INTRODUCCIÓN Después de la más grande hegemonía del cuerno pequeño sobre toda la tierra a lo largo de la historia, en donde - como muestran las Escrituras - se encargará de aterrorizar, tentar y hasta matar a los ―santos del Altísimo‖ con la única consigna de retenerlos con él
en el castigo final de consecuencias eternas. La escatología bíblica la proyecta y caracteriza como tiempos difíciles para los que han decidido aceptar la sangre del Cordero en sus vidas, la fe de este grupo privilegiado es tremendamente probada, y como si eso no fuera poco, el poder Diabólico, disfrazado de ―ángel de luz‖, hablará cosas
falsas contra ellos y los quebrantará con gran quebranto. Es allí donde entra Dn 12:1-2 a destellar con su gran mensaje de esperanza para los ―santos del Altísimo‖, los cuales serán libertados otra vez y aho ra para siempre, de las
garras del enemigo. Miguel, el amante Salvador, nuestro Señor Jesús, es el guerrero divino el cual no sólo pagó por nuestros pecados, sino que después de juzgar a todas las naciones, ―se levantará‖ y libertará al pueblo que le ama. Este es tiempo de retribución y juicio; ubicado después del tan esperado ―Hecho esta‖, Jesús a cumplir aquella promesa
sublime de la vida eterna junto a él en los atrios celestiales. El presente trabajo tendrá como objetivo mostrar las diferentes implicancias del texto a estudiar, mostrando el mensaje para hoy, siendo este el meollo de todo el gran desenlace de la gran controversia, con el ―el gran Príncipe‖ como el absoluto vencedor
junto a su pueblo que ha creído en él y ha lavado sus s us pecados con su preciosa precios a sangre.
1
CAPÍTULO I ANÁLISIS DEL TEXTO Establecimiento y delimitación del texto
La presente exégesis analizará el capítulo 12 de Daniel, tomando el versículo uno como texto principal para este trabajo. Cabe mencionar que se utilizará la versión revisada de la Biblia Reina Valera 60, para textos del Antiguo y Nuevo Testamento, a menos que se indique lo contrario.
El texto en hebreo Daniel 12:1
ynEB.-l[; dme[oh' lAdG"h; rF;h; laek'ymi dmo[]y: ayhih; t[eb'W t[eh' d[; yAG tAyh.mi ht'y>h.nI-al{ rv,a] hr"c' t[e ht'y>h'w> ^M,[; rp,SeB; bWtK' ac'm.NIh;-lK' ^M.[; jleM'yI ayhih; t[eb'W ayhih1; Hebreo
ayhih; t[eb'W dmo[]y: 1
Español
Y aquel tiempo Se levantará
Notas semánticas
En la LXX Theodotion, kairw/| que denota un punto específico en el tiempo, por el contexto, un futuro escatológico. Qal imperf. es muy importante notar la
1
K, Elliger y W. Rudolph, eds., Biblia hebraica Stutt-gartencia (Stuttgart: Deutsche, 1983), 1214.
2
3
laek'ymi
Miguel
infección que usa que autor, puede ser traducido como ―Se levantaba‖ dando la idea de una acción que comenzó en el pasado y continua en el presente hasta un punto en el futuro. Denominado por la literatura de Qumran y la literatura Apócrifa, como el ―guardián de Israel‖.
