EPICURO DE SAMOS: Su vida en un Resumen.... QUIEN FUE….? Epicuro fue un lósofo griego, fundador de la escuela que lleva su nombre (epicureísmo). Los aspectos más destacados de su doctrina son el hedonismo racional el atomismo. !efendió una doctrina basada en la b"squeda del placer, la cual debería ser dirigida por la prudencia. #e manifestó en contra del destino, de la necesidad del recurrente sentido griego de fatalidad. La naturale$a, seg"n Epicuro, está regida por el a$ar, entendido como ausencia de causalidad. #ólo así es posible la libertad, sin la cual el hedonismo no tiene motivo de ser. %riticó los mitos religiosos, religiosos, los cuales, seg"n &l, no hacían sino amargar la vida de los hombres. El n de la vida humana es procurar el placer evadir el dolor, pero siempre de una manera manera racional racional,, evitando evitando los e'cesos e'cesos,, pues estos conllevan conllevan posterior posterior sufrimiento. Los placeres del espíritu son superiores a los del cuerpo, ambos deben satisfacerse con inteligencia, procurando procurando llegar a un estado de bienestar corporal espiritual al que llamaba atara'ia. %riticaba tanto el desenfreno como la renuncia a los placeres de la carne, arguendo que debería buscarse un t&rmino medio, que los goces carnales deberían satisfacerse siempre cuando no conllevaran un dolor en el futuro. La losofía epicureísta arma que la losofía debe ser un instrumento al servicio de la vida de los hombres, que el conocimiento por sí mismo no tiene ninguna utilidad si no se emplea en la b"squeda de la felicidad.
FILOSOFÍA: La losofía de Epicuro consta de tres partes la noseología o %anónica, que se ocupa de los criterios por los cuales llegamos a distinguir lo verdadero de lo falso* la +ísica, que estudia la naturale$a* la tica, que supone la culminación del sistema a la que se subordinan las dos primeras partes.
CANÓNICA: La ca canó nóni nica ca es la part parte e de la los losof ofía ía que que e'am e'amin ina a la form forma a en la que que conocemos la manera de distinguir lo verdadero de lo falso. #eg"n Epicuro, la sensación es la base de todo el conocimiento se produce cuando cuando las imáge imágenes nes que despr desprend enden en los cuerp cuerpos os lle llegan gan hasta hasta nuest nuestro ross sentidos. -nte cada sensación, el ser humano reacciona con placer o con dolor, dando lugar a los sentimientos, que son la base de la moral. %uando las sensaciones se repiten numerosas veces, se graban en la memoria forman así lo que Epicuro denomina las ideas generales (diferentes a las platónicas). /ara que las sensaciones constituan una base adecuada, sin embargo, deben estar dotadas de la suciente claridad, al igual que las ideas, o de otro modo nos conducirán al error.
!iógenes Laercio, menciona un cuarto proceso de conocimiento, además de las sensaciones, los sentimientos las ideas generales las proecciones imaginativas, por las cuales podemos concebir o inferir la e'istencia de elementos como los átomos, aunque &stos no sean captados por los sentidos. 0odos esos aspectos, sin embargo, son sólo los principios que rigen nuestro modo de conocer la realidad. El resultado de su aplicación nos lleva a concluir la concepción de la naturale$a que se detalla en la física, segunda parte de la losofía epic"rea.
