Unidad 1: Fase 2 - Trabajo Colaborativo 1
Presentado Por: Isamary Tapias. Queni Yohana Cuesta. Yonnys Andrés Parra. Lida Consuelo Aranzazu. Leidy Yahaira Palacios M. Dollys Palacios Diaz
Tutora: Lida Consuelo Aranzazu
Numero De Grupo: 433010_126
Universidad Nacional Abierta Y A Distancia Escuela De Ciencias Sociales, Artes Y Humanidades - (UNAD) Octubre/ 02/ 10/ 2018
INTRODUCCIÓN En la presente actividad se expone una reflexión crítica en torno al tema de la prosocialidad, el significado de este concepto y su origen para de esta manera abordar esta temática que es el eje central de este curso. También se explora la definición, los presupuestos teóricos y la inteligencia pro social por medio de la recopilación de los conceptos más relevantes a tener en cuenta para una buena compresión del curso La prosocialidad de muchas maneras un gesto amable, una ayuda en un momento oportuno, un buen consejo estos tipos de conductas pro sociales hacen que seamos más que simplemente parte de un sistema con estas actitudes rescatamos el lado humano que lamentablemente hoy en día es tan poco frecuente. Existen claves para lograr una convivencia armónica, salvaguardar las identidades de personas, grupos o naciones; lograr la supervivencia y aumentar la calidad de vida y el significado de ella. Estas claves suponen: erradicar la violencia, aumentar la estima mutua entre los humanos en relación, hallar vías de comunicación para la negociación, la distribución justa de los recursos y así evitar todo conflicto. Para que se pueda erradicar la violencia y se incremente la comunicación es necesario que las personas se doten de una voluntaria, absoluta y a priori estima por el otro. Además de esto, es necesario pasar a una acción positiva para construir una sociedad basada en la empatía, la generosidad, el servicio, la gratuidad y la solidaridad estas se denominan conductas prosociales.
PROBLEMÁTICAS La conducta pro social Debido a las diferencias de criterio sobre si incluir el factor motivacional en la definición, los autores consideran que existen dos tipos de conductas sociales positivas: las conductas que reportan un beneficio para ambas partes implicadas y las conductas que solo benefician a una de las partes. Una propuesta de definición que integra tanto la vertiente comportamental como la motivacional, afirma que toda conducta social positiva se efectúa para beneficiar a otro en presencia o no de motivación alturita, como por ejemplo dar, ayudar, cooperar, compartir, consolar, etc. Por su parte, Strayer propone una clasificación de cuatro tipos de actividades para clarificar el fenómeno de la conducta pro social.
Actividades de dar, compartir, intercambiar o cambiar objetos con otros individuos.
Actividades cooperativas.
Tareas y juegos de ayuda.
Actividades empáticas hacia el otro.
Atendiendo a esta propuesta, en la conducta pro social el beneficio recae en la otra persona, mientras que en la conducta cooperativa ambas partes se coordinan para obtener un beneficio mutuo.
Liderazgo pro social Un beneficio primordial de la Prosocialidad es la calidad humana que imprime a todas estas relaciones. Paradoxalmente, aunque en un primer momento la relación y la comunicación se oriente a la acogida auténtica del otro como receptor (sea persona, grupo, sociedad u organización) resulta el enriquecimiento y la salud integral de los autores, cuando estos son individuos; o la mejor integración de estos en la sociedad cuando se trata de autores colectivos, como es el caso de las organizaciones. Esta calidad, calidad pro social, presenta un potencial fuertemente innovador en la mejora del clima de los grupos, organizaciones, sociedades, comunidades o empresas, ofreciendo vías óptimas y eficientes para la creación de alternativas en la solución de problemas y conflictos.
DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DE PROSOCIALIDAD La Prosocialidad aplicada y comunicación pro social es un modelo que puede ser estudiado, aprendido, y aplicado incluso en edad adulta en cualquier contexto organizacional. La Prosocialidad y la comunicación de calidad entre otros beneficios permiten: La generación de confianza interpersonal, mejora del clima de trabajo y unidad grupal o interpersonal, aumento de la salud en las relaciones, prevención de la violencia, optimización del estilo comunicativo, aumento de la creatividad, innovación social y mejora de la satisfacción personal. Prosocialidad es un concepto surgido, básicamente, de la psicología como un antónimo de “antisocial”, que estudia y demuestra los factores y beneficios que las acciones de ayuda,
solidaridad, del dar y compartir y cooperación, tienen para todas las personas, grupos, sociedades que se implican en ellas como autores o receptores.
