César Actis
El Camino es Uno mismo
Life Quality Project International
Aie! el cAmino es uno mismo
Buenos A ires 2010
César Actis
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LIFE QUALITY PROJECT INTERNA INTERNATIONAL TIONAL
Actis, César AIE! El camino ca mino es uno mismo. - 1a ed. - Buenos Aires: De Los L os Cuatro Vientos, Vientos, 2010. 160 p.; 22,5x15,5 cm. ISBN 978-987-08978-987-08-0222-8 0222-8 1. Narrativa Argentina. I. Título CDD A863
Fotografía de interior: Silvio Farhat Diseño de tapa e interior: Emanuel A. Blanco © 2010 2010 César Actis Reservados los derechos Para comunicarse con el autor: irecabariloche@yahoo. irecabariloche@ya hoo.com.ar com.ar Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 ISBN 978-98 978-9877-08-08-0222-8 0222-8 Impreso en Argentina De los Cuatro Vientos Editorial
Balcarce 1053, Ocina 1 (1064) - San Telmo - Buenos Aires Tel/fa el/fax: x: (054-11 (054-11)-43 )-4300 00-0924 -0924
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Dedicado a Alfredo y Ava (Lo más grande y lo más pequeño en mi vida)
Agradecimientos: Adriana, Celia, Nanina, Silvio, Pino, Pablo y José Luis
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PRÓLOGO
Existe la idea generalizada de que el hombre puede considerarse realizado cuando ha plantado un árbol, ha tenido un hijo y ha escrito un libro. Sin embargo, la verdadera realización humana va mucho más allá de esos actos. Un hombre, en sentido genérico, se realiza cuando vive en la Presencia. Este pequeño libro es una manera de compartir con los amigos buscadores algunas de las circunstancias causales y “fortuitas” que me condujeron al encuentro de un Hombre Completo, un Maestro de Verdad. Para que este encuentro se produzca, es fundamental haber sentido la necesidad que surge del anhelo de nuestro ser, que clama por una vida sincera y que intuye, que más allá del ruido cotidiano, existe una realidad, plena, inconmensurable, eterna, que todos sentimos, percibimos y de la cual hay miles de pequeños impactos que pueden habernos alcanzado. Como esos instantes de unidad, de riqueza total que todos vivimos alguna vez y luego reconocemos en lecturas de libros, relatos de buscadores; en narraciones como las famosas leyendas de los Caballeros de la Mesa Redonda; en películas como la Guerra de las Galaxias o el Señor de los Anillos, que con su magia despiertan en el corazón el deseo profundo de reconocer toda esta inmensidad y pequeñez que somos; de 11
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comprender esta maravillosa conjunción que es la vida, con nosotros en ella, con sus innitos matices y manifestaciones. El sentido de la vida es esa búsqueda constante, en cada momento, de experimentar y comprender ese “algo” tan especial, tan escurridizo y que al mismo tiempo percibimos como extraordinariamente cercano. El cambio cualitativo en la existencia de un ser humano es llegar a transformarse de buscador en encontrador. Sin embargo, al nal, cuando alcances la Meta, reconocerás que lo más importante es lo que has transitado y seguirás recorriendo. En estas páginas hallarás historias verdaderas, las que conguraron mi destino de buscador; también la leyenda de un viaje en los albores del mundo que tiene como propósito recordar y recordarse a sí mismo, como un verdadero caminante de la vía y nalmente, las reexiones de un discípulo que ahora busca expandir redes de amistad sincera para compartir, dar, una y mil veces, algo del increíble caudal de amor y alegría, que llena las alforjas del viajero en contacto con la Fuente. Es un libro que puedes leer por dónde quieras porque tiene muchos comienzos, siempre continúa y jamás termina. Por eso, es mi deseo más sincero que estas líneas te acompañen durante el tiempo que te lleve leerlas y que además despierten tu corazón y tu esencia como lo han hecho conmigo otras situaciones, encuentros y señales que fueron sumamente importantes ya que avivaron el instinto y agudizaron el olfato para no dejar pasar la Oportunidad real si alguna vez llegaba a presentarse. 12
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Descubrirás que los libros, a veces, están vivos y debes escucharlos cuando hablan. Aunque sin olvidar que las palabras son solo indicios y que detrás de lo que dicen, está aquello que se escucha, se recibe y se comparte en el silencio: el Verdadero Conocimiento.
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PRIMERA PARTE “LOS INICIOS DEL VIAJE” Libro I De lo que le aconteció a un buscador cuando descubrió que había algo más detrás de los velos cotidianos Mi vida transcurría plácidamente en la ciudad de Córdoba, República Argentina. La niñez y la adolescencia fueron sumamente alegres e intensas. Sin embargo, mis padres sabían que algo desde siempre me inquietaba. “César”, decía mi madre “¿hasta qué hora vas a tener la luz encendida? ¡Esos libros te van a quemar la cabeza!” Efectivamente, pasaba horas leyendo, indagando, tratando de descubrir algo más allá de un mundo repleto de fantasías e ilusiones vanas. Además, un sueño recurrente que recordaba después, en el tiempo de vigilia, solía rondar en mi mente. Era un sueño del que me despertaba cubierto de un sudor helado. Un hombre me hablaba, me susurraba palabras que yo no comprendía. Sus ojos centelleaban desde el brillo de una espada que se movía despejando las telarañas de mi mente. Intuía que en algún lugar del mundo lo encontraría, era el anuncio de que existía la posibilidad de una vida más completa. Todavía no vislumbraba una salida, por entonces era solo un atisbo de otra realidad mientras continuaba fuertemente 15
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aferrado a los esquemas del mundo, respondiendo a los impulsos externos que alimentaban y desaaban mi avidez de conocimientos. Sabía en lo más profundo de mi ser, que existía un universo al cual no había accedido aún. Había descubierto otras realidades, y las lecturas de los antiguos griegos (que durante la secundaria traducíamos directamente del griego y del latín), me producían una gran curiosidad. ¿Cómo llegaron estos hombres de la antigüedad a saber tanto sobre la naturaleza humana?, ¿cómo pudieron producir obras losócas que dos mil años después continuarían afectando el pensamiento de toda la humanidad? Sócrates, Platón, Aristóteles, Homero, me desbordaban con su cúmulo de ideas y conocimientos. Comencé a pensar que la vida y el destino consistían en encontrar el lugar donde existía esa realidad. Sí, era un joven feliz, muy privilegiado, siempre caminando hacia delante pero sin una dirección clara, con más deseos que lucidez, con más potencia que sentido común. Pero también me sentía vacío y muchas veces, en contacto con la naturaleza, en soledad, escuchaba el lamento interno por estar separado de algo que ni siquiera vislumbraba en mis tiempos de adolescente buscador. Leía mucho, todo lo que podía, creyendo que allí encontraría la verdad que estaba buscando. Y nalmente, de tanto buscar caí en el sinsentido y en el aturdimiento del mundo exterior, como todos, recorriendo los espacios que la amistad, el deporte y la sociedad ofrecían. Así transcurrió mi juventud 16
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y entre las pocas opciones que el mundo ponía a mi alcance me decidí por el ámbito de la política y me sumergí, por falta de otra cosa, con entusiasmo, en lo cotidiano. Eran tiempos vertiginosos, complejos, caóticos, inaprensibles y llenos de ideales transformadores del mundo exterior, basados en el instrumento de la política que impactaba con fuerza los años 60. Por poco más de una década estuve dedicado a estas actividades, inmerso esta vez en la losofía de Hegel en adelante y participando en reuniones en las que se creía que el mundo podría cambiarse con propuestas que hasta parecían brillantes y que hoy, a la distancia veo que eran solo estados ideológicos, vanos, aunque cautivantes, que me parecían la única salida posible en aquellos momentos. Nos reuníamos en grupos, en las afueras de la ciudad de Córdoba capital con el n de discutir las mil diferentes propuestas políticas que supuestamente iban a transformar la realidad de mi ciudad y quizás la de todo el país. Esta situación era compartida por miles de personas, simultáneamente, en muchos lugares del mundo; teníamos la convicción de que la transformación podía darse mediante cambios externos, revolucionarios y políticos. Fue en el período del “mayo francés”, “la primavera de Praga” y del “cordobazo”, cuando vi las palabras que aparecieron en un muro “Córdoba, primer territorio libre de América Latina”. Sentí una fuerte conmoción ante lo que signicaba la libertad, palabra que por primera vez me estremecía de una manera profunda.
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Libro II De lo que le aconteció a un buscador cuando pasó por noches muy oscuras Cuando era niño le tenía un profundo “respeto” a la oscuridad por lo que mantenía encendida una pequeña lámpara, la misma que usaba para mis lecturas a hurtadillas, de los libros de Lobsang Rampa, de aventuras variadas y en los periódicos, de los temas sobre la realidad social de un país inquieto, insatisfecho, imprevisible y en el que por momentos se respiraba el anhelo de cambios. Quizás durante mi alegre juventud ya estaba presintiendo los difíciles sucesos que me conducirían por senderos oscuros y complicados. Lo importante fue comprender que nada, absolutamente nada, ocurre por casualidad, que todo tiene un propósito. Y es precisamente ese Plan el que uno desconoce. Transcurría la época de los movimientos políticos del 68 y mi juventud transcurría en la aceptación, por un lado, de la rutina cotidiana y por otro en “vuelos intelectuales” junto a un anhelo potente y desconocido que brotaba desde mi interior buscando las maneras de atravesar las barreras que una sociedad sin alegría, nos ponía por delante y que me impelía a investigar siempre, indagando, queriendo ir más allá, al encuentro de la fuente de la transformación profunda y plena. La vida política de los años setenta era convulsa; creíamos que a través de un cambio del sistema transformaríamos el mundo. Eran tiempos de violencia social y de riesgo; en las calles y en las universidades nada era seguro, la represión por 19
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parte del Estado aumentó hasta alcanzar niveles durísimos y no podía sospechar que a la vuelta de una esquina la realidad me pondría a prueba. Y que se aproximaba una experiencia que signaría para siempre mi viaje en este mundo. Así fue que una noche irrumpió en mi casa un grupo de militares que me introdujeron en un ford falcon y me llevaron por lugares muy oscuros, a causa solamente, de pensar distinto. De pronto fui un desaparecido más. Durante varios días estuve junto a mi compañera en un lugar en donde se vivían situaciones terribles, indescriptibles e inimaginables; secuestrados, a merced del arbitrio de otros, sin el más mínimo horizonte o capacidad de hacer algo y por delante solo la esperanza de sobrevivir de minuto en minuto. La respiración se volvió increíblemente importante, en lo único que existía. Un mediodía, después de que me condujeran a través de un patio, con los ojos vendados y esposado, me encontraba sentado en algo que parecía el cordón de una vereda, al sol y mientras estaba allí ocurrió algo sorprendente: por un instante se abrió un espacio innito de percepción indescriptible para mí, Todo era Uno y yo era partícipe de esa totalidad inundada de belleza y de eternidad. Fueron solamente unos segundos en los que, además, comprendí que nos liberarían ilesos. Y efectivamente, horas más tarde, nos condujeron hacia un campo en donde nos soltaron y de allí pudimos regresar a casa. A partir de ese momento, fugaz y eterno que nunca más se borró de mi memoria, algo cambió. Entonces, la búsqueda 20
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pasó de ser una simple curiosidad a un estado de desesperación y de una enorme sed por comprender. Luego del episodio del secuestro, con unos ahorros y ayuda de la familia pude pagarme un pasaje a Europa. Primero llegué a España, donde pude respirar con alivio en un lugar en el que no se vivía la inseguridad ni la represión. Después de una corta estadía en Barcelona y Madrid surgió la posibilidad de radicación en Suecia. En ese sitio, lejano y hospitalario, me encontré con otras costumbres, otra manera de ver el mundo. Y sobre todo impelido a integrarme lo más completamente posible a una situación cultural muy diferente, en idioma, clima, paisaje, manera de vivir; realidades que me resultaban sorprendentes y que no me dejaban otra opción que la de asimilarlas, insertarme y experimentar, para sobrevivir dignamente. Si bien el que fue mi país antrión es lo más amable que uno pueda imaginar y guardo en mi corazón una enorme gratitud a la posibilidad que me brindó, tuve que afrontar la exigencia de aprender rápido el idioma sueco y el inglés y trabajar duramente para sostenerme económicamente, debiendo además, estudiar varias horas al día. Quería vivir plenamente aunque el país fuera extraño, generar amistades, como un explorador, buscando saberlo todo. Sin embargo, luego del profundo impacto que viví antes de salir de Argentina, comenzaba a entrever que el saber intelectual no puede explicarlo todo y que ese “algo más” que latía fuertemente en mi pecho, seria más tarde descrito correctamente como Conocimiento Verdadero. De esa idea me iba dando cuenta gradualmen21
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te, sobre todo porque comencé a frecuentar grupos de estudio, lecciones de antropología, debates, donde comencé a vislumbrar los primeros atisbos de una investigación que se abría en el mundo Occidental en relación al acercamiento entre ciencia y religión, con la buena fortuna de contar con profesores muy calicados y su delicada generosidad hacia mis interrogantes, teniendo en cuenta la paciencia que requería escuchar mis balbuceos en un idioma que estaba lejos de dominar aún. Hasta ese momento mi deseo exclusivo de comprender e indagar, me produjo un apego profundo a los libros y a la erudición. La vida cotidiana era intensa y exigente, y los recursos económicos escasos, por lo que con la única nalidad de sobrevivir, conseguía trabajos temporarios, entre ellos el de enfermero en un hospital psiquiátrico. Esa experiencia cambiaría muchos esquemas y estructuras que hasta entonces tenía de la vida; pude valorar que aun en medio de las dicultades más increíbles, el buen trato, la amabilidad y la atención, abrían espacios a la integridad. En denitiva, ese trabajo fue un aporte que no sólo me permitió solventar mis gastos para mantenerme sino también para estudiar y continuar con mi carrera de Historia de las Religiones y Antropología Social en la Universidad de Lund. Como la cátedra contaba con pocos estudiantes, tuve el benecio de una asistencia directa y personal por parte de los profesores, lo que me brindó la posibilidad de indagar acerca de uno de los interrogantes más contundentes que había quedado muy grabado en mi mente desde el momento en que 22
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cierta vez el profesor de griego me pidió que tradujera: “Conócete a ti mismo”. La búsqueda de aquella respuesta a quién es uno mismo, continuaba activa como la entrada del oráculo de Delfos, que sería necesario transponer un día, en esta vida, para resolver esta cuestión fundamental. Una de mis características era la de intentar consumir todas las cerillas de mi existencia en un instante pero más tarde comprendería que la luz se enciende de a poco y que el tiempo es un factor determinante en la evolución, ya que requiere mucho tiempo y paciencia llegar a estabilizar un nuevo estadio de conciencia. Después de siete años nalmente me recibí. Permanecía inquieto en la búsqueda de lo real y aunque me iba muy bien en el trabajo había un espacio que aún no había transitado, un cierto porcentaje de mi vida que no cerraba del todo y un hueco profundo que no alcanzaba a colmar. Las respuestas que obtenía intelectualmente no bastaban, no tenían la contundencia de las certezas y en un diálogo muy profundo con mi profesor luego de haber manifestado esta insatisfacción, él me había comentado que lo que en realidad yo estaba buscando era el Conocimiento y desde la Universidad no me lo podrían dar, solo me brindaban datos e informaciones que estaban disponibles acerca de cómo era el proceso que habían transitado los profetas y los maestros, teniendo en claro que desde allí a la vivencia real había un gran abismo. La honestidad intelectual de Olor Peterson, mi profesor, llegó a su punto más alto cuando me dijo: no los podrás 23
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encontrar, serán ellos los que por indicios te harán saber de su presencia; permanece atento y relájate, ya que si los buscas entre 6.000 millones de seres te puedes perder... Y así, por ocio de un destino impersonal y extraño, visité lugares insospechados, recorrí templos budistas; lugares como la Alhambra de Granada y la mezquita de Córdoba, el Partenón en Grecia, el Panteón de Roma y Stonehenge, mientras continuaba leyendo libros de antiguas religiones. Quería saber algo más, quería experimentar la posibilidad de sentirme uno con el Universo o tal vez de vivir la sensación de ser más real. En ese lugar y en ese tiempo, descubrí algunas señales e indicios que me conducirían hasta las puertas de un Camino de Verdad. Cada tanto caía en la desesperanza, nada me contentaba. Extrañaba la Argentina, más bien sabia, que la tarea sería más fructífera en mi Córdoba natal, teniendo como nuevo punto de partida la experiencia enriquecedora que Europa me estaba brindando. Sin embargo aún no era tiempo de volver. Era necesario esperar, con paciencia, a que la política cambiara en mi país para no volver a correr el riego de “desaparecer” de repente. El regreso debía darse cuando el momento fuera propicio para cumplir con el propósito que el diseño tenía pensado para mí. Y que, por instantes, lograba vislumbrar tenuemente. Y así lo hice no sin antes haberme complicado en un sinnúmero de inconvenientes que me llevarían a cometer muchos errores, ya que por ignorancia y desesperación buscaba mi camino, equivocándome siempre, tras expectativas ilusorias, 24
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conocimientos parciales, meditaciones, grupos y viajes que si bien fueron interesantes, lo más signicativo fue aprender por la vía negativa, ésto no es, ésto no es. Esos años fueron difíciles, desarraigado no de la cultura, sino de un mundo que no lograba comprender por su supercialidad, su hipocresía, su efímera satisfacción turística, sin profundidad, sin sinceridad, enmascarado tras los roles externos que la cotidianeidad, sobre todo en los países más desarrollados, impone implacablemente, aunque, naturalmente, también había momentos de alegría, de lo contrario me habría secado como un brote en el desierto. Por eso, le rogaba a la vida, todos los días, que de alguna manera me mostrara los indicios para hallar una vía, un camino con corazón que me permitiera ser cada vez más impecable, más real y quizás más auténticamente feliz. “Todo el que haya oído hablar de mí, que se prepare para venir a verme; todo aquél que me desee, que me busque. Cuando me encuentre –y me encontrará– que no tenga ojos más que para mí.” Shams-i Tabriz
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Libro III De lo que le aconteció a un buscador cuando encontró a un Maestro Contemporáneo Durante los años ochenta mi vida se había tornado vacía. La búsqueda, que era el motor de mi existencia, no encontraba respuesta clara. En mi interior reinaba el caos, puesto que sentía que Suecia, donde todavía me encontraba, no era el lugar para mí y que esa etapa del viaje había terminado. La necesidad de volver a la Argentina era cada vez más fuerte, sobre todo por la intuición de que allí podría encontrar mi lugar en el mundo real, no geográco, ni político, porque varios indicios me señalaban que la ubicación de la presencia de un maestro o un guía, por la que mi corazón clamaba, se daría en mi país. Ahora sé que el anhelo era tan poderoso y tan fuerte que estaba resonando en el lugar exacto, el más precioso, el corazón de un maestro de verdad, que según sus propias palabras, al sentir el grito de mi ser, había arbitrado los medios para encontrarme, tal como lo había anunciado mi viejo profesor de Historia de las Religiones. “¡Ellos te encontrarán!” Es posible armar, por este motivo y así ha sido siempre, que sólo un hombre despierto reconoce a un buscador; un hombre dormido no puede reconocer a un hombre despierto; lo hará, solamente en la medida en que al avanzar por la vía, comprenda por su propia experiencia y pueda así reconocer al buscador sincero. 27