FÍSICA: #eg"n la física de Epicuro, toda la realidad está formada por dos elementos fundamentales. !e un lado los átomos, que tienen forma, e'tensión peso, de otro el vacío, que no es sino el espacio en el cual se mueven esos átomos. Las distintas cosas que ha en el mundo son fruto de las distintas combinaciones de átomos. El ser humano, de la misma forma, no es sino un compuesto de átomos. 1ncluso el alma está formada por un tipo especial de átomos, más sutiles que los que forman el cuerpo, pero no por ello de2a el alma de ser material. !ebido a ello, cuando el cuerpo muere, el alma muere con &l. %on respecto a la totalidad de la realidad Epicuro arma que &sta, como los átomos que la forman, es eterna. 3o ha un origen a partir del caos o un momento inicial. 0al como leemos en la %arta a 4eródoto 5!esde luego, el todo fue siempre tal como ahora es, siempre será igual6. Esta concepción atomista procede de !emócrito, pero Epicuro modica la losofía de aqu&l en aspectos importantes, pues no acepta el determinismo que el atomismo conllevaba en su forma original. /or ello, introduce un elemento de a$ar en el movimiento de los átomos, llamado clinamen, una desviación de los átomos en su caída en el vacío, es decir, una desviación de la cadena de las causas efectos, con lo que la libertad queda asegurada. Este inter&s por parte de Epicuro en salvaguardar la libertad es fruto de la consideración de la &tica como la culminación de todo el sistema losóco al cual se han de subordinar las restantes partes. stas son importantes tan sólo en la medida en que son necesarias para la &tica, tercera "ltima división de la losofía.
!ICA: La &tica, como a se ha dicho, es la culminación del sistema losóco de Epicuro la losofía tiene como ob2etivo llevar a quien la estudia practica a la felicidad, basada en la autonomía o autarquía la tranquilidad del ánimo o atara'ia. /uesto que la felicidad es el ob2etivo de todo ser humano, la losofía interesa a cualquier persona, independientemente de sus características (edad, condición social, etc.). La &tica de Epicuro se basa en dos polos opuestos el miedo, que debe ser evitado, el placer, que se persigue por considerarse bueno valioso.
EL EPICUREISMO: La losofía de Epicuro se caracteri$a por situarse en el lado opuesto a la losofía platónica arma una sola realidad, el mundo sensible* niega la inmortalidad del alma arma que &sta, al igual que todo lo demás, está formada por átomos* postula el hedonismo en la teoría &tica como modo de vida recha$a el inter&s por la política, optando por un estilo de vida sencillo auto suciente encaminado a la felicidad.
SUS O"RAS: - su muerte, de2ó más de 788 manuscritos, incluendo 79 tratados sobre física numerosas obras sobre el amor, la 2usticia, los dioses otros temas, seg"n reere !iógenes Laercio en el siglo 111. !e todo ello, sólo se han conservado tres cartas cuarenta má'imas (las llamadas :á'imas capitales), transcritas por !iógenes Laercio, algunos fragmentos breves citados por otros autores.
Las #a$%as s&n 'as si(uien%es: %arta a 4eródoto (no el historiador) trata sobre gnoseología física. %arta a /itocles se reere a la cosmología, la astronomía la meteorología. %arta a :eneceo aborda la &tica. Las má'imas son de contenido fundamentalmente &tico gnoseológico.7 Las principales fuentes sobre la losofía de Epicuro son las obras de los escritores griegos !iógenes Laercio /lutarco de los escritores romanos %icerón, #&neca Lucrecio, cuo poema !e rerum natura (!e la naturale$a de las cosas), como a indicamos, e'pone detalladamente la doctrina epic"rea.
%i#a E)i#u$e*s%a: Es +uen& %&d& '& ,ue )$&du#e )'a#e$ +ue un lósofo griego, nació en #amos, 7;< a. %. murió en -tenas, =98 a. %. !e padres pobres (3eocles, su padre, era maestro de escuela >uer&strates, su madre, adivina). La losofía de Epicuro puede ser claramente dividida en tres partes, la %anónica, que se ocupa de los criterios por los cuales llegamos a distinguir lo verdadero de lo falso, la +ísica, el estudio de la naturale$a, la tica, que supone la culminación del sistema a la cual se subordinan las dos primeras partes. Epicuro, armó que es bueno todo lo que produce placer, pues el placer, seg"n &l, es el principio el n de una vida feli$. /ero para que el placer sea real debe ser moderado, controlado racional. Epicuro denió el placer como la satisfacción de las necesidades del cuerpo la tranquilidad del alma. El ser humano está compuesto de cuerpo alma, los placeres de la "ltima son superiores a los del cuerpo. En su opinión, la pa$ interior puede alcan$arse al
reducir las necesidades del cuerpo acabar con las inquietudes temores. /ara el Epicureísmo, lo malo es todo aquello que le produce dolor al ser humano. #on las cosas que nos hacen o nos afectan en el sentido espiritual corporal.