lAdG"h rF;h;
El gran príncipe
dme[oh'
Se levanta
ynEB.-l[; ^M,[;
Sobre tus hijos
t[e ht'y>h'w hr"c'
Llegará a ser tiempo
rv,a]
Cual
ht'y>h.nIal{ tAyh.mi yAG
No será hecho
d[; ayhih; t[eb'W jleM'yI
Pueblo tuyo
Dolor, angustia
Mas traducido en el AT (RV 60) como capitán, denota una jerarquía, y en su concepto está inmerso el poder sobre alguna especie de escuadrones (Miq. 7:3) dm;[' Da más la idea de ‗ponerse‘ (perdurar) en un lugar a favor de algo o alguien. No es otro pueblo sino el de Daniel. En contraste con goy, la palabra hebrea ~[; se refiere a Israel, y más específicamente al remanente fiel dentro de Israel. Un verbo que le precede una w consecutiva Con una frecuencia de 38 veces sólo en el AT, se presenta con más frecuencia en los libros proféticos, denota una posición de gran estrés, los profetas lo usaban tanto para exhortar a Israel como para dar condena a los pueblos paganos. Puede traducirse también: ―quién, cuál, por qué, cuádo, desde‖
Desde que son, están La perp. !mi Cumple la función de explicativa Nación La palabra yAG denota pueblos paganos; o en
algunos casos, opresores de Israel. Por lo que, hasta que Partícula de preposición muy utilizada en el AT, unas 1011 veces. Como preposición y 1095 cumpliendo una función de conector. Y en aquel tiempo La palabra hebrea t[e no es tan específica como el griego kairw/, pues esta denota ambos conceptos de tiempo: 1) un punto en el tiempo y 2) un lapso de tiempo. Salvará Verbo en Nifal imperf. Aparece en el AT 60 veces en esa inflexión. Significa salvar pero
4
^M.[;
Tu pueblo (tuyo)
-lK' ac'm.NIh; rp,SeB; bWtK'
Todo
denota seguridad del acto (Jer 48:19). En contraste con goy, la palabra hebrea ~[; se refiere a Israel, y más específicamente al remanente fiel dentro de Israel. Absoluto.
Lo que se encuentra
Verbo Nifal, ―ser encontrado‖, por alguien mas.
Escrito en el libro, documento
Tiene connotaciones de rollo en donde se escribe, en el AT, se determina su significado y uso de acuerdo al contexto. Ver pág. 9. Traducción tentativa
Tomando en cuenta el texto hebreo original el pasaje en estudio puede ser traducido de la siguiente manera: “Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe, constituido defensor de los hijos de tu pueblo, y llegará a ser tiempo de angustia cual no se hizo desde que las naciones existen hasta aquel momento; y en aquel tiempo será librado tu pueblo; todos 1
los que se encuentren escritos en el libro ”.
Estructura del texto2 I.
El último rey del norte (11:21-45). a) Éste ataca a Dios, con furia total (11:39,40). b) La última invasión, ataque y caída (11:40-45).
II.
La liberación de los fieles, en los tiempos del fin (12:1-3). a) El liberador, Miguel, ―el ángel protector de Israel1‖. 1
F. Canteras y M. Iglesias, Edición de la sagrada Biblia: Versión crítica sobre los textos hebreo y griego (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianosr, 1975), 10: 802. 2
La presente estructura fue tomada de John E. Goldingay, Word Biblical Commentary: Daniel , 287. Para luego ser ampliada y aplicada, a la orientación del presente trabajo, por el autor.
5
b) Los liberados, los ―hijos de tu pueblo‖, que estén escritos en el ―libro‖. c) Consumación de la liberación, la resurrección ―del polvo de la tierra‖. III.
La conclusión (12:4).
1
John E. Goldingay, Word Biblical Commentary: Daniel (Dallas: Word Book Publisher, 1989), 287.
CAPÍTULO II COMENTARIOS EXEGÉTICOS
En aquel tiempo
La pregunta pertinente a formular sería ¿De qué tiempo esta hablado el autor? Evidencias dentro del texto ayudan a su correcta ubicación de este espacio de tiempo. La frase ayhih; t[eb'W (en aquel tiempo) indica continuidad en su proceder, así como 1
la idea del vidente moviéndose hacia un ―lejano futuro‖.
La raíz t[e que es el sustantivo ‗tiempo‘, bastante común en el AT como palabra que designa un concepto de tiempo; sin embargo la idea hebrea de tiempo no es extensa, pues está referida a un espacio de tiempo específico. Es decir, no es una idea abstracta, sino que más bien nos lleva a designar un tiempo en el cual ocurre un evento .2 En este mismo sentido ha argumentado Stephen Miller que el ‗tiempo‘ al que hace referencia 12:1 es una alusión al periodo que se describe en 11:36-45, tratándose del reino de terror del Cuerno Pequeño hasta el tiempo del fin (11:40). 3
1
John E. Goldingay, Word Biblical Commentary: Daniel , 305, 6.