Identificación del problema sobre la falta de prosocialidad La comprensión de la relación desde la Prosocialidad, sus dinámicas, sus matices y sus vicisitudes resultaron de una importancia fundamental al momento de generar proyectos sociales, crear dinámicas institucionales o formular propuestas de trabajo en todo tipo de medios, tanto académicos, como corporativos o institucionales. Especialmente por la oportunidad de trabajo implica en la problemática, vivir en un mundo mejor, valorando lo positivo, lo constructivo, en reconocer nuestro deseo auténtico de estar al servicio de los demás y vale la pena estudiarla porque con ella podemos ser más humanos y tener más iniciativas en actuar y hacer las cosas sin temor a equivocarnos.
MANEJO DE RESIDUOS La elevada generación de residuos sólidos, comúnmente conocidos como basura y su manejo inadecuado son uno de los grandes problemas ambientales y de salud, los cuales se han acentuado en los últimos años debido al aumento de la población y a los patrones de producción y consumo. La basura no solo genera una desagradable imagen en los campos y las ciudades, sino que contamina el suelo, el agua, el aire y para su confinamiento ocupa grandes espacios por lo que se ha convertido en un problema social y de salud pública en nuestra ciudad. Los residuos sólidos son aquellos productos, materiales o elementos que después de haber sido producido, manipulado o usado no tiene valor para quien lo posee y por ello se desecha.
• Material que queda como inservible después de haber realizado un trabajo u operación. • Son aquellas sustancias productos o subproductos resultantes de las actividades del hombre o de
animales. Pueden ser: papeles, cartones, plásticos, chatarra metálica, restos de comida, aceites usados, restos de pintura, etc. La problemática de manejo y disposición final de los residuos sólidos en la Ciudad de Puno, al igual que en las grandes ciudades de la región y el País, se ha agudizado en los últimos años; debido al acelerado crecimiento demográfico, lo que tiene correlación con el incremento creciente de la magnitud de residuos producidos, que además presentan cada vez una composición más compleja y heterogénea. Merced al crecimiento urbano de la Ciudad de Puno, y las costumbres de la población, orientadas al consumo de artículos desechables, se han hecho visibles en las últimas décadas los efectos sociales y ambientales negativos generado por la deficiente gestión de los residuos. En este sentido, se denota la precariedad de los conocimientos y prácticas de la población sobre la gestión de residuos sólidos y sus efectos sobre el medio ambiente y la salud humana; los cuales, han sido y serán una consecuencia derivada de las acciones y actividades del hombre, quien utiliza los recursos y produce o genera residuos (sólidos y líquidos) sin tener en cuenta las consecuencias ambientales que pueden generar esta forma de actuar. Frente a esta problemática compleja, resulta fundamental analizar el nivel de conocimientos que posee la población de la ciudad de Puno sobre gestión de residuos sólidos a la luz de la teoría de las representaciones sociales. El artículo en la segunda parte presenta antecedentes respecto al estudio del tema; luego la metodología empleada en la investigación y; finalmente el análisis de los resultados y la conclusión. Con el propósito de explorar el nivel de conocimientos que posee la población de Puno respecto a la gestión de residuos sólidos, se realizó un estudio descriptivo de corte transversal, cuyo universo estuvo constituido por 79 818 habitantes que representan el total de la población mayor de 18 años residentes en la ciudad de Puno. Se estructuró un cuestionario que fue aplicado a una muestra seleccionada por muestreo simple aleatorio sin reemplazo, y se ajustó el tamaño de la muestra a 384 personas. Se exploró la relación de los RS con la contaminación, los aspectos o factores de saneamiento y educación ambiental, el ciclo de gestión de los RS, entre otros. Los resultados obtenidos muestran que el nivel de conocimientos que posee la población de la ciudad de Puno sobre gestión de residuos sólidos, en forma predominante, denotan una situación de insuficiencia,
precariedad y diferenciado en educación ambiental; la misma que tendrá una fuerte incidencia en sus actitudes y prácticas sanitarias
VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Consideramos que la “violencia contra la mujer” es un fenómeno de los más recurrentes en nuestro
entorno social. Adicionalmente queremos dar más claridad sobre su verdadera definición y la amplitud de comportamientos que abarca dicha definición ya que muchas personas tienden a confundir “violencia doméstica” y “violencia contra la mujer” con “violencia contra la mujer” tal
y como afirma ONU mujeres: “advertimos sobre el error habitual de considerar la expresión «violencia contra la mujer» como sinónima de la expresión «violencia contra la mujer», señalando que el concepto de violencia contra la mujer es más amplio y tiene como fin destacar… la
vulnerabilidad frente a la violencia, que es dirigida contra cualquier persona que no respete los roles que una sociedad determinada le impone a hombres y mujeres, razón por la cual también hombres y niños pueden ser víctimas de la violencia contra la mujer, especialmente de la violencia sexual”. Wikipedia. (2018).
