !ue Lamborghini lee en el peronismo como el signo de una política !ue ya no puede ser simplemente &humana' sin tener en cuenta eso animal !ue ocupa el centro de la escena* <&0l nio proletario', en 4ebregondi retrocede , lle)ará esta l.gica hasta un e7tremo in8dito=* Lo !ue se :uega en &0l ford' no es tanto la oposici.n entre lo popular y lo culto, entre lo normati)o y lo !ueer, del su:eto y su &resto' o de la naci.n y su &otro', sino de un uni)erso en el !ue los cuerpos se han )uelto opacos, intraducibles a los lengua:es !ue los reconocían y asignaban )alor un uni)erso en el !ue las &(uer+as' han de:ado de sostener, de anclar el edifcio de las identidades culturales y políticas, y donde las di(erencias, las distinciones, los antagonismos !ue le habían dado una cierta (orma y un relato a la modernidad argentina se dislocan al en(rentar esa corporalidad resistente, reacia, abierta, indeterminada, !ue dice !ue los cuerpos ya no responden a los nombres !ue los hablaban y los e7presaban9 una corporalidad !ue de:a de traducir un orden pre)io, y en la !ue se reali+a tanto una nue)a rebeldía, un nue)o desorden y una
re)uelta, como tambi8n una )iolencia !ue ya no tiene )íctimas claramente preasignadas sino !ue se generali+a y se contagia la )ida del cuerpo emerge en el interior de la )ida política y las disloca radicalmente* La escritura de Lamborghini da cuenta de esa dislocaci.n, y lo hace en torno al e)ento del peronismo piensa al peronismo en t8rminos de una crisis de las ret.ricas y las pedagogías de lo humano !ue hasta ese momento poblaban los proyectos culturales a i+!uierda y derecha, y les contrapone la potencia de ese animal peronista , ese peronismo !ue )iene como (uer+as, con intensidades y (ormas ilegibles ba:o las ret.ricas de lo humano disponibles* 0so es lo !ue, desde el animal, la escritura de Lamborghini lle)a hasta un e7tremo sin retorno y desde allí abre una línea !ue llega hasta el presente* 0l peronismo (ue, desde luego, inseparable de la relaci.n con lo animal en la literatura toda una literatura en torno al &alu)i.n +ool.gico', desde &0l otro cielo', de Cortá+ar, hasta La ciudad de los sueños de "uan "os8 Sernánde+, el peronismo (ue siempre marcado ba:o la lu+ de una di(erencia inhumana, prehumana, el cuerpo animali+ado o animalesco !ue demarca los límites de una humanidad amena+ada ;una humanidad reconocible, pues, en esa misma amena+a, esa *umanitas !ue siempre está a punto de perderse ante el animal, el monstruo, el bárbaro, el indio, etc. y !ue, en el nombre de su (ragilidad :ustifca cual!uier )iolencia;* 0n estos te7tos, el animal peronista se recorta, nítido, contra el rostro de una humanidad reconocible pensemos en el monta:e te7tual de &0l otro cielo', o en &La festa del monstruo', de Borges y Bioy* Hon te7tos !ue, con toda la ambi)alencia y los contagios !ue lle)an adelante, tra+an, si!uiera como punto de partida, un contraste nítido, preciso, entre el animal y el humano, el monstruo y el su:eto, el cuerpo sin límite de los &otros' y el rostro defnido del yo* 0sa premisa es lo !ue se deshace en &0l ford' el animal se instala en el centro de la imaginación de lo pol$tico y desde allí irradia una intensidad defniti)a !ue ya no se contrapone a lo humano sino !ue lo ocupa, lo satura de nue)as (uer+as, lo re)ela ba:o el signo de un cuerpo insaciable* 0l te7to narra, o me:or dicho, dramati+a esta dislocaci.n mientras el narrador está hundido en la &festonga de garchar', su esposa aparece, &con nuestra hi:a entre los bra+os, recubierta con ese aire tan suyo de engaosa :u)entud', &lumínica y casi pura' es esa fgura (emenina, entre angelical y )irginal, la !ue a!uí reJe:a una humanidad !ue ya no tiene lugar en el uni)erso del te7to una &casi' pure+a respecto del (ondo animal de la festonga* T se relaciona con lo !ue llega desde el puerto, el norte poblado por el repertorio de imágenes idílicas del pueblo traba:ador matri+adas en )ocabularios noreuropeos
humanista de las !ue pro)ienen; construyen sentidos normati)os y modos de lo )isible* La )ida animal de:a de ser, simplemente, el &otro' de la política, para instalarse como (oco de (uer+as, como potencia y como pulsi.n, en su ncleo mismo el peronismo de Lamborghini será el lugar de esta dislocaci.n imparable* De esa imagen idílica de la esposa el narrador de &0l ford' pasa al &Hebas', !ue es la ci(ra del despla+amiento hacia el animal* 0l nombre es el anagrama de las &bases', y remite al pueblo como terreno orgánico, material, deseante y a(ecti)o de la política pone en escena la crisis de la representaci.n política a partir de las intensidades preindi)iduales !ue despliega* 0s el punto de intercambio y de dislocaci.n general es el hambre, el despo:o, la agonía de la super)i)encia, y al mismo tiempo &la poesía, la re)oluci.n'9 con su &hocico de comadre:a' se sabrá prender &a cual!uier agu:ero !ue destile humanidad'*GG 0l Hebas es al mismo tiempo un cuerpo reducido a sus necesidades biol.gicas siempre insatis(echas ;el hambre, el se7o &!u8 importaba !ue no le di8ramos de comer ni de coger'; y el lugar de la resistencia y la esperan+a el Hebas
1. DEL “PUEBLO” AL “ANIMAL”
La dislocaci.n de la distinci.n entre animal?humano !ue lle)a adelante &0l ford' tiene lugar alrededor de la cuesti.n de la &clase obrera' y de la representaci.n est8tica y política del &pueblo' en el peronismo* %arra la traici.n de la clase política a la representaci.n de las bases
!ue inscribe la crisis (ormal de la representaci.n est8tica y política del pueblo como una reorgani+aci.n de lo nombrable y de lo )isible es, e)identemente, el pueblo abyecto, la horda, !ue ninguna con)enci.n literaria hasta ese momento ha podido simboli+ar, pero tambi8n
e(ecti)o, pragmático e inmediatamente corporal en su escritura toda metá(ora se )uel)e cuerpo, o a(ecta y pasa por los cuerpos <&La causa :usta' y &0l pibe Barulo', como se recordará, harán de este desli+amiento la materia de su relato=* 0n ese desli+amiento, el animal y el pueblo se (unden y se )uel)en continuos9 la 9met"ora: se !uel!e estado de cuerpos9 en el pueblo, los límites mismos de lo humano se borronean y se disuel)en no hay una ontología de la especie !ue asegure la humanidad de esos cuerpos9 el animal no los signifca solamente9 tambi8n los describe el pueblo de Lamborghini emerge en esa +ona de indistinci.n* 0l animal emerge entonces en el interior del pueblo* 0sto es el umbral de lo )i)iente, de lo animal en el humano, se )uel)e (oco de politi+aci.n, nue)o hori+onte de luchas políticas son las 9necesidades b"sicas: las !ue se ponen en :uego y se mo)ili+an como sentido de lo político* &Como nunca le dábamos de comer', dice el narrador, &parecía el entraable Hebas un en(ermo de anemia perniciosa, una geogra(ía del hambre, un :udío de campo de concentraci.n ;si es !ue e7istieron los campos de concentraci.n; un miserable y )entrudo in(ante tucumano, (am8lico pero barrig.n'*G 0l campo de contagios ret.ricos es imparable por un lado, el Hebas está en el lugar del animal dom8stico o del escla)o es el dependiente, el subordinado absoluto, el cuerpo su:eto al amo
lo popular, se )uel)e entonces herramienta para pensar otra cosa ;para pensar la materialidad orgánica, pulsional de los cuerpos, sus necesidades a la )e+ &básicas' e indeterminadas, como hori+onte ltimo de lo político;* 0sos hombres !ue son
son las )idas del pueblo peronista arrastradas hacia el infnito a partir de sus &necesidades básicas'* 0l anudamiento entre lo popular y lo animal se )a a intensifcar en &0l nio proletario', incluido en 4ebregondi retrocede <OG=* 0l &nio proletario' entra en el lina:e del Hebas y su r8gimen de representaci.n entre humano y animal es la &lar)a criada en el medio de la idiote+ y del terror' !ue (unciona como la contracara aritm8tica de los &palacios multicolores' de la in(ancia burguesa, demasiado humana de nue)o la disputa o el antagonismo político tiene lugar alrededor de una corporalidad incierta, una biología in(orme sobre la !ue se tra+an las distinciones entre bios y zo, , entre las )idas !ue merecen ser )i)idas y las )idas descartables o eliminables* Como seal8 en otro lugar,GN una de las cla)es de &0l nio proletario' tiene lugar en el momento en el !ue, despu8s de ser ta:eado, se )en sus huesos &0ra ;dice el narrador; un hueso blanco como todos los demás, pero sus huesos no eran huesos seme:antes'* GO 0sa di(erencia a la )e+ absoluta e in)isible, e)idencia ontol.gica pero a la )e+ imperceptible, e7hibe la l.gica del biopoder la distinci.n entre bios y zo, es una distinci.n imperati)a, re!uerida e ine)itable, pero al mismo tiempo insostenible, puro desli+amiento, incontrolable en el continuo de los cuerpos9 tal la gramática de su )iolencia !ue ta:ea para hacer )er esas distinciones !ue los cuerpos mismos eluden* De nue)o, la escritura e7hibe la (alla del biopoder su )iolencia imparable sobre una )ida !ue, aun desde la muerte y el horror, se le escapa* Los tadeys ;persona:es de un poema de OK, y retomados en un te7to en prosa escrito durante los ochenta;, son otra e7pansi.n patente del anudamiento entre animalidad y política !ue se desencadena desde &0l ford'* He trata de criaturas casi humanas, despro)istas de lengua:e, o cuyo lengua:e es indesci(rable para los coloni+adores de la regi.n pampeana donde habitan* &-n mono lampio', &un hombre en estado sal)a:e', con un cuerpo &seme:ante al de un nio de trece aos' pero con la cara arrugada*I He trata de criaturas sodomitas, dominadas por una pulsi.n irre(renable hacia las pi:as, cuyo tamao los enlo!uece9 por ello son perseguidos y e7terminados en esa colonia americana ;pero tambi8n por!ue su carne es deliciosa;* -na criatura entre especies, su carne deliciosa y maldita, un uni)erso !ue el te7to de Lamborghini despliega en sus reglas y sus l.gicas, y !ue es un uni)erso construido en torno al goce anal* Hu nombre mismo deri)a
el pueblo en Lamborghini por un lado, son el ob:eto de persecuci.n y deseo de un 0stado !ue se (unda en su e7terminio9 hacen del 0stado una má!uina biopolítica !ue genera, (unda, la especie humana a partir de la eliminaci.n de tadeys para in)entar lo social9 pero al mismo tiempo, los tadeys condensan esas pulsiones !ue a!uí defnen el espacio de lo popular como automatismos de un cuerpo cuya potencia reside precisamente en estos impulsos y en su (uer+a imparable son las (uer+as !ue se desencadenan en &0l ford'* Sambre y se7ualidad de eso está hecho un pueblo defnido por el lan+amiento al infnito de la necesidad y del deseo el instinto, la pulsi.n hace del pueblo una potencia ingobernable, el re)erso de toda administraci.n biopolítica ;no hay a!uí instancia de satis(acci.n;9 el cuerpo de este pueblo siempre necesita más, siempre pide más***, el ncleo de esa (uer+a y ese deseo más allá de toda satis(acci.n, ese más allá del principio del placer IE a!uí pasa por el animal* 0l pueblo animal de Lamborghini es el cuerpo ingobernable precisamente por!ue no de:a nunca de necesitar, de desear, de pedir no hay respuesta posible a la demanda infnita de ese cuerpo9 desde allí escapa toda representaci.n est8tica o política clásica, pero al mismo tiempo hace de la escritura el terreno donde se escuchan sus ruidos, sus a(ectos, su lengua intraducible en la !ue repite, todo el tiempo, como una má!uina ;lo )imos en el Hebas, en los tadeys :ustamente, es un automatismo, un modo ma!uínico; !ue !uiere comer, !ue !uiere coger* %o se trata a!uí, entonces, de la &crisis de la representaci.n de lo popular', de la tensi.n :erár!uica entre culturas altas y ba:as, entre letrados e iletrados9 no se trata tampoco de la (ractura entre las lenguas escritas y una oralidad !ue la desa(ía9 se trata (undamentalmente de !ue con el 9pueblo: !iene una materia +ue no se puede nombrar con los nombres de lo *umano , una materia )i)iente ;las &(uer+as' !ue se desencadenan en &0l ford' ( las (uer+as de deseos, necesidades, potencias; inasignable dentro del orden de lo social pero igualmente imposible en el &orden natural', y !ue pone en el centro de la escena una )ida insaciable, incontrolable, cuyas potencias solo se miden en relaci.n a la )iolencia desmesurada !ue en(renta* Hi por un lado el &pueblo animal' de Lamborghini re)ierte la tradici.n miserabilista de representaciones del pueblo pri)ado, despo:ado el pueblo hambriento, monstruoso en su debilidad9 por otro radicali+a el impulso se7ual !ue hace al otro costado de lo popular el pueblo cuya se7ualidad es siempre un problema en cla)e poblacional, biopolítica ;es la se7ualidad e7cesi)a del pueblo, !ue se reproduce demasiado &0l nio proletario';* 0sa línea emerge como dimensi.n cla)e en Lamborghini el pueblo a!uí siempre !uiere, como diría el narrador de &0l ford', &!ue le den de coger' pero, al mismo tiempo, nada lo terminará de satis(acer* Desde esa se7ualidad insaciable, radiante, esa repetici.n ma!uínica del cuerpo contra todo pacto o todo ordenamiento, sale una de las líneas de indisciplina de lo popular es un animal