2
William A. VanGemeren, New International Dictionary of Old Testament Theology and Exegesis (Michigan: Zondervan Publishing House, 1997), 3:564. En adelante, NIDOTTE. 3
Stephen R. Miller, The New American Commentary, An exegetical and theological exposition of Holy Scripture NVI text: Daniel (Tennesse: Broadman and Holman Publisers, 1994), 313. En adelante NAC: Daniel. 5
6 Miguel
Entra en el escenario un personaje que Daniel llama Miguel
laek'ymi, sin
embargo ya había sido introducido en el marco de su libro, podemos notar en 10:13 que este ―gran príncipe ‖ – como es llamado también en 12:1 – ayudó al profeta en su congoja
fruto de la oposición del rey de Persia. Mencionamos al rey persa pues en los escritos apocalípticos cada nación aparece presidida por un ángel príncipe que protege y representa, de ahí que conflictos entre naciones son descritas como luchas entre ángeles; y resulta que en este caso Miguel es un ángel, uno protector de su pueblo, llamado en el 1
NT como ―arcángel ‖ (Jud 9) que es el enemigo y vencedor de Satanás (Ap 12:7-8).
Ahora bien, viendo la etimología del nombre Miguel podemos sugerir, basándonos en las abundantes referencias bíblicas (Nm 13:13; 1 Cr 5:13,14; 6:25; 12:21; 2 Cr 21:2; Esd 8:8; Dn 10:13,21; 12:1; Jud 9; Ap12:7), que es un nombre teofórico, cuyo significado hebreo es ―quien es como Dios‖;
2
es así que en los caps. 10-12 Miguel es una
referencia al ángel a quien Dios mismo eligió para ser el ―ángel guardián‖ a su pueblo; pero el concepto de Israel con su propio ángel guardián no es visto por primera vez aquí, sino que en Dt 32:8 es Jehová mismo es el guarda de su pueblo. 3 Es decir la divinidad (mas adelante veremos de qué persona de la divinidad se trata específicamente) ―se levanta‖
en defensa de su pueblo, en contra de su adversario histórico.
1
Ross E. Price, Paul Gray, Kenneth Grider y Roy Swin, Comentario bíblico BEACON: Isaías hasta Daniel (Kansas: Casa Nazarena de Publicación, 1966), 4:692. 2
Horst Balz y Gerhard Schneider, Exegetical Dictionary of the New Testament (Grand Rapids, Michigan: William Eerdmans Publishing Company, 1991), 2:433. 3
Louis F. Hartman y Alexander Di Lella, The Achor Bible: The Book of Daniel (Broadway, New York: Doubleday Publishing, 1978), 273.
7
Tiempo de angustia
hr"c' t[e ht'y>h'w>
La raíz rc; deriva del ugarítico srt que tiene connotaciones de hostilidad y oposición (arameo).1 En el AT hr"c' angustia tiene una frecuencia de 38 veces, usadas en su mayoría en los libros proféticos, específicamente situados dentro de los oráculos con esencia de destrucción.2 Hay que señalar que esta palabra (sarah) ocurre muy poca frecuencia durante el tiempo pre-exílico, no sucede así en tiempos exílicos y post-exílico. Muchos pasajes identifican enfáticamente a Jehová como el Dios quien libera de angustia a todo aquel que lo invoca, a su vez los escritores apocalípticos del AT generalmente ven el ―tiempo del fin ‖ como un ―tiempo de angustia ‖ (Dn12:1; Is 8:22; 32:2; 37:3; 14:8;
30:7). Lo que es absolutamente importante no pasar por alto es el hecho de que esta ‗angustia‘ de la cual hablan los escritores apocalípticos del AT no es únicamente local,
refiriéndose a Israel, sino que más bien engloba a todas las naciones y su historia 3. La frase
ht'y>h.nI-al{ se trata de un término superlativo hebreo-como es
presentado en otros textos- éste tiene como objeto mostrar la magnitud del desastre postrero en aspecto vivencial incluyendo también desastres naturales, como se lo puede
1
NIDOTTE,
2
735.