Se puede comprender como Prosocialidad a toda acción que se desarrolla en la sociedad de manera desinteresa y que de esta manera se busca un bienestar en la persona a la cual se le interviene con la acción. Ahora bien, cabe citar que “Un ejemplo es la definición de Olivar (1998), que entiende como
conducta pro social solamente a aquel comportamiento que favorece a otra persona, grupos o metas sociales y aumenta la probabilidad de generar una reciprocidad positiva, de calidad y solidaria en las relaciones interpersonales o sociales consecuentes, salvaguardando la identidad, creatividad e iniciativa de las personas o grupos implicados.” Auné, S., Blum, D, Abal Facundo, J., Lozzia, G.
y Horacio, F. p. 2. (2014). de esta manera la Prosocialidad no solo interviene a las personas que necesitan ayuda económica, sino emocional, personal, de escucha y de esta manera se puede comprender que la Prosocialidad es concebida en todos los contextos y en todas las personas en donde siempre se busca una empatía y un bienestar social. Cómo psicólogos, el tema de “violencia contra la mujer” es de suma importancia. ya que involucra las campañas de prevención, educación y concientización a cerca de este fenómeno presente en
todos los niveles sociales; esto se puede realizar mediante la promoción de relaciones saludables, equitativas y desprovistas de mitos de género. Por otra parte, se puede realizar trabajo terapéutico cuando ya han sucedido situaciones de violencia, principalmente con quienes han sido víctimas, en donde el objetivo central es ayudarles a aceptar la experiencia que han vivido, ayudarles a adquirir recursos personales que les permitan afrontar las diversas situaciones de la vida y la mejora de la autoestima. En ese mismo orden de ideas, se puede hablar de terapia con el agresor, en donde nuestro principal objetivo es reeducar al agresor con el fin de que comprenda la serie de hechos que conducen a la situación de violencia, y al mismo tiempo ayudarle a desarrollar herramientas necesarias para prevenir futuras situaciones de “violencia contra la mujer”.
El número de acciones violentas hacia las mujeres generalmente maneja estadísticas más altas que las acciones violentas hacia los hombres o personas pertenecientes a comunidades de sexualidad diversa. “Este tipo de violencia en que se reproduce en el maltrato hacia un hombre o persona en
función de su sexualidad o género, suele ser más invisible y silenciosa en comparación a otras formas de maltrato”. Marc Rodríguez Castro (2011).