se7uali+ado el !ue emerge cada )e+ más en las inscripciones est8ticas de lo popular, y !ue llega hasta las escrituras más recientes donde se tra+a una articulaci.n nue)a entre lo popular y lo !ueer* 0s 1s)aldo Lamborghini el !ue actuali+a el pueblo@animal !ue estaba latente o )irtual en las tradiciones de la cultura ;siempre como contracara negati)a del ideal humanista o humani+ante; y lo pone en el centro de las representaciones de lo popular9 esa es una de las líneas !ue alcan+an con una precisi.n notable hasta el presente* 0ste umbral ambi)alente del pueblo entre humano?animal pasa por el cuerpo y la )ida pero tambi8n por el lengua:e, por la distribuci.n de la capacidad de hablar como principio de distinci.n de lo &humano' respecto de lo animal, pero tambi8n como principio de autori+aci.n social y política* La ambi)alencia del &pueblo', y la potencia democrática de dicha ambi)alencia, se inscribe en ese desli+amiento y tensi.n permanente entre lengua:e y )o+, entre la palabra, como instancia de autoridad simb.lica y social, y lo !ue en la )o+ atra)iesa el lengua:e pero lo puede arrastrar hacia el dominio de lo a@signifcante, del grito, el ruido del cuerpo, el gruido, el balbuceo o el tartamudeo, el umbral ante el cual el lengua:e se (usiona a su propia materialidad y a lo !ue en esa materialidad es contiguo a los cuerpos;* IG 0sa )o+ arrastra al su:eto hablante a su e7istencia como ser )i)o, y tra+a la línea del animal en el humano, de esa animalidad !ue es pura e7cepci.n y anomalía, ni natural ni social, ni biol.gica ni política, sino el punto de ambi)alencia e intercambio, la &+ona de indistinci.n' en la !ue la humanidad del hombre es puesta en cuesti.n, y !ue inscribe el ncleo mismo de lo político* 0n &0l ford', el Hebas, nue)amente, será la instancia te7tual en la !ue esta [email protected] de la lengua tiene lugar como nos dice el narrador, el Hebas &cacarea' consignas políticas, &murmura' y &ora' es el cuerpo en el !ue la distinci.n entre su:eto hablante y cuerpo )i)iente, entre lo humano y lo animal tiene lugar, :ustamente por!ue el Hebas, en su habla, hace ruido con las palabras, trans(orma el lengua:e articulado en )o+, murmullo, sonido, grito o gruido !ue deslocali+a el sentido* /ncluso cuando murmura no se sabe si dice palabras o respira9 &cada una de sus arcadas era una especie de alarido sin (e'9 no se sabe !u8 es lengua:e y !u8 ruido del cuerpo, ruido &meramente' orgánico9 cuando pronuncia palabras, las de(orma, las altera )ol)i8ndolas casi irreconocibles* 0l e#ceso de la naturale+a en Lamborghini es, entonces, tambi8n el de una escritura !ue, partiendo del &ser hablante', !uiere atra)esarlo hasta llegar a ese umbral, esa línea de salto o enlace entre la materialidad de la palabra ;el signifcante, el (onema o el gra(ema, lo !ue en el lengua:e está hecho de cuerpo y se su:eta al orden incorporal del signifcado; y el ruido, el puro sonido
protagonismo no su:etable, no controlable* 0n la instancia de ese conJicto entre hablar y gritar, entre lengua:e y )o+, entre palabra y ruido, en la inestabilidad !ue supone ;en su re)ocaci.n de la distribuci.n entre palabra y )o+, lengua:e y cuerpo, su:eto hablante y animal mudo; se origina, creo, la intensidad de los te7tos lamborghinianos, su línea de intolerable belle+a allí donde el &pueblo' trae a la literatura el ruido del cuerpo los modos en !ue los cuerpos inscriben al infnito ;y cada )e+ como singularidad, como e)ento; el lengua:e de sus &necesidades básicas'*
$. RESISTIR LA M+*UINA ANTROPO"%NICA
0l otro recorrido !ue me parece cla)e pensar en torno a la cuesti.n de lo animal en la escritura de Lamborghini pasa por su relaci.n con materiales, tradiciones y problemas !ue llegan desde el siglo 6/6 allí donde la cuesti.n animal interroga la matri+ de producci.n simultánea de &pueblo'
moderno como má!uina de producci.n de la poblaci.n nacional* Lo !ue Lamborghini lee en el 6/6 es la politización de lo biológico
a!uello !ue en los cuerpos permaneci. opaco a los mecanismos de codifcaci.n del 0stado* Hi la (undaci.n del 0stado moderno se asent. sobre su misi.n ci)ili+atoria y por lo tanto humani+ante ;como normali+aci.n de un modo de producir lo humano;, la escritura de Lamborghini les opone la instancia misma de su (alla, de su incongruencia, de su irracionalidad* Hi el 0stado moderno se imagin. y se fccion. a sí mismo como má!uina !ue tra+a y estabili+a la distinci.n entre lo humano y sus otros ;el animal, el bárbaro, el anormal, etc*;, es decir, si el 0stado se constituy. como una má!uina antropog8nica, como una má!uina de producci.n política de lo humano a partir de la producci.n y la captura de sus e7cepciones,IK las fcciones de Lamborghini lo narran en el paro7ismo de una )iolencia !ue, sin embargo, ya no puede contener ni codifcar totalmente sus propias e7cepciones donde la potencia de la anomalía arrastra al mecanismo !ue lo produ:o* El orden biopol$tico se reinscribe en Lamborg*ini bajo el signo de su !iolencia pero sobre todo bajo el signo de su racaso( de su alla ;y en la potencia !ue dicha (alla ilumina. Say un momento en &0l nio proletario' !ue me parece re)elador en este sentido en un te7to sobre la eliminaci.n del proletario
0n el te7to sobre los saberes &científcos' de la herencia y de la degeneraci.n, donde los lengua:es del saber de la ciencia se articulan con una má!uina de e7terminio para decidir !u8 cuerpos y !u8 herencias deben )i)ir, allí aparece el cuerpo al!uímico de la madre, esa carne desconocida, pura opacidad a los lengua:es del saber, enigma acti)o, proli(erante, !ue desborda los sueos disciplinarios de la )o+ narrati)a* A!uí )emos reaparecer la problemática general acerca de la inscripci.n del animal y del )i)iente en la cultura la emergencia de una )ida e7puesta en su constituci.n como ob:eto del biopoder ;como terreno donde se distribuye, )iolentamente, la )ida eliminable de la )ida plena, (utura; y al mismo tiempo como dimensi.n !ue se sustrae, !ue escapa, !ue se )uel)e intraducible a la norma !ue se le impone, en esa madre y su
cuerpo opacos e irreductibles a los lengua:es !ue !uieren controlarlos* La madre, el tero, el cuerpo (emenino y esa me+cla incomprensible para el narrador de la !ue salen &)en8reos nios proletarios', esa poblaci.n incesante y proli(erante es lo !ue elude el saber y su norma allí se despliega el cuerpo infnito del &pueblo', es el enigma !ue el narrador no podrá discernir abriendo, ta:eando el cuerpo del nio* La reinscripci.n del siglo 6/6 en Lamborghini, entonces, no tra+a una línea de continuidad entre la (undaci.n del 0stado moderno argentino y la )iolencia del presente de los setenta, no lee la identidad entre el pasado y el presente, la repetici.n de la matri+ (undadora, sino todo lo contrario inscribe los cuerpos del 6/6, esos cuerpos )ueltos materia hist.rica y política, pero para e7traer de ellos las potencias, las líneas de )irtualidad !ue el siglo 6/6 !uiso capturar y normali+ar, pero !ue emergen en las (allas, el (racaso, las grietas del 0stado moderno, en sus lengua:es y sus saberes* La opacidad de los cuerpos lo !ue los cuerpos &pueden' eso !ue el 0stado moderno no pudo terminar de codifcar, lo !ue no consigui. con)ertir en disciplinamiento y en transparencia, eso es lo !ue retorna en estas fguras y estos lengua:es de Lamborghini* La reinscripci.n de esa materia biopolítica !ue )iene del 6/6 indica !ue hay algo en esa materia !ue result. no codifcado, no capturable por la má!uina estatal, !ue permaneci. !irtual , inactual, algo !ue desde el pasado interrumpe el presente, sus ret.ricas y sus imágenes, sus ecuaciones entre palabras y cuerpos, entre identidades y mapas de lo social, entre imaginarios y deseos* 5uel)e simultáneo el presente y el pasado y los rene en torno a lo !ue permanece )irtual en el pasado es una ret.rica de la contig>idad temporal, de la simultaneidad hist.rica* 0n esa (alla, !ue es la capacidad de resistencia de los cuerpos, es donde surge lo animal en la escritura de Lamborghini y alrededor de lo cual se despliega su traba:o sobre la lengua9 en ese lugar articula su propia temporalidad*
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CAPÍTULO LO *UE *UEDA DE UNA VIDA: COMUNIDAD Y CAD+VER
CUERPO, PERSONA, RESTO
&Los ritos (unerarios ;escribe Robert Pogue Sarrison; sir)en, sin duda, para e(ectuar una separaci.n ritual entre los )i)os y los muertos, pero antes !ue nada, y sobre todo, sir)en para separar la imagen del muerto del cadá)er al !ue permanecen atados en el momento de su muerte'* I 0n su estudio sobre los espacios de inscripci.n de la muerte, Sarrison insiste en esta imagen del muerto, !ue es (undamentalmente la &persona' en el sentido :urídico y teatral del t8rmino, por oposici.n a la materialidad del cadá)er el rito (unerario encuentra imagen y cadá)er toda)ía :untos, y lo !ue hace es, segn Sarrison, distinguirlos y separarlos, para reen)iarlos a temporalidades específcas entrega el cadá)er a los procesos naturales y biol.gicos, e inicia el proceso de construcci.n de la imago en la memoria de los sobre)i)ientes, esa &imaginary a(terli(e' de lo !ue es, básicamente, la persona fnalmente separada del cuerpo* Marca así dos tiempos nítidamente di(erenciados el tiempo de la no@persona, el de la naturale+a, de la biología, de la materialidad orgánica, y el tiempo de la memoria social y cultural, el tiempo de la imagen y de la imaginaci.n
inscribiendo esa imago en los lengua:es, los símbolos, los relatos de una comunidad de sobre)i)ientes la muerte propiamente humana, la !ue conser)a la dignidad específca de una )ida humana reconocida como tal en el espacio de una comunidad ;el bios como (orma de )ida reconocible; es la !ue permite este pasa:e y este procedimiento* 0l ritual, el &pacto sepulcral' del !ue habla Sarrison, distribuye así persona de no@persona, bios de zo, , es decir, las )idas !ue merecen el reconocimiento comunitario, su inscripci.n simb.lica, su memoriali+aci.n, de a!uellas )idas cuyo fnal no merece, no re!uiere ni amerita ninguna inscripci.n :urídica ni simb.lica* Creo !ue si la biopolítica ;y su re)erso sistemático y complementario, la &tanatopolítica'; ha tenido un e(ecto perdurable es el de dislocar radicalmente esta noci.n del ritual (nebre como distribuci.n entre lo natural y lo social, entre lo biol.gico y lo cultural, entre el tiempo del cuerpo y el tiempo de la persona ;entre el cuerpo muerto y la )ida o la sobre)ida de la persona;* T, desde luego, entre la muerte socialmente signifcati)a y la muerte insignifcante* Muertos sin cadá)eres, cadá)eres sin nombre, cadá)eres (uera de lugar los cadá)eres sin lugar &propio' han asediado la imaginaci.n política y cultural latinoamericana
cualifcadas, de las )idas !ue cuentan como tales en la comunidad* 0sta l.gica biopolítica de la muerte dice así, (undamentalmente, !ue en torno al cuerpo muerto se toman decisiones acerca de !u8 cuerpos y !u8 )idas son memoriali+ados, inscriptos, recordados ;segn, e)identemente, :erar!uías, gradaciones !ue reJe:an un ordenamiento social; y !u8 cuerpos y !u8 )idas son simplemente arro:ados al ciclo indi(erenciado de la materia sin inscripci.n :urídica, cultural o social* 3al decisi.n constituye, e)identemente, la distinci.n entre persona y no8persona &persona' no refere solamente a las )idas a proteger, sino tambi8n ;y !ui+á sobre todo; a las )idas a recordar, a narrar, a memoriali+ar9K la no8persona , la )ida no personal, en cambio, a!uella cuya muerte es insignifcante para una comunidad, y !ue no cuenta para la memoria compartida allí donde el cadá)er entra en intersecci.n con, por un lado, el mundo de los animales
terreno m.)il !ue pasa por la materialidad del cadá)er allí donde se )uel)e contiguo al animal y a lo inorgánico9 ese es, !uiero sugerir, el terreno de la biopolítica allí donde cierta relaci.n con el cadá)er ;cierta relaci.n con su materialidad, su inscripci.n, su marcado; tra+a, escenifca
Crisis de la mediaci.n, de la simboli+aci.n la representaci.n arrastra, digamos, los restos de a!uello !ue representa, los )uel)e inmediatos, instaura una continuidad indicial en la !ue no hay recuperaci.n simb.lica, aleg.rica, del sentido como signifcaci.n sino al contrario, un traba:o sobre el sentido como relaci.n y como e7posici.n real e inmediata* T crisis del ritual o del &pacto sepulcral' de Sarrison el cuerpo no se hunde en la tierra, ni se (unde con &los elementos', no entra al tiempo sobrehumano de la naturale+a y sus ciclos9 permanece e instituye, como decíamos antes, un tiempo irreductible al tiempo de la naturale+a o el de la sociedad* Me:or dicho incorpora lo natural al tiempo de la pol$tica ;a la historia de sus )iolencias, de sus sueos, de sus horrores; 3 al mismo tiempo arrastra lo pol$tico *acia su e#terior el de lo &meramente' orgánico, lo biol.gico, lo natural* 0l cadá)er, el resto, !ueda entre esas dos dimensiones y esas temporalidades e ilumina el espacio de su anudamiento* La distinci.n entre cadá)er y persona, consecuentemente, se )uel)e insostenible* La pregunta, entonces, es sobre estos materiales est8ticos !ue no pueden o no !uieren &representar' el cadá)er sino !ue deciden presentarlo, traerlo a la lu+, ponerlo, a )eces literalmente, entre nosotros albergando e iluminando la resistencia de esa materia a desaparecer esa resistencia de los cuerpos es el tema de estas apuestas est,ticas* De esa resistencia del cuerpo como tal, de la materia como tal ;y de su obstinada persistencia; están hechas estas obras* 0n estos materiales hay sin duda una inter)enci.n sobre conJictos locales específcos, con sus demandas de :usticia y la denuncia de la economía de muerte !ue rodea y produce a esos restos9 pero al mismo tiempo hay, !uiero sugerir, una reJe7i.n sobre la relaci.n con el cadá)er allí donde este ya no tiene ni lugar ni tiempo &propios' ; 3 donde 3a no lo !ol!er" a encontrar9 o al menos donde la relaci.n con la muerte y con el cuerpo muerto !uedará defniti)amente marcada ba:o el signo de la política;* -na )e+ !ue el &pacto sepulcral' ha sido dislocado, sacado de lugar, por la biopolítica, no hay, como sabemos, retorno a las (ormas antiguas de rituali+aci.n y simboli+aci.n* La distinci.n ine!uí)oca entre la )ida y la muerte, o me:or dicho, esa distancia (undacional entre el cuerpo )i)o y el cuerpo muerto se )uel)e problemática de modo e7plícito como ya lo había (ormulado Perlongher en el poema &Cadá)eres' <ON=, el cadá)er desaparecido está por todos lados, trastocando toda apariencia y )isibilidad de lo real* 0l cadá)er no )uel)e a la tumba9 los cadá)eres aparecen entre los )i)os9 la &persona' es inseparable de esos restos orgánicos con los !ue, de todos modos, nunca puede coincidir del todo9 la relaci.n entre los )i)os y los muertos se e7hibe, como nunca antes, en su naturale+a política, es decir, e7hibe el hecho de !ue las (ormas de imaginar una comunidad, los modos de lo comn, son inseparables de las (ormas de inscribir la relaci.n con los muertos y con el cuerpo de los muertos* La dislocaci.n del pacto