Johannes Botterweck, Helmer Ringgren y Heinz-Josef Fabry, Theological Dictionary of the Old Testament (Grand Rapids, Michigan: Willian B Eermans Publishig Company, 2003), 7:455. 3
Ibid., 461.
8
notar a lo largo de la Escritura (Jer 30:7; Ex 9:18; Jl 2:1-2; Mr 13:19; Mt 24:29-31; Ap 16:18).1 Liberación de tu pueblo
^M.[; jleM'yI
En el desenlace del versículo 1 se encuentra una futura ―libración‖ jleM'yI. Los materiales comparativos del Antiguo Cercano Oriente (ACO) sugieren que jlm ―libertar ‖ derive de
[vy ―salvar ‖. En el AT la raíz tiene una frecuencia, sólo como
verbo Nifal, de 62 veces, usualmente acompañado de un sustantivo;2 aparece prominentemente en contextos de guerras o grandes conflictos, así por ejemplo Jeremías lo usa como ―oráculo de juicio para las naciones‖ (Jer 46:6). La raíz sugiere enfáticamente a esta acción como ―intervenciones divinas‖ en lugar de ―acciones humanas‖.
3
Esta sub sección del versículo es rica en su mensaje teológico, pero una exégesis normal del texto nos llevará a implicancias dentro del marco teológico, de mayor amplitud para los lectores modernos. Se puede señalar en primer lugar la frase
^M,[;
ynEB. ―hijos de tu pueblo ‖ no es razón suficiente para limitar la frase a los lectores de contemporáneos al escritor de este libro, sino que su fuerte carácter escatológico nos lleva a identificar a este grupo en su totalidad en el futuro apocalíptico. 4
1
Hartman y Di Lella, 306. NIDOTTE, 785.
2 3
Ibid.
4
Coldingay, 281.
9
Se puede sostener lo argumentado en un análisis la palabra ~[; ― pueblo‖ que nos brindará luz al respecto. Si bien es cierto que la palabra es ~[; usada, por los profetas clásico, para refiere a la nación de Israel, no es menos cierto que las implicancias de esta era más bien para determinar a un grupo fiel (remanente) dentro de esta nación (cf. Jer 30:22; Sof 3:12,13). Sin embargo, no es la única palabra hebrea para determinar una nación o pueblo; así la palabra ~yIAG es traducido también como “pueblo” , pero en la literatura bíblica denota un pueblo impío, ajeno a Israel o incluso opresor de éste (Gn 14:1; Is14:6; 23:3; 25:3; Jer 10:10).1 Mucho más aún, en algunos pasajes de la Biblia los ~yIAG pueden convertirse en ~[; (cf. Is 9:2; Sof 3:6,8), así el tema preponderante en el libro de Sofonías es cuando Dios une a todas la naciones y ―saca un remanente de Israel‖ para que sea su pueblo. Con todo esto podemos sostener que ―hijos de tu pueblo ‖ en Dn 12:1, aparte de tener connotaciones escatológicas, literalmente también sostiene la idea de un grupo no tan restringido a un solo pueblo.
Los que se hallen escritos en el libro
rp,SeB; bWtK'
La palabra rp,Se puede ser traducida como: pergamino o lámina de piel preparada para escribir en ella (Jer 36:2; Sal 40:8,7). También puede denotar una carta (2 S 11:14). O incluso un libro: séfer jazón Nahúm = libro de la visión de Nahúm (Nah 1:1). 1
Laird Harris, Gleason Archer y Bruce Waltke, Theologycal Workbook of the Old Testament (Chicago: Mody Press, 1981), 1:356.