La -%i#a: Es la culminación del sistema losóco de Epicuro la losofía como el modo de lograr la felicidad, basada en la autonomía o autarquía la tranquilidad del ánimo o atara'ia. En la medida en la que la felicidad es el ob2etivo de todo ser humano, la losofía es una actividad que cualquier persona, independientemente de sus características (edad, condición social, etc.) puede debe reali$ar. /ara e'poner la &tica de Epicuro podemos 2arnos en dos grandes bloques. /or un lado todo aquello que su losofía pretende evitar, que es, en denitiva, el miedo en sus diversos modos maneras, por otro lado, aquello que se persigue por considerarse bueno valioso. La lucha contra los diversos miedos que atena$an parali$an al ser humano es parte fundamental de la losofía de Epicuro* no en vano, &sta ha sido designada como el ?tetrafármaco@ o medicina contra los cuatro miedos más generales signicativos el miedo a los dioses, el miedo a la muerte, el miedo al dolor el miedo al fracaso en la b"squeda del bien El miedo a los dioses es absurdo, nos dice Epicuro, pues &stos en nada intervienen en los asuntos humanos no se mueven por la ira ni la cólera ni tantos otros sentimientos que com"nmente se les atribuen. /or el contrario, los dioses deberían ser un modelo de virtud de e'celencia a imitar, pues viven en armonía mutua manteniendo entre ellos relaciones de amistad. #i bien Epicuro no era ateo, entendía que los dioses eran seres demasiado ale2ados de nosotros, los humanos, no se preocupaban por nuestras vicisitudes, por lo que no tenía sentido temerles. %onsiderando esto, podría entenderse a Epicuro como un agnóstico de la antigAedad. En cuanto al temor a la muerte, lo consideraba un sin sentido, puesto que ?todo bien todo mal residen en la sensibilidad la muerte no es otra cosa que la p&rdida de sensibilidad@. La muerte en nada nos pertenece pues mientras nosotros vivimos no ha llegado cuando llegó a no vivimos. Esta concepción de Epicuro trasciende el tema de la muerte en sí. l propone una sabiduría de vida caracteri$ada por el optimismo la admiración ante la e'istencia del mundo del hombre. /or "ltimo, carece tambi&n de sentido temerle al futuro puesto que ?el futuro ni depende enteramente de nosotros, ni tampoco nos es totalmente a2eno, de modo que no debemos esperarlo como si hubiera de venir infaliblemente ni tampoco desesperarnos como si no hubiera de venir nunca@. Epicuro consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo placer, porque para muchas personas el placer es concebido como algo que e'cita los sentidos. Epic"reo consideró que no todas las formas de placer se reeren a lo anterior, pues lo que e'cita los sentidos son los placeres sensuales. E'isten otras formas de placer que seg"n &l se reeren a la ausencia de dolor o de cualquier tipo de aBicción. 0ambi&n armó que ning"n placer es malo en sí,
sólo que los medios para buscarlo pueden ser el inconveniente, el riesgo o el error.
