La urbanización del idioma guaraní. Problema de lengua y cultura ∗
Paul L. Garvin y Madeleine Mathiot
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(En: Paul Garvin y Yolanda Lastra (eds.) (1974) Antología de estudios de etnolingüística y sociolingüística. México, UNAM, 303-313.)
Este trabajo se basa en el supuesto de que el concepto de Redfield de lo folk y lo 1 urbano es aplicable tanto al idioma como como a la cultura. El equivalente equivalente lingüístico de la distinción entre culturas folk y urbanas es la diferenciación hecha por los erudi tos del 2 Círculo Lingüístico de Praga y por otros , entre habla popular e idioma estándar . Este último intentamos definirlo aquí como la forma f orma codificada de un idioma que es aceptada y que sirve de modelo a una comunidad relativamente grande. La Escuela de Praga ha formulado una serie de criterios para diferenciar un idioma estándar de un habla folk , la última de las cuales se caracteriza por la ausencia ausencia de estos criterios. Estos criterios son son tales que presuponen la existencia de una cultura urbana en la comunidad lingüística que usa o aspira a usar un idioma estándar. En consecuencia podemos considerar una lengua estándar como correlato lingüístico mayor de una cultura urbana y en este sentido técnico podemos considerar el grado de nivelación de un idioma como medida de la urbanización de la cultura de los hablantes. Al contrario, puesto que el habla folk se ha definido negativamente, la ausencia o un grado más bajo de nivelación se propone aquí como posible criterio para diagnosticar una cultura casi folk o completamente folk . Hay dos posibles escalas de nivelación del idioma que pueden aplicarse aquí. En términos comparativos pueden compararse diferentes lenguas estándares en cuanto al grado en que satisfacen los criterios formulados, y un idioma puede juzgarse como más o menos estandarizado que otro en la misma medida que una cultura puede llamarse más urbana o más folk que otra. En términos intraculturales, se pueden comparar en una comunidad diferentes segmentos de una comunidad lingüística para saber en qué medida se emplea la lengua estándar de la misma manera en que diferentes subculturas de la misma cultura pueden compararse en términos t érminos de diferentes grados de penetración por elementos urbanos. ∗
Publicado originalmente bajo el título: “The Urbanization of the Guarani Language: A Problem in Language and Culture”en Selected Papers of the Fifth International Congress of Anthropological and Ethnological Sciences , F. C. Wallace editor, Philadelphia, University of Philadelphia Press, 1956, pp. 783-790. Traducción publicada con permiso de los autores y la editorial. ** El marco conceptual de este trabajo ha sido responsabilidad principal del autor más experimentado; los datos guaraníes y su sistematización, del otro autor. 1 Cfr. R. Redfield, The Folk Cultures of Yucatán, passim (Chicago, 1941). 2 Ver Bohuslav Havránek, “Ukoly spisovného jazyka a jeho kultura” (“Las funciones de la lengua estándar y su cultivo”), en Cercle Linguistique de Prague, Spisovná cestina a jazyková kultura (El checo estándar y el cultivo del buen lenguaje), Praga, 1932, pp. 32 ss. Una parte traducida como “Diferenciación funcional de la lengua estándar” en A Prague School Reader on Esthetics, Literary Structure and S tyle, Paul L. Garvin, traductor (publicación del Washington Linguistic Club Nº 1, Washington D.C., 1955), pp. 1-18.