10 — yodéa ha-séfer conocedor del libro, es decir, saber leer (Is 29:11) comprende también
entendimiento del mismo.1 En los libros históricos la palabra rp,Se es utilizada para establecer historiales y su contenido; así por ejemplo en los libros de Crónicas, redactan los reportes históricos de los reyes (David, Salomón, etc.) en donde se plasman los hechos, así como los aportes teológicos, de los reyes estudiados en estos libros.2 Pero refiriéndonos al uso de esta palabra en el contexto de los libros proféticos del AT, resalta el hecho de consignar toda la palabra hablada en documentos escritos, como una función del profeta direccionada a un objetivo en específico; es decir no sólo como una ambición literario, sino como una solución de subterfugio.3 Pero este ―libro‖ tiene connotaciones mayores a la de un simple rollo donde escribir, leer o entender. Es denominado como ―el libro de la vida ‖. Podemos ver su origen en el libro de Deuteronomio 29:19-20, en donde Jehová proclama el mandato de obedecer y poner en práctica todo lo que está escrito en el libro de la ley, en donde están escrito todos lo nombres de los hijos de Israel; si alguno hace lo contrario a lo estipulado por Jehová en este libro de la ley, Jehová ―borrará su nombre de debajo del cielo ‖; y más todavía, Jehová lo apartaba de las demás tribus para que, conforme a lo escrito en el libro de la ley, caigan sobre éste todas las maldiciones del pacto estipulado. 4 1
Ibid., 491.
2
Hossfeld y Reuter, ―
rp,Se‖ en Theological Dictionary of the Old Testament,
ed. Johannes Botterweck, Helmer Ringgren (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans Publishing Company, 1999), 10:331 3
Ibid., 332.
4
NAC: Daniel, 315.
11 Un punto intrínseco que no podemos pasar por alto, es la alusión al ―libro de la vida‖ en Ap 20:12, lugar donde los nombres de todos los santos se escriben
1
(cf. Ex
32:33; Sal 69:28; Mal 3:16; Lc 10:20; Ap 3:5), por esa razón Juan el apóstol relata que ―ningún nombre que no sea encontrado escrito en el libro de la vida, este será
atormentado en el lago de fuego‖. Es así que este ―libro‖ presentado aquí tiene mayores implicancias que serán estudiadas con mayor detenimiento en la sección posterior, por tener elementos teológicos que determinan la esencia de su significado.
1
Ibid.
CAPÍTULO III TEOLOGÍA DEL TEXTO Daniel 12: 1 forma parte integral del capítulo 11:40, convirtiéndose en la maravillosa conclusión del ataque impío del cuerno pequeño contra ―los santos del altísimo‖, como la culminación de los eventos finales, ubicados también en el epílogo de
la gran controversia. Hay por lo menos dos temas ‗importantes‘ que el autor aborda en los textos estudiados; 1) la liberación de Miguel a su pueblo, y 2) el tiempo de angustia. Desarrollaremos las implicancias teológicas de dichos tópicos en el presente capítulo. De esta manera, estos versículos nos brindan luz con respecto a ―los días f inales del planeta tierra1‖, en un marco netamente escatológico, después de la infructífera opresión del cuerno pequeño y antes de la gloriosa segunda venida del Jesús; estos días serán de gran dificultad como de maravillas que darán paso a la eternidad.