IN!RODUCCIÓN A LA E!ICA EPICUREIS!A: Epicuro fue un lósofo griego que vivió entre los siglos 1C 111 a.%. - los 7D aos se estableció en -tenas, donde fundó su propia escuela de losofía conocida con el nombre de El Fardín, famoso no sólo por la ensean$a de la losofía, sino tambi&n por el cultivo de la amistad por la participación, no sólo de hombres (como era normal en otras escuelas de losofía en recia) sino tambi&n de mu2eres. Epicuro tenía una visión hedonista de la vida. La palabra ?hedonista@ procede del vocablo griego hedon&, que signica placer. G, efectivamente, para Epicuro la felicidad se reducía al placer a la ausencia de dolor. G es que, seg"n Epicuro, todos los seres humanos buscan mediante sus acciones lo mismo evitar el dolor alcan$ar el placer. La prueba de que algo es bueno es que produ$ca placer, la prueba de que algo es malo es que produ$ca dolor. #in embargo, Epicuro reconocía que esto no era tan sencillo, pues ha cosas o acciones, como por e2emplo una borrachera, que pueden producir un placer inmediato, pero luego la resaca pueden producir un dolor maor. 1gualmente ha cosas, como por e2emplo preparar un e'amen de matemáticas un domingo por la tarde, que pueden suponer dolor o sacricio, pero que son necesarias para alcan$ar un placer o un bienestar maor más duradero (la satisfacción de aprobar, por e2emplo, o la posibilidad de estudiar la carrera que deseo). En estos casos, Hqu& es lo que debemos elegirI Epicuro lo tenía bastante claro ha que elegir siempre aquellas acciones que nos reporten un placer maor más duradero que nos eviten la maor cantidad posible de dolor. El secreto de la felicidad está entonces en el sabio cálculo de las consecuencias que se siguen de nuestras acciones, de cara a evitar la maor cantidad posible de dolor alcan$ar el placer más duradero. 4a que insistir en que, para Epicuro, tan importante para la felicidad era alcan$ar el placer como evitar el dolor. !e ahí que, seg"n &l, ni banquetes ni 2uergas constantes dan la felicidad, si no van acompaados de la prudencia que no es otra cosa que el sabio cálculo de las consecuencias que se siguen de cada acción. %uando Epicuro hablaba del placer no se refería e'clusivamente a los placeres materiales o del cuerpo, sino tambi&n a los placeres espirituales o del alma, tales como los que se siguen del cultivo de la amistad o de la práctica de la losofía, que eran placeres más duraderos por tanto más deseables que los placeres del gusto, del tacto o de la vista. %uentan, por e2emplo, que en su lecho de muerte en medio de fuertes dolores, Epicuro tuvo a"n fuer$as para escribir a uno de sus discípulos las siguientes palabras 50e escribo estas líneas en este día feli$ que es, sin embargo, el "ltimo día de mi vida. Los dolores de estómago de rión me asaltan continuamente, pero son compensados ampliamente por el placer del alma al recordar nuestras pasadas conversaciones losócas6. 1gualmente, al hablar de la ausencia de dolor, Epicuro pensaba no sólo en el dolor físico (una enfermedad o un castigo físico), sino tambi&n en el dolor espiritual o afectivo que nace de todas aquellas cosas que alteran la pa$ del alma nos hacen vivir intranquilos o insatisfechos. !e