Los maltratados tienen una dificultad mayor a la hora de reconocer que son objeto de estas agresiones, no son capaces de denunciarlo y a menudo ha de ser su mismo entorno quien les ayude a presentar cargos. Los hombres víctimas de violencia doméstica tienden a no emprender medidas judiciales por vergüenza”. Marc Rodríguez Castro (2011). Y continúa con un ejemplo:
Un caso en particular es el de un hombre que, al llegar de su trabajo, su mujer le abofeteaba y lanzaba objetos. Él lo justificaba alegando que su esposa padecía una enfermedad mental y que no era un suceso cotidiano. Es, sin matiz alguno, la misma justificación que en el caso de las mujeres víctimas de violencia machista; el género aquí carece de relevancia, hay un agresor y una víctima que, por vergüenza, dependencia y/o miedo, racionalizan su situación ateniéndose a cualquier factor mitigante”. “Como la violencia contra la mujer es un problema histórico y cultural, ciertas legislaciones
contemplan una discriminación positiva respecto a este género, ya que se la protege sobre el hombre. Hay casos donde, incluso, la violencia que ejerce una mujer sobre un hombre no es delito”. Pérez, J. Merino, M. (2009)
PROBLEMÁTICA REDES SOCIALES: EL BULLYING EN LAS REDES SOCIALES El bullying se define como un comportamiento violento, agresivo y hostigante hacia una persona o un grupo de individuos, dado el creciente desarrollo de la comunicación mediada por espacios virtuales y las múltiples redes sociales, éste comportamiento se ha desplazado a estos entornos, reconociéndose como Ciberbullying. En el ámbito virtual las agresiones giran en tono a la ridiculización, las ofensas, burlas, amenazas, publicaciones como videos y fotografías, reales o montajes y el robo de contraseñas. Esta problemática afecta diferentes dimensiones donde se desarrolla el sujeto como el colegio, el trabajo, la familia, grupos comunitarios, etc. constituyéndose como una variable psicosocial que necesita especial atención para determinar no solo el impacto negativo, sino una forma de afrontar sus consecuencias como miedo, paranoia, desconfianza, problemas de autoestima, depresión, etc. Minimizarlas y en lo posible prevenirlas gira en tono a la capacidad de comparar, medir, replicar y establecer focos de interés que permita dirigir y orientar investigaciones de forma eficaz, pero sobre todo hacia una actitud donde se reconozca el daño que se hace al otro, como le afecta y afecta a quienes le rodean. La clandestinidad, la disminución en la calidad de la comunicación con lenguaje inapropiado y la falta de interacción personal que activen aspectos fisiológicos, como las neuronas espejo, que faciliten la empatía son barreras para la apropiación de conductas prosociales que se conviertan en barreras infranqueables de protección, sobre todo para quienes son más propensos a sufrir este tipo de agresiones. Por otro lado, debemos hacer una revisión personal sobre nuestra conducta en las redes y si alguna vez hemos sido acosadores, hemos validado el maltrato e incluso alentado a quienes lo practican. Este proceso como vivencia de la Prosocialidad y sobre todo tomo promotor de conductas prosociales en espacios virtuales.
IDENTIFICACIÓN Y ELECCIÓN DEL PROBLEMA SOBRE LA FALTA DE PROSOCIALIDAD QUE VA A TRABAJAR EL GRUPO.
El tema que se identificó y se eligió por el grupo fue: Problemática en las comunidades: Violencia contra la mujer.
Realizar una justificación de la elección, que relacione, sustente y argumente el problema elegido por el grupo con la definición de prosocialidad y la situación del contexto social. La decisión de escoger esta problemática la justifico por algunas razones según algunos autores y según las tipologías de conducta pro social se han desarrollado diferentes tipologías de la conducta pro social. Olivar (1998) distingue entre: Ayuda física, Servicio físico, Dar, Ayuda verbal, Consuelo verbal, Confirmación y Valorización positiva del otro, Escucha profunda, Empatía, Solidaridad y Presencia positiva y unidad. Estas son las respuestas ante las diferentes situaciones que vive la mujer después de ser maltratada o víctima de violencia. Asimismo, González Portal (2000) también propone una taxonomía pormenorizada, que realiza mediante la contraposición de diferentes tipos de conductas pro sociales. Las cuales tienen mucha relación el tipo de problemática que escogí según mi contesto: Conducta pro social de ayuda directa versus conducta pro social de ayuda indirecta, Conducta pro social solicitada versus conducta pro social no solicitada, Conducta pro social de ayuda identificable versus conducta pro social de ayuda no identificable, Conducta prosocial en situación de emergencia versus conducta pro social institucionalizada, Conducta prosocial espontánea (no