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El presente trabajo se referirá a un caso concreto de estandarización del idioma. Los autores creen que presentando algunos de los criterios diferenciales de un idioma estándar y aplicándolos a su caso contribuyen a una mejor especificación del concepto de cultura urbana, es decir de la que no es folk. Hemos escogido el reciente desarrollo etnolingüístico del guaraní en Paraguay para nuestro experimento. Se hablan dos lenguas en el Paraguay: guaraní y español. En las áreas rurales se habla casi exclusivamente guaraní. En el área metropolitana de Asunción, que incluye gran porcentaje de la población del país, se usan tanto el guaraní como el español. Tradicionalmente el español ha sido el idioma oficial y el que se enseña en las escuelas, pero en años recientes ha habido un movimiento en el área metropolitana tendiente a que el guaraní y el español tengan igualdad de status, situación que los paraguayos llaman renacimiento del guaraní. Este movimiento ofrece cierto paralelo significativo con los movimientos nacionalistas del período posterior al Iluminismo en Europa (finales del siglo XVIII y comienzos del XIX), para poner a los idiomas “menores” a la altura de los “grandes”. Sin embargo, el deseo en Paraguay no es eliminar la lengua mayor , el español, como lengua competidora _como sucedía en Europa_ sino que coexistan como iguales el guaraní y el español. En vista del paralelismo a que nos referimos anteriormente, los criterios desarrollados por la Escuela de Praga para estudiar la formación del checo moderno estándar en 3 competencia con el alemán, complementados con otras ideas recientes, pueden aplicarse al desarrollo del guaraní, que compite con el español. Proponemos la hipótesis de que ahora hay en proceso de formación una lengua guaraní estándar como parte de una cultura bilingüe urbana. Al formular en detalle nuestra hipótesis y al preparar el método de procedimiento para su verificación, estableceremos los criterios de una lengua estándar y los relacionaremos con datos guaraníes en la medida en que lo permiten nuestras investigaciones preliminares a distancia. Proponemos tres series de criterios diferenciadores de una l engua estándar: 1) propiedades intrínsecas de una lengua estándar; 2) funciones de una lengua estándar dentro de la cultura de la comunidad lingüística; 3) actitudes de la comunidad lingüística hacia la lengua estándar.
1. Propiedades de una lengua estándar Aquí consideraremos dos propiedades diferenciales de un a lengua estándar: estabilidad flexible como originalmente propuso Vilém Mathesius 4 e intelectualización como 5 originalmente propuso Bohuslav Havránek. Ambas propiedades son graduales y permiten comparación cuantitativa.
1.1. Estabilidad flexible. Según Mathesius es una propiedad ideal: para funcionar eficientemente una lengua estándar, debe tener cierta estabilidad, lo que se logra mediante una codificación apropiada; y al mismo tiempo ser lo suficientemente flexible 3
Cfr. Uriel Weinreich. Languages in Contact (publicación de Linguistic Circle of New York Nº 1, 1953). Vilém Mathesius, op. cit ., nota 1 p. 14 s. 5 Havránek, loc. cit. 4
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en su codificación como para permitir modificación de acuerdo con el cambio de cultura. Hay dos factores involucrados en la codificación: 1) la construcción de una norma codificada, contenida en gramáticas formales y en diccionarios; 2) el cumplimiento de la norma mediante el control sobre los hábitos de escritura por medio de la ort ología y la ortografía. La construcción de la norma se confía a una o varias entidades codificadoras y el cumplimiento de la norma se logra por medio de las escuelas. La flexibilidad de la norma se logra incluyendo en el código normativo el aparato necesario para la modificación y expansión, lo que incluye medidas tanto para la expansión sistemática del léxico como para una expansión igualmente sistemática de las posibilidades estilísticas y sintácticas. Esta es la responsabilidad de la entidad o entidades codificadoras; en el caso del guaraní, la entidad codificadora es la Academia de Cultura Guaraní recientemente fundada. Los paraguayos urbanos consideran a la Academia como la última autoridad en cuestiones del lenguaje, a la cual se le ha confiado el problema de la lengua. El gobierno paraguayo ha reconocido recientemente el status de la Academia y le ha concedido un subsidio. La Academia por el momento está comprometida en la preparación de materiales normativos de ortografía, gramática y léxico con miras a la introducción de la enseñanza del guaraní en las escuelas. En estos esfuerzos, la Academia de Cultura Guaraní continúa una tradición normativa establecida por los padres jesuítas del siglo XVI (en su trabajo sobre ‘lingua geral’) e informalmente reanudada durante la guerra del Chaco, cuando se desarrolló una terminología militar comprendida sólo por los paraguayos y que permitía el uso del guaraní para las comunicaciones. En cuanto a los requisitos para una estabilidad flexible, el renacimiento del interés en favor de la normalización del guaraní todavía no ha conducido al logro de este objetivo. Pero se han creado las condiciones para satisfacer finalmente este requisito y entre los paraguayos hay gran deseo y gran esperanza de verlo hecho realidad.