ahí que para Epicuro la felicidad consistía fundamentalmente en alcan$ar un estado de placer reposado duradero donde las penas las preocupaciones que perturban nuestra pa$ quedasen diluidas. /or supuesto que eso no quería decir que hubiera que renunciar a los placeres de la buena mesa, del buen vino, etc., pero sí era necesario ordenarlos supeditarlos al má'imo placer el bienestar físico espiritual duradero. Epicuro usó una e'traa palabra para referirse a ese estado de pa$ felicidad atara'ia. La atara'ia de la que hablaba no era ni más ni menos que un estado duradero de equilibrio, tranquilidad serenidad del alma, de bienestar físico espiritual basado en un placer estable tranquilo, le2os de toda preocupación e inquietud. -lcan$ar la atara'ia era alcan$ar la verdadera felicidad. /ero Hcómo lograrloI Epicuro puso la losofía al servicio de ese n con el ob2etivo de eliminar los miedos los temores que perturban el alma de los hombres nos impiden vivir felices tranquilos. Los miedos fundamentales, seg"n Epicuro, eran cuatro a la muerte, al dolor físico, al destino a los dioses. /ara evitar estos temores Epicuro propone el cuádruple remedio, el tetrafarmaJon. Ceamos en qu& consiste Epicuro trató de combatir el miedo a la muerte mediante un famoso argumento losóco 5- la muerte no ha que temerla, pues cuando estamos vivos no tenemos sensación de la muerte , por tanto, no la sentimos. G cuando estamos muertos, no tenemos sensación alguna , por tanto, tampoco la sentimos6. 3o ha que temer al dolor corporal. %uando es intenso dura poco cuando dura más tiempo es menos intenso. En ambos casos es soportable. #i el dolor fuese mu intenso duradero moriríamos. /ero a la muerte, n de todo dolor, no ha que temerla como a vimos anteriormente. 3o debemos temer el futuro. 3uestro destino no está escrito, si lo estuviera, no podríamos saber qu& sucederá. El cuarto miedo que Epicuro combatió fue el miedo a los dioses, a sus enfados, castigos represalias. /ara ello, Epicuro trató de convencer a la gente de que los dioses, en el supuesto de que e'istan (pues Epicuro lo pone en duda), deberían de ser tan perfectos que no se preocuparían por los insignicantes asuntos humanos. G mucho menos para castigarnos. Epicuro recomendaba asimismo apartarse de la política. La vida privada, tranquila, sin e'cesos, sin participar en la agitación de la vida p"blica, dará las me2ores condiciones para alcan$ar la felicidad. -sí, la vida moral es fundamentalmente individual la "nica relación que se debe apreciar entre los individuos es la de la amistad, una relación libre natural. 0ampoco era Epicuro mu partidario del matrimonio. #in embargo, el secreto más importante para alcan$ar la felicidad consistía en reducir nuestros deseos nuestras necesidades a lo indispensable, con el n de alcan$ar la autosuciencia evitar todas las preocupaciones e inquietudes que nacen en el alma cuando deseamos poseer o disfrutar aquello que no tenemos o que cuesta traba2o sufrimiento alcan$ar. En realidad, pensaba Epicuro, el ser humano necesita mu pocas cosas para ser feli$, pues sus verdaderas necesidades son escasas comida, vestido, cal$ado, un techo ba2o
el que cobi2arse afecto sincero. Epicuro lo tenía claro no es más feli$ el que más tiene, sino el que menos cosas necesita.
La Amistad Dice Epicuro: De todos los bienes que nos ofrece la sabiduría, el más precioso es la amistad , y ésta es la clave para comprender su filosofía. Es mejor una sociedad que confíe en la amistad que una que lo haga en la justicia. En este aspecto, el Jardín, ms que una escuela, era una !ase para misioneros. "ara Epicuro, la amistad de!ía transmitirse de hom!re a hom!re casi por contagio, del tipo de la cadena de #an Antonio. #ustituyamos la pala!ra amor por la pala!ra amistad y tenemos en Epicuro a un precursor de #an $rancisco. #i el mensaje nunca ha sido reci!ido por las masas, se de!e a que la amistad es un valor privado, y no como la justicia, que puede ser un valioso instrumento ideol%gico para la conquista del poder.