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Hay una brecha inconmensurable entre lo que creemos que somos y lo que realmente somos; son dos mundos increíblemente separados, aunque la mente menor y los deseos humanos lleguen a crear un espejismo en el que miles de personas quedan subyugadas y sugestionadas con supuestos estados superiores de conciencia, que en denitiva no van mas allá de permitirles justicar su presente de manera de hacer más llevadera la cotidianeidad, dejándolas presa de un engaño atractivo, esotérico, ecológico y evolutivo. Dándome cuenta de ésto, hacía un verdadero esfuerzo por liberarme de la ilusión y creo que eso produjo una cadena de causalidades en la que se sucedieron las coincidencias y los sincronismos. Con el apoyo de mis mejores amigos conseguí reunir las fuerzas para concretar la rme decisión que había tomado. Fijé plazos, compré los boletos de avión y me despedí de los seres queridos que quedaban en la ciudad de Lund por la que caminé unos días antes mirando por última vez ese entorno y agradeciendo su hospitalidad. Iba comprendiendo vivencialmente que no es uno el que busca sino que las cosas, los libros, los maestros, los caminos te encuentran. Te llaman clara y contundentemente y estos impactos son fundamentales. Únicos y pasajeros; si no respondes en el momento, puede que nunca regresen. La plena decisión de cambiar mi destino, agudizó mi estado de alerta y tuve la “suerte” de que La Última Barrera, libro impactante y útil, llegara a mis manos. Narra la historia concreta de uno de los maestros de la Antigua 28
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Tradición y muestra con claridad y contundencia que existen posibilidades de tomar contacto con ellos. Por mis estudios sabía que esa experiencia, de contacto directo con la Fuente, narrada en el libro, es una de las más elevadas que se le permiten al ser humano durante su vida. Y entonces recordé otra señal, recibida en este caso del Dalai Lama un mes antes de que ese libro llegara a mis manos, en un encuentro en el que le había solicitado su consentimiento para viajar a Dharamsala en la India y desarrollar mi tesis sobre “la transmisión de conocimiento a los niños”. Una hermosa carta dorada, que recibí días después, rezaba así: “Su Santidad le da la bienvenida y usted podrá estar el tiempo necesario entre nosotros”. La posibilidad del viaje a Oriente resultaba atrayente pero lo fundamental fue comprender que mi llamado había sido respondido. Allí, en lo alto de la India, donde los maestros operan desde hace milenios, me estaban escuchando. El mismo Dalai Lama me había dicho que, muy probablemente, iba a vivir la experiencia del Conocimiento y que ésta se desarrollaría en Occidente. Entonces, se armó en mí la certeza de que la vía que buscaba aparecería en esta región del planeta y desde lo más profundo de mi corazón agradecí, renunciando a viajar a los monasterios del norte de la India. El avión hacia Argentina estaba en hora de partida, yo había despachado ya el equipaje y me dirigía al embarque cuando un amigo danés, con quien había practicado artes marciales me acercó un libro de Rumi, regalo inapreciable que hizo que no sintiera las horas del viaje. 29
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Comencé a hojear las primeras páginas del libro y después aceleré la lectura y me dispuse a disfrutar de ella y del vuelo. Pero cada vez que quería leer dónde me lo había propuesto, las páginas se volvían como por arte de magia hacia una en particular. No me resistí más y dejé actuar la fuerza que me empujaba hacia esas palabras. Que decían así:
Ven, Acércate, quienquiera que seas; caminante, devoto adorador, amante de la vida, no importa quién seas. La nuestra no es una caravana desesperanzada. Ven, aun cuando miles de veces hayas violado tu voto. Ven, acércate una vez más, ven. RUMI Cada capítulo consistía en cortos relatos con un párrafo inicial, como el trascripto, que me conmovió especialmente porque conrmaba la tesis de mis estudios en Historia de las religiones: “el proceso evolutivo”; llegar a ser un ser humano completo era imposible sin la ayuda de alguien que hubiera llegado a la Meta y además tuviera la Gracia y la Generosidad de brindar su Enseñanza a uno que, como yo, estaba saturado de informaciones, experiencias, sensaciones, percepciones y muy escaso de simplicidad y sentido común. Dejé que las frases siguientes me invadieran. Te sugiero que hagas lo mismo amigo lector...observando con presencia y atención. 30
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El que no sabe, y no sabe que no sabe, es un tonto: evítalo. El que no sabe, y sabe que no sabe, es un niño: enséñale. El que sabe, y no sabe que sabe, está dormido: despiértalo. Pero el que sabe, y sabe que sabe, es un sabio: síguelo. Proverbio
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Mi alma bramaba de sed pero también de impaciencia. Estas palabras y todos los sincronismos que se habían ido produciendo habían generado en mí un deseo vehemente de hallar el acceso hacia una nueva fase de la vida. Misterio insondable pero tan real como la esencia misma de las cosas. El pasado se replegaba sobre sí mismo y yo me encontraba en el epicentro del cambio, estaba llegando a la Argentina. La democracia era incipiente. Ya en Buenos Aires pude descubrir que no se parecía a lo que había dejado años atrás. Sí, ciertamente ni el país ni yo éramos los mismos en mi caso por el número de experiencias que tuve antes del reencuentro con la tierra que me devolvería la esperanza objetiva. La alegría del regreso me hizo olvidar momentáneamente mi otra búsqueda mientras me internaba por las calles de Córdoba donde se oían los buenos augurios de nuevos horizontes para un país que había quedado enmudecido por el miedo y la impotencia. Las palabras se habían gastado y los argentinos se habían quedado huérfanos de ideas. Pero a pesar de todo se percibía en la ciudad, optimismo y necesidad de un cambio. Recorrí nuevamente la peatonal y me senté debajo del árbol de la plaza. De pronto, dos ruiseñores comenzaron a cantar y me conmovió la escena, no solo porque los ruiseñores se entrelazaban en un beso como un destello efímero sino por sus cantos que me transportaron hacia un “momentum” de divinidad. Al parecer, comenzaba a percibir un poco el aquí y el ahora. Momentos en los que el ruido de la ciudad desaparece, el silencio interior y el asombro se adueñan del instante y vives, sí, ¡vives! 32
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Mientras caminaba, volviendo a casa, imaginaba el contacto físico amable y tranquilo con un Maestro. Lo presentía como ese vacío que los ruiseñores generaron con su canto, unidos por el Amor. El autor de un libro importante, explicaba que lo que hace un maestro es activar la propia potencialidad que está dormida por los estruendosos impactos que se reciben del mundo exterior. O más bien lo que hace es quitar los velos que impiden ver el mundo real. En eso pensaba cuando descubrí una mujer hermosa que brillaba en medio de una cantidad enorme de gente. Fue esa luz que provenía de su esencia la que me atrajo profundamente. Estaba solo y buscando. Me acerqué a ella con cautela pero sabiendo en mi interior que iba a ser la mujer que me acompañaría en el camino. Entre tantas cosas que había estudiado, también había practicado y estudiado yoga y ella, Adriana, era instructora. La conexión fue rápida e inmediata. Demás está decir que con Adriana nos unimos y decidimos irnos a vivir al sur, a San Carlos de Bariloche. Una consigna fue decisiva, le prometí que conmigo no se iba a aburrir y fue la frase más seductora que dije en mi vida; desde entonces hasta hoy hemos compartido una gigantesca aventura de la que estos relatos son apenas una partícula. Teníamos claro que buscábamos algo, sin saber de qué se trataba y eso potenció la intención de amarnos. Los primeros tiempos fueron duros, aunque el lugar y la gente de allí nos recibieran con amor y alegría. Ese Amor nos rodeaba todo 33
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el tiempo. Poco a poco los caminos fueron abriéndose y las situaciones coincidentes, precipitándose aceleradamente. Me veía obligado a hacer de todo: dar clases, seminarios de técnicas corporales que había aprendido en Europa, masajes, vender productos para la salud... había que sembrar para poder ver, más adelante, los frutos. Era necesario dar, dar y dar para poder recibir. El Centro que habíamos formado, comenzó a crecer y los alumnos, con asombro y curiosidad esperaban ansiosos los ejercicios que solíamos ofrecerles, siempre con humor y alguna “perlita” de regalo. Desde el comienzo de nuestro viaje juntos, Adriana y yo visitamos a cuanto grupo y reunión pudiéramos acceder, buscando las respuestas esenciales, lo que nos dio un espectacular panorama de todo lo que no era, porque las personas portadoras de información no poseían la sinceridad y la desnudez de los caminantes verdaderos; exponían muchos datos desprovistos de una vivencia, muchos anhelos sin una base concreta; nuestros sentidos estaban agudizados y losos. Y no podíamos permitirnos experiencias esotéricas que lindaban con el turismo espiritual, sin ese contenido trascendente y sencillo que sabíamos que debía tener como sustancia, una experiencia verdadera. Cuando habíamos renunciado a estos periplos, después de que todos nuestros intentos fracasaron, llegó la última coincidencia. Una alumna de yoga nos habló de un contacto. Su hija estaba de novia con un señor que conocía algo importante sobre el tema. Este hombre, al parecer, impartía un tipo de 34
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información directa, e incluso daría herramientas que hacían experimentar en la persona la posibilidad de vivir una vida más plena, sin preocupaciones, sin apego. Entonces, mi intuición me impulsó a pedir a nuestra alumna que me consiguiera la dirección de esa persona, sobre la que queríamos saber algo más. Pocas semanas después, cuando vino a Bariloche, lo primero que hice cuando lo tuve frente a mí fue preguntarle si él era un maestro, a lo que me respondió mirándome a los ojos, que no pero que conocía uno, sabía quién era, estaba en contacto con él y me podría facilitar la dirección. Fue así como me dio los datos de Alfredo, un hombre completamente desconocido para mí hasta ese momento. Salí precipitadamente a comprar una postal y allí dejé escrita mi intención de convertirme en un discípulo, solicitándole su guía y su enseñanza. A la mañana siguiente envié la postal por correo, tan naturalmente como si hubiera sido a un viejo amigo, aunque recuerdo que las palabras, la fuerza de la necesidad eran tales que las letras se dibujaban, con peso, con contundencia, signicaban algo más que importante para mi vida y tal vez, ahora lo sé, era una sola, la única oportunidad, de lanzar la echa hacia un blanco tan preciso. Sabía por mis investigaciones, que en los hombres y mu jeres que habían llegado a la plenitud, había coincidencias irrefutables y una de las que siempre se mencionaba, era la vivencia directa del contacto de corazón a corazón y que todo el Conocimiento podía transferirse sólo y únicamente de esa manera. 35
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Sabía en mi fuero interno que escribir esa postal era un hito clave, tal vez, la última barrera que tenía que saltar para llegar a conocer al Maestro que venía buscando desesperadamente desde hacía tanto tiempo. Y la respuesta llegó a los pocos días. Un cartero apareció con una gigantesca sonrisa, trayendo una carta timbrada en Italia en la que se me decía que la persona que tanto había esperado encontrar estaba muy contenta por el contacto que se establecía y que si Dios lo quería, me iba a utilizar para el Bien de la Humanidad. Fueron estas palabras fundamentales las que me impulsaron a comunicarme, a los pocos días, luego de la básica reexión que supongo que cualquiera haría en una situación semejante y llamé por teléfono, desde una cabina pública a Italia. Alfredo respondió con alegría. ¡Esperábamos encontrarte más al sur! Está todo bien, espero pronto conocerte personalmente, adelante, con el corazón lleno de alegría y de coraje. Esas palabras y las de su primera respuesta: Dios y el Bien hacia la Humanidad, resonaban en mi pecho. En ese sentido, si bien siempre había querido hacer el bien, sinceramente, desconocía la manera. Cuando miré el recibo de la llamada telefónica la duración había sido menor a 2 minutos y se había puesto en marcha la etapa más importante de mi vida. La de avanzar por el sendero de los que han llegado. Pocos días después me comuniqué nuevamente por teléfono con Alfredo y me pidió que nos reuniéramos los miércoles tres personas como mínimo, para comenzar con el Trabajo 36
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de lo que se dio en llamar la Nueva Fase. ¡Lo curioso es que desde hacía meses, ya nos veníamos encontrando tres personas los días miércoles y luego de una meditación, cenábamos juntos! A los pocos meses de iniciado el Trabajo, llegó Juan, un discípulo de Alfredo muy sincero y de suma conanza del Maestro, que vino a fortalecer el contacto y a darnos detalles técnicos imprescindibles para nuestro crecimiento y la correcta alineación al Propósito que se había gestado y era guiado desde el corazón del Amigo. Recuerdo que fuimos al aeropuerto a buscarlo y lo más llamativo fue que, aunque no lo conocíamos ni siquiera por fotos, lo reconocimos por su Presencia, es decir, se destacaba completamente del resto de la gente, estaba en el mundo pero sin ser del mundo, una claridad sorprendente nos indicó quién era y el primer abrazo, llano y frontal dejó abierta la conanza para hacer las preguntas que se nos acumulaban en la mente. Como era de esperarse, el contacto con Juan fue fundamental para el trabajo. Juan nos dio un impulso preciso y comprendimos que otra calidad de energía existía, que ya estábamos en contacto con ella y nos estaba despertando. Ese hecho fue decisivo para seguir nuestros avances en el camino. El trabajo no era fácil pero no por eso imposible de lograr. Nos reunimos con un pequeño grupo de amigos y Juan nos comentó lo siguiente: Ustedes no solo podrán percibir lo que diremos sino que algo podrá ser percibido en su ser profundo porque todo ser humano 37
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tiene una luz pequeña que cuando le llega el momento de necesidad por diferentes motivos o circunstancias, se enciende. Ustedes son personas que necesitan ir mas allá de la vida cotidiana, comprendiendo sinceramente, que de algún lado venimos y a algún lado vamos. Nosotros usaremos ahora el término luz y trataré de que puedan recibir con claridad y simplicidad lo que tengo que decir. Este es un momento importante por lo que está sucediendo aquí y ahora, en esta parte del planeta. En general las personas creen que Conocimiento es lo mismo que información, o sea la acumulación de datos que obtenemos de los libros, relatos, etc. Mientras que Conocimiento es la energía no verbal que llega solo a través de la conexión directa con la Fuente. El Conocimiento en la historia de la humanidad pasa siempre por una Cadena de Transmisión; todas las religiones en su Ori gen, tuvieron contacto con esta cadena de transmisión que existe concretamente y es útil para que el planeta, dentro del Universo, pueda cumplir con un Plan evolutivo bien preciso. Esto va más allá de nuestra comprensión habitual, ya que nos movemos y hemos sido entrenados para hacerlo, en un campo intelectual, mezclado con emociones, desde donde es muy difícil extraer conclusiones puras, que nos permitan avanzar cualitativamente. No hay posibilidad para el hombre que quiera desarrollarse de dar pasos reales en su propia evolución, si no tiene el contacto directo con la Cadena de Transmisión o con alguna persona que esté en contacto directo con la misma. Yo estoy hablando en este momento en nombre de un Maestro que es el último eslabón de esta cadena que tiene 14.000 años de continuidad, 38
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en la que siempre se infundió el Conocimiento de corazón a corazón; mi Maestro se llama Alfredo y cada vez que lo nombro o hago algo en su nombre, su energía automáticamente está presente. Todas las personas que están en contacto con él y pueden hablar en su nombre, son portadores de su energía, como cuando uno lleva agua fresca. El Trabajo que está haciendo Alfredo parte desde Europa y se desarrolla en Sudamérica y puede que esto les resulte familiar y útil o no pero lo importante sería que puedan percibir esta posibilidad que está más allá de mis palabras. El trabajo que está haciendo Alfredo se llama La Nueva Fase, que también es un nombre que coincide con un nuevo momento para el planeta y del cual de alguna manera, todos los seres que lo habitan pueden beneciarse. Así, el hombre podrá desarrollarse en las once dimensiones de la Creación, algo que los cientícos modernos han comenzado a estudiar y que por otra parte es evidente, si bien no logramos comprenderlo en su signicado completo ya que esto no termina en lo que podemos ver y percibir con nuestros sentidos habituales. El ser humano cuando comienza a despertar percibe algo más y gradualmente es capaz de tomar contacto con otra realidad, que no es ni fantástica ni tiene nada que ver con el poder. Miles de seres humanos han vivido estos estados de conciencia, que sin embargo, al tener contacto con un verdadero Maestro (palabra que no es fácil de comprender y hasta puede traer confusión porque está muy gastada), darán un salto cuántico en sus vidas y además esta relación será algo fundamental ya que nos permite trabajar de manera continua, diaria y simple para nuestra esencia, teniendo en cuenta, además, que el trabajo no es solo individual 39
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sino que se desarrolla en grupos y esto acelera el bien y aumenta la posibilidad de beneciar a la humanidad. Hecho que sucede en cierto modo, de manera automática, ya que se infunde, se inyecta en la humanidad, una energía conciente y autoenseñante, que permite vivir de una manera más profunda y libre, ver la realidad y poder aumentar el discernimiento y la velocidad de respuestas claras, para nosotros mismos y el medio que nos rodea. Esto funcionará y será posible, en tanto y en cuanto sople el viento solar, por eso es importante que tomen conciencia de la oportunidad, que seguramente todos hemos buscado y se nos presenta ahora, de desarrollarnos en esta vida, en el sentido más amplio y completo del término. El trabajo, el trabajo serio, lejos de todo romanticismo es Ser, poner en práctica, mas allá del intelecto, de las palabras, sabiendo que una situación como ésta, sucede cada miles de años y que permite que, en un corto período, las personas puedan avanzar notablemente y ese instante es ahora, no hay tiempo. Contando con el combustible del viento solar, el contacto se hará cada vez más crecientemente directo y el trabajo se acelerará más, sin formas, despojado de todo articio, para que el hombre pueda ver y regresar a Sí. Hubo inductores que tuvieron este contacto e inyectaron en Occidente nuevos modos de pensar; dejaron grabado en miles de seres que había otra cosa, más allá de lo mundano. Esos indicios refuerzan el concepto más importante que es la búsqueda y concreción de la conexión y sabemos que el trabajo no es intelectual, (si no, se llegaría a la meta, leyendo). Uno empieza a compren40
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der y se da cuenta de que puede avanzar, que puede ser cada vez más impecable, libre, completo, en contacto directo con la Fuente que canaliza la ciencia infusa. Pero lo importante es ser, no fantasear; recuerdo profundo en vez de cadenas conceptuales de pensamientos. Este es un trabajo cósmico, por eso el verdadero trabajo, se hace en contacto con un Hombre Completo. El contacto será, una vez establecido, fundamentalmente no–verbal y está disponible para quienes sienten el anhelo de hacer un trabajo profundo y verdadero, por eso se presenta una puerta abierta, un camino vivo y naturalmente cada uno deberá discernir, sinceramente, en su corazón. Ahora la cosa esta aquí, en este país y Alfredo impulsará que sucedan cosas para que esta evolución se dé y todos lo estamos notando, en cómo se deterioran las viejas formas mientras se gesta lo nuevo. La nueva fase de la humanidad no emergerá plenamente hasta que un importante número de seres humanos concientes obren en comunión con el Propósito y cada uno agregue todo el bien posible al conjunto sinérgico y poderoso, necesario e imprescindible para ver materializado el nuevo modo de vivir que corresponde a las personas de esta Era. Modo que es simple, libre, compasivo, claro, impecable, sincero, ético, y alegre, mas allá de lo emocionalmente conocido. Luego de esta invalorable visita, comenzó a fortalecerse y a experimentarse de manera permanente, un vínculo esencial y directo con el Maestro. Fue así como, poco tiempo después pude viajar a Italia. Fui recibido en Roma por los amigos y allí viví algo diferente. Ellos habían organizado una cena abundante para darme la bienvenida y si bien era la primera 41
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vez que los veía, la afabilidad en el trato, el hecho de sabernos en el mismo viaje, la sensación inexplicable de conocernos desde antes, me impactó profundamente. Entre las exquisiteces que habían preparado, una serenidad y alegría que no había experimentado antes en mi vida me invadieron y luego de un corto descanso viajé a San Benedetto del Tronto. Allí me alojó Juan en su casa y me dijo que por la tarde sería atendido por Alfredo en su ocina. La última barrera había sido atravesada. Mi encuentro con Alfredo fue la posibilidad de descubrir que, con amor, sinceridad y delidad se puede participar de la grandiosidad del universo. “El Maestro estará allí, contigo y en la distancia, no para ayudar a tus partes egoicas o a tus personalidades múltiples sino para que tu conciencia se abra, vuele y se despliegue con libertad absoluta.”