Miguel el gran libertador de los “hijos de tu pueblo”
Miguel, calificado por el NT como el ―arcángel‖ Miguel (Jud 9) y por el AT como el ―ángel de YHWH‖ y por la tradición judía (Qumran) como el ―ángel protector de Israel‖, este ángel es el protagonista de estos pasajes, y en virtud de esto también de los
eventos escatológicos desarrollados aquí. Este guerrero de Dios y por el calificativo de Judas 9, cabeza de todos los ángeles – arcángel mayor que los ángeles – tiene que ser
1
Merling Alomía, Daniel: El profeta mesiánico (Ñaña, Lima: Editorial Imprenta Unión, 2008), 439. 12
13
específicamente identificado, y en la Biblia hay materia que habla al respecto, pues arroja mucha luz para poder identificar a este ángel de manera exacta. La identificación de este personaje será determinante. Veamos por ejemplo que en 1 Ts 4:16, que Jesucristo mismo tiene la voz de un arcángel, además de esto añada el apóstol Juan – refiriéndose a Jesús – que llegará la hora cuando ―todos los que están en los sepulcros oirán su voz‖ (Jn 5:28) conectando directamente a Jesús con la obra de este
arcángel Miguel.1 Por si no fuera poca evidencia, el mismo nombre del arcángel nos conecta con una identificación de la divinidad, ―Quien es como Dios‖, identificándolo como el ―Hijo de Dios‖;
2
quien, según las Escrituras, es el único que se levanta a favor
de su pueblo (1 Jn 2:1, 2; Heb 4: 14-16).3 Ahora bien, el texto nos dice que este arcángel, que es nada menos que el Salvador nuestro Señor Jesús, ―se levanta a favo r de los hijos de tu pueblo‖, que para la
vista superficial podría ser identificado como la nación de Israel; sin embargo, debemos corresponder este texto con su otra parte complementario e igual en género, hablamos del Apocalipsis. Este libro en el capítulo 7:14, denomina al este grupo que ―sale de la gran tribulación‖ – Dan 11:40-45, de parte del cuerno pequeño – como los 144 000, a saber la
totalidad de los creyentes en la sangre del Cordero como expiación de sus pecados y único medio de salvación, ―que guardan la ley de Dios y tienen el testimonio de Jesús‖ (Ap 12:17).
1
Uriah Smith , The Prophecies of Daniel and the Revelation (Nashville, Tennesse: Southern Publishing Association, 1944), 301. 2 3
Ibid.
Gerhard Pfandl, Daniel: The Seer of Babylon (Hagerstown: Review and Herald Publishing Association, 2004), 116.
14
Es decir, después del juicio pre advenimiento, al salir del lugar santísimo, Jesucristo interviene en el gran desenlace del conflicto cósmico, y se ―levanta‖ para liberar a todo aquel que, después de la fase investigadora del juicio, se ―halle escrito en el libro‖ (Dn 12:1). Este último gran acto resume el amoroso cuidado de Dios por los suyos
a lo largo de la historia humana.
El tiempo de angustia
Pero ahora nos corresponde estudiar la otra parte de la moneda. Cuando nuestro maestro, el Señor Jesús, estuvo en la tierra también habló con respecto a los acontecimientos que precederían a su segunda venida, entre los más importantes y determinantes para la humanidad está la oportunidad de oír las buenas nuevas del evangelio; Jesús dijo: ―Y será predicado el evan gelio del reino a todo el mundo….‖ (Mt
24:14), es decir, todos los vivos presentes durante el último sello (Ap 11:15-19) oirán el sonido de las trompetas de los tres ángeles (Ap 14:6-12) y es donde decidirán por Cristo o en contra de él. Así es que podemos identificar a los que pasan por esta tribulación como los que ―recibieron la marca, el nombre y el número de la bestia y adoraron a su imagen‖ (Ap 13:
17, 18). O los que no aceptaron el mensaje de Dios. Smith califica más categóricamente a 1
este grupo como ―la fuerza papal que oprime al pueblo remanente de Dios‖.
Nuevamente, Jesús mismo predijo esta gran tribulación para los que rehusaran oír la vos del Espíritu Santo, este mensaje lo vemos plasmado en Mt 24:21, en donde se prefigura una tribulación ―cual no fue jamás‖, que se conecta enfáticamente con Dn 12:1;
Pfandl, refiriéndose a esta frase –―cual no fue jamás‖ o ―tiempo de angustia cual no ha 1
Smith, 305.
15
habido desde el principio del mundo hasta ahora‖– lo califica como frases idiomáticas 1
que tiene el objetivo de describir ―la magnitud e intensidad‖ de aquel tiempo referido.