1.2. Intelectualización . Havránek define la intelectualización de una lengua estándar como su “adaptación al objetivo de hacer posibles formulaciones precisas y rigurosas y 6 si es necesario abstractas”, en otras palabras, una tendencia hacia la expresión cada vez más precisa y definida. Esta tendencia “afecta en primer lugar la estructura léxica y, en 7 parte, también la gramatical”. En el léxico la intelectualización se manifiesta como precisión, terminología creciente lograda mediante términos más claramente diferenciados, lo mismo que por el aumento de términos abstractos y genéricos. En gramática la intelectualización se manifiesta en el desarrollo de técnicas de formación de palabras y de medios sintácticos que permitan la construcción de oraciones compuestas elaboradas y sin embargo firmemente estructuradas, lo mismo que en la tendencia a eliminar modos elípticos de expresión exigiendo construcciones completas.
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Op. cit . en nota 2, p. 45; trad. op. cit ., en nota 2, p. 5. Op. cit ., p. 46; trad. op. cit ., ibid .
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En esencia, pues, la intelectualización consiste en una tendencia hacia la mayor sistematización relacional y hacia la formulación explícita. Esto lo resume Havránek en una escala de intelectualización de tres grados que va de la simple inteligibilidad mediante la precisión a la exactitud, a lo que corresponden respecti vamente los dialectos 8 funcionales siguientes: coloquial, técnico semi- formal y científico. Mientras que el habla folk se limita al dialecto coloquial y a algunas fases del técnico semi-formal, los tres díalectos funcionales están representados, al menos idealmente, en la lengua estándar. El grado de intelectualización del guaraní está por estudiarse. Mientras que en nuestros informantes hay clara conciencia sobre la necesidad de estabilidad flexible, no hay una conciencia equivalente sobre la necesidad de intelectualización más allá de la esperanza de que el guaraní se convierta en una lengua en la cual pueda expresarse cualquier cosa adecuadamente. Nuestros informantes afirmaron enfáticamente la precisión y riqueza de la terminología guaraní en algunas áreas limitadas. Es necesario someter a prueba tales pretensiones. Habrá que investigar y evaluar el trabajo de la Academia guaraní sobre terminología y sintaxis. A este respecto no se puede llegar a ninguna conclusión sin un análisis lingüístico detallado del guaraní. De manera que toda la cuestión continúa abierta a discusión.
2. Funciones de una lengua estándar 2.1. Función unificadora. Una lengua estándar sirve como vínculo entre hablantes de diferentes dialectos de una misma lengua y contribuye así a unirlos en una sola comunidad lingüística. Una consecuencia de esto es que el hablante individual se identifique con la comunidad mayor, además o en lugar de la pequeña comunidad dialectal. En el caso del guaraní no se sabe bastante acerca de la situación dialectal como para decidir si el habla de Asunción sirve como lengua franca interdialectal o no. En términos de la identificación de grupo bajo la función unificadora la situación es sin embargo inconfundible: los paraguayos se consideran hablantes de guaraní, no de ninguno de sus dialectos; llegan incluso a negar la existencia de variedades dialectales en el guaraní paraguayo.
2.2. Función separatista . Mientras que la función unificadora opone lengua estándar a dialectos, la función separatista opone una lengua estándar a otras lenguas como una entidad antes que como subdivisión de otra unidad mayor. De tal manera sirve como poderoso símbolo de identidad nacional y la identificación del individuo con su comunidad lingüística en vez de serle indiferente adquiere una alta carga emocional. Esto ocurre con los paraguayos. El guaraní es lo que los convierte en nación paraguaya y no en un grupo más entre los sudamericanos. Entre ellos los que hablan guaraní son 8
Op. cit ., p. 67 s.; trad. op. cit ., p. 15.