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Libro IV De lo que le aconteció a un buscador cuando encontró el lugar donde los senderos se cruzan para ser uno mismo Llegué puntualmente para ver a Alfredo en la ocina. Me acompañaba Juan. Ambos debieron haber percibido el pánico y a la vez la alegría que me embargaba por aquel encuentro. Alfredo me saludó con un abrazo. Me hizo pasar y empezamos a hablar. –¿Cómo estás César? –Muy bien –respondí algo nervioso. –Tu corazón ha clamado tan fuerte que tuve que arbitrar los medios para encontrarte y que llegaras a mí. Ven aquí, tómate un café –me dijo con tono amable. Se reía y noté que simultáneamente me estaba estudiando–. Tengo que explicarte el Trabajo que se está realizando y del cual tú serás uno de los responsables de difundir y alentar en tu país. Fue exponiendo con detalles precisos y técnicos cada paso del trabajo pero lo más contundente fue la forma en la cual me fue transmitida una energía de corazón a corazón. Algo parecía cambiar en el ambiente, todo estaba lleno de presencia, la ocina y todos los espacios de mi conciencia. El perfume impregnaba no sólo mi respiración sino mi cuerpo entero. En ese preciso instante recordé este poema: 43
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Porque amo existe un camino invisible que cruza el cielo. Los pájaros transitan ese camino; el sol y la luna y todas las estrellas viajan por él de noche. Kathleen Raine
–Recuerda –me dijo– que no somos nada si nos comparamos con el Universo pero somos la totalidad dentro de nosotros mismos, en este momento y siempre, puesto que no puede existir una célula que esté separada del Uno. Sin embargo debemos trabajar duramente para que esa conciencia se vuelva real y llevará tiempo, debes tenerte mucha paciencia y no tomarte demasiado en serio, para que, en la dicha, el Camino avance. Sé que podrás hacerlo. Cada palabra que escuchaba, me llegaba directamente al corazón, causaba un impacto profundo en mi cuerpo. La conexión era cada vez más fuerte y tenía la impronta de la inevitabilidad. Me sentía como un niño en medio de la nada y en el centro de todo. Cada tanto matizaba el trabajo de transmisión de impactos que constituirían mi equipaje, con ocurrencias muy divertidas que me hacían reír. Sentía que estaba, al mismo tiempo, ante algo completamente familiar y totalmente desconocido. Cómodo y a la vez inquieto; no podía manejar con mi funcionamiento habitual, lo que allí sucedía, una burbuja de 44
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conciencia, potente, sustancial y fresca, en la que viajábamos hacia nosotros mismos, hermanando su corazón con mi búsqueda. Notando lo tenso que me encontraba dijo: –Pero tú, si sabes yoga, ¡cómo no puedes relajarte! (En ese momento mis hombros llegaban hasta las ore jas); él se incorporó para buscar algo y al pasar por detrás me acarició la espalda diciendo –te voy a cambiar de categoría: de buscador te voy a poner ahora mismo, en encontrador. Todo sucedía vertiginosamente, como si cada segundo fuera en sí mismo una vida, me producía sorpresa y enojo dando en el blanco al apuntar con toda su artillería sobre mi sentimiento de importancia personal. Sabía que me estaba llevando hacia la posibilidad de acceder concientemente a mi pequeña porción de divinidad, conectada al Todo, lo que abría mi camino hacia un nuevo y esencial modo de vivir que aún no alcanzaba a entender. Se extendió generosamente explicándome acerca del momento que atraviesa nuestro planeta, activado enormemente por el viento solar y con ello la maravillosa oportunidad de contar con un combustible enriquecido para el despertar de nuestras cualidades, sabiendo que todos percibimos una realidad más amable y exquisita desde nuestro interior y cómo se hace para que esa riqueza sea puesta al servicio de nuestro bien y el de los demás. También acerca de la lucha interior contra nuestras personalidades cambiantes y lo inútil de oponerse directamente a ellas, siendo necesario, en 45
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cambio, un trabajo más inteligente a través de la creación de un cuerpo de luz, que absorba los meandros y tinieblas de nuestro bagaje personal dejando al organismo en la frecuencia unicada que lo conecta desde sí mismo con todos los seres vivientes y la memoria total, de la cual los Maestros han sido portadores y de la que los buscadores tenemos que nutrirnos. Como el trabajo en la Tradición pasa por varias fases, hay que tener en cuenta que una de las primeras es el desarrollo de la positividad, en forma armoniosa, para lo cual no se opera directamente sobre los aspectos negativos de la personalidad, sino de manera indirecta, reforzando la positividad, creando un nuevo “cuerpo” de luz a través del recuerdo profundo de uno mismo y la integración al Trabajo de la Tradición. Así puede aumentarse la calidad y potencia de este nuevo cuerpo. Es la acción del ser en el presente lo que gradualmente desplaza a la negatividad. Conciencia continua de estar en el Camino; actuar cuando es el momento correcto, con unidad, dedicación e Intención. Construyendo una base sólida, para luego hacer el verdadero Servicio, desde la impecabilidad, sin rigidez e impulsando fuertemente el Bien. Claro está que todo parece muy sencillo cuando desde la Belleza y la amabilidad del contacto con el Maestro te son transmitidos estos impactos, que siempre se perciben como cambios orgánicos, ya que intelectualmente se borran de manera instantánea. Eso que queda es lo que hay que potenciar y cuando llegó el momento, me dijo: 46
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–Te daré un ejercicio personal que durará unos minutos y ese será tu instrumento de contacto. No dejes de hacerlo. Uno es cuando no piensa . Esta frase dio lugar a mil elucubraciones en mi mente, ya que todo el entrenamiento del cual me había alimentado hasta entonces estaba únicamente basado en el pensar y no sabía hacer otra cosa. Con el tiempo comprendí, vivencialmente, que el Uno, la presencia, no necesita analizar, racionalizar todo lo que percibe, ya que es Una presencia permanente, conciente y al mismo tiempo vacía de toda supercialidad, a la cual no se le escapa nada. Es. Y a ésto todos lo sabemos perfectamente, aunque aceptarlo y dejarse permear por el misterio de nuestra propia esencia ya es distinto y solo los guerreros sinceros y con mucho coraje se atreven a vivirlo; millones solo lo verán como una película interesante; Ser es otra cosa. Y aunque quise demostrarle que me animaba a caminar hacia esos espacios misteriosos de mi propia conciencia, sonrió, diciéndome con dulzura: –Lo acepto, acepto tu entrega si bien no sabes lo que estás diciendo... AIE!
(Signica: Amor esplendente, en todas las células). Esas semanas en Italia, me formaron. Me reunía cada mañana y cada tarde un máximo de dos horas con Alfredo y 47
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luego, estaba con los amigos. Durante el momento de la cena, Él solía hablar a cada uno, aunque la mayor parte de las veces, sin dirigirse a alguien en particular. Su Enseñanza no podría denirse ni explicarse, había que experimentarla como una buena comida ya que es un alimento esencial. Son instantes en los cuales todo el Universo, en consonancia, se pone de acuerdo y los eventos emergentes están perfectamente hilvanados como en una sinfonía amorosa. Después de una comida con los amigos me parecía haber estado en una nave espacial y el mundo se dibujaba de nuevo ante mis ojos, como una escenografía construida en ese instante para que no me disolviera, y tuviera un punto de apoyo. El Amor. AIE!
(Signica: Entrego este grito de Alegría). –El trabajo ya está hecho, mi amigo. Ten presente que tú solamente eres un canal, un instrumento– me decía cada vez que nos encontrábamos en la ocina. –Despierta, es a ti al que le tiene que importar estar despierto. Vive, hasta llegar a tu frontera y tu Meta. Tienes que ser capaz de darte por completo en cada ahora, dar todo de ti en cada momento porque lo único que tienes es este momento y siempre es uno. No pienses más de lo estrictamente necesario ya que el intelecto si se usa demasiado fuera del campo donde es útil, alimenta tus personalidades; y hasta te puedes crear un ego intelectual. El trabajo 48
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no puede ser explicado, uno simplemente lo siente en todo el cuerpo, se Es. Este es el modo esencial de vivir. No te separes, la Unidad está en ti. Yo estaba un poco confundido. La nueva tarea que me tocaba, el cambio que día a día producía en mí, me generaba una tremenda impaciencia, todo era igual, pero algo ya había cambiado para siempre, gracias a Dios. AIE!
(Signica: ¡Gratitud! que se irradia en todas las direcciones). No saber lo que me esperaba, los sueños, las ilusiones y los velos con que el mundo exterior aparecía ante mis nublados ojos, desgastaban mi físico y me generaban ansiedad sin que lograra vislumbrar que ya estaba en medio del viaje hacia la transformación total. Había solicitado una Enseñanza, una guía y a pesar de ello todavía no me animaba a lanzarme hacia mi meta superior. Se requería más conanza. Los días pasaron muy rápido hasta que llegó el momento de volver a la Argentina. Mis valijas estaban llenas de un propósito. Sin embargo, ¿cómo lo llevaría a cabo? éramos solamente tres personas. Alfredo me había puesto en una encrucijada, un desafío al que tenía que responder.
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AIE!
(Signica: Avanzo, hacia la batalla con coraje y alegría). Empezaría con la creación de un grupo de buscadores, capaces de comprender y fortalecerse en unidad con el Plan y más adelante crear una asociación civil para el desarrollo del bien común y para transmitir abiertamente a la humanidad instrumentos útiles para la evolución. Tarea difícil, enorme pero grandiosa. ¿Qué corazón que ha buscado por los silencios de Dios no se regocijaría ante tal proyecto, creativo, proactivo, asombroso y al mismo tiempo, posible? Así fue que con solo tres personas empecé mi búsqueda externa pero pronto comprendí que éste era un viaje hacia el centro de mí mismo. Que este era el camino más importante. Estar ahí, aquí y ahora pasó a ser mi mayor ocupación y ser feliz y dichoso el más maravilloso de los ocios. AIE!
(Signica: Gratitud innita y puerta que se abre hacia la Libertad). Teníamos que empezar desde la nada. Sin embargo, los buscadores prontamente, comenzaron a escuchar el llamado del Maestro. ¿Cómo haría para que experimentaran el contacto profundo y el impacto que yo había sentido al entrar en contacto directo con Alfredo? 50
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Recordé nuevamente las palabras de mi instructor. Éstas me dieron nuevamente la pauta: “El Maestro estará allí contigo y en la distancia, no para ayudar a tus partes egoicas o a tus personalidades múltiples sino para que tu conciencia se abra, vuele y se despliegue con libertad absoluta. Cuando viajes en mi nombre la energía siempre te estará esperando, las puertas se abrirán y la vida te ofrecerá siempre las mejores condiciones, tu atención será el factor absolutamente determinante. Busca a aquellos que quieran ir más allá de las supersticiones, las ilusiones y la magia de cuarta categoría. Busca a quienes anhelan la libertad absoluta”. AIE!
(Signica: Libertad para ser Uno, más allá de los condicionamientos). Se fueron gestando grupos en Buenos Aires, Mendoza, Santiago del Estero, Santa Fe, la ciudad de Paraná en Entre Ríos, Corrientes, Tucumán y Córdoba. Luego se fueron sumando muchas otras provincias. Me sentía vivo como las olas que vibran desde lo invisible a lo visible, desde el centro del mar hasta el innito. Estaba experimentando la posibilidad de ser yo mismo plenamente y con conciencia, al mismo tiempo que debía caminar más allá de la lucha interior, las dudas, la arrogancia, la falta de experiencia y la dualidad que vivimos todos los seres humanos y que constituye el material de trabajo para forjar un ser completo. Las cartas de Alfredo 51
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daban en el blanco y hacían tambalear mis antiguas estructuras personales. AIE!
(Signica: Grito de entrega, cuando sale desde el ser profundo lo que Es). Sin embargo había que hacer un movimiento potente para seguir avanzando en el camino. Teníamos encomendado continuar con la Cadena de transmisión de Conocimiento que comenzó hace más de catorce mil años y que se mantiene trabajando en forma continua para lograr un ser humano completo y despierto, en conjunción armónica con el Universo, rol real al que estamos destinados, por nuestra condición de seres humanos y ser una condensación del tiempo. Debíamos tratar de vivir y de hacerles comprender a todos los amigos, buscadores verdaderos, que la ausencia de una conexión directa con la sustancia superior los iba a conducir inevitablemente a la tristeza, la mediocridad, al sonambulismo y a una vida sin sentido. En los primeros tiempos del trabajo que me fue encomendado, sentí una fuerza inconmensurable pero el ego también se hizo más grande y el Maestro me fue poniendo a prueba, pacientemente, a través de las experiencias de la vida. ¡La vida también enseña! Por las razones de la sinrazón me fui convirtiendo en un arrogante, insoportable, sobre todo para mí mismo y cuanto 52
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más luchaba contra algún aspecto de mi personalidad, mayor era el sufrimiento que se incrementaba fuera de mi control. A la frase lo que resistes persiste , pude comprobarla con absoluta claridad. Dueño de un fuerte sentimiento de importancia personal, me solazaba con todo lo que hacía, creyendo ser alguien y buscando el reconocimiento. Tenía la idea errónea de haber sido elegido y por ese motivo, me creía el mejor y además “argentino”. Todos me veían caer en la trampa de la personalidad, menos yo. No estaba siendo impecable. Por suerte, la vida tiene sus propios mecanismos y se fueron cerrando las puertas que mi prepotencia abría, dejando solo abiertas las que eran útiles al Propósito. Mil veces vi cómo ser un instrumento no es más que permitir, desde el vacío, que nos atraviese la riqueza de la vida, ante la cual ser nada es lo único real. AIE!
(Signica: Hay un Propósito útil en cada Existencia). En aquel entonces, no me imaginaba que Alfredo, aún a la distancia, sabía perfectamente lo que me pasaba y además tenía completamente en claro todos y cada uno de los errores que estaba cometiendo. Yo Trataba de convencer a todos acerca de las enseñanzas pero mis palabras no coincidían con mis acciones ni con mis pensamientos. Llegué a un punto en que ni mi compañera me soportaba. La soberbia había llenado mi mente de basura 53
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y no trataba amablemente a los que tenía cerca y entonces el Maestro, con buen tino, me fue quitando de a poco todo “el poder” que me había otorgado inicialmente para llevar a cabo mi propósito. Mi ego estaba dando batalla. Cada vez que hablaba con Alfredo, él me decía palabras simples, pero desde mi personalidad las interpretaba de mil maneras y me resultaban cosas difíciles de digerir y asimilar, lo que me hacía vivir momentos terribles de confusión, separación de mí mismo, desintegración, dualidad y dolor. Me hacía sentir una rata de alcantarilla. Sólo llegaba a darme cuenta en esos días, que podemos elegir ser el inerno o el paraíso y que de nosotros depende quedarnos en el lodo o orecer mirando el cielo. AIE!
(Signica: Lo inexpresable). Estar entre el Cielo y la Tierra, sin preocupaciones, con dicha, compasión, alegría, con conciencia y con presencia. Evidentemente me encontraba en una encrucijada, lugar en donde los senderos se cruzan para llegar a ser uno mismo. Y, por cierto, quería ser yo mismo, el yo mismo del que tantas veces había dudado, el ti mismo por el que tanto había preguntado y el sí mismo que era yo, el que yo soy ahora mismo, en este preciso instante.
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(Signica: Soy ahora, en este preciso instante). Me parecía, por momentos, estar como un testigo observando la escena y en otros momentos me involucraba hasta comprometer completamente mis emociones y mi energía vital. Me estaba desgastando y el Maestro me asistía. Él comprendía mis caídas pero no le importaban; seguramente observaba el laboratorio de vida y las pruebas que tenía que atravesar, sin dejar de tener ni por un segundo su corazón guardián y vigilante del mío y con admirable paciencia dado que sabe que la comprensión no llega por actos heroicos o voluntarismos sino por maduración y eso lleva tiempo, puede llevar mucho tiempo. Él conocía la esencia y lo único que pretendía era que adquiriera más conciencia y experiencia; que fuera impecable y que además no me tomara tan en serio. Sin embargo, la arrogancia alimentaba mi ego que se hacía cada vez más fuerte, más voraz y más vulnerable. Entonces, tuve la sensación certera de que me estaba desviando del Camino. Mi vida se estaba convirtiendo en un juego peligroso porque no me aceptaba y me encontraba enceguecido por mis personalidades múltiples y cambiantes, en sucesivos momentos de duda que llevaban al sufrimiento, la angustia y el dolor por estar separado de la totalidad. Situación agravada por el hecho de saber profundamente que existe la Unidad, la Asistencia y el Arrepentimiento. 55
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(Signica: ¡Asistencia!). Me acorralaban las furias de la ira y la soberbia. Era necesario dejar morir la vanidad y el ego en todas sus dimensiones y máscaras. ¡Qué trabajo! cuando lo que había hecho hasta entonces era lo contrario por las exigencias de un mundo supercial que genera máscaras, roles, luchas de poder, ansias de reconocimiento y sobre todo por suponer que uno es capaz de juzgarse y de juzgar a los demás. Un fenomenal conglomerado de ingredientes incompatibles con la simplicidad que requieren el Servicio y la Evolución, era prácticamente lo único que vivía, excepto en los momentos en que diariamente ejecutaba las prácticas indicadas para crear los órganos sutiles de percepción y de unidad. Me costó darme cuenta de que solo era un hombre y que sentirme importante me volvía pesado, torpe, banal y mi carga se hacía insoportable. AIE!
(Signica: Simplicidad). Cuando recibí una llamada cordial de Alfredo, lo primero que hice fue contarle todas las actividades que estábamos haciendo. El crecimiento de los grupos...yo esperaba reconocimiento y felicitaciones. Pero me dejó perplejo, cuando dijo rápidamente: 56
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–No estás Presente, César–. Entonces, comprendí que estaba atosigado de pensamientos y justicaciones; luego de un instante de silencio, en el que penetró lo real, colgó el teléfono y se terminó la comunicación. Estaba perdiendo el tiempo. Pensaba constantemente en lo que iba a hacer en el futuro y también me encerraba en el pasado o pretendía que los “defectos“del mundo exterior eran la causa de mi impotencia para ser un hombre del servicio, útil. Era necesario ser solo un hombre de acción. Ser hoy, en el momento presente. Era fundamental dejar de lado todo aquello que me apegara a los resultados porque tenía que ser impecable. Era la única salida posible. Las dudas, los momentos de desconcierto, después de las comunicaciones con Alfredo, me condujeron a períodos de angustia y vulnerabilidad totales. ¿Qué era todo ésto? ¿Hacia dónde iría? ¿Quién era en ese momento? ¿Dónde estaba parado? AIE!
(Signica: Oh Señor, aquí estoy). Empezaba a vaciarme; iba despojándome de los aparejos de la personalidad mundana, tan costosamente construida y si bien podían ser útiles en algunos aspectos de lo cotidiano, no eran de manera alguna instrumentos lo sucientemente sutiles y veloces para avanzar en el camino hacia el Uno. 57
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Afortunadamente, mi Guía, estaba colmando mi espacio y su contacto se hacía cada vez más evidente y potente. Arribaba por oleadas una energía fresca por vía del contacto directo con una sustancia sutil que se canaliza desde la Fuente y que te permite ver el mundo con otros ojos; también te quita todo aquello que te aferra a las viejas creencias y al deseo de seguir viviendo en el mundo aparente de las sombras y de los sueños porque te hacen sentir seguro. En el territorio del Ser hay que aprender a navegar en el vacío, en la plenitud de la existencia, alejándose vertiginosa y constantemente del No-Ser. Había que dejarlo todo para que se me devolviera todo. En el desprendimiento de los mundos personales se produce un parto o nacimiento hacia la vida adulta como ser humano. Nacimiento que es un vacío, un abismo en el que no hay nada, un desierto. Desierto que solo puede atravesarse de la mano de un Maestro de verdad; solo alguien que está del otro lado y de éste, puede ayudarte a pasar si lo anhelas con todas las fuerzas del Ser. La sensación es la de subir una montaña por una larga escalera y cada vez que se retira el pie del escalón inferior, éste desaparece, no puedes volver atrás y solo queda un abismo, mientras que hacia delante, todo está perfectamente y puedes continuar el ascenso, la subida al monte Khaf de la conciencia, calzando las sandalias del Khidr, como reza un viejo párrafo que los buscadores deben tener escrito en su Memoria.
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(Signica: Memoria del Ser). Me sentía solo, completamente solo y sabía que el viaje real de la existencia transcurre en soledad, lo que no signica aislamiento. Sabía también que no estaba dando en el blanco. Entonces, clamando con sinceridad desde el corazón, llegó la Asistencia y apareció la ocasión. El Maestro me mandó la primera de una larga serie de cartas que iría recibiendo en el momento preciso y justo para el desarrollo de mi evolución espiritual. “Mantente en el camino correcto. No te desvíes. Es un juego peligroso y se necesita la Base de un conocimiento verdadero; de lo contrario se puede errar el blanco. Alfredo”
Comprendí que me encontraba en un punto delicadísimo y que si no modicaba mis actitudes, todo lo que había aprendido se estaba disipando y se podría perder. Lo más peligroso era que mi tiempo se desperdiciaba y se podía malgastar la Posibilidad. Entonces, otra carta llegó a mi puerta pero, además, con una invitación a Italia. La carta decía así: “Para un discípulo malgastar su tiempo no es solo un error, es un sacrilegio. Lograr utilizar del mejor modo posible el tiem59
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po del que se dispone, signica aprender lo que es la ecacia, es decir, hacer lo justo en el momento justo, en el lugar y en la situación adecuada”. Sin muchas elucubraciones, decidí emprender el viaje a Italia con menos equipaje que en años anteriores y sabiendo que no me podía seguir equivocando tanto. Del otro lado del océano encontré una plataforma nueva con todas las personas que había dejado atrás, un nuevo momento siendo yo mismo. Esta maravilla que es el drama de estar vivo, de existir y que nos permite volver al pasado, proyectar el futuro, viviendo el presente, hace que las vivencias se multipliquen, el tiempo se transforme en material de trabajo y los sentidos tengan acceso al registro de todo lo que es, mientras el ser avanza alejándose de la irrealidad y lo banal. Me encontré con amigos que ya respiraban el recuerdo profundo de su esencia, de la soledad esencial en sí. Y lo más importante: me encontré nuevamente cara a cara con el Maestro. “El Maestro estará allí, había dicho el instructor, contigo y en la distancia, no para ayudar a tus partes egoicas o a tus personalidades múltiples sino para que tu conciencia se abra, vuele y se despliegue con libertad absoluta.” AIE!
(Signica: Oh! Nuestro Maestro). 60
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Libro V De lo que le aconteció a un buscador cuando descubrió que su mundo era el camino Y allí, como siempre en su ocina, me esperaba Alfredo. Yo estaba feliz y no tan nervioso como las primeras veces. Me saludó con un abrazo. Me miró y me estudió como siempre lo hacía y como era su costumbre dio otra vez en el blanco. –Todavía estás muy preocupado por los resultados –dijo– ninguna cosa es más importante que otra; actúa sin preocupaciones; actúa sin darle importancia a los resultados. Ven esta noche a comer. Vamos a comer unos spaghetti y además veras que hay una sorpresa, un antiguo amigo que hace mucho tiempo que no ves y te quiere saludar. Si bien sucedían cosas nuevas, todo parece estar preparado desde siempre y lo que tienes que hacer es uir delicadamente sin interferir, sin prejuzgar, sin rotular, al cabo de una y mil veces que por instantes experimentas la presencia, ésta comienza a vivir en ti y se despierta una cualidad insospechada, la de ser Uno. Esto no quiere decir que se estabiliza y punto, sino que vas entrando en la Fuente y cuando la conoces la amas y al amar confías y al conar te entregas y al entregarte, la vida se abre como la fuerza incontenible de la primavera, y ¡estás allí!