sepulcral, en otras palabras, saca al cadá)er de la temporalidad a la !ue había sido asignado, !ue era la del ciclo, a la )e+ in(ra y suprahumano, de lo natural, lo orgánico, por oposici.n al tiempo de los hombres, el de las biogra(ías, las genealogías y las historias colecti)as el cadá)er trae otro tiempo, !ue no se acomoda a las distinciones clásicas* 0sa temporalidad biopolítica es lo !ue me gustaría interrogar*
/* 0n
y de la )ida corporal una dimensi.n irreductible a la legibilidad de lo humano el cadá)er en su materialidad misma es un punto de e7ceso !ue resiste las ret.ricas de lo personal, lo propio, lo humano* 0s signifcati)o, en este sentido, !ue las primeras in)estigaciones del grupo H0M021 en torno al cadá)er pasaran por cuerpos animales, como en La!atio corporis <OOI=, en el !ue inter)ienen sobre el cuerpo de un caballo )endido en los comercios clandestinos de la ciudad de M87ico* 0l cuerpo muerto se inscribe así en una +ona de indistinci.n entre humano?inhumano, humano?animal, orgánico?inorgánico allí es donde Margolles en(oca la reJe7i.n en torno al resto corporal, por!ue es desde allí !ue inscribe y contesta las distinciones biopolíticas entre )idas protegidas y )idas abandonadas y entre persona y no@persona* Las instalaciones y per(ormances de Margolles interrogan, en e(ecto, esta +ona de indistinci.n en El agua de la ciudad
instancia de una memoriali+aci.n an.nima, !ue pasa por el cuerpo y no por la persona, o por la biogra(ía* Memoriali+aci.n, pues, del cuerpo, de su haber tenido lugar* Los cuerpos con los !ue traba:a Margolles son por lo general cuerpos an.nimos o )íctimas de la )iolencia econ.mica y social son los cuerpos !ue no reciben, en un orden biopolítico !ue se )uel)e nítido en ellos, la protecci.n básica del rito (unerario, !ue es uno de los re!uisitos por los cuales marcamos una )ida como &)ida humana'*
contorno de un bios desde el !ue se piensa
//* &La parte de los crímenes', publicada en EI como una de las cinco secciones de 2666 ,K de Roberto Bolao, puede ser leída en el re)8s del legendario &Cadá)eres', de %8stor Perlongher* 0n el poema de Perlongher se piensa la )isibilidad parad.:ica, imposible, de los cadá)eres a partir de su desaparici.n, cadá)eres sin lugar propio !ue se )uel)e regla de lo )isible9 en cambio, &La parte de los crímenes' se organi+a alrededor de una enumeraci.n insistente, aparentemente imparable, de cadá)eres, mayormente de mu:eres )ioladas y torturadas, en la ciudad fcticia de &Hanta 3eresa', en la (rontera entre M87ico y 0stados -nidos* 0n el te7to de Perlongher es el resto de lo ausente lo !ue tensa el poema hasta su posibilidad misma9 a!uí, en cambio ;de modos más e)identes, más transparentes;, es la hiper)isibilidad, la multiplicaci.n, la naturale+a incontenible de la serie de cadá)eres lo !ue la no)ela de Bolao propone como emblema del presente* Hon cuerpos narrados por una mirada !ue contabili+a las marcas y las secuencias de la )iolencia, y !ue trata de aislar, en la multiplicidad de heridas y de marcas sobre los cuerpos, no solo el momento y la causa de la muerte, sino la identidad de su
ordenamiento biopolítico de temporalidades y de topogra(ías !ue se iluminan desde el cadá)er* Miremos un momento del te7to de Bolao, el principio mismo de &La parte de los crímenes', el primer cadá)er de la serie La muerta apareci. en un pe!ueo descampado en la colonia Las 2lores* 5estía camiseta blanca de manga larga y (alda de color amarillo hasta las rodillas, de una talla superior* -nos nios !ue :ugaban en el descampado la encontraron y dieron a)iso a sus padres* La madre de uno de ellos tele(one. a la policía, !ue se present. al cabo de media hora* 0l descampado daba a la calle Peláe+ y a la calle Sermanos Chac.n y luego se perdía en una ace!uia tras la cual se le)antaban los muros de una lechería abandonada y ya en ruinas* %o había nadie en la calle por lo !ue los policías pensaron en un primer momento !ue se trataba de una broma* Pese a todo, detu)ieron el coche patrulla en la calle Peláe+ y uno de ellos se intern. en el descampado* Al poco rato descubri. a dos mu:eres con la cabe+a cubierta, arrodilladas entre la male+a, re+ando* Las mu:eres, )istas de le:os, parecían )ie:as, pero no lo eran* Delante de ellas yacía el cadá)er* Hin interrumpirlas, el policía )ol)i. tras sus pasos y con gestos llam. a su compaero !ue lo esperaba (umando en el interior del coche* Luego ambos regresaron
Dos aspectos, entre muchos* 0l primero las )íctimas &no son de a!uí', son migrantes en recorridos cuyo origen y destino son (recuentemente imposibles de reconstruir* 2iguras de paso, en las !ue toda pertenencia territorial, comunitaria, se des)anece o se reduce al mínimo* La serie de los cadá)eres ilumina, como en una )ersi.n macabra y (emenina de &la )ida de los hombres in(ames', las trayectorias de cuerpos an.nimos o semian.nimos
&La parte de los crímenes' parece tra+ar círculos conc8ntricos alrededor de esta irreconocibilidad o esta ilegibilidad de los cadá)eres no se puede encontrar al o los supuestos asesinos9 no se puede asignar el nombre de muchas de las )íctimas9 cuando se asigna el nombre, cuando la )íctima es identifcada, ese nombre no repone un uni)erso de pertenencia y de protecci.n (amiliar, social, etc* son nombres !ue no signifcan, socialmente, nada ; nombres( si se +uiere( anónimos , !ue parecen enmascarar una anonimia de (ondo;* Como si los cuerpos estu)iesen atra)esados por una anonimia inherente, casi defnitoria, !ue los constituye y !ue no puede de ninguna manera ser suturada por ninguna identifcaci.n el nombre propio, la identidad, y con ello la pertenencia social, parece )aciarse de contenido ante estos cadá)eres* La identifcaci.n del cadá)er, le:os de restituir una historia, un origen, una pertenencia, parece iluminar el abandono generali+ado en el !ue circulan estas mu:eres, su condici.n &anoriginaria', y su mo)ilidad sobre un espacio !ue no les o(rece ningn amparo ni protecci.n, ninguna inscripci.n o locali+aci.n un espacio social )aciado, despo:ado de las instituciones y de la simb.lica de la pertenencia* Por el contrario, lo !ue estas )ietas biográfcas despliegan son esos &marcos de legibilidad' de los !ue habla Butler, desde los !ue se iluminan los cuerpos en tanto !ue disponibles para la e7plotaci.n y la )iolencia, como )idas precarias* Hon microrrelatos !ue reJe:an la ambi)alencia y la oscilaci.n permanente entre una &)ida )i)ible', entre la posibilidad de )ida !ue se abría para estas mu:eres
termina la )ida y empie+a la muerte una materialidad !ue, más !ue tra+ar el límite absoluto, decisi)o con la muerte, lo )uel)e inasible, indescriptible, no@enunciable en el repertorio horroroso de )iolencias, la muerte se dispersa y se enmascara, multiplicándose, y )ol)iendo inestable el límite entre el cuerpo )i)o y el cuerpo muerto* Re)elan, en ello, la )ocaci.n doble de la biopolítica la de declarar, por un lado, !ue esos cuerpos ya habitaban la temporalidad de su muerte, !ue eran )idas despro)istas de )alor !ue habitaban el tiempo lento de su muerte
A mediados de (ebrero, en un calle:.n del centro de Hanta 3eresa, unos basureros encontraron a otra mu:er muerta* 3enía alrededor de treinta aos y )estía una (alda negra y una blusa blanca, escotada* Sabía sido asesinada a cuchilladas, aun!ue en el rostro y el abdomen se apreciaron las contusiones de numerosos golpes* 0n el bolso se hall. un billete de autobs para 3ucson, !ue salía esa maana a las nue)e y !ue la mu:er ya no iba a tomar*KO
Al mes siguiente, en mayo, se encontr. a una mu:er muerta en un basurero situado entre la colonia Las 2lores y el par!ue industrial $eneral Hepl)eda* 0n el polígono se le)antaban los edifcios de cuatro ma!uiladoras dedicadas al ensambla:e de pie+as de electrodom8sticos* Las torres de electricidad !ue ser)ían a las ma!uiladoras eran nue)as y estaban pintadas de color plateado* "unto a estas, entre unas lomas ba:as, sobresalían los techos de las casuchas !ue se habían instalado allí poco antes de la llegada de las ma!uiladoras y !ue se e7tendían hasta atra)esar la )ía del tren, en los lindes de la colonia La Preciada*
Basureros, calle:ones, descampados, baldíos, (ábricas abandonadas, tachos de basura la serie abierta de cadá)eres parece apuntar a una ubicuidad de la )iolencia, dado !ue no se la puede locali+ar en una +ona, un barrio, un &a(uera' de la )ida social* A!uí no hay límites o (ronteras entre protecci.n y desamparo, entre amparo y e7posici.n la )ulnerabilidad se )uel)e una condici.n generali+able . Los cadá)eres iluminan ese paisa:e de abandono aparecen &por todos lados' e indican ;como si
(uesen sus signos; una territorialidad liminar , una pura (rontera en la !ue toda ilusi.n de interioridad
inmunitaria de cuerpos !ue no se derrame hacia otras categorías de indi)iduos, incluso contra a!uellos a los !ue dice proteger e inmuni+ar* 3oda distribuci.n de cuerpos y de )idas es política y, por lo tanto, arbitraria, ambi)alente, inestable y re)ersible* 0sa ambi)alencia y esa re)ersibilidad es la lecci.n !ue se lee en los cadá)eres de Bolao*
///* La imaginaci.n biopolítica (unciona, entonces, en ese mo)imiento simultáneo y contradictorio entre locali+aci.n y e7pansi.n, contenci.n y contagio, identifcaci.n de grupos, categorías de indi)iduos, +onas de intensifcaci.n de control y )iolencia, y simultáneamente inestabilidad y desli+amiento de esas mismas categorías, como si los ordenamientos de cuerpos !ue son el ob:eti)o principal de la biopolítica, y sus distribuciones entre persona y no@persona, se )ieran siempre atra)esados por una )acilaci.n y una dislocaci.n inherentes, !ue no puede nunca locali+arse en un cuerpo, en una identidad, en una +ona, sino !ue termina a(ectando e inscribiendo ;inoculando, podría decirse; di)ersas +onas del orden social* Allí se sitan los cadá)eres de Margolles y de Bolao en el espacio tenso de ese doble mo)imiento, de esa dislocaci.n imparable entre locali+aci.n y contagio*E Say otra dimensi.n !ue me gustaría subrayar en torno a la inscripci.n del cadá)er y del resto corporal en las culturas contemporáneas* 0sta dimensi.n tiene !ue )er con la temporalidad, y se hace especialmente nítida en el documental de Patricio $u+mán, 1ostalgia de la luz
Desde este (oco en la materia inorgánica de los cuerpos, el documental de $u+mán pone en escena una desarticulaci.n de temporalidades !ue ilumina otras cronologías y otros modos de la memoria !ue complican la dimensi.n antropoc8ntrica, y fnalmente humanista, de ciertas ret.ricas pre)alentes de la memoria* La presencia de esos huesos triturados, dispersos en el desierto, es un resto , literalmente, de un r8gimen político y de una l.gica de )iolencia política !ue el documental de $u+mán pone en relaci.n con otras temporalidades, !ue son la de la historia del desierto, una historia !ue es a la )e+ natural
alude a ese umbral de indeterminaci.n entre )ida natural y )ida política, entre zo, y bios* 0s ese umbral, el !ue estos cadá)eres hacen )isible, y es esa la temporalidad !ue inscriben desde la obstinaci.n de su materia* Hi Bolao piensa el cadá)er en la dislocaci.n de toda topogra(ía política, y si Margolles lo )uel)e la e)idencia de una anonimia !ue in)oca, y de alguna manera impone, una nue)a demarcaci.n de lo comn, $u+mán proyecta el cadá)er sobre el espacio de la naturale+a9 al hacerlo re)ela no solo las l.gicas de la )iolencia genocida, sino (undamentalmente un nue)o estatuto en el !ue la naturale+a se e7hibe atra)esada por la huella del genocidio, constituida por 8l, )uelta inseparable de los destinos a los !ue la política someti. a las materias, la inscribi. de modo indeleble* Puesto !ue, al traer la serie del desierto, del calcio, de sus ciclos, el documental dispone una escala no humana ;la de lo inorgánico; para los modos de la memoria* -na *istoria natural del genocidio , si se !uiere, en la cual el cruce entre genocidio y naturale+a dispara una temporalidad !ue no se reconoce ni en el rostro del hombre y de lo social o de la naci.n, ni en el de una naturale+a aut.noma, inmanente, a:ena a los destinos y las )iolencias de la política ;una historia política de los cuerpos, de las materias !ue los componen, de las me+clas !ue producen, de las duraciones desde las !ue nos constituyen* La naturale+a se )uel)e un archi)o indeleble se trata de saber )er
otra )e+, su materia es allí la respuesta más e7acta desde lo real, desde la materialidad misma, en esa contig>idad y esa pro7imidad del resto !ue impone no ya su memoriali+aci.n sino sobre todo la relaci.n cada )e+ singular con la muerte y con los muertos* Dada !ez singular en la medida en !ue, como )imos, desde el cadá)er se )uel)en a tra+ar los espacios y los tiempos de la relaci.n entre los )i)os y los muertos, !ue son los espacios y los tiempos de lo comn* 0sa es la afrmaci.n !ue )iene con estos restos*
EL CAD+VER DE UN ANIMAL
