Resumen En este ensayo sobre “La compañía bananera en Macondo” se explicara que papeles cumplía la empresa bananera en Macondo como neocolonizadora y que posibles poderes sobrenaturales esta tenía. Por supuesto también se tomara en cuenta la masacre de las bananeras en el Magdalena en el año 1928 y como este evento es narrado por Gabriel García Márquez en su obra “Cien años de soledad”. La masacre se relaciona también con la revolución bolchevique rusa la cual buscaba también reformas obreras y un sistema socialista. La verdad sobre el evento en el Magdalenas es, sin embargo cuestionado por el Estado quien no da respuestas concretas en referencia a los muertos y de donde han surgido varias hipótesis al respecto. Palabras clave: Masacre, neo, colonización, cien, soledad.
Abstract In this essay on "The banana company in Macondo" explain the rol from the banana company in Macondo as possible colonizig and this had supernatural powers. Of course also take into account the slaughter of banana in Magdalena in 1928 as this event is narrated by Gabriel García Márquez in his book "One Hundred Years of Solitude." The slaughter is also related to the Russian Bolshevik revolution which workers also sought reforms and socialist system. The truth about the event in the cupcakes is however disputed by the State that does not give concrete answers referring to the dead and where there have been several hypotheses. Key Words: Massacre, neo, colonization, hundred, solitude.
En 1928 los trabajadores de la United Fruit Company entraron en huelga para lograr un alza de salarios y para una mejor prestación de servicios. El gobierno de Abadía Méndez dio un tratamiento de orden público a ese conflicto y en diciembre de 1928 militarizó la zona bananera de Santa Marta cuyas consecuencias traerían consigo la muerte de los manifestantes. Desde inicios del siglo XX se sabe que Colombia es una colonia de las potencias imperialistas y las multinacionales americanas, Colombia se convierte en terreno fértil para que multinacionales extranjeras, mejor dicho estado unidenses, se expandan por el país, atropellando unos gobiernos políticos corruptos y favorables a sus intereses. Gabriel García Márquez hace referencia a este hecho histórico en su novela “Cien años de soledad” donde narra como el neocolonialismo y a la masacre llegan a Macondo y sus posibles poderes mágicos que trae consigo. En la obra “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez la masacre es traída por los adelantos que llegan al pueblo de Macondo y traen consigo extranjeros quienes implantan una producción mono productora del banano. La masacre es representada en este caso con José Arcadio Segundo como protagonista, quien forma parte del grupo de manifestantes contra la compañía bananera. Los manifestantes se reúnen contra el ejército exigiendo una reforma que de mejores condiciones a los obreros. Los soldados que llegaron a Macondo con la intención de restaurar el orden público, en su momento al mando el general Carlos Cortes Vargas, traían consigo un artículo donde declaraba a los huelguistas como malhechores y facultaba al ejército para matarlos a bala. Efectivamente a los huelguistas no responder a dichas ordenes, los militares abrieron fuego quedando solo José Arcadio Segundo como sobreviviente, quien despertó en un vagón de tren, a su alrededor podía observar una cantidad de muertos 3000 o más según José Arcadio Segundo. Al tirarse del tren José Arcadio Segundo busca ayuda en casas y pregunta por la noticia de los muertos pero para su sorpresa parece que nadie ha sido informado o que la manifestación fue tratada sin ninguna consecuencia. Así pasa el tiempo, en Macondo aquellos que sabían algo de la masacre o se oponían a la compañía bananera eran asesinados. “La inconformidad de los manifestantes se fundaba en la insalubridad de las viviendas, el engaño de los servicios médicos y la iniquidad de las condiciones de trabajo. Afirmaban, además, que no se les pagaba con dinero efectivo, sino con vales que solo servían para comprar jamón de Virginia en los comisariatos de la compañía”. (García, G. 2002, página 310) No podría explicarse por qué ocurrió un episodio como la masacre de la Zona bananera del Magdalena, sin tratar de entender la influencia de un acontecimiento diez años atrás, la Revolución bolchevique de Rusia, al concluir la primera guerra Mundial. Primera república socialista en el mundo, muchos veían materializado el ideal de la igualdad social y de la justicia verdadera, la redención de las clases trabajadoras y el fin de la explotación del hombre por el hombre. He aquí una referencia donde se puede demostrar que los intereses de los manifestantes bananeros coincidían con la revolución bolchevique rusa. “En su programa prometían la paz, el reparto de tierras entre los campesinos, la dirección de las fábricas por los obreros y la nacionalización de la banca y de los medios de transporte” (Hernández, J. et al. 2012, página 12)