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(Signica: Hay fuerzas que tu corazón conoce y un destino cercano, en tu pecho). Comer los spaghetti, en compañía del viejo amigo, me hizo descubrir que lo importante era comer y nada más, solo eso, disuelto en ese momento. Sin separación, en la Escuela real que es la Vida y siendo entrenado para que esos estados fueran cada vez mas permanentes. No hubo vacío, todo estaba lleno a rebosar como la fuente de deos. AIE!
(Signica: ¡Abundancia innita de Energía y Vida!). Alfredo hacía todo con buen humor, Amor e impecabilidad; en cambio nosotros morábamos en el amor pequeñito que también tiene algo de bueno; nosotros nos preocupábamos por quererlo, por querer a los demás o por ser queridos por otros. Alfredo nos amaba a todos. Amor liviano, sin apegos, sin formas, energía bendicente pura. Y cuando observas, aprendes para poder algún un día construir la propia existencia desde la permanente atención y dedicación; ves como el organismo emite señales inequívocas de unidad y de Presencia. Lo más increíble es que ¡lo que eres capaz de percibir es lo que tienes! Y puedes comenzar a operar más allá de las personalidades como un canal, como un 62
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hombre o una mujer del servicio, que hace las cosas porque hay que hacerlas y más allá de cualquier expectativa. Quizás Él espera todo o nada de nosotros y aunque se percibe una profunda atención, al mismo tiempo se puede observar que las cosas no le importan demasiado. Mirábamos a Alfredo comer, hablar y sabíamos que lo disfrutaba; cada segundo de su vida era vivido intensamente y nuestros momentos igualmente, esto es lo grandioso, que se puede contagiar la presencia, la alegría y al mismo tiempo estar sumidos en el profundo misterio de vivir, concientemente. En mis investigaciones había entendido racionalmente que el contacto era importantísimo para un discípulo, pero al vivirlo hasta te olvidas de que lo sabías ya que el interés por todo aumenta con una fuerza que te devora y los pequeños gestos y vivencias cotidianas adquieren la magnitud de ser actos lúcidos, que van a ensamblar tu viaje en una secuencia cada vez más permanente y segura, ya que estás bajo la Asistencia. Su Presencia invadía toda la atmósfera del lugar. Esa noche era todas las noches porque contenía todos los espacios y todos los tiempos. AIE!
(Signica: Presencia). A la mañana siguiente salimos a caminar por la playa. Lo único importante era caminar, sentir cada paso, vivir viviendo, porque cuando uno se embarca en este viaje de Cono63
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cimiento poco a poco se va dando cuenta de que la vida de antes va quedando atrás y los medios que en otros tiempos se usaban ya no sirven para sostener el mundo en el que te encuentras ahora que es nuevo y fresco. Estás en el viaje de Conocer al Conocedor, tu mismo Ser. AIE!
(Signica: Estar en el Viaje hacia el Ser). El Conocimiento que recibimos, de instante en instante era transmitido como infusiones de poder. Ese conocimiento nos hace estar cada vez más despiertos y buscar solamente lo que nos hace bien, lo que nos benecia a nosotros mismos y a los demás. Servicio, que va más allá, de lo que nuestra mente menor puede captar e imaginar. Servicio en términos absolutos. AIE!
(Signica: Servicio por el servicio, nada más, sin la búsqueda de recompensa). Así fue que mientras caminábamos por la playa le pregunté al Maestro: –Y ahora ¿qué tengo que hacer? –Lo que te sale bien; no te preocupes por imitar a nadie o por alcanzar cualidades que jamás vas a poseer. ¡El Camino es Uno mismo! 64
AIE! - El camino es Uno mismo
AIE!
(Signica: ¡El Camino es Uno Mismo!). –Desarrolla tu propio camino con sentido común y alegría, sobre todo alegría, dando gracias permanentemente por todo lo que se te brinda como un modo de pagar por lo que ya has recibido y abrir al mismo tiempo, el espacio para que lleguen más bendiciones, y cuando me reero a bendiciones –aclaró con énfasis–, me reero al bienestar en todos los niveles de la Creación accesibles al ser humano de esta Era, desde lo físico material a lo espiritual. Su observación me conmovió porque por n entendía, orgánicamente, una milésima parte del trabajo. AIE!
(Signica: Participar activamente en el juego de la Creación y en toda la riqueza e inmensidad de la Gracia). Lloré al dejar atrás al César que había sido, al hombre lleno de ilusiones vanas, a las personalidades negativas que tanto me había costado estructurar, a las falsas creencias y tantos aspectos menores que no se desprenden hasta que la verdadera energía de la Fuente los deja sin alimento, cuando te llegan los vientos de las montañas azules y el aire fresco diluye los aspectos inservibles de nuestras personalidades, para que 65
César Actis
quede una mayor simplicidad, potencia, perspectivas claras e inevitabilidad. Lloré porque me sentía muy pequeño ante tanta grandeza y me costaba demasiado darme cuenta de la realidad total. También, como una despedida a antiguas formas de vida. ¡Qué alivio!, cantidades de zapallos cargados inútilmente van quedando sobre la orilla, para dejarte en me jores condiciones de cruzar el rio. Que de ninguna manera será el último porque siempre que se cruza uno al cabo de un trecho de camino aparece otro. Alfredo me invitó a su ocina para darme más indicaciones para realizar el Trabajo en Argentina y el papel que esta región jugaría, en el contexto del plan evolutivo para todo el planeta. –Es muy importante que entiendas que el destino humano consiste en aprender y ser arrojados a mundos nuevos e inconcebibles – dijo con un halo de misterio y de buen humor al mismo tiempo– . Existe un sinn de mundos nuevos que se van abriendo ante nuestra visión. Al mismo tiempo como a ti te pasa en estos días, las viejas formas cristalizadas de vivir también se están derrumbando y Argentina es uno de esos lugares de la Tierra en los que uno nunca sabe lo que puede pasar; un lugar para no aburrirse. Incierto políticamente, nancieramente, socialmente, individualmente y claro, los buscadores que allí moran están desesperados por encontrar una vía de regreso al Uno, porque además se lo respira por todas partes.
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AIE!
(Signica: El país secreto donde moran los buscadores). –Es decir que las condiciones favorables que ofrece el viento solar, abren un campo de inquietud en la conciencia que debe ser respondido profesionalmente y para lo cual hay gente que ya está preparada, como instrumentos de la Fuente. AIE!
(Signica: El lugar desde donde nace el Viento Solar). –Y que serán reconocidos por los buscadores sinceros y sedientos de verdad que además tengan cierto grado de necesidad para aceptar la Guía y avanzar hacia sus Metas reales, no las que imaginan o las que los conforman. –Y reía abiertamente. Y una vez más como mil veces antes, dijo: –Pero ¿por qué estoy diciendo ésto? ¡Si no sirve para nada! Es importante entender que el Conocimiento se transmite como bloques que contienen información por millones que luego se despliegan como en la pantalla de la computadora cuando uno necesita buscar algo. Si los maestros no utilizaran estos medios, potentes y veloces, tardaríamos cincuenta vidas en avanzar, en cambio de esta manera, es posible hacerlo en el tramo de una vida. 67
César Actis
AIE!
(Signica: Somos el Tiempo). –El tiempo, como todos lo sabemos, se ha acelerado; la gran noticia es que los medios directos para avanzar existen y tienen más velocidad que el mayor aceleramiento productor de estrés que hayamos experimentado. AIE!
(Signica: La vida es energía, es un remolino, un vórtice de luz, una nube brillante en el horizonte, es amor innito que se puede reunir en el corazón de un guerrero silencioso y pacíco). El Maestro me mandó una nota antes de que partiera hacia mi país con la única advertencia de que debía leerla después de abordar el avión . Ya en vuelo, abrí la carta y cuando la leí, me conmovió la certeza de que me estaba entregando al Camino por completo, a pesar de mí mismo y de mis contradicciones internas: “Usa las armas del amor y combate como un soldado... no importa si las lágrimas te humedecen los ojos: las ores necesitan agua. Acoge estos momentos con felicidad y dales la bienvenida, porque solo superando tu negatividad lograrás avanzar en el Camino hacia la plenitud. Alfredo” 68
AIE! - El camino es Uno mismo
AIE!
(Signica: El innito existe en el corazón del guerrero y se puede pronunciar en el silencio).
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AIE! - El camino es Uno mismo
Libro VI De lo que le aconteció a un buscador cuando logró silenciar su diálogo interior Llegué a Bariloche después de un largo viaje. Estuve todo el tiempo renovando el mundo con mi diálogo interior, parecía no haber aprendido nada, peor aún: ¡pensaba más que antes! Había empezado a tomar conciencia de que me tenía que ocupar de estar despierto y a la vez de sentirme más rela jado, en un estado de participación total, desapegadamente, livianamente, internamente. Sin embargo, las falsas personalidades, al parecer, se agitaron y si antes me impedían ver la realidad de manera clara y conciente, ahora gestaron un alboroto psicológico en mi interior, una guerra de facciones, poderíos, juicios; una maraña inimaginable e incontrolable, que lo primero en que te hacen reexionar, cuando lo puedes Observar, es que estos son simplemente aspectos menores, que te dicen al oído derecho: estás empeorando, esto no funciona, te estás engañando, etc. Aoran a tu mente como en una web de tonterías, dedicadas a menoscabar tus fuerzas, que sin embargo están intactas y llenas de vitalidad . Este movimiento supercial, con el cual uno se identica al no poder permanecer en el estado del observador, sólo pude comprenderlo más tarde. Y es una armación contundente el hecho de que esto sucede solo en la supercie, no se puede negar su existencia porque crece, pero darle importancia es como querer buscar en una planta de tratamiento de residuos cloacales, para decirlo elegantemente, 71
César Actis
algún aspecto de tu pasado que podrías haber mejorado, si, tal vez..., (se podría haber hecho un abono orgánico y ecológico, para cultivar árboles, como es de esperar que pronto suceda). Para avanzar te sirve la presencia , la atención y la dedicación, no los residuos de tu pasado o el cuestionarte por algo que hiciste, que generó una critica o fue interpretado de tal o cual manera seguramente alimentado por el resentimiento, los celos, (“enfermedad negra”, en sueco). El dolor lanza hacia fuera los impulsos vitales de quien no puede aprovecharlos para vivir su propia vida positivamente. Es necesario ser amable con uno mismo y no arrepentirse de nada de lo vivido hasta hoy; solo buscar con sinceridad y claridad aquellas acciones que brinden a uno mismo y a los demás, nuevos espacios concientes y libertad para avanzar. De la crítica, las suspicacias, los juicios, los prejuicios, las opiniones, los foros y las habladurías no se puede extraer nada. Además, la Luz, la Verdad y la Victoria ya están garantizadas y es posible ser parte de ese proceso, o no, según lo dicte el propio Corazón. AIE!
(Signica: El camino más difícil, el que lleva a la conquista del Ser, se está transitando). Debes ser un guerrero. No caer en el sufrimiento pasivo sino ir hacia adelante con coraje y sin importarte los resultados de tus batallas pero mientras te entregues a ellas sólo ríe porque lo positivo atrae lo positivo. 72
AIE! - El camino es Uno mismo
La alegría y la dicha del corazón eran parte constitutiva del Camino; ya estábamos viviendo en contacto permanente y profundo con la Fuente y ese hecho me resultaba difícil de comprender, aunque el contacto y la energía nunca dejaran de nutrirnos abundante y magnícamente. Sin embargo, por el sobreentrenamiento de la mente cotidiana, yo mismo generaba problemas de la nada. A veces, parecía empujado por fuerzas externas y a merced de las impresiones casuales. Por momentos, caía preso de los cuestionamientos, los miedos y las fantasías. Así que decidí confrontar la verdad acerca de mí mismo. La verdad no era nalmente confortable pero era fundamental despertar a ella. Cuando la sinceridad, la paciencia con uno mismo y las prácticas de las Enseñanzas se ejercían, los velos comenzaban a caer de a poco y mis personalidades empezaron a mostrarme la cara desértica de la realidad. Fui sintiéndome cada vez más positivo y liviano. Nuevos códigos iban surgiendo. Sé que Él me conocía profundamente, como a todos sus discípulos y tenía la impresión de que en forma constante estaba presente en mí. Así lo corroboraban las cartas que llegaban en el momento exacto y cuando más lo necesitaba. AIE!
(Signica: Eres conocido en el Origen y en el Destino). Un día, antes de salir a caminar, encontré una nueva carta que decía: 73
César Actis
“Las falsas personalidades y sus negatividades deberán ser reemplazadas por las de la Realidad. Esto solo puede suceder a través del aumento conciente de la positividad. Recuerda que lo positivo es lo que atrae siempre lo positivo”. Esa mañana, me sentía raro porque no tenía deseos de hablar. Un amigo con el que caminaba diariamente, pasó a buscarme tal como era nuestra rutina. Estábamos acostumbrados al parloteo diario, a hablar por hablar. Sin embargo, en un instante preciso, tomé una de las decisiones más positivas de mi vida: dejar de hablar tanto y de pensar tanto. Y entonces, comprendí que cuando un guerrero decide algo llega siempre hasta el nal y acepta la responsabilidad de manera impecable, sin dudas ni remordimientos y que no se puede perder tiempo. Si bien aquella vez no dije ni una palabra (y desde entonces la necesidad de hablar ha ido disminuyendo paulatinamente), mientras caminábamos con mi amigo, el diálogo interno aunque más debilitado, continuaba, podía observarlo; con ese diálogo me estaba sosteniendo, me justicaba y repetía las mismas cosas una y otra vez. Me di cuenta de que me encontraba en un dilema continuo. Quería despertar para ser más eciente, más preciso, más silencioso y más profundo, porque la vida y la dicha del Camino me habían llevado a conocer un nuevo territorio. Estaba procurando que mi vida fuera un presente continuo, cuando tomaba un té, cuando caminaba, cuando trabajaba, cuando cocinaba, cuando me tocaba cortar el pasto, en todo momento quería estar ya más y más presente. Me estaba acercando al misterio profundo de 74
AIE! - El camino es Uno mismo
la vida, a lo inasib ina sible, le, a la realidad total con c on la única esperanza de silenciar silenciar mi m i diálogo diá logo y acelerar mi crecimiento crecimiento y ser útil en todos los sentidos. Entonces, mi amigo cortó el silencio y preguntó con curiosidad: –¿Qué te ocurre? Estás extraño, como ajeno al mundo. ¿Estás aquí? Me pareció escuchar la voz de Alfredo en lugar de la de mi amigo. Sentí, en ese momento, que se me conducía hacia la trascendencia del estrecho ego, a experimentar el Yo Superior, real e impersonal, fuera del espacio y del tiempo y simultáneamente, en el espacio y el tiempo cotidiano. Experimenté una inmensa seguridad en mi Maestro y mi mente se acalló. Recordé unas palabras pa labras de un amigo a migo que amablemente amablemente me había dicho: “Se Fuerte, Ama. El Amor y la conexión detienen el ruido de los pensamientos y los deseos cambiantes, llevando a la calma profunda y atenta”. AIE!
(Signica: Con (Signica: Contacto tacto con la fuen f uente, te, refugio de calma c alma y profundidad insondable). Mi amigo me acompañaba en silencio pero su rostro manifestaba la perplejidad del testigo de un momento de poder. Allí descubrió que él también era una oveja más del rebaño perdido y que el propósito se estaba cumpliendo ante la sorpresa y el desconcierto de un nuevo buscador. 75
César Actis
Pocos días después al llegar a casa recibí, ya como agradable costumbre y una curiosidad que no pasaba desapercibida al cartero como tampoco la alegría y el asombro mientras rmaba el recibo postal, la carta que decía así: “El discípulo que adquiere una profunda seguridad en el Maestro, me permite acelerarlo en su crecimiento. crecimiento.” ”
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AIE! - El camino es Uno mismo
Libro VII De lo que le aconteció a un buscador busc ador cuando encontró a otros buscadores y estos se sumaron al camino Nuevas personas se iban sumando al Nuevas a l Trabajo Trabajo.. Un día, mien mientras tras mantenía una com comunicación unicación telefónica telefónica a Italia, con Alfredo, A lfredo, sonó sonó el timbre de casa y Alfredo, A lfredo, desde la otra punta pu nta de la línea me dijo: –V –Ve y atiende at iende rápido porque es alguien alg uien que que viene con muchos muchos amigos para el Camino. C amino. Justamente Justamen te la persona que estaba ante a nte la puerta en ese momento, incorporaría un grupo de cien personas al Trabajo. El Maestro manifestaba una vez más que su contacto con la Fuente era continuo y su presencia volvía a llenar todos los espacios y toda la atmósfera de mi ser ser.. Los amigos fueron poblando la Argentina con alegría y entusiasmo y Alfredo A lfredo los conducía conducía de corazón a corazón. Esta era una historia de amor, de un Amor que se escuchaba, se vivía y perd perduraba uraba en el secreto, en la hondura hondura de la vida. vida . Con el tiempo, fui encontrando los senderos donde cada buscador se iba insertando en la gran estrella que nos llamaba. Esta historia de amor se sentía desde el Amor mismo y a este Amor A mor se ingresaba en la quietud, el movimien movimiento to concienconciente y hasta la misma respiración. Se creaba una calma interior que borraba lo superuo, lo rutinario y delicadamente te iba conduciendo hacia un tiempo eterno, pleno de misterio. Los compañeros de la Vía eran parte de la familia porque los miembros de una auténtica familia rara vez se crían bajo 77
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el mismo techo. Estos amigos fueron creando una esfera de luz en donde lo importante no era lo exterior sino más bien el estar; compartir y sentir la presencia. Estábamos en el mundo pero no sufriéndolo. Comenzábamos a experimentar la calidad de la vida y la máxima precisión posible en todas nuestras acciones porque iban enriqueciéndonos las enseñanzas acerca de nuestra condición humana que es maravillosa y tremenda. –Todos hemos sido creados con un riqueza innita– nos decía Alfredo –no puede haber en el mundo una sola célula que no posea esa misma riqueza innita de la que les hablo. Por eso, cada día, intentábamos sustraernos del círculo en el que nos encontrábamos constreñidos por las luchas de poder, los prejuicios y los condicionamientos, para descubrir la importancia de ser sinceros, eles a nosotros mismos y con los demás y eso nos condujo a la nueva carta que apareció en mi puerta en el momento preciso. “Un discípulo... debería considerar a sus compañeros de la Vía como parte de su propia familia...e incluso más, porque cuanto más verdaderos Amigos seáis, tanto más progresaréis en el Camino y el benecio obtenido para vosotros será también el bien para los demás”. Después de leerla con mis amigos del Camino comprendimos la importancia del Servicio; de ser libres, uidos, responsables de cada acto de este aquí y ahora, en este mundo y este tiempo maravillosos que constituyen este mismo instante.
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Libro VIII De lo que le aconteció a un buscador cuando comenzó a considerarse un discípulo de un camino de verdad Un día me levanté presintiendo que Alfredo vendría a la Argentina. Y justamente esa mañana, Juan llamó para avisarme que llegarían a Buenos Aires pocos días más tarde, al mismo tiempo que me dio indicaciones precisas para ir a buscarlos al aeropuerto y desde allí trasladarlos al lugar en donde se darían una serie de encuentros y reuniones con los nuevos amigos que se estaban incorporando al trabajo. Hacía tiempo que no lo veía en persona aunque siempre estaba allí, en el aquí y ahora de mi espacio interior. Cuando bajó del avión en el aeropuerto de Ezeiza, su presencia y alegría abarcaban todos los espacios. Nos abrazamos. Llevaba una camisa a cuadros y un saco marrón. La sencillez, la elegancia, la presencia y la normalidad eran características suyas y también la de no llamar la atención y pasar desapercibido. Lo acompañaba Juan. Subimos a los autos y llegamos al lugar en donde se iniciarían las reuniones. Muchos amigos lo esperaban para saludarlo. Él mantenía la alegría y la presencia en forma permanente. Lo que más sorprendía era su capacidad para ser imprevisible. Nadie sabía hacia dónde se iba a dirigir, qué diría y qué era lo que deseaba en ese momento. Esa imprevisibilidad le otorgaba una extraña felicidad, una 79
César Actis
voluntad ardiente de actuar con pleno conocimiento de que lo que estaba haciendo podía muy bien ser el último acto sobre la Tierra. AIE!