-n perro muerto, en la ban!uina de una autopista de Han Pablo9 ante 8l, un parlante !ue reproduce un te7to ;un mon.logo !ue es en realidad un ap.stro(e, una interpelaci.n al cuerpo inerte;* -na cámara flma a un hombre mientras detiene su coche, dispone el parlante ante el cadá)er, enciende el e!uipo de audio para luego irse* La cámara luego )uel)e al perro y al parlante9 comien+a el mon.logo hasta el fnal del te7to* De esta secuencia y de esta escena está hecho el onólogo para um cac*orro morto( una instalaci.n de %uno Ramos del EN* A!uí reencontramos muchos de los procedimientos !ue )imos con:ugarse alrededor del resto corporal en Margolles o Bolao la negati)a a representar al cadá)er para, en su lugar, pri)ilegiar su presentaci.n y su contig>idad, y la instauraci.n de un espacio entre lo )i)o y lo muerto como interrogaci.n de lo comn9 el cadá)er como umbral desde donde se piensa e imagina la comunidad como comunidad de cuerpos* Pero la instalaci.n de Ramos inscribe estos procedimientos sobre la (rontera entre humano y animal y, por lo tanto, en relaci.n a un cuerpo al !ue no se le deben ritos (unerarios, cuya muerte es, en principio, :urídica y socialmente insignifcante* Hi en Margolles, por caso, la cuesti.n del cadá)er se lee en torno a la crisis defniti)a del &pacto sepulcral', a!uí aparece el cadá)er animal como el punto en torno al !ue se piensan políticas de la muerte y la defnici.n misma del espacio de lo comn* Lo comn es a!uí, e7plícitamente, un entre@cuerpos &Poesia, entre n.s dois', así comien+a el onólogoZ,K haciendo coincidir la poesía con ese &entre' cuerpos !ue es lo !ue la obra interroga* 0so es lo !ue el onólogo*** pone en escena el espaciamiento y la e7posici.n de los cuerpos, la in)enci.n de ese entre@cuerpos como problema, como problema de lo perceptible* La obra traba:a sobre todo alrededor de una topogra(ía de
distancias entre el cuerpo muerto del animal y las di(erentes inter)enciones !ue se :uegan sobre 8l la )o+ !ue sale del e!uipo de sonido, muy cerca del cuerpo9 la cámara !ue tra+a distancias entre el cuerpo del animal y la mirada9 el cuerpo de Ramos, !ue arma la instalaci.n y luego se )a todo se :uega a partir de la distancia entre el cuerpo muerto del perro y distintos lugares de enunciaci.n !ue son nítidamente lugares de sensorialidad9 el tacto, el oído, la mirada el cuerpo muerto del animal se !uel!e un centro de gra!itación( de imantación de sentidos , desde los !ue se tra+a una distancia o un espaciamiento entre cuerpos* 0l onólogo*** empie+a con una interrupci.n, con una parada &Paro e contemplo, por!ue de)e ser assim' el narrador !ue circula en su auto, en la autopista, y !ue acompaa el Ju:o propio de la ciudad9 contra ese Ju:o el narrador se detiene y es esa detenci.n lo !ue hace posible el espaciamiento &Poesia
constru\#oX=, dos índices rigorosos de lucros assombrosos, dos discursos em (eiras de marVeting'9 )e, pues, la ciudad@mercado
Dos gestos contrapuestos se cru+an en el cuerpo del animal el de)enir mercancía ;:ab.n; de su cuerpo )uelto materia, y el espacio de interpelaci.n 8tica, de relaci.n entre cuerpos, !ue es lo !ue el narrador instaura a partir del ol)ido de ese espacio subsumido ba:o el capital* 0s cla)e !ue sea el cuerpo animal el !ue interrumpe este ciclo y este paisa:e de subsunci.n absoluta de la ciudad :ustamente
0n lugar del abandono y de la con)ersi.n en mercancía, el ritual y la ocupaci.n del espacio con la ceni+a, la marcaci.n o producci.n del espacio con las ceni+as del perro muerto
un espacio de lo comn allí donde el ritual (nebre registra, inscribe, el tener lugar de un cuerpo en tanto !ue tal, en tanto !ue una )ida o un )i)iente con el cual se comparte el hecho del )i)ir y del morir, y no un cuerpo )uelto cosa, )uelto materia inerte con la cual no hay relaci.n*E 0n otro mon.logo contemporáneo a esta instalaci.n <&Mon.logo para um tronco podre'= Ramos traba:a la animaci.n de lo inorgánico, allí donde un tronco entra en una constelaci.n de relaciones con otros cuerpos y otras materias &a tudo o tronco ou)ia, fngindo !ue esta)a morto'* G De este modo, la cuesti.n de lo inorgánico y su relaci.n con lo )i)o es una de las cla)es de los cadá)eres en Ramos están siempre en el umbral entre lo )i)o y lo muerto, y complican esa distinci.n, la desnaturali+an* 0n estos mon.logos, no se trata de !ue la di(erencia entre especies
0l cadá)er animal y humano, entre la )ida reconocida y la )ida abandonada, eso es lo !ue se ilumina a!uí ba:o el signo de esa anonimia compartida* Como en Margolles, a!uí la anonimia (unciona como condici.n !ue permite reconocer el estatuto del cuerpo muerto como tal, inscribirlo en el te:ido de lo comn, como si solo el cuerpo an.nimo, el cuerpo !ue no (orma parte de los reconocimientos sociales, de los lugares de lo social, pudiese o(recer las condiciones de reciprocidad ante el cuerpo muerto ;esa anonimia, pues, !ue ilumina esa +ona de las )idas abandonadas, de la )ida socialmente irreconocible !ue es, sin embargo, a!uí, el lugar en el !ue la muerte puede ser rituali+ada, reconocida, inscripta en el espacio de lo comn;* T !ue e)ita !ue el cuerpo se )uel)a cosa, materia insignifcante, mercancía o basura* 0l [email protected], la e7istencia
an.nima del cuerpo como tal, registra el tener lugar del cuerpo en tanto !ue tal, el cuerpo como tener lugar singular, esa singularidad !ue es lo !ue se inscribe a tra)8s del cadá)er, y entre los )i)os y los muertos* 0sa dimensi.n irreductible a la distinci.n entre )idas protegidas y )idas abandonadas, ese espacio 8tico donde lo !ue cuenta es el hecho de )i)ir y de morir de un cuerpo, una )ida ;eso es lo !ue a!uí se despliega en la relaci.n con el animal*
ESCENAS DE UNA "UERRA URBANA
0ste perro !ue se hace )isible en esa intersecci.n entre dos temporalidades, a!uella del de)enir mercancía y la !ue lo )uel)e el centro de una relaci.n 8tica a partir del ritual (unerario, es tambi8n, en el onólogo*** pero además en otros te7tos de Ramos, la terminal de una guerra ;una fcci.n de guerra por el espacio de la ciudad, por los modos de circulaci.n y de mo)imiento !ue hacen a una ciudad, una guerra en la !ue el cuerpo suelto del animal en la calle, el cuerpo del animal calle:ero, se )uel)e un ob:eti)o fnal de )iolencia;* 0l cadá)er del perro no es el resultado de un accidente sino de una tecnología y una política de eliminaci.n el cuerpo del perro muerto es el cuerpo de !uien no debe estar en la ciudad, de !uien no pertenece en los circuitos y en los ciclos de la ciudad@mercado, !ue son los de las autopistas y los shopping centers, los circuitos del consumo* 0l cuerpo muerto tiene lugar, entonces, sobre el hori+onte de un ordenamiento de cuerpos !ue llamamos &ciudad'* 0sto se puede comprender me:or tra+ando la cone7i.n entre el onólogo... y &2alange', un te7to bre)e incluido en el libro K mau !idraceiro
animales en cla)e terrorista* Aplican m8todos igualmente crueles para castigar a los asesinos les cortan las (alanges y se las arro:an, :ustamente, a los perros de la calle, &como se (osse uma salsicha', dice el narrador* La presencia de los perros sueltos en la ciudad se )uel)e asunto de guerra toda crueldad se :ustifca en los ata!ues y la de(ensa de los perros de la calle* Qu8 se :uega en esa guerra "ustamente la calle , la posibilidad del mo)imiento no prescrito, la capacidad para mo)erse en una ciudad hecha de itinerarios y de circuitos anticipados* Creo !ue la cla)e de estos te7tos de Ramos en torno al animal y al cadá)er es la ciudad !ue se asoma como hori+onte sobre el !ue se hacen )isibles estos cuerpos, una ciudad, tanto en el onólogo... como en &2alange', defnida por mo)imientos prescritos, calculados, preordenados* -na ciudad !ue se ordena en torno a sus consumos, donde todo mo)imiento se hace inteligible ba:o el signo de su relaci.n con el mercado* Allí, como en el onólogo*** la interrupci.n se relaciona con la poesía, no por!ue remita a otro orden de realidad, sino por!ue :ustamente en esa interrupci.n se con:uga la posibilidad de un espaciamiento y un des)ío, y de otra relaci.n con la presencia de los cuerpos*K La ciudad@mercado ;!ue es, sin duda, la ciudad biopolítica; es a!uí un repertorio de trayectorias calculadas y predefnidas9 el animal de la calle, el animal en la calle es a!uí el cuerpo !ue interrumpe, des)ía, pone en cortocircuito esas trayectorias9 de eso da testimonio el cadá)er del onólogo*** &Cada animal ;dice "*C* Bailly; es un comien+o, un )ínculo, un punto de animaci.n e intensidad, una resistencia'* T agrega &La política !ue no tenga en cuenta esto
CAPÍTULO LA LECCIÓN ANIMAL: PEDA"O"ÍAS *UEER
LECCIÓN I. EL ANIMAL, EL ESPECTRO, EL CINE: PUI"
1. E 023 4 56785
-na mu:er rara ;&se le )e !ue algo raro tiene'; en el +ool.gico, (rente a la :aula de una pantera* Algo en la escena hace )isible, de modo indefnido, su rare+a ;!ue &no es una mu:er como todas'; . He trata de una mu:er@animal9 eso e7plica la oscura afnidad !ue se adi)ina entre la mu:er y las feras, una afnidad !ue, nos enteramos despu8s, tiene !ue )er con la se7ualidad y con un pasado innombrable, con otro tiempo y otra memoria* 0stamos en una escena de Dat @eople , tal como la narra Molina en El beso de la mujer araña. Como se recordará, Molina relata el flm de 3ourneur en el !ue mu:eres solas de la le:ana 3ransil)ania copularon con el diablo9 de ese mesti+a:e inaudito surge una ra+a de mu:eres@panteras !ue, ante la posibilidad de un encuentro se7ual con un hombre, se trans(orman y los despeda+an* 3al la rare+a de la mu:er rara algo !ue no enca:a ni en la heterose7ualidad ni en la especie humana y !ue las amena+a, algo !ue pasa por la se7ualidad y !ue des)ía la reproducci.n de lo humano* Dat people , mu:er araa la rare+a pasa por, y )iene de, animales* T despierta una se7ualidad contra la especie el te7to de Puig se desplegará ba:o la lu+ de esa rare+a* 0s sin duda signifcati)o !ue el te7to !ue cristali+. como probablemente ningn otro en la literatura latinoamericana la dimensi.n política de la homose7ualidad, !ue hi+o de la homose7ualidad un espacio de potencia política narrando el encuentro entre la loca y el militante en la cárcel@centro de torturas, y !ue, al mismo tiempo, hi+o de la producci.n de sub:eti)idades una cla)e para entender la política (utura9 el te7to, en fn,
!ue literali+. la dimensi.n política de la se7ualidad !ue en escrituras pre)ias permanecía latente o meta(.rica, marcando, para muchos críticos, una inJe7i.n identitaria y pblica en la inscripci.n de las se7ualidades no@normati)as en la literatura latinoamericana9 es signifcati)o, decía !ue ese te7to ponga en escena, desde su primer rengl.n, una se7ualidad no@humana, un umbral o un espacio de ambi)alencia irreductible entre humano y animal desde el cual codifca cuerpos, deseos y a(ectos* Q%o sería este el te7to desde el cual la cultura reencau+aría hacia la política esas se7ualidades !ue habían !uedado siempre marcadas ba:o el signo de lo abyecto, lo ominoso, o bien, en el me:or de los casos, de lo irreal y lo !uim8rico Q%o es este el momento en el !ue desde la cultura se )erifca el hecho de !ue homose7uales y raros son, fnalmente, humanos y como tales reconocibles como lugares de enunciaci.n políticos 0l te7to de Puig (ue, para muchos
0n e(ecto, el signo del animal ;signo en el sentido deleu+iano, como captura de un ncleo de (uer+as y de pasa:e de intensidades, y no, e)identemente, como metá(ora; N tra+a una serie desde la !ue la cultura mapea se7ualidades, cuerpos y deseos
antinormati)os, y defne una regularidad de la cultura, un repertorio de lugares de lengua:e !ue atra)iesa te7tos di)ersos y defne posibilidades est8ticas* 0sa regularidad pasa por el anudamiento sistemático entre animalidad y se7ualidades !ueer9 ese anudamiento confgura epistemologías del cuerpo y de lo )i)iente !ue disputan y contestan construcciones normati)as sobre la )ida humana* -na de las hip.tesis para leer estos cruces entre &animal' y &!ueer' en la cultura
$. A67852 9;
0sa intersecci.n entre &animal' y &!ueer' resuena, como decíamos antes, en una di)ersidad de materiales de la cultura latinoamericana* -na (auna incesante pensemos en los tadeys de 1s)aldo Lamborghini, las ratas de Bianco, los te7tos de Copi, repletos de de)enires animales y de mutaciones entre especies
Podemos sumarle e:emplos de producci.n más reciente M
animal y deseos y cuerpos !ueer es desplegar imágenes, fguras, narraciones, lengua:es !ue interrogan y contestan la especie
cone7i.n sistemática entre !ueer y animal !ue, segn )imos, marca toda una serie de la cultura moderna latinoamericana pertenecería, así, a la historia de la imaginaci.n cultural y política más !ue a una historia de los cuerpos a la historia de las operaciones de deshumani+aci.n !ue nutrieron las )iolencias contra todo cuerpo y se7ualidad disidente* Los cuerpos glUbi ahora serían personas *umanas9 la (ase de la otrori+aci.n cultural ;de la cual el animal es, decíamos, un marcador cla)e; habría sido atra)esada los raros (orman parte, fnalmente, de la (amilia social y por lo tanto de la (amilia de la especie ;la (amilia, e)identemente, como marcador de inclusi.n social y biopolítico* Hin embargo, tambi8n se puede leer estos te7tos de otro modo, y en relaci.n a otra política* He puede argumentar !ue estos animales !ueer de la cultura, más !ue condensar las marcas de la )iolencia social, y el no@lugar de estos cuerpos en la temporalidad colecti)a y en sus narrati)as de (uturidad, pueden leerse en relaci.n a una e7ploraci.n biopolítica sobre la materialidad de los cuerpos y sobre sus saberes, sobre ese espacio entre persona y no@persona !ue se )uel)e instancia de e7perimentaci.n, y sobre los modos de corpori+aci.n
temporalidad, de otra política y de otros sentidos potenciales de la se7ualidad*
(. E 56785, 2<=>;3: 5 ?745 4 65 8@; 5;55
5ol)amos a eso &raro' !ue &se )e' en los cuerpos de Puig* Hi por un lado, aparentemente, la no)ela tra+a un espacio de deseo entre dos persona:es !ue son dos identidades sociales y culturales reconocibles