Las siete postreras plagas y el Armagedón
La Biblia, en el Apocalipsis, describe con mayor claridad y detalle el contenido de Dn 12:1 refiriéndose a la mano libertadora de Jesús en contra de los impíos controlados por el poder de la Bestia; así Ap 16:1-21 describe siete ―copas de la ira de Dios‖ sin mezcla con misericordia, que deben ser bebidas por los seguidores del Anticristo, sin embargo esta no es la única razón para que la mente Divina proceda de esta forma. Jesús dijo que la inmoralidad llegaría a su colmo como señal de su regreso (Lc 17:28-30), tal como Sodoma y Gomorra de la pentápolis cananea (Gn 19:24-25), la conducta licenciosa con la que actuaban estas ciudades fue y será un motivo para su destrucción 2. La tipología bíblica nos muestra como Miguel libertó a Israel, por medio de plagas, de las manos de Faraón, sepultando a su ejército para siempre en el Mar Rojo (Ex 14:27-28; 15.19). ―De manera similar castigará con 7 severas pla gas3‖ a la bestia y su en la guerra llamada Armagedón para libertar a su amado pueblo.
imagen
El corcel blanco y el jinete divino, en Ap 19:11-21, se muestra como el absoluto vencedor sobre las huestes demoniacas, victoria prefigurada desde el pentateuco (Gn 3:16), pasando por todo el AT (Jos 10:10-14; Jue 5:4-5; Isa 27:1; Sof 3:13), nos enseña la seguridad de la liberación y salvación de parte de Miguel para todos lo que estén de su lado. Es Juan que muestra el desenlace total con el último sello (Ap 8:1-5) y la última 1
Pfandl, 116.
2
Alomía, 442.
3
Ibid., 443.
16
trompeta (Ap 11:15-19), junto con las 7 plagas (Ap 16:1-21) y los ejercito celestiales interviniendo a favor de los ―santos del Altísimo‖.
BIBLIOGRAFÍA Alomía, Merling. Daniel: El profeta mesiánico. Ñaña, Lima: Editorial Imprenta Unión, 2008. Bailey, Daniel P. 2000. "The Intertextual Relationship of Daniel 12:2 and Isaiah 26:19: Evidence from Qumran and the Greek Versions ". Tyndale Bulletin 51, no. 2: 305308. ATLA Religion Database with ATLASerials, EBSCO host (consultado: 23 de octubre, 2009). Balz, Horst y Schneider Gerhard. Exegetical Dictionary of the New Testament. Grand Rapids, Michigan: William Eerdmans Publishing Company, 1991. Botterweck, Johannes, Ringgren Helmer y Fabry Heinz-Josef. Theological Dictionary of the Old Testament. Grand Rapids, Michigan: Willian B Eermans Publishig Company, 2003. Canteras, F. y Iglesias M. Edición de la Sagrada Biblia: Versión crítica sobre los textos. hebreo y griego. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos Maior 10,1975. Doukhan, Jacques B. Secrets of Daniel: Wisdom and Dreams of a Jewish Prince in Exile. Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Association, 2000. Elliger, K. y Rudolph W. Biblia hebraica Stuttgartensia. Stuttgart, Alemania: Deutsche Bibelgesellschaft, 1983. Goldingay, John E. Word Biblical Commentary: Daniel. Dallas: Word Book Publisher, 1989. Harris, Laird, Archer Gleason y Waltke Bruce. Theologycal Workbook of the Old Testament. Chicago: Mody Press, 1981. Hartman, Louis F. y Di Lella Alexander. The Achor Bible: The Book of Daniel. Broadway, New York: Doubleday Publishing, 1978. Miller, Stephen R., The New American Commentary, An exegetical and Theological Exposition of Holy Scripture NVI text: Daniel. Tennesse: Broadman and Holman Publisers, 1994. Pfandl, Gerhard. Daniel: The Seer of Babylon. Hagerstown: Review and Herald Publishing Association, 2004. 17
18
Price, Ross E., Gray Paul, Grider Kenneth y Swin Roy. Comentario bíblico BEACON: Isaías hasta Daniel. Kansas: Casa Nazarena de Publicación, 1966. Smith, Uriah. The Prophecies of Daniel and the Revelation. Nashville, Tennesse: Southern Publishing Association, 1944. VanGemeren, William A. New International Dictionary of Old Testament Theology and Exegesis. Michigan: Zondervan Publishing House, 1997.