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paraguayos y los que hablan sólo español, aunque vivan en Paraguay, no lo son: son extranjeros a quienes llaman “gringos”. Aún los paraguayos que hablan en casa principalmente español se hablan en guaraní si se encuentran en el exterior, pues como nos dijo uno de nuestros informantes: “nos acerca más a nuestra tierra”. La identificación se hace con el idioma y no con los ancestros indígenas. Los inmigrantes para ser aceptados como paraguayos deben aprender guaraní. Y tal como lo asegura Justo Pastor Benítez, preeminente historiador y escritor paraguayo: “L a iniciación se realiza por el idioma guaraní, veh ículo de identificación nacional.” 9 10 Porque “hablar guaraní es ser dos veces paraguayo” . Así, el presidente de la República a pesar de su apellido alemán es “paraguayo” porque habla guaraní.
2.3. Función de prestigio. La posesión de una lengua estándar va unida a cierto prestigio; una de las maneras de lograr igualdad con una nacionalidad admirada y de prestigio es hacer a la propia lengua “tan buena como la suya”. En nuestros términos significa acercarla a las propiedades ideales de una lengua estándar. El hacer del guaraní una “lengua de cultura” como el español es una de las mayores motivaciones del trabajo de la Academia de Cultura guaraní. Aunque lograr que el guaraní sea una lengua de cultura es por ahora sólo un ideal, los paraguayos derivan gran orgullo nacional de ser la única nación americana poseedora de un idioma propio capaz de tal desarrollo y se sienten como modelo para otras naciones sudamericanas que buscan individualidad nacional. “La misión histórica que el Paraguay está destinado a cumplir en América _dice Ben ítez_ es de dar algo 11 propiamente americano, un destello del alma del Nuevo Mundo”. Así, pues, la función de prestigio ha sido transferida de la posesión de un idioma estándar en funcionamiento a la posesión de un idioma estándar en potencia. Esta transferencia de la función de prestigio ha sido posible porque los idiomas estándares sudamericanos en funcionamiento, español y portugués, son compartidos por varias naciones y por esto no pueden comportar la función separatista que sirve como vehículo de simbolismo nacionalista.
2.4. Función de marco de referencia. La lengua estándar sirve en general como marco de referencia para el uso del habla , suministrando una norma codificada que sirve de criterio de corrección. Se juzga a los hablantes individuales y a los grupos de hablantes de acuerdo con dicho criterio. Más aún, el idioma estándar sir ve como marco de referencia para la manifestación de la función estética del lenguaje, 12 que la Escuela de Praga define como la propiedad de las formas del habla de atraer principalmente la atención sobre sí mismas más que sobre su contenido. La función estética concebida así aparece no sólo en la literatura y en la poesía sino también en el humorismo o la publicidad y cualquier uso lingüístico conspicuo en general.
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“El Paraguay y su ciudadanía”, América (Buenos Aires), mayo-junio 1954. El solar guaraní (1947). 11 Op. cit . en nota 10. 12 Jan Mukarovský, “Jazyk spisovný a Jazyk básnický” (“Lengua estándar y lengua poética”), op. cit., en nota 2, pp. 123 ss, trad. op. cit., en nota 2, pp. 9 ss. 10
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En una comunidad de idioma estándar, el uso rutinario estándar es lo culturalmente aceptado y las desviaciones de este uso tienen función estética en el sentido anterior puesto que su uso inesperado atrae la atención independiente de su contenido. Así, la lengua estándar es un marco de referencia para la función estética. En el caso del guaraní se siente fuertemente el deseo de un marco de referencia para el habla correcta, pero a este respecto la función de marco de referencia existe sólo potencialmente. La situación con respecto a la función de marco estético de referencia no está del todo claramente definida. Por una parte los paraguayos pretenden que el guaraní es “maravilloso para la poesía y el humor” lo que indicaría que a menudo tiene función estética. Por otra parte, todavía no está dilucidado si la función estética se manifiesta sobre el trasfondo de la norma incipientemente codificada, sobre el trasfondo del uso informal popular o aun sobre el del español. El único factor conocido de este problema es que la poesía guaraní actual, de la que hay buena cantidad, sigue un canon estético más europeo que folclórico indígena en cuanto a la forma, aunque los motivos son a menudo folclóricos aborígenes.