general los cuerpos en El beso...= !ue atra)iesa medios semi.ticos, soportes te7tuales di)ersos no tiene ninguno f:o, no se estabili+a en ninguno9 no se contiene en un medio ni en un g8nero ;y por lo tanto, en un &mundo' o uni)erso de sentido, en un conte7to u hori+onte de re(erencia
-na mu:er muy rara, con )estido largo !ue brilla, &de "am8 plateado, !ue le a:usta la fgura como una )aina', sí, &Qy la cara', tiene una máscara, tambi8n plateada, pero*** pobrecita*** no puede mo)erse, ahí en lo más espeso de la sel)a está atrapada, en una tela de araa, o no, la telaraa le crece del cuerpo de ella misma, de la cintura y las caderas le salen los hilos, es parte del cuerpo de ella, unos hilos peludos como sogas !ue me dan mucho asco, aun!ue tal )e+ acariciándolos sean tan sua)es como !ui8n sabe !u8, pero me da impresi.n tocarlos, &Qno habla', no, está llorando, o no, está sonriendo pero le resbala una lágrima por la máscara, &una lágrima !ue brilla como un diamante', sí***N
1tra mu:er rara9 pero si en el primer caso lo !ue pasaba entre la mu:er y la pantera era más una sintonía, una alian+a in)isible, a!uí el cuerpo mismo se deshace en esa lágrima@diamante y en esos &hilos peludos' !ue salen del cuerpo y !ue son la instancia de un a(ecto indiscernible, ambiguo <&como !ui8n sabe !u8***'=* 0sa parte animal del cuerpo de la mu:er araa se combina con otros materiales y planos el tra:e y
la máscara brillantes, con la te7tura de la pantalla de cine, la lágrima@diamante !ue cae9 lu+, brillo, artifcialidad y materia orgánica el cuerpo de la mu:er está hecho de capas o de la3ers !ue no se con:ugan entre sí )a y )iene entre lo orgánico y lo artifcial, entre sentidos
(ormal* Del mismo modo, la mu:er@pantera del flm de 3ourneur narrado por Molina es siempre una presencia despla+ada, perceptible solo en sus huellas es siempre sombra, rugidos, pisadas, pero nunca un cuerpo presente es una e7istencia entre presencia y ausencia, en la línea del espectro9 allí se tra+a la línea del animal !ue es siempre un punto de (uga, una instancia de despla+amiento, un (uera@de@marco* Sacia el fnal del relato del flm, cuando /rena, la mu:er@pantera, )uel)e al +ool.gico, &caminando como una sonámbula' libera a la pantera, !ue &se escapa de la :aula de un salto, por un momentito parece suspendida en el aire***'* Huspendida entre espacios, y entre estados de cuerpos esa es la lu+ !ue a!uí se hace )isible en torno al animal, y !ue defne el hori+onte de )isibilidad de los cuerpos en general* NN 0ntre lo biol.gico y lo tecnol.gico, lo )irtual ;es la +ona en !ue transcurre la fcci.n en Puig, fcci.n !ue es inseparable de una política y una 8tica de los cuerpos y de lo )i)iente* Allí no hay nada &humano' es una +ona de enrarecimiento tan radical !ue se permite traba:ar sobre lo más (amiliar ;el cuerpo y sus rutinas diarias, la lengua oral, los a(ectos, la )ida de las (amilias, las (antasías personales; para encontrar el grado de lu+ y de pro7imidad por el cual esos materiales se re)elan impropios, irreductibles a los signifcados predefnidos, compartibles, cristali+ados en la lengua ;inhumanos, se diría hechos de la materia e7traa e ineludible de un bios !ue ha de:ado de reJe:ar el rostro de lo humano* Puesto !ue estamos en el inicio de un genocidio e)identemente, al mismo tiempo !ue el sueo de 5alentín compone la imagen de la mu:er araa, su cuerpo ha !uedado reducido a un cuerpo sin (orma, pero esta )e+ por la tortura &los golpes !ue le han dado son de no creer* T la !uemadura en la ingle***'* Allí tampoco hay nada &humano' están los &animales', las &bestias', !ue son ahora los torturadores ;pero el cuerpo de 5alentín tambi8n se )uel)e menos !ue humano por dispositi)o de la tortura, !ue es tambi8n otra tecnología de cuerpos;* Ba:o el signo in)ertido, el de la su:eci.n y el de la tanatopolítica, reaparece el cuerpo deshumani+ado, in(orme, como despo:o* 0ntre la mu:er@araa y el cuerpo torturado de 5alentín, el te7to de Puig tra+a el arco, el doble signo, de los cuerpos !ue ya no son inteligibles ba:o el signo de lo humano, donde lo humano ya no puede ser)ir como instancia de reconocimiento ni de conocimiento9 lo +ue les pasa a los cuerpos es otra cosa* 0n ese arco de lo inhumano, el te7to hace con)i)ir el cuerpo torturado y muriente de 5alentín con el cuerpo soado de la mu:er araa esa ambi)alencia remite al contorno de una dimensi.n entre la )ida y la muerte, el muerto@ )i)o, o el umbral en el !ue los cuerpos y las fguras ya no coinciden nítidamente con la )ida o con la muerte donde la (rontera entre )ida y muerte se torna indeterminada, 3 por eso mismo( pol$tica*NO 0l cuerpo de 5alentín, ba:o la lu+ del horror, se suma a esos otros cuerpos !ue atra)iesan El beso...( los animales, los +ombies, los sonámbulos, los cuerpos atra)esados por dispositi)os !ue los arrastran más allá de sí mismos y
despe:an, o hacen )isible, esa +ona entre la )ida y la muerte, ese )i)iente sin (orma nítida !ue es la dimensi.n en la !ue el te7to de Puig sita los desa(íos de la est8tica y la política (utura* 0l animal )irtual, el +ombie, el espectro o la imagen@espectro de esas fguras y esos materiales están hechos los cuerpos, parece decir El beso... Allí se :uega la escritura de lo )i)iente con:ugando un doble signo de la )ulnerabilidad y el de la potencia* 0se borde o contorno es donde traba:a esta escritura, por!ue esa es la arena de lo político* El beso*** ilumina un uni)erso en el !ue los cuerpos están arro:ados a ensambla:es de deseo y de )iolencia donde se descubren su (ragilidad y a la )e+ su irreductible potencia* 0sa es la lecci.n del animal en El beso... 0l uni)erso de se7ualidad y a(ecto !ue el te7to de Puig re)ela para la imaginaci.n est8tica y política ;y !ue será cla)e para la cultura del presente; es indisociable de ese umbral animal por el !ue hace pasar a los cuerpos, !ue arrastra los su:etos más allá de sí mismos y los e7pone a la inminencia o la posibilidad de una comunidad en la !ue todo presupuesto de humanidad compartida, todo presupuesto ya dado de humanidad !ueda puesto en cuesti.n* 0so comn sin nombre, eso comn !ue es a la )e+ )acío y potencia, pasa por ese animal !ue es corporalidad abierta, )irtual*
Los animales de Puig están siempre encerrados son cuerpos en confnamiento* Las panteras en el +ool.gico, la mu:er araa en su isla y en su telaraa están ;como todos los cuerpos del te7to; capturados en dispositi)os de control y de f:aci.n territorial* A!uí están inmo)ili+ados
Cinema ;escribe AVira Lippit; is liVe an animal the li>eness a (orm o( encryption*
2rom animal to animation, fgure to (orce, poor ontology to pure energy, cinema may be the technological metaphor that confgures mimetically, magnetically, the other ^orld o( the animal*O
0l cine, dice Lippit, captura ese rastro espectral !ue de:a el animal en el momento en !ue lo sal)a:e empie+a a !uedar cada )e+ más capturado y acorralado por el proceso de industriali+aci.n global !ue tiene lugar desde fnales del 6/69 la e7terioridad del animal !ue por siglos había dado (orma a modos de relaci.n entre humanos y animales empie+a a cerrarse* 0se animal sal)a:e desaparece al mismo tiempo !ue el cine emerge como tecnología los traba:os de Mulbridge, dice Lippit, y su teoría del mo)imiento articulan la desaparici.n del animal )ol)i8ndolo imagen@mo)imiento a partir de la tecnología del registro )isual* 0l animal desaparece, pero de:a el rastro, la huella de su (uga en el cine por eso el cine coincide con la espectralidad animal, con los cuerpos animales cuyos conte7tos de re(erencia &originarios' están en )ías de desaparici.n* 0l espectro, la imagen como archi)o de un cuerpo !ue no está ni presente ni ausente, cuyo origen ya no puede ser pensado como pleno esa huella animal, eso !ue )a entre el cuerpo y el espectro, es una )ida impropia, una )ida de los cuerpos más allá, por (uera de los cuerpos, un )i)iente inasignable para el !ue no hay (orma disponible* 5ida sin (orma defnida, )uelta potencia, )irtualidad* 0l animal, el espectro, el +ombie una )ida
LECCIÓN II. LA ESCALA MOLECULAR: NOLL
1. E =;<3 5=53
La intersecci.n entre animal y !ueer, entonces, como una lu+, un modo de )isibilidad sobre una se7ualidad !ue, en lugar de reponer y de re(or+ar el
reconocimiento del cuerpo como humano, como soporte y reJe:o de identidades compartidas, saca a los su:etos de sus lugares predefnidos y los e7pone a un campo de intensidades, de (uer+as impropias e7pone la disimetría entre el yo y su cuerpo* Allí aparece como reJe7i.n sobre una se7ualidad !ue ya no puede contenerse ba:o el signo de lo humano9 !ue en lugar de humani+ar sus di(erencias, arrastra a lo humano hacia sus propios límites allí encuentra el animal no como un retorno a un origen o a una (ase primigenia, sino, al contrario, como principio de dislocaci.n y como apertura de temporalidades alternati)as ;como suspensi.n de un &orden de indi)iduaciones' )igente* 0sta reinscripci.n del animal en la imaginaci.n est8tica ba:o el signo de una se7ualidad en los límites de lo humano encuentra en la escritura de "o#o $ilberto %oll un punto de despliegue radical y singular* La escritura de %oll comparte con El beso... el gesto a la )e+ hist.rico y político de )erifcar la derrota del proyecto re)olucionario de los setenta
!ue les pasa a los cuerpos cuando ya no pueden encontrar ni permanecer en una (orma ;identidad, su:eto, g8nero, especie; propia* Lo primero +ue se pierde es la cabeza los persona:es de %oll son, de los modos más di)ersos, )guras ac,alas. Hon, casi por regla general, amn8sicos como el protagonista de Lord , la no)ela del EI, muchos de sus persona:es son &candidatos al Al+heimer'9 despiertan a la narraci.n en situaciones !ue no pueden si!uiera identifcar, como si la p8rdida de la memoria, pero tambi8n de la identidad, del nombre, de la pertenencia
&0u diria ser um plano ac8(aloZ', dice el narrador de %cenos e aagos
fnalmente, un cuerpo sin rostro* 0l narrador dice !uerer &traducirse con el cuerpo del otro', pero esa traducci.n elude toda identifcaci.n9 más bien remite a una borradura del sí@mismo y a un salto hacia esa materialidad corporal, en el límite de lo orgánico, !ue es más bien un umbral de intersecci.n, un entre@cuerpos* O 0sa es la dimensi.n en la !ue transcurre esta escritura un tra+o de encuentro entre cuerpos, de e)entos !ue tienen lugar en la inmanencia de los cuerpos allí encuentra su línea de saber* Lo ac8(alo, en este sentido, no signifca solamente un traba:o sobre lo sensorial, lo orgánico, lo a(ecti)o9 signifca más bien hacer del cuerpo la instancia de una multiplicidad sin cierre sin un centro o e:e !ue estructure un principio (ormal* La ace(alía no es un &puro cuerpo' es más bien un puro borde, la in)enci.n de espaciamientos entre cuerpos heterog8neos*O Los persona:es de %oll, en este sentido, son la ocasi.n o el protocolo, no solo para una crisis de la identidad sub:eti)a, sino para un traba:o est8tico sobre los bordes, los contornos, las +onas de )ecindad entre cuerpos una especie de microscopía de lo )i)iente entre los cuerpos, en esa +ona imperceptible o casi imperceptible, donde un cuerpo tiene lugar ante otro, la línea !ue separa y conecta dos cuerpos* 0se es el saber !ue produce esta escritura el saber del entre@cuerpos, el saber de lo !ue pasa entre cuerpos, en la apuesta o el e7perimento por el cual un cierto orden de indi)iduaciones ;de modos de nombrar, distribuir, (uncionali+ar cuerpos; se suspende ac8(alo es un orden de cuerpos donde el indi)iduo
A coisa n#o apresenta uma (orma precisa, muda, muda !uase a cada instante, e tem o centro como !ue brilhante, se centro a gente pode chamar a!uilo !ue nesse ínterim :á se encontrou perto da borda superior, pois neste peda\o agora na margem, precebe@se aos poucos, mais do !ue um brilho, tratar@se de um ponto de (or\a !ue n#o cabe mais em si, mais )oltemos ao todo de no)o com aten\#o, a coisa inteira mudou sua fgura, ganhou milhares de pontas, e a (or\a !ue parecia brilhar por n#o caber mais em si de)e ter sido eliminada deste corpo em constantes crispa\oes YZ[ e eu (echo os olhos e digo bai7o n#o, n#o )ou fcar a!ui olhando e tentando descre)er para )ocs isso !ue em seu eterno mo)imento pode estar se li7ando para mim com minha descri\#o, e
ademais n#o sei se )ocs est#o mesmo )oltados para a descrip\#o desta coisa com uma enormidade de aparncias, !ue poderá nem se apresentar mais a!ui !uando eu abrir no)amente os olhos, !uando tal)e+ )enha a perceber !ue este corpo :amais aprisionado em !ual!uer contorno n#o tenha de (ato e7istido, o !ue me (aria calar, calar de um :eito medonhamente cerrado, como se s. esta mude+ !ue eu diria irascí)el pudesse conter esta )ergonha de n#o ter o !ue olhar para transmitir a )ocs do outro lado de mim YZ[ /sto, esta tentati)a de se e7pressar alguma coisa !ue parece nem se!uer compor uma realidade, isto 8 uma esp8cie de cisma, em certos casos irremediá)el, posto !ue saído de uma situa\#o de e7ílio sem antídoto, :á !ue atacado por bact8rias ainda indeci(radas, !ue dei7am o ser em alheamento, em completo e7tra)io*ON