&Cada mañana la amistad recorre la tierra para despertar a los hombres, de modo que puedan hacerse felices recíprocamente .' Esta imagen poética de Epicuro nos lo dice todo so!re su pensamiento. En la amistad ve un medio de comunicaci%n, una ideología, que aun ha!iendo nacido de la utilidad, termina por identificarse con el placer y convertirse en el o!jetivo (limo de la vida. La tesis epic(rea es menos ut%pica que lo que se cree: en el siglo pasado el soci%logo alemn Fernindad Tönnies su!dividi% a las comunidades humanas en dos especies: las primeras, !asadas en la justicia ) *esellschaft +, y las segundas en la amistad ) *emeinschaft +. Las comunidades *esellschaft son de tipo horizontal: todos los ciudadanos tienen iguales derechos ante la Ley. El individuo no de!e recurrir a parentescos o recomendaciones de amigos para o!tener aquello que le hace falta: si su deseo es legítimo, nadie lo o!ligar a arrastrarse ante nadie. n %ptimo ejemplo de *esellschaft es -nglaterra: desde la reina -sa!el hasta el (ltimo de los lavaplatos del #oho, todos, aun cuando ocupen posiciones diversas, pueden jactarse de tener los mismos derechos ante la ley. Las comunidades *emeinschaft, en cam!io, son piramidales: en ellas todas las relaciones estn reguladas por las amistades. #e forman grupos de carcter familiar, corporativo, político, cultural, y cada clan est caracteriado por tener un jefe en el vértice de la pirmide, y entre el vértice y la !ase, una jerarquía intermedia. #e adelanta a fuera de recomendaciones y parentescos. El sur de -talia es el primer ejemplo de *emeirschaft que se me ocurre. E/plicada de esta forma, la *emeinschaft parece una sociedad de tipo mafioso de la que se de!e huir como de la peste. E/aminémosla en cam!io con espíritu epic(reo y e/traigamos una moral: quien vive en una comunidad !asada en la amistad comprende de inmediato que, si quiere so!revivir de!e procurar hacerse la mayor cantidad de amigos que pueda, y eso lo vuelve ms socia!le y ms disponi!le en su trato con el pr%jimo0 el ciudadano de la *esellschaft, al contrario, seguro de sus derechos constitucionales, evitar los contactos con los dems y en poco tiempo se convertir en un individuo e/tremadamente civil y desapegado'. 1o olvidemos, por (ltimo, que tam!ién "lat%n, en el 2anquete, hacía nacer al Amor de la "o!rea y del arte de arreglrselas.
Los Deseos
En la ética epic(rea se tiende siempre a alcanar emociones medias: una !uena comida, pero sin e/ageraciones0 una relaci%n amorosa, pero dentro de ciertos límites. #eg(n Epicuro: &La e/cesiva quietud es desidia y la e/agerada actividad es locura.' "ues !ien, la amistad es, justamente, un sentimiento medio, a mitad de camino entre la indiferencia y el amor.
"ara Epicuro los deseos podían ser de tres tipos: naturales necesarios, naturales no necesarios, no naturales no necesarios! Los placeres naturales necesarios garantian la vida: comer, !e!er, dormir y cu!rirse cuando hace frío. 3uede claro, sin em!argo, que ha!lamos del comer los suficiente, del !e!er cuando se siente sed y de llevar una vestimenta adecuada a la estaci%n del a4o. "or ejemplo, no nos parecen admisi!les en 1poles los a!rigos de piel. Los placeres naturales no necesarios son los que, aun cuando agrada!les para los sentidos, representan lo superfluo: como, por ejemplo, el comer mejor, el !e!er mejor, y así sucesivamente. n !uen plato de pasta y judías es sin lugar a dudas un placer natural y no necesario. #i es posi!le procurrselo sin demasiado esfuero, !ienvenido sea0 de otro modo &gracias igual. Lo mismo sucede en el campo del arte o de los !uenos sentimientos. Epicuro sentencia: &5onremos lo !ello y la virtud, y todo lo semejante, si nos producen placer0 si no, adi%s y hasta ms ver.' Los deseos no naturales no necesarios son los provocados por la opini%n. 6omemos el caso de un 7ole/ de oro: seguramente no es un !ien necesario. #i nos causa placer poseerlo, ello se de!e a que todos lo consideran un o!jeto de valor. #i e/perimentramos verdaderamente placer al contemplarlo, tendríamos que entusiasmarnos tam!ién por un 7ole/ falso. 5oy la humanidad se siente ms atraída por la firma que por la calidad del producto, y la firma, foroso es admitirlo, no es natural ni necesaria. 89 con se/o c%mo hacemos ;omo natural, es natural, 8pero es tam!ién necesario Es decir, necesario prescindiendo de la procreaci%n. Epicuro manifiesta dudas al respecto: <#i te complaces en los placeres de =enus, y no violas las leyes ni las !uenas costum!res, y no da4as tu cuerpo adelgandote, y no te arruinas, ha lo que te dé la gana, pero ha sa!er que es e/tremadamente difícil evitar todos estos inconvenientes. >;on =enus, ya es ganar no perder nada?< En resumen, la regla de la ética epic(rea es elemental: los placeres naturales y necesarios es preciso satisfacerlos siempre, ya que, de otra forma, peligra la supervivencia0 los no naturales y no necesarios, nunca, porque son fuente
de competici%n0 los intermedios, después de ha!erse contestado a esta pregunta: 8@e conviene o no me conviene'< "ara sintetiar lo que aca!amos de decir, e/pongamos algunas re"las aureas de Epicuro )una especie de manual #on ton del Jardín+: $%i quieres enriquecer a &itocles, no acrecientes sus posesiones, sino reduce sus deseos! $Demos "ran importancia a la fru"alidad, no porque debamos 'i'ir siempre entre estrecheces, sino para estar menos preocupados! $(iber)monos de la cárcel de los ne"ocios de la política! $*e+or dormir sin miedo en un camastro de ho+as que inquieto en un lecho de oro! $in"-n placer es un mal en sí, pero pueden serlo los medios para alcanzarlo, cuando producen más inquietudes que ale"rías! $o estropees el bien que tienes con el deseo de lo que no tienes!