(Signica: Voluntad ardiente de avanzar). Cuando comenzó a hablar, los amigos que estaban muy contentos de tener tan cerca su presencia física y muy atentos a su palabra, en seguida comenzaron a atosigarlo con preguntas. A las que Él respondía desde el más profundo conocimiento. Pero todos sabíamos que no importaba solo lo que dijera sino principalmente lo que estaba emanando de su corazón, la sustancia que nos hacía crecer y despertarnos cada vez con más conciencia y Recuerdo. –¿Cuándo empezó tu Trabajo? –preguntó una señora. –Yo no quería ser maestro –dijo alegremente–. Me obligaron. Tuve que aceptar a pesar de mí mismo. Fue hace mucho tiempo y ya no lo recuerdo. Los amigos rieron ante sus respuestas desconcertantes. –¿Cuál es la diferencia entre conocimiento y erudicción? – fue otra de las preguntas. –El conocimiento más importante es el de uno mismo. El hombre debe llegar al “yo soy”, por el cual y a través del cual todo sucede. Sólo la comprensión lleva al ser al saber, no es la memoria automatizada de una serie de palabras aprendidas en un cierto orden, ni la pre80
AIE! - El camino es Uno mismo
sencia pasajera de un conocimiento hasta que un nuevo saber reemplaza al anterior. La verdadera comprensión es la esencia de aquello que se obtiene partiendo de las informaciones intencionalmente adquiridas y de las experiencias concientemente vividas. Estar en contacto con la energía es un modo de ser. –¿Qué es lo más importante en el Trabajo? –No te puedo decir qué es más importante– explicó– sin embargo, hay cosas muy simples de decir aunque difíciles de practicar. Es fundamental mantenerse despierto, hacer los ejercicios personales y seguir mis indicaciones; ser eles y principalmente estar en contacto de corazón a corazón conmigo. Tres cosas son fundamentales para aprovechar la fuerza del camino: la guía, la reunión con los amigos y la intimidad del contacto en el propio ser. –¿Cómo nos mantendremos en contacto contigo? –Ya lo estás– respondió con fuerza– tienes que ser conciente de ese hecho. La verdadera evolución del hombre se hace a conciencia, es orgánica y no intelectual. El ser se desarrolla siendo y no pensando. El Maestro es la fuente de conexión con la libertad total; es energía en evolución y movimiento. Entonces, la memoria se despierta y todo lo nuevo aparece ante nuestros ojos. Siguió hablando durante horas. Ese contacto nos dejó armónicos, libres y plenos de energía. Sin embargo, antes de irse me dejó su carta para que la compartiera con los demás amigos del camino: 81
César Actis
“Es muy importante para los discípulos mantener el contacto con el maestro. Para ponerte espiritualmente en contacto conmigo, siéntate y relájate un poco, a continuación ponme en tu corazón con simpatía y concéntrate en ti mismo”.
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AIE! - El camino es Uno mismo
Libro IX De lo que le aconteció a un buscador cuando descubrió la esencia del verdadero Amor Después de que dejó la Argentina, muchas cosas pasaron. Los grupos comenzaron a aquear. Algunos se cristalizaron en sus prácticas porque consideraron que juntándose los días miércoles y queriéndose como amigos era suciente. La verdad es que ese trabajo era perfecto sólo en sus fantasías, no en el campo donde se debe realizar el Trabajo real. Había que evolucionar hacia un despertar conciente, hacia la esencia misma de la divinidad en nosotros y para ello era necesario conectar nuestro corazón con la totalidad de la cual el Maestro era parte esencial y constitutiva. Parece repetitivo, sin embargo es todo lo que hay que hacer. Alfredo nos había anticipado que, en ocasiones, los grupos iban a sentir grandes cambios y movilización porque la energía evoluciona y como es autoenseñante, lo que no tiene sustento se cae con facilidad y por ende, lo que no es real termina por desaparecer. Precisamente como el viento que barre las hojas secas. AIE!
(Signica: Cambios hasta que el Ser sea permanente). Entonces, como una profecía que se cumplía, muchos grupos se diluyeron en el trayecto y otros se hicieron más fuertes y 83
César Actis
perseverantes en el trabajo de la Nueva Fase y en su calidad de energía. Dicha energía se convertía en un alimento vital para desarrollar el amor a todo y a todos, sin limitaciones y disolviendo los cristales del aislamiento y del sufrimiento pasivo. Sabíamos todos que el único medio para evolucionar era el uso conciente del Amor. AIE!
(Signica: Hacer Al Amor). Construirlo, enriquecerlo, conocerlo, darlo, enaltecerlo e irradiarlo generosamente. AIE!
(Signica: Cuando el Ser festeja la existencia). El uso constante de esa energía nos iría transformando en seres despiertos y nos permitiría seguir avanzando hacia una meta superior. Sin embargo, el único modo de llegar hacia esa meta era a través del viaje guiado por el maestro, aunque lógicamente también el camino no hubiera tenido ni tendría hoy razón de ser, sin la presencia de los discípulos. Alfredo me había dicho antes de partir: “Todos deben avanzar, ya que este proceso lleva mucho tiempo es necesario apresurarse, no dejar pasar distraídamen84
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te las situaciones de poder que llegarán y a la vez, seguir el impulso y la responsabilidad de enfrentarse a cada paso con la relación íntima, exclusiva y personal, con esa sustancia, esa energía que bendice a cada uno, en todo momento”. Cuando subió al avión para irse me conmovió nuevamente su amor, ese Amor que te conecta con la esencia de todas las cosas. No es el amor hacia mi mujer, hacia mis amigos o los hijos, es un Amor impersonal, eterno, que te posibilitaba ingresar a las profundidades de la Tierra o hacia la innitud de los Cielos. Pero además, me dejó otra de sus notas para trabajar en el momento preciso: “RECUERDATE. Busca mantenerte en el medio, entre la mente y el corazón y aumenta, si es posible, la cantidad de recuerdo y el pensar a Dios a menudo: a la mañana, debería ser el primer pensamiento, lue go durante el día y antes de dormirse... de modo que haya una continuidad, también de parte de vuestro intento. Recuerda al Amigo. Recuerda a los Amigos, pero sobre todo recuerda tu ser inmortal y practica la Alegría, el ser Liviano y la correcta Administración del tiempo y del espacio. Si prevén una jornada o un período en el que vayan a estar muy ocupados, emitan este mensaje a vuestra mente mayor y al Eterno: Oh Señor Dios, si hoy debiese yo olvidarme de ti por estar demasiado ocupado con las cosas del mundo: Te pido que te acuerdes Tú de mí! Un querido abrazo, En Dios”. 85
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Libro X De lo que le aconteció a un buscador cuando descubrió que existe la Asistencia y existe la ocasión Yo hablaba del amor y no lo practicaba. El amor se vive y se practica en el presente y verdaderamente era lo que más me costaba. Vaciar mi mente de basura era mi único objetivo pero lo lograba sólo en ocasiones. La mayor parte de las veces la mente menor me volvía a colocar en el mismo lugar de siempre y no lograba estar en el aquí y en el ahora. El amor se siente como el poder que emana de él. Ese amor es lo que te hace actuar como si lo supieras todo, sin remordimientos, sin actos mezquinos, sin importancia personal pero como frecuentemente me sucedió, lo buscaba donde no debía y pensaba más de lo que era necesario. Mientras estaba poniendo objeciones al Trabajo, me llamó desde Italia. Tomé el teléfono y lo coloqué lentamente en mi oído. –César, ¿Cómo anda todo en Argentina? –dijo con la alegría de siempre –Bien –contesté– pero están débiles, blandos, se critican entre sí, no participan de las actividades, por momentos me siento muy cansado y no tengo deseos de seguir. Él me contestó con amor: 87
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–Tómalos, rodéalos con tu fuerza interior y luego les dirás a todos en voz muy tenue y con ternura “debes ser más obediente”. AIE!
(Signica: Fuerza, ternura, insignicancia y al mismo tiempo dicha de magnitudes inconmensurables). Colgó el teléfono y yo quedé detenido en el tiempo. Aquellas palabras calaron en lo más profundo de mi ser ya que se me había mostrado una imagen nítida de mis propios actos. Tuve delante de mis ojos la representación vívida de mis comportamientos incompletos: la crítica, las objeciones constantes al trabajo de los otros, la falta de conanza en los demás y en mí mismo, dejándome arrastrar por el sufrimiento pasivo, que se transformaban en barreras para cumplir con la propia Intención de avanzar en la Vía, en la vida misma. Estaba dándome cuenta de que la mente ordinaria se oponía, bajo mil artilugios y a veces de manera completamente desaante, al desarrollo del trabajo. Me había convertido en el “señor de la objeciones” y seguía condicionado por los andamiajes de la cultura, de la sociedad, de la educación, del mundo cotidiano, de los medios, que se cuelan de mil maneras minando la propia libertad. Y una nueva estocada recibí a través de un sueño en el que Alfredo se manifestaba hablándome con rmeza “La clave está en lo que enfatizas” decía moviendo sus manos, “O te haces desdichado o te haces fuerte. Cuesta el mismo trabajo ser lo uno o lo otro”. 88
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Me desperté completamente transpirado. El sudor frío corría por mi cuerpo porque no podía equilibrar el terror y la maravilla de ser. Me encontraba en la encrucijada más absoluta, entre cruzar el desierto solo o de la mano del maestro. Entre vivir una vida mediocre o estar despierto. Entre ser un servidor del Camino o quedarme en el mundo cotidiano esperando una nueva oportunidad para vivir una vida completa. AIE!
(Signica: Acepto completamente estar al Servicio). El Camino estaba inyectando nueva información con total continuidad, en mi ser profundo. Alfredo me lo había anticipado en una carta en la que armaba, para mi más intima dicha, que iría transformándonos a los amigos y a mí de manera denitiva, en seres más completos, con más luz (término técnico) y que esa creciente cantidad de luz haría que los problemas pudieran visualizarse y se solucionaran más rápidamente. AIE!
(Signica: Luz). Ese proceso era como nacer de nuevo, viajando desde mí mismo hacia mí mismo. 89
César Actis
AIE!
(Signica: No tenemos que ir a ninguna parte, lo tenemos Todo). Me encontraba, como todos los seres existentes, entre el Cielo y la Tierra, buscando solamente vivir con un corazón sincero y apareció una carta trayendo más asistencia a mi andar en el camino de verdad. “Emitan constantemente una onda de PAZ, sean permeables a ella e inunden todo y a todos de esta Paz, sin prejuicios. Llénense de Dicha y entréguenla esparciéndola donde se encuentren y adonde vayan. Obsérvense sin interferir, aprendiendo a hacer crecer vuestro Observador, hasta lograr conducir correctamente el vehículo que les ha sido dado por la Gracia Divina”.
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Libro XI De lo que le aconteció a un buscador cuando comenzó a utilizar el verdadero Amor El alma recibe del alma que conoce y no del libro o la palabra. Si el conocimiento de los misterios se origina en el vacío de la mente, es iluminación del corazón. Mevlana Jelalu’ddin Rumi Esas palabras aparecieron en las páginas de un libro que estaba hojeando aquella mañana. Fue fundamental darme cuenta de que me encontraba viviendo esas palabras. El Maestro vivo me estaba transmitiendo el conocimiento silencioso y profundo de corazón a corazón. AIE!
(Signica: El conocimiento late ya desde siempre en el corazón). Por entonces fui descubriendo incipientemente una manera de vivir el Amor que me resultaba simple tal como se me había sugerido con las palabras: busca aquello en lo que te sientes bien y lo puedes realizar sin esfuerzos. Así, se presentó la posibilidad de brindar una conferencia, no solo verbalmente, sino transmitiendo de corazón aquello que no es verbal y que 91
César Actis
por su propia naturaleza debe arribar al corazón de quien recibe el mensaje. Tal y como en este libro transcribo lo que en su momento brotaba desde mi interior y que da un marco a este viaje en el que estamos todos juntos, mis amigos lectores. Regreso al Origen, volver al Hogar, al cañaveral desde donde fue cortada la auta de caña y que todos sentimos en lo más íntimo y profundo de nuestro ser, como un anhelo, como un Recuerdo, recuperar todo el conocimiento que ha existido y traerlo a la vida cotidiana de cada uno y si es posible, enriquecerlo concientemente, para que al nal de nuestros días esa sustancia, sutilizada, regrese al Uno, aumentando la riqueza de la Conciencia, con una minúscula y única partícula que se suma a todo lo que ya han aportado los hombres y mujeres del Camino, desde el principio del tiempo. Lo notable es que todo es orgánico, ya que está dentro de cada uno y en uso de la Intención, la Claridad y el Servicio, esa maravilla que se acrecienta sin límites. AIE!
(Signica: Impecabilidad y Fidelidad). Los dos órganos “pensantes” más importantes son el cerebro y el corazón, que contienen el total de la información, es decir de la capacidad, la que a través del Trabajo y el Camino 92
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se vuelve una habilidad, es decir la posibilidad de acceder por la necesidad, al Conocimiento y la Libertad que éste trae en sí. Sin embargo todo nuestro organismo, cada célula, “piensa”, tiene su propia inteligencia y almacena la síntesis de la experiencia humana hasta el momento y lo que impide que estemos utilizando esas potencialidades para evolucionar es la interferencia de las dicultades cotidianas, la dispersión de la Atención y la falta de un profundo compromiso con el propio viaje hacia la Presencia. El desarrollo de esas “cualidades intrínsecas” requiere un proceso para no distraernos tanto en las cosas mundanas, en el dominio de la mente menor; que resulta útil en el ámbito del mundo pero de muy poca velocidad en relación a la Mente Mayor, que nos lleva a lo simple, a lo que uno es, conciente y sensiblemente. Nuestra personalidad es indudablemente provechosa por la función que cumple en el mundo pero si su funcionamiento crece mas allá de lo necesario, nos distrae, nos adormece (nos enchufa a la “matrix”). Sabemos que el ser humano tiene alma, el alma es la capacidad sensible de estar presente. El Observador, es una presencia creativa. Cuando uno, por ejemplo, está preparando la comida o haciendo cualquier otra tarea y a la vez que se desempeña en eso, observa, libre, desapegado y alerta, allí estuvo el ser y eso es lo que signica estar en el mundo sin ser del mundo. Pero detrás de eso, hay otra cosa más, la esencia, que es imposible de describir en forma verbal. 93
César Actis
AIE!
(Signica: Presencia creativa). Éste es el Camino, un viaje desde uno mismo hacia uno mismo y esta verdadera aventura no puede hacerse de cualquier modo, tiene que ser dirigida y como hay necesidad de que más gente llegue a eso y este es el momento oportuno, por las condiciones favorables para la evolución en nuestro planeta, aparecen los Maestros. AIE!
(Signica: Camino). El Maestro no obliga, sugiere y sobre todo envía un tipo de energía renada, conciente, al interior de los buscadores, directamente allí, a la memoria profunda y eso hace que uno comience a despertar. Que se convierta en un ser que no hiere a nadie, que no es caótico, que crea situaciones de poder para transmitir y ser un canal cada vez más impecable de energías renadas desde su organismo y hacia todo lo que esté al alcance de la irradiación conciente: Amor. Hay en este momento, en la humanidad y seguramente serán cada vez más, los que viven únicamente lo esencial y se lo transeren a las personas que lo necesitan y lo han buscado. Hacer el Camino es muy difícil. Y sin equivocarse tal vez lo mas difícil que hay ya que no consiste en turismo esotérico, 94
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lecturas, estados emocionales pasajeros sino en un viaje sin Retorno; es estar en la totalidad de la conciencia, construirla dentro tuyo, dejarla orecer como un espacio verde, fresco y renovado en cada respiración, es un nacer de nuevo, dentro de la propia vida. Se rompe lo viejo, el cascarón y la crisálida que se transforma en mariposa, puede emerger de su letargo, sale lo que uno es y que antes no podía vivir. Es una transformación, vivida en la normalidad, en el mundo, cuidando todos los aspectos de nuestra vida cotidiana y viajando en Libertad hacia la Meta y Objetivo de esta existencia, concientemente. Generalmente quienes asisten a las reuniones que se dan una vez al año, son personas a las que se les está rompiendo o se les ha roto el cascarón y por eso entreven que hay Algo más, pero no saben ni cómo ni cuándo ni hacia donde ir. Es Natural. AIE!
(Signica: Viaje hacia la Meta). Los maestros aparecen cíclicamente y están al alcance de los buscadores, más abiertamente en momentos muy precisos, para ayudar al hombre a desarrollarse, para que pueda formar parte de un proceso evolutivo que millones sienten como un calor dentro del pecho pero que no puede arder sin los cuidados y la contención de quienes han llegado a ser completos. 95
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EL HOMBRE DE DIOS El hombre de Dios está embriagado sin vino. El hombre de Dios está satisfecho sin comida. El hombre de Dios está asombrado y perplejo. El hombre de Dios no come ni duerme. El hombre de Dios es Rey bajo el manto de un derviche. El hombre de Dios es un tesoro en una ruina. El hombre de Dios no es aire ni tierra. El hombre de Dios no es de fuego ni de agua. El hombre de Dios es un mar sin límites. El hombre de Dios llueve perlas sin una nube. El hombre de Dios tiene cien lunas y cien cielos. El hombre de Dios tiene cien soles. El hombre de Dios se ha vuelto sabio por la verdad. El hombre de Dios no está apresado por un libro. El hombre de Dios está más allá de la indelidad y religión El hombre de Dios se ha alejado del no–ser. El hombre de Dios es gloriosamente seguido. El hombre de Dios está oculto, Shamsuddin. Para el hombre de Dios bien y mal son similares. Busca al hombre de Dios y lo encontrarás. POEMA DE RUMI
A la vida hay que vivirla, no pensarla. Y en el transcurso de la experiencia de la Vía, se irá dejando atrás el equipaje que 96
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ya no está en condiciones de ser usado en la nueva fase que se transita. Cuando a Miguel Ángel le preguntaron cómo pudo realizar algo tan bello como La Piedad, (escultura que muestra a la Virgen María con su joven hijo muerto en brazos), él respondió: la imagen ya estaba en la piedra; yo sólo me ocupé de sacar lo que sobraba. ¿Y si nos despojáramos de lo que sobra, que quedaría? AIE!
(Signica: Belleza, todo es Belleza). Si lo que queda es belleza pura, esencia, libre de preocupaciones, problemas, libre de lo que te distrae, queda el presente puro, y desde allí ¡se vive! AIE!
(Signica: ¡Se Vive!). Este tipo de enseñanza viene de la zona que era del Nepal en los Himalayas, el techo del mundo, donde estaba concentrado un tipo de energía y desde allí partieron caravanas llevando el perfume, las memorias del Conocimiento que preparaban, con continuidad, una nueva oleada evolutiva que se manifestaría en el mundo, miles de años después. La gente del camino, o el pueblo del secreto, son portadores entrenados de energías sutiles, que trabajan con organismos 97
César Actis
más renados, nada más que eso, capaces de vivir la Unidad y transferirla a quienes los rodean; son personas que ya no intereren con el cambio que el Universo vive, con el Propósito. En cambio, las personas que están aisladas en sus mundos personales, realmente intereren, van al trabajo y no están contentos, vienen del trabajo y no están contentos, se van de vacaciones y no están contentos; la insatisfacción es permanente, crónica y cuando se pasa mucho tiempo sin entender es probable que se caiga en la drogadicción u otras adicciones... En general las personas no se soportan a sí mismas y hacen lo que pueden hasta que alguna circunstancia o experiencia las conmueve y empieza a derretirse la corteza; tímidamente se busca, se perciben señales en algunos libros, en algunas películas como: Matrix, La sal de la vida, Highlander, Héroe, El Señor de los anillos, Corazón valiente, Los caballeros de la mesa redonda, el Sr. Ibrahim y las ores del Coran, Más allá de los Sueños... y se encuentran indicios que por un instante recuerdan que hay algo más y que está en algún lugar. A veces surge un deseo de encontrar, tan poderoso, que es escuchado en el corazón de los hombres de Dios y se ponen en marcha, “causalidades” para que se reúna el buscador con lo que está buscando. Nosotros somos “el hombre del medio” y por ello todos los mundos, menores y mayores luchan por conquistar la atención humana que es una fuerza única y muy poderosa. La Atención, que no debe ir al exterior y dispersarse como polvo, sino al interior y desde allí vivir la Presencia es, una de las herramientas del viaje (otra es la sinceridad, sinceridad orgánica). 98
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AIE!
(Signica: Sinceridad orgánica, ¡contacto positivo con el propio organismo!). Al levantarse a la mañana y al acostarse siempre debe existir una oración agradeciendo a Dios y una mirada de ternura, para que esa riqueza que se tiene pueda conectarse, aumentarse y claro que en el ámbito apropiado y bajo la Guía correcta, se acelera el tiempo para llegar a la Meta. Este viaje se llama La Nueva Fase y tiene todos los elementos para que el ser humano pueda evolucionar, es decir renar su organismo, participando cada vez más activa y concientemente en el trabajo evolutivo de esta Era, lo que lo vuelve más libre, más amoroso, alerta y sereno. Es volver al meollo, no vivir la vida supercialmente, sino desde el centro de sí. AIE!