Para la United Fruit Company y el gobierno las cosas seguían como si nada hubiera pasado. Algunos trabajadores se organizaron en especie de guerrilla y quemaron plantaciones, sabotearon el servicio telegráfico, eléctrico y cortaron las carrileras de la empresa. El general Carlos Cortés Vargas reconoció nueve muertos. El gobierno trece y 19 heridos. Pero la comisión de investigación del Congreso, encabezada por Jorge Eliécer Gaitán, descubrió fosas comunes, por lo tanto es seguro que las víctimas fueron más de 1.500. El militar explicó su decisión argumentando, que podría llevar a que tropas estadounidenses desembarcaran para proteger los intereses de la frutera. Y él quiso evitar una invasión a Colombia. El 16 de enero de 1929, el diplomático estadounidense Jefferson Caffery reportó al Departamento de Estado: “…tengo el honor de informar que el representante de la United Fruit Company en Bogotá, me dijo ayer que el número de huelguistas muertos por las fuerzas militares colombianas pasa de un mil…” (Caffery, J. 1929)
La gran transformación en Macondo llega con los extranjeros quienes imponen su estilo de vida y es colonizada económicamente por la compañía bananera norteamericana. La fuente de la riqueza y el trabajo en Macondo es ahora el banano. Los antiguos comerciantes se pasan a ser asalariados agrícolas, se introducen una serie de adelantos: el ferrocarril, la luz eléctrica y el cine. Macondo es un pueblo de diversión. Gabriel García Márquez narra en su obra la historia humana a través de las etapas que cualquier sociedad subdesarrollada ha vivido. Se puede seguir la evolución, desde los orígenes de esta sociedad, hasta su extinción, esos cien años representan en Macondo las etapas por las que han pasado o están pasando la mayoría de la sociedad del tercer mundo los países neocoloniales. En Colombia son varias las empresas quienes abusan de la labor de la tierra, de las comunidades y del país. Extraen hasta mas no poder nuestros recursos hasta dejarnos un poco de lo mucho que tenemos, los gobiernos corruptos por medio del dinero venden nuestro país a industrias extranjeras. “La segunda gran transformación historia de esta sociedad, que, hasta ahora, ha venido evolucionando dentro de límites restringidos pero según un modelo de desarrollo independiente, ocurre cuando es colonizada económicamente por la compañía bananera norteamericana y convertida en país monoproductor de materia prima para una potencia extranjera, en una sociedad dependiente” (Vargas, M. 2007, página XXXIII) Los extranjeros trajeron consigo poderes “mágicos” (fiebre del banano) así como muchos hechos los representa Gabriel García Marque en su obra. El último periodo de la historia de Macondo se inicia con un cataclismo natural, el diluvio, que empieza con la partida de su vida económica, la compañía bananera. “Llovió cuatro años, once meses y dos días” (García, G. 2002, página 325). La empresa desmantelo sus instalaciones y con ella se marchan los extranjeros que trajeron la fiebre del banano. El lugar donde prosperaron las plantaciones se convierte en un tremedal de cepas putrefactas y macondo inicia una existencia monótona y ruinosa de aislamiento y pobreza, hasta convertirse en un pueblo muerto, deprimido por el polvo y el calor. Para concluir, resalto la enorme asimetría moral de la sociedad colombiana frente a sus víctimas. La opinión pública condena ciertos actos atroces inaceptables, como los secuestros de la guerrilla,
pero se muestra silenciosa frente a las víctimas de otros crímenes, como los falsos positivos de la Fuerza Pública o las matanzas y desapariciones de los paramilitares. La famosa matanza en la zona del Magdalena no género, ninguna responsabilidad penal ni política, es decir que en Colombia los casos que convienen al Estado son ocultados o por lo menos no conllevan a ninguna consecuencia. Las víctimas tienen un valor en Colombia donde algunas son más importantes que otras. Gabriel García Márquez nos deslumbra, otra vez con su realismo mágico narrando hechos históricos a través de lo imposible, hechos que marcaron nuestro país y que demuestran que en Colombia la “igualdad” no existe o al menos en algunos casos. Colombia siendo todavía una neo colonia extranjera espera así un cambio totalmente indivisible. Bibliografia: Revista Credencial Historia (2005, octubre). La masacre de las bananeras. Recuperado el primero de mayo de 2014, de http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/octubre2005/masacre.htm Uprimny, R. (2008). La masacre de las bananeras y la desigualdad de las víctimas. Recuperado el primero de mayo de 2014, de http://www.dejusticia.org/#/actividad/510 Calvo, H. (1928). La masacre de las bananeras. Recuperado el primero de mayo de 2014, de http://www.rebelion.org/noticia.php?id=118822 Iniciativa Comunista (2011, octubre). El neocolonialismo en Colombia. Recuperado el primero de mayo de 2014, de http://www.lahaine.org/index.php?p=56922 Vargas, M. (2007, marzo) Cien años de soledad. Realidad total, novela total. Edición digital a partir de la de Cuadernos Hispanoamericanos, núm. 681 García, G. (2002). Cien años de soledad. Bogotá, Colombia. Editorial norma S.A. Hernández, J. et al. (2012). Ciencias sociales integradas Vicens Vives 9. Bogotá, Colombia. Vicens Vives