El "lacer En lo relativo al placer Epicuro solía decir: & .l ob+eti'o de la 'ida es el &lacer, pero no el placer de los disolutos de los +uer"uistas, sino el no sufrir, en lo referente al cuerpo, el no perturbarse, en lo referente al alma .' De esto deducimos que estar enamorado, dado que pertur!a al alma, no es un placer sino una especie de neurosis.
"ara tener claro, en cam!io, qué es el placer, el verdadero, !asta con escuchar a nuestro cuerpo: &La carne grita: no quiero sufrir ham!re, no quiero sufrir sed, no quiero sufrir frío. 3uien considere ha!er alcanado ya estos o!jetivos, puede considerarse igual a eus en felicidad. 6odo esto es muy sa!io0 pero resulta difícil e/plicrselo a un muchacho de catorce a4os que quiere a toda costa la moto.
La @uerte 8 &or qu) tener miedo a la la muerte ', o!serva el fil%sofo. Cuando estamos nosotros, no está la muerte cuando está ella, no estamos nosotros . #í, agrego yo, pero estn los que so!reviven a los seres queridos y sufren como animales. "ero esto no le interesa a
Epicuro: él, como siempre, quiere li!erarnos de cualquier preocupaci%n, presente y futura, incluso de la de la muerte. En realidad es como si dijera: &83ué ganas con preocuparte por la muerte 1o puedes hacer nada0 ms vale vivir lo mejor posi!le y no pensar en eso: a menudo hace ms da4o el temor de morir que la muerte.' Animo, entonces0 no pensemos en la muerte y cantemos todos a coro:
/Te ad'ierto, oh *uerte, que esto preca'ido contra todas tus insidias, cuando lle"ue el momento, escupiendo bien sobre la 'ida 0 sobre los que se aferran a ella, me ir) cantando un peán sobre los días que he 'i'ido1
"ara resolver todos nuestros pro!lemas, Epicuro tiene preparado un medicamento: el cuadrifármaco $o temer a los dioses! $o temer a la muerte! $2az de saber que el placer está al alcance de todos! $2az de saber que el dolor, cuando dura, es soportable, cuando es fuerte, es de bre'e duraci3n4 recuerda que el sabio es feliz incluso en medio de los tormentos5!