(Signica: El Camino es Uno Mismo). Entonces uno percibe que se puede volver a casa, se puede volver hacia lugares donde el propio organismo reconoce algo y en este momento el olfato de los buscadores está más agudo y despierto que nunca Este proceso que antes se daba en Oriente, está sucediendo en Occidente. 99
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Para acceder al meollo, para llegar a la inocencia del amor total, lo que debe ser practicado desde el comienzo, es la sinceridad pero muy posiblemente, un hombre necesitará toda su vida para llegar a ser completamente sincero. Si reexionas, para ser completamente sincero, debes ponerlo todo al fuego, la distinción entre sentimiento y amor, desaparecerá con el tiempo, el sentimiento queda siempre como un medio de transporte. En el hombre hay tres cosas distintas: el amor, el sentimiento y la emoción. Puedes tener en una forma gradual, emociones más renadas. Promover la sensación natural, que se vaya convirtiendo en algo cada vez más renado, sutil. Cuando el hombre habla de amor, normalmente habla de sentimiento, pero el sentimiento es el vector del amor, es el cohete que lo dispara. Acceder al amor verdadero, signica tener la posibilidad de conocerlo, transpirando las células del organismo como un instrumento sensible, hasta fundirse con lo esencial. Este es un viaje que cura a la humanidad y el vehículo es el Amor. Los sentimientos, la palabra, la acción, se vuelven elementos de transmisión de amor, aunque esto sucede sólo si uno se conoce y es sincero. El verdadero amor es para gigantes, requiere grandes dosis de coraje y esperanza. Un hombre de éstos puede ser reconocido a través de algunas de sus manifestaciones: Mantiene su modo de pensar, independientemente de la opinión pública. 100
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Piensa con claridad, habla con inteligencia, vive con simplicidad. Es tranquilo, sosegado, paciente, no grita y no se enoja. Vive en el presente, no reniega de su pasado y está abierto al futuro. Siempre tiene tiempo y consideración por todos los seres humanos. No se preocupa por los problemas y produce las soluciones. Da la impresión de los vastos silencios de la naturaleza, del cielo, el océano, el desierto. Parece no actuar, pero produce resultados. No tiene vanidad, no persigue los aplausos. Aprende incluso de los niños. Trabaja por el placer de hacerlo, no solo por la recompensa material. No se identica con nada, pero no es frío. Renuncia a su pro pia opinión, cuando se da cuenta de su incertidumbre. Respeta la verdad. Tiene la mente de un hombre y el corazón de un niño. Está sometido a la libertad total. AIE!
(Signica: Libertad Absoluta). Ya no hay más formas religiosas, solo un modo correcto de reunirse y nada más. Lo tenemos. 101
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Están los que no saben y no necesitan ni quieren aprender. Están los que no saben, creen que saben, por lo tanto no necesitan ni quieren aprender. Están los que no saben, tienen alguna necesidad de aprender, pero aun no están preparados. Algunos tienen necesidad real de aprender y ya están preparados, para ellos es este Camino. Si alguien quiere viajar por este camino, que no es de cualquier modo, hay que tener, metafóricamente hablando, un tipo especial de bicicleta, una biplaza en la que te sentarás en el primer asiento y atrás llevarás al Maestro, que irá observándote y dejará que te equivoques. Cuando, en una segunda etapa, ganes más conanza en él, comenzará a dar más dirección y ritmo, por acá, por allá, acelera, frena. En la tercera etapa se va a pasar él al asiento de adelante y te va a decir, ¡pedalea! AIE!
(Signica: ¡Pedalea!). El Maestro necesariamente crea situaciones o encuentros para que salgan las cosas y nos acostumbremos a estar bien, tan bien que a veces es insoportable y solo se puede sobrevivir dando, dando, dando todo lo que te llega, de lo contrario puedes llegar a una sobredosis de bienestar que no se soporta y ¡estallas!
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AIE!
(Signica: He sido Encontrado). Uno de los aspectos más difíciles de este trabajo es que no es fácil ayudar, por lo que solo se puede ayudar al que lo necesita y permite que se lo ayude. El mundo está lleno de Buscadores que han encontrado algo parcial, lo han unido a otras cosas y creen que están avanzando porque son algo diferentes o perciben más o tienen emociones “superiores”, por favor estén atentos ya que de allí no se pasa, sin guía. Aceptarlo es difícil para quienes con tanto esfuerzo construyeron un círculo de atención a su alrededor pero sólo cuando su corazón rompa el velo podrán iniciar el verdadero viaje, si no, permanecerán en un cúmulo de experiencias mundanas o maneras de huir del mundo (que es la contracara de la misma cosa), pero sin trascender los mundos personales, porque de éstos solo se sale con la presencia de un hombre completo. Siempre ha sido perfectamente posible establecer contacto con la Fuente y desde allí, nutrirse y extraer la energía sutil y renada que atesoran en sus corazones los hombres y mujeres completos, cuando, al amparo de su manto se puede aprehender el viaje del Ser. Cabeza fría, corazón contento y pies en la tierra, caminando hacia delante. Allí y aquí, descubres que el ser humano es increíble, un ser precioso, que reúne orgánicamente en sí todos los reinos, mineral, vegetal, animal, humano y divino. 103
César Actis
Comencé a realizar mis ejercicios diarios a n de vaciar mi mente y conectarme directamente con la Divinidad. Los días miércoles me reunía con los amigos y la energía nos hacía vernos cada vez más reales, más eles a nosotros mismos, lo que no implica que fuera fácil, es simplemente la realidad. Cada día comprendía más que no éramos una religión ni un partido político, ni una asociación social pero que efectivamente, manteníamos un contacto directo con la Divinidad. AIE!
(Signica: El Camino es sin forma, solo Conciencia Pura). Podemos ser útiles al hombre, a la naturaleza y también a nosotros mismos. Sabíamos que teníamos que apurarnos porque el tiempo es ahora. Había que dar el paso hacia adelante con coraje porque el miedo, la fantasía y la ansiedad irían debilitando lentamente nuestra energía y no nos permitirían llegar a una meta superior si nos manteníamos anclados en el sufrimiento pasivo. Llegaríamos a la meta superior, sin actos heroicos pero sí con una mayor cantidad de actos concientes. Sólo hacía falta estar presente en lo que se hacía, se vivía y en la práctica constante de las enseñanzas. Sólo hacía falta recordarse y ser positivos desde la luz y para el bien de uno mismo y como consecuencia, de la humanidad entera. En cierta oportunidad, mi alma se iluminó con una idea que, hoy sé que vino directamente desde la fuente con la que estábamos todos conectados. Realizaríamos un curso de 104
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transmisión de energía cósmica aplicada en las cárceles del país. Comprendí en ese preciso momento que éramos parte de un Amor útil, innito y que cada día me costaba menos servir y dar por el solo hecho de usar un verdadero Amor. Y apareció la tradicional postal del Maestro para traer paz, felicidad y alegría a mi palpitante corazón de discípulo de ese maravilloso mundo que se abría en múltiples perspectivas: la vía. AIE!
(Signica: Vía del Corazón).
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Libro XII De lo que le aconteció a un buscador cuando entendió el sentido de ser un hombre de Dios Una mañana me quedé pensando en el verdadero sentido de ser un hombre de Dios. Estaba aceptando poco a poco que era responsable de cada uno de mis actos hasta del más trivial. Ya me encontraba apto para asumir con impecabilidad cada cosa que hacía. Ya no me sentía ni ganador, ni perdedor, ni víctima, ni perseguidor. Estaban cayendo los velos de mis diferentes personalidades y comprendía que mi ser real estaba aorando desde las entrañas. La idea de ser un servidor de Dios se estaba haciendo cada vez más fuerte en mí. Estaba experimentando el amor en cada célula de mi cuerpo y entonces, se disipaban las nubes de la ilusión de la victoria, la derrota o el sufrimiento. Antes de conocer a Alfredo me sentía extraño al mundo porque me había enemistado con todo lo que me rodeaba. Ahora, me sentía en el mundo pero sin ser del mundo, asumiendo el estar ahí en un espacio– tiempo maravilloso, completamente normal y diferente, a la vez que insondable, maduro, profundo y pleno de misterio. Entonces, recordé un pensamiento que había leído tiempo atrás que decía así: Como la or anuncia el fruto, Así la niñez del hombre es la promesa de su vida futura. Házrat Inayat Kahn 107
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Me di cuenta de que durante mi niñez me había preparado para el momento del encuentro con Alfredo. Descubrí que el Dios de mi corazón conocía mis debilidades y por eso me conducía a pasos agigantados hacia quien ya había transitado el camino y me podía llevar de su mano a la Meta nal. De otra manera hubiera sido imposible transitar el Camino hacia uno mismo, ya que solo a través de un canal directo con la Fuente que reúne toda la energía y la dirección es imposible pero si resulta claro entenderlo cerebralmente es difícil vivirlo realmente y aún más si no se tiene el deseo del corazón de ir más allá de lo supercial hacia lo esencial. Solo un corazón sincero, puede detectar la necesidad y ella será nalmente satisfecha, es ley. Alfredo, se comunicó conmigo esa mañana para invitarme a Italia. Pocos días después partí nuevamente hacia allí a encontrarme con los amigos. Cuando llegué, pasé por la ocina del Maestro. Me recibió, feliz, me abrazó con fuerza y me dijo: –Te veo bien, aunque podrías dejar de pensar tanto acerca de que el Camino es difícil. A veces, lo puedes transitar durmiendo– me miró jamente sin poder contener la risa. Señaló, también, que yo me tomaba las cosas demasiado a la tremenda y que tenía que ser más liviano, positivo, divertirme más y no tomarme tanto en serio. Entonces, abrió sus brazos para indicarme cuánto me podía equivocar, como lo había hecho en otros encuentros en que fue cerrando los brazos desde 180 grados la primera vez, a 5 grados la segunda, en que las manos casi se tocaban. Así 108
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en un código gestual, que se entendía claramente, me señalaba que el margen se estaba terminando; aquel día cerró sus brazos, como en un aplauso para indicarme no solo que debía ser más impecable sino que ya no quedaba más espacio para el error, ya que había recibido todo lo necesario para caminar en libertad y con sentido común. Alfredo es un hombre de Dios y conoce perfectamente la vulnerabilidad humana. Por eso, sabía y sabe de mis debilidades. Sabía que estaba haciendo un esfuerzo sincero para ser lo más impecable posible pero también conocía que cada vez mis caídas eran más fuertes y que olvidaba el verdadero camino que estaba recorriendo, obstaculizado por mi tozudez y dureza para comprender algunos puntos esenciales del Trabajo, lo que haría exasperar a cualquiera. Sin embargo, me acompañaba desde su amor y se reía por mis respuestas, a veces totalmente fuera de lugar. Esa mañana, después de salir de su ocina caminamos por la playa con su perro. –Mira que maravilloso es –dijo– está conectado y no piensa. Cada vez que él hablaba, todos sabíamos que estaba enseñando alguna lección fundamental para nuestras vidas. Entonces, permanecí callado mientras seguíamos las estelas del agua sobre la playa en profundo silencio. Nos quedamos sentados largo rato sin pronunciar palabra y al despedirnos expresó unas ideas que me había enviado en una de sus innumerables cartas: –Recuerda, César –“El hombre de Dios es siempre sabedor de su propia debilidad y de su propia vulnerabilidad.” 109
César Actis
Entonces, me dirigí hacia la casa en la que me alojaba y comprendí, una vez más, el propósito del Camino y la posibilidad que me estaban brindando de convertirme, con esfuerzo, alegría, dedicación y de la mano del Maestro, en un hombre de Dios. AIE!
(Signica: Es posible).
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Libro XIII De lo que le aconteció a un buscador cuando fue partícipe de la energía autoenseñante y bendicente. Esa noche en Italia fuimos juntos al ejercicio grupal. Llegamos al lugar en donde se efectúa el Trabajo de todos los miércoles y después de un silencio que manifestaba respeto hacia el momento que estábamos por experimentar, entramos a la sala. Una sensación de luz interior, de paz, serenidad y dulzura comenzó a incorporarse en mi cuerpo con lentitud hasta hacerme sentir totalmente relajado y al mismo tiempo alerta y despierto. Estábamos sintiendo una energía de luz que bendecía y nos enseñaba sin palabras. Nos encontrábamos en el centro de la actividad más bendecidora y más nutriente que yo haya experimentado en toda mi vida. Dios estaba en nosotros o más bien Dios estaba manifestándose en todos nosotros. Éramos luz, porque de eso estamos hechos, de luz y por este motivo, no teníamos que buscar nada afuera de nosotros. Un instante antes de iniciar las prácticas miré a Alfredo con dulzura y amistad y él me guiño el ojo derecho. En medio de ese particular estado de presencia que todos vivimos, su gesto me alegró, me acercó más a él, disolvió todo juicio... De pronto, la música comenzó a recordarnos nuestro lamento por estar separados de la Divinidad aunque cada uno lo iba experimentando de una manera diferente, y sobre todo única. 111
César Actis
Entonces, empecé a sentir cómo mis personalidades luchaban nuevamente por protagonizar el drama diario y cotidiano. No podía controlar mi diálogo interior y las máscaras de mi rostro se iban cayendo una a una. Había que morir para nacer de nuevo. El ejercicio me estaba haciendo sufrir la muerte de mis personalidades. De pronto, la armonía interna comenzó a vibrar en cada partícula de mi cuerpo. Solo había que vivir esa situación y permitir que la luz interna se incrementara, se nutriera, se alimentara, saliera, se expandiera e irradiara todos los recintos del organismo y en todas las direcciones. AIE!
(Signica: El lugar desde donde surge y se irradia la dicha del Ser). Y también había que agradecer por tener a nuestra disposición toda la energía del mundo y por estar invitados a la mesa de una energía propia de un Camino de verdad. AIE!
(Signica: Hay mucha comida renada, y abundante para alimentar y dar fuerzas al Caminante que viaja hacia el encuentro de Sí). El mundo se estaba volviendo Amor y una caravana avanzaba hacia la meta conmigo. Me encontraba inmerso en el ser y 112
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me estaba sintiendo cada vez más dichoso, normal y feliz. Sabiendo que cuando se está en presencia física del Maestro esto es natural y que más adelante sería necesario, como siempre lo ha sido, caminar con coraje y alegría hacia nuestra Meta posible en esta vida, con nuestros propios pies, claro que está la dirección precisa, los equipos necesarios, los amigos del corazón y la vida toda como campo conciente de experiencia interna y de generación de las acciones que nuestro ser vino a realizar en esta vida. AIE!
(Signica: Todo está hecho y a disposición). ¡Dios es generoso! grité, lleno de júbilo porque mi ser, ese Yo soy que todos llevamos dentro, se iba convirtiendo en presencia y esa presencia era eternidad. Al salir del lugar donde habíamos realizado el ejercicio nos fuimos a cenar. Alfredo pidió comida abundante para todos. Era importante recordar que el ejercicio nalizaba después de la comida. Yo me encontraba medio mareado, la energía me había embriagado y el Maestro se reía por el aspecto de mi cara. –César –dijo– espera a que brindemos, no te adelantes. Todos rieron y yo también, sabiendo que reírse de sí mismo es fundamental y ayuda a que la autoimportancia vaya siendo relegada. Y cuando te entregas viajas liviano, el equipaje y los ruidos desaparecen y un plato de espaguetis humeantes y ex113
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quisitos es lo único en ese momento; todo el universo parece estar circunscrito a enganchar los espaguetis con un tenedor, enroscarlos sobre una cuchara cucha ra y come comer. r. AIE!
(Signica: (S ignica: Hay energía para diluir la separació separ ación) n).. Prácticamente devoramos devoramos la pasta pasta.. Fue el plato más exquisito que había comido en años. a ños. Todo Todo parecía pa recía diferente d iferente porque estaba disfrutando d isfrutando cada cad a momento momento,, cada sensació sensación. n. Entonces, uno de los discípulos nuevos preguntó: –¿Qué hay en nuestro organismo? –Ahora pastas –dijo Alfredo riendo. Pero luego prosiguió–. Nuestro organismo contiene toda la Tierra y todo el Cielo y un gran transformador que es el corazón. La enseñanza debe ser transmitida desde un corazón despierto a un corazón que busca la claridad y la conciencia, no hay otra manera, porque nuestras capacidades de distracción o de poca gratitud hacia lo que ya tenemos son enormes. AIE!
(Signica: La gratitud se puede incrementar innitamente). Parecía estar dirigiéndose a todos pero esas palabras iban para una u na sola persona y yo sabía exactamen exacta mente te de lo que estaba 114
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hablando. Yo me había quejado durante mucho tiempo y en muy frecuentes frecuentes ocasio oca siones, nes, me distraía. dist raía. Alfredo siguió dando en el blanco mientras hablaba. –La clave está en una alegría que viene del Camino, por el solo hecho de transitarlo, de haberse alejado un poquito de la tontería y de la estupidez que nos domina y nos duerme. Entonces, todo cambia, el agua es más rica, el aire es más bello, la gente te mira directamente a los ojos y podemos ser útiles, a nosotros mismos, primero, luego luego a los demás dem ás aunque au nque recordando siempre que que primero a nosotros, como ahora, ya que de ese modo tendrás algo a lgo en el bolsillo, bolsillo, algo para pa ra dar. Esta es la enerenergía que yo transmito y de la cual todos somos parte. AIE!
(Signica: UNO puede llegar a ser completo). Esa noche sentí, experimenté y viví la energía. Volví a la casaa de Juan con una inmensa cas i nmensa felicidad. felicidad. Dormí muy bien y al despertarme al dia siguiente vi que Juan había dejado al lado de mi cama una nota de Alfredo que decía: “El amor de la Vía es uno de los vehículos de la energía bendebende cidora y puede incluir todo tipo de amor que podamos conocer”. conocer”.
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Libro XIV De lo que le aconteció a un buscador en el viaje hacia el centro de sí mismo Después de esa noche, todo cambió para mí. Comencé a aceptar el viaje y la misión que me había sido encomendada. Él me esperaba en su ocina para transmitirme otro ejercicio que debía llevar a cabo todos los días. Allí, en su lugar de trabajo, el Maestro me explicó que mi viaje había comenzado en los albores del mundo. En aquel tiempo, todos los amigos nos hicimos la promesa de encontrarnos y aquí estamos Me costó entender que el Trabajo de la Vía ya se había hecho mucho antes de que yo llegara a este mundo y que ahora me tocaba formar parte de él. Era maravilloso porque lo que tantas veces anhelé: los caballeros de la mesa redonda y el aire de la presencia, ahora estaban invadiendo mis células; lo que generaba un alto revuelo en el ámbito de mis condicionamientos, juicios, postergaciones y resistencias, en lo que me había vuelto un especialista, por el tiempo que había pasado cultivándolos. Estábamos en pleno crecimiento y transformación pero había que comprender otro aspecto fundamental del camino: el Servicio. Alfredo hablaba con la sabiduría de siempre: –Ponerse en actitud de Servicio a la humanidad implica cambios que conducen nuestra actividad desde el “tener” al Ser –y añadió– Todos tenemos la misma oportunidad de crecer en esta tarea de Servicio pero, la forma que elijas o elijan para ti será diferente a la de los demás, hay una para cada uno. Y solo se descubre 117
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transitando el camino, solo en el viaje se acomodan las cargas y en las mil metas a las que hay que llegar, con errores y aciertos y sobre todo presencia, vas puliendo el diamante que espera brillar desde hace milenios y que ha sido puesto en tu pecho para este momento único de la vida en la tierra. –Es importante que entiendas que, si cada uno está siendo cuidado, nutrido, amado y asistido tan generosamente desde La Fuente, sus acciones necesariamente producirán crecientemente Paz, Felicidad y Alegría. AIE!
(Signica: Paz y Bien). –Sin embargo –siguió– para desarrollar a fondo estas cualidades deben practicarse cotidianamente con exibilidad, franqueza, dinamismo y dirección positiva. Teniendo en cuenta que habrá que atravesar combates, luchas internas, críticas externas y hasta calumnias, que son las piedras que arrojan los que no se han permitido aceptar que ellos también fueron invitados, como todos los seres humanos, a viajar hacia su propia presencia. También es importante saber que no se lucha contra la negatividad sino que se avanza por la vía del bien; la oscuridad no puede apagar el sol, el brillo de la conciencia y el eterno viaje de quienes han llegado a sus Metas, los Maestros, quienes además han estado desde siempre a 118
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disposición del buscador sincero para tomar sus manos entre las de ellos y proteger el peligroso, inevitable y precioso viaje de regreso al Uno. Además debes saber que no se puede evitar que se hable mal de quienes hacen el bien. –El refugio, el hogar, se construye a través del Servicio, no para ameritar nada, sino porque es el combustible que alimenta los motores para el viaje y es necesario. Ahora, es preciso que siempre te preguntes– ¿me brindo parcialmente o por entero al camino y a los demás?, ¿Actúan unidos el corazón, la mente y la mano? Entonces, el uso conciente del Amor y del Servicio, transforman concretamente los sentimientos negativos y las diferencias, en actitudes sanas. Es fundamental que te enamores de la Meta y te dediques a ella, ya que sólo mediante la práctica, se llegará a ser un Amante del camino. AIE!
(Signica: El camino es solo para los amantes de Dios en sus propios corazones). El maestro me había enviado en otra ocasión estas líneas: “ Cuanto más progreses en la Vía, tanto más la cuchilla estará alada para convertirte en un profesional del trabajo”. Recuerdo que sonrió porque había captado cada palabra de mi pensamiento. 119
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–Quiero que seas un verdadero profesional del Trabajo –señaló– y el servicio consiste en ser tú mismo siempre, en quererte y querer a los demás del mismo modo en que te amas a ti mismo. Amar la Divinidad que uno tiene en sí, puesto que el ser humano no es solo cuerpo, alma y espíritu; también está compuesto de una sustancia renada y sutil que está conectada potente e íntimamente a Dios. AIE!