3. Actitudes hacia una lengua estándar 3.1. Introducción. Las funciones de un idioma estándar originan una serie de actitudes culturales hacia lo estándar. Las funciones unificadora y separatista conducen a una actitud de lealtad hacia el idioma, la función de prestigio suscita una actitud de orgullo y la función de marco de referencia provoca una actitud de conciencia de la norma. La lealtad hacia la lengua y el orgullo son actitudes positivas muy semejantes: las diferenciamos asignando la actitud intelectual y nacionalista a la lealtad hacia la lengua y la actitud de apego personal y emocional al orgullo.
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3.2. Lealtad hacia la lengua. Este es el nombre dado por Uriel Weinreich al deseo de una comunidad lingüistica de retener su lengua y si es necesario de defenderla contra la invasión extranjerizante. Aunque la lealtad hacia la lengua la puede suscitar algún tipo de habla popular, dicha lealtad se vuelve altamente organizada y articulada cuando la suscita un idioma estándar, especialmente uno que todavía no está suficientemente estabilizado y que no esté universalmente reconocido. Por consiguiente la lealtad hacia la lengua se manifiesta comúnmente como intento de justificar a un idioma estándar incipiente y probar su valor. Esto es dramáticamente cierto en el Paraguay, como lo ilustran los comentarios de Guillermo Tell Bertoni citado por Robustiano Vera en La defensa de la lengua 14 guaraní; “La rica lengua del Paraguay puede disputar un puesto entre las lenguas cultas y dignas de un país civilizado”. El guaraní es digno de preservación y perfeccionamiento porque, como lo dice Justo Pastor Benítez, “el guaraní tiene tradición viva”, expresa “toda la gama del alma de una raza que vivía en contacto íntimo con la naturaleza”.15 Robustiano Vera intenta probar el mérito del guaraní atribuyéndole un 13 14 15
Op. cit ., en nota 2, pp. 99 ss. Paraguay en Marcha, vol. II, núm. 13 (enero, 1919) Op. cit ., en nota 14.
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ancestro muy prestigioso: “Hay muchas voces guaraníes que no sólo son análogas sino idénticas a las similares egipcia, griega y sánscrita ... gracias a la filología comparada ... 16 quizá hallemos una primitiva lengua hablada por nuestra especie en una edad ignota”. 17
Eloy Farina Núñez en El idioma guaraní ve el valor del guaraní en la comprensión que su carácter aborigen nos da de las culturas antiguas, incluyendo la griega, y en que “un instrumento que como el guaraní en vez de alejarnos nos aproxima más de la intimidad de la cultura helénica hasta ponernos en contacto con el misterio de sus mitos y el milagro de su sensibilidad poética bien merece la atención de los estudiosos del Nuevo Mundo”. Sin embargo el guaraní no solo merece perfeccionamiento sino que es capaz de él. Según las palabras de Moisés S. Bertoni, “es un sistema filológico más único que raro, que posee en potencialidad miles de palabras jamás consignadas en ningún léxico y posibilidades infinitas de formar cuantas se necesitan, aun para expresar lo que jamás se 18 ha expresado y siempre de manera tan preciosa y clara que todos han de comprender”. A través de nuestras entrevistas con los paraguayos se nota una corriente de apreciación y amor por el guaraní. Les gusta hablar guaraní porque, como dijo uno de los informantes: “uno se siente más dueño de sí mismo” o como anotó otro, “uno tiene el sentimiento de haber dicho algo”. Finalmente el guaraní juega papel importante como ingrediente del patriotismo paraguayo. De acuerdo con nuestros informantes las tropas paraguayas que durante la guerra del Chaco hubieran reaccionado aletargadamente a las órdenes en español obedecían las órdenes en guaraní con entusiasmo y desprecio por la muerte.