% coisa( alguma coisa entre una realidad puramente fccional y la )isi.n de un cuerpo sin (orma, de una presencia sin límite de algo !ue no llega a tener realidad pero !ue sin embargo es la materia de la literatura, la materia ante la cual la literatura se re)ela como )erg>en+a, como imposibilidad, como &mude+ irascible' !ue no puede nombrar eso !ue, desde su irrealidad o )irtualidad pura, e7traa, e7tra)ía, des)ía al ser de su esencia y de su lugar* La literatura es, sin embargo, ese des)ío9 hace eco de ese e7ilio sin reparaci.n, sin retorno, sin casa, es esa presencia o )isi.n ac8(ala, indeterminada, !ue es un cuerpo sin límites, un !i!iente sin orma , cuya en(ermedad ;su contagio; no tiene diagn.stico ni nombre* 0se es el umbral en el !ue se mue)e la escritura de %oll todo relato, toda secuencia narrati)a, todo mundo, toda sub:eti)idad )a hacia ese pasa:e )irtual, fccional, ese límite de lo real !ue es el de una pura intensidad, del cual la literatura debe, sin poder, dar testimonio* 0sa pura intensidad es un &corpo :amais aprisionado em !ual!uer contorno' ;un cuerpo sin (orma, en el límite de la (orma, !ue es una interrogaci.n sobre la fgurabilidad misma de los cuerpos;* 0sa declinaci.n hacia lo in(orme es el punto de despliegue de esta escritura*
0sa materia es una *ipótesis sobre el cuerpo hace de los cuerpos instancias de (uga, de pasa:e, una e7tensi.n !ue se )uel)e intensidad* Las materias )i)ientes en %oll están hechas de organismos y fsiologías inestables, de contornos ambiguos &0u parecia de (ato me encontrar na passagem do estado bruto da )ida para uma esp8cie de e7istncia mais di(usa e elementar', dice el narrador de % c,u aberto ,OO enunciando un impulso !ue parece atra)esar la mayoría de los cuerpos en los te7tos de %oll* Hon cuerpos !ue parecen mo)erse hacia una suerte de desmateriali+aci.n, o me:or dicho, hacia un cambio de estado de materia les aparecen sustancias inc.gnitas, se )uel)en luminosos, se derraman en secreciones y humores, como si el cuerpo estu)iera orientado hacia puntos de tensi.n en los !ue lo orgánico o lo (ísico se transmuta, se lica en algo más di(uso, in(orme e irreconocible, !ue se inscribe como e7cedente, una reser)a potencial y
enigmática esa es su realidad* -na transmutaci.n hacia un &e7trato de mais )ida' E !ue atra)iesa los cuerpos y los arrastra hacia lo indeterminado, hacia eso casi imperceptible pero real, las &entraas del cero'E desde donde se relan+a el relato como si la escritura (uese el registro de ese )8rtice ciego, de ese umbral o contorno de (uer+as !ue impelen los cuerpos, una pulsi.n !ue los empu:a y los )uel)e instancia del relato* He trata menos de un de)enir@otro !ue de e7periencias y de acciones !ue ponen en crisis las (ormas mismas de los cuerpos y !ue dan testimonio de una potencia o (uer+a de indeterminaci.n, más cercana a la noci.n deleu+iana de &)irtual', !ue concibe la )ida no como un con:unto de (unciones biol.gicas predeterminadas, sino como una pura memoria, una memoria absoluta, !ue se alberga en los cuerpos como potencialidad nunca del todo actuali+ada o reali+ada, como pura potencia más allá de toda actuali+aci.n* Los cuerpos en %oll, y las )oces y modo de la conciencia !ue, precaria, d8bilmente se implantan en esos cuerpos
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%cenos e aagos despliega con precisi.n estas epistemologías alternati)as de lo )i)iente alrededor del animal y del de)enir@animal* -n narrador ya adulto
la especie* 5eamos c.mo describe el narrador este nue)o cuerpo &3rata)a@se de um pe!ueníssimo animal incrustado sob o pentelho, !uase na base de meu pau* 3inha a sali)a morna e densa* 1 meu no)o se7o parecia ser un )i)eiro de esdr7ulas in(racriaturas'*EE Lo compara con un &ber\ário'
mltiples, !ue no hay )ida del cuerpo sino )ida entre cuerpos ;y !ue es esa multiplicidad abierta, ese proceso y esa microscopía poderosa ;esa &biología mínima', dice %oll; lo !ue la escritura e7presa y )uel)e lengua:e y narraci.n* Ahí no hay )ida propia, )ida indi)idual, no hay cuerpo apropiado, sub:eti)ado, pri)ati+ado por un &yo' o por un indi)iduo9 hay agenciamientos, ensambla:es, (ormas@de@)ida en las !ue no se puede aislar, distinguir, separar una &)ida propia' !ue sería el ncleo de la especie y el (undamento ontol.gico del indi)iduo* -na materialidad orgánica en el límite de lo propio y de lo impropio un &)i)iente' !ue no coincide con cuerpo sino !ue tiene lugar entre cuerpos, y !ue por lo tanto no se de:a reducir a una dimensi.n apropiable, demarcable como propiedad del indi)iduo* 0se cuerpo no es nunca del orden de lo propio ;y por lo tanto, de lo pri)ati+able, de lo !ue un indi)iduo declara su propiedad primera, y !ue (unciona como el (undamento ontol.gico de un su:eto9 esto es, la &persona';* 0n ello se :uega, al contrario, una relaci.n con lo comn, con lo !ue no es apropiable, lo !ue es impropio, !ue me parece cla)e* /lumina una direcci.n hacia una ontología de lo )i)iente como multiplicidad, como (orma de )ida relacional, e)entual, !ue se constituye en campos de relaci.n y no en unidad autocentrada y demarcable el cuerpo como te:ido de relaciones más !ue entidad )uelta sobre sí misma9 el cuerpo, en fn, como crítica ;y no soporte; de la indi)idualidad* -na política de lo )i)iente !ue resiste y desborda los mecanismos por los cuales el cuerpo se hace legible ba:o el signo de su capitali+aci.n, su pri)ati+aci.n y su conyugali+aci.n ;allí donde el indi)iduo propietario, con un cuerpo propio y una se7ualidad identifcada, se constituye en la norma de lo humano, en la regla de inteligibilidad !ue inscribe una )ida como &humana';* 0l animal !ueer es a!uí una )ersi.n de ese saber y de esa pedagogía*
LECCIÓN III. LÓ"ICA DE LA MULTIPLICIDAD: MISALES DE MAROSA DI "IOR"IO
L5 ;5 4 >;2: 63?732, 23;52, 567852
0l testigo del deseo todo amor, todo circuito o la+o de deseo reclama su testigo9 el tercero, como lo ense. Ren8 $irard ;y lo re)is. 0)e Hedg^icV para pensar la noci.n de homosociabilidad;, es un (actor constituti)o de toda &pare:a' ;de toda pare:a
edípica, al menos el triángulo, el tercero e7cluido?incluido, arma el circuito de los Dos, de la Pare:a como instancia de concentraci.n del deseo;* He con:uga ahí toda una floso(ía del deseo, !ue dice !ue el deseo es esa estructura especular pero demarcada por ese tercero !ue mira, en)idia, cela, traiciona* Qu8 pasa si ese tercero es un animal Los isales , de Marosa di $iorgio, se hace recurrentemente esa pregunta* Hon escenas rurales hiperestili+adas, de una gestualidad in(antil, en las !ue mu:eres ;llamadas &seoras' con una teatralidad artifciosa del g8nero, como si el g8nero ahuecara, como !uería Lamborghini, toda indi)idualidad, toda corporali+aci.n, y (uese pura representaci.n; descubren una se7ualidad contagiosa y proli(erante, !ue les absorbe el mundo y les cambia, literalmente, el cuerpo* 0se aprendi+a:e, sin embargo, in)ita, en la mayoría de estos te7tos, a un animal como si el despertar del cuerpo (emenino a la se7ualidad (uese un descubrimiento general, colecti)o, !ue in)olucra al compaero masculino
g8neros in(antili+ados, de pura representaci.n* Los animales llegan desde a(uera de este mecanismo binario traen un cuerpo irreductible a la marca dual del g8nero* ui+á un e:emplo nítido es ese insecto !ue contina la tarea del amante desconocido un insecto, e)identemente, (álico, !ue penetra a la mu:er, pero !ue a la )e+ es una &mariposa' y un &maripos.n' ;un (alo !ue se parece más a un dildo orgánico, una tecnología del placer !ue e7cede o se sustrae a una distribuci.n binaria del g8nero;* 0n estas escenas, la norma gen8rica es una condici.n para el deseo las mu:eres@nias tienen !ue atra)esar este aprendi+a:e sobre la se7ualidad, y la iniciaci.n pasa por una teatralidad del g8nero hecha de fguras es!uemáticas, de un binarismo plano* Pero lo !ue se descubre en esa iniciaci.n es la distancia abismal, inconciliable, entre ese uni)erso del g8nero y la materialidad del cuerpo ;y en esa distancia emerge el animal;* 0sa materialidad se re)ela irreductible al g8nero9 es proli(erante, multiplicadora los animales )an y )ienen entre los g8neros, como el (alo@mariposa, o inscriben las marcas del g8nero pero como distorsi.n y anomalía, como el &bicho' !ue se pinta los labios para seducir a un )ar.n9 como si los animales tra:eran una corporalidad intensa, Juida, en pasa:e, al teatro del g8nero, una corporalidad !ue la norma de g8nero no puede terminar de marcar* 0sa opacidad al g8nero es lo !ue )iene con la otra especie dice !ue el cuerpo es esa opacidad, y !ue el se7o tiene !ue )er con la interrogaci.n de esa línea de )ariaci.n, de esos puntos donde el cuerpo muestra ese re)8s del teatro del g8nero* Línea de rare+a del animal la !ue mide la distancia irreductible del cuerpo respecto del g8nero*
Pasada una larga hora, seora Dinorah se al+. apenas, con le)edad, sac. un o:o temblando para )er !u8 había* %o )io nada, pero, igualmente, se agach. a esperar un poco an* T así, otras )eces* 0n una de esas postraciones abra+. sin !uerer en el suelo, algo )i)o, caliente, grueso, liso, un cerdito de :ardín, le pas. la mano por el pelo, lo bes. de pronto en la boca
0l cerdito ;resultará el %o)io transmutado; no es un cuerpo completo es una multiplicidad de puntos de intersecci.n, como si se repartiera en líneas de sensaci.n* Como si el cuerpo descubriese a tra)8s de la se7ualidad, de la se7ualidad como dimensi.n, !ue no es &uno', !ue no tiene un contorno defnido sino, al contrario, un borde mltiple, abierto, !ue se resuel)e hacia la indeterminaci.n eso )iene con el animal pero sobre todo con ese espacio entre cuerpos !ue es el se7o, como si el se7o empu:ara a los cuerpos hacia un borde donde se )uel)en indefnidos, se )uel)en secreciones, puntos de intensidad, +onas de sensaci.n, pero no organismos ni corporalidades legibles* 0l se7o contra el indi)iduo ningn cuerpo indi)iduado sobre)i)e intacto el descubrimiento de la se7ualidad9 esa es la otra lecci.n del animal* Por eso, :ustamente, a!uí la se7ualidad es colecti)a, o me:or dicho, mltiple* 2orma agenciamientos de cuerpos heterog8neos, sin duda, pero sobre todo geometrías en las !ue no hay cuerpos indi)iduales sino líneas de deseo !ue los enla+an y los constituyen9 el triángulo desindi)iduali+a, traba:a sobre una l.gica de lo preindi)idual y lo mltiple* -na multiplicidad no se hace de unidades sino de dimensiones de líneas de arrastre, de tensi.n, de contagio !ue impiden !ue un indi)iduo
LA VIDA RARA
Qu8 se lee en estas )ersiones heterog8neas de la rare+a se7ual -n gesto sistemático atra)iesa los tres te7tos allí donde se suspende, si!uiera parcialmente, la heteronorma no emergen las &otras se7ualidades' !ue estaban so(ocadas
originario, su imagen ltima* 0se (ondo de la )ida se re)ela pura inestabilidad9 se )uel)e, por lo tanto, instancia de contestaci.n, de disputa, de e7perimentaci.n y de politi+aci.n* 0s contra ese (ondo !ue hay !ue leer las corporalidades abiertas, puro pasa:e entre la positi)idad orgánica y las intensidades )irtuales !ue la atra)iesan, !ue a!uí se con:ugan ba:o el signo de lo animal y de lo !ueer la noci.n insistente, de !ue los cuerpos, en el conte7to biopolítico, han sido abiertos a una potencia y a una indeterminaci.n para la cual hay !ue elaborar lengua:es, 8ticas y políticas* Hi los saberes normati)os por el lado de la ciencia y de las religiones
/5* LA R0B0L/4% A%/MAL
CAPÍTULO COPI Y LA "UERRA POR LA CIUDAD
&0stos humanos son como nosotros ;grit. RaVj;9 la prueba son prisioneros de los humanos]' EN en la )orágine de una rebeli.n animal !ue comien+a, y !ue alcan+ará dimensiones no solo planetarias sino mesiánicas, una rata descubre esta (.rmula !ue hace posible una alian+a entre especies a!uellos hombres !ue han sido puestos en la prisi.n o en un manicomio, los delincuentes, los locos, los en(ermos !ue han sido despo:ados de sus derechos como ciudadanos, han de:ado, por eso mismo, de ser propiamente humanos, y pueden, consecuentemente, sumarse a la re)uelta animal* 0l no@ciudadano es un ya@no@humano y por lo tanto &como nosotros' un animal* 0l ra+onamiento de la rata condensa el impulso !ue mo)ili+a la rebeli.n animal narrada en La ciudad de las ratas , de Copi, publicado en (ranc8s en OO y en espaol treinta aos despu8s, en el EO* Como se recordará, el te7to de Copi cuenta las a)enturas parisinas de RaVj y $ouri, !ue luego de algunos tanteos amorosos con /ris y Carina ;hi:as de la Reina de las Ratas; se embarcan en un )8rtigo de e)entos !ue terminarán con un dilu)io, una guerra mundial y un )ia:e al %ue)o Mundo donde encuentran una &ciudad de las ratas' !ue conducirá, en su estructura laberíntica, a la calle Buci en París donde se origin. la historia* La re)uelta de los animales ;como sucede, segn )imos, en otras fcciones de rebeli.n animal; es la ocasi.n para imaginar otro orden comunitario y otro ordenamiento de cuerpos y de especies, no necesariamente más arm.nico
direcci.n similar los animales toman la palabra idad, de recicla:e, de uso entre ambos, EE es lo !ue a!uí se )uel)e el terreno sobre el !ue se :uega la re)uelta, la resistencia y las alian+as* %o un uni)erso en el !ue las especies y los cuerpos están di(erenciados por &naturale+as' sino al contrario, donde lo !ue constituye el mundo es una multiplicidad m.)il, una heterogeneidad y un tráfco !ue pone en cuesti.n toda ontología y toda esencia dada ese continuo de cuerpos, ciudades, trayectorias y materias !ue se )uel)e materia est8tica es tambi8n materia política ;sobre ese continuo se tra+an las distinciones entre humano?animal, persona?no@persona, !ue constituyen los ordenamientos biopolíticos de cuerpos, pueblos, territorios;* Copi contesta esos ordenamientos y les opone esa &mirada del re)8s' !ue los desconoce la !ue )e el continuo y no la cesura* 3al la materia de la fcci.n y de su política* 0n ello las ratas de Copi no están solas segn )imos, muchas de las inscripciones de lo animal en la cultura de las ltimas d8cadas (uncionan como signos políticos !ue disputan no tanto la noci.n de lo &humano' como ontología y como :erar!uía sobre el
resto de lo )i)iente ;esto es en t8rminos de una discusi.n crítica de la tradici.n humanista; sino las distinciones políticas entre &)idas' ;entre las )idas !ue se protegen y se reconocen socialmente, y las )idas marcadas para la e7plotaci.n, el consumo o la precariedad, la distinci.n, en fn, entre las &personas'