(Signica: El acceso a la energía sutil y renada del Camino acelera el contacto con la propia esencia divina). –Hay una cierta cantidad de cosas que has visto antes –prosiguió– pero ahora las ves de otro modo. No es que las cosas hayan cambiado sino que eres tú lo que se ha modicado y continuará modicándose hasta el día de tu muerte; es la aceptación creciente y conciente de ti mismo aunque debes aceptarte y aceptar tu misión con total humildad. Esta misión que se te ha encomendado no es para que te lamentes sino para que la aceptes como un desafío vital y no tienes elección, en el sentido menor de la palabra. Solo Libertad. Aprende a dejar que Dios haga, pon todo en Sus manos y toma conciencia de que no se tiene la capacidad ni la posibilidad de hacer nada solo, así te volverás libre y podrás utilizar los medios de comunicación de la Vía que viajan por canales diferentes, como un teléfono sin hilos que hace llegar lo que es necesario saber, directamente al corazón. 120
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–Vete y no desperdicies más tu tiempo, busca la libertad que te otorga el Camino; actúa. Ya has recorrido múltiples etapas, viviste una vida gris y semiconsciente, moriste de algún modo porque la culpa, el ego, el dolor y el miedo te fueron debilitando hasta que comenzaste a ver todo en blanco y negro, sin belleza ni matices. En cambio ahora, estás intentando viajar realmente, en un estado profundo de contacto y de conciencia plena, al que no se llega a través de la objeción sino de la Intención, de la Impecabilidad, de la Puntualidad, de la Precisión, del Respeto, de la Atención, de la Dedicación y de la Paciencia, que son puntos jos para armar el proceder del discípulo en la Vía. En este estado no tienes nada que perder porque estás más despierto y presente, estás aceptando el conocimiento y no la información de los libros. La sustancia te está nutriendo y estás viviéndola. Y seguramente, si Dios quiere, podrás transmitir, a quienes están buscando, el aroma de la comida de los amigos, el aroma del Recuerdo Profundo. Por favor, no olvides quién eres, y en cada momento recuerda a la divinidad que esta en ti. –Este es un tiempo especial –continuó– el viento solar hace propicia la evolución de los individuos y entonces necesitas estar despierto y conciente y no esperar nada. Estás aquí para comprender la grandiosidad de lo que somos. Cada uno de nosotros es una maravilla técnica en once dimensiones, que además puede amar a voluntad. 121
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–Para realizar este viaje se requiere madurez y sentido común, y conectarse con la fuente para que el Maestro te otorgue toda la bendición que necesitas, para que te envuelva la sustancia que hace posible tu plenitud. AIE!
(Signica: Plenitud). –Ahora, ¡vete!, ya hablé demasiado. No quiero agobiarte; después de todo, lo que te he dicho no es importante, sino lo que va a lo profundo, que surgirá en la pantalla de tu mente, cuando acciones el teclado y lo convoque la necesidad. En el aerop aeropuerto uerto de Roma, multi multitudina tudinario rio y bullicioso bul licioso,, yo me conducía conducía con una gran ca calma, lma, que me alejaba de lo mundano. Quería despachar el equipaje y conseguir en el avión un lugar en el pasillo pasil lo lo más adelante adela nte posible. posible. El largo viaje pasó sorprendentemente rápido y fue descansado y agradable. Recuerdo que hasta tuve un sueño luminoso que me envolvió por completo. Alfredo se encontraba en profundo silencio y soplaba mi frente con un viento dorado. El aterrizaje en Ezeiza fue de madrugada y luego me dirigí a Aeroparque para embarcar hacia Bariloche, donde llegué pocas horas después. 122
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En casa me estaba esperando Adriana que se aigió al ver mi rostro rostro:: – ¿Qué te sucedió? –dijo– no me gusta verte así. –No hablaré nunca más –le dije– Me siento vacío. Ella con su innita sabiduría, me abrazó con amor y se quedó a mi lado hasta que me tranquilicé. No le conté nada de lo sucedido en Italia; fui a mi cuarto y le recé a Dios. Cada día que pasaba iban apareciendo destellos de conciencia y me encontré dando conferencias en las que decía lo siguiente: “Cada uno de nosotros tiene un programa, una conciencia a desplegar. Nosotros hemos sido mineral y con el tiempo nos volvimos vegetal, luego, animales y después seres humanos y ahora deberíamos volvernos humanos reales”.
Le enviaba a Alfredo A lfredo todos estos pensamientos pero pero la única respuesta que recibía era su silencio. Desde ese momento comencé comen cé a reza rezarr con Dios. Y volví a la carga con nuevos conceptos que enviaba en forma constante al Maestro “ No No lean tanto... busquen a Maestros vivos, que estén en el presente, en su época, Maestros orgánicos, que no trabajan con cosas ilusorias ”.
No había contestación alguna, ni comunicaciones telefónicas. Estaba atravesando una de las pruebas más difíciles para un egocéntrico como era yo, en ese momento de mi vida. 123
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Me daba cuenta de que transmitía mejor lo que más necesitaba aprender aprender y a partir par tir de ese momento momento comencé comencé a rezar en Dios. Se fueron gestando más posibilidades de servicio; los amigos del país empezamos a brindar los cursos de IRECA por todas partes, en cárceles y otros contextos vulnerables y comencé a recordar, recordar, una a una las palabras pa labras que había escuchado Fue así que escribí otro pensamiento: “La historia íntima de cada uno no será contada, pero los frutos fr utos tienen que verse...” Era eviden ev idente te que tenía que experimentar experimentar otra realidad, real idad, una forma distinta de conciencia. Y entonces, Dios rezó en mí. Y escribí: “No hay momentos vacíos, todo es un eterno presente”. Mientras me encontraba cerrando el sobre para enviar ese pensamiento a Italia, sonó el teléfono. –Ven a Italia César C ésar –d –dijo– ijo– hay unos cursos que deseo que impartas, tanto en Suecia como aquí. Prepara todo y trae tus escritos que los quiero leer; te espero. Comprendí que estaba viviendo con menos mochilas y equipajes y se me estaban esta ban facilitando los espacios para crecer. Después de dar d ar los cursos me encontré encontré nuevamente nuevamente con el Maestro pero ahora: –¿Dónde estás Cesar? –me dice. –Aquí en la vía –le contesto. –¿Quién eres? –Este momento del camino –armo. 124
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–¿Dónde estamos viajando? –Hacia el centro de uno mismo. El abrazo cerró la conversación.
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SEGUNDA PARTE VIAJE AL CENTRO DE MÍ MISMO EN LOS ALBORES DEL MUNDO Este viaje se inició en los albores del mundo. Tal vez me encontré sentado mirando el cielo en aquel río de aguas misteriosas del que bebí para olvidar y llegué por primera vez a la Tierra. Soñé porque me dijeron que soñar era bueno y entonces lo hice porque lo creí y como lo creí así fue. Descubrí, porque lo recordaba desde siempre, que a mi lado caminaba un hombre. Ese hombre me acompañaría en todos los caminos porque todos los caminos conducen a la Vía. UN CAMINO DE VERDAD Y, entonces, el Maestro se acercó y dijo: “Recuerda al amigo, ahora has llegado a un camino de verdad. Estar en el camino consiste en ser un discípulo. ¿Sabes lo que eso signica, César? Despierta, tienes que estar siempre más atento”. Sentí mi nombre como si llegara de las entrañas de la Tierra y del Cielo. Mi nombre resonaba en todas partes pero, sabía que venía especialmente del centro de mí mismo. Entonces, lo miré con el asombro y la maravilla del que mira por primera vez, y, escuché sus palabras. Eran palabras simples, salidas del corazón de un guerrero. 127
César Actis
“Quiero recordarte que ser un discípulo es un rango muy elevado del sendero místico o esotérico” AIE!
(Signica: ¡Asombro!). Trataba de entender el sentido de la palabra discípulo. ¿Por qué era un rango tan elevado? En eso pensaba, cuando Alfredo contó la historia.“Cuando yo era joven, en el momento en que me nombraron, uno de los discípulos, el más anciano, que tenía más de ochenta años, me dijo: Alfredo, ahora debes estar orgulloso; ser discípulo es cien veces más importante que ser nombrado caballero. Un caballero era nombrado por el rey y podía ser conde, marqués o príncipe, mas un discípulo tiene la condición de ser un hombre de Dios, algo sumamente aristocrático. Los discípulos no deberían olvidarse nunca de que pertenecen a una aristocracia místico-esotérica”. Aristocracia proviene del griego, siguió diciendo y signica “de excelencia” La excelencia, dijo, se relaciona con el bien común y esto es trabajar para el propio bien y el de los demás. Verás, insistió, requiere de un poco de conciencia, es decir, recordar y recordarse. El recuerdo ayuda al discípulo a disipar la arrogancia, la estupidez, el fanatismo y a no desperdiciar el propio tiempo como también a intentar ver a sus amigos del Camino como si fueran de su propia familia y un poquito más, porque todos son parte de la misma aristocracia”. 128
AIE! - El camino es Uno mismo
A veces me guraba estar solo, en el sendero pero con el tiem po, entendí aquellas palabras. En el Camino me encontraría con amigos y ellos me ayudarían rápidamente a progresar.
LOS AMIGOS DE LA VÍA “Escucha al amigo, no te separes”. Entendía lo que yo pensaba, oía mis pensamientos, escudriñaba mi espacio íntimo. Hablaba con simplicidad, como la brisa, rme, correcto, UN AMIGO. “Escucha la música que emana de la vastedad de tu ser”, susurraba, “No te separes, escucha”. Era difícil, al principio, poner en práctica esas palabras. No comprendía la profundidad que encerraban. En medio de la vorágine en la que me encontraba, en la malla de las palabras, en la ilusoria realidad, intentaba recordar. Buscaba, porque buscar era parte del camino y no llegaba a vislumbrar hacia dónde me llevaría ser lo que era “un buscador y un discípulo”. “Despierta, atraviesa la ilusión”, exhortaba “Despierta, busca la parte que falta. Une los fragmentos porque no eres los fragmentos, eres algo más. Busca y se te abrirá el muro”. Comencé a caminar y en el trayecto encontré a otros amigos. Pensé que con ellos uniría cada uno de los fragmentos. La unidad estaba en el todo, el uno en todas partes. Empecé a entender que la condición fundamental para seguir era la de ser “un buscador” y caminé con ellos.
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César Actis
EL BUSCADOR Y entonces pregunté –¿Qué es ser un buscador? Rápidamente recibí la respuesta . –Recuerda, sólo recuerda. Antes has buscado como ahora. El buscador es el que intenta constantemente atravesar la ilusión en la que se vive normalmente y quiere despertar a la realidad total. Esa realidad siempre está, estuvo y es el principal basamento de la evolución. Esa necesidad de búsqueda viene de lo más profundo del corazón ya que se siente que falta algo y que entonces no se está completo. El ser humano está dividido en varios fragmentos, Sin embargo, si el hombre pretende unir esos fragmentos no se puede armar un individuo. –¿Cómo puedo unir estos fragmentos? –pregunté. –No se trata de armar un rompecabezas sino de trabajar directamente con el ser.– fue la respuesta– Toma mi mano , yo soy el canal directo de todos los que buscan sinceramente. Recuerda: debes estar siempre presente y atento para que pueda transferirte el conocimiento de modo más rápido y sin pérdida de tiempo. Trabajo en contacto directo con tu ser. Quiero que te vacíes, empieza a detener el pensamiento, para funcionar en todas las dimensiones del Ser...
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AIE! - El camino es Uno mismo
AIE!
(Signica: Si somos una auta de caña y te preguntas de quién soy la auta... de quién?). La respuesta vendrá de tu ser más profundo.
DE LA MANO DEL MAESTRO “Si quieres llegar al otro lado del río yo te guiaré. Es una cuestión técnica. Tú solo no puedes ir ya que hay que atravesar varios ríos y si no conoces cómo cruzarlos es peligroso. Hace muchos años, las posibilidades estaban ocultas y resguardadas por un círculo pequeño de personas. Había que viajar y recorrer enormes territorios para que un Maestro te transmitiera los impactos no verbales que abren las puertas del conocimiento. Como el secreto se protege a sí mismo y el contacto es orgánico, la presencia se vuelve imprescindible para este tipo de transmisión vital y conciente. En este momento, aquí y ahora puedes hacer el viaje a la velocidad del presente y entrar en contacto con la fuente a través de mí. Una cosa es acercarse a un arroyito y otra instalarse en la profundidad del mar. Ven, ahora es el tiempo”.
AIE!
(Signica: El Tiempo de Ser ha llegado). 131
César Actis
EL VIAJE Si quieres llegar al otro lado del río yo te guiaré. Hay una enorme diferencia entre los relatos y la realidad. Una cosa es que te cuenten cómo se hizo y otra es hacerlo, llevar a cabo el proyecto. Este proyecto te garantiza además: “calidad de vida”.
Ten presente que el viaje requiere de poco equipaje y de una gran atención e intención. Debes despojarte de todos los conceptos y prejuicios inútiles que te quitan energía y estar en permanente estado de alegría. Busca la unidad y no te separes.
LA MÚSICA INTERIOR Escucha el lamento de la música por la separación. La música insondable del alma. Busca en tu interior y escucha el sonido del ser en armonía con el universo. No te separes. La mente inferior te atraerá y te colocará numerosas trampas en medio de sus cantos de sirena. Indaga en el espacio innito, sin razonar, sólo déjate llevar por el impulso. La nave surcará los mares y retornará a la fuente. Y si estás en contacto, los demás sentirán también el perfume del Uno que está grabado en sus células desde el inicio del viaje y clama por el regreso al Origen. AIE!
(Signica: El sonido de la música de los átomos que regresan al Uno). 132
AIE! - El camino es Uno mismo
“Tu antiguo mundo querrá que vuelvas a él. Tú sólo escucha tu música interior. Ella hará surgir en ti las más grandiosas fuerzas que jamás hayas imaginado. Sin embargo, recuerda que todo el Poder y toda la Gloria son siempre de Dios”.
SER LIBRE Deja ya de luchar contra ti mismo. Debes ir hacia delante con coraje. De los buscadores que han pasado por este mundo sólo quedan sus cenizas pero sus espíritus vuelan alto para ayudarte en este viaje hacia la vida y la libertad. Ellos te guiarán con su ejem plo hacia tu meta, tu realidad más profunda, tu origen y destino. El camino es la meta, la libertad está allí, a la vuelta del sendero. El sentido de tu búsqueda es no buscar más. Entonces serás libre porque es mejor no hablar de libertad sino liberarse, despojarse. Sin embargo, recuerda: no se trata de huir del mundo sino de estar en el mundo sin ser del mundo. AIE!
(Signica: Estar en el mundo sin ser del mundo).
ESTAR AHÍ, AQUÍ Y AHORA Es importante estar ahí, en un aquí y en un ahora. El tiempo es ahora y el espacio es aquí. La meta es estar ahí en tu propio corazón con los instrumentos puestos a tu disposición para que realices el viaje. 133
César Actis
Estar ahí es volver a la esencia porque la esencia es aquello que uno lleva consigo y permanece allí en una evolución continua. –Debes saber, César, que no hay nada estanco porque te seguirás desarrollando en forma constante. –Y dime ¿la esencia es el alma? –No –dijo– la esencia es la que permite llegar a la fusión con la divinidad. No hablo de Dios sino de divinidad. Tú puedes conocer la divinidad porque eres conciente de tu propia existencia. Existir es estar ahí en un presente continuo que contiene a su vez a todos los tiempos y a todos los espacios. El hombre sabe que existe y lo sabe porque posee una esencia de origen divino y porque es de origen divino, esto hace que su yo sea la manifestación de la divinidad. El tiempo es ahora, el espacio es aquí y la esencia del amor es estar ahí, presente, en tu propia divinidad.
AIE!
(Signica: ¡Presente!).
DE LA ALEGRÍA AL ÉXTASIS Busca la unidad, no te separes. Cuando estés presente en el aquí y en el ahora comenzarás a liberarte. Se revelarán las realidades más profundas. Esa liberación te causará una enorme 134
AIE! - El camino es Uno mismo
alegría. Y entonces, cuando tu organismo no soporte más esa ale gría y esa dicha, entrarás y te pondrás al Servicio, en términos absolutos, no en la medida reductiva y parcial con la que habitualmente lo entendemos. AIE!
(Signica: Éxtasis, cuando la Dicha se vuelve inevitable). De la alegría innita surgirá el éxtasis y al igual que los derviches giróvagos que danzan como los átomos sobre sí mismos, simbolizando la ascendencia espiritual hacia la verdad, esparcirás livianamente tu amor liberándote del ego. AIE! La nueva fase es para aquellos que buscan atravesar el círculo de los temores y de las distracciones inútiles desde el propio corazón hacia el corazón del maestro. Una vez que ingreses, recuerda, activa tu memoria profunda y sigue caminando.
UN CAMINO CON CORAZÓN “El corazón es el instrumento indispensable para entrar en el Camino. De corazón a corazón harás contacto conmigo”, señaló el maestro, “yo conozco el camino”. “Sentirás el aroma de las rosas y avanzarás más allá de las limitaciones de la personalidad. El corazón del Maestro es el que 135
César Actis
te nutrirá de una sustancia particular, energía de bendición, canalizada especialmente para este tiempo y adaptada al presente. De allí proviene la importancia del contacto con un hombre de la Fuente, que sea contemporáneo y esté en contacto directo con el discípulo. El corazón es una ola viva que te envuelve y está a tu disposición y a la de todos los buscadores sinceros que intentan encontrar un camino de verdad”.
SER UN GUERRERO IMPECABLE Este es un camino en el cual es necesario superar varias batallas. La primera de las batallas es contra el mundo viejo que parece aplastarnos con sus apariencias. Las otras son contra las propias creencias, la auto-importancia, la negatividad, los sueños y las fantasías. Un guerrero debe poseer una virtud indispensable: “la impecabilidad”. Un guerrero no se deja atrapar por el mundo. –¿En qué consiste ser impecable? –No pienses –me dijo– de eso se trata ser un Guerrero Impecable; para comprender y viajar en la Totalidad es necesario el vehículo del Ser, puesto que el pensamiento, reductivo, no es lo sucientemente veloz y certero para experimentar la Unidad. Aunque claramente ésta lo incluye y no al revés. EL MEJOR AMIGO A veces, te sentirás aquear y entonces los amigos del camino te tenderán su mano. A ti también te tocará ayudarlos en su momento; es una cadena de transmisión en la que todos se vuelven eslabones. Eso signica que algunos a veces estarán débiles y otros 136
AIE! - El camino es Uno mismo
fuertes por eso deberán cuidarse mutuamente. Aprenderás a cuidarlos como ellos aprenderán a cuidar de ti. Constituyen una comunidad unida a través del corazón del maestro La antigua Tradición nos dice que el Maestro y cada uno de los miembros de un camino de verdad, componen los ángulos del triángulo sagrado. Este viejo acuerdo se renueva cada día y con él, las esperanzas se vuelven objetivas, el organismo positivo, la mente más calma y el servicio deja de ser un instinto del alma para ser una elección conciente, ya que quien ha experimentado el verdadero Amor no podrá evitar el tener que dar, dar, dar. Sin embargo, no debes olvidar que el mejor amigo eres tú mismo. Debes amarte porque la divinidad está en ti.
UNA CARAVANA HACIA EL AMOR Con alegría y con éxtasis, cruzaremos al otro lado del río. Somos todos amigos y verás que el Maestro es el amigo del ser real. El Camino es muy viejo y por él avanza siempre una caravana . Lo que todos deben saber es que es posible sumarse a esa caravana. El Maestro es alguien que ya fue y volvió, se adentró en la divinidad y acabó con su mundo dual. –Entonces ¿tú hiciste el camino? –le pregunté. –Sí, claro, verás, el viaje es hacia tu interior, hasta el fondo de tu ser, es para que llegues a ser una estrella. Tú eres la piedra que contiene el diamante. Tiene que existir el joyero que la haga brillar en todo su esplendor, un artista que vaya extrayendo los materiales inútiles para dar lugar a la preciosa piedra. YO SOY tu canal directo. No te demores; este es el tiempo, súbete rápido. Este 137
César Actis
camino más que ir de un lugar a otro, consiste en un regreso hacia el interior de uno mismo. Y es a través de este viaje sutil que lo innitamente pequeño y lo innitamente grande se experimentarán como Unidad. Practica la conciencia de estar presente y libérate pronto del equipaje innecesario. Entonces la realidad se revelará a tu paso. Será el Amor el estandarte de La Caravana y la palabra Corazón la clave para tu futuro Trabajo. Será el amor lo que te lleve hacia la libertad y su práctica constante, hacia la verdad. Este es el principio, no te separes, sigue mi Corazón. Continuemos el viaje. Mira al frente, la Caravana del Amor no espera, súbete ya y avanza hacia la nueva Humanidad. Círculos concéntricos conuyeron desde el centro del Ser y dispararon luz innita hacia todas las direcciones. Ya no busqué más afuera sino en el propio corazón. Entendí sin pensar, comprendí sin interpretar. Todo y nada estaban allí. Mi vida dedicada a la nueva fase y al trabajo se presentó ante mí como un eterno presente. Dios es generoso. AIE!