planificada) versus conducta prosocial no espontánea (planificada). De todas estas tipologías o clasificación la que más asemeja a la realidad Conducta prosocial de ayuda en situación de emergencia versus conducta prosocial de ayuda en situación de no emergencia: Se considera ayuda en situación de emergencia a aquella que ocurre en una situación que implica una amenaza o daño real, y en la cual, el peligro puede incrementarse con el transcurrir del tiempo. La ayuda en situación de no emergencia, en cambio, se presenta relacionada con sucesos ordinarios, previsibles y no ambiguos. Es necesario desarrollar el análisis, diagnóstico y propuesta de solución a través de ABP, sobre la Problemática en las comunidades: Violencia contra la mujer, dado que este problema está presente en todos los contextos en donde nos ubicamos. Para nadie es un secreto que la violencia en contra de la mujer, muchas veces tiende a ser despreocupada por no estar directamente relacionado con el problema, y sobre no tener una cultura y conducta social y comunitaria adecuada (Prosocialidad)
frente al problema con el fin de buscar medidas que mitiguen este tipo de violencia, bajo la elección de este problema, se puede tener una mejor concepción sobre las acciones que se están desarrollando en pro y en contra relacionándolo con la importancia de la cultura ciudadana en el contexto social, articulando diferentes valores, principalmente la tolerancia como una herramienta para la planificación de las buenas acciones y bienestar social, mejorando las conductas y pensamientos de las comunidades en donde nos desarrollamos a partir de los resultados del ABP que se pretende aplicar a la problemática y futura propuesta de solución. Considero que este es un problema que actualmente se está desarrollando en muchas comunidades y por lo tanto, desde la psicología se debe hacer frente al mismo, con el fin de tener bases bien fundamentadas para realizar intervenciones y propuestas de solución. Hay que precisar que las personas no se escuchan, no tiene un afecto por las personas que están a su alrededor y no se transfieren un tipo de afecto entre la gran mayoría de las familias, no hay una cultura ciudadana, por lo tanto, la violencia en contra de la mujer se ve sesgada y aumentada por la poca tolerancia, el machismo y demás aspectos que propina mayormente el género masculino, la cual dé cuenta de los incorrectos procesos sociales que debería tener una comunidad. Decimos que la violencia de género o violencia contra la mujer se considera como todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial; la coacción o la privación arbitraria de la libertad, así como la amenaza de ejecutar tales actos, tanto si se producen en el ámbito público como en el privado. Esto indica que no se trata solamente del maltrato físico o verbal al que se vea sometida una mujer, por el hecho de serlo. Atañe a otras formas de violencia, algunas mucho más disimuladas a las que algunos han llamado “micro violencias” que se perpetúan muchas veces en espacios más privados
y de las cuales poco se habla o por el contrario, se trata de comportamientos generadores de violencia en la sociedad que se han vuelto recurrentes y tácitamente se han convertido en comportamientos sociales aceptados, que se consideran “naturales”.
CONCLUSIÓN Una de las grandes importancias de la Prosocialidad es básicamente a aprender, tener y en cuenta y aplicar lo adquirido en el contexto donde resido a mantener esa empatía por el otro y a aumentar un nivel de sociabilidad entre todos los ciudadanos, los cuales deben buscar una forma de poder mantener una actitud de ayuda, de respeto por la moralidad y ética de las personas que están a su alrededor de manera desinteresada y siempre buscando el bienestar de las personas que necesitan ayuda ya se económica emocional, etc. Teniendo en cuenta la problemática abordada en el caso se puede mencionar que se hace necesario una fundamentación, talleres, proyectos los cuales estén dirigidos a desarrollar un cambio social en la comunidad y de esta manera, el bienestar del contexto y el bienestar de las personas del contexto puedan ser cada día mejor y se eliminen los diversos problemas psicosociales.
REFERENCIAS Castillero Mimenza, O. (2015). Los 7 tipos de violencia de género. Psicología y mente. [Sitio web]. Recuperado de: https://psicologiaymente.net/forense/tipos-violencia-de-genero Pérez Porto, J. y Moreno, M. (2009). Violencia de Género. Definición de. [Sitio web]. Recuperado de: https://definicion.de/violencia-de-genero/ Tomado de: http://www.comunicacionunap.com/index.php/rev/article/view/35/35 Wikipedia. (2018). Violencia de Género. Wikipedia, la enciclopedia libre. [Sitio web]. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Violencia_de_g%C3%A9nero