3.3. Orgullo. Como en el caso de lealtad a la lengua, la posesión de una forma de lengua popular o de un idioma estándar puede ser fuente de orgullo para los hablantes. Una actitud positiva como la del orgullo es un prerrequisito al deseo de transformar el propio idioma en idioma estándar. Esta actitud de orgullo se concentrará ya en una o en otra propiedad real o supuesta del idioma. Tal como sucede con la lealtad hacia el idioma, mientras menos se reconoce el status del propio idioma más militante es el orgullo. No cabe duda de que los paraguayos están orgullosos del guaraní. Ya hemos hablado sobre la importancia que le atribuyen al hablar sobre la función de prestigio. Como nos lo dijeron nuestros informantes, sólo una pequeña porción de la población, los nuevos ricos de Asunción y algunos inmigrantes muestran una actitud contraria: consideran inferior el guaraní o se avergüenzan de él porque es un idioma indígena. Pero aun en este grupo la actitud negativa no es permanente. Uno de nuestros informantes nos dijo que su madre _una inmigrante alemana_ no quiso que su hijo aprendiera esa lengua indígena; sin embargo él no pudo menos de aprenderla, y su actitud como adulto revela placer y orgullo por conocerla. Dice que no sólo es un mero dialecto sino una lengua real y entre más cultos se vuelven los paraguayos más aprecian 16
Ibid . Revista del Turismo (Asunción), mayo, 1945. 18 Op. cit ., en nota 14. 17
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el guaraní, y hacen un esfuerzo conciente para mejorar su dominio sobre él. Lo que los paraguayos aprecian más es que el guaraní “es la lengua del corazón”. Dicen que es más adecuado que el español para expresar las emociones _o como lo dijo un informante, lo es más que cualquier otra lengua que conozca. Según Benítez, “son verdaderamente asombrosos el número como el donaire de sus modismos; giros que hablan de una honda penetración, equívocos que se prestan a una sutil ironía; palabras que resumen todo un estado de alma; suaves y delicada s voces para el amor; expresiones de energía y afirmación como un grito de guerra” 19 . Sienten que el sabor del guaraní no es traducible _por ello aun el español paraguayo está tachonado de préstamos guaraníes. 3.4. Conciencia de la norma . Esta es una actitud más específicamente limitada a un idioma estándar puesto que es esencialmente una actitud positiva hacia la codificación. La norma codificada se considera buena y necesaria. En guaraní esta actitud se manifiesta principalmente por un sentimiento de deseo por una norma. De ahí la alta consideración que tienen los paraguayos cultos por la labor de la Academia de la Cultura Guaraní, de la que se espera un trabajo de esta clase. La concepción paraguaya sobre una norma guaraní deseable es altamente purista. Este purismo se relaciona con su orgullo por el guaraní que expusimos anteriormente. Muchos paraguayos son bilingües y les gustaría hablar elegantemente tanto el español como el guaraní; sienten que chapucean si los mezclan, especialmente si introducen en el guaraní préstamos españoles innecesarios. Ya hemos mencionado los esfuerzos concientes de ampliar el vocabulario guaraní mediante recursos autóctonos, lo que puede estar relacionado con esta actitud purista.
4. Conclusión Nuestro examen preliminar sobre la situación del guaraní indica que la estructura conceptual que hemos formulado le es aplicable por lo menos en su sentido más amplio. Creemos que el aspecto descriptivo del problema involucra toda una serie de problemas, de detalles algunos de ellos técnico-lingüísticos, otros etno-psicológicos y otros técnicoetnográficos. Las ramificaciones más amplias del problema como la relación de esta fase lingüística de la cultura con otras fases de la cultura paraguaya urbana actual tocan el núcleo del problema de la interpretación de las culturas modernas: ¿qué es una cultura moderna en contraposición con una cultura aborigen? Aun rechazando las muchas dicotomías propuestas entre lo civilizado y lo primitivo, Kulturvolk versus Naturvolk o folk versus urbano, queda una fuerte impresión de que existe alguna diferencia. Creemos que un problema como el nuestro de lengua y cultura, que permite la introducción de ciertos criterios técnicos cuantitativos, constituye punto de partida útil capaz de arrojar alguna luz sobre el problema folk -urbano.
Traducción de José Joaquín Montes 19
Ibid .
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