(Signica: Una señal de la Caravana).
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AIE! - El camino es Uno mismo
TERCERA PARTE REFLEXIONES Tendiendo redes: de un buscador al lector Ser uno mismo en alegría y en Dios. El ser humano es un complejo evolutivo que requiere de un modo creativo de pensar, no repetitivo y exige propuestas siempre renovadas en armonía con el tiempo en que vive, sus condiciones y sus capacidades. Ser uno mismo es un camino hacia el Conocimiento, entonces, la razón de “Ser” para el hombre en el Universo es un regreso hacia el interior de sí. “Dios reza en nosotros cuando estamos concientes de lo que somos. El fuego del alma esparce el servicio. No buscamos, encontramos”. Para servir verdaderamente de ayuda, se necesita ser conciente. Por eso, al conocimiento se llega solamente si el Amor crece en nosotros para permitir que con su luz podamos ver la realidad. Debe ser practicada, entonces, la conciencia de estar presentes aquí y ahora, procurar ser “gente de corazón” y liberarse de las exasperaciones de la personalidad, de las ideas preconcebidas y de los condicionamientos. Será entonces la verdadera realidad la que se revelará ante nosotros. Dios rezará en nosotros. Ya no buscaremos, solo nos encontraremos aquí y ahora en todos los tiempos y todos los espacios. 139
César Actis
“Decir Maestro es decir Amigo, corazón, conocimiento, fuente”. Es necesario para el buscador de la Verdad encontrar a un auténtico Maestro. Él es el único que conoce el camino porque ya lo ha recorrido y su tarea es la de guiar a los hombres hacia el origen de todas las cosas. Él ayuda a esparcir la alegría, alegría por la expansión del conocimiento. Corazón es la palabra clave: no en contraposición a la mente, sino simplemente indiferente a ella. El futuro depende del trabajo que alcancemos a hacer en nosotros mismos con la ayuda de un Maestro. Decir Maestro es lo mismo que decir Escuela, campo de entrenamiento, donde se prepara a los Buscadores para experimentar la Verdad. La Escuela existe cuando hay un verdadero Maestro viviente. “Cuando nos preguntamos ¿Dónde está Dios? es porque todavía no hemos llegado al centro de nosotros mismos de la mano de un maestro de verdad”. Si alguien les preguntase dónde esta Dios, tómenlo de la mano y llévenlo delante de su madre. Si alguno les preguntase nuevamente dónde está Dios, tómenlo de la mano y llévenlo entre vuestra gente y si alguno, en su afanosa búsqueda de Dios, se desalentara, hagan que sus ojos miren el cielo y allí pueda reencontrar la señal luminosa de su Padre. Si alguien les preguntase qué es Dios, llévenlo delante de una cuna donde un recién nacido sonríe a la vida y háganle ver el destello de los ojos de aquel pequeño que guarda la imagen reciente, la reciente separación, el recuerdo de la Luz dejada poco tiempo antes por esa alma. 140
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Si alguno les preguntase qué es Dios, llévenlo a los campos silenciosos y hagan que tomen contacto con la naturaleza, de modo que el encuentro pueda activar el recuerdo remoto de su Origen. Si alguien insistiese ¿Dónde está Dios? ¿Qué es Dios?”, llévenlo delante de un espejo, para que vea su semblante, escuche su respiración y pueda mirar sus propios movimientos y entonces verá a Dios en su propia existencia. Verá a Dios y reconocerá Su fuerza, Su voluntad y Su poder: Comprenderá que él no podría ser aquella imagen reejada en el espejo, si Dios no existiese y no fuese su Padre. “Los secretos de la eternidad están más allá de nosotros y su desconcertante lenguaje es imposible de entender cuando no hay un Maestro que nos ayude a descifrarlo”.
AIE!
(Signica: Dios es). No se llega a ninguna parte sin el Maestro, si él se ha presentado en tu vida es tu Oportunidad, la de ser llevado por Dios ante su Presencia. Las experiencias son el equipaje del buscador, nunca el análisis de lo que se ve exteriormente. El grupo es un acelerador, porque se observan los propios defectos reejados. Y uno se puede liberar más rápidamente de todo lo innecesario. 141
César Actis
Paulatinamente se encontrarán espacios, tiempos serenos, limpios, transparentes en donde todo estará en su lugar. Entonces, no habrá búsqueda, el buscador desaparecerá y la vida se manifestará ante nosotros como la realidad completa del Ser y la libertad absoluta será la condición natural de nuestra existencia. La existencia total estará basada sobre el principio de las interrelaciones, denominador común de muchos niveles, que generan un gigantesco campo de encuentro e intercambio. Y es a través de esta sutil ley que lo innitamente pequeño y lo innitamente grande se experimentarán como Unidad. Todo será Amor y Dios se encontrará rezando en ti. “El uso de la Atención nos lleva a ser concientes de nuestras acciones e intenciones, constantemente puestas a prueba en la Vía”. La Atención es un instrumento esencial que debe ser cultivado a cada instante hasta que se pueda estar activo constantemente. La Conciencia debe volverse instantánea y parte integrante de nuestro ser. Para que ésta llegue a ser automática, requerirá de un esfuerzo constante pero sin tensión, sin estrés. Muy frecuentemente son pequeñeces cotidianas, distracciones y olvidos los que señalan una falta de Conciencia . No son las pequeñas distracciones en sí mismas o por sí mismas las importantes de considerar sino la falta de Conciencia que éstas señalan. La práctica de la Conciencia desarrolla aquello que las personas que no están en la Vía consideran como capacidades 142
AIE! - El camino es Uno mismo
excepcionales y que, en realidad, en el contexto de la Vía son simplemente “ instrumentos de trabajo” que deben ayudarnos en el Camino a través de sus numerosas etapas e innumerables trampas. El proceso de crecimiento a través de la Vía requiere de un uso cada vez más grande y responsable de la Atención, que deberemos aprender a dirigir y controlar de acuerdo con las situaciones que se nos presentarán en el Trabajo y en la vida cotidiana. Si bajamos la guardia demasiado tiempo, la mente menor tomará el control. Si no estamos atentos, estaremos donde la mente menor nos lleve, vagando entre miles de tonterías y fantasías estúpidas, mientras que de lo que se trata es de estar aquí y ahora, dedicados al Trabajo en el cual todos deberemos hacer el esfuerzo por participar concientemente. Aunque se alcance a estar atentos durante el 97% del tiempo y el 3%, adormecidos, será ese 3% el que puede causar los daños más grandes. En una pequeñísima fracción se puede estar en cualquier otra parte. En situaciones de particular importancia Energética para el Trabajo estos instantes de “sueño” pueden crear daños considerables al Maestro y al grupo. La Vía no requiere de esfuerzos excepcionales o sobrehumanos. Sólo hay que observar tres principios fundamentales: Atención, Intención y Dedicación. Si falta Atención se pierde la oportunidad de comprender y se desperdicia una gran energía y un tiempo preciosos. Si falta la Intención se participará en el Trabajo por motivos (que sean o no concientes) no están alineados con la Vía y por lo tanto alimentan solo aspectos de la mente menor (compa143
César Actis
ñía social o vanidad). Si no hay Dedicación y esfuerzo en el Trabajo no hay una voluntad real de cambiar y crecer. Hasta tanto la Conciencia no sea nuestra Calidad interior, nuestro crecimiento será detenido y obstaculizado por fantasías e ilusiones. La Mente Mayor debe ser utilizada, a través del entrenamiento hasta que se vuelva una habilidad, algo cotidiano y normal y actuará como la guía de la mente menor entre otras funciones. Si la mente menor no es controlada, con el tiempo debilitará las bases mismas del Trabajo, llegando al punto en que se pierda de vista el signicado profundo de nuestro contacto con Alfredo, del por qué nos hemos puesto en sus manos y del signicado mismo de participar en un Trabajo que no puede ser tomado a la ligera. La pérdida del deseo de crecer es una trampa muy sutil en la cual todos corremos el riesgo de caer si nos adormecemos. “El universo visible y aquel que no se percibe no son otra cosa que Memoria. La vida es memoria”. AIE!
(Signica: Memoria del Ser). No se comienza con el aprendizaje sino con el recuerdo de aquello que ya está escrito en nuestro libro interior y que hemos olvidado. El hombre es el lugar en el que esta memoria puede ser revelada y transformada en conocimiento. Conocimiento inmutable en sus cimientos, libre de estructuras y reglas, exible en sus manifestaciones y en armonía con los 144
AIE! - El camino es Uno mismo
tiempos. La comprensión es por lo tanto, un estado de constante evolución en la que la ley de relación es vivida como memoria de la Unidad, sólo aparentemente fragmentada en la multiplicidad de sus aspectos. Entonces, memoria profunda es la que se contrapone al pensamiento vacío, a las ideas preconcebidas y las creencias. No porque pienso, existo. Sino que pienso porque Yo soy; y también recuerdo, busco la verdad que está en mí, en el camino del conocimiento, que no puede ser descrito sino vivido. Volverse buscadores es una calidad que debe hacernos capaces de estar en el mundo sin ser del mundo. Nosotros y la existencia somos UNO. AIE!
(Signica: ¡UNO!). Debemos enamorarnos de la existencia; el Amor es la verdadera energía. El uso conciente del amor es el nuevo instrumento del pensamiento que comprende al Todo y es capaz de percibir las posibilidades futuras de la evolución humana. Vivir es un acto de Amor, libre ujo del espíritu. El que está en el Camino debe estar tan impregnado que pueda colmar de Sí a todos los que lo rodean. El Amor disolverá el cansancio de vivir, anulará la dependencia de los condicionamientos: el hombre y el Universo cooperando para construir una auténtica Calidad de Vida. 145
César Actis
“ El hombre se ha convertido en un verdadero peligro para sí mismo, aunque es y será la variable, el factor x para la evolución de su propia raza”.
En esta fase avanzada de la Evolución humana y del Planeta, por primera vez desde su Aparición sobre la Tierra, el Hombre se ha transformado en el FACTOR X, la principal variable de la ecuación que existe entre la situación cósmica y la evolución de la propia raza. Gracias a su crecimiento evolutivo y al desarrollo tecnológico, el Hombre, de hecho, puede volverse el Caballero Apocalíptico por excelencia. Sus descubrimientos y conquistas unidas a la disminución de su capacidad de equilibrio, han creado las premisas para un “VERDADERO, REAL PELIGRO” tanto en este planeta como en el sistema solar y naturalmente con la posibilidad de interferir negativamente sobre el equilibrio cósmico. Para conjurar este daño cuya posibilidad no es tan lejana, se necesita una mayor intervención tanto en calidad como en cantidad por parte de aquellas fuerzas humanas que ya poseen un notable grado de equilibrio y de conocimiento. Al mismo tiempo que deben ponerse a disposición de los que se encuentran en un estado de necesidad interior existencial, la Guía y las Técnicas para la obtención de un crecimiento equilibrado de las llamadas facultades “Angélicas” en el Hombre y de este modo ayudar a la raza humana a superar esta prueba que es una barrera para acceder a la próxima fase de la evolución y la existencia. Existe, en este preciso momento, el presentimiento del advenimiento de los Tiempos áureos, pero en esta fase el Factor “imponderable y CATALIZADOR” es el SER HUMANO, 146
AIE! - El camino es Uno mismo
con toda su Grandeza y Bajeza; Potencia e Impotencia; Sabiduría e Ignorancia; Amor y Odio”. Para servir verdaderamente de ayuda, se necesita ser CONCIENTE y al conocimiento se llega solamente si el AMOR crece en nosotros permitiendo que con su luz podamos VER la REALIDAD. La Luz es lo opuesto a la oscuridad y la confusión. Es nuestro deber, como miembros de la NUEVA FASE, último eslabón de la cadena de la VERDADERA TRADICION, aumentar nuestro compromiso con la Vía, usando todas nuestras energías positivas para llevar luz y claridad a cualquier lugar al que se vaya y donde se trabaje, de modo de disipar la niebla y las tinieblas, permitiendo así tener nosotros mismos una mayor y mejor visión de la realidad que nos circunda, posibilitando los benecios de esta Claridad, Dirección y Luz a los que estén cerca de nosotros Este es el verdadero AMOR que requiere de ABNEGACIÓN, PROFESIONALIDAD, ALTRUISMO DE CALIDAD y completa sumisión a la Guía y Voluntad de Dios. “¡Aumenten la capacidad de ver la REALIDAD y Recuerden que en la oscuridad se vaga inútilmente como ciegos! Abran los ojos porque si los mantienen cerrados por no querer ver, será peor que estar en la oscuridad!”. AIE!
(Signica: Llave de ingreso en la Realidad). “¡Abran los ojos y hagan un esfuerzo conciente para ver! 147
César Actis
Recuerden: ¡Son bien guiados, pero está en ustedes caminar! La luz anula la oscuridad; la Claridad disipa la Niebla; El Bien cura el mal; pero tanto el Bien como el Mal son una elección del Hombre-Factor Variable: Por lo tanto, está en ustedes dirigir la Energía”. “Dedíquense a la VIA y usen constantemente el recuerdo para mantener ja la atención en esta necesidad; no busquen el problema...procuren soluciones”. ¡La verdadera fuerza es el AMOR! ¡Amor signica CAPACIDAD! AIE!
(Signica: ¡Capacidad!). “Repitan en ustedes constantemente: “AMOR” ¡Esta es la luz que lleva consigo la Capacidad! No estén prevenidos o en tensión, sino atentos y en vigilante espera. En los demás, no busquen el defecto...busquen y cultiven las virtudes”. AIE!
(Signica: Amor). “El mal es un fantasma hecho de niebla. El Bien es Luz, más fuerte que el Sol. Sean Sinceros, sobre todo con ustedes mismos. Sean mejores, sin querer aparentar aquello que querrían ser”. 148
AIE! - El camino es Uno mismo
“¡Sean normales... Sean ustedes mismos!”. “Hagan el esfuerzo correcto, en la situación y en el momento correcto. No pierdan el tiempo en inutilidades que los hacen desviar del justo Camino del CORAZÓN ¡Estén Atentos! Pónganse a disposición completamente, con el CORAZÓN lleno de esperanza y Estén Presentes!”. “Recordemos que la vía es un refugio, una fuerza, una usina de positividad, alivio y seguridad, la verdadera amistad y un frente unido de defensa”. “El Camino”, “Nuestro Camino”, “La Nueva Fase”, abastece de todo lo necesario a todos los niveles del ser. No hay que emprender búsquedas arbitrarias y confundir nuestra “Vía” con cualquier otra cosa por el solo hecho de que encuentran en otras disciplinas un lenguaje similar. El crecimiento y el desarrollo no pasan a través de las palabras que se puedan decir sino a través del acceso a ese “alimento esencial” que es custodiado por el Maestro. AIE!
(Signica: Alimento Esencial). No reconocer ésto y no aceptarlo realmente nos puede conducir inexorablemente hacia caminos equivocados. Como ya se dijo en otras ocasiones, los diferentes tipos de técnicas como la relajación, yoga, meditación, tai-chi, visualización, artes marciales, entre otras cosas, son útiles en los campos donde operan, pero no son en absoluto instrumentos 149
César Actis
sustitutivos del Camino. Cuando uno forma parte de la Vía y continúa en la Búsqueda de otros instrumentos mezclando el Camino con la astrología, con el tarot y con todo lo que se le puede pasar por la cabeza, lo único que está logrando es retrasar el propio desarrollo y sobre todo está desperdiciando la energía que cada uno tiene a su disposición. Debemos poner toda nuestra atención y concentración en la Vía, sin distracciones inútiles porque sólo de esa manera podremos alcanzar nuestra Meta. “Creer que uno está en este camino solamente para resolver sus problemas personales y para tratar de sentirse bien “egoístamente” es estar enfocando mal la mira. “Estar bien es una consecuencia del trabajo y no la meta. Nosotros estamos tratando de desarrollarnos en todos los niveles del Ser pero principalmente estamos tratando de “ Ser útiles ” en todos los niveles, incluyendo los que están fuera de nuestra capacidad de comprensión. Si no tratamos de “educar” nuestro pensamiento de manera positiva y útil nos resultará muy difícil ser de “Utilidad ” y ser Utilizados “correctamente”.
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AIE! - El camino es Uno mismo
EPÍLOGO EL DISEÑO Desde los inicios de la humanidad, han estado presentes de manera continua aquellos cuyo conocimiento los ha hecho Maestros. Diversos sistemas y formas han surgido como medios para que un número mayor de personas pueda alcanzar la realización y la verdad, pero esta posibilidad jamás ha estado tan generosamente disponible como en este momento particular de nuestra evolución. Seguramente la crisis y la necesidad que atraviesa nuestro mundo actual son la base para que orezca una Nueva Fase en la Humanidad, que debe ajustarse de manera armoniosa, conciente y “orgánica” al Cosmos en la que está inmersa. Ese vínculo está hecho de Amor que debe impregnar todas las células del buscador e irradiarse en todo momento y en toda dirección. Los Maestros, aunque su verdadera función no ha sido comprendida por todos, son quienes tienen esta Potencialidad y pueden ponerla al alcance del “buscador.” Las formas exteriores, el lenguaje y los vehículos de transmisión de la enseñanza, se han modicado y adaptado a través del tiempo a las circunstancias de la Era. No obstante, la aparente discontinuidad en la transmisión de un mensaje auténtico y esencial para el ser humano, en el centro del Trabajo sutil del Maestro de verdad se encuentra el Diseño evolutivo para la raza humana total. Este Trabajo, iniciado hace milenios, no está todavía 151
César Actis
concluido y quienes participan activamente deberán aprender a sentir el propio Corazón, casi olvidado, pero que no ha cesado nunca de llamar, sin alejarse del mundo, pues precisamente éste es el campo donde se realiza la experiencia. El verdadero buscador deberá alcanzar la libertad interior, que gradualmente lo llevará hacia un estado en que puede vivir plenamente la vida en todos sus aspectos sin apegarse ni a sus propias acciones ni a sus resultados. Allí es donde se fusionan todas las capacidades y cualidades del ser humano con el Diseño cósmico, en una realidad única, orgánica e indivisible, madura, consciente y total. El ser humano tiene la potencialidad de desarrollar la conciencia con certeza de su Unidad, pero ésta no se alcanza con palabras. Las palabras pueden servir para ponerse en alerta y preparar un punto de partida pero sólo se puede crecer a través de la experiencia directa. Rumi, sabio poeta persa decía: “Escucha la auta de caña, lo que cuenta es el lamento por la separación”. La auta es el alma; que ha sido arrancada de su origen, el cañaveral. El cañaveral es Dios y el anhelo constante del alma, lo sepa o no, es el de poder regresar al origen del cual ha estado separada. ¡Y es posible! AIE!
(Signica: Mirar el cielo entre las gotas de lluvia). 152
AIE! - El camino es Uno mismo
AIE!
(Signica que estamos hechos de polvo de estrellas). AIE!
(Signica que basta con Respirar y Amar, lo demás es puro ego). AIE!
(Signica que nos alimentamos con combustibles de Poder). AIE!
(Signica lo que tu Eres, y tienes la libertad de enriquecer desde el Silencio y la Palabra desde la Acción o la Calma, su signicado). AIE!
¡¡¡El Camino es Uno Mismo!!! 153
ÍNDICE
Prólogo .........................................................................11
PRIMERA PARTE - L os
l iBro i
- Detrás de los velos cotidianos...........................15
l iBro ii
- Noches
l iBro iii
- Un
l iBro iV
- Donde
l iBro V
- El
l iBro Vi
- Silenciar el
l iBro Vii
- Nuevos
l iBro Viii -
muy oscuras .....................................19
Maestro Contemporáneo .......................27 los senderos se cruzan ........................43
propio mundo es el camino .....................61 diálogo interior ...........................71
buscadores en el camino ..................77
Discípulo
de un camino de verdad ................79
l iBro iX
- La
esencia del verdadero Amor.....................83
l iBro X
- La
asistencia y la ocasión .............................87
l iBro Xi
- Utilizar el verdadero Amor ...........................91
l iBro Xii
- El
l iBro Xiii -
sentido de ser un hombre de Dios ..........107
Energía
bendicente ..................................... 111
l iBro XiV - Hacia el centro de sí mismo ........................ 117
SEGUNDA PARTE - V iAje Al centro de mí mismo - En los albores del mundo ..........................127 - Un camino de verdad ................................127 - Los amigos de la Vía .................................129 - El buscador ...............................................130 - De la mano del Maestro ............................ 131 - El viaje ...................................................... 132 - La música interior......................................132 - Ser libre ..................................................... 133 - Estar ahí, aquí y ahora...............................133 - De la alegría al éxtasis ...............................134 - Un camino con corazón ...........................135 - Ser un guerrero impecable .........................136 - El mejor amigo ..........................................136 - Una caravana hacia el amor ......................137
TERCERA PARTE - Reexiones - Tendiendo redes ................... 139 ePílogo
- El Diseño .................................................. 151
Este libro se terminó de imprimir en Primera Clase Impresores en el mes de enero de 2010 Buenos Aires - Argentina