el :uicio a Mimile
di(erenciaban unas de otras más !ue por los decorados sucesi)os !ue no se parecían entre sí'
0sa contra@ciudad está compuesta por cuerpos di)ersos cuyo )alor comn es la super)i)encia y la astucia es, entonces, la alian+a por la super)i)encia ;y no la &lucha por la )ida' indi)idual; lo !ue (unda esa comunidad de heterog8neos9 la super)i)encia
los iguales +ue se reconocen*E
T al mismo tiempo, esa adopci.n es siempre una deslocali+aci.n la rebeli.n animal es tambi8n la instancia de una desterritoriali+aci.n a ni)el planetario* La &isla de la Cit8' ;de nue)o, la ciudad dentro de la ciudad; se desprende de París a causa del dilu)io producido por el Diablo de las Ratas, y emprende su )ia:e hacia el %ue)o Mundo, donde se encontrará la &ciudad de las ratas', cuyo portal dice &AR3H en caracteres trogloditas' y !ue, luego de un circuito laberíntico y subterráneo, terminará conduciendo al punto de partida en la calle de Buci en París* 0n todo caso, lo !ue interesa marcar es el hecho de !ue a!uí, como en general en Copi, no hay una topogra(ía marcada, defnida, de la ciudad la ciudad ya siempre alberga su contra@ ciudad, y ese topos tiene una escala global, planetaria
heterog8neos ;esto es, el lugar desde donde se fguran otras políticas de lo comn* 3al es el itinerario de esta rebeli.n de los animales, !ue sus mismos protagonistas no dudan en califcar de &error' al fnal, cuando ya tienen a $ouraVjreina y están de retorno en la calle Buci, $ouri y RaVj piensan !ue tal )e+, gracias a !ue su hi:o hi+o &su entrada al mundo al mismo tiempo !ue a la a)entura, no cometería el mismo error en la a)entura !ue nosotros en el mundo' ;allí donde el error pareciera tener sus reglas específcas, y donde la capacidad de di(erenciar el &mundo' y la &a)entura' (uese el aprendi+a:e mismo de la no)ela;* /nmediatamente, sin embargo, se corrige &aun!ue incluso ca)ilando sobre el tema no llegábamos a encontrar cuál había sido el error'
5* C1DA CRÍTICA Y BIOPOLÍTICA
Dos insistencias parecen tra+ar el contorno de estas intersecciones entre la )ida y la política ba:o el signo del animal9 dos interrogaciones !ue apuntan a los modos en !ue la cultura desmonta algunas matrices por las cuales una )ida se hace inteligible como &humana' y !ue tra+an, consecuentemente, :erar!uías entre cuerpos y entre (ormas de )ida. Por un lado, la defnici.n y la fgura misma del &indi)iduo', como cuerpo indi)iduado, reconocible como &uno', en(renta un desa(ío constante, sistemático9 no hay, parecen repetir estos materiales, cuerpo !ue no sea una multiplicidad, o constituido en una multiplicidad y una red ese parece ser un principio o una regla de la )isibilidad de los cuerpos !ue tra+a una sintonía entre los materiales y las lecturas* Por otro lado, la interrogaci.n recurrente de la relaci.n entre )ida y propiedad, o )ida y mercancía, allí donde el cuerpo capitali+ado del animal parece reJe:ar una condici.n más general de todo cuerpo y de toda )ida ;donde, como se )e en los te7tos sobre mataderos, todo cuerpo, humano o animal, se hace )isible ba:o la medida y el cálculo del capital* He trata, como se ad)ertirá, de dos +onas !ue se recortan sobre l.gicas biopolíticas específcas* La cla)e es !ue estas +onas tienen !ue )er con interrogaciones o e7ploraciones (ormales, !ue in)olucran los modos de distribuci.n de lo sensible y las reglas de )isibilidad y percepci.n de lo real9 esto es, tienen !ue )er con indagaciones !ue pasan por la inteligencia de las (ormas est8ticas y por las políticas est8ticas !ue la crítica articula y mo)ili+a desde ellas
* Muchos de los materiales traba:an sobre la distancia 3 la disimetr$a entre el cuerpo 3 la orma indi!idual o indi!iduada los cuerpos !ue estos materiales con:ugan no son cuerpos indi)iduales, cuerpos !ue puedan defnirse en torno a un indi)iduo como (orma* Más bien, el cuerpo inscribe la línea de sombra del indi)iduo lo !ue en 8l resiste toda demarcaci.n nítida y, sobre todo, el cierre sobre sí, el principio por el cual el cuerpo (unciona como unidad y como pliegue sobre sí mismo* Los cuerpos son a la )e+ pre@indi)iduales y mltiples tienen lugar allí donde son irreductibles al contorno
demarcado y delimitado de lo indi)idual*E 0sos cuerpos se )uel)en )isibles por (uer+as y por intensidades !ue los arrastran hacia su a(uera, hacia el límite o el espacio de relaci.n, de e7posici.n o de agenciamiento* %o hay, pues, cuerpo en s$ mismo , hay cuerpos en relaci.n, en e7posici.n9 hay topogra(ías y escenarios cuya l.gica pasa por el espacio entre cuerpos !ue disean*
E* 0l otro tema !ue se articula en torno al animal pasa por la interrogaci.n sobre la relaci.n entre )ida y propiedad, y específcamente sobre los modos en !ue el cuerpo animal hace )isibles las operaciones desde las cuales la )ida se )uel)e apropiable y pri)ati+able, (actible de ser constituida como propiedad y mercancía* Allí se puede leer una resonancia con discusiones sobre los modos en !ue en las ltimas d8cadas )ida y capital se enla+an y anudan de modos más intensi)os, donde la generaci.n de )ida es inseparable del cálculo del capital* Hi el animal ha sido testigo y ob:eto de este proceso de capitali+aci.n durante siglos, la distancia !ue lo separaba de los hombres parece haberse achicado, o directamente desaparecido, y la &propia' )ida y el &propio' cuerpo humanos se e7ponen, con un alcance in8dito, al reJe:o del capital ;tal la insistencia !ue se registra en algunos de estos materiales y de estas lecturas sobre la )ida animal;* Lo !ue emerge allí tiene !ue )er con una interrogaci.n de la )ida como e7ceso respecto de la l.gica de la propiedad y de la (orma mercancía, de las (ormas de medida y de cálculo !ue el capital impone sobre la )ida de a!uellos cuerpos a los !ue )uel)e instancia de intercambio y e!ui)alencia*EN La insistencia !ue se lee en estos materiales traba:a las (ormas de despliegue, las líneas de )isibilidad de un bios irreductible a la propiedad, un
bios no@propio o impropio, sobre el (ondo de una capitali+aci.n cada )e+ más intensa de los cuerpos y de lo )i)iente*
Dicho de otro modo el espacio de la cultura como terreno donde se ensayan (ormas y políticas de lo )i)iente !ue resisten el orden &properti+ado' y pri)ati+ado de cuerpos y de (ormas de )ida* /ndi)iduo y propiedad es bastante nítido el hori+onte !ue despunta en estas interrogaciones* /ndi)iduo y propiedad son dos )ectores desde los cuales la biopolítica gestiona la inteligibilidad de una )ida como &humana', donde defne lo !ue cuenta como &)ida' protegible, las matrices de pertenencia social, y el contenido del reconocimiento :urídico ;un cuerpo indi)iduali+ado, un su:eto constituido en tanto !ue propietario;* 3al, dice 0sposito, la l.gica de la &persona', el &dispositi)o personol.gico' la persona será tal a condici.n de ser la duea de su cuerpo y de su )ida9 el suyo es el dominio de un cuerpo aislado y demarcado respecto de los otros, pri)ati+ado y constituido en su primera propiedad, constituido en cosa* 3al ecuaci.n se proyectará sobre otros cuerpos el de los &otros' sociales, raciales, etc*, y sobre todo el de los animales9 el animal será el paradigma mismo del dispositi)o, en la medida en !ue representa la no@persona por e7celencia, la cosa !i!iente* Desde allí ;desde las l.gicas de indi)iduali+aci.n y personali+aci.n, y los mecanismos de la propiedad sobre la )ida; se gestionan muchas de las tecnologías del &hacer )i)ir' en nuestras sociedades*EO Las operaciones (ormales y críticas !ue se con:ugan a!uí se en(ocan e7actamente sobre lo !ue !ueda (uera de esta matri+ de indi)iduali+aci.n y pri)ati+aci.n, lo !ue la pone en )ariaci.n y lo !ue la desmonta son procedimientos, m8todos ;dispositi)os; desde los !ue se concibe una )ida y unos cuerpos irreductibles a la (orma indi)iduo, a la indi)iduali+aci.n !ue se les reclama a los cuerpos
e7perimentaci.n y de )ariaci.n ;allí donde lo natural y lo biol.gico se e7hiben en una nue)a apertura y una nue)a plasticidad y al mismo tiempo en una su:eci.n y un control sin precedentes;* Las in)estigaciones !ue se renen a!uí no reponen desde el animal el (ondo de una naturale+a sino !ue por el contrario despliegan esa naturale+a como )acío y como indeterminaci.n* Dicen !ue no hay cuerpo !ue no e7ista en relaci.n, !ue no se constituya entre cuerpos, en agenciamientos colecti)os, a la )e+ biopolíticos y tecnol.gicos* Al hacerlo, desmontan lo !ue !ui+á sea la operaci.n (undamental de la biopolítica contemporánea la !ue hace del cuerpo una materia apropiable, properti+able, pri)ati+able, sobre la !ue se estampan los sentidos de la autonomía del indi)iduo, y !ue se )uel)e un &capital' social, econ.mico y potencialmente político ;la norma de un &indi)iduo' dueo absoluto de su cuerpo, de la potencia de &su' )ida, propietario de su di(erencia !ue se !uiere irreductible al espacio de relaci.n con los otros, del !ue necesita inmuni+arse constantemente por!ue amena+a su misma instancia, su e(ectuaci.n como indi)iduo;* T !ue, a su )e+, descansa sobre una esenciali+aci.n y una nue)a sacralidad de la &naturale+a humana' sobre la !ue se con:ugan nue)os ordenamientos disciplinarios y normali+adores, y !ue se :uegan sobre el terreno de la )ida y de las políticas del cuerpo* Contra estas biopolíticas, una política de la (ormas !ue desontologi+a la )ida, y !ue la abre a nue)as confguraciones !ue no pasen por el indi)iduo y la propiedad como matri+ de inteligibilidad de lo humano* Allí se pueden pensar estas fguraciones de lo animal de la cultura, sus cuerpos di(usos, la gramática de lo )irtual !ue ensayan, las (uer+as indeterminadas !ue liberan como terreno desde donde se piensan saberes y prácticas alternati)os !ue son otras confguraciones biopolíticas otros modos de pensar lo colecti)o como multiplicidad de (ormas de )ida, como producci.n de espaciamientos y de relacionalidad entre cuerpos* T por lo tanto, otros modos de pensar lo comn como umbral donde se direccionan y canali+an nue)as posibilidades de los cuerpos, contra, y más allá de, los ordenamientos en curso*
EN RED
0ste libro se hi+o en red, a tra)8s de la+os ;con)ersaciones, lecturas, a(ectos; !ue di(ícilmente pueda recontar a!uí* 2ermín Rodrígue+ (ue un interlocutor permanente del proyecto, con la inteligencia y la generosidad !ue en 8l son un hábito* La lectura y la confan+a de Leonora D:ament hicieron posible, en gran medida, !ue el libro llegara a su (orma fnal* Ale:andra Laera, María 0sther Maciel, "ulieta Telin, Andrea 3orrano y kl)aro 2ernánde+ Bra)o comentaron con precisi.n y agude+a distintas partes del manuscrito* Las con)ersaciones con "ens Andermann, 2lorencia $arramuo, $on+alo Aguilar, 0duardo MaUio, Paloma 5idal, $ina Harraceni, Denilson Lopes, Paola Cort8s Rocca, Holedad Boero, Husana Draper, Alicia 5aggione, Handra $arabano, 0)ando %ascimento, Ana María DX0rrico
%13AH
I6>;34==7G6. U65 6?5 <;3787454
Cary `ol(e ha traba:ado esta noci.n en torno a lo !ue 8l denomina el &discurso de la especie', entendido como el r8gimen de discurso ;flos.fco, cultural, político; !ue (ormali+a y legitima la distinci.n por la cual el animal se identifca como &)ida sacrifcable', y !ue (unciona como condici.n para la emergencia de una humanidad propiamente dicha* 0l sacrifcio del animal
pri)ilegia la noci.n de &+oopolítica' ;antes !ue la de &biopolítica'; para iluminar las instancias de cruce entre )ida y política, !ue no pasan por la e7clusi.n de algo así como zo, sino, al contrario, por su politi+aci.n* Derrida, por su parte, recurría a esa noci.n para subrayar sus ob:eciones a Agamben* A!uí prefero usar la noci.n ciertamente más ambigua de &biopolítica' :ustamente por!ue pone en el centro del debate la inestabilidad de ese bios allí donde se )uel)e instancia de politi+aci.n, es decir, donde se )uel)e ob:eto de tecnologías de poder pero tambi8n instancia de contestaci.n y resistencia* 0sa inestabilidad resulta producti)a por!ue ilumina de modos más Je7ibles las operaciones de la cultura allí donde esta mo)ili+a y en ocasiones desarticula las distinciones producidas por las tecnologías biopolíticas y su politi+aci.n de lo )i)iente* Bios en este sentido indica menos una semántica defnida !ue un terreno de interrogaciones y desa(íos* 5er 2abián Luduea Romandini, La comunidad de los espectros. Q %ntropotecnia , Buenos Aires, Mio y Dá)ila, E, y "ac!ues Derrida, 4,minaire La bRte et le sou!erain. ol. Q( París, $alil8e, EN* $iorgio Agamben, Homo 4acer. Ql potere so!rano e la nuda !ita( 3orino, 0inaudi, OOK* N $iorgio Agamben, L-aperto. L-uomo e l-animale( 3orino, Bollati Boringhieri, EE* 5er tambi8n Agamben, &/nmanencia absoluta', en $abriel $iorgi y 2ermín Rodrígue+
&0l hombre es persona si, y solo si, es dueo de su propia parte animal y es tambi8n animal solo por poder someterse a a!uella parte de sí dotada del carisma de la persona* Por cierto, no todos tienen esta tendencia o esta disposici.n a la propia desanimali+aci.nX* De su mayor o menor intensidad deri)ará el grado de humanidad presente en cada hombre y, por lo tanto, tambi8n la di(erencia de principio entre !ui8n puede ser defnido con pleno derecho como persona y !ui8n puede serlo solo en ciertas condiciones'
di)ergencia, empe+ando por la centralidad de la cuesti.n de los derechos
EI Las escrituras (uncionan así alrededor del des(ase o desarticulaci.n de lo propio el pliegue autoa(ecti)o y autorreJe7i)o !ue construye la sub:eti)idad aparece a!uí atra)esado por intensidades !ue son e7teriores, colecti)as, neutras9 de esa no coincidencia sistemática están hechas esas escrituras* ui+á una de sus (ormulaciones más e7actas
I. L5 ;07G6 56785