Ética La ética, como ya se ha dicho, es la culminación del sistema filosófico de Epicuro: la filosofía tiene como objetivo llevar a quien la estudia y practica a la felicidad, basada en la autonomía o autarquía y la tranquilidad del ánimo o ataraxia !uesto que la felicidad es el objetivo de todo ser humano, la filosofía interesa a cualquier persona, independientemente de sus características "edad, condición social, etc# La ética de Epicuro se basa en dos polos opuestos: el miedo, que debe ser evitado, y el placer , que se persi$ue por considerarse bueno y valioso
Los cuatro miedos La lucha contra los miedos que atena%an al ser humano es parte fundamental de la filosofía de Epicuro& no en vano, ésta ha sido desi$nada como el 'tetrafármaco' o medicina contra los
cuatro miedos más $enerales y si$nificativos: el miedo a los dioses, el miedo a la muerte, el miedo al dolor y el miedo al fracaso en la b(squeda del bien )i bien Epicuro no era ateo, entendía que los dioses eran seres demasiado alejados de nosotros, los humanos, y no se preocupaban por nuestras vicisitudes, por lo que no tenía sentido temerles !or el contrario, los dioses de berían ser un modelo de virtud y de excelencia a imitar, pues se$(n el filósofo viven en armonía mutua, manteniendo entre ellos relaciones de amistad En cuanto al temor a la muerte, lo consideraba un sin sentido, puesto que *todo bien y todo mal residen en la sensibilidad y la muerte no es otra cosa que la pérdida de sensibilidad+ La muerte en nada nos pertenece pues mientras nosotros vivimos no ha lle$ado y cuando lle$ó ya no vivimos !or (ltimo, carece también de sentido temer al futuro, puesto que: *el futuro ni depende enteramente de nosotros, ni tampoco nos es totalmente ajeno, de modo que no debemos esperarlo como si hubiera de venir infaliblemente ni tampoco desesperarnos como si no hubiera de venir nunca+
El placer y la felicidad Epicuro consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo placer Este punto de su doctrina ha sido a menudo objeto de malentendidos, pese a que Epicuro hace una cuidadosa cate$ori%ación de los placeres, indicando cuáles son recomendables y cuáles no En efecto, Epicuro seala que existen tres tipos de placeres: •
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Los naturales y necesarios: las necesidades físicas básicas, alimentarse, calmar la sed, el abri$o y el sentido de se$uridad Los naturales e innecesarios: la conversación amena, la $ratificación sexual y las artes Los innaturales e innecesarios, que considera superfluos: la fama, el poder político o el presti$io
Epicuro formuló al$unas recomendaciones en torno a todas estas cate$orías de deseos: •
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El hombre debe satisfacer los deseos naturales necesarios de la forma más económica posible )e pueden perse$uir los deseos naturales innecesarios hasta la satisfacción del cora%ón, pero no más allá -o se debe arries$ar la salud, la amistad, la economía en la b(squeda de satisfacer un deseo innecesario, pues esto sólo conduce a un sufrimiento futuro .ay que evitar por completo los deseos innaturales innecesarios, pues el placer o satisfacción que producen es efímero
/ambién distin$uía entre dos tipos de placeres, basados en la división del hombre en dos entes diferentes pero unidos, el cuerpo y el alma:
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placeres del cuerpo: aunque considera que son los más importantes, en el fondo su propuesta es la renuncia de estos placeres y l a b(squeda de la carencia de apetito y dolor corporal& placeres del alma: el placer del alma es superior al placer del cuerpo, pues el corporal tiene vi$encia en el momento presente, pero es efímero y temporal, mientras que los del alma son más duraderos y además pueden eliminar o atenuar los dolores del cuerpo
Epicuro dice que *todo placer es un bien en la medida en que tiene por compaera a la naturale%a+ Los placeres vanos no son buenos, porque a la lar$a acarrearán dolor y no sólo son más difíciles de conse$uir, sino además más fáciles de perder /ambién habla de la importancia de poseer una virtud para ele$ir y ordenar los placeres: la prudencia El discernimiento de los diferentes placeres y la recta prudencia, permiten acercarse a una vida feli%, lo cual constituye el objeto de la filosofía Epicuro valoraba como placer fundamental la tranquilidad del alma y la ausencia de dolor: *la ausencia de turbación y de dolor son placeres estables& en cambio, el $oce y la ale$ría resultan placeres en movimiento por su vivacidad 0uando decimos entonces, que el placer es un fin, no nos referimos a los placeres de los inmoderados, sino en hallarnos libres de sufrimientos del cuerpo y de turbación de l alma+ 1na rica vida privada, rodeada de amistades y de placeres moderados con el mínimo de dolores posibles y tranquilidad en el alma, brinda la felicidad