Este mismo pantáculo (o "pequeño todo") manifiesta, manifiesta, ubica y valida al hombre en la creación, como intermediario y vínculo de las energías cósmicas:
Referido directamente al Arbol de la Vida, damos este otro diagrama, que de un solo golpe de vista nos muestra la irradiación del Principio en el seno de la creación, o sea, la de las energías que el Arbol Sefirótico simboliza, tomando al Centro, o punto virtual del círculo, como lo Inmanifestado, y a la circunferencia, circunferencia, o periferia, como su manifestación: manifestación:
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MITOLOGIA Los mitos, junto con los símbolos y los ritos, constituyen la trilogía sagrada y reveladora con la que los pueblos arcaicos y las civilizaciones de la antigüedad expresaron toda su cultura, su ser mismo. Si el símbolo representa la "fijación", en una determinada substancia, de un Pensamiento o Idea Arquetípica, Arquetípica, y el rito no hace sino poner en movimiento a través del gesto ritmado y generativo la energía del símbolo, el mito evoca el tiempo de los orígenes primordiales y sacros de los pueblos, así como las gestas y hazañas de los héroes y dioses civilizadores que los crearon. En el origen de cualquier civilización, religión o cultura, siempre existe un Ser mítico, un dios hecho hombre o un hombre transfigurado en dios, que les revela las ciencias y las artes sagradas. Siendo así, y según nos dice la Tradición Unánime y Universal, el relato mítico es una enseñanza que transmite, utilizando el lenguaje emotivo de la poesía, una historia "ejemplar", una historia-modelo historia-modelo a imitar por los hombres. En este sentido diremos que todo relato mítico despierta una emoción intelectiva que aflora de las profundidades profundidades más recónditas de nuestro ser, trasladándonos por su intermedio a un tiempo donde lo profano, lineal y sucesivo no existe. El tiempo mítico es en verdad un no-tiempo, en el sentido al menos en que lo computamos de ordinario, lo que quiere decir que está ocurriendo siempre, en este mismo instante, pues en la realidad del Ser Universal también existen orígenes atemporales. Vivir el mito es volver a recuperar la "memoria" de nuestro origen no-