C5<>3 1. L32 567852 425<5;=6: ==7G6 J 073<3>7=5 863;
G 0n "o#o $uimar#es Rosa, Estas estórias , Han Pablo, %o)a 2ronteira, EO* 5ersi.n en castellano &Mi tío el :aguaret8', Dampo general 3 otros relatos( selecci.n y traducci.n de 5alViria `ey ( M87ico, 2C0, E* 3odas las citas remiten a estas ediciones* G &o uan $uede a!uí me tra:o, nadie !uería de:arme traba:ar con los demás*** Por!ue yo no ser)ía* %ada más estarme a!uí solito, todo el tiempo* 0ra un bueno para nada, no sabía traba:ar bien, no me gustaba* %ada más sabía ca+ar :aguares* Ah, no debería]'
desub:eti)aci.n* 5er $iorgio Agamben, &-na biopolítica menor'
:uega la posibilidad de otra )ida* 5er 2ermín Rodrígue+, &De:arse )i)ir, hacerse matar* De )uelta a 0l HurX', en ^^^*escritoresdelmundo*com Yltima consulta G??I[* K 5er "ulieta Telin, &Adentro de las :aulas imaginarios de la multiplicidad en algunos relatos argentinos de la d8cada del cincuenta* 0l caso de Bestiario de "ulio Cortá+ar', Bolet$n del Dentro de Estudios de eor$a 3 Dr$tica Literaria( n E, diciembre de EK* KE "ulio Cortá+ar, Bestiario( Buenos Aires, Hudamericana, OK, p* * KG &Algo les pasa a las mancuspias, el rumor es ahora un clamoreo ra bioso o aterrado, se distingue el aullido aflado de las hembras y el ulular más bronco de los machos'
KN Para una lectura de la cuesti.n animal en el relato de $uimar#es Rosa en el conte7to de la crisis del humanismo occidental, )er "ulieta Telin, &5ia:es a ninguna parte* Hobre la representaci.n de la animalidad en Meu tio o /auaretX de "* $uimar#es Rosa, y % pai#&o segundo G.H. de Clarice Lispector', Qtinerarios , N, EN* KO &QSum 0h@0h*** Hí, sí seor* A@ha, si !uiere entrar puede entrar*** Sum, hum* Q-st8 sabía !ue yo )i)o a!uí QC.mo lo supo Sum@hum*** 0h* %o, seor, nXt, nXt*** QHu caballo solo este /chi] 0l caballo ta manco, aguado* Ta no sir)e* Achi***'
estos relatos, hablar y de)orar se con:ugan y desli+an uno sobre el otro, en el espacio ambi)alente de lo &oral', para tra+ar +onas de inestabilidad respecto del poder sobre el lengua:e, específcamente, para narrar los despla+amientos por los cuales los más d8biles ;los pri)ados de habla; les arrebatan el poder del discurso y del sentido a los más (uertes* Contra toda reducci.n aleg.rica, en la lectura de Marin la (ábula se )uel)e un terreno de contestaciones y disputas donde la capacidad de hablar
II. U65 6?5 <;3787454:52 =5252, 32 85>54;32, <03
C5<>3 $. Domus, 4382>7=5, 4382>7=5=7G6: C5;7= L72<=>3;
Clarice Lispector, % pai#&o segundo G.H.( París, ALLCA 66 ? 2C0, OO* 5ersi.n en castellano La pasión según G.H. , Buenos Aires, Cuenco de Plata, E, trad* Mario Cámara* 3odas las citas remiten a estas ediciones*
E &0 !ue ali dentro da minha casa se alo:ara a estrangeira, a inimiga indi(erente'
N 0n Dlarice Lispector5 Figuras da escrita
esa direcci.n* N Clarice Lispector, ?gua !i!a , Han Pablo, Rocco, EK* 5ersi.n en castellano %gua !i!a , Madrid, Hiruela, EE, trad* 0lena Losada* 3odas las citas remiten a estas ediciones* N &Higo con capacidad de ra+onar ;he estudiado matemáticas, !ue son la locura de la ra+.n; pero ahora !uiero el plasma, !uiero alimentarme directamente de la placenta'
O &Holo un espe:o )acío es un espe:o )i)o* Holo una persona muy delicada puede entrar en una habitaci.n )acía donde hay un espe:o )acío, y con una tal le)edad, con una tal ausencia de sí misma, !ue la imagen no se mar!ue'
N &Mucho no puedo contarte* %o )oy a ser autobiográfca* uiero ser bioX* 0scribo al correr de las palabras'
C5<>3 (. L5 <;3<7454 4 32 =;<32: 85>54;3 J =>;5
I 5er %oelie 5ialles, %nimal to Edible , %ue)a TorV, Cambridge -ni)ersity Press, OOI9 %icole HhuVin, %nimal Dapital5 endering Lie in Biopolitical imes , Ht* Paul, -ni)ersity o( Minnesota Press, EO*
K "ean@Luc %ancy, El sentido del mundo , Buenos Aires, La Marca, EE* Martín ohan y Ale:andra Laera
EI Carlos Bus!ued, Bajo este sol tremendo( Barcelona, Anagrama, EO* Las citas de este te7to pertenecen a esta edici.n* EK 5er &Argentina ya tiene su animal clonado', @"gina0I2 , G de agosto de EE, secci.n Hociedad Ydisponible en ^^^*paginaE*com*ar <ltima consulta K??EI=[* 0n cuanto a clonaci.n y naci.n, )er Harah 2ranVlin,
C5<>3 ). E2 <03 9 66=5 4@5;K 4 2; 56785: O2?543 L5803;767
EO 0ste capítulo apareci. en una )ersi.n más temprana en %atalia Bri+uela y "uan Pablo Dabo)e
G 1s)aldo Lamborghini, &0l ford', 1o!elas 3 cuentos , Barcelona, 0diciones del Herbal, ON* G "osefna Ludmer, El g,nero gauc*esco. n tratado sobre la patria , Buenos Aires, 0terna Cadencia, EE* GE $uy Soc!uenghem y Ren8 Hcherer, El alma atómica , Barcelona, $edisa, ON* GG Lamborghini, &0l ford', ob* cit*, p* E* GI 5er 2ermín Rodrígue+, &0scribir a(uera literatura y política en `alsh y Lamborghini*
III. S;72
C5<>3 . L3 9 945 4 65 ?745: =3867454 J =54K?;
I Robert Sarrison Pogue, *e
)i)o, espuesto a la no@)ida desde el principio'
político de los cuerpos en general* 0sta problemati+aci.n sobre el lugar del cuerpo como instancia de lo político se dramati+a en torno al genocidio ;o al (eminicidio, en el caso del te7to de Bolao; precisamente por!ue el genocidio es una )iolencia radical e irreparable sobre los modos tradicionales de reconocimiento, identifcaci.n, nominaci.n y simboli+aci.n del muerto* KO Bolao, ob* cit*, p* II* /bíd*, p* IIO* Para una discusi.n sobre la relaci.n entre la escritura de Bolao y la memoria posdictatorial, )er Carlos Burgos, &Roberto Bolao la )iolencia, el mal, la memoria', 1ue!o e#to Dr$tico , )ol* 66//, n IG@II, EO* E &Dislocaci.n' es la noci.n !ue usa Agamben para re(erirse a esta parado:a !ue a(ecta la &+ona de e7cepci.n' !ue !uiere ser el campo de concentraci.n por un lado, el campo territoriali+a, demarca las (ronteras entre el espacio de la e7cepci.n soberana y el resto del orden social, pero por otro lado, la e7cepci.n se torna una regla !ue mina todo orden legal por lo cual ningn territorio demarcado puede contener su alcance la e7cepci.n, así, se )uel)e la regla, y lo !ue sucede en el campo se replica, de distintos modos, en mltiples instancias del orden social* 5er Agamben, Homo 4acer , ob* cit* G Sacia el fnal de la dictadura, el r8gimen de Pinochet decide remo)er esas (osas para arro:arlas, presumiblemente, al mar* 0n el proceso de remoci.n, muchos (ragmentos de huesos !uedan en el desierto, y son esos (ragmentos los !ue sus deudos procuran* I 5er al respecto "ens Andermann, &07panded 2ields Postdictatorship and the Landscape', Cournal o Latin %merican Dultural 4tudies , )ol* E, n E, EE, pp* K@N* K %uno Ramos, onólogo para um cac*orro morto , en ^^^*nunoramos*com*br Yltima consulta EI??EI[* Say una traducci.n al espaol de Adriana AstuUi, publicada en el Bolet$n del Dentro de Estudios de eor$a 3 Dr$tica Literaria , n ( diciembre de E* Las citas del te7to en espaol corresponden a esta traducci.n* &Paro y contemplo, por!ue así debe ser'
ellos, entre ellos, hecho de* 5iento, hedor, delicia :ab.n, carranca, monotonía'
maci\amente )estidos de blusas coloridas perseguiriam meu carro e me tirariam lá de dentro, cachorro, algemando meus p8s ao guard@rail* Depois :ogariam seus calhambe!ues mal cuidados, carros com mais de trinta anos de uso, em altas )elocidades contra mim, me despeda\ando como despeda\aram )oc' Y&cientos de :.)enes unánimemente )estidos con blusas de colores perseguirían mi auto y me sacarían de 8l, perro, atándome los pies al guardarraíl* Despu8s lan+arían sus ca(eteras maltrechas, sus autos con más de treinta aos de uso, a altas )elocidades, contra mí, despeda+ándome como te despeda+aron'[* "ean@Christophe Bailly, *e %nimal 4ide( %ue)a TorV, 2ordham -ni)ersity Press, E*
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&3he no)el YEl beso de la mujer araña[ e7emplifes the connections made among struggles (or liberation in the %e^ Le(t and uni!uely dramati+es those struggles in the prisonhouse dialogue* PuigXs no)el is arguably the frst in ^hich a gay character is gi)en the status o( a political sub:ect, and in ^hich the struggle (or a ne^ society e7plicitly includes a )ision o( the place o( gay people in that society' Y&La no)ela e:emplifca las cone7iones entre las luchas por la liberaci.n de la nue)a i+!uierda y dramati+a singularmente esas luchas en el diálogo dentro de la prisi.n* He puede afrmar !ue la no)ela de Puig es la primera en la !ue un persona:e gay tiene el estatuto de su:eto político, y en la cual la lucha por una nue)a sociedad e7plícitamente incluye una )isi.n sobre el lugar de esos su:etos en tal sociedad'* Mi traducci.n[
relecturas (eministas y !ueer de Deleu+e y $uaUari* 5er al respecto 0li+abeth $ros+, Becoming ndone*
N &Puig de:a pasar a tra)8s de su escritura la multiplicidad de lo )i)iente, y mucho más la sostiene en una peculiar 8tica literaria, segn la cual la asunci.n de una (orma de )ida no es solamente el saber de tal inclinaci.n, sino el pensamiento de esta, lo !ue con)ierte la (orma de )ida en (uer+a, en e(ecti)idad sensible* 0n cada situaci.n se presenta una línea distinta de todas las demás, de incremento de potencia* 0l pensamiento es la aptitud de distinguir y seguir esta línea* 0l hecho de !ue una (orma de )ida no pueda ser asumida sino siguiendo el incremento de la potencia lle)a consigo esta consecuencia todo pensamiento es estrat8gico* 0l pensamiento de Puig es estrat8gico'
mim8tica, magn8ticamente el otro lado del animal'* Mi traducci.n[* OE 5er $arramuo, ob* cit*9 y Cecilia Palmeiro,
contorno, no haya de hecho e7istido, lo !ue me haría callar, callar de un modo terriblemente cerrado, como si solo esta mude+ !ue yo diría irascible pudiese contener esta )erg>en+a de no tener !u8 mirar para transmitirles a ustedes !ue están del otro lado YZ[ 0sto, esta tentati)a de e7presar una cosa !ue parece ni si!uiera componer una realidad, esto es una especie de capricho, en ciertos casos irremediable, puesto !ue )iene de una situaci.n de e7ilio sin antídoto, ya !ue es atacado por bacterias toda)ía no desci(radas, !ue de:an el ser ena:enado, en completo e7tra)ío'* Mi traducci.n[* OO "o#o $ilberto %oll, % c,u aberto , Record, Río de "aneiro@Han Pablo, EN, p* IE* Y&To parecía de hecho encontrarme en la tra)esía desde un estado bruto de )ida hacia una especie de e7istencia más di(usa y elemental'* Mi traducci.n[* E "o#o $ilberto %oll, Lord , Han Pablo, 2rancis, EI, p* * E "o#o $ilberto %oll, &Li\#o de higiene', % m"+uina de ser , Han Pablo, %o)a 2ronteira, E* EE "o#o $ilberto %oll, %cenos e aagos( Han Pablo, Record, EN, p* NO* Y&He trataba de un pe!ueísimo animal incrustado ba:o el pubis, casi en la base de la pi:a* 3enía la sali)a cálida y densa* Mi nue)o se7o parecía ser un )i)ero de e7traas in(racriaturas'* Mi traducci.n[* EG %oll, ibíd*, p* O* Y&%o había sincronismo er.tico entre el anftri.n y el hu8sped'9 &%o podría )i)ir más sin !ue esa biología mínima continuase enalteciendo an más la promesa de (usi.n'* Mi traducci.n[* EI Roberto 0cha)arren seala este anudamiento &Las mu:eres en Di $iorgio in)ariablemente ponen hue)os, como si genotipo y (enotipo coincidieran, como si en cada indi)iduo se recapitulara el desarrollo de las especies )egetales y animales* Las narraciones, !ue ensamblan lo humano con todas las (ormas de )ida en un bestiario, podrían lle)ar el título gen8rico 5ida se7ual de las especiesX, solo !ue no se trata a!uí de hechos positi)os y comprobados, sino de prete7tos para situaciones en rigor in)entadas pero sentidasX como reales'
E 0li+abeth $ros+ lee esta )ariaci.n inherente de la )ida en Dar^in, en su hip.tesis sobre la &selecci.n se7ual' &3he (unction o( se7ual selection is to ma7imi+e dierence or )ariation, and it succeeds in doing this by ma7imi+ing se7ual interests as much as bodily types or (orms' Y&La (unci.n de la selecci.n se7ual es ma7imi+ar la di(erencia o la )ariaci.n, y lo consigue ma7imi+ando tanto el inter8s se7ual como las (ormas y tipos corporales'* Mi traducci.n[* Contra la lectura e7tendida !ue asocia la noci.n de selecci.n se7ual en el mundo natural con la competencia de los más aptos, $ros+ recupera en Dar^in la l.gica proli(erante, di(erencial, !ue atra)iesa la selecci.n se7ual, donde lo !ue cuenta no es la norma del más apto sino la )ariaci.n y la di(erencia &He7ual selection is not the ability to choose the best genes (or the (ollo^ing generation, but is rather the acti)ity o( spontaneous beings ^ho operate according to their
IV. L5 ;07G6 56785 $
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EN Copi, La ciudad de las ratas( Buenos Aires, Cuenco de Plata, EO, p* N* Las citas de este te7to pertenecen a esta edici.n* EO Louis Marin, La parole mang,e et autres essais t*,ologico8politi+ues( París, M8ridiens lincVsiecV, ON. E &Copi sabe !ue la rata es la )íctima pri)ilegiada de las (antasías de e7terminio de los seres humanos, un otroX radical respecto del cual se sostienen las más e7tra)agantes hip.tesis para :ustifcar el maltrato, la segregaci.n, la matan+a y la
algarabía por la destrucci.n del otro, y por eso las elige como )o+ y como tema'
V. C345
C;>7=5 J 073<3>7=5
E 2uncionan, en este sentido, en un terreno más cercano a eso !ue Himondon llam. lo &transindi)idual'* 5er Himondon, ob* cit* EN Las re(erencias clásicas de esta discusi.n son la trilogía de Antonio %egri y Michael Sardt, Empire , ultitude y DommonPealt* , especialmente esta ltima donde se discute con más detalle las relaciones entre producti)idad biopolítica y r8gimen de propiedad y pri)ati+aci.n* 5er Antonio %egri y Michael Sardt, DommonPealt* , Cambridge, Sar)ard -ni)ersity Press, E* 5er tambi8n "udith Re)el, &/dentity, %ature, Li(e* 3hree Biopolitical Deconstructions', *eor3( Dulture _ 4ociet3( EO, )ol* E, pp* IK@KI* EO 5er 0sposito, erza persona , ob* cit* y El dispositi!o de la persona , ob* cit*